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PLOTINO

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PLOTINO

NEOPLATONISMO
Plotino naci a comienzos del siglo III (Licpolis, 205
[Egipto]), el foco de la cultura estaba en aquel
entonces en Alejandra (norte de Egipto) y el centro del
poder poltico estaba en Roma.
Su filosofa se considera como el inicio del
neoplatonismo (siglos III-VI), caracterizada como una
corriente que desplaza al hombre de su condicin
poltica a su condicin divina, y lleva de la esfera
racional fsica-metafsica hacia la esfera religiosa-
metafsica.
Alumno de Ammonio Sacas por 11 aos (232-243), luego
seguira en su expedicin al emperador Gordiano, pero este
fue asesinado, entonces se traslad a Roma (244), donde
estableci su escuela. Falleci en 270.
La persona que orden los trabajos de Plotino fue su discpulo
Porfirio. Son 54 tratados a los que dividi en seis grupos de 9,
dado el significado mstico de este nmero, de aqu lo de
Ennadas (ennea: nueve).
El Uno, primera hipstasis

Todo existe y es lo que es gracias a su unidad. La unidad es


condicin del ser. El Uno se pone a s mismo, est ms all del
ser y es supravital. Todos los seres son lo que son por su
tendencia al Bien, el Uno es el Bien en cuanto las cosas
aspiran a l.
El Uno-Bien es el nico que se quiere solo y propiamente a s
mismo, su voluntad es unidad sin ser. Es el nico que se ha
creado a s mismo y es la actividad que crea la esencia o ser:
el acto primero privado de esencia; su acto no est
Sometido a su esencia, sino que es pura libertad y, por ello. l
es por s mismo (En. VI 8, 20).
Para que el Uno pueda crear el ser sin perder su unidad no
puede salir de s, lo emanado sale de la fuente sin perder
nada en el proceso. Con respecto al tiempo , el Uno es
considerado ms que eterno, pues este es siempre del mismo
modo; es el ser lo que es eterno, pero no es que ha nacido
en un momento del tiempo: es siempre creado por el Bien y
en funcin de este.
Del Uno no se predicar nada, de esta manera se inicia la
teologa negativa o mstica, atribuir al Uno-Bien un predicarlo
es falsearlo, disminuirlo. Est por encima de lo intelectual y
est en todas partes y en ninguna: el Uno est en todas
partes; no hay donde no est. Llena, por tanto, todas las
cosas. [] Pero como adems no est en todas partes, pero
son distintas de l, porque l mismo no est en ninguna
parte (En. III 9,4).
La emanacin

El Uno de Plotino es trascendente, pero a la vez es


inmanente, el ser procede de l y no se separa, aunque no
sea idntico a lo Uno. Cada hipstasis produce la inferior en
cuanto contempla. Aqu se presenta la analoga del fuego:
en el fuego hay un calor que constituye su esencia y otro
calor que proviene ya del primero cuando el fuego, al
tiempo que permanece como tal, despliega la fuerza
contenida en su esencia (En. V, 1, 6).
Cada cosa al estar en s emite algo adicional, en un acto de
generosidad, pero esto no significa disminucin alguna
para el donante.
Sin embargo, al no ser la produccin de la misma especie
que la hipstasis superior ocurre una degradacin que es
continua : De lo Uno a la Inteligencia de esta al Alma. El
descenso llega hasta el final inferior del ser: la materia, el no-
ser, como negacin de lo anterior y en ese sentido es
denominado el mal.
En dos de las hipstasis (Inteligencia y Alma) se presenta no
solo la procedencia, sino tambin una especie de retorno:
Toda prole aora y ama a su progenitor, sobre todo cuando
el progenitor y la prole son nicos (En. V 1, 6, 60). Esto no
ocurre con el Uno, pues no tiene adonde volver, y la materia
no es exactamente una hipostasis, tampoco vuelve, ya que
no recuerda su procedencia. Las dos hipstasis
primeramente mencionadas conocen de donde vienen y
recuerdan su falta de plenitud y cada.
LO UNO

LA INTELIGENCIA
EL SER

EL ALMA

Almas individuales
NATURALEZA

LA MATERIA
La Inteligencia, segunda hipstasis

La primera emanacin del Uno es la Inteligencia o Espritu


() que es intuicin o aprehensin inmediata y tiene un
doble objeto: a) el Uno y b) la misma. En el existen las
Ideas, no solo de clases, sino tambin de individuos. Toda la
multitud de Ideas est contenida indivisiblemente en el .
El es identificado con el Demiurgo del Timeo, pero a
diferencia de este no est separado de las Ideas, sino las
contiene. Es el donde se presenta por primera vez la
multiplicidad, pero es a su vez el intelecto y los inteligibles.
El Alma del Mundo, tercera hipstasis

