VIVA JESÚS! Ó SEA MEDITACIONES SOBRE LA INFANCIA Y VIDA OCULTA DE JESUCRISTO. San Enrique de Ossó, presbítero
VIVA JESÚS! Ó SEA MEDITACIONES SOBRE LA INFANCIA Y VIDA OCULTA DE JESUCRISTO. San Enrique de Ossó, presbítero
VIVA JESÚS! Ó SEA MEDITACIONES SOBRE LA INFANCIA Y VIDA OCULTA DE JESUCRISTO. San Enrique de Ossó, presbítero
Ó SEA
MEDITACIONES
SOBRE
LA INFANCIA Y VIDA OCULTA DE JESUCRISTO
San Enrique de Ossó, presbítero
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¡Viva Jesús!
O sea meditaciones sobre la infancia y vida oculta
de Jesucristo para tener el cuarto de hora de oración
según las enseñanzas de la seráfica virgen y
doctora santa Teresa de Jesús
Censura y aprobación
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santos Evangelios, tienen su origen en piadosas
tradiciones populares, por lo cual, y no
concediéndoles otra autoridad que la que la Iglesia
concede a tales tradiciones piadosas, no me parece
ofrezca inconveniente su publicación.
Tal es mi parecer, salvo el más ilustrado y
competente de V. E. I. Sabadell, 17 de diciembre de
1875
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Dedicatoria a las Hijas de María Inmaculada
y Teresa de Jesús más jovencitas.
Al que meditare
La más grave de las dolencias que aquejan a la
época actual es sin duda la falta de conocimiento y
amor a Jesucristo. Aún en las personas devotas que
confiesan y comulgan no es raro hallar quien no
conoce, a lo menos con conocimiento íntimo y
amoroso, al buen Jesús. Échase de ver sobre todo
esta falta en el modo con que hacen sus prácticas de
piedad. El mundo, ¡oh! del mundo, no hay que
hablar, porque hoy, como en los días de su vida
mortal, el mundo no conoce a su salvador Cristo
Jesús. ¡Cuántas veces, lamentando en nuestro
corazón tamaña desdicha, hemos exclamado con el
gran apóstol del amor a Cristo en estos últimos
tiempos, el Doctor de la Iglesia san Alfonso de
Ligorio!: ¡Pobre Jesucristo!, ¡pobre Jesucristo! No se
le ama apenas, porque no se le conoce; y no se le
conoce porque no se meditan sus bondades y
perfecciones infinitas.
Jesucristo es la piedra o fundamento de la vida
espiritual, y su conocimiento es la vida eterna. Y
como el fin que nos propusimos al fundar la
Archicofradía de Jóvenes Católicas es que siendo
éstas injertadas en Cristo, como el sarmiento en la
vid, continua y eficazmente influya el buen Jesús su
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virtud y la gracia en sus corazones; que vivan en
Cristo, estén íntimamente a Él unidas en caridad, en
una palabra, le conozcan y le amen, le hagan
conocer y amar; como nuestra ansia única era y aún
es el despertar, avivar, perfeccionar en el corazón
de la juventud católica femenil cierta
susceptibilidad delicada y simpatía santa por Jesús,
por sus sagrados intereses, por su gloria y por la
salvación de las almas, creeríamos no haber
cumplido con nuestro deber si no facilitáramos
cuanto esté de nuestra parte a esta porción escogida
de la grey de Cristo los medios más adecuados a
conseguir, fin tan divino, el más alto que el pecho
cristiano más animoso puede pretender. Es verdad
que en nuestras pláticas y sobre todo en los santos
ejercicios todos nuestros esfuerzos se dirigen a que
viva Jesús en todos los corazones y muera el
pecado; mas nuestra palabra no puede llegar a
todas partes, y fuerza es suplir su defecto por
medio de los libros.
