1 LECTURA Y CULTURA upaciém caracterntion del hombre - Qui ninguna otra Te datingve mejor al ropresentante do épocas anteriores. La ineorpora- ‘cin de In teenies en Tas diversas actividades humamas fn un hecho poctliar de mayor eutdad, y resulta ‘obvio que el progreo de las aplicaciones In cien- tia plasma ol peril de muesten vida, Le téenion, m= pero, uo ¢ quebacer determinado sino para cieriae ‘lata de personas, En eambi, toda sje qe 0 ‘na proplaments el xpiritu de nuestro tiempo practca Ia Tectra, sin cual, por le demis, no podtia eon cebiree la teenologia ‘moderns, ai, por Ia misma ‘azn que pata designer a estra especie se pref 1 ealificacin de homo sapions n la de homo fober 7I hombee reprosentativo de Ia clviliaackin acta feria mis propio Inmar homo legens que homo tecknicus. To no significa doveanocar que han oxstido en el undo letrat y lectores dele hace tuchivime Uem- po. Si damos erédito a Herman Wirth, el hombre ha ‘rerto dewde hace veinte mil aos, Tal aerto, como ojos de set demontrado, pose datos y argumentos de que se sieve el autor de Der Aufgeng der Menschleit. Pero o.que hoy ya parece muy probable ex que la esritura ie un remoto origen europeo. Loe fenicios,« qule- nes se reputaba hasta hace poco tiempo indiscutiblee Inventores del alfabeto, iende « considerdrselon slo ‘como autores de una reforma préetien del mismo. ‘No ex mi propésito conaiderar los antecedentes de la ecevitura, la lectura y los medios de su difuiéa, Sin embargo, ¥2 que mo he refarido al pasado, voy a recordar wn hecho histérico—muy conocido, pero poco aprecado—eelativo tanto ala Ieetura cuanto a Ia ‘cultura. Aunque Ia invencidn del papel barato y det ‘pads In de Ta imprenta han fsclitado grandemente el Aistrate de Tae letra, x In Edad Media, Spoea en que ‘se etime el Ibo como en ninguna otra, debemos el in Teetra y In consorvacién y tunsmisiin de Tos tovoros iteration de Ia Antigiedad. El hombre rmovderno, wlano de Ta democracia y de la seeslerea: cu de iar inatituclones, alvida aellmente que gra. tae a Ta arstoceatia ya la Iglesia medievalos los ‘momumentos do la literatura pagana so salvaron de la estruccin, hecho decisivo para el destino de la Hue ‘manidad y sobre todo para ol expitit, de Oceidents In josticin y el saber, monasterie, abadias cats Aralosfeeron hogar de bibliotecascalossmente forma enriqueeidas, onde we eultiaban las letras las lencis y lat artes a Ia yer que la tologia. Sigon an- tee que surgieran las uaiversdades, ereacica do Ia Teleta, existian esenelas moniiticas y catedralicias ‘para In insruceiém de low hijos del pueblo, algunas de lm cuales vomenian gratuitamente a lov ecolares ppobres. Tanto Ins éedenesreligiosas como los texiores Touilales, eran entonces lot patrocinadares del dosen- rolvimiento cultural. As, en comorcio vivo, Ia fe, el [idee y Ie Isboriondad cle hombres selects, al mismo tempo que preparabun « las almas para la bienaven- turauza y organizabn Ia sociedad de au tiempo, bus- carom, reunieron ¥ reprodjeron con eslarecia pre- vencidn lor texton de la mabiceria antigua, fermento {perenne renovacion del esprit. ‘Despuce, lon grandes protectores y fomentadores de as biblioteca, de las ediciones y' do To iltacion foeton los principos y los grandes safes, En este movimiento hace époen In fundasion de Ia Biblioteca Vaticana, le primera sbiorta al publica general. Tal cel paso dessivo para poner cl libro al aleance de todos Toe lectoren,sogin