Santiago Alberione

ABUNDANTES RIQUEZAS DE SU GRACIA ABUNDANTES DIVITI GRATI SU Ef.2, 7

Historia carismtica de la Familia Paulina

PREFACIO Abundantes diviti grati su Si para condescender con vosotros, l quisiera algo de lo que todava recuerda y consideris til para la Familia Paulina, tendra que relatar una doble historia: la de las divinas misericordias, para cantar un vibrante Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres. Y tambin la humillante historia de la falta de correspondencia al exceso de la divina caridad y componer un nuevo y doloroso Miserere por mis innumerables negligencias, pecados y ofensas De esta segunda historia, considerada paso a paso, l medita y llora diariamente los diversos tramos, en las conversaciones con Jess, esperando, por intercesin de Mara y de san Pablo, perdn total. Esta segunda historia ha causado en l una profunda persuasin, que es objeto de su intensa oracin: todos han de mirar a san Pablo apstol como nico padre, maestro, modelo y fundador. Porque lo es de hecho. Por l naci [la Familia Paulina], por l fue alimentada, l la hizo crecer y de l asumi su espritu. Por lo que se refiere a su pobre carcasa, algo ha cumplido l de la voluntad divina, pero debe desaparecer de la escena y de la memoria, aunque por ser el ms anciano debi tomar del Seor para dar a los dems. De la misma forma que el sacerdote, terminada la Eucarista, deja los ornamentos y aparece tal cual es delante de Dios.
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Rezo frecuentemente: Padre, pequ contra el cielo y contra ti. Ya no merezco ser llamado hijo tuyo, trtame como a uno de tus jornaleros. As pretendo pertenecer a esta admirable Familia Paulina: como servidor ahora y en el cielo, donde me ocupar de quienes emplean los medios modernos ms eficaces para el bien: en santidad, en Cristo, en la Iglesia. Nos ha hecho vivir con Cristo... nos ha resucitado con Cristo Jess y nos ha sentado en el cielo con l... as muestra en todos los tiempos las abundantes riquezas de su gracia, su bondad para con nosotros en Cristo Jess (Ef 2,5-7). [Dios], por su bondad, ha concedido a la Familia Paulina en Jesucristo abundantes riquezas de gracia, que se revelarn en el futuro por medio de los nuevos ngeles de la tierra, los religiosos. El Seor ha derramado con sabidura igual al amor la multitud de riquezas que hay en la Familia Paulina: para que la multiforme sabidura de Dios se manifieste ahora... mediante la Iglesia. Todo viene de Dios. Todo nos lleva al Magnficat. Considerando en este momento a la pequea Familia Paulina, podra comparrsela a una corriente de agua, que mientras corre se engrosa con la lluvia, el deshielo de los glaciares y otros pequeos manantiales. Las aguas as recogidas se van dividiendo y canalizando para el riego de frtiles llanuras y la produccin de energa, calor y luz elctrica.
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l ms bien ha secundado, casi sufrido, ms que provocado, la convergencia y recogida de las aguas en los valles; como luego ha secundado el querer de Dios en la divisin de las aguas por varias naciones en beneficio de muchos, a la espera de que nuevamente los canales se renan para desembocar en el mar de una feliz eternidad en Dios.

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Tuvo momentos de mayor gracia que determinaron la vocacin y la misin especial. Primero, la vocacin sacerdotal; segundo, la particular orientacin de la vida; tercero, el paso de la idea de organizacin de [laicos] catlicos a la organizacin religiosa. Gracias sean dadas a Dios y a Mara.
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Recuerda l un da del ao escolar 18901891. La maestra Cardona, tan buena, verdadera Rosa de Dios, esmeradsima en sus obligaciones, pregunt a algunos de sus 80 alumnos qu pensaban hacer en el futuro, en el curso de la vida. A l le interrog en segundo lugar: reflexion un poco, luego se sinti iluminado y respondi resuelto, ante la extraeza de los alumnos: Quiero ser cura. Ella le anim y ayud mucho. Era la primera luz clara: antes haba sentido en el fondo del alma cierta tendencia, pero oscuramente, sin consecuencias prcticas. Desde aquel da los compaeros, y alguna vez los hermanos, comenzaron a llamarle cura; unas veces para burlarse de l, otras para recordarle su obligacin... Esto le trajo [algunas] consecuencias: el estudio, la oracin, los pensamientos, el comportamiento y hasta los recreos se orientaban en aquella direccin. Tambin en casa empezaron a tenerlo en cuenta y a disponer hacia aquella meta cuanto a
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l se refera. Tal pensamiento le salv de muchos peligros. Desde aquel da, todo reforzaba en l tal decisin. Cree que ello haya sido fruto de las oraciones de su madre, que siempre le protegi de modo particular; y tambin de aquella maestra tan piadosa, que siempre peda al Seor que algn alumno suyo llegase a ser sacerdote. Contrariamente al uso del tiempo, fue admitido a la primera comunin antes que sus compaeros. El prroco, sacerdote de gran espritu, inteligencia e intuicin, siempre le ayud y acompa hasta el altar. Tambin bendijo, despus, los primeros proyectos de la Familia Paulina. Noche de luz: la misin especial La noche que dividi el siglo pasado del corriente fue decisiva para la misin especfica y el espritu particular con que habra de nacer y vivir su futuro apostolado. Despus de la misa solemne de medianoche en la catedral (de Alba), se hizo la adoracin solemne y prolongada ante el Santsimo expuesto. Los seminaristas de filosofa y teologa tenan libertad para quedarse todo el tiempo que quisieran. Poco antes se haba celebrado un congreso (el primero al que l asista); haba comprendido perfectamente el discurso calmo pero profundo y cautivador de Toniolo; haba ledo la invitacin de Len XIII a rezar por el siglo que empezaba. Uno y otro hablaban de las necesidades de la Iglesia, de los nuevos medios del mal, del deber de oponer
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prensa a prensa, organizacin a organizacin, de la necesidad de hacer penetrar el Evangelio en las masas, de las cuestiones sociales... De la Hostia vino una luz especial: mayor comprensin de la invitacin de Jess: Venid a m, todos; le pareci comprender el corazn del gran Papa, las invitaciones de la Iglesia, la verdadera misin del sacerdote. Le pareci claro cunto deca Toniolo sobre el deber de ser apstoles de hoy, usando los medios utilizados por los adversarios. Se sinti profundamente obligado a prepararse para hacer algo por el Seor y por los hombres del nuevo siglo, con quienes habra de vivir. Tuvo una sensacin bastante clara de su propia nulidad, y al mismo tiempo oy: Yo estoy con vosotros... hasta el fin del mundo en la Eucarista; y que en Jess-Hostia se poda tener luz, alimento, consuelo y victoria sobre el mal. Vagando con la mente en el futuro, le pareca que en el nuevo siglo personas generosas sentiran cuanto l senta; y que, asociadas en organizacin, se podra realizar lo que Toniolo tanto repeta: Unos; si el enemigo nos encuentra solos, nos vencer uno por uno. Ya haba recibido confidencias de compaeros seminaristas: l con ellos, ellos con l, nutrindose todos del sagrario. La oracin dur cuatro horas, despus de la misa solemne [pidiendo]: que el siglo naciera en Cristo-Eucarista; que nuevos apstoles sanearan las leyes, la escuela, la literatura, la prensa, las costumbres; que la Iglesia tuviera un nuevo empuje misionero; que se usaran bien los nuevos medios de apostolado; que la sociedad acogiese
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las grandes enseanzas de las encclicas de Len XIII, explicadas a los seminaristas por el cannigo Chiesa, especialmente las concernientes a las cuestiones sociales y a la libertad de la Iglesia. La Eucarista, el Evangelio, el papa, el nuevo siglo, los nuevos medios, la doctrina del conde Paganuzzi sobre la Iglesia, la necesidad de un nuevo escuadrn de apstoles se le clavaron de tal modo en la mente y en el corazn, que luego dominaron siempre sus pensamientos, oracin, trabajo interior y aspiraciones. Se sinti obligado a servir a la Iglesia, a los hombres del nuevo siglo y a trabajar con otros en organizacin. A las diez de la maana algo deba traslucirse de su interior, porque un seminarista (luego fue el cannigo Giordano), al encontrarse con l se mostr maravillado. Desde entonces estos pensamientos dominaron el estudio, la oracin, toda la formacin. La idea, primero muy confusa, se iba aclarando, y con el pasar de los aos lleg a concretarse. En el fondo permaneca el pensamiento de que es necesario desarrollar toda la personalidad humana para la propia salvacin y para un apostolado ms fecundo: mente, corazn, voluntad. Es lo que quiso expresar en la inscripcin colocada sobre la tumba de su amigo Borello (1904). El proyecto fundacional: De la organizacin a la vida comunitariareligiosa Pensaba al principio en una organizacin catlica de escritores, tcnicos, libreros,
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distribuidores catlicos; y dar orientaciones, trabajo, espritu de apostolado... Hacia 1910 dio un paso definitivo. Vio con mayor luz: escritores, tcnicos, propagandistas, s; pero religiosos y religiosas. Por una parte conducir personas a la ms alta perfeccin, la de quien practica tambin los consejos evanglicos, y al mrito de la vida apostlica. Por otra parte dar ms unidad, ms estabilidad, ms continuidad, ms sobrenaturalidad al apostolado. Formar una organizacin, s; pero religiosa; donde las fuerzas estn unidas, donde la entrega es total, donde la doctrina ser ms pura. Una sociedad de personas que aman a Dios con toda la mente, fuerzas y corazn, se ofrecen a trabajar por la Iglesia, contentas con el salario divino: Recibiris cien veces ms, y heredaris la vida eterna. l gozaba entonces considerando parte de esas personas como militantes en la Iglesia terrena, y parte ya triunfantes en la Iglesia celestial. En la oracin que por la maana presentaba al Seor con el cliz, la primera idea era aquella parte de los Cooperadores que hoy (diciembre 1953) es todava reducida y consiste en la cooperacin intelectual, espiritual, econmica; la segunda idea era la Familia Paulina: intenciones que Jess Maestro escucha diariamente. Hacia 1922, apenas entr en la primera casa que haba construido, comenz a sentir la pena ms fuerte. Tuvo un sueo. Vio el nmero 200, pero no comprendi. Luego oy que le decan: Ama a todos; sern muchas las personas generosas. Sufrirs a causa de extravos e infidelidades; pero persevera: recibirs otros mejores. El doscientos no tena relacin alguna con cuanto oy.
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Sin embargo, esa pena se le qued siempre hundida en el corazn como una espina. La accin de Dios y la doble obediencia Dios concentr en la Familia Paulina muchas riquezas: divitias grati. Algunas parecieron llegar como resultado normal de los acontecimientos; otras, ms bien de las enseanzas de personas iluminadas y santas que acompaaron el perodo de preparacin, nacimiento e infancia de la Familia Paulina; y otras ms claramente de la accin divina. Alguna vez el Seor le ha obligado paternalmente a aceptar algunos dones que le repugnaban instintivamente. Lo mismo se diga de ciertos impulsos a caminar. Ordinariamente naturaleza y gracia obraron tan compenetradas que no dejaban descubrir la distincin entre s: pero siempre en la misma direccin. Para mayor tranquilidad y confianza tiene que decir: 1) Que tanto el comienzo como la continuacin de la Familia Paulina procedieron siempre bajo una doble obediencia: a la inspiracin ante Jess eucarstico, confirmada por el director espiritual y, a la vez, a la expresa voluntad de los superiores eclesisticos. El obispo, cuando se trat de empezar, hizo sonar la hora de Dios (esperaba el toque de campana), encargndole de dedicarse a la prensa diocesana, lo cual le abri el camino al apostolado; y lo mismo cuando se trat del desarrollo, pues cuando vio la orientacin que tomaban las cosas, consinti a su peticin de abandonar el servicio a
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la dicesis: Te dejamos libre, lo solucionaremos de otra forma; dedcate completamente a la obra iniciada. l llor entonces amargamente, pues estaba muy aficionado a la dicesis; pero haca un ao que lo haba pedido, y el director espiritual le haba dicho que sa era la voluntad de Dios.
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2) Que sin el rosario l se senta incapaz de hacer exhortacin alguna. A la vez est persuadido de que muchas otras cosas se podan hacer con un poco ms de virtud y menos pusilanimidad. 3) Que los miembros del Instituto y personas externas suplieron sus innumerables deficiencias. Todava ms: que, aun debiendo guardar secreto, la Familia Paulina tuvo numerosos y claros signos de que el Seor la quera, y de la intervencin sobrenatural de su sabidura y bondad. Primer balance: Familias Paulinas relaciones entre las

