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Formación de Familias Criminales

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FORMACIN DE FAMILIAS DELICTIVAS O LA HERENCIA DE PATRONES CONDUCTUALES QUE FOMENTAN O IMPULSAN CARACTERSTICAS DETERMINANTES EN LOS CRIMINALES Lucero Moreno

Murgua ACONTECIMIENTO LA FORMACIN DE FAMILIAS DELICTIVAS O LA HERENCIA DE PATRONES CONDUCTUALES QUE FOMENTAN O IMPULSAN CARACTERSTICAS DETERMINANTES EN LOS CRIMINALES DELIMITACIN DEL ESPACIO DE TIEMPO Y EL TIEMPO DE LA COYUNTURA Hay que partir de una seleccin de los acontecimientos que se consideran importantes, porque afectan de manera significativa la realidad actual: El primer estudio de familias criminales sobre el que se tenga nocin data de la dcada de los 50, cuando en Francia, Galy, desarroll una encuesta sobre 150 hombres y 123 mujeres, las cuales se publicaron en 1951. En ellas se constat el alcoholismo del padre en 18 de las mujeres y en 18 de los hombres, alcoholismo de la madre en 6 de las mujeres y en 11 de los hombres, tuberculosis de la madre en 10 de las mujeres y en 5 de los hombres, y otras afecciones del sistema nervioso en 6 de las mujeres y 28 de los hombres. Un ejemplo clsico es la familia Juke, seguida durante 200 aos por Dugdale, en que se prob que el fundador de esta familia, un malviviente alcohlico, tuvo 709 descendientes, de los cuales 77 delincuentes, 202 prostitutas y 142 vagos y malvivientes. Estabrook ampli las investigaciones, hasta localizar 3,000 descendientes, de los cuales la mitad son deficientes mentales, y un tercio vagos, mendigos, prostitutas y delincuentes. Hurwitz hace ver cmo el nmero de delincuentes va decreciendo con el tiempo. Otros ejemplos son los de las familias Zero, Victoria, Marcus y Kallikak, esta ltima investigada por Goddard, que encuentra dos ramas, una "buena" y otra "mala", ya que el iniciador tuvo dos mujeres, una normal y una deficiente mental, siendo una "familia normal" y la otra "antisocial. Respecto de la influencia del factor hereditario en la criminalidad puede, pues, enunciarse a manera de conclusiones: a) La disposicin constituye un factor determinante de la personalidad del hombre; b) La conducta humana refleja en gran medida la personalidad de su autor; c) El delito, en cuanto conducta humana, es, en cierta medida, una proyeccin del biosiquismo, y resulta, por lo mismo, influido por factores disposicionales, y d) La herencia no determina por s sola la naturaleza del comportamiento humano; es la interaccin entre ella y el mundo circundante la que crea el fenotipo y la que influye en el quehacer lcito o antisocial del hombre. Por su parte, Manuel Lpez Rey considera que
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actualmente ha perdido su importancia la cuestin de las familias criminales y de los mellizos delincuentes. "Hoy, da, agrega este criminlogo, es difcil mantener la tesis de familias criminales, lo que no quita para que en ciertas familias la criminalidad aparezca como evento frecuente". A nivel nacional, con la informacin por entidad federativa, no se sabe nada del da y la hora en que se cometen los delitos, si estos son mayores en quincenas o das de pago, los fines de semana, si ocurren por la maana o por la tarde, si se dan en das de fiesta patronales, si intervienen frecuentemente los miembros de una familia. Pues an y cuando la Plataforma Mxico le fue liberada a todas las dependencias relacionadas con la Seguridad Pblica del pas, la informacin slo se encuentra a merced de los altos mandos, quienes convierten en todo un trmite burocrtico acceder a ella. El presente anlisis de coyuntura versar sobre la poca actual de manera NACIONAL. ESTRUCTURA Para realizar un anlisis de coyuntura varios autores proponen comenzar usando el mtodo de Marx que divide la estructura social en tres partes componentes; propuesta que me ha parecido estupenda as que la desarrollo a continuacin. El RBOL SOCIAL: Las races; LAS FAMILIAS CRIMINALES O DELICTIVAS Lamentablemente los tiempos actuales nos hablan de una sombra que como sociedad nos asecha da y noche, en todo territorio nacional hace mella, nos aterroriza, hay quienes dicen que debido a ella no concilian el sueo, otros han optado por irse del pas, algunos pretendemos que no se ha vuelto tan poderosa porque nos ganamos la vida luchando contra ella; pero en realidad s lo es, y se siente, se sabe, se cree, ms intensa qu nunca, de quien hablo es LA VIOLENCIA. Sin duda es ella la autora de nuestros males, pero de dnde viene?, por qu lleg?, cunto tiempo nos torturar?, qu consecuencias producir? Es preciso reconocer que la VIOLENCIA es la generadora de la mayor parte de conductas delictivas en los ltimos cinco aos que se han vivido en el pas. Homicidios, ejecuciones, robos cometidos en esta agravante, ajustes de cuentas, etc. Por otro lado, es interesante observar que dentro de nuestra sociedad se ha convertido para muchos en un smbolo de poder comportarse como patn, brabucn, o mejor dicho un ser sin escrpulos, golpeador, que gusta de las armas, violento en todos sus sentidos; en las familias se festeja y se hace alarde sobre las hazaas de uno de sus miembros porque porta un arma de fuego, o porque es el tipo ms temido del pueblo. Y qu me dicen del ltimo juego de moda de los escolares? El Bulling, que no es ms que una radiografa de la mal entendida ambicin por ser admirado y reconocido como el ms fuerte de un grupo social.
