Los Profetas Del Siglo VIII
Los Profetas Del Siglo VIII
Los Profetas Del Siglo VIII
• Amós, Oseas y Miqueas, contemporáneos de Isaías, anuncian la invasión asiria, como llamada
de atención de Yahveh para que se restaure la Alianza. Sofonías, Nahúm y Habacuc viven los
años del final del dominio asirio y la ascensión del imperio babilónico, lo que debe llevar a
una restauración nacional y a una reforma religiosa. Ageo, Zacarías, Malaquías, Abdías y Joel
proclaman la euforia nacionalista, la restauración de las instituciones y la reconstrucción del
templo tras el destierro babilónico. Baruc era el nombre del secretario de Jeremías en cuyo
libro es manifiesto el interés por los exiliados. Por último, el libro de Jonás es una historia
novelada o parábola, que proclama una apertura de la Alianza a todos los hombres, incluso a
los paganos
AMBIENTE HISTÓRICO DEL SIGLO VIII
• a. Amós: es el profeta de la justicia social. Era pastor nómada, apreciaba la naturaleza. Dios
lo llama y lo envía al Norte para profetizar. No fue muy aceptado, pero Amós defiende su
vocación y su misión profética, castigando con sus oráculos las injusticias y la explotación.
• b. Oseas: es el profeta engañado por su esposa, a la que, a pesar de su infidelidad, no dejó
de amar. Su vocación divina está vinculada con su triste experiencia matrimonial,
descubriendo en ello un significado profético y simbólico. Hombre muy sensible, que nos
recuerda a Jeremías. Es sumamente delicado y sensible al amor conyugal, al cariño hacia los
hijos y compasivo con los animales.
• c. Miqueas: es el profeta del Juicio de Dios y defensor de los oprimidos y explotados,
imitando a Amós. En cada palabra suya se adivina la profunda crisis social de su pueblo.
Hombre de campo. En un solo versículo (6, 8) resume toda la predicación de sus
contemporáneos: justicia (Amós), amor (Oseas), humildad (Isaías). d. Sofonías: “aquel que
Yavhé
CARACTERÍSTICAS LITERARIAS
• Amós: El estilo de la palabra de Amós es concreto, pintoresco, directo y vigoroso. Habla a través de
imágenes tomadas de la vida campesina. Usa frecuentes diálogos con el pueblo.
• b. Oseas: Un hombre con vasta cultura histórica y religiosa. Habla con soltura y conoce bien el campo,
del que toma sus imágenes poéticas para enseñanzas. Escribe con gran emoción, bajo la intensidad
afectiva de su experiencia de vida.
• c. Miqueas: Hombre también de campo. Su predicación es sencilla, directa y vehemente. Usa el recurso
del oráculo, iniciando así: “Escucha...Estén atentos”, dando más solemnidad y fuerza a su mensaje. En el
estilo se emparenta con Amós y Oseas por su frescura y sencillez, apasionamiento y crudeza. Sin
embargo, la utilización frecuente de los juegos de palabras hacen a veces difícil la comprensión del
texto.
AMOS
• Amós: Son nueve capítulos. Se pueden distinguir estas partes: Oráculos contra las naciones (1-2):
reprocha el apartarse de la moral universal y de las reglas de la vida humana. Palabras contra Israel (3-
6): condena el lujo, la vanidad de las mujeres, el falso culto, el alejamiento de Dios y su Alianza y habla
del “día de Yavé”. Visiones simbólicas (7-9): describe y condena las injusticias del pueblo y la explotación
de los pobres.
