EMDR y psicosis:
Pautas de conceptualización y tratamiento
David P. G. Van den Berg
Instituto Psiquiátrico Parnassia, La Haya, Holanda
Berber M. Van der Vleugel
Servicio Comunitario de Salud Mental GGZ Noord-Holland Noord, Alkmaar, Holanda
Anton B. P. Staring
Instituto Psiquiátrico Altrecht, Utrecht, Holanda
Paul A. J. De Bont
Organización de Salud Mental GGZ Oost Brabant Land van Cuijk en Noord Limburg, Boxmeer, Holanda.
Ad De Jongh
Centro Académico de Odontología de Amsterdam (ACTA)
Universidad de Amsterdam y Universidad VU
Escuela de Ciencias de la Salud de Amsterdam, Universidad de Salford, Manchester, Inglaterra
Un porcentaje significativo de clientes con psicosis ha experimentado trauma infantil y sufre de trastorno
de estrés postraumático comórbido. Las investigaciones indican que la exposición a eventos angustiosos
los primeros años de vida juega un papel importante en la aparición y persistencia de síntomas psicóticos, ya sea directa o indirectamente. El Enfoque de Dos Métodos para la conceptualización de EMDR
y los recientes descubrimientos sobre el reprocesamiento de las imágenes relacionadas con la psicosis
encajan con los modelos cognitivos actuales de psicosis. En este artículo se presentan una serie de
pautas preliminares para conceptualizar el tratamiento EMDR de la psicosis, basadas tanto en la teoría
como en la experiencia clínica, y se ilustran con ejemplos de casos. Se describen diversos obstáculos
y estrategias de tratamiento para el uso de EMDR en la psicosis. El EMDR para la psicosis puede combinarse muy bien con otras intervenciones estándar, tales como la medicación psicotrópica y la terapia
cognitivo-conductual.
Palabras clave: trauma; psicosis; EMDR; delirios; alucinaciones verbales auditivas; TEPT.
studios recientes revelan de forma inequívoca
que la mayoría de las personas con psicosis han
sufrido traumas en la infancia y que estas experiencias adversas pueden influir causalmente en el
desarrollo y la persistencia de los síntomas psicóticos
(Matheson, Pastor, Pinchbeck, Laurens y Carr, 2013;
Read, Van Os, Morrison y Ross, 2005; Varese at al.,
2012). Por otra parte, las relaciones entre el trauma y
la psicosis se han vuelto más claras (Morrison, Frame
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y Larkin, 2003). Esto sugiere que los tratamientos
centrados en el trauma pueden ser una incorporación
importante al tratamiento de la psicosis (Callcott,
Standart y Turkington, 2004).
Una parte importante de los clientes con psicosis
sufre de trastorno de estrés postraumático comórbido (TEPT). Las tasas de prevalencia estimadas para
el TEPT actual en la psicosis varían entre un 10 y
un 30% (Achim et al., 2011; Buckley, Miller, Lehrer
This article originally appeared as Van den Berg et al. (2013). EMDR in Psychosis: Guidelines for Conceptualization and
Treatment. Journal of EMDR Practice and Research, 7(4): 208–224. Translated by Miriam Ramos Morrison.
Journal of EMDR Practice and Research, Volume 9, Number 1, 2015
© 2015 EMDR International Association
http://dx.doi.org/10.1891/1933-3196.9.1.E29
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y Castle, 2009). Otros estudios sobre el TEPT en la
psicosis encuentran tasas de prevalencia más altas,
pero la mayoría de estos estudios tienen limitaciones importantes debido al uso de auto-informes o de
muestras pequeñas. Además, algunos estudios no indican si se ha estudiado el TEPT del presente o el de
la vida entera.
Muchos terapeutas son reacios a utilizar la terapia
EMDR u otras terapias centradas en el trauma, tales
como la exposición prolongada (EP), con clientes que
sufren de psicosis y TEPT comórbido. En consecuencia, la psicosis ha sido un criterio de exclusión en casi
todos los estudios sobre TEPT (Spinazzola, Blaustein
y Van der Kolk, 2005). Aunque la evidencia empírica
de la eficacia del tratamiento del trauma en la psicosis
es escasa, la experiencia clínica y los estudios exploratorios son prometedores (De Bont, Van Minnen y
De Jongh, 2013; Frueh et al., 2009; Van den Berg y
Van der Gaag, 2012). Estos estudios cuestionan las
creencias tradicionales de que la psicosis debería ser
una contraindicación para el tratamiento del TEPT
comórbido en personas con psicosis.
