1
MAGALLANIA (Chile), 2023. Vol. 51:6
http://doi.org/10.22352/MAGALLANIA202351006
ARTÍCULO
EL CAÑADÓN LA FLECHA (PATAGONIA, ARGENTINA) REVISITADO:
AVANCES PRELIMINARES EN EL ESTUDIO DEL ARTE RUPESTRE
A PARTIR DEL USO DE TÉCNICAS DIGITALES
NORA V. FRANCOa*, NATALIA CARDENb, BRENDA L. GILIOc,
LUCAS VETRISANOd, PABLO E. BIANCHIe & GIULIANA KAUFMANf
RESUMEN
En este trabajo se presentan los resultados de los relevamientos realizados en el cañadón La Flecha,
que incluyeron el geoposicionamiento de distintos sectores con arte rupestre, el registro de los motivos
mediante técnicas fotográficas digitales y la ejecución de un sondeo al pie de la barda, a partir del cual
se obtuvo la primera información cronológica para la localidad. Los resultados de la documentación del
arte rupestre se comparan con la información previa generada mediante técnicas analógicas a fin de
monitorear su estado de preservación después de más de tres décadas. De manera adicional y a los efectos
de comenzar a evaluar circuitos de movilidad y esferas de interacción en una escala regional, se analizan
las semejanzas entre los motivos rupestres de La Flecha y los de otros espacios de Patagonia centromeridional. El fechado obtenido (1.653 a 1.802 AD) corresponde a una de las últimas ocupaciones de
este espacio por parte de grupos cazadores-recolectores en un momento de contacto con los europeos,
al cual probablemente puedan vincularse los petroglifos más recientes con pátina fresca. Sin embargo, la
mayor parte de los motivos serían previos, tal como señalan las diferencias existentes en las pátinas y la
presencia de superposiciones. El análisis comparativo de los motivos rupestres indica semejanzas entre
La Flecha y los cañadones de la margen norte del río Santa Cruz, la Meseta del lago Strobel, el Macizo
del Deseado y el área del río Pinturas, las cuales podrían vincularse con movilidad entre esos espacios.
Las razones de las similitudes con lugares más distantes deben ser analizadas en mayor profundidad.
PALABRAS CLAVE: Patagonia centro-meridional, Holoceno tardío, cazadores-recolectores,
petroglifos, pictografías, circulación humana.
a
b
c
d
e
f
*
IMHICIHU (CONICET) y Universidad de Buenos Aires (FFyL, Departamento de Ciencias Antropológicas). Saavedra 15, 5to.
piso, C.A.B.A., CP. 1084, Argentina.
nvfranco2008@gmail.com
INCUAPA-CONICET, FACSO-UNICEN. Av. del Valle 5737, Olavarría, Pcia. Buenos Aires, CP. 7400, Argentina. cardennatalia@
gmail.com
CIT Santa Cruz CONICET-UNPA. Lisandro de la Torre 860, Río Gallegos, Santa Cruz, CP. 9400, Argentina. brendagilio@
yahoo.com.ar
IMHICIHU (CONICET) y Universidad de Buenos Aires (FFyL, Departamento de Ciencias Antropológicas). Saavedra 15, 5to.
piso, C.A.B.A., CP. 1084, Argentina. lucasvetri@yahoo.com.ar
IMHICIHU (CONICET) y Universidad de Buenos Aires (FFyL, Departamento de Ciencias Antropológicas). Saavedra 15, 5to.
piso, C.A.B.A., CP. 1084, Argentina. bianchipabloem@gmail.com
Universidad de Buenos Aires (FFyL, Departamento de Ciencias Antropológicas). Puán 480, C.A.B.A., CP. 1420, Argentina.
giulianakaufman22@gmail.com
Autor/a de correspondencia.
Recibido: 22/12/2021
Aceptado: 24/08/2022
Versión final: 17/10/2022
2
N. FRANCO et al.
LA FLECHA CANYON (PATAGONIA, ARGENTINA) REVISITED: PRELIMINARY
ADVANCES ON ROCK ART ANALYSIS FROM THE USE OF DIGITAL TECHNIQUES
ABSTRACT
This paper presents the results of a fieldwork conducted at La Flecha Canyon. These include the
geolocation of different sectors with rock art, motif recording through digital photographic techniques
and the excavation of a test pit next to the rock art concentration, which provides the first chronological
information for the locality. Rock art results are compared with previous information generated through
analogical techniques in order to monitor their preservation after more than three decades. Additionally,
in order to start evaluating mobility circuits and interaction spheres on a regional scale, the similarities
between motifs of La Flecha and those of other sectors of central-southern Patagonia are analyzed. The
date obtained (1.653 to 1.802 AD) corresponds to one of the last occupations of this place by indigenous
groups that maintained their hunter-gatherer way of life after contact with Europeans. The most recent
petroglyphs with fresh patina are probably related to this date. However, most petroglyphs would probably
be older, as suggested by the different patina and the presence of superimpositions. The comparative
analysis of motifs points out to similarities between La Flecha and the canyons on the northern basin of
the Santa Cruz River, the Strobel Lake Plateau, the Deseado Massif and the Pinturas River area, which
suggest mobility between those spaces. Reasons for similarities at longer distances need to be analyzed
more deeply.
KEY WORDS: Central-southern Patagonia, Late Holocene, hunter-gatherers, petroglyphs,
pictographs, human circulation.
INTRODUCCIÓN
La adecuada documentación de un sitio, sus
motivos y su contexto constituye uno de los pilares
más fuertes del estudio del arte rupestre. El avance
tecnológico ha favorecido el desarrollo de técnicas
de registro no invasivas y ha resultado óptimo para
realizar inventarios mucho más completos y detallados
en cuanto a la definición de las imágenes. A este
respecto, Brady y colaboradores (2017) distinguen dos
fases en el registro del arte rupestre: la pre-digital,
fuertemente basada en el registro manual a partir
de calcos, frottage y dibujos, a los que se suma la
fotografía analógica y, por otra parte, la digital,
que hace hincapié en el uso de cámaras digitales
de alta resolución, escáneres láser y programas
de mejoramiento y manipulación de imágenes.
Entre ellos, deben destacarse el Adobe Photoshop
y la aplicación D Stretch del programa Image J
(Harman, 2008; Acevedo y Franco, 2012), cuyo
uso se ha vuelto rutinario entre los especialistas
de arte rupestre a la hora de catalogar un sitio. A
partir de estos avances se han logrado reestudios
fructíferos que han permitido visualizar imágenes
no registradas en los estudios previos y definir la
forma de motivos observados anteriormente como
manchas (e.g. Carden y Leon, 2022; Podestá et al.
2019; Troncoso et al. 2015).
En relación con este tema, el presente trabajo
consiste en un reestudio de las manifestaciones
rupestres del sitio La Flecha. Este cañadón, que
se encuentra 25 km hacia el SE de la localidad
de Gobernador Gregores, tiene una posición
relativamente central con respecto a otros espacios
con arte rupestre de Patagonia centro-meridional
(Gradin, 2001). Entre éstos, el área del río Pinturas
(Gradin et al. 1976, 1979) y el Macizo del Deseado
(Acevedo, 2017, 2018; Acevedo y Fiore, 2020;
Carden, 2008; Carden y Miotti, 2020; Carden et al.
2018; Cardich, 1979; Durán, 1983-1985; Gradin y
Aguerre, 1983; Paunero et al. 2005) se destacan por
la abundancia de pinturas, mientras que en la Meseta
del lago Strobel (Guichón et al. 2016; Re, 2010; Re
et al. 2021) y en los cañadones de la margen norte
del río Santa Cruz (Acevedo, 2012-2014; Fiore y
Acevedo, 2016, 2018) se han registrado elevadas
cantidades de petroglifos (Fig. 1).
El cañadón La Flecha se emplaza en
afloramientos correspondientes al Basalto Strobel
(Panza y Marín, 1998), próximo a un antiguo
EL CAÑADÓN LA FLECHA (PATAGONIA, ARGENTINA)
3
Fig. 1. Localización del cañadón La Flecha y principales localidades y sitios arqueológicos mencionados en el texto.
paleocauce. Los paredones basálticos se localizan
en el faldeo alto que accede a la meseta, desde
donde se obtiene una excelente visibilidad hacia los
alrededores. Presentan un frente casi vertical, muy
cuarteado, con numerosos fragmentos de roca al
pie y un faldeo que se prolonga suavemente hacia el
centro del cañadón, desembocando en un pequeño
arroyo. Se encuentra aproximadamente 40 km al
oeste del extremo sur del Macizo del Deseado, donde
se localizaron ocupaciones humanas discontinuas
comprendidas entre la transición PleistocenoHoloceno y el Holoceno tardío (Brook et al. 2018;
Franco et al. 2010, 2020), y a unos 45 km de los
espacios al aire libre de 17 de Marzo (Fig. 1), en
los que la ocupación humana ha sido datada en el
Holoceno tardío (Bianchi et al. 2023).
En la década de 1980 Carlos Gradin y Ana M.
Aguerre relevaron los motivos rupestres de La Flecha
y efectuaron varios sondeos (Gradin, 2003). Estos
investigadores realizaron un inventario preliminar
de los motivos grabados y pintados, junto con su
documentación gráfica y fotográfica. Aunque el
trabajo planteó una estimación cronológica para el
arte rupestre sobre la base de criterios estilísticos y
de los restos materiales asociados, no se obtuvieron
datos de esta naturaleza a partir de los sondeos
(Gradin, 2003). Las semejanzas de los motivos
rupestres de La Flecha con los de otros sectores del
espacio mesetario de Santa Cruz sugirieron circuitos
de movilidad entre ellos (Gradin, 2001, 2003).
En febrero de 2019 el cañadón La Flecha fue
revisitado para realizar un nuevo relevamiento del
arte rupestre mediante técnicas fotográficas digitales,
geoposicionar diferentes sectores del cañadón y
obtener información cronológica. El análisis del
arte rupestre presentado aquí hace hincapié en el
trabajo previo de Gradin (2003) a fin de comparar la
información generada a partir de métodos analógicos
4
N. FRANCO et al.
y digitales, así como de monitorear su estado de
preservación después de más de tres décadas. De
manera adicional y a los efectos de comenzar a
evaluar circuitos de movilidad y esferas de interacción
en una escala regional, se analizan las semejanzas
entre los motivos rupestres de La Flecha y los de
otros sectores de Patagonia centro-meridional. En
la región patagónica, este tema ha sido abordado
mediante diferentes líneas de análisis, como la
localización de fuentes de materias primas líticas,
los estudios isotópicos y los análisis de circulación de
información a partir de la distribución de motivos de
arte rupestre y mobiliar en diferentes escalas espaciales
(Acevedo y Fiore, 2020; Aschero, 1996, 2018;
Carden, 2008; Carden y Martínez, 2014; Charlin y
Borrero, 2012; Fiore y Borella, 2010; Franco et al.