OSEAS
• b) Oseas: Son catorce capítulos. Se pueden distinguir dos partes: Vida conyugal de Oseas y su iniciación
profética (1-3): a través de su historia del matrimonio fracasado y de su amor renovado a la mujer infiel,
Oseas anuncia con profunda emoción el amor personal y fiel de Dios por su pueblo, aunque éste haya
sido infiel a la Alianza y se haya “prostituido”, olvidando el pacto “matrimonial” con Yavé. Reproches,
amenazas e invitaciones a la conversión (4-14)
MIQUEAS
c) Miqueas: Son siete capítulos, divididos así: Oráculos imprecatorios, de denuncia y amenazas (1-
3): denuncia la explotación de los pobres, el culto exterior sin alma y vacío, la venalidad de los jefes
y falsos profetas. Oráculos de promesas y esperanza (4-5): en la venida mesiánica. Es suya la
famosa profecía del nacimiento de Jesús en Belén de Efrata (5, 1-4). Oráculos imprecatorios (6-7):
dos partes entran en litigio: Dios y el pueblo. Dios echa en cara a su pueblo la poca
correspondencia a tanta gracia divina. Oráculos de promesa y esperanza (7): El pueblo reconoce su
pecado y Dios le da esperanza de una próxima liberación
CONTENIDO TEOLÓGICO Y ESPIRITUAL
• Fin de estos libros proféticos: una vez más, anunciar la salvación y la venida del Mesías, y denunciar
cuanto se opone a la Ley de Dios, sobre todo, las injusticias y atropellos contra los pobres y necesitados.
También presentan el día del Juicio con seriedad, para que todos se conviertan y cambien de vida.
• a) Amós: Dios es pródigo en sus dones, pero justo y exigente (4, 1-13). Hay que cumplir la Alianza. Sólo
un cambio radical de vida puede salvar a la nación. Los pecados están en contraste con la bondad de
Dios (5, 10-13; 8, 1-14). El día de Yavhé será terrible (5, 14-24). Habrá un resto, compuesto por justos y
una restauración nacional en torno a un descendiente de David (5, 15).
CONTENIDO TEOLOGICO Y ESPIRITUAL
• b) Oseas: Dios es fiel y misericordioso, a pesar de nuestras infidelidades. Dios viene presentado como
Padre y como Esposo; pero también sabe castigar para corregir a su pueblo e invitarle a la conversión
(cf. Leer 2, 18-25; 6, 1-6). La Alianza de Dios con nosotros es un pacto de amor. Nos invita a la esperanza,
pues a pesar de nuestra infidelidad, Dios nos da una nueva oportunidad (cf. Leer 11, 1-11).
• c) Miqueas: Dios es Juez y amonesta, procesa y condena el pecado y la explotación del pueblo y de los
jefes; sobre todo: la opresión de los ricos con los pobres (2, 1-11), las injusticias y falsedad de los jefes y
de los falsos profetas (3, 1-12). Pero también es un Dios que siente dolor por la ingratitud del pueblo (6,
1-8). Nos invita a la esperanza mesiánica (4, 1-5), gracias a la cual reinará la paz y la justicia. Se parece
mucho en esto a Isaías en los capítulos 9 y 11. Habla del Resto de Israel, un pequeño grupo de fieles a
Yavé que restaurarán con fuerza de león la justicia divina y la prosperidad del pueblo (5, 6-8).
• CONCLUSIÓN: El profeta vive profundamente y sobre la propia piel la
historia y la suerte de su pueblo, se encarna en su tiempo y como centinela
lanza sus oráculos, unas veces condenando, otras consolando, pero siempre
interpretando los hechos a la luz de Dios y de sus promesas.
• ORACIÓN: Señor, gracias por habernos mandado a los profetas, que
hablaron en tu nombre. Seguiste una pedagogía maravillosa, acoplada a
nuestro entender. Te pedimos perdón por las veces que hicimos oídos sordos
a la voz de estos profetas. Y concédenos ser también nosotros, en tu Iglesia,
profetas que sepamos anunciar tu mensaje de salvación a todos aquellos que
pasen por nuestro camino; sobre todo, anunciando con nuestro ejemplo de
vida fiel a tu santa Ley. Amén.