Según el poema Enuma Elish de la mitología asiria, en los inicios existían solo las aguas saladas de Tiamat y las dulces de Apsu. De su unión nacieron los primeros dioses. Más tarde, Tiamat se rebeló contra los dioses y creó a Kingu para vengarse. Marduk derrotó a Tiamat y Kingu, creando el cielo, la tierra y al ser humano con la piel de este último para servir a los dioses.
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Según el poema Enuma Elish de la mitología asiria, en los inicios existían solo las aguas saladas de Tiamat y las dulces de Apsu. De su unión nacieron los primeros dioses. Más tarde, Tiamat se rebeló contra los dioses y creó a Kingu para vengarse. Marduk derrotó a Tiamat y Kingu, creando el cielo, la tierra y al ser humano con la piel de este último para servir a los dioses.
Según el poema Enuma Elish de la mitología asiria, en los inicios existían solo las aguas saladas de Tiamat y las dulces de Apsu. De su unión nacieron los primeros dioses. Más tarde, Tiamat se rebeló contra los dioses y creó a Kingu para vengarse. Marduk derrotó a Tiamat y Kingu, creando el cielo, la tierra y al ser humano con la piel de este último para servir a los dioses.
Según el poema Enuma Elish de la mitología asiria, en los inicios existían solo las aguas saladas de Tiamat y las dulces de Apsu. De su unión nacieron los primeros dioses. Más tarde, Tiamat se rebeló contra los dioses y creó a Kingu para vengarse. Marduk derrotó a Tiamat y Kingu, creando el cielo, la tierra y al ser humano con la piel de este último para servir a los dioses.
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El ser humano:
su naturaleza, origen y destino
Cosmogonía griega • Para los griegos, el universo surge del caos, del cual una fuerza creadora empieza a tomar forma y se manifiesta como Eurínome. Eurínome, adoptando forma de paloma deposita un huevo que es calentado por Ofión, la serpiente primigenia. Una vez el huevo eclosiona, surge el universo, y de ahí Urano (el cielo) y Gea (la Tierra). • Estos, constituyen la primera generación de dioses de la teogonía. Una vez creado el universo, Eurínome y Ofión se radican en el monte Olimpo, pero al atribuirse Ofión la creación del universo, Eurínome lo castiga enviándolo al Tártaro (inframundo). Cosmogonía griega • Del matrimonio de la primera generación de dioses, su acto copulativo genera todas las formas de la Tierra y el firmamento, así como a las primeras razas de la tierra, los titanes y titánides. • La Tierra creada es de forma circular, y rodeada completamente por el gran río Océanos. • La superficie separaba dos mundos, el inframundo debajo, y arriba el firmamento como concebido a forma de un cascarón sólido. Este último concepto, rastreable en culturas cristianas y judaicas se refleja en la separación del bien y el mal, de la perfección y lo imperfecto. • La Tierra y el inframundo se caracteriza por el mal y la imperfección, motivo por el cual existe la vida humana, y su superficie esta accidentada. • El firmamento, representación de los designios de sus dioses (las constelaciones y astros eran gobernados por estos, y en sus formas y movimientos se reflejaba su naturaleza de vida) era perfecto, con formas circulares y esféricas, y de naturaleza de fuego. Cosmogonía griega • Creación del ser humano: Según los primeros griegos, los creadores del hombre fueron Zeus y Prometeo. Prometeo era un Titán, uno de los viejos dioses que había ayudado a Zeus en su lucha contra Cronos. Fue Prometeo el que modeló a los primeros hombres de barro, concediéndoles la posición erecta para que mirasen a los dioses. Zeus les dio el soplo de la vida. • Los primeros hombres eran aún seres primitivos que vivían de lo que podían matar con sus arcos de madera, sus hachas de cuerno y sus cuchillos, y de las escasas cosechas que lograban hacer crecer. No conocían el fuego, así que comían la carne cruda y se envolvían en gruesas pieles para abrigarse del frío. Eran incapaces de hacer vasijas y no sabían trabajar los metales para procurarse herramientas útiles y armas. Cosmogonía griega • El robo del fuego: Zeus estaba contento de que vivieran en aquel estado, porque temía que alguno pudiera crecer lo suficiente como para rivalizar con él. Pero Prometeo había aprendido a amar al género humano y sabía que con su ayuda los hombres podían progresar. Él y Zeus habían creado a la raza humana, no unos animales cualquiera. — Tendríamos que enseñarles secreto del fuego —dijo a Zeus —, si no, serán siempre como niños inermes. Tendríamos que terminar lo que hemos empezado.
