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El Alquimista

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PARA J..

ALQUIMISTA, QUE CONOCE Y


UTILIZA LOS SECRETOS DE
LA GRAN OBRA

EL
ALQUIMIS
TA
FLORES PAREDES VANESSA 1C
ÍNDICE
• La historia
• El personaje principal
• Los personajes secundarios
• La trama
• El análisis
• El resumen
• Las conclusiones
INTRODUCCI
ÓN
Durante once años de su vida estudio Alquimia. Sin algun
resultado, en 1981 conoce a RAM, su maestro que lo conduciría
al camino que estaba trazado para el.

Una noche pregunta porque el lenguaje de la alquimia esmuy


vago y complicado a lo que RAM responde:
-Existen tres tipos de alquimistas- Aquellos que son vagos
porque no saben de lo que hablna; aquellos que son vagos
porque sabe de lo que estan hablando, pero tambien saben que el
lenguaje de la Alquimiaa es un lenguaje dirigido al corazon y no
la razon.

-¡Y cual es el tercer tipo?


-Aquellos que jamas oyeron hablar de la Alquimia pero que
sonsiguieron, a traves de sus vidas, descubrir la piedra Fisofal.
PROLOGO
El prólogo actúa como una introducción
al resto de la novela. En él aparece El
Alquimista, un personaje del que se nos
dice poco, solo que se encontró un libro
que contaba el mito de Narciso.
Tradicionalmente, esta es la historia de
un joven muy bello que, mirándose en el
reflejo del agua de un lago, terminó por
caerse y ahogarse. En el lugar exacto
donde murió, nación un narciso. Sin
embargo, en el libro que encuentra El
Alquimista el final es otro: la diosa del
bosque llega al lago y se encuentra a
Narciso ahogado y convertido en un lago
de lágrimas.
PARTE I, CAPÍTULO I
El Alquimista empieza en una iglesia que tiene un árbol de , donde Santiago decide pasar la
noche. En sus sueños, vuelve a aparecer el tesoro escondido en las pirámides. Cuando
despierta piensa en una muchacha, hija de un comerciante, que había conocido hacia un año y
que se había sorprendido porque, siendo pastor, Santiago supiese leer. Esta chica le hace
prometer que, pasados doce meses, irá a buscarla para volverse a ver.
Santiago se dispone a iniciar el camino hacia la muchacha, decidido a explicarle también que
la razón de que no sea analfabeto es que fue al seminario. No obstante, terminó por decidir que
no quería ser cura porque prefería viajar con sus ovejas siendo pastor. Reflexionando se da
cuenta de que ser libre, igual que cualquier otro anhelo o deseo, es lo que hace la vida
interesante.
PARTE I, CAPÍTULO II
Santiago avanza hacia Tarifa, muy cerca de donde ha quedado con la chica. Antes de continuar, decide
visitar a una gitana para que interpete ese sueño que estaba teniendo sobre el tesoro. La adivina le dice que
es algo real y que debe ir a Egipto a buscarlo; a cambio de ayudarle, le pide una parte del botín.
Justo después se encuentra en una plaza con un señor que dice llamarse Melquisedec, el rey de Salem. Este
le cuenta que hay una gran mentira que todo el mundo se cree: que el destino se interpone entre la persona y
su Leyenda Personal. En cambio, le explica que las Leyendas Personales son creadas por el Alma del
Mundo, que ayuda a cada cual a cumplir su Leyenda. Este señor afirma ser un enviado que descubre la
verdad a quienes quieren verla, y le pide el diez por ciento de la venta de sus ovejas a Santiago a cambio de
reverlársela.
Santiago acepta y decide que todo lo que le ha pasado hasta ahora (sus ovejas, el encuentro con la muchacha
hace un año…) solo son pasos hacia su Leyenda Personal, así que decide seguir los consejos del rey y
continuar el camino. Después de vender su rebaño y antes de irse, Melquisedec le da dos piedras Urim (la
del sí) y Tumim (la del no), que podrá consultar para interpretar las señales del universo.

Santiago compra un billete para pasar de Tánger a África, pero nada más llegar le engañan y le roban todo
su dinero. A pesar de ello, las piedras le indican que todo va bien, así que acude a una tienda de cristales y
encuentra trabajo ayudando al mercader que la gestiona.
PARTE II, CAPÍTULO I
Después de casi un año trabajando con el mercader de cristales, Santiago le propone construir una estantería que atraiga a
los clientes. El resultado es muy satisfactorio y cosigue muchas ventas, así que su jefe le da dinero suficiente para volver
a España. Santiago está a punto de hacerlo, pero recuerda su Leyenda Personal y decide seguir hacia Egipto.
Compra un billete para ir en una caravana, donde conoce a un inglés que le habla de un hombre muy sabio: El
Alquimista. Al parecer, esta persona tiene conocimientos sobre muchos temas, desde metalurgia hasta espiritualidad. El
inglés se dirige al oasis donde vive este señor, e invita a Santiago a acompañarle.

