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Diabetes

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› CUIDADOS DE

ENFERMERÍA EN SALUD
DEL ADULTO

DIABETES

LIC.ENF.GRETI RIOS LAVI


MAESTRA EN GESTIÓN PÚBLICA
ESPECIALISTA EN UCI NEONATAL
DEFINICIÓN
La diabetes mellitus (DM) es un conjunto de trastornos
metabólicos, cuya característica común principal es la
presencia de concentraciones elevadas de glucosa en
la sangre de manera persistente o crónica, debido ya
sea a un defecto en la producción de insulina, a una
resistencia a la acción de ella para utilizar la glucosa, a
un aumento en la producción de glucosa o a una
combinación de estas causas. También se acompaña
de anormalidades en el metabolismo de
los lípidos, proteínas, sales minerales y electrolitos.
CLASIFICACIÓN
Actualmente existen dos clasificaciones principales.
La primera, correspondiente a la Organización Mundial
de la Salud, en la que reconoce tres formas de
diabetes mellitus: tipo 1, tipo 2 y diabetes
gestacional (ocurre durante el embarazo), cada una
con diferentes causas y con distinta incidencia y la
segunda, propuesta por el comité de expertos de
la Asociación Americana de Diabetes (ADA) en 1997.
Según la ADA, los diferentes tipos de DM se clasifican
en cuatro grupos:
La diabetes mellitus tipo 1, en la que existe una destrucción
total (mayor al 90 %) de las células β, lo que conlleva una
deficiencia absoluta de insulina. Representa entre un 5 a un
10 % de las DM.
La diabetes mellitus tipo 2, generada como
consecuencia de un defecto progresivo en la secreción
de insulina, de un aumento de la resistencia periférica
a la misma y de un aumento de la producción de
glucosa. Representa entre un 90 a un 95 % de las DM.
1.La diabetes gestacional, que es diagnosticada durante el segundo o tercer
trimestre del embarazo, donde muchas veces es transitoria y la propia cura es el
parto.
2.Diabetes producida por otras causas:
1. Defectos genéticos de la función de las células β (por ejemplo, distintos tipos
de diabetes monogénica o diabetes tipo MODY, diabetes neonatal).
2. Defectos genéticos en la acción de insulina.
3. Enfermedades del páncreas exocrino (por ejemplo, fibrosis quística).
4. Endocrinopatías (por ejemplo, acromegalia, síndrome de Cushing).
5. Inducida por fármacos o químicos (por ejemplo, pentamidina, ácido
nicotínico, glucocorticoides).
6. Infecciones.
7. Causas poco comunes mediadas por mecanismos inmunes.
8. Otros síndromes genéticos asociados con diabetes.
Diabetes mellitus tipo 1 (DM-1)
No se observa producción de insulina, debido a la destrucción
de las células β de los Islotes de Langerhans del páncreas. La
destrucción suele ocurrir en plazos relativamente cortos,
especialmente en los más jóvenes, predisponiendo a una
descompensación grave del metabolismo
llamada cetoacidosis.
Es más frecuente en personas jóvenes (por debajo de los 25
años) y afecta a cerca de 4,9 millones de personas en todo el
mundo, con una alta prevalencia reportada en América del
Norte. Representa entre un 5 a un 10 % de las DM
El origen de la DM1 es la destrucción autoinmune de las
células β de páncreas, aunque en un 10 % de los casos no
se han encontrado marcadores de inmunidad y se
denominan "idiopáticos". Esta última situación se ha visto
en la casuística de DM1 de África y Asia.
Dentro de las DM1 se incluye la diabetes
autoinmune latente del adulto o LADA, que si
bien epidemiológica y clínicamente se asemeja a
la DM2, la causa es autoinmune y el tratamiento
necesario es insulina.
Entre un 2 a un 12 % de las diabetes del adulto
corresponden a esta variante.
Aproximadamente un 6 % de los pacientes con diabetes tipo 1
padece enfermedad celíaca asociada​ si bien la mayoría de los casos de
enfermedad celíaca permanecen sin reconocer ni diagnosticar, debido a que
suele cursar sin síntomas digestivos, estos son leves o se atribuyen
erróneamente al mal control de la diabetes, a una gastroparesia o a
una neuropatía diabética. La diabetes y la celíaca comparten genética común, y
la inflamación o las deficiencias nutricionales causadas por la enfermedad
celíaca no tratada aumentan el riesgo de desarrollar diabetes tipo 1.