• —Son felices con lo que tienen respondió Zeus—. ¿Para qué
preocuparnos? Prometeo comprendió que no conseguiría convencer a Zeus y entonces subió secretamente al Olimpo —donde ardía el fuego día y noche— y encendió una tea. Con ella prendió un pedazo de carbón vegetal hasta convertirlo en un tizón, lo escondió entre los tallos de una planta de hinojo y se lo llevó a los hombres. Aquel primer tizón proporcionaría el fuego a los hombres y Prometeo les enseñó a utilizarlo. Cosmogonía griega • Con ayuda de Prometeo el hombre hizo rápidos progresos. Aprendió a modelar vasijas y escudillas, a construir casas con bloques de arcilla cocida y con el tejado de ladrillos en vez de trenzado de cañas. Aprendió a trabajar el metal para defenderse y cazar. Pero una noche en que Zeus estaba mirando desde el cielo, vio un fuego que ardía en la tierra y comprendió que había sido engañado. Mandó llamar a Prometeo. —¿No te prohibí que dieras a conocer al hombre el secreto del fuego? —preguntó—. Dicen que eres sabio, pero ¿no comprendes que con tu ayuda algún día el hombre desafiará a los dioses? —No tiene por qué suceder, si lo amamos y le damos buenas enseñanzas —respondió Prometeo. • La ira de Zeus: Pero Zeus se enfureció sobremanera y no quiso oír más explicaciones. Ordenó que Prometeo fuese llevado a las montañas del este y encadenado a una roca. Un águila feroz se alimentaba todos los días con su hígado, y el hígado volvía a crecerle durante la noche para que la tortura pudiera empezar otra vez. Pasaron muchos años antes de que Prometeo fuera liberado: hay quien dice que treinta mil, y no está claro cómo sucedió. Según una leyenda fue a liberarlo el poderoso Hércules. Creación de Pandora: Como parte de su venganza, Zeus creó a Pandora, la primera mujer, y le otorgó diversos dones y habilidades. Pandora fue enviada a Epimeteo, hermano de Prometeo, quien la aceptó. Pandora llevaba consigo una jarra (no una caja en la mitología original) que contenía todos los males. Por curiosidad, Pandora abrió la jarra, liberando así los males en el mundo y dejando solo la esperanza atrapada en el fondo.
