Lucy Monroe - Serie Los Hijos de La Luna 00 - Corriendo Con La Luna
Lucy Monroe - Serie Los Hijos de La Luna 00 - Corriendo Con La Luna
Lucy Monroe - Serie Los Hijos de La Luna 00 - Corriendo Con La Luna
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Lucy Monroe
LUCY MONROE
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Lucy Monroe
ndice
ARGUMENTO .................................................................. 4 Prlogo ........................................................................... 5 Corriendo con la Luna .................................................. 8 Eplogo ......................................................................... 24 Glosario ........................................................................ 25 Bendicin Matrimonial Chrechte ............................... 27 Marcas de los Clanes Chrechte .................................. 29 La luna en la vida de los Chrechte ............................. 33
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Lucy Monroe
ARGUMENTO
El amor puede tener muchas pieles, muchas formas pero en el fondo siempre es el mismo. Susannah, una mujer lobo Chrechte, aprende que a veces huir del destino hace que te topes directamente con l. Mientras corre con la luna sola por primera vez conocer el amor de la mano de Magnus, quien desafiar a cualquiera que ose alejarla de su lado. Conoce en esta breve historia, el inicio de la afamada serie Los Hijos de la Luna de Lucy Monroe.
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Prlogo
Los inicios
Hace unos milenios, Dios cre a una raza tan feroz que incluso sus mujeres eran
temidas en batalla. Era un pueblo guerrero en todos los aspectos, que rechazaba someterse a cualquier gobernante que no fuera de los suyos sin importarle cu{n grandes fueran las fuerzas enviadas para someterlos. Sus enemigos decan que luchaban como animales. Sus enemigos vencidos no decan nada, porque simplemente estaban muertos. Eran considerados un pueblo primitivo y brbaro porque deslucan su piel con tatuajes de tinta azul. Los diseos eran por lo general simples. Una bestia solitaria era representada en un contorno sin adornos, aunque algunos miembros del clan posean ms marcas que rivalizaban con las de los celtas por sus diseos intrincados. stos eran los lderes del clan, y sus enemigos nunca fueron capaces de descubrir el significado de alguno de los coloreados tatuajes azules. Unos suponan que eran smbolos de su naturaleza guerrera y de hecho en parte tenan razn. Ya que las bestias representaban una parte de ellos mismos, algo que aquel pueblo feroz e independiente mantena en secreto bajo pena de muerte. Era un secreto que haban guardado a travs de siglos de existencia, mientras la mayora emigraba por todo el territorio europeo hasta instalarse en el inhspito norte de Escocia. Sus enemigos romanos los llamaron Pictos, un nombre aceptado por otros pueblos de su tierra y tierras al sur Ellos se llamaban a s mismos Chrechte. Su gusto salvaje por la lucha y la conquista vena de la parte de su naturaleza que sus equivalentes absolutamente humanos no disfrutaban. Porque este pueblo feroz era uno de cambia formas, y los azulados tatuajes en su piel eran marcas realizadas como parte de un rito de transicin. Cuando su primer cambio ocurra, eran marcados con el tipo de animal en el que podan transformarse. Unos dominaban el
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control de su cambio. Otros no. Y mientras la mayora eran lobos, tambin existan grandes felinos y aves de rapia. Ninguna de las ramas de los cambia formas se reproduca tan rpida o prolficamente como sus hermanos y hermanas humanos. Aunque fueran una raza temible y su astucia estuviera realzada por un entendimiento de la naturaleza que la mayora de pueblos no posea, no eran temerarios y no los gobernaba su lado animal. Un guerrero podra matar a cientos de sus enemigos, pero si ella o l murieran antes de tener descendencia, la muerte ocasionara una inevitable reduccin del clan. Algunos clanes Pictos y aquellos conocidos con otros nombres en diferentes partes del mundo ya se haban extinguido, en vez de sucumbir a los inferiores, pero multitudinarios humanos que los rodeaban. La mayora de los cambia forma de las Highlands Escocesas eran demasiado inteligentes para enfrentarse al final de su raza, por eso prefirieron mezclarse. Ellos vislumbraron el futuro. A la llegada del noveno siglo, Kenneth MacAlpin subi al trono escocs. Descendiente Chrechte a travs de su madre, MacAlpin era el resultado de un matrimonio mixto y su naturaleza humana era la predominante. No era capaz de el Cambio, pero esto no lo detuvo de reclamar el trono Picto (como se le llamaba en ese entonces). A fin de garantizar su monarqua, traicion a sus hermanos Chrechte durante una cena matando a toda la Familia Real de su raza, y por siempre se consolid la desconfianza hacia los humanos por sus pares Chrechtes. A pesar de esta suspicacia, los Chrechte se dieron cuenta de que podran morir luchando contra una siempre creciente y usurpadora raza humana, o podran unirse a los clanes celtas. Se les unieron. Para lo que ataa al resto del mundo, aunque muchos vivan para dar testimonio de su antigua existencia, el pueblo Picto ya no exista. Porque no estaba en su naturaleza ser gobernados por cualquiera que no fuera uno de ellos, en dos generaciones, los clanes celtas que haban asimilado a los Chrechte fueron regidos por jefes de clanes cambia formas. En su mayor parte, los integrantes humanos ignoraban este hecho; sin embargo, a unos cuantos se les confi los secretos de sus parientes. Aquellos que saban los secretos eran conscientes de que traicionar el cdigo de silencio significaba una muerte irrevocable e inmediata. Ese cdigo de silencio fue raramente roto hasta este da, aunque los cambia forma hayan emigrado a otras partes del mundo junto con sus pares humanos. Se le puede encontrar en cada continente, aunque pocos crean en su existencia e incluso menos lo sepan con seguridad.