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Comencemos pues con el primer foco rojo, pues la violencia entre los escolares se recrudece a diario, a manera de ejemplificacin dir que hace cuatro das JALISCO comenz su da viendo en el noticiero local la nota de una menor de seis aos de edad, quien fue violada y privada de la vida por tres escolares de 10, 12 y 13 aos de edad, quienes ni siquiera pueden ser juzgados por sus actos por ser inimputables, ni encaminados de manera alguna, en virtud que la Ley de Justicia Integral para el Estado de Jalisco seala que slo sern objetos de dicho ordenamientos los adolescentes mayores de 14 aos de edad, pero no abundar en este tema, ya que no es ese el propsito de este anlisis. Pero Dnde aprenden los nios la violencia?, Dnde aprendieron los criminales de hoy las conductas antisociales que les merecen ese mote? Penosamente tendr que decir una vez ms que la mayor parte la han aprendido en su familia, donde adems de articular las primeras palabras, aprendieron tambin el desprecio por la vida, a travs de la violencia intrafamiliar, la venganza como sinnimo de justicia, que rencor y odio son sentimientos vlidos en contra de los que no complacen sus gustos, que los seres diferentes a ellos, incluyendo los animales, merecen sufrir por ese hecho. Constantemente en las urbes e incluso en las pequeas poblaciones existen problemas econmicos que llevan a las familias a no tener un lugar fijo para su domicilio, esta movilidad provoca en la psique infantil ansiedad, angustia por tener que adaptarse una vez ms al entorno, por ganarse un espacio, poco a poco obtiene estrategias para ser aceptado, reconocido y admirado por sus nuevos vecinos, as la historia durante su niez y adolescencia va repitindose de manera constante. Otro factor influyente es el entorno social con el que tiene que lidiar el nio, pues frecuentemente es rodeado de vecinos mayores que son drogadictos y la promueven como una forma de vida rodeada de misticismo y bienestar, asimismo no resulta extraa la familia donde el padre, en ocasiones tambin la madre practican la drogadiccin, produciendo en los hijos altos niveles de temor, frustracin, angustia, pero a la vez terminan imitando esa conducta en la bsqueda de mitigar sus ansiedades. El alcohol se ha vuelto tambin otro miembro de la familia, presente en la mayora de los conflictos internos, seguidos por la presencia de armas y maltrato verbal hacia los hijos y frecuentemente hacia la cnyuge mujer. Asimismo los nios y los jvenes se encuentran poco motivados para desarrollar actividades que promuevan sus virtudes, habilidades, emociones positivas, la biblioteca municipal es un lugar muy desolado del lado donde se encuentran los libros, porque del lado donde se encuentran las computadoras habr lista de espera, fenmeno muy habitual desde que se ha vuelto tan popular el internet, no como herramienta de investigacin, sino como principal medio de diversin y entretenimiento, donde tambin se introduce al menor a la violencia, la prostitucin infantil, el manejo de armas, la prctica de la promiscuidad, se promueve la anorexia, bulimia, el alcoholismo, la drogadiccin y hasta el suicidio, sin dejar de lado la televisin que tambin hace su parte en este ciclo. Las polticas pblicas han fallado en su estrategia, los adolescentes y adultos jvenes que se han convertido en gatilleros a sueldo, narcomenudistas, homicidas por el placer de serlo, fueron los receptores no hace muchos aos del tan popular operativo mochila y Mxico vive sin drogas. No me sorprende, ni hago culpable al sistema pblico de ello, porque como ya lo he dicho antes, yo le atribuira una mnima parte de culpa y el otro gran porcentaje a la familia. Sin pretender ser dura,
