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Copia de Copia de TEMA 2 HISTORIA DE ESPAÑA

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0T2 PERVIVENCIA DEL ANTIGUO RÉGIMEN Y DESPOTISMO

ILUSTRADO (1700-1788)
(contexto para el tema 3)

Contexto/Resumen (recuadro azul, p.32):


El siglo XVIII se inició y culminó con la participación de España en dos relevantes conflictos
internacionales: la guerra de Sucesión española, que significó la llegada de los Borbones al
trono español, y la guerra de la Convención frente a la Francia revolucionaria, que
marcaría el s. XIX español.
Entre medias, un siglo de reformas políticas, económicas y culturales que, bajo la bandera
de la Ilustración, trataron de renovar las estructuras del Antiguo Régimen. Los reinados de
Felipe V y Fernando VI se caracterizaron por profundas reformas administrativas y
económicas, que se concretaron durante el reinado de Carlos III con un programa propio del
despotismo ilustrado.
Pese a ello, la población española seguía viviendo en una economía y sociedad donde
primaban los intereses de los privilegiados. En este contexto surgieron las Sociedades
Económicas de Amigos del País, que bajo las ideas ilustradas trataron de revertir parte de los
males que sufría el país.

Guerra de Sucesión Española (definición y consecuencias):


La guerra de Sucesión española fue un conflicto bélico tanto internacional como civil que
disputó el trono español entre 1701 y 1714. Los partidarios eran Felipe de Anjou (Borbón),
respaldado por Francia y la Corona de Castilla, y Carlos de Habsburgo, respaldado por los
países de la Alianza (Austria, Inglaterra, Países Bajos…). Finalizó con el Tratado de
Utrecht, que reconocía a Felipe de Anjou como rey de España y Felipe V a cambio de que
renunciase a la unión con Francia.
- Consecuencias territoriales: Gran Bretaña obtuvo importantes enclaves estratégicos
(como Gibraltar y Menorca), Austria obtuvo numerosos territorios (como Nápoles,
Cerdeña, Flandes, Luxemburgo…) y Saboya obtuvo Sicilia. España perdió el Imperio
Europeo y comenzó el declive del Imperio Español.
- Consecuencias comerciales: Gran Bretaña recibió importantes ventajas en el
comercio en América (como el monopolio para abastecer de esclavos negros las
colonias españolas o la autorización de un navío de permiso, un barco que podía
comerciar en las colonias españolas una vez al año con un máximo de 500 toneladas).
- Consecuencias demográficas: fue la guerra más mortal del s. XVIII, con un total de
1.251.000 fallecidos. Provocó el exilio austracista (partidarios de la corona
austríaca) de entre unos 16.000 y 30.000 españoles, posteriormente se les concedió
retornar, pero no podían participar en las Cortes ni se les devolvió sus propiedades.

Felipe V y los Decretos de Nueva Planta:


Felipe V reinó entre 1700 y 1746 (excepto en 1724 que abdicó en su hijo Luis I, que moriría a
los 8 meses). Su llegada significó el comienzo de la dinastía borbónica en España y la
imposición del modelo absolutista francés, borrando el sistema político que se había
conseguido en los dos últimos siglos.
Inicialmente, respetó las leyes e instituciones de los reinos, pero posteriormente decretó los
Decretos de Nueva Planta, suprimían los fueros e instituciones en Aragón y Valencia
(1707), Mallorca (1715) y Cataluña (1716). Así, garantizaba el control político y militar de
los territorios que durante la guerra habían apoyado a la casa austríaca. Redujo las
autonomías regionales y centralizó el poder en el monarca, estableciendo un régimen
absolutista.

