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Adriana

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Recursos minerales

Minerales:
Australia: Es uno de los mayores exportadores mundiales de minerales, incluidos el hierro, el carbón, el oro, la bauxita (aluminio) y
el litio.
Papúa Nueva Guinea: Rica en oro, cobre y petróleo.
Nueva Caledonia: Importante fuente de níquel.
Petróleo y gas natural:
Australia: Zonas como la costa noroeste albergan importantes reservas de gas natural licuado (GNL) y petróleo.
Papúa Nueva Guinea: Cuenta con reservas significativas de petróleo y gas, explotadas en proyectos como el GNL de Papúa Nueva
Guinea.
Recursos marinos:
Las aguas del Pacífico ofrecen una riqueza de especies marinas, esenciales para la pesca y la acuicultura. Atunes y otras especies
comerciales son recursos clave para las naciones insulares como Kiribati, Fiyi y las Islas Salomón.
Bosques:
Papúa Nueva Guinea: Posee vastas áreas de bosques tropicales, ricas en biodiversidad y explotadas para la madera.
Nueva Zelanda: Contribuye a la economía mediante la explotación de plantaciones de madera sostenible.
Agricultura y tierras fértiles:
Australia y Nueva Zelanda: Sus tierras fértiles favorecen cultivos como trigo, cebada y uvas para la producción vinícola, además de
ser líderes en la exportación de carne y productos lácteos.
Naciones insulares: Cultivan productos tradicionales como coco, cacao y kava, que son esenciales para la economía local.
Energía renovable:
Australia: Grandes recursos de energía solar y eólica, aprovechados para diversificar la matriz energética.
Pacífico Sur: Algunas islas como Tonga y Samoa están invirtiendo en energía solar y biomasa.
Impacto en la economía local y regional:
Australia: La minería y la exportación de minerales y energía son pilares de su economía. La alta demanda de países como China e
India convierte a Australia en un motor económico regional.
Papúa Nueva Guinea: Aunque rica en recursos, su economía depende de la exportación de minerales y gas, lo que genera ingresos
pero también desafíos relacionados con la sostenibilidad y el impacto ambiental.
Islas del Pacífico: Los recursos marinos son fundamentales para su economía. La pesca industrial y los acuerdos de pesca con
países externos, como Japón y EE. UU., generan ingresos significativos.
Nueva Zelanda: La agricultura y los recursos forestales son claves para su economía, y las exportaciones a mercados asiáticos y
europeos impulsan su crecimiento.

LOS SECTORES PRODUCTIVOS


Agricultura
La agricultura en Oceanía se centra principalmente en cultivos como el trigo, cebada, caña de azúcar y algodón, debido a sus vastas
áreas de tierras fértiles y climas variados. Australia y Nueva Zelanda son líderes en la producción de frutas, como uvas para vino,
manzanas y kiwis, mientras que en las islas del Pacífico destacan los cultivos tropicales como el coco, banano, y taro, esenciales
para la subsistencia local y la exportación.
Ganadería
La ganadería es un sector clave, especialmente en Australia y Nueva Zelanda, donde predominan la cría de ovejas para lana y
carne, y el ganado bovino para la producción de carne y lácteos. Las extensas praderas y modernas técnicas de manejo han
consolidado a la región como uno de los principales exportadores mundiales de carne, leche y productos derivados como quesos.
Piscicultura
La pisicultura en Oceanía incluye tanto la pesca tradicional como la acuicultura moderna, con productos como el atún, langosta,
ostras y mejillones. Países insulares como Fiji y Papúa Nueva Guinea dependen de la pesca para su alimentación y comercio,
mientras que en Australia se cultivan especies como el salmón y el camarón, destinados principalmente al mercado internacional.
Manufacturas
El sector manufacturero en Oceanía se caracteriza por la producción de bienes relacionados con la agricultura y la minería. En
Australia, se destacan los productos elaborados con minerales como acero y aluminio, además de alimentos procesados. Nueva
Zelanda es conocida por su industria de lácteos, que exporta mantequilla, quesos y productos congelados de alta calidad.
Sector terciario
El sector terciario abarca turismo, servicios financieros y comercio. Oceanía, con destinos icónicos como la Gran Barrera de Coral,
Sídney y las islas tropicales del Pacífico, es un atractivo mundial para turistas. Además, países como Australia y Nueva Zelanda han
desarrollado servicios avanzados en educación, tecnología y salud, fortaleciendo su economía diversificada.

¿Predominan los países desarrollados o en vías de desarrollo?