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La libertad corra por ella en ola tras ola de placer. Era la primera vez en su vida que le haban permitido correr sola durante una luna llena. Apenas poda creer que su laird o su hermano le hubieran otorgado el permiso para que ella lo hiciera as, pero al menos uno lo haba hecho, si es que no fue el otro. Y se senta tan contenta. An no estaba lista para emparejarse, pero si hubiera corrido con su manada, se habra sido su destino. Estaba en celo, era mayor de edad... algunos diran que haca mucho que la haba sobrepasado... y la naturaleza de su bestia hubiera exigido una unin fsica. Los machos sin emparejar de su manada habran luchado entre s por el derecho de acoplarse con ella y su lobo se habra rendido al ritual ancestral. Pero la mujer humana dentro del cuerpo de lobo no deseaba a ninguno de los machos de su manada. Ni siquiera a su lder. Lo cual era su autntico problema. No era slo que se sintiera temerosa por emparejarse por primera vez como loba, sino que ningn miembro de su manada le atraa como potencial marido o amante temporal.
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Aunque hacerlo significara obtener el control de su Cambio. Pensaba que era mejor correr con la luna como una loba que emparejarse con un hombre que no la atraa de ninguna forma. Demasiado tmida para compartir semejante opinin con su hermano, se habra preocupado en soledad hasta que no hubiera tenido ninguna otra opcin, salvo hablar con alguien. Y ahora estaba aqu, complacida por haber vencido la normal reticencia de su naturaleza... porque tena libertad y se senta maravillosa. No deseaba permanecer lejos m{s all{ de esta nica noche amaba a su clan y a su manada. Pero esta noche, cuando la luna controlara su Cambio y la naturaleza de su bestia dictara que estaba fsicamente lista para algo para lo cual no estaba mentalmente preparada, esta pequea degustacin de libertad sera mucho ms dulce que todo lo que haba conocido. La alegra de evitar el destino dictaminado profundamente en el interior de su bestia la hizo rer y el sonido que escap son a aullidos de felicidad.
Corra a lo largo de la orilla de playa que separaba a la isla hogar de su clan de este lado, zambullndose en las olas que iban y venan para luego correr de regreso a la playa en un juego que sola jugar de nia, cuando de repente un aroma tentador lleg a ella gracias al viento. Se detuvo y olfate. Nunca haba olido nada como esto antes. La cautivaba. Su cuerpo tembl con nuevos sentimientos que no poda identificar.
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Dese correr y a la vez quedarse donde estaba. Dese aullarle a la luna por pura alegra... y temor. Durante largos segundos no hizo nada, slo capt la esencia trada por el viento. La fragancia intrigante vena de su flanco izquierdo junto con otros olores que le eran desconocidos. Despacio dio la vuelta, su vista penetrante se enfoc en los rboles del bosque que terminaban poco antes de la playa. Oy movimiento... muy dbil, pero all a pesar de todo. Su lomo se eriz cuando el miedo pas rozando a lo largo de su columna. No estaba sola. Se esforz por distinguir las formas oscuras iluminadas por la luna. Y luego los vio justo en el lindero de los rboles... cuatro grandes lobos machos. Aunque sus sentidos le dijeron que no eran cualquier clase de lobos. Eran como ella. Eran Chrechte. Hombres lobos. Le haban autorizado a correr sola y sealado el lugar donde correr, pero su manada no deba haberse dado cuenta de que estas tierras eran usadas como territorio de caza por otra manada por otro clan. Su mente humana grit en negacin mientras su bestia alzaba la cabeza y aullaba en alto, el inequvoco y ancestral desafo para cualquier hombre lobo. Atrpame si puedes, deca este. Ven a m y hazme tuya. Y la felicidad de su libertad se transform en otra emocin embriagadora an ms potente de lo normal... la alegra de quiz encontrar a su compaero. Alz la cola por pura provocacin, la flame de un lado a otro antes de darse vuelta y correr. El grupo de machos la sigui, sus grandes patas golpearon la costa mientras la perseguan. Si se quedaba en la playa la alcanzaran muy pronto. Aunque fuera muy rpida, alguien acostumbrado a la Caza sera ms rpido. Pero no era ninguna mujer lobo inexperta, fcil de atrapar. Era veloz, poda ser una de las mujeres ms tmidas de su clan, pero tambin era muy astuta. Hara que le probaran su vala antes de permitirles luchar por ella. Vir hacia el bosque, usando los rboles y arbustos como obstculos en el camino de los Chrechte.