evarr= hoy en lee pacbloe ‘Geiliandes 1. x msenrton ¥ wx taro Que yo seps, no existe un anilisis fenomenoligien el proceso esencial de Ta Tectura. Esto me allenta = J sigifieacioues al esprit subjetivo. én ol sertor revela mt numen y dla ol fruto de ou Saber, desu experiencia y de au rellexiin en forma de pensamiento, y el lector recibe de éate lo que at Intligenea, ae acsiilidad yo prepar rtem apralendor. De merte que el autor desempn 9funciin on In medida en que loges expresar ol ‘lomeato original del mundo tguiicativo,y el leyento ‘cumple tanto mejor au objetivo enanto mia se emtrega ‘ln intencién expresien Wel sutor. Ambos realizan faons alien si lor anima un suléntieo amor a la talitancia spiritual. Esto no implica tomazlos como ‘los parstenteintlestules, Al comtrario, es preciso {que el uno mcriba on lo mejor de todo su ser, ¥ que no elo con Ia eabesa, #20 om el coraada. Lo importante es que en el primera Cl amor a Ie substanela expirimal no sea adalterado por Ta vanidlad, el intecs o el fsimo tendenciows. y fque en el segundo Lon sentinsenton de admiracién 4 ilocelén Hata el autor no le priven de objetividad ‘nb de exitie. Ta telacion de que se trata 6s put, compleja. En ‘lla hay concordancia y bay diserepancia, lo Tncluso cane ol leyente cree estar de perfecto acuee- ‘lg con el autor. Aunque dt ex el aujoto determinan- te, el texto er entendido por aquél de una manera pctliar, salvo que te trate de una exposickn esita- Imonte Ldgica. De ah Ia maultiplicidad de wentidos y In iquesa de sugerenelas de las grandes obras literarin {ncinides les de toma deseriptivo. Montaigne no ex igera cuando declara: “Yo he leido on Tito Livio clon owas que otros no han Teido, Plutareo ha Teido cien tis, que yo 10 he sabido entender, y acaso haya ‘etre elas aches que el stor ni pens siquiers.” Pasir ¢ infocanda ola Teotura que sirve slo para tor recordada textualmente, La active tiene revonan- ia en la fntimidad: dospicrta nuesias disporiciones personales y diferencia y configura nmestro ser espe ial. Fn cada etapa da nostra vide, por efecto de Ins circunsanclay, de 1a experienels, y sobre todo del [proceso de ln maduraci Interior, earbla a aptitd feceptiva, De alii que el mismo libro, leido en Ta flier, en la javentd yen Ta ead adulta, eanse im- presion diferente y repereata de modo cada ver div 1» timto, Al Quijote, por ejemplo, en cada lectura se le fexcuonira mis jugono adusitable y alecionador, mit ‘Orr Iibres, Teor ruelen provocerreaccién discordan- te y hasta opueda a le que prodjeron primero, 4Quién no puede sefalar una obra entre las favortan, {Gue ala primera letra le dejéindiferente o emowis te ideas susitando au repulsa, y vioeversa? Par dtl Tibros quo, a eaten do Ia situacién ox que ton Ieidos yor obra de determinadas afindades, Ihave época on la vida y logan a influir de modo porte ¥el exile personales ‘en Jas que In reac frtticn Mumia con an misteriono resplandr Ia rs Tidad vuprema de la coma y tevola 21s iad inte- i fam 0 perspectives imsospochat as materiae que por tt indole parocen mia alejadas de ste =n divalenciin eiemtifica, por ojemplota cseritor sventajado som decisis para enriquecer In ‘mente del hombre deseoso de instraire, eon um con- Y rageridoran, Iientrar que las del adocenado apenas sireen storided, sino relachin esene ‘can. En clos, el tutor, especialmente el elosido y tis atin el predilecto, ruscita admiricisn y fe en ol ‘ima