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Quiso el Seor que nuestras congregaciones fuesen cuatro, pero podemos decir: El amor de Cristo nos ha congregado en un solo ser..., as que cuando nos reunamos estemos atentos a no dividirnos espiritualmente. Se da un estrecho parentesco entre ellas, pues todas han nacido del Sagrario. Tienen un nico espritu: vivir la vida de Jesucristo y servir a la Iglesia. Hay quien representa a todos intercediendo ante el Sagrario; hay quien difunde, como desde lo alto, la doctrina de Jesucristo; y hay quien entra en contacto directo con las personas.
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Se da entre ellas una ntima colaboracin espiritual, intelectual, moral, econmica. Existe separacin en cuanto a gobierno y administracin; pero la Sociedad de San Pablo es nutricia de las otras tres. S, hay separacin, pero [existe] un vnculo ntimo de amor, ms noble que el vnculo de la sangre. Hay independencia entre ellas; pero se da un intercambio de oraciones, de ayudas, de diversas formas: la actividad va por separado, pero debe darse una coparticipacin en las alegras, en las penas y en el premio eterno.

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Juventud: las vocaciones Durante las vacaciones veraniegas (de 1909 a 1918), haca los ejercicios espirituales en algn Instituto religioso. En ratos libres procuraba acercarse a los superiores para conocer los mtodos de captacin y formacin de las personas. Advirti entonces la necesidad de dar preferencia a jvenes, ms bien que a adultos ya formados en otra parte y para otros ministerios.

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Es una verdadera riqueza cuanto establecen las Constituciones (artculos 21, 178): la costumbre de acoger ordinariamente aspirantes jvenes. La vida vivida durante varios aos antes de la profesin prepara al joven a tomar la decisin con plena conciencia. La vida paulina tiene de hecho pocas mortificaciones externas, pero requiere continuidad de sacrificios: los apostolados constituyen realmente una carga muy pesada. Se requiere hbito de sacrificio y generosa entrega.

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Predileccin divina: los hermanos Discpulos En aquel perodo logr un conocimiento ms profundo de san Basilio, san Benito, san Francisco de Ass y san Juan Bautista [de] La Salle, que tenan multitud de vocaciones masculinas de hermanos laicos. Por tanto, el Seor ha repartido por el mundo muchas almas generosas, que llama a s, a la perfeccin, junto al sacerdocio. Quin les har la caridad de abrirles la puerta y dirigirles a una especial santidad? Ser posible hacer de estos
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jvenes, hijos de la divina predileccin, un jardn de lirios, rosas y violetas? Adems, por qu no pueden asociarse a un apostolado? As como un da surgieron Institutos donde el sacerdote-religioso encontraba va libre a las actividades apostlicas y a la pastoral, hoy en da hay que dar al hermano laico una participacin en la actividad del sacerdote, otorgarle un cuasi-sacerdocio. Sacerdote que escribe, hermano que multiplica y difunde con el trabajo tcnico. As ha de ser: Vosotros... nacin santa... sacerdocio real. ntimamente asociados en la vida religiosa, sacerdote y hermano, unidos en el mismo apostolado, para prepararse la corona celestial! Tales son los discpulos! La predicacin del sacerdote con los medios modernos se libera de la esclavitud [que tendra] con simples empleados, y se multiplica indefinidamente [con] la labor del discpulo que eleva, alegra y multiplica su actividad: Dios glorificado, el Evangelio anunciado, las personas iluminadas! La conducta de Dios La Providencia actu conforme a su ordinario mtodo divino: frtiter et suviter: preparar y hacer converger los caminos segn su finalidad; iluminar y rodear con las oportunas ayudas; hacer esperar su hora en la paz; comenzar siempre desde un pesebre; obrar con tanta naturalidad que difcilmente cabe distinguir la gracia de la naturaleza, pero ciertamente [actuando] las dos. Por otra parte, no hay que forzar la mano de Dios; basta vigilar, dejarse guiar, en las distintas obligaciones tratar de involucrar mente, voluntad, corazn, energas fsicas...
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El hombre tiene siempre tantas imperfecciones, defectos, equivocaciones, insuficiencias y dudas en su obrar, que debe ponerlo todo en manos de la divina misericordia y dejarse guiar. l no forz nunca la mano de la Providencia; esperaba la seal de Dios. Empez a rezar por las Hermanas Pastorcitas a partir de 1908, pero dicha congregacin comenz treinta aos despus. A decir verdad, l no sola tomar apuntes, no sabiendo qu decir de muchas cosas; sintiendo al mismo tiempo repugnancia de hacerlo y humillacin por todas partes; con sumo gusto lo dejara todo en las manos de Dios, sabiendo que l lo revelar todo en el juicio universal, para gloria suya. A menudo suceda que se necesitara una maduracin serena y calma para decidir qu hacer: el Seor dispona entonces un breve perodo de cama. Despus de haber permanecido encerrado en la habitacin uno o dos das, sala recuperado, presentaba al director espiritual los proyectos (correga o aada, segn los casos), si era menester [tambin] a la autoridad eclesistica, y se pona manos a la obra.. No siempre el momento estaba maduro, pero el Seor haca conocer las cosas, dejando a su siervo el trabajo, incluso los errores..., para intervenir luego remediando errores y fallos, y obrar en lugar suyo. La grave agitacin y la romanidad La institucin naca en 1914, en medio de profundas agitaciones. A finales de julio apenas asumidos los compromisos de adquisicin de la tipografa sobrevinieron las primeras declaraciones de guerra que desencadenaran una conflagracin mundial. Francisco Jos no
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haba acogido la invitacin y los ruegos de Po en favor de la paz.

