UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
PROGRAMA DE MAESTRÍA Y DOCTORADO EN ARQUITECTURA
Entre murallas y barrancas: sistemas prehispánicos de fortificación en el centro de
Veracruz. Una perspectiva desde la región de Zentla.
TESIS
QUE PARA OPTAR POR EL GRADO DE
DOCTORA EN ARQUITECTURA
PRESENTA:
Mtra. Verónica Bravo Almazán
TUTOR PRINCIPAL
Dr. José Alejandro Villalobos Pérez
Facultad de Arquitectura UNAM
MIEMBROS DEL COMITÉ TUTOR
Dra. Geneviève Jeanine Alice Lucet
Instituto de Investigaciones Estéticas UNAM
Dr. Daniel Aldama Ávalos
Facultad de Estudios Superiores Aragón UNAM
Ciudad Universitaria, octubre de 2023
0
SINODALES
Dr. Armando Anaya Hernández
Dr. Eric Taladoire
Universidad Autónoma de Campeche
Universidad de París 1
1
Índice
Índice
2
Agradecimientos
9
Siglas y abreviaturas
10
Presentación
11
Introducción
12
1. Metodología: planteamiento y procedimientos analíticos
17
1.1. Diseño expositivo y planteamiento
1.1.1. Planteamiento
1.1.2. Preguntas de investigación
1.1.3. Justificación
1.1.4. Hipótesis
1.1.5. Objetivo general
1.1.5.1. Objetivos particulares
1.1.6. Acotaciones de la investigación
17
18
18
19
20
21
21
22
1.2. Método analítico y procesamiento de información
22
1.2.1. Etapas y herramientas analíticas
23
1.2.2. Etapa 1. Apropiación de la información
24
1.2.2.1.1.A. Fuentes de información documental
24
1.2.2.2.1.B. Fuentes de información cartográfica
24
1.2.2.3.1.C. Fuentes de información: artefactos procedentes de contexto
arqueológico
27
1.2.3. Etapa 2. Definición y delimitación del objeto de estudio
28
1.2.4. Etapa 3. Objeto de estudio: características comparativas y procesos analíticos 29
1.2.4.1. PPC: pirámide-plaza-cancha (orientación)
29
1.2.4.2. MPP (montículos paralelos para pelota)
30
1.2.4.3. AR: (análisis relacional) cantidad y ubicación de conexiones
30
1.2.4.3.1. Conexiones visuales
30
1.2.4.3.2. Conexiones físicas entre asentamientos
32
1.2.4.3.3. Conexiones visuales y físicas: más allá de la sola identificación
34
1.2.4.4. TOC (territorio óptimamente cubierto)
37
1.2.4.5. UT (unidades territoriales)
39
1.2.4.6. RI (rutas de intercambio) por medio de artefactos
39
2. Elementos teóricos y marco conceptual
2.1. Arquitectura: organización social y poder político
41
41
2
2.2. Arquitectura fortificada prehispánica: dimensiones de estudio
44
2.3. Arquitectura fortificada: defensa pasiva y beligerancia
45
2.4. El género arquitectónico fortificado: entre el Viejo Mundo y Mesoamérica
2.4.1. Género fortificado en Mesoamérica: divergencias con el Viejo Mundo
46
48
2.5. Los sitios: atributos arquitectónicos y jerarquía
2.5.1. Jerarquías arquitectónicas prehispánicas en el municipio de Zentla
2.5.1.1. Fortificaciones
2.5.1.1.1. Fortificaciones en PPC
2.5.1.1.2. Fortificaciones sin PPC
2.5.1.2. Asientos
2.5.1.2.1. Asientos cerrados
2.5.2.1.2. Asientos abiertos
49
50
50
51
51
51
52
52
2.6. Constantes de diseño, dimensión física y jerarquía de factores arquitectónicos
2.6.1. Orientación del PPC
2.6.2. Presencia y ubicación de MPP
2.6.3. Enlaces visuales y físicos: conexiones y poder
2.6.3.1. Conexiones visuales: ventajas y vulnerabilidad
2.6.3.2. Las vías de tránsito
2.6.3.3. TGS y AR: de una conexión a sistemas complejos
2.6.3.3.1. Relaciones de centralidad y agrupamiento
2.6.4. TOC: no todos los caminos son planos
2.6.5. UT: acomodos políticos y arquitectura confinada
2.6.6. Rutas de intercambio (RI) y enlaces a partir de elementos alóctonos
52
53
54
56
56
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57
59
60
61
62
2.7. Arquitectura, producción y tránsito de bienes en Mesoamérica
2.7.1. Formas de intercambio
2.7.2. Caminos y desencuentros
2.7.3. Modo de producción: conflictos, tributos y doble explotación
63
64
65
65
3. Corografía, arquitectura defensiva y atisbo histórico
68
3.1. Barrancas y murallas: paisaje defensivo
3.1.1. El municipio de Zentla: notas demográficas y geoestadística
3.1.2. De agua y lluvia: hidrografía y régimen pluvial
3.1.3. Soporte físico: geología y topoformas
3.1.4. Suelo, unidades climáticas y capacidad productiva
3.1.5. Algunas consideraciones en torno al clima
68
70
72
72
75
77
3.2. Atisbo al pasado de Zentla: notas historiográficas
3.2.1. San Jerónimo Zentla: una referencia desde el siglo XVI
3.2.2. Historia, tierra y población
78
78
82
3.3. Caminos y tiempo: largo e ignoto andar en el territorio de Zentla
85
4. De Mesoamérica al centro de Veracruz fortificado
90
3
4.1. Mesoamérica como referencia geográfico-cultural
4.2. De la costa del Golfo al centro de Veracruz
4.3. Del centro al centro-sur de Veracruz: diferencias materiales
90
91
92
4.4. Patrón arquitectónico: enfoques diversos desde el centro-sur
4.4.1. La Antigua: Loma Iguana
4.4.2. Arquitectura de la región de Remojadas
4.4.3. Proyecto NACAR 3D
4.4.4. El valle de Córdoba
4.4.5. La Mixtequilla
4.4.6. Las cuencas bajas de los ríos Jamapa-Cotaxtla
4.4.7. Región Oriental del Pico de Orizaba: valle alto del río Seco
4.4.8. Barrancas subtropicales y las fortificaciones del centro de Veracruz
94
94
95
96
96
98
100
101
102
4.5. Las fortificaciones de Huatusco
4.5.1. Fortificaciones de Huatusco: noticias etnohistóricas
103
105
4.6. El Castillo de Zentla: una fortificación de Huatusco
109
5. Arquitectura prehispánica de Zentla: escapando del olvido
115
5.1. Arqueología de Zentla: desconocida y fascinante
115
5.2. Municipio de Zentla: PPC y cronología
116
5.3. Fortificaciones con PPC
5.3.1. Ameyal
5.3.1.1. Características arquitectónicas
5.3.1.2. Jerarquías arquitectónicas en Ameyal
5.3.2. Coyolito
5.3.2.1. Características arquitectónicas
5.3.3. Fortín de Máfara
5.3.3. 1. Características arquitectónicas
5.3.4. Máfara II
5.3.4.1. Características arquitectónicas
5.3.5. Mata del Olvido
5.3.5.1. Características arquitectónicas
5.3.6. Matlaluca
5.3.6.1. Características arquitectónicas
5.3.7. Paso del Cedro/Rancho don Carmelo
5.3.7.1. Características arquitectónicas
5.3.8. Tenanzintla
5.3.8.1. Características arquitectónicas
5.3.9. Tranca del negro
5.3.9.1. Características arquitectónicas
5.3.10. La Flor
5.3.10.1. Características arquitectónicas
117
118
119
127
127
129
131
133
134
135
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141
143
145
146
148
150
151
153
154
156
4
5.3.11. Yual
5.3.11.1. Características arquitectónicas
157
159
5.4. Fortificaciones sin PPC
5.4.1. Coyotepec: cancha y murallas
5.4.1.1. Características arquitectónicas
5.4.2. Los Ídolos
5.4.2.1. Características arquitectónicas
161
161
163
166
167
5.5. Asientos fortificados
5.5.1. Tío Tamal
5.5.1.1. Características arquitectónicas
5.5.2. Rincón Macho
5.5.2.1. Características arquitectónicas
170
170
171
173
175
5.6. Asientos abiertos
5.6.1. El Huaje/Mata del Venado
5.6.1.1. Características arquitectónicas
5.6.2. Mata Pastor
5.6.2.1. Características arquitectónicas
5.6.3. El Encanto
5.6.3.1. Características arquitectónicas
176
177
178
180
181
182
183
5.7. Artefactos, coincidencias y disociaciones culturales
5.7.1. Tierra, tiempo y tradición: la cerámica
5.7.1.1. Procedencia y cronología
5.7.1.2. ¿Del mismo barro? Calidad de la cerámica y sus implicaciones
5.7.2. Obsidiana: el vítreo matiz de la hegemonía
184
184
185
188
189
6. Resultados y aportaciones
192
6.1. Resultados
6.1.1. PPC: orientación y distribución
6.1.1.1. PPC: cantidad y distribución
192
192
195
6.2. Análisis relacional de interacciones visuales y físicas
6.2.1. Grafos: representación gráfica de los sistemas
6.2.2. Interacciones visuales y físicas: perspectiva relacional de centralidad y
agrupamiento
6.2.2.1. Prueba 1. Grado de centralidad con conexiones no dirigidas
6.2.2.1.A. Conexiones no dirigidas: rango visual
6.2.2.1.B. Conexiones no dirigidas: rango físico
6.2.2.1.1. Prueba 1. Grado de centralidad con conexiones dirigidas
6.2.2.1.1.A. Conexiones visuales dirigidas de entrada: prominencia
6.2.2.1.1.B. Conexiones visuales dirigidas de salida: influencia
6.2.2.1.1.C. Conexiones visuales dirigidas bidireccionales: alianzas
6.2.2.1.1.D. Conexiones físicas dirigidas de entrada: prominencia
6.2.2.1.1.E. Conexiones físicas dirigidas de salida: influencia
196
196
197
198
199
199
199
200
200
200
201
201
5
6.2.2.1.1.F. Conexiones físicas dirigidas bidireccionales: alianzas
201
6.2.2.1.2. Prueba 1. Grado de centralidad con conexiones físicas dirigidas vs.
canchas
202
6.2.2.1.2.1. Canchas y liderazgo: prominentes e influyentes
203
6.2.1.2.2. Rango de centralidad de conexiones físicas dirigidas de entrada:
prestigio
204
6.2.1.2.3. Rango de centralidad de conexiones físicas dirigidas de salida:
influyentes
205
6.2.1.2.4. Rango de centralidad de conexiones físicas dirigidas: algunas
reflexiones
205
6.2.1.2.5. Rango de centralidad de conexiones físicas no dirigidas vs. cancha 205
6.2.2.2. Prueba 2. Cercanía (closeness)
206
6.2.2.2.A. Cercanía visual
207
6.2.2.2.B. Cercanía física
207
6.2.2.3. Prueba 3. Grado de intermediación (betweenness)
208
6.2.2.3.A. Grado de intermediación (betweenness) visual
208
6.2.2.3.B. Grado de intermediación (betweenness) física
209
6.2.2.4. Medidas de agrupamiento
209
6.2.2.4.1. Subgrupos (Clique)
209
6.2.2.4.1.A. Subgrupos visuales (Clique)
209
6.2.2.4.1.B. Subgrupos físicos (Clique)
211
6.2.2.4.1.C. Yuxtaposición (Clique)
213
6.2.2.4.2. Subgrupos con intermediación (N-Clique y N-Clan)
213
6.2.2.4.2.A. Subgrupos de interacción visual con intermediación (N-Clique y NClan)
213
6.2.2.4.2.B. Subgrupos de interacción física con intermediación (N-Clique y NClan)
215
6.2.2.4.2.C. Yuxtaposición (N-Clique y N-Clan)
217
6.2.2.5. Interpretación relacional de recursos visuales y físicos
217
6.2.2.5.1. Agrupamientos de conexiones visuales
218
6.2.2.5.2. Agrupamientos de conexiones físicas
219
6.3. Organización política a partir del cálculo del TOC
219
6.4. Constitución de UT
221
6.5. Rutas de intercambio
6.5.1. Ruta 1. Cotaxtla
6.5.2. Ruta 2. Valle de Córdoba
6.5.3. Ruta 3. Ixtetal
6.5.4. Ruta 4. Centro-norte de Veracruz
6.5.5. Ruta 5. Cantona-Altiplano Central
221
223
223
223
224
225
6.6. Significados y proyecciones
6.6.1. El centro de Veracruz
6.6.2. Puebla
6.6.3. Otras áreas
227
227
227
228
6
6.6.4. PPC: coincidencias y divergencias
6.7. PPC+P = PPCP: características particulares y aspectos funcionales
7. Conclusiones
228
229
231
Epílogo
242
8. Glosario
243
Bibliografía
266
Programas para sistemas de información geográfica y procesamiento estadístico
266
Información cartográfica
266
Portales de imágenes satelitales y web mapping
268
Códices
268
Textos
268
Anexo 1. Proceso de análisis de cerámica y catálogo
281
A1.1. La cerámica
281
A1.2. Procedimiento técnico
A1. 2. 1. El sistema de clasificación
A1.2.2. Las series: implicaciones geográficas y cronológicas
281
282
284
A1.3. Serie Jamapa
A1.3.1. Serie Jamapa: período Preclásico
A1.3.2. Serie Jamapa: período Protoclásico
A1.3.3. Serie Jamapa: período Clásico temprano
A1.3.4. Serie Jamapa: período Clásico medio y tardío
284
285
285
286
286
A1.4. Serie Maquinaria
287
A1.5. Serie Lirios
288
A1.6. Serie Paraje
289
A1.7. Serie Dos Bocas
290
A1.8. Tipos Atoyac y Bandas ásperas
A1.8.1. Atoyac: el río Cotaxtla y tradiciones externas
A1.8.2. Bandas ásperas: tradición cerámica del centro-norte de Veracruz
291
291
291
A1.9. Sitios y tiempo
A1.9.1. Ameyal
A1.9.2. Coyolito
A1.9.3. Coyotepec
A1.9.4. Encanto
A1.9.5. Huaje/Mata del Venado
292
292
293
294
299
299
7
A1.9.6. Mata del Olvido
A1.9.7. Mata Pastor
A1.9.8. Matlaluca
A1.9.9. Rincón Macho
A1.9.10. Tenanzintla
A1.9.11. Tío Tamal
301
301
302
303
303
304
A1.10. Significado cronológico por sitio
305
A1.11. Otras formas cerámicas
A1.11.1. Malacates
306
306
A1.12. Figurillas
A1.12.1. Figurillas registradas fuera de contexto
306
308
A1.13. Tablas de conteo de materiales cerámicos
308
Anexo 2. Lítica tallada en material vítreo (obsidiana)
312
A2.1. Vidrio, filo e intercambio
312
A2.2. Origen y forma
313
A2.3. Tablas de materiales de obsidiana
315
Anexo 3. Lítica pulida en materiales pétreos
317
A3.1. Aros-maza
317
A3.2. Hachas votivas
318
A3.3. Manoplas
319
A3.4. Yugos
319
A3.5. Esculturas antropomorfas
324
A3.6. Machacadores
324
A3.7. Artefactos de molienda
325
A3.8. Otros: fragmento de estela y de función no identificada
326
Lista de figuras
327
8
Agradecimientos
A la UNAM y al CONACyT, instituciones que alojaron y apoyaron el proyecto sobre
fortificaciones prehispánicas del centro de Veracruz. Del mismo modo, a la Mapoteca Manuel
Orozco y Berra por varios de los documentos de cartografía histórica integrados en este
escrito.
La arquitectura es un acto colectivo, como lo es la investigación de la arquitectura
prehispánica y, colateralmente, la labor arqueológica; así, los resultados que se presentan
están sustentados en el trabajo de un grupo que, a lo largo del tiempo, ha sido numeroso.
En primer término, mi reconocimiento y gratitud a quienes guiaron el desarrollo del presente
texto, a mi Comité tutor y sínodo: el Dr. Alejandro Villalobos, la Dra. Geneviève Lucet, el Dr.
Daniel Aldama; además, de los doctores Eric Taladoire y Armando Anaya ¡Gracias por
acompañar generosamente este proceso de superación y libertad!
También, a quienes a lo largo del tiempo han hecho posible la investigación en campo y
gabinete, mis colegas y amigos: Rosalba Aguilera Muñoz, Luis Alberto Díaz Flores, Jair Peña
Serrano y Samanta Cordero Villaloz; también, a las arquitectas Claudia Orihuela y Aura Elisa
Álvarez por los planos de los PPC y algunas perspectivas; del mismo modo, al maestro Mario
Raúl Ramírez, al Dr. Alejandro Olmos y al etnólogo Eduardo Corona.
Sin duda, ha sido inestimable la colaboración y amistad de muchas personas del municipio
de Zentla, para quienes va dedicado este trabajo. Así, menciono a las familias Martínez,
Jiménez, Demeneghi, Pulido y Pitol, entre muchas otras. Los registros y hallazgos no habrían
sido posibles sin el profundo conocimiento y amor por estas tierras del Sr. Ángel Martínez y
del joven Ignacio Jiménez Martínez, también de los ayudantes de campo: el joven Guillermo
Pulido, Max Demeneghi y don Jero. Del mismo a las mujeres admirables halladas en este
trayecto: la Sra. Edith Barradas, las señoritas Pulido, Chave Martínez, Damaris Jiménez,
Sinaí Martínez, la Dra. Yendi Martínez Barradas y la maestra Miriam Mánica.
Del mismo modo, a mi pequeña y entrañable familia: Adelita Almazán y Aída Rubí;
igualmente, a Carlos con quien tengo la fortuna de compartir la cotidianidad y el profundo
amor y orgullo por nuestra preciosa y amada Paola Sofía: motivo, razón e indudable
referente y nodo activador de mi sistema afectivo.
Un recuerdo en la eternidad a mis queridas Boyita y Lichy; también, a varias personas que
acompañaron este proceso: los señores Tarsicio Demeneghi, Tiburcio Colorado, su esposa
e hija; así como a don Nacho Jiménez y su esposa Arcadia Rivera; sin olvidar al Ing. Dante
Octavio Hernández Guzmán quien propició el encuentro con la fascinante arqueología de
Zentla: tierra de encuentros y confluencia de pirámides, tiestos, cultura y sol que el tiempo
sepultó, su encuentro permite construirnos y reconocernos en nuestro pasado.
Tlazohcamati
9
Siglas y abreviaturas
>
Indica la secuencia en los procesos
AGN
Archivo General de la Nación (México)
AR
Análisis relacional
CONAGUA
Comisión Nacional del Agua (México)
INEGI
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (México)
LiDAR
Light Detection and Ranging o Laser Imaging Detection and Ranging
MDE
Modelo digital de elevación
MOyB
Mapoteca Orozco y Berra
MPP
montículos paralelos para pelota (estructuras arquitectónicas asociadas con la
práctica agonal en torno a una pelota)
PPC
Pirámide-plaza-cancha
RAE
Real Academia Española
RI
Rutas de intercambio
SEDENA
Secretaría de la Defensa Nacional (México)
SIG
Sistemas de información geográfica
TSG
Teoría General de Sistemas
TOC
Territorio óptimamente cubierto
UT
Unidades territoriales
10
Presentación
La presente disertación aborda el estudio de un conjunto de fortificaciones prehispánicas
ubicadas en el municipio de Zentla, Ver. Además de enfatizar en su flanqueo, toma como
parámetro el complejo arquitectónico en ellas contenido, se trata del PPC (pirámide-plazacancha) en eje poniente-oriente u oriente-poniente. 1 Es una pauta de organización
arquitectónica de los núcleos urbanos característica del período Clásico (100-1000 dC) que
en nuestra área de estudio asciende a doce. Es importante señalar que, a diferencia de otros
sitios también con PPC en el centro de Veracruz, los casos analizados tienen características
acordes con el género arquitectónico fortificado.
Definidas como sistema, las fortificaciones se analizan a partir de seis factores
arquitectónicos directos y derivados: orientación del complejo arquitectónico pirámide-plazacancha (PPC), las estructuras arquitectónicas asociadas con la práctica agonal en torno a
una pelota o montículos paralelos para pelota (MPP), el análisis relacional (AR) de las
conexiones, el costo del desplazamiento en una topografía particular y sinuosa a través del
proceso de álgebra cartográfica que calcula el territorio óptimamente cubierto (TOC). Estos
factores derivaron en la construcción de unidades territoriales (UT) y de las rutas de
intercambio (RI).
El procesamiento y correlación de estos factores se apoyaron en esquemas de
clasificación de artefactos de escala individual y colectiva, diversas pruebas estadísticas y el
examen de planos y mapas, y de sistemas de información geográfica (SIG). Con ello se
construyó la identidad local e intercambios en diferentes niveles geográficos; del mismo
modo, se indagó acerca de la intercomunicación y organización defensiva para acercarse
así a los motivos de la fortificación.
De este modo, se desarrollaron los recursos metodológicos y las bases teóricas para
construir el contexto que defina y ponga en valor la arquitectura defensiva prehispánica
mesoamericana, desde sus propios parámetros y entorno cronológico-cultural.
1
Nueve cuentan con orientación poniente-oriente, iniciando con la pirámide, tres casos en el sentido contrario.
De los cuales, trece cuentan con recorrido y levantamiento topográfico, seis fueron incluidos con información de
recursos de teledetección.
11
Introducción
El concepto de arquitectura de Le Corbusier, expresado como “…el juego sabio, correcto,
magnífico de los volúmenes bajo la luz”, es especialmente aplicable a la arquitectura
prehispánica mesoamericana que, más allá de las relaciones intrínsecas entre la precisa
orientación, su forma-función e íntima relación con el entorno geográfico y movimientos
celestes —aún no del todo desentrañadas—, es poética materializada, impacta los sentidos
con volúmenes y texturas cambiantes al transcurrir los movimientos diarios, estacionales y
astrales, contenida en el paisaje mítico en simbiosis con el entorno natural, dando orden,
significado y sentido a la vida del grupo.
Colateralmente, la arquitectura y el urbanismo precortesianos de Mesoamérica,
constituyeron espacios —productivos, ceremoniales, públicos, privados, domésticos y
cotidianos— que, más allá de los fines toscamente utilitarios, materializaron y confinaron la
intensa vida comunitaria, la diversificación social y las relaciones externas proyectando, a su
vez, soluciones arquitectónicas, ejes simbólicos y mitológicos; generaron así reglas técnicas
y estéticas ─ejes de identidad colectiva─ que dieron dimensión física a rasgos particulares,
únicos y complejos que, al trascender el tiempo y espacios de influencia, se transformaron
en tradiciones.
Dichas tradiciones se vieron influidas por diversos factores que afectaron de manera
decisiva la forma de solucionar los asentamientos. De este modo, no sólo contuvieron la
ciudad y a su población, sino que en algunos casos las confinaron, dando lugar al género
arquitectónico defensivo con la construcción de fortificaciones, definidas como sitios con
delimitación
perimetral
obstaculizada
donde
es
determinante
la
naturaleza
del
emplazamiento (características del entorno geográfico y su aprovechamiento), así como
componentes arquitectónicos que actúan por separado o de forma mixta. Su diseño urbano
contiene y confina el espacio, protege lo contenido, tiene pocos accesos que se muestran
restringidos por elementos arquitectónicos, o bien, intrincados, acodados o al filo del
precipicio. Detentan dominio estratégico para cumplir la función de crear un ambiente de
seguridad en el marco de un aislamiento —visual, físico y acústico— controlado, reflexionado
y planeado para posibilitar el establecimiento de estrategias defensivas, de evasión y
vigilancia con los elementos técnicos necesarios para retrasar y vulnerar los recursos de
quienes pudieran quebrantar los flanqueos en un asalto.
En el marco del proceso de análisis que se presenta, se clasificaron en tres tipos:
fortificaciones con PPC, fortificaciones sin PPC y asientos fortificados. Muestran en el
12
flanqueo arquitectónico de sus accesos la audacia técnico-constructiva de cimentar al filo
del abismo y constituir un sistema defensivo estructurado de forma directa y sucesiva
contenida por las barrancas, reforzada por murallas con horcones o muros perimetrales que
de forma permanente controlaron la circulación externa e interna, pues cabe señalar que en
los sitios con más exploración arqueológica, se han detectado sectores con obstaculización
divisoria al interior.
Los antecedentes directos son las “Fortificaciones de Huatusco 2”, cuyas noticias se
remontan a mediados del siglo XVIII, donde fueron definidas como un sistema3 de defensa
en la cara oriente del Pico de Orizaba. Su construcción se asoció con los conflictos y
consecuentes reacomodos poblacionales del período Posclásico (900/1000-1519), por lo
que fueron relacionadas con los teochichimecas, olmecas históricos, toltecas, totonacos y
aztecas.
Considerando lo anterior, al iniciar la investigación en el municipio de Zentla, 4
parecía lógico atribuir la misma temporalidad al Ameyal, la primera fortificación en estudio
sistemático; sin embargo, la disposición arquitectónica, la prospección, los pozos
excavados y la cronología relativa aplicada a la cerámica resultaron correspondientes al
Clásico. De este modo, se conocieron las primeras noticias de un proceso de fortificación
en un período en el cual no se habían planteado modelos de conflictos políticos o
interétnicos que derivaran en este género arquitectónico en el centro de Veracruz.
2
En el siglo XIX, cuando se describieron en múltiples escritos las fortificaciones, Huatusco era la cabecera del
cantón que incluía en su jurisdicción territorial Axocuapan, Totutla, Tenampa, Comapa, Sochiapa, Tlacotepec y
Zentla, territorio con numerosos sitos con estas características (véase figura 4.15).
3
Conceptualizado como un grupo de sitios prehispánicos (en este caso fortificaciones, asientos cerrados y
abiertos), que comparten contexto geográfico, cultural y sincrónico, constituyendo en conjunto un sistema
defensivo que cerró eficazmente los frentes este y oeste, el resto del perímetro está aislado por los accidentes
topográficos.
4
Todos los proyectos e informes han sido aprobados por el Consejo de Arqueología, INAH; asimismo, los sitios
con recorrido sistemático fueron registrados en el Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos. El
proyecto Arqueología de Zentla, en sus diversas etapas ha contado con el apoyo de DGAPA-UNAM PAPIIT
(Dirección General de Asuntos de Personal Académico, UNAM): IN307603 “Gestación y diversidad poblacional
en la región Córdoba-Orizaba. Una perspectiva antropológica”; IN302313 “Mapa humano de la región de las
Grandes Montañas: historia biológica, sociedad y cultura. Una aproximación a la antropología del Centro de
Veracruz”, coordinados por C. Serrano, IIA-UNAM); RG400416 “Antropología de las Grandes Montañas,
Veracruz. Diversidad poblacional y contextos histórico-sociales”, codirigido por C. Serrano (IIA-UNAM) y M.A.
Cardoso (FES-Zaragoza, UNAM) e IN302219 “Historia biológica y dinámica poblacional en el México
prehispánico. Una contribución antropológica” coordinado por C. Serrano, IIA-UNAM. Expreso mi reconocimiento
y gratitud, pues fueron apoyos fundamentales para el trabajo de investigación.
13
Figura 0.1. El municipio de Zentla en el contexto estatal y de la República Mexicana.
Otro factor de análisis fue la presencia, en doce casos, de un patrón arquitectónico
característico también del período Clásico en el centro de Veracruz 5 . Se trata del PPC
(pirámide-plaza-cancha) que en nuestra área de estudio mantienen un esquema de clausura.
Por otro lado, es importante considerar que, pese al confinamiento urbano, se
encontraron caminos a través de las barrancas (puntos de enlace o interacción positiva); por
el contrario, se conocen puntos de separación (interacciones negativas), entre los que se
cuentan barrancas, muros perimetrales y los elementos arquitectónicos que cerraron los
accesos.
Por lo anterior, queda patente que el fenómeno que se aborda —producto del análisis
de los restos materiales de culturas extintas—, es un objeto de estudio sumamente concreto
y tangible: las fortificaciones prehispánicas del período Clásico en el centro de Veracruz; así
como la dimensión, ubicación y uso de los obstáculos arquitectónicos —internos y
perimetrales, positivos y negativos—, su papel en el ámbito urbano, en función de su posible
respuesta como defensa pasiva y en relación con los artefactos asociados.
5
Daneels 2002, le denomina plano estándar, término aplicado por otros autores (Heredia 2007; Bravo-Almazán
2017, entre otros). Para la presente disertación se utiliza PPC (pirámide-plaza-cancha), concepto que
consideramos más descriptivo y elocuente.
14
Figura 0.2. Los sitios en estudio, tipología y ubicación en el contexto municipal.
Para conocer la razón y función de los obstáculos en el contexto arquitectónico y
urbano, fue necesaria una aproximación a las condiciones de su entorno cronológico,
sociopolítico y la consecuente organización en unidades territoriales 6; del mismo modo, se
requirió indagar si todos los sitios constituyeron en conjunto un solo sistema defensivo, que
puede conocerse a partir de las interacciones entre ellos y la lógica del proceso de
fortificación en el período Clásico, tomando como base el municipio de Zentla, Veracruz. Es
importante señalar que, aunque se privilegia la importancia intrínseca y particular de cada
sitio, los análisis se proyectaron geográficamente en diversos niveles.
De este modo, el contenido presenta en primer término el diseño, planteamiento y
etapas del proceso de investigación. Enseguida, como capítulo 2, se exponen los aspectos
metodológicos y conceptuales. El tercer apartado da cuenta de los elementos corográficos
de la zona, enfatizando en sus recursos y la probable utilidad en la defensa pasiva de los
sitios, asimismo, un esbozo de la historia local.
6
Área de jurisdicción de un núcleo urbano principal que circunscribe a otros, incluye población, espacios
productivos y recursos. Para el caso concreto de los sitios incluidos en el presente estudio, son varios núcleos
urbanos que comparten un espacio en conjunto confinado.
15
Posteriormente, se realiza un acercamiento a las fortificaciones prehispánicas en
Mesoamérica, subrayando las del centro de Veracruz. Se ofrece, además, un panorama
general de las investigaciones en torno a la región de estudio. Por su parte, el capítulo 5 se
enfoca en la arqueología del municipio de Zentla, se definen las características particulares
de cada sitio y los factores involucrados en el estudio, enfatizando en los aspectos
arquitectónicos.
Enseguida, el capítulo 6 muestra en conjunto los resultados cualitativos y
cuantitativos de los datos generados de los sitios, como resultado de los procesos
metodológicos con tintes parangónicos. Para concluir, en el apartado 7 se presentan la
trascendencia, consecuencias y reflexiones en torno a las fortificaciones prehispánicas del
centro de Veracruz, exponiendo nuestra perspectiva desde el municipio de Zentla, así como
su inserción en el contexto regional y mesoamericano.
Finalmente, se agrega un glosario que permite la consulta dinámica de diversos
términos utilizados en el texto y las fuentes consultadas. Por otra parte, a modo de anexos
se incluyen los catálogos cerámico y lítico, que contienen los procesos de clasificación,
resultados cronológicos e implicaciones culturales particularizando cada sitio.
16
1. Metodología: planteamiento y procedimientos analíticos
T
oda investigación requiere de herramientas para dirigir, planear y proyectar su desarrollo
secuencial y sistemático de acuerdo con sus alcances y finalidades, en el marco de una
planeación objetiva que incluya estrategias que permitan responder a las preguntas
planteadas y preconice sus resultados, no sólo en datos confiables y bases teóricas, también
debe sustentarse en procesos técnicos.
En el marco de una perspectiva epistémica secuencial —del objeto al proceso—, se
analiza como fenómeno arquitectónico la fortificación prehispánica y se correlacionan
diversos factores para explicar su edificación, a partir del estudio de caso en el municipio de
Zentla, Veracruz durante el período Clásico mesoamericano.
Para la primera aproximación contextual al objeto de estudio, se emplearon diversas
fuentes bibliográficas, históricas (códices, crónicas y fuentes históricas escritas); así como
información arquitectónica, arqueológica, urbanística, cartográfica, además de un acervo de
información previo7 y, finalmente, de análisis espacial y estadístico. Todo ello, con base en
un enfoque mixto que integró factores cualitativos y cuantitativos: el complejo PPC, la
presencia de MPP, el AR de las interacciones visuales y físicas, el TOC y las RI de artefactos.
Dichos factores se identificaron, cuantificaron y organizaron para establecer las
características de las fortificaciones y reconocerlas como integrantes de unidades
territoriales de un frente defensivo; también, se aplicó una visión comparativa a nivel local
para formar categorías particulares y así establecer su papel articulador en diversos niveles
geográficos.
1.1. Diseño expositivo y planteamiento
Las fortificaciones prehispánicas como objeto de estudio son un conjunto finito 8 y
estructurado por sitios sincrónicos, inmersos en un ambiente común (geográfico y cultural).
Dicho conjunto está integrado elementalmente por entidades básicas de análisis, es decir,
la fortificación prehispánica, la cual se examina, define, compara y cuantifica considerando
su delimitación obstaculizada perimetral e interna en asociación con diversos artefactos;
además, es conceptualizada en su condición de asientos y fortificaciones del período Clásico
7
Los recorridos y excavación realizados previamente incluyen planos y artefactos procedentes de contexto
arqueológico ya analizados.
8
Son 18 sitios prehispánicos del período Clásico ubicados en el municipio de Zentla, Veracruz, clasificados en
cuatro tipos: fortificación con PPC, fortificaciones sin PPC; asientos cerrados y abiertos.
17
mesoamericano. Lo anterior sirvió para indagarla como un sistema dinámico, pues hubo
interacción en diversos niveles con el entorno (natural, cultural, social, político, etc.). La
información de las interacciones direccionadas se analizó en el marco de una perspectiva
heurística y sincrónica, desde un modelo de aproximación arquitectónica, relacional,
urbanística, geográfica y del proceso histórico.
1.1.1. Planteamiento
Si bien los asentamientos prehispánicos del período Clásico que se edificaron en el centro
de Veracruz compartieron elementos básicos comunes y un desarrollo semejante y paralelo,
hubo ciertas condiciones que dieron lugar a obras del género arquitectónico fortificado para
esta área geográfica, comúnmente asociado con el período Posclásico mesoamericano y
sus intensos desplazamientos étnicos. Sin embargo, las fortificaciones en estudio resultaron
del período Clásico, mostraron así un proceso de construcción de sitios defensivos en una
temporalidad en la que no había noticias de este patrón arquitectónico. La nueva línea de
investigación —las fortificaciones prehispánicas del período Clásico en el centro de
Veracruz—, toma como parámetro la investigación en proceso en el municipio de Zentla, ya
que en otras áreas del centro de Veracruz con clara semejanza cronológica, arquitectónica
y cultural, no se ha percibido esta pauta arquitectónica de clausura.
Para ello, se desarrolló un esquema metodológico-analítico y teórico con conceptos
propios y adecuados a Mesoamérica y, particularmente, al centro de Veracruz para abordar
—mediante la correlación de diversos factores, su análisis estadístico e interrelación— los
motivos que activaron la clausura de los asentamientos, cuya proyección en diversos niveles
geográficos establezca precedentes que arrojen luz sobre conflictos locales, finalidades,
alcances e implicaciones que se materializaron en la edificación de asentamientos de
carácter defensivo. Lo anterior contribuirá al avance en el conocimiento de los procesos
históricos significativos de la Mesoamérica prehispánica.
1.1.2. Preguntas de investigación
¿Cuál fue el cometido de las fortificaciones prehispánicas de Zentla durante el período
Clásico?
¿Cómo se definen y correlacionan los diversos factores cuantitativos y cualitativos: PPC,
MPP, AR, TOC, UT y RI en cada sitio y en conjunto?
18
¿Cuáles son las características relacionales (visuales y físicas) y de control territorial en cada
sitio y cómo influye éste en la constitución de unidades territoriales, la jerarquía interna y el
frente defensivo?
¿Cuál es la definición, atributos y rasgos distintivos de las fortificaciones prehispánicas de
período Clásico del centro de Veracruz?
¿Cómo fue la interacción y agrupación de las fortificaciones de Zentla, formaron un solo
frente defensivo, o eran rencillas locales que se expresaron en divisiones internas?
¿A qué se debe la repetición del patrón arquitectónico fortificado en esta área, qué protegían
(recursos hídricos,9 naturales, hegemonías políticas, rutas de comercio, talleres, etc., qué
expresan los artefactos arqueológicos?
1.1.3. Justificación
El antecedente inmediato de la investigación en el municipio de Zentla, fueron las
“Fortificaciones de Huatusco”, se vincularon con los movimientos poblacionales del
Posclásico10. Sin embargo, los resultados del trabajo en Ameyal, la primera fortificación con
estudio sistemático dio una cronología correspondiente al período Clásico; al ampliar el área
de estudio, más asentamientos coincidieron con esta temporalidad y características. De este
modo, se conocieron las primeras noticias de un proceso de fortificación en un período en el
cual no se habían planteado modelos de conflictos políticos o interétnicos que derivaran en
este género arquitectónico en el centro de Veracruz.
Colateralmente, se hizo presente un patrón arquitectónico reiterativo y característico
de este momento prehispánico en el centro-sur de Veracruz, se trata del PPC, 11 lo que
aunado a la condición de clausura de los sitios, plantearon una nueva línea de investigación.
Surgió así la necesidad de reconocer e integrar en un esquema de investigación científica
9
Es importante señalar que el área en estudio se encuentra en la zona semiárida del centro de Veracruz con
altas temperaturas, fuerte y largo estiaje, así como un régimen de lluvias escaso; de modo que el agua es un
recurso muy importante.
10
Fueron referidas por Clavijero (1917 [1780-1781] 1:377), Gondra (1837:369-372) y Sartorius (1869:818-827),
entre otros. Mencionan numerosos sitios fortificados en los municipios al norte de nuestra área de estudio; entre
los que se cuentan Totutla, Huatusco, Comapa, Tlacotepec, Tlaltetela, Tenampa y Chavaxtla (ver figura 4.15.),
comparten configuración geográfica y seguramente cronológica y cultural. Sin embargo, será necesario el estudio
cartográfico y posterior reconocimiento en campo para su identificación plena; también puede aplicarse el
esquema prospectivo propuesto en la presente disertación, que dará luz sobre la organización de otros espacios
con el mismo patrón arquitectónico en PPC y defensivo identificado en Zentla.
11
Daneels (2002), le denomina plano estándar, término aplicado por otros autores (Heredia 2007; Bravo-Almazán
2017, entre otros). Para la presente disertación se utiliza PPC (pirámide-plaza-cancha), concepto que
consideramos más descriptivo y elocuente.
19
un grupo creciente de sitios e incluir otros por métodos indirectos (teledetección)12, pues es
muy escaso el conocimiento arqueológico de esta región13.
Los temas no han sido descritos ni analizados, por lo que son relevantes para
conocer el proceso particular y local que dio lugar a la construcción de fortificaciones,
también porque se integran por primera vez áreas desconocidas para la investigación
científica.
Por otro lado, los resultados son significativos para el conocimiento de la historia
geopolítica del centro de Veracruz, de la Mesoamérica prehispánica y de los conflictos
patentes en la arquitectura que muestran cada vez más antigüedad e involucran mayores
ámbitos geográficos. Con lo que se desarrolló un cuerpo teórico y los recursos
metodológicos para construir el contexto que defina y ponga en valor la arquitectura
defensiva prehispánica mesoamericana, desde sus propios parámetros y entorno
cronológico-cultural.
Finalmente, de forma desafortunada, la importancia perentoria deriva también de la
vulnerabilidad e irreversible pérdida de los sitios arqueológicos por las actividades
agropecuarias y por la acción climática.
1.1.4. Hipótesis
Si se integran en un sistema14 el conjunto de fortificaciones de Zentla,15 se caracterizan y
evalúan a partir de diversos factores arquitectónicos cualitativos y cuantitativos: PPC, MPP,
AR, TOC, UT y RI para construir categorías apoyadas en esquemas de clasificación y
análisis de artefactos de escala colectiva (arquitectura y urbanismo), e individual (cerámica
y lítica) con fines cronológicos, culturales y de alcances geográficos, enfatizando en la
ubicación y función de los elementos de delimitación urbana (flanqueos en los accesos,
muros, murallas y accidentes topográficos). Además, si dichos factores son procesados y
12
El 33% de la información tiene esta procedencia, son: Fortín de Máfara, Máfara II, Paso del Cedro, Tranca del
Negro, La Flor y Yual.
13
La carta topográfica E14B47, escala 1:50 000, cubre un área de 884 km2, donde sólo hay los 11 sitios
registrados y corresponden al proyecto “Arqueología de Zentla”.
14
Un sistema está constituido por nodos (sitios o fortificaciones) interrelacionados por conexiones (visuales y
físicas), comparten ambiente común (geográfico, cronológico y cultural), globalismo (totalidad, es decir, un
cambio afecta a todo el sistema) y teleología (objetivos).
15
Se toman como base las fortificaciones del del período Clásico del municipio de Zentla con investigación
sistemática: Ameyal, Coyolito, Mata del Olvido, Matlaluca y Tenanzintla; además de las incluidas a partir de
medios indirectos: Fortín de Máfara, Máfara II, Paso del Cedro, Tranca del Negro, La Flor y Yual. Se clasificaron
de acuerdo con sus características arquitectónicas en: fortificaciones con PPC, fortificaciones sin PPC y asientos
cerrados y abiertos
20
correlacionados a través de análisis cartográficos, coste de desplazamiento en la intrincada
topografía y pruebas estadísticas en el ámbito relacional.16
Entonces, se puede caracterizar la identidad cultural y cronológica nuestra área de
estudio, proponer un modelo de organización interna e interacción visual y física que agrupe
y jerarquice los sitios y sus implicaciones como frente o frentes defensivos. Asimismo, definir
la fortificación prehispánica y su cometido como solución arquitectónica a rencillas locales o
al resguardo de población, recursos, rutas, hegemonías políticas, a la irrupción de grupos
ajenos o a un contexto político tenso, etc., para acercarnos al proceso que les dio lugar. Del
mismo modo, desarrollar un esquema analítico de carácter prospectivo con alcances
regionales del período Clásico en el centro de Veracruz.
1.1.5. Objetivo general
A partir del análisis, definición y particularización de cada fortificación por sus características
arquitectónicas y artefactos asociados, los obstáculos y el entorno geográfico, se plantea
identificar, organizar y categorizar: las interacciones dirigidas (visuales y físicas); el costo de
desplazamiento en la intrincada topografía con perspectiva defensiva entre las fortificaciones
prehispánicas del centro de Veracruz, tomando como base las investigaciones en el
municipio de Zentla; así como las implicaciones en la conformación de unidades territoriales
y de su correlación. Lo anterior para inferir el proceso y razones que originaron la edificación
flanqueada; aunque también, a partir de la asociación de los artefactos —alóctonos y
autóctonos— definir los alcances geográficos de intercambio, además de desarrollar los
conceptos, marco teórico adecuado y particular para el género fortificado prehispánico en
Mesoamérica.
1.1.5.1. Objetivos particulares
Desde diversos niveles de aproximación metodológica, se planeó dirigir la investigación
hacia los siguientes objetivos:
▪
Definir cada fortificación a partir de sus características arquitectónicas, entorno
geográfico y cronológico.
▪
Establecer el territorio controlado considerando la topografía particular, el costo de
desplazamiento y los obstáculos (naturales y culturales).
16
Se enfoca en el tipo de relaciones entre nodos insertos en un sistema, red o grafo; este esquema analítico
permite medir el poder o liderazgo; también, jerarquiza a partir de la cantidad y dirección de las conexiones, no
por los atributos de los sitios.
21
▪
Identificar, organizar y cuantificar las interacciones dirigidas (visuales y físicas) entre
asentamientos y, por medio de pruebas estadísticas, de asociación de grafos y de los
subgrupos resultantes, construir unidades territoriales.
▪
Concomitar y contrastar los factores involucrados para explicar el emplazamiento de
los sitios y su papel en el contexto local, así como definir y evaluar sus diferencias y
confluencias.
▪
Interpretar espacialmente los sitios, agruparlos en unidades territoriales y
jerarquizarlos con un enfoque dirigido al proceso que dio lugar a la construcción de
fortificaciones en el período Clásico del centro de Veracruz.
▪
Identificar las relaciones con grupos externos y a larga distancia.
▪
Construir un entorno que defina y ponga en valor social la arquitectura defensiva
prehispánica mesoamericana desde su propio entorno y parámetros.
1.1.6. Acotaciones de la investigación
Aunque el género arquitectónico fortificado se asocia con aspectos de beligerancia y
conflictos bélicos, es importante señalar que por el estado actual de esta investigación, la
naturaleza de los datos y la ausencia de sustento material de enfrentamientos, no forman
parte integral de este estudio. Sin embargo, es importante subrayar que resultan
perspectivas plausibles, considerando que este tipo de arquitectura se asocia con ambientes
políticos tensos.
1.2. Método analítico y procesamiento de información
La disertación que se expone fundamentó sus planteamientos, objetivos, hipótesis y
resultados en un objeto de estudio sumamente tangible: los elementos arquitectónicos de
diversos sitios prehispánicos; se consideró el amplio período que abarca esta temporalidad
histórica;17 para acotarlo cronológicamente fue necesario incluir artefactos arqueológicos
que le dieran sustento temporal, cultural y geográfico que, en conjunto, otorgaron
coincidencias en el período Clásico. 18 De este modo, se correlacionan seis factores
17
La época prehispánica mesoamericana abarca de 2 000 aC, a la intrusión hispana. Se divide en tres períodos:
Preclásico, Clásico y Posclásico.
18
Resultados obtenidos de acuerdo con la cronología relativa aplicada a la cerámica, recuperada en recorrido
de superficie sistemático y en excavación. Cabe señalar que hubo artefactos con temporalidad anterior y
posterior, es decir, Zentla tuvo ocupación aproximadamente desde 400 aC, hasta más allá del Posclásico.
Aunque los sitios involucrados coincidieron el período Clásico, el cual Daneels (2016 I:68) ubica del 100 al 1 000
dC.
22
básicamente arquitectónicos que interactúan y definen —desde parámetros cuantitativos y
cualitativos— las características de las fortificaciones en el período mencionado:
1. Orientación del complejo pirámide-plaza-cancha (PPC)
2. Las estructuras arquitectónicas asociadas con la práctica agonal en torno a una
pelota o montículos paralelos para pelota (MPP)
3. Análisis relacional de las conexiones dirigidas (AR)
4. Territorio óptimamente cubierto (TOC) a partir del cálculo de desplazamiento en la
topografía particular
5. Unidades territoriales (UT)
6. Rutas de intercambio (RI)
En conjunto, estos factores interactúan y son sensibles a las jerarquías políticas para
agrupar, con perspectiva defensiva, los sitios involucrados en el estudio.
1.2.1. Etapas y herramientas analíticas
Para cumplir los objetivos de la investigación fue necesario el uso de herramientas
metodológicas y procesos técnicos que permitieran, de manera sistemática, adquirir,
seleccionar, clasificar y procesar la información pertinente para dotar al objeto de estudio de
los antecedentes y marco teórico para su análisis, aunque también para respaldar el proceso
de investigación y, al mismo tiempo, validar las hipótesis, sustentar los resultados, la calidad
de la discusión, las conclusiones y las aportaciones.
23
Figura 1. Esquema del proceso de investigación (elaboración propia).
1.2.2. Etapa 1. Apropiación de la información
Se refiere a la obtención y revisión analítica de información, su evaluación e inclusión
selectiva que incluyó fuentes escritas, cartográficas y artefactos de escala individual y
colectiva.
1.2.2.1.1.A. Fuentes de información documental
Se usaron diversos recursos bibliográficos, informes técnicos, material web y expresiones
gráficas alusivas a fortificaciones y conflictos bélicos en diversos soportes (códices,
cerámica, lítica, representaciones rupestres); además, se agregaron los informes técnicos
de investigación de campo.19
1.2.2.2.1.B. Fuentes de información cartográfica
Tradicionalmente, la carta topográfica impresa —accesible, pero no editable y generalmente
desactualizada— fue el recurso cartográfico más utilizado por mucho tiempo. Actualmente,
los softwares de procesamiento de SIG, en conjunto con recursos digitales en formato
19
Fueron tres temporadas de campo, dos de recorrido y una de excavación.
24
vectorial en diversas escalas,20 también la rasterización de imágenes satelitales21 permitió la
representación precisa y selectiva de accidentes topográficos y rasgos que se aprovecharon
para fortificar. De forma adicional se incluyeron los puntos tomados con GPS 22 y los
generados por levantamientos topográficos (mapas y planos de elementos arquitectónicos
prehispánicos) recabados previamente.23
Para contar con una muestra más sólida y amplia se integraron sitios sin reconocimiento
en campo, utilizando recursos de teledetección. Una forma de adquirir información fue a
través de fotografías aéreas estereoscópicas,24 a las que pueden aplicarse dos técnicas: una
de ellas en formato digital (se procesa 25 y convierte en colores azul y magenta para su
interpretación con anaglifos y lograr el efecto de profundidad en tercera dimensión); la otra,
en formato físico para la restitución fotogramétrica con estereoscopio de espejos.
Desafortunadamente, en ambos casos se llega a una visión sólo para quien observa, sin
lograr capturar imágenes útiles, o únicamente visibles con anaglifos; además, sólo se contó
con tres pares que no cubrieron toda el área de estudio.26
20
El formato vectorial está construido por puntos, líneas y polígonos contenidos en un archivo shape. Un acervo
amplio y de acceso abierto se encuentra en el portal de INEGI. Las cartas vectoriales se utilizaron en escalas
1:50 000 y 1:20 000. Para representaciones cartográficas más amplias se dispuso de los datos del portal de la
Secretaría de la Defensa Nacional con escalas 1:1 000 00 y de los archivos disponibles en el portal de QGis.
21
Resultaron fundamentales los acervos de INEGI (cartas topográficas, ortofotos y modelos digitales de
elevación de alta resolución LiDAR), también las imágenes satelitales de GoogleMaps, Google Earth Pro, USGS
y de Land Viewer EOSDA.
22
Los puntos tomados con GPS se transfieren a Excel con extensión .csv, para representarse cartográficamente,
después de agregar escala, rumbo y acotaciones; después se exporta en diversos formatos (JEPG, SVG o PDF).
Cabe señalar que en QGis pueden activarse o desactivarse las capas según sea necesario.
23
Los datos topográficos se representaron en AutoCad. Expreso mi reconocimiento a los arqueólogos Luis
Alberto Díaz Flores y Samanta Cordero Villaloz, quienes tomaron, procesaron y representaron los datos de
campo.
24
Los pares estereoscópicos son fotografías aéreas con correcciones de la deformación propia de la cámara,
por lo que se podrían denominar ortofotos; cuentan con un espacio de sobreposición su visualización en tercera
dimensión.
25
Se utilizó el programa Digital Video Plotter (DVP), para la restitución en cartografía digital a partir de ortofotos
que se vectorizan (x, y, z) y georreferencian para generar imágenes estereoscópicas en magenta y azul las
cuales se interpretan con anaglifos. El programa permite trazar vectorialmente los objetos que se observan y por
su exactitud tiene aplicaciones catastrales; sin embargo, depende de la precisión de las imágenes disponibles y
de la habilidad del operador.
26
Llama la atención que el territorio mexicano se ha registrado fotográficamente en diversas ocasiones; una de
ellas en plena Segunda Guerra Mundial, pero la línea de vuelo de esta área no se encuentra y tampoco se
registró en otros períodos. Los tres pares obtenidos corresponden a fechas diferentes (2004 y 2007), útiles para
conocer el grado de destrucción de los sitios.
25
De mayor utilidad resultó el uso de archivos en formato GRID, 27 los cuales fueron
unidos28 y procesados en softwares de SIG, para generar modelos digitales de elevación
(MDE) de toda el área de estudio; 29 este proceso, junto con las imágenes satelitales, 30
resultaron eficaces para generar mapas que condensaron gráficamente elementos
arquitectónicos, los accidentes topográficos, la distribución general, colindancias, interacción
visual y física, así como obstáculos y enlaces.
Por otro lado, es esencial una ubicación espacial precisa de los artefactos, por ello, se
realizó la división del área de estudio en ejes cartesianos. El punto 0, o de origen, se
encuentra en: 736 000 m Este y 2 111 200 m Norte (al sur de Ameyal), de donde parten dos
ejes infinitos con cuadrantes sucesivos de 1 000 por 1 000 m, acorde con el sistema UTM.
Se incluyen subdivisiones sucesivas, tanto como el proceso de investigación requiera de
mayor precisión para ubicar los objetos e identificarlos en tres dimensiones (x, y, z). Para
ello se generó una nomenclatura al etiquetar las bolsas de material y cada artefacto
asociado, así como los registros gráficos y cédulas.
27
GRID (cuadrícula en inglés) es un formato de almacenamiento de datos ráster para SIG; cabe señalar que
requiere procesarse en un programa adecuado para su visualización; al representar tales “cuadrículas” cuenta
con tres dimensiones: x, y, z. Se encuentran disponibles en acceso abierto en el portal del INEGI.
28
Los archivos GRID utilizados fueron en escala 1:10 000 y para toda el área municipal se requirieron 14 archivos
(enlistados en la bibliografía), cada una con dimensiones de: 7 000 m (norte-sur) y 6 000 m (este-oeste), para
lograr una superficie topográfica continua nuestro espacio de estudio.
29
Fueron utilizados diversos programas: ArcMap, Mapa Digital, AutoCad y Agifsotf Metashape. Se obtuvieron
resultados satisfactorios y manipulables en QGis; los análisis de procesamiento de Modelo Digital de Elevación
en formato GRID y los cálculos de visibilidad y espacio óptimamente cubierto, se llevaron a cabo en ArcMap.
30
De Google Earth Pro, Mapa Digital (http://gaia.inegi.org.mx/, junio 2022) y CONAGUA
(https://smn.conagua.gob.mx/es/observando-el-tiempo/radiosondeos-beta, junio 2022), con manipulación de
capas.
26
Figura 1.1. División del espacio en el sistema de coordenadas cartesianas (elaboración
propia).
1.2.2.3.1.C. Fuentes de
arqueológico
información:
artefactos procedentes de
contexto
Se integraron los artefactos de escala individual y colectiva, procedentes de las temporadas
de campo ya mencionadas. Para las implicaciones cronológicas, culturales y geográficas se
aplicó a los artefactos el esquema analítico diseñado por García Cook (1967:35-36), el cual
puede llevarse hasta el nivel más específico y detallado que se requiera, sin dejar de lado el
registro gráfico (dibujos, fotografías, mapas, planos, croquis y cédulas), la cuantificación 31,
así como las respectivas descripciones siempre georreferenciadas.
Hubo un método de clasificación particular de acuerdo con la materia prima de
manufactura, para la cerámica la cronología relativa
32
(por comparación con otras
clasificaciones) para obtener la temporalidad general y particular.33 Por su lado, la lítica se
separó por material y después por técnica de manufactura. Los artefactos de obsidiana por
31
Todos los datos se integraron en una hoja de cálculo de Excel para después construir las gráficas
correspondientes.
32
El sistema utilizado ha sido aplicado en la cuenca baja de los ríos Jamapa-Cotaxtla, centro-sur de Veracruz,
cuyas características guardan semejanza con la alfarería prehispánica del municipio de Zentla. Adicionalmente,
ha tenido aplicación en áreas muy amplias e incluye estudios estratigráficos, fechamientos absolutos y cuenta
con ejes comparativos con otros métodos tipológicos de Veracruz y otras regiones de Mesoamérica (Daneels
1988, 1996a y 2006, entre otros).
33
Los resultados globales se exponen en el capítulo 5, el proceso in extenso se agrega en el anexo 1.
27
tallado en material vítreo, después se clasificaron por sus características visuales.34 Por su
parte, en el marco de los objetos pétreos, básicamente ígneos, destaca la parafernalia
asociada con la práctica de la contienda con pelota y objetos para molienda. 35
Figura 1.2. Esquema de análisis tipológico de artefactos de escala individual (elaboración
propia).
1.2.3. Etapa 2. Definición y delimitación del objeto de estudio
Con los antecedentes descritos, el objeto de estudio fue definido y delimitado a 18 sitios del
período Clásico: doce fortificaciones con PPC, dos fortificaciones sin PPC, dos asientos
cerrados y dos abiertos; todos coincidieron en el período Clásico y compartieron rasgos
culturales además de espacio geográfico. De forma individual se hicieron mapas de
ubicación y delimitación de elementos arquitectónicos, obstáculos, enlaces y flanqueos. Del
mismo modo, por medio de una tabla de datos generales, se ofrecen de forma sintética
34
Con el objetivo de establecer su lugar de procedencia, a la obsidiana se le aplicó el método diseñado por
Braswell et al. (2000); es práctico y accesible pues clasifica los materiales por sus atributos físicos —en su calidad
vítrea—, percibidos con un examen óptico: color, translucidez, refracción de color, inclusiones y textura. Para
ello, se empleó un negatoscopio con luz blanca. Por otro lado, se utilizaron las descripciones de Cobean (2002)
quien especifica las características de cada yacimiento de Mesoamérica.
35
Los resultados generales se exponen en el capítulo 5, los procesos y resultados individuales de la obsidiana y
la lítica pulida se muestran en los anexos 2 y 3.
28
ubicación y diversas características como cronología, procedencia de la información y
materiales destacados, entre otros.
Figura 1.3. Cédula de datos por sitio (elaboración propia).
Del mismo modo, cuando hubo artefactos procedentes de investigación directa, se
presentaron las gráficas cronológicas y culturales para el caso de la cerámica, de la
procedencia para la obsidiana, de la asociación para la lítica pulida y la disposición
arquitectónica que permitieron ubicarlos en el período de estudio, además se agregaron
planos y descripciones particulares (capítulo 5).
1.2.4. Etapa 3. Objeto de estudio: características comparativas y procesos
analíticos
Los sitios tienen diversos factores que definen su identidad local y muestran sus relaciones
internas o externas que, concatenados analizan nuestro objeto de estudio. Dichos factores
son presentados en los siguientes apartados.
1.2.4.1. PPC: pirámide-plaza-cancha (orientación)
Con base en las constantes de diseño de la arquitectura prehispánica propuestas por
Villalobos (2006a:130-131), se aplica a la orientación del PPC que cuenta con tres elementos
arquitectónicos en una línea continua que se toma como eje principal y que se traza desde
la mitad frontal de la pirámide hasta el centro del espacio interno de la cancha, también una
línea perpendicular en el punto central de la plaza, se mide la orientación general del
complejo tomando como referencia un eje norte (0°). Para ello, se utilizan los planos
generados con datos tomados directamente en campo y los elaborados a través de procesos
de teledetección.
29
1.2.4.2. MPP (montículos paralelos para pelota)
Se refiere a la presencia de estructuras arquitectónicas identificadas por dos montículos
alargados y paralelos con un espacio interno. Se han asociado con actividades agonales en
torno a una pelota; en nuestro caso, integradas en un PPC o como elemento no agrupado
arquitectónicamente.
1.2.4.3. AR: (análisis relacional) cantidad y ubicación de conexiones
Se integraron los cálculos visuales desde cada asentamiento y las interacciones físicas
(pasos y caminos ocultos), así como la correlación entre ambos factores a través del análisis
relacional que incluye seis pruebas estadísticas enumeradas a continuación.
1.2.4.3.1. Conexiones visuales
Este análisis calcula la visibilidad entre asentamientos desde un punto determinado; para
realizarlo se eligió el montículo mayor para los PPC, pero en otros casos, se hizo desde el
montículo de acceso o el de más altura. En ArcMap se agregan MDE, máscara y los puntos
de medición, desde cuya tabla de atributos se crea un layer que se nombra con el nombre
del sitio (tabla de atributos>36 selection> botón derecho> created layer from selected features
> se alberga en la tabla de contenido). Para el cálculo: caja de herramientas> Spatyal Analyst
Tools> sruface> viewshed> se agrega MDE y máscara> ok; el ráster de salida ofrece un
mapa con las áreas visibles desde el punto calculado.
36
El símbolo > se utiliza para indicar la secuencia en los procesos.
30
Figura 1.4. Ráster de salida de la cuenca visual, resultado del cálculo de visibilidad de
Ameyal (en verde), en ambiente ArcMap (elaboración propia).
Se hicieron 18 procesos y el mismo número de mapas, con los cuales se construyó una
tabla de visibilidad y no visibilidad por sitio que fue acotada a 5 km.37
Figura 1.5 Tabla de interacciones visuales (elaboración propia).
37
Desde un punto de vista empírico y tomando en cuenta la intrincada topografía, se consideró que el límite de
visibilidad óptima es de 5 km.
31
Enseguida, para un mejor resultado gráfico en conjunto, las áreas visibles se dispusieron
en color verde; a las no visibles se les aumentó la transparencia y se puso un fondo rojizo.
Figura 1.6. Mapa general de resultados visuales, verde: visibles y rojizo: no visibles
(elaboración propia, generado en ArcMap).
1.2.4.3.2. Conexiones físicas entre asentamientos
Fue fundamental identificar, organizar y cuantificar las interacciones físicas para conocer
cómo se comunicaron los sitios. Por supuesto que hay caminos que aún están en uso (corren
de oriente a poniente con la dirección de los quiebres topográficos). También fue necesario
registrar los vínculos físicos a través de las barrancas.38 El proceso se realizó a partir de un
análisis cartográfico, recorridos, registro en campo y por información local; se representaron
en un mapa general con simbología acorde con la cartografía militar.
