Unidad I
Unidad I
Unidad I
de Fidelidad y Servicio
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UNIDAD 1
1) Introducción y Trasfondo Histórico
2) La Historia personal de Daniel - Cap.1
3) El sueño de Nabucodonosor - Cap. 2
4) La estatua de Nabucodonosor - Cap. 3
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UNIDAD 2
5) La visión del gran árbol - Cap. 4
6) Belsasar y la escritura en la pared Cap.5
7) El Decreto de Darío – Cap. 6
8) La visión de las Cuatro Bestias – Cap. 7
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UNIDAD 3
9) El Carnero y el Macho Cabrío – Cap. 8
10) Introducción de las 70 semanas de Daniel - Cap. 9
11) Escuelas de interpretación y Decretos
relacionados con las 70 semanas - Cap. 9
12) Cronología de las 70 semanas - Cap. 9
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UNIDAD 4
6
UN I
DAD
1
7
Contexto
Daniel
1.1 a 3.30
8
Versículo Clave:
"He aquí nuestro Dios a quien
servimos puede librarnos del
horno de fuego ardiendo; y de tu
mano, oh rey, nos librará."
(Daniel 3.17, RVR60)
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Verdad Central
La experiencia de Daniel y sus
amigos al enfrentar el peligro nos
demuestra que Dios premia la
fidelidad de sus hijos.
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Metas de Aprendizaje
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Trasfondo
Los profetas bíblicos no fueron llamados para
predecir el futuro como si fuera una actividad más
de una semana de conferencias proféticas, sino
para predicar al pueblo de Dios en medio de
tiempos críticos con el fin de llamarlo a
arrepentirse de sus pecados e idolatría, o para
consolarlo en su aflicción, y animarlo a seguir
confiando en Dios aun cuando no pudiera
comprender lo que él hacía.
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El Autor y la Fecha
El ministerio de Daniel fue muy prolongado. Sirvió a Dios
durante casi todo el imperio babilónico y el comienzo del
imperio persa.
Si suponemos correctamente que tenía unos veinte años
cuando lo llevaron preso a Babilonia en 605 a.C. y tomamos
en cuenta que su última profecía fue dada en el tercer año
de Ciro (536 a.C), Daniel habría tenido 89 años de edad
cuando terminó su ministerio público.
Recuerde que ya habían pasado los días de Abraham y
Moisés cuando la gente vivía más de cien años. Así que
Daniel ya no era tan joven.
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El Autor y la Fecha
Este varón de Dios fue contemporáneo de Jeremías y
Ezequiel, quienes vivieron y sirvieron a Dios en otras
esferas.
Jeremías se quedó en tierra de Israel para proclamar la
palabra de Dios al remanente que permaneció allí después
de las deportaciones.
Por su parte, Ezequiel proclamó el mensaje divino entre el
pueblo que fue llevado cautivo a Babilonia.
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El Autor y la Fecha
Daniel permaneció en la corte real,
representando a Dios y a su pueblo frente a los
reyes paganos.
Por medio de su testimonio, su fama de
integridad, y su sabiduría reconocida, Daniel
logró compartir el mensaje de Dios aún a los
reyes incrédulos.
Además, el Señor lo utilizó para preservar a su
pueblo.
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Marco Histórico
El profeta vivió en un período de tristeza y esclavitud para
Israel. A causa de la infidelidad a Dios y a sus pactos,
sufrieron el juicio divino y él los envió a la cautividad en
Babilonia, conforme a la predicción de Moisés que había
sido dada en Deuteronomio 28–30.
Aunque Daniel recibió su preparación académica y
profesional en Babilonia, siempre demostró un amor
profundo hacia su Dios, sus leyes y su pueblo, y estaba
preocupado por la tristeza y aflicción que estaba pasando.
Lo que más deseaba era ver su salvación y restauración.
Marco Histórico
Por aquel tiempo, Dios reveló a su siervo un
programa a través del cual el Altísimo restauraría
a su pueblo y cumpliría lo que habían anunciado
otros profetas acerca del establecimiento de su
reino en la tierra, después de un período
prolongado de dominio gentil sobre Israel.
Aunque futuro, la revelación de este cuadro
futuro era dar ánimo al pueblo escogido de Dios.
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Marco Histórico
Comúnmente se ha identificado el mensaje central del
libro con la interpretación de la visión de las cuatro
bestias (7:16–18).