Dentro del clero se haban mantenido hasta 1900 dos corrientes: una fiel a las directrices de la Santa Sede; la otra, embebida del liberalismo de Mazzini, Cavour, Minghetti... Un sector, inflexible an en los antiguos mtodos de vida y de pastoral, al margen de las nuevas necesidades; otro preocupado por el avance del socialismo y convencido de la necesidad de sacudir el yugo de la dominante masonera, con sistemas, organizaciones y actuaciones puestas al da. Y algunos, como fcilmente acontece, sobrestimando la accin, restaban valor a la oracin, con la consiguiente condena del americanismo. Ms tarde la pastoral tom una orientacin en conformidad con el ejemplo y la obra de Po X, siguiendo vas constructivas... Po X apareca y se presentaba en una luz fascinadora: el nuevo Jesucristo visible ante la multitud. Por un tiempo, nada haba de bueno en la cultura [italiana], si no vena de Francia; luego, todos se haban orientado hacia los estudiosos alemanes. Con la rpida expansin del modernismo se haba producido una gran turbacin y desorientacin: en la literatura, en el arte, en la disciplina eclesistica, en el periodismo, teologa, filosofa, historia, [sagrada] Escritura, etc. Muchos, sobre todo del clero joven, se desviaron. La accin vigilante y resuelta de Po X haba iluminado y reconvocado a los hombres de buena voluntad. Otro punto: los recientes descubrimientos haban revolucionado muchas cosas.
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En el aspecto social, grandes males perturbaban todo el sistema de produccin, distribucin y consumo de la riqueza. Los haban agravado los principios liberales, heredados de la revolucin francesa; por reaccin, el socialismo penetraba ampliamente trayendo el materialismo y la lucha de clases. Len XIII haba sealado los remedios en varias encclicas; especialmente indicaba la genuina democracia cristiana. Tambin esto caus nuevas divisiones en el clero: un precipitarse a la accin econmica de muchos sin la suficiente circunspeccin; y una marcada resistencia a las orientaciones de la Santa Sede.
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En materia poltica se viva entonces el caso de conciencia, entre el non xpedit y la conviccin de muchos que propugnaban (como ms adelante expres Po X) la necesidad de tutelar los supremos bienes de las personas y de la patria. Tambin en esto [hubo] divisiones, querellas, tomas de posicin bastante diversas. Y ya asomaban [al horizonte] nuevos medios de transmisin del pensamiento: la prensa potenciada por organismos cada vez ms fuertes; el cine, mirado al principio con desconfianza, alcanzaba posiciones cada vez ms vastas; la escuela se converta en el campo donde incrdulos y catlicos se disputaban las almas; radio y televisin muy pronto iban a nacer ya adultas. Por ello la Santa Sede emanaba continuamente documentos invitando a los catlicos a ponerse a la altura de los nuevos cometidos. Al tiempo que se advertan muchos espritus indolentes e inconsiderados, los catlicos y el clero [eran] conscientes y actuaban sagazmente segn las directrices papales.
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Estas cosas y experiencias, meditadas ante el Santsimo Sacramento, maduraron la persuasin: siempre, solamente y en todo, la romanidad. Todo haba servido de escuela y de orientacin. No hay salvacin fuera de ella; no se requieren otras pruebas para demostrar que el Papa es el gran faro encendido por Jess a la humanidad, para todos los siglos. Los primeros miembros emitan un cuarto voto: obediencia al Papa en lo referente al apostolado, como actitud de servicio al Vicario de Jesucristo.

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Espritu social La Providencia dispuso para esto una larga preparacin. El trabajo realizado para la Universidad Catlica de Miln (1905-1906) a fin de recoger contribuciones para la Comisin promotora de su fundacin. Cursos de conferencias sociales, estudios sociales en los aos de Teologa y sucesivos; los congresos de ndole social en que tom parte, por disposicin de los superiores; la cooperacin con organizaciones y obras sociales; las relaciones con hombres de la Accin Catlica, entre otros: el cardenal Maffi, el profesor Toniolo, el conde Paganuzzi y el economista Rezzara. Ms comprometido fue el periodo posterior a la disolucin de la Obra de los Congresos. Po X la sustituy por la Unin Popular de los Catlicos, a ejemplo de Alemania. Las razones eran graves; pero, en general, no fue bien acogida y hubo que trabajar con muchas buenas personas desanimadas y con adversarios irreductibles.
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Se escribi mucho en la Gazzetta dAlba. Por los aos 1911-1914 hubo que recorrer en gran parte las parroquias de la dicesis [de Alba], para fundar [la Unin Popular], para [dar] conferencias y solucionar dificultades. Se estaba casi solos: dos personas guiadas por el Obispo. Cuando Po X, gran conocedor de los tiempos y guiado por Dios, suaviz el non xpedit, l [Alberione] trabaj especialmente en favor de la eleccin de candidatos sostenidos por los catlicos, a lo largo de varios aos y con buenos resultados. stos culminaron en las elecciones en que el Partido Popular obtuvo una gran afirmacin y constituy en la Cmara un centro que fue un muro contra la masonera y el socialismo; hasta que se lleg al fascismo. Accin y oracin orientaron hacia un trabajo social cristiano que tiende a sanear gobiernos, escuelas, leyes, la familia y las relaciones entre las clases y entre las naciones. Para que Cristo, camino, verdad y vida, reine en el mundo. La Familia Paulina tiene en esto una amplia tarea y responsabilidad. Universalidad San Pablo, el santo de la universalidad. La admiracin y devocin brotaron especialmente del estudio y meditacin de la Carta a los Romanos. Desde entonces su personalidad y santidad, su corazn e intimidad con Jess, su obra en dogmtica y moral, la huella dejada en la organizacin de la Iglesia y su celo por todos los pueblos, fueron temas de meditacin. Vio en Pablo verdaderamente al Apstol; por consiguiente, todo apstol y todo apostolado podan aprehender de l.
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A san Pablo fue consagrada la Familia. A san Pablo se atribuye igualmente la curacin del P.M. La Familia Paulina tiene una amplia apertura hacia todo el mundo, en todo el apostolado: estudios, apostolado, oracin, accin, ediciones. Las ediciones para todas las categoras de personas; todas las cuestiones y acontecimientos juzgados a la luz del Evangelio; las aspiraciones son las del corazn de Jess en la Eucarista; en el nico apostolado dar a conocer a Jesucristo [cf. Jn 17,3], iluminar y sostener todo apostolado y toda obra de bien; llevar en el corazn a todos los pueblos; hacer sentir la presencia de la Iglesia en todos y cada uno de los problemas; espritu de adaptacin y comprensin frente a todas las necesidades pblicas y privadas; todo el culto, el derecho, la unin de la justicia y de la caridad. Durante cinco aos ley, dos veces al da, pginas de la Historia universal de la Iglesia de Rohrbacher; otros cinco aos la de Hergenrther; durante otros ocho, en los tiempos libres, la Historia Universal de Cant, extendindose a la historia de la literatura universal, el arte, la guerra, la navegacin, la msica en particular, el derecho, las religiones y la filosofa. El ser bibliotecario del seminario le ayud tambin mucho. La biblioteca estaba bastante surtida de obras antiguas, y muy poco de nuevas; pero pronto se tuvo dinero y se consiguieron otras muchas, as como las mejores revistas, enciclopedias y diccionarios de ciencias catlicas. La lectura continuada de La Civilt Cattolica desde 1906, hasta hoy, despus LOsservatore Romano,
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Actas de la Santa Sede y las encclicas (desde Len XIII) fueron un continuo alimento.
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Del cannigo Chiesa haba aprendido a transformarlo todo en objeto de meditacin y de oracin ante el Maestro divino, para adorar, dar gracias, propiciar, pedir. Para un cierto orden en las ediciones: primero el servicio al clero, a los nios, a los jvenes, a las masas, a quienes ejercen sobre ellas mayor influencia como son los maestros; luego a las misiones, a las cuestiones sociales, a los intelectuales, etc. Ediciones con espritu paulino, expresado en las palabras de san Pablo, que despus de haber indicado lo que es esencial vivir en Cristo [cf. 2Tm 3,12] aade a los Filipenses: Finalmente, hermanos, todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable, laudable; todo lo que es virtud o mrito tenedlo en cuenta. Y lo que aprendisteis, oisteis y visteis en m ponedlo por obra. Y el Dios de la paz estar con vosotros (Flp 4,7.8.9). El espritu litrgico Gran utilidad [le proporcion] la lectura de las obras de Guillermo Durando, Gavanti, Barn, Destfani, Guranger, Caronti, Schuster, Veneroni, Eisenhofer y Lefbvre; tambin fueron de utilidad las revistas Ephemrides Litrgic y la Rivista Liturgica (Finalpia). Particular impresin [le caus] la obra de Po X en favor del canto sagrado, el breviario y la enseanza de la liturgia.

