Eliseo y El Hacha Que Floto
Eliseo y El Hacha Que Floto
Eliseo y El Hacha Que Floto
“ELISEO Y EL HACHA
QUE FLOTO”.
II REYES 6:1-7
En la vida de Eliseo nos encontramos a menudo con
episodios notablemente raros.
Recordemos el problema del agua mortífera que
originaba abortos e infecundidad.
El remedio de Eliseo fue entonces la sal.
Echó sal al agua del manantial y el agua “sanó” (2 R
2:19-22).
En Gilgal, durante la hambruna se encontró que
había “muerte en la olla” por causa de una hortaliza
salvaje no comestible.
En esa situación Eliseo echó harina en la “gran olla”
y “no hubo más mal en la olla” (2 R 4:38-41).
La iglesia de Dios debería ser una
preocupación creciente, porque es
el negocio más importante y
mejor establecido del mundo.
La llegada de nuevos miembros a
la sociedad de «los hijos de los
profetas» los pone en movimiento
para buscar la ampliación de su
lugar.
Queda claro que Eliseo se preocupaba de ambas
cosas: tanto de la lepra de Naamán como del hacha
de uno de los “hijos de los profetas” anónimo.