Figura 1.7. Simbología de enlaces y delimitaciones (elaboración propia).
38
La identificación de caminos y rutas entre asentamientos no se realizó a través de un análisis SIG, pues no se
registran en los mapas cartográficos los pasos a través de las barrancas ni los caminos cavados en las paredes.
32
Con esta información se construyó una tabla que concentró las interacciones físicas sin
considerar sus atributos (ocultos, pasos, etc.), se muestra con un guion (-) cuando no hay
paso, con la palabra “sí”, cuando hay acceso. Cabe señalar que se enumeraron sólo las
interacciones físicas al interior del sistema estudiado. Los enlaces directos hacia el exterior
fueron agregados por separado.
Figura 1.8. Tabla de interacciones físicas internas y hacia el exterior (elaboración propia).
La representación gráfica se construyó en QGis, muestra cada asentamiento y sus
interacciones positivas (pasos y caminos ocultos a través de las barrancas) y negativas
(obstáculos en los accesos, líneas fortificadas, muros perimetrales y obstáculos
arquitectónicos).
33
Figura 1.9. Mapa con las interacciones físicas (elaboración propia, generado en QGis).
1.2.4.3.3. Conexiones visuales y físicas: más allá de la sola identificación
Una vez identificadas la conexiones visuales y físicas, fue indispensable aplicar un esquema
para organizarlas y que otorgara a cada asentamiento un factor cuantitativo de preeminencia
o dependencia en función del número de sus interacciones, para ello, se consideró adecuado
el análisis relacional que enfatiza las conexiones dirigidas y no los atributos de los sitios. Es
importante señalar que ambos análisis, visual y físico, se establecen en el mismo grupo de
sitios que comparten atributos por lo que se codificaron39 de la misma forma, con el dígito 1
las fortificaciones con PPC, con el 2 las fortificaciones sin PPC, con el 3 y 4 los asientos
cerrados y abiertos respectivamente.
39
Para que el programa UCINET pueda reconocer los atributos arquitectónicos y combinarlos con las
características binarias, fue necesario darles un código, en este caso un dígito.
34
Figura 1.10. Tablas de sitios y códigos para cálculos en UCINET (elaboración propia).
Para la aplicación en el software UCINET40 se construyeron dos matrices relacionales
binarias o de datos relacionales, es decir, la tabla que contiene en la fila superior o
encabezado los 18 sitios en estudio, lo mismo que en la primera columna en el mismo orden.
De este modo, coinciden en una celda determinada y su relación se señala con cero, lo
mismo que cuando no hay lazos relacionales, con 1 cuando hay interacciones; 41 fue el
mismo procedimiento para las conexiones visuales y físicas.
40
Se usa para analizar y graficar redes sociales, acepta la aplicación de pruebas estadísticas y el análisis puede
ser sociocéntrico o de ego, es decir, todas las relaciones entre los nodos, o bien, en torno a un solo individuo.
41
Inicialmente se construye la matriz relacional en Excel, después se guarda en extensión .##d, formato que
procesa UCINET.
35
Figura 1.11. Matriz relacional binaria (interacciones visuales), se diseña en Excel, después
en UCINET se hospeda con extensión .##d para la correcta lectura y posterior elaboración
del grafo (elaboración propia, generado en Excel).
Enseguida, con el software asociado, NetDraw, se generaron grafos en formato jpg;
imagen que se convirtió a ráster y fue georreferenciada en QGIS para obtener un plano con
la disposición geográfica del área de estudio y, por tanto, del posible frente defensivo.
Figura. 1.12. Grafo resultante de interacciones físicas en ambiente NetDraw, es notoria la
alta densidad de conexiones y la falta de orden geográfico (elaboración propia, generado
en NetDraw).
36
Figura 1.13. Grafo georreferenciado de interacciones físicas, sobrepuesto en un mapa
topográfico (elaboración propia, generado en QGis y NetDraw).
Para dar significado a los datos obtenidos a partir de las conexiones dirigidas, se
aplicaron seis pruebas estadísticas: tres medidas de centralidad (grado, cercanía e
intermediación);42 así como tres operaciones de agrupamiento, son Clique, N-Clique y NClan,43 las cuales generaron diagramas que representan gráficamente los subgrupos.
Los resultados de las pruebas procesadas en UCINET se descargaron en una hoja de
cálculo de Excel y, con ello, se construyeron gráficas para darles un sentido esquemático y
comparativo.
1.2.4.4. TOC (territorio óptimamente cubierto)
Tomando como parámetro el complejo PPC se buscó la estructura de la distribución de los
elementos arquitectónicos para examinar su organización y zonas de control para la
construcción de unidades territoriales. Se optó por aplicar un modelo de análisis espacial
denominado TOC (territorio óptimamente cubierto), que toma en cuenta la configuración
topográfica particular, las dificultades de desplazamiento y los obstáculos pues se calcula
sobre modelos de superficie topográfica continua.
42
En UCINET, se despliega Network > Centrality > degree > en imput dabaset, se carga el archivo (output
datasets > FreeemanDegree) > OK, se genera la tabla de resultados. Es el mismo proceso para cercanía e
intermediación.
43
Desde UCINET, se despliega Network > subgroups > Cliques > se carga el archivo (de interacciones visuales
o físicas) > OK, se genera la tabla de resultado y un diagrama. Es el mismo proceso para N-Clique y N-Clan.
37
Desarrollado por Anaya (2018:94 y 100), este procedimiento no se constriñe a
establecer distancias equidistantes entre los sitios, 44 pues toma en cuenta el coste de
desplazamiento en la topografía particular, calculado por la resistencia de la pendiente
generada por la fricción; con ello, se deduce el espacio “cubierto y controlado de manera
efectiva por un centro” y, al mismo tiempo, se puede indagar acerca de la organización
política. Así, el autor (Anaya 2018:100-102), define la fricción como resistencia al
desplazamiento en diferentes superficies; por un lado, la fricción isotrópica corresponde a
las superficies planas, la anisotrópica contempla las superficies de desplazamiento que
tienen pendiente y, por tanto, dificultan el tránsito aumentando el esfuerzo y el tiempo de
desplazamiento. Aplica para el cálculo de la fricción la siguiente ecuación:45
Y= [0.031 X2] + [-0.025 X + 1]
Donde las incógnitas son: Y= fricción; X=pendiente; y 0.031 y -0.025 + 1, son
constantes46 de resistencia a la fricción debida al ángulo de la pendiente.
Así, para calcular el TOC es necesario procesar la pendiente 47 (slope), el sombreado48
(hillshade) y calcular la ecuación. Desde ArcMap se abre el MDE y también la máscara que
delimita el área de proceso: para calcular la pendiente (slope), en grados, desde
ArcToolbox> Spatial Analyst Tools> Surface> Slope. A continuación, se lleva a cabo el
sombreado (hillshade)> ArcToolbox> Spatial Analyst> Surface> Hillshade, después, en la
44
Como es aplicado en los polígonos de Thiessen, donde se usan distancias equidistantes entre sitios sin
considerarse los accidentes topográficos ni obstáculos.
45
Se trata de una ecuación cuadrática, particularmente de una parábola. La constante 1 tiene la finalidad de
evitar cantidades negativas, por lo que todos los valores para la variable se encuentran en el área positiva del
plano cartesiano, considerando que no es posible la fricción negativa.
46
Al caminar cuesta arriba o cuesta abajo, en función del aumento de la pendiente, hay una relación directamente
proporcional del aumento de la fricción. Anaya (op.cit.: 100-101, 256-257) realizó este ejercicio de álgebra
cartográfica para modelar el esfuerzo que genera el desplazamiento sobre áreas con ciertas características;
debido a ello, estableció dos constantes de acuerdo con sus observaciones en campo que incluyeron espacios
que ofrecieron tanto fricción isotrópica como anisotrópica. En la primera, un individuo sin carga recorre 5 km en
una hora, en la segunda recorre 384 m en el mismo período de tiempo con una pendiente de 20° en promedio.
El autor agrega que la fricción se comporta de manera exponencial: la fricción en ángulo 0° es 1; para pendientes
de 20° es 13, con 40° la fricción es 49.6° así, en tal pendiente el desplazamiento es imposible.
47
Los MDE están constituidos por píxeles. El análisis espacial de la pendiente calcula el cambio máximo de z en
cada celda desde la técnica de promedio o tasa de valor máximo de altura; el ráster de salida puede generarse
en grados o porcentaje; en nuestro caso, se realizó en grados.
48
Sombreado o hillshade es un recurso de iluminación por cada celda (píxel) de un MDE; el proceso utiliza una
fuente de luz hipotética y mejora los resultados gráficos, la gama es de 0 a 255 tonalidades de negro a blanco.
Este recurso es importante para la representación gráfica eficaz de los resultados de otros procesos, por ejemplo,
el TOC y el análisis de visibilidad, al destacar los accidentes topográficos.
38
calculadora de ráster se procesa la ecuación. Cabe señalar que, desde el editor, se
agregaron los obstáculos arquitectónicos que no fueron perceptibles en la configuración
topográfica49. Del proceso descrito, resultó un mapa con un código de colores que muestra
las dificultades de tránsito a pie.
Figura 1.14. Mapa resultante del cálculo del TOC, muestra en color azul oscuro los
espacios controlados, en azul más claro las delimitaciones fronterizas y en amarillo y rojo
los territorios inaccesibles (elaboración propia, generado en ArcMap y QGis).
1.2.4.5. UT (unidades territoriales)
Los resultados del AR y del TOC se correlacionaron para la agrupación de sitios confinados
en un territorio a partir de sus características arquitectónicas, conexiones, subgrupos y
territorio controlado, con lo que se constituyeron la UT. Se enfatizó en la identificación de los
frentes defensivos con implicaciones de jerarquía y alianza política.
1.2.4.6. RI (rutas de intercambio) por medio de artefactos
Se tomaron en cuenta dos tipos de artefactos, de escala colectiva: arquitectura y de escala
individual: cerámica y lítica. Se incluyeron los materiales disponibles cuyo análisis (con
objetivos cronológicos y culturales) estableció su calidad de alóctonos o autóctonos para,
por un lado, conocer la identidad local y, por el otro, identificar los intercambios y su
49
Son los flanqueos en los accesos, los muros perimetrales y la muralla de Coyotepec; los datos fueron tomados
directamente en campo y se integraron mediante una lista Excel con terminación csv. Se agregaron manualmente
en virtud de que su tamaño no es percibido en las curvas topográficas generales de las escalas utilizadas (1:50
000, 1:20 000 y 1:10,000), cuya separación es de 20, 10 y 5 m, respectivamente.
39
envergadura geográfica. A partir de lo anterior, se proponen derroteros de circulación de
bienes.
Para la construcción de las rutas de intercambio de los artefactos alóctonos, se utilizaron
varios métodos. Primero el recorrido y observación directa en campo, también el estudio
cartográfico minucioso para identificar los pasos y su plausibilidad; asimismo, mapas
antiguos y diversos textos que exponen el tránsito que incluyó el territorio de Zentla.50 Estos
datos se georreferenciaron para presentarse en mapas de los diversos caminos utilizados
durante el período Clásico.
50
Son textos que describen rutas recorridas por Hernán Cortés (Martínez Baracs 2015; Miralles 2010) y también
algunas usadas durante la Guerra de Intervención (Campos 1895; Penette y Castaingt 1962), las cuales fueron
transitadas con fines estratégicos y de inteligencia. Por otro lado, se utilizó una peregrinación de Huatusco a
Ciudad de México recorrida y registrada por Alvarado González (2022).
40
2. Elementos teóricos y marco conceptual
La historia nada nos dice, pero los monumentos son cifras
gigantescas en que tenemos el pasado de aquellos que se cree
fueron destruidos desde mucho antes de la Conquista.
Alfredo Chavero, sobre las fortificaciones prehispánicas, siglo XIX.
2.1. Arquitectura: organización social y poder político
La arquitectura es forma, objeto y materia —concreta, evidente, palpable—, pese a ello, los
motivos que dieron lugar a su construcción conllevan aspectos intangibles, entre los cuales
se encuentran los mecanismos de control sobre los grupos sociales que llevaron a cabo el
trabajo de planeación y organización; también quienes proveyeron de materiales y fuerza
física. Por lo anterior, se otorga a la arquitectura una potencia ideológica y se le concibe
como testimonio de control social y político, además de conocimiento sobre los materiales
disponibles y su comportamiento físico en el marco de diversas tradiciones constructivas.
Al abordar el estudio integral de la arquitectura prehispánica, es necesario involucrar
aspectos que se refieren al proceso de construcción y su integración al medio físico-naturalmítico, unidad indisoluble en la cultura mesoamericana. Así, el axis mundo permite una
perspectiva de análisis vertical en tres niveles esenciales: el inframundo, el nivel terrestre y
el celeste, el cual incluye la observación de los astros y la medición del tiempo calendárico.
Existe, entonces, la clara intención y homogeneidad en la orientación de los complejos
arquitectónicos de los sitios de Zentla, en cuyos núcleos urbanos en PPC todo confluía: la
religión, la política, el comercio y el centro del universo, pues también puede añadirse la
perspectiva horizontal de traza ortogonal en que la plaza principal domina el centro,
paradigma cosmogónico materializado en la disposición urbano-arquitectónica.
El punto clave del análisis que se presenta es el complejo PPC, se trata de un conjunto
arquitectónico no residencial, constituido por tres elementos en eje continuo: pirámide-plazacancha; ocupa un lugar preeminente en el contexto urbano. Lidera el espacio público
principal contenido por la propia frontalidad del montículo de mayor altura del sitio, frente a
una cancha, media entre ellos una plaza delimitada por una o dos construcciones. Sin duda,
puede denominársele patrón en virtud de su repetición como modelo arquitectónico y como
tradición durante el período Clásico en el centro de Veracruz.
En el caso particular de los doce PPC registrados en Zentla, predomina el eje ponienteoriente en nueve casos; en tres la orientación oriente-poniente; además de los rasgos
41
defensivos no percibidos anteriormente en la región. En el mismo sentido, si consideramos
que la arquitectura es un satisfactor, cabe preguntarse qué necesidad satisfizo este
complejo. Una propuesta es la de Winter51 (1986:52 y 58), que tuvo un objetivo ceremonial
donde la pirámide, dominante por su altura, presidiría el espacio ritual frente la plaza, 52
espacio urbano público de congregación pública e interacción comunitaria, 53 propicia la
reunión y convivencia social más allá del núcleo familiar, las actividades que se desarrollaron
(comerciales, cívicas, religiosas, etc.) resultan indispensables para reforzar los vínculos
identitarios y colaborativos.
Figura 2. Reconstitución del PPC de Ameyal.
51
Aunque Winter (1986) se refiere al TPA (templo-patio-adoratorio) registrado en Monte Albán, puede utilizarse
como análogo de componente mínimo/patrón arquitectónico, el conjunto guarda así semejanza con el concepto
del PPC en la disposición de los elementos en un eje, también porque es una unidad arquitectónica identificable
y diferenciable que trasciende el área de su hallazgo en una temporalidad definida. Por otro lado, la presencia
de cancha en nuestro conjunto agrega un espacio que se relaciona con el inframundo y actividades sociales de
mayor complejidad.
52
Resulta muy interesante el concepto de plaza: del griego. πλατεῖα plateîa: calle ancha (RAE). Gendrop (1997:
166) la define como “lugar ancho y espacioso de uso comunitario”; también la refiere como un lugar fortificado
para la defensa.
53
Bravo Almazán (2017: 123) los denomina espacios de interacción comunitaria, además de las plazas agrega
caminos, canchas, mercados y templos.
42
La organización de los elementos arquitectónicos lleva al paroxismo la escenificación propia
del urbanismo mesoamericano;54 cuyo esquema jerárquico se define espacialmente en la
brevísima superficie que corona una pirámide, todo ello impregnado con fuertes tintes
teatrales, a través de lo que Grüner (2005:7 y 26) denomina rito escenificado en un acto
etnoescénico de refundación. En el mismo sentido, Bandelier (1994:19-21) designa
dramaturgia política 55 a las representaciones que dejan en el imaginario colectivo una
autoimagen idealizada y aceptable, un mito de unidad fincado en un pasado común, en el
marco de un entorno manipulado donde el ritual resulta fundamental en el ejercicio del poder,
pues incide en las visiones del mundo, la existencia humana y se integra al orden político
(Cohen 1979:58). En todo caso, la arquitectura y específicamente el PPC proyecta la
organización social jerarquizada, apoya las estrategias de legitimación y comunicación
controlada y, desde luego, manipulada.
En este mismo ámbito, Norberg-Schulz (2008:15) considera fundamentales los fines y
efectos que la arquitectura genera en la percepción y la experiencia, agrega: “también abarca
las percepciones de lo que no somos conscientes”. Por lo anterior, podemos afirmar que
quienes, desde fuera y desde dentro, enfrentaron visualmente el volumen arquitectónico de
los flanqueos en los accesos de las fortificaciones experimentaron un efecto en la
percepción, es aquí cuando la arquitectura fortificada: altos montículos que, acorralados por
abismos, inciden en la percepción y son fuerza expresiva de un discurso que se formula
tenso, limitante, visual y físicamente infranqueable.
A partir de lo anterior, en lo que respecta al PPC y los flanqueos en los accesos, es
posible afirmar que la arquitectura prehispánica fue el escenario para concretar y legitimar
de forma material el control físico, visual, sonoro y territorial, delineando una historia
ancestral —real o idealizada— e incidió en la percepción, generando sensaciones que
incentivaron en la mente y el ánimo: la dimensión simbólica de la arquitectura en las
emociones y la experiencia de quien la vive y de quien padece su inaccesibilidad.
54
Las constantes de diseño, frontalidad y actitud escénica de los edificios públicos (Villalobos 2006a: 132 y 134),
fueron el ambiente ideal para la experiencia ritual mesoamericana que involucraba todos los sentidos: en una
atmósfera configurada por el entorno natural y la arquitectura en los momentos celestes propicios, entre aromas
y sonidos, se entonaban cantos y compartían comidas ceremoniales, trozos de la deidad, muy probablemente
de amaranto o maíz y miel.
55
El propio Bandelier (1994:19), afirma que el poder se sustenta en tres ejes fundamentales: la fuerza, la razón
y el ceremonial que manipula imágenes, símbolos y modelos de acción, es decir, un escenario del poder y el
involucramiento de la población con miras a la legitimación.
43
2.2. Arquitectura fortificada prehispánica: dimensiones de estudio
Es innegable que la arquitectura como acto colectivo, experiencia física y sensorial tiene
importante carga ideológica y está fuertemente asociada con el orden social. Para el caso
particular que nos ocupa, se establece la relación entre la arquitectura defensiva en sus
dimensiones física y simbólica con los entornos natural y cosmogónico con los que forma
unidad indisoluble, los cuales se destinan al control de todos los aspectos de la vida
comunitaria en el marco de la clausura.
Figura 2.1. Estudio de la arquitectura fortificada, sus diversas vertientes, niveles de control
y ámbitos de acción (elaboración propia).
La dimensión física se refiere al sostén material y tangible del sitio, es decir, su
emplazamiento; incluye los elementos arquitectónicos contenidos en el entorno natural del
que la población toma y transforma los recursos, otorgándole sentido cosmogónico (visión y
sentido del mundo con sustento mítico), así como su explicación en el ámbito simbólico. De
éste se desprenden elementos fundamentales, entre los que se cuentan la orientación y
disposición de los elementos urbano-arquitectónicos —en sus planos verticales y
horizontales56—, ligados con los movimientos celestes y al conteo del tiempo estacional,
56
En el paradigma cosmogónico que rigió la materialización de la arquitectura y el urbanismo prehispánicos, se
consideran cuatro rumbos en el universo. Por un lado, el vertical o axis mundo que se concibe en tres niveles: el
celeste representado por la cumbre de la pirámide, las montañas, los astros con su correspondiente grupo de
númenes. Por otra parte, el plano horizontal o terrenal que incluye diversas deidades, la horizontalidad cotidiana
y centro primigenio de los planos del mundo; también está el inframundo como contacto con el origen, incluye
cuevas, patios hundidos, canchas, dioses y diversos animales como la serpiente y el cocodrilo (representados
en varias cuevas de Zentla). Al mismo tiempo, esta geografía cósmica manifiesta y justifica las jerarquías sociales
y estructura el mundo político.
44
primordiales en las sociedades agrícolas, pues guían el proceso productivo y de ellos
depende la supervivencia y reproducción del grupo. Dichos aspectos también se conjugan
en la arquitectura defensiva, en sus diversos ejes de inflexibles controles que no sólo
involucran el dominio físico de la circulación interna y externa, también sobre el espacio
visual, sonoro, territorial, ideológico, político y social. Los habitantes prehispánicos de Zentla
cerraron sus accesos con murallas como expresión de un discurso defensivo, fueron
barreras físicas, pero también simbólicas, alarde de fuerza, control y organización.
2.3. Arquitectura fortificada: defensa pasiva y beligerancia
Al referirse a la geografía como un arma para la guerra y el ejercicio del poder, Lacoste
(1976:8 y 13) asevera la existencia de dos geografías, una de las cuales está monopolizada
por las altas esferas del poder, a saber la geografía de la estrategia, los recursos y la
geopolítica. 57 Desde esta perspectiva, el medio geográfico toma importancia capital:
economía, vías de comunicación, recursos y aprovechamiento de los accidentes
topográficos en favor de la defensa pasiva, para magnificar los recursos locales de la
arquitectura militar para la que Villalobos (2006:99) establece cuatro modalidades: defensa58,
inteligencia 59 , logística 60 y estrategia, 61 en las que el aprovechamiento del escenario
geográfico es esencial.
57
Geopolítica se define como la “práctica de lo relacionado con las rivalidades por el poder o la influencia sobre
determinados territorios y sus poblaciones” (Lacoste 1976: 8). Es necesario agregar que el control sobre el
territorio y sus recursos dominan este enfoque de control político; sin duda, acorde con el modo de producción
tributario de la Mesoamérica prehispánica.
58
Son los elementos arquitectónicos y/o topográficos que agregan resistencia ante un ataque, incluyen
obstáculos y estrategias encaminados al objetivo de impedir el acceso a un sitio. Para Zentla, son defensas
pasivas las barrancas y los obstáculos arquitectónicos que flanquearon los accesos, así como los muros
perimetrales.
59
Se refiere al conocimiento del enemigo. Según Keegan (2012:13-14) la inteligencia militar tiene cinco etapas:
adquisición, entrega, aceptación, interpretación e implementación, con miras a la toma de decisiones eficaces,
la obtención de ventajas y para garantizar la victoria. Recordemos que este objetivo de conocer al enemigo fue,
en el momento de apogeo mexica, realizado por los pochteca; además de actividades comerciales, recogían
información sobre caminos, recursos, población, rivalidades internas y vulnerabilidad de las poblaciones. En el
mismo sentido, Clavijero (1917 I: 374) indica que había espías disfrazados que se infiltraban en las ciudades y
poblados para conocer la cantidad y calidad de las tropas, los movimientos del enemigo. Les denominaban
quimichtin o ratones, dichos espías eran recompensados por el éxito de su comisión.
60
La logística se vincula con “procurar, mantener y transportar material, personal e instalaciones” (Ballou 2004:
4). Estrategia que consiste en planear, establecer las bases, los puntos precisos de ocupación e influir sobre los
movimientos del enemigo, fuera del alcance de su campo visual y de su ataque (Hevia 1857:247).
61
Adicionalmente, D’Wartelet (1863:51) indica otros puntos que pueden influir de manera importante desde el
punto de vista físico y moral en las operaciones y en su éxito, tales como orgullo nacional, amor a la
independencia, a su pueblo, a su nación y enfatiza en el entrenamiento físico y militar.
45
Por otro lado, si consideramos el modo de producción tributario como condensador
cotidiano de un entorno en constante beligerancia, 62 los conflictos geopolíticos fueron
habituales. Sin embargo, para evitar el determinismo bélico, en ausencia material de
conflictos armados, el presente trabajo se enfocó en el aspecto defensivo, lo mismo ocurre
con el tratamiento de los datos geográficos.63
2.4. El género arquitectónico fortificado: entre el Viejo Mundo y
Mesoamérica
Desde el mapa de Nuremberg atribuido a Cortés fue notorio el filtro, en este caso influenciado
por el urbanismo medieval, en la representación de México-Tenochtitlan la cual, como
fortificación rodeada por agua y entradas obstaculizadas, respondió al momento histórico y
técnico defensivo que le dio origen, sin duda, distinto al género 64 fortificado europeo.
En el ámbito de las fortificaciones prehispánicas de Mesoamérica del período
Posclásico, Armillas (1952:86) expone los rasgos que al momento de su publicación eran
características distintivas: empalizadas, asentamientos fortificados en colinas o mesetas,
secciones de ciudades o ciudades amuralladas en terreno llano; por último, menciona los
sistemas fronterizos entre unidades políticas antagónicas. Los rasgos parecen establecer
complejidad creciente en función de los materiales, espacio y dimensiones involucrados en
cada caso. En el mismo sentido, Gutiérrez (2005:54) agrega el uso de vegetación a la que
denomina jardines defensivos con plantas espinosas y ponzoñosas. Cabe mencionar los
casos en Zentla: penínsulas delimitadas por barrancas y flanqueadas en las gargantas
Por su parte, Palerm (1956) reflexiona sobre este género arquitectónico en el ámbito
mesoamericano y las sociedades estatales del período Posclásico; del mismo modo, acerca
del desarrollo político, militar y de control de los estados territoriales, a los que define como
cabeceras de estado de ciudades grandes, bien organizadas y con control sobre un territorio
extenso, que solían fortificar únicamente su periferia. En contraste, menciona los estados
débilmente organizados y poco extensos que fortificaban tanto la periferia como el núcleo,
el cual era importante proteger pues sería refugio de toda la población en caso de ataque.
62
Del latín, bellum, belli: guerra; bélico, béllicus, -a, -um: guerrero; beligerante, belligeans, -antis; participio
presente de belligero, -are; de génere, hacer: nación o potencia que está en guerra (Mateos 1986:85). Se refiere
a un estado de tensión política constante.
63
Enunciados en el capítulo 3.
64
El género arquitectónico está vinculado con la función de la edificación, suele asociarse con la forma. En el
ámbito de la metodología arqueológica, se asemeja al sistema de clasificación morfofuncional, que asigna un
uso de acuerdo con la forma del artefacto; sin embargo, no considera su multifuncionalidad.
46
El mismo autor reexamina la antigüedad y las características arquitectónicas de los
asentamientos que pudieran asociarse con conflictos bélicos; considera que las
construcciones de “carácter no obviamente militar” (como los poblados ubicados en lugares
abiertos y de difícil defensa, por ejemplo) pudieron ser aprovechadas en la guerra. De este
modo, pone en tela de juicio la interpretación arqueológica de muros, terrazas, ciertas
ubicaciones
geográficas,
empalizadas,
trincheras
o
accidentes
topográficos
y
aterrazamientos, que podrían no haberse comprendido como indicadores de un ambiente
bélico sin serlo, o bien, todo lo contrario.
No obstante, cabe la posibilidad de que las murallas tuvieran funciones no
necesariamente vinculadas con aspectos bélicos. Webster (1976:375) plantea la
interrogante: “¿Cómo se puede determinar si un muro realmente funcionó como una barrera
defensiva? Quizá delimitó un recinto sagrado o para garantizar la privacidad de una zona de
élite (y, desde luego, podría hacer todas estas cosas)”. Por otro lado, el autor llama la
atención sobre la utilidad de las representaciones bélicas en la iconografía, armas y huellas
de violencia en restos humanos, para contrastar con el uso de ciertos rasgos arquitectónicos.
Ante la evidencia de medios físicos que limitaron y/o dividieron un asentamiento o un
espacio urbano, Wieshew (2002:22) llama la atención sobre la importancia de la ubicación
de la barrera física en el ámbito urbano para estimar si un sitio fue intencionalmente
fortificado con fosos, murallas u otro medio. Así, caben otro tipo de motivos: social, religioso,
hidráulico y, desde luego, militarista, o bien, aterrazamientos que cumplieran la función de
impedir que las lluvias pudieran deslavar la tierra,65 como lo señaló Finck (1871:373).
Por otro lado, en el marco de evaluar lo que denomina potencial defensivo en espacios
óptimos para la vigilancia, así como dispositivos arquitectónicos que puede ser de carácter
defensivo como muros perimetrales, fosos y accesos restringidos, Macías Quintero (2009:7,
11 y 257) utiliza las variables de control visual sobre un territorio, accesibilidad al sitio e
interacción entre asentamientos como partes de un sistema defensivo 66 en espacios
ubicados en la cima de los cerros.
65
En Zentla se ha comprobado directamente en campo el afianzamiento de las terrazas en los bordes de las
barrancas que hasta el presente impide que se pierda superficie útil. Para saber si se trató de espacio agrícola o
habitacional, se requiere un estudio estratigráfico que incluya humedad y restos botánicos, o bien, a través de la
presencia del análisis de fitolitos, concentración de fosfatos y artefactos domésticos.
66
En un artículo posterior, el mismo autor (Macías Quintero y Villagrana Prieto 2015) afirma que no todos los
casos de asentamientos ubicados en cerros o cimas escarpadas en su área de estudio (centro-norte de México,
con hincapié en la cuenca de río Verde-San Pedro, en Aguascalientes), tuvieron un objetivo defensivo; varios de
ellos mostraron uso ceremonial y se asociaron con otros elementos importantes en el simbolismo prehispánico
(cuevas, manantiales, pintura rupestre y petrograbados).
47
Por su parte, Tejeda Monroy (2017:148-149) agrega conceptos como envergadura e
intensidad de los conflictos bélicos refiriéndose a la dimensión geográfica del evento y a la
frecuencia de los enfrentamientos, respectivamente. Enlista múltiples fortificaciones desde
el período Preclásico en el área maya; propone, con base en Keegan (1993:139-152) y
Keeley (1996:57-58), una tipología de los sitios fortificados o defensivos:
Asentamientos fortificados: con zanjas, terraplenes, palizadas, muros de piedra
circundando espacios y torres de vigía, que protegían unidades habitacionales y áreas de
actividades cotidianas.
Residencias fortificadas: castillos, ciudadelas (sólo para gobernantes), protegidos por
altos muros de piedra o mampostería, torres, parapetos, zanjas secas, fosas, puentes
levadizos y otras trampas.
Fortalezas o fuertes: asentamientos estratégicos para guarecer y mantener contingentes
armados para defender rutas comerciales y zonas fronterizas (entidades imperiales).
2.4.1. Género fortificado en Mesoamérica: divergencias con el Viejo Mundo
Es importante destacar que la clasificación arriba enunciada está fuertemente impregnada
de parámetros europeos, distintos al proceso de desarrollo mesoamericano. Esta impronta
de los preceptos ajenos para definir las fortificaciones mesoamericanas fue anotada por
Villalobos (1992:140-142), quien expresa cinco conceptos sobre el género fortificado:
1. El concepto de “género fortificado” procede del Occidente, pero llegó desde el Medio
Oriente a Europa; se desarrollan censurablemente por el ambiente sociopolítico.
Condiciones distintas a Mesoamérica, por lo que es necesario evaluar su aplicación
y terminología.
2. Las condiciones específicas de los grupos dan lugar a determinados géneros
urbanos y arquitectónicos. La semejanza morfológica no determina cercanía o
igualdad de funciones. El sistema constructivo RCN (relleno, contención,
nivelación), resulta en formas semejantes al concepto constructivo de las
fortificaciones europeas. El aspecto confinado, en occidente responde al ambiente
sociopolítico adverso; en Mesoamérica responde a la técnica constructiva.
3. La delimitación de asentamientos, por medio de fosos, murallas o palizadas,
denotan, en Occidente, intenciones defensivas. La presencia de estos mismos
elementos en Mesoamérica puede tener funciones de delimitación de espacios o
de estrategia, pero también pueden ser espacios de contención de recursos (agua,
espacio útil, etc.).
4. La guerra en Occidente y en Mesoamérica es distinta; en el primer caso da lugar a
un programa arquitectónico; en el segundo, no se refleja con la misma magnitud.
5. El análisis estilístico o enfocado en la forma externa se aleja de la objetividad del
análisis científico-técnico; la separación de esta perspectiva permitirá la inserción
de los monumentos en su papel de objetos arqueológico-arquitectónicos.
48
Finalmente, el autor afirma que el conocimiento de la guerra en Mesoamérica es
fundamental para su aplicación plena en el ámbito prehispánico. Por otro lado, cabe señalar
que para el período Posclásico la información es más abundante, pues se cuenta con
códices, crónicas y copiosa información arqueológica que muchas veces se ha generalizado
al aplicarse a toda la fase prehispánica. Además, resultan poco afortunadas las analogías
exageradas entre los conceptos defensivos del Viejo Mundo y Mesoamérica, en función de
la diferencia entre los sistemas productivos, organización sociopolítica y, especialmente, por
la diferencia entre las estrategias bélicas y las armas: a cada tipo de arma (estrategia
ofensiva) corresponde un tipo de defensa (estrategia defensiva).
Cabe señalar que la huella de conflicto armado debe fundamentarse en la presencia de
diversos indicadores arqueológicos para corroborar el ambiente bélico, en conjunto con el
uso de técnicas cuidadosas de exploración. Es el caso, en especial, de los vestigios
perecederos: difíciles de percibir en el registro arqueológico, entre los que se cuentan fosos
y zanjas que tienden a rellenarse y pasar desapercibidos, lo mismo que palizadas, armas,
restos óseos, etc.
También es posible afirmar que, en el municipio de Zentla, no queda duda de la
condición de fortificación de los asentamientos, las barrancas forman delimitaciones
perimetrales y se denotan flanqueados los accesos. Adicionalmente, existen muros que
refuerzan la circunscripción territorial en un aislamiento controlado; cabe señalar que en la
muralla de Coyotepec, con longitud de aproximadamente 2 km, se registró la huella de
horcones para aumentar la altura y la defensa. Asimismo, la arquitectura y el urbanismo dan
muestran de escisión fortificada, pero también de interacción en diversos niveles; además,
es importante resaltar la importancia de la geografía en el emplazamiento de las
fortificaciones en estudio.
2.5. Los sitios: atributos arquitectónicos y jerarquía
Si la arquitectura es “toda aquella expresión física de la dinámica cultural” (Villalobos
1992:52), esta definición nos conduce al proceso de producción de todo artefacto y cada
bien generado en el marco técnico y cultural que les dio materialidad. Si, al mismo tiempo,
son productos de consumo básico para el ser humano, esta perspectiva convierte a la
arquitectura en un bien tan elemental como los alimentos, el agua, vestido, artefactos y
herramientas, la cual puede verse alterada por acontecimientos externos.
De este modo, ante un ambiente tenso e inseguro, los procesos específicos de
producción se modifican y se enfocan en la fabricación de armas, dispositivos de defensa
49
personal, construcción de muros para cerrar los accesos y que limiten la visibilidad, además
de facilitar la vigilancia para generar un ambiente de seguridad. En Zentla se activó la
audacia técnico-constructiva de cimentar en las barrancas en el marco de una cuidadosa
elección del emplazamiento, buscando las condiciones topográficas para conseguir ventajas
estratégicas. Desde este entorno se construyó nuestro objeto de estudio, el conjunto finito
de sitios sincrónicos, para los cuales hubo de establecerse una clasificación de acuerdo con
sus atributos arquitectónicos.
2.5.1. Jerarquías arquitectónicas prehispánicas en el municipio de Zentla
Es importante destacar que pueden establecerse, diversas jerarquías desde el punto de vista
arquitectónico. En primer término los que cuentan con PPC y arquitectura monumental, en
segundo lugar los que tienen una plaza y de uno a tres montículos; enseguida, los espacios
habitacionales cuya huella son sólo concentraciones de material, generalmente sobre una
plataforma o terraza. Adicionalmente, los sitios con PPC pueden jerarquizarse de acuerdo
con el número y diversidad de los elementos arquitectónicos que los constituyen, así como
por su ubicación estratégica en el sistema, por lo que tendríamos cuatro niveles jerárquicos.
2.5.1.1. Fortificaciones
Son sitios con delimitación perimetral obstaculizada donde es determinante la naturaleza del
emplazamiento (características del entorno geográfico y su aprovechamiento), así como
componentes arquitectónicos que actúan por separado o de forma mixta. Su diseño urbano
contiene y confina el espacio, protege lo contenido, tiene pocos accesos que se presentan
restringidos por elementos arquitectónicos, o bien, intrincados, acodados o al filo del
precipicio. Detentan dominio estratégico para cumplir la función de crear un ambiente de
seguridad en el marco de un aislamiento —visual, físico y acústico— controlado, reflexionado
y planeado para posibilitar el establecimiento de estrategias defensivas, de evasión y
vigilancia con los elementos técnicos necesarios para retrasar y vulnerar los recursos de
quienes pudieran quebrantar los flanqueos en un asalto.
Fortificación67 es también el acto, ingenio y habilidad de proteger un espacio donde
se conjuntan el emplazamiento y/o estructuras arquitectónicas, al mismo tiempo, se toman
67
Resulta pertinente establecer diferenciación entre fortín, fuerte y fortaleza. El primero se refiere a un espacio
fortificado pequeño. Por su parte, el fuerte es de corta extensión y ocupa puntos de importancia transitoria con el
objetivo de detener al enemigo. Asimismo, resulta importante definir fortaleza, se refiere a la defensa natural de
un lugar por su ubicación (Gendrop 1997:96). En el marco de la categorización efectuada en los sitios de la región
de Zentla, la fortaleza posee preponderancia sobre las demás fortificaciones, tornándose un parámetro de
50
en cuenta los preceptos necesarios de acuerdo con las formas, reglas, técnicas y tradiciones
adecuadas y correctas para erigir la defensa de un sitio en el ámbito de la tratadística.68
2.5.1.1.1. Fortificaciones en PPC
Son espacios urbanos cerrados de forma directa o sucesiva,69 tienen uno o dos accesos, a
veces doblemente fortificados. Los núcleos urbanos que cuentan con un complejo
arquitectónico PPC en un eje, son: Ameyal, Coyolito, Fortín de Máfara, Máfara II, Matlaluca,
Paso del Cedro, Tenanzintla, Tranca del Negro, La Flor y Yual, así como Mata del Olvido
que tiene dos. Las fortificaciones menos destruidas disponen de más construcciones que
muestran la diversidad de funciones proyectadas en la arquitectura.
2.5.1.1.2. Fortificaciones sin PPC
Igualmente, son sitios cerrados y cuentan con arquitectura monumental; sin embargo, su
disposición no está en PPC. Son dos: Coyotepec, que cuenta con una cancha, varios
montículos y está rodeado por una muralla e Ídolos con una disposición arquitectónica
distinta.70
2.5.1.2. Asientos
Se trata de sitios con condiciones topográficas que le confieren ventajas estratégicas. Están
ubicados en espacios privilegiados de comunicación 71 y no cuentan con arquitectura
liderazgo en diversos aspectos. Ejemplos de ello son Ameyal por su clara ventaja en el control visual y Tío Tamal
a nivel físico, por la cantidad de caminos que le confluyen (véanse las definiciones respectivas in extenso en el
Glosario).
68
La tratadística europea determinó la forma de erigir las construcciones defensivas en América a partir del siglo
XVI, cuenta con una larga historia durante la época romana, medieval y en el Renacimiento, los Tratados dictaron
las pautas para formas constructivas resueltas, incluyendo materiales, procedimientos, objetivos y espacio
urbano (Villalobos 1992:18-19 y 282). Sin embargo, destaca el mismo autor, en el estudio de la arquitectura
prehispánica se carece de ellos así, la forma de estudiar y entender los procesos que le dieron origen es
accediendo directamente al objeto de estudio mismo que lleva al concepto de “objeto arqueológico”, plausible de
ser analizado. Por otro lado, en el ámbito de los tratadistas de arquitectura y urbanismo militares, mencionamos
a Vitruvio, Durero, Le Cointe y Tosca, entre otros ampliamente analizados por Chanfón (1988) y Cejudo (2005).
69
En la directa, el sitio controla sus propios accesos que se denotan restringidos; en la sucesiva, algunos sitios
resguardan a otros en función de su posición en el marco de un conjunto fortificado.
70
Pese a estas diferencias arquitectónicas, en ambos casos el resultado de la cronología cerámica los ubicó
mayoritariamente en el período Clásico, por lo que fueron incluidos.
71
El término asiento fue tomado de Durero (2004:151), se refiere a las características que debe tener el lugar de
emplazamiento de una ciudad fortificada para que sea habitable y defendible; el autor destaca la necesidad de
un terreno fértil, agua, disponibilidad de madera y piedras. Estos aspectos coinciden con las características de
los asientos y las fortificaciones en Zentla: accesos flanqueados, caminos ocultos y laberínticos, visión estratégica
para dominar la región, buena comunicación y acceso al agua.
51
monumental; destacan por los montículos perimetrales, generalmente al borde de las
barrancas.
2.5.1.2.1. Asientos cerrados
También están delimitados y flanqueados sus accesos; podría denominárseles
emplazamientos estratégicos. Poseen elementos arquitectónicos que no son monumentales
que se ubican en las áreas perimetrales. Puede considerarse que ocupan un lugar
privilegiado en el sistema al encontrarse en medio de los sitios, son Tío Tamal y Rincón
Macho.
2.5.2.1.2. Asientos abiertos
Su importancia radica en que son lugares donde confluyen sin obstáculos numerosos sitios,
no cuentan con PPC ni arquitectura monumental. Son Huaje/Mata del Venado, Mata Pastor
y Encanto.
2.6. Constantes de diseño, dimensión física y jerarquía de factores
arquitectónicos
Clasificar las características urbano-arquitectónicas de los sitios prehispánicos permite,
desde una perspectiva integral, percibir cualidades, semejanzas y diferencias; sin embargo,
añadir a estas cualidades características cuantitativas da lugar a procesos comparativos
elocuentes. Dentro de esta perspectiva se categorizan y jerarquizan los sitios, sin dejar de
lado factores cualitativos.
En este sentido, el trabajo pionero de Andrews (1992) identifica, revisa y comenta
diversos parámetros que facilitan el estudio de la arquitectura maya, a partir de la
clasificación y su patrón de distribución en el territorio para determinar su estatus político;
del mismo modo, compara sus resultados con otras propuestas. El autor otorga un factor
numérico a quince características arquitectónicas;72 la suma ofrece una cifra que jerarquiza
los asentamientos en lo que denomina clases.
72
Se trata de características de la arquitectura maya: área del asentamiento, número de elementos
arquitectónicos, cancha para juego de pelota, templos piramidales (grandes y pequeños), palacios (a partir del
número de habitaciones), caminos (sacbé), inscripciones jeroglíficas, estelas, acrópolis, grupos con patios y
conjuntos en la cima de colinas (Andrews 1992: 11-13). Los parámetros arquitectónicos expuestos por el autor
son distintos a los encontrados en Veracruz; es claro que varían en función de la tradición arquitectónica local,
cronológica y de la disposición de materiales constructivos, por lo que no son aplicables indistintamente.
52
Por otro lado, Villalobos (2006a) afirma que “...cuando una forma específica de
satisfactor o uno de sus componentes aparece como recurso frecuente en el proceso de
producción de espacios culturales, extendiendo sus límites más allá de su espacio y tiempo
específicos”, nos encontramos ante las constantes de diseño de la arquitectura y urbanismo
prehispánicos; entre otras que el autor expone, podemos destacar: axialidad, diferenciación
social del uso del espacio, frontalidad y principio de confiabilidad.73
Consecuentemente, derivados de los planteamientos sobre la arquitectura y urbanismo
mesoamericanos de Andrews (1992) y Villalobos (2006a), se integran los siguientes factores
para jerarquizar los sitios y establecer unidades territoriales.
2.6.1. Orientación del PPC
Suele ser el área con mayor volumen constructivo en el asentamiento, por ello más
perceptible en la superficie. El PPC es un patrón recurrente y característico del período
Clásico. Como todo lo relacionado con la arquitectura prehispánica, se encuentran
elementos de planeación que reflejan adelantos técnicos y tradiciones que quedan impresos,
pese a que generalmente sólo son restos muy deteriorados.
También como constante de diseño, Villalobos (2006a:130-131) enfatiza este tipo de
complejos en su temprana aparición en la arquitectura mesoamericana, desde el período
Preclásico, cuando los alcances técnicos ya permitían utilizar ejes de orientación en el diseño
y planificación de las construcciones. El sistema de ejes involucra campos visuales y la
trayectoria de un objeto definida por la gravedad.
Se pueden atribuir aspectos prácticos, como comentan Sánchez y Šprajc (2012:96), al
referirse a las orientaciones incorporadas a la arquitectura cívica y ceremonial con
atribuciones astronómicamente funcionales, pues predominan las disposiciones este-oeste,
por lo que se asumen como espacios de observación de los cambios estacionales. Del
mismo modo, puede asociarse con cultos religiosos determinados, como afirma Marquina
(1990:61-62), al mencionar que Tenayuca y Teotihuacan con la frontalidad del montículo
mayor mirando al poniente, puede estar relacionada con sociedades inscritas al culto solar
que, adicionalmente, se asumen con una profunda vocación bélica.
Así, el conjunto de orientaciones forma parte de una tradición arquitectónica que puede
relacionarse con otras regiones. También, la orientación de la arquitectura tiene
73
Frontalidad se refiere al papel protagónico de los edificios, mientras que el principio de confiabilidad a que todo
fue planeado y premeditado, por lo que el “objeto arquitectónico existe puesto que tiene un propósito
determinado” (Villalobos 2006a: 134-135).
53
implicaciones astronómicas y de cálculo del tiempo estacional, de vital importancia en las
sociedades agrícolas para guiar los procesos productivos, lo que abona a los tintes utilitarios
ya propuestos.
2.6.2. Presencia y ubicación de MPP
La contienda
74
en torno a una pelota tiene una larga tradición en Mesoamérica;
arquitectónicamente suele identificarse por dos montículos alargados y paralelos con un
espacio interno75 que ocupan un lugar relevante en el núcleo urbano y como elemento del
PPC. Se asocia con aspectos religiosos, políticos, económicos y bélicos, aunque también a
la simple y mundana competencia con apuestas. Sin embargo, es innegable la importancia
de esta actividad en las sociedades prehispánicas, pues desempeñó un sustancial papel en
las dinámicas cotidianas y significativas. Colateralmente, la producción de pelotas de
caucho, necesarias para su práctica, estableció complejas rutas de intercambio.
Su huella panmesoamericana y perenne se debe a que satisfizo e integró una enorme
variedad de necesidades sociales (Fox 1994:235). De acuerdo con Taladoire (1981:540-542;
2014:174-175 y 2018:29), la ubicación de las canchas en espacios principales y al pie de la
pirámide más alta podría ser interpretada como la materialidad del espacio humano, el
inframundo y el mundo celeste. El mismo autor afirma que fue una actividad comunitaria y
de cohesión social, punto de enfrentamiento de opuestos complementarios y de los ciclos
solar y vegetal; también fue eje de resolución de conflictos entre comunidades, clanes y
barrios, impregnado con profundas connotaciones religiosas, mitológicas y políticas.
Daneels (2002:49; 2012a:17-24) la define como religión de Estado al mecanismo de
control y eje de identidad y proceso ideológico unificador de gran alcance, mismo que se
manifiesta en el centro de Veracruz desde el Protoclásico (100 aC-100 dC) como complejo
cultural, discurso simbólico y factor determinante en la configuración del ritual de fertilidad,
vinculado con el juego de pelota y el rito de decapitación, con yugos-hachas-palmas y con
la representación de volutas.
74
Es importante comentar que no necesariamente se trataba de un juego, pues el concepto se refiere a
recreación y entretenimiento. En el período prehispánico la práctica en torno a una pelota fue una experiencia
con profundas connotaciones en los ámbitos religiosos, míticos y competitivos, pero no necesariamente en el
marco del juego o del deporte como ocurre actualmente con el tlachtli y el ulama.
75
En una barranca al sur del Fortín de Máfara, se identificaron dos estructuras alargadas y paralelas; sin
embargo, por su ubicación en el borde del precipicio, se identificaron como dos muros de contención sucesivos
que sostienen el espacio de una terraza angosta; evitan la erosión y frenan la pérdida de humedad, cuando son
de uso agrícola, se denominan “barreras muertas” si son de piedra; cuando se trata de plantas o árboles con el
mismo fin, son “barreras vivas”.
54
Afirman Daneels y Agüero (2009) que en toda la región del centro de Veracruz durante
el período Clásico pueden encontrarse canchas asociadas con zonas capitales y centros de
segundo rango, que muestran su importancia en la vida de estos pueblos, cuya práctica se
asocia con la organización política y la legitimación del poder. Del mismo modo, funcionó
como eje integrador de una población dispersa y para resolver conflictos internos y externos.
Los asentamientos prehispánicos del municipio de Zentla fueron parte de este fenómeno
arquitectónico; se han registrado catorce canchas, dos se presentan aisladas (Coyotepec y
El Castillo); doce están en PPC (Ameyal, Coyotepec, Fortín de Máfara, Máfara, Máfara II,
Matlaluca, Paso del Cedro, Tenanzintla, Tranca del Negro, Flor y Yual con una; además de
Mata del Olvido que tiene dos). De lo anterior se desprende que la presencia de esta
estructura arquitectónica en un asentamiento ofrecería a priori indicios sobre la complejidad
del espacio urbano del que forma parte, de la organización social que lo generó, así como
su importancia e influencia. De este modo, de acuerdo con la cantidad de canchas,
conexiones físicas (positivas y negativas), se correlacionan por su liderazgo relacional,
evaluándose como lugares de prestigio, aglutinadores sociales y de preponderancia en el
nivel local.
Además, se presenta la parafernalia asociada con esta actividad agonal (yugo-hachapalma76), que en Zentla se perfilaría como característica de corte netamente local con la
triada yugo-manopla-hacha77, como lo apuntaron Bravo Almazán, Díaz Flores y Cordero
Villaloz (2018:137).
76
Daneels (2002:249), afirma que desde Tajín se distribuyó el complejo yugo-hacha-palma a diversas regiones
del Altiplano Central, Puebla, Oaxaca y Centroamérica.
77
Se enuncian en este orden de acuerdo con la cantidad de ejemplares registrados: 18 yugos, 6 manoplas y 2
hachas. Empero, la posibilidad de incluir las manoplas en un complejo coligado con esta práctica requiere de
estudios comparativos con casos dentro y fuera de Mesoamérica. Cabe destacar en este sentido, lo enunciado
al respecto por Taladoire (2020) que, con morfología similar, se atribuye a las manoplas usos y significados
diferentes, no necesariamente vinculados con la práctica de la pelota. En todo caso, se requiere de mayor
asociación contextual de elementos cronológicos y geográficamente definidos, que pudieran contrastarse y
asociarse con una modalidad local de esta contienda de mano, de cadera o mixta.
55
Figura 2.2. Ubicación geográfica y distribución de las canchas en el municipio de Zentla
(mapa de la autora, generado en QGis).
2.6.3. Enlaces visuales y físicos: conexiones y poder
Los asentamientos tienen una circunscripción perimetral que les delimita y contiene; pese a
ser fortificaciones no están aislados ya que hay diversas conexiones, de las cuales ahora
exponemos las visuales y físicas,
78
permiten control sobre un espacio, aspectos
fundamentales en el rubro defensivo y el control de la circulación externa e interna.
Asimismo, son determinantes para obtener información en tiempo real, fiable y, sobre todo,
oportuna; también expresa la vulnerabilidad del enemigo, además de la propia, la visibilidad
mutua y de conjunto.
2.6.3.1. Conexiones visuales: ventajas y vulnerabilidad
Para la identificación de las áreas de visibilidad entre asentamientos, se llevó a cabo el
análisis visual, 79 el cual, desde un punto determinado, deduce las áreas observables y
ocultas. Para el caso de los asentamientos que cuentan con PPC, se calculó desde el
78
79
También podrían incluirse acústicas.
Ver “cuenca visual” en Glosario.
56
montículo más alto, mientras que para los otros, en el montículo de acceso o el de mayor
altura. El control visual es fundamental en la eficiencia estratégica de un asentamiento.
2.6.3.2. Las vías de tránsito
Las fortificaciones están delimitadas perimetralmente por barrancas, cuya disposición
oriente-poniente sigue la intrincada topografía; lo mismo ocurre con los caminos actuales de
largo uso en el tiempo,80 fácilmente identificables y registrados en las cartas topográficas.
Sin embargo, hay vías de intercomunicación entre sitios a través de las barrancas,
localmente conocidas como pasos y otros que hemos denominado caminos ocultos; en
ambos casos son abruptos pues no se distinguen fácilmente y es necesario tener amplio
conocimiento de la geografía local para transitarlos. El proceso para la identificación de estas
conexiones se fundamentó en la revisión minuciosa de mapas topográficos de baja escala,
de imágenes satelitales, recorridos sistemáticos y, de manera muy importante, la información
local. 81 Con tales datos se construyó un mapa general de registro, uniforme con la
simbología militar para dar mayor proyección a la representación gráfica.
Los pasos denotan infraestructura en su construcción y acondicionamiento (cabría
pensar que estuvieron afianzados con puentes); los ocultos están cavados en las paredes
de las barrancas y aprovechan los vados para cruzar. 82 Se denominan interacciones
positivas en función de que son enlaces; por otro lado, los accesos flanqueados y muros
perimetrales son interacciones negativas al marcar escisión. El control de las vías de
comunicación es factor fundamental en la comunicación eficiente, suficiente y vigilada, para
enviar y recibir recursos e información sin dejar de lado su importancia en la defensa y la
evasión.
2.6.3.3. TGS y AR: de una conexión a sistemas complejos
Una vez identificadas las conexiones visuales y físicas por cada sitio, resultó indispensable
encontrar un esquema para correlacionar ambos aspectos e indagar cómo influyen en la
organización e importancia en el género arquitectónico fortificado. A partir del acercamiento
metódico y transdisciplinario, la teoría general de sistemas o TGS 83 como perspectiva de
80
La mayor parte de los caminos actuales tienen antecedentes prehispánicos y continuaron a lo largo del tiempo,
tal es el caso de Ameyal, cuya apertura dividió al montículo que flanqueó el sitio..
81
Ha sido fundamental la apreciable colaboración de la población local, especialmente de las familias Martínez,
Jiménez y Pulido.
82
Cabe señalar que pueden, a lo largo de más reconocimiento en campo, encontrarse mayor cantidad de
caminos ocultos y pasos.
83
De acuerdo con Bertalanffy (1989: xi, xv, 1 y 20), la TSG no sólo se ha hecho indispensable en diversas áreas
de la ciencia, la tecnología e incluso en la comunicación popular, sino que ha derivado en diversos enfoques, se
57
investigación heurística84 define una escala del análisis: red es nivel micro y sistema es
macro. En ambos casos son aplicables las tres premisas básicas de la TSG85 al referirse a
los sistemas:
1. Están dentro de otros; los sitios prehispánicos en estudio son en sí mismos sistemas
y forman parte de uno mayor, están integrados en una sucesión de contenciones,86 lo cual
pueden llevarse a niveles micro y macro, tanto como los datos y la investigación lo requieran.
2. Son entidades abiertas con intercambio constante al interior y exterior, mostrado en
diversos niveles geográficos.87
3. Sus funciones están ligadas con su estructura, se conoce a través del grafo que
representa el lugar que ocupan los sitios como nodos88 y sus conexiones, lo cual plantea
una modelación de las interacciones entre sitios de lo que resultan conjuntos distintos a los
elementos inicialmente involucrados.89
En este contexto, podemos afirmar que las fortificaciones de Zentla son un sistema
físico, dinámico y abierto, un conjunto finito, 90 organizado (partes interrelacionadas) y
estructurada por nodos (sitios) interdependientes, inmersos en un ambiente común
destacan los siguientes, en función de su inclusión en el presente escrito: la teoría de redes de Rapoport; la teoría
de conjuntos de Mesarovic y Maccia; Luhmann con los conceptos de complejidad, comunicación y paradigma;
así como el concepto de cambio de paradigma de Kuhn.
84
No sólo como técnica de la indagación y el descubrimiento, también como opuesta a las visiones reduccionistas
y unilineales.
85
Aquí utilizamos sistema y no red, por considerarlo más adecuado y acertado para nuestro caso concreto.
Varios autores se refieren a estas premisas pero aquí se presentan las enunciadas por Arnold y Osorio (1998:
41, 44 y 48) y por Gutiérrez (2013:15).
86
Es parte de lo propuesto por Villalobos (2006a:130), referente a las constantes de diseño CCC (continente,
contenido y cometido). En nuestro caso, se busca el cometido de la fortificación, a saber, la función que
desempeñaron los obstáculos y los confinamientos en el sistema defensivo.
87
Dentro del sistema hay movimiento constante, como lo expresan las interacciones. También remite a otras
formas de circulación de bienes materiales e inmateriales, como las expuestas por Berdan (1978:77): tributo,
tráfico exterior e intercambio, y por Drennan (1998:25-26) quien propone tres categorías, las de uso práctico y
cotidiano, los artículos de lujo y la información. Por su parte, la TGS establece que cuando el intercambio cesa,
el sistema se desintegra, tal situación ocurrió en Zentla en hacia finales del Clásico e inicios del Posclásico,
cuando colapsó el sistema fortificado por la intrusión violenta (interacción/intrusión fuerte) de grupos externos,
fueron vulnerados los flanqueos, el orden social y el poder político.
88
Nodo es cada vértice de la estructura del sistema, de decir, cada sitio que se integró en el estudio, fortificado
o no, son sincrónicos y comparten espacio geográfico y rasgos culturales.
89
Un ejemplo interesante de esta perspectiva es la generación de la vida, no simplemente desde los elementos
de la química orgánica C-H-O-N, sino a partir de las interacciones que se generaron entre ellos; es decir, sus
vínculos, interrelaciones y, desde luego, el conjunto resultante que difiere completamente de lo que inicialmente
se involucró: la generación de la vida.
90
Conjunto integrado únicamente por 18 sitios contemporáneos, ubicados en el municipio de Zentla, Veracruz.
58
geográfico, cronológico, cultural y material (arquitectura, cerámica, lítica y urbanismo);
comparten también globalismo91 y teleología (objetivos defensivos y de clausura).
Desde los planteamientos enunciados y considerando que se busca categorizar y
agrupar los nodos en un sistema, se optó por el análisis relacional o de redes sociales,
también denominado de datos reticulares. Este análisis ha sido aplicado en sociología92 e
historia93 y se fundamenta en el individuo como actor central (nodo) junto con las relaciones
(conexiones) que establece, inmersas en un grafo. Se puede aplicar como análisis
sociocentrado (todas las relaciones entre todos los nodos) o egocentrado (un solo nodo o
sitios como eje de análisis y sus relaciones con los otros nodos). Es un modelo inductivo de
enfoque microhistórico que analiza las “acciones e interacciones de los individuos como
actores de la vida económica, social y cultural” (Imízcoz 2004:67).
Como herramienta metodológica, organiza y categoriza las interacciones entre un
número determinado de nodos o actores, para nuestro caso son los sitios, asentamientos o
fortificaciones que se constituyen en un sistema. Con ello se busca conocer la organización
interna y asignar poder (liderazgo) a partir del número de conexiones, su dirección y
ubicación desventajosa o privilegiada en el sistema.
2.6.3.3.1. Relaciones de centralidad y agrupamiento
El proceso se realizó con el programa UCINET y NetDraw que genera grafos y diagramas y
permite la aplicación de pruebas estadísticas.94 Con los mismos objetivos (de importancia
relacional y liderazgo en el sistema), se aplicaron tres medidas de grado de centralidad:
• Rango o grado (degree). Es el número de interacciones, conexiones, líneas o lazos
relacionales entre cada sitio (nodo). Se trata de la cantidad y disponibilidad de información
91
También denominada totalidad, esta característica se refiere a que los cambios en los nodos o unidades del
sistema, probablemente afectará todo el sistema (Gutiérrez 2013: 36).
92
En sociología se ha aplicado al estudio de redes completas o fragmentos, por ejemplo en círculos sociales y
poblaciones restringidas, entre las que se cuenta la familia (Bertrand 2012).
93
El estudio de los lazos sociales en la historia surge en la Escuela de los Annales; establece que el individuo
(como objeto de estudio) tiene capacidad de insertarse en grupos. Esta corriente tiene visos estructuralistas y se
ha aplicado en genealogías, linajes, jerarquías, relaciones, círculos de sociabilidad y procesos políticos (Bertrand
2022:205-230), aunque también en relaciones familiares, compadrazgo, alianzas y política local (Andrade 2022).
Cabe señalar que las fuentes de información son registros eclesiásticos, notariales, judiciales, epistolares,
periódicos y gacetas, entre otros.
94
La aplicación de pruebas estadísticas en el análisis de redes sociales se asemeja más a la sociología
matemática que a la estadística propiamente dicha. En nuestro caso, acorde con los planteamientos procesuales
que buscan modelos predictivos, se enfatiza en la estadística inferencial que, aunque se hace uso de sus
herramientas con pruebas sencillas, permite la comparación entre sitios y su jerarquización a partir de sus
conexiones y ubicación en el sistema. Por lo anterior, nuestra propuesta está más cerca del lado descriptivo que
del inferencial de la estadística.