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Tuvo que dar clases de liturgia durante algunos aos. Nombrado posteriormente maestro de ceremonias, sacristn del seminario y ceremoniero del Obispo, con el encargo de
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preparar el libro de ceremonias, gust cada vez ms la oracin de la Iglesia y con la Iglesia. Estos cometidos le hicieron desear tener iglesias apropiadas para unas hermosas celebraciones litrgicas. En cierta ocasin le confi el Obispo: En un tiempo yo predicaba preferentemente el dogma; despus la moral; pero hoy creo ms til exponer las oraciones litrgicas con las enseanzas dogmticas y morales relacionadas con ellas. Esto le sirvi de orientacin. Consecuencias: En la Familia Paulina se tuvo en gran consideracin el canto gregoriano y la msica sacra; pronto se empez a trabajar en el misalito, preparndolo en las clases; despus el boletn litrgico, La vida en Cristo y en la Iglesia, las Pas Discpulas, con finalidad litrgica. Todo ello considerando la liturgia en su sentido pleno y realista. El divino Maestro sacramentado mora en 150 capillas de la Familia Paulina. Tres iglesias principales [Se han erigido] al divino Maestro, a la Reina de los Apstoles y a san Pablo, de acuerdo con las tres principales devociones. Se le haba encomendado la clase de arte sagrado. De aqu [se deriv] la lectura de textos, las visitas a obras, las discusiones en revistas del principio el arte para la vida, para la verdad y para el bien. Por algn tiempo se inscribi como miembro de la Sociedad Amigos del arte cristiano.
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Las tres iglesias estn construidas segn los principios publicados, algunos aos antes, en Apuntes de Teologa pastoral. Para cada una de ellas dio el esbozo al arquitecto para la elaboracin del plano, con un programa general del trabajo; para que la iglesia tuviese unidad y desarrollo temtico en todas sus partes: arquitectura, escultura, pintura, vidrieras y mobiliario. Principalmente [para que] respondiese a la finalidad para la cual se construye una iglesia paulina. Catecismo Siempre accin exterior y accin interior de la gracia. Durante seis aos de seminarista, fue catequista en la catedral y en la parroquia de san Cosme y san Damin. Primero los Hnos. de las Escuelas Cristianas (que estaban entonces en Alba), le iniciaron en el estudio de la pedagoga; ms tarde (1910-1914), tuvo que estudiar los mtodos catequsticos, la organizacin catequstica de las parroquias, la formacin espiritual, intelectual y pedaggica de los catequistas. [Continu] la tarea catequstica, por espacio de tres aos, en el Oratorio masculino, las clases de religin a los alumnos del instituto nacional, la participacin en congresos catequsticos, etc. [Fueron] todos pasos dispuestos por la delicada y amorosa Providencia; que, a pesar de nuestra miseria y falta de correspondencia, alcanza con vigor de extremo a extremo y gobierna el universo con acierto [cf. Sab 8,1].

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Documentos catecismo, buenos para formar catequsticas,

de la Santa Sede sobre el textos catequsticos, trabajo catequistas, proyecciones carteles, equipamiento
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catequstico: todo haba sido til en las manos de Dios. Sobre todo cuando el Obispo le llam a la Comisin catequstica diocesana, compuesta por tres sacerdotes, para la preparacin de textos escolares y de programas catequsticos diocesanos, hizo del catecismo un estudio y apostolado particular. La accin catequstica se consider siempre como la primera y fundamental: Id, predicad, ensead. Ahora en Italia, y en otras naciones, el trabajo catequstico de la Familia Paulina se va extendiendo e intensificando. Espritu pastoral Esta riqueza, [dada] a la Familia Paulina, ha madurado y ha llegado como las dems: por la luz y la accin de Jess-Hostia y por los cometidos que se le confiaron y que l [Alberione] desempe por obediencia. En tres parroquias ejerci especialmente el ministerio pastoral; estuvo en muchas con motivo de sermones, confesiones, conferencias y accin catlica. Tuvo diversos contactos y experiencias pastorales. Senta cada vez con mayor intensidad: Id, predicad, ensead, bautizad. Fue entonces cuando pens fundar las colaboradoras de los Pastores, las Hermanas Pastorcitas (1908). Durante dos aos, con doce sacerdotes, en conferencias semanales, estudi los medios para una buena y renovada pastoral. Sobre este tema consult y obtuvo sugerencias escritas (que transmita a los seminaristas y a los jvenes sacerdotes) de unos quince vicarios forneos. De aqu naci el libro (1913) Apuntes de Teologa pastoral. El cardenal Richelmy seala en la
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introduccin que en la obra estn indicados los medios ms adecuados al tiempo presente.
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Para el carcter pastoral del apostolado paulino, se inspir mucho en dos grandes maestros: Swboda, Pastoral en las grandes ciudades, y Krieg, Teologa pastoral, cuatro volmenes que ley y reley durante dos aos. Puso su ministerio bajo la proteccin de Mara Reina de los Apstoles, y ense lo mismo a los seminaristas y a los jvenes sacerdotes. Insisti sobre la catequesis y la predicacin directa, y que se la acompaara de la palabra de Dios escrita (clase de oratoria 1912-1915), teniendo presente a toda clase de personas, especialmente a las masas. Sal, luz, ciudad: animacin cristiana de la cultura Respecto al mundo, vosotros sois sal, vosotros sois luz, vosotros sois ciudad situada sobre el monte. Es el pensamiento del divino Maestro [cf. Mt 5,13-14]. Dar en primer lugar la doctrina que salva. Empapar de evangelio todo el pensamiento y el saber humano. No hablar slo de religin, sino de todo hablar cristianamente; algo parecido a [lo que se hace en] -una Universidad catlica, que si es completa debe incluir teologa, filosofa, letras, medicina, economa poltica, ciencias naturales, etc., pero todo enfocado cristianamente, todo ordenado al catolicismo. As la sociologa, la pedagoga, la geologa, la estadstica, el arte, la higiene, la geografa, la historia, todo progreso humano, etc., segn la razn subordinada a la fe deber darlo la Familia Paulina.
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De 1895 a 1915 hubo muchas desviaciones en materia social, teolgica y asctica, capaces de sacudir las bases de cualquier verdad y de la Iglesia; y hasta de intentar destruirla. Ejemplo espectacular haba sido El Santo de Fogazzaro; para la mayora, quien no lo alababa era un retrgrado; y sin embargo, luego fue condenado. Todo le sirvi de aprendizaje. La primera preocupacin de la Familia Paulina ser la santidad de la vida, la segunda la santidad de la doctrina. Durante cuatro meses, en 1904, tuvo que organizar un acto acadmico sobre santo Toms de Aquino, fijar los temas y guiar a los seminaristas en su desarrollo. Tema general: la base tomista del pensamiento en medio del caos ideolgico. Su discurso conmemorativo: El vigsimo quinto aniversario de la encclica terni Patris, sobre la filosofa. De todo esto sac provecho espiritual y orientacin. No puede haber santidad donde no hay verdad, o al menos amor a la verdad; la santidad de la mente ocupa el primer lugar. No puede haber orientacin sin la lgica; no puede haber amplitud de miras sin la metafsica; no puede haber camino seguro, sino en la Iglesia. Espritu paulino La Familia Paulina aspira a vivir integralmente el evangelio de Jesucristo, camino, verdad y vida, en el espritu de san Pablo, bajo la mirada de la Reina de los Apstoles. No hay en ella excesivas peculiaridades, ni devociones especiales, ni superfluas formalidades, sino que se busca la vida en Cristo Maestro y en la Iglesia. El espritu de san Pablo
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brota de su vida, de sus cartas, de su apostolado. l est siempre vivo en la dogmtica, en la moral, en el culto y en la organizacin de la Iglesia.
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Secreto de grandeza y de riqueza es modelarse en Dios, viviendo en Cristo. Por eso [sea] siempre claro el pensamiento de vivir y obrar en la Iglesia y para la Iglesia; de injertarse como olivos silvestres en la oliva vital, Cristo eucarstico; de pensar y alimentarse de cada frase del evangelio, segn el espritu de san Pablo. Por eso, los artculos fundamentales de las Constituciones son: 154 La piedad alimntese especialmente y de continuo con el estudio de Jesucristo divino Maestro, que es camino, verdad y vida; de modo que, ante su ejemplo divino, todos crezcan en sabidura, gracia y virtud, alabando a Dios con profunda devocin en espritu y en verdad, y amndole sinceramente con la mente, la voluntad, el corazn y las obras. 177 Al aprender y ensear las diversas materias, es preciso que los estudios se ordenen y cultiven de suerte que Jesucristo nuestro divino Maestro, que es camino, verdad y vida, sea cada vez ms ntimamente conocido por nosotros y que Cristo se forme plenamente en la mente, la voluntad y el corazn; as llegaremos a ser expertos maestros de almas, por haber sido antes humildes y diligentes discpulos de Cristo. 224 La doctrina que debe comunicarse en las ediciones es la concerniente a la fe, a las costumbres y al culto, tomada de las fuentes puras de la sagrada Escritura, de la Tradicin y del Magisterio de la Iglesia. Todo el hombre en Cristo Jess, para un total amor a Dios: inteligencia, voluntad, corazn y fuerzas fsicas. Todo, naturaleza y gracia y vocacin, para el apostolado. Carro que camina
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apoyado en las cuatro ruedas: santidad, estudio, apostolado y pobreza.

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En 1913 se dio un paso hacia la realizacin de las aspiraciones. La clase de historia civil en los cursos de filosofa y, ms an, la historia eclesistica en los de teologa, le brindaban la ocasin de poner de relieve los males y las necesidades de las naciones, los temores y las esperanzas; especialmente la necesidad de las obras y de los medios adecuados al siglo actual. Compuso dos oraciones en este sentido: una por Italia, la otra por las dems naciones; se peda al Seor que suscitase una institucin para ello. La rezaban todos los seminaristas, dirigidos por el seminarista Giaccardo. Al celebrarse entonces el centenario de la paz concedida por Constantino a la Iglesia, los seminaristas comprendan mejor cuanto pedan al Seor.

