Tipos de Regímenes Políticos Democráticos
Tipos de Regímenes Políticos Democráticos
Tipos de Regímenes Políticos Democráticos
democráticos
gímenes Políticos
Los regímenes políticos se pueden
considerar, en términos actuales, como
“tipos de gobierno” que, a lo largo del
tiempo, se han establecido dentro de una
democracia constitucional. Tales
regímenes se basan, generalmente, en
diversas formas de relacionarse entre el
poder Legislativo y el Ejecutivo.
Repúblicas federales
Están constituidas por unidades territoriales
grandes, donde existe una división en estados
autónomos, que se rigen por algunas leyes dadas
por ellos mismos y cuentan con autoridad propia
(un gobernador). No obstante, existe un poder
central que representa a toda la nación. Ningún
estado puede intervenir en los asuntos de otro
estado. El gobierno federal se basa en los
principios de coordinación, asociación,
negociación y respeto por la integridad de los
estados. Unos ejemplos de este tipo de república
son Estados Unidos, Alemania e India.
Una república federal es una forma de
gobierno que se caracteriza por que el poder
es desconcentrado. Es decir que en cada
departamento, estado, ciudad o provincia, (lo
que se llame cada macro espacio de una país)
existe un pequeño gobierno a nivel local, que
tiene potestades normativas, ejecutivas
judiciales y administrativas dentro de esa
región, pero siguiendo los lineamientos marco
que le establece el gobierno central que
representa a todo el país.
Régimen parlamentario
El régimen parlamentario surgió y se ha mantenido
con base en una relación óptima entre el monarca y
sus súbditos. Este régimen, aunque muy parecido al
de asamblea, tiene ciertas características que lo
distinguen, pues se inició en el momento cuando el
rey delegó sus funciones y poderes en un ministerio
o un gabinete. Ese ministerio o gabinete (integrado
por miembros del Parlamento) debe responder ante
el propio Parlamento, lo que hace que este y el
gobierno no se unifiquen sino que cada uno
conserve sus tareas y responsabilidades de manera
independiente, a la vez que la relación con el
monarca resulta tolerable.
Este tipo de régimen se originó en Inglaterra.
Por lo general, el Parlamento consta de dos
cámaras (lores y comunes en el caso inglés;
senado y cámara de representantes en el caso
estadounidense), pero hay muchos ejemplos
de parlamentos unicamerales: el Folketing
danés, la Kneset israelí, el Parlamento
neozelandés, o la Asamblea Nacional
surcoreana.
Ejemplos: Inglaterra, Estados Unidos,
Dinamarca, Israel, Nueva Zelanda y Corea
del Sur.
Características generales
El poder se encuentra en manos del Parlamento, el gobierno y el
electorado. Los miembros del Parlamento son de elección directa. Ellos
representan a la nación (electorado), que les delega la soberanía a través
del voto.
El Poder Ejecutivo es dual, por cuanto existe un rey o reina que
representa a la nación (jefe del Estado) y un primer ministro que es jefe
de gobierno y de la administración. El primer ministro asume un mayor
número de funciones ejecutivas.
El Parlamento elige a un primer ministro para la dirección de los asuntos
públicos. Este funcionario es responsable ante la cámara de diputados y
es respaldado por la mayoría de esta. Si pierde este apoyo, el Parlamento
puede hacer caer al gobierno mediante un voto de censura.
Los miembros del gobierno o consejo de ministros son, al mismo tiempo,
miembros del Parlamento; es decir, el gobierno está unido al parlamento
bajo el principio de “interdependencia por integración”. Existe una
división de poderes: las decisiones políticas se reparten entre el
Legislativo y el Ejecutivo.
Régimen presidencial
El término presidencialista implica que a la cabeza
de este tipo de gobierno se encuentra un presidente.
En este sistema hay una división muy clara de
poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Cada
poder tiene designadas sus funciones y son
interdependientes. Hay separación, equilibrio y
autonomía de cada poder respecto del otro.
El mandatario es elegido por un período
determinado. Dependiendo del país, su mandato
puede durar de cuatro a seis años. Y puede o no ser
reelegido. El jefe de Gobierno es parte del Poder
Ejecutivo y ostenta la representación formal del país.
Características generales del sistema presidencialista:
La figura principal del Poder Ejecutivo es llamada presidente o jefe de Estado.
Es elegido popularmente para ser cabeza de gobierno y Jefe de Estado.
El presidente designa y remueve a sus ministros.
Normalmente hay un presidente y un vicepresidente.
Los miembros del Congreso o Asamblea son de elección popular y directa. El
Congreso o Asamblea Legislativa no puede ser disuelto por el mandatario.
El presidente no puede ser destituido por la Asamblea, excepto si la Constitución lo
establece, o si el mandatario dimite por voluntad propia.
Los cargos de presidente, vicepresidente y ministro son incompatibles con el puesto
de miembro del Congreso o Asamblea.
La política exterior está en manos del Poder Ejecutivo y dentro de él, en la figura
del presidente.
En materia de seguridad nacional, se requiere el acuerdo entre el Poder Ejecutivo y
el Legislativo.
El presidente necesita de la mayoría del Congreso para aprobar sus proyectos de
ley; en caso contrario debe negociar sus iniciativas. El mandatario mantiene el
derecho al veto en los proyectos de ley que considere perjudiciales para el país o en
los que no esté de acuerdo.
Régimen monárquico
El régimen monárquico se ha implantado en
varios países europeos y asiáticos a lo largo de la
Historia.
La subsistencia de la monarquía en medio de un
mundo globalizado se debe a la confianza que el
pueblo deposita en la figura de un rey o una reina.
Esto implica que, legitimada en una Constitución,
la voluntad de los habitantes se delega en un
monarca que, a su vez, se hace responsable de
garantizar la convivencia, la democracia, la
estabilidad y las libertades de sus ciudadanos.
Tipos de monarquías
Monarquía absolutista. El soberano ejerce el poder político en forma total, es
decir, absoluta, sin considerar la voluntad popular. Este tipo de monarquía es
propia de la Edad Moderna a partir del siglo XVI. Uno de sus principales
representantes fue Luis XIV En la actualidad, no subsiste esta forma de
gobierno en régimenes democráticos.
Monarquía constitucional. Se caracteriza porque los poderes del rey están
limitados por la Constitución Política o por el Parlamento o Asamblea. La
corona tiene un papel moderador en los conflictos políticos. Las cortes
controlan al gobierno aunque pueden ser disueltas por el rey o la reina. Es un
sistema propio del siglo XIX. La soberanía reside en el pueblo y no en el
monarca. El rey tiene un papel representativo y no posee ninguna función
propia de los poderes del Estado. Ejemplo: Inglaterra