El es eterno y atemporal, en el alma sus objetos son


sucesivos, pero el conoce todas las cosas juntas
simultneamente , puesto que no tiene ni pasado ni futuro,
todo lo ve en un eterno presente.
Del procede el Alma del Mundo (Timeo). Este es
incorprea e indivisible, y constituye el vnculo entre el
mundo eidtico y el mundo sensible, no solo est orientada
hacia arriba (hacia el ), sino tambin hacia abajo,
hacia la Naturaleza.
Esta tercera hipstasis introduce una particularidad en su
composicin, y es que no posee un nico nivel, sino dos:
alma superior e inferior. Entre ellas, Plotino plantea una
procesin interna que no llega a convertirse en una cuarta
hipstasis. Como el Alma no consigue limitarse a amar la
Inteligencia, a la facultad notica (pensamiento dinmico)
aade la dianotica (pensamiento mvil) y con esto un
deseo de estar fuera de s. As se prolonga en un alma inferior
La Naturaleza

Llamada tambin Alma del Mundo o Alma universal. Esta


alma inferior se pone a organizar la exterioridad en funcin
de su inteligencia incompleta, dando lugar al mundo sensible
como una franja intermedia entre la Inteligencia y lo
material, entre el ser y el no-ser. En la media en que el Alma
realiza este trabajo de organizacin de lo sensible, Plotino la
denomina Naturaleza.
Con respecto a la psico-fsico Plotino como los antiguos piensa
que el alma es un fluido sutil que se entrelaza con los cuerpos.
Por ello separa un Alma superior o trascendente, representada
por Afrodita celeste y otra inferior que se mezcla con el cuerpo
y que es representada por Afrodita popular.
Las dos partes del alma no dejan de hacer una, pero difieren
por el mbito con el se comunican: lo inteligible y lo sensible. El
Alma, debe entenderse, luego, como un movimiento de
ascenso y descenso.
Debido a este movimiento, en lugar de conocer de forma
intuitiva, lo hace de una forma discursiva o secuencial. De este
modo el alma crea el tiempo como su primera obra, y lo hace
al modo de una imagen mvil de la eternidad de las Ideas.
La temporalidad nace a partir de la actividad misma con la
que el alma crea el mundo fsico .El alma poseda por el deseo
de transmitir a otro la visin de arriba y no contenta con verlo
todo simultneamente, sale de la unidad, avanza y se
prolonga por medio de una serie de actos que se suceden.
El Alma crea la vida como temporalidad, como copia de la
vida de la Inteligencia que existe en la dimensin de la
eternidad.
La actividad del Alma en la formacin de lo sensible se
relaciona con la pregunta: Qu capta el Alma en su
contemplacin? La respuesta no puede ser las Ideas; lo que
se va a presentar es la teora del lgos plotiniano.
As como la Inteligencia no consigue volverse y mirar al Uno
sin hacerlo un objeto de conocimiento ( y en cierto modo
mltiple), el Alma no consigue volverse a la Inteligencia y
mirar las Ideas sin dividirlas aun ms, dando lugar a los lgoi,
los razonamientos o razones seminales, que son imgenes de
las Ideas y que funcionan como herramientas productoras
del mundo sensible.
Sirvindose de estas razones el Alma inferior o Naturaleza
organiza lo de afuera y crea los organismos naturales.
En Plotino convergen con respecto al Alma dos tradiciones: la
estoica que considera al alma como fuerza organizadora de
la materia y la rfica-pitagrica en la que el alma es vista
como una degradacin de lo divino en su cada a lo sensible.
Solo una vez que el Alma inferior ha organizado el mundo
sensible, se produce un segundo descenso por el que las
almas individuales pasan a tomar posesin de los organismos
resultantes.
Las almas humanas individuales proceden del Alma del Mundo
e igual que esta tienen un elemento superior, vinculado al
y otro inferior vinculado al cuerpo.
El alma preexista a su unin con el cuerpo, la unin se
considera como una cada y sobrevive tras la muerte, aunque
al parecer pierde la memoria durante su existencia terrenal.
Aunque sostiene Plotino que las almas individuales pertenecen
al Alma del Mundo, no deja de sostener la inmortalidad
personal.
La Materia