2014; Lynch et al. 2019; Podestá et al. 2008; Re,
2010; Re et al. 2009, entre otros). Dentro de esta
última línea, el supuesto que subyace a la búsqueda
de semejanzas entre las imágenes (formales, técnicas,
en su emplazamiento, en sus combinaciones) es que
evidencian la circulación de información, sea mediante
movimientos de personas o por transmisión indirecta
(Whallon, 2011). Sin embargo, la distinción entre
estos dos fenómenos no es simple. Aschero (1997)
ofrece una forma de abordar este problema a partir
de las nociones de canon, patrón y tema. Las dos
primeras apuntan hacia lo que denomina estilo de
autor y hacen referencia al orden constructivo de
las formas (Aschero, 2018). De este modo, este tipo
de similitudes entre motivos distantes pueden estar
implicando que fueron elaborados por una misma
persona o reproducidos por otras personas que
observaron la imagen y aprendieron a realizarla.
Ambos casos sugieren movilidad entre los puntos
distantes o contextos de aprendizaje dentro de redes
de interacción que implicaron movimiento. Por otro
lado, los temas, como asociaciones recurrentes de
motivos que pueden atravesar fronteras estilísticas,
apuntan a la circulación de ciertas ideas o narrativas,
pero no son indicadores tan evidentes de movilidad.
Si bien la distinción entre movilidad e interacción
a partir de la circulación de información es un tema
sumamente complejo debido a que ambos fenómenos
están íntimamente entrelazados en la dinámica de
las sociedades cazadoras recolectoras, los estudios
arqueológicos y etnoarqueológicos realizados en
estos contextos aportaron información relevante
acerca de las distancias cubiertas en diferentes tipos
de movimientos (Binford, 1980, 1982, 2001; Kelly,
1995, 2013; Whallon 2006). Estos datos pueden
ser útiles a la hora de evaluar semejanzas en escalas
espaciales amplias, aunque es necesario tener en
cuenta el carácter promediado y acumulativo del
registro arqueológico (Bailey, 2007).
LOS TRABAJOS PIONEROS DE
GRADIN EN LA FLECHA
Durante sus relevamientos en la década de
1980, Gradin (2003) registró motivos rupestres
predominantemente grabados a lo largo de
aproximadamente 50 m de un paredón basáltico.
En general, éstos ocupaban superficies lisas
irregularmente delimitadas por fisuras, desniveles
u otros accidentes naturales, entre 50 cm de altura
del suelo hasta dos o tres metros sobre la superficie.
También identificó casos de motivos sobre rocas
al pie del paredón. El autor delimitó seis sectores
dentro de los cuales definió 13 grupos de motivos
rupestres separados por espacios libres. Dentro
de los petroglifos, registró motivos curvilíneos
(circunferencias, algunas con punto en el centro,
concéntricos dobles, en U, con cola, sinuosos
irregulares y en arco con rayos), rectilíneos (cruces,
angulares trazos paralelos, angulares combinados con
cruces formando rombos, escalonados, peiniformes
con los apéndices hacia arriba y palotes), manos,
pies, tridígitos, pisadas de felino, pisadas de guanaco,
matuastos y siluetas de guanaco. Dichas formas
presentaban tres tipos de pátina: oscura, atribuible
generalmente a los motivos simples circulares,
algunos de ellos con pintura roja superpuesta;
gris, correspondiente a los petroglifos geométricos
y de pisadas, en algunos casos con pintura roja
complementaria; y blanca, correspondiente a algunas
siluetas biomorfas (Gradin, 2003). Entre las pinturas
-todas rojas-, identificó manos negativas, una pisada
de ñandú en negativo, palotes entre trazos rectos
grabados y manchas. Dada la irregularidad de los
derrumbes, la vegetación que los ocultaba y la
presencia de líquenes, no pudo visualizar todos los
motivos, a raíz de lo cual planteó que su relevamiento
no debía considerarse completo.
Los cuatro sondeos efectuados por Aguerre
en el lugar no proporcionaron material datable,
aunque sí esquirlas de lo que denominaron sílice, las
que se encontraban presentes hasta los 20 cm de
EL CAÑADÓN LA FLECHA (PATAGONIA, ARGENTINA)
profundidad. Sobre la base de las características de los
artefactos líticos hallados en superficie, Gradin (2003)
asignó culturalmente a las ocupaciones humanas al
Patagoniense acerámico, cuyos comienzos podían
trazarse hacia ca. 2.000 años AP. La ocupación del
lugar habría perdurado hasta comienzos del siglo XX
debido a sus condiciones óptimas marcadas por la
disponibilidad de agua y leña, sumadas al reparo
ofrecido por el cañadón. El autor planteó la existencia
de tres momentos de ejecución de motivos de acuerdo
con las pátinas: en el primero, entre 100 y 200
años AD, se ejecutaron los petroglifos curvilíneos
correspondientes al Patagoniense acerámico; en el
segundo, de temporalidad indeterminada, se realizaron
los negativos de manos rojos y otros motivos que
actualmente se visualizan como manchas. A este
momento correspondían los petroglifos combinados
con pintura roja, probablemente manufacturados por
grupos procedentes del norte. En el tercer momento,
alrededor de 800 AD, se realizaron los petroglifos
incisos de trazo semi-fino (2 mm), al que correspondían
motivos escalonados y de trazos paralelos similares
a los del norte de Patagonia (Gradin, 2003).
Gradin propuso una vinculación estilística
entre los petroglifos de La Flecha y los de Punta del
Lago Viedma. Ambos sitios compartían, además, la
presencia de negativos de manos rojos, algunos de
los cuales se superponían a los motivos grabados. A
su vez, los petroglifos de La Flecha se asemejaban
a los de la Meseta del Strobel (Gradin, 2003) y a
los de los cañadones que desembocan en la margen
norte del río Santa Cruz (Gradin, 2001). Por último,
mencionó ciertas afinidades morfológicas con
petroglifos ubicados hacia el norte, tales como los
grandes bloques de la entrada del Alero Rosamel, en
el curso medio del río Pinturas, y del interior de los
aleros de Piedra Museo, en el nordeste del Macizo
del Deseado (Fig. 1).
Las semejanzas planteadas por este autor
entre La Flecha y otras localidades arqueológicas
se mantuvieron en trabajos posteriores. A partir
del análisis de los petroglifos de la Meseta del
lago Strobel en conjunto con el estudio de los
parapetos y las puntas de proyectil, se propuso que
ésta funcionó como un espacio de convergencia
poblacional no sincrónica para la caza estival de
guanacos (e.g. Cassiodoro et al. 2014; Goñi et al.
2011-2012, 2014). Dada su marcada estacionalidad,
se sugirió que esta meseta alta habría sido articulada
5
logísticamente desde zonas bajas aledañas, entre
las cuales se incluía el cañadón La Flecha. Las
principales semejanzas estarían dadas por motivos
grabados como las pisadas de animales y humanos,
las líneas y los círculos (Goñi et al. 2007; Re, 2010).
Asimismo, los estudios realizados por Carden (2008)
ratificaron las relaciones entre La Flecha y el norte
del Macizo del Deseado a partir de sus semejanzas
con los petroglifos de Piedra Museo y Aguada del
Cuero. Estos últimos vínculos se interpretaron
como producto de la ampliación de las redes de
interacción social durante el Holoceno tardío, en
el contexto de una demografía más alta y de una
ocupación humana de todos los espacios mesetarios.
El desplazamiento de poblaciones humanas a finales
del Holoceno tardío (ver, por ejemplo, Franco et al.
2017) podría ser otra explicación posible, lo cual
deberá ser evaluado en el futuro.
METODOLOGÍA
Los trabajos de campo realizados en 2019
incluyeron el relevamiento y posicionamiento mediante
GPS de los paneles con arte rupestre, su registro con
cámara digital y mediante descripciones en fichas
de campo, la exploración preliminar de espacios
adyacentes al cañadón y la realización de un sondeo
a partir del cual se obtuvo el primer fechado para
la ocupación humana del sitio.
El relevamiento de los motivos rupestres fue
efectuado de izquierda a derecha (de sur a norte),
delimitando paneles a partir de los accidentes
microtopográficos del soporte rocoso (fracturas,
oquedades, fisuras), así como de los cambios en su
orientación e inclinación (Acevedo, 2017; Aschero,
1988; Re, 2010; Romero Villanueva, 2019). En
gabinete, las fotografías fueron tratadas mediante los
programas Adobe Photoshop e Image J (aplicación
D Stretch) para mejorar su visualización y realizar
calcos digitales. El propósito de este acercamiento
inicial al arte rupestre fue realizar una primera
aproximación a su diversidad y evaluar su estado de
preservación. Para tal fin fue necesario comparar el
registro previo de Gradin (2003) contra el realizado
en 2019 mediante el uso de técnicas digitales.
Consecuentemente, los paneles se ubicaron dentro
de los seis sectores delimitados por este autor y luego
se correlacionaron con los 13 grupos de motivos
que definió, a los cuales graficó en 13 figuras que
6
N. FRANCO et al.
denominó hojas. A fin de mantener coherencia en
la comparación de ambos registros, la clasificación
de los motivos rupestres de La Flecha, que en esta
instancia no incluye el conteo de sus frecuencias,
parte de las categorías definidas por Gradin (1978,
2003).
El análisis comparativo a escala regional no
considera todas las clases de motivos identificadas
en el sitio, sino sólo aquellas cuya frecuencia es baja
y cuyas formas específicas apuntan hacia relaciones
de semejanza/diferencia, al no tratarse de formas
comunes en la región como serían, por ejemplo,
los círculos simples o los tridígitos. Además, para
considerar que dos sitios están vinculados por su arte
rupestre, no es suficiente que compartan una misma
clase de motivo, sino que la construcción interna de
dicha imagen también sea similar. Estas variaciones
formales han sido denominadas cánones (Aschero,
1996, 2018), tipos (Carden, 2008) y grupos de
diseños (Re, 2010).
Complementariamente al registro de arte
rupestre, se realizaron relevamientos exploratorios en
el interior y exterior del cañadón. Además, se llevó a
cabo un sondeo a los efectos de obtener una primera
datación del lugar e integrarla con aquélla existente
en sectores cercanos a La Flecha. El fechado fue
calibrado utilizando el programa CALIB 8.2 (Stuiver
et al. 2020) con 2 sigmas y la curva de calibración
atmosférica para el Hemisferio Sur (SHcal20) de
Hogg y colaboradores (2020).
RESULTADOS
A. Análisis de motivos rupestres
a.1. Sectorización
De acuerdo con el geoposicionamiento de los
paneles, la extensión mínima de los motivos rupestres
en el farallón de basalto es de 111 m considerando
la topografía del terreno, mientras que en línea recta
es de 95 m. Dentro de la concentración principal se
distinguieron 72 paneles con arte rupestre, numerados
desde 0 a 71 (Fig. 2). Mediante la comparación de
las fotografías digitales con los 13 grupos de motivos
definidos por Gradin (2003), dichos paneles se ubicaron
dentro de los seis sectores que delimitó este autor en la
década de 1980 (Tabla 1). Los resultados muestran que
24 paneles con arte rupestre definidos en este trabajo
no se encuentran en los grupos/hojas de Gradin (2003).