Dos de estos estudios aplicaron con éxito y de manera segura la terapia EMDR. Las tasas de abandono
fueron bajas y se encontró que el tratamiento del TEPT
estaba asociado con una mejoría significativa de la depresión, la ansiedad, la autoestima, e incluso en uno
de estos estudios parecía haber disminuido la cantidad
de alucinaciones (Van den Berg y Van der Gaag, 2012).
Claramente, es necesario continuar investigando. En
el momento de escribir este texto, se está realizando
un ensayo clínico aleatorizado multi-céntrico, que investiga la seguridad y la eficacia de la terapia EMDR
y la exposición prolongada para tratar a clientes con
psicosis y TEPT comórbido (De Bont, Van den Berg,
et al., 2013). Cabe destacar que, en estos estudios, no
se utilizaron procedimientos de estabilización previos
a la aplicación del procedimiento EMDR.
Hasta la fecha, sólo un estudio publicado ha utilizado EMDR para hacer blanco específicamente sobre los
síntomas psicóticos en lugar del TEPT comórbido. En
este ensayo clínico aleatorizado, se utilizó el EMDR
para hacer blanco sobre los síntomas psicóticos en
un ámbito hospitalario (N ⫽ 45; Kim et al., 2010). Se
compararon los efectos de tres sesiones de EMDR con
un entrenamiento en relajación. No se encontraron
efectos o diferencias significativas. Probablemente,
esta falta de efecto se deba al hecho de que todos los
clientes habían sido ingresados por un episodio psicótico agudo y, en consecuencia, habían recibido un
tratamiento amplio (incluyendo medicamentos). Esto
podría haber ocultado el resto de los efectos del tratamiento. Tal vez lo más importante a tener en cuenta
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es que el método EMDR no causó ningún tipo de
problema.
En este artículo se describen la conceptualización
y la aplicación del EMDR en el tratamiento de los
síntomas psicóticos y las imágenes relacionadas con
la psicosis, utilizando el enfoque de dos métodos. La
atención se centra principalmente en los delirios y las
alucinaciones auditivas verbales (es decir, voces). Este
enfoque está ilustrado con varios ejemplos de casos.
Por otra parte, se presta atención a los obstáculos y las
complicaciones con los que nos podemos encontrar
al aplicar la terapia EMDR a clientes con psicosis. Se
presentan estrategias de tratamiento para hacer frente
a estos obstáculos. Debido a la naturaleza compleja de
la mayoría de las psicosis, se sugiere que el EMDR se
combine con otras estrategias terapéuticas, incluyendo el uso de intervenciones cognitivo-conductuales.
Cabe señalar que, por el momento, no existe una base
científica para el uso de EMDR en la psicosis. Por consiguiente, este artículo se basa en la experiencia clínica
de los autores.
Hablando del trauma en la psicosis
Por lo general, los clientes con enfermedades mentales graves (EMG) tienen ganas de hablar de sus experiencias traumáticas (Lothian y Read, 2002). Por el
contrario, los terapeutas parecen temer que, inevitablemente, esto dará lugar a eventos adversos (Read,
Hammersley y Rudegeair, 2007). Esta “hipótesis del
daño” está, sin embargo, en contradicción con estudios de intervención (de Bont, Van Minnen, et al.,
2013; Frueh et al., 2009; Mueser et al., 2008; Van den
Berg y Van der Gaag, 2012). Además, dicho supuesto
no encontró apoyo en un estudio que vio que los
clientes con EMG lidian bien con las entrevistas sobre
el trauma (Grubaugh, Tuerk, Egede y Frueh, 2012).
El hablar sobre traumas y experiencias disfuncionales de interacción con padres, compañeros y otras
personas puede ser inquietante para los clientes, pero esto no se observa exclusivamente en aquellos
que sufren de psicosis. Por ello, el terapeuta debe ser
empático, pero a la vez ha de estar orientado hacia
los objetivos. Una analogía útil es la de un médico de
primeros auxilios que limpia y cose una herida desagradable, no sólo de modo empático sino también
orientado a la tarea, en lugar de proyectar miedo a la
sangre y al dolor. El sufrimiento emocional que acompaña al tratamiento de los traumas es generalmente
temporal. La carga de ir por la vida con un TEPT sin
tratar es, a menudo, mucho más preocupante, ya que
se traduce en el refuerzo de ciclos negativos entre los
síntomas del TEPT y la psicosis (Mueser, Rosenberg,
Journal of EMDR Practice and Research, Volume 9, Number 1, 2015
Van der Berg et al.