del lector. Estos sentimienton son agente y fuera tanto mi tromenda ex aquion brea en Ta lctars ‘para sur propensiones. Es uno do los hechos més ucvidentes—y, por dengracia, més uilizados—en nues- ‘ta époes, ol poder dimitado de la palabra improsa tobre Ia mente de Is mayoria de los hombres, cas ‘lsprovsta do dafensse contra el oxtravio. Por exoy hata cierto punto, Is prense de Gutenberg no slo ‘stampa el papely sino Tas almas. Mas To que qu interesa no ex este vulgar Jamene table extaspade humano, a menudo eneubierto y ten Aencoso. Para conclu e bosquejo de earacerizacién ‘el fendeneno esencial y dptimo de la Tectura,recojo ‘un panto importante, que silo ha sido sefalado. Que- ‘le dich que tanto el ecrtor cuanto el leyemte real ‘an tarea do autintien vide esisival conttrutiva sl Ios atin pura y oselaresida dilecekén. eta, «In vor que representa, dentro de To posblo, elias salva- (guardia opucsta al error y a la desubetanciacin del hombre, constituye Ia fuente més poderosa de ineen- ‘ios part ol desenvolvimento do Jn eatidad personal para el ejericlo dela raxén y del gusio, Gracks a fa vigor despiertan y se afinan las aptitudes de eada ‘cual para percibir, acoger y realizar lo genuino del tmvndo dela eultura. Ademis, hay una especie de relacisn roeiproca entro esta dilecein 6 amr intelec: ttl, que ne dirige a To imperceptible para los seatidos sso conjunto de influenciat que twnto que pervona: reine el espirita mereed al tople conjuntivo de Ia vida en accion 2, Fi cotromal pe ra uecrons Con esto Hegasios al atunto. principal, « saber qué clase do lectara es aquelle que eultiva. Ante todo, Alco delanter que no me rellero aqua la Toetura ‘como un medio, segén In practica, por ejemplo, el ‘etudiaute, Tampoco me reer» la que se hace para ‘quisieinformacién o erudicién, pes la verdadera Cultura no evtiba en waa vuma considerable de datos 2 Y Is desmovura en cata diroceiin Hove a Ia orgia Inlctual, que, como la gotoneria en sl campo ‘Mentiticn ni om el anber, Hay gente que lee mucho sn consoguir més que agravar los vicls de se oxpiritu (falta de esprit, Y la hay que Mega saber infi- Sid Ae cous i gle ger medio dice tiento para lat de Seats slated ds wut Beacons ed ‘abiduria popular, com vast experiencia on ol ferel- ‘So concienstdo de sa puede estar me fcorea de Ta alia cultura que el mie diigente lector fenciclopédica, Mientras que en ol eno del primero la Teyenda y lav crecncias yineslan ma ser con mundo tan admirable que le permite vivie como adulto sin ajar de sentir como ‘el dl segundo el rao taismo exangie ea om nu ala Tas farntes de la feliz Sngenuidad, de In pooata de le vida y de la fo en uno ‘norm suprema Lectura que eaktiva real y profundamente maestro dimo e aquella capar de consituizes en explora- ‘over encantador y pradentes del eepiita x teayés de J floreta soberbia de los libeon raveladorer; lotars bre, proporeionada y select, euyo mejor frato es la Mireccionen y formas etoraas, irreducible: tanto a la realidad del alma individual cuanto al rman do eens, Biles om sf memay, a biom nue escaberles y de encantinare Iacis ella, como Ia te Nort, efetivo aunque in:iomomia y jerarqnin propian, no relatives a vinta atbitarios; impereeptibles para lo eat, constituyen Ia materia dal ventido;. vishun- Dradas o sleanzadas por el entendimiento, lau Ham: ‘mon ideas y Tat reerimios a Ia raza; apreciadas y vides poe la etimativa,rcten ol nome de val tea y ma elera