En Oceanía predominan los países desarrollados, como Australia y Nueva Zelanda, aunque gran parte de las islas del Pacífico están
en vías de desarrollo. El desarrollo de Australia y Nueva Zelanda se debe a su estabilidad política, altos niveles de educación,
economías diversificadas y acceso a recursos naturales que les permiten competir en mercados globales.
En mi opinión, el desarrollo de Australia y Nueva Zelanda está impulsado por su capacidad para aprovechar y exportar recursos
naturales de manera eficiente, además de invertir en tecnologías avanzadas y educación. Por el contrario, las islas del Pacífico
enfrentan desafíos como la falta de infraestructura y su vulnerabilidad al cambio climático, lo que limita su desarrollo y los
mantiene dependiendo de ayudas externas y exportaciones básicas.
Recursos naturales del continente asiático
Petróleo y gas natural:
Medio Oriente: Países como Arabia Saudita, Irán, Irak, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos poseen algunas de las mayores reservas de
petróleo del mundo. El gas natural es abundante en Qatar y Turkmenistán.
Rusia (región asiática) y Asia Central: Grandes depósitos de petróleo y gas natural en Siberia y Kazajistán.
Minerales:
China: Es líder mundial en la producción de minerales como el carbón, el hierro, el oro y las tierras raras (esenciales para tecnologías
avanzadas).
India: Posee grandes reservas de carbón, hierro, manganeso y mica, además de recursos de oro y diamantes.
Mongolia: Rica en cobre y oro, con minas significativas en Oyu Tolgoi.
Indonesia y Filipinas: Son grandes productores de níquel, estaño y bauxita.
Recursos hídricos:
Asia del Sur (India, Pakistán, Bangladesh): Los grandes ríos como el Ganges, el Indo y el Brahmaputra son esenciales para la
agricultura, el suministro de agua y la generación de energía hidroeléctrica.
Asia del Este (China): Los ríos Yangtsé y Amarillo son vitales para la economía agrícola e industrial.
Bosques:
Rusia (Siberia): Sus vastas áreas de taiga contienen enormes reservas de madera.
Indonesia y Malasia: Los bosques tropicales son fuentes importantes de madera y aceite de palma, aunque enfrentan deforestación.
Agricultura:
Asia del Sur (India, Pakistán): Cultivos como arroz, trigo, caña de azúcar y algodón son clave.
Asia del Este (China, Vietnam): Arroz, té y soja son productos agrícolas predominantes.
Asia Central (Kazajistán, Uzbekistán): Cultivo de algodón y cereales en tierras áridas.
Energía renovable:
China: Líder mundial en la producción de energía solar y eólica.
India: Está expandiendo rápidamente su capacidad de energía solar, con proyectos significativos como el Parque Solar Bhadla.

Impacto en la economía local y regional:


Medio Oriente: Las exportaciones de petróleo y gas son la base de las economías de esta región, financiando infraestructuras y
servicios sociales, aunque los países están intentando diversificar sus economías para reducir la dependencia de los combustibles
fósiles.
China: Su acceso a recursos minerales y energéticos impulsa su posición como potencia industrial y tecnológica global.
India: La agricultura sigue siendo un pilar económico, empleando a una gran parte de la población. Sin embargo, la minería y la
energía están ganando importancia en su economía diversificada.
Asia Central: Los recursos como el gas natural y los minerales son esenciales para el comercio con Rusia, China y Europa.
Sudeste Asiático: Los recursos forestales y minerales, junto con productos agrícolas como el arroz y el aceite de palma, son pilares de
las economías locales, aunque la explotación excesiva amenaza su sostenibilidad.

LOS SECTORES PRODUCTIVOS


Agricultura: En Asia, la agricultura es un sector fundamental, especialmente en países como India, China, y Vietnam. Los productos
principales incluyen arroz, trigo, maíz, soya y té. También destacan frutas como mangos, plátanos, y manzanas, así como cultivos
comerciales como algodón, caña de azúcar, y especias, que son ampliamente exportados.
Ganadería: Este sector también es clave en muchas regiones de Asia. China e India son líderes en la producción de carne y leche,
siendo comunes animales como vacas, búfalos, cerdos y aves de corral. Además, en países como Mongolia y Kazajistán, la cría de
camellos y caballos tiene gran relevancia cultural y económica.
Piscicultura: Asia es el mayor productor mundial de productos pesqueros y acuícolas. China lidera la producción de peces como
carpas, tilapias, y mariscos, mientras que otros países como Japón e Indonesia destacan por su producción de atún, algas y
camarones, tanto en aguas saladas como dulces.
Manufacturas: Este sector es uno de los pilares económicos de Asia, con países como China, Japón, Corea del Sur e India a la
vanguardia. Los productos incluyen electrónica, automóviles, textiles, maquinaria pesada, y productos químicos, que se exportan
globalmente, impulsando la economía de la región.
Sector terciario: El sector servicios, que abarca turismo, tecnología, finanzas, y comercio, tiene un crecimiento acelerado en Asia.
Países como Singapur, Japón e India destacan en tecnología y servicios financieros, mientras que Tailandia, Indonesia y Malasia son
famosos destinos turísticos gracias a su patrimonio cultural y playas.

¿Predominan los países desarrollados o en vías de desarrollo?


En Asia predominan los países en vías de desarrollo, aunque existen naciones desarrolladas notables como Japón, Corea del Sur y
Singapur. Esto se debe a que muchos países asiáticos aún enfrentan desafíos económicos, sociales y estructurales, como desigualdad,
pobreza y dependencia de sectores primarios como la agricultura. Por ejemplo, naciones como India, Pakistán y Filipinas tienen grandes
poblaciones rurales que dependen de economías informales y carecen de acceso equitativo a servicios básicos como educación y salud.
En mi opinión, lo que impulsa el desarrollo en algunos países asiáticos es su capacidad para industrializarse rápidamente, invertir en
educación y tecnología, y abrirse al comercio global. Japón, Corea del Sur y China, por ejemplo, han logrado transformar sus economías
al priorizar la innovación, la infraestructura y la producción de bienes de alto valor agregado. Sin embargo, la falta de una distribución
equitativa de estas ventajas en gran parte del continente mantiene a muchas naciones en la categoría de economías emergentes.

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