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Era ms pequea y ligera, pero poda correr por lugares que los enormes hombres lobo no podran. Procur hacerlo as, obligndolos a tomar rutas tortuosas para seguirla, hacindolos ms lentos, probando tanto su fuerza como determinacin. Ese olor especial la segua como si siempre estuviera en la direccin correcta del viento, aunque esto no poda ser as. Nunca lo haba captado antes y an as era ntimamente familiar. Este la espole a correr ms rpido, ms lejos... a tomar mayores riesgos para demostrar su propio valor como mujer lobo. Como alguien digna de esfuerzo. Anhelaba ese olor... lo necesitaba..., pero slo si el lobo que lo portaba poda demostrar su valor. Se mantendra a la par con ella? Luchara contra los otros lobos por la oportunidad de emparejarse con ella? Ganara l? Su corazn humano se rebel ante cualquier otro resultado y resurgi el miedo mezclado con otras emociones que embargaban su lustroso cuerpo lobuno. Sentimientos que nublaban su capacidad de razonar. Sintiendo pnico, aunque no estuviera segura del por qu, corri ms rpido. Su mente humana saba que la reaccin no tena sentido, no si ansiaba el olor, pero su lobo le dijo que huyera de aquello que la asustaba. Ambas sentan demasiadas emociones nuevas para pensar claramente. Sus piernas la llevaron sobre el desigual terreno en borrosa velocidad, los rboles que dejaba atrs no eran nada ms que formas vagas iluminadas por la luna nocturna. El bosque le era desconocido y parte de ella saba que correr sin una direccin clara era peligroso. An as corri. No saba a dnde iba o si corra en una direccin que le permitiera alejarse. Simplemente corri, corri y corri. Los lobos detrs de ella aullaron. Un aullido destac sobre los dems y son como una orden para que se detuviera, pero no le prest atencin. Lo desconocido ante ella no era ms aterrador que lo desconocido tras de s. Jadeaba, pero su cuerpo no redujo la marcha. Por poco evit golpear un rbol y gimi, vacilando por un mero segundo en su fluido paso. De repente, un poderoso cuerpo le golpe el flanco y ella cay rodando, gimoteando mientras su cabeza se enrollaba contra su cola, aterrizando en un aturdido montn sobre su costado.
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El gran lobo que la haba hecho caer le ladraba y grua con censura inequvoca. Susannah era una mujer tmida e incluso su lobo lo era, pero era una mujer lobo corriendo por primera vez en celo y sus instintos ms primigenios la hicieron pararse precipitadamente y gruir. No me ladres! l le gru en respuesta, intentando morderle el flanco, como si tratara de apartarla de la direccin en la que haba estado corriendo. l no hizo movimiento alguno, dej que ella captara el aroma inequvoco que hubiera olido antes si no hubiera estado concentrada en una carrera a ciegas. Humanos. Baj las orejas y meti la cola mientras su corazn lata tan rpido y fuerte que apenas si poda or los otros sonidos de la noche. Pero estos eran de una forma inconfundible los de una partida de caza. Y si el comportamiento del lobo significaba algo, los miembros de esa partida no pertenecan a su clan. O si lo eran, no eran de los pocos privilegiados en saber que entre ellos vivan cambia formas. La golpe suavemente con su gran hocico, pero a pesar de saber que estaban en peligro, ella no poda rendirse. Todava no. Esta vez su gruido salvaje fue bajo y lleno de amenaza. Ella tembl, pero permaneci firme. Sin advertencia, l la hizo rodar otra vez, abalanzndose hasta que el enorme cuerpo de su lobo la domin. Dos grandes patas presionaron contra su hombro, las garras se extendieron. Pero sin hacerle dao, slo advirtindole que estaban all. l gru otra vez. La mujer loba gimote y apart la cabeza, pero sin exponer exactamente la garganta. l lami su hocico, como si tuviera todo el derecho.
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No me beses. No soy tuya. Le gru ella l refunfu y luego le lami el cuello. Un beso cuando podra haberle arrancado la garganta. Ella tembl otra vez, ahora una extraa reaccin se centr profundamente en su matriz, en lugar de su antiguo miedo. Su boca se cerr sobre su garganta, sus dientes apretaron, capturndola de la gorguera como un adulto hara con un cachorro. Los amenazantes dientes eran gentiles, pero ella era sumamente consciente de su vulnerabilidad ante su poder... su fuerza... el impacto letal de su mordedura. El Chrechte hizo que se levantara y caminara con l. Esto la avergonz. No haba sido conducida de esta forma desde los tiempos en que se escap despus de su primer cambio y su hermano Drustan fue tras de ella. l haba estado tan enojado como este lobo, pero no haba sido ni la mitad de gentil cuando la llev de regreso a la manada. Cuando regresaron a su forma humana, la haba sermoneado hasta que ella estall en llanto. Y por primera vez que recordara, cuando acudi a su madre por consuelo, obtuvo reproches en cambio. El riesgo de ser descubierta por humanos durante la Caza era una ofensa punible y segn su madre, Susannah era afortunada de que el lder de la manada hubiera permitido que su hermano se responsabilizara de disciplinarla. Si l se hubiera encargado, podra haber sido mucho peor. As que saba que el alejarla de los humanos era lo correcto. Se haba equivocado al adentrarse en territorio desconocido sin habrselo cuestionado. Pero an se senta mortificada por su situacin actual, y eso hizo que se enojara. No deseaba que este lobo la viera como un beb que necesita de atencin. Era una mujer lobo adulta en celo. Y l ola como su compaero.
