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TEORÍA POLÍTICA III TRABAJO FINAL Docente: Daín, Andrés Alumna: Corso, Noelia. Año: 2014 INTRODUCCIÓN El dictado de la cátedra tenía como objetivo incentivar la actitud y reflexión crítica de los estudiantes, mostrando que como futuros politólogos debemos tener siempre en cuenta que debemos teorizar partiendo de la base de que no podemos partir desde certezas, ya que no es posible (ni deseable) pensar en algo como una verdad última, una Verdad con mayúsculas. A través de la lectura de los distintos autores, y a lo largo de todas las unidades, vemos esa tensión siempre presente entre aquellos teóricos que podríamos catalogar como esencialistas y aquellos teóricos a los que podríamos denominar antiesencialistas. En Ciencia Política, se debe estar siempre atento ante aquellos que quieren entronizar sus “verdades” en el podio de las verdades absolutas, porque la puesta en práctica de esas “verdades” a lo largo de la historia nos enseña que siempre tuvo consecuencias oscuras. Por ello, en el presente ensayo nos proponemos exponer las ideas de algunos de los autores respecto a la imposibilidad de una verdad, y poner de resalto el carácter perspectival de todo conocimiento. Esta postura, antiesencialista, nos permite mantener una postura de cuestionamiento permanente como estado de ánimo a la hora de abordar la lectura de cualquier texto de teoría política. La organización del ensayo es el siguiente: ANTIESENCIALISMO VERDAD: La imposibilidad de una verdad: Nietzche. La necesidad de una verdad. Skinner. El papel de los innovadores de ideología. Hegemonía. La necesidad de establecer un centro, un orden. Havercroft, Laclau y Portelli. Lenguaje: El lenguaje como condición de imposibilidad de llegar a UNA verdad: El hombre es el único ser con logos. Separación objeto-lenguaje-sujeto. Saussure. Cómo se estructura el lenguaje y por ende toda estructura significativa. Laclau. La imposibilidad de llegar a una verdad por la ambigüedad del lenguaje: Ranciere. La imposibilidad de llegar a una verdad por la capacidad de mentir del hombre: Arent. La relación Verdad – Ciencia. Cuestiones comunes entre antiesencialismo y postmodernismo: PERSPECTIVAS: La verdad como perspectival: Universalismo como la sede de la verdad eterna Vs. Genealogía o contextualismo: Lechner. Una de las consecuencias políticas de entender UNA perspectiva como LA perspectiva. El caso del totalitarismo: Leffort y Mouffe. El conflicto como hecho social que imposibilita la fijación de una verdad. El conflicto visto como cuestión ontológica u óntica: Schmitt. Ranciere. El conflicto como la manera en que se produzca el cambio social. Perspectivas: Estructuralismo e individualismo: Hollis. DESARROLLO La imposibilidad de una verdad: Después de haber realizado una lectura profunda de todo el programa de la cátedra, podríamos decir que el antiesencialismo es el espíritu o hilo conductor de la misma. Si quisiéramos marcar el punto de emergencia (en sentido genealógico) de esta visión o postura, podríamos considerar a Nietzche como el punto de ruptura entre dos maneras en las que la filosofía se preguntaba acerca del ser: Una tradición representada por Parménides, para quien el ser ES (el ser existe, las cosas están, solo hay que desvelarlas). Otra tradición representada por Heráclito, para quien el ser DEVIENE, es un continuo devenir (nunca te metes en el mismo río). Hegel dice que Nietzche es una bisagra en estas concepciones. Para Nietzche “la existencia es en tanto que afirmada, siempre es precaria porque siempre hay un devenir, constante y a la vez está en un acto de construcción y destrucción.” Nietzche, F. “Introducción teorética sobre la verdad y la mentira en el sentido extramoral” en El Libro del Filósofo (Taurs, 1974). En otras palabras, si nos acercáramos a este tema desde la Teoría del discurso, podríamos decir que los objetos sociales tienen una dualidad ontológica. Una condición existencial: una existencia, un ente (lo óntico). Una condición de significado: un ser (lo ontológico). Heidegger llamaba a esto “la diferencia ontológica”, que dice que los objetos tienen un ser y tienen una existencia. La existencia responde a algo inevitable, mientras que el ser del objeto tiene que ver con la configuración de sentidos, significados que tiene para una determinada unidad, conjunto determinado de personas. Esta cuestión va a ser muy importante para la teoría del discurso, ya que establece que los objetos sociales son discursivamente construidos (el significado depende de la construcción, conjunto de relaciones discursivas en la que