El libro precioso, según calificación del sabio y
celoso misionero P. March, de la Compañía de
Jesús, titulado: El cuarto de hora de oración, llena
en parte este objeto; pero no basta ni con mucho a
este fin, por haber tenido que ceñirnos en él a dar
en pocas páginas meditaciones de los principales
puntos de toda la vida espiritual: Para llenar, pues,
este vacío, y vencidos por las instancias de personas
por nosotros muy queridas, hemos resuelto
desarrollar el plan vastísimo que solo apuntamos
allí, publicando varios tomitos de meditaciones,
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empezando por la infancia y vida oculta de
Jesucristo, que dedicamos a las hijas más tiernas de
María y Teresa de Jesús.
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Por ello, pues, y porque afianzar lo porvenir es
triunfar de lo presente, fijamos hoy nuestra
preferente atención y cuidado en estas almas
inocentes, para fijarnos luego también en las de
mayor edad y experiencia, y rogamos muy
encarecidamente a los Directores, Junta y Celadoras
de la Archicofradía atiendan con esmero y rodeen
de exquisitos cuidados a estas tiernas y delicadas
flores del jardín del Amado, para que no se afeen o
marchiten, y al hacer la primera Comunión las
hagan luego Hijas de María y Teresa de Jesús.
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Súplica a Jesucristo
Quiero conducir a tu presencia innumerables almas,
divino Jesús mío, para que les hables al corazón, las
entretengas con tus caricias, las enamores de tu
persona con tu dulcísimo trato, y las cautives en las
redes de tu divino amor. Son la mayor parte
corazones jóvenes, y por consiguiente ardorosos,
que no pueden vivir sin amar con pasión; y si no te
das prisa a tomar posesión de ellos, les arrebatarán
su amor las criaturas con mengua del Criador.
Descúbreles, pues, tus encantos, oh hermosísimo
Jesús, al consagrarte todos los días el cuarto de hora
de oración; muéstrales tu faz divina; suene tu voz
dulcísima en lo más secreto de su espíritu, y
máteles tu vista y hermosura cualquier
desordenado afecto que brote en ellos. No te
amarán, Jesús mío, si no te conocen; y no te
conocerán si tu gracia no les revela los tesoros
inmensos de bondad y perfección que en Ti están
encerrados.
Viniste al mundo. Bien mío, en forma de niño
agraciado, para meter fuego en la tierra de nuestros
corazones, y no deseas otra cosa sino que ardan en
tu amor. Este es también mi deseo, Jesús mío de mi
alma, y por ello te suplico con todo fervor me des,
como a Pablo, a mí, el mínimo de tus ministros, el
evangelizar a todo el mundo las insondables
riquezas de amor que Tú atesoras, en especial a las
que son
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hijas de tu Corazón por serlo de María Inmaculada
tu buena Madre, y de tu regalada esposa, Teresa de
Jesús, las jóvenes católicas.
Date prisa a afianzar tu amor en estos tiernos
corazones, no sea caso que el mundo o la vanidad
te los arrebate, y cueste después mucho trabajo, o se
haga imposible, recobrar en ellos el lugar de
preferencia que te corresponde por ser su Criador y
Redentor.
Glorioso san José, esposo de María, ayo y padre
adoptivo de Jesús, que tantas veces tuvisteis en
vuestros brazos, y regalasteis, y tan íntimamente
conocisteis y amasteis al Niño Jesús; descubrid a mi
alma sus celestiales atractivos y divinas
perfecciones, para que, enamorado de Jesús,
encadene todos los corazones a su servicio y quede
eternamente grabado en ellos: Viva Jesús mi amor.
Virgen María Madre de Jesús, ayudad en esta
divina empresa, la que más ardientemente desea
vuestro corazón maternal, y bendecid en sus
trabajos al Autor.
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Instrucción que santa Teresa de Jesús
da a una de sus más tiernas hijas
mostrándole las caricias y regalos
que más estima el buen Jesús.
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Caricias al Niño Jesús
Día 21. Abstente del juego con tus amigas por amor
del Niño Jesús.
