Los Paradigmas de La Funcion Consular-1era Edicion
Los Paradigmas de La Funcion Consular-1era Edicion
Los Paradigmas de La Funcion Consular-1era Edicion
Autores:
Julio Álvarez S. Jorge Puente L. y José Chávez G.
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J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Jorge Puente Luna, ex Cónsul General del Perú en Atlanta, colega y coautor, por los sueños compartidos.
José Luis Chávez Gonzales, colega y coautor, por sumarse entusiastamente al proyecto.
Jorge E. Román Morey, Cónsul General del Perú en Atlanta, colega, por su incondicional apoyo en la
publicación y difusión de este libro.
Fátima Trigoso Sakuda, Cónsul General Adscrito del Perú en San Francisco, colega, por sus valiosos
comentarios a la versión original de “Desmenuzando paradigmas”.
Carla Tamagno Arauco, PhD, Presidenta del Instituto de Migración y Desarrollo en la Región Andina –
INMIGRA- por sus valiosos comentarios a la versión original de “Desmenuzando paradigmas”.
Pedro Fuertes Bolaños, por su desinteresado apoyo en el diseño y arte de las carátulas.
Adolfo Dávila Echeverría, por su incondicional apoyo en la diagramación e impresión de portada y
grabación del disco compacto.
El Editor.
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J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Dedicatoria
A mi padre, Julio Álvarez Paredes, quien me enseñó todo lo que sé sobre estudiar, trabajar y ser
justo, honesto y feliz.
El Editor.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
PRESENTACIÓN
El Concurso "José Luis Bustamante y Rivero" tiene como finalidad promover que los funcionarios
diplomáticos realicen trabajos de investigación sobre temas vinculados a la política exterior,
reconociendo de esa manera la calidad creativa del quehacer diplomático, cuya acción redunda en
beneficio de la elaboración de una política exterior coherente y la formación de la identidad diplomática
peruana. Los textos de los ensayos mencionados que aparecen en esta publicación son las versiones
revisadas y mejoradas de los mismos, a cargo de los propios autores.
El libro se concentra en el ejercicio de la función consular en el nuevo milenio y el impacto que tiene la
implementación de políticas consulares en el ámbito de la prestación de servicios administrativos y de la
labor de protección y asistencia sobre la calidad de las relaciones Consulado-Comunidad (Estado-
Sociedad).
Los ensayos que forman parte de este libro fueron redactados entre abril de 2007 y octubre de 2008 y
admiten la existencia de tres paradigmas de gestión consular -Cónsul Prefecto, Cónsul Recaudador y
Cónsul Servidor-, analizan sus características generales en relación con la cultura política
latinoamericana y desarrollan indicadores operativos en ocho diferentes áreas de la gestión consular:
estructuras de coordinación, estilos de comunicación, herramientas de gestión, indicadores de
desempeño, protección, asistencia, control difuso administrativo y capital social, participación
ciudadana y control social difuso.
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J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
El propósito de este trabajo es, por lo tanto, añadir al debate elementos de reflexión que permitan
desarrollar indicadores operativos para medir el impacto de las políticas consulares en las comunidades
de ciudadanos extranjeros en el exterior (es decir, en la calidad del vínculo Estado-Sociedad), la
coherencia entre los discursos que sustentan estas políticas y los esfuerzos reales en la implementación
y asignación de recursos y herramientas de gestión para las oficinas consulares.
Entre las fuentes secundarias están los estudios académicos y libros escritos con el objeto de plasmar e
interpreta la evolución histórica y peculiaridades de la gestión pública y la función consular; estudios de
caso a la luz de las políticas públicas del Estado con el objeto de conocer los procesos de
implementación de tales políticas en sus entornos reales (la conducta objetiva) y no solamente desde
una óptica teórica (el discurso oficial).
INDICE 1
Introducción
Los ámbitos de la función consular
Propósito del estudio
Campo de estudio
Método y material de análisis
Estudios de caso
Gestión organizacional: el caso de la oficina consular en Atlanta
Asistencia y protección: el caso de la comunidad peruana en Buenos Aires
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J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
3.12. Recomendaciones
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J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Bibliografía.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
INTRODUCCIÓN
“La política exterior del Perú concibe la función consular como un servicio
público de naturaleza política pues asegura las vinculaciones del Estado
con las prolongaciones en el exterior de su población, que es uno de sus
elementos constitutivos.” (Exposición del Ministro de Relaciones Exteriores,
Emb. Allan Wagner Tizón, ante la Comisión de Presupuesto del Congreso de
la República. Sustentación del presupuesto del Ministerio de Relaciones
Exteriores para el año 2003.)
La mayoría de los peruanos en el exterior afrontan una realidad muy difícil por las desigualdades derivadas
de su situación de residente irregular y las dificultades de insertarse adecuadamente en el mercado laboral,
lo que los coloca en una situación de vulnerabilidad en lo que se refiere a sus derechos humanos. En ese
sentido, la política consular peruana ha venido considerando esta problemática y ha incorporado elementos
que permiten afrontar los nuevos desafíos y circunstancias que derivan de esta situación y que obligan a
replantear las bases mismas de la función consular.
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J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
La función consular
Dirigida en sus inicios a la atención de los asuntos mercantiles, comerciales, registrales y notariales, en
razón a que las comunidades peruanas antes de 1980 no eran muy significativas en número y sus habitantes
estaban vinculados fundamentalmente al mundo empresarial y a los profesionales liberales, la función
consular cumple hoy en día un nuevo papel distinto al que tuvo en sus inicios.2
Desde entonces, y en particular a partir del año 2001, la función consular ha venido sufriendo un cambio
radical como respuesta a la profunda transformación ocurrida durante las últimas décadas en la
composición y configuración de las comunidades peruanas en el exterior. Este cambio, se ha señalado, ha
significado la sustitución del antiguo paradigma de funcionamiento de la actividad consular denominado
“Cónsul-Prefecto” por el del “Cónsul-Servidor Público” y, sobretodo, la formulación y puesta en práctica de
una política que ha sido llamada de reforma consular, de protección, asistencia y promoción de las
comunidades peruanas en el exterior cuyo objetivo ha sido democratizar los consulados “impregnándolos
de una clara filosofía de servicio público y vocación social” y “crear un régimen de actuación consular
basado en el paradigma del “Cónsul-Servidor Público”.
2
La institución consular nace de la necesidad de proteger a los comerciantes y navegantes que solicitaban refugio en
países extranjeros. La institución consular precede a la aparición de la diplomacia permanente. En Roma también había
instituciones como la del Hospitium que desempeñaba funciones similares a las del actual consulado. En la edad media
se desenvuelven los consulados de una forma similar a la actual. El primer consulado medieval fue establecido por Pisa
en el siglo X. En los siglos XI y XII se expanden los consulados por todo el Mediterráneo. En el siglo XIII se expanden a
otros mares. Los consulares venían a ser una suerte de jueces mercantiles que desempeñaban una jurisdicción que
incluso abarcaba aspectos civiles y penales. También tenían una cierta importancia en la gestión de asuntos de política
internacional. Durante la formación del Estado el consulado se convierte en un órgano suyo para actuar en su nombre
frente a sus propios nacionales y a las autoridades del estado huésped.
3
Publicado en la Página Web del Ministerio de Relaciones Exteriores, www.rree.gob.pe. Link Protección de las
Comunidades Peruanas en el Exterior y Servicios Consulares.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
Sobre la base de esta nueva concepción, la Cancillería peruana modifica el enfoque tradicional de la labor
consular e ingresa a una etapa cualitativamente distinta, dirigida a la protección4 legal y asistencia5
humanitaria de las comunidades peruanas como respuesta a la obligación del Estado de garantizar la plena
vigencia de los derechos de sus ciudadanos, creando la Subsecretaria de Comunidades Peruanas en el
Exterior, órgano de línea que se aboca al tratamiento de la problemática migratoria de los peruanos.
Esta nueva política consular se basa en la reestructuración de los servicios consulares y la acción consular
destinada a asistir y vincular a nuestras comunidades, siendo lo esencial de la labor consular la protección y
la promoción de sus intereses y derechos.
Estas políticas de acción consular están destinadas sobre todo a la protección de los derechos de los
connacionales conforme a la leyes del Estado Receptor; asesoría legal, en particular cuando sean objeto de
procesos policiales y/o judiciales; a la ayuda humanitaria, la cual tiene como prioridad la atención de los
connacionales que se encuentran en situación de indigencia o que atraviesan situaciones de dificultad
derivadas de desastres naturales o de circunstancias sociales del país receptor; a la reforma y mejora
cualitativa de los servicios consulares, sobre la base de los principios de no discriminación, eficacia,
celeridad, inmediatez y de legalidad, respondiendo a criterios de simplificación administrativa y de
presunción de veracidad, así como al establecimiento regular del servicio consular itinerante en lugares
alejados de la sede consular; a apoyar a la inserción productiva, legal y respetuosa de los derechos humanos
de los peruanos en las sociedades de recepción, particularmente en el campo laboral; a la promoción del
vínculo cultural y nacional con actividades dirigidas a la re-vinculación de manera permanente de los
peruanos no sólo con el Perú, sino con su comunidad de origen; a promover la inserción de los peruanos en
una perspectiva productiva, con programas tales como “Mi Vivienda”, y; a la promoción del ejercicio de la
4
Protección consular: El cónsul está legitimado para desarrollar la acción necesaria ante las autoridades locales del
estado receptor en favor de sus nacionales que residen o se encuentran ocasionalmente en su jurisdicción consular y que
han recibido un trato contrario al derecho interno del estado receptor o contrario al derecho internacional público. Esta
acción del cónsul implica la presentación de una solicitud de reclamación ante el propio órgano del Estado receptor del
que emana el acto ilícito que puede ser un órgano local o territorial o, incluso, si lo permiten las leyes del estado
receptor, un órgano central. Para entablar esta reclamación se requiere una violación previa, bien del derecho
internacional público, bien del derecho interno de estado receptor; aunque no se requiere que se hayan agotado los
recursos internos para presentar reclamación pues ésta es simultánea a la defensa que deben intentar.
5
Asistencia consular: está encaminada a facilitar a los nacionales del Estado que envía su permanencia en el territorio del
estado receptor. En este caso, a diferencia de la protección consular, no es necesario que exista un comportamiento
contrario al derecho interno o internacional por parte de las autoridades del estado receptor y no es necesario que se
presente una reclamación formal.
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J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
ciudadanía y la participación democrática de los peruanos en el exterior en los procesos electorales, así
como también frente a las Oficinas Consulares a través de los Consejos de Consulta.
En este orden de ideas, la nueva política consular ha dado un fuerte impulso al mejoramiento de los
servicios consulares y a las funciones de protección y asistencia de los connacionales en el exterior,
imbuyéndolos de una gran sensibilidad social que caracteriza a esta función pública. Todo esto viene siendo
acompañado además por la negociación de convenios bilaterales de regularización migratoria y seguridad
social, que guardan relación con el objetivo general de lucha contra la pobreza.
Servicios similares a los que se brindan dentro del territorio peruano, tales como identificación,
migratorios, notariales, judiciales, asistencia legal, de registro de estado civil, electorales, entre
otros; y
b) En virtud del área de conocimiento, un consulado se vale del desarrollo científico en las siguientes
disciplinas:
Relaciones Internacionales, en tanto es una misión del servicio exterior y ésta, a su vez, e órgano
ejecutivo de la política exterior de un país en el sistema internacional.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
Políticas públicas y sociedad civil, en la medida de que el público usuario de los servicios que brinda
son principalmente los peruanos residentes en el extranjero y, por lo tanto, el consulado actúa en el
ámbito de las relaciones Estado-Sociedad, poniendo en práctica políticas públicas que tienen un
efecto directo sobre los ciudadanos peruanos que residen en su circunscripción territorial..
Campo de estudio
Entre todos los campos posibles de reflexión y análisis, los que han llamado nuestra atención han sido las
siguientes cuatro políticas:
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J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Estudios de caso
Gestión organizacional: el caso de la oficina consular en Atlanta
En agosto del año 2005, se inició, en la ciudad de Atlanta, el proceso de organización de uno de los nuevos
consulados peruanos de carrera en los Estados Unidos, en el cual se incorporó, desde el inicio, criterios de
gestión pública moderna de manera sistemática al servicio de la comunidad de peruanos residentes en la
región del Sudeste de los EEUU, buscando acercarse a los ideales de mejora planteados en el programa de
reforma de los servicios consulares. El seguimiento académico de este caso por parte de los funcionarios
responsables permitió teorizar dicha experiencia y obtener una serie de indicadores operativos básicos de
rendimiento, facilitando con ello el ciclo de “planificación-ejecución-resultados-evaluación-ajuste”. Los
capítulos 2, 4 y 5 contienen dicho material.
realidad que se debe enfrentar en mayor o menor medida; luego del diagnóstico y evaluación de la
información sobre la comunidad peruana en Buenos Aires a partir de los informes sociales referidos,
formularemos conclusiones y recomendaciones sobre las acciones que, a nuestro criterio podrían,
adoptarse a fin de mejorar los servicios consulares en general y las labores de asistencia y protección a los
connacionales en particular. Para ello nos basaremos en nuestra propia experiencia así como la
experiencia de servicios consulares de otros países de la región, como Argentina, Uruguay y México, los
cuales enfrentan en los últimos años una situación similar a la peruana en materia consular.
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J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
CAPÍTULO 1
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Si bien existe una opinión uniforme sobre la función asistencial del cónsul desde el origen mismo de la
institución, la doctrina discrepa respecto del inicio de esta última. Según Zourek, citado por Vilariño Pintos6,
“el origen de la institución consular es debido a la necesidad de proteger a los mercaderes y a los
navegantes que han abandonado su tribu, clan, ciudad o provincia para establecerse en países lejanos
completamente diferentes por sus hábitos, su lengua, sus costumbres y su civilización, ...”
Ahora bien, mientras algunos autores sitúan sus orígenes, o al menos comienzan el estudio de su evolución
histórica, en las instituciones griegas de los prostates (magistrado elegido entre los mercaderes extranjeros
–metecos- de una ciudad-estado, investido con poderes para aplicar sus propias leyes) y los proxenes
(también representaban a los extranjeros en la ciudad-estado donde residían, pero eran designados por la
ciudad-estado de donde provenían los mismos), Maresca7 considera que si bien las magistraturas de la
antigüedad clásica nacieron por exigencias sociales bastante similares a las que justifican la institución
consular actual, ellas presentan características netamente diferentes que se basan en conceptos jurídicos
profundamente diversos.
En cualquier caso, existen puntos en común entre las figuras de la antigua Grecia y la institución consular
moderna. En efecto, y tal como señala Moreno8, no puede desconocerse que “la representatividad, como la
protección de bienes y personas,… han sido los primeros pasos hacia la futura institución”.
Torroba Sacristán9, por su parte, señala que es del Medioevo de donde proceden, sin solución de
continuidad, bajo ese nombre u otro diverso, los consulados actuales, con las características principales de
6
Vilariño Pintos, Eduardo. Curso de derecho diplomático y consular: parte general y textos codificados. Madrid:
Tecnos, 1987, pág. 91.
7
Maresca, Adolfo. Las relaciones consulares. Madrid: Aguilar, 1974, pág.13
8
Moreno, Gustavo Adolfo. Historia y práctica consular argentina. Buenos Aires: edición del autor, febrero 1989. pag .
2
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
la institución. La génesis del Consulado moderno, por lo tanto, debe buscarse en la edad media10, según
esta teoría.
En esa época, con los grandes movimientos migratorios debidos al auge del comercio en el Mediterráneo y
la tendencia a la organización social corporativa, surgen los mercaderes y negociantes de una misma
nacionalidad establecidos en los grandes centros comerciales, en general marítimos, magistraturas
tendientes a obtener exenciones y privilegios varios. Así, bajo el predominio de la ley personal que regía en
los pueblos germánicos, las controversias se resolvían conforme las leyes del lugar de origen, aplicadas por
sus propios árbitros.
Entonces, dado que la colonia extranjera se dedicaba en su mayor parte al tráfico comercial, los cónsules
tenían una característica común: eran árbitros o jueces mercantiles, llegando a ejercer jurisdicción exclusiva
en materia civil y aún penal y a gozar de atribuciones gubernativas, de policía y hasta de gestión de asuntos
de política internacional.
Su nombramiento podía tener diversos orígenes: o bien eran designados entre los miembros de una
colectividad de extranjeros (electi) o eran elegidos entre personalidades destacadas de la colonia de
extranjeros por la ciudad o Estado de asiento de ésta última (hosped). Podían asimismo ser enviados por la
ciudad o Estado de origen de los extranjeros (missi), que también en algunos casos eran elegidos entre la
misma colectividad.
En los siglos XIV y XV, con la formación del Estado Moderno, los grandes descubrimientos geográficos y la
expansión comercial, así como el crecimiento de la población dedicada al comercio con el exterior y
asentada en el extranjero, se produce una profunda transformación en el carácter y funciones de la
actividad consular, que deja de ser una magistratura corporativa para transformarse en órgano del Estado
con funciones de asistencia y protección de sus súbditos ante las autoridades locales. Esto último, debido al
interés político-económico inherente a la formación en territorios extranjeros de colonias con nacionales
propios que concentraban una actividad y poder económico de considerable importancia.
9
Torroba Sacristán, José. “Derecho Consular-Guía Práctica de los Consulados en España”, Madrid, 1993, pág. 4.
10
Antokoletz, Daniel. “Tratado Teórico y Práctico de Derecho Diplomático y Consular, Ideas, Buenos Aires, 1948, pág
12
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J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Durante ese periodo (de apogeo de la actividad consular), el cónsul agrega a sus funciones administrativas y
jurisdiccionales, funciones políticas (asumidas más tarde por la diplomacia permanente, con el
establecimiento de legaciones, que se generaliza a partir de la paz de Wesfalia, 1648), constituyéndose en
representante del Estado de envío en el Estado de residencia.
A partir del siglo XIX, de la mano del auge del comercio, la navegación internacional y los grandes flujos
migratorios, el cónsul se convierte en protector natural y jefe de la colectividad en el extranjero, y se
encarga a partir de entonces de “practicar todas las funciones de la administración pública que hayan de
realizarse fuera del territorio nacional, tanto en relación con las autoridades locales como con los
particulares, y de modo especial, las que afectan a los propios súbditos del país residentes en el
extranjero”11
11
Torroba Sacristán, José. “Derecho Consular-Guía Práctica de los Consulados en España”, Madrid, 1993, pág 11.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
CAPÍTULO 2
FUNCIÓN CONSULAR Y GESTIÓN ORGANIZACIONAL: LOS
PARADIGMAS Y LAS HERRAMIENTAS DE GESTIÓN
Por: Julio Álvarez S. y Jorge Puente L. (versión original) Julio Álvarez S. (versión revisada)
De acuerdo a los términos de la política de reforma consular, protección, asistencia y promoción de las
comunidades peruanas en el exterior, una oficina consular se crea para velar por los intereses y
derechos de la comunidad de ciudadanos de su país en su jurisdicción, tanto en lo referido a la inserción
de los peruanos en el país que los recibe como en la tramitación de los documentos que requieren para
diversos fines (legalización de documentos oficiales, poderes, certificados de supervivencia, certificados
acreditativos de nacionalidad, otorgamiento y renovación de pasaportes, tramitación de documentos de
identidad nacionales de su país). Asimismo, se crea para proteger los derechos de los ciudadanos
peruanos cuando estos lo necesiten y, finalmente, promover los intereses nacionales en su jurisdicción,
a través de labores de promoción económica, cultural y turística:
“En el nuevo esquema de política exterior, lo esencial de la labor consular es adecuar los
servicios tradicionales a los principios de simplificación administrativa, modernización
tecnológica y pleno respeto a la dignidad de los compatriotas, así como la protección y la
promoción sus intereses en el exterior. De igual modo, la acción consular debe propender
a la vinculación de los connacionales con su país de origen enfatizando la canalización
adecuada de recursos para el desarrollo del Perú. Ello supone un nuevo modelo de
gestión de los servicios consulares en el cual los peruanos en el exterior deben estar
asociados con el Estado en la elaboración y ejecución de las políticas que directamente
les atañen. En otras palabras, la gestión consular de un Estado democrático debe tener
como uno de sus elementos centrales la participación activa de los peruanos en el
exterior.” 12
12
Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú. Política de reforma consular, de protección, asistencia y
promoción de las comunidades peruanas en el exterior. p. 14. Localización:
22
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Dado este marco de acción –que es al mismo tiempo de expectativas ciudadanas- el peruano e el
exterior espera que los funcionarios consulares sean capaces de brindar servicios de manera eficiente y
mostrar la luz al final del túnel cuando se encuentran en problemas que les impiden o dificultan la
materialización de sus intereses y el ejercicio de sus derechos.
Estos problemas, los más comunes, son los actos discriminatorios y abusos por parte de las autoridades
locales, desconocimiento del sistema legal local, desconocimiento de las leyes peruanas, poco o nulo
acceso a fuentes de consulta legal o la simple lejanía de las sedes administrativas del Estado peruano o
de los notarios, todo aquello que se derive de una situación migratoria irregular e, inclusive, las propias
limitaciones educativas del ciudadano. Cuando esto ocurre, o para evitar que esto ocurra, actúa el
Consulado, el cual justifica su existencia sólo en la medida de que exista una comunidad de peruanos
que necesita de su apoyo y servicios.
El cónsul y los funcionarios consulares, por su parte, son ciudadanos que tienen el servicio a la
comunidad como forma de ganarse el sustento y dicho servicio tiene como finalidad atender aquellos
problemas y necesidades que los mismos ciudadanos peruanos –y no solamente el cónsul- conciben
como prioritarios. Al cónsul le corresponde, por ende, conocer y comprender tales problemas y actuar
para atender con eficacia dichas necesidades en un marco de respeto a las leyes peruanas y locales, así
como de simplificación administrativa, celeridad y transparencia.
Todo lo expuesto nos lleva pensar que la visión de una oficina consular debe tener una estrecha
relación con el aporte de la misma al desarrollo de la comunidad peruana que reside en la
circunscripción. Es decir, que si consideramos que la labor consular debe enfocarse en la protección y la
promoción de los intereses y derechos de los peruanos y del Perú en el exterior, entonces la visión debe
tener como esencia la atención de las necesidades y la solución de los problemas que obstaculizan el
http://www.rree.gob.pe/portal/aconsular.nsf/f7e99ca6ad554d4505256bff006da07a/1f2c55822814821c052570d6
0053132a/$FILE/Publicacion1.pdf Fecha de última consulta: 22 de Junio de 2007.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
ejercicio de dicho derechos y la materialización de tales intereses. Dicho de otra manera, el consulado
debe verse a sí mismo como una herramienta de apoyo al desarrollo de la comunidad peruana que
reside en la circunscripción, para lo cual concentra su labor en la transferencia valor público hacia dicha
comunidad, mediante la promoción y protección de espacios, herramientas de gestión y mecanismos
que permita a los peruanos ejercer efectivamente sus derechos y perseguir sus sueños e intereses.
En el punto anterior, hemos dicho que el consulado ha de concentrar su labor en la transferencia valor
público hacia la comunidad.
Pero, ¿qué queremos decir ello? ¿Cómo debe entenderse el valor público?
La forma más fácil es tal vez intentar comprenderlo por oposición a un valor muy concreto y de fácil
13
entendimiento: el lucro o ganancia. Echebarría y Mendoza nos ayudan en esta tarea. Estos autores
sostienen que el lucro es el valor de medición por excelencia de la gestión privada, el cual surge a partir
de los rasgos definitorios del mercado y de la lógica de actuación de las empresas que operan en dicho
contexto como orientación al cliente, competitividad y eficiencia, es decir, valores que se encuentran en
la base de la cultura, procesos y técnicas de la gestión empresarial. La actividad privada, sin embargo,
que se desarrolla según las reglas del mercado, debe producir valor privado, es decir, utilidades o
ganancia que son los indicadores de eficiencia por excelencia. La actividad pública no productiva, sin
embargo, no está destinada a producir ganancias sino valor público, es decir, algo que no es mensurable
en términos de dividendos, mucho menos en países como el Perú cuya población mayoritaria aún sufre
serias y enormes carencias en términos de salud, educación básica y salarios. De allí resulta que, en el
nivel de la satisfacción de las necesidades básicas (como por ejemplo la incorporación de un sector de la
población a la red de agua potable), la inversión requerida es cuantiosa y el proyecto desemboca en
tarifas fuera del alcance de la gente pobre. Pese a ello, el simple hecho de que esta población llegue a
13
Echebarría K. y Mendoza X. La especificidad de la gestión pública: el concepto de managament público. En
Losada I Marrodan, C. (editor) ¿De burócratas a gerentes? Las ciencias de la gestión aplicadas a la administración
del Estado. Washington. BID. 1999.
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J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
tener agua potable contiene una enorme cantidad de valor público que la empresa privada, sin
embargo, no tiene interés en producir debido a que su objetivo es simplemente el lucro. 14
Por estos motivos, mientras la gestión privada tiene como dato esencial e proceso productivo y de
distribución de las mercancías, la gestión pública tiene como dato esencial el proceso político. Este
reemplaza al mercado y define el carácter de poderes públicos de las administraciones, la diversidad de
intereses, la naturaleza distinta de los procesos de creación del valor y la ausencia de precio que dificulta
la medición del valor creado.
Mark H. Moore enfatiza por ello que el objeto del funcionario público es crear valor público. Para ello,
señala, los directivos necesitan hallar la manera de integrar las dimensiones sustantiva, política y
administrativa, esfuerzo del cual resulta el análisis del valor del propósito ideado, la obtención de la
legitimidad y apoyo suficiente para dicho propósito y la mejora de las capacidades de la organización
para conseguirlo. También indica Moore que, al contrario de lo que ocurre en la gestión privada en
donde el indicador de eficiencia está dado a priori (la utilidad), la gestión política debe determinar
primero el valor público o aquello que se debe producir con los recursos públicos para satisfacer
necesidades y demandas colectivas y todo ello en un ambiente cambiante que exige que el objeto del
trabajo directivo sea también mantener preparada la organización para adaptarse a las nuevas
demandas a través de la innovación y apertura a la experimentación.15
En consecuencia, mientras el valor público es aquello que produce con los recursos públicos para
satisfacer necesidades y demandas colectivas,16 el dato esencial que permite al funcionario público
producirlo será el que le proporcione el conocimiento de las reales necesidades y demandas de la
comunidad de ciudadanos peruanos en su circunscripción.
Esta concepción de valor público coincide plenamente con la política exterior vigente en materia
consular, en la medida de que abandona el viejo estilo prefectural y paternalista desde la perspectiva del
Estado, sino también la visión asistencialista desde el lado del ciudadano, situando dentro del campo de
14
Echebarría K. y Mendoza X. Op. Cit.
15
Moore, Mark H. Gestión estratégica y creación de valor en el sector público. Piados, Buenos Aires. 1999.
16
Moore, Mark H. Op. Cit.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
reflexión tanto los servicios administrativos y las funciones de protección consular y asistencia
humanitaria, como el fortalecimiento de la participación ciudadana y del Estado de derecho.
Por ello, la visión de un consulado será constituirse en una entidad de apoyo activo al desarrollo integral
de la comunidad peruana en el exterior, para lo cual tendrá como misión promover y proteger los
espacios en que los peruanos ejercen sus derechos y persiguen sus intereses, sin más restricciones que
las legales.
