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CAUSA

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III-. LA CAUSA.

(3º REQUISITO DE EXISTENCIA DEL ACTO JURIDICO)

La causa ha dado origen a dos grandes discusiones.


1°) Se ha discutido si efectivamente es un elemento del acto jurídico.
2°) En el evento que sea un elemento de existencia del acto jurídico: ¿cuál es
el concepto de causa?

CONCEPTO DE CAUSA.
La noción de causa no es única, sino que existen diversas acepciones de la
expresión causa, y así es posible advertir la existencia de la expresión: causa
eficiente, causa ocasional, causa final.

CAUSA EFICIENTE.
Es la causa que entendían los romanos, o sea la fuente de las obligaciones.
¿Por qué existe la obligación? En el derecho romano se ha desarrollado como
fuente de las obligaciones: los contratos, los delitos y figuras de causa variable.
Se entendía que existía la obligación por el delito y el contrato celebrado.

CAUSA FINAL.
Elaborada en la Edad Media, y se define como el motivo que inmediato justifica
la obligación de las partes desarrollada por Domatt y después por Pottier.
Domatt distinguió cuatro tipos de actos:
1°) Actos en que ambas partes se obligan a dar una cosa.
2°) Actos en que ambas partes se obligan hacer algo.
3°) Actos en que una parte se obliga a dar una cosa y la otra parte se obliga a
hacer algo.
4°) Actos en que una parte se obliga a dar una cosa o hacer algo y la otra parte
no adquiere ninguna obligación.
En los tres primeros casos, la causa de la obligación es la contraprestación de
lo que se debe, y en cambio en el último caso en que la parte no adquiere
obligación alguna, la causa es la mera liberalidad.
Paralelamente a la noción de causa final, se ha desarrollado la expresión
“consideration” en el derecho anglosajón, que es una noción eminentemente
objetiva, que se define como la contrapartida prometida o entregada por el
demandado al demandante.
COMENTARIO.
1) La consideration, puede ser presente o futura, pero nunca pasada,
porque se sitúa en un momento anterior a la formulación del
consentimiento.
Ejemplo: Si Abish salva a Rocío de ahogarse en el agua y Rocío le propone una
recompensa, Abish no puede exigírsela, porque se sitúa después del hecho que
motivo el rescate.

2°) Puede ser precisa y determinada. Por estas razones no es una


consideration determinada la promesa de pagar una deuda si se deja de
reclamar por la diferencia de trato por los hermanos, puesto que la promesa es
absolutamente vaga.

3°) Es sinónimo de contrapartida, pero no de equivalencia.

4°) Sólo tiene aplicación a los actos jurídicos bilaterales y es de carácter


objetivo de modo tal que no permite ejercer una función moralizadora de los
actos jurídicos.

LA CAUSA OCASIONAL.
Es el motivo que induce a las partes a celebrar un acto o contrato de modo que
es la causa del acto o contrato y no la causa de las obligaciones. Es una noción
eminentemente subjetiva, porque se refiere a los motivos sicológicos que
inducen a las partes a contratar, por consiguiente, permite ejercer una función
moralizadora de los actos jurídicos.
Ejemplo: el contrato de compraventa elaborado entre Matías y Oscar. Matías le
vende un departamento a Oscar en 40 millones de pesos ¿Cuál es la causa
eficiente de la obligación de las partes? La compraventa. En lo que se refiere a
la causa final es el motivo que justifica la obligación de las partes, en el caso
del comprador, está representado por la necesidad de incorporar un bien a su
patrimonio y en el caso del vendedor la necesidad de dinero. En cuanto a la
causa ocasional, esto es el motivo que induce a la celebración del contrato, en
el caso del comprador, puede ser para realizar un negocio y en caso del
vendedor para pagar una deuda.

TEORÍAS QUE SE DESARROLLAN A PROPÓSITO DE LA CAUSA.


