La presente investigación se centra en la utilidad teórica y práctica que contiene la categoría d... more La presente investigación se centra en la utilidad teórica y práctica que contiene la categoría de la LIBERTAD CULTURAL, tema central del “Informe de Desarrollo Humano (IDH) del 2004: La libertad cultural en el mundo diverso de hoy”, que publicó el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). La visión y revisión que se presenta se realiza desde una perspectiva interdisciplinaria pero fuertemente marcada por una metodología de investigación en derechos humanos. El problema de investigación es que la falta de libertad cultural, como fin último de las políticas culturales, afectan la forma de ejercer el derecho a la cultura, en tanto acceso, participación o creatividad lo que provoca exclusión, marginación, colonialismo simbólico traducible en una homogeneización cultural, elitismo y escisión social. En particular lo podemos ver en las propuestas de arte contemporáneo en los espacios en mediación universitaria del Centro Histórico del Distrito Federal. El arte contemporáneo hegemónico y la forma en que éste se convirtió en algo ajeno, elitista y excluyente para la mayoría de la población es una forma de opresión invisible combatible por la libertad cultural. La poca crítica y autocrítica parece no importarle que la percepción del arte contemporáneo se aparte cada vez más de las políticas culturales reconocidas dentro del paradigma de democracia cultural. La metodología que se llevó a cabo fue ubicar desde dónde se percibe la libertad cultural para su aplicación en el campo de la promoción y desarrollo cultural. Se ubicaron perspectivas desde diferentes niveles de interpretación, ámbito local, nacional e internacional. Las relaciones en el sistema de la libertad cultural se estudiaron desde campos (subsistemas) de conocimiento que conforman puentes para el funcionamiento de la libertad cultural: los derechos humanos, las políticas culturales y el arte contemporáneo. Es importante destacar el uso de proyectos culturales en que trabajé de manera participante como creador, gestor o artista y que se evalúan desde el criterio de libertad cultural imaginado. El capítulo conclusivo recoge las relaciones y procesos de interconexión me llevaron a imaginar las cinco caras de la libertad cultural en contravención de la opresión y la censura representada por las obscuras caras de la explotación, de la marginación, de la carencia de poder, del imperialismo cultural y de la violencia, quizá la más visible por su capacidad destructiva. La cara de la libertad cultural se podrá dibujar sumando los rostros que dibujen el respeto a los derechos humanos, la lucha por la no discriminación e inclusión por medio de las políticas culturales democráticas, el empoderamiento más justo y equitativo de la comunidad, el rostro de la diversidad cultural sumado a la cultura de paz que en conjunto, nos aporte con dichos elementos, lograr reanudar e imaginar las dimensiones posibles para garantizar la libertad cultural.
La presente investigación se centra en la utilidad teórica y práctica que contiene la categoría d... more La presente investigación se centra en la utilidad teórica y práctica que contiene la categoría de la LIBERTAD CULTURAL, tema central del “Informe de Desarrollo Humano (IDH) del 2004: La libertad cultural en el mundo diverso de hoy”, que publicó el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). La visión y revisión que se presenta se realiza desde una perspectiva interdisciplinaria pero fuertemente marcada por una metodología de investigación en derechos humanos. El problema de investigación es que la falta de libertad cultural, como fin último de las políticas culturales, afectan la forma de ejercer el derecho a la cultura, en tanto acceso, participación o creatividad lo que provoca exclusión, marginación, colonialismo simbólico traducible en una homogeneización cultural, elitismo y escisión social. En particular lo podemos ver en las propuestas de arte contemporáneo en los espacios en mediación universitaria del Centro Histórico del Distrito Federal. El arte contemporáneo hegemónico y la forma en que éste se convirtió en algo ajeno, elitista y excluyente para la mayoría de la población es una forma de opresión invisible combatible por la libertad cultural. La poca crítica y autocrítica parece no importarle que la percepción del arte contemporáneo se aparte cada vez más de las políticas culturales reconocidas dentro del paradigma de democracia cultural. La metodología que se llevó a cabo fue ubicar desde dónde se percibe la libertad cultural para su aplicación en el campo de la promoción y desarrollo cultural. Se ubicaron perspectivas desde diferentes niveles de interpretación, ámbito local, nacional e internacional. Las relaciones en el sistema de la libertad cultural se estudiaron desde campos (subsistemas) de conocimiento que conforman puentes para el funcionamiento de la libertad cultural: los derechos humanos, las políticas culturales y el arte contemporáneo. Es importante destacar el uso de proyectos culturales en que trabajé de manera participante como creador, gestor o artista y que se evalúan desde el criterio de libertad cultural imaginado. El capítulo conclusivo recoge las relaciones y procesos de interconexión me llevaron a imaginar las cinco caras de la libertad cultural en contravención de la opresión y la censura representada por las obscuras caras de la explotación, de la marginación, de la carencia de poder, del imperialismo cultural y de la violencia, quizá la más visible por su capacidad destructiva. La cara de la libertad cultural se podrá dibujar sumando los rostros que dibujen el respeto a los derechos humanos, la lucha por la no discriminación e inclusión por medio de las políticas culturales democráticas, el empoderamiento más justo y equitativo de la comunidad, el rostro de la diversidad cultural sumado a la cultura de paz que en conjunto, nos aporte con dichos elementos, lograr reanudar e imaginar las dimensiones posibles para garantizar la libertad cultural.