Día 22. Haz una cruz en tierra con la lengua, por las
veces que has murmurado, y di: Viva Jesús, muera el
pecado.
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Regalitos del Niño Jesús
a las almas que le acarician
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Meditaciones
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Oración preparatoria
para antes de la meditación.
Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, en
quien creo y espero, a quien adoro y amo con todo
mi corazón y me pesa de haberos ofendido, por ser
bondad infinita, a Vos consagro este cuarto de hora
de oración para que me deis gracia eficaz para
conocerme y conoceros, amaros siempre más que
todos los corazones, y haceros amar por todos. ¡Oh
Padre eterno, oh María Inmaculada! dadme a
conocer a vuestro Hijo Jesús, señor san José y santa
Teresa de Jesús, descubrid a mi alma los encantos
y perfecciones de vuestro Jesús, para enamorarme
de sus bondades y hermosura, y ser toda de Jesús
ahora y siempre. Amén.
Composición de lugar.
Imagina que se te presenta el divino Niño Jesús
bajo la forma agraciada de pastorcillo de las almas,
que tiene en su mano la marca que dice: ¡Viva Jesús!
Imagínate tú, su ovejuela, hasta hoy descarriada,
postrada a sus pies, convertida y desengañada, y
que le pides que te marque por suya y grabe en tu
exterior, y en lo más íntimo del corazón: Viva Jesús
mi amor: soy toda de Jesús mi Redentor.
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PRIMERA SEMANA
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Meditación II (para el lunes)
Jesús Hijo de Dios e Hijo de María
41
Meditación III (para el martes)
44
Meditación IV (para el miércoles)
Jesús en el seno de María
47
Meditación V (para el jueves)
Latidos del Corazón de Jesús en el seno de María.
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Meditación VII (para el sábado)
Nacimiento del Niño Jesús.
55
SEGUNDA SEMANA
57
Meditación IX (para el lunes)
Los pastores y los niños de Belén
60
Meditación X (para el martes)
Sueño y ensueños del Niño Jesús.
63
Meditación XI (para el miércoles)
Silencio del Niño Jesús
66
Meditación XII (para el jueves)
Una visita a solas al Niño de Belén.
Suspiros de Jesús
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Meditación XIII (para el viernes)
Llanto del Niño Jesús
71
Meditación XIV (para el sábado)
Cama del Niño Jesús
74
TERCERA SEMANA
77
Meditación XVI (para el lunes)
El nombre de Jesús
79
Meditación XVII (para el martes)
Presentación del Niño Jesús al Templo
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Meditación XIX (para el jueves)
Una noche en el desierto con Jesús, María y José.
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Meditación XX (para el viernes)
Los primeros pasos que dio el Niño Jesús
89
Meditación XXI (para el sábado)
La primera palabra del Niño Jesús
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CUARTA SEMANA
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Fruto. En las contradicciones cobraré más ánimo,
diciendo con mi Madre santa Teresa: Estos son días
ricos para ganar el cielo. O amar a Jesús, o morir.
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Meditación XXIII (para el lunes)
Jesús en el Templo con los doctores.
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Meditación XXIV (para el martes)
Jesús en Nazaret ora
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Meditación XXV (para el miércoles)
Jesús en Nazaret obedece a sus padres.
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Meditación XXVI (para el jueves)
Jesús en Nazaret trabaja
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Meditación XXVII (para el viernes)
Entretenimiento del Niño Jesús
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Meditación XXVIII (para el sábado)
Jesús en Nazaret crecía en gracia, en sabiduría y en
edad, delante de Dios y de los hombres.
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Meditación XXIX
Temores y esperanzas
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Meditación XXX
Un paseo con Jesús por los alrededores de Nazaret.
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Examen de la meditación
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11. ¿He dado lugar a pensamientos inútiles?
12. ¿Me he envanecido por el fervor sensible?
13. ¿Me he inquietado por las sequedades o
desolaciones?
14. ¿He dejado los coloquios y súplicas?