Las personas con que presentan ambas enfermedades asociadas tienen peor
control de los niveles de glicemia y un aumento del riesgo de complicaciones,
como los daños en la retina y en el riñón, y la mortalidad​ La dieta sin gluten,
cuando se realiza estrictamente, mejora los síntomas de la diabetes y tiene un
efecto protector contra el desarrollo de complicaciones a largo plazo.
Diabetes mellitus tipo 2 (DM-2)
La diabetes mellitus tipo 2 o DM2: Representa entre un 90 a un
95 % de las diabetes. Se caracteriza por una resistencia a la
insulina y, al menos inicialmente, en una deficiencia relativa en la
secreción de insulina, cuya cantidad, si bien elevada en
comparación con una persona normal, es insuficiente en relación
con los niveles elevados de glucemia. A medida que la enfermedad
avanza, el páncreas puede llegar a producir menos insulina y fallar
las células beta.
A diferencia de la DM1, no hay un componente autoinmune
presente, si bien se mantiene un ambiente inflamatorio a nivel del
tejido adiposo.
Se presenta principalmente en mayores de 40 años, la mayoría de los
cuales presenta obesidad abdominal como parte del patrón de exceso de
depósito de grasa que presentan las personas con resistencia insulínica. Se
acompaña frecuentemente de otras anormalidades como hipertensión
arterial, dislipidemia, disfunción del endotelio vascular y elevación del PAI-1.
Este conjunto de anormalidades se ha denominado «síndrome de
resistencia a la insulina» o síndrome metabólico.
El diagnóstico suele hacerse transcurridos varios años desde el inicio de la
enfermedad ya que la hiperglicemia se desarrolla gradualmente y en su
período inicial no produce síntomas notables. Sin embargo, durante este
período los pacientes pueden desarrollar cualquiera de las complicaciones
macrovasculares o microvasculares de la enfermedad. Durante este período
inicial se presenta una condición denominada intolerancia a la glucosa.
Diabetes mellitus gestacional
La diabetes mellitus gestacional o DMG, es aquella que aparece en
el segundo o tercer trimestre del embarazo en mujeres sin el
diagnóstico previo de DM. Se presenta generalmente en mujeres
mayores, hispanoamericanas, afroamericanas, asiático-
americanas, indígenas o nativas de las islas del Pacífico.
Es el nivel mas alto de azúcar en la sangre que se presenta en
cualquier momento del embarazo de una mujer que no tiene diabetes.
Cabe destacar que la DMG es el único tipo de diabetes
potencialmente reversible, puesto que el parto o cesárea pueden
llevar a la resolución total de la condición orgánica. En caso de
transitar un nuevo embarazo posterior, la probabilidad de padecer
DMG es mayor con respecto a la población de madres que no lo han
hecho.
Epidemiología
En el año 2000 se estimó que alrededor de 171 millones de
personas en el mundo eran diabéticas y que llegarán a 370 millones
en 2030. Este padecimiento causa diversas complicaciones y daña
frecuentemente a los ojos, riñones, nervios y vasos sanguíneos. Sus
complicaciones agudas (hipoglucemia, cetoacidosis, coma
hiperosmolar no metódico) son consecuencia de un control
inadecuado de la enfermedad mientras sus complicaciones crónicas
(cardiovasculares, nefropatías, retinopatías, neuropatías y daños
microvasculares) son consecuencia del progreso de la enfermedad.
El Día Mundial de la Diabetes se conmemora el 14 de noviembre.
Según datos de la OMS, es una de las 10 principales causas de
muerte en el mundo.​
Entre los riesgos mayores y más frecuentes que provoca la diabetes
está la conducción. El tratamiento con insulina o antibióticos orales
pueden tener repercusiones en el sistema nervioso que derivarían en
complicaciones microvasculares, generando problemas de visión
como cataratas o glaucoma; pero sobre todo son las bajadas del
nivel de azúcar o la hipoglucemia la que puede provocar mareos,
desubicación, falta de concentración y descoordinación, y pérdida de
conciencia; por lo que existe un mayor riesgo entre los automovilistas
diabéticos a tener un accidente.