Asimismo, dentro de los paneles que coinciden con
los mencionados grupos se identificaron motivos no
registrados previamente (Fig. 3). Sin embargo, también
se evidencia la situación contraria, dado que parte de
los grupos 5 y 7 de Gradin no fueron registrados en el
relevamiento de 2019, por lo cual será necesario volver
a revisar este sector del paredón en el futuro.
a.2. Evaluación de la diversidad
de motivos rupestres
La inclusión de un número mayor de motivos a
partir del nuevo registro no impactó en un aumento
significativo de la diversidad de los petroglifos de
La Flecha. Dentro de las nuevas clases de motivos
grabados que se suman al repertorio definido por
Gradin (2003) se encuentran puntos alineados,
marcas de percusión sin forma definida, figuras
antropomorfas y pisadas correspondientes a una
especie aún no identificada, presumiblemente un
roedor. Sin embargo, otros motivos registrados por
este autor tales como un arco con rayos, pisadas
de guanaco, siluetas de matuasto y una figura de
guanaco, no se localizaron en el nuevo relevamiento
(Tabla 2). Por el contrario, en el nuevo registro de
pinturas aumentó la variabilidad respecto de la
detectada por Gradin. Entre las clases añadidas se
incluyen arrastres de dedos, líneas paralelas cortadas
por una perpendicular y una figura cuadrangular
(Tabla 2). Si se consideran los paneles que no se
correlacionan con los grupos/hojas de Gradin (2003)
la diversidad de pinturas asciende para incluir líneas
curvas y rectas, líneas paralelas, trazos, tridígitos,
círculos concéntricos y círculos alineados (Fig. 4 y
Tabla 2). El único motivo pintado registrado por
Gradin (2003) que no se volvió a localizar es una
pisada de ñandú en negativo (Tabla 2).
La comparación de nuestro registro de fotos
con el realizado por el autor indica que no ha habido
procesos de sedimentación importantes, observándose
petroglifos que alcanzan el nivel del suelo. Por otro
lado, las evidencias de alteraciones antrópicas recientes
se limitan a unas pocas marcas de piqueteado fresco
sobre motivos grabados. De todos modos, es necesario
prestar atención a sectores que puedan haber sido
cubiertos por la vegetación. Otra posibilidad es que los
motivos no se hayan preservado a través de las últimas
EL CAÑADÓN LA FLECHA (PATAGONIA, ARGENTINA)
Fig. 2. Distribución de los paneles con arte rupestre dentro
del cañadón La Flecha.
décadas. Este último factor es más probable en el caso
de las pinturas si se considera que se trata de un sitio
a cielo abierto. La diversidad de pinturas incorporadas
a partir del nuevo registro y análisis se debe al uso de
la aplicación D Stretch, que a partir del mejoramiento
de las imágenes permitió definir la forma de muchas
manchas de color rojo (Fig. 4). Aunque los petroglifos
tienen más chances de preservarse que las pinturas
en sitios a cielo abierto, la erosión que sufren como
producto de la meteorización del soporte rocoso a
causa de diferentes agentes ambientales (e.g., cambios
térmicos, agua, oxidación, bacterias, crecimiento de
líquenes) no debe desestimarse. A partir del relevamiento
de 2019 se registraron motivos cuya pátina ya no es
fresca, como señaló Gradin (2003: hoja 4). Un ejemplo
corresponde a una pisada humana que se encuentra
en un sector de la roca que se está exfoliando. Sin
embargo, figuras muy cercanas a este motivo cuya
forma es similar mantienen la pátina fresca, tal como
7
Fig. 3. a. Parte de la Hoja 8 de Gradin (2003) correspondiente al
panel 36 del relevamiento de 2019. Redibujado de Gradin (2003:
hoja 8). b. Panel 36. c. Calco digital del panel 36. Los trazos en
rojo señalan restos de pintura.
observó el autor (Fig. 5). Esta situación evidencia que el
cambio de color de los surcos no sólo se debe al paso
del tiempo sino también a cuestiones de preservación
diferencial que, en este caso, podrían estar vinculadas
con la posición diferente de los motivos en el soporte
rocoso: horizontal en el pie y vertical en las formas
similares de pátina aún fresca, que se superponen a
motivos de pátina más oscura tales como puntos y
circunferencias.
a.3. Discusión sobre algunas nuevas
clases de motivos identificadas
Pisadas indeterminadas (¿roedores?)
Las pisadas consideradas aquí como
indeterminadas presentan cuatro dedos y una
almohadilla subtriangular (Figs. 3, 6 a y b). En la
guía de huellas de Parques Nacionales (Rumboll,
8
N. FRANCO et al.
Tabla 1. Paneles con arte rupestre vinculados a los grupos y sectores de Gradin (2003).
PANEL 2019
GRUPO GRADIN
SECTOR GRADIN
0
13
-
1
13
-
2-4
-
-
5-8
12
6
9
-
-
10
12
-
11
-
-
12-13
11
-
14
-
-
15
11
-
16
-
-
17
11
-
18-22
-
5
23-24
10
-
25-27
-
-
28
10
-
29-31
9
-
32-35
-
-
36-39
8
-
40
-
-
41
8
-
42-43
7
4
44-47
6
-
48
-
-
49
5
-
50
-
3
51-52
5
-
53-60
4
-
61-62
3
-
63
-
-
64
2
-
65
-
2
66
2
-
67-70
1
1
71
-
-
9
EL CAÑADÓN LA FLECHA (PATAGONIA, ARGENTINA)
Tabla 2. Clases de motivos identificadas en 2019 en La Flecha comparadas con el repertorio de Gradin (2003).
Clases de Motivos
Petroglifos Gradin
Petroglifos 2019
Pinturas Gradin
Pinturas 2019
Puntos alineados
-
X
-
-
Marcas de percusión
-
X
-
-
Trazos perpendiculares
X
X
-
-
Trazos alineados
X
-
X
-
Línea curva/sinuosa
X
X
-
-
Línea en 8
-
X
-
-
Espiral con círculos interiores
-
-
-
X
Línea recta
X
X
-
-
Líneas rectas paralelas
-
-
X
X
Arrastres de dedos
-
X
-
-
Línea recta con trazos perpendiculares
X
X
-
-
Líneas paralelas cortadas por perpendicular
-
-
-
X
Círculos
X
X
-
X
Círculos alineados
-
-
-
X
Círculos yuxtapuestos
X
X
-
-
Círculos con punto/s
X
X
-
X
Círculo con punto y rayos (“sol”)
X
X
-
-
Círculo con línea divisoria interior
X
X
-
-
Círculos concéntricos
X
X
-
X
Círculos con cola
X
X
-
-
Figura cuadrangular
-
-
-
X
“U”
X
X
-
-
Sinuosos irregulares
X
X
-
-
Arco con rayos
X
-
-
-
Cruz
X
X
-
-
Angulares paralelos
X
X
-
-
Angulares + cruces: rombos
X
X
-
-
Escalonados
X
X
-
-
Escalera
X
X
-
-
Peiniformes
X
X
-
-
Manos
X
X
-
-
Manos negativas
-
-
X
X
Pies
X
X
-
-
Tridígitos
X
X
-
-
Pisada de ñandú negativa
-
-
X
-
Pisadas de felino
X
X
-
-
Pisadas de roedor (?)
-
X
-
-
Antropomorfo
-
X
-
-
Pisadas de guanaco
X
-
-
-
Matuasto
X
-
-
-
Guanaco
X
-
-
-
Manchas
-
-
X
X
10
N. FRANCO et al.
Fig. 4. Pinturas rupestres registradas en 2019. a. Panel 27.
b. Imagen D Stretch LRD de Panel 27. c. Panel 50. d. Imagen D Stretch LRE de Panel 50.
2011), formas de este tipo corresponden a las
huellas de las patas delanteras de algunas especies
de roedores, como el cuis grande (Cavia aperea),
el cuis mediano (Galea musteloides), la mara
(Dolichotis patagonum) y la vizcacha (Lagostomus
maximus). El cañadón La Flecha se encuentra en
el límite de la distribución geográfica actual de la
mara, que alcanza la porción centro-oriental de la
provincia de Santa Cruz (Rumboll, 2011), aunque
es probable que en el pasado haya llegado hasta
el extremo sur patagónico (Pardiñas com. pers.,
2021). Por su parte, la distribución de la vizcacha
en Sudamérica llega hasta el norte de la Patagonia
argentina. Sin embargo, la forma serrana (Lagidium)
habría alcanzado los roquedales de los cañadones
de la margen norte del río Santa Cruz en el pasado
reciente (Pardiñas com. pers., 2021). En el caso de los
roedores más pequeños, el único género que habita
actualmente la zona es el cuis chico (Microcavia),
cuya pisada no se asemeja a los motivos rupestres
en cuestión (Rumboll, 2011). Posiblemente algunas
de estas figuras correspondan a los cuatro motivos
que Gradin (2003: hoja 8) interpretó como manos.
A nuestro entender sólo tres motivos grabados
podrían corresponder a manos debido a la presencia
de cinco dedos. En uno de ellos la base de la palma
posee base subcuadrangular (Fig. 6a) y en otro es
subtriangular (en V) (Fig. 6c). El tercero se encuentra
muy mal preservado e incluye el antebrazo (Fig. 6d).
Los restantes presentan semejanzas formales más
estrechas con las huellas de la mara o la vizcacha
(Fig. 6 e y f).
Las pisadas de roedor no son frecuentes en
el arte rupestre de Patagonia; en la provincia de
Río Negro se identificaron en forma grabada en
el sitio Casa de Piedra de Ortega, vinculado a la
cuenca del río Limay (Fernández, 2009), y en forma
pintada en Cueva Galpón, ubicado en la Sierra de
EL CAÑADÓN LA FLECHA (PATAGONIA, ARGENTINA)
11
Fig. 5. a. Vista general de los paneles 57 a 60, correspondientes a la hoja 4 de Gradin (2003).
b. Detalle del panel 60 donde se observa, hacia la derecha, un pie afectado por la exfoliación de la roca.
c. Detalle del panel 58 donde se observan motivos con pátina fresca, algunos de ellos similares a pies.
Pailemán (Carden y Prates, 2015). En este último sitio
dichas pinturas se asociaron a la huella de la mara,
aunque no se descarta su relación con la vizcacha
(Lagidium), cuya piel fue utilizada para confeccionar
una bolsa que contenía pelo humano (Prates et al.
2016). En la provincia de Santa Cruz se identificó un
motivo semejante, cuya pátina es fresca, en el curso
superior del cañadón El Lechuza, que desemboca
en la margen norte del río Santa Cruz.
