Venezuela: ¿Fraude Electoral?

Venezuela ha sido escenario de una profunda crisis política en las últimas décadas,
marcada por la violencia y la falta de confianza en las instituciones democráticas. Uno de
los aspectos más controvertidos de esta crisis ha sido el sistema electoral, que ha sido
cuestionado por la oposición y la comunidad internacional debido a acusaciones de fraude y
manipulación. Desde la llegada al poder de Hugo Chávez en el 99, los procesos electorales
en Venezuela han estado rodeados de sospechas y denuncias de irregularidades, que han
llevado a muchos a cuestionar la legitimidad de los resultados. En este ensayo, se
analizarán las acusaciones de fraude electoral en Venezuela, examinando las evidencias y
los argumentos presentados por ambos bandos desde antes de las votaciones del 28 de
Julio del 2024, con el objetivo de determinar si el fraude electoral ha sido un factor
determinante en la configuración del panorama político venezolano que es lo más probable.

Empecemos con lo que ha hecho este régimen en estas elecciones. Primero Maduro, no
dejó que 4,5 millones de venezolanos que viven fuera del país pudieran registrarse para
votar. Eso es el 21% de toda la gente que hubiera podido haber participado en las
elecciones. Si estás en el extranjero sólo puedes votar si eres residente permanente en otro
país y si tienes pasaporte. Pero el problema es que la inmensa mayoría de los migrantes
venezolanos tienen residencia temporal o pidieron asilo. Y a esos no los van a dejar
participar en la “fiesta de la democracia". ¿Por qué será que no quiere que voten? ¿Será
porque ellos obviamente no van a apoyar al régimen que los expulsó de su país?
Probablemente.

Segundo, se eliminó a sus competidores más fuertes, empezando por María Corina
Machado. Aunque ella ganó las primarias de la oposición, la inhabilitaron para participar en
las elecciones. Como Machado apoyó las sanciones que el gobierno de los Estados Unidos
le puso a Maduro, y como en su momento apoyó a Guaidó, la Contraloría y el Tribunal
Supremo de Venezuela aprovecharon para sacarla de la política por 15 años por “traición a
la patria”. Ese tribunal es la mano derecha de Maduro y entiende por justicia hacer todo lo
que le sirve al rey. Es muy curioso, ¿Enrique Capriles casi le gana las elecciones a Maduro
y quería volver a lanzarse? lo inhabilitan por 15 años. ¿Hay 10 alcaldes apoyando al
contrincante de Maduro en las presidenciales? inhabilitados. ¿Hay cinco políticos opositores
que pintan bien para las elecciones regionales del año en trampa? IN-HA-BI-LI-TA-DOS.

Para agregar, en el mes de Julio, antes de las elecciones, se ha mostrado cómo cada
candidato hacía publicidad. Maduro no conseguía convocar gente a sus actos y en una de
sus convocatorias para salir a marchar junto a él, un micrófono abierto le hizo una muy mala
jugada, el candidato chavista dejó su micrófono encendido durante su estadía en San
Cristóbal, para intentar opacar el efecto de la enorme marcha protagonizada por María
Corina Machado en un bastión tradicionalmente opositor (Esa fue una de las principales
estrategias del chavismo: imitar los éxitos de Edmundo González Urrutia y
sobredimensionar sus pequeñas concentraciones con trucos televisivos). En su paseo
previo, mantuvo una conversación con el gobernador de Táchira, Freddy Ñáñez, en la cual
“el hijo de Chávez y de Bolívar” soltó la frase: “Esto se ve feo… Poca gente”. Además de
esta reacción del dictador,en el momento de la marcha chavista se filtraron un sin fin de
videos, los cuales se comparaban con la marcha opositora de Maria Corina, mostrando
como esta lograba reunir a una cantidad inimaginable de personas, mientras que Nicolas no
reunía ni a la tercera parte de ellos.

Otra cosa que podemos destacar es el hecho de que el régimen no quería que nadie los
vigilara. Comúnmente en varios países se suelen invitar a varios testigos electorales para
que certifiquen que las votaciones se hicieron de forma transparente. Pero Maduro hizo todo
lo contrario. Un día, antes de las elecciones, ya había deportado a 16 políticos de la región
que querían supervisar la jornada. Maduro no dejó que entraran a Venezuela el
expresidente de Bolivia, la expresidenta de Panamá, el expresidente de México y la
exvicepresidenta de Colombia. Tampoco dejaron entrar a la senadora colombiana Angélica
Lozano ni a la ex alcaldesa de Bogotá, Claudia López, Delcy Rodríguez, la vicepresidenta
de Maduro, dijo que solamente gente con dignidad puede entrar en esta tierra sagrada.
También pasó con gente que era amiga del régimen. Alberto Fernández, expresidente de
izquierda de Argentina, dijo que Maduro le quitó la invitación a última hora. ¿Por qué razón?
Porque se atrevía a decir que Maduro tenía que aceptar cualquier resultado. Lo mismo le
pasó a la Unión Europea, los 27 países suelen prestar acompañamiento en elecciones por
todo el mundo. Y de forma repentina Maduro también les quitó la invitación. ¿No parece
muy sospechoso que la “democracia ejemplar” haya tenido que estar con personas
independientes vigilándola? ¿No les parece raro también que el Centro Carpo, uno de los
pocos observadores internacionales a los cuales el régimen maduro sí les permitió hacer
vigilancia y hubo que salir huyendo después de la Selección?. De hecho, el Centro Carter
concluyó que “las elecciones no pueden considerarse democráticas”. Si el régimen chavista
se encargó de que ninguna persona que tenga un pensamiento diferente, se encargara de
monitorear las elecciones, es que algo esconden.