propia es el ordo amors. El appecto positive de la civilizacion, 0 sea la cule tura en cuanto proceso soioldeic e histrico, epee ‘enta Ia objetvucién eolectiva y siempre mis © meno Iimpesfeeta—en obra inaitelone, ox y costa: Tiree de oan orden trascenonte, objetivacion que ia ‘luye sobre las mentes y Tas nutre de quello que silo los hombres mejor dotados, los ereadores, pueden desoubeir de manera orignal. La cultura subjetiva so ‘opera, pies, por la muscepeién de Ia simiente preciosa 4 fo Ubeos, To locenies, son o debes ‘ian ser drganos y canales de sa acendenniento, Tn todo cao, la Teetura commttuye ablo una de I formas posbles de Ta labranza personal, sajtn—se- luniveraaidad de su orden en Ie singalaried plo ser individual, de In eternidad y autonomia de Tas qsencian ems particular existencia temporal ¥ condicionada. La odueacién de uno mismo, asf en- tendida, tiene un horionte tan amplio y vario de ‘bjetos reales e imaginarios y de vietualidades area tua, que compronde Ia naturalesa enters, no slo somo, fuente de conocimiento, sino como exconario de ‘avivan maestro anbelo infinito de bellesa y de ilu ‘ong. y. por sltimo, lo sabrenstural, enyo calto ev ovipioy fin de tol enltura viva. Tal diseiplina Yy amilor ideas y valores, puesta Ie Saperlo de una norma fomentadora del dela proferencin noble, del porte cabslleresco. No ‘oh pues, empeiio de enriquecery ejercitardajeamen- {ela ineligenla, sino de afinar el gusto fortalecer en la gr ‘limo te requiere tna orlentacién docta, dif de ‘adquiri sin escucla previa, yum criterio seguro de Ia ‘propia entidad personal.” Clertamente, lo, eseneal tno es wo machedumbre extrucrdiaaria de dones, sino Ia proporciga debida de los mismor; pues, conforme ‘entencia Goethe, “el mia modesto de los hombres ‘Puede tor completo siempre que se mueva dentro de fos limites de sus aptitudes y de ss habilidades™ “La proporeién es tainbln regulate de 1a misma le- tara formativa, en el sentido de no sbandonat al azar de las circunstancias esteriores Ia dterminacin de los Iibron que se Teen, sino confiala a Ta seleceln jelous y conform al tery al gaato de cada Gu, con. fl primor que eorresponde a a biagueds de sn v ‘co proclouo para el vinje de In existencla. drs longa, vite brevis: no bay tiempo para leet vino To mejor ‘eno linea, Loe cinones abundan para temtar nuestros ‘Teseos, pero el éaito de Ie opeide depend del tino esos ‘or imo, proporsionada debe sor Ie lecture con esprit al finde squire una perspectiva sind ptlen ¥ plenaria del mundo, unt tabla de valores rica y Acinonioss, una concepeiin clara y profunia de la vida,tgencia cultural de primer orden, y su inobservancla fearrea entecher do criterio y adalleracce do Ia mente, Me refiero de modo expecial a los armntor fu que tiene importancia la opinion, In iterpeetacin, 1a doctrina, Ia ideologia, el punto de vista de exucla {ajar de lor casos, vo mis © menos bien un aspecto {de las cous, pero ee lamentablemente ciego para otros fspecton, araso Tos shonciales, Kn dafiitiva, of dos eritum, diffil de sleanzar, es In wisi totins at aterni, sin mong pprowate ni detrimento del eoucretodeber iameiato. 