A diferencia de los pies, las manos no son
motivos frecuentes entre los petroglifos de Patagonia,
aunque su dispersión es amplia. Variantes con base
en U y en V se registraron, respectivamente, en el
sitio Cueva Grande de la localidad Piedra Museo,
Macizo del Deseado (Carden, 2008), y en el sitio
Yaten Guajen 2, ubicado en el cañadón homónimo
que desemboca en la margen norte del río Santa
Cruz. Por su parte, en la Meseta del lago Strobel se
registró una importante variedad de manos grabadas
en diversos sitios, entre los cuales K33-Los Piches
y K22-El Lobo presentan variantes con antebrazo
(Re, 2010; Guichón, 2018). Estas últimas también
se encuentran en el sitio Mercerat 1, situado en el
cañadón denominado Mercerá, que desemboca en
la margen norte del río Santa Cruz. A diferencia de
la mano con antebrazo de La Flecha, todos estos
motivos poseen dedos largos.
Antropomorfos
Como se mencionó anteriormente, las tres
figuras antropomorfas identificadas en este trabajo
no forman parte del inventario de petroglifos de
Gradin (2003). Uno de estos motivos posee rasgos
zooantropomorfos, dado que se observa un apéndice
entre sus piernas arqueadas, que podría corresponder
a un pene o a una cola, sobre todo si se considera
que Gradin (2003) identificó un matuasto en el
sitio (Fig. 7 a y b1). El segundo motivo presenta las
piernas abiertas y los brazos levantados formando
una curvatura (en posición de bailarín) sobre el torso
y cabeza, que no se encuentran diferenciados (Fig.
7 c y d2). El tercero está separado del segundo por
una línea recta; presenta las piernas abiertas en
mal estado de preservación y los brazos en cruz,
perpendiculares al cuerpo (Fig. 7 c y d3).
12
N. FRANCO et al.
Fig. 6. Motivos interpretados como pisadas de roedor y como manos. a. Panel 36. 1 y 3: pisadas de roedor;
2: huella con cinco dedos interpretada como una mano con palma de lados paralelos. b. Panel 37. 4 y 5: pisadas de roedor.
c. Panel 41. 6: mano grabada sobrepintada con base en V. d. Panel 42. 7: mano con antebrazo parcialmente cubierto por
líquenes y dedos exfoliados. e. Pisada delantera (D) y trasera (T) de mara. f. Pisada delantera (D) y trasera (T) de vizcacha.
Las pisadas de mamíferos pequeños fueron tomadas de Rumboll (2011).
Los petroglifos identificados como
antropomorfos coinciden morfológicamente con una
variedad pintada que Menghin (1957, p. 65) describió
como (…) hombres enmascarados y danzantes de un
estilo más o menos naturalístico (…). Dichas figuras se
distribuían entre los ríos Deseado y Santa Cruz, por
ejemplo, en la Cueva 5 de Los Toldos, en la Ea. La
Martita y la Ea. El Chiche (ex Ea. La Flora). Si bien
las incluyó dentro del “estilo de escenas”, planteó que
se diferenciaban de las escenas de caza y de baile del
río Pinturas por su carácter menos naturalista y su
disposición más aislada en los paneles. Posteriormente,
Bate (1970) identificó un motivo de características
similares a los antropomorfos de la Cueva 5 de Los
Toldos, aunque de color negro, en la Cueva de La
Leona, ubicada al sur de la Laguna Blanca en la
provincia chilena de Magallanes. Este último autor
desvinculó a dicha variedad de figuras antropomorfas
del “estilo de escenas” y las asoció al “estilo Río
Chico”, el que según su criterio correspondía a una
subvariedad del “estilo de símbolos complicados”
de Menghin (1957). Más adelante, Massone (1982)
mantuvo la denominación del “estilo Río Chico”
para el repertorio de arte rupestre de la provincia
de Magallanes, aunque descartó su conexión con
el “estilo de símbolos complicados”.
A partir de nuestro análisis comparativo
pudimos encontrar más figuras antropomorfas
grabadas de este tipo (Fig. 8 a, b y c) en los cañadones
de la margen norte del río Santa Cruz. En el curso
EL CAÑADÓN LA FLECHA (PATAGONIA, ARGENTINA)
13
Fig. 7. Motivos antropomorfos identificados en La Flecha.
a. Vista general del panel 34 con motivo antropomorfo en recuadro. b. Detalle del motivo antropomorfo 1.
c. Vista general del panel 45 con motivos antropomorfos en recuadro. d. Detalle de los motivos antropomorfos 2 y 3.
medio del cañadón Yaten Guajen identificamos una
figura antropomorfa con la misma posición de piernas
arqueadas y brazos levantados indicando movimiento
(Fig. 8 d). Asimismo, las figuras antropomorfas
grabadas identificadas en el curso superior del
cañadón Yaten Guajen y en el cañadón Mercerá
manifiestan la misma posición corporal, aunque
su factura es más rectilínea y sus brazos y piernas
forman ángulos rectos (Fig. 8 e y f). Si bien en la
Meseta del lago Strobel se ha registrado diversidad
dentro de las figuras humanas, incluyendo variantes
con los brazos levantados, éstas parecen representar
personas corriendo más que en actitud de danza
(Re, 2010; Re et al. 2021).
Además de la Cueva 5 de Los Toldos (Fig. 8
g y h), al norte del Macizo del Deseado, donde las
figuras danzantes pintadas en rojo presentan una
especie de cola (Carden et al. 2018, Fig. 5 f), estos
antropomorfos se repiten en el mismo color en el
curso medio del río Pinturas, en Cueva de las Manos
(Fig. 8 i; ver también Gradin, 1983; Gradin et al.
1979). Hacia el sur del río Santa Cruz, se encuentran
al sur del lago Argentino en la localidad arqueológica
Chorrillo Malo (Fig. 8 j-l; Franco et al. 1999) y
sobre la costa del mismo lago en Punta Walichu
(Fig. 8 m). En este último caso poseen la cabeza
alargada, como si estuviesen usando máscaras, y la
disposición de los brazos es perpendicular al cuerpo
14
N. FRANCO et al.
Fig. 8. Motivos antropomorfos danzantes. a, b y c: La Flecha; d-e: cañadón Yaten Guajen; f: cañadón Mercerá; g-h: Cueva 5
de Los Toldos, tomado de Carden y colaboradores (2018: Figs. 5 y 7); i: Cueva de las Manos; j-l: Chorrillo Malo, tomado de
calco original de María Isabel Hernández Llosas; m: Punta Walichu, tomado de https://puntawalichu.com
o curvada hacia abajo. En Chorrillo Malo presentan
los brazos tanto hacia abajo como hacia arriba, y
la mayor parte de las figuras posee indicación del
sexo masculino. En ambos sitios los antropomorfos
aparecen agrupados en conjuntos, a diferencia de
los restantes, donde se manifiestan en forma aislada,
dispersa o agrupados de a dos.
B. Sondeo y primeras exploraciones en
el espacio contiguo al arte rupestre
Se decidió realizar un sondeo en un sector
que poseía sedimento acumulado visible entre matas
de calafate y contra la pared del afloramiento, por
encima del cual se encontraban motivos grabados
(Figs. 2 y 9). En la superficie donde éste se realizó
se recolectaron tres lascas de sílice. Si bien se
delimitó como un sondeo de 50 x 50 cm, debido
a la curvatura de la pared, aproximadamente a los
10 cm de profundidad desde la superficie el área
excavada se agrandó hasta los 50 x 60 cm. No fue
posible distinguir capas en el sedimento, por lo que
se subdividió en niveles artificiales. La excavación
finalizó entre 30 y 40 cm de profundidad debido a la
ausencia de hallazgos y la reducción de la superficie
excavable a menos de la mitad dada la presencia
de grandes rocas de basalto, parte del derrumbe
del afloramiento, lo que imposibilitaba continuar
excavando.
En el sondeo se recolectó un total de siete lascas
enteras, 13 lascas fragmentadas (10 de ellas proximales
y 3 distales) y 10 fragmentos indeterminados. Entre
los fragmentos proximales hay cuatro hojas; el resto
de las formas base determinadas corresponde a
lascas angulares y de arista. En cuanto a las materias
primas, considerando solamente a los artefactos
identificados, predominan las rocas silíceas (60%),
seguidas por la calcedonia (25%), la obsidiana (10%)
y la dacita (5%). Los fragmentos indeterminados
corresponden sólo a sílice y calcedonia.
El fechado se realizó sobre un fragmento
óseo de mamífero grande, posiblemente guanaco.
Se encontraba en posición horizontal a 27,5 cm
de profundidad. La fractura es mayormente fresca.
En su cara interna presenta marcas de roedor y un
lascado sobre el lado derecho. El fragmento está
en buen estado de conservación, corresponde a un
estadio de meteorización 1 (Behrensmeyer, 1978) y
EL CAÑADÓN LA FLECHA (PATAGONIA, ARGENTINA)
15
Fig. 9. Localización de motivos rupestres, sondeo y estructuras.
presenta óxido de manganeso en toda la superficie
cortical. A 27 cm de profundidad se recuperó un
fragmento de hueso largo de Mammalia grande con
tejido trabecular en un extremo interno. La fractura
es fresca y de tipo helicoidal regular. No presenta
huellas antrópicas ni marcas de origen animal. Tiene
un estado de meteorización 3 y presenta óxido de
manganeso en forma de pequeños puntos dispersos
por toda su superficie. Además, se recuperaron dos
fragmentos óseos indeterminados, una mandíbula de
roedor fragmentada y restos de carbón. Se fechó el
resto óseo que se encontraba a mayor profundidad,
obteniéndose una datación de 240 + 20 años AP
(UGAMS-46267) o 1.653 a 1.802 AD.
En la exploración del cañadón y sus alrededores
se registraron varias estructuras de roca sobre la
meseta, en su mayoría ubicadas sobre su borde (Figs.
9 y 10). Una se encuentra al oeste del cañadón, cinco
se localizan hacia el sudoeste -la más alejada a 450
m-, mientras que seis se ubican hacia el este -estando
la más distante a 200 m del borde de la meseta-. Del
total de estructuras, siete presentan rocas apiladas de
forma irregular, sin material asociado y con patrones
irregulares de líquenes. Tienen gran variabilidad en
cuanto a su tamaño y la cantidad de rocas utilizadas.
Una de estas acumulaciones está en asociación con
un sendero de piedra de aproximadamente 30 m de
longitud, que baja desde el borde más alto de la meseta
hacia una cornisa, unos metros más abajo. Cuatro
estructuras tienen forma subcircular o semicircular,
con las rocas apiladas en hilera de manera análoga
a un pircado. Dos de ellas están bien construidas,
ubicadas sobre el borde de la meseta con visión
hacia el cañadón. Una presenta una única hilera
de rocas (Fig. 10 a) pero existen rocas próximas
que sugieren que podría haber sido más alta. La
otra muestra superposiciones de hileras de rocas y
derrumbes, al menos en un sector (Fig. 10 b). En
ningún caso se encontraron materiales asociados.