La palabra causa en nuestro derecho, a partir del art. 1467, está tomada en un
sentido dual. Cuando se exige que el acto tenga una causa real, se está
tomando en su sentido de causa final, en cambio, cuando dice que además
esta causa debe ser lícita, el CC está aludiendo a la causa ocasional o las
motivaciones.
El art. 1467 define a la causa como el motivo que induce al acto o contrato,
definición que no resulta muy feliz, ya que conlleva el riesgo de confundir la
causa final con la causa ocasional, en circunstancias que, para efectos de los
requisitos del acto jurídico, la causa es una razón jurídica y no un motivo.
1) Teoría clásica o tradicional
2) Teoría del móvil o motivo determinante
3) Neo Causalismo
4) Anticausalismo.

TEORÍA CLÁSICA O TRADICIONAL.


Fue desarrollada por Domatt y Pottier, y acoge como noción de causa, la causa
final, es decir, la causa de las obligaciones, que es de carácter objetiva y es
única e invariable para cierta categoría de actos jurídicos, pudiendo distinguir
los siguientes caso:
1) ACTOS JURÍDICOS BILATERALES. La causa de la obligación de una de
las partes es la contraprestación que se debe.
De ahí que se diga en estos contratos que la causa de la obligación
de una de las partes, es la obligación correlativa de la otra.
Por ende, la causa de la obligación de una de las partes es la
contraprestación recíproca de la otra parte. Esta razón es abstracta,
jurídica, constante y uniforme en contratos de la misma especie. Por
ende, la causa de la obligación de una parte, tiene como razón el
cumplimiento o la ejecución de la obligación de la otra parte. Cada parte
se obliga en consideración a la obligación que contrae en su favor la otra
parte (se relaciona con la autonomía de la voluntad, que no se produce
por sí sola, el consentimiento no basta, se necesita una causa).

2) ACTOS JURÍDICOS REALES. Es decir, aquellos que se perfeccionan con


la entrega o tradición. La causa de la obligación de restituir es la entrega
previa (dacio rei como le decían los romanos).
Luego es posible sentar la regla general aplicable a toda obligación que
emana de un contrato real: la causa de la obligación que contrae
una de las partes de restituir la cosa, es la entrega que de la
misma se le había hecho con anterioridad
Aquí, la causa de la obligación no está en la contraprestación (hay una
sola parte obligada), la causa está en el hecho ya ejecutado, que
generalmente corresponde a la entrega anterior de una cosa, por
ejemplo, la obligación del mutuario es devolver lo prestado, pero si no se
ha prestado nada no hay causa (el mutuante ninguna obligación contrae,
ya que el objeto del mutuo es la suma prestada).

3) ACTOS JURÍDICOS GRATUITOS. La causa es la mera liberalidad o la


intención de hacer el bien.
La causa de la obligación del deudor es la intención de liberalidad, es
decir, la satisfacción del sentimiento de beneficencia que mueve al
disponente a enriquecer al gratificado, sin recibir contraprestación. Así,
en el contrato de donación sólo se obliga el donante y su obligación
tiene su causa en una idea de liberalidad; su objeto es la cosa mueble o
inmueble que traspasa al donatario, y su motivo es cualquiera
consideración que impulsa al donante a desprenderse de la cosa en
favor del donatario (buenos sentimientos, generosidad, etc.).

DOCTRINA DEL MÓVIL O MOTIVO DETERMINANTE.


