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Mochica

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E

Ficha de información: Cultura Mochica

La cultura moche (también conocida como de Mochica) surgió entre la


costa norte y los valles del Perú antiguo, en particular, en los valles de
Chicama y Trujillo, entre el 1 y 800 d.C. El estado moche eventualmente
llegó a cubrir desde el valle de Huarmey en el sur al valle de Piura en el
norte, e incluso extendieron su influencia a tierras tan lejanas como las
Islas Chincha. El territorio moche estaba dividido linguísticamente por
dos lenguas separadas pero relacionadas: el muchic (hablado al norte
del valle de Lambayeque) y el quingan. Las dos áreas mostraron
también diferentes estilos artísticos y arquitectónicos y, de esa forma, el
estado moche puede ser descrito como una confederación más que
como una entidad simple y unificada.
Los moche eran contemporáneos con la cultura nazca (200 a.C. - 600
d.C.) más sobre la costa, pero gracias a sus conquistas de territorios
circundantes, tuvieron la posibilidad de acumular las riquezas y el poder
necesarios para establecerse como una de las culturas andinas
tempranas más antiguas y únicas. Los moches también se destacaron
en el arte con tal grado estético que sus murales, cerámicas y trabajo en
metales naturalistas y coloridos se encuentran entre los más destacados
de las Américas.
La capital, conocida simplemente como Moche y que da su nombre a la
cultura que la fundó, se sitúa al pie de la montaña del Cerro Blanco y al
principio cubría un área de 300 hectáreas. Además del alojamiento
urbano, plazas, almacenes, y edificios de trabajos, también cuenta con
impresionantes monumentos que incluyen dos túmulos masivos en
forma piramidal de ladrillos de adobe. Estas estructuras monumentales,
en su estado original, muestran rasgos típicos de la arquitectura moche:
múltiples niveles, accesos por rampas, y techo inclinado.
La "pirámide" más grande es la Huaca del Sol, la cual tiene cuatro
niveles y mide 40 m de alto a día de hoy. Originalmente alcanzaba los
50 m de altura, cubría un área de 340 x 160 m, y estaba construida con
alrededor de 140 millones de ladrillos, cada uno sellado con una marca
del fabricante. Una rampa al lado norte da acceso a la cumbre, que es
una plataforma en forma de cruz. La estructura más pequeña, conocida
como la Huaca de la Luna, mide 500 m de distancia y fue construida con
alrededor de 50 millones de ladrillos de adobe. Tiene tres niveles y está
decorada con frisos que muestran la mitología moche y los rituales. La
estructura completa estuvo alguna vez cerrada dentro de una gran
muralla de ladrillo de adobe. Ambas pirámides fueron construidas hacia
el 450 d.C., estaban originalmente tenían colores brillantes en rojo,
blanco, amarillo y negro, y se utilizaban como escenario imponente para
realizar rituales y ceremonias. Posteriormente, los conquistadores
españoles desviaron el Río Moche para derribar la Huaca del Sol y
saquear las tumbas de su interior, lo que sugiere que la pirámide
también fue utilizada por los Moche durante generaciones como
mausoleo de personas importantes.
Los edificios excavados entre las dos pirámides-montículos incluyen
muchas residencias grandes con patios cerrados por murallas. Los
campos alrededor del sitio se hallan dispuestos en un patrón de
cuadrícula regular de pequeñas parcelas rectangulares, a veces con una
pequeña plataforma de observación de adobe, lo que sugiere algún tipo
de estado de supervisión y control por el estamento de la élite
(Kurakas). La agricultura moche se beneficiaba del amplio sistema de
canales, reservas, y acueductos, de forma que la tierra pudiera sostener
a una población de alrededor de 25,000 personas.
Otros sitios moche incluyen un centro de peregrinación en Pacatnamú,
un sitio en la cima de una montaña sobre el río Jequetepeque y usado
realmente desde Período Intermedio Temprano (200 a.C.). También hay
centros administrativos en Panamarca (donde hay otro gran túmulo de
ladrillos de adobe, esta vez con una rampa de ascenso que conduce a la
punta de la estructura) y en Huancaco en el valle de Viru y Pampa de
Los Incas en el valle de Santa.
Religión moche
Inicialmente, la religión y el arte moche estaban influenciados por la
temprana cultura de Chavín (900-200 a.C.) y por las etapas finales de la
cultura Chimú. El conocimiento del panteón moche es incompleto, pero
sabemos de Al Paec el creador o dios del cielo (o su hijo) y Si, la diosa de
la luna. Al Paec, típicamente representado en el arte moche con