A las estructuras mencionadas se les suma una
dudosa que requiere observaciones adicionales para
confirmar su carácter antrópico. Si bien en todos los
casos se necesitan mayores estudios para evaluar su
función, al comparar su ubicación y su morfología
general con las de otras estructuras de la región
(Franco et al. 2021; Goñi et al. 2011-2012; Gradin,
1976), podemos inferir dos funciones posibles. Por
un lado, las estructuras circulares podrían haber sido
16
N. FRANCO et al.
Fig. 10. a. Estructuras subcirculares ubicadas en el borde de la meseta. b. Al fondo, vista de la meseta hacia el sudoeste.
utilizadas como parapetos de caza, mientras que las
acumulaciones de rocas podrían haber funcionado
como mojones para señalizar el terreno. Al no
existir material asociado resulta difícil establecer
si su construcción corresponde a las ocupaciones
de cazadores-recolectores o al establecimiento de
la estancia.
Finalmente, cabe señalar que en el basurero
de esta estancia (Fig. 9), próximo al galpón de
esquila, en la parte baja del chorrillo, se recolectaron
fragmentos de vidrio y gres. Es necesario analizar si
en algún caso las modificaciones que tienen pueden
considerarse de carácter antrópico o pueden ser
resultado de procesos de formación.
SÍNTESIS Y PERSPECTIVAS
A partir del relevamiento del arte rupestre del
cañadón La Flecha realizado en 2019 se registraron
nuevos paneles y motivos que aportaron información
novedosa para la región. En el caso de los petroglifos,
la inclusión de una mayor cantidad de motivos y
paneles no impactó en una mayor diversidad de
clases de motivos respecto a la registrada previamente
(Gradin, 2003). Entre las nuevas clases documentadas,
i.e., puntos, marcas de percusión, antropomorfos
y pisadas de roedor, las dos últimas probablemente
correspondan a motivos que Gradin (2003) interpretó,
respectivamente, como un matuasto y manos. Nuestra
nueva interpretación arroja luz acerca de otros
posibles referentes en el arte rupestre grabado. Si
bien las pisadas de roedor constituyen motivos raros
en Patagonia centro-meridional, dado que sólo se han
identificado en Norpatagonia previamente, aportan
una nueva alternativa taxonómica al repertorio
de pisadas animales, constituida por pisadas de
félidos, cánidos, camélidos, aves y caballos con y sin
herradura. Por su parte, los motivos antropomorfos
en actitud de danza forman parte de una temática
que, si bien no es abundante en la región, posee
una dispersión amplia, tanto en forma grabada
como pintada.
El nuevo registro de pinturas en La Flecha
resultó ventajoso porque el uso de la aplicación D
Stretch permitió observar nuevas clases de motivos
que no pudieron ser identificadas previamente a
ojo desnudo. Éstas incluyen formas geométricas
como líneas con trazos perpendiculares, círculos,
cuadriláteros y espirales, que se suman a las manos
negativas, manchas y líneas paralelas registradas
por Gradin (2003).
Respecto del sondeo efectuado en proximidad
a los petroglifos, el fechado reciente obtenido en
La Flecha (1.653 a 1.802 AD) probablemente
corresponda a una de las últimas ocupaciones de
este espacio por parte de cazadores-recolectores en
un momento de contacto con los europeos. Poco
antes, a finales del Holoceno tardío, las poblaciones
cazadores-recolectoras estaban usando reparos
rocosos localizados en los espacios próximos a la
cuenca media del río Chico, que está siendo estudiada
por el equipo de investigación. Sería el caso del
extremo sur del Macizo del Deseado, con ocupaciones
datadas entre 1.457 y 1.795 AD en La Gruta 1 y 3
(Franco et al. 2017). Por otra parte, existen además
evidencias de utilización de la zona de 17 de Marzo
(entre 1.453 y 1.597 AD; Bianchi et al. 2023), donde
se identificó tecnología cerámica, presente también
en otros espacios próximos (Cassiodoro y Tessone,
2014; Cirigliano et al. 2019; Chaile et al. 2018,
2020; Goñi, 2000-2002, Goñi et al. 2011-2012). El
panorama que surge es entonces que, hacia finales
del Holoceno tardío, los grupos humanos estaban
utilizando los distintos ambientes disponibles en
EL CAÑADÓN LA FLECHA (PATAGONIA, ARGENTINA)
proximidades de la cuenca media del río Chico.
Hasta ahora no se han encontrado restos materiales
que indiquen contacto con poblaciones europeas,
excepción hecha de los posibles artefactos en vidrio
que pueden, sin embargo, ser posteriores. A este
período probablemente correspondan los petroglifos
más recientes de pátina fresca. Sin embargo, la
mayor parte de los motivos serían previos, tal como
señalan las diferencias existentes en las pátinas y la
presencia de superposiciones.
Por el momento no hay datos que permitan
establecer una edad para el arte rupestre más
temprano de La Flecha. Sólo a 40 km hacia el
este existen evidencias de ocupaciones humanas
discontinuas en el extremo sur del Macizo del Deseado
que se extienden desde la transición PleistocenoHoloceno hasta el Holoceno tardío (Brook et al.
2015; Franco et al. 2010, 2013). Estas distancias
se encuentran dentro de los rangos de acción de
los grupos cazadores-recolectores que habitan estas
latitudes (Binford, 2001; Kelly, 1995, 2013). El arte
rupestre podría dar cuenta de esta movilidad, ya que
existen sitios con petroglifos en el sur del Macizo
del Deseado -localidades de La Martita, El Verano
y La Gruta- (Acevedo, 2017; Durán, 1983-1985;
Gradin y Aguerre, 1983). Sin embargo, es necesario
evaluar este caso en mayor profundidad porque sus
semejanzas con los motivos de La Flecha se refieren
a formas simples de amplia circulación en la región,
como los círculos, los trazos y los tridígitos (Durán,
1983-1985; Gradin y Aguerre, 1983). Por el contrario,
en el sur del Macizo del Deseado existe un amplio
predominio de pinturas (Acevedo, 2017, 2018;
Acevedo y Fiore, 2020; Arrigoni, 1996; Cardich,
1979; González Dubox et al. 2021 a y b; Gradin y
Aguerre, 1983; Paunero et al. 2005), lo que podría
relacionarse con la abundante disponibilidad local
de pigmentos (Franco et al. 2020).
Como se mencionó anteriormente, la
utilización del grabado es especialmente frecuente
en los cañadones basálticos que desembocan en la
margen norte del río Santa Cruz, tanto en su curso
medio como superior, así como en las mesetas
altas ubicadas al oeste de la provincia, como la del
lago Strobel (Acevedo et al. 2012-2014; Fiore y
Acevedo, 2018; Fiore y Ocampo, 2009; Gradin,
1976, 1996; Guichón, 2018; Re, 2010, 2016 a
y b, 2017; Re y Guichón, 2013; Re et al. 2016).
El análisis comparativo realizado aquí mostró que
17
ciertas formas específicas de motivos grabados
se repiten en dichos sectores, como las figuras
antropomorfas en los cañadones Yaten Guajen y
Mercerá, las manos con base en V en el cañadón
Yaten Guajen, las manos con antebrazo en la
meseta del lago Strobel y el cañadón Mercerá, y
las pisadas de roedor en el cañadón El Lechuza. Si
bien el presente análisis apunta hacia semejanzas
particulares en la construcción interna de las
imágenes, es importante mencionar que, de acuerdo
con los estudios previos, las semejanzas entre La
Flecha y la Meseta del lago Strobel abarcan una
mayor cantidad de clases de motivos (Goñi et al.
2007; Re, 2010). Las distancias implicadas entre
los espacios mencionados se encuentran dentro del
rango de movilidad de las poblaciones humanas
para estas latitudes. En este sentido, La Flecha
dista aproximadamente 150 km de los cañadones
de la margen norte del río Santa Cruz, y 100 km
de los sitios mencionados de la Meseta del lago
Strobel (Fig. 1). Los datos etnográficos de Kelly
(2011) mencionan distancias de 175 km estimadas
para movimientos logísticos de grupos cazadoresrecolectores ubicados a 40 grados de latitud norte.
Por otra parte, para el caso de los conocidos
como Tehuelches, Binford (2001) estima que los
movimientos residenciales cubrían 580 km, aunque
debe mencionarse que estos datos corresponden
ya a un momento ecuestre, en que la forma de
movilidad había variado de manera importante. Si
se tienen en cuenta los datos de Kelly, las distancias
con respecto a las localidades arqueológicas de
Los Toldos y Cueva de Las Manos, con motivos
antropomorfos semejantes pero pintados, se
encuentran dentro de este rango de distancias o
próximo a ella (170 y 187 km respectivamente).
Lo mismo ocurre con las manos con base en U
que se han registrado en la localidad Piedra Museo
(Macizo del Deseado), 185 km al NE de La Flecha.
Las razones en las semejanzas de otros
motivos, ubicados a mayores distancias, son más
difíciles de explicar, como sería el caso de aquellos
localizados al sur del río Santa Cruz, con la existencia
de un accidente geográfico más difícil de atravesar,
especialmente en tiempos anteriores a la entrada
del caballo. Las semejanzas identificadas en Lago
Argentino se encuentran a 240 km de distancia,
mientras que la región de Magallanes se localiza
a 400 km hacia el sur (Fig. 1). Sin embargo, debe
18
N. FRANCO et al.
recordarse que la información genética y cultural
disponible para el sur de Lago Argentino apunta a
la entrada de nuevos grupos humanos procedentes
desde el norte hacia ca. 1.225-1.395 AD (Franco,
2017), por lo que procesos de movilidad humana
a mayores escalas no deben descartarse. Son aún
más difíciles de explicar las semejanzas en pisadas
de roedores, registradas en Norpatagonia, más de
900 km al norte de La Flecha. Éstas se encuentran
muy por encima de los circuitos de movilidad anual
de los grupos cazadores-recolectores y podrían ser
el resultado de la circulación de ideas compartidas
en el marco de redes de interacción social abiertas
(sensu Gamble, 1982) o de movimientos a grandes
escalas. Estos últimos parecerían estar dándose a
finales del Holoceno tardío, como indican los datos
ya mencionados del sur de la cuenca superior del
río Santa Cruz (Franco et al. 2017).
Por otra parte, es sumamente difícil datar
el arte rupestre, especialmente en el caso de los
petroglifos. Gradin (1976) planteó que los localizados
en la Meseta del lago Buenos Aires se vinculaban
culturalmente con los parapetos correspondientes al
nivel río Pinturas IV, homologable al Patagoniense
acerámico, cuya edad podía estimarse en ca.
2.000 años AP. A partir de sus semejanzas con
los grabados de la Meseta del lago Strobel y de los
cañadones de la margen norte del río Santa Cruz
asumió una cronología semejante para estos últimos.
Posteriormente, se propuso que ciertos motivos
grabados de la Meseta del lago Strobel, como las
siluetas de guanacos, los reticulados, las líneas rectas
paralelas, los círculos y las líneas sinuosas, poseían
una edad más antigua a juzgar por sus pátinas más
oscuras y su posición inferior en las superposiciones.