se encuentra. Por ejemplo, una piedra tiene una materialidad, una existencia, pero se nos manifiesta discursivamente, mediante el lenguaje, y es a través del lenguaje que la piedra adquirirá diversos significados: piedra preciosa, proyectil, etc.). La existencia es material, externa al discurso. Pero de esa existencia no se deriva un ser. Nietzche representa un giro en la filosofía moderna ya que permitió pensar el ideal Ilustrado. La Ilustración situó a la razón como lo más importante, lo que nos distingue como seres humanos; y como el fundamento de todo orden, de la sociedad, la cultura, la economía, opacando lo relacionado a lo pasional, lo afectivo. Nietzche critica a la Ilustración, ya que denuncia la reducción del sujeto, la vida social, a algunos de sus aspectos, opacando la diversidad de la vida. El “proyecto de la racionalización” se fue expandiendo a cada vez más esferas de la vida. Weber lo denomina “ethos racional ilustrado”. La necesidad de una verdad: A pesar de que Nietzche muestra la imposibilidad de una verdad, porque tal no existe, no hay certezas, y que muestra que la realidad es mediada por el lenguaje y no podemos aprehender la esencia de las cosas porque tal esencia no existe, reconoce al mismo tiempo su necesidad. Sin verdad no hay orden ni posibilidad de vida comunitaria. La verdad, entendida como aquello que momentáneamente entendemos como válido, se funda en el olvido, y depende del poder Mouffe muestra cómo la predominancia de un argumento no depende de su racionalidad, como pensaba Habbermas, sino del poder.. Lo que hoy consideramos como válido es producto de una lucha, no en el sentido físico, sino ideológica, discursiva. Skinner Skinner. Política y lenguaje. Cap. 8. muestra como a lo largo de la historia surgen lo que él llama “innovadores de ideología”, cuya función es legitimar formas de acción que podrían ser rechazadas de algún modo. Tomemos por ejemplo el caso del concepto de libertad. El concepto de libertad debería ser visto como un “concepto aspectival” Havercroft, J. “Wittgestein y la Libertad” (mimeo), originalmente en Heyes, C. The gramar of Politics. Wittgesten and Political Philosophy (Cornell Univ Press, 2003). Trad. Cecilia Quinteros y Silvana Rufail.. Siguiendo el texto de Havercroft, surge que este concepto puede ser entendido como: Libertad negativa: ausencia de impedimentos (concepción negativa del hombre). Capacidad de liberarse de la coerción de otros. Libertad positiva: desarrollo potencial creativo (ser dueño de mí mismo). Berlin, citado por Havercroft. Libertad como ejercicio: ejercer el control de mi vida (concepción individual). Taylor, citado por Havercroft. Libertad republicana: no es algo individual, sino colectivo. Es necesaria la libertad del Estado primero. Una comunidad es libre cuando nadie de afuera la controla ni le impide gobernarse y ejercer sus funciones. Skinner, citado por Havercroft. Los antigüos concebían la libertad en base a la igualdad. En cambio, los modernos introducen la concepción de libertad en sentido negativo (los liberales). El que una concepción prime sobre otra, sea la dominante, no significa que sea la concepción “verdadera”. No obstante, generalmente se dan mixturas de las formas de concebir las cosas. ¿Por qué pueden amanecer nuevos conceptos, formas de entender las cosas? Porque no existe la verdad, no existe nada en sí. El que una forma particular de entender un concepto se vuelva predominante, tiene que ver con la hegemonía. La hegemonía es “la lógica en la que una particularidad asume la función de representación universal” Laclau, E. Construyendo el universalismo, en Butler, Zizek y Laclau Contingencia, Hegemonía y Universalismo (FCE, 2003). Pág. 304. Laclau toma el concepto de hegemonía de Gramsci, quien concebía la hegemonía como la penetración a través de la sociedad civil de la ideología de “un grupo social sobre el conjunto de la sociedad, como contenido ético del Estado.” Portelli, H. Gramsci y el bloque histórico (México: Siglo XXI, 1987). Cap. 1. “La ideología, concepción del mundo de la clase dirigente, debe difundirse en toda la sociedad. Sin embargo, no posee la misma homogeneidad en todos los niveles: la ideología difundida entre las capas sociales dirigentes es evidentemente mucho más elaborada que los trozos sueltos de ideología que es posible reconocer en la cultura popular. Así, Gramsci distingue diferentes grados cualitativos que corresponden a capas sociales determinadas: en la cúspide la concepción del mundo más elaborada: la filosofía. En el nivel más bajo: el folklore. Entre estos dos extremos, el “sentido común” y