Goodman y Trumbetta, 2002). Consideremos los siguientes motivos:
Por desgracia, has experimentado algunas cosas
realmente terribles. Afortunadamente, estas
cosas están ahora en el pasado. Sin embargo,
todavía experimentas recuerdos intrusivos de
ellas. Como sabes, los recuerdos pueden ser muy
inquietantes, pero realmente no pueden hacerte
daño [dar un ejemplo: tu padre realmente te
hizo daño físicamente; pero el recuerdo de tu
padre no]. En el tratamiento, vamos a trabajar
con tus peores recuerdos. Esto te ayudará a experimentar que tienes la fuerza y la resistencia
necesarias para hacerles frente. Estoy seguro de
que tú también tendrás éxito.
Muchos clientes con EMG llevan consigo planes
de afrontamiento o planes de emergencia. Para facilitar la estabilidad y la seguridad, estos planes pueden
ser actualizados y adaptados antes de que comience
el tratamiento con EMDR. Por otra parte, los autores
del presente estudio destacan la importancia de tener
experiencia con clientes psicóticos antes de utilizar el
EMDR con esta población. Aunque se defiende el uso
del procedimiento estándar de EMDR, se considera
importante estar familiarizado con la complejidad de
la mayoría de las psicosis, la presencia de trastornos
comórbidos y el contexto de trabajo dentro de un
equipo multidisciplinario de salud mental.
Indicaciones para el uso de EMDR
en la psicosis
En primer lugar, en la psicosis, el EMDR está indicado
para el TEPT comórbido. El TEPT es un trastorno
comórbido de alta prevalencia en la psicosis (Achim
et al., 2011; Buckley et al., 2009). El TEPT no tratado
TABLA 1.
influye negativamente en los síntomas de psicosis y
en el pronóstico de los clientes (Mueser et al., 2002).
En segundo lugar, el EMDR puede ser utilizado
con los síntomas psicóticos que estén directamente relacionados con acontecimientos vitales (traumáticos)
anteriores. Por ejemplo, la paranoia que comenzó inmediatamente después de una experiencia traumática
(por ejemplo, un atraco) o las voces que están claramente relacionadas con el trauma (Hardy et al., 2005;
Morrison et al., 2003).
En tercer lugar, el uso de EMDR está indicado
cuando los acontecimientos de la vida influyen indirectamente en la psicosis a través de creencias centrales y
supuestos intermedios sobre uno mismo, los demás y
el mundo. Por ejemplo, las experiencias de acoso en la
infancia pueden dar lugar a expectativas negativas de
los demás, lo que finalmente se traduce en delirios paranoides (Fisher et al., 2012). Del mismo modo, se ha
demostrado que la baja autoestima influye intensamente en las reacciones a las voces insultantes (Paulik, 2012).
Las investigaciones indican que estos supuestos forman
un importante vínculo cognitivo entre el trauma y la
psicosis (Fowler et al., 2006; Gracie et al., 2007).
Por último, el EMDR puede utilizarse para reprocesar expectativas imaginadas poco realistas,
atemorizantes y negativas o imágenes negativas relacionadas con la psicosis. La mayoría de los clientes
con psicosis refieren este tipo de imágenes intrusivas
(Lockett et al., 2012; Morrison et al., 2002; Schulze,
Freeman, Green y Kuipers, 2013). Los resultados preliminares muestran que trabajar con las imágenes podría
reducir los síntomas psicóticos (Morrison, 2004).
La Tabla 1 muestra las posibles indicaciones y conceptualizaciones para la aplicación de EMDR en la
psicosis usando el enfoque de dos métodos (De Jongh,
Ten Broeke y Meijer, 2010). El terapeuta puede seguir
el protocolo estándar de EMDR, sin embargo, debe
Indicaciones y conceptualización para el EMDR en la psicosis
Objetivo
Blanco / Diana
Método
Reducción de síntomas del
TEPT comórbido
Recuerdos de eventos vitales
traumáticos que se reviven con
frecuencia
Recuerdos de eventos vitales directamente conectados con la psicosis
Recuerdos de eventos vitales indirectamente conectados con la
psicosis
Imágenes relevantes relacionadas con
la psicosis
Protocolo estándar de EMDR
Reducción de síntomas
psicóticos
Enfoque del primer método de EMDR
Enfoque del segundo método de EMDR
EMDR sobre los “flash-forwards” o imágenes (fantasías)
Nota. TEPT: Trastorno de Estrés Postraumático; EMDR: siglas en inglés de Desensibilización y Reprocesamiento por Movimientos
Oculares (Eye Movement Desensitization and Reprocessing).