59
visual o acceso físico, según el caso. La prueba permite evaluar cuantitativamente la
importancia de un sitio en el sistema. Hanneman (2000 6:4 y 8) la vincula con el poder al
establecer que a mayor cantidad de enlaces, mayor poder, considerando que tiene más
oportunidades y menos restricciones.
• Cercanía (closeness). Capacidad de un nodo (para nuestro caso un sitio) para
alcanzar a los demás. Se asocia con la cantidad de conexiones y mayor poder a partir de la
ventaja estructural de su posición en el sistema. El sitio actúa como punto de referencia al
encontrarse más cerca o más comunicado con el resto. De acuerdo con Hanneman (2000
6:6), el nodo que tiene mayor cercanía con otros también cuenta con más vínculos directos,
caminos más cortos y, por tanto, su posición es más favorable dentro del sistema, como un
recurso en favor del poder. El mismo autor afirma: “el índice de centralidad basado en la
cercanía muestra un más modesto pero aun substancial grado de concentración de poder”.
De este modo, a mayor cercanía, más conexiones directas y el sitio actúa como punto de
referencia en el sistema; por el contrario, a menor cercanía, mayor aislamiento y, por tanto,
dependencia.
• Grado de intermediación (betweenness). Son los asentamientos-puente, es decir,
“indica la frecuencia con que aparece un nodo en el tramo más corto” (Quiroga 2003:37). En
nuestro análisis es el visualmente más estratégico, o bien, el que tiene el paso más transitado
para pasar a otros. Hanneman (2000 6:7 y 13) afirma, en torno a la centralidad de grado de
intermediación: “Tener más de un camino me hace menos dependiente y en cierto sentido
más poderoso”.
Una forma para conocer el interior del sistema es estableciendo los subgrupos que lo
constituyen y, por tanto, las unidades mínimas de alianza (visual y física), que derivan en
una agrupación en unidades territoriales. Se emplean tres medidas de agrupamiento de
subgrafos: Clique, N-Clique y N-Clan. La primera se refiere a los subgrupos con
interacciones directas entre sus miembros, en este caso asentamientos aliados dentro del
sistema estudiado. La segunda y tercera consideran la intermediación como forma de
subagrupación; pero en N-Clique el intermediario no necesariamente es miembro del grupo
o aliado, en tanto que en N-Clan es necesario que sea aliado. Estos procesos generan
diagramas que muestran de forma visual los subgrupos.
2.6.4. TOC: no todos los caminos son planos
Entre los vestigios más perennes e inamovibles de la huella material de culturas extintas, se
encuentra la arquitectura, representada por montículos, túmulos, alineamientos y material
60
de colapso que dejan indicios en el territorio. La organización de la arquitectura en torno a
los recursos naturales, la zona de influencia y control puede indagarse por medio de un
análisis espacial que permite establecer la jerarquía de los sitios.
El proceso se realiza mediante SIG y diversas operaciones matemáticas; la utilización
de este recurso, a través de imágenes del territorio, ha mostrado ser una herramienta útil
para conocer los patrones arquitectónicos. Por otro lado, se señala que 30% de nuestros
sitios en análisis se integraron a partir de esta herramienta, por lo que se cuenta con
arquitectura georreferenciada y con el modelo de superficie topográfica continua (MDE), que
cubre todo el espacio en estudio.95
Se utilizaron las propuestas de análisis espacial 96 de Anaya (2018:94) y se optó por el
modelo de Teoría del lugar central: análisis del territorio óptimamente cubierto que propone
para la definición de centros rectores, pues toma en cuenta la intrincada topografía de la
región en estudio, involucrando cálculos de la pendiente, la fricción generada para el
desplazamiento y su coste, en lo que denomina economía de traslado y con lo que delimita
la territorialidad en un área de control en función de la topografía y las dificultades de tránsito
por tracción humana. Dicha territorialidad como la “posesión y defensa de un espacio vital
frente a otros individuos” (Villalobos et al. 2022:147).
2.6.5. UT: acomodos políticos y arquitectura confinada
Es un espacio con jurisdicción de un núcleo urbano principal que circunscribe a otros, incluye
población, cultura, producción de artefactos y recursos en el marco de relaciones asimétricas
y estableciendo un esquema de sujeción de diversos tipos (cultural, política, social, religiosa,
económica, etc.). Es un concepto espacial con trasfondo hegemónico.
Para el caso concreto de los sitios incluidos en el presente estudio, varios núcleos
urbanos comparten un espacio confinado por la geografía y los obstáculos, incluyen
población, vías de tránsito, agua, tierra, cuevas y barrancas que son objeto de asimilación
95
Modelo que se utilizó también para calcular el alcance visual.
El autor propone varios tipos de análisis espacial: de inversión de trabajo, del vecino más cercano y de
polígonos de Voronoi, entre otros. El primero de ellos se basa en las dimensiones arquitectónicas para asignar
el rango, pero no es aplicable a Zentla por la fuerte destrucción de los vestigios arquitectónicos; el segundo no
se consideró en función de que no todas las áreas tienen recorrido sistemático y sólo se registraron los PPC por
métodos indirectos, lo que dejaría grandes áreas sin información. Los polígonos de Voronoi o de Thiessen utilizan
distancias lineales en una superficie hipotéticamente plana entre dos sitios, el control territorial entre ambos
estaría a la mitad; además, para obtener buenos resultados tendrían que estar previamente jerarquizados y
aplicarse en los que son del mismo rango.
96
61
simbólica y de supervivencia, aunado a las habilidades para la apropiación del entorno que
pudiera parecer adverso.
Inferir la organización política a partir de las huellas arquitectónicas de grupos extintos
no es sencillo. Han sido diversas las propuestas: por su monumentalidad, número de
estructuras y diversidad o sus características, volumen constructivo, altura de algunos
edificios, áreas de las plazas o del asentamiento, etc.
Como se ha comentado, considerando la intensa destrucción de los vestigios y el
método de obtención de la información arquitectónica, se propuso para la construcción de
las UT la correlación del PPC, los MPP, el AR de conexiones visuales y físicas, además de
TOC, con miras a la definición de frentes defensivos y la relación entre los sitios estudiados
desde parámetros cuantitativos y cualitativos.
2.6.6. Rutas de intercambio (RI) y enlaces a partir de elementos alóctonos
Tomando en consideración que se cuenta con un grupo de materiales arqueológicos
clasificados, se enfatizan los de procedencia foránea como evidencia de interacciones (en
diversos niveles geográficos), denominados alóctonos. Ponderando su procedencia, se
establecen las posibles rutas de intercambio. Cabe hacer notar que la cerámica es
predominantemente autóctona: durante el período de estudio muestra apenas relaciones
con el valle de Córdoba (serie Maquinaria), del centro-norte de Veracruz con el tipo Bandas
ásperas, importado y también manufacturado con pastas locales; sin dejar de lado la
interacción continua con la cuenca baja del Jamapa-Cotaxtla, cuya cerámica es homogénea
con la de Zentla. Por su parte, la obsidiana fue de procedencia externa pues el yacimiento
más cercano, el de Ixtetal, se ubica a más de 50 km al noroeste de nuestra área de estudio.
La presencia de materiales alóctonos en el registro arqueológico se ha explicado de
diversas maneras; sin embargo, cualquiera que sea el tipo de relación reflejado en estos
objetos de proveniencia externa, el trayecto se hizo a través de una vía por la que transitaron
materias primas, ideas, técnicas constructivas, tradiciones y genética. De aquí surge la
necesidad de establecer las rutas de comunicación desde los espacios fortificados con otras
áreas cronológicamente coincidentes, en función de los materiales arqueológicos
clasificados.
Para proponer rutas se recurre al análisis cartográfico, al trabajo de campo y a datos
proporcionados por mapas antiguos, fuentes bibliográficas y los caminos de peregrinación
62
de Veracruz al Altiplano Central. Esto permite evaluar, desde el punto de vista estratégico,
cuál era la procedencia y si coincide con el frente defensivo 97 constituido por las UT.
2.7. Arquitectura, producción y tránsito de bienes en Mesoamérica
La presencia de arquitectura monumental es testimonio de una organización de los medios
de producción generadora de excedentes que permiten que haya agricultores, artesanos y
especialistas de tiempo completo. Del mismo modo, su edificación es resultado de la
iniciativa de los grupos de poder (Villalobos 1992:147). Los procesos y decisiones
mencionados se llevan a cabo en el marco de lo que se denomina modo de producción, es
decir, la forma como se organiza la sociedad para apropiarse de su entorno en una activación
que lo transforma y genera productos particulares. Inicialmente una economía de
autoconsumo que, gracias al desarrollo de técnicas y capacidades productivas intensivas,
extensivas y eficaces en las terrazas ganadas a los abismos y las playas enriquecidas con
los sedimentos en el tránsito hacia la planicie costera, lograron excedentes de productos
agrícolas y artefactos que permitieron el intercambio de mercancías.
Lo anterior se fundamenta en el control de los medios de producción: el trabajo humano
que transforma las materias primas y, especialmente, la propiedad de la tierra.98 Un grupo
de élite dirige el proceso productivo y legitima su poder en los ámbitos económico, político y
religioso, al ser depositario de los conocimientos astronómicos, rituales y calendáricos, de
vital importancia en las sociedades agrícolas para guiar los procesos productivos.
Por otro lado, una forma no coercitiva para materializar obras monumentales en las
sociedades prehispánicas es expuesta por Feinman et al. (2012), en un modo de
organización consensuada para obras de interés común que denominan acción colectiva.
Este tipo de colaboración se fundamenta en vínculos sociales, económicos y políticos, pero
sobre todo en relaciones vecinales en función de la interconexión e integración entre familias
y hogares, a través de rituales vecinales como ejes de cohesión en la identidad compartida
y cooperación exitosa para obras de interés colectivo.
En palabras de Keegan (2003:15) “El comercio era a menudo el preludio de la agresión”. En Zentla podría
indicarnos de quiénes estaban defendiéndose, por la ausencia de materiales de lugares determinados.
98
La tierra es la materia prima fundamental y su propiedad es determinante en la distribución de sus productos.
Como apunta Nikitin (1974:7): “…la tierra y el subsuelo, las aguas es objeto universal de trabajo”. En todo caso,
se trata del entorno natural y la forma de apropiación humana, al que cabe agregar el significado cosmogónico
que se deriva de esa relación.
97
63
Una institución de organización comunitaria que genera cooperación significativa y
acción colectiva para obras en un esfuerzo común y potestativo es el tequio,99 el cual es una
formación social con antecedentes prehispánicos que, pese al paso del tiempo y sistemas
gubernamentales, permanece en muchas comunidades tradicionales de México como forma
de organización de trabajo coordinado. Ofrece muestras de cohesión social colaborativa
mediante cooperación en especie y faenas para realizar obras que resultan convenientes
para mejorar su condición y lograr un objetivo en una organización que podríamos denominar
escalonada, donde es clave la cohesión familiar, vecinal y de barrio.
2.7.1. Formas de intercambio
Los grupos humanos nunca son del todo sedentarios; al moverse llevan consigo diversidad
de elementos (ideas, artefactos, tradiciones, información, etc.). En el sistema económico
prehispánico, el intercambio de bienes, según afirma Berdan (1978:77), constó de tres
categorías institucionalizadas: 100 el tributo, el tráfico exterior (foreing trade: comercio
exterior) y el intercambio mercantil (sistema de mercados).
Por otro lado, en lo referente al tipo de bienes en circulación —materiales e
inmateriales— Drennan (1998:25-26), establece tres categorías que fueron intercambiadas
a nivel regional en el ámbito del desarrollo de las sociedades complejas: las de uso práctico
y cotidiano, los artículos de lujo y la información. En el primer caso se incluyen alimentos y
materias primas, está involucrada la mayor parte de la población, pues cubren necesidades
elementales y de producción básica, por lo que son de mayor impacto económico;
enseguida, los artículos de lujo, importantes por su escasez, como símbolos ideológicos y
de prestigio; finalmente, la información, este rubro incluye los conocimientos técnicos,
conceptos simbólicos, religiosos e ideológicos.
Parece importante agregar que también hubo tránsito biológico de lo podríamos
denominar intercambio genético y biológico en el nivel de algunas patologías.
99
En náhuatl el verbo trabajar es tequiti, debe ser el antecedente de esta forma de organización colaborativa y
potestativa. El tequio durante la época novohispana fue la forma de denominar el tributo que en faenas debían
cumplir los indígenas (Cabrera 2002: 134). Es una forma de organización igualitaria y equitativa de trabajo
sumamente importante de cohesión y persistencia comunitarias (Warman 2003: 235-236).
100
El autor enfatiza lo que denomina imperio azteca, cabe señalar que es del período del que se tiene más
información.
64
2.7.2. Caminos y desencuentros
El uhtli (camino) y el sak bej (camino blanco), son muestra del cuidado y la importancia que
los caminos tuvieron en la Mesoamérica prehispánica, con largo alcance cronológico en
diversos e intrincados niveles geográficos. De distintas envergaduras, disposición y
calidades, las vías de comunicación son múltiples y variadas, en este caso sólo nos
referiremos a las terrestres, que jugaron un papel protagónico en el sistema económico
prehispánico; el control sobre su uso transitó entre vaivenes políticos y disputas constantes.
Desde la perspectiva defensiva, su control visual y físico son vitales como probables rutas
de evasión, espionaje, comunicación, abastecimiento, acceso a recursos, etc.
Con una visión retrospectiva de largo alcance y uso sucesivo en el tiempo prehispánico
e incluso actual, se exponen las vías de tránsito que, con base principalmente en texto en
náhuatl de la obra de Sahagún, Historia General de la Nueva España, Castillo Farreras
(1964:176-181) traduce y describe: uchpantli, es ancho y principal; uhpitzactli, delgado y
largo; ixtlapaluhtl, de traza es recta y directa, pero difícil de transitar. Finalmente, se destacan
dos vías que coinciden con los pasos y caminos ocultos entre barrancas en nuestra área de
estudio: ichtaca uhtli, camino secreto y peligroso e icxiuhtli, angostillo, ondulado, poco usado
y dificultoso.
Por estas vías transitaron personas, mercancías e ideas en la multiplicidad ecoétnica de
Mesoamérica; esta interacción cultural modificó diversos aspectos: religión, ideología,
fenotipo y genotipo, técnicas constructivas y formas de asentamiento en el marco de un
mismo modo de producción. De acuerdo con Meneses y Corona (1997:25), hubo dos formas
de relaciones (interétnica e interregional) a través de las cuales se dieron conquistas por
medio de la violencia, así como la implantación de colonias con habitantes de identidad
étnica diferente que fomentó la apertura de rutas de comercio e intercambio.
Por todo lo anterior, tomando en cuenta la dimensión, calidad y procedencia de
artefactos alóctonos, considerados como objetos de lujo, además de su ubicación en el
contexto urbano. Se lleva a cabo un acercamiento al tránsito de mercancías por su hallazgo
en Zentla; aunque difícilmente al carácter específico de su presencia en el registro
arqueológico.
2.7.3. Modo de producción: conflictos, tributos y doble explotación
Personas y artefactos de todo tipo transitaron por Mesoamérica, en el marco de un sistema
económico que rigió la forma de interacción entre los pueblos prehispánicos. Cada vez es
más frecuente, con mayor antigüedad y en ámbitos geográficos mayores, encontrar
65
evidencias de constantes pugnas por tierras y recursos. Tomando en cuenta el panorama
general del desarrollo de las sociedades prehispánicas, se considera adecuada la propuesta
que Semo (2018:109-114) denomina modo de producción tributario o despotismo
tributario,101 modelo económico que predominó en Mesoamérica desde 1 200 aC hasta el
contacto hispano. Se fundamenta en la doble explotación: primero, de los campesinos y
productores por la clase noble local que tributa, a su vez, al imperio; el autor enlista las
siguientes características:102
▪
Excedentes agrícolas103 y sistemas de irrigación104
▪
Surgimiento del Estado que organiza y redistribuye
▪
Clase sacerdotal que promueve trabajos científicos y la identidad colectiva
▪
Religión afín con las diferencias de clase
▪
Sistemas jerárquico y educativo (diferenciados)
▪
Organización del trabajo excedente
101
El concepto de modo de producción tributario procede de una larga discusión y fuertes desencuentros en la
pertinencia de la aplicación de este concepto marxista de las sociedades precapitalistas del Viejo Mundo (modo
de producción asiático o despotismo hidráulico), a las particularidades de Mesoamérica. Al respecto, Barrera
Rubio (1984:9) afirma que la denominación “tributario” fue asignada por Banu (1966) y Amin (1976). Este
concepto fue reflexionado y marcó un hito en la investigación mesoamericana en lo expuesto por Palerm (2007)
donde lo aplica a casos concretos del Altiplano Central mexicano, dentro de lo que entonces se denominó
evolucionismo multilineal. Por otro lado, una perspectiva que, a mi juicio, es adecuada y concreta para las
condiciones mesoamericanas, fue definida por Corona Sánchez, quien la denomina “Modo de Producción
Americano”, es un modelo analítico en que interactúan las fuerzas productivas, las relaciones sociales de
producción y la cosmogonía (superestructura), en el marco de la propiedad comunal de la tierra. La aplica a
Teotihuacan y Tiahuanaco, cabe destacar que encuentra un patrón en la disposición arquitectónica de los núcleos
urbanos que asocia con su función. Desafortunadamente, no ha sido posible acceder al texto completo.
102
Varias de ellas son parte de las expuestas por Kirchhoff (1960), como los caracteres culturales de
Mesoamérica.
103
Agrega el autor “… condiciones óptimas para la agricultura intensiva sin arado”. Considero que tales
condiciones se generaron en Mesoamérica a partir de un desarrollo que muestra la apropiación y modificación
del medio ambiente a través de diversas técnicas propias de productividad agrícola intensiva, diseñadas para un
medio natural particular. Destacan las chinampas, la irrigación a través de canales, los campos levantados, entre
otras, que permitieron la producción de excedentes agrícolas y el desarrollo de sociedades de complejidad
creciente, lo mismo que su población; así como de las iniciativas necesarias para el proceso constructivo de
arquitectura monumental. Pese a ello, afirman algunos autores, entre los que destaca Katz (1972: 29-30), que la
falta de instrumentos de metal (principalmente el arado), de animales de tiro y la rueda como instrumento de
locomoción, fueron limitantes en el desarrollo prehispánico de Mesoamérica, postura que resulta muy
cuestionable si consideramos los alcances arquitectónicos mesoamericanos.
104
Creo que un término más adecuado sería “técnicas de agricultura intensiva”, que incluyen todos los sistemas
de agricultura, riego, conservación del suelo, rotación de cultivos, descanso de las parcelas cultivadas, etc. En el
centro de Veracruz están documentadas las ringleras y los campos levantados (Siemens 1989: 197). Para Zentla
se ha notado un sistema de terraceo que, ganando espacio a las barrancas, pudieron utilizarse para agricultura
intensiva al contener humedad y conservar el suelo; lo mismo que la agricultura en los denominados “plan” o
“planes” de los ríos que se practica actualmente con abundantes cosechas al aprovechar la humedad constante
y la riqueza de los sedimentos.
66
▪
Red de vías de comunicación105
Más que un modo de producción parece más correcto hablar de un modo de apropiación
violenta de la producción de otros;106 en este caso, sobre el campesino quien ve pauperizado
su acceso a lo que él mismo produce. Se genera con ello un ambiente de tensión constante,
así como pugnas por ganar control sobre pueblos y sus recursos. Es posible afirmar que en
la Zentla prehispánica, las condiciones no fueron diferentes al resto de Mesoamérica. La
profusión de sitios con arquitectura monumental da evidencia de una población densa y
creciente que se apropió y explotó el entorno natural de forma eficiente y creativa, logrando
alimentos suficientes y excedentes que permitieron el intercambio y el sostenimiento de una
élite que logró organizar la construcción y clausura de los sitios. Además, mantuvo con otras
áreas relaciones que la arquitectura expresa tensas y propiciaron este patrón constructivo.
105
Es necesario agregar el control del tránsito sobre dichas vías.
Piña Chan (1993a:10) menciona la tributación desde el Preclásico; sin embargo, agrega que pudo no ser
coercitiva. También, considera que incentivó el desarrollo de una forma de registro (cantidad, periodicidad y tipo
de bienes tributados), que ya están presentes en el período Monte Albán I (700-200 aC).
106
67
3. Corografía, arquitectura defensiva y atisbo histórico
El Urbanismo y Arquitectura del México Antiguo constituyen
un universo finito de hechos materializados (concretos) y contenidos por la
geografía de nuestro territorio, por tanto, su estudio no puede desvincularse
del conocimiento del contexto y entorno geográfico donde se produjo.
Alejandro Villalobos, 2006.
La tierra, el subsuelo, el agua y los recursos en general son objetos primarios y universales
de trabajo (Nikitin 1974:2). La humanidad está contenida en el entorno natural y lo
transforma, lo adecua para satisfacer sus necesidades en interacción mutua y constante
entre medio físico-naturaleza-ser humano. Así, el contexto corográfico y la activación
generada en los grupos humanos, proyectada en la cultura material e inmaterial se vincula
con la producción de artefactos, de escalas individual y colectiva, enfatizando en la
arquitectura y su particularidad fortificada.
Adicionalmente, el conocimiento de la geografía tiene enormes connotaciones
estratégicas y ha sido fundamental para las conquistas territoriales,107 lo que implica no sólo
el conocimiento profundo del territorio y sus recursos, sino también de su población y el
control del tránsito interno y externo.
3.1. Barrancas y murallas: paisaje defensivo
Una geografía particular e intensa en el área de transición entre las Altas Montañas y la
planicie costera del golfo de México, le otorga características sumamente particulares: las
mesetas sedimentarias, escindidas por profundas barrancas que emergen a modo de
abanico de la cara oriente del Pico de Orizaba, configuraron el espacio ideal para la
construcción de fortificaciones con la mínima inversión arquitectónica.
Paisaje, arquitectura y población, en inseparable relación e interdependencia,
constituyeron una unidad indisoluble de elementos interconectados: humanos, físicos,
sociales, políticos, religiosos y míticos, donde el contexto geográfico en su conjunto contenía
significados simbólicos (barrancas, cuevas, manantiales, ríos, montañas) que constituían un
entorno sagrado que sirvió como soporte de expresión cultural. De este modo, la ciudad
107
Como ya se señaló, fue determinante papel que jugaron los pochteca o comerciantes en la expansión del
imperio mexica, al conseguir información sobre los pueblos que serían conquistados y, por tanto, probables
enemigos: población, gobierno, recursos (agua, caminos, producción), alianzas, características defensivas y
debilidades, fueron puntos sensibles de información geopolítica.
68
materializó en su construcción el paradigma cosmogónico108 mesoamericano, proyectó la
mitología, la religión, caminos, viviendas, plataformas, canchas, pirámides monumentales se
fundieron con la morfología del volcán, en el marco de un trazo preciso de innegable
planeación y organización urbano-arquitectónica.
Por su parte, el paisaje desde la geografía, como desde otras disciplinas, puede
concebirse en el marco de la TSG, constituido por componentes interdependientes en un
ambiente común. Así, son un conjunto de elementos geográficos, ecológicos y la acción
humana como eje determinante de transformación y apropiación con fines productivos en un
periodo cronológico determinado. Lo anterior da cuenta de la historia de los grupos humanos
y sus cambios culturales.
Destacan los contrastes en la zona semiárida: entre el verdor en las laderas y los vastos
y pajizos pastizales, cuyas condiciones climáticas suelen ser extremas por las altas
temperaturas y la baja precipitación pluvial. Adicionalmente, la historia ambiental va de la
mano del paisaje patrimonial y la devastación que desde los inicios del período novohispano
sufrieron estos espacios, otorgados como estancias de ganado para iniciar una larga historia
de deterioro ambiental, como dan cuenta las diversas peticiones hechas a la corona
española (Bravo Almazán 2017:37-38).
Figura 3. Puede notarse el contraste entre el verdor en laderas y barrancas y el pastizal
en la estación seca, en Ameyal (registro fotográfico de la autora).
108
El paradigma cosmogónico mesoamericano se materializó en la organización urbana; parte fundamental de
esta planeación es la organización, diseño, disposición y orientación de las estructuras arquitectónicas del núcleo
urbano. En palabras de Aveni (1980: 23) la orientación pudo ajustarse en una dirección particular de importancia
astronómica.
69
3.1.1. El municipio de Zentla: notas demográficas y geoestadística
La jurisdicción territorial del municipio de Zentla, en el centro del estado de Veracruz, es una
referencia actual que no necesariamente tiene relación con las unidades político-territoriales
prehispánicas, las cuales aún se están definiendo y que debieron variar en función del tiempo
y los vaivenes políticos. Es importante destacar que los límites municipales están
intrínsecamente ligados con los rasgos hidrológicos.
Resulta emblemática, como referencia histórica y patrimonial, la capilla de San
Jerónimo; su temprana edificación, muy probablemente en 1547, conduce a la
preponderante jerarquía de los asentamientos prehispánicos y de las rutas de comunicación
a través de Zentla que trascendieron el periodo Posclásico mesoamericano y la intrusión
hispana que, sin embargo, aún no se develan del todo.109 El territorio es una franja de más
de 38 km de longitud con un área de 178.1 km2; su densidad es de 70.7 habitantes/por km 2,
12 581 habitantes en 55 localidades vigentes (INEGI 2021:436).
Figura 3.1. Gráfica poblacional de las localidades vigentes del municipio de Zentla
(elaboración propia, generada en Excel con datos de INEGI 2022).
109
Actualmente, la llegada al pueblo de Zentla desde la cabecera municipal está bien acondicionada, continúa
un par de kilómetros y se vuelve brecha; la salida que pasa por Ameyal y el Angostillo es un camino abrupto y
peligroso, por lo que la circulación es muy limitada, especialmente para los visitantes. Es pertinente señalar que
Zentla es un espacio diferente al Castillo de Zentla, fortificación prehispánica conocida desde el siglo XIX, ubicada
al norte, a aproximadamente medio kilómetro y separados por la profunda barranca de Zentla, que Sartorius
(1869: 821) describe como “circunvalado de peñasco vertical”.
70
La mayor concentración poblacional coincide con mejores condiciones edafológicas y
climáticas en el área poniente; por otro lado, en la parte oriente hay amplias extensiones
prácticamente deshabitadas que se destinan a labores agropecuarias; destacan las
actividades primarias, en especial la siembra de caña de azúcar, café, maíz y frijol; se
introdujeron recientemente el cultivo de limón, chile habanero y flor de jamaica. Hay trapiches
para el procesamiento local de la caña, aunque la mayor parte de la producción es llevada
a las plantas en los municipios de Córdoba y Potrero.
La cosecha de café propicia la estancia temporal de personas, sobre todo de municipios
de la sierra de Zongolica y de los estados de Puebla y Oaxaca, lo mismo ocurre con el corte
de caña que atrae jornaleros de las poblaciones cercanas. Otras actividades relevantes son
la cría de ganado vacuno y porcino, además de las granjas avícolas.
Su población es un característico e interesante crisol genético-cultural, parte de ella es
producto de la inmigración italiana ocurrida en 1882 promovida por Manuel González —de
ahí el nombre de la cabecera municipal— que, en conjunto con la población local, matizó el
fenotipo y otras manifestaciones culturales entre las que se cuentan la gastronomía, la
arquitectura vernácula y expresiones lingüísticas locales que le otorgan a Zentla una
personalidad e influencia significativas y particulares en la región.
Figura 3.2. Colindancias municipales de Zentla, se muestran la cabecera municipal y
algunos PPC, destaca el sinuoso relieve (mapa de la autora, generado en QGis).
71
3.1.2. De agua y lluvia: hidrografía y régimen pluvial
El territorio mexicano está dividido en regiones hidrológicas,110 en el territorio veracruzano
una de ellas es la Papaloapan (RH 28), cuyo sistema fluvial cuenta con 18 cuencas, la Río
Jamapa y otros (RH 28B) se divide en dos subcuencas exorreicas: Río Atoyac (RH 28Ba) y
Río Jamapa (RH 28Bb). La última cuenta con dos corrientes importantes: los ríos Jamapa y
Cotaxtla, que en pleno descenso a la costa atraviesan una topografía muy accidentada por
el modelado hídrico radial. Es en la margen norte del río Jamapa donde se encuentran los
afluentes que atraviesan el territorio municipal de Zentla, con cuencas profundas y abruptas.
Figura 3.3. Corrientes de la subcuenca exorreica Río Jamapa (RH 28Bb) y precipitación
media anual en mm/m2; se muestra el área territorial de Zentla y los PPC con un triángulo
(mapa de la autora con datos de INEGI, Climas (2004) y Red hidrográfica (2010), generado
en QGis).
3.1.3. Soporte físico: geología y topoformas
El Citlaltépetl o Pico de Orizaba, volcán aún activo, da significado geométrico a la forma
arquitectónica, es la mayor elevación del territorio mexicano y forma parte del Eje
Neovolcánico Transversal, lo mismo que una breve área del municipio de Zentla. Por otro
lado, es importante señalar que la mayor parte está en la provincia fisiográfica de la Llanura
110
Las cuencas son definidas por la división natural de las aguas debida a la conformación del relieve. CONAGUA
agrupó las aguas nacionales en 731 cuencas, conjuntadas en 37 regiones hidrológicas (RH), organizadas en 13
regiones hidrológico-administrativas (CONAGUA 2015: 20).
72
costera del Golfo Sur, 111 contexto de la subprovincia Llanura Costera Veracruzana con
importantes características hidrológicas pues incluye caudalosos ríos y tierras inundables.
Lo anterior resulta paradójico, pues Zentla se encuentra en la zona semiárida, por su
ubicación en la transición entre las Altas Montañas y la planicie costera, con ríos caudalosos
pero con cauces profundos no accesibles ni navegables.
Figura 3.4. Geología y fisiografía del municipio de Zentla, es notorio que predomina el
lomerío típico constituido por toba básica y el asociado con areniscas y conglomerados
(mapa de la autora con datos de INEGI, Fisiográficos (2001), Suelo y vegetación (2013) y
Geológicos (2017), generado en QGis).
El territorio en estudio corresponde mayoritariamente a procesos geológicos del período
Cuaternario, se caracteriza por afloramientos de rocas ígneas extrusivas en el poniente del
territorio municipal; en el oriente preponderan las áreas de corte sedimentario asociado con
areniscas y conglomerados, con permeabilidad alta que permite la presencia de manantiales.
Se han registrado algunos afloramientos del Terciario caracterizado por calizas y fragmentos
de sílex en colores café, negro y rojo que no muestran modificaciones culturales, en
Matlaluca, Coyotepec, Huaje-Mata del Venado, Tenanzintla y Tío Tamal, sitios que
comparten meseta.
111
La Llanura Costera del Golfo Sur comprende parte de los estados de Veracruz, Oaxaca, Tabasco, Chiapas y
Campeche.
73
Figura 3.5. Fragmentos de sílex recolectados en Tenanzintla (registro fotográfico de la
autora).
Como parte del sistema de topoformas se han registrado cuatro prominencias de basalto
columnar que rompen la homogeneidad del lomerío típico. Su importancia es de tipo
defensivo al ser utilizadas como puntos de vigilancia, hay dos en Ameyal y dos más en
Coyotepec.
Figura 3.6. Prominencias de basalto columnar en Ameyal y en Coyotepec (registro
fotográfico de la autora).
74
3.1.4. Suelo, unidades climáticas y capacidad productiva
La producción agrícola fue un elemento básico de supervivencia en las sociedades
prehispánicas. Por ello, eran puntos trascendentales la tenencia y calidad de la tierra y el
clima en función de su capacidad productiva, unidos a la aplicación de técnicas agrícolas
creativas, diseño de herramientas y procesos enfocados a potenciar una producción
suficiente para sostener a la propia población y generar excedentes para tributos e
intercambio. De ello se desprende que las mejores áreas para cultivo, clima óptimo y
disponibilidad de agua debieron ser más codiciadas. En el área municipal de Zentla se
encuentran las siguientes unidades climáticas112:
Figura 3.7. Mapa que muestra tipos de suelos, unidades climáticas, temperatura media
anual y los PPC. Destaca la densidad arquitectónica en el tipo de suelo leptosol (mapa de
la autora con datos de INEGI, Climas (2004) y Suelo y vegetación (2013), generado en
QGis).
• Templado-húmedo (Cf): con lluvias todo el año, aunque es mayor en verano, tiene
temperatura media anual entre 12 y 18°C; para Zentla se ubica en 20°C y ocupa
aproximadamente 1/4 del área poniente del municipio, coincide con los luvisoles y un
régimen mayor de lluvias, por lo que tiene mayor productividad y densidad poblacional.
112
Características tomadas de Soto y Giddings (2011:46).
75
• Monzónico (Am): corresponde a los climas cálidos con temperatura media anual de 22°C.
En verano tiene influencia de monzón, es decir, vientos que soplan desde el sur
denominados “suradas”, coincide con los leptosoles.
• Sabana tropical (Aw): son climas cálidos tropicales con invierno seco y lluvias de verano.
Ocupa la mitad oriente y suelos sumamente pedregosos y someros, también con menor
lluvia que el resto del municipio: 1 200 mm/m 2 y temperatura media anual mayor: 24°C.
También elemento básico en la productividad agrícola es el tipo y características de los
suelos; así, las unidades edafológicas113 son:
• Luvisol: (del latín luere: lavar), se desarrolla en áreas llanas y con terrazas aluviales al
formarse a partir de materiales no consolidados y por fenómenos glaciares, eólicos,
aluviales, además, contienen arcillas. Son fértiles y tienen marcada estacionalidad de lluviasequía, muy notoria en nuestra área de estudio. Ocupa el área poniente y coincide con el
clima Cf (templado-húmedo) y un régimen abundante de lluvias, de 2 000 a 1 500 mm/m2,
por lo que suelo-clima-lluvias propician cosechas abundantes; es importante señalar que esa
área no ha sido investigada arqueológicamente.
• Leptosol: (del griego leptos: delgado), pueden estar cerca de la superficie o sobre roca
continua, son suelos someros y pedregosos, se asocian con planicies calizas superficiales,
características que podrían limitar su uso agrícola si no se utilizan técnicas adecuadas.
Corresponden a climas secos, templados y húmedos. En Zentla ocupa la mayor parte del
área municipal y se destina a la siembra de caña, maíz y a la cría de ganado. Con perfiles
breves (50-60 cm), son erosionables por lo que pese a su aparente baja productividad y
precipitación pluvial que puede considerarse de rango bajo (1 200 mm/m2), en un ambiente
climático de sabana tropical. Contiene todos los sitios en investigación, así, el volumen
arquitectónico construido da testimonio de alta densidad poblacional. Por ello, podemos
inferir la utilización de técnicas de agricultura intensiva que potenciaron su rendimiento.114
• Phaeozem/Feozem: (del griego phaios, oscuro y del ruso zemlja, tierra), responde al
color pardo grisáceo a gris oscuro derivado del alto contenido orgánico que los hace muy
fértiles y aptos para la agricultura intensiva. En Zentla se aprecian dos breves áreas en la
113
Datos tomados de: INEGI (2007); IUSS (2007) y SEMARNAP
(https://apps1.semarnat.gob.mx:8443/dgeia/informe15/tema/recuadros/recuadro3_1.html, marzo 2022).
114
Resulta interesante un acercamiento a partir del parámetro de temperatura promedio para la República
Mexicana (20-22°C) que, aunado a la precipitación media anual, se aplica para aproximarse a las posibilidades
agrícolas (INEGI 2005: 20). Aunque no toma en cuenta el tipo de suelo: desde esta perspectiva el rango del área
donde se encuentran los sitios en estudio tiene 1 200 mm/m2, clasificado como moderadamente húmedo y
aceptable para siembra de temporal.
76
parte oriente, asociadas con la confluencia meándrica del río Chiquito. Se trata de suelos
profundos y ricos en materia orgánica, fértiles y aptos para el cultivo aunque erosionables y
difíciles de trabajar por su textura compacta cuando están secos y lodosos si hay humedad,
lo que también dificulta la excavación arqueológica.
3.1.5. Algunas consideraciones en torno al clima
El clima es un complejo sistema en que interactúan múltiples factores, en el caso de la
zona semiárida a la que pertenece el territorio en estudio, se conjuntan condiciones
climáticas extremas: fuerte y largo estiaje, altas temperaturas, ambos factores
intrínsecamente ligados. Sin embargo, hay diversidad climática a lo largo del territorio, de lo
que resulta que la productividad y disponibilidad de agua es variable.
En conjunto, el área municipal de Zentla provee de cosechas que pueden llegar a ser
abundantes aunque dependen aún de los vaivenes climáticos. Se perciben dos temporadas
anuales muy diferenciadas: de lluvias y de “secas” que puede persistir por más de medio
año, período en que se presenta la canícula, escasea el agua y la población recurre al líquido
almacenado en los jagüeyes (depósitos), cada vez más frecuentes, aunque la evaporación
también es acelerada; del mismo modo, a diversos manantiales que brotan en varios puntos,
entre los que destacan los ubicados en Ameyal y en Rincón Macho.
El paisaje es muy contrastante: entre las laderas de espeso verdor y las mesetas con
pastizales de aspecto reseco, considerablemente alterado por las actividades agropecuarias
que ha generado que predomine la vegetación secundaria.115 Se refleja en la distribución del
suelo y su uso que proyecta, de igual forma, una prolongada perturbación antrópica;
prevalecen, pese a todo, restos de selva baja caducifolia, escasos vestigios de la flora
original.
La actividad de agentes de tipo climático, entre los que se cuentan las acciones eólica,
hídrica (lluvia y corrientes), biológica, antrópica, etc., modifican y desgastan el relieve a
través del transporte de material. Es obvia su asociación con las barrancas y ríos de mayor
caudal. Esta susceptibilidad a la erosión es un fenómeno que afecta la producción agrícola,
aunque ejerce también efectos adversos en los restos arqueológicos.
115
La vegetación secundaria es indicio de alta perturbación humana que alteró o eliminó a la original. En el
municipio pueden verse palmas de diversos tipos, pero predominan las de coyol, además del palo mulato,
leguminosas con espinas, maleza y zacate.
77
3.2. Atisbo al pasado de Zentla: notas historiográficas
Paulatinamente va construyéndose la historia de Zentla; sin embargo, hay enormes vacíos,
particularmente previo a la llegada italiana. En busca de una visión de largo plazo, enseguida
se suman diversos eventos que abonan a esa construcción.
3.2.1. San Jerónimo Zentla: una referencia desde el siglo XVI
En primer término, se mencionan en las Relaciones Geográficas del Siglo XVI que el territorio
del municipio de Zentla se integró en la descripción de la ciudad de la Veracruz y su comarca,
con fecha 1580.116 Pese a que el cuestionario no fue respondido con minuciosidad, aportó
el Mapa 117 de Patiño, 118 que ilustra la iglesia de un poblado denominado Çentla. Se
construyó como capilla abierta con el objetivo de apoyar el proceso de evangelización en los
inicios del periodo novohispano. Es posible que se haya edificado cerca o en el sitio
posclásico más importante al momento del colapso mesoamericano con técnicas
constructivas prehispánicas y reutilizando su material; asimismo, da evidencias de la
importancia de las vías de comunicación a través del actual territorio de Zentla.
116
Se encuentra en las Relaciones Geográficas correspondientes a la Diócesis de Tlaxcala a la que perteneció
en los inicios del periodo novohispano.
117
Acuña (1985:307) afirma que la Relación de la Ciudad de Veracruz no iba acompañada de pinturas (es decir
del Mapa de Patiño) al que se le atribuyó fecha de 1580; concluye que fue elaborado por Alonso de Santacruz,
un cosmógrafo español que murió en 1567, por lo que debió ser anterior. Propone que se produjo entre 1545 y
1554, período muy temprano en que ya estaba edificado un templo católico en el pueblo de Zentla, como se
registra en diversos mapas, lo mismo que varios caminos y rasgos hidrográficos.
118
En el acervo de la Mapoteca Orozco y Berra se encuentran dos copias del Mapa de Patiño, ambos tienen una
nota en la parte superior derecha: “Plano de Veracruz mandado en 1580 al Rey Felipe II por el Alcalde mayor
Alvaro Patiño. Copia del original que existe entre los manuscritos de Joaquín García Ycazbalceta”. Es importante
señalar que el mapa coloreado contiene menos pueblos y representa algunos edificios; el otro, está hecho a
línea, muestra un entorno más amplio con mayor cantidad de poblaciones.
78
Figura 3.8. Entorno e iglesia de Çentla (Zentla), copias del Mapa de Patiño, siglo XVI
(Mapoteca Orozco y Berra (MOyB): COYB.VER.M48.V1.0015 y CHIS.EXP.M12.V6.0112;
paleografía de la autora).
Aguirre Beltrán (1991:68-69) propone que la capilla de San Jerónimo fue construida en
1547, de acuerdo con una pequeña campana que exhibe esta cifra en números romanos;
considera también la arquitectura y actas de nacimiento escritas en náhuatl con fechas
anteriores a 1600. Desafortunadamente, no se han localizado los archivos mencionados por
el autor; sin embargo, la campana aún permanece en la parroquia, lo mismo que dos misales
del siglo XVIII.119
119
Hay noticias de un códice, supuestamente hallado detrás del altar principal.
79
Figura 3.9. Campana con la fecha 1547
(registro fotográfico de la autora).
Figura 3.10. Arcos fajones y el presbiterio que constituyó la capilla abierta con notoria
masividad arquitectónica (registro fotográfico de la autora).
Atendiendo a la revisión minuciosa de la arquitectura de la capilla de San Jerónimo,
pudieron distinguirse, al menos, cuatro etapas constructivas; la más antigua corresponde a
dos bóvedas vaídas que dieron forma a una capilla abierta donde se evangelizó a la
población local en los inicios del período novohispano. Posteriormente, se construyeron la
80
bóveda de cañón corrido con arcos fajones, el coro y el sotocoro con una fachada diferente
a la de ahora. Después, la portada que se aprecia actualmente y la torre del campanario;
otras adiciones muy posteriores son las dos capillas anexas.
Figura 3. 11. Planta general que muestra el uso y distribución de los espacios; además, las
diversas etapas constructivas (plano de la autora).
Es importante señalar que la Capilla de San Jerónimo Zentla es un punto focal de interés
arquitectónico, histórico e identitario, por su antigüedad y porque se ha convertido en un
espacio de confluencia social e interés en la preservación del patrimonio de este municipio
centroveracruzano y es un referente a nivel regional.
81
Figura 3.12. Alzado de la fachada de la capilla de San Jerónimo Zentla (levantamiento y
plano de la autora).
3.2.2. Historia, tierra y población
Tras iniciar el período virreinal fueron constantes y comunes las concesiones de Mercedes
de Tierras para ganado (mayor y menor) y las Encomiendas, instituciones jurídicas para
fomentar la ocupación de extensas áreas bajo el control de peninsulares y como estipendio
por los servicios en favor de la intrusión hispana, con intención evangelizadora. Al respecto,
los documentos depositados en el Archivo General de la Nación (AGN), revelan un largo
deterioro ecológico debido a la ganadería; también, proporciona diversos planos que,
aunque muy esquemáticos, muestran caminos y diversas referencias entre las que destaca
una edificación en un lugar denominado Zentla. Ponderando su antigüedad, hasta ahora se
han encontrado cinco: uno fechado en 1576 que acompañó la petición de Isabel de Silva
para una estancia para ganado mayor “en términos de Cintla”, referenciado por una iglesia.
La revisión minuciosa de la disposición y referencias de los espacios representados permite
ubicar geográficamente diversos sitios en Zentla y su entorno.
82
Figura 3.13. Lista de algunas mercedes (elaboración propia con datos de AGN, Tierras,
siglo XVI).
Figura 3.14. Mapa de 1576 por J. Dávila, es una solicitud de merced de un sitio de estancia
para ganado mayor en “términos del pueblo de Çintla”, puede observarse la iglesia e
importante cantidad de referencias que permiten una aproximación a poblaciones actuales
(AGN Tierras, vol. 2777, exp. 3, núm. pieza 2127; paleografía e interpretación geográfica
de la autora).
83
Diversos recursos etnohistóricos dan cuenta de noticias referentes al pueblo de
naturales de Zentla, significa que fue mayoritariamente ocupado por población indígena y
testimonian su vigencia; ya se mencionaron las Relaciones Geográficas; por otro lado, se
encuentran los Memoriales del Obispo de Tlaxcala, entidad eclesiástica a la que perteneció
parte del actual estado de Veracruz en los inicios novohispanos. Se describe (de la Mota
1945:206) una visita realizada en 1609 a San Antonio Acatepec (actualmente Huatusco de
Chicuellar), doctrina que tenía sujetos a los pueblos de la Corona: Tlatectla, San Francisco
Cuitlatepec, San Martín Tlacotepec y Centlan que contaba con 21 tributarios casados,
agrega que por su clima de “tierra caliente” producía muchas frutas, chiles, tomates, algodón,
maíz, aves y peces (bobos y mojarras).
Otra noticia es que en 1702 Martín de Olmos, cacique y gobernador del pueblo de San
Jerónimo Zentla, y su hijo solicitaron autorización para portar armas; 120 al contar con
gobernador propio se entiende que continuaba como un pueblo de indígenas. También, en
la primera mitad el siglo XVIII, Villaseñor y Sánchez (1746:267-268) informan de 105 familias
de indios y Zentla está todavía sujeta a la doctrina y gobierno de “Huatuzco”. Años más tarde,
entre 1762 y 1763 hay noticias sobre dos epidemias consecutivas, de viruela y matlazahuatl,
que asolaron la jurisdicción de la villa de Córdoba;121 sin embargo, en San Jerónimo Zentla
no hubo contagios, 122 hecho que no contribuyó a largo plazo a mantener un núcleo
poblacional numeroso, pues fueron las tierras que en 1881 el gobierno mexicano compró
para incentivar la migración italiana.123
Se proyectó ubicarles allí debido a que: “En las actas oficiales124 se estipuló que los
colonos se establecerían en el Estado de Veracruz, porque el Gobierno pensaba que era el
lugar menos poblado” (Tommasi y Zilli 2006:82). Un mapa del Cantón de Huatusco125 de
1882 informa que en la municipalidad de Zentla hay 1 653 personas con densidad de 7 [6.5]
120
AGN, Instituciones coloniales, Real Audiencia, Indios (058), exp. 129, fojas 197v, 1702.
Un acercamiento paleodemográfico al embate de las epidemias entre los indígenas, es planteado por Serrano
y Bravo (2022) donde, a partir de proyecciones estadísticas, las autoras calculan los períodos de recuperación
poblacional.
122
AGN, Instituciones coloniales, Real Hacienda/Tributos (113), vol. 28, fojas 229.293, 1763.
123
El ciudadano español Vicente Sehara, vecino de Huatusco, era el dueño de la finca “Vista Hermosa” que
incluía los terrenos que ocupa la actual cabecera municipal, la Colonia Manuel González. También, resulta
interesante que introdujera el cultivo de café en el Cantón de Huatusco (Sehara 1921: 52), que al transcurrir del
tiempo se convirtió en una de las actividades económicas más importantes.
124
Se refiere al contrato del 22 de marzo de 1881 y el decreto de Córdoba del 23 de marzo del mismo año, en
los cuales se hace definitivo el proyecto de colonización por familias italianas (Tommasi y Zilli 2006:82).
125
De acuerdo con el mismo mapa, el Cantón de Huatusco estuvo constituido por las municipalidades de Totutla,
Tlacotepec, Comapa, Axocuapan, Elotepec, Tenampa, Tatetla, Sochiapa, Tetiltan, Huatusco y Zentla, en
conjunto contaban con 21 066 habitantes y 16 habitantes/km2.
121
84
hab./km2, incluyendo las 84 familias con 423 personas recién llegadas, por lo que la
población local antes de ese acontecimiento era de 1 230126 con 5 [4.8] hab./km2; lo que no
parece un aumento significativo. Sin embargo, en otro mapa también del Cantón de
Huatusco de 1905127 la población de la municipalidad ascendió 3 338 habitantes, es decir,
en 23 años el número de habitantes aumentó a más del doble.
Figura 3.15. Cuadro estadístico del Cantón de Huatusco, en rojo los datos referentes a la
municipalidad de Zentla con 1 653 habitantes (MOyB, CGF.VER.M22.V5.0397).
3.3. Caminos y tiempo: largo e ignoto andar en el territorio de Zentla
El estudio de las rutas prehispánicas, novohispanas y posteriores es muy poco conocido 128
en el área de nuestro interés. Paulatinamente esta perspectiva ha cambiado en función del
avance de las investigaciones y del conocimiento del territorio. Se han identificado pasos
126
Para promover el establecimiento de extranjeros el gobierno mexicano compró 22 458 hectáreas en Veracruz,
Puebla, Morelos, San Luis Potosí y cerca de la capital; el costo fue de $169 988 (Brancroft 1887:574-575);
antecedente del actual territorio del municipio de Zentla.
127
Croquis cantón de Huatusco, sin autor, la fecha en el mapa es de 1905, MOyB, Veracruz 5,
CGF.VER.M22.V5.0397.
128
Hernández Santisteban (2014), al buscar las rutas desde el centro de Veracruz al Altiplano durante el
Posclásico tardío, indaga así los enlaces entre Quauhtochco (en el municipio de Carrillo Puerto) e Ixhuatequilla
(en Ixhuatlán del Café), ambas debieron pasar por Zentla, el autor enfatiza en la necesidad de conocer acerca
del tránsito interno y externo. Carencias que el presente trabajo colabora en resarcir.
85
hacia el exterior y un complejo entramado de caminos internos que cambian la perspectiva
de comunicación interna y externa por vías físicas.
Además del recorrido de superficie, análisis cartográfico y revisión de mapas antiguos,
se han utilizado otras fuentes para reconstruir las redes de comunicación. Se exponen dos
en el marco de las estrategias e inteligencia militares. La primera son las memorias de guerra
del mayor de Infantería mexicano Sebastián I. Campos (1895:279-280), quien durante la
Guerra de Intervención Francesa recibe la comisión de llevar en absoluta secrecía una
misiva al gobernador de Veracruz, desde Tlacotalpan hasta Xalapa; debía buscar la forma
de evadir las múltiples plazas ocupadas por el ejército francés que tenía bajo su control el
Camino Nacional hacia Córdoba, que pasaba entre Camarón y Paso del Macho; debía llegar
a Huatusco y pasar desapercibido a través de Zentla, con ello, registró dos rutas posibles.
Una fue por Paso del Muerto o Tío Tonche, Florecita [La Flor] y Matlaluca; la segunda Mata
Coyote, Máfara, Angostillo y San Jerónimo Zentla; la primera es ahora la carretera federal a
Camarón y la más transitada de Zentla. La segunda red de comunicación llega por el norte
(municipio de Comapa), utiliza el camino más sinuoso, especialmente el Angostillo que
flanqueó el Ameyal.
Pocos meses después, en julio de 1863, como describen Penette y Castaing (1962:236237), ante un ambiente adverso las tropas francesas debían eludir Huatusco, San Juan
Coscomatepec, Pueblo Viejo, Tomatlán, Chocamán y Tetla, por lo cual, el comandante
Regnault movilizó tres compañías desde la Soledad [de Doblado], con rumbo a Huatusco
con la intención de pasar desapercibidos. Por lo que buscó un itinerario con ese objetivo por
Izote, Mata de Gallo (ambos en el municipio de Soledad de Doblado), La Barranca del Chillul
[Paso Rincón Patiño] y San Jerónimo 129 , ambos en Zentla para de ahí, continuó hacia
Huatusco.
129
Sin duda, eran espacios ásperos y calurosos, pues el sargento Copain murió de insolación el 2 de agosto de
1863, antes de llegar a San Jerónimo, por lo que debió fallecer cerca de Ameyal o del Pochote en plena canícula,
tras cruzar el abrupto Angostillo.
86
Figura 3.16. Rutas a través del territorio municipal de Zentla, seguidas con objetivos
estratégicos (mapa de la autora, generado en QGis).
En el ámbito de los registros cartográficos destaca el Mapa del Cantón de Huatusco de
1882 [1885], atribuido a Grohmann. 130 Una de las municipalidades es Zentla y llama la
atención que el mapa contiene dos tipos de caminos: real y vecinal; el primero pasa por la
Colonia Manuel González, Refugio, Olvido, Matlaluca y sigue al sureste por Paso Tío
Tonche. En este mapa la ruta por Angostillo y Ameyal no está registrada, ni siquiera como
camino vecinal, aunque debió continuar en uso.
Cabe señalar que el mayor Campos (1895:293), mencionado anteriormente, alude a
una guerrilla encabezada por el capitán Escobar, cuyo territorio se encontraba entre Soledad
y sus contornos, a saber, Zentla era parte de esas fuerzas rebeldes durante la Guerra de
Intervención. Por lo anterior podemos aseverar que estos espacios fueron utilizados por sus
características defensivas como centros geoestratégicos para sostener líneas de evasión,
comunicación y abasto. Así, es posible admitir que se utilizaron con esos fines desde la
época prehispánica; entonces y ahora, el conocimiento de las rutas de comunicación, tanto
visibles como ocultas, es fundamental para reivindicar la importancia que ha tenido este
territorio a lo largo de la historia.
130
Depositado en la Mapoteca Manuel Orozco y Berra con el número como Mapa croquis del cantón de
Huatusco, 1882, Veracruz, CGF.VER.M22.V5.0356; no omito agradecer las facilidades para la obtención del
material.
87
Figura 3.17. Mapa croquis del Cantón de Huatusco, 1882 [1885], contiene los límites de la
municipalidad de Zentla (MOyB, CGF.VER.M22.V5.0397).
Para finalizar, en este mismo sentido, cabe señalar que Martínez Baracs (2015:222)
afirma que cuando en 1520 Hernán Cortés fue a combatir a Pánfilo de Narváez, para dirigirse
a Cempoala pasó por Tepeaca, Cholula, Ocotlán, Huamantla, Otlaquiztlon [Huatusco de
Chicuellar], Paso del Macho y Huatusco [Quauhtochco];131 entre Otlaquiztlon y Paso del
Macho debió atravesar el territorio de Zentla. Con lo anterior coincide Miralles (2010:188)
que se apoya en Cervantes de Salazar y Díaz del Castillo, además agrega el nombre de
algunos poblados denominados Tanpaniquita o Tapaniquita y Mitlanguita, seguramente
sitios posclásicos aún por identificar ubicados entre Zentla, Quauhtochco, Veracruz, La
Antigua y Zempoala.
131
El Huatusco de principios de la incursión hispana es Santiago Huatusco está en el municipio de Carrillo Puerto,
donde se encuentra el sitio arqueológico de Quauhtochco.
88
Figura 3.18. Mapa “Las cinco rutas de Hernán Cortés (de 1519 a 1521)”, la tercera ruta en
color amarillo es el camino que pudo seguir Cortés rumbo a Veracruz para combatir a
Narváez. Se muestra el área municipal de Zentla (Modificado de Miralles [2010:9]).
89
4. De Mesoamérica al centro de Veracruz fortificado
Desde una aproximación progresiva e inductiva, se ofrece el contexto cronológico-cultural
en el marco mesoamericano, así como los antecedentes de las investigaciones relevantes
al tema abordado.
4.1. Mesoamérica como referencia geográfico-cultural
Propuesto en 1943 por Paul Kirchhoff (1960), el concepto de superárea de Mesoamérica
agrupa rasgos de una cultura originaria que desarrolló una enorme diversidad. El autor tomó
en cuenta la composición étnica y caracteres culturales en el momento de la irrupción
hispana del siglo XVI. Cabe señalar que este modelo improntó fuertemente la investigación,
así, el concepto geográfico se ha llevado a diversos niveles cronológicos y divisiones
culturales. Como herramienta metodológica, el modelo permite referenciar apriorísticamente
rasgos contenidos en el territorio donde se ubica el área de estudio con sus diversidades
ecológicas y culturales. En los aspectos arquitectónico y urbano se enlistan pirámides
escalonadas, pisos de estuco, chinampas, puentes colgantes, espacios para juego de pelota
y construcciones de piedra o barro.
Figura 4. Mesoamérica y sus áreas culturales (imagen López Austin y López Luján
2005:72).
90
4.2. De la costa del Golfo al centro de Veracruz
Dentro de la superárea, la denominada área del Golfo contiene tres regiones: la norte, la
sur y el centro de Veracruz (delimitada por los ríos Cazones y Papaloapan, al norte y al sur,
respectivamente). Al referirse a sus habitantes, Piña Chan (1993:60-61) asevera que estos
grupos:
…se asentaron preferentemente por la cuenca del río Nautla, por la zona
semiárida que se extiende de Jalapa a Cotaxtla, por la zona Orizaba-Córdoba
y por la cuenca de los ríos Blanco-Papaloapan, y desarrollaron una serie de
culturas locales, algunas de las cuales estuvieron sujetas en parte a las
influencias de los olmecas arqueológicos.
Afirmación que mantiene su vigencia pues se registraron en Zentla materiales olmecas
de perfil rural o provinciales que, aunque mínimos en torno a una identidad étnica, son
significativos en un ámbito que apenas comienza a ser conocido, particularmente en el
dinamismo de las culturas locales pero sin dejar de lado la movilidad poblacional constante
para subordinar pueblos y recursos en el amplio período prehispánico.132
Figura 4.1. Fragmento de figurilla con facies tipo olmeca procedente de Zentla, colección
particular (registro fotográfico de la autora).
132
Daneels (2016: 64 y 67), apoya el componente multiétnico. Sin embargo, también se integran componentes
mayas y zoques, el último basado en la estela de la Mojarra interpretada en el ámbito pre-proto-zoqueana.
91
Desde una perspectiva predominantemente ecológica, aunque determinista desde el
punto de vista ambiental, Sanders (1953:77) dividió el centro de Veracruz a partir de
criterios etnográficos, edafológicos, hidrológicos, topográficos y climáticos, desde una
perspectiva de potencial agrícola y demográfico. Comparó los resultados con el Altiplano
Central y desarrollo sociopolítico que pudieron alcanzar durante el Clásico tardío. Así,
concluyó que los grupos centroveracruzanos jugaron un papel secundario notorio también
en el ámbito urbano-arquitectónico. Datos que contrastan con lo afirmado por Siemens
(1989:152), quien afirma que en la zona semiárida de Veracruz se desarrollaron técnicas
agrícolas, el autor documenta los campos levantados, que permitieron optimizar el uso del
espacio para potenciar la producción.
Por su parte, Medellín Zenil (1960:3-4 y 176-177) enfatiza la geografía de un territorio
muy diverso que incluye la zona semiárida,133 cuya configuración, de acuerdo con el autor,
está conformada por sabanas secundarias de tierra caliente, formaciones calizas con
suelos muy someros, altas temperaturas y largo estiaje, denomina a esta área
Totonacapan.134 Las excavaciones de diversos sitios, entre los que destaca Remojadas135
establecieron la secuencia cronológico-cultural del centro de Veracruz, la cual ha sido
referente obligado por largo tiempo en la arqueología de esta área. El mismo autor destaca
una organización sociopolítica jerarquizada: “No hay asentamiento independiente, todos
son sujetos a una estructura social dada, lo que hace que se encuentren en
interdependencia con otros de mayor grado de organización” (Medellín 1957 s/no.).
4.3. Del centro al centro-sur de Veracruz: diferencias materiales
Tomando en cuenta la cronología, secuencia y las relaciones externas de los materiales de
Santa Luisa,
136
Wilkerson (1972:921-923) considera que se manifiestan diferencias
133
La sierra de Chiconquiaco impide la llegada de los vientos alisios, de ahí la escasez de lluvias;
edafológicamente es notorio el contraste por la brevedad y vulnerabilidad de los suelos y el poco potencial
productivo. Una parte importante del oriente del municipio de Zentla se encuentra inmerso en esta zona. Medellín
(1950: s/no.) enlista los municipios que integran la zona o faja semiárida: Actopan, Emiliano Zapata, Jalcomulco,
Apazapan, Puente Nacional, Tenampa, Tlacotepec, Comapa, La Antigua, Manlio Fabio Altamirano, Soledad de
Doblado, Camarón de Tejeda, Paso del Macho, Jamapa, Cotaxtla, Carrillo Puerto, Cuitláhuac, Tierra Blanca y
Tlalixcoyan
134
Este grupo étnico llega de la sierra norte de Puebla al Centro de Veracruz a finales del período Clásico
(Wilkerson 1972:373; García Payón 1989:232 y Brüggemann 2001:50); su presencia, aproximadamente a partir
de 1000 dC, se caracteriza por la presencia de cerámica de pasta fina: Isla de Sacrificios, Quiahuistlan y Tres
Picos (Daneels 1998:951).
135
El sitio arqueológico Remojadas, se encuentra en el municipio de Soledad de Doblado, al suroeste de Zentla.
136
Santa Luisa se encuentra cerca del río Tecolutla en el municipio de Gutiérrez Zamora (centro-norte de
Veracruz).