la religión.” Lo siguiente se puede relacionar con el tema de “discurso” de Laclau, entendido como el sistema de prácticas con sentido, y con Skinner, cuando habla de los “innovadores de ideología”. “La historia de la filosofía, como se entiende comúnmente, esto es, como historia de la filosofía de los filósofos, es la historia de las iniciativas de una determinada clase de personas para cambiar, corregir, perfeccionar las concepciones del mundo (ideología) existentes en cada época determinada y para cambiar, consiguientemente, las normas de conducta conformes y relativas a ellas; o sea, por modificar la actividad práctica en su conjunto. Por consiguiente, filosofía e historia se identifican: la filosofía de un período determinado no es, “otra cosa que la historia de dicha época; no es otra cosa que la masa de las variaciones que el grupo dirigente ha logrado determinar en la realidad precedente: historia y filosofía son inseparables en ese sentido, forman un bloque.” Portelli, H. Gramsci y el bloque histórico (México: Siglo XXI, 1987). Cap. 1. Toda creación de sentidos no se produce en el vacío sino que se realiza en el medio de otras verdades que operan y están funcionando como verdades y le ponen límites a la discusión de la verdad que está realizándose. “Lo universal, como hemos visto, no tiene un contenido concreto propio (lo que lo cerraría en sí mismo) sino que es el horizonte siempre más lejano que resulta de la expansión de una cadena indefinida de reivindicaciones equivalentes.” Laclau, E. Emancipación y diferencia (Buenos Aires: Ariel, 1996). Cap. 2. Así, lo que hoy tenemos como válido sobre tal concepto, es el resultado de una lucha, que permite dar un cierre contingente (una sutura) a tal universal, y por ende un orden, un centro. De esta manera, por ejemplo, “la democracia es posible, es porque lo universal no tiene ni un cuerpo ni un contenido necesarios; por el contrario diversos grupos compiten entre sí para dar a sus particularismos, una función de representación universal.” Laclau. Op. Cit. Toda verdad se fundamenta en el olvido. Nos olvidamos que en algún momento fue una disputa en esa construcción de verdad. Podemos tomar eso como verdad en la medida que olvidemos que fue una verdad construida. Por ello Verdad es Poder. Toda verdad depende del poder. (Con respecto a este punto, en la unidad 9 de la cátedra, observamos cómo Mouffe critica a Habbermas porque considera que el que un argumento se imponga, no depende de su racionalidad, sino de su poder. Es el poder el que configura al mundo). El lenguaje como condición de imposibilidad de llegar a UNA verdad: ¿Por qué no podemos aprehender la esencia de las cosas? Porque estamos atravesados por el lenguaje. No nos relacionamos de manera inmediata con las cosas, sino que somos mediados por el lenguaje. El ser humano es el único con logos, capacidad de hablar. “Soy un sujeto precisamente porque no puedo ser una conciencia absoluta, porque estoy enfrentado por algo constitutivamente ajeno; y no puede haber un puro objeto en la razón de esta opacidad/alienación que muestra las huellas del sujeto en el objeto.” Laclau. Emancipacion y diferencia. Cap. 2. Y la relación sujeto objeto está mediada por el lenguaje. Solo podemos pensar mediante el lenguaje y nos encontramos tan inmersos en él como en el mundo. Es la “huella de nuestra finitud”. Nos permite tener un mundo y el mundo humano se encuentra constituido lingüísticamente. Más aún, “el ser que puede llegar a ser comprendido es el lenguaje”. El lenguaje nunca agota lo que hay o se puede decir sino que su característica es justamente la búsqueda de lenguaje, y de allí que se busquen expresiones para todo, que no siempre pueden ser traducidas de manera exacta e unívoca a otros idiomas. Por esta razón, aquellas personas que piensan filosóficamente sufren de insatisfacción por las escasas posibilidades de expresión lingüísticas que se encuentran disponibles. El lenguaje es creación, tiene un carácter performativo. No puede atrapar a la cosa porque hay un abismo/brecha insalvable, la separación Objeto-Sujeto. El lenguaje nunca lo llega a llenar. Saussure expresó que la lengua, y por ende toda estructura significativa, es un sistema de diferencias. El sistema está conformado por signos. Concibió el signo lingüístico como la combinación, la asociación de un CONCEPTO con una IMAGEN ACÚSTICA. La relación puede representarse con la siguiente figura: Concepto = Signo Imagen Acústica Las imágenes acústicas no son solo sonidos. Es, entonces, la huella psíquica de un sonido material. Lo que sucede cuando se escucha una lengua desconocida