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Magnus poda oler la vergenza de la pequea y hermosa mujer lobo as como su clera. Tuvo ganas de consolar lo primero y vencer lo segundo. Ahh... la muchacha ola bien. No slo era la fragancia de su celo, sino el perfume nico que slo perteneca a ella. Nunca haba captado nada tan seductor. Cuando los dems haba capturado su olor, l inmediatamente supo que deseaba luchar por el derecho de
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emparejarse con esta mujer lobo. Nunca antes haba cazado para emparejarse antes, pero sta era su mujer lobo, y cuando terminara la noche su manada y ella lo sabran. La llev hacia un claro donde saba que los dems esperaran. No haban corrido con l cuando ella haba virado hacia los humanos. Podra haberlos llevado a una trampa y tena sentido que slo un lobo la siguiera si es que alguien deba hacerlo. l ni siquiera haba hecho una pausa en su carrera. Haba sentido que ella era guiada por su instinto de huir del peligro. No saba a qu manada perteneca, aunque tena sus sospechas. Slo poda pensar en una manada cuyas mujeres no fueran conscientes de que estas eran las tierras de caza de los Sinclair. Porque dichas mujeres eran cuidadosamente guardadas. Su presencia tena poco sentido, pero fuera lo que fuera que explicara esto despus de esta noche ella nunca correra sola otra vez. En efecto, cuando llegaron al claro haba otros cuatro lobos esperndolos. El lugarteniente del laird, Kenneth, y otros dos guerreros. El otro lobo era el nico macho en su clan adems de Magnus que no era esencialmente un soldado, pero impona respeto en los dems lobos a pesar de ello. Ese lobo era el sanador de su clan. Un rol inusual para un macho, pero los Chrechte siempre haban sido diferentes a sus pares humanos y haban reconocido que las artes curativas eran tan necesarias como los guerreros para la supervivencia de una manada. Y cada clan siempre tena al menos un sanador macho as como otro femenino. Los Chrechte tambin entendieron la necesidad de armas para luchar en su forma humana, que era la razn por lo que respetaban a Magnus. l era el herrero del clan. El mismo rey usaba una espada forjada en el fuego de Magnus. No sinti miedo cuando enfrent a los otros lobos por su premio. No era un guerrero, pero eso no significaba que no pudiera luchar. Era uno de los lobos ms grandes en la manada, haba estado luchando en su forma lobuna desde su primer cambio y haba enfrentado el desafo de un hombre lobo de otra manada cuando l hizo lo que su preciosa carga acababa de hacer. Haba corrido sin saber a dnde se diriga y entr ilegalmente en el territorio de otra manada. Apenas haba cumplido once veranos cuando experiment su primer cambio. Mucho ms pequeo de lo que era ahora. Pero haba logrado sobrevivir a ese desafo por su vida. No era oponente para el hombre lobo adulto, pero haba dado todo de s de tal forma que el lobo lo dej ir. An eran amigos.
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Dej ir a la que sera muy pronto su compaera y le ladr una orden para que se quedara quieta. Ella pareci entender porque gru y se sent sobre sus ancas. Luego hundi la cabeza, como si se sintiera avergonzada por su comportamiento. Ya que ella no era por lo general tan impertinente. Bien. l estaba tranquilo, aunque nunca retrocedera a una lucha. Pero la forma en que ella curv los labios sobre sus agudos caninos fue demasiado condenadamente coqueta y su sexo se hinch en una reaccin inmediata a pesar de la lucha inminente Se inclin hacia adelante y la volvi a besar, esta vez lamiendo su barbilla, su nariz y toda su boca. Un sonido que no era un gruido ni un bufido sali de la garganta femenina. Si l no lo supiera bien creera que era un ronroneo lobuno, pero ella luchaba demasiado en ese momento para considerarse as misma emparejada... an. An as, l acept esa sensacin en su corazn en justa medida mientras se daba la vuelta para enfrentar a sus oponentes. Ella es ma! Vocifer l. Uno tras otro, los dems lobos grueron en respuesta. Todos excepto uno. El ms joven de los guerreros sacudi la cabeza y se alej al trote para ubicarse en un lugar que le declaraba un mero espectador en vez de un participante. Era demasiado joven para tomar una compaera en opinin de Magnus. Un hombre necesitaba alguna madurez antes de convertirse en un buen marido y cuidar de su familia. Sin embargo, saba que el que ese lobo retrocediera en ese momento no implicaba que si Magnus perdiera la lucha no desafiara al ganador, pero no deseaba lo suficiente a la pequea mujer lobo para enfrentarse a Magnus en primer lugar por ella. Sacudiendo la gran cabeza de lobo, rechaz retroceder y encar a los otros tres lobos. Kenneth fue el primero en dar un paso hacia adelante. Tena la edad de Magnus, pero era un hombre recio. Magnus no poda recordar si haba visto alguna vez sonrer al guerrero. l haba tomado la posicin de lugarteniente del laird cuando el antiguo primero al mando del laird y cuado fuera asesinado haca poco tiempo. Kenneth era una eleccin natural para esa posicin, pero sera un compaero difcil. La guerra, el clan y los Chrechte siempre estaran primeros para l. Una compaera sera alguien que criara a sus hijos, no alguien con quien l compartira su vida diaria. Magnus, en cambio, apreciara en su justa medida a la hermosa mujer lobo. l hizo frente al lobo. Se pusieron en guardia, ambos eran conscientes que la lucha a realizarse podra terminar en la muerte de uno de ellos. Si uno no se rindiera y sometiera al otro, slo la muerte terminara el desafo. Magnus saba que su oponente
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tendra que pasar sobre su cadver para poseer el dulce aroma de la mujer lobo que los observaba tan atentamente. Kenneth era tanto duro como obstinado, y tampoco era de los que cedan. Los otros contendores retrocedieron para darles a los dos hombres lobo espacio para pelear. Magnus bram y les seal a la mujer lobo observndolos a todos con una mirada de advertencia. Los guerreros supusieron que no quera que ella huyera durante la lucha, y todos, incluso el que se haba abstenido del desafo, la rodearon. Susannah les ladr cuando estos se acercaron demasiado. l le gru. El mensaje era suficientemente claro aunque l tena la capacidad de hablar en esta forma. Qudate all. Susannah levant el hocico como si lo estuviera despidiendo, pero no se movi de donde se haba sentado sobre sus cuartos traseros sino que se qued all mirndolo. Magnus les advirti a los otros lobos y cada uno se distanci ligeramente de la loba, protegindola y vigilndola, pero sin permanecer tan cerca, los ojos de Susannah se haban ampliado por la angustia. Magnus cabece y le dio la espalda, otra vez en guardia ante su oponente. Kenneth y l se rodearon el uno al otro cautelosamente, Magnus concentrado en observar el primer movimiento de su adversario. Este se produjo sin aviso, pero an as l estuvo preparado. El otro lobo salt por el aire y Magnus salt a un lado, girando con el mismo movimiento para lanzar su propio ataque.