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tener en cuenta ciertos obstáculos específicos que posiblemente puedan aparecer en los clientes psicóticos.
Éstos se comentarán más adelante en este artículo,
junto con varias estrategias de tratamiento para hacerles frente.
EMDR, el enfoque de dos métodos y
las imágenes
La experiencia adquirida en la aplicación de EMDR en
los últimos años ha demostrado que es posible extender
este tratamiento a una amplia variedad de síntomas psicológicos. En consecuencia, cuando un terapeuta en el
contexto de su tratamiento decide usar terapia EMDR,
el tratamiento se centrará en volver a dar forma a los
recuerdos que sustentan los síntomas que sufre el
cliente. Por tanto, antes de comenzar el tratamiento, el
terapeuta tendrá que elaborar una hipótesis coherente
sobre la relación entre los problemas presentados, además del TEPT en sí, así como un listado de recuerdos
diana significativos para tratarlos con EMDR.
El enfoque de dos métodos es un enfoque integral
destinado a ayudar a los terapeutas a conceptualizar sus casos, haciendo, por tanto, que sea posible
formular hipótesis sobre qué blancos son esenciales
para aliviar los síntomas. En otras palabras, se trata
de un procedimiento estructurado que se realiza antes del EMDR para seleccionar qué recuerdos vamos
a procesar. Después de que se hayan identificado las
dianas utilizando este método, se utiliza el protocolo estándar de EMDR para reprocesar los recuerdos
(De Jongh et al., 2010). El enfoque de dos métodos
es considerado como una expansión del modo tradicional de conceptualización de EMDR mediante
preguntas (Shapiro, 1995, 2001). Este modelo de conceptualización del caso tiene dos componentes (ver
De Jongh et al., 2010 para una descripción detallada).
El primer método (véase la Figura 1) se utiliza con los síntomas, por lo que los recuerdos de los
acontecimientos etiológicos y agravantes pueden ser
identificados y formulados en una línea de tiempo de
manera significativa. Está dirigido principalmente a
la conceptualización de EMDR en el tratamiento de
los trastornos del Eje I del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales, cuarta edición, texto
revisado (DSM-IV-TR). El punto de partida es el síntoma diana o blanco (cluster). Se identifican los eventos
etiológicos y los agravantes posteriores. Las preguntas
para aclarar esto son las siguientes: “Desde tu punto
de vista, qué hecho o hechos es/son responsable de
tus problemas actuales o han podido empeorarlos?”
o “¿qué acontecimientos han dado lugar a tus síntomas?” Trazamos entonces una línea de tiempo con el
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curso de los problemas. Se identifican los recuerdos
diana más importantes y se puntúan en una jerarquía.
Posteriormente, se aplica el protocolo estándar.
El segundo método se utiliza para identificar los
recuerdos que subyacen a las creencias nucleares disfuncionales o suposiciones intermedias del cliente.
Este método se utiliza principalmente con psicopatología compleja en la que los supuestos disfuncionales
subyacentes tienen una influencia importante. El
punto de partida en el segundo método son las creencias centrales negativas disfuncionales que están
conectadas con los problemas del cliente. Se identifican las imágenes diana de las experiencias que han
llevado a la formación de estas creencias negativas
sobre uno mismo, los demás y el mundo (la llamada
“evidencia”). Aquí se pueden hacer las siguientes preguntas: “¿Qué te hizo (empezar a) creer que eres un
(a) ____ [creencia nuclear]?”; “¿qué te ‘enseñó’ que
eres (a) ____ [creencia nuclear]?”; “¿qué experiencias
tempranas ‘prueban’, por así decirlo, hoy en día que
eres (a) ____ [creencia nuclear]?”; o “piensa en una
situación más reciente que te indique claramente que
eres (a) ____ [creencia nuclear]” Estas evidencias
son posteriormente valoradas jerárquicamente (de
“pruebas” fuertes a débiles) y se reprocesan con el
protocolo estándar de EMDR para obtener la desactivación de los esquemas negativos o una disminución
de su credibilidad.