es que no hay ninguna huella psíquica en nosotros de esos sonidos materiales que se perciben. Los sentidos no han dejado testimonio de esas representaciones, sino de otras diferentes. Y, por ello, es imposible asociarlos a conceptos y poder comprender. Ahora bien, Saussure empleó una terminología más clara y adecuada para nombrar las dos facetas constitutivas del signo: Propone reemplazar CONCEPTO e IMAGEN ACÚSTICA por SIGNIFICADO y SIGNIFICANTE, respectivamente. O sea: Significado = Signo. Significante Laclau considera de suma importante dos cuestiones en la teoría lingüística de Saussure, que son las siguientes: 1. Las identidades lingüísticas (cada valor, elemento del sistema) son puramente relacionales. No existe ningún elemento que pueda considerarse la fuente del significado. No existen términos positivos. 2. El lenguaje es forma, no sustancia. No obstante, la teoría estructuralista de Saussure concebía a este sistema como algo cerrado, cuestión que fue cuestionada por la Escuela de Copenhague, que le realizó algunas críticas fructíferas que permitieron llegar a las siguientes reflexiones, que luego fueron tomadas por la teoría del discurso: 1. el sistema abstracto de reglas formales no está relacionado con ninguna esencia en particular. 2. “un formalismo estrictamente aplicado significa que las diferencias sustanciales entre la lingüística y la no lingüística también se soslayan.” Laclau, E. Discurso. 3. “el sujeto no podría seguirse concibiendo como la fuente del significado, sino que, en vez de ello, como un lugar particular dentro de la totalidad significativa.” Op.cit. Sin embargo, que la teoría del discurso entienda este sistema como abierto, no significa que no tenga un cierre. Es necesario un centro, un orden, darle un cierre al sistema. Este centro es dado por el establecimiento de una radical exclusión, que establece una sutura contingente que le da un cierre precario a este sistema. Precario porque no existe fundamento último que establezca qué pertenece a la radical exclusión, y esta puede ir cambiando a lo largo del tiempo. Es importante estudiar el funcionamiento interno de la lengua porque es la herramienta que nos permite conocer el mundo y darnos un mundo. “Los hombres construyen socialmente su mundo, y es a través de esta construcción, siempre precaria e incompleta, que ellos dan a las cosas su ser.” Laclau, E. Discurso. Esta construcción se logra mediante el lenguaje. No obstante, a pesar de no existir una esencia, no se debe pensar que la creación de sentidos se produzca en el vació, sino que se realiza en el medio de otras verdades que operan y están funcionando como verdades y le ponen límites a la discusión de la verdad que está realizándose. La imposibilidad de llegar a una verdad por la ambigüedad del lenguaje: Otra de las razones por la cual mediante el lenguaje no podríamos captar la esencia de las cosas (si es que tal esencia existiera) es su ambigüedad. Al respecto, Ranciere es muy esclarecedor. Cuando el habla del desacuerdo nos dice que “se entenderá un tipo determinado de situación de habla en la que uno de los interlocutores entiende y a la vez no entiende lo que dice el otro. El desacuerdo no es el conflicto entre quien dice blanco y quien dice negro. Es el existente entre quien dice blanco y quien dice blanco pero no entiende lo mismo o no entiende que el otro dice lo mismo con el nombre de la blancura. (…) El desacuerdo no es el desconocimiento. (…) Tampoco es el malentendido que descansa en la imprecisión de las palabras.” Ranciere. Eldesacuerdo. Buenos Aires: Editorial Nueva Visión, 2010. Pág. 8. Aquí vemos cómo se reitera la misma cuestión a lo largo de toda la materia. Los hombres se manejan empleando términos que, cuando se los analiza en profundidad, tienen significaciones diferentes o ligeramente diferentes entre las personas que los utilizan. En este sentido, vemos como muchos conceptos son empleados como significantes vacíos. La imposibilidad de llegar a una verdad por la capacidad de mentir del hombre: Otra razón que se podría nombrar entre las razones por las cuales no se puede llegar a conocer la Verdad de las cosas, es la capacidad del hombre para mentir. La mentira no necesariamente tiene que tomarse en su aspecto negativo, tal como lo señala Hannah Arent. “Una característica de la acción humana es la de que siempre inicia algo nuevo y esto no significa que puede comenzar ab ovo, crear ex nihilo. Para hallar espacio a la acción propia es necesario antes eliminar o destruir algo y hacer que las cosas experimenten un cambio. Semejante cambio resultaría imposible si no