Estos motivos se vinculaban con las ocupaciones
más antiguas del sector, datadas en ca. 3.200 años
AP en la Meseta del Strobel (Re, 2010) y entre
ca. 5.000 y 4.000 años AP en la Meseta del lago
Guitarra (Re, 2016). La secuencia de producción
de petroglifos se intensifica durante el Holoceno
tardío en la Meseta del Strobel y continúa hasta
momentos de contacto con los europeos, como
indican ciertos motivos interpretados como siluetas
de caballos y huellas de caballo con herradura (Re
et al. 2021). Los fechados más tempranos de los
cañadones de la margen norte del río Santa Cruz
datan de hace ca. 8.500 años cal AP, siendo más
frecuentes en el Holoceno tardío, a partir de 3.100-
2.900 años cal AP (Franco, 2008; Franco et al.
2007 a y b, 2014; Vetrisano et al. 2023). A este
último período corresponden evidencias de pigmento
en estratigrafía, por lo que puede pensarse que la
técnica de pintura estaba presente en ese momento.
Aunque no hay datos para conocer la edad de los
petroglifos en este sector, el hallazgo de pinturas
sobre motivos grabados señala la preexistencia de
estos últimos y les provee una edad mínima vinculable
al Holoceno tardío. Las ocupaciones humanas en
estos cañadones continúan hasta tiempos históricos
dada la información proporcionada por pobladores
locales (com. pers. Hudson a Franco, 2008) y la
presencia de raspadores y desechos en vidrio, que
atestiguan la continuidad de esta técnica de talla
tradicional, aunque con un cambio en las materias
primas utilizadas (Cirigliano, 2021).
En el caso de La Flecha, se observa que el
tramo del paredón con arte rupestre se encuentra
en el faldeo alto del cañadón desde el cual se accede
a la meseta donde se encuentran las estructuras
de piedra (Fig. 10). Si bien es necesario estudiar la
funcionalidad de dichas estructuras, su localización
coincide con aquéllas presentes en las mesetas
de los lagos Buenos Aires y Strobel en lo que se
refiere al vínculo espacial entre el arte rupestre y
los parapetos de caza (Goñi et al. 2014; Gradin,
1976). Se espera que los avances en el estudio de
los restos materiales que puedan estar asociados
con estas estructuras y la posibilidad de obtener
dataciones puedan proveer un marco cronológico y
contextual para el arte rupestre. Otra tarea pendiente
es avanzar en el análisis cualitativo y cuantitativo
del arte rupestre del paredón para profundizar el
estudio comparativo a escala regional mediante
la inclusión de más clases de motivos. Asimismo,
es necesario relevar y analizar otros sectores con
petroglifos cercanos al cañadón.
AGRADECIMIENTOS
Este trabajo fue realizado en el marco
de los proyectos PICT 2015-2038 (ANPCyT),
P I P 112 2 02 0 010 32 70 C O y U B AC yT
20020170100663BA (Universidad de Buenos
Aires). Queremos agradecer al Sr. Martín Astorga,
propietario de la estancia La Flecha, por su interés
en estos trabajos y la financiación de la datación
radiocarbónica. A la Dra. A. M. Aguerre, por su
EL CAÑADÓN LA FLECHA (PATAGONIA, ARGENTINA)
interés y comentarios sobre el nuevo relevamiento
en La Flecha. A la familia Hudson de estancia Yaten
Guajen, a la familia Reinsch de estancia Marta, a la
sra. Adriana Aristizábal por sus comentarios sobre
Punta Walichu y a los dueños de la estancia Cardiel
Chico, por la información sobre la presencia de
comunidades originarias en tiempos históricos. A
los Dres. Ulyses Pardiñas y Silvana Buscaglia, por su
información sobre roedores y contactos interétnicos
respectivamente. A la Lic. María Victoria Fiel, por
la identificación de los restos faunísticos. A María
Isabel Hernández Llosas por compartir gentilmente su
calco de los motivos de Chorrillo Malo reproducidos
aquí. A los evaluadores anónimos cuyas sugerencias
contribuyeron a mejorar este trabajo.
BILBIOGRAFÍA
Acevedo, A. (2017). Arte, composición visual y paisaje.
Un estudio de la producción rupestre de los grupos
cazadores-recolectores de la región Extremo Sur del
Macizo del Deseado (Provincia de Santa Cruz, Argentina).
(Tesis Doctoral inédita), Facultad de Filosofía y Letras,
Universidad de Buenos Aires, Argentina.
Acevedo, A. (2018). El arte rupestre de la localidad arqueológica
La Gruta (Patagonia, Argentina). Magallania, 46(2),
231-251.
Acevedo, A., y Fiore, D. (2020). Imágenes, códigos y comunicación:
un análisis del arte rupestre en el Extremo Sur del Macizo
del Deseado (Patagonia, Argentina). Arqueología,
26(2), 127-155.
Acevedo, A., y Franco, N. (2012). Aplicación de D Stretch-Image
J a imágenes digitales del arte rupestre de Patagonia.
Comechingonia Virtual, 6(2), 152-175.
Acevedo, A., Fiore, D., Franco, N.V., y Ocampo, M. (2012-2014).
Arte y espacio. Estructuración de los repertorios de arte
rupestre en los cañadones Yaten Guajen y El Lechuza
(margen norte del río Santa Cruz, Patagonia, Argentina).
Mundo de Antes, 8, 9-33.
Arrigoni, G. (1996). El arte rupestre del cañadón Sin Nombre.
Cueva de los Felinos. (Santa Cruz). En J. Gómez Otero
(Ed.), Arqueología. Solo Patagonia. Ponencias de las II
Jornadas de Arqueología de la Patagonia (pp. 131-141).
CENPAT-CONICET.
Aschero, C. (1988). Pinturas rupestres, actividades y recursos
naturales: un encuadre arqueológico. En H. Yacobaccio
(Ed.), Arqueología Contemporánea Argentina, Actualidad
y Perspectivas (pp. 109-145). Ediciones Búsqueda.
Aschero, C. (1996). ¿Adónde van esos guanacos? En J. Gómez
19
Otero (Ed.), Arqueología. Solo Patagonia. Ponencias
de las II Jornadas de Arqueología de la Patagonia (pp.
153-162). CENPAT-CONICET.
Aschero, C. (1997). De cómo interactúan emplazamientos,
conjuntos y temas. Revista del Museo de Historia
Natural de San Rafael, XVI, 17-28.
Aschero, C. (2018). Hunting scenes in Cueva de las Manos
Styles, content and chronology (Río Pinturas, Santa
Cruz - Argentinian Patagonia). En A. Troncoso, F.
Armstrong y G. Nash (Eds.), Archaeologies of Rock
Art. South American Perspectives, 209-237. Routledge.
Bailey, G. (2007). Time perspectives, palimpsests and the
archaeology of time. Journal of Anthropological
Archaeology, 26, 198-223.
Bate, L.F. (1970). Primeras investigaciones sobre el arte rupestre
de la Patagonia chilena (Segundo Informe). Anales del
Instituto de la Patagonia, 2(1-2), 33-41.
Behrensmeyer, A. K. (1978). Taphonomic and ecology information
from bone weathering. Paleobiology, 4, 150-162.
Bianchi, P.E., Brook, G.A., y Franco, N.V. (2023). New Potsherds
From The 17 De Marzo Archaeological Locality:
Possible Links Between The Adoption Of Ceramics And
Climate Change In Central-South Patagonia (Argentina).
[Manuscrito en evaluación].
Binford, L.R. (1980). Willow smoke and dogs’ tails: hunter-gatherer
settlement systems and archaeological site formation.
American Antiquity, 45(1), 4-20.
Binford, L.R. (1982). The archaeology of place. Journal of
Anthropological Archaeology, 1(1), 5-31.
Binford, L.R. (2001). Constructing Frames of Reference: An
Analytical Method for Archaeological Theory Building
Using Ethographic and Environmental Data Sets.
University of California Press.
Brady, L.M., Hampson, J., y Domingo Sanz, I. (2017). Recording
Rock Art: Strategies, Challenges, and Embracing the
Digital Revolution. En B. David e I. J. McNiven (Eds.), The
Oxford Handbook of the Archaeology and Anthropology
of Rock Art (pp. 763-786). Oxford University Press.
Brook, G.A., Franco, N.V., Ambrústolo, P., Mancini, M.V.,
Wang, L., y Fernández, P.M. (2015). Evidence of
the earliest humans in the Southern Deseado Massif
(Patagonia, Argentina), Mylodontidae, and changes
in water availability. Quaternary International, 363,
107-125.
Brook, G.A., Franco, N. V., Cherkinsky, A., Acevedo, A., Fiore, D.,
Pope, T., Weimar III, R., Neher, G., Evansy, H. y Salguero,
T. (2018). Pigments, binders, and ages of rock art at Viuda
Quenzana, Santa Cruz, Patagonia (Argentina). Journal of
Archaeological Science: Reports, 21, 47-63.
20
N. FRANCO et al.
Buscaglia, S. (2011). La representación de las relaciones
interétnicas en el discurso de Antonio de Viedma
(Patagonia Meridional, siglo XVIII). Magallania, 39(2),
15-35.
Buscaglia, S. (2019). El origen de la cacica María y su familia. Una
aproximación genealógica (Patagonia, siglos XVIII-XIX.
Corpus. Archivos virtuales de la alteridad americana,
9(1), 1-34. https://doi.org/ 10.4000/corpusarchivos.2915.
Carden, N. (2008). Imágenes a través del tiempo. Arte rupestre
y construcción social del paisaje en la Meseta Central
de Santa Cruz. Sociedad Argentina de Antropología.
Carden, N., y Leon, D.C. (2022). El lado oculto de la localidad
Para Yacu, sur de Santiago del Estero, Argentina. Un
enfoque semiótico para la interpretación de las pinturas
rupestres. Chungara. Revista de Antropología Chilena,
54(4), 697-717.
Carden, N., y Martínez, G. (2014). Diseños fragmentados.
Circulación social de imágenes sobre cáscaras de huevo
de Rheidae en Pampa y Norpatagonia. Boletín del
Museo Chileno de Arte Precolombino, 19(2), 55-75.
Carden, N., y Miotti, L. (2020). Unraveling rock art palimpsests
through superimpositions: The definition of painting
episodes in Los Toldos (southern Patagonia) as a baseline
for chronology. Journal of Archaeological Science:
Reports, 30, 102265. https://doi.org/10.1016/j.
jasrep.2020.102265.
Carden, N. y Prates, L. (2015). Pinturas rupestres en un espacio
funerario: el caso del sitio Cueva Galpón (Departamento
de Valcheta, Río Negro). Magallania, 43(1), 117-136.
Carden, N., Miotti, L., y Blanco, R. V. (2018). Nuevos datos
sobre las pinturas rupestres de Los Toldos (Santa
Cruz, Argentina): bases para un enfoque comparativo
en Patagonia Meridional. Latin American Antiquity,
29(2), 293-310.
