Papers by juan daniel videla
Teoría y filosofía política. La recuperación de los clásicos en el debate latinoamericano. Borón, A. (ed.), 2001
Me propongo estudiar aquí el problema de la relación entre teoría y practica tal y como aparece t... more Me propongo estudiar aquí el problema de la relación entre teoría y practica tal y como aparece tratado por Marx en su tesis doctoral, Diferencia entre las filosofías de la naturaleza de Demócrito y Epicuro, y en los escritos preparatorios y notas que la acompañan.
En ese trabajo primerizo y a menudo olvidado por la crítica historiográfica, el joven Marx trata el tema en conexión con la disolución de los sistemas de filosofía especulativa o teórica. Para ser más exactos, los escritos
doctorales identifican teoría con la especie típica de la filosofía, a los que oponen ya la práctica como actitud filosófica originaria de carácter pre-teórico, ya la crítica como forma tardía del discurso filosófico que augura
también su disolución. En estos escritos la oposición teoría/praxis se desdobla entonces entre especulación/praxis y especulación/crítica.
Marx da testimonio de las dificultades inherentes al tema al otorgar a cada concepto -teoría, especulación, práctica, crítica- un significado diferente, tratándolos asimismo en textos dispersos y desarticulados. Así, lo que encontramos en su trabajo, que no por ello deja de ser el producto precoz de una inteligencia privilegiada, es un estudio de la sucesión histórica de los tipos sistemático o especulativo y práctico de la filosofía, acompañado por reflexiones ocasionales sobre el intermezzo crítico que sucedió a la disolución del sistema hegeliano. En él, el viejo problema de la relación entre teoría y práctica, que hemos heredado de los griegos, se convierte en una reflexión sobre los giros práctico y crítico de la filosofía tal como aparecen en distintos períodos históricos: la antigüedad post-aristotélica y el interludio que sucede a la muerte de Hegel. Bajo el tema de la práctica Marx trata a los socráticos menores –en particular Epicuro– como reacción a los grandes sistemas que les preceden: Demócrito, Platón, y Aristóteles. Bajo el argumento de la crítica trata las direcciones poshegelianas de su propio presente histórico. De esta manera, los conceptos de praxis y crítica son subsumidos respectivamente bajo cada una de las dos grandes direcciones argumentativas del trabajo doctoral. Praxis sirve al propósito principal de la tesis: revisar la historiografía filosófica poshegeliana a los efectos de rehabilitar el tipo de filosofía práctica y antisistemática que Epicuro encarna. Crítica constituye el esfuerzo de entender a partir de la experiencia antigua la crisis histórica y
política de comienzos del siglo diecinueve. Pero no obstante su desvinculación en el texto del trabajo doctoral, ambos conceptos están relacionados en tanto y en cuanto ambos son propuestas alternativas a la filosofía de corte puramente especulativo. Marx no sólo redescubre la filosofía práctica de Epicuro oponiéndola a las tendencias especulativas que le precedieron, sino que, volviéndose al ocaso de la civilización griega, tematiza su propio presente histórico: el interludio crítico poshegeliano y su augurio del fin de la filosofía especulativa. Así el redescubrimiento epicúreo de la subjetividad práctica, de la filosofía como sabiduría existencial y no como sistema, se vincula, aunque más no sea por proximidad, con la exigencia de criticar –a la manera de Prometeo, a
quien está dedicada la tesis– todo dogmatismo, religioso, filosófico o político. A la transformación epicúrea de la subjetividad, se yuxtapone la exigencia poshegeliana o feuerbachiana de criticar al mundo y denunciar la futilidad de todo pensamiento desvinculado de su situación histórica.