92
importantes entre el norte y el sur del Centro de Veracruz; propone una división en dos
subáreas culturales. Las diferencias se manifiestan en la arquitectura, escultura y cerámica.
De este modo, el centro-sur queda delimitado por aspectos culturales pero también
hidrográficos al ubicarse entre las cuencas de los ríos La Antigua y Cotaxtla. En la identidad
particular las contiendas en torno a una pelota son fundamentales.
Figura 4.2. Mapa del Centro de Veracruz con las subidivisiones centro-norte y centro-sur
(modificado de Martínez de León 2011:35, de Daneels 2006).
Lo que expresó Piña (1993:60-61) en relación con el desarrollo dinámico de las culturas
locales del centro de Veracruz, nuevamente se expresa en la regionalización.
Adicionalmente, el centro-sur de Veracruz se subdivide por referencias culturales,
topográficas e hidrológicas en valles occidentales, la Mixtequilla y las cuencas de los ríos La
Antigua y Cotaxtla, lo que incluye la zona semiárida que, como afirma Daneels (2002:62-63
y 2006:443), es más notoria hacia el final de Clásico.
93
Figura 4.3. Áreas de división del centro-sur de Veracruz (elaborado con datos de Daneels
2006, Miranda 1998 y Bravo Almazán 2017). Se representan algunos espacios con
investigación arqueológica.
4.4. Patrón arquitectónico: enfoques diversos desde el centro-sur
Han sido diversas y numerosas las investigaciones en el centro-sur de Veracruz, por ello,
aunque no incluyo todas, ni todos los proyectos, se mencionan y utilizan como antecedente
por su cercanía a nuestra área de estudio y, en virtud de su visión panorámica e integradora
en torno a los estudios que involucran arquitectura y su jerarquización; son Loma Iguana,
región de Remojadas, Nacar 3D, Valle de Córdoba, La Mixtequilla, las cuencas bajas de los
ríos Jamapa-Cotaxtla, Región oriental del Pico de Orizaba y Barrancas Subtropicales.
4.4.1. La Antigua: Loma Iguana
Ubicado en el municipio de La Antigua en la margen del río San Juan, el proyecto Loma
Iguana dirigido por Casimir y Brizuela (1997:107-114) inició en 1981, investigaron un área
de 40 km2 con lo que se configuró un patrón disperso constituido por conjuntos
arquitectónicos de baja altura en los 19 sitios estudiados, entre los que destacan Loma
Iguana, como sitio principal que da nombre al proyecto y Nevería por su disposición en PPC,
así como campos levantados. El análisis cerámico resultó correspondiente al Clásico medio
y tardío; hay numerosos malacates y figurillas de los tipos sorientes y narigudos, taambién
cerámica asociada con Teotihuacan, pero mayoritariamente homogénea con el centro de
Veracruz.
94
4.4.2. Arquitectura de la región de Remojadas
Como parte de la denominada cultura de Remojadas,137 en el municipio de Medellín, León
(1989:13) parte de características arquitectónicas y establece con ello una tipología basada
en la dimensión del montículo principal de los conjuntos que van de 1 a 8 m, así como de su
ubicación en el contexto urbano. Con ello se aproxima al uso de los espacios y su función
social; con lo que concluye que fueron grupos con organización de tipo aldeano.
Figura 4.4. Tipos arquitectónicos para la región de Medellín con dimensiones, alturas y uso
(con datos de León 1989:13-14).
También en el área cultural de Remojadas, Chávez (2007:29) parte de criterios
arquitectónicos como patrón de asentamiento y estilos, así como cerámica, con lo que
establece fronteras considerando similitudes culturales en zonas centrales y periféricas. El
alcance de las similitudes se establece hasta donde llega la influencia del grupo de poder y
proyectan la dependencia de estos espacios respecto al grupo central; por otro lado, la
autonomía se refleja por cambios y ausencia de semejanzas,
138
que proyecta
geográficamete para establecer espacios de autonomia y control. Así, se diferencian tres
tradiciones arquitectónicas: la costera-norte con el Grupo Plaza; costera-sur, con Plano
Estándar y Grupo Plaza y la tradición serrana dispuesta en arreglo de Líneas Paralelas .139
La base de la delimitación de fronteras es la presencia/ausencia del concepto plástico de los
Dioses Narigudos, como eje de adscripción cultural, justificada en la definición de la Cultura
137
La cultura Remojadas fue definida por Medellín Zenil (1960) a partir de la excavación en sitios como Alvarado,
Texolo, Nautla, Isla de Sacrificios, El Mangal, Quauhtochco y especialmente las ofrendas de Remojadas que ha
definido las características arqueológicas del centro de Veracruz.
138
Este concepto se acerca mucho al significado de territorio de Daneels (2002) y Cárdenas (2015); también a
la construcción de unidades territoriales que se aplica en el presente trabajo.
139
En la cuenca baja del río Actopan la disposición arquitectónica que Brüggemann define como Arreglo
Tradicional consta de cuatro edificios, no necesariamente del mismo tipo, en torno a una plaza, mismo que
Chávez (2007: 91-92) equipara con el Grupo Plaza de Daneels; en el arreglo en Líneas Paralelas, las estructuras
mayores siguen un eje Este-Oeste que conforman una línea principal, las estructuras menores siguen el mismo
eje, menciona una variante que se acomoda en media luna que asocia con Carrizal, El Pionche, Plan del Río y
Cuajilote.
95
de Remojadas que ubica en el período Clásico; incluye el registro de un plano estándar en
El Aguaje.
4.4.3. Proyecto NACAR 3D
Fue un proyecto se supervisión arqueológica para sondeo sísmico que recorrió 1 085 km2
con 14 regiones y registro de 523 sitios, 375 con estructuras arquitectónicas y 148
concentraciones de material. Comprendió nueve municipios: Boca del Río, Comapa,
Jamapa, La Antigua, Manlio Fabio Altamirano, Medellín, Paso de Ovejas, Soledad de
Doblado y Veracruz (Heredia et. al. 2007). Es un antecedente relevante debido a la
contigüidad con nuestra área de estudio y por la dimensión de los hallazgos arqueológicos.140
Figura 4.5. Área recorrida en el proyecto NACAR 3D y el municipio de Zentla, es notoria la
cercanía con nuestra área de estudio (construido por la autora con datos de Heredia
Barrera et al. 2007:11).
4.4.4. El valle de Córdoba
En la investigación realizada por Miranda (1998:964-965), afirma que en el período Clásico
los asentamientos se establecieron preferentemente cerca de fuentes de agua permanentes,
por lo que el autor asocia el material con la cultura de Remojadas. A partir de la extensión y
tamaño de las estructuras, establece cinco categorías arquitectónicas que traslada al plano
político:
140
El objetivo del estudio sismológico tridimensional es detectar mantos o yacimientos de hidrocarburos en el
subsuelo (Heredia et al. 2007: 9).
96
1. Sitios principales,141 con extensión grande (100 a 300 ha) predominan estructuras de 15
a 20 m de altura, plataformas bajas, de una a tres canchas para juego de pelota, con
plazas abiertas.
2. Sitios medianos, entre 13 y 32 ha, aunque sobre todo son de menos de 20; cuentan con
4 a 6 estructuras no mayores a 3 m de altura, agrupadas en plazas o patios.
3. Sitios pequeños, entre 5 a 10 ha, tienen de 4 a 6 estructuras, de 1.5 a 8 m de altura.
4. Sitios sin centro, tienen de 1 a 3 estructuras en un área no mayor a 5 ha, la altura varía
de 0.5 a 5.5 m; además hay sitios sin estructuras.
5. Sitios naturales con evidencias de culto, se refiere a cavernas y abrigos rocosos con
ofrendas prehispánicas.142
Figura 4.6. Ubicación de los sitios del Clásico tardío en el valle de Córdoba (Miranda
1998:972).
141
Son cuatro: Palmillas, El Palmar, Toxpan y Cerro del Toro Prieto; del último, cuyo apogeo ocurrió en el Clásico
tardío (600-900 dC), el autor (Miranda 1998:964-965) agrega que los materiales son semejantes a los de la
cuenca del río Cotaxtla, entre los que incluye yugos.
142
También se han encontrado en Zentla, en Ameyal, Angostillo, Pochote y Rincón Mariano, se trata del concepto
agua-cueva con ofrendas cerámicas y representaciones de deidades con atributos de Tláloc.
97
Es importante señalar la relación que, como muestra la cerámica, mantuvieron los sitios
del municipio de Zentla con el valle de Córdoba; se trata de la serie Maquinaria,143 con
cronología a partir de 500 dC, por lo que se sugerirá una ruta de intercambio. Se agrega un
plano estándar registrado en el mismo valle, en Amatlán, por Beltrán (2023).
4.4.5. La Mixtequilla
La Mixtequilla144 ya se distinguía como subárea cultural desde las exploraciones de Drucker
(1941) en Cerro de las Mesas y de Medellín (1950) en Cerro Grande. Afirma Torres (1970:
11-13) que en el marco geográfico de las cuencas de los ríos Blanco y Papaloapan
convivieron olmecas y totonacos, cuyos estilos se interrelacionaron diferenciando el área
regionalmente. Son terrenos pantanosos con aluvión que los hace fértiles, por las
inundaciones en temporada de lluvias los asentamientos se encuentran en espacios
elevados (von Winning y Solana 1996:11).
Con la dirección de Stark (1999:134), el proyecto Mixtequilla inició en 1984 con el
objetivo de estudiar el patrón de asentamiento de la cuenca baja del río Papaloapan, en su
margen oeste. Ha registrado por medio de recorrido y recolección sistemáticos, en un área
de 62 km2, asentamientos en patrón disperso pero contínuo. Identifica diversos tamaños de
sitios, montículos residenciales, concentraciones de artefactos no asociadas con montículos
y complejos arquitectónicos formales diversos (grandes, de menor escala y muy pequeños),
con materiales del período Clásico (300-900 dC), con varios PPC que tomamos como eje de
comparación.
143
Su frecuencia es de alrededor de 10%.
La cabecera del municipio de Ignacio de la Llave se conoce con el nombre de la Mixtequilla, los límites son el
puente del río Pozuelos al norte; al sur, entre los sitios Cerro Alto y Necaxtla; al este, terrenos pantanosos y
lagunas; por el oriente, el puente sobre el arroyo Cuyucuenda (Torres 1970: 1).
144
98
Figura 4.7. Área del proyecto La Mixtequilla (modificado de Stark [2005:494] y Stark y Ossa
[2010:100]).
Los complejos arquitectónicos más grandes son Azuzules, Cerro de las Mesas y
Zapotal, 145 cuyos montículos mayores miden 23, 24 y 30 metros 146 respectivamente. La
autora formula dos modelos de interrelación: desconectado y conectado. El primero
considera complejos individuales o independientes, con jerarquía poco desarrollada; en el
segundo, domina un centro rector a otros asentamientos menores y sus territorios. Identifica
diferentes funciones: residencial, administrativa y con el agua como parte de la arquitectura
a la que otorga implicaciones gubernamentales y rituales (Stark 1996 y 2005:489-496).
145
Los otros complejos arquitectónicos son Tío Primo, Sauce, Ojochal, Campana, Zapotal Sur, Palmas Cuatas,
Tiesto, Villa Nueva y Fraternidad.
146
Daneels (2002:266; 256 y 261) toma el dato sobre la altura de Zapotal de Stirling (1943:32) y agrega,
basándose en las apreciaciones de Stark, que forma parte de la zona capital de Cerro de las Mesas por su
cercanía con éste (a 3.5 km). Resulta interesante la analogía que establece Stirling (1943: 32) con Tres Zapotes
y La Venta en torno a los montículos alargados y la pirámide sobre plataforma, la primera es un vínculo con el
sur de Veracruz; la segunda con el centro-sur, las cuencas bajas del Jamapa-Cotaxtla y, por extensión, con
Zentla.
99
4.4.6. Las cuencas bajas de los ríos Jamapa-Cotaxtla
A nivel regional ha sido fundamental la investigación en las cuencas bajas de los ríos
Jamapa-Cotaxtla dirigida por Daneels (2002:159, 218 y 232; 2005:134-138 y 2016:207) en
un área recorrida de 1 200 km2, la autora identificó patrones arquitectónicos regulares que
asoció cronológicamente con periodos concretos, además, incluyó tres criterios de
interacción para indagar el grado de complejidad de las sociedades prehispánicas que
analizó: escala física, diferenciación y especialización e interacción de las dos primeras.
Con fines de aproximación demográfica y visión retrospectiva del período prehispánico,
integró factores paleoambientales y diversidad climática. Además, dada la repetición de un
arreglo arquitectónico, planteó patrones que denominó plano estándar con implicaciones
cronológicas, culturales147 y de jerarquía en cuatro rangos.148 Con la aplicación de polígonos
de Thiessen y las cuatro jerarquías, concluye la contemporaneidad de dos tipos de
organización sociopolítica: centralizada y segmentaria. A las modestas áreas territoriales con
dimensiones de entre 60 y 120 km 2 las denomina “micro-estados” (Daneels 2006:451).
Adicionalmente, indaga el plano estándar en otras áreas. Cabe enfatizar que la autora no ha
percibido patrones arquitectónicos fortificados, pese a que se observa clara homogeneidad
en la arquitectura y la cerámica con nuestra área de estudio.
147
Los arreglos arquitectónicos del Protoclásico-Clásico temprano están constituidos por un conjunto principal
con plaza o plataforma monumentales, ejercen control en asentamientos dispersos con dos niveles de
subordinación. Se ubican en terrazas aluviales el perfil de las pirámides tiende a ser ancho y bajo, pero hasta
ahora no se han encontrado en el municipio de Zentla.
148
Los sitios de primer y segundo rangos cuentan con canchas.
100
Figura 4.8. Perfil de las pirámides y Plano estándar grande y sus componentes (Daneels
2002:178, fig. 30), a la derecha el núcleo urbano de Ameyal (Bravo Almazán 2017:83). Es
notoria la semejanza de los componentes, salvo en la orientación.
4.4.7. Región Oriental del Pico de Orizaba: valle alto del río Seco
En el ámbito del centro-sur de Veracruz, muy próximo a Zentla, ocupa los denominados
valles occidentales, el proyecto dirigido por Heredia Guillén (2022) incluye espacios casi
desconocidos para la investigación arqueológica en los municipios de Tomatlán, Chocamán,
Coscomatepec y Fortín de las Flores.
El recorrido y registro de numerosos sitios mostró una larga ocupación (desde el
Preclásico hasta el Posclásico). Resultan interesantes cuatro planos estándar (PPC) y
fortificaciones ubicadas en lo alto de los cerros con muros en las laderas y pocos accesos,
en el marco de un cambio en el patrón arquitectónico del Posclásico, entre las que destacan
El Presidio, Chocamán Viejo y Panteón de Tepexilotla. Esta temporalidad ratifica la
importancia del carácter especial de las fortificaciones del período Clásico de Zentla que
requiere ser abordado dentro de sus particularidades como proceso local.
101
4.4.8. Barrancas subtropicales y las fortificaciones del centro de Veracruz
Tomando como parámetro la configuración topográfica de la zona, en el marco cronológico
de lo que Medellín (1960:148-155) nombró Horizonte Histórico (del siglo XIII al primer cuarto
del siglo XVI dC) y con base en elementos arquitectónicos, geográficos y cerámicos propone
el concepto geográfico-cultural que denomina Barrancas subtropicales, 149 cuyo sitio
característico es la fortaleza-cementerio de Comapan, construcción que atribuye a los
olmecas históricos150 o popolocas151 hacia el siglo XIV dC; sin embargo, agrega el autor que
su presencia en la zona es anterior.
Figura. 4.9. Ubicación de la zona de Barrancas subtropicales con sus sitios característicos
(construido con referencias de Medellín 1960:148-149).
149
Los límites son: al sur, el río Blanco a la altura de Cuichapan; la barranca de Teocelo al norte; la zona
semiárida central marca el límite al este y, al occidente, los volcanes de Orizaba y Perote.
150
Son los referidos en las fuentes históricas, Piña Chan (1993a: 59), Sahagún los nombra Uichtotli, estuvieron
en Tamoanchan (lugar del pájaro serpiente), que podría ser Xochicalco; para Ixtlilxóchitl son los ulmecas y
xicalancas, asociados con Quetzalcóatl; denominación que también utiliza Torquemada quien los ubica en
Tochimilco, Atlixco, Calpan, Huexotxinco y Tlaxcallan. Son mencionados también en la Historia Tolteca
Chichimeca. El autor afirma que no se han podido relacionar los olmecas históricos (900-1521 dC) y los
arqueológicos que sobrevivieron hasta el 200 dC.
151
Se ubican en el sureste de Puebla, Duquesnoy et al. (2010:107) consideran que la “región popoloca” fue
compartida por grupos étnica y lingüísticamente emparentados: mixtecos, chochos, ixcatecos y mazatecos, antes
de la llegada de los nahuas aproximadamente en el siglo X. Ubicada entre la Mixteca y el valle de Tehuacán, es
una zona estratégica y punto de enlace entre la costa del Golfo de México, el Altiplano Central, Oaxaca, Morelos
y Guerrero, con validez hasta la actualidad como ruta de intercomunicación importante.
102
Cabe señalar que la propuesta de Medellín corresponde de forma parcial con nuestra
cronología (final del Clásico y principios de Posclásico) y se vincula con cerámicas de
tradición Mixteco-Puebla (fondo sellado) y algunas pastas finas que, aunque en cantidades
mínimas, se encontraron en Zentla. Asimismo, Comapa, al noroeste de Zentla, es una
fortificación, cuya forma arquitectónica es acorde con El Castillo e ídolos; además,
Chocamán y Calcahualco también cuentan con fortificaciones.152
4.5. Las fortificaciones de Huatusco
Al oriente del Pico de Orizaba, en un paisaje quebrado por barrancas profundas, se yerguen
majestuosas múltiples fortificaciones prehispánicas que aún fascinan la vista y estimulan la
curiosidad. Así, desde mediados del siglo XVIII captaron la atención de estudiosos y viajeros.
Tal es el caso del jesuita nacido en Córdoba, Veracruz, Agustín Pablo Castro o Agustín Pablo
Pérez de Castro, quien en el texto Descipcio Arcis Guatuscorum, describió en latín la
pirámide de Huatusco [Quauhtochco], producto de una visita que realizó hacia 1753 (de
Backer y de Backer 1853:114). En el mismo siglo, encontramos la referencia del también
jesuita Francisco Javier Clavijero (1917 [1780-1781]), quien reivindica desde el exilio el
pasado prehispánico de México.
Posteriormente, son descritas por: Guillaume Dupaix (1804), Isidro Gondra (1836 y
1856), José Ignacio Iberri (1844), Carl Bartholomaeus Heller (1987 [1845-1848]), Carl
Sartorius (1869), Hugo Finck (1871), Manuel Orozco y Berra (1880), Hubert Howe Bancroft
(1883), Alfredo Chavero (1980 [1885-1889]) y Lucien Biart (1887), entre otros, que
seguramente se irán descubriendo. Fueron blanco de la sensibilidad artística de Johann
Salomon Hegi, Johann Moritz Rugendas, José Luciano Castañeda y Hesiquio Iriarte. Ya con
un enfoque de investigación antropológica, están las menciones de Pedro Armillas (1948 y
1951), Alfonso Medellín Zenil (1960), Gonzalo Aguirre Beltrán (1991) y Miguel E. Sarmiento
(s/f).
Todos los autores mencionados subrayan la grandiosidad e inexpugnabilidad, así como
en los avances en el arte de la guerra que tuvieron sus constructores. Coinciden en definir
este grupo de fortificaciones como un sistema cercano a Huatusco que circunda el
Citlaltépetl en su cara este, asociándolo con el período Posclásico.
152
Heredia Guillén (2023), menciona diversos sitios fortificados en los municipios de Chocamán, Tomatlán,
Coscomatepec y Fortín; percibe claramente un cambio en el emplazamiento, los sitios se ubicaron en lo alto de
las montañas, entre profundos cañones con muros y pocos accesos. Los asocia con el periodo Posclásico y
Quauhtochco, además menciona Chocamán Viejo, El Presidio y Panteón de Tepexilotla, entre otros. Por nuestra
parte, podemos relacionarlos con El Castillo e Ídolos en el área de Zentla.
103
Figura 4.10. Pirámide de Huatusco, por L. Castañeda (Dupaix 1844 1:8).
Una de las más sobresalientes y mejor conservadas es Quauhtochco, fue visitado por
Dupaix (1804, primera expedición:8), quien destaca las vicisitudes para llegar, tomando en
cuenta su ubicación, “…subiendo montes, saltando barrancas, trepando peñascos… su
aspecto nos causó grande admiración”. Destaca la factura de cal y canto, menciona tres
niveles internos en la construcción que corona la parte superior de la pirámide y describe
restos de viguerías. Se presenta el magnífico dibujo de José Luciano Castañeda que,
curiosamente, ilustra sólo tres cuerpos. Por su parte, Miranda (1998), se refiere al buen
estado de conservación y menciona tres niveles con dos tapancos y huellas de las vigas que
sostuvieron el techo, estucos y 52 escalones. Destaca la marcada influencia azteca en la
construcción.
104
Figura 4.11. Perfil de la pirámide de Quauhtochco (registro fotográfico de la autora, 2012).
4.5.1. Fortificaciones de Huatusco: noticias etnohistóricas
Quauhtochco se encuentra registrado en los códices Mendocino y la Matrícula de Tributos;
forma parte, junto con otros tres sitios en el centro de Veracruz de las denominadas
Guarniciones Aztecas. Son fuertes ubicados en puntos estratégicos para defensa territorial
de la Triple Alianza; además, el grupo hegemónico llevó la forma arquitectónica como
muestra material de su control. Barlow (1949:128) expone once 153 de las cuales se destacan
las ubicadas en el centro de Veracruz: Quauhtochco, Atzacan e Ixteyocan. Cabe señalar que
los tres poblados están identificados geográficamente, sin embargo, sólo se conoce con
certeza arquitectónica Quauhtochco. En este sentido, cabe señalar el significado de
Quauhtochco (quauh: árbol; toch: conejo; co: locativo, el lugar del árbol del conejo); sin
embargo, (Villalobos 2023, min. 30-32) lo traduce como “en el lugar de la arboleda de las
conejeras del bosque”; conejera conceptualizada como un espacio cerrado, oculto y
estratégico de control visual desde donde puede observarse sin ser visto, aspecto defensivo
fundamental en la fortificación de una plaza.
153
Con base en el análisis del Códice Mendocino y la Matrícula de Tributos, entre otras fuentes, Barlow
(1949:127-128), enlista once guarniciones: Cuauhtochco, Huaxyac, Zozolan, Oztoman, Atlan, Tezapotitlan,
Quechultenanco, Izteyocan, Poctepec, Atzacan y Xoconochco. A partir de diversas fuentes históricas, Zantwijk
(1964:152) agrega Tuchtepec.
105
.
Figura 4.12. Quauhtochco.p° [Quauhtochco, pueblo conquistado] (Códice Mendocino,
lámina 8r); el poblado no muestra rasgos de fortificación, aunque sí de un pueblo sometido
por la fuerza representado por el incendio de edificio principal.
En el ámbito etnohistórico, en los códices mencionados, se ha vinculado a Zentla con
dos topónimos: en el Mendocino (foja 10v), entre las conquistas de Axayácatl, figura un
pueblo incendiado con la glosa tlaolan p°; se trata de un cesto con maíz desgranado. Es
interesante pues se asocia con otras poblaciones ubicadas en el centro de Veracruz, entre
las que se cuentan Nogales (oztoticpac), Maltrata (matlatlan) y Coscomatepec
(cuezcomatly), entre otras. Por lo que no sería remoto que se tratara de Zentla en función
del entorno próximo de los pueblos nombrados y del maíz desgranado (Zentla, centli: maíz).
Figura 4.13. Pueblos conquistados por Axayácatl, entre los que figura Tlaolan (Códice
Mendocino foja 10v).
106
Por otro lado, en la Matrícula de Tributos (que es, en parte, fuente del Mendocino), en
el entorno de diversos pueblos tributarios del centro de Veracruz, concretamente asociado
con Cotaxtla, se encuentra un topónimo, cuyo nombre han transcrito como Teocinyocan; sin
embargo, la glosa no coincide. Proponemos que se transcriba como teoҫincom.p°, es decir,
teo: divino; cin: maíz y ¿com?. Desde esta perspectiva, revisando los pueblos de la región
de Zentla, sería plausible asociarlo con Tenanzintla: te: pronombre posesivo de la 3ª
persona; nan: madre; zintla: maíz, podría traducirse como “la madre del maíz divino” o “la
madre divina del maíz”. Otra propuesta de traducción es tenamitl: cerca, muro de piedra;
tzin: honorífico; tlan: locativo, es decir, honorable lugar de murallas, o lugar de murallas
importantes. Queda abierta la discusión.
Figura 4.14. El mismo topónimo en dos fuentes; izquierda (Matricula de Tributos foja
27), Teocinyocan [teocincom.pu°], ¿ la madre del maíz divino?; derecha (Mendocino
foja 49r), glosa desaparecida (paleografía y traducción de la autora).
En cuanto al objetivo de la construcción de las múltiples fortificaciones, hay diversas
propuestas: Gondra (1836:567) considera que, dado que mantienen una línea de defensa
hacia el oeste, responden a la época de la expansión azteca. La propuesta de Bancroft (1887
IV:659), quien sigue a Finck (1871:373), afirma que se trata de muros que rodean las
fortificaciones para que las fuertes lluvias no deslaven la tierra. Destaca, en el mismo sentido,
la mención de Marquina (1928:mapa V y21) acerca de varias fortaleza en nuestra área de
interés: Tlacotepec, Calcahualco, Chixtla, Centla y Consoquitla; asimismo, resulta
interesante lo que el autor afirma: “El emplazamiento de ellas [las ciudades arqueológicas]
107
está hábilmente escogido, tanto desde el punto de vista del paisaje, como de la proximidad
de los medios de vida, necesidades de defensa, etc.”
Por su parte, Medellín (1960:150-151) justifica la edificación de las fortificaciones por la
amenaza de grupos teochichimecas,154 por lo que coincide con Aguirre Beltrán (1991:51-52),
consideran que fueron ocupadas por grupos pertenecientes a dos ramas de la familia
nahuatlaca, afilia a sus constructores con los toltecas, 155 siendo habitadas después por
teochichimecas.
Como puede observarse, han sido numerosas las fortificaciones mencionadas por
múltiples autores; sin embargo, no se han reconocido físicamente, lo cual resta certeza a la
ubicación propuesta. Especialmente, en el caso de Palmilla o Palmillas, pues hay varios
sitios con esa denominación; lo mismo ocurre con Calcahualco, nombre de un municipio y
de una pequeña localidad en el área municipal de Totutla.
154
Medellín Zenil (1960:151-152), analiza la Historia de Tlaxcala de Muñoz Camargo, con lo que afirma que
durante la segunda mitad del siglo XV los teochichimeca tenían bajo su control Quimixtlan, Poyauhtecatl (Pico
de Orizaba), Nauhcampatépetl (Cofre de Perote), Xicochimalco y probablemente Tlacuilolan. Los teochichimecas
o chichimecas auténticos, son tribus nómadas que llegaron desde el norte de Mesoamérica, primero al centro de
México, después se desplazaron hacia la Sierra Madre Oriental. Sánchez Álvarez (2019:44) menciona nueve
tribus, pero sólo dos alcanzaron cultura superior.
155
Se refiere a los toltecas que se dispersan hacia el sureste. Conceptualmente es un grupo ligado a Tula, a la
legendaria Tollan Xicolotitlan y a su mítico gobernante Ce Acátl Topiltzin Quetzalcóatl, a través del episodio de
embriaguez e incesto cometido y su huida hacia el oriente. También se refiere a la exquisitez y perfección en las
artes y todos los oficios. Son mencionados en diversas fuentes históricas, arquitectónicamente son precursores
de elementos como el sistema caja-espiga en columnas de sostén, banquetas, grandes espacios públicos
techados y el coatepantli (muro de serpientes que delimitan un espacio público), entre otros. Piña Chan
(1993a:209-223) afirma que lo tolteca tuvo su antecedente directo en lo teotihuacano y fue resultado en conjunto
de la larga tradición cultural y de los chichimecas, que da lugar a la construcción de Tula, estratégicamente
emplazada y protegida por cantiles. Estuvo habitada por un grupo denominado tolteca-chichimeca junto con los
nonohualca-chichimeca, quienes se dispersan en Puebla y Tlaxcala, desplazando a los olmeca-xicalancas que
emigran al oriente para convertirse en los olmeca-uixtotin y anahuaca-mixtecas ya ubicados en la costa del Golfo
de México. Cabe destacar que el rastro arquitectónico tolteca llegó hasta Chichén Itzá, en cuyo trayecto, quizá a
través de Zentla, dejaron huella cultural y hegemónica. Asimismo, son familias nahuatlacas los teochichimecas
y toltecas pues hablaban idiomas de este tronco lingüístico.
108
Figura 4.15. Cuadro de las fortificaciones al oriente del Pico de Orizaba mencionadas por
diversos autores, incluye los municipios de ubicación y quienes las refirieron (elaboración
propia).
4.6. El Castillo de Zentla: una fortificación de Huatusco
Diversos personajes se sorprendieron ante la grandiosidad de la fortificación conocida como
El Castillo, el sitio más mencionado156 desde hace, al menos, doscientos años y considerado
como parte de un sistema de fortificaciones cercanas al Pico de Orizaba. José Ignacio Iberri
(1844 III:23) lo visitó en 1826, destacó su ubicación delimitada con acceso cerrado y los
parapetos de mampostería ordinaria con terraplenes en gradas que defienden la entrada,
aún visibles actualmente.
156
Durante las temporadas de campo del proyecto en Zentla, El Castillo quedó fuera del área que, en su
momento, el Consejo de Arqueología autorizó a investigar. Sin embargo, en una visita al sitio, se hizo un croquis
y se conocieron diversas piezas en manos de los dueños, entre las que destacan una gran cantidad de piedras
de moler.
109
Figura 4.16. Ubicación del Castillo en el contexto municipal, se muestra la cancha y su
doble flanqueo en dos gargantas consecutivas, así como la ubicación de la cancha (mapa
de la autora, generado en QGis).
Isidro Gondra (1837:369-372 y 1856:565-568) y Carl Sartorius (1869:818-827) lo
conocieron en un momento muy semejante.157 Ambos publicaron planos y dan cuenta de
innumerables montículos, del foso exterior, de la magnificencia de la obra y la verticalidad
de las barrancas que rodean la fortificación que mira al poniente; también refieren una
escalera con 19 peldaños en la parte interna de la pirámide escalonada, de los que ya no se
encontró huella. Chavero (1888:167-169) y Bancroft (1883 IV:439-445) publicaron los
mismos planos de Sartorius. Otras menciones sobre El Castillo son: García Payón
(1945:115), Medellín Zenil (1960:123), Aguirre Beltrán (1991:49) y Miguel E. Sarmiento 158
(s/f).
Gondra (1837:368 y 1856:565) visitó El Castillo de Zentla: “en un viage verificado en 1832”; Sartorius
(1869:821) lo hace en 1833, destaca la presencia de innumerables “ruinas, templos, palacios y viviendas”. Cabe
comentar acerca de dos pinturas de Johann Moritz Rugendas: “Teocalli de Centla” y “Ruinas arqueológicas de
Centla, Córdoba, Veracruz”, fechadas en 1831 y 1833; por lo que podría considerarse un visitante temprano de
este majestuoso lugar, quien dejó un importante registro pictográfico.
158
El reporte de M. E. Sarmiento, resguardado en el Archivo Técnico de INAH (núm. 883.-9), está integrado por
una página y se titula “Informe sobre los monumentos denominados ‘Zentla, Capulalpa, San Martín Zacoapan y
157
110
Figura 4.17. El Castillo, se muestra el elemento escalonado que flanqueó el acceso con
forma arquitectónica vertical, incluye cementante y estuco (izquierda, Gondra 1837:368;
derecha, registro fotográfico de la autora 2011).
Hesiquio Iriarte realizó el magnífico registro gráfico del viaje de Sartorius; resulta
especialmente interesante y notable, el plano en planta que muestra la forma doblemente
acodada del acceso (en un espacio estrecho y al borde del acantilado).
Medellín Zenil (1960:122-137 y 148) agrupó el Castillo de Zentla con Consoquitla,
Tlacotepec, Comapan [Comapa], Coscomatepec y Calcahualco en el Totonacapan,
atribuyéndoles temporalidad posclásica; de acuerdo con la cronología del propio autor:
Horizonte Tolteca (900-1200 dC) y del Horizonte Histórico (siglo XIII al primer cuarto del siglo
XVI dC). Coincidimos plenamente con dichas aseveraciones, aunque cabe agregar que en
El Castillo se utilizaron técnicas constructivas que no se conocían localmente durante el
período Clásico.
Palmillas’", existentes en Citlaltepec”; cita textualmente parte de lo publicado por Gondra (1837:368); excepto por
la forma de nombrar al Pico de Orizaba como Citlaltépetl.
111
Figura 4.18. El Castillo, acceso doblemente acodado y escaleras internas con los 19
peldaños (izquierda, Chavero 1888:166-167; derecha, Teocalli of Centla, óleo de
Rugendas 1831, tomada de: http://www.steveartgallery.se/spain/picture/image-38733.htm,
sept. 2020).
Figura 4.19. Croquis de El Castillo, muestra la disposición de los elementos
arquitectónicos, basado en datos de campo, 2011 y en Sartorius, 1869 (levantamiento y
plano de Díaz Flores y Bravo Almazán).
112
El croquis levantando por Díaz Flores muestra 22 montículos, entre los que sobresalen
la edificación que cerró el sitio (único que destaca por su altura); también destaca una cancha
aparentemente no asociada de manera cercana con otros elementos arquitectónicos.
Aunque es importante señalar que guarda homogeneidad con la orientación de otras
canchas registradas en el municipio de Zentla, es decir, oriente-poniente.
Otra construcción notoria es el edificio con dos nichos (publicado por Sartorius
[1869:837-828] y registrado pictóricamente por Rugendas [1833]). Es importante señalar que
hay datos materiales para su reconstitución y reintegración. Destaca la diferencia en la forma
construida entre los núcleos urbanos del período Clásico y los del Posclásico; en el segundo
caso, como ocurre en El Castillo e Ídolos, se trata de edificaciones que tienden a la
verticalidad, con cementante y recubrimiento de estuco.
Litografía de H. Iriarte en Sartorius 1869.
Registro fotográfico de la autora 2011.
Ruinas de Centla, Veracruz. Rugendas 1831
(https://mediateca.inah.gob.mx/islandora_74/islandora/ob
ject/pintura%3A4083)
Figura 4.20. Pirámide con
dos nichos, ubicada en El
Castillo, Zentla.
113
Figura 4.21. Estructura arquitectónica en El Castillo; nótense los sillares, cementante y
estuco, técnica constructiva ausente en la mayoría de los elementos arquitectónicos
estudiados en Zentla (registro fotográfico de la autora 2011).
Figura 4.22. El Castillo se ha distinguido por una enorme cantidad de aditamentos de
molienda; el yugo que se ve en la fotografía fue llevado de Matlaluca (fotografía de Díaz
Flores 2011).
114
5. Arquitectura prehispánica de Zentla: escapando del olvido
“…la unión de esos riachuelos, forma casi siempre un rincon ó ángulo de terreno
que no tiene salida, y los antiguos mexicanos eligieron estos puntos como
los mas á propósito para formar una línea de fortificaciones demasiado
fuertes por su situacion, é inespugnables por su arquitectura militar…”
Isidro Gondra, 1837.
Figura 5. Ubicación del municipio de Zentla en el contexto de la República Mexicana y del
Estado de Veracruz de Ignacio de la Llave (mapa de la autora, generado en QGis).
Zentla se localiza al oriente del Pico de Orizaba, en un paisaje quebrado por barrancas
generadas por las fuertes corrientes que surgen desde el volcán y otorgan ese aspecto radial
a las profundas grietas de origen hídrico. Se localizan lomeríos sedimentarios en asociación
con areniscas y conglomerados, donde se irguieron múltiples fortificaciones prehispánicas
que empiezan a revelar sus secretos.
5.1. Arqueología de Zentla: desconocida y fascinante
Pese a que desde hace dos siglos, múltiples viajeros describieron la grandeza de las
fortificaciones de Huatusco, que incluyeron algunas del municipio de Zentla, la primera
investigación científica se hizo en Ameyal e inició el proceso de subsanar un vacío en el
conocimiento de esta área centroveracruzana. Desde el comienzo fue revelándose una
profusión de sitios arqueológicos y diversas manifestaciones de materiales prehispánicos
que esperaban ser estudiados. Hasta ahora han sido recorridos sistemáticamente
115
aproximadamente 40 km 2, con once sitios registrados. 159 Adicionalmente, a partir de
imágenes de teledetección y su procesamiento en SIG, se lograron identificar disposiciones
de elementos arquitectónicos prehispánicos que permitieron integrarlas al análisis que ahora
se presenta en seis sitios inexplorados.160
5.2. Municipio de Zentla: PPC y cronología
Antes de iniciar la descripción de los sitios arqueológicos del municipio de Zentla, se retoma
brevemente el complejo PPC: es una disposición de construcciones en eje poniente-oriente
o viceversa, la cronología arquitectónica se afianzó con los resultados del análisis cerámico
de los sitios con investigación sistemática. El resultado mostró larga persistencia poblacional
prehispánica —desde el Preclásico superior y hasta el Posclásico—. Cabe subrayar que
predominó la ocupación durante el período Clásico, con auge entre el 300-900 dC, lapso en
que coincidieron los sitios involucrados en la presente disertación.
Figura 5.1. Cuadro de sitios en estudio, su tipo y la procedencia de la información
(elaboración propia).
159
Ante la Subdirección de Registro de Monumentos Arqueológicos Inmuebles de la Dirección de Registro
Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos, INAH, se han registrado: Ameyal, Coyolito,
Coyotepec, El Encanto, Los Ídolos, Mata del Olvido, El Huaje/Mata del Venado, Mata Pastor, Tenanzintla, Tío
Tamal y Matlaluca.
160
Se agregaron al estudio sitios reconocidos por imágenes de teledetección: Rincón Macho, Máfara II, Fortín
de Máfara, Paso del Cedro y Tranca del Negro.
116
Enseguida, se realiza una descripción de cada sitio, enfatizando las características
arquitectónicas. Al final de este capítulo se mencionan los resultados generales del análisis
cerámico y la procedencia de la obsidiana161 como sustento de coincidencia cronológica y
eje de comparación para el establecimiento de rutas de interacción; asimismo, los materiales
destacados.
Figura 5.2. Mapa de la ubicación de los sitios en estudio en el contexto municipal (mapa de
la autora, generado en QGis).
5.3. Fortificaciones con PPC
Como se mencionó, la disposición del PPC permite aproximarse a la temporalidad de este
complejo arquitectónico: el montículo de mayor altura del núcleo urbano, frente a una
cancha, media entre ellos una plaza, la cual puede estar cerrada por uno o dos montículos.162
161
Los procedimientos in extenso de la cerámica, la obsidiana y la lítica por sitio se presentan en los anexos 1,
2 y 3.
162
Para el presente estudio sólo se consideraron los tres elementos pirámide-plaza-cancha, pues muchos PPC
carecen de más huellas arquitectónicas debido a la destrucción.
117
Es importante señalar que todos los PPC del municipio de Zentla guardan orientación
semejante, lo que muestra que pertenecen a una misma tradición.
5.3.1. Ameyal
Figura 5.3. Ameyal: datos generales (elaboración propia).
El asentamiento arqueológico se localiza en una meseta de serpenteantes bordes
configurados por profundas barrancas. Cabe señalar que, desde la primera visita 163 fue
evidente que se trataba de una fortificación flanqueada en el acceso poniente. Se trata del
primer sitio investigado sistemáticamente en el municipio de Zentla bajo un esquema
científico; por ello, es el más conocido y también de los mejor conservados. Considerando
el antecedente inicial que incluía El Castillo,164 asociado con los desplazamientos étnicos del
período Posclásico, Ameyal se había agrupado en este rango cronológico.
163
El Ing. Dante Octavio Hernández Guzmán propició la primera visita a Ameyal; sin omitir al Lic. Miguel Ángel
Flores y los señores Camilo Boschetti, Miguel Alejandro Palacios, Camilo Oliver y Roberto Hernández Dorantes
y, desde luego, a las familias Demeneghi, Martínez, Pulido y Jiménez, nuestros contactos iniciales en el
municipio.
164
Desde esta perspectiva, se pensó que, tras el abandono del Tajín, emergieron centros de primer orden como
Cempoala, Quiahuiztlan, Comapa, Quauhtochco y Cotaxtla, todos cercano a Zentla y los dos últimos fueron
cabeceras de dos provincias tributarias de la Triple Alianza posterior a 1450, año de su conquista, que quizá
Ameyal hubiere participado de esta dinámica y temporalidad.
118
Figura 5.4. Ubicación de Ameyal en el contexto municipal (mapa de la autora, generado en
QGis).
Fueron dos fases en la investigación de campo; en la primera se hizo un recorrido
sistemático de superficie, levantamiento topográfico con registro de rasgos arquitectónicos
y ubicación de los materiales arqueológicos colectados. Después, se excavaron cuatro
pozos de sondeo para conocer la estratigrafía y período de ocupación; asimismo, para saber
el momento en que se cerró el acceso, por lo que se excavó la muralla poniente por la parte
externa.
5.3.1.1. Características arquitectónicas
La delimitación del asentamiento está determinada por sinuosas barrancas (al norte y sur),
que al unirse forman gargantas que se aprovecharon para flanquear los accesos con poco
esfuerzo arquitectónico. Por el oriente, la sinuosa configuración del camino (a veces
acodado) actuaría como impedimento; además, se encontró doble flanqueo en dos
angostillos o gargantas sucesivas que lo separó de Paso del Cedro; por el poniente también
se perfila doblemente flanqueado.
119
Figura 5.5. Ameyal visto desde el norte, muestra los dos flanqueos al oriente (a la derecha)
y uno al poniente (a la izquierda); también destaca el sistema de terrazas sucesivas (mapa
de la autora, generado en GoogleMaps).
Como parte de la infraestructura, destaca un importante número de terrazas que
ganaron espacio (muy probablemente agrícola) a las barrancas. Se muestran las que están
al norte del área nuclear con declive sucesivo y escalonado.
Figura 5.6. Mesetas al norte del área nuclear; nótese el sucesivo declive: de 584 msnm en
la superficie del asentamiento; a la primera terraza hay 66 m; las siguientes están 9 m más
abajo (mapa de la autora, generado en QGis).
120
Figura 5.7. Elementos arquitectónicos de Ameyal, los pozos excavados, la zanja que
atraviesa la meseta y divide el asentamiento en dos sectores y sus tres rangos jerárquicos
(plano de Díaz Flores, Cordero Villaloz y Bravo Almazán).
En Ameyal se registraron 23 elementos arquitectónicos prehispánicos; las dimensiones
son (en metros): EA1A: 32 por 19, altura 7 ; EA1B: 20 por 19, altura 6; constituyeron uno
solo que cerró el asentamiento en su acceso poniente; EA2 (terraza): 160 por 164, altura de
0.5-1; EA3: 22 por 22, altura 3.5-4; EA4: 30 por 15-18, altura 4.5-5; EA4A (terraza): 103 por
61 por 118 por 31, altura 0.5-1; EA5 (cimiento): 1.5 por 0.2, altura 0.3; EA6 (cimiento de
habitación): 2.3 por 3.80, altura 0.32; EA7 (alineamiento): 0.78 por 0.18, altura 0.15; EA8
(cimiento de recinto con dos esquinas y un acceso): 2.3 por 1.52, altura 0.20.
Figura 5.8. Planta del elemento arquitectónico 1 (A y B) o flanqueo poniente; vista desde
el exterior del asentamiento y proceso de limpieza, previo a la excavación (plano y
fotografía Bravo Almazán 2017:88 y 89).
121
A partir de este elemento inicia el área monumental: EA9 (edificio del patio hundido):
montículo este: 28 por 60, altura 5-6; montículo oeste: 50 por 50, altura 5-7; conforma un
patio con dos montículos alargados que delimitan, al norte con 44 y dos escalones, al sur
tiene 50; EA 10 (montículo mayor): 35 por 40, altura 13; EA11: 24 por 24, altura 5-5.5; EA11A:
7 por 7, altura 1.1; EA12 (cancha): cada montículo 41 por 12 de ancho total, área central de
4, altura 2.25; EA13: 21 por 22, altura 4-4.5; EA14: 18 por 20, altura 5-5.2; EA15: 19 por 22,
altura 4.5; EA16: 42 por 25, altura 6-8; EA17: 24 por 26, altura 4-4.5; EA18, EA18A y EA18B:
son elevaciones apenas perceptibles ubicadas en el borde de algunas barrancas, no
exceden un metro de altura y pueden asociarse con áreas de vigilancia, o bien, restos de
apoyos para puentes.
Figura 5.9. Perfil sur de la excavación de la muralla de acceso poniente, pozo 1
(levantamiento y dibujo de Díaz Flores y Cordero Villaloz).
Es importante comentar la construcción que flanqueó el acceso poniente, excavado en
su parte externa. Se registraron cuatro etapas constructivas; la altura del flanqueo desde el
exterior se calculó en 17 m. tenía núcleo de tierra y piedras estuvo revestido con
mampostería que ahora parece a junta seca; pero pudo rellenarse con arcilla.
122
Figura 5.10. Reconstitución del montículo que cerró el acceso oriente (dibujo de la autora).
Es importante señalar que Ameyal conjunta una importante cantidad y diversidad de
edificios y plazas con dimensiones para reunión pública, lo que da testimonio de la
complejidad en sus actividades. Cuenta con elementos clave, agua,165 lago, cuevas y una
vista privilegiada del Pico de Orizaba. La triada montaña-agua-cueva es un componente
fundamental de la cosmogonía prehispánica en el marco de los mitos de origen. Destaca
también la asociación con cuevas y abrigos rocosos en las representaciones plasmadas en
paredes y suelo, patollis, cráneos y figuras diversas que dan cuenta de la sacralidad de estos
espacios.
Otro aspecto vinculado con la eficacia como fortificación de Ameyal es el camino
sinuoso, a veces acodado y laberíntico que le cierra al oriente; adicionalmente, se conocen
dos puntos de vigilancia, los cuales son prominencias de basalto con refuerzo arquitectónico
para sostener las elevaciones, y así permiten perspectivas estratégicas y panorámicas de
múltiples sitios: La Víbora (municipio de Huatusco), Comapa, Tenanzintla, Tío Tamal;
165
El nombre del sitio Ameyal (atl/a: agua; meyalli: fuente: manantial) alude a este elemento vital. Hay un brote
de agua asociado con un abrigo rocoso, barranca abajo cerca del acceso poniente; un lago y una cueva en el
Angostillo; así como diversos abrigos rocosos en torno a los precipicios. Destacan las representaciones
rupestres: cráneos, círculos, patollis y arquitectura, entre otras.
123
también los ubicados en la meseta oriente: Paso del Cedro, Tranca del Negro, Máfara II y
Fortín de Máfara.
Figura 5.11. Vista del montículo mayor y plaza principal y perfil de los montículos de la
cancha (registro fotográfico de la autora).
Figura 5.12. Dos abrigos rocosos en el área oriente con representaciones de patollis. En
ambos casos cuenta con cinco casillas dobles por aspa; aunque es notoria una factura
más cuidadosa en uno de ellos (registro fotográfico de la autora).
124
Figura 5.13. Cueva de ventana en Angostillo (acceso poniente), con representaciones
rupestres; cráneo y círculo en la pared de la cueva (registro fotográfico de la autora).
Figura 5.14. El Pico de Orizaba desde Ameyal (registro fotográfico de la autora).
125
Figura 5.15. Representación en la pared de un abrigo rocoso, área oriente y
reconstitución de la pirámide de cuatro cuerpos con un templo en la parte superior. Es
probable que figure el montículo mayor de Ameyal (registro fotográfico y dibujo de la
autora).
Figura 5.16. Área oriente de Ameyal; hay dos pasos: uno al norte (La Víbora, Huatusco) y
otro al sur (Tío Tamal). Dos puntos de vigilancia sobre la sinuosidad del camino que actúa
como flanqueo (mapa de la autora, generado en QGis).
126
5.3.1.2. Jerarquías arquitectónicas en Ameyal
Ameyal es una fortificación delimitada por profundas barrancas y flanqueado en sus accesos
oriente y poniente. Presenta en su espacio confinado diversos rasgos de ocupación que
pueden jerarquizarse a partir de sus restos arquitectónicos y por una zanja que divide el
asentamiento en dos sectores: el oriente cuenta con arquitectura monumental, el poniente
no, salvo la muralla que cerró el acceso oeste. Estas características arquitectónicas se
pueden jerarquizar en, al menos, tres niveles: primero, el área monumental con PPC y
diversos edificios que lideran el sitio; en el segundo nivel están los que cuentan con un
montículo (dos en el área poniente); en tercer término, los ubicados en plataformas y
terrazas.
5.3.2. Coyolito
Figura 5.17. Coyolito: datos generales (elaboración propia).
127
Figura 5.18. Ubicación de Coyolito en el contexto municipal flanqueo (mapa de la autora,
generado en QGis).
Coyolito es una península alargada y angosta, entre sinuosas barrancas. Casi la totalidad
de su superficie está dedicada a la siembra de caña, por lo que los restos arqueológicos
están muy dañados por la remoción y quema sistemáticas. Otra parte se utilizó como potrero,
pero ha ido creciendo el matorral, lo que dificulta mucho la identificación de rasgos
arquitectónicos, el hallazgo de material y el acceso a ciertos espacios, sin dejar de lado la
presencia de ofidios. Denota flanqueo en dos gargantas, una de ellas cierra la meseta, la
otra se encuentra en un rincón. El recorrido se llevó a cabo en transectos; pese a ello, se
percibieron muy pocos montículos.
128
5.3.2.1. Características arquitectónicas
Figura 5.19. Elementos arquitectónicos de Coyolito, flanqueos y colindancias flanqueo
(mapa de la autora, generado en QGis).
Se registraron seis montículos tres de los cuales con el borde de la barranca sur, por lo que
el deslave ha sido motivo de destrucción. Los montículos (medidas expresadas en metros)
M1 y M2, muy cercanos entre sí y apenas perceptibles, miden entre 0.7 y 0.6 de altura, la
base de ambos es de aproximadamente 2 sin bordes definidos y ocupan la misma terraza.
El montículo M3 tiene una base de 4 por 5; su altura es de 1.1. Los componentes del PPC
tienen las siguientes dimensiones: M4 (montículo mayor), 25 por 35, altura 4; M5 (cancha),
largo máximo: 26, ancho total 16, área interna 5, altura 2, y M6: 8 por 11, altura 1.
Figura 5.20. Aspecto general de Coyolito (registro fotográfico de la autora).
129
Figura 5.21. Vista de El Huaje desde el montículo 1 de Coyolito; aspecto de la pendiente
del Coyolito hacia la barranca Copalapa que lo divide de Ameyal (registro fotográfico de
la autora).
Cabe destacar el muro perimetral de mampostería que va siguiendo la forma de la
sinuosa topografía, del cual se registraron 45 m, pero no pudo seguirse pues continúa hacia
el fondo de la barranca; refuerza la separación de Coyolito con Paso del Cedro. También,
hay un banco de material pétreo en una playa formada por el fuerte arrastre hídrico que,
además, configuró un abrigo rocoso que cuenta con representaciones rupestres.
Figura 5.22. Muro de mampostería en la barranca que delimita Coyolito con Paso del
Cedro (registro fotográfico de la autora).
130
Figura 5.23. Playa de arrastre de material pétreo, posible banco de materia prima para
construcción; abrigo rocoso en la barranca de Coyolito (registro fotográfico de la
autora).
5.3.3. Fortín de Máfara
Figura 5.24. Fortín de Máfara: datos generales (elaboración propia).
Se encuentra al noreste del municipio y no ha sido recorrido de forma sistemática. Durante
la primera visita, la vegetación sólo permitió ver una cancha y un montículo,166 sin sospechar
166
Fue visitado por primera vez en 2017, aunque debido a la vegetación era casi inaccesible. Por entonces, se
calculó su altura mayor a 10 m, pero los resultados actuales ofrecen 21 m. Su hallazgo fue publicado por Bravo
Almazán et al. (2018: 127-140).
131
la envergadura de esta ciudad prehispánica. Se encuentra muy aislada por los caminos
actuales, sin embargo, el Fortín de Máfara y la localidad de Máfara muestran una alta
densidad de materiales arqueológicos.
Figura 5.25. Fortín de Máfara en el contexto local flanqueo (mapa de la autora, generado
en QGis).
Está enclavado en la acantilada ribera del río Chiquito (tributario del Jamapa), situada
en el borde de abruptas barrancas. al que podemos asociar un yugo localizado hacia el
noroeste. El sitio posee, por otro lado, un dominio visual panorámico, magnífico y estratégico,
de los sitios asentados en su ribera. En este caso la topografía actúa como aislamiento
defensivo.
132
Figura 5.26. Núcleo urbano del Fortín de Máfara, reconstitución de la disposición
arquitectónica (mapa de la autora, basado en proceso de LiDAR y con imágenes de
Google Earth Pro, generado en QGis).
5.3.3. 1. Características arquitectónicas
Se encuentra dispuesto en PPC. Se pudieron registrar 14 elementos arquitectónicos, con las
siguientes dimensiones (en metros): M1: 39 por 31, altura 5; M2 (montículo mayor) 47 por
52, altura 21; M3: 29 (diámetro),167 altura 2; M4 (cancha): largo 39; ancho total 30, área
interna 7, altura 2.5; M5: 30 por 23, altura 2; M6: 23 por 28, altura 3; M7: 29 por 24, altura 2;
M8: 24 por 35, altura 2; M9: 25 por 36, altura 3; M10: 17 por 19, altura 4; M11: 25 por 28,
altura 2; M12: 27 por 31, altura 3 y M14: 24 por 31, altura 2.
167
Será necesario verificar en campo la planta aparentemente circular del montículo 3.
133
Figura 5.27. Montículo mayor y perfil de la cancha, Fortín de Máfara (registro fotográfico
de la autora).
5.3.4. Máfara II
Figura 5.28. Máfara II: datos generales (elaboración propia).
Se encuentra en el área oriente del municipio de Zentla, los caminos actuales la mantienen
aislada. El PPC se localiza a aproximadamente 200 m de la localidad de Máfara que cuenta
con noticias etnohistóricas. De acuerdo con datos del AGN, fue dada en encomienda a
Martín de Mafra en 1585, por lo que hay vestigios novohispanos. No ha sido recorrida
134
sistemáticamente, sin embargo, se percibe gran densidad de material arqueológico
prehispánico con amplia cronología.
Figura 5.29. Máfara II en el contexto municipal (mapa de la autora, generado en QGis).
5.3.4.1. Características arquitectónicas
Sólo se registraron dos elementos arquitectónicos con las siguientes dimensiones (en
metros): Montículo mayor: 45 por 45, altura 8; cancha: largo máximo: 39; ancho total: 18,
espacio interno: 4, altura: 2. Se denominó Máfara II, por su cercanía con el Fortín y con la
localidad que lleva ese nombre. Es uno de los espacios que muestra mayor aridez y fuerte
erosión, es común observar la roca madre.
135
Figura 5.30. Máfara II, disposición de los montículos en PPC, reconstitución de la
disposición arquitectónica (mapa de la autora, basado en proceso de LiDAR y con
imágenes de Google Earth Pro, generado en QGis).
5.3.5. Mata del Olvido
Figura 5.31. Mata del Olvido: datos generales (elaboración propia).
136
Se ubica en el área sureste, ocupa la misma meseta que Coyotepec, es un amplio territorio
deshabitado, únicamente con uso agrícola. El cultivo de caña ha dejado importante deterioro
en los vestigios arqueológicos; es posible observar remoción de material, derrumbes, así
como piedras quebradas y dispersas. Los montículos carecen del revestimiento y su forma
es irregular.
Figura 5.32. Mata del Olvido en el contexto municipal (mapa de la autora, generado en
QGis).
137
Figura 5.33. Mata del Olvido y su arquitectura en el contexto local (mapa de la autora,
generado en QGis).
5.3.5.1. Características arquitectónicas
Durante el reconocimiento sistemático se registraron 11 montículos; destaca que cuenta con
dos PPC. Se expresan las dimensiones en metros. M1: 16 por 14, altura 2; M2: 8 por 12,
altura1.5; M3: 27 por 12.5, altura 4; M4 (montículo mayor del PPC norte): 25 por 25, altura
8, tiene la parte poniente estructura moderna de madera con techo de lámina; M5 (montículo
del PPC sur): 12 por 14, altura 2, obviamente penetrado por maquinaria; M6: 16 por 12,
altura 1.2; M7 (cancha del PPC norte): largo máximo: 35, ancho total: 23, espacio interno 4,
altura 0.8-1.2, tiene cabezal de forma semicircular de 5.7 de radio y 16.5 de ancho; M8
(cancha del PPC sur): largo máximo: 28, ancho total: 21, espacio interno 7, altura 1.6; M9: 6
por 5, altura 1.2; M11: 20 por 16, altura 2.2. Finalmente, se registró un alineamiento con
orientación E-W (1.4 de largo por 0.54 de ancho mayor).
138
Figura 5.34. Núcleo urbano de Mata del Olvido; estructuras arquitectónicas y plazas.
Destaca que cuenta con dos canchas dispuestas en PPC, una de las cuales tiene cabezal
(mapa de la autora, generado en QGis).
Figura 5.35. Las canchas de Mata del Olvido, elementos arquitectónicos 7 y 8,
respectivamente. Nótese a la izquierda, la siembra de caña no permitió acceder a esos
espacios (registro fotográfico de la autora).
139
Figura 5.36. Planta y perfil del elemento arquitectónico 7, cancha con cabezal (dibujo de la
autora).
Figura 5.37. Elemento arquitectónico 4, el más alto del sitio con 8 m (registro fotográfico de
la autora).
140
5.3.6. Matlaluca
Figura 5.38. Matlaluca: datos generales (elaboración propia).
La fortificación fue mencionada desde el siglo XIX y es uno de los sitios más monumentales
del municipio, pese a estar sumamente destruido por la acción antrópica. Hugo Finck (1871:
373-376), 168 aduce la importante densidad poblacional de la zona y basa sus aseveraciones
en la cantidad de tierra que muestra huellas de cultivo. Por otro lado, considera que hubo
dos grupos que vivieron en continua discordia: la gente civilizada y los semi-bárbaros, los
cuales no dejaron vestigios visibles pues vivían en chozas.
Así, divide las huellas arquitectónicas en tres categorías: los pequeños montículos de
piedra (altura 68 cm y 4.5 por 10.9 m por lado). Enseguida, los de segunda clase tienen
forma cónica, construidos con piedras sueltas y tierra (4.5 a 18.8 m, altura 4.5 m). Resulta
muy interesante la tercera clase de montículos que propone, también con núcleo de piedras
sueltas y tierra, con forma de paralelogramo; los lados más pequeños están al poniente u
oriente, en la parte superior hay un espacio plano de entre 3 y 5 m. Sus alturas van de 4.5 a
168
De acuerdo con documentos del Archivo General de la Nación (exp. 93, 1843, foja 250), Hugo Finck nació en
Prusia y llegó a México en 1843. Para 1870 que publica el reporte “Account of Antiquities in the State of Vera
Cruz, Mexico”; él mismo comenta que ya llevaba 28 años viviendo en la región Córdoba-Huatusco. Sus
observaciones sobre arqueología, las llevó a cabo durante sus inspecciones botánicas (Finck 1871: 373). Fue de
los muchos invitados de Sartorius a la hacienda el Mirador.
141
5.4 m; las bases varían 7.3 a 10.9 m, pero hay de 13.7 y hasta 182 m. De lo expresado por
Finck, podemos deducir que registró montículos, plataformas y terrazas.
Figura 5.39. Matlaluca en el contexto municipal, comparte meseta sin obstáculos con Mata
Pastor, Encanto, Huaje/Mata del Venado y La Flor (mapa de la autora, generado en QGis).
Figura 5.40. Registro de Finck (1871:374,
fig. 1) de la forma como se fortificación los
asentamientos.
Finck (1871:374, fig. 1), establece que sólo se requería construir un muro entre A y B,
dejando una pequeña entrada en el centro, C; sirviendo como fortificación; también afirma
142
que a veces se unen formando un cuadrado hueco quizá utilizado como fortaleza, aunque
algunos pueden estar cubiertos de mampostería sólida. Su peculiaridad radica en que se
construyeron en la unión de dos barrancos, por ello, sólo se requería de un muro con una
pequeña entrada en el centro o en el borde de la barranca. Menciona Zacuapan, Tlacotepec,
Cotastla, Consoquitla, El Castillo y Matlaluca. Finaliza señalando que el interior de estos
recintos fortificados varía de 10 a 12 Km 2, conteniendo innumerables caminos, montículos,
cerámica y puntas de flecha.