Este mito subraya la dualidad de la relación
entre los dioses y los seres humanos, así como las consecuencias de desafiar la voluntad de los dioses. La intervención de Prometeo en favor de los humanos representa el regalo de la inteligencia y el conocimiento, mientras que el castigo y la creación de Pandora simbolizan las dificultades y males que los humanos enfrentan en la vida. El hombre en la Grecia antigua • A diferencia de las religiones arraigadas a la judeocristiana, los dioses griegos no han creado el mundo (al menos no los olímpicos), ni son perfectos ni poseen omnipresencia u omnisapiencia. • Tampoco puede afirmarse de ellos que sean eternos, que hayan existido desde siempre, pues parte importante de los textos de la tradición teológica griega, entre los cuales sobresale la Teogonía de Hesíodo, se ocupa de cantar los eventos que llevaron al nacimiento y la sucesión de los dioses olímpicos. • En vez de hablar de eternidad, los textos literarios desde Homero y Hesíodo hablan de la ‘inmortalidad’ de los dioses, y con este epíteto se los define. Ser eterno no es lo mismo que ser inmortal. El hombre en la Grecia antigua • En el pensamiento griego la naturaleza y particularidades de la condición humana sostienen que: los hombres, a diferencia de los dioses, son mortales, están llamados a desaparecer en el tiempo, y por ello una de sus misiones fundamentales es procurarse los medios de perdurar (Arendt, 1993), bien sea a través del renombre de sus hazañas (no es otro el tema de la épica), de la creación (poiesis) en cualquiera de sus formas o del proceso de humanización del mundo que constituye la esencia de la técnica. Cosmogonía Asiria Poema Enuma Elish sobre la creación
• El Enuma Elish es un poema babilónico que
narra el origen de la Humanidad. Enûma Elish (en acadio: «cuando en lo alto») son las dos primeras palabras del poema. Está recogido en unas siete tablillas de arcilla halladas en las ruinas de la biblioteca de Asurbanipal (669 a.C.- 627 a.C.), en Nínive. • Fue recuperado por Austen Henry Layard en 1849 y una forma del mito fue publicada por primera vez por George Smith en 1876; la investigación activa y las nuevas excavaciones llevaron a la finalización de los textos y mejoraron la traducción. • Cada una de las tablillas contiene entre 115 y 170 líneas de caracteres cuneiforme datados del año 1200 a. C. El poema está constituido en versos de dos líneas, y la función del segundo es enfatizar el primero mediante oposición, Poema Enuma Elish sobre la creación 1. Cuando arriba no era nombrado el cielo, 2. abajo la tierra nombre no tenía, 3. de Apsu primitivo, padre de ellos, 4. de Mummu Tiamat, madre de todos ellos, 5. sus aguas en uno se confundían, 6. los cañaverales no estaban fijos, los juncales no se veían. 7. Cuando de los dioses ninguno había sido creado, 8. ni sonaba nombre, ni había sido fijado destino, 9. fueron creados los dioses en medio de… 10. Lahmu y Lahamu fueron hechos brillar… 11. los tiempos crecieron… 12. Ansar y Kisar fueron creados después de ellos… 13. Prolongaron los días, formaron… 14. Anu, su hijo poderoso… 15. Ansar, Anu… 16. y Anu… • Según este mito, antes de que el cielo y la tierra tuviesen nombre (no tener nombre equivalía a no existir), la diosa del agua salada, Tiamat y su esposo, el dios del agua dulce, Apsu, engendraron una familia de dioses con la mezcla de sus manos, y estos a su vez a otros dioses. • Estos nuevos dioses le disgustaban a Apsu, quien decidió destruirlos. Aunque uno de ellos, Ea, se anticipó a los deseos de Apsu haciendo un conjuro y derramando el agua sobre él, para luego comerlo. Ea, o Nudimmud (el que crea y procrea), junto a Damkina, engendró a Marduk, el dios de Babilonia. • Al tiempo, Tiamat resentida por la muerte de su esposo decide tomar venganza y rebelarse, le da mucho poder a Kingu, su nuevo esposo, y le entrega las tablillas del destino. • Marduk es nombrado por los dioses para enfrentar a Tiamat, accede con la condición de que se le invista con el poder absoluto sobre todos los dioses, finalmente vence a Tiamat, le mata y con su cuerpo crea el cielo y la arena. • Luego a Kingu le arrebatan las tablas del destino. Marduk, exultante, planea realizar obras estupendas y las comunica a Ea: “Amasaré la sangre y haré que haya huesos. Crearé una criatura amable, 'hombre' se llamará. Tendrá que estar al servicio de los demás dioses, para que ellos vivan cuidados por el hombre”. • Kingu es condenado a morir por ser el jefe de la rebelión, y, con su piel, Ea crea a la humanidad. En honor a Marduk se construyó el Esagila (templo de la ciudad de Babilonia en honor a Marduk, el dios principal en época de Hammurabi) en el Etemenanki (zigurat, construcción escalonada de siete pisos, donde arriba del todo está el Esagila). Cosmogonía Egipcia