Por él entendemos que aunque Israel pasaría por
cuatro períodos de dominio gentil, el tiempo sería corto
en comparación con el reino eterno de los santos.
El programa provenía de Dios, el Soberano, el
administrador que controla todos los eventos históricos.
Así que, los fieles, al fin, triunfarían. Los que confiaran
en Dios y obedecieran, celebrarían la victoria al final del
camino.
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Trasfondo
Cronología de
los profetas y
reyes de Judá
3ra deportación
(587 a.C.)
2da deportación
(598 a.C.) Ezequiel)
1ra deportación
(605 a.C.) Daniel)
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Oración
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Bosquejo de Estudio
1. Fidelidad frente a las tentaciones del
poder
(Daniel 1.3, 4, 8)
2. Fidelidad, cualquiera que sea el resultado
(Daniel 3.10-18, 21)
3. La fidelidad de Dios, respuesta a la
fidelidad del hombre
(Daniel 3.26-27) 23
Fidelidad frente a las tentaciones del poder
(Daniel 1.3, 4, 8)
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Fidelidad frente a las tentaciones del poder
(Daniel 1.3-4, 8)
"Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese
de los hijos de Israel, del linaje real de los príncipes,
muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen
parecer, enseñados en toda sabiduría, sabios en ciencia y
de buen entendimiento, e idóneos para estar en el
palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua
de los caldeos." (Daniel 1.3-4, RVR60)
"Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la
porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía;
pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le
obligase a contaminarse." (Daniel 1.8, RVR60)
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Nuevos Nombres
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El sueño de Nabucodonosor (Daniel 2)
Nabucodonosor tuvo un
sueño que le
atormentaba y ningún
adivino le podía revelar.
Decide, bajo pena de
muerte, forzar a todos
los adivinos de su reino a
revelarle el sueño y su
interpretación.
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El sueño de Nabucodonosor (Daniel 2)
Daniel describió el sueño de
Nabucodonosor (2:31–35),
diciendo que lo que el rey había
visto era una gran estatua, como
de un hombre fuerte, glorioso y
temible, parado delante de él. La
cabeza estaba hecha de oro, el
pccho y brazos de plata, su
vientre y muslos de bronce, sus
piernas de hierro, y sus pies de
hierro mezclado con barro.
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El sueño de Nabucodonosor (Daniel 2)
Mientras el rey miraba,
una piedra cayó sobre la
estatua y la desmenuzó
por completo, dejando
todo en ruinas. A
continuación, la piedra se
convirtió en un monte
grande que llenó toda la
tierra (2:34–35).
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El sueño de Nabucodonosor (Daniel 2)
Al terminar de describir el sueño,
Daniel dio la interpretación que dios
le había revelado (2:36–45). La
visión principiaba con
Nabucodonosor como representante
del imperio babilónico (2:37–38).
Dios le había dado dominio sobre
toda la tierra conocida de su tiempo.
Después de él vendrían otros
imperios: el medo-persa que sería
más débil, y el griego que
gobernaría todo la tierra (2:39).
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El sueño de Nabucodonosor (Daniel 2)
El cuarto imperio, el romano,
sería más fuerte, como el hierro
(2:40), pero se dividiría, y su
fuerza se debilitaría al mezclarse
con otros elementos menos
resistentes, aunque siempre sería
fuerte (2:41–42). Además, se
establecerían algunas alianzas,
pero no llegarían a formar una
unión verdadera (2:43).
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El sueño de Nabucodonosor (Daniel 2)
Finalmente, soñó que la imagen era
herida y destruida por una piedra,
que se refiere al establecimiento de
un reino eterno (2:44–45). La
destrucción no afectaría sólo al último
reino, sino que toda la imagen caería
bajo el golpe que le daría la roca. Ya
que este reino sería más poderoso
que todos los anteriores, es claro que
procedería directamente de Dios, por
lo que permanecería para siempre.
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El sueño de Nabucodonosor (Daniel 2)
Esta es una referencia al
milenio que Cristo vendrá a
establecer (Apocalipsis 19:11–
20:6), mismo que pondrá fin a
los imperios paganos de este
mundo y establecerá en su
lugar otro que nunca se
acabará.