Carlos III y el despotismo ilustrado:


Carlos III sucedió a Fernando VI y reinó entre 1759 y 1788. Es uno de los máximos
exponentes del despotismo ilustrado (forma de gobierno autoritario que se caracteriza por su
afán reformista y de modernización sin alterar las estructuras políticas tradicionales: “Todo
para el pueblo, pero sin el pueblo”).
En su primera etapa, su equipo de gobierno estuvo formado por reformistas italianos, como
el marqués de Esquilache. Hizo una reforma que provocó una subida de impuestos; esto,
junto a unas malas cosechas, condujo al Motín de Esquilache en 1766. Esta revuelta
demuestra la crisis del Antiguo Régimen y el descontento con el reformismo, por el hecho
de la participación de tanto no privilegiados como privilegiados (que se habían visto
desplazados por los ministros italianos).
Hubo de ceder a las pretensiones de los amotinados y destituyó a Esquilache.
Relaciones internacionales e imperio colonial:
El tratado de Utrecht había establecido un nuevo orden internacional: Francia había perdido
influencia, Austria disponía de un vasto imperio continental en Europa y Gran Bretaña
destacaba como la potencia colonial e industrial que dominaría a lo largo del s. XVIII.
España, por su parte, pasó a ser una potencia de segundo orden (no era una potencia
principal) en el ámbito político, pero sus posesiones americanas aún constituían una fuente
formidable de recursos y riquezas.

Sociedad y economía en la España del siglo XVIII:


La sociedad de la España del s. XVIII era claramente típica del Antiguo Régimen. Estaba
dividida en dos principales estamentos muy desiguales:
- Los privilegiados: la nobleza y el clero, gozaban de títulos, tierras y prestigio, así
como de exenciones fiscales (impuestos) y otros privilegios legales. Los nobles eran
los encargados de la guerra y la administración de justicia en sus tierras, mientras que
el clero, encargado de los asuntos religiosos. Los jesuitas fueron expulsados tras el
Motín de Esquilache en 1767.
- Los no privilegiados: en la cúspide de este grupo se encontraba la burguesía
comercial y otras oligarquías urbanas (escribanos, médicos, abogados…), que
empezaban a tener bastante dinero pero no derechos nobiliarios. Los estratos medios
estaban ocupados por los trabajadores (pequeños artesanos, tenderos, campesinos…).
Y lo más bajo del nivel social era la esclavitud, tanto en las colonias como en la
península.
La economía era agroganadera, es decir, se basaba principalmente en la agricultura y la
ganadería. La mayor parte de la población dependía de estas actividades, que incluían el
cultivo de cereales, vid y olivo, así como la cría de ganado. Esta dependencia hacía a la
economía vulnerable a factores como el clima y las malas cosechas, que impactaban
directamente en la disponibilidad de alimentos y en los precios.

Ilustración:
La ilustración fue un movimiento intelectual y cultural surgido en Europa en los siglos
XVII y XVIII que quería el desarrollo económico, la reforma de la sociedad, la mejora de la
enseñanza y la modernización de la cultura mediante el uso de la razón. A España este
movimiento llegó de manera tardía, pero destacan autores como Gaspar Melchor de
Jovellanos, el padre Feijoo o Pablo de Olavide.
5T3 GUERRA Y REVOLUCIÓN LIBERAL (1788-1833)

1. El reinado de Carlos IV (1788-1808)


El temor a la expansión revolucionaria
Carlos IV sucedió a Carlos III en el trono en el 1788, 1 año después comienza la Revolución
francesa* (1789). Destituye a los ministros italianos de Carlos III y nombra a Manuel
Godoy, secretario de Estado.

*REVOLUCIÓN FRANCESA
Etapas:
1789 a 1792 Monarquía constitucional. Querían monarquía liberal, reyes constitucionales.
(1792 se capturan a los reyes por intentar escaparse).
1792 a 1799 República.
Fechas importantes:
1789 - inicio de la Revolución con la toma de la Bastilla.
1793 - ejecución reyes.
1795 - Paz de Basilea.
1799 - Final con el golpe de Estado de Napoleón Bonaparte.
1804 - Napoleón crea el I Imperio Francés o Imperio Napoleónico.
1805 - Batalla de Trafalgar contra Gran Bretaña por petición de Napoleón (España y Francia
vs. GB), pierden.
Actitud de España frente a la Revolución:
1789 a 1793 - se mantiene al margen, esperan y cierran las fronteras.
1793 a 1795 - guerra contra Francia revolucionaria. Acaba con la Paz de Basilea, en la que
España sale perdedora y se convierte en marioneta de Francia.