Sin embargo, determinar el valor público en cada caso puede ser una tarea ardua y compleja, tanto
como lo es la multiplicidad de los intereses personales, necesidades y demandas de los miembros de
una sociedad. La faena se facilita, sin embargo, si se parte de una diferenciación básica entre las
necesidades objetivas y subjetivas de los ciudadanos, con lo que tenemos que el valor público, valga la
redundancia, puede ser a su vez objetivo o subjetivo.
El primero, el valor objetivo, tiene un impacto directo en el presupuesto del ciudadano quien puede
invertir el dinero ahorrado en su propio bienestar o educación de sus hijos, tener más horas para
atender sus tareas productivas, etc. así como un efecto indirecto en la economía peruana que se
beneficia con un aumento de las remesas.
El segundo, el valor subjetivo, impacta en las relaciones Estado-Sociedad creando confianza y ánimo de
cooperación, lo que, en última instancia, produce legitimidad, capital social, mejora la calidad de la
participación ciudadana, reduce los costos de transacción en la gestión pública y tiene un efecto
beneficioso sobre la economía nacional y de los particulares.
En principio, tenemos que admitir que la única manera de llegar a conocer los problemas y necesidades
es comprendiendo las características de las comunidades de peruanos que residen en la jurisdicción, lo
que no se obtiene sentado detrás de un escritorio o de una ventanilla de atención sino a través de
trabajo de campo. Para ello es necesario contar con las herramientas necesarias, las cuales, sin
embargo, no se encuentran siempre en un manual o guía sino más bien ocultas en un mar de
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J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
información en el cual es necesario bucear para descubrirlas. Dicho conocimiento, además, permitirá
luego adecuar las políticas y actividades al perfil y diferencias al interior de ella. Para lograrlo, los
recursos con que contamos son la memoria institucional y el capital humano.
La memoria institucional
La memoria institucional es importante porque contiene el conocimiento, la experiencia y el diagnóstico
situacional de los actores. Esta, sin embargo, puede tener hasta dos diferentes acepciones.
En los hechos, existe una memoria institucional al alcance de todo consulado y está formada por la
experiencia tanto de las gestiones anteriores en el mismo consulado, como en otros consulados
peruanos y extranjeros en el país receptor u otras partes del mundo. Dicha memoria no se limita a
anuarios o memorias oficiales, pues estás sólo recogen una fracción de los conocimientos y experiencias
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
preexistentes y muchas veces recogen una versión poco objetiva de las gestión de sus autores. En el
mejor de los casos, cuando la organización ha logrado superar lo empírico y desarrollado una política
autónoma de de desarrollo científico, dicha memoria es posible encontrarla e forma de doctrina, teoría
y estudios de caso.
Por ello, es trascendental recurrir a ese fragmento de la memoria institucional que se encuentra en los
textos académicos, de investigación y críticos, en tanto estos que proporcionan información valiosa
acerca de los criterios que fundamentan prácticas eficientes en la prestación de servicios y las tareas de
protección consular y asistencia humanitaria
En este sentido, ante la carencia de un desarrollo doctrinal importante, es tarea del funcionario
desarrollar un esfuerzo sistemático por desenterrar este tipo de memoria institucional, aunque sin dejar
de tener en cuenta que, al igual que la primera, ésta acarrea sus propios problemas, tales como el
peligro de la distracción en lo anecdótico y la inexactitud de la transmisión de información oral.
Capital humano
El capital humano es esencialmente un equipo de funcionarios y empleados que cuenten con las
competencias profesionales necesarias para ocupar los puestos que necesitan ser ocupados, así como
con excelente capacidad de gestión y actitud positiva frente al reto de la actualización académica a
través de la lectura de estudios e investigaciones novedosas y el trabajo de campo en la misma
jurisdicción. En suma, funcionarios y empleados que sean capaces no sólo de mirar la realidad sino
también de comprenderla.
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J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Los paradigmas, claro está, no existen en estado puro en la realidad si no que se combinan con otros y
se expresan como tendencias predominantes que pueden variar en grado de influencia según las
circunstancias. Son, por ende, modelos ideales y puntos de referencia que orientan la acción de un
individuo o una organización en la vida real y que son útiles analizar y simplificar la realidad y hacerla
fácilmente comprensible.
17
“La política exterior del Perú concibe la función consular como un servicio publico de naturaleza política pues
asegura las vinculaciones del Estado con las prolongaciones en el exterior de su población, que es uno de sus
elementos constitutivos.” Exposición del Ministro de Relaciones Exteriores, Emb. Allan Wagner Tizón, ante la
Comisión de Presupuesto del Congreso de la República. Sustentación del presupuesto del Ministerio de Relaciones
Exteriores para el año 2003.
18
Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú. Op. Cit. p. 10
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
“… esta perspectiva también marcó, en mayor o menor medida, la relación de los funcionarios
consulares con las comunidades peruanas.” 19
El crecimiento de la población peruana migrante en países extranjeros durante los años 90 determinó
que:
“… al iniciarse el nuevo siglo era indispensable que el Estado, a través de la Cancillería, diera un
giro de 180 grados a su política de vinculación con las comunidades en el exterior. El antiguo
paradigma de Cónsul Prefecto devino disfuncional a los deberes del Estado con sus nacionales. A
partir de ahí surge la necesidad de perfilar, en su reemplazo, un paradigma de “Cónsul Servidor
Público” sustentado en una nueva política exterior de protección a los nacionales que residen en
el extranjero. En este nuevo esquema que, se perfila a partir de la restitución del Estado de
derecho y el régimen democrático, el funcionario consular se debe a la ciudadanía y tiene ante sí
como tareas fundamentales: - Brindar protección y asistencia a los peruanos en el exterior; -
Ofrecer los servicios de manera eficiente y oportuna a través de la reforma consular; y - Ser un
agente de vinculación cultural y económica de los peruanos con su país en general y con sus
comunidades de origen en particular.” 20
Dados estos nuevos retos, la política exterior del Estado peruano buscaría crear un régimen de
actuación consular basado en el paradigma del “Cónsul-Servidor Público”:
“Ya no es, pues, el funcionario consular un agente pasivo que observa con distancia burocrática
los procesos que atañen a las comunidades peruanas en el exterior. En el nuevo paradigma se
funde parte de la noción clásica, si se quiere burocrática, de la función consular con el
compromiso social a través de un potenciamiento y nueva dirección de las funciones de
protección, asistencia y promoción del vínculo del migrante peruano con su país de origen” 21
19
Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú. Op. Cit. p. 10.
20
Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú. Op. Cit. p. 12.
21
Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú. Op. Cit. p. 12.
30
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
De esta manera, el citado documento expone con mucha claridad cómo la política consular ha venido
experimentando serias transformaciones, en qué han consistido en las mismas y cómo todo ello ha
significado un cambio del paradigma del Cónsul-Prefecto al del Cónsul-Servidor Público.
Es nuestra tesis, sin embargo, que el proceso de transformación que nos llevó del paradigma del Cónsul-
Prefecto al del Cónsul-Servidor Público no fue categórico ni inmediato ni ha finalizado aún, si no que ha
tenido una fase intermedia que no ha sido mencionada: la del “Cónsul-Recaudador”.
Este paradigma no es privativo la cultura política peruana o latinoamericana, sino que se ha dado en
todas las sociedades a través de la historia y los ejemplos más resaltantes se encuentran en momentos
de crisis, que es cuando todos los rasgos de este paradigma se muestran al desnudo.
De esta manera, para ilustrar este paradigma, hemos elegido dos hechos que ocurrieron
simultáneamente y que involucraron a los servicios consulares de dos países: el caso del cónsul español
Sebastián Romero Radigales y los Sefardíes de Grecia (1943-1946) y el de los gobiernos peruanos de
Oscar R. Benavides (1933-1939) y Manuel Prado (1939-1945) y los 200 niños judíos de Auschwitz (1944).
La primera historia puede ser encontrada en el libro “S.R. Radigales y los Sefardíes de Grecia (1943-
1946)”, cuya reseña –que a continuación transcribimos- ha sido publicada en la página web de la
Asociación Cultural Tarbut Sefarad y de Universia de España:
“El libro “S.R. Radigales y los Sefardíes de Grecia (1943-1946)” es un homenaje póstumo es un
homenaje póstumo al cónsul Sebastián Romero Radigales que salvó a sefardíes españoles de
Grecia del exterminio nazi, tras la ocupación del país en 1941. Matilde Morcillo es la autora de
esta investigación que ahora ve la luz a través de este libro que edita Casa Sefarad Israel y que
prologa el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos.
SINOPSIS
En este libro, Matilde Morcillo destaca el papel relevante desempeñado por Sebastián de
Romero Radigales al frente del consulado general de España en Atenas, en favor de los sefardíes
españoles en Grecia durante el periodo de la ocupación alemana del país.
Como se sabe, Mussolini invadía Grecia en octubre de 1940, lo que provocaba la entrada de este
país en la guerra. Aunque los griegos pudieron derrotar a los italianos, pronto llegarían los
alemanes. En 1941, toda Grecia estaba ocupada por Alemania, Italia y Bulgaria.
Aunque al principio, las medidas antisemitas no afectaron directamente a los judíos de Grecia,
en julio de 1942 se ponía fin al periodo alemán de relativa moderación hacia los en la Grecia
ocupada.
El cónsul Radigales, nada más llegar a Atenas, en abril de 1943, se tuvo que enfrentar con el
problema de la repatriación a España de los sefardíes españoles de Salónica, a los que las
autoridades alemanas habían dado su conformidad para abandonar la ciudad y el país antes del
15 de junio de 1943, previa comprobación que contaban con la nacionalidad española, de
acuerdo con el Decreto del general Primo de Rivera de 1924, que otorgaba la nacionalidad
española a todos los sefardíes descendientes de España que lo solicitasen antes del 31 de
diciembre de 1930, y evitar así su deportación a un campo de concentración.
Sin embargo, la cuestión de la repatriación no sería nada fácil. El asunto se prolongó por la
lentitud de la burocracia española y terminó el plazo dado por el gobierno alemán a España. Por
ello, desde Alemania se hacía saber a Radigales que, en breve, el ejecutivo alemán procedería a
la deportación de los sefardíes. Finalmente, el 2 de agosto de 1943, fueron deportados 365
sefardíes de nacionalidad española residentes en Salónica, al campo de concentración en Bergen
Belsen, cerca de Hannover, en Alemania. Allí pasaron seis meses, hasta que gracias a las
innumerables gestiones del cónsul Radigales, muchas veces tomando decisiones a espaldas del
gobierno español, consiguió repatriar a España, en febrero de 1944, a los 365 sefardíes, los
cuales mostraron un profundo agradecimiento a España.
32
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Por último, el libro incluye la relación de los bienes dejados por los sefarditas a las autoridades
alemanas antes de ser deportados y las reclamaciones que van a hacer al finalizar la guerra, tras
la creación de una comisión presidida por Romero Radigales en 1946.” 22
La segunda historia es ilustrada en una entrevista a León Trahtemberg, publicada por Caretas:
–¿Cómo definiría la posición del Estado peruano en la Segunda Guerra Mundial respecto a la
población judía, ya sea a nivel interno o externo?
–A nivel interno hubo poca actividad hostil hacia los judíos por parte de la población peruana
que más bien se mostró hospitalaria. El problema radicaba en algunos sectores intelectuales y
políticos que se identificaban con el nazismo, el racismo, así como algunos sectores católicos
antisemitas, todos ellos con fuerte influencia en la prensa y Cancillería dirigida por Carlos Concha
(1937-1939) y luego Alfredo Solf y Muro (1939-1944) de quienes dependía el visado de los
pasaportes. Así la posición del Estado peruano presidido por Oscar R. Benavides y luego Manuel
Prado Ugarteche fue hostil a la inmigración de judíos. Solo unos 500 de los 11 millones que
buscaban refugio lograron inmigrar al Perú entre 1939-1945.
22
Tarbut Sefarad:
http://www.tarbutsefarad.com/index.php?option=com_content&task=view&id=898&Itemid=1742; y Universia:
http://www.universia.es/portada/actualidad/noticia_actualidad.jsp?noticia=95552. Consulta efectuada el 23 de
octubre de 2008.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
–¿Qué hechos en concreto podrían calificarse como políticas antisemitas y qué consecuencias
tuvieron?
–Como se observa en la vergonzosa circular de 1938 (Oscar R. Benavides-Carlos Concha) que se
ratificó varias veces durante el gobierno de Manuel Prado y su canciller Alfredo Solf y Muro, el
gobierno peruano dio instrucciones precisas a sus cónsules para negarles las visas a los judíos
que fugaban del horror nazi, e inclusive aquellos que obtenían alguna visa tuvieron que sortear
infinidad de obstáculos para poder entrar finalmente al Perú. (…) Uno de los casos antisemitas
más sonados fue la respuesta negativa del gobierno de Prado al pedido del "Congreso Judío
Mundial" para que el Perú, al igual que otros diversos países del mundo, aceptara admitir niños
judíos huérfanos de guerra que iban a ser íntegramente mantenidos y educados por cuenta de
los judíos residentes en el Perú. El gobierno peruano, a través del canciller Dr. Solf y Muro,
rechazó en 1944 el pedido de admitir 200 niños judíos de 4 a 10 años de edad que luego
murieron en Auschwitz." 23
23
Caretas. 31 de marzo de 2005: http://www.lp.edu.pe/l_trahtemberg/otros/entrev74.htm. Consulta efectuada
el 22 de octubre de 2008.
34
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Miller, quien, siendo Canciller, enalteció la eficacia comercial como valor público y simplificó el perfil del
servicio exterior profesional, reduciendo la profesión diplomática a términos exclusivamente
comerciales:
¿Cuál era el significado de esta declaración? ¿Es que la mejor forma de medir la eficiencia de un
Consulado –y una Embajada- iba a ser, desde ese momento, la relación entre lo invertido mensualmente
por el Estado en sueldos y sostenimiento y lo recaudado en el mismo lapso por la oficina consular?
¿Cómo se iba a medir la capacidad de venta de las representaciones permanentes del Perú ante los
organismos internacionales de derechos humanos o de cultura como la UNESCO o ante la Santa Sede?
¿Cómo se iba a medir la capacidad de venta de la sección comercial de una embajada o de un
consulado? ¿Qué porcentaje del valor de venta final de cada artículo debía reclamar el consejero
económico que organizó una misión comercial que dio frutos sólo muchos meses después o que no dio
los frutos esperados?
Una traducción “consular” realista de estas preguntas, planteadas para destacar la extravagancia de la
propuesta, se concentra en el concepto de “recaudación consular” que es la forma más cercana al
criterio costo-beneficio que utilizan las empresas de negocios.
24
Blacker Miller, Augusto. Discurso de clausura del Seminario sobre posibilidades de acción diplomática en la
Cuenca del Pacífico. Memoria de la Academia Diplomática del Perú, 1991. Lima.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
El citado discurso fue la partida de nacimiento de una cultura consular recaudadora que dio origen al
paradigma del Cónsul-Recaudador que aún subsiste –y no sólo en el Perú- y que merece al menos un
breve análisis.
Otro ejemplo también concreto de esto se encuentra en las declaraciones del hoy ex Canciller
paraguayo Rubén Ramírez Lezcano, cuando en una reunión con los cónsules de su país en Brasil en
enero de 2007, les exigió públicamente más recaudación:
“El canciller exige más recaudación. El canciller les “estiró las orejas” a los cónsules
paraguayos destacados en Brasil durante una reunión realizada ayer a la mañana en
Asunción. Pidió más recaudación y buscar mercados. La reunión entre el canciller y los
cónsules paraguayos en Brasil se realizó a diez días de la visita a Asunción del canciller
brasileño Celso Amorim y ante las duras críticas contra la labor de los cónsules
paraguayos en la Argentina y en el Brasil, especialmente los “políticos”. 25
En el mismo artículo se señala que el canciller paraguayo llamó la atención a los cónsules y les recordó
cuáles eran las prioridades consulares para el gobierno. Citó siete tareas que los funcionarios consulares
deberían considerar prioritarias, la primera de las cuales era “mantener y mejorar, si se puede, la
25
El Canciller exige más recaudación. Nota informativa. ABC Digital. Asunción. Paraguay, 14 de noviembre del
2006. Fecha de consulta. 25 de Enero de 2007. Dirección:
http://www.mre.gov.py/paginas/boletines/informaciones/Anteriores/boletin141120061.asp
36
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
recaudación consular”. Luego, subrayó que también era importante: 2) restringir los gastos, 3) orientar
las recaudaciones hacia el campo del desarrollo económico y comercial, 4) utilizar la tecnología como
herramienta de trabajo, 5) asistir a los empresarios paraguayos interesados en exportar, 6) identificar
mercados para los productos paraguayos y 7) cumplir las exigencias administrativas (llegar a hora) y
producir laboralmente.
No significa esto que muchos consulados con altos niveles de recaudación no presten eficientes y
valiosos servicios a sus comunidades. De hecho, lo hacen y las publicitadas cifras o indicadores así lo
demuestran, pero la medición “dinero recaudado” presenta problemas en el ámbito de la comunicación
política y, por ende, de las relaciones Estado-Sociedad. Veamos algunos de estos problemas.
Tenemos que ser conscientes, por ejemplo, que desde el punto de vista de un peruano promedio en el
exterior, lo que la recaudación consular mide es “cuánto gasté” y no “cuánto ni qué calidad de servicio
obtuve” ni mucho menos “cuánto valor obtuve” o “cuánto ahorré”. Las actuaciones consulares, por su
lado, tienen sentido en el ámbito interno de la institución que presta el servicio en tanto solamente
permiten medir la capacidad de trabajo y la demanda de servicios consulares, pero aportan poco en el
ámbito de la creación de valor público para el ciudadano y la comunicación política.
Un indicador sensible a la calidad de los vínculos Estado-Sociedad, habría sido elegido entre aquellos
que muestren lo mismo pero de una manera más situacional, menos “tributarista” y más cercana al
entendimiento, necesidades y sentimientos de la gente común.
Un ejemplo: el valor público y el caso de las multas electorales: midiendo la eficiencia más allá de la
recaudación consular.
Un ejemplo válido del problema que hemos esbozado en las líneas anteriores es la relación que existía
entre recaudación consular y la norma que consagraba la llamada “muerte civil” en el Perú hasta el 3 de
agosto de 2006.
En virtud de dicha norma, los ciudadanos peruanos que tuviesen deudas de multas electorales, no podía
recibir ningún tipo de servicio de la administración pública –lo que incluía a los servicios consulares- ni
realizar ningún tipo de acto jurídico civil, comercial, administrativo y judicial, hasta que cumpliesen con
pagar sus multas. Así, para poder obtener un documento nacional de identidad cuyo costo era de US$ 7,
debían para primero multas acumuladas que algunas veces llegaban a los US$ 300.
Los consulados obtenían altos niveles de recaudación, pero estos ocultaban algo que era un secreto a
voces: el hecho de que entre el 35 % y 40 % de las recaudaciones consulares provenían de las multas
electorales (por omisión al sufragio y por inasistencia a la instalación de las mesas de votación en el caso
de los ciudadanos elegidos como miembros de mesa de sufragio) que pagaban los ciudadanos peruanos
que muchas veces vivía en zonas muy alejadas de la ciudad en la que tenía su sede el consulado, que era
el único lugar en donde se había abierto mesas de votación.
Los ciudadanos peruanos, si bien pagaban dichas multas con resignación, se quejaban siempre
expresando que les parecía un exceso o un abuso de parte del Estado, pues éste no se había ocupado de
instalar mesas de sufragio cercanas a su lugar de residencia o, cuando menos, implementar mesas de
transeúntes o el voto por correo postal, tal como sí lo hacían algunos otros países. Con ello, lo que
conceptualmente reclamaban era que el Estado no estaba haciendo su trabajo para promover el
38
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
El gobierno aprista, sin embargo, consciente de la sensibilidad política de este tema, promulgó la Ley No.
28859 (en vigencia desde el 4 de agosto del 2006), con la cual suprimió las restricciones civiles,
comerciales, administrativas y judiciales y redujo/condonó las multas a favor de los ciudadanos
omisos al sufragio.
Esta ley, cuyo promotor fue el entonces Representante Permanente del Perú ante la Organización de
Estados Americanos (OEA), Dr. Antero Florez Araoz, fue aprobada por el Congreso durante los últimos
meses del gobierno del ex presidente Alejandro Toledo. Este, sin embargo, no la promulgó y tuvo que
inaugurarse un nuevo gobierno para que esta norma viese la luz.
El efecto casi inmediato de la “muerte civil” ocasionó la disminución de más o menos el 35 % las
recaudaciones consulares en todas las oficinas consulares peruanas, en base a lo cual se podría decir,
entonces, que el dinero que el Estado dejó de percibir de los peruanos en el exterior por dicho
concepto, “retornó” al bolsillo de estos, es decir, que se hizo realidad el fin primero y último de la
gestión pública moderna: se transfirió valor del Estado a la Sociedad.
El valor transferido, o dinero “recuperado”, es posible que haya sido parcialmente convertido en
remesas hacia el Perú, inyectándose de este modo en la economía de nuestro país, o tal vez en
educación o mejora de la calidad de vida de sus propietarios. Difícilmente ha sido “reinvertido” en
mayores servicios consulares, en tanto la demanda y oferta de estos es fundamentalmente inelástica y
los usuarios de servicios consulares no “compran” más servicios consulares de los que estrictamente
necesitan.
tal como hemos demostrado, es aún utilizada por diversos servicios consulares nacionales todavía por el
espíritu que les inyectó el paradigma económico neoliberal de los años 90. En el Perú actual, sin
embargo, si bien no ha perdido toda su vigencia, sí ha dejado de tener la importancia del pasado.
La conclusión a la que podemos llegar aquí es, entonces, que la diferencia entre los tipos de indicadores
para medir el desempeño de una oficina consular constituye un dato inequívoco que nos permite
distinguir si el desempeño de un consulado se basa en el paradigma del Cónsul-Servidor, del Cónsul-
Recaudador o del Cónsul-Prefecto.
La crisis de legitimidad del Estado en América Latina de las últimas décadas estuvo estrechamente
relacionada a la ineficiencia e ineficacia en la prestación de los servicios públicos y a la carencia de
respuestas frente a problemas nuevas que requerían políticas públicas nuevas. Dicha crisis de
legitimidad fue, por lo tanto, una crisis de legitimidad de la función pública, en todos sus niveles, desde
los cargos ocupados por elección hasta aquellos ocupados por designación o nombramiento, cual es el
caso de los funcionarios consulares.
Inicialmente, estos problemas fueron abordados desde la lógica del mercado que en el ámbito consular
dio origen entre otros, al paradigma del Cónsul-Recaudador. En una segunda etapa, sin embargo, en la
que ya encuentra inmersa el Perú, se ha intentado abordar tales problemas desde una dimensión más
democrática, la de la gestión pública moderna. Y esto ha sido así porque, desde los años 90, la
democracia ha dejado ser una opción electiva para los gobiernos y administraciones públicas, para
convertirse en factor incuestionable de legitimidad de todo sistema y régimen político.
La existencia de dicha crisis de legitimidad de la función pública no significa que dicha legitimidad no
fuese necesaria en el pasado si no que ésta no siempre se ha basado en el factor democrático. El hecho
es que, en la fase anterior a su estallido y aún ahora, la legitimidad para el ejercicio de la función pública
siempre ha sido necesaria, y no debemos perder de vista que, en esencia, diferentes factores –que al ser
susceptibles de medición se convierten en indicadores- producen diferentes tipos de legitimidad de la
40
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
función pública, entre los cuales podemos grosso modo mencionar tres de ellos que están relacionados
con el tema de este ensayo:
La legitimidad formal: surge del cumplimiento de un requisito legal necesario para ejercer el
cargo, por ejemplo, una resolución ministerial de nombramiento. Esta tipo, como se deduce,
existe independientemente de cualquier resultado y, por ende, no los necesita.
Legitimidad democrática: surge de la calidad de los servicios y de los resultados cuando estos
transfieren valor público y tienen un impacto beneficioso en la calidad de vida del ciudadano.
Esta, a diferencia de las anteriores, requiere de una estrategia adecuada de comunicación entre
el cónsul, que representa al Estado, y la comunidad de peruanos que son la sociedad civil.
En síntesis, simplificando los paradigmas con fines didácticos, podemos decir que la legitimidad formal y
burocrática corresponde a los paradigmas del Cónsul Prefecto y del Cónsul Recaudador y la democrática
a la del Cónsul Servidor Público. No obstante, no debemos olvidar que, si bien esto es así, la legitimidad
formal que da autoridad de un cónsul es un acto burocrático formal.
El Gobierno peruano creó el Consulado General del Perú en la ciudad de Atlanta, Georgia con
circunscripción en los Estados de Georgia, Alabama, Tennessee, Carolina del Norte y Carolina del Sur en
enero de 2005, cubriendo con ello un área mayor a los 600 mil kilómetros cuadrados.26 Hasta entonces,
los peruanos residentes en Carolina del Norte, Tennessee y Carolina del Sur tenían que realizar sus
26
Transferida al Consulado General del Perú en Ginebra en mayo de 2007.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
trámites consulares en la oficina consular en Washington D.C., mientras que los que residían en Georgia
y Alabama hacían lo propio en la oficina consular en Miami.
El equipo inicial, formado por el Ministro Jorge Puente Luna como Cónsul General, el Cónsul Adscrito
Julio Álvarez Sabogal y la Vice-Cónsul Adriana Velarde Rivas27, dedicó varios meses de trabajo previos
antes de la apertura a lo que decidieron llamar la “organización conceptual” de la misión consular,
valiéndose para ello de todo el bagaje doctrinal mencionado líneas atrás.
En una primera etapa, la “organización conceptual” se concentró en realizar estudios del mercado
inmobiliario y laboral, elaboración y gestión de un presupuesto adecuado para una oficina consular
coherente con el paradigma del Cónsul-Servidor Público, elaboración de los perfiles de puesto
indispensables y reclutamiento del personal adecuado para ocupar tales puestos.
Al cabo de cuatro meses, cuando el equipo inicial viajó a la ciudad de Atlanta a iniciar la organización
material del consulado, el equipo de diplomáticos contaba ya con el apoyo de una funcionaria
administrativa de carrera con experiencia y con el de cuatro empleados localmente contratados cuya
formación y experiencia satisfacían bien los requerimientos técnicos de los puestos que eran
considerados indispensables: administración, informática, derecho y atención al público.
Una vez en Atlanta, a la par del proceso de habilitación física y tecnológica del consulado, se inició la
segunda etapa de la organización conceptual que requería trabajo de campo no sólo en la ciudad sede si
no también en las ciudades de los Estados vecinos en donde se sabía que habían comunidades de
peruanos importantes en número. Esta fase consistió básicamente en responder las siguientes
preguntas: a) “¿dónde en ese espacio de 600 mil Kms2 están los peruanos?”; b) ¿qué tipo de trámites
necesitan?; c) ¿cuál es el tamaño real de la demanda de servicios acumulada?; d) ¿cuál es el grado de
desarrollo del tejido social? e) ¿cuántas organizaciones de peruanos existen? ¿cuántas son formales?
¿cuáles son confiables?; f) ¿Qué tipo de estructura de coordinación es la más adecuada para ser un
consulado eficiente?; etc.
27
Resolución Suprema No. 009-2005-RE del 11 de enero del 2005.