5.3.6.1. Características arquitectónicas
Matlaluca se encuentra en una amplia meseta; se registraron 14 estructuras, sus
dimensiones son las siguientes (en metros): M1: 18 por 20, altura 1.5; M2: 30 por 25, altura
1.8; M3 (cancha): largo 28; ancho total: 28; espacio interno 7, altura 2.25; M4: 10 por 15,
altura 2; M5: 20 por 12, altura 1.8; M6 (montículo mayor): 42 por 45, altura 20; M7: 6 por 5,
altura 2; M8 (terraza): 40 por 20, altura 0.8; M9: 12 por 8, altura 1.3; M10 (plataforma): 40
por 30, altura 1; M11: 12 por 13, altura 1.3; M12: 10 por 13, 1.6; M13: 18 por 15, altura 1.5 y
M14: 20 por 18, altura 1.5.
Figura 5.41. Disposición de los montículos Matlaluca y el número de bolsas asociadas; los
cuadros achurados son áreas que no pudieron recorrerse (plano de Díaz Flores, Cordero
Villaloz y Bravo Almazán).
143
Figura 5.42. Montículo mayor (M6) de Matlaluca; nótese la gran cantidad de piedra
dispersa, producto del colapso sistemático de la construcción (registro fotográfico de la
autora).
Figura 5.43. Centro de la cancha (M3) de Matlaluca, desde el montículo mayor (registro
fotográfico de la autora).
También es importante señalar que los 14 elementos arquitectónicos dan testimonio de
la diversidad de funciones que cumplió Matlaluca como centro urbano. Es notoria la enorme
destrucción, por lo que seguramente hubo mayor cantidad de construcciones que ya no
existen.
144
5.3.7. Paso del Cedro/Rancho don Carmelo
Figura 5.44. Paso del Cedro/Rancho don Carmelo: datos generales (elaboración propia).
Ocupa parte de una de las mesetas más amplias, pero también con mayor aridez que el
resto de los sitios involucrados del municipio, la cual aumenta paulatinamente hacia el
oriente. Hay acantilados verticales al norte y al este. Cuenta con baja densidad poblacional
y está dedicado básicamente a la agricultura, en la que destaca el cultivo de caña.
Figura 5.45. Paso del Cedro en el contexto municipal (mapa de la autora, generado en
QGis).
145
Figura 5.46. Disposición de los elementos arquitectónicos de Paso del Cedro (mapa de la
autora, basado en proceso de LiDAR y con imágenes de Google Earth Pro, generado en
QGis).
5.3.7.1. Características arquitectónicas
Figura 5.47. Cancha, perfil y vista lateral (registro fotográfico de la autora).
146
Se detectaron doce montículos y tres plataformas con las siguientes dimensiones (en
metros): M1: 5 por 6, altura 1.2; M2: 25 por 20, altura 1.2; M3: 13 por 20, altura 1.5; M4: 14
por 21, altura 1; M5 (montículo mayor): 52 por 42, altura 11; M6 (cancha): largo máximo: 41,
ancho total: 21, espacio interno: 5, altura 2; M7: 17 por 20, altura 2; M8:18 por 27, altura 2;
M9: 9 por 12, altura 2; M10: 21 por 18, altura 3; M11: 40 por 18, altura 2; P1: 80 por 39, altura
1; P2: 86 por 54, altura 1 y P3: 76 por 52, altura 1.
Figura 5.48. Montículo mayor (M5) con 11m y el montículo 10, apenas perceptible
(registro fotográfico de la autora).
Los montículos del 1 al 4 se encuentran en el área más estrecha del final del angostillo
de Ameyal, que puede indicar obstaculización; al suroeste, en los límites con Coyolito, hay
un muro sobre la barranca que actuaría como obstáculo adicional e impediría el ascenso al
asentamiento. Lo cual muestra la importancia de este espacio de transición entre dos
territorios delimitados por barrancas y obstáculos arquitectónicos.
Derivado de la observación minuciosa de imágenes de teledetección, se señala que hay
un espacio en los límites entre Ameyal y Paso del Cedro, un cambio del contenido de
humedad del suelo, quizá con intenciones de intensificación de la producción agrícola.
147
Figura 5.49. Vista aérea de Paso del Cedro y Ameyal, es notorio un cambio del área
indicada con flechas (mapa de la autora, generado en QGis).
5.3.8. Tenanzintla
Figura 5.50. Tenanzintla: datos generales (elaboración propia).
148
Figura 5.51. Ubicación de Tenanzintla en el contexto municipal (mapa de la autora,
generado en QGis).
Se trata de una meseta de ondulantes bordes que corre de oeste a este, con una sola
entrada en donde las barrancas dejan tan solo un angosto espacio; cuenta con tres
flanqueos sucesivos que protegen el PPC. Casi toda la meseta se destina al cultivo de caña,
por lo que los restos arquitectónicos se encuentran sumamente dañados por la remoción y
quema sistemáticas; del mismo modo, fueron utilizados como bancos de material de
construcción.
149
Figura 5.52. Montículo mayor de Tenanzintla, sumamente destruido (registro fotográfico de
la autora).
5.3.8.1. Características arquitectónicas
Figura 5.53. Elementos arquitectónicos de Tenanzintla, pasos y flanqueos (mapa de la
autora, generado en QGis).
Durante el recorrido de superficie se registraron cinco estructuras arquitectónicas, apenas
amontonamientos de tierra, todas desprovistas de recubrimiento, con las siguientes
dimensiones en metros: M1 (montículo mayor): 20 por 15, altura 2; M2 (cancha): largo
150
máximo: 47, ancho total: 28, espacio interno 4, altura 0.85; M3: 3 por 4, altura 1; M4: 4 por
3, altura 1.1 y M5: 4 por 2.5, altura 2.
Figura 5.54. La cancha casi imperceptible; paso entre Tenanzintla y Ameyal (registro
fotográfico de la autora).
Es importante señalar que fueron detectados dos espacios de comunicación por medio
de angostos caminos, conocidos localmente como “pasos”, los cuales cruzan las barrancas;
el primero vincula Tenanzintla con Ameyal al norte; el otro, establece comunicación con Tío
Tamal, ubicado al sur. Tales espacios de enlace actualmente están en desuso por los riesgos
que implica transitarlos, pero consideramos que fueron utilizados como puntos de vigilancia
y enlace durante la época prehispánica.
5.3.9. Tranca del negro
Figura 5.55. Tranca del Negro: datos generales (elaboración propia).
151
Figura 5.56. Ubicación del núcleo urbano de Tranca del Negro en el contexto municipal
(mapa de la autora, generado en QGis).
Se encuentra en una amplia meseta limitada por acantilados verticales, en los límites
municipales con Comapa (al norte). Cuenta con interacciones directas con Máfara II y Fortín
de Máfara al oriente, al oeste con Paso del Cedro. Por el sur, se enlaza a un camino hacia
La Flor y Tío Tonche, puntos de confluencia hacia la planicie costera (Paso del Macho). Es
importante señalar que el sitio ya se conocía, entonces estaba en excelente estado de
conservación, lo cual contrasta con su lamentable situación actual.
152
5.3.9.1. Características arquitectónicas
Figura 5.57. Disposición de los elementos arquitectónicos de Tranca del Negro (mapa de la
autora, basado en proceso de LiDAR y con imágenes de Google Earth Pro, generado en
QGis).
Figura 5.58. Montículo mayor 2015 y en 2021 (registro fotográfico de la autora).
Se detectaron 13 elementos arquitectónicos, con las siguientes dimensiones
expresadas en metros: M1 (montículo mayor): 32 por 40, altura 21; M2: 26 por 20, altura 2;
153
M3 (cancha): largo máximo: 37, ancho total: 21, espacio interno: 8, altura 2; M4: 34 por 35,
altura 2; M5 (plataforma): 19 por 47, altura 1.5; M6: 18 por 15, altura 1; M7: 25 por 19, altura
1; M8: 17 por 23, altura 1; M9: 20 por 19, altura 1; M10 (plataforma): 28 por 38, altura; M11:
10 por 11, altura 1; M12: 8 por 7, altura 1. A menos de 300 al sureste se encuentra el
denominado Cerro de los Muertos (M13), se trata de una plataforma muy destruida de forma
alargada, mide 33 por 28, altura 1.2-2 pues sigue el desnivel del terreno, se incluye como
parte de Tranca del Negro.
Figura 5.59. Vista lateral de la cancha y montículos 11 y 12 (registro fotográfico de la
autora).
5.3.10. La Flor
Figura 5.60. La Flor: datos generales (elaboración propia).
154
Figura 5.61. La Flor en el contexto municipal (mapa de la autora, generado en QGis).
Comparte la meseta con Matlaluca y otros sitios. Al norte de La Flor, separados por una
barranca y una distancia de 580 m está Coyolito, otra fortificación en PPC. Cuentan con un
paso y un camino oculto por lo que es claro que estuvieron constantemente comunicados. A
4 km al este se encuentran huellas arquitectónicas del flanqueo, precisamente en el espacio
más angosto. No ha sido recorrido sistemáticamente y está gravemente destruido.
Figura 5.62. Montículo mayor y cancha de La Flor (registro fotográfico de la autora).
155
Figura 5.63. Disposición y reconstitución de los montículos (mapa de la autora, basado en
datos de campo, proceso de LiDAR y con imágenes de Google Earth Pro, generado en
QGis).
5.3.10.1. Características arquitectónicas
Pese a la intensa destrucción pudo concluirse que se encontró dispuesto en PPC. Se
infirieron seis elementos arquitectónicos con las siguientes dimensiones (expresadas en
metros): EA1: 23 por 20, altura 1, tiene una oquedad cuadrada en el centro de 10 por 10, se
trata de un patio hundido; EA2: 23 por 8, altura de 0.8; EA 3 (cancha), largo máximo: 25,
ancho total 22, área interna 4, altura 1.2; EA5 (montículo mayor): 40 por 38, altura con 1.5,
y EA6: 23 por 15, altura 1.
156
5.3.11. Yual
Figura 5.64. Yual: datos generales (elaboración propia).
Se encuentra al sur del municipio entre los profundos cauces de los ríos Zocapa al norte y
Jamapa al sur; no ha sido recorrido de forma sistemática. Cabe señalar que es el sitio mejor
conservado conocido hasta ahora, aún muestra la mampostería y perfiles que se denotan
sin cementante ni recubrimiento, pero con mejor técnica de careado de piedras y sillares, lo
que no se percibió en otros PPC. Cuenta con acceso sólo al poniente; por el oriente, depende
de la crecida del río para transitar a través del vado.
157
Figura 5.65. Yual en el contexto municipal (mapa de la autora, generado en QGis).
El sitio posee dominio visual, panorámico y estratégico de los sitios al sur del río Jamapa,
en el actual municipio de Paso del Macho. La topografía actúa como clausura en la
planeación del emplazamiento. Cabe señalar que el suelo de mayor profundidad, textura y
color diferentes.
Figura 5.66. Yual, disposición de los montículos (mapa de la autora, basado en datos de
campo, proceso de LiDAR y con imágenes de Google Earth Pro, generado en QGis).
158
5.3.11.1. Características arquitectónicas
Está dispuesto en PPC y en él se registraron 11 elementos arquitectónicos y diversas plazas.
Los montículos tienen las siguientes dimensiones, expresadas en metros: EA1: 8 por 7,
altura 1; EA2: 6 por 5, altura 1; EA3: 36 por 42, altura 5; EA4: largo máximo: 32, ancho total:
25, espacio interno 4, altura 4.5; EA5 (montículo mayor): 37 por 36, altura 12; EA6: 18 por
39, altura 4, fue inaccesible por la vegetación; EA7: 51 por 33, altura de 2, se encuentra al
borde de la barranca del río Jamapa; EA8: 15 por 14, altura 1; EA9: 16 por 19, altura 1;
EA10: 22 por 22, altura 1 y EA11: 24 por 21, altura 1.
Figura 5.67. Cancha (perfil) y montículo mayor con 12 metros (registro fotográfico de la
autora).
Figura 5.68. Elemento arquitectónico 3, son notorios los sillares y los alineamientos
(registro fotográfico de la autora).
159
Figura 5.69. Elemento arquitectónico 8, son notorios los sillares y los alineamientos
(fotografía propia).
Figura 5.70. Vista satelital de Yual e Ídolos (imagen de la autora, generada en Google
Earth).
Es importante señalar que, pese a estar dispuesto en PPC, el montículo mayor se
presenta menos alto con respecto a los otros. Aún se notan los sillares y perfiles que tienden
a la verticalidad, hay restos de cornisas y se pudo reconstituir la cancha.
160
Figura 5.71. Reconstitución del perfil de los montículos de la cancha del PPC de Yual;
único que se ha podido definir (elaboración propia).
5.4. Fortificaciones sin PPC
Son sitios con características de fortificación y arquitectura monumental, pero sus núcleos
urbanos no están en PPC. Se cuentan Coyotepec e Ídolos; a pesar de contar con algunas
características arquitectónicas del Posclásico, la cerámica asociada fue predominantemente
del período Clásico.
5.4.1. Coyotepec: cancha y murallas
Figura 5.72. Coyotepec: datos generales (elaboración propia).
161
Coyotepec ocupa una amplia meseta y está rodeado de barrancas profundas. Su límite
poniente es un elemento arquitectónico sumamente importante, la Muralla de Coyotepec que
atraviesa la meseta y controla el acceso. Durante el trabajo de recorrido y, considerando la
gran cantidad de sembradíos de caña que hace inaccesibles muchas áreas, fue difícil
puntualizar los límites que constituyeron el asentamiento arqueológico. Sin embargo, es
importante señalar que, dado que abarca un área muy extensa, es factible que se trate de
varios sitios arqueológicos, lo cual se irá definiendo conforme avance la investigación. Es
importante destacar que las construcciones prehispánicas están desprovistas de
revestimiento y sumamente dañadas, pues en muchos casos, fueron utilizadas para
edificaciones modernas.
Figura 5.73. Ubicación de Coyotepec en el contexto municipal, la flecha indica la ubicación
de la muralla que atraviesa la meseta (mapa de la autora, generado en QGis).
162
5.4.1.1. Características arquitectónicas
Figura 5.74. Elementos arquitectónicos de Coyotepec, en los que destaca la muralla que
atraviesa la meseta de norte a sur y parte de las barrancas que separan de Rincón Macho,
además de dos mogotes acondicionados como puntos de vigilancia (mapa de la autora,
generado en QGis).
Se registraron siete elementos arquitectónicos de bordes poco definidos; únicamente
los numerados del 1 al 3 pueden agruparse en torno a una plaza, denominada plaza 1, de
100 por 100 m. Las dimensiones de los montículos (expresadas en metros) son: M1, 56 por
57 eje E-W, altura 2; M2, 33 por 40, altura 1.5; M3, 10 de diámetro de altura 1. De acuerdo
con las distancias y disposición, el resto de los elementos arquitectónicos parecen estar
aislados, sus características son: M4, 5 por 5, altura 0.8; M5, 1.7 por 2, altura 1; M6, 6 por 6,
altura 1.2; M7, 24 por 28, altura 1.
Aunque tampoco puede asociarse con otros rasgos, destaca el elemento arquitectónico
8, mejor conservado que los anteriores; está constituido por dos montículos alargados y
paralelos morfológicamente congruentes con una cancha, cuya longitud es de 54 m y altura
entre 1.36 m y 1.5 m; la base del montículo norte es de 9.61 m y del montículo sur de 10.5
m; el espacio entre ambos es de 4.89 m, con un ancho total de 25 m. Tomando en cuenta el
entorno de la estructura se presenta aislada (como ocurre con la registrada en el Castillo).
163
Figura 5.75. Montículo 1 de Coyotepec y prominencias de basalto o mogotes entre
Coyotepec y Rincón Macho.
Figura 5.76. Cancha en Coyotepec y su entorno, nótese la ausencia de rasgos
arquitectónicos.
164
Figura 5.77. Vistas de la muralla de Coyotepec en el área de la barranca que limita con
Rincón Macho (registro fotográfico de la autora).
Un elemento arquitectónico que confina y protege varios sitios es la Muralla de
Coyotepec, construida con mampostería a junta seca; inicia en la barranca que limita con
Rincón Macho, cruza la meseta de Coyotepec y finaliza en el río Zocapa; en conjunto mide
más de 2 km y 1 m de ancho, la altura en promedio es aproximada a 1 m. Se detectaron
huellas de horcones de aproximadamente 15 cm de diámetro para aumentar la altura y la
seguridad, ubicados cada 1.1 m de distancia. También en la barranca que linda con Rincón
Macho se encontraron dos prominencias de basalto o mogotes, con 10 m de altura en
promedio, se perfilan como puntos óptimos de vigilancia.
Figura 5.78. Parte de la muralla de Coyotepec que se encuentra sobre la meseta; huella de
los horcones sobre el muro (registro fotográfico de la autora).
165
5.4.2. Los Ídolos
Figura 5.79. Ídolos: datos generales (elaboración propia).
Técnicamente es una península con dos gargantas muy definidas donde se encuentran
flanqueos arquitectónicos, por lo que se presenta dividida. Ocupando angostas mesetas
consecutivas, la del poniente mide 784 m y la del oriente, 813 m; cuenta con dos entradas
estrechas que se flanquearon con elementos arquitectónicos. Actualmente está
deshabitado, hay indicios de que se dedicó al pastoreo y ha sido invadido por la vegetación
y los ofidios. Pese a lo anterior, se llevó a cabo el registro topográfico y recolección de
material arqueológico.
166
Figura 5.80. Ubicación de Los Ídolos en el contexto municipal (mapa de la autora,
generado en QGis).
5.4.2.1. Características arquitectónicas
La construcción que cerró la primera entrada apenas es notoria al fundirse con las barrancas
y por la vegetación; en la meseta poniente, la espesura impenetrable deja un estrecho
espacio en la parte norte, al borde del precipicio. El segundo angostillo estuvo fortificado por
una construcción, la número 2 (4 por 6, altura 1.8 m), que penetrada por un árbol dejó ver el
sistema constructivo: sobre una matriz de piedra y tierra, se revistió con piedras careadas
consolidadas por cementante y recubierto de estuco.
167
Figura 5.81. Núcleo de la construcción del 2º montículo que cierra Ídolos (registro
fotográfico de la autora).
Se registraron 23 elementos arquitectónicos; se enuncian algunas medidas; aunque es
preciso aclarar que las alturas y el plano son aproximados, debido a la vegetación no se tuvo
acceso a todas, por lo que se carece de algunos datos (dimensiones en metros): el 5 (11 por
6, altura 1.5); 6 de forma alargada (19 por 13); 7 (5 por 5) podría tratarse de un adoratorio
de forma circular; 8 (9 por 8); el 9 es el más alto del sitio (17 por 16, altura de 5); el 10 (9 por
10, altura 1.5); 14 (13 por 9); 15 (18 por 12); 16 (9 por 15); 18 (19 por 26); 19 (13 por 23);20
(10 por 13, altura 2.2); 21 (29 por 11); 22 (11 por 8).
Figura 5.82. Disposición de los elementos arquitectónicos de Los ídolos; también,
las bolsas de material (mapa de Díaz Flores y Cordero Villaloz).
168
Hacia el lado sur de la meseta, hay un angosto camino al borde de las barrancas, que
permitió acceder a tres abrigos rocosos con el techo colapsado, lo mismo ocurrió por el norte;
desafortunadamente estaban cubiertos de basura; pese a ello, se recuperaron diversos
materiales.
El elemento 12 consiste en tres estructuras poco definidas con un desnivel entre ellas;
podría tratarse de un patio hundido, pero los matorrales y los ofidios impidieron su revisión.
Del mismo modo, las cuevas son parte fundamental e integral de la arquitectura y, en el
marco de la cosmovisión mesoamericana, son el vínculo con el inframundo, por lo que los
objetos son seguramente depósitos de tipo ceremonial.
Es importante señalar que en la segunda meseta, al sur, después de transitar una
empinada pendiente se llega a una corriente de agua. Enseguida, una pared vertical 169 lleva
a una oquedad junto a la que brota un manantial, tras ascender aproximadamente 12 m, en
el piso del abrigo rocoso está esgrafiado un patolli. 170 Con lo anterior, se pueden relacionar
las cuevas y el patolli, tal como ocurrió en Ameyal, pero aquí se agrega el agua como
elemento adicional.
Figura 5.83. Ubicación de la oquedad donde se encuentra un patolli; calca realizada por
I. Jiménez (registro fotográfico de la autora).
169
Si se continuara ascendiendo se llegaría a la meseta del Yual, pero la verticalidad del acantilado lo convierte
en una tarea muy difícil sin el equipo adecuado.
170
Se logró el hallazgo por la información del Sr. Ángel Martínez, comisario del Ejido de Matlaluca y el joven
Ignacio Jiménez fue quien ascendió y registró el patolli, todo el reconocimiento y gratitud para ellos y sus familias.
169
5.5. Asientos fortificados
Los asientos carecen de arquitectura monumental, tienen básicamente montículos bajos y
perimetrales; además, de flanqueo en los accesos, cuentan con visión estratégica y de
comunicación.
También
podría
denominárseles
emplazamientos
sin
arquitectura
monumental, si tomamos en cuenta sus características estratégicas., sólo se cuentan Tío
Tamal y Rincón Macho.
5.5.1. Tío Tamal
Figura 5.84. Tío Tamal: datos generales (elaboración propia).
Figura 5.85. Ubicación de Tío Tamal en el contexto municipal (mapa de la autora,
generado en QGis).
170
Con acceso únicamente en el poniente, Tío Tamal ocupa una larga y sinuosa península
con 6.5 km de longitud desde el primer flanqueo hasta el final, por lo que tiene contigüidad
con numerosos sitios. Las barrancas del norte son más abruptas y la meseta termina en
paredes verticales.
5.5.1.1. Características arquitectónicas
Es un espacio de sinuosos contornos y forma muy alargada; razón por la cual tiene
interacción fronteriza con diversos asentamientos. El recorrido sistemático permitió registrar
cinco montículos, dos terrazas y una plataforma. Infortunadamente, todos muy dañados y
apenas notorios en la superficie; por lo que no tienen bordes definidos y carecen de
recubrimiento.
Figura 5.86. Elementos arquitectónicos de Tío Tamal, predominan las construcciones
perimetrales (mapa de la autora, generado en QGis).
Los cuatro primeros montículos se encuentran muy cercanos entre sí, se pueden asociar
con la barranca que linda con Matlaluca. Cuentan con las siguientes dimensiones,
expresadas en metros: M1: 6 por 5, altura 2.5, se ubica en una elevación natural; M2: 2 por
2.2, altura 0.8 y M3: 2 por 1.9, altura 0.9; M4: 2 por 3, altura 1 y M5 (el de mayores
dimensiones del sitio): 25 por 18, altura 1.2.
171
Figura 5.87 Plataforma 1 y el montículo 5, el más alto del sitio (registro fotográfico de la
autora).
La terraza 1 (60 por 43 m) da sostén al terreno que por deslave podría ganar la barranca,
en este caso pueden apreciarse algunas de las piedras que la sostuvieron. La terraza 2 de
bordes poco definidos (de 10 por 10 m, con 1 metro de altura), no conserva los bordes
perimetrales, pero pudo apreciarse aún la elevación.
La península que delimita Tío Tamal, ahora convertida en basurero municipal, muestra
terraceo escalonado aún notorio en la parte más angosta. Es importante señalar el registro
de un muro perimetral de aproximadamente 30 m de longitud (hasta donde fue visible)
realizado en mampostería en el borde de la meseta de Tío Tamal.
172
Figura 5.88. Muro perimetral en el borde de Tío Tamal, y vista desde el paso a Ameyal
(registro fotográfico de la autora).
5.5.2. Rincón Macho
Figura 5.89. Rincón Macho: datos generales (elaboración propia).
173
Es una península de contornos sinuosos con sucesiva disminución del espacio y altitud
mientras se avanza al oriente. Las vías actuales maximizan su aislamiento, cuenta
únicamente con un acceso que muestra doble flanqueo, hasta desembocar en el precipicio.
Se destina a la agricultura, especialmente caña y limón; está habitado por una familia.
Resulta interesante la cueva que fue de uso habitacional reciente con huellas de uso de
fuego al interior, aunque no se percibieron vestigios de ocupación prehispánica.
Figura 5.90. Ubicación de Rincón Macho en el contexto municipal (mapa de la autora,
generado en QGis).
174
Figura 5.91. Disposición de los elementos arquitectónicos en Rincón Macho (mapa de la
autora, generado en QGis).
5.5.2.1. Características arquitectónicas
El recorrido sistemático permitió registrar seis montículos, dos terrazas y una plataforma,
todos los elementos arquitectónicos muy dañados con bordes poco definidos y apenas
notorios en la superficie, carecen de recubrimiento, ninguno es monumental y no se
percibieron plazas.
Figura 5.92. Restos del muro de flanqueo (registro fotográfico de la autora).
175
Las dimensiones de los elementos arquitectónicos registrados son (expresadas en metros):
6 montículos: M1, 10 por 5; altura 0.9; M2, 3 por 4; altura 0.9; M3, 14 por 13; altura 0.9; M4,
7 por 12; altura 0.9; M5, 11 por 10; altura 0.9; M6, 12 por 15; altura 1.2; una terraza: T1, 118
por 61; altura 0.6; dos plataformas: P1, 78 por 85; altura 0.9; P2, 65 por 43; altura 0.8. Del
muro de flaqueo, quedan los cimientos, de 0.6 por 0.5; altura 0.8 y corre hacia la barranca
norte; además, del muro perimetral en el área distal de la península que no pudo medirse.
Figura 5.93. Cueva en Rincón Macho, y aspecto del área final de la meseta (registro
fotográfico de la autora).
Resultan sobresalientes dos caminos ocultos que comunican Rincón Macho con
Coyotepec al sur y al norte con el Huaje/Mata del Venado.
5.6. Asientos abiertos
Son asentamientos que se presentan sin flanqueos, destacan por sus características de
comunicación, pues en ellos coinciden los caminos de muchos sitios; es decir, son nodos de
interacciones positivas. Se presentan en un solo mapa al compartir meseta y ser de rango
menor en la escala arquitectónica.
176
Figura 5.94. Ubicación del Huaje/Mata del Venado, Mata Pastor y el Encanto en el contexto
municipal (mapa de la autora, generado en QGis).
5.6.1. El Huaje/Mata del Venado
Figura 5.95. El Huaje/Mata del Venado: datos generales (elaboración propia).
177
Mata del Venado y El Huaje se agruparon en función de su cercanía y en la nominación local
de los sitios; por otro lado, las áreas son tan grandes que, sin duda, se trató de varios
asentamientos arqueológicos que han desaparecido, o bien, las condiciones del terreno no
permitieron establecer tales diferencias. La mayor parte se encuentra bajo los campos de
caña y las construcciones modernas han sido utilizados como bancos de material, sobre
todo en la parte que ocupa la localidad de El Huaje.171
Figura 5.96. Distribución de los elementos arquitectónicos, área de influencia, con
achurado las áreas no recorridas (plano de Díaz Flores y Cordero Villaloz).
5.6.1.1. Características arquitectónicas
Se registraron cinco elementos arquitectónicos, cuatro montículos y una plataforma con las
siguientes dimensiones (en metros): el montículo 1, de forma irregular (4.3 por lado, altura
171
El Comisario del Ejido de Matlaluca, comentó que en 1959 se utilizó maquinaria pesada para nivelar los
terrenos y acondicionarlos para la siembra de caña. Se han buscado las fotografías aéreas anteriores a esta
fecha que permitirían comparar el espacio y el deterioro sobre la arquitectura prehispánica, desafortunadamente,
hasta ahora sin éxito.
178
1), se encuentra en un sembradío de café en la parte trasera de una casa. El Montículo 2
con bordes y forma imprecisas (4 por 5, altura 1.2) está en el patio de la casa de la familia
Rodríguez y es posible que su casa también se haya cimentado sobre el montículo 3, su
forma se asemeja a un círculo (20 de diámetro, altura 6.4). El montículo 4 (3 por 3, altura de
3.8), aparentemente están en torno a una plaza, de ser así, sus dimensiones son de 300 por
300.
Figura 5.97. Montículo 4, Mata del Venado.
Figura 5.98. Depósito de agua cavado en la plaza; al fondo, el montículo 3, el de mayor
altura. Planta y perfil del montículo.
179
Debido a que se encuentra en la zona semiárida es muy frecuente cavar jagüeyes;
precisamente, frente al montículo 3, hicieron un depósito de agua con maquinaria pesada
que alteró significativamente el espacio, por ello fue muy difícil establecer los límites y formas
de los elementos arquitectónicos, pues hay gran cantidad de piedras quebradas,
amontonadas y dispersas. Por otro lado, se registró una única plataforma (23.4 eje nortesur; 8.4 este-oeste, altura 1).
Figura 5.99. Camino oculto cavado en las paredes de la barranca entre Huaje y Coyolito;
planta de su ubicación (registro fotográfico y mapa de la autora con datos de campo,
generado en QGis).
5.6.2. Mata Pastor
Figura 5.100. Mata Pastor: datos generales (elaboración propia).
180
Mata Pastor se encuentra en una amplia meseta que comparte sin obstáculos
arquitectónicos con Matlaluca, el Huaje, Encanto y La Flor.
Figura 5.101. Ubicación de los elementos arquitectónicos de Mata Pastor (plano de la
autora).
5.6.2.1. Características arquitectónicas
Se registraron dos montículos, dos plataformas y dos terrazas. Los vestigios arqueológicos
están extremadamente dañados por la siembra de caña con la consecuente quema y
remoción sistemáticas; también se han usado como banco de material.
Figura 5.102. Área de influencia de Mata Pastor y las bolsas de material asociadas
(mapa Díaz Flores y Cordero Villaloz); plataforma 2, destaca la fuerte destrucción
(registro fotográfico de la autora).
Son elementos arquitectónicos sumamente dañados con borde y límites inciertos; sus
dimensiones son (en metros): M1: 2 por 2, altura 1.20; M2 (el más alto de sitio): son 5 por 4,
altura de 2.5. La distancia entre los montículos 1 y 2 es de 76, pudieron formar parte de un
conjunto arquitectónico.
181
Figura 5.103. Montículos 1 y 2 de Mata Pastor, nótese la intensa destrucción (registro
fotográfico de la autora).
Fueron detectadas tres terrazas asociadas con la barranca Rincón del Macho, tienen
bordes irregulares y fueron dispuestas para contener el deslave de la tierra, aún pueden
observarse algunas de las piedras que les dieron sostén. La número 1 mide 62 por 60; la
número 2, de 38 por 27 y la 3 mide 25 por 17. Se encontraron dos plataformas cuyos bordes
parecen más delimitados en ambos casos su altura no excede 1 metro; la 1, 20 por 25 y la
2, 27 por 23.
5.6.3. El Encanto
Figura 5.104. El Encanto: datos generales (elaboración propia).
182
El rancho el Encanto se encuentra en la localidad de San Vicente. Se llevó a cabo un
proyecto de parque recreativo "agroecológico", realizado en 2005; el dueño, Jesús Ruiz,
inició la construcción de una laguna artificial para la cría de truchas (con área de 1 Ha), con
bordes irregulares, sanitarios (fosas sépticas), palapas y servicios de esparcimiento
diversos.
5.6.3.1. Características arquitectónicas
Figura 5.105. Encanto en el contexto local, muestra su único montículo (mapa de la autora,
generado en QGis).
Al llevarse a cabo el recorrido de superficie sistemático, se encontraron diversas
remociones de tierra y piedras, sin embargo, no hubo certeza de ser trabajadas o
pertenecientes a algún elemento arquitectónico. Por otro lado, gran parte del espacio
ocupado por el rancho se encuentra intensamente modificado por jardines en los que
introdujeron especies de flora de ornato, que muestra crecimiento de varios años, lo que da
idea del largo período de alteración que ha sufrido el sitio. Sólo pudo identificarse un
montículo con bordes irregulares de 10 por 9 m, altura de 1.5 m, en regular estado de
conservación, por tratarse del único vestigio arquitectónico, se realizó un levantamiento muy
minucioso.
183
Figura 5.106. Montículo único de Encanto (registro fotográfico y plano de la autora.
5.7. Artefactos, coincidencias y disociaciones culturales
Los sitios en estudio comparten un espacio común, la coincidencia cronológica se
fundamentó en el análisis tipológico de los artefactos de contexto arqueológico. Se partió de
la identificación de su procedencia —autóctona o alóctona—. Así, se delineó el perfil cultural
local y la huella de los intercambios en diversos niveles geográficos.
5.7.1. Tierra, tiempo y tradición: la cerámica
La cerámica es un material resistente a los embates del tiempo, persistente, cotidiano y
abundante en el registro arqueológico. Además, es indicador de identidad colectiva y
sensible a los cambios económicos, sociales, urbanos, rurales, entre otros; también es un
material significativo en términos de la información acerca de su procedencia, calidad y
cronología.
Figura 5.107. Único ejemplar cerámico completo, procedente de Ameyal, tipo Plaza, serie
Jamapa, período Clásico medio (registro fotográfico de la autora).
184
Es importante señalar que la cerámica recuperada en el recorrido sistemático y
excavación se encontró sumamente fragmentada, muy probablemente por la remoción de
tipo agrícola,172 a grado tal que sólo se cuenta con una pieza completa, es un pequeño
cuenco asociado con una ofrenda en el manantial de Ameyal. Por ello el método aplicado se
basa en las características de la pasta,173 lo que permite incluir la totalidad de los tiestos: 10
420, 3 522 de excavación y 6 898 procedentes de recorrido de superficie.
5.7.1.1. Procedencia y cronología
Tenemos en primer término la serie Jamapa, de factura local que cuenta con larga
persistencia cronológica, desde 400 aC (Preclásico superior) y trasciende el tiempo más allá
de 800 dC; es decir, es muestra de persistencia en la tradición cerámica mayor a un
milenio.174 Alcanza en conjunto la cifra contundente de 90.7 % de cerámica autóctona,175, lo
cual expresa una producción local que satisfizo las necesidades concretas de los habitantes
prehispánicos de Zentla; además revela intercambio limitado con zonas externas, coincide,
al mismo tiempo, con la situación de clausura de los sitios en estudio.
172
Expresa las dificultades de encontrar contextos arqueológicos primarios, es decir, no removidos e intactos.
El sistema de análisis cerámico optado como parámetro comparativo fue diseñado por Daneels (1988, 1996a
y 2006, entre otros), para la cuenca baja de los ríos Jamapa-Cotaxtla, centro-sur de Veracruz. Incluye estudios
estratigráficos, fechamientos absolutos y cuenta con ejes comparativos con otros métodos tipológicos de
Veracruz y otras regiones de Mesoamérica. Además, guarda homogeneidad con la alfarería del municipio de
Zentla. Se fundamenta en las características de la pasta, a partir de lo cual se separa en series, con el tamaño
de los contenidos de la pasta (desgrasantes) se forman grupos, por la apariencia de la superficie (acabado, color
y tipo de decoración) se separan en tipos y subtipos.
174
Las características cambian a través del tiempo, hay formas y acabados característicos de cada periodo, con
lo que se forman grupos cronológicos (horizontes).
175
Lo que expresa que también para Zentla es una serie cerámica local.
173
185
Figura 5.108. Gráfica de porcentaje de las series cerámicas por sitio; destaca
significativamente la Jamapa, de factura local (elaboración de la autora, generada en
Excel).
La serie Maquinaria se vincula con el cercano valle de Córdoba,176 con cronología a
partir de 500 dC. Está presente en toda muestra y, aunque en porcentajes variables, sólo en
Encanto es de 11 %, mientras que en el resto de los sitios es menor a 8 %. Todo esto expresa
poca interacción en el marco de una cercanía geográfica pero distante y tensa políticamente.
Se encontraron cuatro series de procedencia externa y cronología tardía. La primera, la
Lirios, son pastas caolínicas, sin desgrasante, su origen se relaciona con la cuenca baja del
Papaloapan, el río San Juan y el área de los Tuxtlas, cronológicamente corresponde al
Clásico tardío-Posclásico. Tuvo presencia en cuatro sitios: Ameyal, Mata del Olvido,
Coyotepec e Ídolos donde alcanza 16%, en el resto de los sitios no es significativa pues tiene
sólo 1%. Todos los hallazgos se realizaron en sitios fortificados, mostrando que quienes
arribaron se parapetaron y aislaron con doble fortificación en lugares aislados y sumamente
protegidos.
En segundo lugar, está Dos Bocas, que se asocia con el sur de Puebla y temporalmente
al período Posclásico. Se encontró en cuatro sitios, Coyolito, Tío Tamal, Ameyal y Coyotepec
donde alcanza 11%, muy distante de los tres restantes con 1 y 2%. Testimonio material de
176
Citando a Daneels (2006:435), surge a partir de 500 dC, se relaciona con el valle de Córdoba donde alcanza
25%, y para la cuenca baja del Jamapa-Cotaxtla 5%.
186
la llegada de grupos externos que irrumpieron la clausura y el flanqueo de las fortificaciones
subyugando a la población local, modificando incluso las pautas alimenticias con la llegada
de comales.
En tercer término, se encuentra la serie Paraje, es cerámica de pasta fina, deleznable,
cronológicamente se ubica en el Posclásico. Únicamente se registró en Coyotepec y Ameyal
con 2%.177 Finalmente, encontramos el tipo Atoyac, se asocia con el valle de Córdoba,
corresponde al Clásico tardío, sólo se registró en Tenanzintla con 1%, resulta interesante al
ser un sitio muy aislado.
Figura 5.109. Gráfica general de la cerámica por período cronológico, destaca el Clásico
(elaboración de la autora, generada en Excel).
Por otro lado, tras la clasificación cerámica y la construcción cronológica de sus
resultados, se muestra contundente la prevalencia temporal correspondiente al Clásico,
destacan algunos sitios que cuentan con 100% (Ameyal, Encanto, Mata Pastor, Matlaluca y
Rincón Macho). A excepción de Ídolos, todos cuentan con porcentajes mayores a 95% de
correspondencia con el período Clásico, coincide a nivel urbano-arquitectónico con el PPC
de modo que, fue congruente incluir los sitios que no fueron explorados directamente en
campo (Tranca del Negro, Paso del Cedro, Máfara II y Fortín de Máfara, La Flor y Yual), que
cuentan con este complejo arquitectónico.
177
Las series Dos Bocas y Paraje, según Daneels (2002:130-131) se encuentran en los estratos del Clásico
tardío y del Posclásico temprano. Para Zentla será necesaria la excavación de contextos primarios que permitan
establecer la cronología particular de estas series.
187
Figura 5.110. Gráfica de la cronología por sitio, es notoria la prevalencia del período
Clásico (elaboración de la autora, generada en Excel).
5.7.1.2. ¿Del mismo barro? Calidad de la cerámica y sus implicaciones
La alfarería es un material abundante, su calidad y distribución manifiestan las relaciones
entre las diversas capas de la sociedad. Desde esta perspectiva, se clasificó por las
características que refleja el trabajo de manufactura y, por tanto, su calidad.
188
Figura 5.111. Gráfica de cerámica por calidad y por sitio (elaboración de la autora,
generada en Excel).
Partiendo de la calidad de la cerámica, se puede afirmar que la población de Ídolos,
Encanto, Coyolito y Rincón Macho (porcentaje mayor a 23%) tuvo acceso a cerámica de
mayor calidad utilizada por un grupo de élite. Está presente en todos los sitios, sólo en
Tenanzintla y Ameyal cuentan con menos de 10% este tipo de cerámica.
Para finalizar, es importante señalar que una tercera parte de los sitios no cuenta con
recorrido, por lo que no tienen muestra cerámica ni lítica. Además, la alfarería en conjunto
expresa uniformidad y poco cambio a lo largo del período Clásico, la cual satisfizo las
necesidades de una población local de corte fundamentalmente doméstico, lo que coincide
con la clausura de los asentamientos.
5.7.2. Obsidiana: el vítreo matiz de la hegemonía
La obsidiana es un vidrio volcánico con uso generalizado en la Mesoamérica prehispánica
como herramienta eficaz de corte principalmente. Formó parte esencial de los procesos
económicos y productivos, fue factor clave en el desarrollo de las culturas. Por otra parte, el
189
tránsito e identificación de su procedencia son punto básico y sustancial en la investigación
de intercambio y control sobre los yacimientos y las hegemonías imperantes.
Desde esta perspectiva, la muestra de obsidiana con 1 639 fragmentos (de superficie y
excavación), fue clasificada a partir de sus características ópticas, 178 se encontraron
muestras materiales de intercambio mayoritariamente con el valle de Ixtetal, Veracruz, que
asciende en conjunto a 50%. Por su parte, los yacimientos de Zaragoza-Oyameles
vinculados con el Pico de Orizaba en su área poniente, también mantuvieron incesante
intercambio con Zentla; en promedio la obsidiana con esta procedencia alcanza 40%.
Asimismo, la obsidiana verde, asociada con un tránsito a larga distancia con la sierra de las
Navajas, en Hidalgo, bajo el control de Teotihuacan, es muestra material de comercio a larga
distancia con nuestra área de estudio; también puede considerarse objeto suntuario, el cual
alcanza en conjunto casi 2%. Otros yacimientos de diversas procedencias cuentan en
conjunto con 9%.
Figura 5.112. Porcentajes de obsidiana por sitio, destacan las provenientes del valle de
Ixtetal y en menor cantidad, Zaragoza-Oyameles (elaboración de la autora, generada en
Excel).
178
Ya se ha comentado que, como material vítreo, la obsidiana se clasificó por sus características físicas, de
acuerdo con el método de Braswell et al. (2000), complementándose con las descripciones de Cobean (2002).
190
La revisión de los porcentajes de obsidiana por sitio, evidencia que los que presentan
mayor cantidad proveniente del valle de Ixtetal (a aproximadamente 50 km), son Ameyal, Tío
Tamal, Mata del Olvido y Los Ídolos, los dos últimos están sumamente aislados. Por otro
lado, Coyotepec, Coyolito y El Huaje/Mata del Venado destacan por la prevalencia de la
obsidiana de Zaragoza-Oyameles, es decir, con interacción comercial mayor con el área de
Puebla (a más de 100km de distancia). Adicionalmente, la obsidiana verde, como objeto
suntuario, hubo de traerse desde más de 200 km de distancia, seguramente tocando
múltiples y diversos puntos de distribución.
Figura 5.113. Obsidiana de Ixtetal, de Zaragoza-Oyameles y verde de Sierra de las
Navajas (registro fotográfico de la autora).
191
6. Resultados y aportaciones
6.1. Resultados
Las fases de investigación descritas proporcionaron el material para la presente disertación,
fueron apoyo de las hipótesis y fundamento de los objetivos, con base en diversos
indicadores y su significado —arquitectónico, geográfico, cronológico y cultural—, resultado
de los análisis de que fueron objeto. Con un enfoque inductivo se definió el esquema de
rasgos esenciales de los asentamientos —33% de ellos sin exploración alguna—, se
incluyeron en un esquema analítico que integró seis factores, estudiados por separado pero
íntimamente ligados: orientación del PPC, los MPP, AR de sus interacciones, TOC, UT y RI.
Se exponen enseguida los resultados de los procesos técnicos y sus implicaciones.
6.1.1. PPC: orientación y distribución
Con los planos de los PPC construidos con métodos directos e indirectos, se trazó una línea
del centro de la pirámide 179 más alta al punto central interno de los dos montículos
alargados, línea que permitió medir el ángulo de orientación general del conjunto.
Figura 6. PPC de Matlaluca: 91° y de La Flor: 103°.
179
En todos los casos el paño frontal fue aproximado pues no se ha explorado ningún PPC, por lo que los
resultados podrían variar en función de exploraciones
192
Figura 6.1. PPC de Yual: 77° y Ameyal: 105°.
Figura 6.2. PPC de Coyolito: 108° y de Fortín de Máfara: 97°.
De los 12 PPC involucrados, tres tienen el montículo mayor al oriente y la cancha al
poniente, son La Flor, Matlaluca y Yual, este grupo son conjuntos con vocación solar
similares a Teotihuacan, Tenayuca y México-Tenochtitlan180 que también tienen el montículo
principal mirando al poniente.
Por otro lado, nueve tienen el montículo más alto en el poniente, son Ameyal, Coyolito,
Fortín de Máfara, Máfara II, los dos PPC de Mata del Olvido, Paso del Cedro, Tenanzintla y
Tranca del Negro.
180
Marquina (1990: 61-62), menciona que Tenayuca y Teotihuacan con la frontalidad del montículo mayor
mirando al poniente, se pueden relacionar con el culto solar. Por otro lado, el mismo autor destaca las dificultades
de tener orientaciones exactas y que concuerden con los cálculos astronómicos actuales. Esto es especialmente
importante en nuestro caso, considerando que no todos los sitios tienen levantamiento topográfico; además, el
culto solar puede asociarse con la vocación bélica de las sociedades.
193
Figura 6.3. PPC de Máfara II: 100° y de Mata del Olvido, PPC norte: 105°.
Figura 6.4. Mata del Olvido, PPC sur: 103° y de Paso del Cedro: 96°.
Figura 6. 5. PPC de Tenanzintla: 97° y de Tranca del Negro: 97°.
Es posible notar que la orientación que más se repite (tres veces) es 97° (Fortín de
Máfara, Tenanzintla y Tranca del Negro), aunque se podría integrar la orientación de 96°
(Paso del Cedro) y 91° (Matlaluca), por el error posible en la toma de datos. Por otro lado,
se pueden agrupar las orientaciones de 100 a 108°: con 100° (Máfara II), 103° (La Flor y
Mata del Olvido Norte), con 105° (Ameyal y Mata del Olvido Sur) y con 108° (Coyolito).
Alejado de estos parámetros y aparentemente poco comunicado con el resto de los sitios,
se encuentra Yual con orientación de 77°. En todos los casos, la visual desde el montículo
mayor trasciende a otra plaza a través de la cancha.
194
6.1.1.1. PPC: cantidad y distribución
Los 12 PPC ubicados en 11 sitios comparten unidad geográfica, cultural y cronológica; se
encuentran distribuidos en el territorio con una distancia promedio de 2.25 km entre PPC
contiguos, con lo que podría inferirse la ubicación de algunos que no se conocen o han
desaparecido.
Figura 6.6. Tabla de distancias entre PPC contiguos (elaboración propia).
Figura 6.7. Distribución de los complejos arquitectónicos PPC en el área de estudio (mapa
de la autora, generado en QGis).
195
6.2. Análisis relacional de interacciones visuales y físicas
6.2.1. Grafos: representación gráfica de los sistemas
Grafo es la representación esquemática de los enlaces entre sitios (nodos), muestra la
cantidad y dirección de las conexiones, la envergadura y complejidad de las relaciones entre
sitios, es decir, la densidad; se genera en NetDraw. 181 Los grafos resultantes de las
interacciones visuales y físicas, por la gran cantidad de interacciones expresa alta densidad
y, por ello, fuerte acoplamiento por lo que puede afirmarse que fue un sistema robusto y
poderoso, resistente a los cambios y embates externos, como lo muestra su larga
persistencia temporal a lo largo del período Clásico.
Figura 6.8. Grafo de interacciones visuales, es notoria la alta densidad (elaboración propia,
generado en NetDraw).
181
El grafo resultante de NetDraw no considera la disposición geográfica, por lo que se reestructuraron para
presentar la forma que ocupan en el territorio.
196
Figura 6.9. Grafo de interacciones físicas con alta densidad (elaboración propia, generado
en NetDraw).
6.2.2. Interacciones visuales y físicas: perspectiva relacional de centralidad y
agrupamiento
Las medidas de centralidad permiten un asomo, desde la estructura y número de
conexiones, a la distribución del poder y cómo surge de las relaciones. Desde este punto de
vista, el poder no surge del sitio o individuo, sino que es “inherentemente relacional”, en
función de sus conexiones con otros y del dominio ejercido (Hanneman 2000 6:24-25).
Desde la perspectiva de la presente disertación se ha denominado liderazgo en vez de
poder.
Se llevaron a cabo las pruebas de centralidad: rango, cercanía e intermediación; así
como de las tres medidas de agrupamiento o subgrupos. Se procesaron los datos en el
programa UCINET que generó tablas y algunos diagramas; enseguida, se exponen los
resultados, las gráficas comparativas182 de las dos variables involucradas (visual y física)
entre sitios, así como su significado en función de la dimensión numérica y de cómo influyen
en el liderazgo.
182
Los resultados obtenidos en UCINET se transcribieron en Excel para generar las gráficas necesarias.
197
Figura 6.10. Resultados de las tres medidas de centralidad: grado, intermediación y
cercanía (elaboración propia).
6.2.2.1. Prueba 1. Grado de centralidad con conexiones no dirigidas
Se refiere al número de interacciones o enlaces que tiene un sitio. Hanneman (2000 6:4 y 8)
lo vincula con el poder al establecer que a mayor cantidad de enlaces, mayor poder,
considerando que tiene más oportunidades y menos restricciones.
Figura 6.11. Gráfica de rango de interacciones no dirigidas (elaboración propia, generado
en Excel, datos estadísticos procesados en UCINET).
198
6.2.2.1.A. Conexiones no dirigidas: rango visual
Destaca el liderazgo de Ameyal que tiene interacción visual con doce sitios; enseguida, Yual,
Coyotepec y Rincón Macho con rango 8, protegidos por una muralla. Por otro lado, resulta
interesante que tres sitios no tengan conexiones visuales con ningún asentamiento: Fortín
de Máfara, Tranca del Negro y Tío Tamal, es decir, nulo liderazgo.
6.2.2.1.B. Conexiones no dirigidas: rango físico
En el ámbito de interacciones físicas, destacan Ídolos con grado 12; después, con 11, Mata
del Olvido, Coyotepec y Rincón Macho; enseguida, con 10, Coyolito, Mata Pastor, Huaje y
Encanto; con 9, Matlaluca, La Flor, Máfara II, Fortín de Máfara, Paso del Cedro, Tranca del
Negro y Yual. Tenanzintla parece carecer de oportunidades de comunicación por tierra, al
tener sólo dos conexiones.
6.2.2.1.1. Prueba 1. Grado de centralidad con conexiones dirigidas
Es importante señalar que los resultados de la operación de centralidad de rango procesada
en UCINET no contempla el flujo de las interacciones: bidireccionales, de salida o entrada.
Se procedió a su clasificación de acuerdo con su dirección porque se considera trascendente
en el concepto de liderazgo y como característica fundamental en la conceptualización
arquitectónica de una fortificación al considerar cierto grado de aislamiento como eficacia
defensiva.
En un sistema hay interacciones, si son dirigidas pueden ser de entrada o de salida, se
trata de flujos que pueden afectar la organización interna y, por tanto, la estabilidad; a su
vez, cada sitio es un sistema abierto que también podría perturbarse. Por su parte,
Hanneman (2000 6:8) afirma que un nodo, actor o sitio, es prominente o de prestigio cuando
recibe muchos vínculos; por el contrario, considera que son influyentes aquellos que tienen
alto grado de salidas y logran, por su ubicación en el sistema, más intercambios.
En el mismo sentido, en referencia a las conexiones bidireccionales, desde mi punto de
vista se pueden considerar como muestra de reciprocidad y coalición, pues revelan apertura
mutua y constituyen por sus interconexiones unidades territoriales. Por lo que se procedió a
su clasificación de acuerdo con la dirección.
199
Figura 6.12. Gráfica de interacciones visuales: bidireccionales, de entrada y de salida
(elaboración propia, generado en Excel con datos estadísticos procesados en UCINET).
6.2.2.1.1.A. Conexiones visuales dirigidas de entrada: prominencia
Destacan Tío Tamal y Huaje con 7 y 6, respectivamente, son puntos focales de recepción
de información visual.
6.2.2.1.1.B. Conexiones visuales dirigidas de salida: influencia
Encabezan el rango Rincón Macho y Ameyal, con 7 y 6, respectivamente. Son influyentes
emisores de información visual en el sistema. Por el contrario, con cero están Fortín de
Máfara, Tranca del Negro, Yual, Ídolos y Tío tamal, es decir, ninguna clase de información
visual sale de ellos.
6.2.2.1.1.C. Conexiones visuales dirigidas bidireccionales: alianzas
Yual lidera el grupo, después, Ameyal y Matlaluca cuentan con más aliados en el sistema de
vigilancia visual de interacción mutua con más sitios. Con cero aliados en el aspecto visual,
tenemos Máfara II, Fortín de Máfara, Tranca del Negro y Tío Tamal.
200
Figura 6.13. Gráfica de interacciones físicas: bidireccionales, de entrada y de salida
(elaboración propia, generado en Excel con datos estadísticos procesados en UCINET).
6.2.2.1.1.D. Conexiones físicas dirigidas de entrada : prominencia
Encabezan el rango Mata Pastor y Encanto con 7; después se agrupan por ubicación
geográfica con 6: Matlaluca y La Flor que comparten meseta con los líderes; lo mismo que
Fortín de Máfara, Máfara II, Paso del Cedro y Tranca del Negro. Se trata de sitios de prestigio
y prominencia en cuestión de comunicación por rutas y caminos. Por el contrario, con cero
puntos de entrada hay varios sitios: Ameyal, Coyolito, Tenanzintla, Yual, Ídolos y Tío Tamal,
lo cual parece asociarse con su calidad de fortificación y aislamiento.
6.2.2.1.1.E. Conexiones físicas dirigidas de salida: influencia
Destacan Ídolos con 12; después, Mata del Olvido, Rincón Macho, protegidos por la misma
muralla y Yual, con 9 grados; Coyotepec con 8, que los califica como influyentes. Por el
contrario, con cero conexiones físicas de salida, encontramos múltiples sitios: Fortín de
Máfara, Máfara II, Matlaluca, Paso del Cedro, Tenanzintla, Tranca del Negro, La Flor, Huaje,
Mata Pastor y Encanto.
6.2.2.1.1.F. Conexiones físicas dirigidas bidireccionales : alianzas
Son aliados en comunicación física, abierta, mutua y constante, con 9 grados está Coyolito;
después con 8, tenemos Fortín de Máfara; con 7, Máfara II y Matlaluca. Por el contrario, con
ausencia de alianzas físicas están Yual, Rincón Macho, Mata Pastor y Encanto.
201
6.2.2.1.2. Prueba 1. Grado de centralidad con conexiones físicas dirigidas vs. canchas
En el ámbito de las conexiones físicas que implican liderazgo a partir del grado de centralidad
de conexiones dirigidas (de entrada y de salida). Se integran en esta perspectiva de análisis
las canchas presentes en Zentla. Como tradición arquitectónica estuvo ampliamente
difundida en Mesoamérica, se le han atribuido diversas connotaciones como cohesionador
social, la materialidad del espacio cósmico; también se le vincula con ceremonias para
propiciar ritos de fertilidad (Taladoire 1981:540-542; 2014:174-175 y 2018:29); religión de
estado, control social e integrador de población dispersa (Daneels y Agüero 2009), entre
otros significados sociales.
Se han registrado 14 canchas, una de ellas queda fuera del área que se estudia (El
Castillo), ahora se incluye en función de que se están buscando promedios de distancia. 12
canchas están en 11 PPC y dos sin este arreglo arquitectónico. Las distancias fueron
tomadas en línea recta, el resultado es que hay una cancha a 2.6 km en promedio,
incluyendo el Castillo.
Figura 6.14. Distancias y promedio entre canchas contiguas (elaboración propia).
202
Figura 6.15. Distribución de las canchas, se incluye la ubicada en el Castillo (mapa de la
autora, generado en QGis).
La presencia de esta estructura arquitectónica en un núcleo urbano expresa la
importancia e influencia del asentamiento que lo contiene. Con la información de la cantidad
de las canchas en nuestra área de estudio, en conjunto con los resultados de las
interacciones físicas dirigidas unidireccionales, se evalúan enseguida como lugares de
prestigio, aglutinadores sociales, de preponderancia en el nivel local y su ubicación
estratégica en el sistema.
6.2.2.1.2.1. Canchas y liderazgo: prominentes e influyentes
De acuerdo con las interacciones dirigidas, enfatizando en la presencia de las 13 canchas
involucradas en el estudio, hay un total de 168 conexiones; se eliminaron las bidireccionales
para evaluar los liderazgos, con 58 de entrada y el mismo número de conexiones de salida,
para indagar si son influyentes o dependientes.
203
Figura 6.16. Gráfica de interacciones físicas direccionadas: de entrada y de salida
(elaboración propia, generado en Excel).
6.2.1.2.2. Rango de centralidad de conexiones físicas dirigidas de entrada:
prestigio
Estos enlaces son elementos para caracterizar como prominentes, con prestigio y receptores
de información. Encabezan con 7 puntos, Encanto y Mata Pastor (sitios abiertos y sin
cancha); con 6 entradas y agrupados geográficamente con los anteriores, están La Flor (una
cancha) y Matlaluca (una cancha); también, Tranca del Negro, Paso del Cedro, Máfara II y
Fortín de Máfara, cada uno con una cancha y compartiendo meseta. Con 5 entradas está
Huaje (abierto, sin cancha), se agrupa con los más prominentes geográficamente. En
concreto, se trata de dos conjuntos que capturan prestigio, prominencia y recepción de
información a través de conexiones físicas (caminos). Son los grupos de las mesetas de
Matlaluca con 2 canchas y de Máfara con 4.
204
Casi aislados, con sólo una entrada están Mata del Olvido (dos canchas), Coyotepec
(una cancha) y Rincón Macho (sin cancha). Con cero entradas tenemos: Ameyal, Coyolito,
Tenanzintla, Yual, todos con cancha; Tío Tamal e Ídolos (ambos sin cancha).
6.2.1.2.3. Rango de centralidad de conexiones físicas dirigidas de salida:
influyentes
Las conexiones de salida definen a los sitios influyentes, emiten e imponen sus puntos de
vista y difunden información. Con 12 puntos destaca Ídolos (sin cancha), con 9, están Rincón
Macho (sin cancha), Mata del Olvido (dos canchas) y Yual (una cancha), todos aislados y
fortificados; enseguida con 8 grados tenemos Coyotepec (una cancha). Con 4, están Ameyal
(una cancha) y Tío Tamal (sin cancha) y con 3 grados, Coyolito (una cancha). Destacan con
cero salidas y, por tanto, nula influencia física: Encanto, Mata Pastor, Huaje, los tres sin
cancha; La Flor, Matlaluca, Tranca del Negro, Paso del Cedro, Máfara II, Fortín de Máfara y
Tenanzintla; es decir, siete sitios con cancha parecen no influenciar a otros dentro del
sistema.
6.2.1.2.4. Rango de centralidad de conexiones físicas dirigidas: algunas
reflexiones
Los sitios, al contar con más salidas que entradas, muestran aislamiento físico con caminos
controlados, lo cual puede asociarse con arquitectura fortificada eficiente; tenemos en este
caso: Rincón Macho, Tío Tamal, Ídolos, Coyotepec, Yual, Mata del Olvido, Coyolito y
Ameyal, con 7 canchas en conjunto.
Si, por el contrario predominan las entradas, es decir, donde todos pueden y quieren
llegar, con las canchas como ejes de atracción, tenemos que los más prominentes (con más
cantidad de entradas), no cuentan con esta estructura arquitectónica: Encanto y Mata Pastor
(con grado 9) y Huaje (grado 5). Por su parte, se alinean con 6 los que si tienen: La Flor,
Matlaluca y la meseta de Máfara (Paso del Cedro, Tranca del Negro, Máfara II y Fortín de
Máfara).
6.2.1.2.5. Rango de centralidad de conexiones físicas no dirigidas vs. cancha
Finalmente, cabe comparar la presencia de cancha con el rango de centralidad de
conexiones no dirigidas. Primero, revisamos los que no cuentan con esta estructura
arquitectónica: lidera con 12 Ídolos; con 11, Rincón Macho, seguido con 10 por Mata Pastor,
Encanto y Huaje; después, Tío Tamal con 8. Es notorio que todos cuentan con rangos altos.
205
Por su parte los que cuentan con cancha, Coyotepec y Mata del Olvido (3 canchas) y
11 conexiones; después, Coyolito con 10; enseguida, con el mismo rango de 9, tenemos:
Yual, La Flor, Tranca del Negro, Paso del Cedro, Matlaluca, Máfara II y Fortín de Máfara.
Seguidos por Ameyal y Tenanzintla con 6 y 2 grados, respectivamente. Lo anterior perfila
que los sitios sin cancha poseen mayor liderazgo o poder dentro del sistema en estudio.
Figura 6.17. Gráfica de rango de centralidad de conexiones físicas no dirigidas
(elaboración propia, generado en Excel).
6.2.2.2. Prueba 2. Cercanía (closeness)
El sitio con mayor rango actúa como punto de referencia al encontrarse más cerca o más
comunicado con el resto. De acuerdo con Hanneman (2000:6), el nodo que tiene mayor
cercanía con otros y también cuenta con más vínculos directos, caminos más cortos y, por
tanto, su posición es más favorable dentro del sistema, como un recurso en favor del poder;
el mismo autor afirma: “el índice de centralidad basado en la cercanía muestra un más
modesto pero substancial grado de concentración de poder…”. De este modo, a mayor
cercanía, más conexiones directas y el sitio actúa como punto de referencia en el sistema;
por el contrario, a menor cercanía, mayor aislamiento y, por tanto, dependencia.
206
Figura 6.18. Gráfica comparativa de cercanías (closeness) visuales y físicas (elaboración
propia, generado en Excel con datos estadísticos procesados en UCINET).