Además, hay un tercer modo de conceptualización
de casos dentro del EMDR. Está dirigido a expectativas
poco realistas y atemorizantes o imágenes negativas
asociadas con la psicopatología. Esto encaja con la
creciente evidencia que muestra que las imágenes son
un factor importante en la aparición y persistencia de
los trastornos emocionales (Beck, 1970; Hackmann,
Surawy y Clark, 1998). Originalmente, el EMDR está dirigido a imágenes negativas de acontecimientos
pasados (es decir, recuerdos o flashbacks). Engelhard,
Van den Hout, Janssen y Van Der Beek (2010) mostraron que esforzar la memoria de trabajo, tal y como
se hace en el EMDR, es capaz de reducir la viveza y la
emocionalidad de las imágenes negativas de acontecimientos temidos futuros (los llamados flash-forwards).
Este descubrimiento ha abierto todo un campo nuevo
de aplicación para el EMDR (Engelhard et al., 2011;
Logie y De Jongh, en prensa).
El enfoque del primer método con la
psicosis: EMDR dirigido a las experiencias
directamente conectadas con los síntomas
Cuando hay conexiones evidentes y directas entre
ciertos acontecimientos de la vida y el desarrollo y
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Van der Berg et al.
Evaluación
Síntomas
(p.ej., revivir eventos,
ansiedad, evitación)
Creencias nucleares
disfuncionales
(p.ej., “No valgo”)
¿Cuándo comenzaron estos
síntomas?
¿Qué situaciones/experiencias
“prueban” que eres un...?
¿Qué problemas estás
experimentando en el presente?
Desarrollo
e Instalación de
Recursos (DIR)
Blanco sobre el recuerdo(s)
Protocolo EMDR
Entretejido
Cognitivo (EC)
FIGURA 1. El enfoque de dos métodos de EMDR. Adaptado de De Jongh, A., Ten Broeke, E., & Meijer, S. (2010). Two
method approach: A case conceptualization model in the context of EMDR. Journal of EMDR Practice and Research, 4(1), 12–21.
la persistencia de síntomas psicóticos, se puede utilizar el primer método. En esencia, no hay diferencia
en la forma en que se aplica el EMDR en el tratamiento de los trastornos de ansiedad (de Jongh y
Ten Broeke, 2007).
A través del primer método, se hace blanco sobre
las experiencias que están directamente relacionadas con el inicio o empeoramiento de los síntomas
psicóticos o con el contenido de estos síntomas. La
mayoría de los clientes son capaces de identificar los
eventos estresantes que relacionan subjetivamente
con su paranoia o sus alucinaciones. Asimismo, suele recordarse claramente el momento concreto en
que la confusión de un cliente fue reemplazada por
una convicción delirante. Los recuerdos de los eventos etiológicos y agravantes pueden formularse de
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EMDR y psicosis: Pautas de conceptualización y tratamiento
manera significativa en una línea de tiempo y luego
procesarse utilizando el protocolo estándar de EMDR
(De Jongh et al., 2010; Shapiro, 2001). En realidad, dibujar esta línea de tiempo con un cliente puede ser
muy revelador, poniendo los hechos en el eje X y el
síntoma psicótico en el eje Y (Figura 2).
Ejemplo de caso: Primer método con TEPT
comórbido
Judy era una mujer de 46 años con diagnóstico de
trastorno esquizoafectivo desde hacía más de 20 años.
Había recibido asistencia social intensiva y sus síntomas psicóticos habían sido gestionados en su mayoría con medicación. Trabajaba en un restaurante 12
horas a la semana, donde aún experimentaba ideas de
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PSICOSIS
Gravedad de
síntomas
psicóticos
TIEMPO
Evento que disparó el
comienzo de las alucinaciones
o la paranoia
FIGURA 2.
Enfoque del primer método de EMDR en psicosis.
referencia. Cuando estaba estresada, a veces reaccionaba con estallidos de agresividad.