Esta doctrina recoge la noción de causa ocasional, es decir, la causa es del
acto o contrato, es subjetiva, no es fija y es indeterminada para cierto grupo de
actos, pues existen tantas causas como motivos que inducen a las partes a
celebrar un acto o contrato.
Asimismo, a diferencia de la doctrina anterior, la doctrina del móvil o motivo
determinante asocia la causa al acto o contrato y no a la obligación. La causa
del acto o contrato es el móvil o motivo que impulsó al autor o a las partes a
celebrar un acto jurídico.
Es imposible, por lo tanto, formular un concepto abstracto de causa, aplicable a
una misma especie o categoría de actos jurídicos. Al estar la causa constituida
por móviles o motivos psicológicos, ésta podrá ser distinta en cada acto o
contrato, pues los móviles son ilimitados en su número.
Todo acto jurídico requiere no sólo la existencia de un móvil o motivo
determinante para su celebración, sino que, además, dicho móvil debe
conformarse con el derecho, pues de lo contrario, el acto puede invalidarse.
En los contratos gratuitos basta que el móvil ilícito exista en el autor de la
liberalidad, para que pueda anularse el contrato, sin que se requiera que el
móvil ilícito sea conocido o compartido por el destinatario.
En cambio, en los contratos onerosos, el móvil ilícito que determinó a una de
las partes a contratar, debe ser compartido por la otra parte, al menos
conocido por ésta, ya que el desconocimiento por una de las partes del motivo
ilícito de la otra, impediría anular el contrato.

TEORÍA NEO CAUSALISTA.


Moderna doctrina italiana o doctrina del fin económico. Esta doctrina fue
elaborada por Henry Tupiltan, y acoge la noción de causa final, pero
limitándolo a un fin económico. Entendiendo por causa, el motivo económico
que induce a una de las partes o a ambas a celebrar un acto o contrato.
Postulan, siguiendo en este razonamiento, que aún los actos gratuitos se
persigue una finalidad económica, por parte de quién efectúa la donación, el
cual ingresa o incorpora parte de su patrimonio al patrimonio del donatario.

TEORÍA ANTICAUSALISTA
La causa como elemento del acto jurídico es: falsa, ilógica e inútil.
La causa sería falsa en atención a las siguientes consideraciones:
1) CONTRATOS BILATERALES. Resulta falso afirmar que la causa de la
obligación de una de las partes es la contraprestación o lo que se debe,
porque ambas obligaciones nacen conjuntamente, de modo tal que una
no puede ser causa de la otra.

2) ACTOS GRATUITOS. No resulta razonable sostener que la mera


liberalidad o intención de hacer el bien como causa, porque resulta vago
e impreciso.

3) CONTRATOS REALES. Tampoco puede señalarse que la casa de la


obligación de restituir sea la entrega hecha con anterioridad, porque se
confunde la causa con la fuente de la obligación.

Es ilógica. En razón de los siguientes argumentos:


1) CONTRATOS BILATERALES. Las obligaciones nacen conjuntamente, de
modo que una, no puede ser causa de la otra.

2) ACTOS REALES. Sostienen que la causa es la entrega previa, lo cual


significa confundir la causa con el objeto de la obligación de la otra
parte.

3) ACTOS GRATUITOS. Sostienen que la causa es la mera liberalidad, lo


cual significa confundir el elemento causa con el de voluntad.

La causa es inútil, en razón de los siguientes fundamentos,:


1) ACTOS BILATERALES; que pueden refundirse en uno sólo, en la
existencia de la causa puede suplirse por el elemento objeto o por el
elemento voluntad.
2) ACTOS GRATUITOS, En efecto, sostener que los actos gratuitos, la
causa es la mera liberalidad permite concluir si falta tal causa, el acto es
inexistente por falta de voluntad.

3) ACTOS REALES, sostener que la causa es la entrega previa, permite


concluir que la falta de causa equivale a la falta del objeto de la
obligación de la contraparte, de modo tal, que no es necesario la noción
de causa, porque basta con la noción de objeto. Si bien es cierto, que
podría eliminarse la noción de causa de la teoría del acto jurídico y
reemplazarla por la voluntad o por el objeto, la causa no es falsa, ilógica
e inútil para los actos jurídicos bilaterales en razón de dos argumentos:
- Si se enajena una cosa y ésta se destruye antes de la entrega,
subsiste la obligación de pagar el precio, aún cuando la cosa se
haya destruido, este absurdo sólo puede solucionarse recurriendo
a la noción de causa, puesto que si no se recibe la cosa, porque
ésta se destruyó, la obligación de pagar el precio carece de causa.
Esto no sería posible si sólo recurrimos a la noción de objeto.