Aterriz sobre el otro lobo y lo golpe, obligndolo a replegarse. Otro opositor habra sido suficiente para dar ventaja a Magnus, al menos durante un segundo, pero
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el lugarteniente del laird era un luchador infernal. l se impuls desde su posicin, con las mandbulas abiertas y el cuerpo listo para brincar. Se encontraron en medio del aire, golpeando al otro con las agudas garras delanteras y los dientes an ms filosos. Giraron en crculo en el aire antes de aterrizar en tierra con un fuerte golpe, pero ninguno rompi su agarre sobre el otro.
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Susannah gimote cuando los lobos combatientes aterrizaron con tanta fuerza que hicieron temblar la tierra. Y si su lobo fuera seriamente herido o asesinado? La acalorada sangre de su lobo se volvi fra. Ella no poda imaginar vivir el resto de su vida sin ese aroma que la rodeaba y le daba consuelo. No tena sentido. Su madre le haba dicho que podra ser de esa forma... sobre todo entre compaeros sagrados. Su lobo le dijo que su compaero era lo suficientemente fuerte para vencer a todos los contendientes. Su mente humana se llen de terror ante la perspectiva de que no lo lograra. Por instinto, supo que l nunca se retirara del desafo. Luchara por ella a muerte o desfallecera por la prdida de sangre o dolor. Ella salt y comenz a caminar de un lado a otro. Los lobos que la rodeaban protestaron, pero los ignor. No huira, slo no poda quedarse quieta por ms tiempo. Los dos grandes lobos en el centro del claro todava luchaban. Poda oler la sangre y el sudor. La furia y determinacin. Y a quin perteneca la sangre? Se detuvo para olfatear el aire, concentrada. De ambos. Su cuerpo tembl. Por favor... Su oracin fue interrumpida al observar como su lobo era inmovilizado. Pero l rechaz mostrar la garganta. l hizo algo con su cuerpo, enroscndose y escapndose. l huy... Se haba equivocado? l abandonaba el desafo? Ella mir de izquierda a derecha. No deseaba a estos lobos. Luchara contra ellos ella misma antes que someterse a uno de ellos. Pero su lobo no haba huido. Slo haba corrido lo bastante lejos para tomar mpetu mientras regresaba corriendo hacia el otro lobo, saltando en el aire justo antes de alcanzar a su rival. De nuevo hizo rodar al otro lobo, pero esta vez, se puso
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encima antes de que el otro pudiera levantarse. Le mostr los colmillos letales en obvia advertencia. Muestra la garganta o muere.
El otro lobo mostr la garganta. Ella pudo oler la conmocin en los lobos que la rodeaban. Por lo visto el Chrechte que acababa de mostrar la garganta no era conocido por rendirse. Magnus retrocedi y permiti que el otro lobo se levantara. No lo ayud, sino que esper respetuosamente a que se levantara. Los dos grandes lobos asintieron para luego encarar a los que rodeaban a la mujer lobo. Todos grueron en desafo y ella not que el lobo vencido les adverta a los dems que si bien haba mostrado la garganta, estaba preparado para luchar con cada uno de ellos. Miedo y resignacin perfum el aire. Los otros lobos retrocedieron, renunciando al desafo. Su lobo rasc el suelo frente al lobo con quien haba luchado. Ambos se inclinaron en reconocimiento y el otro lobo se dio vuelta y corri. Los dems le siguieron. Su lobo gir hacia ella. l esper. Susannah saba lo que l deseaba. Si se negara, luchara contra ella por la oportunidad de emparejarse? Nunca lo sabra porque todo dentro de ella le exiga doblar las patas, echarse de espalda y mostrar el vientre. Magnus emiti un ruido sordo llen de placer y pas la lengua a lo largo de su vientre expuesto. Luego aull una vez y trot lejos. Ella se levant y lo sigui a un pequeo lago.
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l se zambull en el agua y despus de un momento de vacilacin tambin lo hizo ella. Susannah le ayud a limpiar sus heridas y a apartar de su piel el olor de la batalla.
Ella no supo en qu punto el bao se volvi un divertido y alegre juego, pero cuando dejaron el agua, se senta cmoda con su proximidad y sus caricias. Se secaron el uno al otro y esto fue muy diferente a cualquier otra experiencia que hubiera compartido con otro lobo. Nunca haba conocido las sensaciones que embargaron su cuerpo junto con su devota lengua. Cuando la bes, ella le devolvi la caricia y se adentr en su pasin con una pequea pizca de temor de que l se desvaneciera repentinamente junto con sus suaves caricias y cuidadoso trato al cuerpo de su lobo. Cuando se hicieron uno, su mujer lobo y su mujer interior se regocijaron por la unin.