42
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Fue un proceso progresivo en donde las decisiones se tomaban luego de un saludable intercambio de
ideas y en el que se tuvo que enmendar caminos más de una vez, aunque esto era considerado también
como parte del proceso de aprendizaje.
Las oportunidades que alentaban un buen desenlace en esta tarea fueron varias. Se contaba con:
Conocimiento insuficiente de las normas, medio y prácticas locales, sin existir la posibilidad
presupuestal de contratar un asesor legal local por los altos precios de los servicios de
consultoría.
Restricciones presupuestales que, si bien no fueron extremas, existieron.
28
En realidad, sí hubo interferencia política intra y extra-institucional, pero ésta no fue lo suficientemente fuerte
como para derribar las observaciones legales que opusieron el jefe de misión y el administrador de fondos,
conjuntamente.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
Las líneas que vienen a continuación constituyen, por ende, la conceptuación de esta experiencia en el
campo de la organización de trabajo consular, el desarrollo de las herramientas de gestión,
cumplimiento de las normas y fortalecimiento del Estado de derecho (capítulo 4) y el desarrollo de
estrategias de vinculación con la comunidad peruana (capitulo 5).
En principio, debemos admitir que la organización del trabajo consular, así como de cualquier tipo de
actividad de servicios, no se da en el vacío si no que tiene como punto de partida una cultura
organizacional determinada, aquella de la entidad a la cual pertenece la unidad de trabajo específica.
Una oficina consular, para nuestros fines, es una unidad de trabajo y pertenece a una organización más
grande que es el Ministerio de Relaciones. Este, a su vez, posee una cultura organizacional que abarca
tanto sus fines, objetivos y reglas escritas como su estilo y grado de jerarquización, paradigmas,
44
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Cónsul Servidor
Público
Cónsul Cónsul
Recaudador Prefecto
29
Accountability
30
Predominancia de las reglas, normalización de procedimientos y creencias y tradiciones organizacionales
modernos combinados con enfoques pre-modernos y estructuras organizativas que enfatizan la coordinación
vertical sobre la coordinación horizontal o coordinación por medio de la normalización de habilidades.
31
El grado de jerarquización es alto no en comparación con el que existe en las fuerzas armadas o policiales, pero
sí en relación con otros cuerpos profesionales de naturaleza civil y no castrense.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
tercer secretario a embajador); la tercera tiene su raíz en el cargo (de subjefes a viceministro); mientras
que la cuarta se apoya en la mayor importancia que la organización todavía da a las misiones
diplomáticas sobre las consulares y la quinta en la pertenencia al servicio administrativo de carrera en
sus diferentes niveles(de F-1 a SAA).32
Sobre esta base, existen dos mecanismos básicos de coordinación que funcionan combinados. Uno de
ellos es de carácter burocrático mecánico, es decir, basado en procesos vinculados al ejercicio del cargo,
el grado y la jerarquía; mientras que el otro es del tipo burocrático profesional, esto es, fundado en
destrezas vinculadas al ejercicio igualitario de la profesión de diplomático y de especialistas en
relaciones internacionales, gestión pública, administración, derecho y otras disciplinas. 33
Por último, es preciso subrayar que al interior del Ministerio de Relaciones Exteriores existe una fuerte
corriente de cambio institucional que predomina y busca enfrentar los nuevos problemas y retos de la
administración pública, el papel del Estado, el escenario global, la indiferencia, la necesidad de mejor
capacitación, la correspondencia entre el discurso oficial que propone el cambio y las acciones concretas
y la resistencia a abandonar prácticas tradicionales de vinculación con herramientas de gestión más
eficaces. 34
Este ha sido, en síntesis muy apretada, algunos de los rasgos de la cultura organizacional de la
Cancillería peruana cuyo conocimiento resulta útil para el desarrollo de este artículo.
32
Alvarez Sabogal, Julio. La política exterior de Fujimori: Del autonomismo político y el aislamiento económico a la
hiper-dependencia económica y el aislamiento político (1990-2000). Capítulo III: La modernización autoritaria de
la Cancillería peruana. pp. 66-70. Fuente: http://polydemo.googlepages.com/ Fecha de consulta: 3 de agosto de
2007.
33
Alvarez Sabogal, Julio. Op.cit. pp. 66-70.
34
Alvarez Sabogal, Julio. Op.cit. pp. 66-70.
46
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
organigrama35. Su diseño define los mecanismos de coordinación que son las modalidades de
interacción entre las personas que conforman la organización a través de las cuales se captan y dirigen
acciones y flujos. Sus formas más puras son:
la adhocracia
la estructura simple
la burocracia mecánica
la burocracia profesional
la organización diversificada
la organización misionera y
la organización política.
En cada uno de estos modelos puros domina un mecanismo coordinador distinto, una parte diferente de
la organización36 desempeña el papel más importante y un tipo distinto de descentralización es usado. 37
35
Mintzberg define la estructura como la suma total de las formas en que un trabajo es dividido entre diferentes
tareas y luego es lograda la coordinación entre esas tareas. Mintzberg, Henry. Diseño de Organizaciones Eficientes,
Ateneo, Buenos Aires.
36
Cumbre estratégica (alta dirección), línea central (gestión central u órganos de línea), bases operativas (procesos
concretos), tecnoestructura (análisis de sistemas de diseño y procesos), personal de soporte e ideologia.
37
Mintzberg, Henry. Configuraciones organizacionales. Fuente:
http://www.12manage.com/methods_mintzberg_configurations_es.html
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
A partir de estos mecanismos de coordinación, Mintzberg elaboró seis modelos ideales de configuración
que resultan útiles para el análisis, aún cuando en la realidad se presenten tipos combinados con mayor
o menor preponderancia de unos y otros:
38
Mintzberg, Henry. Op. cit.
48
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
En todo caso, lo que debe quedar claro es que la eficiencia y eficacia de una entidad pública depende de
que su gestión y coordinación interna, es decir, del simple hecho de tener una estructura de
coordinación que guarde una relación muy estrecha con sus objetivos y, por ende, con su paradigma de
organización.
Un sistema de trabajo basado en una concepción mercantilista o comercial de la función consular, hace
que el servicio consultar pierda de vista su objetivo central: el servicio al ciudadano. El ciudadano no es
cliente, es ciudadano o, en todo caso, contribuyente y su relación con el Estado no es comercial, aún
39
Alvarez Sabogal, Julio. Op. cit. pp. 96 y 97.
40
Esto es consecuencia de un hecho concreto y palpable: las restricciones presupuestales de las oficinas consulares
que impiden desarrollar una estandarización de habilidades en tanto esto requiere expertos profesionales en
diversas áreas como, por ejemplo, los servicios notariales que, por su alto impacto en la situación legal de los
ciudadanos, requieren ser brindados por expertos en derecho (notarios y abogados contratados por éste), de
acuerdo a las leyes peruanas.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
cuando deba pagar por ciertos servicios. Es la naturaleza de las actividades y servicios consulares y el
beneficio al ciudadano, y no la jerarquía ni el afán de lucro, lo que debe determinar la organización del
Consulado.
La línea media o línea técnica, es decir, los funcionarios intermedios entre el cónsul general y el centro
operativo, es tenue y se limita a una o muy pocas personas. A éstos les corresponde también la labor de
estructura técnica, es decir, de diseño formal de los sistemas de trabajo y control del mismo.
Estos sistemas, sin embargo, toleran muy difícilmente los estilos rígidos y de muy alta regulación, en
tanto requieren tener cierto grado de flexibilidad. La complejidad de los servicios consulares, el derecho
de cada ciudadano a recibir una atención personal, la alta sensibilidad que existe en la interacción
consulado-peruanos en el exterior (que equivale a decir Estado-Sociedad) y el intercambio fructífero de
ideas e iniciativas no armoniza con sistemas inflexibles y mecanizados.
50
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
He aquí una lista no exhaustiva de las diferentes áreas operativas en una oficina consular y que pueden
ser la base de un manual de organización y funciones:
Valija Diplomática
Vinculación con Comunidad Peruana (Consejo de Consulta, foros, etc.)
Cada una de estas áreas debe tener un responsable operativo y un supervisor y estar sujetas a controles
recíprocos, sin alentar los compartimientos estancos, de tal manera que el trabajo en equipo y, por
ende, el intercambio y cobertura flexible de posiciones operativas para enfrentar problemas
circunstanciales, sea la regla y no la excepción.
En suma, las estructuras de coordinación y, por lo tanto, el manual de organización y funciones, deben
evitar los mecanismos de coordinación basados en una jerarquía que no sea sólo funcional, sistemas
mecánicos, autoritarios, paternalistas, rígidos, excesivamente reguladores o dirigidos sólo a la
“recaudación”.
Hacer lo contrario solamente bloquea la interacción de ideas, desalienta, ahuyenta a empleados capaces
que suelen tener alta autoestima profesional y personal, favorece la rutina e impide ver los errores,
interrumpiendo con ello el ciclo “planificación-ejecución-resultados-control-ajuste-ejecución-etc. y
haciendo perder de vista objetivo principal de “servicio al ciudadano”.41
Las empresas y organizaciones modernas eficientes –públicas y privadas- basan su dirección en la idea
de liderazgo y no de jefatura, autoridad o mando. La necesidad de obtener resultados y dirigir y
organizar el trabajo de empleados capaces y con alta autoestima personal y profesional obliga a ello. Así,
si bien el liderazgo de un Cónsul se origina un acto formal –que es independiente de los resultados-, éste
sólo se legitima a través de otros factores que le dan ese carácter de líder tanto al interior de la misión
como en su relación con la comunidad peruana.
41
En resumen: “…el servicio público se difumina, se pierde y se subordina a esa visión jerarquizada y autoritaria,
alejada de lo que en un régimen de Estado de Derecho y democrático significa el servicio público”. (*) Fuente:
Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú. Política de reforma consular, de protección, asistencia y promoción
de las comunidades peruanas en el exterior. P. 10
52
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Ser líder consiste, entre otras cosas, en guiar la actitud y conducta de los empleados, lograr que
compartan la visión y obtener que se comprometan sinceramente con la misión y los objetivos de la
organización. Estamos hablando, por lo tanto, de un líder comprometido, auténtico, responsable,
coherente y consecuente con la idea de servir. El líder autoritario puede ser eficaz en el corto plazo pero
los resultados de su gestión no son sostenibles en el tiempo y los costos de transacción que requerirán
la supervisión de los logros serán siempre altísimos.
De la misma manera que el paradigma del Cónsul-Servidor corresponde a la idea de Líder, el paradigma
del Cónsul-Prefecto corresponde a la idea de Patrón y el del Cónsul-Recaudador corresponde a la de Jefe
(de finanzas y contabilidad).
La autoridad que tiene el Cónsul, a su vez, debe coexistir con otro tipo de autoridad y respetarla,
aquellas que emana del profesionalismo y el ejercicio diario de las habilidades y conocimientos de los
funcionarios y empleados que actúan en el centro operativo, cuando la elección del personal se ha
hecho libre de interferencias políticas o clientelistas. Estos, a su vez, deben reconocer la autoridad que
tiene el Cónsul para tomar las decisiones más importantes o finales y ambos deben aprender a exponer
sus ideas, iniciativas y divergencias de manera profesional y respetuosa.
En todo caso, el ejercicio del liderazgo al interior de un consulado es una búsqueda permanente de
equilibrio que da excelentes frutos siempre que se base en reglas claras y previsibles, el reconocimiento
y respeto a la ley, el respeto a los derechos de cada miembro del equipo, el respeto a las facultades que
tienen los cónsules para tomar decisiones y un estilo de comunicación abierta e igualitaria que conserve
la jerarquía limitada al ámbito funcional.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
En suma, desarrollar liderazgo significa que el Cónsul no actúa como patrón, no da órdenes sin
justificación racional, no se considera a sí mismo como “la Autoridad” sino solamente que “tiene
autoridad”. Significa que dirige y convence, que alienta libre intercambio de ideas innovadoras, incluso
discordantes; está abierto a la retroalimentación sincera y reconoce los méritos de sus compañeros de
equipo. No actúa como recaudador ni, peor aún, como cobrador coactivo. No se auto-adjudica todos los
logros; trabaja en equipo; tiene compañeros de equipo, no subordinados; permite que algunos
proyectos sean liderados por otros miembros del equipo, delega con la máxima información, supervisa,
considera que la calidad de los servicios consulares es el eje de la relación Consulado-Comunidad
peruana (Estado-Sociedad) y, sobretodo, se lidera a sí mismo y tiene a la inteligencia emocional como
modelo de gestión.
Si bien estas breves líneas sobre el tipo de liderazgo al que debe aspirar un Cónsul Servidor no
pretenden agotar el tema ni mucho menos, pues existe una literatura muy rica al respecto y numerosas
escuelas y programas de entrenamiento de muy alta calidad que trabajan tanto en el ámbito racional
como emocional del ser humano, sí nos gustaría traer a colación los párrafos de un libro escrito hace
muchos años, cuando en países como el Perú la idea de la inteligencia emocional como modelo de
gestión era llana y simplemente inimaginable. Este libro es “Cómo ganar amigos e influir sobre las
personas” y autor es Dale Carnegie (1888-1955), famoso escritor estadounidense y catedrático, quien
desarrolló cursos de auto-mejora personal, ventas, entrenamiento corporativo y oratoria, señala algunas
ideas prácticas que habría que tener en cuenta para desarrollar liderazgo:
“REGLA 1. Empiece con elogio y aprecio sincero. Siempre es más fácil escuchar
cosas desagradables después de haber oído algún elogio.
REGLA 3. Hable de sus propios errores antes de criticar los de los demás. No es
tan difícil escuchar una relación de los defectos propios si el que la hace empieza
admitiendo humildemente que también él está lejos de la perfección. Admitir los
propios errores, aun cuando uno no los haya corregido, puede ayudar a
convencer al otro de la conveniencia de cambiar su conducta.
Hacer preguntas no sólo vuelve más aceptables las órdenes, sino que con
frecuencia estimula la creatividad de la persona a quien se le pregunta.
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J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
REGLA 8. Aliente a la otra persona. Haga que los errores parezcan fáciles de
corregir.
42
Carnegie, Dale. Cómo ganar amigos e influir sobre las personas. Editorial Sudamericana. 1999. 304 p.p. En la
actualidad, 53 años después de su fallecimiento, la organización Dale Carnegie Training -
http://www.dalecarnegie.com/- aún ofrece cursos para empresarios basados en las enseñanzas de Carnegie. La
organización fue fundada en 1912 y desarrolla cursos en más de 75 países. Se calcula que aproximadamente 7
millones de personas han llevado dichos cursos. La síntesis que se presenta como cita aquí fue tomada de:
http://www.personal.able.es/cm.perez/carnegie.htm
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
La legitimidad que tiene el cónsul por el hecho de su nombramiento es de carácter formal o, por decirlo
en términos más coloquiales, de tipo que le permite sentarse detrás de un letrero de escritorio que lleve
su nombre y firmar documentos con efectos legales. Esta no garantiza, sin embargo, su liderazgo en el
seno de la comunidad peruana y, por el contrario, un exceso de énfasis en ella puede causar un serio
deterioro de sus relaciones con los miembros de la comunidad.
El liderazgo del que hablamos es del tipo el democrático y, por ende, corresponde a una legitimidad que
es solamente producida por servicios consulares de buena calidad y resultados que evidencien la
transferencia de valor público y un impacto beneficioso en la calidad de vida del peruano inmigrante.
Sobre esto hablaremos más adelante, en donde intentaremos enlazar los tipos de legitimidad con sus
respectivos indicadores de medición, lo que dará necesariamente una idea mucho más clara de estas
reflexiones.
Esto es así en tanto la única forma que tiene un funcionario de acercarse al paradigma del Cónsul-
Servidor es concebir los servicios y trámites de la comunidad como el núcleo y motor de la misión
consular.
56
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Un servicio consular eficaz, es decir, que atienda de manera efectiva aquello que los ciudadanos
peruanos perciben como sus necesidades más concretas y prioritarias, es el requisito indispensable para
promover la vinculación de la comunidad peruana en el exterior con el Estado y la sociedad. Solamente
así es posible lograr que la comunidad peruana sienta cercanía y empatía con el Consulado y desarrolle
el sentido de la responsabilidad ciudadana, lo cual, se convierte, a su vez, en la condición fundamental
para alcanzar el éxito en cualquier otra tarea, de promoción comercial o cultural por ejemplo, en tanto
ello crea confianza en el Consulado, así como interés y voluntad de cooperación en sus actividades.
No hay duda alguna de que la política de reforma consular, de protección, asistencia y promoción de las
comunidades peruanas en el exterior ha empezado a dar sus frutos. El servicio que brindan los
consulados, pese a las limitaciones que todavía existen, especialmente en materia de infraestructura, ha
mejorado visiblemente. Se ha reforzado y puesto en práctica el principio de servicio público, se ha
mejorado la plataforma tecnológica y se han descentralizado los servicios.
El núcleo estratégico en la capital, por su parte, desarrolla redes de colaboración con otras entidades del
Estado y la sociedad para que los consulados puedan desarrollar políticas de apoyo a la inserción de los
peruanos en las sociedades de recepción, de promoción del vínculo los peruanos con el Perú desde una
perspectiva productiva, cultural y productiva y de promoción del ejercicio de la ciudadanía y la
participación democrática de los peruanos en el exterior.
No obstante, todavía existe la percepción de que los presupuestos (que son la cuantificación de la
estrategia) o recursos asignados por el Estado no son coherentes del todo con los objetivos planteados
en blanco y negro. Es decir que, por ello o pese a ello, tales esfuerzos no han logrado resolver
sustancialmente todos los problemas en la prestación de servicios y su impacto en los niveles de
responsabilidad ciudadana y comunicación política, espacios en los que los rasgos distintivos de las
comunidades de peruanos juegan un papel muy importante y que, por ende, debemos intentar
comprender.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
Unos de las obras de consulta más populares en las maestrías de políticas públicas en los Estados
Unidos, en la actualidad, es el libro del antropólogo Edward T. Hall, Beyond Culture, en el que acuña los
términos conceptuales High context culture y Low context culture. 43
Esta aguda observación nos puede ayudar a comprender mejor a las comunidades peruanas inmigrantes
del siglo 21 y con ello, adecuar las políticas consulares, a nivel micro y macro.
El primer paso será entonces intentar reconocernos en esa clasificación, es decir, lo que equivale a
responder la pregunta ¿tenemos una cultura altamente contextual o poco contextual?
La respuesta no requiere mucha elucubración previa: los peruanos, los latinoamericanos, tenemos una
cultura predominantemente contextual. Los habitantes de los países anglosajones, por el contrario,
pertenecen a una cultura de bajo contenido contextual.
Para entenderlo a cabalidad, debemos recordar que la prestación eficiente de cualquier tipo de servicio
público es una moneda de dos caras, pues requiere tanto de la eficiencia del servidor como de una
conducta cívica responsable por parte del usuario. Dicho a modo de ejemplo, ningún proceso de
43
Edward T. Hall. Beyond Culture, New York: Doubleday, 1976.
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J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
modernización en la prestación de servicios tendrá éxito si el usuario tiene una actitud displicente y
hasta negligente en el llenado de sus formularios y el manejo de sus propios trámites e intereses, es
impuntual, espera el último minuto para iniciar sus trámites, espera “un favor” o que se le exonere de
cumplir ciertos requisitos, en lugar de simplemente cumplirlos, intenta negociar cada requisito bajo el
argumento de que todo está hecho “sólo para hacerme problemas” o de que todo es “sólo papeleo”,
etc. Lógicamente, esta situación empeora si desde el lado del servidor público existe poca preparación
para el cargo y una tendencia a favorecer relaciones paternalistas y caritativas que lo único que hacen es
bloquear el desarrollo de una cultura de responsabilidad en los usuarios.
Por observación empírica, hemos podido constatar que el público que tiene una cultura poco contextual
tiene también un alto sentido de la propia responsabilidad y un alto grado de respeto a la norma escrita
cuando demanda servicios consulares. En contraste, el público usuario que tiene una cultura altamente
contextual –que en nuestra experiencia abarca no sólo a latinoamericanos sino también a ciudadanos
asiáticos, europeos orientales- como regla general tiende a favorecer un bajo sentido de la propia
responsabilidad y un bajo grado de respeto a la norma escrita que se traduce en una búsqueda
permanente de atajos legales y soluciones que presumen están ocultas, así como en una conducta
negligente al momento de informarse y brindar información sustantiva para la prestación del servicio
(ocultando o dando información falsa o errónea, por ejemplo). Estos examinan la calidad de los servicios
a partir del lenguaje gestual y corporal, lo tácito y el contexto, y no sólo en el contenido del mensaje.
Este tipo de usuario se pregunta: “¿me tratan con amabilidad y respeto?”, “¿me tratan con
arrogancia?”, “¿dedican tiempo y atención a mi problema?”, “¿cómo me miran?”, etc, y hace conjeturas
con mucha facilidad, porque es la cultura lo que explica lo que sucede a cada momento.
Las comunidades de nacionales en las que predomina una cultura altamente contextual, asimismo, dan
una enorme importancia al grado de acercamiento del funcionario consular con las organizaciones y con
los individuos. La comunidad aprecia mucho que el cónsul sea un peruano más y que guste lo que ellos
gustan.
continuación se presenta el perfil del grado de instrucción de la comunidad peruana del Consulado
General del Perú en Atlanta, elaborado sobre la base del registro de nacionales:
Primaria: 10 %
Secundaria: 27 %
Superior técnica: 22 %
Superior universitaria no completa (13 %)
Superior universitaria completa (24 %)
Posgrado –maestría o doctorado- (2 %)
No dice (1 %)
Otro estudio sobre la comunidad peruana en los Estados Unidos, realizado por la Embajada del Perú en
Washington el año 2007, arroja los siguientes resultados:
26.0%
Univer. o superior comp.
30.6%
Univer. o superior incom.
Secundaria
31.7%
3.7%
Primaria
En el caso particular de las comunidades de peruanos residentes en los Estados de Alabama, Carolina del
Norte, Carolina del Sur, Georgia y Tennessee, los resultados son los siguientes:
60
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
20.8%
Univer. o superior comp.
54.2%
Univer. o superior incom.
Secundaria 4.2%
4.2%
Primaria
En estos perfiles es posible ver que entre el 66 % y el 72 % de la población se encuentra en el rango que
va de primaria a superior incompleta, lo cual es definitivamente un dato a tomar en cuenta en términos
de costos de transacción, es decir, de la cantidad de horas-hombre y recursos del consulado que se
deben invertir para que una sola transacción consular llegue a buen término. Así, por ejemplo, un
trámite de renovación de pasaporte que no debería tomar más de 3 minutos al usuario en la ventanilla,
suponiendo que el interesado se ha informado y preparado adecuadamente, se puede convertir en un
calvario de media hora o más si el usuario no se informó adecuadamente o los sistemas de consulta en
línea del registro de identidad (RENIEC) o de migraciones (DIGEMIN) son restringidos en número a las
oficinas consulares, sin tener en cuenta de que éstas son también la administración pública actuando en
el exterior.
En ese sentido, los niveles de instrucción insuficiente en una población que, además, tiene una cultura
predominantemente contextual pueden conducir a la aparición de costos de transacción altísimos, lo
cual se agrava si la oficina consular no cuenta con los recursos humanos, tecnológicos y financieros
necesarios, en tanto estas carencias son casi siempre un desafío insalvable para el desarrollo de
herramientas de gestión adecuadas.
de edad, hoy está cerca de los 30, ha crecido y se encuentra familiarizada con los conceptos de
participación, sociedad civil, control social, mercado, servicio al cliente, costo-beneficio, etc.
Esto es más patente todavía aún si han emigrado a algún país desarrollado, en donde además han
conocido y aprendido conductas democráticas que no se limitan a la elección de autoridades cada 4, 5
ó 6 años, sino que incluyen procesos de participación ciudadana y control social.
Estamos hablando, por lo tanto, de comunidades que, cuando logran organizarse, no son solamente más
numerosas sino más complejas y con mayor capacidad de respuesta y cuestionamiento. Estamos
hablando de comunidades de peruanos cuyos líderes no aceptan que la autoridad por el simple hecho
de la autoridad y que comparan la calidad de los servicios consulares tomando como referencia los
servicios del país que los acoge.
La relación que se teje a partir de esta constatación entre el consulado y la comunidad peruana es una
44
que está marcada por lo que se llama “control social difuso” , sobre el cual podemos adelantar lo
siguiente: los usuarios de los servicios consulares ven ventajas competitivas en la calidad de los servicios
que prestan diferentes oficinas consulares.
Años atrás, en una reunión de trabajo, discutía con unos colegas si la administración pública podía
ofrecer o no ventajas competitivas. Para los puristas de la administración y feroces defensores de una
visión estatista, la respuesta era clara y contundente: No. Para los demás, sin contar a los escépticos
moderados, sí era posible en aquellos ámbitos en se produjese competencia con los proveedores
privados o entre diferentes unidades de la administración pública que ofreciesen servicios públicos aun
mismo público-usuario.
44
Que no es comparable al término fiscalización que tiene connotaciones mucho más formales (investigación,
inspección, intervención, etc.) y que, por ende, están reservadas a funcionarios públicos conocidos como
inspectores y se sujetan a normas y procedimientos rigurosos, con el fin de garantizar tanto los derechos de los
contribuyentes a que se realice una inspección eficaz como el del inspeccionado a un procedimiento justo que
respete su derecho a opinar, aclarar y a defenderse.
62
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Antes de seguir, debemos aclarar que nosotros hablamos de ventaja competitiva y no comparativa. Esta
última se refiere a la situación de un país (o productor) que puede producir un bien a un costo total
menor con respecto a otro país (o productor). La ventaja competitiva se refiere a las características de
un producto o servicio –en lo que a nosotros se refiere, un poder por escritura pública-, que es percibido
por el público usuario como más rápido, más fácil, menos complejo, diferente y mejor que los que
ofrece otras oficinas consulares. Es de este tipo de ventaja competitiva de la que hablamos y la que nos
permite afirmar que, para el ciudadano peruano que reside en el exterior, los consulados cuyas sedes se
encuentran en un mismo país, compiten entre sí. Para estas comunidades del siglo 21, las oficinas
consulares tienen ventajas competitivas entre sí dado que, al final de cuentas, los consulados estamos
insertos en el rubro del mercado de servicios.
Y no es esto aseveración fruto de una decisión caprichosa, sino producto de la simple observación. Los
peruanos en el exterior están permanentemente evaluando el desempeño de los consulados. Lo
conversan, lo comentan y juzgan en las reuniones formales e informales y guardan la esperanza de que
el consulado más cercano pueda comprender y atender sus problemas y necesidades.
Cuando una oficina consular empieza a ofrecer un servicio que, desde la óptica del ciudadano posee
alguna ventaja sobre los demás, la reacción es inmediata y los que pueden, se desplazan hasta esa
oficina consular, a veces viajando miles de kilómetros.
Cuando esto ocurre, en ciertos casos, algunos funcionarios consulares responden indicando a dicha
persona que debe acudir al consulado de su jurisdicción, forzándola a efectuar un viaje y gasto adicional.
Esto, sin embargo, no tiene asidero en ninguna norma y, además, quiebra la dinámica de mejora de los
servicios consulares, convirtiendo a los ciudadanos en clientes cautivos.