La alianza con Francia


Godoy se convirtió en el más odiado por parte de los españoles por diversas causas:
- Despertó la envidia de Fernando VII, hijo de Carlos IV, ya que creía que su padre le
daba más importancia a Godoy que a él.
- Debido a la derrota en Trafalgar se originó una grave crisis económica por el colapso
del comercio con América (Trafalgar estaba cerca de Cádiz, el principal puerto de
comercio). A causa de esta crisis, expropió las tierras vinculadas de la nobleza y el
clero, la vía más rápida de conseguir dinero.
Además, aumentó los impuestos a los no privilegiados, cosa que provocó también un
descontento popular.
- El Tratado de Fontainebleau en 1807. Napoleón solicitó a España permiso para
pasar por España para invadir Portugal, afirmando que cedería parte de Portugal a
España. Godoy y Carlos IV aceptan. No obstante, las tropas de Napoleón, en vez de
simplemente pasar hacia Portugal, empezaron a ocupar España.

El motín de Aranjuez
Por todas estas razones, el 18 de marzo de 1808 estalló el motín de Aranjuez, que fue un
levantamiento por parte de la nobleza y el clero contra Manuel Godoy. Este motín exigía la
destitución de Godoy y la abdicación de Carlos IV en su hijo Fernando VII.
Carlos IV, ante esta situación, solicitó ayuda a Napoleón para recuperar el trono. Este se dio
cuenta de la debilidad de la monarquía española y decidió invadir definitivamente.

Las abdicaciones de Bayona y la proclamación de José I


En abril de 1808, Napoleón citó a Carlos IV y a Fernando VII en Bayona, que se verían
forzados a abdicar la corona española. La sucesión de abdicaciones fue:
Fernando VII → Carlos IV → Napoleón Bonaparte → José I Bonaparte
Carlos IV y Fernando VII se quedaron en Bayona.
José I Bonaparte era reformista y pretendía acabar con el Antiguo Régimen, elaboró la 1ª
constitución de la historia española, el Estatuto de Bayona. Este reconocía la igualdad de los
españoles ante la ley, los impuestos y el acceso a los cargos públicos.

2. La guerra de la Independencia y las Cortes de Cádiz (1808-1814)


· DEFINICIÓN: Conflicto bélico que tuvo lugar entre 1808 y 1814, en el cual España, con
el apoyo de Inglaterra y Portugal, se rebeló contra la Francia Napoleónica y la imposición de
José I Bonaparte como rey de España. Finalizó con la derrota francesa y el Tratado de
Valençay y supuso el principio del fin del Antiguo Régimen en España.
El levantamiento popular
El 2 de mayo de 1808 comienza la guerra de la Independencia con el levantamiento
popular en Madrid, que se extiende rápidamente por todo el territorio español. A este
levantamiento, Francia reaccionó con una violentísima represión con los fusilamientos del 3
de mayo.
Los franceses eran bastante superiores a las tropas españolas, pero las guerrillas de las
ciudades conseguían ralentizar de manera efectiva la invasión.

Las actitudes frente a la ocupación francesa


La guerra, además de ser internacional, fue civil, ya que hubo dos bandos:

Afrancesados Patriotas

Partidarios de José I Bonaparte, eran una La gran mayoría de españoles, reconocían a


minoría. Apoyados por las fuerzas Fernando VII como rey.
napoleónicas. Que también se dividían en dos:
- Los que querían una monarquía
liberal constitucional.
- Los privilegiados, que querían el
retorno del absolutismo.
Por esta razón se puede decir que durante este período reinaban dos reyes a la vez, Fernando
VII, reconocido por los españoles, y José I, reconocido por los afrancesados y por Napoleón.
Los patriotas se organizaron en Juntas alrededor de todo el territorio, la principal se llamaba
Junta Suprema Central, que empezó en Madrid y se fue desplazando hasta Cádiz con el
avance de la guerra. Esta junta era un gobierno provisional y reconocía a Fernando VII rey.