colmillos feroces, un tocado de jaguar, aros de serpiente, se creía que
habitaba en las altas montañas. Para apaciguarlo, se ofrecían sacrificios
humanos, especialmente de prisioneros de guerra pero también de
ciudadanos moche, y su sangre se ofrecía en copas de rituales. Si era
considerada la deidad suprema, porque era la diosa que controlaba las
estaciones y tormentas que tenía tal influencia en la agricultura y la vida
diaria. Además, la luna se consideraba incluso más poderosa que el sol
debido a que Si se podía ser tanto en la noche como durante el día.
Asimismo, es interesante el hecho de que los murales y descubrimientos
tales como la tumba intacta de la sacerdotisa, conocida como la Señora
de Cao, ilustran que las mujeres podían jugar un rol prominente en la
religión y ceremonia moche.
Otra deidad frecuente que aparece en el arte moche es el dios
Decapitador mitad hombre, mitad jaguar, así llamado porque a veces
está representado sosteniendo un cuchillo ceremonial de aspecto vicioso
(tumi) en una mano, y cabezas cortadas de víctimas sacrificiales en la
otra. El dios también puede ser representado como la figura de una
araña gigante preparada para chupar la sangre vital de sus víctimas. El
hecho de que estas escenas reflejen eventos de la vida real se sustenta
por hallazgos arqueológicos, como el que está al pie de la Huaca de la
Luna, donde los esqueletos de 40 hombres menores de treinta años
muestran pruebas de haber sido mutilados y arrojados de la punta de la
pirámide. Los huesos de los esqueletos muestran marcas de cortes, las
extremidades fueron arrancadas de sus posiciones y los huesos de las
mandíbulas están perdidas de los esqueletos cortados. Curiosamente,
los cuerpos reposan arriba de un suelo blando como consecuencia de las
fuertes lluvias de El Niño, lo que revela que los sacrificios pudieron haber
sido ofrecidos a los dioses moche con el propósito de aliviar este
desastre ambiental. También se han descubierto copas ceremoniales
que contienen trazas de sangre humana, y las tumbas han
revelado individuos disfrazados y enjoyados, casi exactamente como las
figuras religiosas simbolizadas en los murales moches.
Arte moche
Muchos ejemplos de arte fino moche se han recuperado de las tumbas
de Sipán (300 d.C.), San José de Moro (550 d.C.), y Huaca Cao Viejo, que
son algunos de los sitios mortuorios mejor preservados de cualquier
cultura andina. Los moches eran consumados ceramistas y magníficos
trabajadores de metales, y los hallazgos incluyen tocados de oro
exquisitos y placas de pecho, oro, plata, y joyería de turquesa
(especialmente carretes de oreja y ornamentos de nariz), textiles,
cuchillos tumi, y platos de cobre y recipientes para beber. Los
recipientes de cerámica fina se solían hacer con moldes, pero cada uno
se decoraba individual y distintivamente; típicamente usando colores
crema, rojos y marrones. Quizás los recipientes más famosos son las
ollas con pico de estribos con retrato altamente realista. Estas tienen
retratos de personas consideradas reales, y varios ejemplos pudieron
haber representado al mismo individuo. De hecho, una cara (fácilmente
identificada por su labio roto) aparece en más de 40 ollas.
Las formas cerámicas y las decoraciones se consolidaron con el tiempo y
llegaron a ser más y más elaboradas, aunque, por otra parte, los tópicos
llegaron a ser menos variados en la cerámica moche tardía y en el arte
en general. Uno de los estilos más distintivos creados por los moche usa
figuras de siluetas embellecidas con detalles de finas líneas muy
similares a los de la cerámica griega de figuras negras. Las figuras
cerámicas de efigies son también comunes, especialmente de músicos,
sacerdotes y cautivos.
Los temas populares en el arte moche (como se ha visto en las pinturas
murales, frisos, decoración cerámica y objetos de metal finos) incluyen
humanos, figuras antropomórficas (especialmente felinos con colmillos),
peces, y cangrejos. También son comunes las escenas completas,
especialmente las ceremonias religiosas con sacerdotes guerreros y
aves, chamanes, rituales de coca, guerreros armados, guerra ritual y
real con sus cautivos resultantes, episodios de caza y, por supuesto,
deidades — cabe destacar las escenas mostrando cielos nocturnos
cruzados por barcos de media luna, que cargan a figuras como Si.
Muchas de estas escenas están diseñadas para capturar narrativas y,
sobre todo, acción: las figuras están siempre haciendo algo en el arte
moche.

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