2. Bi uecron avroomacto El ejrcicio de Ia letnra educativa corre peligro de rmalograsio do varlan manera, Wo las cuales quodan slgunas indiesdas, Pero fslta comsiderar Ia inlieremte Al Teel sutodidacto, que se iastruye por propia ini Ciatva y win min guia que In misma lectus. A Sate tere Tams dilettante ciando se deen a los Ubros ‘lo por placer y aticion, no por provecho ni por ‘motivo profesional: per if loro diet. Ese término, ‘empleado asimismo para designar a lox aficionados & tualgular arte o géaeeo do eatadio, se toma, como (ot bien sabido, ora en sentido favorable, ora come ‘alifiesién deopectiva. En el primer eato, el dil tance, porspcaz y desinteresado, es lo contario del eapecialiata puro y del téenivo sin don artistieo, « ‘quiones pode superar por Ia amplitud y delicadess de expirity, auf camo por Is capacidad de vincular el objeto det prodilecion com Ia vida real- Tata love del dilettante civatfico, sw mis alts faneién es a sntesie de canocimientos cuya extensin desborda cl campo del investizador. Se comprende que seme- jantefomcién slo punde desempesarlacximplidamen. 6 ‘to uns persona con sila preparacién sisemitica, ‘que eatudia cou aliidn y habilded exclarecidas. Tal no es el caw del loctor autodidacto amenarado los extravioy anexos a le improvinaciGn solitaria, pos te cae dentro del coneepto negativa del dle tantisme, cl cual correrponde. a quien disperse. ‘nergia em cariovear vuperficialmente todo 0 we ett: inama con correntes de petsamienton a la moda, Jograr la perfeccin en nada, por falta de ave sida, e maitodo, de eritica; en wna palabrn, de formacion, La manera peor y mis tipica de melograuiento del Asclor autodiaoto es In pedanteria, EL pedante lee pra que Tos autores le reloven del trabajo de penant ¥ para repetit lo ajeno come propio, afanow do dex Tnmbrar a los domis: Io. cual comsigue ciertamente ste contenta con un piiblico do rns. No conte: siendo wu alma nada genuino, al rele lo que tech ‘bey a menndo lo deforma y decirtin. Fs frectente yas ‘dolateia com la religonided, Ya latin vio este peligro do la sabi como atioxo a le el mito del invento de In esrita : surbuyéadonelo al dios exiprio Teath, y pone estas palabras en boce del rey Tham, impognador dal dee: “Lo, que der 41a diacpolono Ix somra do la sionia, pt moo ‘lena en ty pcs undo aan apron sachas oss in man cern ery aon en ignocantes ante Ie mayor parte delat gent fs sbiosinvoporabes cl tat dele Te insipiccia det Itc autodata mo. empee tiene su oxigen Ta fats de enue: sino en une ‘nstruceién malsna, on Tor defect fe ettants ‘mo, que alec al stan enw talent ne ‘nen e comieao dovordonsdo de muchas com, sa ‘leben on la corelacin yjeranguta de lon aloes ade Ta cultura y sin ol ajuite de éstos al alma del eda cando, El fondo do la cuestin principal puede formalarse asi: todo lector en em clerto modo autodidacto, y ‘Somo tal disfrata dla ibertad de escoger sus lectures. ‘Poro mientras que unos gosan de esto privilegio de ‘maneea primitive, olvidando que “ones hubo altura in, puce too eit, st norte, os s5l ‘A yerro y dospeiadero de la ambicisn. Asi, pare Squire caltura ex imprescindible Ia autonomia pro- pis del dominio de uno mismo y la del entendimiento Frente « las ideas, Ubertad pare persegnir no deter: tinado bien, sno el bien. Y tales formas de automo Inia ae adquioren a fuersa de luce, ejemplaridad y direeeiéng e+ decir, de dscipalado previo. Para tor ‘uetio y welor de sus patos, ex preciso aprender antos fcaminar y « somocer low caminos. Toda autonomia t+ hija de Ia heteronomia, y toda maestria supone Sprenizaje obediente, cuya atmésfora Sptima es ‘aguella ec que reinan ia Iealtad, el respeto cordial y ‘libuen ton, atméater al calor de In nal se