***
Ella despert unas horas ms tarde al girar su cuerpo, sus pieles impregnadas entre s con la fragancia de su emparejamiento. La luna casi se haba ocultado y poda sentir el Cambio aproximndose. Sera capaz de controlarlo inmediatamente o esto no se producira hasta la siguiente luna llena? O mucho despus de esta? El control del Cambio no era igual para cada lobo y ella no se imaginaba cmo sera el suyo. Examin al Chrechte mientras dorma. Haba sido muy cuidadoso con ella. Haba odo historias de primeros emparejamientos en forma lobuna. Estos podran ser aterradores para una mujer lobo, pero l haba hecho que fuera maravilloso. No deseaba abandonarlo. Pero no tena eleccin. Slo tena permiso de su manada para
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correr sola durante esa la luna llena, no posea la autorizacin para ser la compaera eterna de un lobo de otra manada. Acudira l a su manada y pedira permiso para conservarla? Y si no lo haca? No tena forma de saber si l se haba sentido tan afectado por su emparejamiento como ella. Susannah senta que su alma se haba fundido con la de l, pero y si l no senta lo mismo? Con los ojos an cerrados, l la bes, su lengua lami gentilmente a lo largo de su hocico. Un suave ronroneo de placer retumb en su pecho. Sus ojos se abrieron y con su hocico acarici el de ella. Ella le devolvi la caricia, deseando yacer otra vez con su compaero antes de marcharse. Probablemente tendra que nadar para regresar a la isla Balmoral en su forma lobuna... a menos que ya tuviera el control de su Cambio. Podra esperar. No pensaba con mucha ilusin en ese largo y friolento recorrido nadando. Saba que poda hacerlo, pero este no sera fcil. Se oblig a levantarse y sacudir el cuerpo. Lgrimas estpidas humedecieron sus ojos, ella aull un adis al Chrechte antes de darse la vuelta para marcharse. Apenas si haba dado un paso cuando l ya estaba frente a ella, ensendole los dientes en advertencia. Tengo que irme, bram ella. l sacudi la cabeza, como si entendiera sus pensamientos y dio un paso amenazante hacia ella. Ella tuvo que retroceder o sera atropellada. Susannah gru. Magnus le respondi el gruido. Vamos, muchacha. Es hora de regresar casa. Ella claramente oy un sensual acento dentro de su mente. Lo observ conmocionada. Somos compaeros sagrados!, pens ella. S, eso parece, aunque yo no tuve dudas desde que capt por primera vez el aroma de tu dulce piel. Ella sacudi la cabeza. No puede ser. Por qu no, muchacha? No eres de mi manada.
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Pero soy tu compaero. Nosotros... Estamos emparejados. Pero slo fue sexo... para as conseguir el control del Cambio. No significa nada. En verdad crees eso, muchacha? Sientes que esto no significa nada? El tono cargado de clera ahora, ya no era de sensual promesa. No, pero... S que existen manadas que no consideran un enlace fsico como un emparejamiento, pero nuestra manada no es una de ellas. Lo dijo con tanta arrogancia que ella se vio obligada a fulminarlo con la mirada. Bien, la ma s lo hace. Y qu pasa con la criatura que llevas. No estoy embarazada! No lo ests? Aunque en verdad, ella no lo saba. Estaba en celo. Si eran autnticos compaeros, era casi seguro que lo estuviera. Incluso si no estuvieran unidos sagradamente, el riesgo estara all porque ambos eran lobos. Pero si podan comunicarse mentalmente, tenan que ser compaeros sagrados. Estoy asustada. No deseaba aparearme esta luna. Por eso dej la isla. Ah, de modo que esa es la razn, pero independientemente de cul fuera tu intencin, ahora eres mi compaera. Ella se apart de l, intentando poner en orden sus dispersos pensamientos. Magnus la alcanz, acaricindola con el hocico. Ser un buen compaero para ti, muchacha. Mi nombre es Susannah, susurr ella. Soy Magnus, el herrero, y forjo las armas para nuestro clan. He odo de ti. Ella pudo sentir su placer ante sus palabras. Cuidar bien de ti. Tienes que pedirle a mi laird el permiso para conservarme.
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Tenas permiso de tu clan para correr sola en nuestras tierras esta noche? Aye. Entonces, no pedir a nadie el permiso para conservarte. Tu manada no te protegi como deberan haber hecho. Si voy a la isla desafiar a tu laird y a los hombres de tu familia por su trato para contigo. Nay! Eres mi compaera sagrada... podras haber sido herida esta noche. No olvidar eso. No quiero que desafes a mi hermano. Te conservar. Susannah lo haba visto luchar contra el otro lobo, saba que Magnus no se rendira. Si rechazaba quedarse, l ira con mucho gusto a la Isla Balmoral, pero sera para desafiar a su hermano y a su laird, no para pedirles permiso por conservarla. La mera idea la llenaba de terror. No saba qu hombre lobo ganara el desafo, pero no poda soportar el pensamiento de que Magnus fuera herido, o que matara a su hermano. Ella se lami los labios. Invitaremos a mi madre a quedarse con nosotros cuando el beb est cerca de nacer. Podemos invitarla antes si lo deseas, mi dulce Susannah. Ella sacudi la cabeza. Llevara tiempo para que la ira de su hermano se suavizara un poco. No tena deseo de atraerlo a tierra Sinclair para que desafiara a su compaero. Saba que Drustan vendra a comprobarla, pero lo hara sin que nadie lo viera. Advertira que ella era feliz y se sentira molesto de que ninguna peticin por su mano hubiera sido hecha, pero desalentara al Balmoral a que declarara la guerra por ella. Despus de todo, tomar a un compaero de esta forma quebraba las antiguas leyes al adherirse a otra manada. Magnus la acarici otra vez. Ests bien, mi dulzura? Aye. Ests lista para ir a casa?