pudiésemos eliminarnos mentalmente de donde nos hallamos físicamente e imaginar que las cosas pueden ser también diferentes de lo que en realidad son. En otras palabras, la deliberada negación de la verdad fáctica –la capacidad de mentir –y la capacidad de cambiar los hechos –la capacidad de actuar –se hallan interconectadas." Arent, H. Crisis de la República (Taurus, 1992), pp. 138-158. Podríamos relacionar esta manera de entender la mentira con lo que Havercroft denomina el “amanecer de conceptos”. El hombre tiene la capacidad de ver las cosas desde distintos ángulos, perspectivas, debido a que las cosas no tienen una naturaleza, esencia intrínseca. El hombre puede imaginar otros mundos, otras formas de vivir. No obstante, Hannah Arent aclara que la mentira es útil hasta cierto límite. La relación verdad – ciencia: En Ciencia Política es muy importante la nominación que damos a las cosas. A lo largo de toda la materia estudiamos “visiones”, “lenguajes de análisis”, “supuestos”, “aproximaciones”, “enfoques”, “conceptos”, “fronteras”, palabras que vienen a mostrarnos que ninguna ciencia, método, etc. permite llegar a conocer de manera absoluta su objeto de estudio, y que sus conclusiones no deben ser tomadas como verdades universales, sino verdades aspectivales. Lo que se estudia, cómo se estudia, etc. estará condicionado de alguna manera por los presupuestos ontológicos, metodológicos, epistemológicos que se utilicen. Cuestiones comunes entre antiesencialismo y postmodernismo: Podríamos decir que existe una marcada interrelación entre el antiesencialismo y la visión del postmodernismo en la crítica a la noción tradicional de verdad, crítica que también es coincidente con la de la teoría del discurso. Howarth, en su texto “Teoría del discurso” resume, en cierta forma, los puntos comunes entre las posturas citadas al establecer las cuestiones prominentes en el postmodernismo: 1. Crítica a las “meta-narrativas o grandes narrativas de emancipación” en la modernidad. 2. Postura “antifundacionalista”. No hay verdad primera. “No hay puntos de vista objetivos que garanticen la verdad o el conocimiento del mundo y que los proyectos filosóficos, desde Platón a Habbermas, pasando por Kant, siempre han tropezado con este propósito. (…) Niegan la historicidad, el carácter cambiante, de nuestro conocimiento y creencias.” “El antifundacionalsmo de Rorty le lleva a afirmar la historicidad y contingencia del yo, del lenguaje y de la comunidad (…) Afirma que lo que una generación creía necesario o esencial puede resultar accidental y susceptible de comprobación para otra. (…) Todo es producto del “tiempo y el azar” y no está condicionado por ninguna lógica o principio totalizador. Por lo tanto, los lenguajes, comunidades y seres humanos son fruto de una evolución y no entidades eternas e inmutables.” 3. Antiesencialismo: Derrida muestra “lo difícil que resulta intentar determinar cuáles son las características esenciales de los conceptos y los objetos. (…) La imposibilidad de acotar la esencia de las cosas.” Howarth, D. Teoría del discurso en Marsh y Stoker Teoría y método de la Ciencia Política. La verdad como perspectival: Universalismo como la sede de la verdad eterna Vs. Genealogía o contextualismo: Podríamos clasificar a los teóricos políticos en esencialistas o antiesencialistas. Los primeros consideran que sus teorías revelan secretos, verdades eternas, mientras que los segundos reconocen que toda teorización se realiza teniendo en cuenta que no se tratan de verdades universales, y nos hablan de “perspectivas” a la hora de estudiar los fenómenos sociales. La postura que un teórico en particular asuma, influirá en su manera de interpretar el mundo. En este punto considero que Lechner, en su obra Especificando la política Lechner, N. “Especificando la Política” en La conflictiva y nunca acabada construcción del orden deseado (España: Siglo XXI, 1986). es quien de forma sistemática expone las dos grandes formas de entender la política. Esquemáticamente, en el siguiente cuadro representamos en la primera columna algunas de las consecuencias más importantes de teorizar con la idea de la existencia de una verdad, mientras que la segunda columna se correspondería con la idea de que tal verdad última no existe, por lo que podríamos decir que se encuentra dentro de un enfoque genealógico. Formas de entender la política: Leyes naturales Construcción social Concepción de sociedad: La convivencia humana estaría regida por leyes propias e independientes de la voluntad humana. La sobrevivencia de la sociedad dependería de que los miembros conozcan/obedezcan