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ni injusta, pero otra vez a manera de ejemplo citar brevemente lo ocurrido en mi oficina de fiscal estatal en das pasados, cuando una familia procedente de una comunidad indgena se present demandando la resolucin de un problema consistente en que uno de sus miembros de diecisis aos era constantemente asediado, perseguido y provocado por los otros adolescentes de su poblacin, cuando paseaba en la camioneta del padre a lo largo de una comunidad de no ms de seis cuadras de extensin y ubicada en la rivera del hermoso Lago de Chapala (paradjicamente es un lugar horrible, lleno de basura, no tiene un solo lugar limpio en sus calles, a pesar que existe el drenaje, no es utilizado por sus habitantes, la limpieza no es del gusto de los lugareos, no por falta de agua, pero s por falta de ganas); volviendo al relato, el patriarca de la familia exiga que su hijo fuera protegido por las autoridades, pues de lo contrario ste cometera un delito al amparo de la defensa de su dignidad; imagine Usted mi impresin ante semejante relato, pero lo que no podr imaginar es la cara de ofensa de estas personas cundo despus de contestar a mi interrogatorio sobre los pormenores de su estilo de vida y pasatiempos, les expres que el problema era muy fcil de solucionar, bastaba de acuerdo a mi experiencia con inscribir al muchacho en la preparatoria de la ciudad ms prxima, as como en actividades recreativas-culturales para que tales hechos pasaran a segundo plano en su vida, cedindole el primer plano de conformidad a mi pensamiento a lo que es verdaderamente importante, estudiar, cultivarse, etc, y digo etc, porque no me dejaron terminar mi charla motivacional, se retiraron sumamente ofendidos, y transcurrida una hora s se encontraban en la ciudad ms prxima, pero no inscribiendo al menor en la escuela preparatoria, sino quejndose de mi en la delegacin por haber sido tan atrevida con mis consejos. La violencia como objeto de estudio Por qu afirmo que la violencia es la culpable de los altos ndices de criminalidad? El nio del que hemos venido hablando se ha venido formando cada vez menos desensibilizado, la muerte le parece una historia diario, la vida una broma sin valor, las armas se encuentran a su alcance, le agradan, quiere portarlas y usarlas, desea obtener dinero y poder de la manera ms fcil, pero sobre todo se encuentra vido de reconocimiento por parte de sus padres, quienes juzga le negaron el cario que naturalmente mereca, hambriento de admiracin de la sociedad a quien culpa del resto de sus problemas, simplemente porque aprendi a quejarse del sistema en lugar de pensar cmo puede mejorarlo. Le gusta arrancar, quitar, tambin que le regalen una que otra cosa haciendo honor a su persona, pero trabajar de sol a sol por lo que se quiere ha dejado de ser una opcin, le parece denigrante. Ha aprendido a ver con repulsin a quienes estudian y se preparan para obtener diferentes grados de educacin, su admiracin escasamente se dirige a los profesionistas slo cuando necesita un servicio de cualquiera de ellos. De dnde surge el culto por la violencia y lo antisocial? Se nos ha instruido en la cultura de glorificar la violencia, y exponerla para que todos la vean. Hoy en da, desde Rwanda hasta Kosovo, son a menudo los jvenes y aun hasta los nios quienes matan siguiendo la direccin y los prejuicios de sus mayores. Las razones de ese comportamiento son una incgnita, ya sea la perpetuacin de "genes asesinos ancestrales", la ritualizacin prehistrica del
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temor a los predadores, las concentraciones de testosterona o la desintegracin de la familia y la sociedad. Lo que hay en comn es una sociedad permisiva con valores que consienten y favorecen aunque sea tcitamente, la violencia como forma natural y aceptable de conducta para alcanzar objetivos personales, polticos o econmicos. Puede que exista una fuerte predeterminacin biolgica, pero el comportamiento violento esencial es tan aprendido como los prejuicios, el odio, la compasin o la responsabilidad. Aun entre los nios ms pequeos se observa una leve conducta violenta de carcter limitado, pero por medio de la socializacin y el control progresivo de los impulsos el nio se desarrolla moralmente hasta comprender la diferencia entre el bien y el mal y los valores aprobados por la sociedad. Otra influencia poderosa sobre la mente joven es la de los medios de comunicacin y entrenamiento, en los que el deseo de lucro ha determinado que prime el voyeurismo de la violencia. Es muy difcil, si no imposible, controlar la exposicin de los nios a las rpidas y numerosas escenas de violencia que aparecen da tras da en las pantallas de televisin, se evocan en la msica popular y se ilustran con todo lujo de detalles en las tiras cmicas y los juegos de vdeo. El nio promedio llegar a adulto despus de haber presenciado miles de actos violentos y asesinatos en esos medios. La repeticin no solo avala ese