Etapas (el desarrollo de la guerra)


1. Avance francés con mucha resistencia (mayo 1808 - noviembre 1808)
Las tropas francesas avanzan por el territorio, pero no consiguen tomar ciudades importantes
por la enorme resistencia popular que frenaba los sitios.
En julio ocurre la Batalla de Bailén, al sur de España, donde las tropas francesas se vieron
derrotadas y se vieron forzadas a abandonar Portugal y retroceder hasta el norte del Ebro.
2. Dominio francés (noviembre 1808 - 1812)
Napoleón, en respuesta a esta derrota, se dirige hacia España con una tropa de 250.000
hombres, esto comportó la toma de Madrid y de gran parte del territorio español. Las
guerrillas fueron decisivas para la resistencia durante esta etapa (eran grupos de 20-50
personas que se dedicaban a desgastar la armada francesa mediante “trampas”).
3. Derrota napoleónica (1812-11/12/1814)
Napoleón en 1812 comienza su campaña de invadir Rusia, cosa que le lleva a retirar gran
parte de sus tropas de España para destinarlas al frente ruso. Así, las guerrillas, el ejército
británico y las tropas españolas consiguen la victoria de Arapiles, echaron a José I de
Madrid y empezaron a recuperar el territorio. La guerra finaliza con el Tratado de Valençay
y el regreso de Fernando VII en 1814.

Las Cortes de Cádiz


La Junta Suprema Central convocó, ante el hundimiento del Estado, unas Cortes
extraordinarias y la conveniencia de elegir a los diputados que representarían a la nación en
Cádiz, el puerto más importante de España, una ciudad moderna y comercial, que facilitaba
la capacidad de huida de los Diputados de las Cortes en caso de emergencia y bastante
liberal en comparación al resto de ciudades españolas.
Surgieron dos tendencias (como ya se ha mencionado) los liberales y los absolutistas, en las
primeras sesiones los liberales triunfaron al aprobarse que las Cortes eran unicamerales y de
soberanía nacional, también acordaron la división de poderes y reconocieron a Fernando VII
como rey, entre otras reformas revolucionarias y liberales.

La Constitución de 1812
El 19 de marzo se promulgó la nueva Constitución, popularmente conocida como “la Pepa”.
Además de la Constitución, las Cortes decretaron una serie de leyes destinadas a abolir el
Antiguo Régimen, como la abolición de la Inquisición, intentando poner un régimen liberal
en España. Las oposiciones por parte del clero y los absolutistas dificultaban mucho el
avance liberal. Con el retorno de Fernando VII volvió el absolutismo y frustró los sueños
liberales.
3. Fernando VII: el Sexenio Absolutista (1814-1820)
El regreso de Fernando VII
Los liberales ordenaron que viajara directamente hacia Madrid para jurar la Constitución y
aceptar el nuevo marco político, él acató a estas órdenes hasta que los absolutistas
presentaron el “Manifiesto de los Persas”, un documento que demandaba el regreso al
absolutismo.
Así, el 4 de mayo de 1814 decretó el retorno al absolutismo, la disolución de las Cortes y la
abolición de la Constitución. Los dirigentes liberales fueron asesinados, detenidos o huyeron
al exilio. Comienza el sexenio absolutista (1814-1820).