su legalidad. El statu quo se debe obedecer so pena de desencadenar el caos. No es producto histórico. No es producción social. No hay lugar para una transformación. El orden social es espontáneo. La economía es un hecho presocial. Trae beneficios/desgracias a unos u otros de acuerdo a si obedecen o contrarían sus leyes. La mano invisible autorregula. Su función no depende de leyes positivas, obediencia a costumbres, etc. La realidad es preexistente a la sociedad. Real = natural. Tiene regularidades, por ende, es controlable. Individualismo metodológico. Concepción de la sociedad: Es producto histórico. Es producción social. Puede transformarse. Es creado. Los hombres crean la economía. La desigualdad es producto de las leyes. Holismo. Técnica Interacción La política descansa en el cálculo de posibilidades (Maquiavelo). Necessitá: lo calculable/controlable. Aprovechable por la virtú. Fortuna: concibe la realidad social gobernada por leyes de tipo causal. La acción racional es la que se guía por un cálculo medio-fin. En la medida que el mundo está controlado por leyes, puede apoyarse en el cálculo. Soy libre en cuanto no dependo de otro (concepción individualista de la libertad). Construcción recíproca de los sujetos. Nunca hay un solo sujeto. No se constituye positivamente y “hacia adentro” para establecer luego relaciones “hacia afuera”. Se trata de un solo y mismo proceso. Es un proceso fundamentalmente ideológico porque la realidad es ambigua. Acción instrumental Expresión simbólica Sobrevaloración de la dimensión cognitiva (calculabilidad). La política es acción instrumental, con determinados objetivos, según un cálculo medio-fines. Los problemas prácticos son problemas técnicos. Dimensión/Representación de las relaciones sociales. Expresión simbólica de la vida en común. Ritual de reconocimiento recíproco en una identidad común. Ritos (a través de él el individuo se inserta en un orden) y mitos (cosmovisión que da sentido a la vida en común). Formalización Subjetividad Institucionalización (que busca la despersonalización de la política). Burocratización (excluye la subjetividad). Pone distancia. Atribuciones personales de los participantes y sus valores. Incluye. Se puede observar que en la primer columna siempre está presente la idea de que hay una verdad subyecente que los teóricos deben revelar, que existe un ser, una esencia, mientras que en la segunda columna está presente la idea de que el ser es dado, construido. Una de las consecuencias políticas de entender UNA perspectiva como LA perspectiva. El caso del totalitarismo: Cuando un teórico político considera que lo que ha descubierto es la Verdad, y su postura teórica es llevada a la práctica política por un gobernante, éste puede caer fácilmente en el totalitarismo. Este tema es abordado por Mouffe y Leffort en profundidad. Así, Mouffe se plantea las siguientes cuestiones: 1. ¿Es la democracia liberal la solución racional para el problema político de cómo organizar la coexistencia humana? 2. ¿Encarna la sociedad justa que debería ser universalmente aceptada por todos (racionales y razonables)? 3. O “¿Es solo una de las tantas formas de orden político entre otras posibles?” Mouffe, Ch. “Wittgestein, Teoría Política y Democracia” en La Paradoja Democrática (Paidós, 2003). Si pensamos que nuestra concepción de democracia es la mejor, la más racional, la más perfecta, caemos en el totalitarismo. Mouffe critica tanto a los universalistas (como Rawls, Habermas y Dworkin) que buscan establecer la verdad universal, buscando verdades válidas en todo tiempo y lugar; y al mismo tiempo critica a los contextualistas, que terminan cayendo en el relativismo, nihilismo, ya que plantean que no es posible una filosofía moral universal en ningún aspecto. Para Mouffe la democracia no es algo en sí, sino que es algo que deviene (sin caer en el nihilismo. Teniendo en cuenta los parecidos de familia, podemos comparar modelos y así, debatiendo, saber qué es democrático y qué no es democrático). Según Mouffe, la democracia no requiere: Una teoría de la verdad universal (por ejemplo, la “verdad universal” del modelo de democracia estadounidense, como modelo a exportar (imponer) al resto del mundo por ser el mejor y el más bueno.). Buscar un modelo uniforme de ciudadanía. Sino que sólo exige: Seguir un conjunto de prácticas orientadas a ampliar la gama de las responsabilidades hacia los demás (para una sociedad más incluyente) mediante la persuasión. Seguir una regla. Partiendo de que no existe una esencia, los teóricos políticos pueden comparar modelos (de democracia, por ejemplo) que cuenten