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Instituto tecnológico de Úrsulo Galván

AGROQUIMICA

Fecha:04\11\24

Nombre del docente:

Armando Domínguez Capistran

Nombre del estudiante:

Pablo Joseph Montoya Lara

Numero de control:

24880545

Carrera:

Ing. Agronomía

Grupo:

1B
Grupos funcionales de Química orgánica.
En química orgánica, los grupos funcionales son conjuntos específicos de átomos
dentro de una molécula que determinan sus propiedades químicas y reacciones.
Cada grupo funcional tiene una estructura característica que influye directamente
en el comportamiento de los compuestos que lo contienen. Entre los más
comunes se encuentran los hidrocarburos, como los alquenos, que poseen dobles
enlaces carbono-carbono (C=C) y los alquinos, con triples enlaces (C≡C). La
presencia de estos enlaces múltiples afecta la reactividad de las moléculas,
facilitando reacciones de adición en las que los enlaces insaturados se convierten
en enlaces simples al incorporar nuevos átomos o grupos.
Otro grupo funcional relevante es el hidroxilo (-OH), presente en los alcoholes.
Este grupo otorga a las moléculas la capacidad de formar enlaces de hidrógeno, lo
que afecta sus puntos de ebullición y solubilidad en agua. Además, los alcoholes
pueden sufrir reacciones de oxidación, transformándose en aldehídos, cetonas o
ácidos carboxílicos, dependiendo del tipo de alcohol (primario, secundario o
terciario). Los aldehídos y cetonas, a su vez, contienen el grupo carbonilo (C=O),
que determina su reactividad frente a nucleófilos y su capacidad de participar en
reacciones de condensación.
Los ácidos carboxílicos poseen el grupo carboxilo (-COOH), que les confiere
propiedades ácidas. Estos compuestos pueden donar protones (H⁺) en disolución
acuosa, lo que los convierte en actores clave en reacciones ácido-base. Los
derivados de los ácidos carboxílicos, como los ésteres, amidas y anhídridos,
tienen aplicaciones importantes en la síntesis de polímeros y productos
farmacéuticos. Por otro lado, las aminas, que contienen grupos amino (-NH₂),
actúan como bases y pueden formar enlaces de hidrógeno, lo que les confiere una
reactividad particular en procesos biológicos y químicos.
Finalmente, los haluros de alquilo, que contienen átomos de halógeno (F, Cl, Br, I)
unidos a un carbono, son fundamentales en reacciones de sustitución y
eliminación. La diversidad y variedad de grupos funcionales en la química orgánica
permite una enorme complejidad en la estructura y función de las moléculas, lo
que subyace en la química de los organismos vivos y en la síntesis de materiales
avanzados.