El consulado tiene la obligación de dar atención a todo peruano, independientemente del lugar de su
residencia habitual. La jurisdicción consular es el atributo de autoridad otorgada por el Estado a los
funcionarios consulares para ejercer funciones en asuntos de su competencia, la misma que se ejerce en
un ámbito territorial delimitado al cual se denomina circunscripción consular (Art. 37 del Reglamento
Consular). Esta, sin embargo, no obliga al ciudadano peruano a atenderse única y exclusivamente en
dicha circunscripción. La circunscripción limita las funciones de un consulado en términos de territorio y
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
No existe una sola norma que obligue a los peruanos que residen en una circunscripción a que
demanden solamente los servicios de una sola oficina consular, como tampoco existe disposición alguna
que impida a ésta última atender a los peruanos residentes en otras circunscripciones, siempre y cuando
lo haga dentro de su circunscripción.
En suma, para los peruanos en el exterior, los consulados desarrollan ventajas o desventajas unos con
respecto a otros y los que tienen posibilidades se desplazan cuando según su percepción, el servicio que
brinda una oficina consular tiene una ventaja, según su propia conveniencia y circunstancias personales.
Y no hay norma que lo impida.
Por lo tanto, un consulado no debe ignorar que, desde la óptica del ciudadano peruano, los consulados
compiten entre sí. Tampoco debe soslayar que en su actividad cotidiana, quiéranlo o no, desarrollan
ventajas o desventajas unos con respecto a otros.
Los precios de las tarifas consulares se encuentran determinados por la llamada “Tarifa Consular” y no
son negociables. La única posibilidad, entonces, que tiene un consulado para desarrollar un estilo de
64
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
atención que sea percibido por los peruanos en el exterior como una ventaja competitiva, es la calidad
misma del servicio que es percibido tanto de manera objetiva como subjetiva.
En síntesis, en vista de que el “precio” de los servicios consulares no es negociable, la calidad –objetiva y
subjetiva- de tales servicios es la única ventaja posible a desarrollar.
La eficiencia de un Consulado y la calidad de sus servicios son medidas por el valor objetivo que se
transfiere a la comunidad de peruanos. Esto significa que los usuarios medirán la eficiencia de un
consulado y la calidad de sus servicios en términos simple y cotidianos: “¿qué tan rápido se hace el
trámite?”, “¿cuánto dinero menos gasto en movilizarme?”, “¿cuántas horas o días menos de permiso
debo pedir?”, “¿cuánto dinero menos me descuentan de mi salario mensual a causa de los permisos?”,
¿la información que me dieron es exacta o suficiente?, ¿las páginas web son fáciles de consultar?,
¿tienen la información que necesito o necesito hacer muchas llamadas para enterarme de detalles
importantes?, ¿qué tan rápido responden las llamadas? ¿se responden la consultas por correo
electrónico?, etc. Estas son las preguntas que se hace cualquier peruano que resida lejos de la sede del
consulado y que, por ende, tiene problemas de transporte.
En este caso, el desarrollo de un sistema eficiente y frecuente de una atención consular itinerante o por
la vía del fax, correo electrónico y postal, será percibida por dicho ciudadano como una ventaja, en la
medida que sentirá que ha ahorrado, esto es, que se le ha transferido valor público que, como dijimos
varios párrafos atrás, está determinado por el nivel de satisfacción de las necesidades (materiales y
afectivas, objetivas y subjetivas) de quienes forman parte de la comunidad de peruanos en la
jurisdicción y puede ser medido por indicadores cuantitativos y cualitativos.
Entre los cuantitativos encontramos el número de las actuaciones consulares en general y, sobretodo, el
número de actuaciones como, por ejemplo, el número de documentos regularizados, el número de
poderes, etc., así como el número de horas de trabajo y dinero ahorrado; mientras que entre los
cualitativos contamos la opinión que la comunidad tiene acerca de los servicios que brinda la oficina
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
consular y que se expresa oralmente o en medios escritos impresos o electrónicos, cartas de felicitación
y apoyo, etc.
“A este respecto se puede mencionar, por ejemplo, que se vienen desarrollando los Servicios
Consulares Itinerantes para lograr llegar cada vez más y con mayor frecuencia a concentraciones
de población peruana en lugares relativamente alejados de las sedes consulares. El efecto
positivo de los servicios itinerantes podría graficarse con el siguiente ejemplo: un ciudadano
residente en Kyoto que requiera efectuar un trámite en el Consulado requiere gastar en pasajes
de ida y vuelta a la sede consular en Tokio un promedio de US$ 350, si sumamos a aquello el día
laboral perdido y el gasto en alimentos por ese día, los costos del trámite a efectuar, fuera de la
tarifa consular superan los US$ 500. Las visitas itinerantes y los tramites vía postal son sin duda
de una importancia capital para nuestros compatriotas en el exterior.”
De esta forma, podemos empezar creando un indicador cuantitativo que llamaríamos “grado de
ahorro”, el cual reúne los indicadores contenidos en las preguntas “¿cuánto dinero menos gasto en
movilizarme?”, “¿cuántas horas o días menos de permiso debo pedir?”, “¿cuánto dinero menos me
descuentan de mi salario mensual por los permisos?”.
45
Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú. Op. cit. p. 20.
66
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Tiempo (horas de viaje, horas de permiso, horas dejadas de trabajar, horas de salario dejadas de
percibir)
Dinero (salario dejado de percibir, descuentos por permisos, tarifas locales ahorradas,
combustible ahorrado, pagos por estacionamiento)
Distancia (número de kilómetros)
Trámites (número de formularios, número de oficinas, número de legalizaciones)
Infraestructura (facilidades de estacionamiento, comodidad y funcionalidad del área de espera y
de trabajo)
Ubicación (facilidad para llegar, cercanía a servicios relacionados, centros comerciales, servicios
públicos, restaurantes)
Entre todas estos indicadores, la ubicación y la infraestructura merecería un párrafo especial, pues con
ellas, casi sin notarlo, impactamos directamente en el ámbito subjetivo del usuario originando un
círculo virtuoso – vicioso, según sea el caso- conductual.
Estas son pues algunas ideas de lo que es posible hacer, un simple ejercicio que puede ser repetido con
los diferentes tipos de servicios, creando indicadores ad hoc, según sea el caso, y que veremos más
adelante. En todo caso, la mejor manera de encontrar indicadores que permitan medir ese impacto
beneficioso para las comunidades es preguntárselo a los mismos ciudadanos beneficiados, por ejemplo,
durante las atenciones consulares itinerantes con preguntas como “¿cuánto hubiera usted gastado de
haber tenido que viajar a la sede del Consulado?” o “qué hubiera tenido usted que dejar de hacer para
viajar a la sede del Consulado? Las respuestas nos darán información valiosísima de boca del mismo
usuario y nos permitirá encontrar indicadores, ajustarlos y hacerlos más precisos, junto con nuestras
políticas.
Por otra parte, desde la perspectiva de la comunicación política, por ser indicadores básicamente
“democráticos” en tanto permiten medir directamente el grado de beneficio obtenido por el usuario, su
utilización tiene siempre un impacto positivo en el grado de legitimidad de los consulados y, por ende,
en la calidad de las relaciones Estado-Sociedad.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
Todo esto es posible, claro está, siempre que tales indicadores sean dados a conocer a la opinión pública
de manera oportuna y adecuada en tanto es vital que tanto el servidor como el usuario sean concientes
de cuál es el impacto que se está ocasionando. No es correcto darlo por hecho, pues los consulados
itinerantes, por ejemplo, significan esfuerzo y sacrificio por parte de los funcionarios consulares que se
ven privados de su descanso semanal y sus momentos de encuentros familiares, muchas veces para
viajar cientos de kilómetros, en algunos casos más de mil en apenas 48 horas.
Lo dicho anteriormente abarca sólo el ámbito de los indicadores cuantitativos. A estos, debe añadirse
indicadores que midan el efecto o impacto subjetivo que tiene en la comunidad la visita periódica de los
miembros de la misión consular, es decir, las relaciones de cooperación que a partir de allí se
desarrollan, la confianza, etc. Esta es tal vez la parte más difícil pues requiere un conocimiento sustancial
de la idiosincrasia peruana y de aquella que ha desarrollado el peruano inmigrante.
La medición de la calidad subjetiva del servicio consular debe tener en consideración cuatro aspectos:
46
Será analizado en la sección “Herramientas de gestión”
47
Será analizado en la sección “Herramientas de gestión”
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J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Cualquier ensayo de medición de la calidad subjetiva tiene que empezar, por lo tanto, por reflexionar
acerca del estilo de comunicación en la prestación de los servicios consulares, la destreza para manejar
los inevitables conflictos y la capacidad para lograr que la demanda de participación ciudadana sea
enriquecedora en términos de capital social y tenga un impacto directo en la reducción de los costos de
transacción en la prestación de servicios consulares.
Todo ello no surgirá espontáneamente ni será resultado de las acciones de una personalidad carismática
–no a mediano ni largo plazo- o algo por el estilo. Requiere organizar el trabajo adecuadamente y
desarrollar una metodología de atención al público y herramientas de gestión que se hallen
íntimamente relacionadas con el paradigma de organización de lo se ha llamado el Cónsul-Servidor
Público.
La metodología de atención al público y las herramientas de gestión consular tienen una estrecha
relación entre sí. La primera es la estrategia, mientras que las segundas son las tácticas y la naturaleza
de ambas puede variar tanto según se acerquen más a uno u otro paradigma de servicio consular
(prefecto, recaudador o servidor público).
De este modo, encontraremos que las herramientas de gestión propias del paradigma del Cónsul-
Prefecto son, por lo general, tradicionales, poco imaginativas, limitadas por rígidos procesos mecánicos,
funciones y normas, y destinadas a materializar el ejercicio de la autoridad antes que a recaudar o
brindar servicio.
Por su lado, el paradigma del Cónsul-Recaudador incorpora la gestión por resultados a sus herramientas
aunque todavía atadas a los recursos y enfocándolas en la recaudación o en la relación costo-beneficio
antes que en el servicio público.
A diferencia de los anteriores, el paradigma del Cónsul-Servidor Público incorpora a sus herramientas la
gestión por resultados y la gestión documental electrónica. Se enfoca hacia la idea de servicio público y
adecua los recursos, sistemas de gestión y estructura de responsabilidades a resultados estratégicos precisos y definidos.
CÓNSUL PREFECTO
Tradicionales, poco
CÓNSUL imaginativas. Basadas n
RECAUDADOR procesos mecánicos y
Incorpora la gestión por burocráticos y destinadas a
resultados, aunque mide materializar el ejercicio de
estos en términos de la autoridad. Busca
recaudación y no de adecuarse a los recursos, a
servicio. Se adecúa y las funciones rígidamente
autolimita sobre la base establecidas y las normas
de los recursos existentes existentes
En todo caso, debemos admitir que, en el mundo contemporáneo, una buena calidad en la atención al
público sólo es posible lograr con herramientas de gestión adecuadas al paradigma de organización del
Cónsul-Servidor Público.
La comunicación política, contra lo que se pueda pensar, cumple un rol importante en el campo de la
gestión consular. Esto significa que el tipo de la información sobre los servicios y trámites consulares, así
como el tratamiento de las situaciones conflictivas y la información con la que se difunde los logros de
una gestión consular, influyen seriamente en la calidad de los servicios y la legitimidad social de la
misión consular.
Los conceptos básicos de la comunicación política que, en sentido restringido, sólo atañen a los
gobiernos, medios de comunicación y actores políticos, son útiles sin embargo para entender el impacto
70
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
que pueden tener los diferentes estilos de comunicación que utilice el consulado en su interacción con
el público usuario.
Para decirlo de manera simple, la lista de requisitos es una relación simple de documentos que se
necesitan para realizar un trámite, mientras que la guía orientadora busca mejorar la calidad en el
acceso a la información por parte del ciudadano, indicando paso a paso que es lo que debe hacer.
Nosotros apostamos por la guía orientadora.
La guía orientadora identifica y selecciona los principales servicios brindados al público y orienta al
ciudadano, acerca del procedimiento mismo, los funcionarios responsables, los plazos y los pasos que se
deben dar. Contiene descripciones sobre las características, requisitos y modelos de documentos con
respecto al servicio consular que se desea, en especial aquellos, utilizados en forma frecuente por el
público.
Se constituye, de esta forma, en un elemento de consulta que trae diversos beneficios, como por
ejemplo:
Ahorro: Permite a los interesados ahorrar tiempo y recursos, pues informa con mayor detalle
sobre las formalidades y elementos requeridos para efectuar los trámites requeridos.
Información completa y gratuita: tanto el usuario como el funcionario tienen información en
detalle sobre los distintos servicios y trámites consulares, en la medida de que en la guía son
incorporadas las modificaciones, actualizaciones y puntualizaciones, con lo cual se logra un
documento único de lectura sencilla y ligera que genera un centro de consulta de la información
a la cual se puede acceder vía internet, telefónica (automática), correo electrónico y por otros
medios. Este beneficio es mayor cuando la información es clasificada de acuerdo a diferentes
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
criterios, por ejemplo: por tipo de servicio, por tipo de problema, por palabras claves y por
índice alfabético, lo que facilita la búsqueda.
Transparencia: facilita la comunicación entre el ciudadano y el funcionario público, quienes
manejan la misma información, otorgando transparencia al sistema de trámites y servicios y
generando objetos de referencia válidos en forma idéntica para todas las partes implicadas, es
decir, entre el funcionario consular y el ciudadano. Con esto, se aleja de la perniciosa práctica de
la cultura del secreto.
Eficiencia: al estar claras las reglas, plazos, pasos, modelos y responsables, el funcionario
consular puede concentrarse en lo sustancial o inherente de cada caso, reducir los costos de
transacción de cada actuación al mínimo indispensable, facilitando con ello la eficiente
utilización de los recursos del Estado.
Cultura de responsabilidad: favorece el desarrollo de una cultura de responsabilidad y diligencia
en el usuario, en el ámbito del manejo de sus propios trámites e intereses.
Rendición de cuentas: otorga al público usuario una herramienta útil para realizar control de la
gestión pública, sea personalmente, por teléfono o mediante el uso del correo electrónico.
Control social difuso: facilita el control social difuso. Al estar las reglas de juego claras y el canal
de comunicación con el responsable de cada tramitación y/o con los responsables de cada lugar
de atención abierto definido, el ciudadano puede ejercer con facilidad el control social difuso de
la gestión que sólo puede redundar en su beneficio y de los demás.
La guía, por todo ello, si está redactada en lenguaje sencillo y organizado sobre la base de las
necesidades, demandas y problemas de los usuarios, preguntas o pasos a dar, esto es, tal y como se
presenta la vida cotidiana a un ciudadano común y corriente. Es la mejor forma de comunicación inicial
entre el consulado y el usuario.
72
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
nuestra y cuya sociedad aún necesita resolver problemas como la confianza y la cooperación abstracta,
es decir, con aquel que no ves o que no conoces, que no es “mi amigo” o “amigo de mi amigo”.
Esta área, sin embargo, es muchas veces descuidada en la prestación de los servicios consulares. A
diferencia de las empresas privadas que invierten sumas de dinero en preparar a sus empleados en
técnicas de manejo de conflictos con clientes, rara vez los empleados y funcionarios consulares que
atienden al público se han capacitado para ello, y aquellos que sí lo han hecho, lo han hecho por
iniciativa personal. La pregunta es, si las empresas privadas se preparan para dar atención al cliente,
¿por qué no una oficina consular que, adicionalmente, tiene una carga basada en una percepción
negativa del ciudadano sobre la administración pública a la cual estima “burocrática”, peyorativamente
hablando? ¿No debería una oficina consular capacitar a su personal en técnicas de manejo de
conflictos?
Un conflicto, una queja, pueden ser capitalizados. Con un entrenamiento adecuado, los conflictos
pueden desembocar en una experiencia que genere ideas nuevas y cambios, en tanto el conflicto en sí
mismo no es un problema. El problema es la forma cómo se lo maneja. El buen tratamiento del conflicto
es ahorro de tiempo y oportunidad para percibir el impacto de nuestras políticas en los destinatarios de
ellas, mejorarlas y, por ende, dar un servicio consular efectivo y de alta calidad.
La experiencia, empero, nos ha hecho aprender algunas reglas básicas que, extraídas de numerosos
textos sobre el tema, resumimos a continuación bajo el nombre de:
Esté conciente y sea atento. Ser conciente, en cada momento, de la calidad que se está dando
en la atención al público, escuchar atentamente, activamente, es decir, comunicarse con las
personas en forma efectiva y cortés.
Esté conciente del nivel de tensión y el lenguaje corporal. No olvidar que es muy común en las
personas poner atención más que en las palabras, en los gestos y actitudes de nuestro
interlocutor. Un incremento en la tensión involucra no sólo el pensamiento sino también la
acción de los involucrados.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
Observe atentamente a las personas. Todos los gestos, miradas y posturas constituyen la
comunicación no verbal, lo cual también es muy importante en el momento de interpretar qué
es lo que desea dicha persona, más aún en las culturas altamente contextuales. No olvidar que
junto con el problema que nos plantean se mezclan una serie de sentimientos que pueden tener
múltiples causas (problemas familiares, problemas económicos, problemas surgidos de alguna
enfermedad, animadversión contra lo “burocrático”, etc.).
Convierta las quejas en oportunidades. Las quejas no son un problema sino una oportunidad
para mejorar. La persona que atiende al público debe comprender que no están manejando sólo
papeles y trámites, sino sobre todo sentimientos, emociones e intereses personales que, si bien
ante sus propios ojos pueden parecer poco importantes, pueden ser vitales para la otra persona:
“La única forma de salir ganando en una discusión es evitándola. ¿Por qué
demostrar a un hombre que se equivoca? ¿Has de agradarle con eso? ¿Por qué
no dejarle que salve su dignidad? No te pidió una opinión. No le hacía falta. ¿Por
qué discutir con él? Hay que evitar siempre el ángulo agudo. Sólo hay un modo
de sacar la mejor parte de una discusión: evitarla. "Si discute usted, y pelea y
contradice, puede lograr a veces un triunfo; pero será un triunfo vacío, porque
jamás obtendrá la buena voluntad del contrincante" Benjamin Franklin. Piense,
pues, en esto ¿Qué prefiere tener: una victoria académica, teatral, o la buena
voluntad de un hombre? Muy pocas veces obtendrá las dos cosas. "El odio nunca
es vencido por el odio sino por el amor" y un malentendido no termina nunca
gracias a una discusión sino gracias al tacto, la diplomacia, la conciliación, y un
sincero deseo de aprecia el punto de vista de los demás. "No debe perder tiempo
en discusiones personales la persona que está resuelta a ser lo más que pueda, y
menos todavía debe exponerse a las consecuencias, incluso a la ruina de su
carácter y la pérdida de su serenidad. Ceded en las cosas grandes sobre las
cuales no podéis exhibir más que derechos iguales; y ceded en las más pequeñas
aunque os sean claramente propias. Mejor es dar paso a un perro, que ser
mordido por él al disputarle ese derecho. Ni aun matando al perro se curaría de
la mordedura" Abraham Lincoln. Para impedir que un desacuerdo se transforme
74
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Cree Empatía. Es decir, ponerse en el lugar del otro, intentar ver las cosas desde el punto de
vista del usuario y sensibilizarse con el problema o la frustración de la otra persona. Nunca,
jamás, responda a su interlocutor con una oración que empiece con la palabra “No”, ni tampoco
“Si claro, pero…” pues esta frases sólo transmiten la idea de “no le estoy escuchando”, “me
importa poco lo que usted diga” y “sólo le oí para saber cómo le iba demostrar que está
equivocado”:
48
Carnegie, Dale. Op. Cit. En la actualidad, 53 años después de su fallecimiento, la organización Dale Carnegie
Training - http://www.dalecarnegie.com/- aún ofrece cursos para empresarios basados en las enseñanzas de
Carnegie. La organización fue fundada en 1912 y desarrolla cursos en más de 75 países. Se calcula que
aproximadamente 7 millones de personas han llevado dichos cursos. La síntesis que se presenta como cita aquí fue
tomada de: http://www.personal.able.es/cm.perez/carnegie.htm
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
“Demuestre respeto por las opiniones ajenas. Jamás diga a una persona que
está equivocada. No empiece nunca anunciando: Le voy a demostrar tal y tal
cosa. Hace que quien lo escucha quiera librar batalla con usted, antes de que
empiece a hablar. Si va usted a demostrar algo, que no lo sepa nadie. Hágalo
sutilmente, con tal destreza que nadie piense que lo está haciendo. "Se ha de
enseñar a los hombres como si no se les enseñara, y proponerles cosas
ignoradas como si fueran olvidadas" Alexander Pope. Si alguien hace una
afirmación que a juicio de usted está errada -sí, aun cuando usted sepa que está
errada- es mucho mejor empezar diciendo: Bien, escuche. Yo pienso de otro
modo, pero quizá me equivoque. "A veces notamos que vamos cambiando de
idea sin resistencia alguna, sin emociones fuertes, pero si se nos dice que nos
equivocamos nos enoja la imputación, y endurecemos el corazón" James Harvey
49
Carnegie, Dale. Op. Cit.
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J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Entienda el problema y busque la solución. Dejando en claro aquello que es física y legalmente
posible y aquello que no lo es, entienda el problema y busque una solución. “¿Qué desea esta
persona que yo haga por ella?” es la primera pregunta de uno debe hacerse. Una de las
actitudes claves que se deberán aprender para lograr manejar bien el conflicto, debe ser que el
funcionario o empleado intente descubrir cuáles son los verdaderos sentimientos y alcances del
problema del cliente.
Actúe sin demoras. Es necesario empezar a buscar, de inmediato, una solución al problema
planteado o dar una fecha y hora cierta para ponerse en contacto pues, de lo contrario, se
provocará la frustración de la persona con un recrudecimiento de la situación conflictiva.
Capitalice la queja. Tomarla como una oportunidad para crear en él una actitud positiva. Así, se
podría finalizar la atención agradeciéndole al reclamante el hecho de haber presentado su
reclamo y que gracias a él, mejorará la atención que pretende brindar el Consulado.
El estilo de comunicación, por lo tanto, no se limita a la actitud pasiva de informar requisitos o logros
alcanzados sino que produce, cuando se da un conflicto, una intensa interacción de opiniones y
emociones combinadas que pueden ser muy difíciles de manejar.
50
Carnegie, Dale. Carnegie, Dale. Op. Cit.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
Recurrir a la imposición de la autoridad por sí misma afecta el estilo de comunicación, degrada la calidad
del vínculo Estado-Sociedad, encarece los costos de transacción en la prestación de servicios y perjudica
las economías de las personas, de las organizaciones y de los Estados.
El reto que aún se encuentra pendiente es lograr que todo ese esfuerzo tenga como resultado no sólo la
estandarización de la información y los procesos si no también –y sobre todo- la estandarización de los
resultados, es decir, de la calidad del servicio en los niveles más altos que, a su vez, tienen siempre un
impacto beneficioso en la calidad de vida de las comunidades peruanas en el exterior.
La página web es, en la era de la globalización, una herramienta de esencial de gestión, publicidad y
orientación en la prestación de servicios de toda índole. En el caso de los consulados es la herramienta
que hace que los servicios consulares a distancia y en la misma oficina consular sean eficientes y
baratos, en tanto permiten simplificar, adelantar trámites y brindar un servicio de excelencia, rápido y
seguro.
Nuestra propuesta es que el diseño y contenido de la página web debería empezar con una hoja de
bienvenida, parecida en su concepto a la que actualmente existe en www.consuladoperu.com, desde
donde el usuario pueda acudir a la página de la oficina consular de su preferencia. En esta área se
debería colocar todos los letreros electrónicos y enlaces a las páginas web del resto de la administración
pública peruana, para evitar recargar la hoja de “servicios y trámites consulares”.
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J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Esta sería básicamente la sección especializada de nuestra página web oficial, la que tendría las
siguientes características y ventajas:
Reduce el “ruido” o saturación visual enfocándose únicamente en los servicios y dejando para la
sección de bienvenida de la página web oficial la publicidad de eventos, noticias y enlaces a
instituciones estatales y otras.
Facilita la búsqueda de información y la orientación que puede ser hecha inclusive en tiempo
real, vía correo electrónico o mensajería instantánea.
Crea un ambiente virtual de trabajo que sea útil tanto para los funcionarios consulares como
para los ciudadanos usuarios y los notarios locales que forman parte del programa de
simplificación administrativa, que veremos más adelante.
En suma, el concepto de página web debería emigrar a lo que preferimos llamar una “ventanilla virtual”,
que sería básicamente un espacio en la red internet donde el usuario tenga la sensación de que está
realmente en contacto con una persona.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
El Consulado General del Perú en Atlanta inició la etapa preliminar del proyecto “Ventanilla virtual” en
julio de 2007 y, desde entonces, se puede encontrar en ella información detallada sobre los servicios,
trámites y tarifas consulares, así como descargar formularios y modelos de documentos, consultar guías
detalladas de orientación sobre trámites específicos y recibir asistencia vía correo electrónico.
Junto con las atenciones consulares itinerantes, el servicio consular a distancia y el programa de
simplificación de trámites a distancia, la ventanilla virtual es una herramienta de apoyo que debe
adaptarse a la realidad de cada país y circunscripción, esto es, utilizar las ventajas de los usos y prácticas
locales, combinándolas con las propias y teniendo en cuenta las particularidades de la circunscripción
consular. Así, por ejemplo, tenemos consulados en donde las comunidades peruanas se encuentran
concentradas en un espacio geográfico más pequeño y otros en donde los consulados tienen
circunscripciones de más de 600,000 kilómetros cuadrados y comunidades que se encuentran
concentradas a lo largo de varios Estados.
Por ello, la ventanilla virtual del referido Consulado51 fue creada en base a un formato simple que facilita
la consulta y la preparación de documentos en especial para el usuario poco familiarizado a las
computadoras y a la navegación en internet. Con el uso de esta herramienta, se espera que el usuario
prepare sus expedientes con cuidado, en el horario que más le convenga, que las consultas telefónicas
disminuyan y que el tiempo de cada trámite y de espera en la oficina consular se reduzca a lo
indispensable.
La segunda etapa de este proyecto consistió en ponerla en funcionamiento para el público y estimular a
éste para que aporte sugerencias y recomendaciones que puedan ser incorporadas como mejoras, a fin
de contar con una herramienta de gestión que se acerque lo más posible a las necesidades de los
ciudadanos usuarios.
51
http://consulperuatlanta.googlepages.com/home
80
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Para lograr la estandarización del servicio en los niveles más altos de calidad, es necesario crear un
comité evaluador y administrador ejecutivo en el Ministerio de Relaciones Exteriores que se informe
permanentemente acerca de las mejoras realizadas sugeridas por las oficinas consulares y su adecuación
a las diferentes realidades, que procure estandarizar en los niveles más altos de calidad y que provea un
servicio dinámico y eficiente de actualización de dicha ventanilla virtual o página web.
De esta manera, el sistema de circulares de instrucciones y el correo electrónico podrían reservarse para
temas más específicos o reservados y consultas o aclaraciones que permitan una mejora permanente de
las guías de orientación, formularios, modelos de documentos, procedimientos, etc.
La lejanía geográfica entre el lugar de residencia del usuario y la sede del consulado acarrea siempre
costos de transacción muy altos que involucran descuentos salariales, gastos de transporte y
alojamiento, tiempo de viaje y postergación de otros asuntos personales y familiares.
El reto, por lo tanto, es desarrollar mecanismos que eviten que los usuarios incurran en estos gastos y a
la vez garanticen el acto jurídico –piedra angular del sistema jurídico que contiene la transacción
consular- contenga todos los elementos básicos de validez: agente capaz, objeto física y jurídicamente
posible, fin licito y observancia de la forma prescrita bajo sanción de nulidad (artículo 140 del Código
Civil Peruano).