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Papers by Juan Jaime Anaya Gallardo
El problema de investigación es que la falta de libertad cultural, como fin último de las políticas culturales, afectan la forma de ejercer el derecho a la cultura, en tanto acceso, participación o creatividad lo que provoca exclusión, marginación, colonialismo simbólico traducible en una homogeneización cultural, elitismo y escisión social. En particular lo podemos ver en las propuestas de arte contemporáneo en los espacios en mediación universitaria del Centro Histórico del Distrito Federal.
El arte contemporáneo hegemónico y la forma en que éste se convirtió en algo ajeno, elitista y excluyente para la mayoría de la población es una forma de opresión invisible combatible por la libertad cultural. La poca crítica y autocrítica parece no importarle que la percepción del arte contemporáneo se aparte cada vez más de las políticas culturales reconocidas dentro del paradigma de democracia cultural.
La metodología que se llevó a cabo fue ubicar desde dónde se percibe la libertad cultural para su aplicación en el campo de la promoción y desarrollo cultural. Se ubicaron perspectivas desde diferentes niveles de interpretación, ámbito local, nacional e internacional. Las relaciones en el sistema de la libertad cultural se estudiaron desde campos (subsistemas) de conocimiento que conforman puentes para el funcionamiento de la libertad cultural: los derechos humanos, las políticas culturales y el arte contemporáneo.
Es importante destacar el uso de proyectos culturales en que trabajé de manera participante como creador, gestor o artista y que se evalúan desde el criterio de libertad cultural imaginado. El capítulo conclusivo recoge las relaciones y procesos de interconexión me llevaron a imaginar las cinco caras de la libertad cultural en contravención de la opresión y la censura representada por las obscuras caras de la
explotación, de la marginación, de la carencia de poder, del imperialismo cultural y de la violencia, quizá la más visible por su capacidad destructiva.
La cara de la libertad cultural se podrá dibujar sumando los rostros que dibujen el respeto a los derechos humanos, la lucha por la no discriminación e inclusión por medio de las políticas culturales democráticas, el empoderamiento más justo y equitativo de la comunidad, el rostro de la diversidad cultural sumado a la cultura de paz que en conjunto, nos aporte con dichos elementos, lograr reanudar e imaginar las dimensiones posibles para garantizar la libertad cultural.
El problema de investigación es que la falta de libertad cultural, como fin último de las políticas culturales, afectan la forma de ejercer el derecho a la cultura, en tanto acceso, participación o creatividad lo que provoca exclusión, marginación, colonialismo simbólico traducible en una homogeneización cultural, elitismo y escisión social. En particular lo podemos ver en las propuestas de arte contemporáneo en los espacios en mediación universitaria del Centro Histórico del Distrito Federal.
El arte contemporáneo hegemónico y la forma en que éste se convirtió en algo ajeno, elitista y excluyente para la mayoría de la población es una forma de opresión invisible combatible por la libertad cultural. La poca crítica y autocrítica parece no importarle que la percepción del arte contemporáneo se aparte cada vez más de las políticas culturales reconocidas dentro del paradigma de democracia cultural.
La metodología que se llevó a cabo fue ubicar desde dónde se percibe la libertad cultural para su aplicación en el campo de la promoción y desarrollo cultural. Se ubicaron perspectivas desde diferentes niveles de interpretación, ámbito local, nacional e internacional. Las relaciones en el sistema de la libertad cultural se estudiaron desde campos (subsistemas) de conocimiento que conforman puentes para el funcionamiento de la libertad cultural: los derechos humanos, las políticas culturales y el arte contemporáneo.
Es importante destacar el uso de proyectos culturales en que trabajé de manera participante como creador, gestor o artista y que se evalúan desde el criterio de libertad cultural imaginado. El capítulo conclusivo recoge las relaciones y procesos de interconexión me llevaron a imaginar las cinco caras de la libertad cultural en contravención de la opresión y la censura representada por las obscuras caras de la
explotación, de la marginación, de la carencia de poder, del imperialismo cultural y de la violencia, quizá la más visible por su capacidad destructiva.
La cara de la libertad cultural se podrá dibujar sumando los rostros que dibujen el respeto a los derechos humanos, la lucha por la no discriminación e inclusión por medio de las políticas culturales democráticas, el empoderamiento más justo y equitativo de la comunidad, el rostro de la diversidad cultural sumado a la cultura de paz que en conjunto, nos aporte con dichos elementos, lograr reanudar e imaginar las dimensiones posibles para garantizar la libertad cultural.