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Preparativos Teniendo siempre presente el futuro comienzo de la Familia Paulina, l pensaba en el personal. Y haba que prepararlo buscando muchachitos y muchachitas para formarlos. En Narzole (Cneo), donde ejerci durante nueve meses el ministerio parroquial (anticipando el final de los estudios), en 1908, encontr muchachos con buenas cualidades de inteligencia y de corazn. Entre ellos, Jos Giaccardo, piadoso e inteligente. Lo encamin al seminario, pagndole los gastos. Y cuando l fue trasladado a Alba (a finales de 1908), como director espiritual del seminario, le atendi espiritualmente de modo especial, preparndolo para la Familia Paulina. En Benevello, predicando ejercicios espirituales a los jvenes de la parroquia, not que uno prestaba especial atencin. Cuando lo conoci bien, lo envi al seminario menor de Bra; ms adelante, para que conociese el mtodo educativo de san Juan Bosco, lo envi al Instituto Salesiano de Turn. Era Torcuato Armani. En Castellinaldo, conoci a otro joven: Desiderio Costa. De muy buena familia, era piadoso, ordenado, inteligente. Cuando se iba a abrir la primera casa, lo invit; y l, dcilmente, ingres. Por su cargo de director espiritual y profesor de los seminaristas, era fcil hablarles de las grandes necesidades de la Iglesia en
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aquellos primeros aos del siglo. Se daba tambin un conjunto de cosas y de relaciones ntimas con los alumnos, [de modo] que varios de ellos, en cuanto se abri la primera casa paulina, pidieron ingresar. En ella se procuraba poner al da el modo de instruir, educar y encaminar [al] apostolado. Alguno fue aceptado; algn otro, invitado. Circunstancias delicadas y el amor a la dicesis (aunque sta no escaseaba en clero) indujeron a limitar las aceptaciones.
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Seminaristas excelentes regresaban de la guerra (1914-1918), experimentados en la virtud, debido tambin a las recientes pruebas y padecimientos; y asimismo con grandes ideales de apostolado. La vida en los frentes y en los hospitales militares les haba mostrado las nuevas necesidades del pueblo cristiano y de la patria, a la que ellos haban servido con fidelidad y valor cristianos. Ingresaron los PP. Trosso, Borrano, Fenoglio, Robaldo, Ghione, Chiavarino, Manera. Respecto a las Hermanas, ya desde 1911 l haba comenzado la redaccin de un libro, La mujer asociada al celo sacerdotal, para mostrar lo que puede hacer la mujer en colaboracin con el sacerdote; en particular, explica qu puede hacer en el campo del apostolado de la prensa, del apostolado social y pastoral. Tal posibilidad es particularmente amplia si se refiere a la mujer consagrada a Dios, es decir, a la religiosa. El libro prepar el ambiente para acoger la invitacin, que sera dirigida al clero, para que enviase vocaciones femeninas, cuando llegase la hora de Dios. En efecto, en sus varias ediciones, italianas y en otros pases, produjo buenos frutos.
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Para las vocaciones masculinas, fueron de mucho provecho las relaciones personales, los contactos con el clero; y particularmente Vida pastoral, que se enviaba a todos los prrocos. Pasaron, sin embargo, algunos aos antes de que fuera posible dar una idea clara sobre una vocacin que tena tanto de novedad; y para que la Familia Paulina pudiera asegurar a todos cierta estabilidad. Tambin fue muy til la revista Unin de Cooperadores, que sala segn el material y las posibilidades que se tenan.

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Haba razones que, al parecer, aconsejaban esperar an, antes de abrir la primera casa: las ya numerosas ocupaciones, la direccin espiritual de 180 personas, entre seminaristas y jvenes, la direccin y administracin del semanario diocesano, trece horas de clase cada semana, ministerios y empeos varios en la dicesis, el tiempo que se oscureca y anunciaba la catstrofe de 1914. Adase la poca salud: No lo salvaris, la tbc lo est minando, decan al Obispo. l entonces consult: Temo cometer una gran imprudencia reuniendo personas para una misin, con serio peligro de abandonarlas a mitad del camino. Se le respondi: El Seor piensa y provee mejor que t: sigue adelante con fe. Desde entonces ya no tuvo incertidumbres. Fue un iluso por todo esto? Ello constituy por algunos aos un tormento espiritual. Tuvo cierta luz un da en la oracin: T puedes equivocarte, pero yo no me equivoco. Las vocaciones vienen slo de m, no de ti: ste es el signo externo de que estoy con la Familia Paulia A Roma abiertos al mundo
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Primeramente se abri una casa de formacin en Roma; diez aos ms tarde, tambin l se traslad a Roma. Desde Alba se miraba a Italia; desde Roma, de modo especial, a las dems naciones. Son claros los motivos determinantes: estamos en Roma para sentir mejor que la Familia Paulina est al servicio de la Santa Sede; para recabar ms directamente la doctrina, el espritu y la actividad apostlica de la Fuente: el papado. Roma es maestra del mundo, tiene, no obstante, las puertas abiertas a la humanidad; de Roma parten los enviados en todas direcciones. Este pensamiento lo tena clavado en el corazn, desde que lleg a Roma para representar a la dicesis en el Congreso de la Unin Popular, y pudo detenerse a orar junto a la tumba de san Pablo. Expansividad Nace del espritu catlico y del mandato divino: Id, predicad a todas las naciones [cf. Mc 16,15]; se infunde en la Confirmacin crece con la Ordenacin. San Pablo es un gran caminante. A los ocho aos conoci y le animaron a abrazar la Obra de la Santa Infancia, que todos los aos celebraba [su jornada] por la Epifana con colectas y oraciones entre los nios. De los doce a los diecisis aos ley casi todos los das los Anales de la Propagacin de la Fe y de la Santa Infancia; ms tarde, [ley] publicaciones misioneras salesianas, de los Padres Blancos, del
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Instituto de la Consolata Extranjeras de Miln.