Nombrar el Devenir. Filosofía de la Historia, Memoria y Política. Pablo Aravena (editor), 2009
De entre los movimientos intelectuales de occidente la ilustración aparece como portadora de un d... more De entre los movimientos intelectuales de occidente la ilustración aparece como portadora de un destino singular y a la vez trágico. Singular porque
no obstante su imagen de movimiento menor ha quedado vinculada indeleblemente a la época que ayudó a completar y cuyo sentido expresó mejor que ninguna otra filosofía: la modernidad. Trágico, porque a pesar de su intención crítica y de su inicial optimismo, la ilustración ha pasado a simbolizar el contenido negativo de esa época. Es que, identificada en el momento de su clímax con la promése de bonheur de la visión ilustrada de la historia, la modernidad se sume en su etapa tardía en la conciencia histórica de un relativo fracaso, usualmente asociado a un conjunto de fenómenos que constituirían su saldo negativo: el racionalismo denunciado como razón instrumental, el capitalismo global, la disolución de la solidaridad social, los experimentos totalitarios, el nihilismo, etc. Tal es la conciencia histórica de la modernidad tardía, reflejada de modo paradigmático en la Dialéctica de la ilustración de Horkheimer y Adorno y, en general en las narrativas originadas en el historicismo de crisis que culmina pero no acaba con Meinecke. Así, en su gesto optimista de nombrar un devenir racional de la humanidad, la ilustración aparece no sólo como imagen paradigmática de la filosofía de la alta modernidad, sino que también perdura como elemento de la conciencia de la etapa histórica que le seguiría, que podemos llamar modernidad reciente o tardía. El rasgo que torna a la ilustración en un problema historiográfico insoslayable es la discrepancia entre su sentido (¿original?) como
discurso crítico-emancipatorio y el sentido (tardíamente advertido) de un
proyecto tecnológico de dominio, diferencia temporal que acaso explicite
otra más profunda en el concepto de racionalidad sobre el cual la ilustración estaría basada. En este texto intentamos interrogar esa discrepancia conceptual para comprender, a partir de la identificación de la ilustración con la modernidad (la singularidad del destino ilustrado), el veredicto que sobre ella recae (la tragedia de ese destino).
Congreso Internacional de Filosofía de la Historia, Buenos Aires, 25 al 27 de octubre de 2000., 2000
En este ensayo procuro analizar algunas de las consecuencias que se derivan de la tesis del fin d... more En este ensayo procuro analizar algunas de las consecuencias que se derivan de la tesis del fin de la historia tal y como aparece en la versión de Fukuyama, a la vez que proponer ciertas alternativas a ellas. Creo que esta tesis es una descripción plausible de una circunstancia histórica que podríamos llamar de distintas maneras —modernidad tardía o capitalismo avanzado— pero que es equivocado identificar esa circunstancia con el “fin de la historia” como tal. En primer lugar, contrasto la nociones de fin de la historia de Fukuyama y Hegel a los efectos de mostrar la centralidad del concepto de política en la concepción hegeliana de la historia, en donde tiene el caracter de una condición sine qua non del proceso histórico. Procuraro aquí mostrar la ambiguedad de la noción hegeliana de fin, preguntando hasta qué punto debemos aceptar la sugerencia de Fukuyama de que el pensamiento llega a su fin en un determinado estado de cultura. A continuación considero la tesis de Fukuyama de que la política acaba al alcanzar el capitalismo lìmites planetarios. Tal es, me parece, el paso previo para discernir el sentido que hoy puedan tener las tendencias o rasgos globales de la historia tanto para derechas como para izquierdas, una vez que la filosofía política parece haber cesado en su función proveedora de ideologías, o de la estirpe superior de fundamentos de legitimidad de los cuales las ideologías provienen. Estimo que la irreversibilidad de esa tendencia no puede ser subestimada, mas allá de que se acepten o no las justificaciones que se proporcionan en servicio de sus causas o consecuencias políticas. Por ultimo, intentaré enumerar algunos de los problemas teóricos que la globalización ha producido, en particular, el concepto de “humanidad”, el proceso de adquisición y reconocimiento de los derechos, el concepto de estado nacional, y el problema de las fuentes de derechos internacionales, después del fin de la guerra fría. A los efectos de hacer mi exposición más accesible presentaré mis ideas en forma de tesis. La primera de ellas reza: la filiación hegeliana de la visión histórico-filosófica de Fukuyama no puede ser discutida, sino las consecuencias que el último extrae de la gran narrativa de Hegel.