Esta herramienta de gestión involucra medios electrónicos y postales y se utiliza, por ende, para
aquellos servicios cuya formalidad permite que puedan brindarse sin necesidad de que el ciudadano se
presente personalmente en la oficina consular, sin afectar su validez y siempre que el usuario cuente
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
con un documento de identidad válido (DNI obligatorio para los peruanos y pasaporte para los
extranjeros, por ejemplo). Estos son básicamente lo siguientes:
Para ello, la práctica estandarizada prevé algunos pasos previos: obtención de requisitos, guías y
formularios vía electrónica, orientación adicional vía electrónica o telefónica (no siempre necesaria)
preparación del documento y requisitos, obtención de una legalización ante notario local, luego ante el
Jefe de Notarios y finalmente, aunque no en todos los casos, ante la Secretaría de Estado. Una vez
obtenida la certificación del Condado o la certificación internacional, el documento es enviado al
consulado para su legalización.
Esta herramienta significa un importante grado de ahorro en tiempo y dinero para el usuario. Así, por
ejemplo, si tomamos el caso de un peruano que vive en Raleigh, Carolina del Norte, y que realiza un
poder fuera de registro por correo con el Consulado en cuya circunscripción reside, el valor transferido
hacia el usuario o grado de ahorro, sería el resultado de la siguiente fórmula:
82
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
En esta fórmula:
Gasto en que incurre si el trámite consular se hace viajando a la sede consular = Gasolina (US$
150) o pasajes de avión u ómnibus de la ciudad X a la ciudad Z y viceversa (US$ 400),
alojamiento de una noche en hotel (US$ 100), alimentación en restaurantes (US$ 50), transporte
local (US$ 100), etc. Total: entre US$ 350 y US$ 600.
Gasto en que incurre si el trámite consular se hace por correo postal= Gasolina o taxi de su
domicilio al notario más cercano, al jefe de notarios y, en algunos casos, al Ministerio o
Secretaría de Asuntos Exteriores (US$ 30), tarifas del notario y entidades locales (US$ 30) así
como correo postal de envío y retorno de sus documentos (US$ 40). Total: US$ 90.
En ambos casos, estamos asumiendo que las horas de permiso dadas por el centro de trabajo y la tarifa
consular son una constante, es decir, gastos forzosos, y así el ahorro podría ser entre US$ 250 y US$ 500.
Estas cifras deben multiplicarse por el total de poderes fuera de registro realizados por correo. Si este
total es de 100 poderes al mes, entonces, los peruanos residentes en la ciudad X habrían ahorrado con
este mecanismo entre US$ 25,000 y US$ 50,000 en un solo mes.
Dos son las formas que existen de simplificar los trámites a distancia: la prevista en el Convenio de la
Apostilla de la Haya y el programa de notarios locales del que hablaremos en los siguientes párrafos.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
Los documentos a los que se aplica son aquellos emitidos por una autoridad o funcionario vinculado a
una jurisdicción del Estado, incluyendo los provenientes del Ministerio Público o de un secretario, oficial
o agente judicial; documentos administrativos; y certificaciones oficiales que hayan sido puestas sobre
documentos privados, tales como la certificación del registro de un documento, la certificación sobre la
certeza de una fecha y las autenticaciones oficiales y notariales de firmas en documentos de carácter
privado. No se aplican, sin embargo, a los documentos expedidos por funcionarios diplomáticos o
consulares ni a aquellos documentos administrativos relacionados directamente con una operación
comercial o aduanera.
El Perú, sin embargo, no es país firmante del Convenio y, por ende, éste no se aplica en nuestro
territorio nacional. Las leyes peruanas, sin embargo, proporcionan las herramientas jurídicas para que
los funcionarios consulares puedan imaginativamente crear mecanismos de simplificación de los
trámites a distancia, tal como el que tiene el Consulado General del Perú en Atlanta desde el año 2006
en los Estados de Alabama, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Georgia y Tennessee.
Las características de este sistema -sistema federal de organización política, las autonomías estatales, la
amplia libertad de contratación, la naturaleza casuística del sistema judicial estadounidense, el hecho de
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J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
que más de un sistema legal nacional se halle involucrado en los procesos de legalización de
documentos extranjeros y las normas de derecho internacional privado-, hacen que en los EEUU que los
procedimientos estatales para la legalización de documentos públicos para su uso en el extranjero
compartan rasgos similares pero sin que sean totalmente uniformes.
Lo que existe en la práctica son ciertos patrones comunes que aparecen en cada una de las leyes y
reglamentos estatales, tratados, decisiones y opiniones judiciales que nos permiten ver que los sistemas
y procedimientos de legalización de documentos públicos de los diferentes Estados comparten
características similares, con pequeñas diferencias pequeñas entre uno y otro. Esto nos permite
reconstruir un sumario sobre las principales características del sistema legal y notarial en los Estados
Unidos.
En ese sentido, los notarios, que son ciudadanos que solicitan un mandato (notarial) a la autoridad
competente, son considerados funcionarios públicos, pero no en razón de un vínculo laboral, sino en
razón a que el tipo de actividad que ejercen es de interés público. Son nombrados por las Secretarías de
Estado o por el Secretario General de la Corte Superior del Condado (County Clerk) donde ejerce sus
funciones el notario.
Las funciones y servicios notariales, que son múltiples, se pueden resumir en dos: desalentar el fraude,
acreditar la identidad de las personas y garantizar la autenticidad de las firmas en los documentos
públicos. Los notarios en los EEUU no garantizan sin embargo, la verdad ni la exactitud de las
declaraciones efectuadas en los documentos en los que intervienen. La libertad de contratación es
bastante amplia y no tienen, por ende, la obligación de verificar el contenido del documento ni indicar
que está enterado del contenido de los documentos o copias certificadas.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
Los documentos notariados son considerados documentos públicos y tienen validez en cualquier lugar
del país. En algunos casos, cuando tales documentos deben ser utilizados en un Estado distinto a aquel
donde el notario ejerce su mandato, se exige la legalización del County Clerk, del Register of Deeds o de
la Secretaría de Estado.
Los notarios pueden ser ciudadanos que ejercen alguna actividad laboral privada o pública, esto es,
empleados del gobierno y hasta miembros de las fuerzas armadas. En los dos últimos casos, el ejercicio
de su mandato se restringe a las actividades vinculadas al ejercicio de su función y el marco legal estatal
de los notarios está constituido por una ley específica de cada Estado.
En esta vía tradicional, el documento debe contener la firma del Notario, la cual a su vez debe ser
legalizada por el County Clerk o Register of Deeds donde ejerce sus funciones el notario. Esta, luego,
debe ser legalizada por la Secretaría de Estado, luego por la oficina consular del país donde se desea
utilizar el documento.
El primer pilar lo constituye el sistema de notarios locales de los Estados Unidos, que acabamos de
explicar, mientras que el segundo se trata de una herramienta prevista, pero no desarrollada, en el
artículo 511, inciso d, del Reglamento Consular, que establece que el Jefe de la Oficina o Sección
Consular, o quien lo subrogue legalmente, es competente para legalizar la firma los Notarios de la
circunscripción Consular que les sean conocidas.
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J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Su fundamento legal se encuentra en el artículo 75, inciso 7, de la Ley del Procedimiento Administrativo
General –Ley 27444- (Deberes de las autoridades en los procedimientos) que dice:
“Son deberes de las autoridades respecto del procedimiento administrativo y de sus partícipes
(…) velar por la eficacia de las actuaciones procedimentales, procurando la simplificación en sus
trámites, sin más formalidades que las esenciales para garantizar el respeto a los derechos de los
administrados o para propiciar certeza en las actuaciones.”
Lo que se busca con la combinación de estas dos herramientas es simplificar aún más los de trámites en
la provisión de servicios consulares a distancia y, como consecuencia, reducir los costos de transacción
en que los ciudadanos usuarios deben incurrir para realizar trámites consulares.
Para ponerlo en práctica, el consulado primero registra la firma y sellos de los notarios públicos que le
son conocidos y si es necesario, puede hasta solicitar certificados de antecedentes criminales y
referencias documentadas a las comisiones supervisoras de notarios, condados o secretarías de Estado.
Con esta documentación, el consulado tiene una garantía con respecto a la honestidad del fedatario
público.
Luego, el consulado debe poner al alcance de los usuarios y notarios locales una página web o ventanilla
virtual en la que puedan encontrar guías de orientación, formularios y modelos de documentos para
realizar los trámites consulares a distancia. Así, los ciudadanos que desean efectuar trámites por correo
postal, pueden reemplazar el mecanismo tradicional que necesita hasta cuatro firmas (del interesado,
notario, County Clerk y Secretaría de Estado) por el mecanismo simplificado que sólo necesita dos
firmas (del interesado y el notario registrado), remitiendo al Consulado el documento acompañado con
una fotocopia simple de su DNI.
El consulado también debe facilitar a los usuarios y notarios una guía orientadora sobre cuáles son los
trámites consulares que pueden realizarse por correo postal.
El notario local, por su parte, se compromete, cuando se trate de ciudadanos peruanos que deseen
realizar trámites consulares, a solicitar al usuario su Documento Nacional de Identidad (DNI) original,
verificar su vigencia y adjuntar una fotocopia simple del mismo junto con el documento legalizado. Hay
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
que anotar que todos estos actos son realizados por los notarios dentro del marco de las leyes federales
y locales y dentro de sus respectivas jurisdicciones.
El notario local, cabe finalmente subrayar, no tiene la calidad de agente o funcionario consular o
empleado del consulado, ni mantiene vínculo laboral, civil, comercial, administrativo o legal alguno con
la oficina consular. El único vínculo que existe entre las partes es de colaboración y tiene carácter
gratuito. No existe, por lo tanto, obligación de pago o contraprestación alguna entre las partes. No
puede recibir pagos por tarifas consulares, aunque cómo es lógico el notario local tiene derecho a cobrar
a los usuarios por sus servicios como cualquier otro Notario, de acuerdo a las tarifas establecidas por las
leyes del Estado y/o Condado donde ejerce su comisión.
Siguiendo los ejemplos ofrecidos en los puntos anteriores, podemos destacar también el caso de las
atenciones consulares itinerantes mensuales como una herramienta de práctica cada vez más frecuente
para mejorar la calidad de los servicios consulares.
En efecto, hoy, todos los consulados peruanos y latinoamericanos cuentan con un programa
denominado de “atenciones itinerantes” o simplemente “consulados móviles”.
Estos “consulados móviles” se desarrollan mediante visitas que se realizan a zonas donde existen
comunidades peruanas importantes por su número y que se encuentran alejadas de la sede consular.
Algunas misiones las realizan una vez al mes durante un fin de semana y otras durante varios días
seguidos siguiendo un itinerario que cubre varias ciudades, pero en todo caso todos tienen como
objetivo principal acercar el Estado al ciudadano, proporcionar servicios consulares –en especial
aquellos que no se pueden realizar a distancia, sino sólo personalmente- conocer la problemática y
necesidades particulares de los peruanos en la zona, detectar posibles casos de protección, promoverlos
programas de vinculación de los peruanos con el país y mantener un diálogo constante con los líderes
comunitarios del lugar.
Con la realización de los “consulados móviles”, el Estado proyecta su presencia hacia las comunidades
peruanas en el exterior y se acerca de sus nacionales, mejorando con ello la calidad de las relaciones
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J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Estado-Sociedad. Al mismo tiempo, las visitas tienen un impacto directo muy beneficioso en la economía
de ciertas comunidades peruanas, en tanto los peruanos beneficiarios ahorran el dinero que tendría que
gastar de hacer un viaje a la ciudad sede de la oficina consular. Este ahorro, en el caso de los consulados
móviles que realizan los Consulados peruanos en varias ciudades de los Estados Unidos, ha significado
para la comunidad peruana de varias ciudades de los Estados Unidos, un grado de ahorro o valor
transferido de hasta US$ 60,000, en un solo fin de semana.
El actual presidente de Ecuador, Sr. Rafael Correa Delgado, cuando se encontraba todavía en campaña
electoral, lanzó a la opinión pública de su país un proyecto que llamó “Consulado Digital” y que creemos
vale la pena mencionarlo.
En síntesis, el eje del Consulado Digital Ecuatoriano, cuya experiencia piloto se anunció sería realizada en
Nueva York, sería:
Los ciudadanos deberán obtener una tarjeta consular digital en los consulados de carrera. Para
obtener este documento, tendrían que probar que poseen la nacionalidad ecuatoriana
presentando cualquiera de los documentos expedidos por los organismos correspondientes,
cédula de identidad, pasaporte, copia índice de cedulación, certificados de nacimiento o
naturalización, etc.
52
El documento completo se encuentra en http://www.rafaelcorrea.com/docs/consulado_digital.pdf
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
Esta información sería almacenada en los servidores centrales del nuevo Consulado Digital que a
su vez estarían interconectados con el servicio del Registro Civil y otros organismos del Estado,
con el fin de validar los documentos presentados, detectar posibles fraudes, etc.
Se buscaría digitalizar la mayor cantidad posible de información, a fin de que los servicios de los
consulados puedan realizarse por esta vía.
Para ser atendidos, los interesados acudirán a los puntos de servicio registrados o "mini
consulados virtuales" que contarían con el nuevo sistema informático interno, esto es, con los
equipos necesarios para verificación de documentos y enlace correspondiente, scanner para las
huellas dactilares, captador de firma digital, scanner para la iris del ojo y luz infra-roja para
detectar falsificaciones y otras herramientas, mediante una conexión encriptada a los servidores
centrales del consulado digital.
Dichos equipos serían comprados por los locales y centros de servicio que deseen participar de
esta red consular virtual y estos cobrarían un pequeño porcentaje por el servicio prestado en
cada trámite.
El gobierno ecuatoriano ha calculado que la masificación del uso de esta herramienta de gestión
beneficiaría a los emigrantes ecuatorianos de una manera tal que estos ahorrarían un promedio de 130
millones de dólares, lo que podría beneficiar directamente a los emigrantes ecuatorianos el exterior y a
sus familiares en Ecuador.
El impacto sobre el Estado se traduciría necesariamente en una menor demanda de servidores públicos
en tareas consulares. Esto, nos imaginamos, no sería una buena noticia para todos, y por eso, el
proyecto prevé que estos servidores se especialicen en otras funciones.
El proyecto Consulado Digital Ecuatoriano, tenemos entendido, aún no ha sido implementado, pero
creemos que el proyecto nos brinda un excelente material para reflexionar acerca de nuevas
herramientas de gestión en donde el Estado y la iniciativa privada, utilizando los avances tecnológicos,
pueden conjugarse en beneficio del ciudadano usuario.
90
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
2.24. En resumen…
He aquí una lista no exhaustiva de algunas de las herramientas de gestión que actúan sobre diversos
ámbitos de la vida de los ciudadanos-usuarios:
3. Cuadro resumen
CAPÍTULO 3
LA POLÍTICA DE ASISTENCIA Y PROTECCIÓN CONSULAR: EL CASO
DE LA COMUNIDAD PERUANA EN BUENOS AIRES
Por: José Luis Chávez Gonzales
Conforme con Maresca53, se entiende por asistencia consular al “conjunto de funciones de naturaleza y
alcance bastante diferentes, que el Cónsul desarrolla a favor de sus connacionales para facilitarles su
permanencia en el territorio del Estado receptor, dirigiéndose para este fin, si fuera necesario, a las
autoridades locales. Esta acción consular no presupone – a diferencia de la protección en sentido estricto -
un comportamiento de las autoridades locales contrario a las obligaciones jurídicas impuestas por el
Derecho Internacional o por el Derecho Interno, y no se manifiesta, por tanto en forma de reclamación”.
Según el mismo autor, tal función de asistencia es connatural a la misión del Cónsul, encontrándose prevista
en el Derecho Consular Consuetudinario más antiguo.
Para Vilariños Pintos54, “salvo casos específicos, la última ratio de las relaciones consulares, el centro de
gravedad de las funciones que realizan las oficinas consulares, se refieren a la protección y asistencia de los
ciudadanos en el exterior”. Dicha asistencia encuentra fundamento en el deber general de cooperación
recíproca que la institución consular implica entre las autoridades locales y los cónsules extranjeros,
teniendo como presupuestos básicos los siguientes:
a) por una parte, la recíproca posibilidad de comunicación y de acceso de los funcionarios consulares y de
los nacionales del Estado que envía; y
b) por otra, la facultad del Cónsul de dirigirse a las autoridades del Estado receptor. Se trata en este caso
de las autoridades locales de su jurisdicción, y excepcionalmente, a las autoridades centrales del Estado
territorial.
53
Maresca, Adolfo. Las relaciones consulares. Madrid: Aguilar, 1974, pág. 220
54
Vilariño Pintos, Eduardo. Curso de derecho diplomático y consular: parte general y textos codificados. Madrid:
Tecnos, 1987, pág. 111
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J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Mientras que la protección consular supone un comportamiento, positivo o negativo, de las autoridades
locales, consistente en la infracción de una norma; la asistencia consular es independiente de la actitud de
las autoridades del Estado receptor a ese respecto.
La asistencia consular se distingue, no sólo de la protección consular, sino también del conjunto de
funciones de carácter administrativo que el cónsul desarrolla en interés de sus connacionales.
En tal sentido, la asistencia consular puede consistir en una actividad de orden moral (cuando el Cónsul
sirve de guía o consejero del ciudadano en dificultades), de orden material (a través de la ayuda financiera),
o bien de orden administrativo (por ejemplo procurando la hospitalización de un enfermo), siendo su
ámbito de actividad por tanto amplio y diverso.
En el ámbito externo de su actividad el Cónsul está legitimado para solicitar y obtener de la autoridad
competente información sobre cualquier incidente en el que puedan estar implicados y resulten
perjudicados los intereses de sus nacionales, así como para asistir ante esas mismas autoridades a sus
connacionales. Este auxilio del Cónsul se extiende a la vez ante las autoridades jurisdiccionales.
En el ámbito interno de su actividad, es decir en la propia Oficina Consular, se destacan principalmente las
tareas de información, de asesoramiento y de ayuda humanitaria; en muchos casos su misión se limitará
simplemente “al Saber Escuchar”, como bien señala Maresca55 “con esa paciencia, con esa cortesía y con
ese sentido de humana simpatía que no sólo inspiran confianza sino que constituyen la forma de consuelo
más eficaz”.El marco normativo específico aplicable a la asistencia y protección consular se encuentra
contemplado en la Convención de Viena sobre relaciones consulares, aprobada en esa ciudad el 24 de abril
de 1963 y fue producto de un proceso de codificación iniciado por las Naciones Unidas en virtud de los
dispuesto en la Carta de la Organización, cuyo artículo 13 párrafo 1 a) encomienda a la Asamblea General
“fomentar…el desarrollo progresivo del Derecho Internacional y su codificación”.
En el caso del Perú las funciones de asistencia y protección legal están señaladas expresamente en el Título
Noveno Titulado “De la función de protección y asistencia consular” del Reglamento Consular del Perú. No
obstante, los temas que surgen en la realidad constituyen la “parte no escrita” de la actividad consular ya
55
Maresca, pág. 230
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
existe un margen importante de discrecionalidad y subjetividad. En ese sentido el perfil del funcionario
consular cobra gran importancia, particularmente en comunidades con características similares a la de
Buenos Aires.
No existen estudios técnicos actualizados que determinen el número de ciudadanos peruanos residentes en
el Mundo y tampoco en la Argentina. Algunos indicadores que pueden ayudarnos a definir este universo es
el número de electores registrados en el padrón electoral a enero de 2007, que arroja una cifra mundial de
aproximadamente 600,000 electores, de los cuales 60, 000 residen en Buenos Aires (mayor centro de
votación en el exterior, representando el del 10 % del padrón electoral, cuyo número de electores supera al
del Departamento de Madre de Dios y de varias Provincias, conforme al Padrón Electoral de 2006 publicado
por la ONPE). Tomando como base esta cifra se estima que el número de ciudadanos es cuando menos el
doble del número de electores registrados, es decir 120,000 compatriotas.
Otro indicador que puede servir a las oficinas consulares para determinar el número de connacionales en
sus jurisdicciones está dado por el número de nacimientos de hijos de peruanos inscritos en sus registros
civiles. Hasta la fecha, en el Consulado del Perú en Buenos Aires se ha registrado cerca de 20,000
inscripciones. Sólo en los últimos cinco años el promedio anual de nacimientos inscritos es de 1900, que al
contrastarlo con la tasa de natalidad de cerca del 2.00%, equivale a una población de 100.000 habitantes.
Finalmente, otro indicador está dado por el número de actuaciones consulares registradas; de septiembre
de 2006 a septiembre de 2007 se efectuaron 65.000 actuaciones, a las que se puede sumar
aproximadamente 2000 intervenciones de asistencia humanitaria o legal y servicios consulares que no
dejan necesariamente registro. Estas cifras nos llevan a afirmar que en un cálculo conservador el número de
compatriotas no sería menor a los 150. 000 y probablemente se acerque a los 200.000.
Como vemos estamos ante una población que fácilmente supera a la que registra el Departamento de
Madre de Dios o la Provincia de Moquegua, y a la de los distritos de Magdalena del Mar o Barranco, entre
otros, de la provincia de Lima. Similar fenómeno de grandes concentraciones de connacionales se registra
en las jurisdicciones de 10 de las Oficinas Consulares con mayor demanda de servicios consulares: Conper
94
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Tokio, Conper Milán, Conper Madrid, Conper Nueva York, Conper Santiago, Conper La Paz, Conper Miami,
Conper Roma, Conper Barcelona, entre otras. Tal como ocurre en las poblaciones establecidas en el
territorio nacional, en el exterior estas comunidades presentan características similares e incluso más
desfavorables que requieren de la adopción de medidas y políticas distintas. Por ello, el presente trabajo,
pretende dar a conocer la real situación por la que atraviesan los residentes peruanos en Buenos Aires y
que estoy seguro es en mayor o menor medida un reflejo de lo que podría estar ocurriendo en otras
latitudes.
El análisis se enfocará en los informes sociales realizados en la Oficina Consular, en visitas domiciliarias,
entrevistas con referentes de instituciones que intervienen en los casos sociales, atención de demanda
espontánea, etc., los cuales contienen un análisis de las condiciones socio-económicas y de salud de los
grupos familiares encuestados. Asimismo, se tendrá en cuenta la composición familiar, su inserción
económico-laboral, sus condiciones de vivienda y salud, el nivel educativo alcanzado y el lugar de
residencia.
Como lo indica el grafico Nº 1, el mayor porcentaje de atención social fue realizado a mujeres,
representando más de dos tercios del total de la muestra (76%). Entre estas mujeres, un gran porcentaje
son madres solteras, jefas de familia con hijos a su cargo en edad escolar; esta franja conforma el 62%
(gráfico Nº 2). Esencialmente alternan la crianza de sus hijos con su desempeño laboral y a la vez remesan
pequeñas sumas de dinero al Perú para el sustento de padres, hermanos o bien de su menores hijos que
han quedado al cuidado de familiares directos.
Gráfico Nº 1: Composición de la
HOMBRES
24%
HOMBRES
Población por sexo
MUJERES Fuente: Muestra en base a Informes Sociales,
MUJERES
76%
Consulado General del Perú en Bs. As., 2006-
2007.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
La mayoría de las mujeres, independientemente de su estado civil, tienen entre uno o tres hijos (el 53%
de las mujeres se encuentran en esta condición), siendo escasa la proporción de mujeres que tiene más
de tres hijos 6%, el restante 41% no tiene hijos, por lo menos en Argentina.
A partir de los datos observados, cobra especial relevancia la situación de la mujer migrante peruana. El
análisis de las trayectorias migratorias permite identificar que en un gran porcentaje de casos, la mujer es
la primera que emigra dentro del grupo familiar por razones laborales con un proyecto temporal que
supone el retorno en corto tiempo y la manutención económica de su familia en Perú a través del envío
de remesas. De esta manera, en la primera etapa de la migración la residencia en Argentina no parece
verse motivada por el proceso de reunificación familiar sino por una estrategia colectiva de supervivencia.
Luego de algunos años, se advierte una tendencia importante al reagrupamiento familiar en Argentina,
generando cadenas migratorias más allá de las condiciones económicas y sociales del país de destino. Esto
se evidencia por el notable aumento de requerimientos de orientación legal sobre autorizaciones de viaje
y requisitos para que los menores y/o jóvenes residentes en el Perú, puedan ingresar a este país y
comenzar estudios superiores y continuar su vida cotidiana junto a sus progenitores ya residentes. Cabe
señalar que de acuerdo al Registro General de Entradas del Consulado General del Perú en Buenos Aires
en lo que va del año se han tramitado 1670 autorizaciones de viaje.
El porcentaje de hombres que han acudido al Consulado equivale al 24% del total, en su mayoría llegaron
a la República Argentina varios años después que sus cónyuges. En conjunto, comparten con sus parejas
la crianza de los hijos como también el sustento diario. Es decir que mayormente, ambos contribuyen al
sostenimiento familiar. Sólo un bajo índice de los hombres manifiesta ser soltero o divorciado sin carga
96
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
familiar. Huelga señalar que las condiciones estructurales de la migración no siguieron su trayectoria
inicial de la década del 90, la cual estuvo motivada principalmente por el tipo de cambio56
La crisis generada a partir del 200157 ha impactado fuertemente en la estructura familiar de los migrantes
a nivel económico y social. De esta manera, puede observarse que las familias peruanas que asisten al
servicio social del Consulado General del Perú en Buenos Aires, organizan sus vidas entre estrategias de
sobrevivencia, realizando trabajos esporádicos y/o accediendo a los programas sociales que otorga el
Estado Argentino; como el Programa Alimentario con Todo Derecho; Subsidios para Emergencia
Habitacional; Caja de Alimentos58; y, es cada vez más frecuente en el caso de compatriotas con hijos
nacidos en argentina su inclusión en el Plan Jefas y Jefes de hogar del Gobierno Nacional Argentino, por el
cual reciben 150 pesos, a cambio de trabajo.
Los ingresos económicos de la mayor parte de los connacionales en Buenos Aires no superan los 800
pesos mensuales, si hablamos de un grupo familiar no menor a cuatro integrantes, sumado el pago de
alquiler y servicios, la escolaridad de los niños menores, entre los diferentes gastos que se presentan,
difícilmente pueden llegar a cubrir las necesidades básicas. Cabe añadir que, según datos del INDEC
56
La situación económica en la década del ‘90 se puede caracterizar a partir fuertes proceso de cambio, tales como
el modelo de convertibilidad, un proceso de distribución regresiva del ingreso y una consecuente concentración
de la riqueza. Luego de 1991 y por pocos años la economía tuvo altas tasas de inflación y un alto crecimiento
económico sostenido por el influjo de capitales extranjeros. Las altas tasas de crecimiento junto con una sobre
valuación cambiaria crearon un contexto favorable para la recepción de migrantes. REVISTA POBLACION DE
BUENOS AIRES, MARCELA CERRUTI, 2005.