Misiones

En el segundo ao de bachillerato se inscribi en la Obra de la Propagacin de la Fe y de la Santa Infancia, pagando la cuota correspondiente. Le impresionaron las vidas de los grandes misioneros, que ley con profusin. Siendo ya sacerdote, tuvo que recoger donativos, cooperar en pro de las vocaciones misioneras, predicar en circunstancias especiales sobre las misiones y conversar con personas que trabajaban en la gran obra de la evangelizacin de los paganos. Asia y Africa le atraan particularmente; cuanto ms se desprende el hombre de s mismo, tanto ms profunda y ampliamente siente las necesidades de los pobrecillos que no poseen los dones celestiales trados del cielo a los hombres por medio de Jesucristo. Y esta sensacin se hace ms viva cuando se entra en intimidad con el Seor. El don y la riqueza de los Cooperadores El obispo de Alba, terciario dominico, lo haba nombrado director de los terciarios dominicos de su dicesis. Por tal circunstancia se relacion con los Padres Dominicos y ley libros y revistas de la Orden. En las doce conferencias anuales que les diriga, y en el trato con cada terciario, se percat de que en muchos de ellos haba, en realidad, un cierto empeo por mejorar su vida individual. Faltaba en cambio la conciencia del apostolado en favor de los dems, propio de santo Domingo. Intent
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inculcrselo, y vio que buena parte de ellos entenda y hasta actuaba. Ese era el buen camino. Iniciada ya la Sociedad de San Pablo, en el ao 1916 y siguientes, pens que se necesitaba agregarle una especie de tercera orden: esto es, personas que quisieran mejorar su vida cristiana segn el espritu paulino, juntando el apostolado ejercido con la oracin, las obras y los donativos: Unin Cooperadores del Apostolado de las Ediciones. Muchos correspondieron generosamente. La Santa Sede la enriqueci con indulgencias. La Sociedad de San Pablo celebra todos los aos, como signo de gratitud, 2.400 misas por todos los cooperadores. Los inscritos (en todo el mundo) hoy superan seguramente el milln. Siempre se ha tenido esta intencin en las oraciones: que se salven cuantos beneficien a la Familia Paulina con la oracin y las obras, los donativos, el envo de vocaciones, etc.; y que, despus de su muerte, puedan de inmediato o lo ms pronto posible contemplar a Dios: poseerlo, honrarlo y gozar de l eternamente. El trabajo l da gracias al Seor por ser de familia profundamente cristiana, campesina, muy trabajadora; bajo este aspecto era proverbial entre sus conocidos y vecinos. Los hijos, ya de pequeos, crecan en el temor de Dios y cada uno tena que hacer
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trabajitos o grandes trabajos, segn sus fuerzas; desde el cuidado de los pollos hasta las ms fatigosas faenas del campo.
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Los estudios, incluso los elementales, costaron notables sacrificios. Se desconocan las vacaciones veraniegas y el descanso invernal. Aun en el periodo posterior (de los once a los veintitrs aos) el recreo consista, casi siempre, en cambiar de ocupacin. Un pequeo episodio: volviendo del seminario y atravesando los prados, ya estaba listo el rastrillo para recoger el heno; y l, sin llegar a casa, se quitaba la chaqueta y los zapatos y se una a sus hermanos hasta la hora de comer. Entre oracin, estudio y trabajo pasaba sus vacaciones, leyendo y estudiando en ellas ms que durante el ao escolar. En el seminario la limpieza dejaba bastante que desear. Entonces se estableci entre los seminaristas y jvenes el Crculo del Nio Jess; los inscritos se comprometan a tener limpio un local, la capilla, el pasillo, el saln, el dormitorio, las escaleras, etc.; todo ello, durante los recreos y tiempos libres. Ya durante sus tiempos de seminarista y especialmente despus, medit el gran misterio de la vida laboriosa de Jess en Nazaret. Un Dios que redime el mundo con las virtudes domsticas y con un duro trabajo hasta la edad de treinta aos! Trabajo redentor, trabajo de apostolado, trabajo fatigoso. No es ste el camino de la
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perfeccin: poner al activo servicio de Dios todas las fuerzas, incluso las fsicas? No es Dios acto pursimo? No est aqu la verdadera pobreza religiosa, la de Jesucristo? No hay un culto a Jess Obrero con el trabajo? No debe cumplirse, y mayormente por los religiosos, la obligacin de ganarse el pan? No es esta la regla que san Pablo se impuso a s mismo? No es un deber social, de modo que slo cumplindolo puede presentarse a predicar el apstol? No nos hace humildes? Para las Familias Paulinas, no es esencia del apostolado [tanto] la pluma de la mano como la pluma de la mquina? No es salud el trabajo? No preserva del ocio y de muchas tentaciones? No conviene que la beneficencia y las colectas sean slo para nuevas iniciativas (por ejemplo, una iglesia, un medio de apostolado, o para darlas a los pobres o a las vocaciones)? Si Jesucristo eligi este camino, no ser porque este aspecto era uno de los primeros a restaurar? No es el trabajo un medio para ganar mritos? Si la Familia trabaja, no refleja la vida de Cristo en un aspecto esencial? Estos pensamientos y principios se profundizaron ms tras una visita a Bruselas y, de modo especial, a la JOC (Juventud Obrera Catlica). Esto explica la abundancia de trabajo introducido en las congregaciones paulinas. Variar de ocupacin es ya un descanso. Todos al trabajo!: moral, intelectual, apostlico, espiritual.
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Hay en las Constituciones, algunos artculos que no permiten a la Familia Paulina envejecer o llegar a ser intil en la sociedad: bastar interpretarlos y dinamizarlos bien: siempre habr nuevas actividades dirigidas al nico apostolado y apoyadas en l. Providencia De 1914 a 1944 tuvo siempre una preocupacin interior en torno a este problema fundamental: cmo conservar la unidad de espritu al mismo tiempo que la independencia administrativa y de direccin entre las cuatro Congregaciones paulinas? El problema, suscitado por un buen sacerdote, don Rossi, en 1916, fluctu no poco entre la organizacin y el gobierno de san Juan Bosco, y la organizacin y el gobierno de san Jos Benito Cottolengo, en sus respectivas instituciones. Se acab por tomar un poco del uno y del otro santo. [Haba que] amoldarse al Derecho cannico, vigente desde 1917, y buscar la unidad espiritual en Jesucristo divino Maestro. Fue un largo periodo de ensayos y titubeos, no sin dolor. La misma preocupacin [surgi] respecto a la administracin y los medios de subsistencia, para dar una base econmica a la Familia Paulina: en este punto haba diferencia de espritu entre los santos [Benito] Cottolengo, Juan Bosco y Jos Cafasso. Se opt tambin aqu por un camino intermedio: el trabajo como medio pedaggico, como apostolado y como medio natural de sustento; y las limosnas para las
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nuevas iniciativas, las casas y especialmente para las iglesias en construccin. Siguiendo la pauta de los tiempos, se constituy tambin un fondo: Pequeo Crdito, que proporcion cierto respiro para afrontar los pagos ms cuantiosos. Confianza en Dios, trabajo continuo, administracin ordenada y equilibrada habran de dar va libre a la divina Providencia. Las Congregaciones paulinas tienen apostolados distintos, pero suficientes para su vida y desarrollo y [para] acrecentar las obras de cada una. Evangelio Hubo un tiempo (el ao escolar 19061907) en que l tuvo una luz ms clara acerca de una gran riqueza que el Seor quera conceder a la Familia Paulina: la difusin del Evangelio, extendida hoy a una veintena de naciones, de diversas formas, especialmente con las jornadas del Evangelio. Desde Po X el estudio de la Escritura era obligatorio para los seminaristas. En agosto de 1907 organiz tres jornadas dominicales de la Biblia, explicndola en forma catequstica y con aplicaciones catequsticas. Por entonces tan slo algunas personas, y raramente, lean el Evangelio; como asimismo se frecuentaba poco la Comunin. Exista una especie de persuasin de que no
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se poda dar al pueblo el Evangelio, y mucho menos la Biblia. La lectura del Evangelio era casi exclusiva de los no catlicos, quienes lo interpretaban segn el criterio de cada uno.
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Hacan falta tres cosas: a) Que el Evangelio penetrase en todas las familias, juntamente con el catecismo. El Evangelio habra de interpretarse segn el sentir de la Iglesia: por tanto, con notas del catecismo completo: fe, moral, culto. Los hombres ya no acudan a las Vsperas dominicales, as que era necesario explicar el Evangelio en las misas, todos los domingos; y as lo haca l en la Catedral de Alba, apenas fue sacerdote. Costumbre que despus se extendi a muchas parroquias. Consecuencia de ello fue la publicacin del Evangelio con notas catequsticas. b) Que el libro del Evangelio fuese modelo e inspirador de todas las ediciones catlicas. c) Que se diese culto al Evangelio; es preciso tratarlo con veneracin. La predicacin debe referirse y amoldarse bastante ms a l: sobre todo, vivirlo en la mente, en el corazn y en las obras. Resultado de esto fueron las treinta adoraciones predicadas y escritas (posteriormente publicadas) sobre la Escritura en general y el Evangelio en particular, hechas mucho ms tarde en San Pablo. El da de santa Cecilia [l] reflexionaba todos los aos sobre las palabras: Esta
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virgen... llevaba siempre sobre su pecho el Evangelio de Cristo. El Evangelio, que ha llevado consigo durante treinta y dos aos, ha sido una oracin eficaz. De este modo se comenz, en 1903, entre los seminaristas de Alba, la campaa de difusin de la Biblia (edicin de Mondov, de las mejores por entonces) y la difusin amplsima del Evangelio (edicin vaticana); se despert un gran fervor entre los seminaristas y se celebraron las primeras jornadas del Evangelio. Desarrollo de la personalidad Desarrollo de la personalidad: natural, sobrenatural, apostlica. En la Familia Paulina se encuentran bien determinados los fines; estn indicados en abundancia los medios, especialmente el tiempo en que el alma, en la hora de adoracin, se pone en comunicacin con Dios y madura, asimila y aplica cuanto ha aprendido. Estn bien combinadas las disposiciones con la libertad y el espritu de iniciativa. En general, quien aprovech todo eso progres mucho en el espritu, en el campo administrativo, en el estudio, en el apostolado, en la formacin global. Tal vez hubo una libertad excesiva de la cual alguno abus, con las consecuencias que ello trae consigo.
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Este proceder requiere, es verdad, profunda persuasin, es decir instruccin, y convicciones profundas; la prctica de los sacramentos, la direccin espiritual, las reflexiones sobre los novsimos mantienen a la persona en el recto camino, o la corrigen si se desva. Es un mtodo ms largo y difcil, pero ms til. La educacin tiene como finalidad formar al hombre para el buen uso de la libertad, en el tiempo y para la eternidad.

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RECURSOS CARISMTICOS
Ms luz... El sueo En momentos de especial dificultad, revisando toda su conducta, por si hubiera impedimentos a la accin de la gracia por su parte, pareci que el divino Maestro quera consolidar el Instituto iniciado pocos aos antes. En el sueo que tuvo despus, le pareci tener una respuesta. Jess Maestro, en efecto, deca: NO TEMIS. YO ESTOY CON VOSOTROS. DESDE AQU QUIERO ILUMINAR. VIVID EN CONTINUA CONVERSIN. El desde aqu sala del sagrario, y con fuerza; como queriendo dar a entender que de l, el Maestro, se ha de recibir toda la luz.
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Habl de esto con el director espiritual, advirtiendo en qu luz se hallaba envuelta la figura del Maestro. Le respondi: Tranquilzate; sea sueo o no, lo que dijo es santo; haz de ello como un programa prctico de vida y de luz para ti y para todos los miembros. Desde entonces, y cada vez ms, todo se orient hacia el sagrario y se hizo derivar de l. Cmo interpret l, en el conjunto de las circunstancias, esas expresiones: a) Ni los socialistas, ni los fascistas, ni el mundo, ni el precipitarse de los acreedores en un momento de pnico, ni el naufragio, ni Satans, ni las pasiones, ni vuestra insuficiencia en todo... [podrn obstaculizaros]; pero, eso s, dejadme estar con vosotros, no
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me alejis con el pecado. Yo estoy con vosotros, es decir con vuestra Familia, que yo he querido, que es ma, que alimento, de la que formo parte como Cabeza. No dudis! Aun cuando sean muchas las dificultades...; pero que yo pueda estar siempre con vosotros! Nada de pecados!
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b) Desde aqu quiero iluminar. Esto es, yo soy vuestra luz y me servir de vosotros para iluminar; os doy esta misin y quiero que la cumplis. La luz que envolva al divino Maestro, la fuerza de voz de aquel quiero y desde aqu y la prolongada indicacin con la mano hacia el sagrario fueron entendidas as: una invitacin a tomarlo todo de l, Maestro divino presente en el sagrario; que sta es su voluntad; que la entonces amenazada Familia irradiara gran luz... Por eso estim ms conveniente sacrificar la gramtica al sentido, escribiendo Ab hinc. Cada cual piense que es transmisor de luz, altavoz de Cristo, secretario de los evangelistas, de san Pablo, de san Pedro...; que la pluma de la mano con la pluma del tintero de la mquina impresora cumplen una nica misin... c) El dolor de los pecados significa un reconocimiento habitual de nuestros pecados, de los defectos e insuficiencias. Distinguir en nuestra vocacin lo que es de Dios de lo que es nuestro: a Dios todo el honor y a nosotros el desprecio. De aqu naci la oracin de la fe, el Pacto o secreto del xito. a espiritualidad integral de Jess Maestro En el estudio de las diversas espiritualidades benedictina, franciscana,
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ignaciana, carmelitana, salesiana, dominicana, agustiniana, apareci cada vez con ms claridad que todas tienen aspectos buenos; pero en el fondo est siempre Jesucristo, Maestro divino, del cual cada una considera especialmente un aspecto: [hay] quien ms la verdad (santo Domingo y sus seguidores); o ms la caridad (san Francisco y sus seguidores); o ms la vida (san Benito y sus seguidores); y hay quien considera dos aspectos, etc. Pero si se pasa luego al estudio de san Pablo, se encuentra al discpulo que conoce al Maestro divino en su plenitud: san Pablo lo vive entero, sondea los profundos misterios de su doctrina, de su corazn, de su santidad, de la humanidad y divinidad; lo considera doctor, hostia, sacerdote; nos presenta al Cristo total, como l mismo se defini: camino, verdad y vida. En esta visin est la religin: dogma, moral y culto; est Jesucristo integral, por esta devocin queda el hombre captado, conquistado por Jesucristo. La piedad es plena, y el religioso, como el sacerdote, crecen as en sabidura (estudio y sabidura celeste), en edad (virilidad y virtud) y en gracia (santidad) hasta la plenitud y perfecta edad de Jesucristo; hasta sustituirse [ste] en el hombre o al hombre: Vivo yo, pero no soy yo, es Cristo quien vive en m. En esta devocin confluyen todas las devociones a la persona de Jesucristo HombreDios. La divina asistencia Hubo muchas personas que se ofrecieron como vctimas por el xito del Instituto, y el
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V. RECURSOS CARISMTICOS