The Paideia Archive: Twentieth World Congress of Philosophy
In this paper I deal with the status of science in Heidegger's thought. Particularly, I pose ... more In this paper I deal with the status of science in Heidegger's thought. Particularly, I pose to Heidegger the question whether science can constitute a problem for philosophy, once one has cast doubt on philosophy's rank as first science whose prerogative is to establish the truth-criteria of the particular sciences. To express it with the convenience cliches always afford, this is the question of knowledge in the postmodern epoch. The paper traces the transition from the early "fundamental ontology" to the late notion of a thinking that is to come at the end of philosophy. It will include some reflections on the role of an education for science at the end of modernity. The texts analyzed include Being and Time, "What calls for thinking," and "The end of philosophy and the task of thinking."
Actas, X Congreso Nacional de Filosofía, Asociación Filosófica Argentina, 1999. Córdoba (Argentina), Editorial Brujas: 2001. ISBN: 987 - 20107 - 1 -4, 2001
El título de fundador de la sociología clásica que la historia ha otorgado a Max Weber oscurece a... more El título de fundador de la sociología clásica que la historia ha otorgado a Max Weber oscurece a menudo el valor filosófico de su obra. El presente trabajo procura poner de relieve esa faceta, así como presentar un capítulo relativamente poco conocido de la historia intelectual del siglo veinte: la influencia que sobre Weber ejerciera su discípulo durante la Primera Guerra, Georg Lukács. Se muestra la manera en que las ideas de
Lukács, en especial como se formulan en la Filosofía del arte de Heidelberg1 reaparecen en la célebre conferencia de Weber 'La ciencia como vocación'.
Books by juan daniel videla
COMUNIDAD, PODER CIUDADANÍA, no es sólo una introducción a la ciencia política, sino una ubicació... more COMUNIDAD, PODER CIUDADANÍA, no es sólo una introducción a la ciencia política, sino una ubicación de sus problemas fundamentales en una matriz conceptual original y coherente que supera la amplia dispersión tradicional de los contenidos de esta disciplina. Se trata de un ordenamiento de los temas en una doble perspectiva, histórica y sistemática, sin que esto signifique una disolución total en el historicismo, ni el proyecto de un sistema cerrado o dogmático. EFU/REUN 2004 I.S.B.N. 950-605-378-2
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Papers by juan daniel videla
En ese trabajo primerizo y a menudo olvidado por la crítica historiográfica, el joven Marx trata el tema en conexión con la disolución de los sistemas de filosofía especulativa o teórica. Para ser más exactos, los escritos
doctorales identifican teoría con la especie típica de la filosofía, a los que oponen ya la práctica como actitud filosófica originaria de carácter pre-teórico, ya la crítica como forma tardía del discurso filosófico que augura
también su disolución. En estos escritos la oposición teoría/praxis se desdobla entonces entre especulación/praxis y especulación/crítica.
Marx da testimonio de las dificultades inherentes al tema al otorgar a cada concepto -teoría, especulación, práctica, crítica- un significado diferente, tratándolos asimismo en textos dispersos y desarticulados. Así, lo que encontramos en su trabajo, que no por ello deja de ser el producto precoz de una inteligencia privilegiada, es un estudio de la sucesión histórica de los tipos sistemático o especulativo y práctico de la filosofía, acompañado por reflexiones ocasionales sobre el intermezzo crítico que sucedió a la disolución del sistema hegeliano. En él, el viejo problema de la relación entre teoría y práctica, que hemos heredado de los griegos, se convierte en una reflexión sobre los giros práctico y crítico de la filosofía tal como aparecen en distintos períodos históricos: la antigüedad post-aristotélica y el interludio que sucede a la muerte de Hegel. Bajo el tema de la práctica Marx trata a los socráticos menores –en particular Epicuro– como reacción a los grandes sistemas que les preceden: Demócrito, Platón, y Aristóteles. Bajo el argumento de la crítica trata las direcciones poshegelianas de su propio presente histórico. De esta manera, los conceptos de praxis y crítica son subsumidos respectivamente bajo cada una de las dos grandes direcciones argumentativas del trabajo doctoral. Praxis sirve al propósito principal de la tesis: revisar la historiografía filosófica poshegeliana a los efectos de rehabilitar el tipo de filosofía práctica y antisistemática que Epicuro encarna. Crítica constituye el esfuerzo de entender a partir de la experiencia antigua la crisis histórica y
política de comienzos del siglo diecinueve. Pero no obstante su desvinculación en el texto del trabajo doctoral, ambos conceptos están relacionados en tanto y en cuanto ambos son propuestas alternativas a la filosofía de corte puramente especulativo. Marx no sólo redescubre la filosofía práctica de Epicuro oponiéndola a las tendencias especulativas que le precedieron, sino que, volviéndose al ocaso de la civilización griega, tematiza su propio presente histórico: el interludio crítico poshegeliano y su augurio del fin de la filosofía especulativa. Así el redescubrimiento epicúreo de la subjetividad práctica, de la filosofía como sabiduría existencial y no como sistema, se vincula, aunque más no sea por proximidad, con la exigencia de criticar –a la manera de Prometeo, a
quien está dedicada la tesis– todo dogmatismo, religioso, filosófico o político. A la transformación epicúrea de la subjetividad, se yuxtapone la exigencia poshegeliana o feuerbachiana de criticar al mundo y denunciar la futilidad de todo pensamiento desvinculado de su situación histórica.