- La causa permite impugnar un acto en que una de las partes se


obliga a pagar un precio ínfimo o vil.

LA CAUSA EN EL CÓDIGO CIVIL CHILENO.


Existen al menos 4 artículos que se refiere a la causa.
1) El artículo 1445, señala que para que una persona se obligue por un acto
o declaración de voluntad, se requiere de una causa lícita, entre otros
requisitos que señala esta disposición.
2) El artículo 1467, este artículo de acuerdo a la causa, señala que no hay
obligación sin causa real y lícita, pero no es necesario expresarla, la mera
liberalidad es causa suficiente.
La causa que es el motivo que induce al acto o contrato y la causa ilícita
contraria a la ley, al orden público, y a las buenas costumbres. Así la promesa
de dar algo en pago de una deuda que no existe, carece de causa y la promesa
de dar algo en recompensa de un hecho inmoral o de un crimen adolece de
causa ilícita.
3) Artículo 1468, que señala que no podría repetirse lo dado o pagado por
objeto o causa ilícita a sabiendas.
4) El articulo 1682 relativo a la nulidad absoluta, que señala que la causa
ilícita se sanciona con la nulidad absoluta.

¿CUÁL ES LA DOCTRINA RELATIVA A LA CAUSA QUE ACOGE EL CÓDIGO


CIVIL CHILENO?
Para dar respuesta a esto, se han formulado 3 hipótesis.
1ª) LA DOCTRINA CLÁSICA. Sostiene que el código civil ha recogido la teoría
tradicional de la causa, de modo que la causa es la causa final, esto es la causa
de la obligación y no del acto o contrato.

2ª) La causa es objetiva


3ª) La causa es fija e invariable para cierta categoría de actos jurídicos.

ARGUMENTOS DE ESTA DOCTRINA.


1) Argumento histórico. Esta doctrina postula que, a la época de la dictación
del código civil, la doctrina imperante era la noción de causa final, y esa fue la
que tuvo Andrés Bello al momento de legislar.

2). El artículo 1467 del código civil exige que la causa sea real y lícita, de
modo tal que puede concluirse, que existe obligación a las que puede faltar la
causa, lo que viene a confirmar que el código civil acogió la doctrina
tradicional, puesto que, para la causa final o la doctrina de la causa final,
puede faltar la causa para una de las obligaciones de las partes. Por ejemplo, si
se destruye la cosa, hay que pagar el precio, porque si se destruye la cosa,
carece de causa.
Esto no ocurre, a propósito de la causa ocasional, puesto que, de acuerdo a
esta causa, siempre debe existir un motivo que induzca a las partes a celebrar
un acto o contrato y la causa no puede faltar.

3) Los ejemplos que señala el artículo 1467, revelan que el código acogió
la teoría de la causa tradicional, puesto que acepta la mera liberalidad como
causa suficiente en su inciso primero, al indicar que la promesa de pagar una
deuda que no existe carece de causa, está señalando que la causa es la
contraprestación de lo que se debe.

4) El artículo 1467 define a la causa como el motivo que induce a la


celebración del acto o contrato, lo que podría hacer pensar que el código
acogió la doctrina de la causa ocasional, pero se ha sostenido por esta
doctrina, que el código se refiere a un motivo jurídico y no a un motivo
abstracto, esto es personal y subjetivo; y omitió incorporar la palabra o
expresión “jurídico” a continuación de la expresión “motivo”.

TEORÍA DEL MÓVIL O MOTIVO DETERMINANTE.


Para esta teoría, la causa que acoge el código civil es la causa ocasional, de
modo que se trata de una causa subjetiva de la causa del acto o contrato como
motivo que induzcan a las partes a celebrar el acto o contrato.

ARGUMENTOS PARA SOSTENER QUE EL CÓDIGO CIVIL ACOGE ESTA


TEORÍA.
1. Un argumento histórico, que señala que si bien a la época de la
dictación del código civil, la doctrina de la causa que estaba en
boga, era de la causa final, la noción de causa ocasional se
desarrolló a partir de la Edad Media, y esta sería la noción que
estuvo en vista Andrés Bello.