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Fidelidad, cualquiera que sea el resultado
(Daniel 3.10-18, 21)
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Fidelidad, cualquiera que sea el resultado
(Daniel 3.10-18, 21)
"Tú, oh rey, has dado una ley que todo hombre, al oír el
son de la bocina, de la flauta, del tamboril, del arpa, del
salterio, de la zampoña y de todo instrumento de música,
se postre y adore la estatua de oro; y el que no se postre
y adore, sea echado dentro de un horno de fuego
ardiendo. Hay unos varones judíos, los cuales pusiste
sobre los negocios de la provincia de Babilonia: Sadrac,
Mesac y Abed-nego; estos varones, oh rey, no te han
respetado; no adoran tus dioses, ni adoran la estatua de
oro que has levantado…”
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Fidelidad, cualquiera que sea el resultado
(Daniel 3.10-18, 21)
“…Entonces Nabucodonosor dijo con ira y con enojo que
trajesen a Sadrac, Mesac y Abed-nego. Al instante fueron
traídos estos varones delante del rey. Habló
Nabucodonosor y les dijo: ¿Es verdad, Sadrac, Mesac y
Abed-nego, que vosotros no honráis a mi dios, ni adoráis
la estatua de oro que he levantado? Ahora, pues, ¿estáis
dispuestos para que al oír el son de la bocina, de la flauta,
del tamboril, del arpa, del salterio, de la zampoña y de
todo instrumento de música, os postréis y adoréis la
estatua que he hecho? Porque si no la adorareis, en la
misma hora seréis echados en medio de un horno de
fuego ardiendo…”
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Fidelidad, cualquiera que sea el resultado
(Daniel 3.10-18, 21)
“…¿y qué dios será aquel que os libre de mis manos? Sadrac,
Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor,
diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este
asunto. He aquí nuestro Dios a quien servimos puede
librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey,
nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus
dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has
levantado."
(Daniel 3.10-18, RVR60)
"Entonces estos varones fueron atados con sus mantos, sus
calzas, sus turbantes y sus vestidos, y fueron echados dentro
del horno de fuego ardiendo."
(Daniel 3.21, RVR60) 38 38
La fidelidad de Dios, respuesta a la fidelidad del
hombre (Daniel 3.26-27)
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La fidelidad de Dios, respuesta a la fidelidad del
hombre (Daniel 3.26-27)
"Entonces Nabucodonosor se acercó a la puerta del horno
de fuego ardiendo, y dijo: Sadrac, Mesac y Abed-nego,
siervos del Dios Altísimo, salid y venid. Entonces Sadrac,
Mesac y Abed-nego salieron de en medio del fuego. Y se
juntaron los sátrapas, los gobernadores, los capitanes y
los consejeros del rey, para mirar a estos varones, cómo
el fuego no había tenido poder alguno sobre sus cuerpos,
ni aun el cabello de sus cabezas se había quemado; sus
ropas estaban intactas, y ni siquiera olor de fuego tenían."
(Daniel 3.26-27, RVR60)
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Aplicaciones
No todo sale siempre como esperamos.
Aunque se ven las bendiciones excepcionales de Dios
en las vidas de Daniel y sus amigos, esto no garantiza
que cada situación de la vida saldrá tan favorable.
No obstante, los relatos de su fidelidad a Dios en un
mundo hostil animan a los fieles en todas épocas:
Dios está con los suyos en todas las circunstancias,
tanto en las de las vida como en las de la muerte.
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Aplicaciones
Un nombre nuevo: una nueva persona.
La costumbre antigua de dar nombres nuevos al
iniciar una nueva estación o etapa en la vida indica
la posibilidad de un cambio radical de una persona.
Ya que se tiende a vivir de acuerdo con el nombre
(la “fama”) de uno, sea bueno o malo,
Nabucodonosor esperaba que nombres nuevos e
instrucciones superiores cambiarían a los jóvenes
hebreos.
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Aplicaciones
Fidelidad a pesar de todo.
A pesar de las evidentes ventajas
circunstanciales de inesperada vida en el palacio,
Daniel no renunció a su fe, y, con riesgo, se
propuso mantenerse fiel a Dios, costara lo que
costara.
¡En Dios, la fuerza interior era más poderosa que
la presión exterior de contaminarse con el
mundo y sus placeres!
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Bibliografía
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2003.
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Collins, A. (1996). Estudios Bıblicos ELA: Y Sabrán que yo soy Jehová
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