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Lo estaba? Estaba lista para afrontar un nuevo futuro al lado de este hombre lobo, ir a una casa que sera suya para ser el ama como su propia madre gobernaba el hogar en el que haba vivido desde su nacimiento? Haba credo no estar lista para emparejarse, pero la perspectiva de vivir con Magnus, de unirse a su clan la excit. Su compaero no perteneca a su clan de origen, pero Dios se haba asegurado de que ella lo encontrara. Cmo podra negar ese don? Aye, estoy lista para irme a casa. Profundamente en su interior, donde los instintos y la conciencia humana confluan, sinti que era lo correcto. Haba estado destinada para este momento desde su nacimiento. Como Magnus lo haba estado. Mustrame el camino, dijo ella dentro de su mente con un maravillado jadeo.
l sonri con la sonrisa de lobo y emprendi el viaje de regreso al bosque. Ella corri a su lado con el corazn lleno de alegra. No poda esperar a que cambiaran a sus formas humanas. Se preguntaba cmo se vera l. Magnus era un lobo grande y tambin sera un hombre grande... se pregunt de qu color eran sus ojos.
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Eplogo
Sus ojos eran grises. En su forma humana, la herencia vikingo del Chrechte era
evidente. Su mandbula era cuadrada, su cabello rubio y l era tan fuerte como cualquier hombre tena derecho a ser. Tambin era muy obstinado. Crea que su clan no la haba protegido y segua negndose a solicitar el permiso formal para conservarla. Susannah lo amaba, pero no poda menos que preocuparse por lo que pasara entre sus dos clanes.
Fin
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Glosario
Chrechte: La forma en que los hombres lobos se llaman a s mismos. Mujer lobo: Cambia forma femenina que toma la apariencia de lobo. En celo: Se refiere a la ovulacin de la mujer, cuando es lobo o totalmente humana. Emparejamiento: Matrimonio eterno. Algunas manadas consideran tener sexo como una automtico emparejamiento y otros no lo hacen. Aparearse/Compaero: v). Tener sexo y que en algunos casos resulta en un enlace para toda la vida con alguien ms. (n.) La otra mitad de una pareja apareada. Comunicacin mental: Conversacin en la mente de otra persona. No es la interpretacin de los pensamientos, sino escuchar la voz de la otra persona cuando sus pensamientos son dirigidos hacia el receptor. No siempre es intencional, pero en la mayora de los casos s. Algunos miembros de las familias de cambia formas pueden hablar mentalmente entre ellos y algunos compaeros sagrados tambin pueden. Algunos cambia formas muy poderosos pueden hablar mentalmente con alguien ms. Emparejamiento fuera de la raza: Uno de los compaeros es humano. (Cuando son compaeros sagrados pueden tener hijos. Esos nios tienen tanta posibilidad de ser cambia formas como no, pero el gen no se muestra hasta el primer cambio en algn momento de la pubertad). Pictos: La forma como son llamados los clanes de hombre lobo asentados en el antiguo norte de Escocia. Vnculo sagrado/Vnculo verdadero: Condicin por la cual, una vez que una pareja ha tenido sexo, los cambias forma(s) acoplados ya no son [fsicamente capaces de tener sexo con alguien ms. (Para el varn significa la impotencia salvo con su compaera y para la mujer significa una contraccin involuntaria de los msculos vaginales que previene la cpula con alguien ms, salvo su compaero.) Cuando un vnculo sagrado se establece entre un cambia forma y un humano, pueden tener a
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nios. De lo contrario, su acoplamiento ser estril. Algunos vnculos sagrados causan la capacidad de hablar mentalmente. Compaero sagrado/Autntico compaero: Para los cambia forma significa emparejarse. Esta unin es ms que fsica, pero no siempre reconocida como tal. El Cambio: Cuando un cambia forma toma su apariencia animal. Es un proceso completo sin fase intermedia. Algunos hombres lobos controlan su cambio desde la primera vez, otros no pueden hasta que tienen sexo por primera vez. Si los machos no han tenido sexo hasta los 30 aos, nunca controlarn su cambio. Las mujeres no tienen ningn lmite de tiempo. Las diferentes formas de ver al sexo pre matrimonial en las distintas manadas impacta de sobremanera en esto. La Cacera: Durante una luna llena, los hombres lobos se reunirn en forma de lobo y cazaran. Participar en la matanza forma parte de su antigua cultura y continua hasta nuestros das. Hombre lobo: Cambia forma masculina que toma la apariencia de lobo. Tambin puede ser usado para referirse a la raza en general.
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Pueda el Seor, que hizo del matrimonio un don al unir dos almas, bendecirlos: Puedan encontrarlo a l en medio de vuestro amor y a la cabeza de vuestro hogar. Pueda su unin dar el fruto de los nios para nuestro pueblo y que un emparejamiento sagrado est en vosotros. Pueda cada luna nueva traer mayores alegras y aadidas bendiciones. Pueda Jehova Magen, Dios nuestro Escudo, proteger vuestro matrimonio de cada ataque. Pueda Jehova Shalom, concederles la paz juntos para que cosechen armona donde la vida siembre discordia. Pueda Jehova Rophe, Dios nuestro Sanador, curar cada lugar roto y dejarlo entero. Pueda Jehova Rohi, Dios nuestro Pastor, guiarlos hacia verdes pasturas y llevarlos por el camino de la mansedumbre. Pueda la Luz de la Maana iluminar vuestro camino y mostrarles el sendero de la fuerza al permanecer juntos. Pueda la Roca de los Aos ser un Cimiento Seguro para vosotros cuando prosigan su viaje por la vida como uno. Pueda el Rey de Reyes coronar vuestro matrimonio con la gloria. Pueda Mannah el Oculto alimentar el espritu de vuestro
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matrimonio de modo que sea total y completo. Pueda la Sabidura de Dios concederles sabidura en actitud, pensamiento y hecho. Pueda Dios, Amor, bendecirlos con amor un recproco. Pueda el Seor, Quien es nuestra Alegra, infundir alegra a cada uno de vuestros corazones. Pueda el Seor del Cielo hacer de vuestro matrimonio un vislumbre del Cielo en la Tierra.
