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012 - Proceso Monitorio

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EL PROCESO

MONITORIO

DOCENTE: KATHERINE GÁLVEZ POSADAS


FUNDAMENTO

 Pensemos en un ejemplo cotidiano para


muchos empresarios y comerciantes:
Facturas por la compra de algún bien o la
realización de un servicio, que aun no han
sido pagadas por el deudor obligado. Como
sabemos, una factura no es un título
ejecutivo, entonces, el acreedor, en
muchos casos, se verá casi obligado a
esperar sin más remedio a que el deudor le
pague o en otros, iniciando un proceso
judicial ordinario de cobranza.
FUNDAMENTO

 Parece claro que cuando un acreedor tiene una deuda


impaga, esperará que el ordenamiento jurídico le
facilite un proceso judicial expeditivo, en donde se le
permita cobrar la deuda sin la posibilidad de que su
deudor pueda interponer defensas que dilaten el
proceso. Ahora, queda claro que el deudor también
esperará algo del ordenamiento jurídico, y esto será
que se le permita defenderse en igualdad de armas. El
proceso monitorio pretende cubrir la necesidad de
tutela del crédito, sin olvidar que el monitorio debe
cuidar de garantizar la defensa de los derechos
procesales del demandado (deudor).
CLASIFICACIÓN

 Precisamente, los principales ordenamientos


procesales han regulado –a través del proceso
monitorio- una clase de proceso o de técnica
monitoria, en donde se intenta conciliar los intereses y
derechos anteriormente descritos. Nos encontraremos
frente a un “monitorio puro” cuando la prueba del
crédito recae únicamente en la mera afirmación de
titularidad del demandante (acreedor); y ante un
“monitorio documental” cuando la demanda monitoria
exija como requisito de procedencia la representación
física del crédito.
DEFINICIÓN

 Así, el proceso monitorio ha sido definido como


“un instrumento pensando para crear
rápidamente un título ejecutivo sin necesidad de
un proceso pensado ordinario previo, con la sola
base de que la parte interesada presente ante el
tribunal un documento con el que fundadamente
pueda acreditarse una deuda dineraria por
cualquier importe, líquida, determinada, vencida
y exigible”, siendo su característica principal, la
“inversión de la iniciativa del contradictorio”, que
no es otra cosa que la postergación  del ejercicio
del derecho de contradicción del demandado.
PROCEDIMIENTO

 El monitorio empieza con un mandato u orden de pago en contra del


deudor, a partir de la afirmación del demandante (acreedor) de que
existe un crédito cierto, expreso y exigible, para que en caso de que el
deudor guarde silencio ante dicha imputación, el mandato inicial se
convierte en definitivo y con ello se crea un título ejecutivo. De haber
oposición el mandato por parte del deudor, el monitorio llega a su fin,
dando paso, siempre que así lo desee el acreedor, al inicio del proceso
de cognición ordinario.
 Sobre el particular, la profesora Eugenia Ariano señala: “Por tanto, la
esencia del monitorio está en que altera la esencial del verdadero
método procesal: el contradictorio. Pero este vulnus de la esencia del
proceso encuentra su justificación en la oportunidad que tiene el
intimado de oponerse oportunamente y restablecer la ‘normalidad del
método”. Según la experiencia histórica (y actual) toda esta
‘especialidad’ del monitorio persigue una finalidad: dotar a la ‘clase’ de
los acreedores (en particular, dinerarios) de un ‘instrumento eficaz y
potente’ para vender en base a un título ejecutivo judicial: la orden de
pago no opuesta. El monitorio, pues, constituye el paradigma de la
tutela judicial diferenciada (sería mejor decir ‘privilegiada’) de un tipo
de situación subjetiva: la creditoria”
CARACTERÍSTICAS

[i] El proceso monitorio no es un sustituto del proceso ordinario. El proceso monitorio implica una técnica
que permite al acreedor acceder a una tutela ejecutiva cuando no exista controversia con relación a una
determinada acreencia; sin embargo, en caso exista controversia, bajo ningún supuesto se puede permitir
que el proceso monitorio continué, ya que se debe de permitir una cognición plena, otorgando a ambas
partes todas las garantías del debido proceso y tutela jurisdiccional efectiva.
[ii] El proceso monitorio no es un proceso de cognición sumaria. Esto se encuentra muy ligado a lo
anterior, puesto que en esta clase de proceso no existe cognición alguna; ya que en cuanto existe un
tema a dilucidar (controversia), el proceso debe de tramitarse ante la vía correspondiente.
[iii] No puede implicar la generación de títulos ejecutivos a costa de los derechos procesales del ‘deudor’.
El proceso monitorio debe de respetar unas mínimas garantías para no devenir en inconstitucional.  En
efecto, si bien es válido que se utilice este mecanismo para invertir el esquema tradicional del proceso, no
puede afectarse el derecho a la tutela jurisdiccional efectiva cuando el ‘deudor’ se oponga o señale
cualquier tipo de defensa; y en este caso, debe de iniciarse un proceso ordinario. En virtud de lo anterior,
la técnica legislativa que se utilice para regular el proceso monitorio debe de ser cuidadosa de no
establecer una ‘presunción de condena’ a la persona que se impute como deudor; pues esta sería de
dudosa constitucionalidad.
REFORMA CPC

 Actualmente no existe en el Perú un proceso monitorio; sin


embargo, el proyecto de reforma del Código Procesal Civil
ha propuesto su incorporación y se ha regulado dos clases
de procesos monitorios: el monitorio documental para el
cobro de suma dineraria, y el proceso monitorio especial
para la restitución de la posesión de bienes inmuebles.

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