Seor acept el ofrecimiento de algunas de ellas. Los seminaristas de Alba, aunque no conocan con precisin de qu se trataba, desde 1910 ofrecieron todos los das las intenciones de su director espiritual; y, al estallar la guerra de 1915, estando en el frente renovaban su ofrecimiento, acompaado tambin del de su vida continuamente expuesta a los peligros; alguno muri en el frente, o por enfermedad all contrada.
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Entre las personas cuyo ofrecimiento de la vida acept el Seor, por lo que humanamente se puede juzgar [estn]: los seminaristas Borello y Fanteguzzi; los sacerdotes Saffirio, Destfanis y Villari. Pueden recordarse, con Maggiorino Vigolungo, algunos otros de la Sociedad de San Pablo. Cabe recordar a Cavazza-Vitali, con un grupo de Hijas [de San Pablo], desde Calliano en adelante. Las familias paulinas son fruto de innumerables sacrificios, oraciones y ofrecimientos: de muchos aos. Mediante el resorte del pacto con Dios, que se reza entre las oraciones [diarias] y de cuyo alcance l no llega a darse perfecta cuenta, junto con el trabajo en las cuatro ramas, las bendiciones de Dios [son] continuas en todos los sentidos. Haba formado a su alrededor un crculo de personas virtuosas y piadosas, que constantemente oraban en sus adoraciones: el cannigo Chiesa iba a la cabeza. No faltaron peligros de diversa ndole: personales, econmicos; acusaciones en
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referencias escritas y verbales: se viva en peligro da tras da; pero san Pablo fue siempre la salvacin. Hasta en los mismos gastos se proceda segn el consejo y con este examen: es esto necesario?; tengo recta intencin?; lo haramos si estuviramos a punto de morir? Si las respuestas eran afirmativas, se pona en manos de Dios. A veces las necesidades eran urgentes y graves, y todos los recursos y esperanzas humanas se haban cerrado: se rezaba y se procuraba alejar el pecado y toda falta contra la pobreza; y [llegaban] soluciones inesperadas, dinero venido por manos de desconocidos, prstamos ofrecidos, nuevos bienhechores y otras cosas que l nunca supo explicarse... Los aos pasaban, las previsiones de quiebra segura, segn muchos, las acusaciones de locura... se disipaban y todo se llevaba a trmino, tal vez con fatiga, pero en paz. Ninguno de los acreedores perdi un cntimo... y los proveedores, los constructores y las empresas siguieron prestando su confianza. Bienhechores a quienes la caridad rindi el triple hubo muchos; y tambin numerosos fueron los casos contrarios. El maestro Giaccardo deca: Me causan pena ciertos opositores, aunque de buena fe, porque conozco ya a varios castigados. Pero l [Alberione] replicaba: Conozco muchos ms que fueron bendecidos por haber enviado vocaciones y ayudado a San Pablo.
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Jams falt el favor y el consentimiento del Obispo; como tampoco el del clero ms distinguido de la dicesis. Entre los principales bienhechores: el cannigo Chiesa, el obispo monseor Re, Cavazza-Vitali, uno de los tos de la familia, casi todos los vicarios forneos de la dicesis y un sinnmero de cooperadores. Mucho le ayudaron los consejos del cardenal Maffi, del cardenal Richelmy, del cannigo Allamano. [Recibi] mucha ayuda econmica del cannigo Priero, de monseor Sibona, de monseor Dallorto y del arcipreste Brovia. Tambin [recibi] mucha ayuda espiritual del cannigo Novo, de monseor Fassino, de don Rossi, de monseor Molino, del cannigo Danusso y del cannigo Varaldi. Las primeras mquinas fueron pagadas por su to Santiago. En los primeros aos, los socialistas de Alba amenazaron varias veces con quemar tipografa, casa y revistas; hubo que pasar hasta noches sin dormir, vigilando para que al menos los muchachos, llegado el caso, no corrieran peligro o se asustaran demasiado. Lo mismo sucedi cuando empez a organizarse el fascismo; y cuando las amenazas comenzaron a convertirse en intimidaciones y disturbios, los cooperadores que haban prestado dinero para las construcciones perdan la confianza; de ah vinieron apuros y serias preocupaciones, pero nadie perda la confianza.

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De continuo se rezaban rosarios, se invocaba a san Pablo, se hacan Visitas segn las intenciones del Primer Maestro. Espritu y prcticas [de piedad] Haba encontrado en el seminario de Alba un ambiente de sencilla, profunda y activa espiritualidad. En el seminario arzobispal de Turn, un to suyo haba fundado una buena pensin que asignar a algn aspirante al sacerdocio perteneciente a la familia o, en su defecto, segn el criterio del Arzobispo. l prefiri permanecer en el seminario de Alba, pagndose la pensin, por el buen espritu que all haba encontrado, superiores, confesor, director espiritual de gran virtud, celo y experiencia; ambiente familiar, estudio serio, aunque no de primer orden; compaeros edificantes. La predicacin era muy abundante; meditaciones y lecturas espirituales y vidas de santos de los ltimos siglos; todo inspirado en san Francisco de Sales, san Alfonso de Ligorio, la Imitacin de Cristo, san Juan Bosco, san [Benito] Cottolengo. Todos los domingos, durante algunos aos, [haba] un sustancioso entretenimiento sobre la pureza de la doctrina en los ms variados y debatidos temas, y sobre el deber de obedecer a la autoridad eclesistica; lo diriga siempre el Obispo, de quien no se saba si era ms profundo en teologa, en filosofa, en derecho cannico, o en sociologa.

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Se iba introduciendo la comunin diaria, que hasta entonces faltaba en muchos seminarios. La disciplina no era pesada, sino que se formaban convicciones profundas; aunque el conjunto era [fuese] muy diverso de la Sociedad de San Pablo. Con cuanto de til aprendi all, l quiso enriquecer a la Familia Paulina, procurando una mayor actualizacin y aadiendo todo cuanto mejor poda servir a establecer la vida sobre la piedra angular, que es Cristo Jess. Las devociones Monseor Galletti, obispo de Alba, haba dejado la devocin eucarstica como herencia espiritual a la dicesis y en especial al seminario. l haba colaborado con ptimos sacerdotes a poner en prctica en la dicesis los decretos del beato Po X sobre la comunin frecuente, la comunin de los nios y la comunin de los enfermos, insistiendo especialmente en el vitico administrado a tiempo. Durante diez aos fue director espiritual de ambos seminarios (menor y mayor), teniendo que dar las meditaciones y plticas ordinarias. Su antecesor en el cargo sola dedicar la primera semana del mes a [estas] devociones: ngel de la guarda, almas del purgatorio, san Jos, Eucarista, sagrado Corazn de Jess, Mara santsima, la Trinidad. l continu la misma costumbre, segn el deseo de los superiores del seminario, considerndolo muy til.
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Ms tarde, iniciada ya la Familia Paulina, introdujo la misma [costumbre] aunque acomodndola a las necesidades particulares, dando cabida a la devocin a san Pablo apstol y al divino Maestro, que compendia todas las devociones a Jesucristo, considerndole Nio en el pesebre, Obrero en Nazaret, Doctor en la vida pblica, Crucificado para la redencin, Eucarista en el sagrario, Corazn amoroso en los dones otorgados a la humanidad. La devocin a la Reina de los Apstoles tambin la inculc, ya en el seminario: bajo su patrocinio se desarrollaron las conferencias de pastoral (1912-1915), la clase de sociologa, y los primeros pasos de los neo-sacerdotes en el ministerio. Mara es co-apstol; as como es corredentora. Mara recibi un doble anuncio: el del ngel Gabriel, que le notificaba la maternidad divina respecto de Jesucristo, y el anuncio de Jesucristo crucificado, que le comunicaba la maternidad universal referida a todo el cuerpo mstico que es la Iglesia. Ninguna riqueza mayor que Jesucristo puede darse a este mundo pobre y orgulloso. Mara dio al mundo la gracia en Jesucristo; contina brindndolo a lo largo de los siglos: es mediadora universal de la gracia y en esta misin es tambin madre nuestra. El mundo necesita a Jesucristo, camino, verdad y vida. [Mara] lo da mediante los apstoles y los apostolados. Ella los suscita, los forma, los asiste, los corona de frutos y de gloria en el cielo.