con lo que se denomina “parecidos de familia”. Mediante la comparación y el debate podemos llegar a determinar qué no es democrático y qué si lo es. No podemos llegar a establecer una definición final, pero si establecer elementos comunes de comparación. Aceptar lo que el otro piensa. Aceptar sus argumentos como legítimos. El otro no es mi enemigo, sino mi adversario (democracia agonística). “Lo erróneo es la búsqueda de una solución FINAL RACIONAL.” Mouffe, Ch. “Por un modelo agonístico de democracia” en Mouffe, Ch. La paradoja democrática (Paidós, 2003). Lo erróneo es buscar fijar de manera definitiva y para siempre el significado y jerarquía de los valores liberales y democráticos básicos. Muchos teóricos dejan de lado las pasiones, los afectos, que permiten entender muchas veces las lealtades a los modelos democráticos. Leffort Lefort, C. La invención democrática (Nueva Visión, 1991)., muy acertadamente, expresa que la característica principal de la democracia, y de la vida en general, es la incertidumbre. La democracia moderna es UNA forma de sociedad (no LA forma) inaugurada a comienzos del siglo XIX que tiene el germen del totalitarismo por su característica de indeterminación. Si la incertidumbre, la indeterminación es considerada un problema, el totalitarismo es la respuesta a esa indeterminación. Leffort no comparte el optimismo de muchos teóricos que expresan que el totalitarismo quedó enterrado en el cementerio de la historia. El totalitarismo siempre será como un fantasma que acosa. El conflicto como hecho social que imposibilita la fijación de una verdad. El conflicto visto como cuestión ontológica u óntica: Si un teórico político considera que existe algo que puede ser llamado como la verdad última, y considera que, por ejemplo, el modelo de democracia que existe en su país es el más perfecto, mejor, etc., verá al conflicto como algo negativo, como la muestra de que no se sigue al pie de la letra el modelo ideal. Así, vería como un problema el hecho de que las personas no cumplan con ese ideal. Las perspectivas antiesencialistas, por el contrario, ven al conflicto como algo no malo en sí mismo, sino como constitutivo de la sociedad, de las identidades. Schmitt se abre por la puerta que abre Nietzche. Debemos situarlo en la imposibilidad de una verdad. La ausencia de un fundamento para el orden social. No puede sostenerse ninguna Verdad (en mayúscula). Lo contrario al conflicto es el orden, pero este orden es contingente, precario. No existe fundamento último para el orden social. La forma de darle un orden a la sociedad, según la visión de Schmitt, es mediante el empleo del principio rector de lo político: “la capacidad real de agrupar según amigos-enemigos” Schmitt, C. El concepto de lo político (1939) (Folios, 1985), Caps. 1-3 (y apartado 1, 2, 3 y 8. 181 a 186).. Este enemigo se caracteriza por ser distinto, extraño y no tiene la necesidad de llegar a ser fáctico (llegar a una guerra física). No hay fundamento último que determine a quién establezco como mi enemigo para dar un centro, un orden a la sociedad, mediante el establecimiento de un “nosotros” y un “ellos”. Por esta razón, el “ellos” jamás será fijo, puede ir cambiando a lo largo del tiempo. Que el orden es contingente, y expuesto a continuo cambio, es lo que también expresa Ranciere al hacer la distinción entre policía y política. La política es la ley, en esencia. “La policía tiene que ver con los cuerpos institucionales y legales que imponen orden, realizan demarcaciones y definen las identidades. Son espacios de disciplinamiento, donde las funciones y ocupaciones de los individuos son claramente delimitadas. Por otra parte, la política es la ruptura de este orden.” http://www.gemrip.com.ar/?p=32 “Rompe la configuración sensible donde se definen las partes y sus partes o su ausencia por un supuesto que definición no tiene lugar en ella: la de una parte de los que no tienen parte.” Ranciere. Buenos Aires: Editorial Nueva Visión, 2010. Pág. 45. Es el reconocimiento de aquellos que el sistema policíaco no tenía en cuenta. Cuestiona no solamente el lugar de las piezas en el tablero sino también el orden mismo del tablero. Es la búsqueda del desacuerdo y distorsión de lo establecido como mecanismo de cambio. Existe cuando el orden natural de la dominación es interrumpido por la institución de una parte de los que no tienen parte. En otras palabras, viene a cuestionar el statu-quo, justamente porque “la política no tiene objetos o cuestiones que le sean propios.” Ranciere. Buenos Aires: Editorial Nueva Visión, 2010. Pág. 47. El conflicto es, así, una