En 2014, la Dirección General de Tráfico de España (DGT) publicó
un estudio en el que se comparó el riesgo de accidentes de la
población diabética respecto a la población general, y este riesgo
relativo osciló entre un 12 % y un 19 % más.
En un principio se pensabaETIOLOGÍA
que el factor que predisponía para la
enfermedad era un consumo alto de hidratos de carbono de rápida
absorción. Pero después se vio que no había un aumento de las
probabilidades de contraer diabetes mellitus respecto al consumo de
hidratos de carbono de asimilación lenta.
Una revisión de 2018 concluye que uno de los principales factores de
riesgo para desarrollar tanto la diabetes tipo 1 como la diabetes tipo 2 es
el consumo de gluten, presente en el trigo, el centeno, la cebada y la
avena. El gluten provoca un aumento de la permeabilidad intestinal,
independientemente de la predisposición genética, es decir, tanto
en celíacos como en no celíacos.​ Contiene péptidos citotóxicos que
atraviesan la barrera intestinal y provocan inflamación sistémica. Estos
péptidos penetran en el páncreas, afectan su morfología y pueden inducir
estrés de las células beta, que son las responsables de sintetizar y
segregar la insulina​
DIABETES MELLITUS TIPO 1
La mayoría de los casos de diabetes mellitus tipo 1,
aproximadamente un 95 %, son el resultado de una
compleja interacción entre factores ambientales y
genéticos, que provocan el desarrollo de un
proceso autoinmune, dirigido contra las células productoras
de insulina de los islotes pancreáticos de Langerhans.
Como resultado, estas células son progresiva e
irreversiblemente destruidas.
El paciente desarrolla la deficiencia de insulina cuando el
90 % aproximadamente de las células de los islotes han
sido destruidas.
Factores ambientales:
Se han propuesto varios factores desencadenantes de la
aparición de la enfermedad, entre los cuales destacan:
Ciertas infecciones por virus, tales
como enterovirus, citomegalovirus, paperas, rubeola y rotavi
rus, pero las evidencias no son concluyentes. Diversos
estudios han demostrado resultados opuestos, sugiriendo
algunos que incluso en lugar de desencadenar un proceso
autoinmune, las infecciones por enterovirus (tales como el
virus coxsackie B) podrían proteger contra la aparición y el
desarrollo de la diabetes tipo 1.​
•"Hipótesis de la higiene". Según esta teoría, la falta de exposición
a patógenos en el niño favorece el desencadenamiento de
la autoinmunidad.​Una revisión de 2013 desestima esta hipótesis.​
•El gluten. Los datos actuales concluyen que la gliadina (fracción
proteica del gluten) parece estar implicada en la aparición y desarrollo
de la diabetes mellitus tipo 1 en personas genéticamente
predispuestas.
•La eliminación del gluten de la dieta puede proteger contra el
desarrollo de la diabetes.​ Los estudios en animales y un estudio en
humanos han demostrado que la dieta sin gluten durante el embarazo
reduce el riesgo de que el bebé desarrolle diabetes tipo 1; se produce
un cambio en la morfología del páncreas, incluyendo un mayor número
de islotes pancreáticos.
•La leche de vaca. Los resultados de los estudios son contradictorios.
DIABETES MELLITUS TIPO 2: Las bases genéticas y moleculares
de la diabetes mellitus tipo 2 siguen estando poco definidas, pero se
sabe que esta enfermedad se debe en su base a factores genéticos
(concordancia en gemelos monocigóticos del 69-90 % frente al 33-
50 % en la diabetes mellitus tipo I y en gemelos dicigóticos de 24-
40 % frente al 1-14 % en la diabetes mellitus tipo 1) aunque estos
están estrechamente relacionados en cuanto a su grado de
expresividad con los factores ambientales ligados al estilo de vida.
Actualmente se piensa que los factores más importantes en la
aparición de una diabetes tipo 2 son, además de una
posible resistencia a la insulina e intolerancia a la glucosa, el exceso
de peso, la ingesta exagerada de alimentos, la relación de
polisacáridos de absorción rápida o de absorción lenta consumidos,
el consumo de gluten y la falta de ejercicio.​
De hecho, la obesidad abdominal se asocia con
elevados niveles de ácidos grasos libres, los que
podrían participar en la insulinorresistencia y en el
daño a la célula beta-pancreática. Al contrario de lo
que ocurre con la diabetes del tipo 1, no se han
identificado procesos autoinmunitarios.
