“LA IMPORTANCIA DE REALIZAR LAS ENTREVISTAS DE MINISTRACIÓN

POR PARTE DE LA PRESIDENCIA DEL CUÓRUM Y LA PRESIDENCIA DE LA

S.S. Y DAR SEGUIMIENTO A LA AYUDA PARA UN HERMANO (A) O UNA
FAMILIA”

Ministrar es la forma mas elevada y

santa de amar a los que nos rodean.
 
Elder Stevenson
 EL ELDER D. TODD CHRISTOFFERSON ENSEÑÓ

El objetivo de la entrevista es deliberar en consejo sobre el bienestar de

las familias y personas asignadas es vital que los hermanos y hermanas
puedan rendir cuenta de su servicio, COMO CUIDAN AMAN
ENSEÑAN CONSUELAN Y AYUDAN A LA MANERA DEL
SALVADOR, es vital que los líderes sean informados y entiendan la
situación y las necesidades de las personas a quienes presidan, así como
sus fortalezas.
 LA ENTREVISTA PERMITE, POR LO MENOS
TRIMESTRALMENTE

 Deliberar sobre fortalezas, necesidades y desafíos de las familias y personas

asignadas
 Determinar cómo pueden ayudar el cuórum, la Sociedad de Socorro y el
consejo de barrio  
 Recibir consejo y aliento de los líderes sobre los esfuerzos de ministración.
 El presidente del cuórum de élderes y la presidenta de la Sociedad de Socorro
comunican las necesidades importantes directamente al obispo y reciben su
consejo y guía.
CUATRO RECOMENDACIONES PARA LOS HERMANOS Y LAS
HERMANAS MINISTRANTES

1. Vayan a la entrevista buscando consejo. Estén prestos para aprender.

2. Estén preparados para analizar las necesidades con las cuales pueden
necesitar ayuda para satisfacerlas.
3. Céntrense en las fortalezas y las capacidades de la persona, no solo en
las necesidades.
4. Pónganse en contacto con la presidencia para deliberar entre las
entrevistas trimestrales, según sea necesario.
 CINCO RECOMENDACIONES PARA LOS LÍDERES

1. No es necesario que las entrevistas sean largas, pero programen tiempo suficiente para
realizarlas en un lugar que dé cabida a una conversación significativa.
2. Aprovechen la oportunidad para ministrar al hermano o a la hermana ministrante.
3. No hagan preguntas que den la impresión de que simplemente están contando visitas o
marcando un contacto en una lista (“¿Hicieron su ministración?”). Hagan preguntas que
refuercen las conductas deseadas (“¿Qué inspiración han sentido al orar por la familia?
¿Qué sucedió cuando actuaron de acuerdo con esa inspiración?”).
4. Escuchen atentamente y tomen notas.
5. Deliberen juntos. Los compañerismos ministrantes tienen derecho a obtener revelación
para aquellos a quienes están asignados a ministrar.
 D Y C 81:5

De manera que, sé fiel; ocupa el oficio al

que te he nombrado; socorre a los débiles,
levanta las manos caídas y fortalece las
rodillas debilitadas.