Cardich, A. (1979). A propósito de un motivo sobresaliente en
las pinturas rupestres de “El Ceibo” (Provincia de Santa
Cruz, Argentina). Relaciones de la Sociedad Argentina
de Antropología, XIII, 163-182.
Cassiodoro, G.A., y Tessone, A. (2014). Análisis radiocarbónicos y
de isótopos estables en residuos cerámicos del centro-oeste
de Santa Cruz (Patagonia). Relaciones de la Sociedad
Argentina de Antropología, XXXIX(1), 293-299.
Cassiodoro, G., Re, A., y Rindel, D. (2014). Estrategias de caza
en espacios altos de Patagonia meridional durante el
Holoceno tardío: evidencia arqueofaunística, tecnológica
y rupestre. En: G. Cassiodoro, A. Re y D. Rindel (Eds.),
Integración de diferentes líneas de evidencia en la
arqueología argentina (pp. 113-137). Aspha ediciones.
Chaile, C., Lantos, I., Maier, M., Cassiodoro, G., y Tessone, A.
(2018). Análisis de residuos orgánicos en tecnología
cerámica durante el Holoceno tardío en el centrooeste de Santa Cruz, Argentina. Intersecciones en
Antropología, 19, 133-143.
Chaile, C., Goñi, R., y Cassiodoro, G. (2020). Uso de cerámica
en cazadores-recolectores del centro-oeste de la provincia
de Santa Cruz (Patagonia Argentina). En V. Schuster y
A. Pérez (Eds.), Cerámica arqueológica de la Patagonia
(pp. 59-76). Fundación de Historia Natural Félix de Azara.
Charlin, J., y Borrero, L.A. (2012). Rock art, inherited landscapes,
and human populations in southern Patagonia. En J.
McDonald y P. Veth (Eds.), A companion to rock art
(pp. 381-398). Wiley Blackwell.
Cirigliano, N. (2021). ¿Escondrijo o basural? Un aporte desde el
registro arqueológico vítreo recuperado en la pequeña
cavidad de un bloque (provincia de Santa Cruz, Argentina).
Chungara. Revista de Antropología Chilena, 53(1), 21-33.
Cirigliano, N.A, Montenegro, T., Franco, N.V., Brook, G.A.,
y Cherkinsky, A. (2019). Hallazgos cerámicos y su
cronología en el área comprendida entre el Extremo Sur
del Macizo del Deseado y la cuenca del río Santa Cruz
(Patagonia Sur, Argentina). Magallania, 47(2), 132-149.
Durán, V. (1983-1985). Arte Rupestre de los cazadores patagónicos
en “El Verano”, área de la Martita, Departamento de
Magallanes, Provincia de Santa Cruz (II). Anales de
Arqueología y Etnología, 38-40, 43-75.
Fernández, M.M. (2009). Arqueología de la cuenca inferior
del arroyo Pichileufú: los cambios sociales a través del
análisis de la organización espacial, la incorporación
de nuevas tecnologías y las expresiones simbólicas.
(Tesis doctoral inédita), Facultad de Filosofía y Letras,
Universidad de Buenos Aires.
Fiore, D., y Acevedo, A. (2016). El trabajo del arte. Una evaluación
de la inversión laboral en la producción de arte rupestre: el
caso del Cañadón Yaten Guajen (Santa Cruz, Patagonia,
Argentina). En A.M. Rocchietti, F. Oliva, F. Solomita y M.
Algrain (Eds.), Imágenes rupestres: lugares y regiones
(pp. 485-504). CEAR-CEAH.
Fiore, D., y Acevedo, A. (2018). Paisajes rupestres. La identificación
de patrones de producción y distribución de arte parietal
en escalas espaciales amplias (Cañadón Yaten Guajen,
Santa Cruz, Patagonia argentina). Arqueología, 24(2),
177-207.
Fiore, D., y Borella, F. (2010). Geometrías delicadas. Diseños
grabados en cáscaras de huevo de Rheidae recuperados
en la costa norte del golfo San Matías, Río Negro.
Intersecciones en Antropología, 11, 277-293.
Fiore, D., y Ocampo, M. (2009). Arte rupestre de la región
Margen Norte del Río Santa Cruz: una perspectiva
EL CAÑADÓN LA FLECHA (PATAGONIA, ARGENTINA)
21
distribucional. En M. Salemme, F. Santiago, M. Álvarez,
E. Piana, M. Vázquez y M. Mansur (Eds.), Arqueología
de Patagonia: una mirada desde el último confín (pp.
499-513). Editorial Utopías.
Franco, N.V. (2008). La estructura tecnológica regional y la
comprensión de la movilidad humana: tendencias
para la cuenca del río Santa Cruz. En Borrero, L.A. y
Franco, N. V. (Eds.), Arqueología del extremo sur del
continente americano. Resultados de nuevos proyectos
(pp. 119-154). IMHICIHU (CONICET).
Franco, N.V., Ambrústolo, P., Acevedo, A., Cirigliano, N., y
En F. Morello, M. Martinic, A. Prieto y G. Bahamonde
(Eds.), Arqueología de Fuego-Patagonia. Levantando
piedras, desenterrando huesos… y develando arcanos
(pp. 541-553). Ediciones CEQUA.
Franco, N.V., Vetrisano, L., Gilio, B.L., Cirigliano, N., Bianchi,
P.E. (2021). Hunting Blinds in the Southern End of the
Deseado Massif: Collective Hunting Strategies During
the Late Holocene. En J.B. Belardi, D.L. Bozzuto, P.M.
Fernández, E.A. Moreno y G.A. Neme (Eds.), Ancient
Hunting Strategies in Southern South America (pp. 313341). The Latin American Studies Book Series. Springer.
Vommaro, M. (2013). Prospecciones en el sur del Macizo
del Deseado (Provincia de Santa Cruz, Argentina). Los
casos de La Gruta y Viuda Quenzana. En A.F. Zangrando,
R. Barberena, A. Gil, G. Neme, M. Giardina, L. Luna,
C. Otaola, S. Paulides, L. Salgán y A. Tívoli (Eds.),
Tendencias teórico-metodológicas y casos de estudio
en la arqueología de la Patagonia (pp. 371-378). Altuna
Impresores.
Franco, N.V., Borrero, L.A., Belardi, J.B., Carballo Marina, F.,
Martin, F.M., Campan, P., Favier Dubois, C., Stadler,
N., Hernández, M.I., Cepeda, H., Muñoz, A.S., Borella,
F., Muñoz, F., y Cruz, I. (1999). Arqueología del Cordón
Baguales y sistema lacustre al sur del Lago Argentino.
Praehistoria, 3, 65-86.
Franco, N.V., Cardillo, M., Otaola, C., Arregui, N., y Gaal,
E. (2007b). Tendencias preliminares en el registro
arqueológico del curso medio y superior del arroyo
El Lechuza, provincia de Santa Cruz, Argentina.
Intersecciones en Antropología, 8, 271-285.
Franco, N.V., Cirigliano, N., Fiore, D., Ocampo, M., y Acevedo,
A. (2014). Las ocupaciones del Holoceno tardío en
los cañadones basálticos del norte del río Santa Cruz
(Patagonia, Argentina). Intersecciones en Antropología,
15, 377-389.
Franco, N.V., Galimany, J., Moraga, M., y Borrero, L.A. (2017).
La integración de información cultural y genética en el
sur de la cuenca superior del río Santa Cruz: primeros
resultados. Décimas Jornadas de Arqueología de la
Patagonia, 15. IDEAUS-CONICET.
Franco, N.V., Martucci, M., Ambrústolo, P., Brook, G.A., Mancini,
M.V., y Cirigliano, N. (2010). Ocupaciones humanas
correspondientes a la transición Pleistoceno-Holoceno
al sur del Macizo del Deseado: el área de La Gruta
(provincia de Santa Cruz, Argentina). Relaciones de la
Sociedad Argentina de Antropología, XXXV, 301-308.
Franco, N.V., Otaola, C., y Cardillo, M. (2007a). Resultados de
los trabajos exploratorios realizados en la margen norte
del río Santa Cruz (Provincia de Santa Cruz, Argentina).
https://doi.org/10.1007/978-3-030-61187-3_12
Franco, N.V., Vetrisano, L., Mancini, M.V., y Brook, G.A. (2020).
Nueva información referida a la transición PleistocenoHoloceno y al Holoceno temprano en el extremo sur
del Macizo del Deseado (Patagonia, Argentina). En C.
Weitzel, N. Mazzia, D. Hermo, D. Bozzuto, L. Marchioni
y J. Motti (Eds.), Revista del Museo de La Plata, Dossier
Ocupaciones tempranas en América del Sur: voces
desde el Cono Sur, 5(1), 108-124.
Gamble, C. (1982). Interaction and alliance in Palaeolithic
Society. Man, 17, 92-107.
González Dubox, R., Frank, A., Cueto, M., y Paunero, R. (2021a).
Manifestaciones rupestres situadas: tipología y distribución
de las pinturas de La María Quebrada, provincia de
Santa Cruz. Cuadernos del Instituto Nacional de
Antropología y Pensamiento Latinoamericano - Series
Especiales, 9(1), 225-244.
González Dubox, R., Cueto, M., Frank, A., Valiza Davis, C., Skarbun,
F., y Paunero, R. (2021b). Volver a La Evelina. Nuevos
relevamientos de manifestaciones rupestres en el oeste de
la Meseta Central de Santa Cruz (Argentina). Cuadernos
del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento
Latinoamericano - Series Especiales, 9(1), 245-264.
Goñi, R.A. (2000-2002). Fechados radiocarbónicos y registro
arqueológico en la cuenca de los lagos Salitroso/Posadas
(Santa Cruz). Cuadernos del Instituto Nacional de
Antropología y Pensamiento Latinoamericano, 19,
666-668.
Goñi, R.A., Belardi, J.B., Re, A., Nuevo Delaunay, A., Molinari,
R.L., y Ferraro, L. (2007). Los grabados de la meseta del
lago Strobel (Patagonia argentina) desde una perspectiva
regional. En R. Hostnig, M. Strecker y J. Guffroy (Eds.),
Actas del Primer Simposio Nacional de Arte Rupestre
(pp. 427-438). Instituto Francés de Estudios AndinosInstituto de Investigación para el Desarrollo - Embajada
de Alemania en el Perú.
Goñi, R.A., Cassiodoro, G., y Rindel, D. (2011-2012). Poblamiento
de mesetas: Arqueología de Pampa del Asador y
22
N. FRANCO et al.
Cerro Pampa (Patagonia meridional). Cuadernos del
Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento
Latinoamericano, 23, 21-36.
Goñi, R.A., Re, A., Belardi, J.B., Flores Coni, J., y Guichon,
F. (2014). Un lugar muy particular. Caza, convergencia
de poblaciones y circulación de información en la
meseta del Strobel. En R.A. Goñi, J.B. Belardi, G.
