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INTERVENCIONES DEL TCA. 3

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Pautas y fases de tratamiento

Programa terapéutico SETCA


Aun siguiendo los mismos principios generales, cada centro trabaja de una ma-
nera específica. En nuestro caso, SETCA intenta ofrecer un programa de trata-
miento personalizado (PTP) para cada paciente, es decir, en lugar de tener un
tratamiento estandarizado en el que vamos incluyendo a los pacientes, valora-
mos cada caso y, tras una evaluación multidisciplinar inicial, se decide en
reunión de equipo qué plan de acción seguir.
El tratamiento es personalizado a partir de las características individuales
de la persona:
1 2

Edad. Peso.

3 4

Tiempo de evolución de la
Problemas físicos.
enfermedad.

5 6

Conducta sintomática. Personalidad.

7 8

Conciencia de
Contexto familiar.
enfermedad.
9 10

Comorbilidad con otros


Grado de sinceridad.
trastornos mentales.

11

Situación laboral/escolar.

Dependiendo de cada caso se ha de decidir si se hace terapia individual y


grupal o inicialmente solo individual, puesto que en muchos casos, por las ca-
racterísticas del paciente, se valora que no está preparado para sesiones en
grupo o no encaja en los grupos de que se disponga en ese momento. Esto
puede ocurrir por ejemplo con pacientes con edades muy diferentes a las que
se tengan en los distintos grupos o con síntomas psicóticos, agresivos, con nive-
les excesivamente altos de ansiedad social o sintomatología muy grave. En es-
tos casos se ha de trabajar más a nivel individual antes de volver a valorar la po-
sibilidad de la terapia grupal.

Terapia individual
La frecuencia semanal estará en función de la gravedad y del momento vital del
paciente. Inicialmente se les suele visitar individualmente una o dos veces a la
semana, pero hay casos en que la distorsión es muy severa o hay una sintoma-
tología muy grave o un malestar muy intenso para los podemos valorar incre-
mentar las visitas, puesto que a veces solo consiguen mantener un poco más el
cumplimiento de las pautas cuando se les hace ver su situación y las consecuen-
cias de no cambiar.
De la misma manera, si nos encontramos ante un infante o adolescente to-
talmente cerrado que se niega a hablar durante toda la terapia, podríamos valo-
rar que esté más presente en las terapias y talleres grupales y reducir las indi-
viduales a una por semana, hasta que el verse reflejado en otros iguales, la me-
jora en la relación que haya podido ir ganando el terapeuta, la presión de grupo
o simplemente el deseo de poder hacer otras cosas vayan facilitando su aper-
tura a la terapia.
El número de terapias individuales también dependerá de las terapias gru-
pales, es decir, si se hace grupo una vez por semana se puede compaginar con
dos individuales, y si el grupo se lleva a cabo dos veces a la semana, puede que
con una individual sea suficiente. En fases posteriores, las terapias se van
reduciendo.

Terapia grupal
Las te-
rapias
grupa-
les pue-
den va-
riar en-
tre una
o dos
sesio- Uno de los objetivos del trabajo en grupo es la toma de conciencia de la enfermedad.
nes se-
mana-
les. Con adolescentes en etapa inicial puede ser aconsejable hacer grupo dos
veces por semana, mientras que con adultos, si no son casos muy graves, puede
ser suficiente con una a la semana. Serán los clínicos quienes en función de las
edades, número de pacientes, nivel de sintomatología, gravedad, conciencia y
disponibilidad decidan qué es lo más apropiado.
Los objetivos del trabajo en grupo son:
• Identificación y sentimiento de pertenencia.
• Cohesión grupal.

• Mejora de las habilidades sociales: asertividad, respeto, tolerancia a la


crítica.
• Potenciación de la ayuda entre los miembros del grupo.

• Conciencia de enfermedad.

• Comprensión de las indicaciones del tratamiento.

• Contención del síntoma.

Los usos que el profesional puede dar al grupo serían:


• Terapia individual dentro del grupo.

• Terapia grupal en la que se trabajan aspectos concretos de todos los


pacientes.

• Terapia dirigida desde una necesidad concreta del grupo o de un individuo,


que puede ser marcada por el terapeuta o por el mismo grupo (ejemplo:
realizar un taller sobre emociones, prevención de recaídas…).

Estrategias aplicables al grupo


Algunas estrategias que podemos utilizar en grupo son:

Role-playing
En el que puede participar un paciente o todo el grupo simulando una situa-
ción concreta, con puesta en común de cómo cada uno ha vivido la situación
desde su posición.

Esculturas
La escultura se puede realizar con todas las personas del grupo, se moldea
la postura, la dirección de la mirada, el gesto de la cara. Las figuras son como
si fueran de barro, de manera que uno actúa sobre ellas para dar un men-
saje. Podemos realizar esculturas sobre cualquier indicación: sobre el
grupo, el síntoma, el cambio, las relaciones sociales familiares… Un ejemplo
sería pedirle al grupo o a un miembro que haga una escultura de cómo ve al
grupo o cómo se ve a sí mismo si no hay cambio en X tiempo.
Técnicas de confrontación
El grupo es una herramienta muy buena para confrontar a un paciente en si-
tuación de negación, deshonestidad, no tolerancia a la crítica, evitación de
conflicto o no autenticidad. Poder escuchar lo que piensan otros miembros
del grupo, no terapeutas, respecto a estas situaciones puede favorecer el
cambio de actitud y a la vez se realiza un ejercicio de tolerancia a otros pun-
tos de vista que pueden ser críticos pero sin intención de daño.

Técnicas de expresión de emociones


Podemos utilizar la terapia de grupo o talleres grupales para practicar la ex-
presión emocional, ya sea desde explicar cómo le ha hecho sentir una situa-
ción concreta que se haya producido en el grupo hasta hacer ejercicios es-
pecíficos de expresión emocional, como por ejemplo caminar por la sala si-
mulando estar contentos, cabreados, indiferentes, tímidos, extrovertidos,
etc.

Los diferentes niveles de la teoría de la cebolla (conductual, cognitivo, emocio-


nal y vivencial) serían abordables desde las diferentes estrategias de grupo.
Con todas ellas trabajamos la flexibilidad, el cómo observo y cómo soy obser-
vado, la espontaneidad, la empatía, la ayuda y la conciencia de problema, la exi-
gencia de lo perfecto, el ridículo, las emociones y las sensaciones. El grupo es un
generador constante de estímulos, un generador de información nueva para el
paciente, el grupo y el terapeuta.
Entendemos los TCA como trastornos en los que el síntoma con el cuerpo y
la comida es la capa más externa del problema. Considerando la importancia de
trabajar los conflictos psicológicos subyacentes, estructuramos el modelo tera-
péutico en varias etapas, con el objetivo de trabajar en cada una de ellas aspec-
tos concretos de la enfermedad.

Arteterapia y talleres grupales


En función del paciente, se decide si le puede ayudar realizar algunas sesiones
con un arterapeuta para trabajar algún tema específico.
Además, se realizan talleres grupales de imagen corporal, habilidades socia-
les, expresión corporal, etc. y se ha de valorar en cada caso la idoneidad de la
participación en los mismos.

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