La vuelta al Antiguo Régimen


La monarquía procedió a la restauración de las instituciones de régimen señorial y de la
Inquisición, era una vuelta total al Antiguo Régimen suprimiendo todo el trabajo liberal
de los últimos años.
Con la derrota de Napoleón y sus ideas liberales y una Europa sumida nuevamente en el
Antiguo Régimen con el Congreso de Viena (en el cual tuvo un papel secundario y quedo
excluido de los beneficios de las potencias vencedoras) y la creación de la Santa Alianza
(garantizaba el derecho de intervención en cualquier país para frenar el liberalismo).
La nación estaba subida en una profunda crisis por la hambruna y las epidemias, no había
mano de obra en el campo, estaban destrozados o abandonados, no había suficiente comida.
Además, la Hacienda Real entró en bancarrota por la falta de recursos debido a las guerras
en las colonias americanas que habían supuesto un enorme gasto e impedían la llegada de
nuevos ingresos.
Todas estas situaciones sumadas a la incompetencia del gobierno llevaron a revueltas.

Los pronunciamentios liberales


Debido a la represión hacia los liberales, llegó a España la masonería, combinaba las ideas
ilustradas y liberales con rituales esotéricos del gusto de la época e intentando acabar con el
absolutismo en clandestinidad (de forma secreta).
A esto, se le sumaba el descontento de los guerrilleros por su olvido desde la guerra.
Así, se produjeron constantes pronunciamientos fallidos, desde 1814, que exigían
restablecer la Constitución de 1812 y el gobierno liberal, pero no fue hasta 1820 con la
revuelta impulsada por Riego que se consiguió establecer el liberalismo.
4. Fernando VII: el Trienio Liberal (1820-1823)
El 1 de enero de 1820 triunfó un pronunciamiento encabezado por el coronel Riego al frente
de una compañía de soldados acantonados en Cabezas de San Juan (Sevilla) y recorrieron
Andalucía proclamando la Constitución de 1812. El 10 de marzo de 1820 el rey fue obligado
a aceptar convertirse en monarca constitucional.

Las medidas reformistas


El nuevo gobierno proclamó la amnistía, permitió el regreso de liberales y afrancesados, y
convocó elecciones, que fueron ganadas por los liberales. Las nuevas Cortes iniciaron una
importante obra reformista con el objetivo de abolir el Antiguo Régimen de una vez por
todas:
- Supresión de los señoríos jurisdiccionales, mayorazgos y vinculaciones, liquidaron
el feudalismo en el campo.
- Reforma eclesiástica, suprimía los conventos y secularizaba a los frailes. Se llevó a
cabo una desamortización de tierras del clero regular, que pasaron al Estado y fueron
vendidas a particulares. Así, se limitaba el poder de la Iglesia.
- Reforma del sistema fiscal para aumentar los recursos del Estado y disminución del
diezmo que cobraba la Iglesia.
- Eliminación de los gremios y aprobación de la libertad de industria y de
circulación de mercancías, desarrollo de la burguesía.
- Instauración de la Milicia Nacional, cuerpo de ciudadanos armados formado por
clases medias urbanas, con el objetivo de mantener el orden público y defender el
régimen constitucional.
- División del territorio en provincias (Ayuntamientos y diputaciones elegidas por
sufragio), se promulgó un primer Código Penal (1822), se reformó el ejército y se
organizó la educación.

Oposición y división del liberalismo


Las reformas provocaron la oposición de la monarquía y de los absolutistas. Fernando VII
frenaba las leyes que podía gracias a su derecho a veto en las Cortes.
Las nuevas contribuciones estatales agravaron la situación y el descontento del
campesinado (ya que además las leyes no tenían en cuenta sus inspiraciones) se tradujo en
protestas y levantamientos.
La nobleza tradicional y la Iglesia, perjudicadas por las reformas las cuales les habían
quitado en gran parte su privilegio, también estimularon las revueltas. Consiguieron
aprovecharse del descontento del campesinado, en 1822 se alzaron en gran parte del
territorio, y en 1823 llegaron a establecer una regencia absolutista en la Seo de Urgel.
Los liberales se dividieron:
- Los moderados (o doceañistas): gobernaron hasta 1822, eran partidarios de reformas
moderadas, que no provocasen conflictos con el rey y los privilegiados.
- Los exaltados (o veinteañistas): defendían el pleno desarrollo de la Constitución,
querían reformas radicales próximas a las clases medias y populares y se
enfrentaron a los realistas, a los cuales vencieron a finales de 1822.