cuestión ontológica inerradicable. El orden social, “los acuerdos son respiros” Mouffe, Ch. “Por un modelo agonístico de democracia” en Mouffe, Ch. La paradoja democrática (Paidós, 2003). entre debates que nunca acabarán. El conflicto como la manera en que se produzca el cambio social. Perspectivas: Estructuralismo e individualismo: Finalmente, me gustaría terminar con el texto de Hollis Hollis, M. Filosofía de las Ciencias Sociales (1994) (Ariel Sociología, 1998), Introducción., para seguir poniendo en evidencia la multiplicidad de perspectivas que puede haber a la hora de estudiar un fenómeno, en este caso el cambio social. En ese escrito muestra las dos formas históricas de entender, analizar el mismo. La explicación de la acción puede darse: 1. De arriba-abajo (en referencia a una estructura). 2. De abajo-arriba: la acción como la materia de la que está hecha la historia (y considera que las estructuras son resultado de las acciones). Marx consideraba que la realidad determina conciencia, mientras que Mills lo pensaba al revés. Un enfoque que tenga en cuenta: A los agentes individuales al apelar a un todo mayor, será holista. A las estructuras apelando a los agentes individuales, será individualista. CONCLUSIÓN A modo de cierre, y luego de haber realizado este recorrido por algunos de los autores propuestos por la cátedra, pondremos de relieve las razones por las cuales es de suma importancia no caer en posturas esencialistas, y muy particularmente en Ciencia Política. Lo político es lo suficientemente complejo como para que no se pueda absolutizar como válida una perspectiva sobre el mismo. Por ello, la Ciencia Política debe intentar brindar un conocimiento sistemático sobre lo político pero recordando que nunca será lo suficientemente exhaustivo y total. El reconocimiento de la no existencia de UNA Verdad nos permite: Reconocer que nunca se llegará a aprehender la esencia de las cosas, porque tal esencia no existe, o es inaprensible en el campo de las Ciencias Sociales. Reconocer que todas las disciplinas se basan en presupuestos, metodologías, etc. que establecen los límites de lo que se puede estudiar (porque es necesario acotar el objeto). Por lo tanto, toda generación de conocimientos será perspectival y no exhaustiva. No buscar dar una respuesta definitiva en ninguna elaboración teórica. Hacer política es no arrancar desde certezas. No considerar que nuestra verdad es LA verdad, y por ende no buscar imponerla, cayendo en totalitarismos. No jerarquizar órdenes, ya que todos son precarios, contingentes, históricos, ya que ninguno es superior a otro, aunque alguno se imponga en un contexto histórico determinado. No existe un único modelo como sede de la verdad original y perfecta. Reconocer que no existe un fundamento último, sino que toda construcción de significados es relacional. Este carácter relacional se encuentra presente no solo en el lenguaje sino también en la configuración de las identidades sociales. No querer adecuar la sociedad a los modelos ideales, viendo el conflicto como algo óntico, sino entenderlo como ontológico, como constitutivo de la sociedad y por ende no buscar eliminarlo o suprimirlo. Asimismo, tener en cuenta que la realidad al ser mediada por el lenguaje nos permite: Reconocer que el lenguaje es performativo y que a partir de él nos damos un mundo, y lo que asumimos como válido hoy no es porque sea lo más racional y verdadero, sino que es el resultado provisorio de la lucha permanente por establecer los significados. Dar cuenta que las “verdades” se establecen en el olvido, y esto es necesario para establecer acuerdos de paz, ya que el hombre necesita de un orden. En conclusión, lo más importante que nos queda es que cualquiera sea la postura que asumamos como teórico político, hay que evitar caer en el esencialismo. BIBLIOGRAFÍA Arendt, H. Crisis de la República (Taurus, 1992), pp. 138-158. Havercroft, J. “Wittgestein y la Libertad” (mimeo), originalmente en Heyes, C. The gramar of Politics. Wittgesten and Political Philosophy (Cornell Univ Press, 2003). Trad. Cecilia Quinteros y Silvana Rufail. Hollis, M. Filosofía de las Ciencias Sociales (1994) (Ariel Sociología, 1998), Introducción. Howarth, D. Teoría del discurso en Marsh y Stoker Teoría y método de la Ciencia Política. Lefort, C. La invención democrática (Nueva Visión, 1991). Laclau, E. Construyendo el universalismo, en Butler, Zizek y Laclau Contingencia, Hegemonía y Universalismo (FCE, 2003). Laclau, E. Discurso. Laclau, E. Emancipación y diferencia (Buenos Aires: Ariel, 1996). Cap. 2. 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