6.2.2.2.A. Cercanía visual
Podemos observar que las cercanías visuales son muy homogéneas (con rango entre 19 y
29), lo que lleva a pensar en una interacción visual bien organizada y planeada desde el
momento del emplazamiento de los sitios. Se hace patente el principio de confiabilidad183 de
la arquitectura prehispánica, en el sentido de que fueron elegidos y planeados, de forma que
se constituyó en una forma de interacción visual eficaz para la vigilancia del sistema en su
conjunto.
6.2.2.2.B. Cercanía física
En cuanto a la cercanía física hay un rango alto de diferencia, con índices que van de 6 a
90. Es notorio que los sitios se agrupan geográficamente al compartir mesetas e índice 90:
Fortín de Máfara, Máfara II, Paso del Cedro y Tranca del Negro; por otro, Matlaluca, La Flor,
El Huaje, Mata Pastor y Encanto, que se definen como líderes por sus vínculos directos,
caminos cortos y posición favorable. Por el contrario, se perciben dependientes Yual e Ídolos
que son los más aislados.
183
El principio de confiabilidad en la arquitectura prehispánica plantea que todo fue planeado y tiene un propósito
determinado (Villalobos 2006a: 125), lo demuestra la organización con fines visuales dentro del sistema.
207
6.2.2.3. Prueba 3. Grado de intermediación (betweenness)
Pueden denominarse sitios-puente, pues el sitio está en conexión con otros; es decir, son
intermediarios de información, o dicho de otra manera, la información visual o el paso dentro
del sistema debe pasar a través de ellos.
Hanneman (2006:7 y 13) afirma en torno al grado de intermediación: “Tener más de un
camino me hace menos dependiente y en cierto sentido más poderoso”; asimismo, tiene la
capacidad de actuar como negociador, pero también de aislar a otros, esto resulta
especialmente importante en el ámbito de las fortificaciones. Desde esta perspectiva, la
dependencia es inversamente proporcional al grado de intermediación (más caminos, más
conexiones) y al poder de un sitio, como punto de enlace de otros con el exterior, del acceso
a la información, a los recursos, así como al uso de éstos.
Figura 6.19. Gráfica de centralidad de grado de intermediación (betweenness) visual y
física, nótese la preeminencia de control visual de Ameyal; a nivel físico, destacan Tío
Tamal, Rincón Macho y Matlaluca (elaboración propia, generado en Excel con datos
estadísticos procesados en UCINET).
6.2.2.3.A. Grado de intermediación (betweenness) visual
En primer término, por su ventaja en el control visual está Ameyal, con el indiscutible poder
de la disponibilidad de información de primera mano de los movimientos al interior y exterior
del sistema. Después, muy por debajo Yual, Coyotepec y La Flor con la capacidad de
208
interferir en la información visual que reciben otros. Destaca la nula intermediación visual de
muchos sitios, por tanto, son dependientes de otros: Fortín de Máfara, Máfara II, Paso del
Cedro y Tranca del Negro que comparten meseta.
6.2.2.3.B. Grado de intermediación (betweenness) física
Tío Tamal, Matlaluca y Rincón Macho tienen muchos caminos, son independientes y pueden
aislar a otros (dos son asientos cerrados sin arquitectura monumental ni cancha). Resulta
interesante que Ameyal tenga bajo grado de intermediación, lo mismo que la meseta de
Máfara (Fortín de Máfara, Máfara II, Paso del Cedro y Tranca del Negro). Con nula
intermediación están Mata del Olvido, Tenanzintla, La Flor, Yual, Coyotepec e Ídolos, es
decir, se encuentran aislados y cinco tienen cancha.
6.2.2.4. Medidas de agrupamiento
A través de ellas se analiza el sistema en busca de subestructuras o subgrupos, es una
perspectiva para conocer su constitución interna. A partir de los diversos subgrafos que
pueden encontrarse conectados y toman en cuenta la dirección e intermediación. Con ello,
se indagan las alianzas o los conflictos en el interior del sistema analizado. Se aplicaron tres
medidas de agrupamiento.
6.2.2.4.1. Subgrupos (Clique)
Esta medida de agrupamiento identifica y organiza subgrupos asociados por enlaces
directos que, en este caso, conjuntan sitios que comparten enlaces visuales y accesos
físicos. A saber, las estructuras e interacciones más elementales; al mismo tiempo
categoriza los enlaces.
6.2.2.4.1.A. Subgrupos visuales (Clique)
A partir de la herramienta de agrupamiento, se conjuntaron 16 subgrupos, de 3 a 6
integrantes, que tienen interacción visual directa y eficaz. Cabe señalar que hay sitios
yuxtapuestos, es decir, que pertenecen a varios subgrupos. Adicionalmente, se formó un
diagrama que muestra la formación de los subgrupos generados y sus asociaciones. De
acuerdo con el diagrama de conjuntos destaca el subgrupo de interacción sucesiva: HuajeCoyotepec con Ameyal-Coyolito-Matlaluca-Tío Tamal; por otro lado, el subconjunto de Mata
del Olvido-Yual y Rincón Macho-Mata Pastor. Cabe señalar que en la ramificación todos los
sitios interactúan visualmente; por lo que también la prueba de agrupamiento Clique confirma
la planeción de comunicación visual eficiente.
209
Figura 6.20. Dieciséis subgrupos de interacción visual, generados por Clique (elaboracion
propia con datos estadísticos procesados en UCINET).
Figura 6.21. Diagrama de conjuntos (Cluster diagram), generado a partir de subgrupos
visuales con interacción directa, a menor valor, la agrupación es más lejana (elaboracion
propia con datos procesaos en UCINET).
210
6.2.2.4.1.B. Subgrupos físicos (Clique)
Se formaron seis subconjuntos en Clique, de 3 a 12 miembros, con interacciones directas.
De los generados por el diagrama de conjuntos de interacción física de línea directa (a menor
valor, la agrupación es más inaccesible). Podemos destacar cuatro subconjuntos con
coincidencias geográficas: Ameyal-Tenanzintla-Tío Tamal; Mata del Olvido-CoyotepecÍdolos-Rincón Macho; Tranca del Negro-Paso del Cedro-Fortín de Máfara-Máfara II y La FlorMatlaluca-Huaje-Mata Pastor y Encanto.
Figura 6.22. Seis subgrupos de interacción física generados por Clique (elaboracion propia
con datos procesados en UCINET).
211
Figura 6.23. Diagrama de conjuntos (Cluster diagram), generado a partir de subgrupos de
interacción física de línea directa, a menor valor, la agrupación es más inaccesible
(elaboracion propia con datos procesados en UCINET).
Figura 6.24. Gráfica de yuxtaposición de sitios (visual y física) en clique o interacción
directa (elaboración propia, generado en Excel con datos estadísticos procesados en
UCINET).
212
6.2.2.4.1.C. Yuxtaposición (Clique)
Se refiere a los sitios que están presentes en más de un subgrupo, lo que expresa su
importancia en el sistema; así, se construyó una gráfica con ambas variables (visual y física).
En el aspecto visual destacan Ameyal, Huaje, Yual y Coyotepec. En el ámbito físico hay
menor yuxtaposición, lo cual significa asociación y formación de alianzas que claramente se
conjuntan por coincidencias geográficas: Fortín de Máfara, Máfara II, Paso del Cedro y
Tranca del Negro que ocupan una misma meseta; en el mismo caso están Matlaluca, La
Flor, Huaje, Mata Pastor y Encanto; por otro lado, se encuentra Mata del Olvido.
6.2.2.4.2. Subgrupos con intermediación (N-Clique y N-Clan)
Ambas medidas son operaciones de subagrupación que organizan conjuntos de sitios con
interacciones indirectas; en el caso de N-Clique no necesariamente el mediador pertenece
al grupo generado en la operación Clique; por el contrario, en N-Clan todos los miembros
pertenecen al grupo, por lo que puede afirmarse que se asociaron en alianzas/rupturas
mediante interacciones visuales y físicas (positivas y negativas), con ello se pueden
constituir unidades territoriales. La importancia radica en que estos intermediarios poseen
información o accesos de control y mayor liderazgo. Se presentan en conjunto N-Clique y NClan, las operaciones de subagrupaciones visuales y físicas, para tener una comparación
elocuente.
6.2.2.4.2.A. Subgrupos de interacción visual con intermediación ( N-Clique y NClan)
A través de estos procesos se realizó una nueva subagrupación de los sitios, pero en estos
casos hay un intermediario, lo que generó diversos conjuntos de alianzas y divergencias en
el ámbito del control visual. El método generó 5 subgrupos, de 13 a 14 nodos; se acotaron
los intermediarios a una distancia de 2, es decir, con sólo un intermediario visual. Resulta
concluyente al generar un sistema de conexión visual bien definida y eficaz: Paso del CedroLa Flor-Coyolito-Coyotepec-Ameyal-Tío Tamal-Matlaluca-Huaje-Mata Pastor; por otro lado,
conjuntando dos sitios: Yual-Rincón Macho.
Por su parte, el diagrama de conjuntos generó dos subgrupos de interacción visual:
Yual-Rincón Macho-Tranca del Negro; por otro lado, Paso del Cedro-La Flor-CoyolitoCoyotepec-Ameyal-Tío Tamal-Matlaluca-Huaje-Mata Pastor. Es importante señalar que
todos en algún momento se enlazan visualmente.
213
Figura 6.25. Resultados de N-Clique y N-Clan, subgrupos visuales generados, resultaron
idénticas las nuevas agrupaciones (elaboración propia, generado en UCINET).
Figura 6.26. Diagrama de conjuntos visuales (Cluster diagram), generado de N-Clique que
resultó igual a N-Clan (elaboración propia, generado en UCINET).
214
6.2.2.4.2.B. Subgrupos de interacción física con intermediación ( N-Clique y NClan)
Las operaciones reagrupan subconjuntos de sitios que ya estaban asociados de forma
directa. En los nuevos procesos a través de un mediador físico que controla el paso entre
sitios, los dos subconjuntos resultantes son muy semejantes y más acotados en ambos
procesos.
Figura 6.27. Resultados de N-Clique y N-Clan, subgrupos físicos generados; pese a que en
N-Clan se muestran los subgrupos afines, es notoria la semejanza en los conjuntos
resultantes (elaboración propia, con datos procesados en UCINET).
215
Figura 6.28. Diagrama de conjuntos de interacciones físicas (Cluster diagram), generado a
partir de subgrupos con intermediario (elaboración propia, generado en UCINET).
Del diagrama de conjuntos resultaron dos grupos de interacción a través de pasos y
caminos ocultos: Mata del Olvido-Yual-Coyotepec-Ídolos-Rincón Macho; el otro, AmeyalPaso del Cedro-Tranca del Negro-La Flor-Coyolito-Fortín de Máfara-Máfara II-Tío TamalMatlaluca-Huaje-Mata Pastor-Encanto.
216
Figura 6.29. Gráfica de resultados en N-Clique y N-Clan de yuxtaposiciones (visual y física)
(elaboración propia, generado en Excel con datos estadísticos procesados en UCINET).
6.2.2.4.2.C. Yuxtaposición (N-Clique y N-Clan)
Se construyó una gráfica para conocer la importancia de los sitios que están repetidos en
varios subgrupos, destacando su participación en conexiones y alianzas.
A nivel visual, como subgrupo, están Ameyal, Tío Tamal, Paso del Cedro, Coyotepec,
Mata del Olvido, Coyolito, La Flor, Matlaluca, Huaje-Mata Pastor-Encanto, dominan el ámbito
visual con información privilegiada y de primera mano; por el contrario, los más aislados
visualmente son Fortín de Máfara, Tenanzintla e Ídolos.
Desde las interacciones físicas, se percibe clara homogeneidad entre la mayoría de los
sitios, lo que muestra que en conjunto tienen una red de caminos que resulta eficaz. Los
menos yuxtapuestos, es decir, los que están sólo en un grupo y aislados, con una diferencia
no siginificativa, pero que podría relacionarse con su eficacia como fortificaciones son:
Ídolos, Tío Tamal, Rincón Macho, Huaje-Mata Pastor-Encanto.
6.2.2.5. Interpretación relacional de recursos visuales y físicos
Encontramos un sistema de alta densidad (física y visual) que denota conexiones conjuntas
fuertemente acopladas y mucho poder (expresado como liderazgo). Se presentan los
resultados en el ámbito de la construcción de unidades territoriales que integran el sistema.
217
6.2.2.5.1. Agrupamientos de conexiones visuales
Los conjuntos que cuentan con la mayor cantidad de conexiones bidireccionales pueden
considerarse conjuntos de sitios aliados con interacciones mutuas, directas y abiertas. A
nivel visual, la prueba Clique generó cinco grupos de aliados visuales sin intermediarios:
1. Fortín de Máfara-Máfara II
2. Paso del Cedro-La Flor
3. Mata del Olvido-Yual-ídolos
4. Tío Tamal-Matlaluca-Coyolito-Ameyal-Coyotepec-Huaje
5. Rincón Macho-Mata Pastor
Quedan lejanos en la conexión visual: Tranca del Negro, Tenanzintla y Encanto.
Figura 6.30. Mapa de grupos Clique (sin intermediarios visuales), (mapa de la autora,
generado en QGis con datos estadísticos procesados en UCINET).
De la nueva agrupación con intermediarios a través de la prueba N-Clique de
conexiones visuales resultaron dos grupos:
1. Yual-Rincón Macho-Tranca del Negro
2. Paso del Cedro-La Flor-Coyolito-Coyotepec-Ameyal-Tío Tamal-Matlaluca-HuajeMata Pastor
Quedan poco integrados visualmente: Fortín de Máfara, Tenanzintla, Ídolos, Máfara II,
Mata del Olvido y Encanto.
218
6.2.2.5.2. Agrupamientos de conexiones físicas
Se llevó a cabo a partir de subgrafos máximos completos, es decir, interacciones
bidireccionales totales, derivados de Clique, resultando cuatro subgrupos dentro del sistema
y dos desvinculados: Coyolito y Yual.
Figura 6.31. Mapa de grupos Clique (sin intermediarios físicos), (mapa de la autora,
generado en QGis con datos estadísticos procesados en UCINET).
6.3. Organización política a partir del cálculo del TOC
La agrupación en territorios es elemental para conocer la organización de los sitios, las
unidades de control político y el frente defensivo en conjunto. Una forma de indagar en torno
a ello es la aplicación del TOC por un núcleo urbano, que conjunta asentamientos que
estarían bajo el control de uno de ellos. El resultado mostró claramente tres territorios
agrupados en torno a Fortín de Máfara, Mata del Olvido y Matlaluca; sin embargo, quedan
separados Ameyal y Tenanzintla, o bien, podrían agruparse con sitios ubicados al oriente
que no están incluidos en el estudio.
219
Figura 6.32. Panorama general de la agrupación de territorios de acuerdo con el espacio
controlado (mapa de la autora, generado en ArcMap y QGis).
De acuerdo con el agrupamiento en torno al TOC, es notorio que hay, dentro del sistema,
un espacio sin control en el área de Tío Tamal. También es claro que la configuración
topográfica es elemental en el acomodo del control territorial.
Figura 6.33. Acercamiento al área de estudio, mostrando el resultado de TOC (mapa de la
autora, generado en ArcMap y QGis).
220
6.4. Constitución de UT
A partir de los resultados del análisis relacional y el TOC, se establecen cinco unidades
territoriales:
1. Ameyal-Tenanzintla-Tío Tamal
2. Mata del Olvido- Coyotepec-Ídolos- Rincón Macho
3. Tranca del Negro-Paso del Cedro-Fortín de Máfara-Máfara II
4. La Flor-Matlaluca- Huaje-Mata Pastor-Encanto
5. Yual
El proceso del TOC configuró Tenanzintla y Tío Tamal con tonalidades de sitios
fronterizos y sin control, respectivamente. Esta configuración podría marcar el frente
defensivo y problemas limítrofes entre las unidades territoriales de Ameyal y Matlaluca, lo
mismo ocurre con la de Máfara. Adicionalmente, pudo ser un espacio de interacción
precautoria y de tensión territorial entre unidades; al mismo tiempo, puede establecer el
camino a través del sistema sin invadir territorios. Resulta interesante que Ídolos se perfile,
a pesar de estar encerrado, como unidad limítrofe.
Por otro lado, el resultado del análisis relacional de conexiones físicas construyó, a
través de la prueba de agrupamiento Clique de conexiones físicas sin intermediarios, cuatro
unidades territoriales:
1. Ameyal-Tenanzintla-Tío Tamal
2. Mata del Olvido- Coyotepec-Ídolos- Rincón Macho
3. Tranca del Negro-Paso del Cedro-Fortín de Máfara-Máfara II
4. La Flor-Matlaluca- Huaje-Mata Pastor-Encanto
Quedaron fuera de los subgrupos por Clique Coyolito y Yual. Sin embargo, Coyolito está
muy vinculado físicamente con La Flor a través de pasos y caminos ocultos. Lo que no ocurre
con Yual, el cual en las pruebas N-Clique y N-Clan quedó integrado con el grupo de
Coyotepec.
6.5. Rutas de intercambio
Se parte de la materialidad de los intercambios en diversos niveles geográficos, en primer
término, está la arquitectura, básicamente el PPC, se integran además la cerámica como
sustento cronológico y la obsidiana como eje de intercambio por la identificación de su
yacimiento de procedencia.
221
Figura 6.34. Cuadro de la procedencia de materiales alóctonos del municipio de Zentla
(todas las cronologías, elaboración propia).
Figura 6.35. Mapa de los sitios con intercambio durante el período Clásico, manifiestos en
los materiales procedentes de contexto arqueológico en los sitios del municipio de Zentla
(mapa de la autora, generado en QGis).
222
De lo anterior, se establecen cinco rutas de interacción material; es importante señalar
que por primera vez se forman rutas posibles desde la Zentla prehispánica, por lo que tienen
que construirse desde cero, haciendo énfasis en los accesos al interior del sistema.
Básicamente, se elaboraron a través de un minucioso análisis cartográfico (fotografía aérea
e imágenes satelitales), tranzándolas con base en los pasos, caminos ocultos y veredas,
tomando en cuenta también los perfiles de elevación para saber si el tránsito era posible por
ciertos espacios. Se añaden dos descripciones de tránsito a través de Zentla en el siglo XIX
(Campos 1895; Penette y Castaingt 1962) y del registro etnográfico de una peregrinación de
Huatusco a Ciudad de México registrada por Alvarado González (2022).
6.5.1. Ruta 1. Cotaxtla
Las muestras materiales son arquitectura (PPC) y cerámica (serie Jamapa); no queda duda
de la interacción incesante, aunque no sabemos si fue empática. Por otro lado, para trazar
la ruta, además del estudio cartográfico, se aprovechó la descripción de Campos (1895: 279280) en torno a su tránsito con objetivos estratégicos, para ir de Tlacotalpan a Xalapa. Parte
de su itinerario: Cotaxtla, Cueva Pintada, Vacas Gordas y de ahí a Zentla, continuando a
Huatusco.
6.5.2. Ruta 2. Valle de Córdoba
También cuenta con PPC, del mismo modo, procede de aquí la cerámica de la serie
Maquinaria presente en Zentla. Para esta ruta se siguió el área más adecuada tomando en
cuenta la topografía que, curiosamente, coincidió con rutas actuales cercanas al valle de
Córdoba.
6.5.3. Ruta 3. Ixtetal
Se integra por la presencia de obsidiana de este yacimiento, el entorno es sumamente
accidentado, tal como la describe Ramírez de Arellano (1859:10), al transitar en la zona de
Coscomatepec y Huatusco: “Es de una gran profundidad, y presenta tantas asperezas el
terreno, que el descenso y ascenso de ella es tan difícil como penoso”.
La ruta se trazó a través de un concienzudo estudio de la topografía, se siguieron
algunos pasos, sobre todo haciendo modelos de elevación que permiten valorar si es posible
el tránsito a través de las profundas barrancas. Cabe señalar que se trata de la ruta que
tomó la obsidiana para llegar a Zentla, sin embargo, no es seguro que sus habitantes
prehispánicos hayan explotado directamente los yacimientos.
223
Figura 6.36. Rutas 1, 2 y 3 de Zentla a Cotaxtla, valle de Córdoba e Ixtetal, centro de
Veracruz (mapa de la autora, generado en QGis).
6.5.4. Ruta 4. Centro-norte de Veracruz
La base de esta interacción es el tipo Bandas ásperas encontrado en contexto arqueológico
en Zentla (en excavación y recorrido), también en pasta alóctona y con tipos locales
emulando esta forma cerámica de tradición del centro-norte de Veracruz. De acuerdo con
Daneels (2012:349) algunos de los sitios emblemáticos del período Clásico son Tajín,
Morgadal, Cerro Grande, Santa Luisa, Yohualichan, Xiutetelco, Cuajilotes, Pital e Higueras,
entre otros.
Considerando que las barrancas atraviesan de este a oeste y la ruta es hacia el norte,
se buscaron los diversos pasos a través de las barrancas, los caminos secundarios y
veredas; también, se utilizaron diversos perfiles de elevación para valorar los espacios como
transitables. Se tomó como punto de partida el extremo oriente de nuestra área de estudio y
el Tajín como meta del centro-norte de Veracruz.
224
Figura 6.37. Ruta propuesta hacia el centro-norte de Veracruz (mapa de la autora,
generado en QGis).
6.5.5. Ruta 5. Cantona-Altiplano Central
En ambos casos se relaciona con la presencia de obsidiana de los yacimientos de
Oyameles-Zaragoza y de Sierra de las Navajas en Hidalgo. La primera estuvo controlada
por Cantona184 durante un periodo que coincidió con los asentamientos de Zentla. La otra,
por Teotihuacan, 185 por lo que se busca establecer la ruta de conexión con las dos
184
De acuerdo con Zamora Rivera (2017: 51), el auge de este control y su distribución hacia múltiples áreas fue
entre 600 y 700 dC. Cabe señalar que la presencia material de la obsidiana procedente de Oyameles-Zaragoza
tiene representación en el centro de Veracruz desde el Protoclásico al Clásico medio (100 aC-700 dC) y continuó
hasta el Clásico tardío- Postclásico temprano (700-1000 dC), con un cambio de tecnología en la fabricación de
navajillas prismáticas, para el periodo temprano son con plataforma lisa, en el segundo con plataforma pulida
(Daneels y Miranda 1999: 37-44).
185
La obsidiana verde y dorada del yacimiento de Sierra de las Navajas, Hgo. es escasa pero significativa en la
muestra de Zentla por la distancia recorrida por estos artefactos (más de 230 km). Adicionalmente, como afirma
Pastrana (2010: 68-77), para su extracción fue necesaria la implementación de técnicas de minería profunda con
tiros y túneles. La explotación de este yacimiento fue controlada por Teotihuacan de 100 aC a 650 dC, aunque
225
metrópolis, tomando en cuenta que es poco probable que explotaran directamente los
yacimientos.
Para este derrotero se utilizó la propuesta de Alvarado González (2022) quien planteó,
a través del registro de la ruta que siguió una peregrinación que se realiza periódicamente
de Huatusco a Ciudad de México,186 vincularla con caminos antiguos llevándolas al período
Posclásico. En este sentido, nuestra aportación sólo fue el camino de Zentla a Huatusco y
de Calpulalpan a Teotihuacan.
Es importante comentar que García Cook afirma que Cantona y Cuauhyehualulco,
ambos en Puebla, formaron parte de un ramal de la ruta que denominó Corredor
teotihuacano o Ruta comercial Golfo-Sur al Altiplano con diversos ramales en la cuenca de
Oriental. Para llegar a la costa, pasaría por el norte del Cofre de Perote (García Cook y
Zamora Rivera 2010:115-116). Sin embargo, no contempló la posibilidad de llegar a través
de Zentla que ofrece la posibilidad de acortar el trayecto.
Figura 6.38. Ruta de la región de Zentla al Altiplano Central, vía Huatusco, transita por los
estados de Puebla, Tlaxcala y Estado de México (mapa de la autora, generado en QGis).
se intensifica en la fase Tlalmimilolpa (300-400 dC). Más tarde, en el Posclásico temprano (950-1100 dC) y tardío
(1325-1521) por Tula y la Triple Alianza, respectivamente.
186
La autora aplica las técnicas de registro etnográfico y SIG a la reconstrucción de rutas de peregrinos que se
asumen de una gran antigüedad. Expone tres peregrinaciones y diversos caminos de senderismo que pueden
arrojar luz sobre los derroteros previos a las actuales autopistas, por cierto, no utilizadas por esta peregrinación,
cuya duración es de aproximadamente una semana.
226
6.6. Significados y proyecciones
Se han registrado y presentado doce PPC con orientaciones W-E y E-W que van de 91 a
108° y sólo un caso con 77°, lo que muestra cierto grado de uniformidad. Enseguida, se
integran estos datos en el contexto general en áreas con el mismo complejo arquitectónico
en una muestra que se consideró significativa para establecer parámetros comparativos.
6.6.1. El centro de Veracruz
En el centro-sur de Veracruz, con semejanza arquitectónica, cronológica y cultural con
Zentla, la disposición es básicamente la misma, aunque varían en la orientación del
complejo. Se toman como punto de comparación los complejos arquitectónicos que Daneels
(2016 II, Anexo 4) denomina plano estándar para las cuencas bajas de los ríos JamapaCotaxtla. De 26, 19% son E-W, por su parte, 81% son N-S, que la autora asocia con mayor
antigüedad. Otra área es la Mixtequilla, la cual cuenta con 17 planos estándar en 100 km 2;
cabe destacar que los montículos mayores tienen alturas muy significativas: Azuzules y
Nopiloa con 23 y 21 m, respectivamente; destacamos los que cuentan con eje E-W.
6.6.2. Puebla
Separados por la abrupta configuración geográfica al norte del Pico de Orizaba, la ruta está
básicamente en los parteaguas de una intrincada topografía; aún es utilizada para llegar al
estado de Puebla desde Zentla cuando se transita a pie. Por esta vía hubo conexiones entre
las fortificaciones de Zentla y las de Puebla (Cuauhyehualulco y Cantona), hacia la costa del
Golfo de México, sur de Veracruz y más allá, atravesando por Zentla; asimismo, resulta
adecuada para llegar a la cuenca de México, concretamente a Teotihuacan, desde donde
circularon la obsidiana verde y el Dios Gordo, presentes en contextos arqueológicos en
nuestra área de estudio; también por esta ruta Cantona controló la circulación de obsidiana
del yacimiento de Oyameles-Zaragoza.
Pese a las particularidades del emplazamiento de Cantona y Cuauhyehualulco en un
malpaís, es notoria la unidad con el concepto arquitectónico y orientación con los PPC de
Zentla. Cuauhyehualulco tiene cuatro conjuntos de juego de pelota y una cancha aislada;
227
por su parte, en Cantona hay 27 canchas, de las cuales 16 son tipo Cantona,187 las cuales
se integran en el presente ejercicio comparativo.
Figura 6.39. Porcentajes de orientaciones en una muestra del centro-sur de Veracruz
(cuencas bajas de Jamapa-Cotaxtla), predomina N-S, y de una muestra de Puebla
(Cantona y Cuauhyehualulco), predomina la orientación E-W (elaboración propia,
generad en Excel).
6.6.3. Otras áreas
El PPC como concepto arquitectónico trascendió el centro de Veracruz y Puebla; ahora se
agregan en el esquema comparativo dos sitios en Querétaro, se trata de Ranas y
Toluquilla. Sólo se integró el primero, pues el segundo tiene orientación N-S.
6.6.4. PPC: coincidencias y divergencias
La orientación arquitectónica, en este caso del PPC, no es un hecho fortuito, forma parte de
una tradición arquitectónica de planeación precisa que puede relacionarse con otras
regiones. También tiene implicaciones astronómicas y de cálculo del tiempo estacional para
establecer los procesos productivos. Se presenta un cuadro general comparativo donde se
incluyó una selección de sitios188 que tienen orientación semejante a los PPC189 de Zentla.
Enseguida, se presenta un cuadro general comparativo de las orientaciones.
187
Están compuestos por una pirámide, una cancha; en medio hay una o dos plazas donde puede haber un altar
central (Zamora Rivera: 47-51). 2017
188
Es importante señalar que no siempre estuvo disponible la información, precisa en grados. Por ello, en algunos
casos se realizó la medición en los planos de publicaciones.
189
Se descartaron en este esquema los que tienen orientación N-S o S-N.
228
Figura 6.40. Gráfica de orientaciones expresada en grados azimut. Construida con datos
de Marquina 1990, Stark 1999, Miranda y Daneels 1998, Daneels 2016, Martínez Calleja
2018, Beltrán 2022, Heredia Guillén 2023 y Bravo Almazán (elaboración propia, generada
en Excel).
Desde la perspectiva de la orientación de los complejos arquitectónicos, podemos
establecer relaciones comparativas: con 96° Paso del Cedro, Tranca del Negro (ocupan la
misma meseta) coinciden con Emilio Blanco en La Mixtequilla; destacan con orientación de
100° Máfara II, Azuzules (Mixtequilla) y tres arreglos de Cantona; con 105° coinciden
Ameyal, Mata del Olvido Norte con un arreglo de Cantona. Lo anterior lleva a concluir que
hubo una tradición homogénea con La Mixtequilla y Cantona; así como poca coincidencia
con Jamapa-Cotaxtla, valle de Córdoba, el oriente del Pico de Orizaba y Querétaro, pese a
la cercanía de algunos; cabe mencionar el PPC de Tajín, del complejo Xicalcoliuhqui, con
orientación 140°, muy semejante a los encontrado en el Oriente del Pico de Orizaba (Monte
Blanco y Exhacienda La Capilla, como puede observarse en la figura 6.40.
6.7. PPC+P = PPCP: características particulares y aspectos funcionales
Como concepto arquitectónico el PPC en un eje se proyecta en diversos niveles geográficos,
aunque con variados elementos que tienen una plaza como punto urbano neurálgico de
interacción social comunitaria, donde a partir de mensajes y códigos comunes se realizan
eventos que propician la reunión y convivencia social más allá del núcleo familiar,
indispensables para los vínculos identitarios y colaborativos. Además, es punto focal del
229
complejo arquitectónico pirámide-plaza-cancha, espacio de ejercicio identitario característico
de la arquitectura de Mesoamérica.190
Sin embargo, resulta necesario enfatizar lo que, más allá de estar constituido por tres
elementos arquitectónicos en un eje, hace diferentes a los PPC registrados en Zentla; nos
referimos a su integración que conlleva aspectos funcionales que incluyen la frontalidad con
fines etnoescénicos hacia una plaza y una cancha. Adicionalmente constituyen una visual
que se prolonga hacia una segunda plaza ubicada después de la cancha, por ello, el
complejo arquitectónico podría denominarse pirámide-plaza-cancha-plaza (PPCP).
Figura 6.41. PPCP de Ameyal y de La Flor, nótese la prolongación secuencial de la
visual desde el montículo mayor a una segunda plaza.
En el mismo sentido, es importante enfatizar que las orientaciones y frontalidad de estos
complejos arquitectónicos son relevantes desde el punto de vista astronómico;191 tomando
en cuenta que los doce PPCP tienen orientación E-W y viceversa.
190
Las muestras de una plaza como punto focal en un complejo arquitectónico y parte elemental de un núcleo
urbano son múltiples. Tenemos a modo de ejemplos, a Winter (1986), quien se refiere al PCA, templo-patioadoratorio como conjunto arquitectónico registrado en Monte Albán; los arreglos arquitectónicos para el centro
de Veracruz de Daneels (2002) que expone el plano estándar y el grupo plaza; así como los modelos
arquitectónicos de Martínez Calleja (2018) para Cantona que incluyen plazas, plazas hundidas, son muy
semejantes a los encontrados en nuestra área de estudio. Cabe destacar que se trata de espacios de uso público.
191
Šprajc y Sánchez (2015:6 y 17) establecen que la arquitectura fue planeada para plasmar movimientos
estacionales lo que la hace “astronómicamente funcional”; los autores destacan especialmente las orientaciones
este-oeste, ligadas a las salidas y puestas del sol. Los doce PPC de Zentla mantienen esta disposición en su eje
de orientación.
230
7. Conclusiones
Si quieres la paz, prepárate para la guerra.
Vegecio, siglo IV dC.
En el entorno cronológico de los hechos, con los datos que se tienen actualmente cuyo
análisis ha sido presentado, el sistema fortificado del período Clásico de la región de Zentla
tuvo coincidencias con significativas culturas del mundo antiguo.
Figura 7. Cuadro general de correspondencias cronológicas en el entorno del mundo
antiguo (modificado de Villalobos 1992).
En el contexto mesoamericano, debido a su larga persistencia temporal, dicho
sistema coincidió con múltiples, importantes e influyentes desarrollos culturales, de los
231
cuales destacan Cuicuilco, Tres Zapotes, Monte Albán, Teotihuacan, Cholula, Xochicalco,
Tula, Cantona y Cuauhyehualulco, entre otros, con los que mantuvo interacción directa e
indirecta a lo largo de su historia. El sistema fortificado compartió los vaivenes políticos del
colapso teotihuacano, la larga persistencia de Cholula y el surgimiento de otras
fortificaciones como Xochicalco y Cantona, con esta última coincidió en su clausura y
tradición arquitectónica. Con el centro-sur de Veracruz mantuvo una cercana interacción
notable en la cerámica y la arquitectura. Sin embargo, queda pendiente definir la naturaleza
de su participación en estos acontecimientos.
Figura 7.1. La región de Zentla en el contexto de las etapas de desarrollo cultural de
Mesoamérica (modificado de Gendrop 1997:66).
232
Se ha analizado la morfología arquitectónica cerrada de las fortificaciones de nuestra
área de estudio, la que denota haberse planeado desde del emplazamiento como un sistema
cuidadosamente estructurado, mostró robustez con sitios relacionados y organizados de
forma eficaz para cumplir el objetivo de proteger recursos, población, esquemas políticos,
forma de apropiación de un entorno ecológico y productivo particular y codiciable; donde
desarrollaron técnicas de cultivo intensivas, extensivas y eficaces que ganaron espacio
agrícola a los acantilados y lograron cosechas anuales en las playas anegables de los ríos,
enriquecidas en su descenso. Lograron así la producción de alimentos más allá de la
subsistencia que permitieron la especialización ocupacional, el intercambio de bienes en una
ruta que atravesó el sistema y por donde circularon desde épocas muy tempranas personas,
materias primas, ideas, técnicas constructivas y tradiciones.
El PPC es un patrón arquitectónico común en el período Clásico en el centro de
Veracruz; sin embargo, además del esquema defensivo en Zentla, estuvo complementado
por una plaza más, así el complejo resultante —el PPCP— se constituye en un fenómeno
arquitectónico en cuyos núcleos urbanos todo confluía: el centro del universo con las
perspectivas horizontal y vertical, la religión, la política, el comercio, así como la ideología y
la identidad del grupo. Se proyectan en la traza ortogonal, liderada arquitectónica y
visualmente por el montículo más alto que domina el centro, el mundo celeste y el inframundo
como paradigma cosmogónico materializado en la arquitectura, pirámides majestuosas y
monumentales —metáforas de la montaña sagrada, del cercano Pico de Orizaba—. También
dieron significado al tiempo agrícola, constituyendo un calendario visual desde los
planteamientos de la arquitectura astronómicamente funcional.
El PPCP conserva, no obstante, la jerarquización social de forma secuencial
materializada en el espacio arquitectónico: desde la cúspide del montículo mayor un grupo
minoritario, breve como el espacio que corona el cuerpo piramidal, tuvo una zona privilegiada
para llevar a cabo los rituales para legitimar su preeminencia e influencia sobre la población;
al mismo tiempo, podían controlar visualmente dos plazas y mirar la contienda en la cancha
frente a ellos. Por su parte, quienes estaban en la segunda plaza sólo podían observar la
cancha y, en un plano superior, a quienes ocupaban la cúspide de la pirámide; de este modo,
la plaza 1 mantendría cierto grado de privacidad con respecto a quienes ocupaban la plaza
2. Así, el PPCP también es evidencia tangible de desigualdad socio-territorial, se encuentra
una relación directa entre la jerarquía social y la distancia de la cúspide de la pirámide
principal.
233
Figura 7.2. Visual en un PPCP proyectada desde el montículo mayor hacia dos plazas
entre las que media una cancha, por su parte, la visual desde la plaza 2 mantiene una
perspectiva jerarquizada (elaboración propia).
Pese a que la exploración sistemática directa en campo y los artefactos recuperados
son escasos, es posible hacer diversas consideraciones referentes al entorno geográficocultural próximo, basadas en las orientaciones de los PPCP que en Zentla192 van de 91 a
106°, muestran rango homogéneo con mediana de 99° que va identificando la tradición
arquitectónica de nuestra área de estudio (ver figura 6.40). Con el cercano valle de Córdoba
la mínima presencia de cerámica de allí proveniente, aunada a las diferencias en la
orientación de los PPC, puede interpretarse como una relación cercana en distancia pero
lejana políticamente, tal vez tensa; lo mismo ocurre con el área oriente del Pico de Orizaba,
pues las orientaciones son distintas. Resultan sumamente interesantes las concurrencias en
orientación con la Mixtequilla, Veracruz y de forma particular con Cuauhyehualulco y sobre
todo con Cantona, ambos en Puebla, al respecto se pueden agregar más coincidencias, en
las características de fortificación y la presencia de círculos punteados.193
192
La orientación de Yual sería un elemento atípico por lo que puede eliminarse para calcular la mediana, que
es de 99°; las orientaciones más frecuentes (moda) son 96 y 105. Se proponen estas cifras en tanto no se tenga
liberación de la arquitectura que permita tomar medidas más precisas.
193
Están registradas en el occidente, norte, área maya y en el Altiplano (Teotihuacan, Chalcatzingo y
Tlalancaleca, entre otros); las interpretaciones sobre su uso han sido múltiples, entre las que se cuentan
aplicaciones calendáricas, como marcadores arquitectónicos o tableros para jugar (Aveni y Hartung 1985). Es
importante señalar que hasta ahora no tenemos noticias de esta representación en el resto del centro de
Veracruz.
234
Figura 7.3. Piedra labrada, Cantona (Montero 2014:135, figura 10) y patrón de círculos
punteados, Zentla (registro fotográfico de la autora).
Con la cuenca baja de los ríos Jamapa-Cotaxtla formó una unidad cultural en la
producción alfarera; sin embargo, las orientaciones de los PPC son muy diferentes pues
predominan las norte-sur. Precisamente en la cerámica podemos resaltar un aspecto
identitario por la presencia, hacia el final del Preclásico, de grupos de filiación olmeca que
dejaron su huella material que, aunque breve, es significativa para indagar acerca de quienes
habitaron nuestra región de estudio.
Figura 7.4. Fragmento de figurilla con facies tipo olmeca procedente de Zentla (colección
particular); fragmento de vasija de tradición olmeca (Candelaria naranja esgrafiado fino),
procedente de Ídolos (clasificación, registro gráfico y fotográfico de la autora).
235
Figura 7.5. Unidades territoriales (UT) derivadas del territorio óptimamente cubierto y del
análisis relacional, se muestra la ruta propuesta a través del sistema (mapa de la autora,
generado en ArcMap y QGis con datos estadísticos procesados en UCINET).
Por otro lado, a partir del cálculo del TOC que tomó en cuenta el costo de
desplazamiento (fricción) en la intrincada y particular topografía, aunado al análisis
relacional, se constituyeron cinco Unidades Territoriales (UT) de contención sucesiva, donde
los sitios con menor rango protegieron a los de mayor jerarquía e importancia política:
1. Ameyal-Tenanzintla-Tío Tamal (dos canchas)
2. Paso del Cedro-Tranca del Negro-Máfara II-Fortín de Máfara (cuatro canchas)
3. Matlaluca-Mata Pastor, Huaje/Mata del Venado-Encanto-Flor-Coyolito (tres
canchas)
4. Coyotepec-Rincón Macho-Mata del Olvido-Ídolos (tres canchas)
5. Yual (una cancha)194
194
Excepto en UT 5 que sólo se ha registrados un sitio (Yual).
236
Arquitectónicamente, la cantidad y variedad de construcciones195 dan testimonio de
la diversidad de funciones que se desarrollaron en los núcleos urbanos, en el marco de un
sistema con profundo conocimiento del entorno geográfico: cada barranca, cada accidente,
cada característica geográfica fue aprovechada con fines defensivos. Las UT cuentan con
recursos similares en un ecosistema semejante, pues se asientan en leptosoles; sin
embargo, un área con mejor suelo (Phaeozem/Feozem) se encuentra en la UT2 encabezada
por Fortín de Máfara. En la UT4, Ídolos tiene un sistema de manejo hídrico en depósitos
sucesivos. Por otro lado, UT5 cuenta con suelos más profundos y un manantial en la
barranca que comparte con Ídolos.196
Las UT incluyeron sitios con cuatro jerarquías basadas en la arquitectura con lo que
se formaron entidades de complejidad arquitectónica jerárquica, o bien, pequeños
estados197. Poseen un diseño arquitectónico y urbanístico que no sólo contuvo y confinó el
espacio, sino que protegió lo contenido con formas cerradas e integradas en un sistema. Se
trató entonces de estados poco extensos198 que por su escasa dimensión y organización
requirieron fortificar la periferia y el centro, último reducto de resistencia para proteger al
gobierno y a la población. Este es el esquema de fortificación sucesiva encontrado en Zentla,
la adición de una plaza más en el PPCP pudo reforzar, a través de incluir mayor población
en los actos públicos, la identidad y cohesión del grupo en un esquema sociopolítico poco
estable y vulnerable.
Las líneas defensivas se cierran por el oriente y, en menor medida, por el poniente;
las barrancas abismales limitaron por el norte y sur el robusto y multipolar sistema, donde
los núcleos urbanos capitales fueron Ameyal, Fortín de Máfara, Matlaluca, Ídolos y Yual. El
paisaje cerrado e infranqueable incidió en la sensibilidad e improntó el ánimo y la mente: una
muralla monumental que resguardó un acceso resulta en la influencia de la arquitectura en
la percepción y la experiencia de quien la vive y de quien padece su inaccesibilidad con
barreras físicas y simbólicas; éste fue un discurso defensivo, alarde de poderío, fuerza y
organización que amedrentaría al enemigo y desalentaría cualquier intención de asalto.
195
De los sitios con exploración sistemática se pueden mencionar Ameyal y Matlaluca, donde se registraron
diferentes tipos de edificaciones, plataformas, montículos probablemente residenciales, cimientos de
habitaciones y otros de menor escala que muestran diversidad en sus funciones, lo mismo ocurrió en Matlaluca.
196
Yual e Ídolos comparte la barranca que alberga el río Zocapa, de profundo cauce. Hasta ahora no se ha
detectado paso alguno entre ellos.
197
Como ya lo habían apuntado para el centro de Veracruz Daneels (2006: 451) y Ochoa (2008: 142-143 y 146).
198
Aunque se refiere al periodo Posclásico, Palerm (1956) reflexionó sobre las construcciones militares, la guerra
y la organización política; considera que los estados territoriales extensos y bien organizados sólo fortificaban la
periferia; por el contrario, bajo un esquema limitado territorialmente y con poca organización, tendrían que
fortificar la periferia y el centro.
237
Por las características eminentemente defensivas de los espacios expuestos, se
puede aseverar que fueron utilizados desde épocas tempranas como centros
geoestratégicos para sostener líneas de evasión, comunicación y abasto. Entonces y ahora,
el conocimiento de las rutas de comunicación, tanto visibles como ocultas es fundamental
para reivindicar la importancia que ha tenido este territorio a lo largo de la historia. Es el
dinamismo de las culturas locales inmersas en el despotismo tributario que mantenía
constante ambiente de beligerancia por lo que, sin duda, el proceso de fortificación que
hemos dado a conocer y cuyo análisis ha sido presentado, dará muestras de alcances
cronológicos cada vez más tempranos y ámbitos geográficos de mayor envergadura.
También, derivado del análisis relacional, se pudieron establecer diferencias y
jerarquías en los ámbitos visuales y físicos de los sitios involucrados; desde esta perspectiva,
el liderazgo (poder) y subordinación (dependencia) emergen de las relaciones entre nodos.
Desde luego que cada sitio es importante en el sistema aunque hay preeminencias en
función de la ubicación que tienen en la estructura, independientemente de sus atributos
(fortificaciones o asientos abiertos o cerrados).
Se pudo reafirmar el principio de
confiabilidad de la arquitectura prehispánica en concordancia con las visuales estratégicas
en el sistema que mostró haber sido planeado, diseñado y estructurado de forma eficiente y
organizada; en este rubro, Ameyal destaca como líder, es decir, fortaleza en el orden visual
por la obtención y manejo de información, lo que coincide con los puntos de vigilancia que
posee.
En cuanto a las interacciones físicas (caminos, pasos y pasos ocultos), también hay
un entramado de comunicación eficiente; aunque los sitios-puente tienen más caminos y
pueden aislar a otros, en este sentido destacan Tío Tamal, Matlaluca y Rincón Macho como
fortalezas de conexiones físicas, por el contrario, los que son aislables, quizá proclives a ser
sitiados, son Coyolito, Huaje, Mata Pastor, Encanto y Ameyal. Adicionalmente, los que tienen
cierto grado de aislamiento y dependencia por sus pocas interacciones (rango) son
Tenanzintla y Ameyal, los que poseen menos conexiones directas (closeness) son Yual e
Ídolos, en los cuatro casos puede asociarse con su eficacia como fortificaciones.
Desde la perspectiva de la TSG, hacia finales del período Clásico e inicios del
Posclásico el sistema de fortificaciones de la región de Zentla (debido a la efervescencia
política externa y los grandes cambios en Mesoamérica) hubo de reforzar sus flanqueos, lo
que cesó el intercambio, fracturó la entropía y afectó la estabilidad. Así, el sistema colapsó
y fueron rotos la clausura y los esquemas culturales, políticos y simbólicos locales. La
cerámica, largamente persistente y con pocos cambios dio muestras de presencias
238
alóctonas significativas, quienes intrusaron estos espacios también sedujeron con la
exquisita cerámica polícroma y brillante y nuevas formas, con sus comales y otra manera de
consumir maíz, rompieron los patrones defensivos e introdujeron técnicas arquitectónicas de
resultados geométricos hasta entonces desconocidos: formas verticales que vencieron los
viejos ángulos de reposo, recubrimientos de estuco que cegaron con el intenso sol. En un
alarde de fuerza que quebrantó los esquemas simbólicos, se dieron a espacios y objetos —
otrora sagrados y depositarios de la memoria histórica— usos toscamente utilitarios, ejemplo
de ello es un yugo reutilizado como alisador; así como la reocupación de edificios y el cese
del proceso constructivo.
Figura 7.6. Fragmento de yugo reutilizado como alisador, la flecha muestra el intenso
desgaste, procedente de Matlaluca, asociado con la plaza principal (análisis y registro
fotográfico de la autora).
El género arquitectónico fortificado en el centro de Veracruz durante el período
Clásico se perfila abundante; empero, su hallazgo requiere una lectura distinta del paisaje
arqueológico que permita determinar su cardinalidad y dimensionar el alcance geográfico y
cronológico. Un fenómeno arquitectónico —las fortificaciones— que parecía local tiende a
proyectarse regionalmente199, así los rasgos distintivos que van definiendo la “región de
Zentla” se resumen en los siguientes puntos:
1. Son sitios fortificados que pertenecen cronológicamente al período Clásico
199
Especialmente hacia los municipios al norte de Zentla: Totutla, Tlacotepec de Mejía, Tlaltetela, Comapa,
Tenampa y Sochiapa, entre otros que guardan semejanzas geográficas y cuentan con mínima o nula
investigación.
239
2. Están organizados en un sistema
3. Cuentan con contención fortificada y sucesiva que confirma su cometido
defensivo
4. Los PPC tuvieron una plaza más, por lo que se definen como PPCP e incluyó
mayor población en los actos públicos
5. La orientación de los PPCP es alrededor de 99°
6. Hay esquema de organización política
de entidades de complejidad
arquitectónica jerarquizada de orden multipolar o de pequeños estados presentes
en las UT propuestas
7. La contienda en torno a una pelota fue fundamental en la vida cotidiana y
significativa de sus habitantes
8. Se registraron armas contusas, específicamente aros-maza o macanas
9. Cuentan con construcciones múltiples y diferentes que muestran diversidad de
funciones, incluyen la identificación de dos edificios con patios hundidos (Ameyal
y La Flor)
10. Hay circuitos de movilidad interna con un entramado bien organizado de caminos,
pasos y caminos ocultos que, aunado a la óptima organización de control visual,
seguramente incluyó control acústico, permitieron dominar el territorio y controlar
la circulación interna y externa con la certeza de observar y escuchar desde una
posición oculta para el enemigo
11. Durante el período Clásico el sistema de fortificaciones formó parte de una de las
rutas entre el Altiplano Central y la costa del Golfo que atravesó por Zentla
(presumiblemente al sur de Tío Tamal), se enlazó con Huatusco y la cuenca de
Oriental en Puebla, manteniendo interacción
cercana con Cantona y
Cuauhyehualulco, por donde llegó la obsidiana gris de Zaragoza-Oyameles y la
verde desde la Sierra de las Navajas, Hidalgo y circuló el Dios Gordo. Hacia el
Clásico tardío-Posclásico temprano, tras la intrusión de grupos externos, los
cauces de comunicación se movieron hacia la ruta por Córdoba-OrizabaAcultzingo-Tehuacán200
200
La llegada de materiales y personas procedentes del Altiplano se constató en espacios doble o triplemente
flanqueados, tales como Ameyal (líder en el manejo de información visual), Coyotepec (líder visual como sitiopuente) e Ídolos (el más influyente con mayor cantidad de conexiones de salida) que se flanqueó con un sistema
constructivo nuevo, de geometría vertical y materiales distintos (cementante y estuco). Adicionalmente, el flujo
de materiales asociados con la zona Mixteca-Puebla y Cholula abre la posibilidad de contacto con las áreas del
240
12. Hay testimonio material de actividades textiles (malacates o volantes de huso
para hilar) muy probablemente también del cultivo de algodón y del
procesamiento de diversas fibras textiles; esa producción trascendió el período
Clásico como consta en la Matrícula de Tributos y el Códice Mendocino donde
esta área tributó algodón y mantas a la Triple Alianza
13. Se han registrado pocas figurillas cerámicas y escaso trabajo escultórico
14. Los artefactos de escala colectiva muestran unidad cultural cercana con Cantona,
los de escala individual con la cuenca baja de los ríos Jamapa-Cotaxtla
Figura 7.7. Cerámica tipo Espinal polícromo cholulteca, presencia material de grupos
relacionados con el Altiplano durante el período Posclásico. Matriz de piedra y argamasa
de la construcción que flanqueó el acceso a Ídolos (clasificación, registro gráfico y
fotográfico de la autora).
actual estado de Oaxaca por la vía de Tehuacán. En este sentido, Villalobos (2023, minuto 32) menciona una
ruta de larga distancia que incluye la zona mixteca, entre vaivenes políticos por el control de rutas y mercancías.
241
Epílogo
A través de 18 sitios (11 fortificaciones con PPCP, dos fortificaciones sin PPCP, tres asientos
cerrados y dos abiertos), que suman 12 PPCP, 14 canchas, 21 flanqueos en los accesos,
11 puntos de vigilancia, una muralla mayor a 2 km, dos muros perimetrales, 18 pasos y
cuatro caminos ocultos, se han mostrado los primeros resultados de una reflexión necesaria:
la beligerancia proyectada en la arquitectura en el marco del poco explorado tema de las
fortificaciones prehispánicas del período Clásico en el centro de Veracruz.
Así, es posible afirmar que la forma (cerrada) corresponde a la función (defensiva),
se sustentan en el proceso analítico efectuado en los sitios de la región de Zentla. Denota la
presencia de un género arquitectónico fortificado prehispánico con diseño y organización
concebidos para lograr la meta de protegerse. Mostraron eficacia defensiva y preventiva que
mantuvo el sistema equilibrado y robusto por, al menos, 800 años de clausura a lo largo del
período Clásico y es muestra material de un proceso de fortificación temprano en un área,
cuyas primeras reflexiones y análisis hemos presentado.
Las fortificaciones prehispánicas de la región de Zentla ofrecen testimonios de
simbiosis entre paisaje, población y cultura dentro de un dominio perfecto de su entorno,
sostuvieron a una población numerosa y autosuficiente en un contexto cerrado; cabe añadir
la audacia técnica-constructiva de edificar en el borde de las barrancas para flanquear las
ciudades.
El paisaje defensivo prehispánico en el centro de Veracruz, liderado por la región de
Zentla, tiene una larga continuidad en su conexión con el Altiplano Central, basta recordar
que también en el período Posclásico hubo fuertes, fortines y fortificaciones que vigilaron
primero las posesiones mexicas201, después la hegemonía hispana y de la República. Así,
pese a la clausura, la región de Zentla influyó con sus esquemas de vida y contención,
aunque es necesario conocer más su desarrollo cultural particular para reconocerla en otras
áreas. Sus fortificaciones son muestra material de que su población prehispánica logró un
desarrollo destacado que ahora se ha valorado a partir de su arquitectura; los habitantes
prehispánicos tuvieron el ingenio, la capacidad y la organización —potenciadas por
condiciones topográficas, edafológicas y, sobre todo, climáticas, que pudieran parecer
adversas— para aprovechar los abismos, el viento y apropiarse del sol.
201
Se reconocen en el centro de Veracruz al menos tres que tuvieron antecedentes en el período Posclásico, se
asocian con las conquistas de la Triple Alianza, se trata de Quauhtochoco, Atzacan e Itzteyocan, aunque sólo el
primero está identificado arquitectónicamente. Para los períodos novohispano, independiente y en la historia más
reciente de México han sido entornos estratégicos fundamentales para proteger las rutas al Altiplano.
242
8. Glosario
Agonal. Del griego αγωνί, ϖνος: lucha, combate, acción. Como adjetivo (RAE) se refiere a
los certámenes, luchas y juegos públicos, tanto corporales como de ingenio. Es posible
aplicar el concepto a las competencias de destreza física y mental presentes en la contienda
prehispánica en torno a una pelota, se identifica arquitectónicamente por dos montículos
alargados y paralelos con un espacio interno. Se han registrado catorce, doce de ellos en
PPC. Otras actividades que pueden considerarse agonales registradas en contexto
arqueológico son el patolli y las espirales con casillas.
Actividades agonales de destreza: espiral con casillas y patolli; además, de una mano
izquierda y un pie derecho. Cueva de los Patollis, Zentla, Veracruz (registro fotográfico de
la autora).
Anaglifos. Es un proceso de restitución de imágenes (ortofotografías) que, a partir del
cambio de coloración en azul-magenta, logra el efecto de profundidad (3D) que permite
interpretar el relieve. Se requieren lentes especiales y que las fotografías tengan un área de
sobreposición vertical.
243
Ortofotografía aérea en coloración azul-magenta para
Lentes para anaglifos
interpretar con anaglifos (https://grupoedelweiss.com).
(https://www.overfitting.net).
Análisis arquitectónico. Se refiere al estudio de las partes constitutivas de un sitio,
enfatizando en sus elementos arquitectónicos. Villalobos (1992:59) lo define como la
“Aproximación progresiva, ordenada y minuciosa de los componentes de un determinado
asentamiento y de su arquitectura, considera el espacio circundante y el estímulo material
que contribuye a la producción de edificios”. El mismo autor afirma que es una herramienta
útil para analizar los obstáculos en el contexto del asentamiento y su papel en el sistema
urbano; del mismo modo, la utilización de materiales disponibles que determinan el sistema
constructivo y la forma construida final.
Análisis relacional o de redes sociales. Es el examen de las interacciones entre nodos
(para nuestro caso, sitios), inmersos en el contexto de un grafo; pondera las conexiones y
su dirección, con lo cual se conoce la organización interna, se asigna poder (liderazgo) a
partir del número de ellas, de su dirección y la ubicación ventajosa o no de un sitio en la
estructura del sistema. El proceso deriva de la Teoría General de Sistemas (TSG), la cual
se aplica en sociología 202 e historia 203 . El estudio puede ser sociocentrado (todas las
relaciones entre todos los nodos) o egocentrado (un nodo como eje de análisis y sus
conexiones con el resto de los integrantes del sistema). Es un modelo inductivo de enfoque
microhistórico que analiza las “acciones e interacciones de los individuos como actores de
la vida económica, social y cultural” (Imízcoz 2004:67).
202
En sociología se ha aplicado en el estudio de redes completas o fragmentos, por ejemplo en círculos sociales
y poblaciones restringidas entre las que se cuenta la familia (Bertrand 2012).
203
El estudio de los lazos sociales como tema en la historia surge en la Escuela de los Annales y establece que
el individuo (como objeto de estudio) tiene capacidad de insertarse en grupos sociales; esta corriente tiene visos
estructuralistas; se ha aplicado en genealogías, linajes, jerarquías, relaciones, círculos de sociabilidad y procesos
políticos (Bertrand 2022: 205-230); así como en relaciones familiares, compadrazgo, alianzas y política local
(Andrade 2022). Sus fuentes de información son registros eclesiásticos, notariales, judiciales y epistolares, entre
otros.
244
El análisis relacional se aplicó a las fortificaciones y asientos prehispánicos de Zentla;
se llevó a cabo en el programa UCINET, generando grafos y diagramas que permiten la
aplicación de pruebas estadísticas y sistematiza la información para su interpretación. Se
inició con la identificación de las conexiones (visuales y físicas) entre nodos, con lo que se
construyeron en Excel las matrices relacionales en sistema binario: 1 cuando existe
conexión, 0 si no la hay; enseguida, el programa lo convierte a extensión .##d, con lo cual
genera un grafo (representación gráfica de un sistema) y diagramas en el programa asociado
NetDraw.
Angostillo. Denominación regional otorgada a las gargantas, es decir, al breve espacio en
la aproximación de dos barrancas. Fueron aprovechados para construir flanqueos con poco
esfuerzo arquitectónico por la brevedad del espacio a cerrar; sin dejar de lado la audacia
técnica de fincar rodeados de precipicios.
Angostillo flanqueado, acceso poniente, Ameyal (desde el interior y vista aérea),
(registro fotográfico de la autora y generado en Google Earth Pro).
Arqueología. Del griego ἀρχαῑẟ: antiguo; logos: ciencia, tratado (Mateos 1986:358). Ciencia
de lo antiguo y de la “… explicación científica de la historia concreta de las sociedades, a
partir de una clase de materiales que ha definido como su objeto empírico de estudio: los
materiales —y las asociaciones entre ellos— que el hombre utiliza para satisfacer sus
necesidades de supervivencia" (Villalobos 1992:52). Cabe agregar las dificultades del
estudio arquitectónico de los vestigios de sociedades extintas al contar sólo con el resultado
parcial, fragmentado, removido y asincrónico de las construcciones. La arqueología ha
aprovechado técnicas provenientes de diversas disciplinas para reconstruir los procesos
históricos de los grupos humanos cuyos restos materiales son su objeto de estudio;
245
mencionamos la aplicación de los SIG para la reconstitución de la disposición de los
elementos arquitectónicos y su ubicación en el contexto urbano, así como su probable
función defensiva.
Arquitectura. Del griego τέκτων, τέκτoνoẟ: constructor, carpintero (Mateos 1986:241); se
refiere a diseñar, proyectar y construir. Villalobos (1992:51), la define como “Toda aquella
expresión física de la dinámica cultural”. Tal acepción nos conduce al proceso de producción
de todo artefacto y cada bien generado en el marco técnico y cultural que les dio
materialidad. Si, al mismo tiempo, éstos son productos de consumo básico para el ser
humano, esta perspectiva convierte a la arquitectura en un bien tan elemental como los
alimentos, el agua, vestido, artefactos y herramientas, cuya producción puede verse alterada
por acontecimientos de tensión o amenaza externa. De este modo, se inicia la manufactura
de armas y de dispositivos de protección personal y arquitectónicos, tales como petos, muros
defensivos, espacios de control visual, rutas de evasión e interacciones de tipo estratégico.
Artefacto. Arte y factum, construido por el arte. (RAE) Objeto hecho con una cierta técnica
para un determinado fin. Los artefactos procedentes de contexto arqueológico son
indicadores con implicaciones cronológicas, culturales y geográficas; colateralmente, tienen
alcances sociales y económicos en función del costo de la inversión de trabajo en su
manufactura, o bien, por la distancia de procedencia; en tal caso, se clasifican como finos y
alóctonos, respectivamente. Villalobos (2006:12-13) afirma que, de acuerdo con sus
dimensiones, número de usuarios, trabajo invertido, forma de producción y tipo de
satisfactor, pueden ser de escala individual (cerámica, artefactos de obsidiana), o bien, de
escala colectiva, básicamente representada por la arquitectura, satisfactor y contenedor del
grupo social. Es importante señalar que tal escala requiere de acciones colectivas en el
marco de una organización vertical del trabajo que también se refleja en la organización del
espacio urbano.
Asentamiento. Es el espacio o lugar donde se asienta un grupo de personas de forma
permanente, deja huella material de su presencia y actividades. Desde la perspectiva
arqueológica es una unidad abstracta que permite el análisis, descripción y reconocimiento
en función de los artefactos sistemáticamente recolectados y examinados como huellas
materiales de ocupación humana, incluye el entorno natural como unidad de la concepción
prehispánica.