no obstante su imagen de movimiento menor ha quedado vinculada indeleblemente a la época que ayudó a completar y cuyo sentido expresó mejor que ninguna otra filosofía: la modernidad. Trágico, porque a pesar de su intención crítica y de su inicial optimismo, la ilustración ha pasado a simbolizar el contenido negativo de esa época. Es que, identificada en el momento de su clímax con la promése de bonheur de la visión ilustrada de la historia, la modernidad se sume en su etapa tardía en la conciencia histórica de un relativo fracaso, usualmente asociado a un conjunto de fenómenos que constituirían su saldo negativo: el racionalismo denunciado como razón instrumental, el capitalismo global, la disolución de la solidaridad social, los experimentos totalitarios, el nihilismo, etc. Tal es la conciencia histórica de la modernidad tardía, reflejada de modo paradigmático en la Dialéctica de la ilustración de Horkheimer y Adorno y, en general en las narrativas originadas en el historicismo de crisis que culmina pero no acaba con Meinecke. Así, en su gesto optimista de nombrar un devenir racional de la humanidad, la ilustración aparece no sólo como imagen paradigmática de la filosofía de la alta modernidad, sino que también perdura como elemento de la conciencia de la etapa histórica que le seguiría, que podemos llamar modernidad reciente o tardía. El rasgo que torna a la ilustración en un problema historiográfico insoslayable es la discrepancia entre su sentido (¿original?) como
discurso crítico-emancipatorio y el sentido (tardíamente advertido) de un
proyecto tecnológico de dominio, diferencia temporal que acaso explicite
otra más profunda en el concepto de racionalidad sobre el cual la ilustración estaría basada. En este texto intentamos interrogar esa discrepancia conceptual para comprender, a partir de la identificación de la ilustración con la modernidad (la singularidad del destino ilustrado), el veredicto que sobre ella recae (la tragedia de ese destino).
Lukács, en especial como se formulan en la Filosofía del arte de Heidelberg1 reaparecen en la célebre conferencia de Weber 'La ciencia como vocación'.
Books by juan daniel videla
En ese trabajo primerizo y a menudo olvidado por la crítica historiográfica, el joven Marx trata el tema en conexión con la disolución de los sistemas de filosofía especulativa o teórica. Para ser más exactos, los escritos
doctorales identifican teoría con la especie típica de la filosofía, a los que oponen ya la práctica como actitud filosófica originaria de carácter pre-teórico, ya la crítica como forma tardía del discurso filosófico que augura
también su disolución. En estos escritos la oposición teoría/praxis se desdobla entonces entre especulación/praxis y especulación/crítica.