La evidencia de la mejoría de la diabetes tipo 2 con la
dieta sin gluten es menos clara y se necesitan más
estudios. Los estudios en humanos son escasos, pero
los estudios en animales han demostrado mejorías
tanto de la obesidad como de la diabetes tipo 2.
Las células metabolizan la glucosa para convertirla en una forma de energía útil;
por ello el organismo necesita recibir glucosa (a través de los alimentos),
absorberla (durante la digestión) para que circule en la sangre y se distribuya por
todo el cuerpo, y que finalmente, de la sangre vaya al interior de las células para
que pueda ser utilizada. Esto último solo ocurre bajo los efectos de la insulina,
una hormona secretada por el páncreas. También es necesario considerar los
efectos del glucagón, otra hormona pancreática que eleva los niveles de glucosa
en sangre.
En la DM (diabetes mellitus) el páncreas no produce o produce muy poca insulina
(DM Tipo I) o las células del cuerpo no responden normalmente a la insulina que
se produce (DM Tipo II).
Esto evita o dificulta la entrada de glucosa en la célula, aumentando sus niveles
en la sangre (hiperglucemia). La hiperglucemia crónica que se produce en la
diabetes mellitus tiene un efecto tóxico que deteriora los diferentes órganos y
sistemas y puede llevar al coma y la muerte.
La diabetes mellitus puede ocasionar complicaciones microvasculares
(enfermedad de los vasos sanguíneos finos del cuerpo, incluyendo vasos
capilares) y cardiovasculares (relativo al corazón y los vasos sanguíneos)
que incrementan sustancialmente los daños en otros órganos (riñones,
ojos, corazón, nervios periféricos) reduce la calidad de vida de las
personas e incrementa la mortalidad asociada con la enfermedad.

La diabetes mellitus es un trastorno endocrino-metabólico crónico, que


afecta la función de todos los órganos y sistemas del cuerpo, el proceso
mediante el cual se dispone del alimento como fuente energética para el
organismo (metabolismo), los vasos sanguíneos (arterias, venas y
capilares) y la circulación de la sangre, el corazón, los riñones, y el
sistema nervioso (cerebro, retina, sensibilidad cutánea y profunda, etc.).
Cuadro clínico
En el caso de que todavía no se haya diagnosticado la DM ni
comenzado su tratamiento, o que no esté bien tratada, se pueden
encontrar los siguientes signos (derivados de un exceso de glucosa
en sangre, ya sea de forma puntual o continua):
Signos y síntomas más frecuentes:
•Poliuria, polidipsia y polifagia.
•Pérdida de peso a pesar de la polifagia. Se debe a que la glucosa no
puede almacenarse en los tejidos debido a que éstos no reciben la
señal de la insulina.
•Fatiga o cansancio.
•Cambios en la agudeza visual.
Signos y síntomas menos frecuentes:
•Vaginitis en mujeres, balanitis en hombres.
•Aparición de glucosa en la orina u orina con sabor dulce.
•Ausencia de la menstruación en mujeres.
•Aparición de impotencia en los hombres.
•Dolor abdominal.
•Hormigueo o adormecimiento de manos y pies, piel seca, úlceras o
heridas que cicatrizan lentamente.
•Debilidad.
•Irritabilidad.
•Cambios de ánimo.
•Náuseas y vómitos.
•Mal aliento.
Complicaciones
•Retinopatía diabética.
•Neuropatía diabética.
•Nefropatía diabética.
•Pie diabético.
•Angiopatía diabética.
•Mastopatía diabética.
DIAGNOSTICO
• Se basa en la medición única o continua (hasta dos veces)
de la concentración de glucosa en plasma (glucemia).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció los
siguientes criterios en 1999 para establecer con precisión
el diagnóstico:
• Síntomas clásicos de la enfermedad
(poliuria, polidipsia, polifagia y pérdida de peso) más una
toma sanguínea casual o al azar con cifras mayores o
iguales de 200 mg/dl (11,1 mmol/L).
Detección

Instrumentos para la detección integrada.