comportamiento sino que disminuye la capacidad de las imgenes para perturbar y horrorizar. Lo ms natural es que ello resulte en el comportamiento autoprotector de desensibilizarse y sentir indiferencia hacia el sufrimiento y la muerte e incapacidad para apreciar los finos matices de la moralidad, los valores sociales, la verdad y la empata por los dems. La conducta violenta se convierte en una forma aceptable de vengarse, obtener respeto y la propiedad ajena, concluir las disputas y expresar las frustraciones. El componente final de la ecuacin de la violencia es la disponibilidad de armas de fuego acumuladas por familias y vecinos. A una juventud inquieta se suma el culto a la violencia y se multiplica por la asequibilidad de armas de fuego, y el resultado es un aumento de la violencia perpetrada en los hogares, las escuelas y las calles por personas cada vez ms jvenes, violentas y mejor armadas. El tronco; FORMACIN POLTICA Para analizar esta parte, comenzar por mencionar que existe un autor llamado SAMUEL RAMOS, quien a su manera ha hecho una radiografa del perfil del mexicano, en ella hace alusin ha los distintos pensamientos programados por las estructuras educativas, pblicas y de comunicacin; los comentarios de ste resultan dolorosos pero no son carentes de veracidad, describe al mexicano presa de un sentimiento de inferioridad que es diferente al de hombres de otras razas, pues no se manifiesta a la conciencia del individuo tal como es, pues sus reacciones violentas surgen involuntariamente para compensar aquel sentimiento y que, al establecer hbitos, van formando los rasgos del carcter. Contina diciendo que el mexicano es dbil ante el espritu de cooperacin y la disciplina a la colectividad. Luego atae a la introversin, el provocar el sentimiento de inferioridad, como resultado obliga a desatender al mundo exterior y debilita el sentido de lo real, en donde hay un sentimiento de inferioridad surge la ambicin desmedida del poder, estos problemas son explicados por Ramos como la desproporcionalidad a las capacidades del mexicano, es decir que el poder es muy inferior ante el querer. Finalmente como consecuencia cita algunas: el
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rencor, el odio, el resentimiento, la venganza y la lucha por el poder en todas las esferas, grandes o pequeas, en lo privado o en lo pblico, en el crculo familiar o nacional; afirma que todo ello ha sido promocionado por los libros de texto, donde se promueve la auto denigracin, dependencia, el sentimiento de inferioridad y la obediencia. Ser cierto? Debo confesar que no me parecen tan desfasadas sus reflexiones. Hace cunto tiempo se excluy la materia de formacin cvica de los libros de texto? Es importante puntualizar que si hoy pugnamos porque se promueva con tanto afn la cultura de la legalidad como estrategia para evitar la promocin de la delincuencia, no debemos ignorar el dao irreparable que se le caus a la psique infantil y posteriormente a la adulta, mientras no se promocion ni si quiera el concepto de Estado de derecho, el valor de la legalidad, la tolerancia, el respeto, la honestidad y la pluralidad. A raz de la reforma educativa realizada en los aos setenta, durante el mandato de Luis Echeverra, el civismo desapareci del programa de estudios de primaria, al quedar slo cuatro reas del conocimiento: espaol, matemticas, ciencias naturales y sociales, siendo esta ltima en la que se pretendi incluir la enseanza cvica. Sin embargo, por dcadas el civismo ha sido una materia casi ausente del nivel primaria (donde con suerte a los alumnos se les enseaban leyes y buenas costumbres), carencia que se vio reforzada por la falta de libros de texto. Para el historiador Lorenzo Meyer, de El Colegio de Mxico, en el pas no se tiene una cultura cvica bien desarrollada, y una de las razones principales es la contradiccin que genera su enseanza. Esto porque, comenta, una cosa es lo que se dice en el discurso escolar y otra muy distinta la que se ve en la realidad. Por ejemplo, explica, al nio le dicen en la escuela que la polica cuida el orden, pero escucha a su pap diciendo que son unos ladrones corruptos, y a quien le cree es al pap, pues el mexicano tiene un gran sentido de lealtad hacia la familia, que es una institucin en la que s cree. Por otro lado recordemos una vez ms, ese padre probablemente desconoce todo