57
Algunos datos que reflejan esta situación muestran que para el año 2003 la tasa total de desocupación en
Argentina trepaba al 17,8%. El índice de pobreza era del 54,7% y el nivel de personas que vivían bajo la línea de
indigencia superaba el 26,3% en mayo de 2003. INDEC, datos de EPH primer semestre 2003, consultado en
www.indec.mecon.gov.ar
58
Estos programas consisten en la entrega de mercadería, víveres o dinero a grupos en situación de extrema
vulnerabilidad e indigencia, evaluados por el Ministerio de Desarrollo Social y Derechos Humanos dependiente del
Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
(Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, 2007), la canasta familiar asciende a 1050 pesos59 mensuales
para no caer bajo la línea de pobreza.
La venta ambulante está representada en un 18% y constituye la segunda ocupación más importante
dentro de la muestra, seguida por la construcción (8%). Este tipo de tareas son de carácter informal y
suelen ser realizadas en la vía pública, incrementando el riesgo de salud y seguridad de la persona. La
“Recolección de Basura” para su posterior comercialización, también forma parte de las actividades de un
grupo de los connacionales que acuden al Consulado, realizando sus labores en zonas de bajos recursos
como las villas y los asentamientos humanos. Cabe señalar que al momento de indagar sobre la situación
laboral de los connacionales entrevistados, éstos manifiestan encontrarse desocupados en los últimos
tres meses, habiendo realizado con anterioridad solamente trabajos informales.
59
Canasta Básica y Canasta Total: La medición de la pobreza con el método de la "Línea de Pobreza" consiste en
establecer, a partir de los ingresos de los hogares, si éstos tienen capacidad de satisfacer -por medio de la compra
de bienes y servicios- un conjunto de necesidades alimentarías y no alimentarías consideradas esenciales.
El procedimiento parte de utilizar una Canasta Básica de Alimentos y ampliarla con la inclusión de bienes y
servicios no alimentarios (vestimenta, transporte, educación, salud, etcétera) con el fin de obtener la Canasta
Básica Total.
Previamente se tomaron en cuenta los requerimientos normativos kilo calórico y proteico imprescindible para que
un hombre adulto, entre 30 y 59 años, de actividad moderada, cubra durante un mes esas necesidades.
98
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
ocasiones genera la detención de ciudadanos peruanos ante la resistencia al decomiso de los bienes que
comercializan y a eventuales altercados con la policía.
5%
desocupados
49%
5% desocupad
46% ocupados
os
inactivos 49% ocupados
46% inactivos
60
Se considera inactivos a aquellas personas que no están insertas en el mercado laboral
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
Uno de los obstáculos más importantes para la inserción laboral de hombres y mujeres se debe a que aún
no han podido de regularizar su situación migratoria debido a los requisitos de documentación y los
gastos para su obtención, tanto en el país de origen como en el departamento de migraciones argentino.
Los costos más elevados corresponden a la obtención de partidas de nacimientos, sobre todo las de
provincias peruanas alejadas y, en no pocos casos, a procesos notariales y judiciales de rectificación de
dichas actas de nacimiento pues difieren en fechas y nombres, tanto de sus titulares como de quienes los
han declarado.
Si bien los diferentes programas de radicación flexibilizaron los requisitos, como el Programa Patria
Grande implementado a partir del año 2006 o bien el Programa MERCOSUR vigente en la actualidad,
todavía un importante número de compatriotas no ha regularizado su situación migratoria. El mayor
porcentaje de los entrevistados han accedido a su residencia precaria pero no han logrado continuar con
la segunda etapa del proceso de radicación.
El siguiente cuadro nos indica principalmente un alto porcentaje de connacionales que no han podido
radicarse y no han iniciado hasta la fecha los trámites migratorios, representando el 51%.
61
La notable evolución del otorgamiento de residencias permanentes puede observarse entre comienzo del
periodo de 1992 y finales de 2001. Fuente REVISTA POBLACION DE BUENOS AIRES, MARCELA CERRUTI, 2005. En
base datos otorgados por la Dirección Nacional de Migraciones de Argentina.
100
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
radicados
11%
radicación en
trámite
38% radicados
no radicados
radicación en trámite
no radicados
51%
De acuerdo a los datos que nos indica el grafico N° 6 se puede observar que la comunidad peruana
residente en argentina presenta un nivel educativo intermedio, ya que el mayor porcentaje de ellos ha
concluido los estudios secundarios, representando el 54 %. Si bien es posible observar un alto porcentaje
de personas con nivel técnico y universitario de 6%, esta situación no facilita la inserción laboral de los
migrantes. A modo de ejemplo, podemos señalar que aquellas personas con educación terciaria completa
realizan actividades en albañilería, venta ambulante, etc. y aquellas personas con secundaria completa
realizan trabajos esporádicos encontrando gran dificultad para cubrir necesidades básicas. El nivel
educativo no es, claramente, una condición que acompañe o facilite la inserción laboral en este país, pues
como señalamos anteriormente el ingreso obtenido no supera los 800 pesos, encontrándose por debajo
de la línea de pobreza.
Por otro lado encontramos en un menor porcentaje personas sin ningún tipo de instrucción, que no saben
leer ni escribir y representan el 2 %.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
secundario
completo Gráfico N° 6. Nivel Educativo alcanzado
2% secundario
6% 2%
4% incompleto
6% primario completo
primario
54% incompleto
terciario
26%
universiatrios
analfabetos
Las zonas de residencia de los ciudadanos que forman parte de la muestra y en general de toda la
población, están localizadas en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y en el Cono Urbano
Bonaerense. Los datos indican que las familias se ubican en zonas céntricas de la ciudad o de fácil
acceso a la misma (Gráfico N°7) con una fuerte concentración en el barrio de Balvanera (Once),
Constitución, Retiro, San Cristóbal, Monserrat, San Nicolás, Flores, etc. 62
62
El articulo publicado por Marcela Cerrutí año 2005 en la revista población de Buenos, señala que la alta
concentración de peruanos en la ciudad de Buenos Aires podría vincularse a su condición de migrante reciente y
en parte a su origen principalmente urbano. A diferencia de los bolivianos y paraguayos que cuentan con redes
sociales antiguas y más extendidas, radicadas fundamentalmente en el cono urbano bonaerense.
102
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
26%
74%
23%
37%
SUR
NORTE
OESTE
40%
El tipo de vivienda donde residen está constituido en mayor porcentaje por departamentos de gran
precariedad, que cuentan con dos habitaciones que comparten con otros grupos familiares; de esta
manera dividen los gastos del alquiler y de los servicios. Otro aspecto de este tipo de vivienda es que se
encuentran superpobladas y residen en graves condiciones de hacinamiento y sin enseres o
amueblamiento.
El porcentaje de migrantes que viven en casas “tomadas” es similar al de hoteles familiares. Las casas
“tomadas” tienen la forma estructural de un conventillo63, muchas veces no poseen los servicios básicos
63
Los conventillos son viviendas multifamiliares construidas a inicios del año 1900 en Buenos Aires. Se localizan en
el área Sur de la Ciudad, específicamente en el Barrio de La Boca, zona lindera al Puerto de Buenos Aires. A partir
del año 1900 los migrantes europeos llegaban a la República Argentina y residían en estas edificaciones. Estos
lugares cuentan con varias habitaciones, poseen cocina, baño y patio en común a sus habitantes. Inicialmente
fueron diseñados sobre pilotes de maderas ya que se producían anegaciones por la crecida del Río de la Plata, hoy,
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
de luz y gas. Las personas que allí residen cocinan y duermen en la misma habitación, utilizan balones de
gas para cocinar. Las condiciones edilicias se encuentran sumamente deterioradas y muchas de ellas en
peligro de derrumbe. Estas limitaciones habitacionales implican un gran riesgo para las personas que
residen en ellas.
El total de las “casas tomadas” han sido edificios de bancos, oficinas de empresas que están en quiebra,
sanatorios, o edificaciones que aún no se han terminado de construir, algunos de ellos llegan a tener
nueve pisos. Las características principales que estos lugares poseen son: Carecen de servicios públicos y
limpieza. Por lo general cada piso es subdividido por las familias que allí residen conformando mono
ambientes separados por cortinas que los delimitan. Las instalaciones del lugar son precarias viéndose a
simple vista cables mal conectados, con rotura de vidrios y deterioro general.
Luego del análisis de los informes sociales que recogen el relato, se ha detectado que en forma recurrente
la población que reside en estos espacios, militan políticamente con el Movimiento Territorio y Liberación
(MTL). Dicho movimiento junto a otros como el Partido Obrero tienen como principal acción, la ubicación
de predios abandonados o con intervención judicial, convocando particularmente a ciudadanos peruanos
para que participen en la toma violenta de estos inmuebles. También, les entregan cajas de alimentos
mensuales a cambio de su participación en marchas, asambleas y actividades que desarrollan. Si esto no
es cumplido se quitan los beneficios y se les pide que desalojen el lugar. Otra de las promesas que les han
hecho según refieren es, una fuente de trabajo digna, a la que no se accede.
Los hoteles familiares (pensiones), no difieren de lo descrito en los párrafos anteriores, son edificios muy
antiguos que están subdivididos con entrepisos de madera. Verdaderos laberintos que no poseen
puertas, sólo cortinas que separan una habitación de otra. Esto duplica la cantidad de familias que
pueden allí residir. El costo mensual de estos hoteles es de entre trescientos cincuenta y setecientos
pesos aproximadamente, por habitaciones no mayores a tres metros cuadrados, sin amoblado.
En menor medida, pero con un incremento notable a partir del 2001, la población peruana también reside
en villas o asentamiento humanos cercanos al centro de la Ciudad de Buenos Aires, como la Villa 31,
Rodrigo Bueno, Villa 21, Villa 1-11-14 entre otras. Durante las visitas se ha observado que habitan casillas
en las partes inferiores se han levantado nuevas habitaciones que se suman a las ya existentes, sin tomarse en
cuenta sus años de construcción y el material noble con que fueron realizadas a principios de siglo.
104
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
fabricadas con materiales mixtos como ladrillo, cartón, calamina. Las viviendas en su interior muchas
veces no poseen pisos de cemento, sino de tierra y las habitaciones están dividas por cortinas al igual
que en las casa tomadas y hoteles familiares.
Los asentimientos humanos en mayor o menor medida cubren las necesidades de vivienda de sus
habitantes. Sabemos también que a partir del año citado, estas villas han sufrido el deterioro económico
del país fuertemente y se han transformado en espacios de venta (para la subsistencia diaria) y de
consumo masivo de droga (en la franja adolescente que han quedado fuera del sistema escolar y laboral)
sumando más violencia a la ya existente. Cabe aclarar que en estos barrios las redes locales juegan un
papel muy importante en la cobertura de necesidades de sus pobladores en especial las de salud y
alimentación. Teniendo en cuenta que el propio gobierno de la ciudad de Buenos Aires ha decretado la
Emergencia Habitacional en la ciudad de Buenos Aires, por el déficit de viviendas, los migrantes se han
visto obligados a establecerse en las “villas miseria” (invasiones de larga data), zonas de mayor
concentración de pobreza y de exclusión social y a su vez de un alto índice de violencia.
La cadena de delincuencia venta – consumo – violencia, citada en los párrafos anteriores, toma principal
importancia a partir de las encuestas realizadas, de los datos obtenidos del Servicio Penitenciario Federal
y la visita que el Consulado del Perú realiza a todos los internos recluidos en las unidades penitenciarias
regularmente.
Cabe destacar que la población carcelaria en éstas, asciende a un total a 10.000 reos, de los cuales 1970
son extranjeros. Aproximadamente el 95% de esta cifra pertenece a nacionales de países de la región y el
resto a Europa o África (Gráfico N° 9). 470 internos de este total son de nacionalidad peruana
constituyendo el 23% del total de extranjeros, lo que nos sitúan como la comunidad con mayor índice de
criminalidad si considero que países como Bolivia y Paraguay tienen casi igual cantidad de reos, pero que
su comunidad en este país es cinco veces mayor a la peruana.
Cabe señalar que, un significativo porcentaje de los ciudadanos peruanos detenidos se encuentran
procesados o sentenciados por el Delito de Contrabando de Estupefacientes, seguido de los Delitos contra
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
14% Bolivia
16% 10% Perú
Uruguay
5%
Paraguay
1%
Chile
24% 3% Brasil
Africa
27%
Europa
250
200
150
100
50
0
Detenidos en Procesados en Cumplidos
Unidades libretad
Carcelarias
106
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
4% 4%
8%
20%
8%
4%
8%
16%
8%
20%
60
50
40
30
20
10
0
a
Ag bo
do
o
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do
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Am urto
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to
Po nci
H
ob
ur
o
D
te
R
ci
Pr
H
rta
is
R
Continuando con el desarrollo de los datos recogidos en las entrevistas podemos señalar que un gran
número de personas encuestadas que declararon encontrarse desocupadas cursan en la actualidad
regímenes de libertad asistida, bajo la tutela del Patronato de Liberados o a la espera de que se resuelva
su situación procesal (Gráfico N° 12).
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
Resulta importante a los fines descriptivos y analíticos de la población que asiste al servicio social dar a
conocer el estado de salud: del total de las entrevistas recabadas el 15% padece situaciones de riesgo de
salud personales o bien asociadas a algunos de sus familiares directos: convivientes, hijos, padres,
hermanos, etc. Cabe destacar, que los 150 casos que corresponden principalmente a mujeres y su núcleo
familiar, presentan las siguientes patologías: cáncer de mamas y de útero, diabetes, HIV, Alergias,
problemas broncos respiratorios. Los casos de discapacidad recurrentes en algún miembro de la familia
son: Síndrome de Down, trastornos de movilidad física, retraso madurativo, epilepsia, retraso en el
crecimiento, hemofilia, entre otras (Gráfico N° 13).
Si bien la atención médica cualquiera fuere, es provista gratuitamente en los Hospitales Públicos de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires ya que la Ley Básica de Salud así lo expresa en su artículo Nº 22. No
ocurre lo mismo en la Provincia de Buenos Aires, la cual no cuenta con esta normativa y cada partido o
municipio establece sus normas de atención y asistencia. Viéndose en este último punto la falta de
concordancia con las leyes nacionales de salud.
Ante las situaciones de vulneración de derechos adquiridos en los centros asistenciales de la ciudad,
personal consular concurre a los hospitales y presenta el caso ante sus autoridades. De ser necesario se
trabaja en conjunto con la Defensoría del Pueblo, encargada de vigilar la efectiva aplicación de las
normativas vigentes en el área de salud, y así lograr el cumplimiento de los deberes que las instituciones
tienen con sus usuarios.
108
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
5% 5%
7% 21%
7%
6%
22%
13%
14%
violencia
discapacidad
problemas bronco respiratorios
cancer
problemas psiquiatricos
anamia bajo peso
diabetes
problemas visuales
A partir de lo expuesto se deduce que el número de connacionales atendidos en el Servicio Social del
Consulado del Perú en Buenos Aires se hallan bajo la línea de pobreza, en extrema pobreza o indigencia,
según sus ingresos económicos. Datos que pudieron corroborarse a través de los informes socio-
ambientales realizados en los domicilios. Asimismo, las diferentes instituciones con las que se ha
articulado desde el año 2004, dan cuenta de la vulnerabilidad en que estos grupos están inmersos, ya sea
en el orden social, económico, de salud o legal.
Las redes institucionales conforman un vínculo que permite realizar derivaciones efectivas y coordinadas
a los usuarios, concurriendo éstos a las diferentes instancias gubernamentales o no gubernamentales,
que cubren las necesidades básicas insatisfechas de los mismos.
Los ciudadanos peruanos que acuden a la Oficina Consular solicitan recurrentemente la exoneración del
pago de derechos consulares, principalmente para la expedición o renovación de pasaportes, pues la
mayoría no cuenta con los medios económicos para obtenerlos. Para ello toda la problemática descrita
precedentemente es tenida en cuenta, especialmente los criterios vinculados; a la situación de salud y
atención en hospitales públicos, a condiciones económicas y sociales de riesgo, trámites de regularización
migratoria, etc.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
1%
3% 4% 11%
4% 8%
2%
1%
2%
31%
11%
22%
3.10. Repatriaciones
A pesar del gran esfuerzo de los connacionales por salir adelante y mejorar su calidad de vida en este
país, se reciben muchos pedidos de repatriación vinculados en su mayoría a la situación de salud y
desamparo familiar, como así también situaciones de violencia y maltrato, y situaciones económicas
críticas y de indigencia. Adicionalmente, se presentan casos de menores institucionalizados o
abandonados, es decir bajo la tutela de juzgados de menores. Se brinda especial atención a madres
solteras con niños menores en situación de riesgo social (Gráfico N°15). En lo que va del presente año
se han efectuado 48 repatriaciones.
110
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Situación de
8 indigencia
13 Problemas de salud
Menores en riesgo
Fallecidos y deudos
17 8
2 Situaciones de
Violencia
El aumento de los desplazamientos de los ciudadanos peruanos por diversas razones- académicas,
económicas, familiares, entre otras,- facilitados por el transporte y las comunicaciones, ha traído
aparejado una mayor actividad consular.
El rol del Estado y de sus funcionarios se ve entonces comprometido por situaciones que no sólo resultan
más numerosas sino en ocasiones también más complejas. El ciudadano peruano que se encuentra en el
exterior no duda hoy en día en recurrir al Cónsul, como representante genuino de sus intereses y
consejero capacitado en condiciones de orientarlo. Es importante señalar que los ciudadanos peruanos en
la República Argentina por la misma situación que atraviesan, tienen expectativas bastante elevadas
sobre los servicios que deberían brindar las Oficinas Consulares, especialmente en lo que se refiere al
otorgamiento de facilidades no contempladas en la ley para la realización de diversos trámites, así como
en lo referente al tema de ayuda humanitaria.
En líneas generales puede observarse que los grupos familiares que solicitan asistencia, atraviesan por
una situación de gran vulnerabilidad e inseguridad social, afectando en alto porcentaje a mujeres. La
precarización de las condiciones de vida es de gran notoriedad, expresada en condiciones habitacionales
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
deficientes e ingresos económicos escasos que alcanzan con gran dificultad a cubrir las necesidades
básicas de alimentación64 de los grupos familiares.
El nivel socio-económico de la comunidad peruana radica en Buenos Aires es bajo o muy bajo. El migrante
peruano que llegó a la Argentina mayoritariamente es aquel que no pudo migrar a una nación
desarrollada, generalmente por sus escasos recursos económicos que no le permitieron obtener las visas
respectivas. La migración, a la Argentina es la más viable para ese grupo humano, pues no se requiere
visado y se puede llegar por vía terrestre y a un costo no muy elevado.
Las condiciones sociales anteriormente descritas han convertido la vida cotidiana de una parte de la
población peruana en una lucha permanente por sobrevivir, y allí están comprometidas todas sus
energías y tiempo65. Consecuentemente, resulta necesario establecer líneas de acción que permitan
atender la situación de los grupos de mayor vulnerabilidad y riesgo social.
3.12. Recomendaciones
64
Se considera hogares con necesidades básicas insatisfechas a aquellos que reunieran al menos una de las
siguiente condiciones: 1. Tuvieran más de tres personas por cuarto.2. Habitaran en una vivienda de tipo
inconveniente (pieza de inquilinato, vivienda precaria u otro tipo, lo que excluye casa departamento. 3. No
tuvieran ningún tipo de retrete. 4. Tuvieran algún niño en edad escolar (6 a 12 años) que no asistiera a la escuela.
5. Tuvieran cuatro o más personas por miembro ocupado y cuyo jefe poseyera baja educación.
65
Rozas Pagaza, Margarita ¨ Una perspectiva teórico metodológica del Trabajo Social” Espacio, Buenos Aires,
2002.
112
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
consular como “Servidor Público”, dando paso a una etapa cualitativamente distinta, dirigida a la
protección legal y asistencia humanitaria de las comunidades peruanas como respuesta a la obligación del
Estado de garantizar la plena vigencia de los derechos humanos de sus ciudadanos.
Si bien en los últimos años se han producido avances en la reestructuración de los servicios consulares y
en la acción consular destinada a asistir y vincular a nuestras comunidades -siendo lo esencial de la labor
consular la protección y la promoción de sus intereses y derechos-, de mi experiencia en el campo
consular, me permito efectuar las siguientes recomendaciones para asistir y servir mejor a nuestros
compatriotas:
a) En atención a que los servicios que prestan las Oficinas Consulares son tan amplios y diversos,
constituyendo los trámites consulares cerca del 90% del total de los requerimientos de los
connacionales, considero que la mejora de estos servicios debería pensarse necesariamente a
partir de la formación de los funcionarios diplomáticos, es decir, se requiere dotar a los futuros
funcionarios de más amplios conocimientos en Derecho Notarial, Administrativo, Civil,
Internacional Privado, Penal y de las normas específicas de las distintas instituciones que
indirectamente representarán en el exterior en su gestión consular66. Este mayor conocimiento
les brindará las herramientas necesarias para un adecuado y eficiente ejercicio de sus funciones.
66
En la actualidad, los funcionarios diplomáticos que cumplen funciones consulares en el exterior superan en
número a los nombrados para cumplir solamente funciones Diplomáticas.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
uniformes y en tiempos cada vez menores, lo cual simplificará y reducirá el margen de error de las
actuaciones.
e) El Servicio Consular itinerante a favor de las comunidades peruanas residentes en lugares alejados
de la sede consular, debería tener una periodicidad que guarde relación con las necesidades de la
población beneficiada. Para ello los recursos financieros juegan un rol muy importante.
Paralelamente, debería establecerse normativamente mecanismos expeditivos para efectuar
trámites consulares por correspondencia.
g) Debería garantizarse que las Oficinas Consulares estén en capacidad de brindar respuestas
inmediatas a las solicitudes de Ayuda Humanitaria en sus respectivas jurisdicciones. Para ello, se
debe procurar que el acceso Fondo de Ayuda Humanitaria de la Cancillería sea a través de un
procedimiento más simplificado.
114
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
j) Los Consejos de Consulta que fueron concebidos para generar espacios de diálogo y cooperación
entre las Oficinas Consulares del Perú y su respectiva comunidad de nacionales, brindaron a los
Consulados de un mecanismo de apoyo a las labores de asistencia y protección a nuestros
connacionales, estableciéndose redes de ayuda conformadas por miembros de asociaciones
peruanas y/o de profesionales con arraigo en esas jurisdicciones. Al mismo tiempo su creación
constituyó un importante paso en el acercamiento de la Cancillería con la comunidad peruana en
el Exterior y fue una clara señal para los connacionales que el Estado peruano estaba dispuesto a
escuchar sus necesidades y efectuar los cambios necesarios para atenderlas. No obstante, se
advierte que, a partir de las Elecciones Generales de 2006 hubo un cambio en el accionar de los
Consejos de Consulta debido, principalmente, a su paulatina politización. Podemos afirmar que si
sus miembros son contrarios al Gobierno, asumen un rol de fiscalización de la labor consular y en
algunos casos de franca oposición.
Esta politización puede tener origen en la interpretación que hacen los Consejos de Consulta de
su Reglamento, particularmente del artículo 1º mediante el cual se le reconoce la calidad de
“instancia asociativa representativa de la comunidad peruana residente en la jurisdicción
consular”. En mi opinión, la naturaleza de esa representatividad ha acarreado ciertas
consecuencias que es importante tomar en cuenta, pues los Consejos de Consulta se han
originado por decisión de un órgano del Estado peruano. Adicionalmente, el Reglamento
establece la forma de elección y constitución de los mismos, atribuyendo a los consulados la
función de órgano electoral que convoca a elecciones en su jurisdicción, vigila la legalidad del
desarrollo de las mismas y reconoce a los formalmente elegidos. Justamente, el hecho de la
creación de una instancia a la que le atribuye representación popular para interactuar con el
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
Consulado (órgano del ejecutivo en el exterior), explica la extrapolación intuitiva67 que vienen
haciendo los Consejos de Consulta del concepto de la formación de poderes del Estado.
Por ello considero que si bien la existencia del Consejo de Consulta es de una importancia
innegable, es necesario enfatizar normativamente sus funciones de vínculo y canal de
comunicación con las comunidades, apoyando las tareas de protección y asistencia, que es donde
más pueden aportar; en lugar de una labor de fiscalización muchas veces innecesaria puesto que
la comunidad tiene múltiples canales para expresar su eventual descontento con los servicios
consulares.
l) El Monopolio del Ejercicio Legítimo del Poder, entendido como el ius imperium ciertamente
permite al Estado, a través de la Oficinas Consulares y Embajadas, ejecutar acciones en el Frente
externo, ejecutar la Política Exterior, teniendo como base los intereses y política interna adoptada
para la Protección y Asistencia a las comunidades peruanas fuera del territorio nacional, con la
cuales mantiene un vínculo jurídico (nacionalidad). En ese sentido, la política exterior esta
marcada por lo establecido en el Acuerdo Nacional cuando se refiere a la “Política Exterior para la
paz, la democracia, el desarrollo y la integración”, respecto de las comunidades peruanas, y por la
Nueva Política Consular que viene siendo acompañada además por la Cancillería con la
67
Los Consejos de Consulta sabiéndose reconocidos en su calidad de “instancia representativa de la comunidad, se
perciben así mismos como órganos con alguna ubicación dentro del Estado, que los ha llevado a plantear la
modificación del texto del Reglamento, con la finalidad última de institucionalizarse dentro de éste y dotarse
también de capacidad de gestión y no sólo de fiscalización. Esto último, se evidencia por el reclamo permanente
que hacen de credenciales oficiales; el uso del Escudo del Estado en su correspondencia; la solicitud para tener un
espacio físico (oficina) dentro del local consular; la exigencia de soporte logístico para el ejercicio de su mandato; el
intento de mediar entre ciudadanos peruanos y autoridades locales; y, la pretensión de dirigirse ante autoridades
consulares y diplomáticas extranjeras.
116
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
n) Ahora bien, las Relaciones Exteriores no son solamente propias del Estado, sino que involucran
también la participación de otros agentes de la sociedad (Sociedad Civil, Ongs, empresa privada,
organizaciones de carácter religioso, cultural, científico, económicos etc.) en el frente externo
sobre temas específicos. Son el conjunto de todas las acciones de relevancia política de un Estado,
de sus grupos económicos y sociales y de sus ciudadanos, de significación política, frente al
mundo exterior. Los sindicatos de trabajadores en el Perú que deseen aportar su conocimiento
sobre las empleadas del hogar peruanas que trabajan en la República Argentina o en Chile, que a
su vez mantengan contacto con organismos sociales y sindicales en los citados países, también
son actos de relaciones exteriores. De igual forma, la participación de las organizaciones de
derechos humanos que se preocupan por la situación de los presos primarios por el tráfico de
estupefacientes en cárceles extranjeras, o la presencia de otros entes estatales como DEVIDA en
las cárceles extranjeras para prevenir este tipo de delitos.
exterior planteados, y con que agentes acompañar o no dicha tarea; a que estamentos del Estado
nacional o extranjero debemos recurrir -de ser necesario- en nuestra acciones e interrelaciones
con otros actores internacionales en el frente externo, para el logro de los objetivos de política
consular, ligados a la Protección y Asistencia de las Comunidades Peruanas en el Exterior.
118
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
CAPÍTULO 4
FUNCIÓN CONSULAR Y ESTADO DE DERECHO: CONSTRUYENDO
CAPITAL SOCIAL DESDE EL ESTADO
Por: Jorge Puente L. y Julio Álvarez S. (versión original) y Julio Álvarez S. (versión revisada)
El Acuerdo Nacional es un documento que suele emocionar hasta al más escéptico. Fue, junto con el
Informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, uno de los esfuerzos más trascendentes del
gobierno de Alejandro Toledo. Tiene, sin embargo, un pequeño inconveniente y es el hecho de que el
compromiso de fortalecer el Estado de derecho está casi exclusivamente ligado a la democracia
representativa, esto es, elecciones. El texto dice:
y eficaz, así como por mecanismos de adecuados de transparencia, rendición de cuentas y participación
ciudadana, entre otros.