desplie- fae afirin y florece el alma jovenil, dvida de reci= bic, com la incitacin y Ia advertencia y el método, 1 ffujo ennoblecedor de Ia antoridad docente, Semejante clase de aprendizaje comiensa en el ho- gar donile we recibe 10 que constituye el fondo re- Itico de las disposiiones hereditaria, Ins tradicioncs 1 lo habitor, sobre el eusl toda edueacion alterior Tnllaye sélo parcialmente, en el mejor de Tos caton ceariqueciendo y tanafigurando lo que exe fondo tiene {de determinants. Aqui la dependencia es respecto do Jos padtos, En los establecimientos de enselansa son los maerros quienes enearnan Ia autoridad. Ea estos tempor, en que se admiten casl sin medida preten ‘lentes Ia instraceiéa superior, y en que ce preci ‘a2 ve easaya como novedad plausible In aatodeter- ‘minackin de los alumnos en materia de régimen do ‘studion y el sisters perlamentario en Ta direccién ‘le Tos institutos de ealtura, es oportano recordar el Jaielo que hace cerea de un tigleformulaba Nietache, ‘I rebelde Nietache, acerca de tales procedimientos, Tespecto al primero, so expresa asl el adelantador de In flontia de los valores: “Exist ahora east en todas partes un wimero tan exagerado de inatitucio- tier de cultura clevada que requicren sin cesar titamente més profesores de Tos que pudiers producie ‘um pueblo, incase ricamente dotado; y as ingresa en f1ot estableciienton tm exceno de jvenos sia woes ‘én, los euales povo 1 poco determinan el expiita {de Is inatitacién gracias al predominio numérico al Intinto de similis similtgaudet.” "Con relacin al sbandond de Ia discipling, Nietzsche wgirico + “En aquella edad cuyas ex- firco, el hombre os mis necetado que nunca de una ‘mano rectora, porque sibilamente ¥ casi de manera ‘nwintiva se ha persuadido de la ambigiedad de la vida y he perdido el terreno firme de las opiniones fy hasta entoncesconaervadas.” “Y ei per Heddy oa earencia de wm guin para ma eduscidn To aytan de um estado interior 2 otro: duds, exalta- ‘in, meeesidad de vivi, esperanca, desaliento. Todo lo leva de aut pars alld, indicando que en su firma: ‘meat ne han apiagado las estrellas com las que podia Alirgiro nave “tat es I imagen de aqualla famosa autonomia, de faquolla libertad scodémien, reflejda on las alas Imejores y mis necesitadas Wo cultura, frente ‘les no merocen comsideracisn aquellas naturales »amis teas y devenidadar que se complacem en. a ie bertad en sentido bisharo... ;Quiéa hw inctado «la ndepeudoneia en wa edad em que se manifista rendimionto a grandes guias y 20 sigue entusasta el fendero del maestro como se obedece las neces ‘dex mis naturals ¢inmediatas?” “Toda educacién co- ‘miensa con lo contrario de lo quo al presente ve alaba ‘Como liberi académica: comienaa con Ia abedien ‘in, con Ia aubordinacién, com In disciplina, con la ‘ujocicn™ 4, So.sman ¥ cowraSia ex a uxcru Te pando terninar wt ecmye Sin refeciome » ln singal daldnd do asain yerpeia qu oi tea eae, Paro porter elt ty oo tinmanay te pator goo ayonas he mooie? Tov mative al los, la leg de In Tt se edecatvay el va doe expt afen # as Dares el domi pie EL longuae comitaye el dominio on que 1a Keres com a clr, El reno de fos igen tone os come la imagen de Tana con don cara, tu eirtaly otra pera; Te primer, anole 3 apectle daicamente « Sayer de Ie eget, El ‘luletemionte emcee tlc] Toei Ie putoalin oa ol orien do la palahes, 7 voeare Ielacin reeiproca que ya Abelardo expresé cla mente en +1 cilebre seatencia: Sermo generatur ab ‘El idioma on que se le. Mas ain para ogar a leer ‘con propiedad, es menester seguir un largo aprendi- taje de lectura metSdiea, « fondo, inelmo con la 7 Promiew Nirrascue: “Ucher die Zehuat wnsre Bile Acopanaalen” (UTLIET), Werke 1, ale » ‘expresaintoncién de profundizar en ol origen, la vida 4 las vcisitudes de las palabras y do las entructuran Idiomitieas, Y no se eoncibo rerdadera cultura do ‘quien habla castellano xin of conocimionto y la ailacin de lo mis enjundiono do a admirable y Hiadisima Iteratara espasols, comenzando por low slisicos de Ia Edad de Oro, singalares por a erigi- nelidad y roveladares de las peceliardades de nesta raza, y, sin embargo, expejos, lw més, de la cultura ‘universal—griega, latina, oriental y erisiana, ‘Aunque me refiero especialmente a la lectura que caliva, y tengo en mira le noemalidad ideal, no des ‘Ta informucidn Inmediata 0 al entretenimionto mo: Imentineo tampoeo se me oealts que incluso al hom. ivado y amigo de Ia lecura excelente, « me- nude se complace en la Tieratura Tigers. Esto oo natural y justifcado, pues Ia lecture no comituye sno un medio, susceptible de sorvir Se dopa noble, pero también ef que requle. re mayor esluorto ¥ detersinadas aptitudes, ‘Por otra parte, tan abourdo y ridieulo como pretene ee que la Toetura deba ser siempre educativa, rvale ‘aria propugnar que.eon lo Tas letras se Unstruyay perfeccione el hombre. La loctura no reemplara 20 hingtin modo a a experiencia empirica que adqule- re en ol tralo con los demés, en ol trabajo y en la hservaciin yal dominio de Tos sores y Tas cout. La vida de relacién, y'en general Ia vida aetivay ex fam: Aamente insustituible y ferundo del ajante desembae razalo al mundo que nos rodea, ¥, por intermedia de ste, a1 cosmos impalpable del espiritu. Donde ol hombre so enfrenia con el hombre com totalidades Ale caslquler género, ahi hay posbilidad educative, ‘mayor © menor, sin la impresonshilidad del sujoe to para el contenido espisitual. Mientras mils varindos aimportantes ron los contactor las situaciones quo for alrae el eccenario de la natursloea y ol drama de ‘contecimientos, tanto mis se enriquece y previe- tne el énimo vigilante, abierto a ln posble leccién de To wivido, Lo mismo que al trabajo y Ia conversacion, la experiencia religioa, Tos actos morales, las impre- ones eatétieas, Ia amistad, el amor y tantas otrat formas y empresas de vida erpiritul sin letras, con- tuibuyen al ecclarecimiento de la existencia y a la fedacacin de si mismo, ¥ adem ofrecen oportanida- Tos fratos de Ia Tet or quilates de mses Sitcactbes Tosa on vise xls eters dak ooh turn om general; y la partcaler,erganiaada foros Imente donde adentr, we hace tanto tds jagosa y ori ‘ual cuanto mayor y mejores el tesoro de enteianens ido directamente por uno mismo. ‘Ahora lego al tema final de mi diseurso ‘compaia dl lector, ‘ia Teetura pede hacerse de manera colectiva, en ‘yor alta, A menudo se realiza entre dos personas, una ‘de Las cuales eacucha, La practioan sabre todo loe ‘estudiantes 7 los alicionador alas novelas y ula poe- ‘a, En goer, ov a forma mds rey gooetn Ta mis apropiada para In comprensién orienta na enctentra couicionesidealos on la slodad y el tilenci, El hombre sislado paede Teer de acuerdo fom el ritmo coaveniente a In marcha do sa pensa- ‘lento y al eapricho de ou seusibildad, detenigndose © repitiendo Ix lectura cuando To