lo relativo a justicia, cultura de la legalidad, estructuras jurdicas, debido a que no recibi esta instruccin durante la educacin primaria, siendo an el nivel educativo mximo que muchos mexicanos han alcanzado. LA FORMACIN ECONMICA: LA VIOLENCIA VENDE Amenazas, nexos entre crteles, grupos especiales de sicarios, historias de capos, los asesinatos y capturas de sus hijos: la guerra de los crteles tiene un medio de comunicacin en las letras de los narco-corridos. Pero los mensajes salen de un solo lado, el de los Crteles Unidos, con una larga lista de corridos que llevan como ttulos los nombres de capos del Crtel de Sinaloa y hacen alusin a alianzas, fusiones y adopciones de michoacanos por parte de la empresa, la familia. Son mensajes de la guerra de crteles que terminan coreando miles de jvenes sinaloenses, neoleoneses, tapatos, y de todo el pas en los conciertos, como escogiendo un bando, aun cuando en las calles la violencia trastoca la vida de sus familiares o conocidos. Por qu? Isaac Toms Guevara, director del Laboratorio de Estudios Psicosociales de Violencia de la Universidad Autnoma de Sinaloa, afirma que los jvenes llegan a perder la dimensin de la realidad, intentando imitar lo descrito en las canciones en el afn de vivir lo que consideran son las mieles del poder.
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ARTICULACIN ENTRE ESTRUCTURA Y COYUNTURA La coyuntura actual que tienen las familias criminales o delictivas, implica, que dicha conceptualizacin no se debe a que stas se encuentren constituidas por miembros que necesariamente delinquen. Tampoco radica en la desafortunada herencia de los rasgos delictivos de generacin en generacin. Ms bien trasciende hacia la manera en que se educa a los miembros de ellas, recibiendo mensajes donde se valida, la ira, el arrebato, hostigamiento, venganza, la violencia como formas usuales de expresarse; se permite a sus miembros permanecer dentro de la sociedad a la deriva, sin expectativas de vida, sin elaborar proyectos a futuro; se le permite a sus miembros conducirse con mentiras, dejarse llevar por el ambiente, inmiscuirse en vicios y problemas, incumplir con sus deberes y obligaciones. Finalmente cuando uno de sus miembros comienza a realizar conductas antisociales frecuentemente culpan al sistema gubernamental, considerndose vctimas de la sociedad, y el delincuente en cuestin es acogido en su seno como la ms vulnerable de las vctimas de una sociedad y gobierno, -comn expresin entre ellos- que consideran cruel e injusta, pero sobre todo incapaz de satisfacer sus demandas. Como hemos visto, todo ello es el reflejo de los vicios personales que hemos ido adquiriendo, verbigracia: Frecuentemente, actuamos de forma tan simplista como si en una disputa o en una diferencia de criterios, solo deba o pueda prevalecer una de las partes en el conflicto, o sea, el ganador del argumento. No dejamos espacio para una victoria compartida. Nuestros mismos deportes reflejan esta actitud, no recuerdo uno solo donde el nfasis de la competencia ceda el paso y enfatice la cooperacin entre los bandos participantes. Nuestra sociedad no ha sido condicionada para eso, el xito no ha sido definido en tales trminos. Preferimos definir la suerte del "perdedor" como la del eliminado del espacio de participacin que antes ambos ocupaban. Esta prctica que sirve de vlvula de escape a la energa de nuestros instintos bsicos y que es muy visible en los deportes, una vez introducida en nuestra vida cotidiana, no conduce a una sociedad cada vez ms abierta o participativa, al tener sta, como parte del premio, la eliminacin de uno o ms de sus participantes. Hemos favorecido a la violencia como instrumento para resolver nuestras diferencias y muy especialmente en materias polticas. Al extremo de argumentar con vehemencia que "la razn" nos dicta ese camino. Tendemos a sostener posiciones absolutas y propias que automticamente excluyen a nuestro enemigo, opositor y an peor, a nuestros propios hermanos. Hay que hacer una reevaluacin de la filosofa que hasta ahora nos ha dicho que la exclusin de otros seres humanos es la manera mejor en busca de la armona en nuestro entorno. REFERENCIAS Orellana Wiarco, Octavio A., Manual de criminologa, Mxico, Porra, pp. 140 y 141. Stuk JP. The cult of violence. KMAJ 1993;96:497-49

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