El lgos es concebido por Plotino como una idea-fuerza o


eficiente, es el instrumento expansivo de la que se sirve el
Alma inferior, pero su accin la lleva ms all de esta.
El lgos permite la expansin del ser porque es tambin el
ros del Alma, mediante este la naturaleza da vida y forma a
la pura exterioridad y despliega en lo sensible los inteligibles,
organizando lo sensible en el tiempo.
El tiempo se define as como el nmero o medida del
movimiento, gracias al cual podemos entenderlo. El mundo
sensible adquiere gracias a este trabajo organizador, una
visibilidad parcial, una casi existencia o realidad. Los cuerpos
sensibles son materia, pero limitada y estructurada.
En todo cuerpo, sin embargo, hay algo que se resiste al Alma
por su carencia de forma: la materia, entendida como
agotamiento del lgos en su trabajo.
El lgos se expande en imgenes de s mismo (la imagen en
Plotino se define como aquello que es en otra cosa) y el
lmite subreal de este trabajo, el agotamiento del principio
ordenador es la materia tomada como lo inimaginable.
La materia es la pura exterioridad a la que es arrojada el
Alma inferior, pero que ella ya no puede organizar. Querer
aprender la materia pura es como querer aprehender la
sombra absoluta sin luz.
La materia es considerada como el mal en cuanto no se vuelve
hacia lo superior. Es aquello de donde no parte visin alguna y
tampoco es visible. Sin embargo, suscita el deseo en el Alma de
descender, pues el Alma se deja seducir y se ve a s misma
reflejada. La materia es como un espejo que recibe toda suerte
de formas sin que estas lleguen a ordenarla.
A diferencia de Aristteles, la materia ya no es parte del ser (la
sustancia compuesta); es, mas bien, algo permanentemente
originada por la inclinacin ertica del Alma, algo derivado de
realidades anteriores, pero que ya no pertenece al Ser.
El Hombre

Plotino es considerado como el primer filsofo que aporta


una fundamentacin racional de la personalidad, Aristteles
expres nicamente en trminos corpreos lo que distingue a
un alma de otra. Al ser el intelecto impersonal lo que
constituye la esencia del alma humana, era solo por factores
materiales y accidentales por lo que un carcter difera de
otro. A causa de esta accidentalidad, la ciencia no se
orienta a lo particular o individual, sino hacia lo universal o
general.
En la situacin mencionada, la personalidad permaneca por
debajo de lo aprehensible por la inteligencia y quedaba
como objeto de la opinin o la conjetura. Lo que importaba
en el hombre no era su individualidad, sino lo que tenan de
comn: su alma racional.
Plotino, aunque acepta la superioridad de la funcin
intelectiva, busca la razn especfica por la cual las personas
diferimos. El alma universal, antes de producir el mundo
sensible, encierra en s las almas individuales.
A medida que la naturaleza desciende hacia lo sensible
estructurando los organismos fsicos, las almas individuales
quedan como rezagadas en un nivel superior; solo cuando el
trabajo de la naturaleza ha concluido, fascinadas por lo que
observan se dejan caer y reclaman los cuerpos en que se
ven particularmente representadas.
Cada organismo es a la vez obra de la naturaleza y del alma
particular que actualiza en lo sensible un modelo inteligible.
La conversin a Dios

Dos ideas presiden la doctrina del alma humana de Plotino:1)


El alma particular est vinculada al Alma universal, 2) se da
una ntima unin entre cada alma particular con su cuerpo.
Hay con esto dos especies de cada: una que es involuntaria
e inevitable, pues responde al mismo proceso de
emanacin, el castigo a esta cada es la experiencia
dolorosa de residir en un cuerpo; la segunda se refiere a la
situacin en el alma que ya se ha encarnado y muestra una
excesiva preocupacin por el cuerpo, lo que la hace
alejarse de s misma y de su origen superior.
Es la segunda cada la que constituye el mal del alma. El
hombre es fundamentalmente su alma. La sensacin es un
acto cognoscitivo del alma, cuando se experimenta una
sensacin, el alma contempla en un grado dbil los vestigios
de formas inteligibles.
La memoria, los sentimientos, las pasiones, las voliciones
tambin son actividades del alma. La actividad ms elevada
del alma es la libertad y esta esta es la volicin del Bien.
El destino del alma humana es volver a lo absoluto para
lograr esto hay cuatro fases: la primera se da por el impulso
de Eros y que consiste en una katarsis, un purificarse de la
tirana del cuerpo y de los sentidos y se eleva a la prctica
de la virtudes (las cuatro virtudes cardinales con la
supremaca de la prudencia). Luego, el alma debe elevarse
por encima de las percepciones sensibles volvindose hacia
la Inteligencia y ocupndose de la filosofa y la ciencia.
En una etapa superior el alma va ms all del pensar
discursivo hasta la unin con la Inteligencia, caracterizado
como La Belleza Suprema. En esta unin conserva el alma su
conciencia de s. La fase final es la de la unin mstica con
Dios o el Uno (el cual trasciende a la Belleza) en un xtasis
que se caracteriza por la ausencia de toda dualidad. En su
pensar de Dios o acerca de l, el sujeto est separado del
objeto de su pensamiento, mientras que en la unin exttica
no se da tal separacin.
Bibliografa:
- Dopaso, A. (2015) Plotino. La odisea del alma entre la
eternidad y el tiempo, Espaa: Batiscafo.
- Copleston, F. (1969) Historia de la Filosofa, T.1. Barcelona: Ariel.
- Reale, G. y Antiseri, D. (1988) Historia del pensamiento filosfico
y cientfico, T.I. Barcelona: Herder.

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