Asentamientos fortificados. (ver fortificaciones).
246
Asiento. Se refiere a la elección de un lugar, cuyas condiciones topográficas le confieren
ventajas estratégicas, aumenta al máximo los recursos defensivos propios y desalientan los
ofensivos. Son características básicas para erigir una fortificación, además de ser habitable
y defendible. El término asiento fue tomado de Durero (2004:151), quien destaca la
necesidad de un terreno fértil, agua, disponibilidad de madera y piedras. Es importante
destacar que dichas características coinciden con lo encontrado en los asientos y las
fortificaciones en Zentla.
Asientos fortificados. Sitios con características de fortificación, pero como unidad de
análisis en Zentla no cuenta con arquitectura monumental; los montículos suelen ser
perimetrales de tamaño menor (<2 m). Se consideran espacios intermedios de interacción
precautoria y tensión territorial entre asentamientos.
Aztecas. Grupos humanos de ascendencia náhuatl procedentes de Aztlán, de ahí su
nombre. Realizaron una peregrinación desde un lugar mítico denominado Chicomoztoc. La
Tira de la Peregrinación o Códice Boturini da cuenta de la salida de siete grupos; sin
embargo, se separan y se autodenominan mexicas cuando ocurre el primer sacrificio
humano sobre una biznaga. Padecen vicisitudes al llegar a la cuenca de México, espacio
densamente poblado con ambiente político adverso y férreos controles hegemónicos en
continua disputa; por lo que fueron obligados a pagar tributo y utilizados como mercenarios.
En 1325 ocuparon varios islotes al poniente del lago de Texcoco, aún bajo el dominio de
Azcapotzalco de quienes se liberan en 1428, momento en que México-Tenochtitlan emerge
vertiginosa e imparable para emprender campañas de conquista en la mayor parte del
territorio mesoamericano. En el ámbito del área en estudio (la región de Zentla), los aztecas
son mencionados por Gondra (1836:567), quien considera que la construcción de
fortificaciones responde a la expansión de este grupo, tomando en cuenta que la línea de
defensa se encuentra hacia el poniente. Es importante señalar que hasta ahora no se han
encontrado indicios en el contexto arqueológico de esta ocupación.
247
Sacrificio sobre una biznaga llevado a cabo por aztecas, autodenominados después de ese
acontecimiento como mexicas (Tira de la Peregrinación foja 4).
Barreras muertas/barreras vivas. Son límites físicos o puntos de sostén para impedir el
deslave o erosión por agentes naturales (hídricos, físicos o eólicos) en terrazas o laderas.
Cuando se utiliza vegetación se denominan barreras vivas; si se trata de muretes o muros
bajos hecho de material pétreo, se llaman barreras muertas. En nuestro caso, son frecuentes
y evitan la pérdida de superficie en el borde las barrancas y suelen estar organizadas de
forma sucesiva.
Beligerancia. Combativo, que está en guerra (RAE). Etimológicamente, Bellum, belli:
guerra; bélico, béllicus, -a, -um: guerrero; beligerante, belligeans, -antis; participio presente
de belligero, -are; de génere, hacer: nación o potencia que está en guerra (Mateos 1986:85).
Describe un estado de tensión política constante.
Cerámica. Es uno de los materiales más abundantes y resistentes a los embates de tiempo
y la remoción. Son indicadores arqueológicos cronológicos, culturales y de procedencia
(autóctonos o de factura local y alóctonos, o de procedencia externa); revelan intercambios
e interacciones locales y a larga distancia. Del mismo modo, puede clasificarse como objeto
fino o doméstico, si se consideran sus características físicas de manufactura (pastas finas o
burdas) y las modificaciones de la superficie (alisadas, bruñidas, esgrafiadas, etc.). Es
importante destacar que el resultado del análisis cerámico de las muestras obtenidas en
contexto arqueológico procedente de Zentla, muestran uniformidad y poco cambio a lo largo
del período Clásico, lo cual denota una producción alfarera sumamente local y
fundamentalmente doméstica.
Cercanía (closeness). Prueba estadística de centralidad que mide la capacidad de un nodo
(para nuestro caso un sitio) para alcanzar a los demás; se asocia con la cantidad de
248
conexiones y mayor poder a partir de la ventaja estructural de posición en el sistema. El sitio
actúa como punto de referencia al encontrarse más cerca o más comunicado con el resto de
los sitios o grafos. De acuerdo con Hanneman (2000:6), el nodo que tiene mayor cercanía
con otros también cuenta con más vínculos directos, caminos más cortos y, por tanto, su
posición es más favorable dentro del sistema como un recurso en favor del poder; el mismo
autor afirma: “el índice de centralidad basado en la cercanía muestra un más modesto pero
aun substancial grado de concentración de poder”. De este modo, a mayor cercanía, más
conexiones directas y el sitio actúa como punto de referencia en el sistema; por el contrario,
a menor cercanía, mayor aislamiento y, por tanto, dependencia.
Clique (subgrupos). Clique (del inglés pandilla, camarilla). Medida de agrupamiento que
organiza subgrupos con interacciones directas entre sus miembros, en este caso
asentamientos aliados dentro del sistema; como medida de agrupamiento, permite
conocerlo, a partir de las subredes que lo constituyen. Desde la perspectiva aplicada a los
sitios de Zentla y dependiendo de la dirección de las conexiones, pueden establecerse
coaliciones o desacuerdos.
Complejo arquitectónico PPC. Se denomina complejo en función de integrar una unidad
identificable de componentes distintos. Es el conjunto de elementos arquitectónicos
constituido por una pirámide, una plaza y una cancha, mismos que comparten eje continuo,
espacio urbano y frontalidad hacia una plaza. En uno de sus extremos se encuentra el
edificio más alto, contrapuesto a una cancha identificada por dos montículos alargados y
paralelos. Constituyen la parte más importante del núcleo urbano; destacan por su magnitud
física (altura y volumen constructivos), por el trabajo y organización invertidos en su
edificación, así como por las actividades —socialmente significativas: con fuerte carga
emocional, social y política— en torno a una plaza que fungió como escenario de las
ceremonias de legitimación del poder, realizadas en el mínimo espacio que corona la
pirámide, impregnadas con fuertes tintes de manipulación simbólica a través del rito
escenificado en el espacio público. Del mismo modo, propició la interacción social a partir de
reuniones y de la práctica de la pelota, para convivencia y fomento de la identidad del grupo.
Hay que considerar, por otro lado, el significado astronómico de sus edificios: para Zentla,
nueve de los doce complejos PPC se encuentran en un eje oeste-este (pirámide-cancha) y
en tres casos están en sentido contrario. Este tipo de orientaciones se denominan
“astronómicamente funcionales”, pues en la arquitectura hay puntos de observación del
tránsito astral, en especial, salidas y puestas de Sol y, a decir de los autores, predominan en
Mesoamérica (Šprajc y Sánchez 2015:6).
249
Conexiones. (ver interacciones, lazos, relaciones). Representación gráfica de la conexión
entre nodos.
Contención sucesiva. Concepto derivado de las constantes de diseño CCC (continente,
contenido y cometido) propuestas por Villalobos (2006:130). Para el caso de los sitios de la
región de Zentla, buscamos el cometido de la fortificación, a saber, la función que
desempeñaron los obstáculos y los confinamientos en el esquema urbano-arquitectónico del
sistema defensivo en una contención de espacios confinados y protegidos unos con respecto
a otros.
Control visual. Es el dominio óptico desde un punto específico sobre un área de interés
estratégico; incluye la imposibilidad de ser percibido por un antagonista, o bien, por quienes
controlan un área determinada. En el marco de los PPC fortificados, puede hacerse
extensivo al dominio acústico y auditivo de quienes se encuentran en la cúspide de la
pirámide más alta, o bien, de las construcciones en los accesos o en las prominencias de
basalto columnar utilizadas con objetivos de vigilancia.
Cuenca visual. Análisis en tres dimensiones (x, y, z), que representa en un ráster las celdas
(píxeles) que desde un punto determinado son observables, por lo que el resto de las áreas
resultan no visibles. Se procesa sobre un modelo topográfico continuo, toma en cuenta los
accidentes del terreno; el mapa resultante muestra las áreas observables que, desde la
perspectiva defensiva, son vulnerables y ofrecen ventajas estratégicas y de inteligencia para
el asentamiento desde el cual son visualmente controlables.
Destaca en el siguiente gráfico el resultado del proceso que toma en cuenta la altura
(profundidad) que existe entre la línea de horizonte y la superficie del terreno oculto. El
resultado será también un ráster con los valores de profundidad de cada celda (tomado de:
https://www.geomapik.com/analisis-gis/cuenca-visual-qgis-analisis-visibilidad/,
diciembre
2022).
Principio del cálculo de cuenca visual (https://www.geomapik.com/analisis-gis/cuencavisual-qgis-analisis-visibilidad).
250
Defensa. Acto de resguardar un espacio. Son los elementos arquitectónicos y/o topográficos
que ofrecen resistencia y protección ante un ataque, se incluyen obstáculos y estrategias
encaminados al objetivo de impedir el acceso a un sitio. Para Zentla son defensas pasivas
las barrancas, así como los obstáculos arquitectónicos que flanquearon los accesos y los
muros perimetrales.
Diplomacia agonal. Es el conjunto de procedimientos que regulan las relaciones entre
estados (RAE). Llevado al entorno prehispánico mesoamericano, se trata de la actividad en
torno a una pelota que por medio de la competencia se llega a la resolución de conflictos
(políticos, sociales, tributarios, etc.), con lo que se regulan las relaciones sin llegar al
enfrentamiento armado, por lo que se puede considerar una forma de actividad diplomática.
Elemento. En arqueología se refiere a un género específico de artefactos asociados con
espacios arquitectónicos; provee información sobre procesos culturales implícitos en la
producción de estos espacios contenidos y sus estructuras continentes (Morelos 1985:84).
Todos forman parte de un sistema de interacción y reflejan de forma material las actividades
de un espacio concreto.
Elementos arquitectónicos defensivos. Son las barreras físicas que delimitan u
obstaculizan el acceso a una plaza. Pueden ser obstáculos positivos y negativos, en función
de su elevación o profundidad, respectivamente. En ambos casos se trata de defensa pasiva.
Estadística. Función de valores obtenidos de una muestra, que se utiliza para inferir
propiedades de una población (RAE). Para el caso de Zentla se aplicaron pruebas
estadísticas a las interacciones visuales y físicas entre asentamientos, partiendo de una
perspectiva binaria (hay o no interacción). Se fundamentó en el análisis relacional; se puede
enfocar en un solo nodo, o bien, todas las interacciones entre todos los nodos, como se
realizó en nuestra muestra. Se emplearon tres medidas de grado de centralidad (rango,
cercanía y grado de intermediación) y tres de agrupamiento (Clique, N-Clique y N-Clan). La
aplicación de pruebas estadísticas en el análisis de redes sociales se asemeja más a la
sociología matemática que a la estadística propiamente dicha. En nuestro caso, acorde con
los planteamientos procesuales que buscan modelos predictivos, se enfatiza en la
estadística inferencial que, aunque se hace uso de sus herramientas con pruebas sencillas,
permite la comparación entre sitios y su jerarquía a partir de sus conexiones y ubicación en
el sistema. Por lo anterior, nuestra propuesta está más cerca del lado descriptivo que del
inferencial de la estadística.
Estereoscopio de espejos. Instrumento que se utiliza para interpretar el relieve en
fotografías aéreas. Se fundamenta en la capacidad de visión binocular humana.
251
Estereoscopio de espejos (registro fotográfico de la autora).
Estrategia. Se refiere al manejo del conflicto, puede ser por medio de la diplomacia o de la
planeación de un ataque armado. Para Hevia (1847:247), la estrategia consiste en planear
y establecer las bases y los puntos precisos de ocupación e influir sobre los movimientos del
enemigo, fuera del alcance de su campo visual y de su ataque.
Estratégico, punto. Es una posición que ofrece ventajas para operaciones de ataque,
defensa, estrategia o inteligencia. Para Hevia (1857:406) esta posición debe asegurar la
comunicación, ocultar los movimientos y que sean franqueadas con dificultad.
Fortaleza. Se refiere a la defensa natural de un lugar por su ubicación, o bien, es un recinto
fortificado artificialmente (Gendrop 1997:96). Para D’Wartelet (1863:360 y 364), es un punto
fortificado para defenderse, como un fuerte, un castillo, una ciudadela que resguarda
fronteras o puertos. Podría definirse como un punto de carácter defensivo, incluye la elección
ventajosa del emplazamiento del punto a defender. En el marco de la categorización
efectuada en los sitios de la región de Zentla, la fortaleza posee prominencia sobre las demás
fortificaciones, tornándose un parámetro de liderazgo de diversos aspectos. A saber, Ameyal
es fortaleza en el control visual y Tío Tamal a nivel físico por la cantidad de caminos que le
confluyen.
Fortificación. Es el acto, ingenio y habilidad de proteger un espacio donde se conjuntan el
emplazamiento y/o estructuras arquitectónicas, al mismo tiempo, se toman en cuenta los
preceptos necesarios de acuerdo con las formas, reglas, técnicas y tradiciones adecuadas
y correctas para erigir la defensa de un sitio en el ámbito de la tratadística 204. Se refiere a la
204
La tratadística europea determinó la forma de erigir las construcciones defensivas en América a partir del siglo
XVI, cuenta con una larga historia durante la época romana, medieval y en el Renacimiento, los Tratados dictaron
las pautas para formas constructivas resueltas, incluyendo materiales, procedimientos, objetivos y espacio
252
arquitectura militar (RAE); también, son las obras o conjunto de obras para fortificar de
manera temporal o permanente un pueblo o sitios (D’Wartelet 1863:361; Gendrop 1997:96).
En nuestra esfera de estudio, son sitios con delimitación perimetral obstaculizada donde es
determinante la naturaleza del emplazamiento (características del entorno geográfico y su
aprovechamiento), así como componentes arquitectónicos que actúan por separado o de
forma mixta. Su diseño urbano contiene y confina el espacio, protege lo contenido, tiene
pocos accesos que se presentan restringidos por elementos arquitectónicos, o bien,
intrincados, acodados o al filo del precipicio. Detentan dominio estratégico para cumplir la
función de crear un ambiente de seguridad en el marco de un aislamiento —visual, físico y
acústico— controlado, reflexionado y planeado para posibilitar el establecimiento de
estrategias defensivas, de evasión y vigilancia con los elementos técnicos necesarios para
retrasar y vulnerar los recursos de quienes pudieran quebrantar los flanqueos en un asalto.
En el marco del proceso de análisis de las fortificaciones de Zentla, se clasificaron en tres
tipos: fortificaciones con PPC, fortificaciones sin PPC y asientos fortificados. Muestran en el
flanqueo arquitectónico de sus accesos la audacia técnico-constructiva de cimentar al filo
del abismo y constituir un sistema defensivo estructurado de forma directa y sucesiva
contenida por las barrancas, reforzada por murallas con horcones o muros perimetrales que
de forma permanente controlaron la circulación externa e interna, pues cabe señalar que en
los sitios con más exploración arqueológica, se han detectado sectores con obstaculización
divisoria al interior.
Fortificaciones con PPC/fortificaciones sin PPC. Sitios confinados por elementos
topográficos, arquitectónicos o mixtos, cuyo núcleo urbano está organizado en PPC
(pirámide-plaza-cancha) en un eje continuo, o bien, con elementos arquitectónicos sin esta
organización.
Fortín. Se trata de un espacio fortificado pequeño, también se refiere a la fortificación de
campaña (D’Wartelet 1863:364; Hevia 1857:265).
Fricción. Roce de dos cuerpos en contacto (RAE). Para el caso del cálculo del territorio
óptimamente cubierto (TOC), Anaya (2018:100-101) define la fricción como resistencia al
desplazamiento en diferentes superficies; por un lado, la fricción isotrópica corresponde a
urbano (Villalobos 1992:18-19 y 282). Sin embargo, destaca el mismo autor, en el estudio de la arquitectura
prehispánica se carece de ellos así, la forma de estudiar y entender los procesos que le dieron origen es
accediendo directamente al objeto de estudio mismo que lleva al concepto de “objeto arqueológico”, plausible de
ser analizado. Por otro lado, en el ámbito de los tratadistas de arquitectura y urbanismo militares, mencionamos
a Vitruvio, Durero, Le Cointe y Tosca, entre otros ampliamente analizados por Chanfón (1988) y Cejudo (2005).
253
las superficies planas, la anisotrópica contempla las superficies de desplazamiento que
tienen pendiente y, por tanto, dificultan el tránsito aumentando el tiempo de desplazamiento
y el esfuerzo. Aplica para el cálculo de la fricción la siguiente ecuación:
Y= [0.031 X2] + [-0.025 X + 1]
Donde las incógnitas son: Y= fricción; X=pendiente; y 0.031 y -0.025 + 1, son constantes
de resistencia a la fricción por ángulo de pendiente. Anaya (op.cit.: 100-101, 256-257),
realiza este ejercicio de álgebra cartográfica para modelar el esfuerzo que genera el
desplazamiento sobre áreas con ciertas características; de ello, estableció dos constantes
de acuerdo con sus observaciones en campo, las cuales incluyeron espacios que ofrecieron
tanto fricción isotrópica como anisotrópica; en la primera un individuo sin carga recorre 5 km
en una hora, en la segunda es de 384 m en el mismo periodo de tiempo con una pendiente
de 20° en promedio; el autor agrega que la fricción se comporta de manera exponencial: la
fricción en ángulo 0°, es 1; para pendientes de 20°, es 13, con 40° la fricción es 49.6; así, el
desplazamiento es imposible.
Fuerte. Espacio fortificado de corta extensión ocupa puntos de importancia transitoria, tales
como el paso de los ríos, entradas de caminos, etc., con el objetivo de detener al enemigo
(D’Wartelet 1863:372).
Geopolítica. Es la práctica de lo relacionado con las rivalidades por el poder o la influencia
sobre determinados territorios y sus poblaciones (Lacoste 1976:8). Es necesario agregar
que el control sobre el territorio y sus recursos dominan este enfoque de estudio sobre las
relaciones políticas que enfatizan en las características y ubicación geográfica. Se considera
acorde con el modo de producción tributario de la Mesoamérica prehispánica, el cual generó
tensiones y beligerancia constantes en torno a la apropiación y conquista de territorios,
personas y recursos.
GIS. Siglas de Geographical Information System (sistema de información geográfica).
Globalismo. En el marco de la teoría general de sistemas también se le denomina totalidad,
pues se refiere a que un cambio en un sistema afectaría a todos los miembros o nodos.
Grado o rango (degree). Medida estadística de centralidad que se basa en el número de
interacciones, conexiones, líneas o lazos relacionales entre cada sitio (nodo). Se trata de la
cantidad y disponibilidad de información visual o acceso físico, según el caso. El significado
de esta prueba lo establece Hanneman (2000:4 y 8): que, a mayor cantidad de enlaces,
mayor poder, considerando que tiene más oportunidades y menos restricciones. El autor
afirma: “Así que una muy simple, pero a menudo efectiva, medida de centralidad de un actor
y su poder es su grado”.
254
Grafo. Representación gráfica de un sistema que muestra las conexiones entre nodos. Se
ilustra el grafo con conexiones visuales generado en NetDraw; es notorio que los grafos o
sitios no se encuentran organizados geográficamente y que las conexiones tienen dirección
(flechas), también se diferencian los nodos por sus atributos.
Grafo con alta densidad de conexiones (elaboración propia, generado en NetDraw).
GRID. Del inglés: cuadrícula; es un formato de almacenamiento de datos ráster para SIG;
cabe señalar que requiere de un proceso en un programa para ser visualizado; además las
cuadrículas contienen tres dimensiones: x, y, z. INEGI cuenta con un acervo de acceso
abierto con escala 1:10 000, en el tema relieve continental, colección Modelos digitales de
elevación de alta resolución LiDAR, terreno GRID, con resolución de 5 m en formato
electrónico, en su portal lo describe así: “Formato de archivo Raster desarrollado por ESRI
para contener información sobre el espacio geográfico en una cuadrícula. Una cuadricula se
define como una matriz de secciones cuadradas de igual tamaño (también conocidas como
celdas) dispuestas en filas y columnas. Las cuadrículas son útiles para representar
fenómenos geográficos que varían continuamente en el espacio y para realizar modelos
espaciales
y
análisis
de
flujos,
tendencias
y
superficies”,
recuperado
de:
https://www.inegi.org.mx/inegi/ayuda/formatos/mapas.html (noviembre 2022).
Infraestructura. Conjunto de actividades productivas tendientes a dotar de obras (objetos
materiales inmuebles) para el soporte físico de un asentamiento; dotan de suelo urbano para
la edificación y configuración específica. Se transforma la superficie en suelo urbano y,
255
desde el punto de vista arqueológico, son visibles en el recorrido de superficie (Villalobos
1992:91-92).
Inteligencia. Es el acto de conocer al enemigo por medio de información significativa
encaminada a sus puntos vulnerables. Keegan (2012:13-14) afirma que la inteligencia militar
tiene cinco etapas: adquisición, entrega, aceptación, interpretación e implementación, todo
encaminado a la toma de decisiones eficaces, la obtención de ventajas y la búsqueda de
garantizar la victoria.
Interacción (lazos, relaciones, conexiones). Es la forma de interrelación entre los
componentes de un sistema o red; así, cada sitio concebido como nodo establece
interacciones o puntos de enlace (físico o visual) con otros factores constitutivos,
componentes o partes que integran el mencionado sistema. Para las interacciones entre
sitios prehispánicos a nivel local, se consideraron de dos tipos: las positivas (de enlace) y
las negativas (de escisión), con lo cual se infieren alianzas y rivalidades; se establecieron
territorios políticos y acomodos en torno a los flanqueos externos que resguardaron recursos,
espacios estratégicos, conexiones de intercambio o diferencias étnicas. Adicionalmente, se
proyectan interacciones a niveles regional, interregional y mesoamericano. De acuerdo con
García (2006:82), las interacciones se pueden representar con entradas y salidas, no
necesariamente materiales; añade que estos flujos perturban la organización interna. En
nuestro caso, cada nodo, cada sitio es en sí mismo un sistema, por lo que los flujos pueden
desestabilizar el conjunto; se considera interacción relevante o significativa toda la que
influya en el modelado y la organización del sistema de fortificaciones.
Intermediación, grado de (betweenness). Prueba estadística de centralidad que identifica
los asentamientos-puente, es decir, “indica la frecuencia con que aparece un nodo en el
tramo más corto” (Quiroga 2003:37). Estos asentamientos-puente son los intermediarios de
información o, dicho de otra manera, la información visual estratégica o el paso más
transitado dentro del sistema se refleja en un grado mayor de intermediación.
Investigación urbana y arquitectónica. Es el conocimiento de las manifestaciones
culturales materiales que involucran el espacio social del grupo (Villalobos 1992:52).
Lazos. (ver: conexiones, interacciones, relaciones).
LiDAR. Light Detection and Ranging o Laser Imaging Detection and Ranging; técnica de
registro del relieve terrestre con haces de luz pulsante desde las alturas.
Lítica. Del griego λιθικός, lithikós: piedra. Es el estudio, clasificación y análisis de los
materiales pétreos que cuentan con trabajo cultural. Para el caso concreto de los materiales
de Zentla, se divide por su técnica de manufactura en lítica pulida (básicamente escultura) y
256
lítica tallada (obsidiana) que, pese a tratarse de un vidrio volcánico, se integra en este rubro.
Destaca su importancia por la posibilidad de identificar los yacimientos de procedencia de
este material a través de métodos ópticos; con ello se obtienen redes de comercio e
interacciones entre regiones.
Logística. Se vincula con “procurar, mantener y transportar material, personal e
instalaciones” (Ballou 2004:4). Puede asociarse con la forma conveniente y controlada de
trasladar materiales vinculados con acciones de tipo bélico.
Lomerío. Elevaciones prolongadas de baja altura.
Máscara. En el ambiente ArcMap es un polígono que delimita el área de análisis en un
proceso cartográfico.
MDE (Modelo Digital de Elevación). Es una representación cartográfica del relieve terrestre
a través de una nube de puntos que puede visualizarse sólo por medio de softwares
especializados, donde éste se manipula para lograr los detalles significativos, de acuerdo
con los objetivos. Se obtiene mediante LiDAR y difiere su precisión en la cantidad de haces
por metro cuadrado y la altura, entre otros factores. Por un lado, puede tomarse con dron y
a baja altura para lograr gran exactitud; por otro lado, está el utilizado para este trabajo, el
método masivo de INEGI, que ofrece modelos de alta resolución con haces de luz cada 5 m.
Modelo/modelación. Son esquemas gráficos útiles para identificar y valorar la estructura e
interacciones en un sistema complejo. Para el modelo de fortificaciones prehispánicas de la
región de Zentla, se construyó un modelo general, a partir de la ubicación geográfica de los
sitios cronológicamente coincidentes, se conservaron la disposición geográfica y escala
reales.
N-Clan. Medida de agrupamiento que organiza subgrupos, contempla las interacciones
indirectas que no necesariamente pertenecen al subgrupo generado por la medida Clique.
N-Clique. Medida de agrupamiento que organiza subgrupos a partir de interacciones
indirectas, pero partiendo de los grupos generados en la medida Clique.
Negatoscopio. Es una caja con luz interna que se utiliza en la observación médica de
radiografías. En nuestro caso, se acondicionó con luz blanca para estandarizar los criterios
ópticos en la identificación de atributos visuales de la obsidiana.
Nodo. Cada vértice del sistema o red, cada sitio que se integró en el estudio —fortificado o
no— son sincrónicos, comparten espacio geográfico y rasgos culturales.
Núcleo urbano. Es el espacio con mayor trabajo y volumen constructivo en un asentamiento
suele asociarse con características de ciudades: alta densidad poblacional e infraestructura
desarrollada.
257
Obsidiana. Vidrio volcánico profusamente utilizado por las culturas prehispánicas como
objeto de corte, aunque también se le otorgaron propósitos votivos que pueden indagarse
mediante el estudio de sus características morfológicas.
Obstáculo. Barrera física, perimetral o en los accesos, que impide y limita la visibilidad o el
ingreso; pueden ser positivos (elevados) o negativos (hundidos).
Olmecas arqueológicos/históricos. Surgen en el período Preclásico, su influencia puede
notarse en muchas áreas de Mesoamérica por sus características cabezas monumentales y
por ser precursores del urbanismo mesoamericano en las ciudades de San Lorenzo, La
Venta y Tres Zapotes. Se consideran provinciales aquellos que no cuentan con arquitectura
y escultura monumentales, como los que ocuparon algunos espacios de nuestra área de
estudio, así lo muestran los fragmentos cerámicos registrados en Mata del Olvido y
Tenanzintla, ambos con PPC.
Piña Chan (1993a:58-61) al referirse al centro de Veracruz, enfatiza en la influencia de los
olmecas arqueológicos, sin dejar de lado la dinámica de las culturas locales. El mismo autor,
describe a los olmecas históricos como los mencionados precisamente en las fuentes
históricas: Sahagún los nombra Uichtotli quienes estuvieron en Tamoanchan (lugar del
pájaro serpiente), que podría ser Xochicalco; para Ixtlilxóchitl son los ulmecas y xicalancas,
asociados con Quetzalcóatl, denominación que también utiliza Torquemada quien los ubica
en Tochimilco, Atlixco, Calpan, Huexotxinco y Tlaxcallan. Son mencionados también en la
Historia Tolteca Chichimeca. Piña afirma que no se han podido relacionar los olmecas
históricos (900-1521 dC) con los arqueológicos que sobrevivieron hasta el 200 dC.
Cerámica de tradición olmeca (Candelaria naranja esgrafiado), procedentes de Ídolos
(registro fotográfico de la autora).
258
Organizado/organización. En el marco de un sistema, se define como “un ente integrado,
que se conforma por partes que se interrelacionan entre sí a través de estructuras y procesos
y se desenvuelven en un entorno determinado; además, se está en capacidad de detectar
su problemática en forma integral y con la amplitud que se requiera. Es decir, a nivel humano,
de recursos y procesos” (Gutiérrez 2013:46).
Patrón de asentamiento. Es la disposición de los espacios urbanos y arquitectónicos en su
distribución y agrupamiento (Villalobos 1992:12). Andrews (1992), en un trabajo pionero,
integró los métodos usados en arqueología, agregó categorías cuantitativas e integró rangos
por dimensiones y características de la arquitectura, con lo que fue posible jerarquizar,
considerando que con ello pueden inferirse los sistemas políticos.
Pendiente (slope). Los MDE están constituidos por píxeles, el análisis espacial de la
pendiente calcula el cambio máximo de z en cada celda desde la técnica de promedio o tasa
de valor máximo en el valor de altura (Burrough 1998:190). El modelo ráster de salida puede
generarse en grados o porcentaje, en nuestro caso se realizó en grados. Resulta importante
para la representación gráfica óptima de los resultados de otros procesos, por ejemplo, el
TOC y el análisis de visibilidad, al representar de forma elocuente los accidentes
topográficos.
Pixel/píxel. Elemento menor de composición de una imagen, puede asociarse con la
resolución y con la información contenida; también con dimensiones, como es el caso de los
MDE que integran coordenadas x, y, z, las cuales cuentan con información georreferenciada.
Plaza. Del griego. πλατεῖα, plateîa: calle ancha (RAE). Es un área urbana pública de
interacción comunitaria, propicia la reunión y convivencia social más allá del núcleo familiar,
las actividades que se desarrollan (comerciales, cívicas, religiosas, etc.) la hacen referencia
espacial indispensable en los vínculos identitarios y colaborativos. Otros elementos urbanos
de interacción comunitaria son caminos, canchas, mercados y templos.
Poder. En el marco del análisis relacional se vincula fuertemente con la centralidad en el
estudio de redes y sistemas; desde esta perspectiva, el poder es inherentemente relacional
pues se ejerce sobre otros en una relación asimétrica. En este sentido, el control físico y
visual sobre otros sitios y la jerarquía arquitectónica son fundamentales en su estudio; desde
esta perspectiva, el poder no es un atributo individual que emerge del propio sitio, es el
producto de las relaciones asimétricas con otros. Es importante señalar que en el caso que
se presenta, se ha privilegiado denominarles líder (visual o físico); además, se privilegió el
uso de liderazgo en vez de poder.
259
Poliorcética. Del griego πολis: ciudad; ρκητικό: cerco. De acuerdo con Enciclopedia
Universal Ilustrada (1964 45:1440) es el “arte de sitiar y tomar plazas, perteneciente o
relativo al sitio de ciudades y fortalezas”; se agrega al respecto que un sucesor de Alejandro
Magno, por sus habilidades guerreras llevó el sobrenombre de Poliorcetes; se afirma que
“con los medios modernos de combate y el cambio objetivos, ya hoy la poliorcética, en su
sentido restringido y etimológico, ha perdido importancia”. Por lo anterior, podemos afirmar
que el concepto de poliorcética se refiere a ámbitos antiguos, momento en que se registraron
las fortificaciones de Huatusco y la descripción que, desde esta perspectiva, se hizo de ellas.
Popolocas/popolucas/chochos. Son frecuentemente confundidos. El primero corresponde
a un grupo étnico lingüísticamente relacionado con los mixe y zoques, vinculados con los
olmecas arqueológicos. De acuerdo con Báez-Jorge (1972:I y 37-38) se asocian de manera
próxima con los zoques, mixes y zoque-popolucas; tienen una etapa temprana relacionada
con lenguas mayences hacia 800 aC y una tardía asociada con grupos nahuas, fechada
para 800 dC que podría asociarse con la dispersión de los teotihuacanos. Por su parte los
popolocas y chochos formaron un solo grupo antes del siglo XIII dC. Actualmente, los
chochos se ubican en el norte de Oaxaca y los popolocas en el sureste de Puebla.
Duquesnoy et al. (2010:107) consideran que la “región popoloca” fue compartida por grupos
étnica y lingüísticamente emparentados: mixtecos, chochos, ixcatecos y mazatecos, antes
de la llegada de los nahuas aproximadamente en el siglo X. Dicha región está ubicada entre
la Mixteca y el valle de Tehuacán, zona estratégica y punto de enlace entre la costa del Golfo
de México, el Altiplano Central, Oaxaca, Morelos y Guerrero, con validez hasta la actualidad
como ruta de intercomunicación importante.
Potencial defensivo. Capacidad de defensa de un sitio, en tanto se conjuntan diversos
controles: visual, físico y territorial; aunado a su emplazamiento y obstáculos (naturales y
arquitectónicos) que cumplen el objetivo de aislamiento selectivo.
Rango. Ver grado (degree).
Raster/ráster. Del inglés, trama; imagen ráster, de bits o imágenes continuas, pueden ser
planas o contener profundidad con puntos flotantes; están compuestas por píxeles. Pueden
ser georreferenciadas y formar parte de una capa en una representación cartográfica.
Reconstitución/reintegración. Es una aproximación por medio de un dibujo o maqueta del
aspecto que pudieron tener un edificio o una ciudad. De acuerdo con Gendrop (1977:77) se
realiza “conforme a una hipótesis derivada de ciertos indicios”.
Red sociométrica o red completa. Es la medición de las relaciones entre todos los nodos
o sitios (Quiroga 2003:20). En nuestro caso, los sitios arqueológicos abiertos y cerrados,
260
identificando todas las relaciones (visuales y físicas), así como su dirección en el conjunto
estudiado.
Región. Espacio geográfico con coincidencias culturales, cronológicas, ecológicas y, desde
luego, arquitectónicas, entre otras. Pese a dichas coincidencias, deben distinguirse
diferencias suficientes y tangibles que la hagan distinta de otras. Para Villalobos (1992:59)
“implica territorios definidos, independientes de las relaciones culturales que establecen los
sitios o asentamientos ubicados en su interior"... relacionados con su ecología.
Relaciones dirigidas, conexiones, interacciones, lazos. En el ámbito del análisis
relacional, se refiere a los lazos y su dirección; en nuestro análisis hay de entrada, de salida
y bidireccionales, así como sus significados en el sistema.
Shape/shapefile. Del inglés, forma; es el formato de las cartas topográficas realizadas con
punto y sus interacciones: líneas y polígonos.
SIG/GIS: Geographical Information System (sistema de información geográfica), es un
repositorio de datos organizados en diferentes formatos (ráster, shape, topológicos,
numéricos, tablas, cartográficos, etc.), con la característica fundamental de estar
georreferenciados. Se accede a ellos a través de un sistema computacional por medio de
softwares y diversos procesos, con lo cual es plausible consultarlos, seleccionarlos y
analizarlos; además, se pueden representar gráfica y estadísticamente. Resulta muy
interesante, especialmente al referirnos a sistemas arquitectónicos defensivos, lo que afirma
Grimshaw (1999:33 y 103), quien aplica los SIG a los negocios, ofrece tres niveles de gestión
y cantidad de datos. El de menor nivel es operacional, le siguen las decisiones tácticas con
operaciones de nivel medio; después, con mayor requerimiento de datos externos, gestión
e información que el autor denomina aplicaciones estratégicas. Adicionalmente, define SIG
como un “un grupo de procedimientos que proporcionan entrada, almacenamiento y
recuperación de datos, mapeo y análisis espacial tanto para datos espaciales como de
atributos para respaldar la toma de decisiones”. Lo anterior lleva a pensar que la información
geográfica siempre es estratégica y otorga poder decisivo a quien la posee; además, explica
por qué la cartografía militar es confidencial, tomando en cuenta los datos estratégicos sobre
recursos del territorio que contiene.
Sistema: Grupo de nodos (sitios) y sus interacciones o relaciones entre ellos, pueden tener
dirección, de entrada, de salida o bidireccionales. Aquí utilizamos sistema y no red, por
considerarlo más adecuado y acertado para nuestro caso concreto. Las bases conceptuales
se tomaron de la TSG (Teoría General de Sistemas); dentro de esta perspectiva se pueden
aplicar las tres premisas básicas de los sistemas: 1. Están dentro de otros, los sitios
261
prehispánicos en estudio son en sí mismos sistemas y forman parte de otros de mayor
envergadura, pueden llevarse a niveles micro y macro, tanto como los datos y la
investigación lo requieran. 2. Son entidades abiertas con intercambio constante al interior y
exterior, mostrado en diversos niveles geográficos. 205 3. Sus funciones están ligadas con su
estructura, se conoce a través del grafo que representa el lugar que ocupan los sitios como
nodos206 y sus conexiones, lo cual plantea una modelación de las interacciones entre sitios
de lo que resultan conjuntos distintos a los elementos inicialmente involucrados.
Sistema de fortificaciones. Conceptualizado como un grupo de sitios prehispánicos (en
este caso fortificaciones y asientos cerrados), que comparten el contexto geográfico, cultural
y sincrónico; están Interrelacionados constituyendo un sistema defensivo que cerró
eficazmente, los frentes este y oeste; el resto del perímetro está aislado por los accidentes
topográficos.
Subgrafo. Son grupos generados a partir de medidas de agrupamiento, podrían
denominarse redes dentro del sistema, o bien, sistemas dentro de sistemas, pues permite
conocer la organización interna.
Subgrafo máximo completo. Son todos los vínculos bidireccionales que puede haber entre
dos o más sitios. Puede afirmarse que estas conexiones establecen visualidad mutua e
intercomunicación física sin obstáculos, por lo que se trata de asentamientos aliados.
Táctica. Hevia (1857:444) la define como “el arte que enseña los movimientos y evoluciones
que deben hacer las tropas de todas armas para ponerse en aquel orden y disposición que
conviene para vencer á sus enemigos y economizar la sangre humana”. Podemos afirmar
que se trata del conjunto de procedimientos para vencer al enemigo con pocas bajas,
economizando esfuerzo y maximizando el daño con miras a la victoria sobre un enemigo.
Teledetección. Se refiere al registro de la superficie terrestre desde satélites o a través de
imágenes de vehículos aéreos tripulados o no. Tiene la ventaja de revelar rasgos no visibles
en la superficie durante el recorrido en campo; también es posible aplicar filtros para producir
efectos sobre elementos selectivos: hidrológicos, fauna, flora, etc.
205
Dentro del sistema hay movimiento constante, como lo expresan las interacciones. También remite a otras
formas de circulación de bienes materiales e inmateriales, como las expuestas por Berdan (1978: 77): tributo,
tráfico exterior e intercambio; y por Drennan (1998:25-26) quien propone tres categorías, las de uso práctico y
cotidiano, los artículos de lujo y la información. Por su parte, la TGS establece que cuando el intercambio cesa,
el sistema se desintegra; tal situación ocurrió en Zentla en el Posclásico temprano, cuando colapsó el sistema
fortificado por la intrusión violenta (interacción/intrusión fuerte) de grupos externos.
206
Nodo es cada vértice de la estructura del sistema, cada sitio que se integró en el estudio, fortificado o no; son
sincrónicos y comparten espacio geográfico y rasgos culturales.
262
Teleología. Se puede equiparar con objetivo en el marco de la teoría general de sistemas.
Gutiérrez (2013:63) afirma al respecto: “Puede definirse como la razón de algo en función
de su fin”.
Teochichimecas. Grupo étnico de la familia lingüística que deriva del yutoazteca; proceden
del norte de México y del sur de Estados Unidos. Se cuentan entre sus hablantes
prehispánicos toltecas, chichimecas, aztecas, mexicas y otros grupos. La Monarquía Indiana
relata que al abandonar Poyautlan (Pico de Orizaba) se dividieron en dos grupos, lo que los
ubica en Veracruz. Por su parte, Medellín Zenil (1960:151-152) y Aguirre Beltrán (1991:5152) afirman que habitaron en el período Posclásico las fortificaciones del centro de Veracruz,
sin embargo, atribuyen su construcción a los toltecas y afirman que los teochichimecas las
reocuparon.
Territorialidad. Es la “posesión y defensa de un espacio vital frente a otros individuos”
(Villalobos et al. 2022:147). Concepto que se construye a partir del control que se tiene sobre
los recursos contenidos en un espacio, parece muy adecuado para las fortificaciones; sin
embargo, la territorialidad está contenida, pero no necesariamente confinada, sus límites
pueden ser más abstractos pues cuentan cultura, tradiciones, idioma, etnias, etc.
TOC (territorio óptimamente cubierto). Es un modelo de análisis espacial propuesto por
Anaya (2018:100-101), el cual toma el coste de desplazamiento en una topografía particular
al calcular la fricción (ver) sobre una superficie particular.
Toltecas. Conceptualmente es un grupo ligado a Tula, la legendaria Tollan Xicolotitlan y a
su mítico gobernante Ce Acátl Topiltzin Quetzalcóatl, el episodio de embriaguez e incesto
cometido y su fuga hacia el Oriente. También se liga a la exquisitez y perfección en las artes
y en todos los oficios. Son mencionados en diversas fuentes históricas, arquitectónicamente
son precursores de elementos como el sistema caja-espiga en columnas de sostén,
banquetas, grandes espacios públicos techados y el coatepantli (muro de serpientes que
delimitan un espacio público), entre otros. Piña Chan (1993a:209-223) afirma que lo tolteca
tuvo su antecedente directo en lo teotihuacano, de cuya larga tradición cultural en conjunto
con los chichimecas, da lugar a la construcción de Tula, estratégicamente emplazada y
protegida por cantiles. Estuvo habitada por un grupo denominado tolteca-chichimeca junto
con los nonohualca-chichimeca, quienes se dispersan en Puebla y Tlaxcala, desplazando a
los olmeca-xicalancas que emigran al oriente para convertirse en los olmeca-uixtotin y
anahuaca-mixtecas una vez ubicados en la costa del Golfo de México. Cabe destacar que
la huella arquitectónica tolteca llegó hasta Chichén Itzá, en cuyo trayecto dejó rastro cultural
y hegemónico. En esta diáspora, se ha propuesto que los toltecas construyeron las
263
fortificaciones de Huatusco como señalan Medellín Zenil (1960:150-151) y Aguirre Beltrán
(1991:51-52), quienes enfatizan la filiación lingüística de ambos grupos, toltecas y
chichimecas, en la familia lingüística nahuatlaca, misma que deriva del Yutoazteca,
procedente del norte de México y sur de Estados Unidos y que se desplaza paulatinamente
a Mesoamérica. Pertenecen a esta rama toltecas, chichimecas, teochichimecas, aztecas,
mexicas y otros grupos, fue la lengua franca durante el período Posclásico en la expansión
mexica y el idioma indígena que cuenta con más hablantes actualmente en el territorio
mexicano.
Topografía. Del griego τόπος: lugar; del latín grafos: descripción. Es el registro, descripción
y representación de la superficie terrestre. En consonancia con las técnicas actuales, es
posible obtener datos por medio de imágenes satelitales y con vehículos aéreos no
tripulados (DRON); del mismo modo, es posible la representación, análisis y manipulación
con programas especializados en sistemas de información geográfica para representación
selectiva de rasgos, o bien, de álgebra cartográfica y otros procesos complejos de acuerdo
con objetivos precisos.
Totonacos. Se consideraba que este grupo habitó el centro de Veracruz desde el periodo
Preclásico; sin embargo, arriban ahí hasta finales del Clásico procedentes de la sierra norte
de Puebla.
TSG (Teoría General de Sistemas). Es una perspectiva de investigación heurística, con
implicaciones importantes en diversas áreas de la ciencia. Ha derivado en múltiples
enfoques, entre los que se cuentan: la teoría de redes de Rapoport; la teoría de conjuntos
de Mesarovic y Maccia; Luhmann con los conceptos de complejidad, comunicación y
paradigma; así como el concepto de cambio de paradigma de Kuhn (Bertalanffy 1989:xi, xv,
1 y 20). En el caso concreto de las fortificaciones de la región de Zentla, se aplican
básicamente preceptos de la teoría de redes o de sistemas para establecer las interacciones
(positivas y negativas) de los nodos (sitios) y sus implicaciones en la clausura y
comunicación para establecer territorios de control, pero también los puntos estratégicos a
nivel de comunicación. Es importante destacar tres características básicas de los sistemas,
que están dentro de otros sistemas, que son entidades abiertas en constante intercambio y
que las funciones de los sistemas están ligadas con su estructura. En las fortificaciones de
Zentla, se planteó una modelación de las interacciones entre sitios y el resultado de esas
interacciones (conjuntos distintos a los elementos inicialmente involucrados). De modo tal
que los sitios prehispánicos en estudio son en sí mismos un sistema y forman parte de uno
mayor; a su vez, están integrados a otros sistemas, lo cual es perceptible en una sucesión
264
de contenciones, planteamiento que puede llevarse a niveles micro y macro, tanto como los
datos y las bases de investigación lo requieran.
UT (unidades territoriales). Área de jurisdicción de un núcleo urbano principal que
circunscribe otros núcleos urbanos, espacios productivos y recursos. Para el caso concreto
de los sitios incluidos en el presente estudio, son varios núcleos urbanos que comparten un
espacio en conjunto confinado.
265
Bibliografía
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— (2010) E14B47e Carta topográfica (datos vectoriales), escala 1:20 000.
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— (2012) E14B47e Carta topográfica (datos vectoriales), escala 1:20 000.
266
LíDAR
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— (2012) E14B47E2 Modelos Digitales de Elevación de Alta Resolución LiDAR, con resolución 5m
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— (2012) E14B47E3 Modelos Digitales de Elevación de Alta Resolución LiDAR, con resolución 5m
terreno, GRID. 1:10,000 (formato electrónico
— (2012) E14B47E4 Modelos Digitales de Elevación de Alta Resolución LiDAR, con resolución 5m
terreno, GRID. 1:10,000 (formato electrónico).
— (2012) E14B47F1 Modelos Digitales de Elevación de Alta Resolución LiDAR, con resolución 5m
terreno, GRID. 1:10,000 (formato electrónico).
— (2012) E14B47F2 Modelos Digitales de Elevación de Alta Resolución LiDAR, con resolución 5m
terreno, GRID. 1:10,000 (formato electrónico).
— (2012) E14B47F3 Modelos Digitales de Elevación de Alta Resolución LiDAR, con resolución 5m
terreno, GRID. 1:10,000 (formato electrónico).
— (2012) E14B47F4 Modelos Digitales de Elevación de Alta Resolución LiDAR, con resolución 5m
terreno, GRID. 1:10,000 (formato electrónico).
— (2012) E14B47D1 Modelos Digitales de Elevación de Alta Resolución LiDAR, con resolución 5m
terreno, GRID. 1:10,000 (formato electrónico).
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280
Anexo 1. Proceso de análisis de cerámica y catálogo
A1.1. La cerámica
El estado de Veracruz se ha distinguido por el establecimiento sucesivo de grupos humanos
desde tiempos muy remotos. La referencia particular es el territorio bajo la jurisdicción
municipal de Zentla donde se han llevado a cabo recorridos y excavación en el marco de
varias fases de investigación arqueológica.207
Sin duda, uno de los materiales más abundantes y significativos en el contexto
arqueológico es la cerámica, indicador de identidad colectiva que refleja las relaciones entre
las diversas capas de la sociedad, intercambios comerciales y el acceso diferenciado a
bienes de lujo. Además, es resistente a los embates climáticos, antrópicos y biológicos.
A1.2. Procedimiento técnico
Desde la recuperación en contexto arqueológico, ya sea en recorrido o excavación, resulta
primordial el control de la procedencia del material. Para ello, se generó un proceso de
ubicación que permitió la identificación de los materiales en función de su hallazgo. 208
207
Proyectos autorizados por el Consejo de Arqueología INAH, con los siguientes informes técnicos:
− (2010) Investigación arqueológica en El Ameyal, un sitio fortificado en Zentla, Veracruz. Informe técnico
final, Archivo Técnico INAH, México.
− (2011) Secuencia cronológica y fases de ocupación en El Ameyal, sitio fortificado del municipio de Zentla,
centro-sur de Veracruz. Informe, Archivo técnico INAH, México.
− (2015) Secuencia cronológica y fases de ocupación en El Ameyal Definición de centros rectores de primer
rango a través del material de superficie: recorrido en Matlaluca, Zentla, Ver. Informe técnico final, Archivo
Técnico INAH, México.
Desarrollados en el marco de diversos proyectos multidisciplinarios de investigación con apoyo de DGAPAUNAM PAPIIT, con sede en el Instituto de Investigaciones Antropológicas, UNAM.
208
El punto de origen de cuatro ejes cartesianos infinitos quedó ubicado al sur de Ameyal en: 2 111 200 m Norte
y 736 000 m Este, acorde con el sistema UTM que se divide primero en cuadrantes de 1,000 m por lado;
enseguida, en 25 subcuadrantes cada uno de 20 por 20 m, numerándose del 1 al 25; cada subcuadrante se
dividió, a su vez, en 25 unidades de 4 por 4 m cada una y finalmente en espacios de un metro por lado. Esta
información se utilizó para el control de bolsas que se numeraron e identificaron en la lista de control de materiales
que se generó para cada temporada e informe.
281
Nomenclatura de identificación de los materiales recuperados en campo.
La clasificación de los materiales tuvo dos vertientes: la llevada a cabo en campo con la
nomenclatura particular; la otra, en gabinete donde se separó, lavó y marcó para proceder a
su separación por materia prima, en este caso la cerámica.
A1. 2. 1. El sistema de clasificación
Considerando las actividades agropecuarias del área de estudio, se buscó un sistema
clasificatorio que permitiera incluir los tiestos fragmentados y erosionados. Por lo cual, se
optó por el proceso diseñado por Daneels (1988, 1996, 2002, 2005 2006 y 2016) para las
cuencas bajas de los ríos Jamapa-Cotaxtla, cercanos a Zentla. Ha sido profusamente
aplicado, respaldado con estudios estratigráficos, fechamientos absolutos y correlacionado
con tipologías de Veracruz y otras regiones de Mesoamérica.
La clasificación se fundamenta en las características de la pasta, lo que permite la
primera separación con ese criterio, el cual enfatiza el color y contenidos (desgrasantes)
para la construcción de series. Con el tamaño de los contenidos de la pasta (desgrasantes)
se forman grupos; enseguida, se enfatiza la apariencia de la superficie, considerando los
colores y el tipo de acabado, con esta separación se constituyen los tipos; a continuación,
se formaron subtipos, en caso de encontrar algún tipo de decoración. Para finalizar, se
separaron de acuerdo con su forma: se dividieron en vasijas abiertas y cerradas. Con lo
anterior, se define la cronología por las características morfológicas y de la superficie.
282
Esquema de clasificación de la cerámica.
Es pertinente indicar que se ha observado concordancia entre el tamaño de las
inclusiones de las pastas, su grosor y el uso de los recipientes (Daneels 2006:398). Mientras
más grandes son los desgrasantes y burdas las pastas, se utiliza en ámbitos más
domésticos; por el contrario, las pastas finas suelen ser de lujo. De este modo, las pastas
medias —predominantemente cuencos— son loza de servicio de mesa, las gruesas se usan
para cocinar y las muy gruesas para almacenaje.
Con los conjuntos formados, se procedió al llenado de una cédula base, primero, por
cada serie, después por cada grupo; enseguida por cada tipo y por cada subtipo identificado.
En la cédula se expresan elementos que permiten reconocer cada grupo: la pasta con su
tipo de cocción, el color, 209 los desgrasantes se revisan y se describen por su forma y
color;210 del mismo modo, se tomó el grosor mayor y menor de las paredes 211 de los tiestos
en conjunto y, a partir de la revisión bibliográfica se dieron las implicaciones temporales y la
fuente de obtención del dato. Enseguida, se revisaron las formas de los tiestos, se
describieron, dibujaron y fotografiaron los perfiles de bordes, decoraciones, bases, soportes,
asas, etc., asimismo, cuando fue posible,212 se midió el diámetro.
209
Tomado con la Munsell soil colors charts.
Se usó una lupa de 20 aumentos con escala.
211
Tomadas con Vernier.
212
El material recuperado en campo y excavación se encontró sumamente fragmentado.
210
283
A1.2.2. Las series: implicaciones geográficas y cronológicas
Las series que se clasificaron en Zentla son Jamapa, Maquinaria, Lirios, Paraje, Dos Bocas
y los tipos Atoyac y Bandas ásperas. Enseguida se describen y exponen los elementos más
representativos y completos. Cabe señalar que la denominación del sistema es binomial, se
compone de un primer nombre geográfico y otro que se refiere al acabado de superficie.
A1.3. Serie Jamapa
Como lo indica su denominación, su manufactura se asocia con la cuenca del río Jamapa,
es indicador de identidad local. La pasta es de oxidación incompleta con tonalidades que
van de beige a café, aunque en Zentla tienden a ser color naranja. Esta serie, de factura
local, tiene una prolongada cronología, desde el período Preclásico hasta el Clásico tardío,
los cambios son sensibles a los cambios sociales y de interacción con otras regiones. Es
posible, a partir de las variaciones morfológicas y estilísticas precisar temporalidades. De
acuerdo con el tamaño de sus inclusiones, van de burdas a finas; aunque hay más grupos
en la clasificación base, sólo se muestran los encontrados hasta ahora en Zentla.
Grupos y características de la serie Jamapa presentes en Zentla.
Enseguida, se muestran por serie, tipo, subtipo y cronología los resultados del análisis
por cronología relativa, de la cerámica procedente de contexto arqueológico en Zentla. Se
inicia con la serie Jamapa, local y mayoritaria, presentándose los tipos diagnósticos. La
mayor parte de la muestra total corresponde al Clásico medio.
284
A1.3.1. Serie Jamapa: período Preclásico
Candelaria naranja
esgrafiado fino con reborde
(Ídolos, d26)
Candelaria naranja
esgrafiado fino con
reborde (Ídolos, d22)
Potrerillo guinda, borde
engrosado con esgrafiado
fino (Tenanzintla, d32)
A1.3.2. Serie Jamapa: período Protoclásico
Potrerillo naranja, vaso
acanalado horizontal
(Coyotepec, d18)
Potrerillo naranja, silueta
compuesta (Tenanzintla,
d24)
Potrerillo negro, vaso canalado vertical (Mata del Olvido,
d14)
Potrerillo guinda, vaso
acanalado (Tenanzintla,
d18)
Potrerillo pulido, vaso
acanalado (Coyolito, d24)
285
Potrerillo naranja, vaso con
reborde basal (Mata del
Venado)
Potrerillo naranja, vaso con
reborde basal (Mata del
Venado)
Potrerillo naranja/crema,
vasos acanalados
(Coyotepec d26)
A1.3.3. Serie Jamapa: período Clásico temprano
Pepegua naranja
esgrafiado
(Mata del Olvido, d28)
Potrerillo naranja/crema
inciso (Mata del Venado, d18)
Pepegua natural con
vertedera (Mata del
Olvido)
A1.3.4. Serie Jamapa: período Clásico medio y tardío
Plaza guinda ondulado/natural (Ameyal)
286
Cuencos tipo plaza naranja (Ameyal)
Soportes tipo Plaza
Asas de media luna, tipo Pepegua
café y naranja (Mata Pastor y
Coyotepec)
A1.4. Serie Maquinaria
Se vincula con el valle de Córdoba, su manufactura es a partir de 500 dC (Daneels 1996:35).
Una de sus características principales es la aspereza de su pasta, así como la facilidad con
que se desprende el acabado, razón por la que encuentran sin recubrimiento, lo cual denota
fracturas con ángulos desgastados y superficies semejantes a lijas, que ofrece certeza sobre
su identificación; además, del característico color naranja, a veces con núcleo gris o gris
azuloso; se enuncian e ilustran los grupos presentes en el contexto de Zentla; de esta serie
no contamos con ejemplares completos y fueron muy pocos los que conservaron alguna
capa externa.
287
Grupos y características de la serie Maquinaria en Zentla.
Mata natural
(Ameyal)
Maguey natural (Ameyal)
Matamba alisado (Ameyal)
Matamba naranja
(Ameyal)
Miraflores natural (Ameyal)
A1.5. Serie Lirios
La serie Lirios está integrada por cerámicas de pasta fina, sin desgrasantes y deleznables,
por lo que suelen encontrarse sin recubrimiento. De factura foránea, son identificables por
el color de su pasta, marcan temporalidad del Clásico tardío al Posclásico medio (Daneels
1996). Es importante señalar que se encontraron sumamente fragmentados y erosionados,
por lo que se denominan “natural”, sin embargo, debieron contar con acabados.
288
Características de la cerámica de la serie Lirios
Tohil plumbate
(Coyotepec)
Luna natural
(Ameyal)
Laguna natural
(Ameyal)
Laja natural (Ameyal)
A1.6. Serie Paraje
La cerámica de la Serie Paraje es de pasta media-burda elaborada con molde convexo y
engobes con reflejos metálicos, es diagnóstica del Posclásico temprano, se le vincula con el
valle de Córdoba y probablemente con algunos sitios del sur de Puebla, ofrece evidencia de
tradiciones culturales foráneas (Daneels 1996:66, 2002:149 y 2006:470; Miranda y Daneels
1997).
Grupos y características de la serie Paraje presentes en Zentla.
289
Puente blanco (Ameyal)
Palma natural (Coyolito)
Pesca alisado (Ameyal)
A1.7. Serie Dos Bocas
La Serie Dos Bocas agrupa cerámica que temporalmente corresponde a contextos del
Clásico tardío-Posclásico temprano-medio, se trata de una tradición cultural ajena a la región
(Daneels 2002). Destacan los fondos sellados, decoraciones polícromas, sahumerios y
comales en los grupos Espinal y Mozambique; sin duda, elementos distintos a la tradición
local.
Grupos y características de la serie Dos Bocas presentes en Zentla.
Espinal guinda (Ameyal)
Espinal guinda, sahumerio
(Coyotepec)
Espinal policromo
cholulteca (Ídolos)
290
Espinal negro/guinda; Espinal fondo sellado y Espinal fondo sellado (Ameyal)
Mozambique naranja
(Coyolito)
Mozambique natural y
naranja (Coyotepec)
Mozambique pulido
(Ameyal)
A1.8. Tipos Atoyac y Bandas ásperas
A1.8.1. Atoyac: el río Cotaxtla y tradiciones externas
El tipo Atoyac,213 con su característico color rosa, muestra un cambio que surge a partir del
Clásico; Daneels (2006:469-470) lo ubica en 600-700/900-1 000 dC, lo cual destaca la
presencia de formas no conocidas con anterioridad en la región, entre las que se cuentan
sahumerios, cazoletas y braseros.
Resulta ser un tipo que, aunque escaso, es indicador de un cambio de influencia
externa. La textura es suave con oxidación completa e incompleta, fracturas rectas y
desgastadas. Todos los tiestos recuperados en Zentla se encontraron sin recubrimiento y
sumamente fragmentados.
A1.8.2. Bandas ásperas: tradición cerámica del centro-norte de Veracruz
Se trata de ollas de aspecto burdo y paredes delgadas, se caracterizan por una línea de
muescas alrededor del cuerpo, aproximadamente a la mitad; tienen paredes delgadas con
barbotina diluida, cuando son alóctonas es de color beige claro, las emulaciones locales
están manufacturadas en pastas beige más oscuro y con recubrimiento espeso. Es una de
las características del centro-norte durante el Clásico; se relaciona con Chachalacas,
213213
El río Cotaxtla también es conocido como Atoyac (Miranda y Daneels 1998: 53).
291
Chalahuite, Viejón, Napatecuhtlan y Tajín (Daneels 2002:271 y 2006:396 y 469). Es
importante señalar el hallazgo del tipo Bandas ásperas alóctono, pero también se emuló en
pastas locales en la serie Jamapa.
Tipo Bandas ásperas de procedencia externa (Ameyal).
Potrerillo pulido bandas
ásperas (Mata Pastor).
Plaza café bandas
ásperas (Mata Pastor).
Potrerillo naranja bandas
ásperas (Encanto).
A1.9. Sitios y tiempo
Para sustentar la inclusión de los sitios con PPC fue fundamental la cronología relativa (por
comparación) de los que contaban con recorrido sistemático para, por analogía, incluirlos en
el estudio arquitectónico del período Clásico mesoamericano. Por ello, enseguida se ofrecen
las características cronológicas de los sitios en función del material arqueológico recuperado
y analizado.
A1.9.1. Ameyal
Los resultados de la clasificación cerámica se presentan por separado los correspondientes
al recorrido de superficie y los de excavación, en virtud de que la primera nos ofrece una
visión general del lugar y su asociación a nivel de superficie; en tanto que la de excavación
muestra un espacio delimitado por el pozo del que se obtuvo la muestra, a través del tiempo
de ocupación, tomando en cuenta la estratigrafía.
292
Ameyal: cantidades de cerámica de excavación y sus implicaciones temporales.
Respecto a la muestra cerámica de excavación, se analizaron 3 522 tiestos; es
importante señalar que los tipos diagnósticos del Clásico tardío y Posclásico, de 165 tiestos,
95% procede del pozo 2, ubicado cerca del acceso poniente; no así con el resto de la
muestra que claramente corresponde al Clásico medio. Respecto a la calidad de la cerámica,
sólo 8% son pastas finas, con 92% de doméstica. En cuanto a la cerámica de recorrido,
fueron 835 tiestos.
Ameyal: cantidades de cerámica de recorrido de superficie y sus implicaciones temporales.