pide su soy ln recesidad de evoear otro ‘pases, de revolver una ‘ilicultad o de entregarin a I relosién ahincada 6 8 Tantasfor encantadoras, Ea la vordadera lootura moti edad y proprio. Tim volodad avexa a esta forma de lectura os una soledad relative a eontorne fsico uo al mundo trat- Cendental de las prerencias inmarceables. Pues mer- fed a Ia virind ‘tealmente mépiea de le escritura, a2 odomos evocar a los espeitus que 1 noe autoje y Pellirles el mejor do los rogues: podemen busear y stborear las gracias de éste, elogir los primores de squil, complacernos wna y mis veces con In idea ruveladora ¥ ya entrevista 0 sorprendente del otro =siertos nosotros, en cada caso, do que en un mo: ‘mento preciso, en um Iugar conereto, com un estado de inimo determinado, el eertor Iabr6 su joyn, in. ‘dasrios, focundo y quied felix ‘Tal esol singular prvllgio do tener al aleance de Ja mano, en un troz0 de materia fnita—el libro —, ‘de Toe gealos mds insignes. Priviegio Darrusta, sino de adentrames en el mismo penetral eu pentamionto. Y esto no es todo. La magia de le ‘scrtura no transite tanto lo que lueubran los aso ‘es coatemporineos fuerte, prdximos 0 Tejenos en 1 espacio, cuanto lo que vonctbieron lon pensadores Y pootas do todos los tiempos. Desde cite punto do Yiela, el mando a gue nova acceso el conscimiento Ae Tas letra ot Unfinitamente mayer, mie rico y anit poblado de prosencias egrogin quo el de Ta realidad tangible, En cme incomparable enquete del espisita, la ‘cuestiin cardinal ex escoger In eréme do Ia crtme “comenzar por los grandes clisicos en cada orden de as Ieteasy'no sucumbir a Ia tentacién vulgar, favo- ‘ecida por la abundaneia de low libros tmodioeres y inalos, En verdad, os Lstim grande que no ne eampla insclim slo Saavedra Fajardo: “La imprenta, sa moneda porte en ele ceritorer que ‘ada rama de Ta coltara rales do move: Tora sabrevieie ‘id bibliogrtien ¥ en cae pais importante cout addes, Pero pasado wn siglo, atimo solo de tods ta produccién mandi de wn aio, Y fn el transeurto de las épocas,dnicamente unos pocos dle eada siglo posan a formar parte del tosoro dli- nitivo de las letras humana. Por eso Schopenhauer, lector sagax y malhumorado, quien repetia quo loc ‘ccritoros para tontos tienen siempre soguro wn - Dlico numeroso, precoaiza “el arte de no leer” (die Kunst, nicht 21 lesen), consistemte en no dignarse tomar en lee manos Tas publicaciones que en cada tiempo atraen al mayor mimero ¥ tienen mis edicio- nos en sus primorosafios, quo ton también los iltimos dle vu vida. En conclusién, Ia Iectura en privado, af os clerto que nos alla momentineamente de los’ demise hom bres vivos, y su frocuentacién, on naturaleses pre- Aispuectas, suelo inctar a Te mlsantropia, en cambio “al arde on mstra mente Ia limbre de la eultra— nos brinda Ja més exqulsita do las sociedados, Tor amigos mis Tealese flstres, Ia compafia de aquellos personajes que después de mivertot son eapacea de ‘comunicaraos vids. Y por mediaelén de tales repre- sentantes de la humanidad mejor, cobra animacicn Ta de todos Tos tiempos, hasta jana, y ofzece 1 mmestro ser presente Ia.profundidad histrica de lo iente de posible perfeceidn; a nuestra sed metafsie, asomos de eter- idad, ya nuestro anhelo religioro, el testimonio do 1a ereacion divina; em fin, = nuestra existenicia toda, l horizonte pablado de las existencias que forma I ‘caravana presurosa e infinita de la humanidad entera.