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Desarrollo Motivacional 2.1

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Procesos y etapas de la creación

La creatividad es un proceso, no es un
chispazo o una rayo que de momento pega
en la cabeza y como se dice por así “se nos
prende el foco”; más bien es como Picasso
solía expresar “la inspiración existe pero nos
tiene que encontrar trabajando”. El proceso
creativo tiene sus etapas no muy difíciles de
comprender si se comentan pero casi
imperceptibles en nuestra realidad por como
es que nuestro cerebro trabaja
Distinguimos en el proceso creativo seis etapas:

1. El cuestionamiento

2. El acopio de datos

3. La incubación

4. La iluminación

5. La elaboración (ejecución y / o verificación)

6. La comunicación y / o publicación
Etapa 1:
Cuestionamiento
Todo empieza por el interés profundo en un tema
dado. Es un “encuentro” a fondo con equis realidad. El
sujeto descubre un problema o un aspecto que
despierta su curiosidad: una curiosidad que se instala
en la conciencia. Se crea una especie de compromiso
entre el individuo y el tema.

Se abre un periodo de perplejidad, de dudas, de cierta


ansiedad, pero también de expectativa y de deseo de
aventura.
Etapa 2: Acopio de datos
Con su inquietud en la mente y en los propósitos,
el individuo se lanza al campo de los hechos para
procurarse toda la información pertinente. Es la
hora de las observaciones sistemáticas, de las
entrevistas, de las lecturas, de los viajes al lugar
de los hechos, del examen de las tecnologías, etc.
No se puede ser de otro modo, ya que si la mente
e la máquina con poder de transformar y
procesar, los hechos son la materia prima, sin la
cual el funcionamiento sería estéril y vano, como
el de un molino que trabajara sin tener nada que
moler
Etapa 3: Incubación
La incubación es concentración, es meditación, es
conciencia vigilante, es asimilación intensa; es paradoja
de encierro en sí mismo, y al mismo tiempo, de diálogo
con el cosmos; de ubicación en mundos imaginarios,
pero con puentes firmes en el cosmos real; de aparente
calma estéril, pero de intensa actividad productiva.

La incubación también es soledad; pero no una soledad


cualquiera, sino la soledad de un corredor olímpico que
ha dejado muy atrás al grupo de competidores.
Etapa 4: Iluminación
De pronto, inesperadamente, se le ocurre algo a la
persona. Ve analogías que durante años no había
percibido; llega a la intuición de una posibilidad o de
una solución como se llega a la salida de un túnel largo
y estrecho; concibe una hipótesis; ata cabos que
andaban muy sueltos...

En México decimos a veces que “se le prende el foco a


fulano”. Es la intuición que surge de repente como
“reestructuración brutal del campo perceptivo”.
Es la experiencia de una súbita claridad, de un súbito
dinamismo, de una liberación de energía y de un gozo
cercano a la felicidad.

Como aparentemente es algo que nos sucede, más bien


que algo que realizamos nosotros, es explicable que los
antiguos creyeran a pie juntillas en la “inspiración” de
parte de las musas y de otras divinidades.

La iluminación es el parto: el bebé que en un momento


sale de la oscuridad y aparece en el mundo.
Etapa 5: Elaboración
Es la verificación de la hipótesis, o la realización de la
obra, según los casos. Aquí entramos al dominio de la
lógica, de la técnica, de lo organización, de la disciplina,
de la ascesis. Aquí es cuando cobran relieve los
detalles, la labor de pulido, la habilidad en el uso de los
materiales y en el campo de las personas.

Sucede al creador algo parecido a lo que al alpinista


pionero: que sube las cumbres excelsas a tanteos, pero
una vez en la cima, puede con facilidad describir el
camino por el cual logró llegar a la meta.
Etapa 6:
Comunicación
Podríamos llamarla también publicación, al menos en
muchos de los casos. Natural y espontáneamente el
niño desea que sus familiares observen sus progresos;
que se los reconozcan y que los aplaudan. El creador
también busca trascender a través de la aceptación por
parte de su pequeño mundo, o del gran mundo que es
el género humano y la historia.

Es la comunicación, que se completa con la


retroalimentación. Todo esto es tan natural, que el
miedo al público, la vergüenza ante lo producido, el
querer que la obra permanezca oculta, huele a
anormalidad y a neurosis.
La duración de estas seis etapas puede variar
muchísimo de un individuo a otro, y de un grupo a
otro, y de una creación a otra. Además, es común que
se alternen, no una sino muchas veces, periodos de
intenso trabajo con periodos de relajación.

Existe suma flexibilidad, suma subjetividad y suma


libertad porque para el creador no hay ley de tiempo:
él mismo se crea su tiempo.

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