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Todo tiene que acabar en un gran Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres en honor de la santsima Trinidad, cantado por los ngeles, como programa de vida, apostolado y redencin de Jesucristo: el paulino vive en Cristo. En el seminario, de acuerdo con el Obispo, haba introducido: comunin diaria, retiro mensual, adoracin de los primeros viernes de mes y segunda misa los domingos. Vistos los buenos resultados, enriqueci tambin con ello a la Familia Paulina.

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VI.

MIRANDO AL FUTURO
Cosas por hacer I. LA SUMA DE
LA VIDA

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Hay una desorientacin cada vez ms acusada hoy en da: [es] la enfermedad del cientificismo y del tecnicismo. Todas y cada una de las ciencias, los inventos y descubrimientos son captulos del gran libro de la creacin; son conocimiento de la obra creadora de Dios; todo debe servirle al hombre como medio para encaminarse a Dios, como el ojo, la lengua y la voluntad sirven al hombre. Pero como sucede a menudo a algunos hombres que no se preguntan: De dnde vengo?, a dnde voy?, por qu existo?, as [sucede] con los conocimientos, inventos y descubrimientos; los hombres, complacindose slo en poseerlos, no se preguntan: Quin los cre?, por qu me los ha dado?, para qu sirven? Todo debe servir al hombre en orden a Jesucristo, a Dios, segn san Pablo: Todo es vuestro, vosotros de Cristo y Cristo de Dios. Las ciencias bien comprendidas conducen a Jesucristo, que es el camino hacia Dios; o sea, preparan para recibir la revelacin de Jesucristo, el cual, como Dios, mientras al crear las cosas ilumin al hombre para que las conozca, quiso, para elevar al hombre, revelar otras verdades no impresas en la naturaleza, y as prepararle a la visin de Dios, con tal que el hombre haya hecho
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buen uso de la razn y haya acogido con fe la revelacin.

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As como el pecado trajo la desorientacin en las costumbres y el culto, entre los pueblos, del mismo modo caus la desorientacin en la filosofa y en las ciencias. Por el orgullo humano: Seris como dioses, con frecuencia no conducen a la teologa, a la fe; no sirven al hombre, sino que le esclavizan, hasta el punto de impedir la consecucin de su finalidad. La ciencia humana es un arma noble, pero con frecuencia se la utiliza contra el mismo hombre. Y bien, nosotros los sacerdotes, continuadores de la obra de Jesucristo, cumplimos nuestro ministerio de dominar la ciencia e iluminar y guiar a los intelectuales para que profundicen su saber y en el fondo encuentren a Jesucristo y a Dios? El sacerdote, para actuar en este sentido y elevar a los intelectuales desde la razn a la revelacin, de la ciencia humana a la divina, debe buscarles all donde se encuentren; como el Hijo de Dios que se hizo hombre para encontrar al hombre, oveja descarriada, y conducirlo a Dios Padre. Por eso los programas pontificios exigen, hoy en mayor proporcin que antes de Po X, que el clrigo aprenda mucho ms de la ciencia humana. Es necesario: 1 estudiar, al menos suficientemente, la ciencia humana; 2 unificar las ciencias en la filosofa de las ciencias; 3 presentar la filosofa como la servidora inmediata que introduce a la revelacin.

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En la oracin de la fiesta de san Alberto Magno se dice: Oh Dios, que al bienaventurado Alberto, obispo y confesor, le hiciste grande en poner la sabidura humana al servicio de la fe: concdenos seguir de cerca su magisterio, de modo que gocemos de la perfecta luz en el cielo. Actualmente se echa de menos la unificacin de las ciencias en una filosofa que lleve a los intelectuales al umbral de la teologa, y avive en ellos el deseo de otra luz, la de Cristo, mediante la cual se llegar a la luz plena del cielo. Durante los cursos de teologa, estudiando, adems de los tratados de clase, la Suma (filosfica y teolgica) de santo Toms, y conversando a menudo con el cannigo Chiesa sobre la empresa del santo al recopilar las ciencias antiguas (especialmente la filosofa de Aristteles) y unificarlas, se conclua siempre: Unmonos en oracin para que la divina Providencia suscite un nuevo santo Toms de Aquino que rena los miembros esparcidos, es decir, las ciencias, en una nueva sntesis metdica y clara, aunque breve, y forme con ellas un solo cuerpo. Los intelectuales, adems de la ayuda divina de la gracia, tendrn as tambin el auxilio humano de su saber: cada ciencia, a travs de la filosofa, enviar un rayo de luz a la teologa, y las mltiples ciencias hallarn su unidad en la multiplicidad, y mediante la humildad de la fe se obtendr la tercera revelacin, la luz de la gloria. Todo esto se halla en el Maestro divino: ciencias naturales que se conocen por la luz
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natural de la razn; ciencias teolgicas reveladas por Jesucristo, que se aceptan con la luz de la fe; visin de todo en Dios, en la vida eterna, mediante la luz de la gloria.
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Despus de muchas oraciones tom la decisin de hacer un ensayo o intento en un Curso de teologa. El cannigo Chiesa conoca al pueblo alemn, al ingls y al francs, entre el que pas un notable perodo; [era] doctor en teologa, filosofa y en ambas partes del derecho, cultsimo en ciencias humanas (no en todas sus particularidades, pero s en sus principios, uso, aplicacin, finalidad, etc.). Se haban consultado muchos tratados, siguiendo el Divino ejemplarismo; pero el intento muchos ni lo examinaron o lo consideraron una ilusin pueril... Sin embargo, las adoraciones al divino Maestro, que l ciertamente realiza en el cielo, donde deseaba acompaar a san Pablo apstol, el universalista, en el canto eterno a Cristo, eterna verdad; y las adoraciones que en la tierra hace la Familia Paulina, incluidas las Pas Discpulas (que deben desempear esta misin), obtendrn del Maestro divino eucarstico, esta gracia. Si es cierto que cualquier cosa que pidamos en nombre de Jesucristo se nos concede, creamos, aguardemos, trabajemos humildemente y con fe. La Sociedad de San Pablo se preguntar a menudo: A qu has venido?. Ella lleve siempre a los intelectuales en el corazn; el Evangelio es cosa divina y en el fondo se ajusta a todas las inteligencias; es capaz de responder a todos los interrogantes de los hombres de todos los tiempos. Si se conquista
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a los intelectuales se pesca con la red y no slo con el anzuelo. Entonces [se realizar] el abrazo completo de las dos hermanas en Cristo-Dios: la razn y la fe. II. ESTUDIOS ACADMICOS Es necesario llegar a completar los estudios, hasta poder dar ttulos en filosofa, sociologa, teologa y derecho. El seminario de Gnova era una facultad pontificia que otorgaba grados. El cannigo Chiesa le haba dicho: No es que adquieras la ciencia mediante un ttulo; pero el ttulo es una declaracin ms solemne y una ratificacin de que puedes ejercer los ministerios sagrados. Podrs adentrarte en las funciones sacerdotales con mayor confianza, pensando: Me he empeado en conseguir, en cuanto a la ciencia, aptitud para ensear la doctrina cristiana; ahora, para todo lo que falta, que es la mayor parte, creo que puedo contar con la promesa divina: El Seor dar la palabra a los evangelizadores. El 30 de junio de 1906 recibi una luz especial. Esta riqueza la dar Dios a la Familia Paulina en la medida de la correspondencia a su misin. Se puede trabajar en esa direccin. III. OBSEQUIO A MARA, MEDIADORA DE GRACIA En uno de los sueos pregunt a Mara qu podra ofrecerle ahora la Familia Paulina como obsequio, y qu homenaje esperaba de la cristiandad en ese momento histrico: Mara se mostraba envuelta en luz blanca-oro como
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la llena de gracia. Oy: Soy la Madre de la divina gracia. Lo cual responde a la necesidad actual de la pobre humanidad, y ayuda a hacer conocer mejor el oficio que cumple Mara actualmente en el cielo: mediadora universal de la gracia. Aqu tenis a un semi-ciego, al que guan; y mientras camina es iluminado de vez en cuando, para que pueda continuar avanzando: Dios es la luz. Algunas otras cosas podrn verse en el porvenir. Agradezco al Seor estos favores: 1)Durante los estudios filosficos vest el cngulo de santo Toms para la pureza. 2)Durante los estudios teolgicos me inscrib entre los seminaristas en el Crculo de la Inmaculada. 3)Durante los estudios teolgicos pertenec al Crculo Nio Jess. 4)Recib sucesivamente los escapularios de la Inmaculada, del Carmen y de la Dolorosa. 5)En el primer ao de ordenacin me inscrib entre los Sacerdotes adoradores. 6)Me hizo un gran bien pertenecer a la tercera orden dominica y ser su director en la ciudad de Alba. 7)Sobre todo, el Apostolado de la oracin, desde 1902. 8)Al Trnsito de San Jos y a Nuestra Seora de la buena muerte.

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