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Los Chrechte han practicado el arte del tatuaje durante milenios y lo usan para marcar dos momentos de transicin de gran significado en la vida. El primero es el cambio inicial a una forma animal el cual sucede aproximadamente durante la pubertad. Entonces, el tipo de animal en el que el Chrechte se convierte es tatuado en su cuerpo. Los hombres lobos poseen sus tatuajes en el omplato derecho. Al principio, todo Chrechte usaba la misma tinta azul en un simple tatuaje pero con el paso de los siglos y las manadas se volvieron ms aisladas, los tatuajes cambiaron hasta que ni siquiera todos los miembros de una manada usaban los mismos, o a alguno. El segundo momento de transicin era cuando un Chrechte asuma el mando de su grupo individual. Entonces un brazalete le era tatuado en el brazo para destacar su estatus de lder. An hoy en da se practica, aunque los tatuajes hayan cambiado considerablemente. Un tercer momento, aunque poco comn prctica es que las parejas emparejadas posen un tatuaje comn a ambos compaeros. Esto simboliza su voluntad de estar juntos por siempre. 1. Brazaletes Tatuados
Este es el brazalete usado hoy en da por el lder de la manada McCanlup. El rey lo hace tatuar en su bceps derecho. Cuando Duke asume el mando de la manada, l
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tambin consigue un tatuaje similar. El sencillo lobo representa su naturaleza interna, las otras ilustraciones representan el poder y la voluntad de luchar por la manada.
Este es el antiguo brazalete del lder de la manada McCanlup. En algn momento denotaba tanto el seoro sobre el feudo McCanlunp y el estatus del lder de la manada (que no siempre van juntos). Los dos lobos Pictos simbolizan la fuerza del nmero y la importancia del emparejamiento para las manadas.
Este es el antiguo brazalete del lder de la manada Balmoral. Lachlan lo lleva tatuado en su bceps derecho. Los dos lobos pueden ser interpretados como enfrentados o emparejados, representando la naturaleza guerrera del lder de la manada as como la importancia de emparejarse para mantener viva a la manada dentro del clan. Este brazalete tambin representa el papel de Lachlan como el laird de su clan.
Este es el antiguo brazalete del lder de la manada Sinclair. Talorc lo lleva tatuado en su bceps derecho. Los dos lobos en el centro estn entrelazados, representando la fuerza numrica y la confianza que los Chrechte deben tener el uno en el otro. Su
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aspecto vigilante representa el hecho que todo Chrechte debe cuidarse de la traicin tanto de un lado o del otro, que es por lo que parecen tirar entre ellos.
Esta es la marca de los lobos Chrechte, era tatuado en tinta azul sobre el omplato derecho de todo lobo cambia forma durante la Edad Media. Es una de las ltimas pruebas del poder cohesivo del pueblo Chrechte antes de ser asimilados en otras culturas.
El tatuaje tradicional finalmente se transform en diversas representaciones de lobos como sta que se puede encontrar en cualquier tienda de Tatuajes. Hoy, no todos los Chrechte se someten al ritual del tatuaje al producirse su primer cambio. Muchos estn convencidos que la tradicin del tatuaje los hara fcilmente reconocibles si su existencia fuera revelada.
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Este es el tatuaje de las aves de rapia Chrechte, eran realizados con tinta azul en todo cambia forma ave de rapia la Edad media.
En la actualidad no hay ningn libro sobre los aves de rapia cambias forma en la serie los Nios de la Luna.
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1. Las estaciones y la Luna Cada luna llena tiene su propio nombre segn el mes y/o estacin. Aqu estn los nombres reconocidos por la mayora de Chrechte para las temporadas de la luna. Algunos asocian ciertas cosas con el tipo de luna llena, mientras que para otros todas las lunas llenas son iguales. Pero la mayora de los Chrechte reconoce que la luna creciente y menguante, son las nicas fases de la luna que afectan sus vidas de una forma significativa. Invierno: Luna de la Larga Noche (Diciembre), Luna del Lobo (Enero), Nvea Luna o Luna del Hambre (Febrero) Primavera: Luna Ventosa (marzo), Luna Herbal (Abril), Luna Incipiente (mayo) Verano: Luna de Miel (Junio), Luna de Sangre o Luna del Estruendo (Julio), Luna Frutal (Agosto) Otoo: Luna de la Cosecha (Septiembre), la Luna del Cazador (Octubre) y Luna de Escarcha (Noviembre)
2. Fases de la Luna Luna Nueva o Novilunio: Cuando la luna no es visible desde la tierra. Corresponde al da 0 y 29 de su ciclo. Luna Creciente y menguante: Cuando la luna adquiere forma de guadaa o cuerno en el cielo de la noche. La luna creciente es vista del 1 al 6 da del ciclo lunar y la menguante es vista del 23 al 28. Media luna: Cuando la mitad de la luna se muestra en el cielo (tambin se le llama Cuarto Creciente). Se produce los das 7 y 22 del ciclo lunar. Luna de Gibbous o Gibosa: Cuando ms de la mitad de la luna se observa en el cielo. La luna Gibbous creciente se ve del 8 al 13 da y la luna Gibbous menguante del 15 al 21. Luna llena: Se eleva el da 14 del ciclo de la luna alrededor de la tierra.
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Luna Azul: Cuando una segunda luna llena ocurre en un mismo mes. El fenmeno pasa cada 2.5 aos. Existen muchas leyendas sobre los efectos de la Luna Azul.
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