Un programa de televisión sobre un violador activó
algunos de los recuerdos de Judy. Cuando tenía 19 años,
sufrió acoso sexual en una playa. Al lograr huir, pudo
evitar ser violada. Sin embargo, el programa de televisión empeoró los flashbacks de este evento además del
insomnio, la hiperactivación y otros síntomas de TEPT
que se encontraban latentes. Empezó a sentir intensamente que había escapado por los pelos de una muerte
segura ese día en concreto. Cuando fue evaluada con
la Escala de TEPT Administrada por el Clínico (CAPS;
Blake et al., 1990), cumplía los criterios para el TEPT.
Seleccionar el evento y los blancos para el EMDR
no fue complicado en este caso: un evento único y
claro con flashbacks de la cara del agresor. La cognición negativa (CN) asociada con el blanco era “estoy
desprotegida”, la puntuación de la escala de unidades subjetivas de perturbación (SUD) fue de 9 (0 ⫽
ninguna perturbación, 10 ⫽ la peor posible). El proceso
de desensibilización transcurrió rápidamente y sin
obstáculos relevantes. El SUD bajó a 5, luego a 3, luego a 1 y luego a 0. La validez de la cognición positiva
(CP: “puedo con esto”) aumentó hasta el máximo, todo ello en una sola sesión. La sesión terminó con el
procedimiento de plantilla de futuro: Judy imaginaba
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Evento confirmador /
agravante
estar viendo una noticia en la televisión sobre un
violador y un asesino. Rápidamente juzgó que sería
capaz de lidiar con esto.
En la siguiente sesión, unos días más tarde, Judy
indicó que estaba sorprendida por el resultado. Hablar
del recuerdo ya no le disparaba reacciones emocionales intensas. Sin embargo, había evitado ver la
televisión la semana anterior, por miedo a que pudiesen volver los flashbacks. Se realizó una nueva sesión
de plantilla de futuro y se le asignó una tarea de exposición real: Judy y el terapeuta buscaron y leyeron
noticias de casos de violaciones en internet.
Al hacer un seguimiento, 6 meses después de terminar el tratamiento, Judy se había recuperado aún más
y había abandonado sus conductas evitativas. Había
dejado de dormir con la luz encendida, no evitaba la
televisión ni los periódicos y usaba el transporte público sin problema. Ya no cumplía los criterios para el
TEPT en el CAPS.
Ejemplo de caso: Primer método con voces
Francis era un refugiado de Sierra Leona en busca de
asilo. Había sido diagnosticado con esquizofrenia paranoide hacía 8 años. Durante la evaluación, indicó
escuchar voces que le amenazaban con frases como
Journal of EMDR Practice and Research, Volume 9, Number 1, 2015
Van der Berg et al.
“te vamos a cortar las manos” y “te vamos a matar”.
Estaba convencido de que esas voces pertenecían a
personas que de hecho estaban buscándole y esto le
producía suspicacia y mucha ansiedad. Se sobresaltaba fácilmente, sufría de pesadillas y tenía dificultad
para concentrarse. Las voces empezaron después
de ver a los rebeldes quemar a gente y cortarles las
manos. Los síntomas psicóticos (alucinaciones auditivas e interpretación paranoide) estaban directamente
relacionados con esas experiencias traumáticas, tanto
en origen como en contenido. Usando el enfoque del
primer método, se formuló la hipótesis de que el reprocesamiento de esos recuerdos tendría un efecto
positivo sobre sus síntomas psicóticos.
El terapeuta ofreció a Francis información sobre las consecuencias de experimentar un trauma.
Compartió su hipótesis de que las voces estaban directamente relacionadas con las experiencias traumáticas
en Sierra Leona y que esperaba que el tratamiento
del trauma pudiera resultar en una reducción de la
angustia. Francis identificó dos recuerdos diana muy
perturbadores: (a) Ver cómo quemaban viva a una
persona y (b) ver cómo le cortaban a alguien las dos
manos. La CN que acompañaba a ambas imágenes
fue “estoy en peligro”. Se utilizó el protocolo estándar
de EMDR para desensibilizar y las puntuaciones del
SUD empezaron a declinar.
Las alucinaciones complicaron el tratamiento. Las
voces amenazaban a Francis continuamente durante
los movimientos oculares, bloqueando la reducción
de la angustia experimentada. Francis no veía las
voces como síntomas de un trastorno. Estaba convencido de que estas voces eran los auténticos asesinos
y que estaban en Holanda, con lo que sentía que su
vida corría un gran peligro. El terapeuta aplicó una
intervención cognitiva que puede verse como un entretejido cognitivo extenso. Desafió las creencias de
Francis sobre la posibilidad de que los asesinos que había visto en Sierra Leona hacía 10 años le estuviesen
buscando ahora. Haciendo un cálculo probabilístico
acumulativo, Francis se dio cuenta de que tendrían
que cumplirse unas cuantas condiciones y de que la
posibilidad de que este fuera el caso era bastante baja. Sin embargo, todavía pensaba que era posible, se
sentía más seguro y se continuó con el EMDR. Las
puntuaciones del SUD en ambos blancos bajaron a 0
en unas pocas sesiones.