La intervención militar de la Santa Alianza


Fernando VII pidió ayuda a la Santa Alianza, se formó un ejército francés, los Cien MIl
Hijos de San Luis, bajo el mando del duque de Angulema, para intervenir y restablecer el
orden tradicional en 1823.
No hubo prácticamente resistencia y cuando España fue ocupada se instauró un Consejo
de Regencia, Fernando VII recuperó su cargo de monarca absoluto. Derrogaron las leyes
del Trienio y persiguieron a los liberales, que se exiliaron a Francia y Reino Unido.

6. Fernando VII: La Década Ominosa (1823-1833)

Las dificultades del reformismo


El regreso del absolutismo no fue bien recibido, hubo una fuerte represión de la oposición,
conocida como represión fernandina, y algunos intentos de resurrecciones liberales fallidos.
El gobierno estaba condicionado por las conspiraciones liberales, pero también por
levantamientos de defensores más radicales del absolutismo.
Fernando VII optó por un tímido reformismo, se propuso una amnistía para calmar la
violencia y una reforma de Hacienda para aumentar los ingresos.
Fernando y su gobierno estaban entre rechazar cualquier reforma liberal y la necesidad de
adoptar cambios para asegurar el funcionamiento del Estado.
La quiebra económica y los intentos de reforma
Desde 1825 la situación económica se agravó, sobre todo por las pérdidas de las colonias
americanas y la caída del comercio. El ministro de Hacienda, López Ballesteros impulsó
reformas:
- Estableció los presupuestos anuales del Estado (la Bolsa) con doble partida de
ingresos y gastos para paliar la deuda. No abordó la reforma fiscal, ya que era
imposible aumentar ingresos sin eliminar o reducir los privilegios fiscales de la
nobleza. Se mantuvieron los impuestos y se gastó menos, se equilibró, en parte, el
presupuesto.
- Estableció un Código de Comercio, facilitaba los intercambios y la creación de
sociedades industriales y de inversión.
- A partir del endeudado Banco de San Carlos, creó el Banco de San Fernando, que
recibía ingresos del Estado y se le concedió el monopolio de la moneda.
En Cataluña, en 1827, se levantaron partidos realistas, los “Agraviados” que defendían el
retorno a las costumbres y fueros tradicionales. En la Corte, se agruparon alrededor de Carlos
María Isidro, previsible sucesor y hermano del rey, debido a que Fernando VII no tenía
descendencia.

El conflicto dinástico
En 1830, nace Isabel, hija de Fernando VII, pero que por la Ley Sálica de Felipe V no podía
acceder al trono. Fernando, influido por su esposa María Cristina, promulgó la Pragmática
Sanción, que derogaba la Ley Sálica y permitía a las mujeres acceder al trono, así Isabel era
la nueva heredera, Isabel II.
Los partidarios de don Carlos (carlistas) se negaron a aceptar la nueva situación e
influyeron sobre el monarca, gravemente enfermo, para que repusiera la Ley Sálica.
No solo era un enfrentamiento sucesivo, sino también entre dos modelos sociales. Alrededor
de los carlistas se agrupaban las fuerzas partidarias del Antiguo Régimen, y alrededor de
Isabel II las fuerzas liberales (buscadas por María Cristina).
En 1833, Fernando VII muere, dejando en el testamento la corona a Isabel, de 3 años, y a
María Cristina como regente hasta la mayoría de edad de Isabel.
Ese mismo día, don Carlos se autoproclamó rey y se inició un levantamiento absolutista
al norte de España, fue el inicio de la primera guerra carlista.

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