A1.9.2. Coyolito
Se asociaron con Coyolito 13 bolsas214 de material arqueológico. El número total de tiestos
analizados fue de 239; predomina la cerámica local, Jamapa, con 92%; las otras series,
214
La bolsa I no se encuentra en el mapa, corresponde a una cueva que nominalmente está en Coyolito, aunque
lejos del área arqueológica; cabe señalar que estuvo habitada durante el siglo XX.
293
Maquinaria con 6%; el resto de las series, Dos Bocas, Paraje y Atoyac, en conjunto llegan a
2%. La cerámica fina llega a 23% y la doméstica a 77%. La cronología predominante es la
correspondiente al Clásico medio
Coyolito: cantidades de cerámica y sus implicaciones temporales.
A1.9.3. Coyotepec
La cerámica recolectada fue abundante, aunque sólo son 22 bolsas, se analizaron en total
de 1 667 tiestos sumamente erosionados y fragmentados. La pasta de la cerámica marca un
cambio, es más arenosa y rojiza que el resto de la muestra. Tomando en cuenta la distancia
entre los diversos elementos arquitectónicos, se analizan por separado, para establecer la
cronología particular de la Muralla (bolsas 37 y 38), el montículo 4 (bolsa 51); también es
material aislado y sin vínculo con elementos arquitectónicos (bolsa 85), ubicado al norte de
la meseta de Coyotepec. Por otro lado, puede asociarse con la cancha para juego de pelota
(bolsa 85B); ocurre los mismo con el Potrero (bolsa 86) que se encuentra alejado al sureste
de la meseta. El resto de los materiales se agrupan en un área común alrededor de los
montículos 5, 6 y 7.
294
Coyotepec: cerámica asociada con la Muralla y sus implicaciones cronológicas.
En la cerámica asociada con la Muralla, es notoria la temporalidad correspondiente al
Clásico; la cerámica es 100% doméstica y sólo hay dos series: la Jamapa con 96% y
Maquinaria con 4%; lo que significa una interacción sólo con el cercano valle de Córdoba,
pero casi nulo intercambio.
Coyotepec: cerámica asociada con el montículo 4, aislado al norte de la meseta y su
cronología.
El montículo 4, muy cerca del sitio Rincón Macho, cuenta con pocos tiestos, sólo 18 y
están sumamente fragmentados; pese a ello, se lograron fechar por cronología relativa.
Todos de la serie local Jamapa y únicamente 4% son cerámicas finas.
295
Coyotepec: cerámica ubicada al norte de la meseta de Coyotepec, sin asociación
arquitectónica.
Con 171 tiestos cerámicos, se encontró una concentración de material (bolsa 85) que
no se pudo asociar con ningún elemento arquitectónico pues, además, está rodeado de
espacios que no pudieron recorrerse. Sin embargo, la cerámica fina asciende a 20%; en
cuanto a las series siguen predominando las de corte local: Jamapa con 91%, Maquinaria
6% y Dos Bocas y Lirios con 1 y 2%, respectivamente, ambas son cerámicas alóctonas.
Coyotepec: cerámica asociada con la cancha para juego de pelota y sus implicaciones
cronológicas.
La cancha para juego de pelota es un elemento sumamente importante; como fenómeno
arquitectónico trasciende hacia implicaciones cosmogónicas, políticas y lúdicas. Cabe
señalar que el material que se ha asociado corresponde a aproximadamente 300 m al
suroeste. Destacan dos comales, elementos que llegan a la región en el Posclásico
296
temprano y son influencias externas.215 Por otro lado, sólo 2% es cerámica fina; en cuanto a
las series, siguen predominando las locales: Jamapa con 80% y Maquinaria y Dos Bocas
con 10% cada una. Aunque destaca la disminución de la serie local.
Coyotepec: cerámica asociada con el Potrero, aislado al sureste y su cronología.
Aislado al sur de la meseta de Coyotepec y sin asociación arquitectónica, se clasificaron
207 tiestos. La cerámica fina asciende a 23%; las series son: Jamapa 83%; Maquinaria 7%
y Dos Bocas 10%, es notorio que cambian las proporciones de la serie local y se nota mayor
influencia externa. Aunque destaca una larga ocupación desde el Protoclásico y hasta el
Posclásico temprano.
Coyotepec: material cerámico asociado con los montículos 5, 6 y 7.
215
De acuerdo con Daneels (2006:463), se relacionan con el Altiplano Central y el área poblano-tlaxcalteca, de
donde llegan, aparentemente, de manera abrupta desde el final del Clásico tardío.
297
El área alrededor de los montículos 5, 6 y 7 fue más accesible, por lo que se colectó
mayor cantidad de material; sin embargo, el comportamiento cronológico de la mayor parte
de la cerámica no fue muy diferente, se analizaron 1 114 tiestos, los cuales, en conjunto no
se comportan de forma muy diferente al resto de la muestra. En cuanto a las series, Jamapa
tiene 92%; Maquinaria 5%; en tanto, Paraje, Dos Bocas, Lirios e Indeterminados, en conjunto
llegan a 3%. Por otro lado, la cerámica fina alcanza 16%.
Coyotepec: resultado cronológico del material asociado al cuadrante S51E31, al sureste de
Coyotepec.
La bolsa 84, correspondiente al cuadrante S51E31, se ubica al oeste de la concentración
mayor de material; se decidió analizarla por separado, en virtud de la marcada diferencia en
el resultado referente a la temporalidad. Pese a ser sólo 22 tiestos, hasta ahora, en toda la
muestra analizada no se han obtenido resultados cronológicos tan tardíos, ni de corte tan
alóctono; destacando las series Dos Bocas, Lirios y Puente de procedencia externa y
temporalidad que tiende al Posclásico. En el mismo sentido, dista de los resultados en el
porcentaje de cerámica fina que asciende al 59%, mayor que la fina con 41%. Por su parte,
también cambian las proporciones de las series, por primera vez la Jamapa tiene sólo 23%;
Dos Bocas con 55%; Paraje 14%; Lirios 4%, e indefinidos tiene 4%; no se presenta ningún
tiesto de la serie Maquinaria.
En conjunto, la muestra de Coyotepec se distingue por la presencia de comales,
muestran influencias externas y, al mismo tiempo, modificaron la forma de alimentación. Hay
cerámica diagnóstica, aunque escasa, del Protoclásico y Clásico temprano (vasos
acanalados y cuencos de silueta compuesta). Se notan tipos correspondientes a tradiciones
alóctonas y más tardías (Posclásico): comales, sahumerios y cuencos de fondo sellado. Sin
298
embargo, continúa, hasta donde la investigación ha llegado, la mayor presencia poblacional
durante el Clásico medio.
A1.9.4. Encanto
El material asociado es una bolsa (núm. 9); aunque se recolectaron otras dos bolsas a 400
y 700m al norte (3 y 4); con un total de 79 tiestos. Cabe señalar que no se encontraron
elementos de obsidiana.
Encanto: cantidades de cerámica y sus implicaciones temporales.
A1.9.5. Huaje/Mata del Venado
Se asocian 21 bolsas de material arqueológico; 8 con 47 tiestos, para el primero; para el
segundo, son 13 bolsas con 1 047 tiestos. En virtud de ser dos concentraciones de material,
se darán los resultados por separado para saber si hay diferencias cronológicas o culturales.
En ambos casos, se aplicó un sistema clasificatorio para establecer una cronología relativa,
que permitió ubicar la temporalidad y las relaciones geográficas de los grupos prehispánicos
que ocuparon estos espacios.
299
Huaje: cantidades de cerámica y sus implicaciones temporales.
Mata del Venado: cantidades de cerámica de y sus implicaciones temporales.
En lo referente a los resultados de la cerámica, nos encontramos con muestras muy
distantes entre sí en el aspecto numérico: 47 tiestos para El Huaje y 1 047 para Mata del
Venado. Sin embargo, establece claras tendencias: el Huaje tuvo una ocupación
predominante durante el Clásico medio, los otros periodos no son significativos; del mismo
modo, el 89% de la serie local, Jamapa, muestra poca interacción con otras zonas, sólo con
el cercano valle de Córdoba representado por la serie Maquinaria con 9% y 2% de la serie
Lirios; la cerámica fina es de 21% y la doméstica 79%.
Por otro lado, la muestra de Mata del Venado muestra un período mayor de ocupación;
destaca su ocupación en el Clásico temprano y medio, aunque estuvo habitado desde el
Preclásico superior hasta el Posclásico. La cerámica fina es de 13%, doméstica 87%; en
tanto, la serie Jamapa, netamente autóctona, es mayoritaria con 93%; Maquinaria 7%, es
300
decir, una interacción mínima hacia el exterior, pese a que no se trata de asentamientos
fortificados.
A1.9.6. Mata del Olvido
Se asociaron con este sitio 10 bolsas con 615 tiestos; cuyo resultado fue una larga
ocupación: escasa durante el Preclásico superior (400-100 aC), evidente por la presencia de
vasos acanalados; aunque la ocupación más importante es durante el Clásico medio. El
hallazgo de comales indica una persistencia temporal hasta el Posclásico temprano (de 900
a 1100 dC); sin embargo, como lo muestra la gráfica, en forma muy reducida.
En cuanto a las series, predomina la Jamapa (96 %), Maquinaria (3%) y las series Lirios,
Atoyac y Dos Bocas, de temporalidad tardía y alóctonas, alcanzan juntas apenas 1%. En
cuanto a la calidad de la alfarería, resulta predominante la doméstica con 84%. Los
resultados muestran que Mata del Olvido mantuvo limitada interacción a larga distancia.
Mata del Olvido: cantidades de cerámica de y sus implicaciones temporales.
A1.9.7. Mata Pastor
Se asocian con Mata Pastor 5 bolsas de material arqueológico, con 256 tiestos. El resultado
es
una
clara
ocupación
durante
el
Clásico
medio;
además,
de
ser
factura
predominantemente local, con 97% de la serie Jamapa y 3% de la Maquinaria; la vajilla fina
cuenta con 19%.
301
Mata Pastor: cantidades de cerámica y sus implicaciones temporales.
A1.9.8. Matlaluca
Fueron 17 bolsas de material con 703 tiestos; es importante señalar que se encuentran muy
fragmentados. La cronología otorgada por el análisis del material cerámico coincidió con
PPC: Clásico medio.
Matlaluca: cantidades de cerámica de recorrido de superficie y sus implicaciones
temporales.
El tipo Potrerillo Naranja acanalado correspondiente al Protoclásico está representado
sólo por un tiesto; en contraposición, se encuentra el tipo Espinal que lleva la cronología al
Clásico tardío/Posclásico temprano, también mínimamente representados.
Por las características de la pasta, la cerámica se considera doméstica y fina de este
modo, tenemos: 17% de cerámicas finas y 83% de domésticas; sin embargo, el porcentaje
de cerámica fina es mayor que en otros sitios. En cuanto a la característica de fabricación
302
local, predomina la serie Jamapa con 98%; el restante 2%, son cerámicas asociadas con el
cercano valle de Córdoba. Por lo que tenemos alfarería predominantemente fabricada
localmente y lo cual muestra poco intercambio.
A1.9.9. Rincón Macho
Se asocian con Rincón Macho 4 bolsas de material arqueológico con 158 tiestos y una lasca
de obsidiana. Se aplicó un sistema clasificatorio para establecer una cronología relativa 216
que permitió ubicar la temporalidad y las relaciones geográficas de los grupos prehispánicos
que ocuparon estos espacios.
Rincón Macho: cerámica y sus implicaciones cronológicas.
La cronología relativa aplicada a la cerámica muestra ocupación desde el Clásico
temprano hasta el Clásico medio, preponderando el período temprano. En lo concerniente a
la calidad, contamos con 77% doméstica y 23% de cerámica fina. La procedencia de la
alfarería es básicamente local con 96% de la serie Jamapa y sólo 4% de la Maquinaria; lo
que ratifica su aislamiento el aislamiento de Rincón Macho.
A1.9.10. Tenanzintla
Se recolectaron en Tenanzintla 3 bolsas de material, con un total de 3 620 tiestos. Los
resultados dan testimonio de una larga ocupación, desde el Preclásico superior (400-100
aC), representado por elementos de silueta compuesta y fondo convexo, cuencos con
216
Se trata del método de cronología cerámica diseñado y aplicado por Daneels (1996, 2002 y 2006), para el
centro-sur de Veracruz.
303
rebordes engrosados con esgrafiado fino y acanaladuras. Pero también presenta ocupación
hasta el Clásico tardío-Posclásico temprano (700-1000/1100 dC), diagnosticado por la
mínima presencia de los tipos Atoyac y Libertad (serie Lirios), que alcanzan en conjunto 1%,
la Jamapa tiene 92% y 7% la Maquinaria; sin embargo, hay un auge en el Clásico medio.
Por otro lado, la alfarería fina asciende a 8%.
Tenanzintla: cantidades de cerámica de recorrido de superficie y sus implicaciones
temporales.
A1.9.11. Tío Tamal
Se asociaron con Tío Tamal 5 bolsas de material arqueológicos con 179 tiestos; la cerámica
se clasificó para establecer parámetros temporales y geográficos. La cerámica ofrece
predominantemente una temporalidad correspondiente al Clásico medio; aunque también
está representado el Clásico temprano; por otro lado, ofrece pruebas de ocupación más
temprana, pero representada mínimamente. La cerámica es mayoritariamente autóctona con
92% de la serie Jamapa; la Maquinaria asciende a 7%; en conjunto dos series alóctonas y
posclásicas cuentan 1%: Dos Bocas y Lirios, lo que nos habla de una población con poca
interacción externa. La vajilla doméstica cuenta con 85% y la fina con 15%.
304
Tío Tamal: cantidades de cerámica de recorrido de superficie y sus implicaciones
temporales.
A1.10. Significado cronológico por sitio
La clasificación de la cerámica dio como resultado un importante predominio de período
Clásico, especialmente del medio; lo cual coincide cronológicamente con el PPC de los sitios
que cuentan con este complejo arquitectónico: Ameyal, Coyolito, Mata del Olvido, Matlaluca
y Tenanzintla. Adicionalmente, integró al estudio los que no lo tienen: Coyotepec, Encanto,
Huaje/Mata del Venado, Mata Pastor y Tío Tamal. Del mismo modo, aunque con menor
prevalencia de este período, permitió incorporar Ídolos y Rincón Macho; pese a contar con
mayor cantidad de Posclásico y Preclásico, respectivamente, mostró que fueron
contemporáneos con el resto de la muestra.
Gráfica de la cronología por sitio, es notoria la prevalencia de periodo Clásico medio.
305
Gráfica de porcentajes por serie, domina la Jamapa de factura local.
A1.11. Otras formas cerámicas
A1.11.1. Malacates
Se cuenta con dos malacates, su presencia en contexto arqueológico resulta significativa
pues muestra que hubo en la región actividades de hilado y, muy probablemente, de cultivo
de algodón y procesamiento de otras fibras textiles.
Fragmento de malacate en
pasta Piñonal pulido (Ameyal).
Malacate en pasta Potrerillo naranja con restos de chapopote,
en norma superior, lateral, inferior y reconstitución (Ídolos).
A1.12. Figurillas
Han sido mínimas en cantidad y sumamente fragmentadas las figurillas que proceden de
contexto arqueológico, por lo que son escasamente diagnósticas. Así, no es posible definir
las características de estos artefactos arqueológicos para los sitios prehispánicos del
municipio de Zentla. Enseguida se presenta una selección de los fragmentos procedentes
de recorrido y excavación.
306
Dos extremidades superiores con adornos y extremidad inferior (Ameyal).
Cuatro probables fragmentos de extremidades y dos partes inferiores del tronco (Ameyal).
Cabeza de cánido (Ameyal).
Extremidad inferior
(Mata del Olvido).
Fragmento de tocado (Tío
Tamal).
Apliqué de figurilla (Mata
Pastor).
Aplicaciones de figurilla recubiertas con chapopote
Venado).
(Huaje/Mata del
307
Torso de figurilla (Huaje/Mata del Venado).
Fragmentos de figurillas (Coyotepec).
A1.12.1. Figurillas registradas fuera de contexto
Se agrega una selección de piezas en manos de pobladores locales, se privilegió la
presentación de aquellas cuya procedencia es conocida con cierto grado de certeza.
Dios Gordo (Ameyal).
Dios Gordo (localidad de
Máfara).
Narigudo (asociado con
Tenanzintla).
A1.13. Tablas de conteo de materiales cerámicos
Se agregan las tablas de conteo de la cerámica recuperada en las tres temporadas de trabajo
arqueológico.
308
Concentrado numérico de material cerámico, recorrido de superficie en Ameyal: 835 tiestos.
309
Concentrado numérico de material cerámico, excavación en Ameyal, por tipo y por bolsa: 3 522
tiestos.
310
Concentrado numérico de material cerámico de recorrido: 6 063 tiestos.
311
Anexo 2. Lítica tallada en material vítreo (obsidiana)
A2.1. Vidrio, filo e intercambio
La obsidiana es un vidrio volcánico de importancia capital en el México prehispánico por su
eficiencia como instrumento de corte. Se recuperaron de contexto arqueológico (recorrido y
excavación) un total de 1 639 elementos, casi todos muy fragmentados. Una vez separada
del material general, por la técnica de manufactura (tallado) y por materia prima, la siguiente
clasificación se fundamentó en un criterio morfológico-funcional; tomando en cuenta que el
aprovechamiento de los nódulos de obsidiana requiere desbaste para obtener objetos
cortantes, dependiendo del grado de especialización artesanal y de la calidad de la materia
prima, pueden conseguirse artefactos de increíble delgadez e intenso filo —las navajillas
prismáticas como objetivo superior—, pero aún las lascas más burdas son utilizables.217 De
este modo, en la clasificación que utilizamos se distinguieron lascas, navajillas prismáticas
y no prismáticas —enfatizando la preparación del talón—, núcleos, bifaciales, puntas de
proyectil, buriles, raspadores y preformas diversas.
El siguiente criterio de división, ligado a la procedencia del material, se basó en las
características físicas, pero, sobre todo ópticas, primeramente por el color; después, se
aplicó el método diseñado por Braswell et al. (2000), es una técnica visual práctica y
accesible que clasifica por los atributos percibidos ópticamente —en su calidad de material
vítreo—: color, translucidez, refracción de color y luz, inclusiones y textura 218.
Los resultados permiten, a partir de la comparación de los muestreos de Cobean (2000)
en yacimientos identificados, aproximarse a la procedencia de este material, con lo que se
conoce el trayecto que hubo de recorrer para llegar a Zentla; con ello se pueden establecer
rutas de intercambio-comercio y procesos productivos. Cabe señalar que para el municipio
de Zentla,219 toda la obsidiana es alóctona, pues el yacimiento más cercano se encuentra a
217
El proceso de trabajo de talla de los núcleos de obsidiana para obtener diversos objetos, así como los
productos intermedios a lo largo del proceso, ha sido expuesto por diversos autores (Pastrana 1986; Braswell
2000, entre otros).
218
Para resultados más confiables, los autores sugieren los análisis NAA (Neutron Activation Analysis) o XRF
(X-Ray Fluorescence), en muestras representativas. Este proceso requiere de una colección de referencia con
muestras de materiales de yacimientos identificados y ofrecen la ventaja adicional al no depender del
entrenamiento del investigador o del entorno visual.
219
La obsidiana, como casi todo el material arqueológico que hemos recuperado, se encuentra fuertemente
dañada; es posible afirmar que la quema sistemática ha formado una pátina opaca y áspera en la superficie (que
debía ser lisa y vítrea), la cual enmascara algunos atributos. Por ello, se recurrió al uso de un negatoscopio,
312
aproximadamente 50 km. Debido al mal estado del material, no se consideró hablar de
huellas de uso, pues podrían generarse impresiones falsas debidas a la remoción.
A2.2. Origen y forma
A partir de lo expuesto, se agruparon por características compatibles con la procedencia,
tomando en cuenta que se buscan las rutas de intercambio pero, al mismo tiempo, involucrar
la distancia que recorrió el material con la posibilidad de adquisición diferenciada por parte
de la población más allá de fines únicamente utilitarios, es decir, como objeto de lujo. Así,
tenemos que hay dos grupos importantes numéricamente, uno de los yacimientos de Ixtetal,
Veracruz y otro, de Oyameles-Zaragoza, Puebla; por otro lado, está la obsidiana verde que
llegó de la Sierra de las Navajas en Hidalgo con distancia de recorrido de más de 230 km
hasta Teotihuacan que controló este comercio.
Porcentaje de obsidiana de acuerdo con su procedencia.
acondicionado específicamente con luz blanca. Aunque mejoró la identificación de colores, quedó un margen de
incertidumbre por la pátina mencionada.
313
Porcentaje de formas.
En el criterio morfológico se muestra superioridad numérica de lascas, las cuales
pueden ser el resultado de procesos de desbaste de núcleos pero también fracturas por
alteraciones antrópicas, geológicas y meteorológicas. Por otro lado, las navajillas (no
prismáticas y prismáticas) son aproximadamente ¼ parte de la muestra.
Obsidiana negra brillante,
muestra la pátina producida por
el fuego (S23W8, Matlaluca).
Obsidiana verde y negra
brillante (Mata del
Venado, S41E16)
Obsidiana gris transparente con
vetas horizontales (S23W7,
Matlaluca).
314
Obsidiana verde
(Huaje, S21E28).
Obsidiana verde (S13E13,
Coyolito).
Lasca, obsidiana gris nubosa
(S15W11, Tío Tamal).
Punta de proyectil, gris nubosa
(S47E59, Ídolos).
Raspador, obsidiana gris
nubosa (E43E13, Coyotepec).
Bifacial, obsidiana negra
(S16E29, Coyolito).
A2.3. Tablas de materiales de obsidiana
Se han llevado a cabo tres temporadas de campo, dos en Ameyal con recorrido y
excavación, y una más con recorrido en múltiples sitios. Se agregan las tablas de conteo.
Obsidiana de Ameyal, recorrido 2010.
315
Obsidiana de Ameyal, excavación 2011.
Obsidiana, recorrido Matlaluca y otros sitios.
316
Anexo 3. Lítica pulida en materiales pétreos
La lítica pulida, se denomina así por el proceso de acabado final, pues inicia con un proceso
de picoteado-abrasado como técnica inicial. En el caso de Zentla está manufacturada en
diversos materiales ígneos, básicamente basalto y toba (materiales seguramente locales).
Enseguida se separaron los utensilios de material pétreo (distintos de obsidiana) por un
criterio morfológico y funcional.
Considerando que estamos en un contexto defensivo, en primer término se presentan
los denominados aros-maza o donas biónicas que, enmangadas, se convierten en un arma
contusa. Enseguida, la parafernalia comúnmente asociada con la práctica de contiendas con
pelota, se cuentan manoplas220, yugos y hachas. También cabezas humanas sumamente
sencillas y características de la zona. Asimismo, fueron numerosos alisadores y enseres de
molienda: manos, molcajetes y metates.
Como en otros casos, predominan los artefactos fuera de contexto arqueológico, por lo
que se agregan piezas en manos de pobladores locales; se privilegió la presentación de
aquellas cuya procedencia tiene cierto grado de certeza, en cuyo caso se agrega ésta y el
nombre de la familia en posesión de la pieza. Cuando la pieza proviene de contexto
arqueológico, únicamente se apunta el lugar de origen.
A3.1. Aros-maza
Aro-maza, basalto (Ameyal,
familia Pulido).
Aro-maza, toba (Máfara,
familia Peralta).
Aro-maza, basalto
(Tenanzintla, Sr. Fermín).
220
En nuestra área de estudio será necesario relacionar el hallazgo de este artefacto con la triada conformada
por yugo-hacha-palma.
317
A3.2. Hachas votivas
Se encontraron dos hachas, una de ellas fragmentada y elaborada en toba; la otra, un
ejemplar único y completo, representa una cabeza humana esculpida en basalto vesicular.
Hacha votiva, toba (Mata del Olvido).
Hacha con forma de cabeza humana, basalto vesicular, tiene un agujero inferior (Ídolos).
318
A3.3. Manoplas
Fragmento de manopla, taba y
recubrimiento blanquecino (Única
de contexto, Tenanzintla).
Fragmento de manopla, basalto
(Ameyal, familia Pulido).
Manoplas, toba y riolita (Máfara, familia Peralta).
Fragmento de manopla,
basalto (Matlaluca,
Museo Benigno Zilli).
Manopla en proceso de manufactura,
basalto (Máfara, familia Peralta).
A3.4. Yugos
A lo largo de la investigación en el municipio de Zentla, se han registrado 18 yugos, la
mayoría fragmentados aunque procedentes de contexto arqueológico, algunos más por
información local. De los provenientes del trabajo de campo, dos presentan características
muy destacadas, uno de ellos, que hemos denominado lanceolado, del cual no hay hasta
donde alcanza la investigación actual, antecedentes; otro más, muestra que fue reutilizado
como alisador, lo que lleva a pensar en un rompimiento de los esquemas culturales,
religiosos y políticos por la irrupción de población externa.
319
Yugo lanceolado, basalto vesicular (1.
Tenanzintla).
Yugo liso, toba (3. Tenanzintla).
Yugo liso, basalto vesicular (2.
Tenanzintla).
Yugo liso, toba (4. Tenanzintla).
320
Yugo liso reutilizado como alisador, basalto (5.
Matlaluca).
Yugo liso, basalto (7. Huaje).
Yugo liso, basalto (6. Coyolito).
Yugos lisos, basalto (8 y 9. Ídolos).
321
Yugo liso, toba (10. Ídolos).
Yugos lisos, basalto vesicular (12 y 13. Ídolos).
Yugo liso, basalto (11. Ídolos).
Yugo liso, toba (14. Mata del Venado).
322
Yugo liso, basalto (15. Mata del Venado).
Yugo con hendiduras perimetrales internas,
basalto (Fortín de Máfara, familia Martínez).
Yugo con la figura de un batracio, basalto
(Matlaluca, familia Pitol, tomado de Bravo
Almazán et al. 2018:133).
Yugo liso, basalto (Rincón Mariano,
descontextualizado, sin escala).
323
A3.5. Esculturas antropomorfas
Cabezas antropomorfas, toba y basalto (Ameyal, familia Pulido).
Cabeza antropomorfa, basalto
(municipio de Zentla, familia
Martínez).
A3.6. Machacadores
Machacador, norma superior y lateral, toba (Ameyal, familia
Pulido).
Machacador, toba
(Tenanzintla, Sr. Fermín).
324
A3.7. Artefactos de molienda
Fragmento de metate (Ameyal).
Fragmento de metate, basalto (Coyotepec).
Fragmento de mortero (Ameyal).
Fragmento de molcajete, basalto (Ídolos).
325
A3.8. Otros: fragmento de estela y de función no identificada
Fragmento de estela, toba con pátina naranja por meteorización (Ídolos).
Artefactos de basalto de función no identificada (Máfara, familia Peralta).
326
Lista de figuras
Figura 0.1. El municipio de Zentla en el contexto estatal y de la República Mexicana.
14
Figura 0.2. Los sitios en estudio, tipología y ubicación en el contexto municipal.
15
Figura 1. Esquema del proceso de investigación (elaboración propia).
24
Figura 1.1. División del espacio en el sistema de coordenadas cartesianas (elaboración propia).
27
Figura 1.2. Esquema de análisis tipológico de artefactos de escala individual (elaboración propia).
28
Figura 1.3. Cédula de datos por sitio (elaboración propia).
29
Figura 1.4. Ráster de salida de la cuenca visual, resultado del cálculo de visibilidad de Ameyal (en verde), en
ambiente ArcMap (elaboración propia).
31
Figura 1.5 Tabla de interacciones visuales (elaboración propia).
31
Figura 1.6. Mapa general de resultados visuales, verde: visibles y rojizo: no visibles (elaboración propia,
generado en ArcMap).
32
Figura 1.7. Simbología de enlaces y delimitaciones (elaboración propia).
32
Figura 1.8. Tabla de interacciones físicas internas y hacia el exterior (elaboración propia).
33
Figura 1.9. Mapa con las interacciones físicas (elaboración propia, generado en QGis).
34
Figura 1.10. Tablas de sitios y códigos para cálculos en UCINET (elaboración propia).
35
Figura 1.11. Matriz relacional binaria (interacciones visuales), se diseña en Excel, después en UCINET se
hospeda con extensión .##d para la correcta lectura y posterior elaboración del grafo (elaboración propia,
generado en Excel).
36
Figura. 1.12. Grafo resultante de interacciones físicas en ambiente NetDraw, es notoria la alta densidad de
conexiones y la falta de orden geográfico (elaboración propia, generado en NetDraw).
36
Figura 1.13. Grafo georreferenciado de interacciones físicas, sobrepuesto en un mapa topográfico
(elaboración propia, generado en QGis y NetDraw).
37
Figura 1.14. Mapa resultante del cálculo del TOC, muestra en color azul oscuro los espacios controlados, en
azul más claro las delimitaciones fronterizas y en amarillo y rojo los territorios inaccesibles (elaboración
propia, generado en ArcMap y QGis).
39
Figura 2. Reconstitución del PPC de Ameyal.
42
327
Figura 2.1. Estudio de la arquitectura fortificada, sus diversas vertientes, niveles de control y ámbitos de
acción (elaboración propia).
44
Figura 2.2. Ubicación geográfica y distribución de las canchas en el municipio de Zentla (mapa de la autora,
generado en QGis).
56
Figura 3. Puede notarse el contraste entre el verdor en laderas y barrancas y el pastizal en la estación seca, en
Ameyal (registro fotográfico de la autora).
69
Figura 3.1. Gráfica poblacional de las localidades vigentes del municipio de Zentla (elaboración propia,
generada en Excel con datos de INEGI 2022).
70
Figura 3.2. Colindancias municipales de Zentla, se muestran la cabecera municipal y algunos PPC, destaca el
sinuoso relieve (mapa de la autora, generado en QGis).
71
Figura 3.3. Corrientes de la subcuenca exorreica Río Jamapa (RH 28Bb) y precipitación media anual en
mm/m2; se muestra el área territorial de Zentla y los PPC con un triángulo (mapa de la autora con datos de
INEGI, Climas (2004) y Red hidrográfica (2010), generado en QGis).
72
Figura 3.4. Geología y fisiografía del municipio de Zentla, es notorio que predomina el lomerío típico
constituido por toba básica y el asociado con areniscas y conglomerados (mapa de la autora con datos de
INEGI, Fisiográficos (2001), Suelo y vegetación (2013) y Geológicos (2017), generado en QGis).
73
Figura 3.5. Fragmentos de sílex recolectados en Tenanzintla (registro fotográfico de la autora).
74
Figura 3.6. Prominencias de basalto columnar en Ameyal y en Coyotepec (registro fotográfico de la autora). 74
Figura 3.7. Mapa que muestra tipos de suelos, unidades climáticas, temperatura media anual y los PPC.
Destaca la densidad arquitectónica en el tipo de suelo leptosol (mapa de la autora con datos de INEGI, Climas
(2004) y Suelo y vegetación (2013), generado en QGis).
75
Figura 3.8. Entorno e iglesia de Çentla (Zentla), copias del Mapa de Patiño, siglo XVI (Mapoteca Orozco y Berra
(MOyB): COYB.VER.M48.V1.0015 y CHIS.EXP.M12.V6.0112; paleografía de la autora).
79
Figura 3.9. Campana con la fecha 1547 (registro fotográfico de la autora).
80
Figura 3.10. Arcos fajones y el presbiterio que constituyó la capilla abierta con notoria masividad
arquitectónica (registro fotográfico de la autora).
80
Figura 3. 11. Planta general que muestra el uso y distribución de los espacios; además, las diversas etapas
constructivas (plano de la autora).
81
Figura 3.12. Alzado de la fachada de la capilla de San Jerónimo Zentla (levantamiento y plano de la autora). 82
Figura 3.13. Lista de algunas mercedes (elaboración propia con datos de AGN, Tierras, siglo XVI).
83
Figura 3.14. Mapa de 1576 por J. Dávila, es una solicitud de merced de un sitio de estancia para ganado
mayor en “términos del pueblo de Çintla”, puede observarse la iglesia e importante cantidad de referencias
328
que permiten una aproximación a poblaciones actuales (AGN Tierras, vol. 2777, exp. 3, núm. pieza 2127;
paleografía e interpretación geográfica de la autora).
83
Figura 3.15. Cuadro estadístico del Cantón de Huatusco, en rojo los datos referentes a la municipalidad de
Zentla con 1 653 habitantes (MOyB, CGF.VER.M22.V5.0397).
85
Figura 3.16. Rutas a través del territorio municipal de Zentla, seguidas con objetivos estratégicos (mapa de la
autora, generado en QGis).
87
Figura 3.17. Mapa croquis del Cantón de Huatusco, 1882 [1885], contiene los límites de la municipalidad de
Zentla (MOyB, CGF.VER.M22.V5.0397).
88
Figura 3.18. Mapa “Las cinco rutas de Hernán Cortés (de 1519 a 1521)”, la tercera ruta en color amarillo es el
camino que pudo seguir Cortés rumbo a Veracruz para combatir a Narváez. Se muestra el área municipal de
Zentla (Modificado de Miralles [2010:9]).
89
Figura 4. Mesoamérica y sus áreas culturales (imagen López Austin y López Luján 2005:72).
90
Figura 4.1. Fragmento de figurilla con facies tipo olmeca procedente de Zentla, colección particular (registro
fotográfico de la autora).
91
Figura 4.2. Mapa del Centro de Veracruz con las subidivisiones centro-norte y centro-sur
93
(modificado de Martínez de León 2011:35, de Daneels 2006).
93
Figura 4.3. Áreas de división del centro-sur de Veracruz (elaborado con datos de Daneels 2006, Miranda 1998
y Bravo Almazán 2017). Se representan algunos espacios con investigación arqueológica.
94
Figura 4.4. Tipos arquitectónicos para la región de Medellín con dimensiones, alturas y uso (con datos de
León 1989:13-14).
95
Figura 4.5. Área recorrida en el proyecto NACAR 3D y el municipio de Zentla, es notoria la cercanía con
nuestra área de estudio (construido por la autora con datos de Heredia Barrera et al. 2007:11).
96
Figura 4.6. Ubicación de los sitios del Clásico tardío en el valle de Córdoba (Miranda 1998:972).
97
Figura 4.7. Área del proyecto La Mixtequilla (modificado de Stark [2005:494] y Stark y Ossa [2010:100]).
99
Figura 4.8. Perfil de las pirámides y Plano estándar grande y sus componentes (Daneels 2002:178, fig. 30), a la
derecha el núcleo urbano de Ameyal (Bravo Almazán 2017:83). Es notoria la semejanza de los componentes,
salvo en la orientación.
101
Figura. 4.9. Ubicación de la zona de Barrancas subtropicales con sus sitios característicos (construido con
referencias de Medellín 1960:148-149).
102
Figura 4.10. Pirámide de Huatusco, por L. Castañeda (Dupaix 1844 1:8).
104
Figura 4.11. Perfil de la pirámide de Quauhtochco (registro fotográfico de la autora, 2012).
105
329
Figura 4.12. Quauhtochco.p° [Quauhtochco, pueblo conquistado] (Códice Mendocino, lámina 8r); el poblado
no muestra rasgos de fortificación, aunque sí de un pueblo sometido por la fuerza representado por el
incendio de edificio principal.
106
Figura 4.13. Pueblos conquistados por Axayácatl, entre los que figura Tlaolan (Códice Mendocino foja 10v).
106
Figura 4.14. El mismo topónimo en dos fuentes; izquierda (Matricula de Tributos foja 27), Teocinyocan
[teocincom.pu°], ¿ la madre del maíz divino?; derecha (Mendocino foja 49r), glosa desaparecida (paleografía y
traducción de la autora).
107
Figura 4.15. Cuadro de las fortificaciones al oriente del Pico de Orizaba mencionadas por diversos autores,
incluye los municipios de ubicación y quienes las refirieron (elaboración propia).
109
Figura 4.17. El Castillo, se muestra el elemento escalonado que flanqueó el acceso con forma arquitectónica
vertical, incluye cementante y estuco (izquierda, Gondra 1837:368; derecha, registro fotográfico de la autora
2011).
111
Figura 4.18. El Castillo, acceso doblemente acodado y escaleras internas con los 19 peldaños (izquierda,
Chavero 1888:166-167; derecha, Teocalli of Centla, óleo de Rugendas 1831, tomada de:
http://www.steveartgallery.se/spain/picture/image-38733.htm, sept. 2020).
112
Figura 4.19. Croquis de El Castillo, muestra la disposición de los elementos arquitectónicos, basado en datos
de campo, 2011 y en Sartorius, 1869 (levantamiento y plano de Díaz Flores y Bravo Almazán).
112
Figura 4.20. Pirámide con dos nichos, ubicada en El Castillo, Zentla.
113
Figura 4.21. Estructura arquitectónica en El Castillo; nótense los sillares, cementante y estuco, técnica
constructiva ausente en la mayoría de los elementos arquitectónicos estudiados en Zentla (registro
fotográfico de la autora 2011).
114
Figura 5. Ubicación del municipio de Zentla en el contexto de la República Mexicana y del Estado de Veracruz
de Ignacio de la Llave (mapa de la autora, generado en QGis).
115
Figura 5.1. Cuadro de sitios en estudio, su tipo y la procedencia de la información (elaboración propia).
116
Figura 5.2. Mapa de la ubicación de los sitios en estudio en el contexto municipal (mapa de la autora,
generado en QGis).
117
Figura 5.3. Ameyal: datos generales (elaboración propia).
118
Figura 5.4. Ubicación de Ameyal en el contexto municipal (mapa de la autora, generado en QGis).
119
Figura 5.5. Ameyal visto desde el norte, muestra los dos flanqueos al oriente (a la derecha) y uno al poniente
(a la izquierda); también destaca el sistema de terrazas sucesivas (mapa de la autora, generado en
GoogleMaps).
120
330
Figura 5.6. Mesetas al norte del área nuclear; nótese el sucesivo declive: de 584 msnm en la superficie del
asentamiento; a la primera terraza hay 66 m; las siguientes están 9 m más abajo (mapa de la autora,
generado en QGis).
120
Figura 5.7. Elementos arquitectónicos de Ameyal, los pozos excavados, la zanja que atraviesa la meseta y
divide el asentamiento en dos sectores y sus tres rangos jerárquicos (plano de Díaz Flores, Cordero Villaloz y
Bravo Almazán).
121
Figura 5.8. Planta del elemento arquitectónico 1 (A y B) o flanqueo poniente; vista desde el exterior del
asentamiento y proceso de limpieza, previo a la excavación (plano y fotografía Bravo Almazán 2017:88 y 89).
121
Figura 5.9. Perfil sur de la excavación de la muralla de acceso poniente, pozo 1 (levantamiento y dibujo de
Díaz Flores y Cordero Villaloz).
122
Figura 5.10. Reconstitución del montículo que cerró el acceso oriente (dibujo de la autora).
123
Figura 5.11. Vista del montículo mayor y plaza principal y perfil de los montículos de la cancha (registro
fotográfico de la autora).
124
Figura 5.12. Dos abrigos rocosos en el área oriente con representaciones de patollis. En ambos casos cuenta
con cinco casillas dobles por aspa; aunque es notoria una factura más cuidadosa en uno de ellos (registro
fotográfico de la autora).
124
Figura 5.13. Cueva de ventana en Angostillo (acceso poniente), con representaciones rupestres; cráneo y
círculo en la pared de la cueva (registro fotográfico de la autora).
125
Figura 5.14. El Pico de Orizaba desde Ameyal (registro fotográfico de la autora).
125
Figura 5.15. Representación en la pared de un abrigo rocoso, área oriente y reconstitución de la pirámide de
cuatro cuerpos con un templo en la parte superior. Es probable que figure el montículo mayor de Ameyal
(registro fotográfico y dibujo de la autora).
126
Figura 5.16. Área oriente de Ameyal; hay dos pasos: uno al norte (La Víbora, Huatusco) y otro al sur (Tío
Tamal). Dos puntos de vigilancia sobre la sinuosidad del camino que actúa como flanqueo (mapa de la autora,
generado en QGis).
126
Figura 5.17. Coyolito: datos generales (elaboración propia).
127
Figura 5.18. Ubicación de Coyolito en el contexto municipal flanqueo (mapa de la autora, generado en QGis).
128
Figura 5.19. Elementos arquitectónicos de Coyolito, flanqueos y colindancias flanqueo (mapa de la autora,
generado en QGis).
129
Figura 5.20. Aspecto general de Coyolito (registro fotográfico de la autora).
129
331
Figura 5.21. Vista de El Huaje desde el montículo 1 de Coyolito; aspecto de la pendiente del Coyolito hacia la
barranca Copalapa que lo divide de Ameyal (registro fotográfico de la autora).
130
Figura 5.22. Muro de mampostería en la barranca que delimita Coyolito con Paso del Cedro (registro
fotográfico de la autora).
130
Figura 5.23. Playa de arrastre de material pétreo, posible banco de materia prima para construcción; abrigo
rocoso en la barranca de Coyolito (registro fotográfico de la autora).
131
Figura 5.24. Fortín de Máfara: datos generales (elaboración propia).
131
Figura 5.25. Fortín de Máfara en el contexto local flanqueo (mapa de la autora, generado en QGis).
132
Figura 5.26. Núcleo urbano del Fortín de Máfara, reconstitución de la disposición arquitectónica (mapa de la
autora, basado en proceso de LiDAR y con imágenes de Google Earth Pro, generado en QGis).
133
Figura 5.27. Montículo mayor y perfil de la cancha, Fortín de Máfara (registro fotográfico de la autora).
134
Figura 5.28. Máfara II: datos generales (elaboración propia).
134
Figura 5.29. Máfara II en el contexto municipal (mapa de la autora, generado en QGis).
135
Figura 5.30. Máfara II, disposición de los montículos en PPC, reconstitución de la disposición arquitectónica
(mapa de la autora, basado en proceso de LiDAR y con imágenes de Google Earth Pro, generado en QGis). 136
Figura 5.31. Mata del Olvido: datos generales (elaboración propia).
136
Figura 5.32. Mata del Olvido en el contexto municipal (mapa de la autora, generado en QGis).
137
Figura 5.33. Mata del Olvido y su arquitectura en el contexto local (mapa de la autora, generado en QGis). 138
Figura 5.34. Núcleo urbano de Mata del Olvido; estructuras arquitectónicas y plazas. Destaca que cuenta con
dos canchas dispuestas en PPC, una de las cuales tiene cabezal (mapa de la autora, generado en QGis). 139
Figura 5.35. Las canchas de Mata del Olvido, elementos arquitectónicos 7 y 8, respectivamente. Nótese a la
izquierda, la siembra de caña no permitió acceder a esos espacios (registro fotográfico de la autora).
139
Figura 5.36. Planta y perfil del elemento arquitectónico 7, cancha con cabezal (dibujo de la autora).
140
Figura 5.37. Elemento arquitectónico 4, el más alto del sitio con 8 m (registro fotográfico de la autora).
140
Figura 5.38. Matlaluca: datos generales (elaboración propia).
141
Figura 5.39. Matlaluca en el contexto municipal, comparte meseta sin obstáculos con Mata Pastor, Encanto,
Huaje/Mata del Venado y La Flor (mapa de la autora, generado en QGis).
142
Figura 5.40. Registro de Finck (1871:374, fig. 1) de la forma como se fortificación los asentamientos.
142
332
Figura 5.41. Disposición de los montículos Matlaluca y el número de bolsas asociadas; los cuadros achurados
son áreas que no pudieron recorrerse (plano de Díaz Flores, Cordero Villaloz y Bravo Almazán).
143
Figura 5.42. Montículo mayor (M6) de Matlaluca; nótese la gran cantidad de piedra dispersa, producto del
colapso sistemático de la construcción (registro fotográfico de la autora).
144
Figura 5.43. Centro de la cancha (M3) de Matlaluca, desde el montículo mayor (registro fotográfico de la
autora).
144
Figura 5.44. Paso del Cedro/Rancho don Carmelo: datos generales (elaboración propia).
145
Figura 5.45. Paso del Cedro en el contexto municipal (mapa de la autora, generado en QGis).
145
Figura 5.46. Disposición de los elementos arquitectónicos de Paso del Cedro (mapa de la autora, basado en
proceso de LiDAR y con imágenes de Google Earth Pro, generado en QGis).
146
Figura 5.47. Cancha, perfil y vista lateral (registro fotográfico de la autora).
146
Figura 5.48. Montículo mayor (M5) con 11m y el montículo 10, apenas perceptible (registro fotográfico de la
autora).
147
Figura 5.49. Vista aérea de Paso del Cedro y Ameyal, es notorio un cambio del área indicada con flechas
(mapa de la autora, generado en QGis).
148
Figura 5.50. Tenanzintla: datos generales (elaboración propia).
148
Figura 5.51. Ubicación de Tenanzintla en el contexto municipal (mapa de la autora, generado en QGis).
149
Figura 5.52. Montículo mayor de Tenanzintla, sumamente destruido (registro fotográfico de la autora).
150
Figura 5.53. Elementos arquitectónicos de Tenanzintla, pasos y flanqueos (mapa de la autora, generado en
QGis).
150
Figura 5.54. La cancha casi imperceptible; paso entre Tenanzintla y Ameyal (registro fotográfico de la autora).
151
Figura 5.55. Tranca del Negro: datos generales (elaboración propia).
151
Figura 5.56. Ubicación del núcleo urbano de Tranca del Negro en el contexto municipal (mapa de la autora,
generado en QGis).
152
Figura 5.57. Disposición de los elementos arquitectónicos de Tranca del Negro (mapa de la autora, basado en
proceso de LiDAR y con imágenes de Google Earth Pro, generado en QGis).
153
Figura 5.58. Montículo mayor 2015 y en 2021 (registro fotográfico de la autora).
153
Figura 5.59. Vista lateral de la cancha y montículos 11 y 12 (registro fotográfico de la autora).
154
Figura 5.60. La Flor: datos generales (elaboración propia).
154
333
Figura 5.61. La Flor en el contexto municipal (mapa de la autora, generado en QGis).
155
Figura 5.62. Montículo mayor y cancha de La Flor (registro fotográfico de la autora).
155
Figura 5.63. Disposición y reconstitución de los montículos (mapa de la autora, basado en datos de campo,
proceso de LiDAR y con imágenes de Google Earth Pro, generado en QGis).
156
Figura 5.64. Yual: datos generales (elaboración propia).
157
Figura 5.65. Yual en el contexto municipal (mapa de la autora, generado en QGis).
158
Figura 5.66. Yual, disposición de los montículos (mapa de la autora, basado en datos de campo, proceso de
LiDAR y con imágenes de Google Earth Pro, generado en QGis).
158
Figura 5.67. Cancha (perfil) y montículo mayor con 12 metros (registro fotográfico de la autora).
159
Figura 5.68. Elemento arquitectónico 3, son notorios los sillares y los alineamientos (registro fotográfico de la
autora).
159
Figura 5.69. Elemento arquitectónico 8, son notorios los sillares y los alineamientos (fotografía propia).
160
Figura 5.70. Vista satelital de Yual e Ídolos (imagen de la autora, generada en Google Earth).
160
Figura 5.71. Reconstitución del perfil de los montículos de la cancha del PPC de Yual; único que se ha podido
definir (elaboración propia).
161
Figura 5.72. Coyotepec: datos generales (elaboración propia).
161
Figura 5.73. Ubicación de Coyotepec en el contexto municipal, la flecha indica la ubicación de la muralla que
atraviesa la meseta (mapa de la autora, generado en QGis).
162
Figura 5.74. Elementos arquitectónicos de Coyotepec, en los que destaca la muralla que atraviesa la meseta
de norte a sur y parte de las barrancas que separan de Rincón Macho, además de dos mogotes
acondicionados como puntos de vigilancia (mapa de la autora, generado en QGis).
163
Figura 5.75. Montículo 1 de Coyotepec y prominencias de basalto o mogotes entre Coyotepec y Rincón
Macho.
164
Figura 5.76. Cancha en Coyotepec y su entorno, nótese la ausencia de rasgos arquitectónicos.
164
Figura 5.77. Vistas de la muralla de Coyotepec en el área de la barranca que limita con Rincón Macho (registro
fotográfico de la autora).
165
Figura 5.78. Parte de la muralla de Coyotepec que se encuentra sobre la meseta; huella de los horcones sobre
el muro (registro fotográfico de la autora).
165
Figura 5.79. Ídolos: datos generales (elaboración propia).
166
Figura 5.80. Ubicación de Los Ídolos en el contexto municipal (mapa de la autora, generado en QGis).
167
334
Figura 5.81. Núcleo de la construcción del 2º montículo que cierra Ídolos (registro fotográfico de la autora).
168
Figura 5.82. Disposición de los elementos arquitectónicos de Los ídolos; también,
168
las bolsas de material (mapa de Díaz Flores y Cordero Villaloz).
168
Figura 5.83. Ubicación de la oquedad donde se encuentra un patolli; calca realizada por I. Jiménez (registro
fotográfico de la autora).
169
Figura 5.84. Tío Tamal: datos generales (elaboración propia).
170
Figura 5.85. Ubicación de Tío Tamal en el contexto municipal (mapa de la autora, generado en QGis).
170
Figura 5.86. Elementos arquitectónicos de Tío Tamal, predominan las construcciones perimetrales (mapa de
la autora, generado en QGis).
171
Figura 5.87 Plataforma 1 y el montículo 5, el más alto del sitio (registro fotográfico de la autora).
172
Figura 5.88. Muro perimetral en el borde de Tío Tamal, y vista desde el paso a Ameyal (registro fotográfico de
la autora).
173
Figura 5.89. Rincón Macho: datos generales (elaboración propia).
173
Figura 5.90. Ubicación de Rincón Macho en el contexto municipal (mapa de la autora, generado en QGis). 174
Figura 5.91. Disposición de los elementos arquitectónicos en Rincón Macho (mapa de la autora, generado en
QGis).
175
Figura 5.92. Restos del muro de flanqueo (registro fotográfico de la autora).
175
Figura 5.93. Cueva en Rincón Macho, y aspecto del área final de la meseta (registro fotográfico de la autora).
176
Figura 5.94. Ubicación del Huaje/Mata del Venado, Mata Pastor y el Encanto en el contexto municipal (mapa
de la autora, generado en QGis).
177
Figura 5.95. El Huaje/Mata del Venado: datos generales (elaboración propia).
177
Figura 5.96. Distribución de los elementos arquitectónicos, área de influencia, con achurado las áreas no
recorridas (plano de Díaz Flores y Cordero Villaloz).
178
Figura 5.97. Montículo 4, Mata del Venado.
179
Figura 5.98. Depósito de agua cavado en la plaza; al fondo, el montículo 3, el de mayor altura. Planta y perfil
del montículo.
179
Figura 5.99. Camino oculto cavado en las paredes de la barranca entre Huaje y Coyolito; planta de su
ubicación (registro fotográfico y mapa de la autora con datos de campo, generado en QGis).
180
335
Figura 5.100. Mata Pastor: datos generales (elaboración propia).
180
Figura 5.101. Ubicación de los elementos arquitectónicos de Mata Pastor (plano de la autora).
181
Figura 5.102. Área de influencia de Mata Pastor y las bolsas de material asociadas (mapa Díaz Flores y
Cordero Villaloz); plataforma 2, destaca la fuerte destrucción (registro fotográfico de la autora).
181
Figura 5.103. Montículos 1 y 2 de Mata Pastor, nótese la intensa destrucción (registro fotográfico de la
autora).
182
Figura 5.104. El Encanto: datos generales (elaboración propia).
182
Figura 5.105. Encanto en el contexto local, muestra su único montículo (mapa de la autora, generado en
QGis).
183
Figura 5.106. Montículo único de Encanto (registro fotográfico y plano de la autora.
184
Figura 5.107. Único ejemplar cerámico completo, procedente de Ameyal, tipo Plaza, serie Jamapa, período
Clásico medio (registro fotográfico de la autora).
184
Figura 5.108. Gráfica de porcentaje de las series cerámicas por sitio; destaca significativamente la Jamapa, de
factura local (elaboración de la autora, generada en Excel).
186
Figura 5.109. Gráfica general de la cerámica por período cronológico, destaca el Clásico (elaboración de la
autora, generada en Excel).
187
Figura 5.110. Gráfica de la cronología por sitio, es notoria la prevalencia del período Clásico (elaboración de la
autora, generada en Excel).
188
Figura 5.111. Gráfica de cerámica por calidad y por sitio (elaboración de la autora, generada en Excel).
189
Figura 5.112. Porcentajes de obsidiana por sitio, destacan las provenientes del valle de Ixtetal y en menor
cantidad, Zaragoza-Oyameles (elaboración de la autora, generada en Excel).
190
Figura 5.113. Obsidiana de Ixtetal, de Zaragoza-Oyameles y verde de Sierra de las Navajas (registro
fotográfico de la autora).
191
Figura 6. PPC de Matlaluca: 91° y de La Flor: 103°.
192
Figura 6.1. PPC de Yual: 77° y Ameyal: 105°.
193
Figura 6.2. PPC de Coyolito: 108° y de Fortín de Máfara: 97°.
193
Figura 6.3. PPC de Máfara II: 100° y de Mata del Olvido, PPC norte: 105°.
194
Figura 6.4. Mata del Olvido, PPC sur: 103° y de Paso del Cedro: 96°.
194
Figura 6. 5. PPC de Tenanzintla: 97° y de Tranca del Negro: 97°.
194
336
Figura 6.6. Tabla de distancias entre PPC contiguos (elaboración propia).
195
Figura 6.7. Distribución de los complejos arquitectónicos PPC en el área de estudio (mapa de la autora,
generado en QGis).
195
Figura 6.8. Grafo de interacciones visuales, es notoria la alta densidad (elaboración propia, generado en
NetDraw).
196
Figura 6.9. Grafo de interacciones físicas con alta densidad (elaboración propia, generado en NetDraw).
197
Figura 6.10. Resultados de las tres medidas de centralidad: grado, intermediación y cercanía (elaboración
propia).
198
Figura 6.11. Gráfica de rango de interacciones no dirigidas (elaboración propia, generado en Excel, datos
estadísticos procesados en UCINET).
198
Figura 6.12. Gráfica de interacciones visuales: bidireccionales, de entrada y de salida (elaboración propia,
generado en Excel con datos estadísticos procesados en UCINET).
200
Figura 6.13. Gráfica de interacciones físicas: bidireccionales, de entrada y de salida (elaboración propia,
generado en Excel con datos estadísticos procesados en UCINET).
201
Figura 6.14. Distancias y promedio entre canchas contiguas (elaboración propia).
202
Figura 6.15. Distribución de las canchas, se incluye la ubicada en el Castillo (mapa de la autora, generado en
QGis).
203
Figura 6.16. Gráfica de interacciones físicas direccionadas: de entrada y de salida (elaboración propia,
generado en Excel).
204
Figura 6.17. Gráfica de rango de centralidad de conexiones físicas no dirigidas (elaboración propia, generado
en Excel).
206
Figura 6.18. Gráfica comparativa de cercanías (closeness) visuales y físicas (elaboración propia, generado en
Excel con datos estadísticos procesados en UCINET).
207
Figura 6.19. Gráfica de centralidad de grado de intermediación (betweenness) visual y física, nótese la
preeminencia de control visual de Ameyal; a nivel físico, destacan Tío Tamal, Rincón Macho y Matlaluca
(elaboración propia, generado en Excel con datos estadísticos procesados en UCINET).
208
Figura 6.20. Dieciséis subgrupos de interacción visual, generados por Clique (elaboracion propia con datos
estadísticos procesados en UCINET).
210
Figura 6.21. Diagrama de conjuntos (Cluster diagram), generado a partir de subgrupos visuales con
interacción directa, a menor valor, la agrupación es más lejana (elaboracion propia con datos procesaos en
UCINET).
210
337
Figura 6.22. Seis subgrupos de interacción física generados por Clique (elaboracion propia con datos
procesados en UCINET).
211
Figura 6.23. Diagrama de conjuntos (Cluster diagram), generado a partir de subgrupos de interacción física de
línea directa, a menor valor, la agrupación es más inaccesible (elaboracion propia con datos procesados en
UCINET).
212
Figura 6.24. Gráfica de yuxtaposición de sitios (visual y física) en clique o interacción directa (elaboración
propia, generado en Excel con datos estadísticos procesados en UCINET).
212
Figura 6.25. Resultados de N-Clique y N-Clan, subgrupos visuales generados, resultaron idénticas las nuevas
agrupaciones (elaboración propia, generado en UCINET).
214
Figura 6.26. Diagrama de conjuntos visuales (Cluster diagram), generado de N-Clique que resultó igual a NClan (elaboración propia, generado en UCINET).
214
Figura 6.27. Resultados de N-Clique y N-Clan, subgrupos físicos generados; pese a que en N-Clan se muestran
los subgrupos afines, es notoria la semejanza en los conjuntos resultantes (elaboración propia, con datos
procesados en UCINET).
215
Figura 6.28. Diagrama de conjuntos de interacciones físicas (Cluster diagram), generado a partir de subgrupos
con intermediario (elaboración propia, generado en UCINET).
216
Figura 6.29. Gráfica de resultados en N-Clique y N-Clan de yuxtaposiciones (visual y física) (elaboración
propia, generado en Excel con datos estadísticos procesados en UCINET).
217
Figura 6.30. Mapa de grupos Clique (sin intermediarios visuales), (mapa de la autora, generado en QGis con
datos estadísticos procesados en UCINET).
218
Figura 6.31. Mapa de grupos Clique (sin intermediarios físicos), (mapa de la autora, generado en QGis con
datos estadísticos procesados en UCINET).
219
Figura 6.32. Panorama general de la agrupación de territorios de acuerdo con el espacio controlado (mapa de
la autora, generado en ArcMap y QGis).
220
Figura 6.33. Acercamiento al área de estudio, mostrando el resultado de TOC (mapa de la autora, generado
en ArcMap y QGis).
220
Figura 6.34. Cuadro de la procedencia de materiales alóctonos del municipio de Zentla (todas las cronologías,
elaboración propia).
222
Figura 6.35. Mapa de los sitios con intercambio durante el período Clásico, manifiestos en los materiales
procedentes de contexto arqueológico en los sitios del municipio de Zentla (mapa de la autora, generado en
QGis).
222
Figura 6.36. Rutas 1, 2 y 3 de Zentla a Cotaxtla, valle de Córdoba e Ixtetal, centro de Veracruz (mapa de la
autora, generado en QGis).
224
338
Figura 6.37. Ruta propuesta hacia el centro-norte de Veracruz (mapa de la autora, generado en QGis).
225
Figura 6.38. Ruta de la región de Zentla al Altiplano Central, vía Huatusco, transita por los estados de Puebla,
Tlaxcala y Estado de México (mapa de la autora, generado en QGis).
226
Figura 6.39. Porcentajes de orientaciones en una muestra del centro-sur de Veracruz (cuencas bajas de
Jamapa-Cotaxtla), predomina N-S, y de una muestra de Puebla (Cantona y Cuauhyehualulco), predomina la
orientación E-W (elaboración propia, generad en Excel).
228
Figura 6.40. Gráfica de orientaciones expresada en grados azimut. Construida con datos de Marquina 1990,
Stark 1999, Miranda y Daneels 1998, Daneels 2016, Martínez Calleja 2018, Beltrán 2022, Heredia Guillén 2023
y Bravo Almazán (elaboración propia, generada en Excel).
229
Figura 6.41. PPCP de Ameyal y de La Flor, nótese la prolongación secuencial de la visual desde el montículo
mayor a una segunda plaza.
230
Figura 7. Cuadro general de correspondencias cronológicas en el entorno del mundo antiguo (modificado de
Villalobos 1992).
231
Figura 7.1. La región de Zentla en el contexto de las etapas de desarrollo cultural de Mesoamérica
(modificado de Gendrop 1997:66).
232
Figura 7.2. Visual en un PPCP proyectada desde el montículo mayor hacia dos plazas entre las que media una
cancha, por su parte, la visual desde la plaza 2 mantiene una perspectiva jerarquizada (elaboración propia).
234
Figura 7.3. Piedra labrada, Cantona (Montero 2014:135, figura 10) y patrón de círculos punteados, Zentla
(registro fotográfico de la autora).
235
Figura 7.4. Fragmento de figurilla con facies tipo olmeca procedente de Zentla (colección particular);
fragmento de vasija de tradición olmeca (Candelaria naranja esgrafiado fino), procedente de Ídolos
(clasificación, registro gráfico y fotográfico de la autora).
235
Figura 7.5. Unidades territoriales (UT) derivadas del territorio óptimamente cubierto y del análisis relacional,
se muestra la ruta propuesta a través del sistema (mapa de la autora, generado en ArcMap y QGis con datos
estadísticos procesados en UCINET).
236
Figura 7.6. Fragmento de yugo reutilizado como alisador, la flecha muestra el intenso desgaste, procedente
de Matlaluca, asociado con la plaza principal (análisis y registro fotográfico de la autora).
239
Figura 7.7. Cerámica tipo Espinal polícromo cholulteca, presencia material de grupos relacionados con el
Altiplano durante el período Posclásico. Matriz de piedra y argamasa de la construcción que flanqueó el
acceso a Ídolos (clasificación, registro gráfico y fotográfico de la autora).
241
339