5.1. Estructura y nomenclatura de compuestos orgánicos: Alcoholes,


Aldehídos, Cetonas, Ácidos carboxílicos, Ésteres, Éteres, Aminas y
Aromáticos
Estructura y nomenclatura de los alcoholes
Los alcoholes son compuestos orgánicos que contienen uno o más grupos
hidroxilo (-OH) unidos a átomos de carbono saturados. La fórmula general de los
alcoholes es R-OH, donde R representa un grupo alquilo. Se clasifican según el
número de grupos alquilo unidos al carbono con el grupo hidroxilo: primarios,
secundarios o terciarios. La nomenclatura IUPAC de los alcoholes implica
identificar la cadena carbonada más larga que contiene el grupo -OH, numerar la
cadena de modo que este grupo reciba el menor número posible y sustituir la
terminación "-ano" del hidrocarburo correspondiente por "-ol". Por ejemplo, el
metanol (CH₃OH) y el etanol (CH₃CH₂OH) son ejemplos comunes. Además, los
alcoholes pueden formar enlaces de hidrógeno, lo que les confiere puntos de
ebullición más altos en comparación con otros compuestos de masa molecular
similares.
Estructura y nomenclatura de los aldehídos
Los aldehídos son compuestos caracterizados por la presencia del grupo carbonilo
(-CHO), en el cual el átomo de carbono está unido a un átomo de hidrógeno ya un
grupo alquilo o arilo. La fórmula general es R-CHO. En la nomenclatura IUPAC,
los aldehídos se nombran sustituyendo la terminación "-ano" del alcano
correspondiente por "-al". El grupo carbonilo siempre está en el extremo de la
cadena, por lo que no es necesario especificar su posición. Los ejemplos comunes
incluyen el metanal (formaldehído) y el etanal (acetaldehído). La polaridad del
grupo carbonilo hace que los aldehídos sean más reactivos y tengan un punto de
ebullición mayor que los alcanos, aunque menor que el de los alcoholes.
Estructura y nomenclatura de las cetonas
Las cetonas contienen un grupo carbonilo (C=O) unido a dos grupos alquilo o
arilo, lo que las distingue de los aldehídos. Su fórmula general es R-CO-R'. La
nomenclatura IUPAC de las cetonas implica sustituir la terminación "-ano" del
alcano correspondiente por "-ona" e indicar la posición del grupo carbonilo cuando
sea necesario. Un ejemplo común es la propanona (acetona), la cetona más
simple, que tiene la fórmula (CH₃COCH₃). Las cetonas son menos reactivas que
los aldehídos debido a la protección del grupo carbonilo por los grupos alquilo
adyacentes, lo que influye en su comportamiento químico.
Estructura y nomenclatura de los ácidos carboxílicos
Los ácidos carboxílicos son compuestos orgánicos que contienen el grupo
funcional carboxilo (-COOH). Su fórmula general es R-COOH. En la nomenclatura
IUPAC, se sustituye la terminación "-ano" del alcano correspondiente por "-oico", y
la cadena se numera para que el grupo carboxilo tenga la posición 1. Ejemplos
incluyen el ácido metanoico (ácido fórmico) y el ácido etanoico (ácido acético).
Estos ácidos son conocidos por su acidez debido a la capacidad del grupo
carboxilo para donar un protón (H⁺). Además, forman enlaces de hidrógeno, lo
que eleva sus puntos de ebullición.
Estructura y nomenclatura de los ésteres
Los ésteres derivan de la reacción entre un ácido carboxílico y un alcohol, con la
fórmula general R-COO-R'. Se nombran indicando primero el grupo alquilo
procedente del alcohol seguido del nombre del ácido carboxílico, sustituyendo la
terminación "-oico" por "-ato". Por ejemplo, el etanoato de metilo (acetato de
metilo) tiene la fórmula CH₃COOCH₃. Los ésteres son conocidos por sus aromas
característicos y se utilizan ampliamente en la industria alimentaria y perfumería.
Estructura y nomenclatura de los éteres
Los éteres contienen un átomo de oxígeno unido a dos grupos alquilo o arilo (RO-
R'). Se nombran mencionando los grupos alquilo en orden alfabético seguidos de
la palabra "éter". Por ejemplo, el éter dimetílico (CH₃OCH₃) es el éter más simple.
A diferencia de los alcoholes, los éteres no pueden formar enlaces de hidrógeno
entre sí, lo que les da puntos de ebullición más bajos.
Estructura y nomenclatura de las aminas

Las aminas son derivados del amoníaco (NH₃), en los que uno o más átomos de
hidrógeno han sido reemplazados por grupos alquilo o arilo. Se clasifican en
primarias, secundarias o terciarias según el número de sustituyentes unidos al
nitrógeno. La nomenclatura implica nombrar los grupos alquilo unidos al nitrógeno,
seguidos de la palabra "amina". Por ejemplo, la metilamina (CH₃NH₂) es una
amina primaria. Las aminas tienen propiedades básicas debido al par de
electrones no compartidos en el átomo de nitrógeno.
Estructura y nomenclatura de los compuestos aromáticos

Los compuestos aromáticos contienen uno o más anillos de benceno (C₆H₆). La


nomenclatura básica del benceno implica considerar sus sustitutos. Por ejemplo,
el tolueno (C₆H₅CH₃) es un derivado del benceno con un grupo metilo. Los
compuestos aromáticos son conocidos por su estabilidad debido a la
deslocalización de los electrones en el anillo, lo que les confiere propiedades
químicas distintivas.
La estructura y nomenclatura de los compuestos orgánicos son fundamentales
para entender la diversidad y complejidad de la química orgánica. Cada clase de
compuestos—alcoholes, aldehídos, cetonas, ácidos carboxílicos, ésteres, éteres,
aminas y aromáticos—posee características estructurales únicas que determinan
sus propiedades químicas y físicas. La nomenclatura IUPAC proporciona un
sistema estandarizado que facilita la identificación precisa de estos compuestos, lo
que es esencial para la comunicación científica y el desarrollo de aplicaciones
industriales, farmacéuticas y agrícolas. La comprensión de estas estructuras no
solo permite predecir su comportamiento químico, sino también diseñar nuevas
moléculas con propiedades específicas, destacando la importancia de la química
orgánica en múltiples campos del conocimiento y la tecnología.

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