2. El artículo 1467 define la causa como el motivo que induce a las


partes a celebrar un acto o contrato, de modo que acoge
expresamente la doctrina o noción de causa ocasional,
entendiendo que se trata del motivo psicológico individual y
subjetivo, y no de un motivo jurídico abstracto que sostiene la
doctrina tradicional. Es más, el artículo 1454 y el artículo 1455 del
código civil equiparan al concepto de causa a motivo, a propósito
del error.

3. Que el artículo 1467 exija que la causa sea real y lícita, no


significa que acoge la doctrina tradicional de la causa, puesto que
la única forma que tiene el juez de pronunciarse sobre la licitud de
la causa, es que sea real, es decir, que exista, porque una vez que
exista puede calificarla de lícita e ilícita.

4. El artículo 1467, señale que la mera liberalidad es causa


suficiente, no es argumento para sostener que el código civil
acoge la doctrina tradicional de la causa, porque la mera
liberalidad puede ser causa de cualquier acto jurídico,
independiente de la doctrina que se acoge.

5. El inciso final del artículo 1467, señala como ejemplo de falta de


causa, la promesa de pagar una deuda que no existe, y este
ejemplo de permitirlo, sostiene que la teoría que acoge el código
civil sobre la causa, es la de la causa final, porque carecería de
causa dicha promesa dado que no existiera contraprestación. Sin
embargo, esto no es efectivo, porque la promesa de pagar una
deuda que no existe, carece de causa, porque la causa es
inexistente y el sujeto ha sido motivado por un error, pero no es
argumento para sostener que la doctrina que se acoge es la
doctrina de la causa final.

TEORÍA DE LA BIFURCACIÓN DE LA CAUSA.


Sostiene el código civil acoge la teoría de la causa final, tratándose de la causa
como requisito de existencia del acto jurídico y la causa ocasional tratándose
de requisitos de validez, a propósito de la causa ilícita. Así se deduce por lo
demás del artículo 1467 que exige como requisito de la causa:
1) Que sea real
2) Que sea lícita.
¿CUÁLES SON LOS REQUISITOS DE LA CAUSA EN EL CÓDIGO CIVIL?
De acuerdo al artículo 1467, la causa debe ser real y lícita. Entonces la causa
es real, cuando existe, de modo tal que no será real, cuando es: falsa, errónea
o cuando sea inexistente.
El requisito que la causa sea real, se deriva a lo menos de 3 disposiciones:
a. Artículo 1467.
b. Artículo 1816 relativo a la compraventa, que la compraventa de cosa
propia, no vale. ¿Por qué? Porque carece de causa.
c. Artículo 2299 relativo al pago de lo no debido, que señala “del que da lo
que no debe, no se presume que lo dona, a menos de probarse que tenía
perfecto conocimiento de lo que hacía, tanto en el hecho como en el
derecho”.

¿QUÉ SON LOS ACTOS JURÍDICOS ABSTRACTOS?


Son aquellos que los actos jurídicos, que la causa es insuficiente para exigir su
cumplimiento y se manifiesta en los títulos negociables, como en la letra de
cambio o un pagaré.
Son aquellos en cuyo perfeccionamiento no se considera la causa como
elemento esencial. Se constituyen y funcionan separados o abstraídos de la
causa, desvinculados de ella, por lo tanto, si falta la causa o es ilícita, el acto
queda válido y produce sus efectos. Esto no quiere decir que no tengan causa,
sino que para su existencia y licitud la causa es intrascendente, aunque
posteriormente ella puede importar, ya sea para remover los efectos
producidos, o ya sea para detenerlos. Por ejemplo, en el caso de un cheque en
pago de una obligación que no se debe, el cheque hay que pagarlo igual, pero
después es posible repetir lo pagado.
Todo acto abstracto presupone una obligación o relación jurídica que éste (acto
abstracto) tiende a satisfacer o reforzar. Esta relación se llama fundamental o
subyacente: fundamental, en cuanto constituye el fundamento de todo el
complejo de la situación en que actuó el acto abstracto; y subyace, en cuanto
se encuentra por debajo de éste y cubierta por el mismo.
Los actos abstractos dan seguridad a la adquisición de los derechos, hacen
expedita la circulación de los mismos, y facilitan el tráfico; constituyen títulos
indiscutibles de derechos, pues evitan que el deudor pueda invocar medios de
defensa extraños al título mismo. Estos suelen relacionarse con efectos de
comercio (cheques, letras de cambio y pagarés).

