Missa Papae Marcelo
Missa Papae Marcelo
Missa Papae Marcelo
• Palestrina la escribió para que fuera interpretada en la coronación del Papa Marcelo II que
debería haber sido en abril de 1555, pero este Papa murió antes de que se celebraran las
ceremonias de coronación (ocupó el trono de San Pedro tan sólo tres semanas). En
consecuencia, se la dedicó a su sucesor, Pablo IV.
• Con esta obra puso en práctica las consignas musicales del Concilio de Trento, conciliando
música y espiritualidad, demostrando que la plegaria podía convivir con la majestuosidad de
una música grandiosa, y manteniendo un perfecto equilibrio entre claridad de líneas y
contrapunto.
• La Missa Papae Marcelli está concebida en su mayor parte para seis voces. Y está
compuesta, como la mayoría de las misas del Renacimiento, de Kyrie, Gloria, Credo,
Sanctus/Benedictus. La misa es original y no se basa en ningún cantus firmus. Igualmente,
aunque dicha misa es de seis voces, las combinaciones de voz varían durante la pieza;
éstas se mueven principalmente en un movimiento paso a paso, al igual que en muchas
obras contrapuntísticas de Palestrina.
CREDO
Contexto
• La misa es una composición musical sacra, que traslada a la liturgia las formas corales.
Generalmente sus textos son en latín, que era el idioma principal del catolicismo. Está conformada
por 6 secciones, constituyendo el ordinario de una misa: Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus, Benedictus
y Agnus Dei. El Credo, específicamente, por ser el más extenso, representa un reto para el
compositor, por lo que suele incluirse y ser respondido por la congregación o como parte de alguno
de los otros cantos de la liturgia.
• En un enfoque general, el Credo presenta detalles teológicos de las creencias católicas. Poca
repetición y palabra ajustada a la oración original. Un rastro de humanización es sugerido por una
notable desaceleración del movimiento y la calma de la música en "Et incarnatus est ... et homo
factus est" ("Y se encarnó ... y fue hecho hombre"). La sobriedad se evoca en las voces de tenor y
bajo para el fragmento del Crucifixus. La textura de seis voces y el movimiento acostumbrado se
restauran para "Et in Spiritum Sanctum" ("[Creo] en el Espíritu Santo"). El énfasis más fuerte se
reserva para mencionar la Resurrección, que recibe la única repetición extensa de cualquier texto
de Credo. Al igual que en la mayoría de textos de esta clase, el Credo termina en un Amen
elaborado y amplio. El Credo es, en general, una obra silábica y a menudo homofónica en su
tratamiento del texto.
DEL 74 AL 79:
- Conforman el comienzo de un periodo, con entrada de las voces graves al unísono en estilo gregoriano, y continuando
en movimiento contrario.
- Frase del texto: Crucifixus etiam pro nobis
- Métrica binaria, ritmo de cuadrada, redondas y blancas.
- Movimientos melódicos de segundas y terceras, con excepción de un salto de 4ta. en el compás 77 y otro en el compás
79.
- En compases 76 y 77 los movimientos armónicos presentan intervalos de 4ta., lo que conlleva a disonancias.
- En compás 78, uso de alteración C# en las voces agudas.
- Las voces agudas comienzan con movimientos armónicos de paralelismos de terceras consecutivas.
- Estos compases no contienen imitaciones.
- La melodía es completamente silábica en estos compases.
- Estética de contrapunto de 1ra. y 2da. especies.
- No se advierte el uso de motivos melódicos.
DEL 80 AL 85:
- Segunda frase del texto: sub Pontio Pilato, passus et sepultus est,
- Cambio de ritmo con uso de negras y corcheas en sentido descendente por grado conjunto, finalizando
con redonda en sentido contrario por grado conjunto (Diether de la Motte).
- Poco frecuente el uso de pasajes melódicos melismáticos.
- Uso predominante de ritmo de redondas y blancas.
- Uso de la alteración F#.
- Tampoco estos compases contienen imitaciones.
- Uso de saltos de 4ta. y 5ta. consecutivas, pero en sentido contrario, con predominancia de grados
conjuntos.
- Movimientos armónicos contrarios y oblicuos.
- Poco uso de disonancias.
- No se advierte el uso de motivos melódicos.
DEL 86 AL 88:
- Esta misa viene a ser un manifiesto de la estética musical polifónica religiosa, mucho más
simple que las complejas polifonías características de la escuela flamenca.
- El Credo es, en general, una obra silábica y a menudo homofónica en su tratamiento del
texto, dándole una textura a la música dotada de la claridad necesaria para que el texto se entienda.
- Este fragmento tiene la particularidad de pasar de 6 a 4 voces. Intuyo que lo motiva la
solemnidad del texto, tomando en cuenta que esta parte de la oración destaca el momento
de la crucifixión. La reducción de voces le da un carácter más diáfano y reservado.
- El Credo es la parte de la misa más extensa en cuanto al texto. Esta característica le
permite alternar secciones imitativas con secciones homofónicas, en la que se suceden
permanentemente el diálogo de unos grupos de voces con otros.