La integración de psicoeducación, intervenciones
cognitivas y EMDR ayudó a Francis a cambiar su
valoración de las voces. La idea de que las voces realmente era flashbacks muy vívidos comenzó a ganar
credibilidad poco a poco, lo cual le motivó a comenzar a ignorarlas. Esto redujo su preocupación respecto
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EMDR y psicosis: Pautas de conceptualización y tratamiento
a ellas. Esto dio como resultado que Francis se encontrara mucho mejor y las voces tuvieran menos peso
sobre su funcionamiento.
Ejemplo de caso: Primer método con delirios
Leonard era un hombre de 48 años con esquizofrenia
paranoide; fue diagnosticado tras la aparición de síntomas después de un robo que puso en peligro su vida
hacía unos años; antes de esto, nunca había estado en
contacto con los servicios de salud mental. El agresor
le amenazó con un cuchillo y, en el momento, Leonard
pensó que había escapado por poco de la muerte. Unas
semanas más tarde, Leonard se encontró con su agresor
en compañía de unos amigos. El agresor miró a Leonard e hizo un gesto amenazador con la mano (cortarle
la garganta) y todos los amigos del agresor se rieron.
Leonard concluyó: “Es un pandillero y van a matarme”.
Desde ese día, Leonard andaba por la calle extremadamente alerta. Esta hipervigilancia se convirtió en delirio paranoide, hasta el punto de pensar que todos las
personas de color formaban parte de una conspiración
para asesinarlo. Leonard se aisló, su empresa quebró y
su esposa le abandonó. Cuando buscó tratamiento en el
servicio de salud mental, estaba totalmente convencido
de que todas las personas de piel oscura en su ciudad
natal le perseguían. Leonard no experimentaba síntomas de revivencia como flashbacks o pesadillas. Pero
siguió preocupándose por su seguridad y por estar amenazado. A causa de estos síntomas, se le diagnosticó
esquizofrenia paranoide y su psiquiatra le recetó medicación antipsicótica. Leonard comenzó a preocuparse
algo menos por sus vecinos de color, pero sus convicciones no cambiaron y no salía de su casa. Leonard fue
derivado a terapia cognitivo-conductual (TCC).
Leonard y su terapeuta comenzaron a trabajar en la
formulación del caso. Estaba claro para Leonard que
había dos experiencias importantes relacionadas con su
miedo actual a la gente de color: (a) El robo y (b) haber
ido amenazado en plena calle. El terapeuta comparó
las quejas de Leonard con las de alguien que hubiera
desarrollado una fobia a los perros después de haber sido mordido por uno y Leonard se sintió comprendido.
El tratamiento psicológico comenzó con EMDR para
esas experiencias, con el plan de continuar con TCC.
El primer blanco fue la imagen del agresor poniéndole el cuchillo en la garganta. La CN al mirar esta
imagen era “estoy indefenso”. La puntuación SUD comenzó en 10 y se redujo a un 0 en una sola sesión. La
validez de la cognición (VOC, “puedo manejar esto”)
subió de un 3 a un 7. El terapeuta instaló una plantilla
de futuro para reducir su miedo a pasear a su perro y
encontrarse con vecinos de color. Leonard llegó a la
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Evento activador
Eventos
traumáticos
y
experiencias
vitales negativas
FIGURA 3.
Creencias nucleares
negativas/disfuncionales y
suposiciones intermedias:
• self
• otros
• el mundo
• Si…, entonces…
• Pensamientos
• Emociones
• Conducta
Enfoque del segundo método de EMDR en la psicosis.
conclusión de que era una persona fuerte y se encontró
motivado para empezar a pasear él mismo a su perro.