15. ¿Me he detenido demasiado en discurrir, o en
otra operación del entendimiento?
16. ¿Me he detenido poco en la moción de los
afectos?
17. ¿He abreviado la meditación por motivos de
sequedad, tentación u otro pretexto?
18. ¿Qué propósitos he sacado? ¿Pienso hoy mismo
ponerlos en práctica? ¿En qué ocasiones?
19. ¿He pedido para este fin la gracia que necesito?
20. ¿He dejado de rogar por quienes estoy obligado
y por toda la Iglesia?
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Obra de la santa Infancia
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I. Indulgencias plenarias. –1º. Indulgencia plenaria
a los socios que asistieren entre Navidad y la
Purificación a una Misa celebrada por todos los
socios vivos.
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Versos
de santa Teresa de Jesús
al Niño Jesús
Villancico
Villancico
¡Oh hermosura que excedéis
A todas las hermosuras!
Sin herir, dolor hacéis,
Y sin dolor, deshacéis
El amor de las criaturas.
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Quien no tiene ser juntáis
Con el ser que no se acaba:
Sin acabar acabáis,
Sin tener que amar amáis,
Engrandecéis nuestra nada.
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Octava
Cuartetas
Si el amor que me tenéis,
Dios mío, es como el que os tengo,
Decidme, ¿en qué me detengo?
O Vos, ¿en qué os detenéis?
–Alma, ¿qué quieres de Mí?
–Dios mío, no más que verte.
–Y ¿qué temes más de ti?
–Lo que más temo es perderte.
Estribillo
Vamos, pastores, vamos,
Vamos a Belén
A ver en aquel Niño
La gloria del Edén.
Ese precioso Niño
Yo me muero por Él;
Sus ojitos me encantan,
Su boquita también.
El Padre le acaricia,
La Madre mira en Él,
Y los dos extasiados
Contemplan aquel Ser.
Es tan lindo chiquito,
Que nunca podrá ser
Que su belleza copien
El lápiz, ni el pincel.
Pues el Eterno Padre,
Con su inmenso poder
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Hizo que el Niño fuera
Inmenso como Él.
A san José
Coro
Estrofas
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Dadnos sueño celestial.
A Jesús…
A Jesús
Nada te turbe
Nada te espante;
Todo se pasa;
Dios no se muda;
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La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene Nada le falta;
Solo Dios Basta.
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ÍNDICE
Censura y aprobación.
Dedicatoria.
PRIMERA SEMANA
Meditación I. –Viva Jesús o viva el demonio. Oración
final para todos los días.
Meditación II. –Jesús Hijo de Dios e hijo de María.
Meditación III. –Jesús es digno de todo nuestro amor.
Meditación IV. –Jesús en el seno de María.
Meditación V. –Latidos del Corazón de Jesús en el
seno de María.
Meditación VI. –La divina carcelera.
Meditación VII. –Nacimiento del Niño Jesús.
SEGUNDA SEMANA
Meditación VIII. –María y José en la cueva de Belén.
Meditación IX. –Los pastores y los niños de Belén.
Meditación X. –Sueño y ensueños del Niño Jesús.
Meditación XI. –Silencio del Niño Jesús.
Meditación XII. –Una visita a solas al niño de Belén.
Suspiros de Jesús.
Meditación XIII. –Llanto del Niño Jesús.
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Meditación XIV. –Cama del Niño Jesús.
TERCERA SEMANA
Meditación XV. –El Niño Jesús adorado de los santos
Reyes.
Meditación XVI. –El nombre de Jesús.
Meditación XVII. –Presentación del Niño Jesús al
templo.
Meditación XVIII. –El Niño Jesús huye a Egipto.
Meditación XIX. –Una noche en el desierto con Jesús,
María y José.
Meditación XX. –Los primeros pasos que dio el Niño
Jesús.
Meditación XXI. –La primera palabra del Niño Jesús.
CUARTA SEMANA
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Examen de meditación.
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