En el mundo existen varias encuestas de factores de riesgo
validados, con objetivos específicos como la búsqueda de
casos de diabetes, estados pre-clínicos, riesgo cardio-
vascular, de infarto, adicciones, pero muy pocas de ellas
integran otras enfermedades en un solo instrumento.
DIAGNOSTICO
1. El cuestionario de “Detección Integrada” para factores de riesgo, es un
instrumento de auto-aplicación o para ser utilizado por el personal de salud en
estudios poblacionales, validado por las autoridades sanitarias de México.
Dicho cuestionario en su anverso se lee “Cuestionario de Factores de Riesgo”
y en su reverso “¿Tiene hipertensión arterial y no lo sabe?”.
2. Glucemia Capilar, tira reactiva leída por glucómetro (determinación por carga
de electrones).
3. Para una adecuada toma de la presión arterial se recomienda utilizar un
esfigmomanómetro de columna de mercurio. En caso de que esto no sea
posible, se puede utilizar un esfigmomanómetro aneroide recientemente
calibrado o un equipo electrónico validado.
4. Para tomar peso/talla se requiere una báscula con esta dímetro integrado.
1. El registro de la circunferencia de la cintura requiere de uso de una cinta métrica.
2. La detección integrada se realiza en 2 etapas, en primer lugar se aplicara el
cuestionario de “Detección Integrada”, y posteriormente se realizara la toma de
glucemia capilar a las personas que obtengan una calificación mayor de 10 puntos.
3. Si la detención es positiva para cualquiera de estos factores, el personal de salud
que la realiza, recogerá el cuestionario anexándolo al expediente clínico; asimismo,
se encargará de hacer el correspondiente seguimiento, hasta que el caso sea o no
confirmado.
4. Si la glucemia es en ayuno, menor de 100 mg/dl o, de manera casual menor de
140 mg/dl, se considerara negativa, pero con factores de riesgo, por lo que se
informará a los encuestados que, aun cuando no padezcan la enfermedad, pueden
desarrollarla. Los individuos que manifiesten una glucemia capilar en ayuno mayor
que 100 mg/dl o de tipo casual mayor que 140 mg/dl serán considerados, para fines
de la detección, como casos probables de alteración de la glucosa o diabetes; se
procederá al estudio clínico y de laboratorio para confirmar o descartar el
diagnóstico de intolerancia a la glucosa o diabetes.
SEGUIMIENTO
• Además de un estudio médico adecuado, existen exámenes
de laboratorio para monitorizar los órganos afectados en la
diabetes mellitus (mediante control del nivel de glucosa,
función renal, dislipidemia, etc.):
• Pruebas de laboratorio de rutina de seguimiento y para
monitorizar complicaciones en órganos blanco:
• - Determinación de micro albuminuria en orina de 24 horas.
• - Hemoglobina glucosilada.
• - Determinación de colesterol y triglicéridos en sangre.
• - Creatinina, uremia, electrolitos plasmáticos.
En el caso de la diabetes tipo 1, debido a la elevada asociación,
despistaje anualmente de enfermedad autoinmune asociada,
incluyendo anticuerpos de enfermedad celíaca (anticuerpos
antigliadina y anticuerpos antiendomisio y/o antitransglutaminasa) y de
tiroiditis autoinmune (anticuerpos antiperoxidasa).​
Revisiones por especialistas que también ayudan a evitar
complicaciones:
- Revisión anual por oftalmología, preferentemente revisión del fondo
de ojo con pupila dilatada.
- Revisión del plan de alimentación por experto en nutrición.
- Revisión por podología por onicomicosis, tiña, uñas encarnadas
(onicocriptosis).
• Además de un estudio médico adecuado, existen exámenes
de laboratorio para monitorizar los órganos afectados en la
diabetes mellitus (mediante control del nivel de glucosa,
función renal, dislipidemia, etc.):
• Pruebas de laboratorio de rutina de seguimiento y para
monitorizar complicaciones en órganos blanco:
• - Determinación de micro albuminuria en orina de 24 horas.
• - Hemoglobina glucosilada.
• - Determinación de colesterol y triglicéridos en sangre.
• - Creatinina, uremia, electrolitos plasmáticos.