Marx da testimonio de las dificultades inherentes al tema al otorgar a cada concepto -teoría, especulación, práctica, crítica- un significado diferente, tratándolos asimismo en textos dispersos y desarticulados. Así, lo que encontramos en su trabajo, que no por ello deja de ser el producto precoz de una inteligencia privilegiada, es un estudio de la sucesión histórica de los tipos sistemático o especulativo y práctico de la filosofía, acompañado por reflexiones ocasionales sobre el intermezzo crítico que sucedió a la disolución del sistema hegeliano. En él, el viejo problema de la relación entre teoría y práctica, que hemos heredado de los griegos, se convierte en una reflexión sobre los giros práctico y crítico de la filosofía tal como aparecen en distintos períodos históricos: la antigüedad post-aristotélica y el interludio que sucede a la muerte de Hegel. Bajo el tema de la práctica Marx trata a los socráticos menores –en particular Epicuro– como reacción a los grandes sistemas que les preceden: Demócrito, Platón, y Aristóteles. Bajo el argumento de la crítica trata las direcciones poshegelianas de su propio presente histórico. De esta manera, los conceptos de praxis y crítica son subsumidos respectivamente bajo cada una de las dos grandes direcciones argumentativas del trabajo doctoral. Praxis sirve al propósito principal de la tesis: revisar la historiografía filosófica poshegeliana a los efectos de rehabilitar el tipo de filosofía práctica y antisistemática que Epicuro encarna. Crítica constituye el esfuerzo de entender a partir de la experiencia antigua la crisis histórica y
política de comienzos del siglo diecinueve. Pero no obstante su desvinculación en el texto del trabajo doctoral, ambos conceptos están relacionados en tanto y en cuanto ambos son propuestas alternativas a la filosofía de corte puramente especulativo. Marx no sólo redescubre la filosofía práctica de Epicuro oponiéndola a las tendencias especulativas que le precedieron, sino que, volviéndose al ocaso de la civilización griega, tematiza su propio presente histórico: el interludio crítico poshegeliano y su augurio del fin de la filosofía especulativa. Así el redescubrimiento epicúreo de la subjetividad práctica, de la filosofía como sabiduría existencial y no como sistema, se vincula, aunque más no sea por proximidad, con la exigencia de criticar –a la manera de Prometeo, a
quien está dedicada la tesis– todo dogmatismo, religioso, filosófico o político. A la transformación epicúrea de la subjetividad, se yuxtapone la exigencia poshegeliana o feuerbachiana de criticar al mundo y denunciar la futilidad de todo pensamiento desvinculado de su situación histórica.
no obstante su imagen de movimiento menor ha quedado vinculada indeleblemente a la época que ayudó a completar y cuyo sentido expresó mejor que ninguna otra filosofía: la modernidad. Trágico, porque a pesar de su intención crítica y de su inicial optimismo, la ilustración ha pasado a simbolizar el contenido negativo de esa época. Es que, identificada en el momento de su clímax con la promése de bonheur de la visión ilustrada de la historia, la modernidad se sume en su etapa tardía en la conciencia histórica de un relativo fracaso, usualmente asociado a un conjunto de fenómenos que constituirían su saldo negativo: el racionalismo denunciado como razón instrumental, el capitalismo global, la disolución de la solidaridad social, los experimentos totalitarios, el nihilismo, etc. Tal es la conciencia histórica de la modernidad tardía, reflejada de modo paradigmático en la Dialéctica de la ilustración de Horkheimer y Adorno y, en general en las narrativas originadas en el historicismo de crisis que culmina pero no acaba con Meinecke. Así, en su gesto optimista de nombrar un devenir racional de la humanidad, la ilustración aparece no sólo como imagen paradigmática de la filosofía de la alta modernidad, sino que también perdura como elemento de la conciencia de la etapa histórica que le seguiría, que podemos llamar modernidad reciente o tardía. El rasgo que torna a la ilustración en un problema historiográfico insoslayable es la discrepancia entre su sentido (¿original?) como
discurso crítico-emancipatorio y el sentido (tardíamente advertido) de un
proyecto tecnológico de dominio, diferencia temporal que acaso explicite
otra más profunda en el concepto de racionalidad sobre el cual la ilustración estaría basada. En este texto intentamos interrogar esa discrepancia conceptual para comprender, a partir de la identificación de la ilustración con la modernidad (la singularidad del destino ilustrado), el veredicto que sobre ella recae (la tragedia de ese destino).
Lukács, en especial como se formulan en la Filosofía del arte de Heidelberg1 reaparecen en la célebre conferencia de Weber 'La ciencia como vocación'.