Función pública y participación ciudadana son, entonces, las dos caras de una misma moneda. Equivale
a decir servidor público-ciudadano, administrador-administrado, gobernante-gobernado y
representante-representado, es decir, las dos aristas de una relación en la cual –y no en otra- el
concepto de Estado de derecho tiene sentido. Fuera de esta relación, el Estado de derecho –un
concepto dinámico y no limitado a la pasividad de las leyes escritas- no tiene razón de existir.
Tan importante es que la participación ciudadana sea permanente, ética y responsable como que la
función pública sea ejercida de manera eficaz, eficiente, transparente y en servicio de la ciudadanía. Es
una relación dinámica que, si llega a alcanzar altos niveles de respeto voluntario y espontáneo de los
derechos de los demás y de las normas -es decir, sin necesidad de la amenaza del ejercicio de la facultad
de represión por parte del Estado- se transforma en una especie de ganancia intangible pero también
invalorable que “sí o sí” produce lo que llamamos “capital social” y, por ende, desarrollo.
El capital social tiene como fuentes principales la confianza mutua y las normas efectivas que
transcurren a través de las redes sociales, determinando la capacidad de una sociedad para trabajar en
conjunto, colaborar y llevar a cabo la acción colectiva. Esta última es una riqueza invisible que sólo existe
cuando los ciudadanos, usuarios, productores, hombres de negocios, clientes y funcionarios públicos
asumen una conducta pro-activa de respeto de los derechos de los demás, así como de colaboración y
cooperación mutua, aún o, mejor dicho “sobretodo”- con aquellos que no se conocen.
120
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Es una frase dura pero que encierra una gran lección para aquellos que deseen aprenderla. La cultura
política al interior de las organizaciones públicas no es diferente a la que encontramos entre los
ciudadanos y se caracteriza, muchas veces, por la consagración de valores altamente jerárquicos o
utilitarios que bloquean las iniciativas valiosas, que consideran valiosas las actitudes obsecuentes, que
obedecen y dan órdenes sin importar la legalidad y racionalidad de las mismas, debilitando con ello el
Estado de Derecho y destruyendo el poco capital social con que se cuenta.
El contenido de esta sección, por lo tanto, está cercanamente ligado a los principios de jerarquía
normativa, la jurisprudencia, el control difuso administrativo,69 el precedente administrativo, la facultad
discrecional 70 y la cláusula democrática., en suma a la aplicación de la ley en el ejercicio de la función
consular que no es otra cosa que el punto de encuentro entre el positivismo jurídico y la acción de
servicio desde el Estado en beneficio de los ciudadanos.
68
Khanna, Parag. The second world: Empires and influence in the new global order. Random House, New York,
Prefacio, página xi. 2008.
69
Sobre control difuso y control difuso administrativo, ver Sentencias del Tribunal Constitucional en los casos de
Jorge Luis Borja Urbano - http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2006/01680-2005-AA.html- y Ramón Hernando
Salazar Yarienque -http://www.tc.gob.pe/jurisprudencia/2006/03741-2004-AA.html- Fecha de consulta: 17 de
junio de 2008.
70
Sobre precedente administrativo, jurisprudencia y facultad discrecional, ver Ortiz Díaz, José. El precedente
administrativo. Publicación del Centro de Estudios Políticos e Institucionales. Revista de Administración Pública.
Ministerio de la Presidencia de España. Sitio web:
http://www.cepc.es/rap/Publicaciones/Revistas/1/1957_024_075.PDF. Fecha de consulta: 17 de junio de 2008.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
Entre todos, hemos elegido aquellos que creemos son relevantes para el propósito de este ensayo.
No hemos utilizado a lo largo de este ensayo el término “derecho consular” porque, simplemente,
estimamos que éste no constituye una disciplina autónoma en sí –en tanto no tiene un origen y
evolución sistemática propiamente dichos- sino que es, fundamentalmente, una derivación del derecho
administrativo que tiene numerosos puntos de convergencia con otras disciplinas como el civil,
internacional privado y público, comercial, societario, notarial, registral, etc.
Tampoco es nuestra intención iniciar aquí una extensa reflexión sobre las relaciones entre el derecho
civil y administrativo y la función consular, si no simplemente dejar en claro que cada acto o actuación
122
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Por este motivo, cuando nos referimos a las fuentes del derecho, hablamos de aquellas que
corresponden al derecho administrativo y la importancia de su comprensión en el ejercicio de la función
consular de acuerdo con el paradigma del Cónsul-Servidor, idea que es el eje de este ensayo.
Las fuentes del Derecho son los actos materiales o formales que dan origen a la creación, modificación,
regulación o extinción de las normas jurídicas. Las primeras son los hechos que concurren causalmente
mientras que las segundas son los actos a través de los que se producen dichas normas. Son éstas a las
que nos referimos en esta sección, las mismas que pueden adoptar las formas genéricas de constitución,
ley, costumbre, principios generales del derecho, jurisprudencia y doctrina.
Sobre esta base, las fuentes del derecho procedimental administrativo están compuestas por una serie
de actos formales jerárquicamente organizados que deben ser tenidos en cuenta en el ejercicio
cotidiano de la función consular. Estas se encuentran expresamente señaladas y desarrollas en la Ley del
Procedimiento Administrativo General–Ley 27444-:
En tales casos, al funcionario público le puede resultar difícil cumplir con ajuste a derecho, debido al
desconocimiento de estos principios o a que dichas instrucciones provienen de un funcionario superior
jerárquico, muchas veces cercano a él y del cual depende la calificación de su desempeño, sus
posibilidades de ser promovido a grados o cargos de mayor responsabilidad e, inclusive, su permanencia
laboral. Es en estos casos cuando tales instrucciones pueden convertirse en lo que hemos llamado
“fuentes ocultas” del derecho que, como es lógico, quebrantan los principios jurídicos del procedimiento
administrativo y del derecho.
El principal problema que se presenta en estos casos es que, cuando ocurren, el “derecho”, o la
potestad de legislar, se fragmenta o atomiza en tantas partes como puntos de vista existan respecto al
alcance y aplicación concreta de una norma, haciendo imposible uniformar las decisiones
jurisdiccionales y administrativas, que es el mecanismo jurídico que garantiza –por excelencia- el
derecho de igualdad entre los administrados.
Por ello, cuando decimos “fuentes ocultas” no nos referimos a los precedentes administrativos reglados
ni a las disposiciones generales que encuentran definidos en los artículos VI y VII del Título Preliminar de
la Ley del Procedimiento Administrativo General–Ley 27444-, si no a aquellas instrucciones “no
regladas” que cualquiera de nosotros puede estar dando sin percatarse de que son contrarias al interés
general o quebrantan los principios de legalidad, razonabilidad, de jerarquía normativa, entre otros.
124
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Este principio se encuentra consagrado en artículo 51 de la Constitución, y es recogido por la Ley del
Procedimiento Administrativo General y también por el Reglamento Consular los que, a su vez,
desarrollan tres tipos de normas que resultan trascendentes para el ejercicio de la función consular:
a) Normas que desarrollan con detalle los principios de legalidad, racionalidad, de jerarquía
normativa y otros;
b) Normas que proveen criterios y mecanismos para facilitar el cumplimiento de tales principios; y
Éstas son también conocidas como normas orientadoras y se encuentran en las siguientes disposiciones
legales:
71
Los reglamentos -casi siempre aprobados por decreto supremo- quedan subordinados a todas las leyes y
disposiciones con fuerza de ley.
72
Su desarrollo doctrinal se origina en la llamada Pirámide de Kelsen.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
“Toda persona tiene derecho a la libertad y seguridad personales y, en consecuencia, nadie está
obligado a hacer lo que la ley no manda, ni impedido de hacer lo que ella no prohíbe”
Artículos 1.1 y 1.4 del Tïtulo Preliminar de la Ley del Procedimiento Administrativo General, Ley
No. 27444
“1.1.- Principio de legalidad.- Las autoridades administrativas deben actuar con respeto a la
Constitución, la ley y al derecho, dentro de las facultades que le estén atribuidas y de acuerdo
con los fines para los que les fueron conferidas” y
126
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Artículos 36.1,73 36.274, 39.175 y 39.2.276 de la Ley del Procedimiento Administrativo General, Ley
No. 27444;
Artículo 75, incisos 2 y 4 de la misma Ley que establecen criterios en relación con los deberes de
las autoridades respecto del procedimiento administrativo y de sus partícipes:
“Inciso 2: ”Desempeñar sus funciones siguiendo los principios del procedimiento administrativo
previstos en el Título Preliminar de esta Ley;”
“Artículo 15º.- El jefe de la Oficina Consular es el responsable del cumplimiento de las normas
relativas a la transparencia y acceso a la información, conforme las disposiciones constitucionales
y legales vigentes.”
73
“Los procedimientos, requisitos y costos administrativos se establecen exclusivamente mediante decreto
supremo o norma de mayor jerarquía…”
74
Establece que “las entidades solamente exigirán a los administrados (…) la presentación de documentos,(…),
siempre que cumplan con los requisitos previstos en el numeral anterior (36.1)” y que “incurre en responsabilidad
la autoridad que procede de modo diferente, realizando exigencias a los administrados fuera de estos casos.”
75
Consideraciones para estructurar el procedimiento: “Solamente serán incluidos como requisitos exigidos para la
realización de cada procedimiento administrativo aquellos que razonablemente sean indispensables para obtener
el pronunciamiento correspondiente, atendiendo además a sus costos y beneficios.”
76
Dispone que cada entidad, al requerir documentación, debe considerar como criterio:“Su necesidad y relevancia
en relación al objeto del procedimiento administrativo y para obtener el pronunciamiento requerido.”
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
“Artículo 35º.- Las Jefaturas de los Servicios Consulares deben: a) Supervisar la correcta aplicación
de las disposiciones legales que rigen la función consular por parte de las Oficinas Consulares de su
circunscripción; y b) Absolver las consultas que le formulen las Oficinas Consulares de su
circunscripción en relación con la legislación nacional e internacional su aplicación a las
actuaciones consulares y la tramitación de éstas.”
“Artículo 92º.- Los funcionarios consulares tienen como deber y responsabilidad brindar los
servicios consulares con eficiencia y honestidad, así como orientar, proteger y asistir a las
personas naturales y jurídicas peruanas en el exterior, sujetándose estrictamente al principio de
legalidad. Deben asimismo conducir los actos de su gestión y de su vida personal respetando las
leyes y reglamentos del Estado receptor, con la probidad y el decoro que exige la representación
del Estado.”
“Artículo 97º.- Los funcionarios consulares incurren en responsabilidad por incumplimiento, error
u omisión en el ejercicio de sus funciones, y estarán sujetos a las sanciones previstas en la Ley del
Servicio Diplomático de la República y su Reglamento.”
Estas normas, además, establecen responsabilidades y sanciones para los funcionarios públicos que, en
su labor cotidiana, incumplan con los principios de legalidad y razonabilidad. Pero, si esto es así,
entonces, ¿no existen herramientas de gestión que permitan a los funcionarios públicos abstenerse de
incumplir con tales principios, aún cuando la orden de un funcionario con mayor autoridad? Sí las hay y
son una muestra de cómo, cotidianamente, las normas legales ofrecen los mecanismos para el ejercicio
de su facultad discrecional y una especie de cuasi-control difuso administrativo de arriba hacia abajo y
viceversa en el ámbito de la administración pública.
128
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
En ambos casos, se trata de proveer a los ciudadanos y funcionarios públicos de una herramienta o
garantía adicional que garanticen el respeto a los derechos humanos fundamentales y las prácticas
democráticas que, en otros sistemas jurídicos, como los casuísticos, se dan al interior de un sistema de
justicia más transparente, eficiente y apto para institucionalizar la uniformidad de las decisiones
jurisdiccionales y los precedentes administrativos, que conlleva también el fortalecimiento del capital
social.
En el caso que nos ocupa, la cláusula democrática es un saludable pleonasmo producto del doloroso
aprendizaje que experimentó la sociedad y Estado de derecho en el Perú entre los años 1990 y 2000 con
un régimen político que manipuló y distorsionó a su antojo las instituciones democráticas, la
administración pública y la diplomacia profesional. Dicha cláusula, por ende, no hace otra cosa que
garantizar el principio de legalidad y de jerarquía normativa que consagra la superioridad de las
disposiciones constitucionales sobre toda otra norma y, a la vez, subrayar, para tranquilidad de los
funcionarios diplomáticos y consulares, que se debe respetar dichos principios sin temores. Es una
herramienta para proteger, promover y respetar la constitucionalidad y el Estado de derecho en el
ámbito del ejercicio de la diplomacia profesional que, curiosamente, constituye una suerte de “derecho
a obedecer la Constitución y respetar la democracia”
Esta herramienta no es casualidad si no la natural consecuencia de una cultura política que –durante los
años 90- mostró que valoraba más la obsecuencia frente al poder que el cumplimiento de la ley y que no
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
contaba con un sistema de justicia capaz de institucionalizar las decisiones jurisdiccionales y los
precedentes administrativos en casos similares con lo que, al quedar desprendidos del principio,
subsisten en la práctica y uso común no reglado que es el espacio donde cada individuo, administrador o
administrado, siente que puede interpretar y aplicar las normas a su antojo.
Así, en los artículos 69 de la Ley del Servicio Diplomático del Perú y 226 de su Reglamento se regula con
más detalle este curioso “derecho a obedecer la Constitución y respetar la democracia” en los casos de
quebrantamiento del orden democrático y constitucional:
Dentro del ámbito más cotidiano de la gestión consular, encontramos que es en el artículo 87 del
Reglamento Consular en donde se establece un mecanismo ad-hoc que involucra a varias instancias del
Ministerio de Relaciones Exteriores y facilita una especie de control administrativo difuso recíproco de la
legalidad de abajo hacia arriba y viceversa:
“Articulo 87º.- Los funcionarios y empleados consulares están obligados a acatar las
disposiciones y directivas del Ministerio de Relaciones Exteriores o instrucciones de sus
superiores jerárquicos. No están obligados a hacerlo cuando estimen que dichas órdenes son
130
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
ilegales. En estos casos deberá presentar su objeción por escrito al Jefe de Oficina Consular con
copia a la Secretaría de Comunidades Peruanas en el Exterior. Toda discrepancia sobre la
legalidad de la orden o instrucción será resuelta por resolución Vice-ministerial sustentada por la
Dirección General de Asuntos Legales del Ministerio de Relaciones Exteriores.”
CAPÍTULO 5
FUNCIÓN CONSULAR Y PARTICIPACIÓN CIUDADANA: LA
RELACIÓN CON LA COMUNIDAD Y LA ESTRATEGIA DE
VINCULACIÓN EFECTIVA
Por: Jorge Puente L. y Julio Álvarez S. (versión original) y Julio Álvarez S. (versión revisada)
Reflexionar acerca de la relación del consulado con la comunidad peruana y la estrategia de vinculación
efectiva es reflexionar sobre la función consular y el papel del consulado como agente de promoción del
ejercicio de la ciudadanía y la participación democrática de los peruanos en el exterior, lo cual es una de
las líneas de acción de la función consular.
Esta política, se señala en el documento “La política de reforma consular, protección, asistencia y
promoción de las comunidades peruanas en el exterior“:
Para fines de este ensayo, simplificaremos la idea y diremos que la participación democrática de los
peruanos en el exterior se materializa fundamentalmente de cuatro maneras:
77
Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú. Política de reforma consular, de protección, asistencia y
promoción de las comunidades peruanas en el exterior. p. 28. Localización:
http://www.rree.gob.pe/portal/aconsular.nsf/f7e99ca6ad554d4505256bff006da07a/1f2c55822814821c052570d6
0053132a/$FILE/Publicacion1.pdf Fecha de última consulta: 12 de junio de 2008.
132
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
a) Sufragio, es decir, eligiendo a los gobernantes y funcionarios públicos que ocupan sus cargos por
elección (Presidente de la República, legisladores, alcaldes, presidentes de regiones, etc.), así
como referéndum, plebiscitos, revocatorias y otras formas de democracia directa.
c) Participación ciudadana en las sociedades de recepción, allí donde éstas cuenten con tales
mecanismos y siempre que el grado de inserción legal individual se lo permita. Esta puede
comprender sufragar en elecciones locales, estatales o nacionales, involucrarse activamente en
campañas u organizaciones políticas o sin fines de lucro, de inmigrantes, coaliciones políticas,
etc.
De estas cuatro, las formas que atañen directamente a la vinculación cotidiana entre el consulado y la
comunidad peruana y que serán objeto de reflexión en los párrafos que siguen, son las descritas en los
literales b) y d), en donde el “empoderamiento” es el resultado que se desea obtener y los consejos de
consulta y las organizaciones de peruanos son las herramientas para lograrlo.
78
El término “empoderamiento”, tal como se usa en este contexto, hace referencia al proceso político que permite
que un sector marginado de la sociedad obtenga un mayor control de los recursos y situaciones que afectan su
vida y se convierta en un actor legítimo en los procesos de toma de decisiones. Cuenta con cinco elementos
esenciales: acceso a la información, inclusión, participación, responsabilización y capacidad organizativa.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
Coincidente con esto, el Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, promovió la creación de los
Consejos de Consulta,79 un mecanismo que se esperaba canalizara la necesidad de participación
ciudadana de los peruanos en el exterior hacia una relación enriquecedora con los consulados:
“En ese sentido, se diagnosticó en su momento la necesidad de crear un marco institucional para
que los connacionales ejerzan esta función democrática. Los Consejos de Consulta de las
Comunidades Peruanas en el Exterior constituyen la respuesta democrática a esta necesidad, y
se hayan plenamente vigentes y en actividad.” 80
Al cabo de algunos años, los resultados de esta experiencia ha sido diversa, el mecanismo ha
experimentado no pocos problemas y opiniones contradictorias acerca de su utilidad.
“Como avance en la implementación de esta política, merece destacarse que, a julio de 2004, se
han constituido 80 Consejos de Consulta en igual número de oficinas consulares. Los mismos
vienen trabajando en su mayoría con eficiencia, demostrando solidaridad y vocación social, pues
la labor que realizan no es remunerada. Su establecimiento ha significado un estimulo para que
los connacionales ejerzan una ciudadanía activa, participando en la solución de los problemas
que les atañe, apoyando la gestión consular y promocionando la cultura peruana.” 81
79
Reglamento de Organización y Funciones de los Consejos de Consulta, aprobado por Resolución Ministerial No
1197 del Ministerio de Relaciones Exteriores).
80
Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú. Política de reforma consular, de protección, asistencia y
promoción de las comunidades peruanas en el exterior. p. 29. Localización:
http://www.rree.gob.pe/portal/aconsular.nsf/f7e99ca6ad554d4505256bff006da07a/1f2c55822814821c052570d6
0053132a/$FILE/Publicacion1.pdf Fecha de última consulta: 12 de junio de 2008.
81
Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú. Política de reforma consular, de protección, asistencia y
promoción de las comunidades peruanas en el exterior. p. 29. Localización:
http://www.rree.gob.pe/portal/aconsular.nsf/f7e99ca6ad554d4505256bff006da07a/1f2c55822814821c052570d6
0053132a/$FILE/Publicacion1.pdf Fecha de última consulta: 12 de junio de 2008.
134
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Muy interesante al respecto resulta también el artículo de investigación de Carla Tamagno y Ulla Berg
denominado El Quinto Suyo: conceptualizando la “diáspora peruana” desde abajo y desde arriba, en el
que las autoras realizan un análisis de las experiencias de cuatro consejos de consulta, Roma, Barcelona,
Miami y Paterson,82 en las que se constata, entre otras cosas, un exceso de tutela estatal combinado con
otras características propias de la cultura política peruana.
En todo caso, la naturaleza del Consejo de Consulta (CdC) es definida por su instrumento legal de
creación como “una instancia asociativa representativa de la comunidad peruana”, idea que resulta un
poco confusa preliminarmente, en tanto combina tres términos que corresponden a universos
conceptuales diferentes: procesal, civil-societario y electoral, en este orden.
Esto, claro está, nos obliga a analizar tales conceptos comparándolos con nuestra experiencia y con los
resultados de una encuesta denominada “¿Qué sé yo sobre los Consejos de Consulta?” realizada para
recoger la percepción que tienen algunas comunidades de peruanos en el exterior sobre los CdC. Al
mismo tiempo, intentaremos realizar un análisis basado en la propia experiencia y comparativamente
con una institución similar también de reciente creación: los consejos de coordinación.
Aquellos que deseen ser candidatos a formar parte de estos Consejos, deberán ser representantes una
organización de la sociedad civil formalmente establecida y tener un mínimo de tres años de actividad
institucional comprobada lo que, dicho en otras palabras, que producen una saludable dinámica
pluralista:
82
Berg, Ulla y Tamagno, Carla. El Quinto Suyo: conceptualizando la “diáspora peruana” desde abajo y desde arriba.
Revista Política Internacional Nro. 80. Academia Diplomática del Perú. Lima, abril-junio 2005)
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
No se espera que los Consejeros representen y lleven la voz de los miles de ciudadanos que habitan
en su circunscripción municipal, si no solamente a los miembros de su organización. Así, reduciendo
el espectro de representatividad, se garantiza la legitimidad y alcance de ésta.
Se espera que los Consejeros tengan una trayectoria en el seno de la organización a la que
representan, con el propósito de que los que resulten elegidos sean personas realmente
involucradas en temas de la sociedad civil.
La concepción de los Consejos de Consulta, sin embargo, siguió una ruta diferente, casi opuesta:
Se considera que los Consejeros representan a los miles de ciudadanos que residen en la
circunscripción consular y que, por ende, llevan su voz. En la realidad, alrededor del 60 % no se
considera representado por ellos y el 88.2 % de los encuestados jamás ha participado en una
asamblea de nacionales para elegir a “sus” Consejeros ni tampoco ha sido convocado por ellos para
conocer su opiniones sobre los problemas de la comunidad en su región.
136
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Los Consejeros son personas naturales y, aun cuando ejerzan la representación de organizaciones,
no son candidatos ni actúan dentro del Consejo de Consulta en tal condición sino en calidad de
individuos.83
No se exige que los Consejeros tengan una trayectoria de servicio a la comunidad. Es opcional.
La pregunta que inevitablemente surge es: ¿por qué los Consejos de Consulta tomaron la vía opuesta a
la de los Consejos de Coordinación? ¿Qué fue lo que motivó esto?
Ensayaré una reflexión elemental: mientras los Consejos de Consulta fueron engendrados por el Estado
–centralizador y poco habituado a la dinámica de la participación ciudadana-, los Consejos de
Coordinación locales fueron creación espontánea de la sociedad civil organizada, descentralizada,
desconcentrada y habituada cotidianamente a la dinámica de la participación ciudadana que
inicialmente se materializó en las llamadas “mesas de concertación” locales. Simple y claro.
Hoy en día, ambas experiencias aún se encuentran en proceso de consolidación y la de los Consejos de
Coordinación locales y regionales ha recibido no pocos cuestionamientos, entre los cuales destaca el
hecho de que, en la práctica, la organización del proceso de participación ciudadana recae casi
íntegramente en los gobiernos regionales y gobiernos Locales, debido a que –según argumentan-la
representatividad y protagonismo de la sociedad civil que integra los consejos de coordinación son aún
débiles y las facultades son solamente consultivas. Algunos Consejos de Coordinación Locales han
llegado inclusive a desmontar algunos de los mecanismos iniciales y acercase a un sistema más parecido
al de los Consejos de Consulta. 84
83
Reglamento Consular. Art. 264. El Consejo de Consulta “está integrado por residentes peruanos en el Exterior,
quienes son electos a título individual, conforme a su propio reglamento”.
84
“Llama la atención en Comas que para ser agente participante no es necesario pertenecer a una organización de
la sociedad civil, y ni siquiera tener mayoría de edad. En el último proceso de Presupuesto Participativo,
correspondiente al año fiscal 2008, la convocatoria para inscribirse como agente participante fue muy flexible,
porque sólo exigía ser mayor de 16 años y, en caso de no pertenecer a una organización de la sociedad civil,
cualquier persona residente de Comas podía participar con la presentación de 20 firmas de sus vecinos como aval.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
En todo caso, estamos convencidos de que los mecanismos de participación ciudadana no sólo deben
ser democráticos si no también eficientes y eficaces y basarse en la sociedad civil organizada.
Los Consejos de Consulta, que son definidos como “instancias asociativas representativas de la
comunidad peruana” no han resuelto mientras tanto la mayoría de sus problemas de génesis, sobre los
que hablaremos en los párrafos siguientes.
“La asociación es una organización estable de personas naturales o jurídicas, o de ambas, que a
través de una actividad común persigue un fin no lucrativo.”
De acuerdo a esto, el CdC no es una asociación, debido a que carece de varios de los elementos
esenciales que le podría dar tal naturaleza, esto es, no es una organización pues es constituido en
ninguna de las maneras previstas por el Código Civil que sólo prevé tres formas de personas jurídicas sin
fines de lucro (asociación, fundación y comité y sus variantes de hecho) y que no puede ser modificado
por una resolución ministerial, que es la norma que aprueba el Reglamento Consular ni el Reglamento
de Organización y Funciones de los Consejos de Consulta.
Hay que recordar que el último instructivo para el presupuesto participativo del año fiscal 2008 es muy claro al
señalar que: “El proceso y sus productos deben tener la capacidad de adaptarse a los cambios políticos, sociales y
económicos que afecten a la región o municipio”. Sedano Mayhua, Vladimir Leonel. Causas del ausentismo
ciudadano en el Presupuesto Participativo peruano.Universidad Alas Peruanas, Lima, 2007
138
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Se parece más bien a un Comité No Inscrito, según lo describe el Código Civil peruano en sus artículos
111 y 130, con la única diferencia de que el CdC no puede recaudar fondos. Pero en todo caso, no lo es.
Sólo se le parece e inclusive la modificación de su reglamento de funciones para permitir que efectúen
actividades de recaudación de fondos lo podría convertir en un Comité No Inscrito o de hecho, pero esto
no le daría personería fuera del Perú que es donde existen y realizan sus actividades.
Por otra parte, está claro que para efectuar recaudaciones de fondos o realizar otras actividades, los
comités deben tener personería en el extranjero y no en el Perú, lo que es suficiente para ser
reconocidos de pleno derecho en el Perú. La regla de derecho internacional privado sobre este punto es
clara y contundente (artículo 2073 del Código Civil):
“La existencia y la capacidad de las personas jurídicas de derecho privado se rigen por la ley del
país en que fueron constituidas.”
De este modo, al no tener el CdC personería jurídica ni en el Perú ni en el extranjero, en la práctica sus
miembros actúan a título personal y la única credencial con que cada uno de ellos cuenta es la elección
pública que, en apariencia, les da representatividad.