SEGUIMIENTO
• Además de un estudio médico adecuado, existen exámenes
de laboratorio para monitorizar los órganos afectados en la
diabetes mellitus (mediante control del nivel de glucosa,
función renal, dislipidemia, etc.):
• Pruebas de laboratorio de rutina de seguimiento y para
monitorizar complicaciones en órganos blanco:
• - Determinación de micro albuminuria en orina de 24 horas.
• - Hemoglobina glucosilada.
• - Determinación de colesterol y triglicéridos en sangre.
• - Creatinina, uremia, electrolitos plasmáticos.
Hemoglobina glucosilada:

Este examen ofrece un resultado muy valioso en cuanto al


control del paciente con diabetes. Su principio básico es el
siguiente: la hemoglobina es una proteína que se encuentra
dentro de los glóbulos rojos de la sangre y de lo que se
ocupa es del transporte de oxígeno, el cual lo toma a nivel
pulmonar, y por esta vía la lleva al resto del cuerpo
pulmones hacia todas las células del organismo.
Pero esta afinidad no es precisamente nada más con el
oxígeno. La glucosa se une también a ella sin la acción de
insulina.
TRATAMIENTO
• Tanto en la diabetes tipo 1 como en la tipo 2, como en la
gestacional, el objetivo del tratamiento es restaurar los
niveles glucémicos normales. En la diabetes tipo 1 y en la
diabetes gestacional se aplica un tratamiento sustitutivo
de insulina o análogos de la insulina.
• En la diabetes tipo 2 puede aplicarse un tratamiento
sustitutivo de insulina o análogos, o bien, un tratamiento
con antidiabético orales.
Para conseguir un buen control de la diabetes mellitus,
en todos sus tipos, es imprescindible la educación
terapéutica en diabetes que impartida por
profesionales sanitarios
(médicos, nutricionistas, enfermeras o farmacéuticos)
persigue el adiestramiento de la persona con diabetes
y de las personas cercanas a ella, para conseguir un
buen control de su enfermedad, modificando los
hábitos que fuesen necesarios, para el buen
seguimiento del tratamiento (dieta + ejercicio físico +
tratamiento medicamentoso —si precisa—).
COMPLICACIONES
• Daño de los pequeños vasos sanguíneos (microangiopatía).
• Daño de los nervios periféricos (polineuropatía).
• Pie diabético: heridas difícilmente curables y la mala irrigación
sanguínea de los pies, puede conducir a laceraciones y
eventualmente a la amputación de las extremidades inferiores.
• Daño de la retina (retinopatía diabética).
• Daño renal Desde la nefropatía incipiente hasta la Insuficiencia
renal crónica terminal.
• Hígado graso o Hepatitis de Hígado graso (esteatosis hepática).
• Daño de los vasos sanguíneos grandes (macroangiopatía):
trastorno de las grandes Arterias. Esta enfermedad conduce a
infartos, apoplejías y trastornos de la circulación sanguínea en las
piernas. En presencia simultánea de polineuropatía y a pesar de la
circulación sanguínea crítica pueden no sentirse dolores.
• Daño cerebrovascular: causados por una inflamación en la sangre lo
que provoca un coágulo sanguíneo, esto obstruye una arteria y puede
provocar necrosis en la zona afectada del cerebro.
• Cardiopatía: Debido a que el elevado nivel de glucosa ataca el
corazón ocasionando daños y enfermedades coronarias.
• Coma diabético: Sus primeras causas son la Diabetes avanzada,
Hiperglucemia y el sobrepeso.
• Dermopatía diabética: o Daños a la piel.
• Hipertensión arterial: Debido a la cardiopatía y problemas coronarios,
consta que la hipertensión arterial y la diabetes son enfermedades
“hermanadas”.
• Enfermedad periodontal: Uno de los mecanismos para explicar la
relación entre diabetes mellitus y periodontitis sugiere que la presencia
de enfermedad periodontal puede perpetuar un estado de inflamación
crónica a nivel sistémico, que se hace patente por el incremento de
proteína C reactiva, IL-6, y altos niveles de fibrinógeno. La infección
periodontal puede elevar el estado de inflamación sistémica y exacerbar
la resistencia a la insulina. El nivel elevado de IL-6 y TNF-α es similar a la
obesidad cuando induce o exacerba resistencia a la insulina. La lesión
periodontal es capaz de producir alteraciones en la señalización de
insulina y sensibilidad a la insulina, probablemente debido a la elevación
de TNF-α en la concentración plasmática.