Sumado a esto, el chavismo utilizó la fuerza militar para crear miedo hacia los votantes,Una
denuncia es que esta gente apareció en un puesto de votación en el Estado de Aragón,
disparando el aire e impidiendo que las personas pudieran votar. Algo parecido ocurrió en el
estado de Portuguesa, en donde unos veedores internacionales contaron que los militares
habían tomado un puesto de votación. Como si eso no fuera suficiente, aquí tenemos que
hablar de los paramilitares que hay en Venezuela. Son conocidos como colectivos. Están
financiados por el chavismo y su trabajo es sembrar miedo. En un centro de votación en el
estado de Monagas, estos colectivos dispararon contra electores, dejando a una mujer
herida en Táchira, un grupo de colectivos armados y encapuchados entró a un centro de
votación y disparó varios morteros contra los electores que estaban esperando para vigilar
los votos. Ahí quedó una persona muerta y otras tantas heridas. En Caracas, en varios
puestos de votación también vieron a colectivos agrediendo a la gente que quería vigilar los
votos. De hecho, estos colectivos de la mano de los militares llenaron Caracas después de
las elecciones para asustar a la gente. Desde que estallaron las protestas el pasado 28, ya
ha habido 11 muertos y alrededor de 750 personas arrestadas o desaparecidas, de las
cuales se tienen pruebas contundentes de que ellos están siendo torturados hasta morir por
los mismos militares.
Después de las elecciones, a las 11:00 PM del 28 de agosto del presente año, el CNE
(Consejo Nacional Electoral) muestra un resultado completamente diferente a lo que se veia
en las mesas de votación. En las mesas se mostraba como Edmundo Gonzales iba
ganando con un aplastante 70% de los votos mientras Maduro solo ganó 30%, cosa que
gran parte de los venezolanos, tanto fuera como dentro del país, empezaron a celebrar con
la fe de que se venía un gran cambio para el pueblo. Pero en la hora ya dicha, se lanzó el
siguiente resultado:

Esto sin mostrar ninguna de las actas que había leído en las mesas electorales. Esto al
pueblo le molesto y empezaron a protestar, maduro dio orden a la GNB (Guardia Nacional
Bolivariana) de reprimir al pueblo.

Desde ese día, las marchas aumentaron, pidiéndole al CNE que muestre las actas que
demuestran que Maduro había ganado. El pueblo le entregó el 80% de las actas a María
Corina, y estas muestran que Edmundo ganó con poco más del 70% de los votos. Maduro
dijo que mostraría las actas, pero después de 48 horas todavía no lo ha hecho, y se cree
que está falsificando cada una de ellas diciendo que las maquinas de votacion estan bajo un
“ataque cibernetico hecho por la oposición”.

En este momento crítico para Venezuela, miles de manifestantes están saliendo a las calles
para defender sus derechos y expresar su descontento con el gobierno. Mientras tanto, el
presidente Nicolás Maduro está implementando estrategias para mantener su control sobre
el país. Una de las medidas que ha propuesto es restringir el uso de WhatsApp, alegando
que busca evitar el "hackeo de los celulares". Sin embargo, muchos consideran que esta
medida es un intento de limitar la comunicación entre los ciudadanos y su acceso a
información externa.
Además, Maduro está promoviendo el uso de una aplicación llamada VenApp, que se está
utilizando para delatar a aquellos que se oponen a su gobierno. Esta herramienta permite a
los pocos seguidores que le quedan señalar a cualquier persona que critique o esté en
contra de su mandato, fomentando un ambiente de desconfianza y represión entre los
venezolanos.

Otra de las preocupantes medidas que el gobierno está planificando es la construcción de

dos cárceles destinadas específicamente a opositores políticos, con el pretexto de
"reformarlos", lo más probable es que parecidas al Helicoide, que es el mayor centro de
tortura en Venezuela.

Hay innumerables noticias, videos, imágenes y audios que se han filtrado, los cuales
documentan la difícil situación que vive el país. Estos materiales evidencian que lo que se
está viviendo en Venezuela es, de hecho, una dictadura. Los eventos que han tenido lugar
desde el 28 de julio, y probablemente mucho antes, han estado marcados por el fraude y la
manipulación. A la luz de estos acontecimientos, la pregunta que debemos hacernos es:
¿todavía podemos considerar que Venezuela vive en una democracia? La realidad que
enfrentan los ciudadanos venezolanos parece indicar lo contrario, revelando un sistema
donde la libertad de expresión está severamente limitada y los derechos humanos son
constantemente vulnerados.