Bajo este concepto, muchas organizaciones de peruanos que cuentan con un gran número de miembros
y se reúnen periódicamente, son mucho más representativas que cualquier CdC. Es decir que, si dichas
asambleas de nacionales les da alguna representatividad, se trata entonces de una representatividad
frágil y ambigua que se complica si se tiene en cuenta que los miembros del CdC no forman parte de
dicho ente sobre la base de algún interés común o vínculos de colaboración y lealtad, ni mucho menos
están unidos por un contrato de asociación, como sí lo están las organizaciones de peruanos en el
exterior, sea en forma de asociaciones, cámaras, hermandades, etc.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
Todo lo anterior que se ha dicho sobre los CdC hace que, en la práctica, existan algunas tergiversaciones
más comunes de lo que uno se imagina
Una segunda tergiversación es aquella que sostiene que el CdC es un órgano de ”fiscalización” del
consulado que es un término que tiene connotaciones muy formales (investigación, inspección,
intervención, etc.) y que, por ende, están reservadas a funcionarios públicos conocidos como
inspectores y se sujetan a normas y procedimientos rigurosos, con el fin de garantizar tanto los derechos
de los contribuyentes a que se realice una inspección eficaz como el del inspeccionado a un
procedimiento justo que respete su derecho a opinar, aclarar y a defenderse. Aceptar que el CdC es un
órgano fiscalizador, es convertir a sus miembros inspectores con atribuciones superiores incluso a las de
la Inspectoría de la Cancillería y a la Contraloría, y sin ningún tipo de garantía de respeto a los derechos
de los funcionarios consulares.
Esta confusión ha originado no pocos problemas pues mientras el Estado declara que ha creado a los
CdC para que efectúen sugerencias para mejorar los servicios consulares, algunas oficinas consulares –
como reacción lógica a los intentos fiscalizadores de algunos CdC- optaron al inicio por resistirse
inclusive a cualquier tipo de ejercicio de la facultad de control social difuso, aún sabiendo que este tipo
de control se ejerce con o sin su reconocimiento a través de los medios de prensa y el simple impulso de
opiniones y comentarios en la esfera de la opinión pública.
En suma, mientras el Estado concibe al CdC como un comité de apoyo, los miembros de éste tienden a
considerarse a sí mismos una organización de la sociedad civil con facultades control que van desde el
simple control social difuso a la fiscalización extrema.
140
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Otra tergiversación también bastante común es que el CdC tiene un estatus jurídico y privilegios que no
tienen las organizaciones formales de peruanos en el exterior, convirtiéndose en una entidad que, en
muchos casos, compite con las primeras, generando situaciones no deseadas para el buen desarrollo de
una cooperación eficaz entre el Consulado y la comunidad peruana organizada. Así, en los hechos el CdC
goza de una serie de prerrogativas que no tienen las organizaciones de peruanos, lo que ha ocasionado
que en innumerables casos las primeras acciones de CdC recién constituidos hayan sido exigir oficina,
secretaria y sueldo, utilizar tarjetas de presentación con el Gran Sello de la Nación y obtener
reconocimientos oficiales, mediante resolución ministeriales, por parte del Estado pretendiendo recibir
con ello derechos que las organizaciones formales no tienen, como la de utilizar la infraestructura de la
oficina consular para sus reuniones.
85
No obstante, los estimados de la población total arrojan entre 25,000 y 30,000 peruanos, entre adultos y
menores de edad.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
El 32.4 % piensa que el Consejo de Consulta es un grupo de ciudadanos que los representan, lo
que se contradice más adelante con el hecho de que el 88.2 % de los encuestados jamás ha
participado en una asamblea de nacionales para elegir a “sus” representantes ni tampoco ha
sido convocado por el Consejo de Consulta para conocer su opiniones sobre los problemas de la
comunidad en su región.
El 5.9 % piensa que es una dependencia u oficina del Consulado y el 2.9 % que és órgano
fiscalizador del mismo.
A la pregunta “¿cuáles son las funciones del Consejo de Consulta?, las respuestas fueron:
a.- Ayudar a los consulados a mejorar los trámites y servicios consulares 11.8
b.- Apoyar las actividades de los consulados a favor de la comunidad peruana en el exterior 52.9
c.- Ser intermediario entre yo y el consulado 5.9
d.- Fiscalizar al Consulado 2.9
e.- Hacer política 2.9
f.- Recaudar fondos para actividades de solidaridad 23.5
g.- No estoy seguro / No lo recuerdo 0.0
Es interesante notar que casi el tercio (64.7 %) de la población encuestada vinculas las actividades del
Consejo de Consulta a tareas que beneficien a la comunidad peruana, así como el hecho de que casi un
cuarto de los encuestados (23.5 %) creen que se dedican a recaudar fondos para actividades de
solidaridad, algo que, como se sabe, no está facultado para hacer.
142
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Finalmente, cabe subrayar el impacto que tiene en el grado de representatividad los resultados de las
dos últimas preguntas, ya antes mencionadas, en las que llama mucho la atención el hecho de que el
88.2 % de los encuestados no ha participado en la elección de “sus” representantes ni jamás ha sido
convocado por ellos, en lo cual creemos que juegan un papel muy importante las distancias sumadas a
la naturaleza centralizada del sistema de elección de los miembros del Consejo de Consulta.
El sistema exige que se convoque a una gran asamblea de nacionales en donde, en un solo día y un solo
acto, se presentan los candidatos, se difunden sus planes de trabajo (si los tuviesen), se realizan las
elecciones y se anuncian los nombres de los ganadores. Esto, en la práctica, ha ocasionado que:
Sean elegidos aquellos candidatos que sean capaces de llevar más amigos y conocidos a
la asamblea de nacionales;
Sean elegidos los candidatos que residen en la ciudad donde se realiza la asamblea de
nacionales y, por lo tanto, que todos los consejeros se concentren en una sola área
geográfica;
El sistema de elección desconoce con ello un principio básico de la gestión pública moderna que es
acercar a la administración pública al usuario.
Pero ese no es el único problema, pues la centralización y alejamiento del ciudadano que provoca el
sistema de elección del CdC, ocasiona también que, una vez elegidos, los consejeros carezcan de una
agenda sustantiva que interprete y acoja los verdaderos problemas y necesidades de las diferentes
comunidades de peruanos, de acuerdo a su distribución geográfica.
Como consecuencia final, se corre el riesgo de que el CdC quede paralizado, que se llene el vacío con
una agenda poco importante o agendas personales que, como ha ocurrido en varios casos, derivan en
luchas de poder interinas o con el consulado.
Frente a este problema, algunos consulados peruanos tuvieron que desarrollar soluciones imaginativas.
Así, por ejemplo, el Consulado General del Perú en Atlanta optó por promover -en su circunscripción de
600 mil kilómetros cuadrados- la formación de un CdC descentralizado, con el propósito de “acercar la
administración pública al ciudadano”. De esta manera, los representantes de las comunidades en los
Estados que no son Georgia pueden aportar el conocimiento que tienen acerca de su área geográfica y
de los problemas y necesidades de la comunidad peruana local, así como facilitar las redes de contacto y
apoyo material concreto para la realización de consulados móviles, asistencia humanitaria,
simplificación de trámites e inclusive, por ejemplo, iniciar conjuntamente planes piloto de simplificación
de trámites a distancia como el denominado “Programa de notarios locales para la simplificación de
trámites consulares a distancia”, sobre el cual ya hemos hablado.
Junto con todo esto, la estrategia del CdC descentralizado ha procurado fomentar la cultura del mérito
entre los potenciales candidatos, con el fin de estimular a que los que se presenten sean ciudadanos
peruanos con espíritu y experiencia de servicio comunitario. Para ello, en los documentos de
convocatoria se pide a los candidatos que presenten sus hojas de vida con información acerca de su
trayectoria en actividades de servicio comunitario en áreas como asistencia humanitaria, asistencia
legal, educación, cultura, empleo, vivienda, familia, salud, migración, y cualquier otra información que el
candidato considerase relevante.
144
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Pero, ¿cuál es, de acuerdo a los propios Consejos de Consulta, esa problemática?
A la fecha, se han realizado tres convenciones internacionales y se prepara la cuarta para setiembre de
2008 en Managua, Nicaragua. En todas ellas, se ha concluido en documentos con sugerencias e
iniciativas:
Esto último es plausible, fácil de comprobar y convierte a dichas convenciones internacionales en foros
internacionales de ciudadanos que, además de producir iniciativas, actúan como espacios de proyección
de agendas públicas electorales y de popularidad y como termómetro inexorable de la labor de la
Cancillería con respecto a las comunidades peruanas en el exterior, canalizando propuestas de políticas
en el ámbito de los servicios consulares, protección de los connacionales, iniciativas que beneficien a la
comunidad peruana en las circunscripciones consulares.
Pero, lo anterior está referido a las Convenciones y no a los consejos de consulta individualmente
considerados, pues para estos el problema sigue siendo su naturaleza jurídica incierta y su sistema de
elección que le ocasiona falta de representatividad, poca credibilidad e incapacidad legal para obtener
fondos.
86
Fuente: Página web Consejos de Consulta de las Comunidades Peruanas en el Exterior”:
http://www.consejodeconsulta.com/consecon/modules.php?name=Content&pa=showpage&pid=27
87
Fuente: Página web Consejos de Consulta de las Comunidades Peruanas en el Exterior”:
http://www.consejodeconsulta.com/consecon/modules.php?name=Content&pa=showpage&pid=26
146
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Los citados foros se realizan una vez al año y están concebidos un espacio de diálogo directo entre el
consulado y los líderes de la comunidad organizada con el propósito elaborar y trabajar en una agenda
coordinada por el cónsul sobre temas puntuales relativos a programas de apoyo e imagen de dicha
comunidad.
A través de dicho espacio de diálogo (los foros) se espera desarrollar mejores mecanismos de
coordinación con las diversas asociaciones de carácter regional y canalizar los programas que fomentan
la re-vinculación de los connacionales en el exterior con sus localidades de origen, a través de proyectos
específicos.
Nuestra opinión es que la iniciativa es muy saludable y acertada en la medida que provoca que el
consulado mantenga una vinculación más cercana y real con la comunidad peruana organizada
espontáneamente, es decir, aquella que tiene una agenda, que está constituida legalmente en el
sistema jurídico local y que está sujeta mecanismos de rendición de cuentas ante las autoridades locales
y comunidades cuyos problemas y necesidades pretenden trasladar al consulado en el referido espacio
de diálogo.
Tratándose de la utilidad que se espera tengan los foros en los programas de re-vinculación de los
connacionales en el exterior con sus localidades de origen, creemos que el Estado debería estudiar la
experiencia mexicana de los “Consejos Consultivos” y, si es posible, adoptar ciertas tácticas como
incorporar al mecanismo, en calidad observadores, a representantes de las diferentes regiones en su
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
territorio, con el propósito de conocer de cerca cuáles son las estrategias espontáneas de re-vinculación
entre ambas partes.
Sería muy saludable que establecimiento de las bases de esta iniciativa prevea el sentar en una mesa de
diálogo a las partes que se desea re-vincular (Connacionales en el exterior – Localidades de origen). Con
esto se fomentaría la formulación de políticas más realistas y se evitaría el exceso de tutela estatal que
termine sofocando las iniciativas espontáneas (regionales, comunitarias y privadas) de re-vinculación.
Estas existen y deberían ser tomadas en cuenta. En el caso peruano tenemos, por ejemplo, el proyecto
Junín Global. Lanzado en el primer semestre de 2007, Junín Global es un programa modelo orientado a
incorporar a los y las emigrantes de la región central residentes en el extranjero a los procesos de
desarrollo regional y local, bajo el liderazgo del Gobierno Regional de Junín. Sobre la base del
convencimiento de que los emigrados constituyen un valioso capital social regional y local que requiere
ser valorado, el proyecto Junín Global busca promover flujos de inversión (recursos propios y de
terceros), mercados para productos regionales, aportes solidarios para el desarrollo (propios y de
terceros) y otras opciones para la inversión productiva de remesas.88
En virtud de ello, el viernes 7 de diciembre de 2007, se realizó en el local del Consulado General del Perú
en Atlanta el 1er Foro de Presidentes de Organizaciones Peruanas de los Estados de Alabama, Carolina
del Norte, Carolina del Sur, Georgia y Tennessee y miembros del Consejo de Consulta. El evento reunió a
seis de los consejeros y a los directivos de nueve (9) organizaciones de peruanos formalmente
constituidas o en vías de constituirse.
88
Instituto de Migración y Desarrollo en la Región Andina (INMIGRA) y Gobierno Regional de Junín. Programa
Junín Global: vinculando Junín al Mundo. Fuente:
http://www.regionjunin.gob.pe/frames/transversales/JUNINGLOBAL/Proyecto%20Junin%20Global.pdf. Huancayo.
Fecha de consulta: 3 de agosto de 2007.
148
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
El Foro fue una excelente oportunidad no sólo para que el Consejo de Consulta y otras organizaciones de
peruanos explorasen una agenda coordinada con el Consulado, sobre temas puntuales relativos a
programas de imagen y apoyo a la comunidad peruana, sino también para que dichas organizaciones,
especialmente las recientemente creadas, pudiesen compartir y robustecerse con ideas y experiencias
de otras organizaciones con mayor experiencia y, de esa manera, enriquecer su agenda con miras a su
posible participación en la XIV Convención de la Asociación de Instituciones Peruanas en los Estados
Unidos y Canadá (AIPEUC) – www.aipeuc-usa.com – que se realizó en Atlanta entre el 23 y 26 de mayo
de 2008.
La agenda abarcó temas relativos a las herramientas de gestión consular y las organizaciones de
peruanos, programas de re-vinculación productiva con el Perú, promoción del vínculo nacional y la
cultura peruana, ayuda humanitaria organizada y efectiva en caso de desastres en el territorio peruano,
agendas locales de las organizaciones de peruanos y la XIV Convención de la Asociación de Instituciones
Peruanas en los Estados Unidos y Canadá (AIPEUC).
a) la convicción y compromiso de que las agendas de las organizaciones debían siempre estar
formadas por dos grandes temas: mejorar la calidad de vida del inmigrante peruano y calidad de
vida de ciertos sectores de la población peruana en el Perú;
b) una mayor empatía de las organizaciones con el consulado y, por ende, con la convicción de que
apoyarlo es apoyar a la comunidad de peruanos;
c) un gran número de ideas, sugerencia e iniciativas que fueron especialmente por las
organizaciones más jóvenes para enriquecer sus agendas; y
d) una convicción casi generalizada de la importancia que tiene proyectar las agendas más allá del
ámbito local, integrándose a federaciones de asociaciones con mayor experiencia de cabildeo
como, por ejemplo, la AIPEUC. A este respecto, es preciso subrayar que luego de la realización
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
En agosto de 2002, el Presidente Vicente Fox dio a conocer la creación de una nueva estrategia
institucional enfocada a defender los intereses y mejorar la calidad de vida de los mexicanos en el
exterior. Esta nueva estrategia, que buscaba incorporar el punto de vista de los emigrantes en las
políticas públicas destinadas a esa población, fue concebida en base a tres grandes pilares:
a) El Consejo Nacional para las Comunidades Mexicanas en el Exterior (CNCME), encabezado por el
Presidente de la República;
c) El Consejo Consultivo del Instituto de los Mexicanos en el Exterior (CCIME), integrado por líderes
mexicanos y de origen mexicano radicados en Estados Unidos y Canadá, electos por sus
comunidades.
El CCIME ha sido concebido como un órgano colegiado plural y apartidista, cuyo propósito es coadyuvar
al IME en la promoción de estrategias, la integración de programas y la articulación de acciones
tendientes a elevar el nivel de vida de las comunidades mexicanas en el exterior. Así, la principal tarea
del CCIME es asesorar y formular recomendaciones para el diseño, promoción y mejora de las políticas
de atención a los mexicanos en el exterior, mismas que son canalizadas por el IME a las diversas
dependencias gubernamentales que trabajan en favor de los compatriotas que viven más allá de
nuestras fronteras. Estas recomendaciones se emiten dos veces al año durante las reuniones ordinarias
del CCIME.
150
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Para optimizar sus trabajos, el CCIME se encuentra estructurado en 6 comisiones (asuntos Económicos y
de Negocios; Educativos; Fronterizos; Legales; Políticos y Salud), que realizan, al menos, una sesión
ordinaria cada semestre.
a) Los consejeros por circunscripción consular, que son los miembros del Consejo Consultivo
electos por las comunidades de una jurisdicción consular en particular. Estos Consejeros
representan a la población mexicana y de origen mexicano que reside en la circunscripción en la
que fueron elegidos.
b) Los consejeros seleccionados por méritos y trayectoria, que son los miembros del Consejo
Consultivo que son electos por el Pleno durante la Reunión Ordinaria del CCIME y su elección se
basa en su competencia y experiencia previa en alguno de los temas prioritarios para el CCIME.
Los consejeros de las diferentes regiones, a su vez, también se reúnen varias veces al año, ocasiones en
las cuales definen las agendas regionales que llevarán a las asambleas anuales en donde se analizan los
temas por comisiones y se invita a conferencistas expertos en los temas de interés.
Finalmente, las recomendaciones del CCIME son presentadas al gobierno mexicano para que evalúe y,
de ser el caso, proceda a su implementación.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
Una entrevista con el Coordinador de la oficina en Atlanta del Instituto de Mexicanos en el Exterior,
Alberto Díaz González, reveló algunos detalles importantes del proceso de implementación del CCIME
que resumimos a continuación.
El CCIME se inició el 2003 y, en su etapa inicial, incluyó a observadores representantes de todos los
Estados de México, a fin de fortalecer los vínculos entre las comunidades mexicanas en el exterior y sus
lugares de origen y, a la vez, promover los proyectos de re-vinculación productiva. Esto, señala Díaz
González, contribuyó muchísimo al enriquecimiento del proceso.
Desde el inicio, subraya el funcionario mexicano, se tuvo que aprender a negociar con líderes
comunitarios con diferentes agendas, muchas de ellas con fines proselitistas o de intereses personales
excluyentes. Se tuvo también que enfrentar la desconfianza de los líderes comunitarios frente a las
iniciativas gubernamentales y los proyectos regionales, así como los cuestionamientos al mismo cónsul,
tales como “elige a sus propios consejeros”.
Díaz González concluye subrayando que, luego de tres años de iniciado el proceso, se ha logrado una
mecánica de participación con orden y, lo más importante, los líderes comunitarios han desarrollado un
sentido de pertenencia este nuevo proceso que es a todas luces saludable y se convierte en el motor del
mismo proceso.
Desde nuestro punto de vista, la experiencia mexicana no sólo es muy rica e invita al aprendizaje sino
que, a diferencia del proceso de los consejos de consulta peruanos, se acerca más al paradigma en que
se basa la gestión pública democrática. Para aquellos que deseen conocer más a fondo este proceso,
existe abundante información en la página web oficial del IME, http://www.ime.gob.mx/
152
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Anexo 1:
Cuadro resumen de “Capítulo 2: Función consular y gestión organizacional: los
paradigmas y las herramientas de gestión”
PARADIGMA ESTRUCTURAS ESTILO DE HERRAMIENTAS INDICADORES CONTROL DIFUSO PARTICIPACIÓN
DE COMUNICACIÓN DE GESTIÓN DE ADMINISTRATIVO CIUDADANA Y
COORDINACIÓN DESEMPEÑO CONTROL
INTERNAS SOCIAL DIFUSO
Cónsul- Altamente Cerrado. Poca Tradicionales, Grado de Obsecuente. Paternalista. La
Prefecto- jerárquicas, información. poco autoridad Obedece y da sociedad civil
Patrón mecánicas, Alto grado de imaginativas, órdenes sin no existe o es
autoritarias. secretismo. Se Basadas en importar la sólo teoría, y no
Desarrolla utilizan listas de rígidos procesos legalidad y debe opinar en
relaciones muy requisitos mecánicos y racionalidad de asuntos del
formales y mínimos y un burocráticos y las mismas consulado,
paternalistas al lenguaje destinadas a pues para eso
interior del complejo y muy materializar el está el Cónsul
centro de retórico. Actitud ejercicio de la que es “la
trabajo. defensiva y autoridad. Busca “autoridad”.
frente al adecuarse a los
conflicto, recursos, las
impone la funciones y las
autoridad. normas
existentes.
Cónsul- Jerárquicas y Semi-abierto. Se Incorporan la Nivel de Utilitaria. Muestra Utilitaria.
Recaudador- utilitarias. da sólo la gestión por recaudación apertura a las Reconoce la
Jefe información que resultados pero Número de ideas existencia de la
es necesaria. Se atadas a los actuaciones discordantes de sociedad civil,
privilegia un recursos y consulares sus subalternos pero pretende
lenguaje técnico enfocándolas en pero prefiere no controlarla y
y utilitario. la recaudación contradecir a sus delimitarla.
Mejora antes que en el superiores. Espera que
capacidad para servicio público. Resistencia a dar aporte ideas
manejar el feedback claro y para mejorar el
conflicto pero oportuno a sus ejercicio de la
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
154
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
ANEXO 2:
GUÍA PARA ELABORAR “ESTUDIOS DE CASOS DE MEJORA Y MODERNIZACIÓN DE
LA GESTIÓN CONSULAR”
Desde la aprobación del Reglamento Consular vigente, el 5/10/2005, e inclusive antes, han sido varias
las misiones consulares que se han adecuado al nuevo paradigma del cónsul-servidor público, para lo
cual han concebido, diseñado y puesto en práctica ingeniosos procesos de mejora y modernización de
gestión pública, de los cuales es posible rescatar valiosas lecciones.
Ningunas de estas experiencias, sin embargo, ha sido registrada, impidiéndose con ello una
sistematización de las mismas que pueda, en algún momento, servir como material de investigación
académica y, con el tiempo y mayor reflexión, en la elaboración de teoría en el ámbito de la gestión
consular.
Creando, en primer lugar, una herramienta (Guía para estudios de caso) que permita registrar y
sistematizar las experiencias de mejora y modernización de los servicios que se han dado
diversas oficinas consulares del Perú en el exterior; y
Recopilando diversos estudios de caso elaborados por los funcionarios que dirigieron y
participaron en dichos proceso de mejora y modernización.
Primero, definir exactamente el hecho o situación crítica que condujo al proceso de modernización
de la gestión consular en su misión
plantearon.
Las razones por las que se adoptó la propuesta de modernización que finalmente se
implementó.
¿Cuál era la percepción del ciudadano, usuario o contribuyente acerca de los servicios
consulares antes del proceso de modernización? Se trata de obtener una explicación situacional,
por lo tanto, haga un gran esfuerzo ponerse en el lugar del usuario.
¿Contó con apoyo político (decisiones) de las altas esferas de decisión en su institución? ¿Hasta
qué punto? ¿Qué tan determinante fue el apoyo político? ¿Cómo lo logró?
¿Contaba con algún instrumento de política pública concreto y científico, programa o plan de
reforma institucional o académico no institucional? ¿Siguió el modelo o modelos de alguna otra
oficina consular? ¿contó con el apoyo de algún consultor en gestión pública?
¿Cuál era el grado de viabilidad financiera o presupuestal? ¿Contó con recursos asignados por la
Cancillería? ¿O debió ingeniar otras formas de financiamiento? ¿Hasta qué punto el apoyo
político contenido en los planes oficiales de reforma y mejora se tradujo en recursos asignados?
¿Contaba usted con el capital humano adecuado para realizar el cambio? ¿Tuvo que cambiar o
entrenar previamente a su personal? ¿Hasta qué punto contó con apoyo político?
156
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
¿Cuál era el grado de viabilidad legal? ¿se encontró con alguna norma escrita o no escrita que
impidiera o dificultara la puesta en práctica de su propuesta? Si así fue, ¿cómo resolvió este
problema?
Quinto, describir cómo se implementó la propuesta elegida, es decir, describir la puesta en práctica
de la propuesta, señalando el impacto que fueron teniendo en los actores involucrados (empleados,
cónsules, público usuario, etc.), sus reacciones iniciales, grado de compromiso y/o identificación de
estos con el nuevo estilo de gestión y rapidez del proceso de adaptación.
Sexto, describir los resultados y el desenlace, esto es, los logros alcanzados utilizando indicadores
cuantitativos y cualitativos, como por ejemplo:
Cualitativos: mejora del estilo de comunicación, capacidad para manejar el conflicto, grado de
cooperación del usuario, grado de responsabilización del usuario, calidad de la información en
ambas vías (consulado-usuario-consulado) y su impacto en el estado de ánimo o ámbito
subjetivo del usuario y el empleado consular.
Si es posible, puede añadir cuadros, encuestas de satisfacción y fotografías que grafiquen los resultados
e impacto obtenidos.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
BIBLIOGRAFÍA
CAPÍTULOS 1 Y 3
Antokoletz, Daniel. “Tratado Teórico y Práctico de Derecho Diplomático y Consular, Ideas, Buenos Aires,
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Internacionales, 1984.
Documentos
1.- Convención de Viena sobre Relaciones Consulares
2.- Reglamento Consular del Perú
158
J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
Entrevistas
Embajador Córdoba Moyano. Director General de Asuntos Consulares del Ministerio de
Relaciones Internacionales, Comercio y Culto de la República Argentina.
Cónsul General del México en Argentina. Consejera Judith Arrieta.
Cónsul General del Uruguay en Argentina: Consejera Roxana.
Consejero Carlos R. Rubio Reyna: Director de Migraciones Internacionales.
CAPÍTULOS 2, 4 Y 5
Alvarez Sabogal, Julio. La política exterior de Fujimori: Del autonomismo político y el aislamiento
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modernización autoritaria de la Cancillería peruana. pp. 66-70. Fuente:
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En Losada I Marrodan, C. (editor) ¿De burócratas a gerentes? Las ciencias de la gestión aplicadas a la
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http://www.regionjunin.gob.pe/frames/transversales/JUNINGLOBAL/Proyecto%20Junin%20Global.pdf.
Huancayo. Fecha de consulta: 3 de agosto de 2007.
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|2. Fecha de última consulta: 22 de Junio de 2007.
Mintzberg, Henry. Diseño de Organizaciones Eficientes, Ateneo, Buenos Aires.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
Moore, Mark H. Gestión estratégica y creación de valor en el sector público. Piados, Buenos Aires. 1999.
Documentos
1.- Convención de Viena sobre Relaciones Consulares
2.- Reglamento Consular del Perú
3.- La política de reforma consular, de protección, asistencia y promoción de las comunidades peruanas
en el exterior.
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J. Álvarez, J. Puente y J. Chávez
LOS AUTORES 89
Álvarez Sabogal, Julio (1963-). Nació en Lima, Perú. Pasó los primeros
dieciséis años de su vida en Chimbote, Ancash. Abogado (Universidad de San
Martín de Porres), Licenciado en Relaciones Internacionales y Diplomático de
carrera (Academia Diplomática del Perú) y Magíster en Ciencia Política por la
Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP). Primer Secretario en el Servicio
Diplomático de la República del Perú. Ha escrito diversas monografías, ensayos y
artículos sobre política exterior, algunos de los cuales han sido publicados en la Revista Política
Internacional de la Academia Diplomática del Perú y revistas online de diversos países. Es autor del libro
“La política exterior de Fujimori: del autonomismo político y el aislamiento económico al globalismo
económico y el aislamiento político (1990-2000)”, aún no publicado. Ha trabajado en las embajadas
peruanas en Bolivia e India. Ha sido Coordinador de la Dirección General de Asuntos Jurídicos, Jefe de la
Carpeta China e India en el Ministerio de Relaciones Exteriores y Subdirector de Planes y Programas de
la Academia Diplomática del Perú. En la actualidad, se desempeña como Cónsul Adscrito del Consulado
General del Perú en Atlanta.
89
En orden alfabético.
Los paradigmas de la función consular: gestión organizacional, asistencia y protección
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