• La angiopatía diabética: Es una enfermedad de los vasos
sanguíneos relacionada con el curso crónico de la diabetes mellitus,
la principal causa de insuficiencia renal a nivel mundial. La
angiopatía diabética se caracteriza por una proliferación del
endotelio, acúmulo de glicoproteínas en la capa íntima y espesor de
la membrana basal de los capilares y pequeños vasos sanguíneos.
• Ese espesamiento causa tal reducción de flujo sanguíneo,
especialmente a las extremidades del individuo, que aparece
gangrena que requiere amputación, por lo general de los dedos del
pie o el pie mismo. Ocasionalmente se requiere la amputación del
miembro entero. La angiopatía diabética es la principal causa de
ceguera entre adultos no ancianos en los Estados Unidos. En Cuba,
la tasa de angiopatías periféricas en la población diabética alcanzan
los 19,5 por cada 100 mil habitantes.
• La angiopatía diabética: Es una enfermedad de los vasos
sanguíneos relacionada con el curso crónico de la diabetes mellitus,
la principal causa de insuficiencia renal a nivel mundial. La
angiopatía diabética se caracteriza por una proliferación del
endotelio, acúmulo de glicoproteínas en la capa íntima y espesor de
la membrana basal de los capilares y pequeños vasos sanguíneos.
• Ese espesamiento causa tal reducción de flujo sanguíneo,
especialmente a las extremidades del individuo, que aparece
gangrena que requiere amputación, por lo general de los dedos del
pie o el pie mismo. Ocasionalmente se requiere la amputación del
miembro entero. La angiopatía diabética es la principal causa de
ceguera entre adultos no ancianos en los Estados Unidos. En Cuba,
la tasa de angiopatías periféricas en la población diabética alcanzan
los 19,5 por cada 100 mil habitantes.
• El pie diabético: tiene una “base etiopatogénica neuropática”,
porque la causa primaria está en el daño progresivo que la diabetes
produce sobre los nervios, lo que se conoce como “Neuropatía”. Los
nervios están encargados de informar sobre los diferentes estímulos
(nervios sensitivos) y de controlar a los músculos (nervios efectores).
En los diabéticos, la afectación de los nervios hace que se pierda la
sensibilidad, especialmente la sensibilidad dolorosa y térmica, y que
los músculos se atrofien, favoreciendo la aparición de deformidades
en el pie, ya que los músculos se insertan en los huesos, los
movilizan y dan estabilidad a la estructura ósea.
• El hecho de que una persona pierda la sensibilidad en el pie implica
que si se produce una herida, un roce excesivo, una hiperpresión de
un punto determinado o una exposición excesiva a fuentes de calor
o frío no se sientan. El dolor es un mecanismo defensivo del
organismo que incita a tomar medidas que protejan de factores
agresivos. Los diabéticos pueden sufrir heridas y no darse cuenta.
Además, la pérdida de control muscular favorece la aparición de
deformidades y éstas pueden, al mismo tiempo, favorecer roces,
cambios en la distribución de los apoyos del pie durante la marcha y,
en definitiva, predisponer a determinados puntos del pie a
agresiones que, de no ser atajadas a tiempo, pueden
originar gangrena y por tanto ser necesario la amputación.
• Trastornos alimenticios relacionados
• Recientemente se ha presentado un nuevo
fenómeno conocido como bulimia. En la diabulimia,
al igual que en la bulimia y anorexia, el paciente
realiza actividades contraproducentes para su
salud con la finalidad de perder peso. En este caso
la persona con diabulimia suele omitir o reducir las
dosis de insulina para adelgazar.51​ La diabulimia
tiene una mayor incidencia, al igual que otros
trastornos alimentarios, en adolescentes.
• Trastornos alimenticios relacionados
• Recientemente se ha presentado un nuevo
fenómeno conocido como bulimia. En la diabulimia,
al igual que en la bulimia y anorexia, el paciente
realiza actividades contraproducentes para su
salud con la finalidad de perder peso. En este caso
la persona con diabulimia suele omitir o reducir las
dosis de insulina para adelgazar.51​ La diabulimia
tiene una mayor incidencia, al igual que otros
trastornos alimentarios, en adolescentes.

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