Cassiodoro y A. Re (Eds.), Arqueología de las cuencas
de los lagos Cardiel y Strobel. Poblamiento humano
y paleoambientes en Patagonia (pp. 155-186). Aspha
Ediciones.
Gradin, C.J. (1976). Parapetos de piedra y grabados rupestres en
la Meseta del Lago Buenos Aires. Actas del IV Congreso
Nacional de Arqueología Argentina, II(1-4), 315-337.
Gradin, C.J. (1978). Algunos aspectos del análisis de las
manifestaciones rupestres. Revista del Museo Provincial,
I, 120-137.
Gradin, C.J. (1983). El Arte Rupestre de la Cuenca del Río
Pinturas, Provincia de Santa Cruz, República Argentina.
Ars Praehistórica, II, 87-149.
Gradin, C.J. (1996). Grabados y parapetos de la zona sur de la
meseta del Lago Buenos Aires (Prov. de Santa Cruz).
En J. Gómez Otero (Ed.), Arqueología. Solo Patagonia
(pp. 173-184). CENPAT-CONICET.
Gradin, C.J. (2001). El Arte Rupestre de los cazadores de
guanaco de la Patagonia. En E. Berberián y A. Nielsen
(Eds.), Historia Argentina Prehispánica, II (pp. 839874). Editorial Brujas.
Gradin, C.J. (2003). Grabados de la Estancia La Flecha,
Gobernador Gregores, Provincia de Santa Cruz. En
A. Aguerre (Comp.), Arqueología y Paleoambiente en
la Patagonia Santacruceña Argentina (pp. 121-137).
Talleres Gráficos Nuevo Offset.
Gradin, C.J., y Aguerre, A.M. (1983). Arte Rupestre del área de
La Martita. Sección A del Departamento Magallanes,
Provincia de Santa Cruz. Relaciones de la Sociedad
Argentina de Antropología, XV, 125-223.
Guichón, F. (2018). Redes de información durante el Holoceno
medio y tardío en Patagonia meridional. Estudio de las
representaciones rupestres en la cuenca del lago Cardiel
y sur de la meseta del Strobel. (Tesis doctoral inédita),
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires.
Gradin, C., Aschero, C., y Aguerre, A. (1976). Investigaciones
arqueológicas en la Cueva de las Manos, Alto Río Pinturas,
Santa Cruz. Relaciones de la Sociedad Argentina de
Antropología, X, 201-251.
Gradin, C., Aschero, C., y Aguerre, A. (1979). Arqueología
del área del Río Pinturas. Relaciones de la Sociedad
Argentina de Antropología, XIII, 183-227.
Guichón, F., Re, A., Goñi, R., y Flores Coni, J. (2016). Asignación
temporal y contextualización de los grabados en mesetas
altas de Santa Cruz, Argentina. En F. Oliva, A. Rocchietti
y F. Solomita Banfi (Eds.), Imágenes rupestres: lugares y
regiones (pp. 505-516). Universidad Nacional de Rosario.
Harman, J. (2008). Using Decorrelation Stretch to enhance rock art
images. http//: www.dstretch.com/AlgorithmDescription.
html .
Hernández Llosas, M.I. (2006). A Unique Discovery at the End
of the Continent: “Perspective”, A Technique Used to
Design a Complex Rock Art Motif. American Indian
Rock Art, 21, 183-184.
Hogg, A., Heaton, T., Hua, Q., Palmer, J., Turney, C., Southon,
J., Bayliss, A., Blackwell, P., Boswijk, G., Bronk Ramsey,
C., Pearson, C., Petchey, F., Reimer, P., Reimer, R., y
Wacker, L. (2020). SHCal20 Southern Hemisphere
Calibration, 0–55,000 Years cal BP. Radiocarbon,
62(4), 759-778. https://doi.org/10.1017/RDC.2020.59.
Kelly, R.L. (1995). The Foraging Spectrum. Diversity in HunterGatherer Lifeways. Percheron Press.
Kelly, R. (2011). Obsidian in the Carson Desert: Mobility or
Trade? En R. Hughes (Ed.), Investigating Prehistoric
Trade and Exchange in Western North America (pp.
189-200). University of Utah Press.
Kelly, R.L. (2013). The lifeways of hunter-gatherers: The
foraging spectrum. 2nd Ed. Cambridge.
Lynch, V., Vargas Gariglio, J., y Terranova, D.E. (2019).
Engraved stone plaquettes from the North Patagonian
area (Somuncurá plateau, Río Negro, Argentina) and
the use of different microscopic techniques for their
analysis. World Archaeology, 51(1), 104-125.
Martinic, M. (1992). Historia de la Región Magallánica.
Universidad de Magallanes.
Massone, M. (1982). Nuevas investigaciones sobre arte rupestre
de Patagonia meridional chilena. Anales del Instituto
de la Patagonia, 13, 73-94.
Menghin, O. (1957). Estilos del Arte Rupestre de Patagonia.
Acta Praehistórica, I, 57-87.
Panza, J.L., y Marín, G. (1998). Geología. Hoja Geológica
4969-I “Gobernador Gregores”, Provincia de Santa
Cruz. Boletín, 239, 1-104. SEGEMAR.
Paunero, R.S., Frank, A., Skarbun, F., Rosales, G., Zapata,
G., Cueto, M., Paunero, M., Martínez, D., López, R.,
Lunazzi, N., y Del Giorgio, M. (2005). Arte Rupestre
en Estancia La María, Meseta Central de Santa Cruz:
sectorización y contextos arqueológicos. Relaciones de
la Sociedad Argentina de Antropología, XXX, 147-168.
Podestá, M.M., Bellelli, C., Labarca, R., Albornoz, A.M.,
Vasini, A., y Tropea, E. (2008). Arte rupestre en pasos
EL CAÑADÓN LA FLECHA (PATAGONIA, ARGENTINA)
cordilleranos del bosque andino patagónico (El Manso,
Región de los Lagos y Provincia de Río Negro, ChileArgentina). Magallania, 36(2), 143-153.
Podestá, M.M., Romero Villanueva Badin, G., Forlano, A.I.,
y Caracotche, M.S. (2019). Gran Paredón de Azcona
(provincia de Río Negro, Patagonia): puesta al día en
la documentación de sus pinturas rupestres (19552015). Sociedades de Paisajes Áridos y Semiáridos,
12(2), 177-197.
Prates, L., Ballejo, F., y Blasi, A. (2016). Analysis of hair remains
from a hunter-gatherer grave from Patagonia: taxonomic
identification and archaeological implications. Journal
of Archaeological Science: Reports, 8, 142-146.
Re, A. (2010). Representaciones rupestres en mesetas altas de
la provincia de Santa Cruz. Circulación de información
en espacios de uso estacional. (Tesis Doctoral inédita),
Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos
Aires, Argentina.
Re, A. (2016a). Superimpositions and attitudes towards preexisting rock art: a case study in Southern Patagonia.
En R.G. Bednarik, D. Fiore, M. Basile, G. Kumar y T.
Huisheng (Eds.), Palaeoart and Materiality. The Scientific
Study of Rock Art (pp. 15-30). Archaeopress Publishing.
Re, A. (2016b). Las escenas de caza del Holoceno tardío
en Patagonia centro-meridional. En F. Mena (Ed.),
Arqueología de Patagonia: de mar a mar (pp. 486495). Andros Impresores.
Re, A. (2017). Grabados de guanacos en la Patagonia austral.
Intersecciones en Antropología, 18, 135-147.
Re, A., y Guichón, F. (2013). Las representaciones rupestres de
la meseta del lago Guitarra (provincia de Santa Cruz).
En F. Zangrando, R. Barberena, A. Gil, G. Neme, M.
Giardina, L. Luna, C. Otaola, L. Paulides, L. Salgán y
A. Tivoli (Eds.), Tendencias Teórico-Metodológicas y
Casos de Estudio en la Arqueología de Patagonia (pp.
495-504). Museo de Historia Natural de San Rafael.
Re, A., Belardi, J.B., y Goñi, R. (2009). Dinámica poblacional
tardía en la Patagonia meridional: su discusión y evaluación
a través de la distribución de motivos rupestres. En M.
Sepúlveda, L. Briones y J. Chacama (Eds.), Crónicas
sobre la piedra. Arte rupestre de las Américas (pp.
293-309). Universidad de Tarapacá.
23
Re, A., Guichón, F., Espinosa, M., y Martínez, L. (2021). Los
puntos claves para la comunicación por medios materiales
durante el Holoceno tardío en el centro - oeste de Santa
Cruz (Patagonia meridional, Argentina). Boletín del
Museo Chileno de Arte Precolombino, 26(2), 107-131.
Re, A., Cassiodoro, G., Guichón, F., Flores Coni, J., Dellepiane,
J., y Goñi, R. (2016). Sello arqueológico sobre grabados
en la Meseta del Guitarra (Santa Cruz-Argentina).
Magallania, 44(1), 259-266.
Romero Villanueva, G. (2019). Biogeografía humana y circulación
de información en el norte de Neuquén. Un análisis
arqueológico sobre la comunicación visual en grupos
cazadores recolectores del noroeste de Patagonia.
(Tesis Doctoral inédita), Facultad de Filosofía y Letras,
Universidad de Buenos Aires, Argentina.
Rumboll, M. (2011). Guía de Huellas, Rastros y Señales de los
Mamíferos de los Parques Nacionales. Editorial APN.
Senatore, M.X., Guichón, R.A., y De Nigris, M. (2007). Arqueología
en la Ciudad del Nombre de Jesús: vida y muerte en el
Estrecho de Magallanes hacia fines del siglo XVI. En
F. Morello, M. Martinic, A. Prieto y G. Bahamonde
(Eds.), Arqueología de Fuego-Patagonia. Levantando
piedras, desenterrando huesos… y develando arcanos
(pp. 779-786). Ediciones CEQUA.
Stuiver, M., Reimer, P.J., y Reimer, R.W. (23/06/2020). Calib
8.2 programa. http://calib.org.
Troncoso, A., Moya, F., Sepúlveda, M., y Cárcamo, J. (2015).
First absolute dating of Andean hunter-gatherer rock art
paintings from North Central Chile. Archaeological and
Anthropological Sciences, 9(2), 223-232.
Vetrisano, L., Gilio, B.L., Bianchi, P.E., y Fiel, M.V. (2023).
Primer fechado radiocarbónico en el curso medio del
Cañadón Yaten Guajen, cuenca del río Santa Cruz,
Patagonia Argentina. [En prensa].
Whallon, R. (2006). Social networks and information: Non
“utilitarian” mobility among hunter-gatherers. Journal
of Anthropological Archaeology 25(2), 259-270.
Whallon, R. (2011). An introduction to information and its role
in hunter-gatherer bands. En R. Whallon, W.A. Lovis
y R.K. Hitchcock (Eds.), Information and its role in
hunter gatherer bands (pp. 1-27). Cotsen Institute of
Archaeology Press and Leyba Associates.