LOS ACTOS ABSTRACTOS EN NUESTRO DERECHO SON:


1.- LA DELEGACIÓN (art. 1631 N° 3). La delegación perfecta produce
novación, y existe si el acreedor expresa su voluntad de dar por libre al
primitivo deudor (art. 1635). Del art. 1639 se desprende que la delegación es
causal, en cuanto la relación entre delegante y delegatario debe existir, sino,
no vale por carecer de causa, y el delegado no queda obligado al acreedor o
delegatorio. Pero la delegación es abstracta, en cuanto está desvinculada de la
relación entre delegante y delegado, esta relación no se toma en cuenta (hay
abstracción absoluta).

2.- ESTIPULACIÓN A FAVOR DE TERCEROS: Aquí, sin embargo, entre


las partes "promitente y estipulante" es un acto causal.

3.- LA FIANZA Y DEMÁS CONTRATOS DE GARANTÍA POR DEUDA


AJENA. La obligación del fiador respecto del acreedor es abstracta, ya que
para constituirla no se toma en cuenta la relación entre deudor y fiador, que es
la que induce a éste último a celebrar el contrato de fianza.

4.- TÍTULOS DE CRÉDITO (letras de cambio).

PRUEBA DE LA CAUSA.
El art. 1467 señala que no puede haber obligación sin una causa real y lícita;
pero no es necesario expresarla. Por ello se afirma que la ley presume la
existencia de la causa, y el peso de su prueba recae sobre aquel que alega su
inexistencia o ilicitud. Así, si en un contrato una de las partes alega la nulidad
del contrato por carencia o ilicitud de causa, deberá probarlo; por ejemplo, si
una persona se obliga sin indicar la causa, la ley presume su existencia y
licitud, ya que si firmó un papel señalando que debe tal cantidad a otra
persona, la ley presume la causa (esto se acerca al reconocimiento y validez de
los actos abstractos); la persona puede, eso sí, probar la inexistencia de causa,
es decir, que no existió contrato por el sólo hecho de haber firmado un papel
(la causa debe ser real, o sea, objetivamente debe haber una causa).

Por ejemplo, el art. 2295 (al igual que los arts. 2297y 2299) establece que si el
que por error ha hecho un pago, prueba que no lo debía, tiene derecho para
repetir lo pagado, porque puede suceder que dicho pago no tenía causa.
La prueba de la causa incumbe a quien (como el acreedor) basa sobre ella la
adquisición de un derecho (art. 1698). Pero para afirmar la causa, basta con
probar la existencia del acto jurídico de que ella forma parte como elemento
esencial, y probado el acto, queda demostrada la causa. Lo normal es que ésta
exista realmente y sea lícita, por lo tanto, el deudor debe probar que ella no
existe o es ilícita.

III-. CAUSA LÍCITA.


El artículo 1467 define la causa ilícita como aquella contraria a la ley, al orden
público, y a las buenas costumbres. El código acoge la doctrina de la causa
ocasional, el motivo que induce a las partes a contratar y permite controlar las
modalidades de los actos jurídicos.
Ejemplos de causa ilícita.
1) En las donaciones destinadas a participar o iniciar un juego de azar.
2) Préstamos destinados a instalar un prostíbulo.
3) Contrato de tráfico de influencias.

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