Llegan al oasis, un lugar neutral donde además deben parar porque el desierto, lleno de guerras entre clanes, no es seguro
para continuar viajando. Además, allí conoce a una chica: Fátima. Enamorado, Santiago se da cuenta de que es capaz de
escuchar la voz del Alma del Mundo, pero reconoce que no puede casarse porque entonces debería quedarse en el oasis
para siempre y abandonar su Leyenda. Fátima le apoya y le explica que ella, como otras muchas mujeres, disfruta de la
libertad de su pareja. Santiago aprende entonces que el amor no significa posesión.
PARTE II, CAPÍTULO I

Una noche Santiago, en sueños, tiene la visión de que un ejército atacará el oasis, por lo que al despertar
alerta a los ancianos sobre ello. Estos le prometen que por cada diez hombres que matasen, le daría una
moneda de oro, pero que si todo era mentira y no había ningún ataque, el muerto sería él.
Esa misma noche Santiago encuentra por fin al Alquimista, que le pregunta amenazantemente cómo ha
sabido lo del ataque. Al explicarle todo sobre su vida, su sueño y su Leyenda, el Alquimista le dice que, si
al día siguiente seguía vivo, lo buscase para irse juntos a Egipto.
El ataque ocurre y Santiago, que ha demostrado acertar con su visión, recibe las monedas prometidas. Al
final del día, acude a su cita con El Alquimista y juntos retoman el camino.
PARTE II, CAPÍTULO II
Durante el viaje, Santiago insiste al Alquimista para que le enseñe más secretos sobre su arte. Sin
embargo, este le explica que lo que le queda por aprender debe hacerlo solo. También le cuenta que
el problema con las Leyendas Personales es que la gente se obsesiona con coleccionarlas, pero no
las viven, y en consecuencia han perdido y olvidado los secretos del universo.
Santiago está asustado y una parte de él se arrepiente de haber dejado atrás a Fátima y al oasis para
internarse en el pelirgoso desierto. En su corazón escucha la voz del Alma del Mundo contándole
historias de aquellos que no lograron su objetivo. Sin embargo, El Alquimista le asegura que, si
conoce bien a su corazón, este jamás le traicionará.
Cuando Santiago reclama una vez más conocer los secretos de la alquimia, su acompañante le
explica que la razón de que los alquimistas pueden convertir cualquier metal en oro es que están
ayudándolo a cumplir su Leyenda Personal. Por lo tanto, además de los seres, los elementos del
mundo también tienen una.
PARTE II, CAPÍTULO II

Lo que era esperable ocurre: los dos personajes son capturados por uno de los clanes guerrilleros. Durante su cautiverio, El Alquimista afirma
que Santiago es un hechicero y que logrará escapar; los secuestradores no se lo creen, pero le dan tres días para comprobarlo. Santiago está
asustado pero, justo cuando se le acaba el tiempo, deja que su corazón y el desierto, el sol y el viento hablen, ya que ambos conocen el
Lenguaje del Mundo. Estos elementos no le pueden ayudar, pero le dan la pista definitiva: que ore a la Mano que todo lo escribe. Esta Mano le
responde poniendo en marcha una tormenta de arena que rodea a Santiago y lo lleva hasta el otro punto del campamento. Los guerrilleros que
los habían secuestrado, impresionados, les dejan libres a él y al Alquimista.
Ambos personajes siguen el viaje hasta llegar a un monasterio cóptico. El Alquimista convierte todo el plomo que allí hay en oro y lo reparte
entre sí mismo, Santiago y el monje, que recibe el doble con la promesa de que la mitad se lo dará al protagonista si algo le ocurriese en
Egipto.

Finalmente, Santiago va solo a Egipto y allí encuentra las famosas pirámides de sus sueños. Se pone a cavar y en esa tarea está cuando dos
bandidos lo asaltan. Le empiezan a apalear hasta que Santiago les cuenta qué está haciendo. Cuando paran a escucharlo, uno de ellos se ríe
explicándole que el tesoro no está ahí, que él tuvo el mismo sueño. Eso sí, se burla diciéndole que el lugar era una iglesia española con un
árbol de sicómoro. La otra diferencia es que él no fue tan tonto como para recorrerse medio mundo e ir a buscarlo. Es entonces cuando
Santiago comprende todo y vuelve a su aldea. Allí, en esa iglesia donde durmió al comienzo de la novela halla el tesoro, pero es feliz porque
durante el viaje encontró mucho más.
CONCLUSIÓN
Santiago se da cuenta de que el viaje, aparentemente, no le ha traído ningún tesoro, sino que el verdadero estaba en el lugar donde había pasado la noche al principio
de la historia. ¿Por qué está entonces feliz y agradecido? Podría haber ahorrado todos los peligros, asaltos y obstáculos si no hubiese iniciaco el recorrido, sobre todo
teniendo en cuenta que el tesoro estaba mucho más cerca.

La explicación es sencilla: el viaje físico se convirtió en un viaje espiritual, lleno de crecimiento personal. Cada problema que encontró le supuso un aprendizaje, que
en realidad es un gran tesoro.

La moraleja final es que los sueños (es decir, nuestra Leyenda Personal) hay que perseguirlos. Santiago hizo bien en ir a por ellos, no quedarse «quieto» esperando a
que ellos viniesen a él o rindiéndose cada vez que algo se interponía en su camino.

Al mismo tiempo, el final de El Alquimista es una reflexión sobre el destino. No hay uno solo, al que sí o sí debamos dirigirnos, sino que este puede tomar una forma
diferente a la que esperábamos en un primer momento. El destino final de Santiago era regresar a un lugar, estar con Fátima y dejar de moverse de un lado a otro con
sus ovejas. Sin embargo, al comienzo de la novela pensaba todo lo contrario y por eso era pastor.

Tras todo el viaje, el de ida y el de regreso, Santiago consigue lo que El Alquimista le había dicho: escuchar a su corazón e interpretar sus señales.
NOTAS
"El Alquimista" es una novela que
explora temas como la búsqueda del
significado de la vida, la importancia de
seguir los sueños y escuchar al corazón,
y la conexión con el universo.
«Tu corazón está donde está tu
tesoro. Y es necesario que
encuentres tu tesoro para que
todo pueda tener sentido.»
¡Gracias!

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