En la siguiente sesión, Leonard refirió menos ansiedad y preocupación. Había paseado al perro él solo
varias veces y pudo ignorar con éxito a hombres de
color. El segundo blanco fue su recuerdo del agresor haciendo el gesto de amenaza con sus amigos. La CN era
“estoy en peligro” y la CP deseada era “ahora estoy a salvo”. La plantilla de futuro se centró en hacer la compra
en el supermercado local, al que acudían muchos inmigrantes. Una vez más, Leonard concluyó que era fuerte.
Con EMDR se desensibilizaron con éxito los recuerdos diana y Leonard declaró que tenía dudas sobre la
veracidad de sus sospechas. Por lo tanto, el terapeuta
aplicó técnicas cognitivas. Leonard y su terapeuta reunieron todas las pruebas que apoyaban su creencia de
que la banda todavía quería asesinarlo. También miraron de cerca los temas que contradecían esta creencia,
por ejemplo, el hecho de que habían pasado varios años
sin un solo ataque. Después de algunos experimentos
conductuales, Leonard continuó la exposición in vivo.
El grupo de agresores potenciales imaginados se redujo rápidamente. Finalmente, Leonard sólo temía al
autor del robo y sus tres compañeros. Fue capaz de moverse libremente por su barrio y volver a trabajar media
jornada. Leonard todavía se asegura de no encontrarse
con el agresor. El terapeuta trató de motivar a Leonard
para un experimento conductual definitivo: indagar para
comprobar si el agresor todavía seguía interesado en él.
Leonard rechazó esta opción y la terapia terminó
de mutuo acuerdo.
Enfoque del segundo método en la
psicosis: EMDR dirigido a las experiencias
que ejercen una influencia indirecta sobre
las interpretaciones psicóticas de eventos
activadores del presente
Los supuestos básicos sobre uno mismo, los demás
y el mundo son factores importantes en el desarrollo
E36
Interpretación
disfuncional
y mantenimiento de la psicosis (Garety, Kuipers,
Fowler, Freeman y Bebbington, 2001). Estos esquemas negativos se desarrollan como consecuencia de
acontecimientos vitales negativos, tales como adversidad en la niñez, intimidación y experimentar discriminación. El enfoque del segundo método de EMDR
tiene como objetivo identificar y cambiar estas creencias nucleares negativas disfuncionales (De Jongh
et al., 2010).
En primer lugar, un procedimiento de evaluación
pretende conceptualizar los problemas de los clientes.
La figura 3 presenta el modelo general. Se evalúan
las creencias nucleares y los supuestos intermedios,
las experiencias vitales relevantes y las respuestas
disfuncionales.
Por definición, las formulaciones de los casos varían para cada individuo. Sin embargo, el terapeuta
puede tener en cuenta que, sobre todo, los traumas
de la infancia caracterizados por la intención de hacer
daño (por ejemplo, abuso sexual, abuso físico, acoso,
discriminación), la negligencia y el ser criado en una
institución están causalmente vinculados con síntomas de psicosis en adultos (Bentall, Wickham, Shevlin
y Varese, 2012; Varese et al., 2012). Para ilustrar la forma en que el EMDR puede ser conceptualizado en la
psicosis a través del enfoque del segundo método, se
resumen tres formulaciones de casos individuales de
EMDR simplificadas en la Tabla 2.
Sobre la base de la formulación del caso, el EMDR
a través del enfoque del segundo método se dirige a
aquellos acontecimientos traumáticos de la vida que
el cliente siente como la evidencia más convincente
de que sus creencias nucleares y suposiciones intermedias disfuncionales son ciertas. Cada una de estas
pruebas se reprocesa con el protocolo estándar de
EMDR. Se reprocesan las CNs disfuncionales (teniendo en cuenta que cada situación traumática puede
tener una CN y CP diferente) y se instalan CPs más
funcionales. El efecto que se pretende es que el conglomerado de nuevas CPs ayude a refutar las creencias
Journal of EMDR Practice and Research, Volume 9, Number 1, 2015
Van der Berg et al.
TABLA 2.
Breves ilustraciones del enfoque del segundo método de EMDR en la psicosis
Trauma
Creencias
centrales o
supuestos
intermedios
Respuesta disfuncional
Evento activador
Cognición
Emoción
Conducta
Me aíslo socialmente; le doy
vueltas a la
cabeza.
Llamo a mi marido
para que me proteja de su madre
asesina.
Auto-mutilación;
hago lo que me indican las voces.
Castigos de un
padre perfeccionista
“Soy un fracaso.”
Oír una voz
(“¡Eh, idiota!”)
“Lo sabía. No puedo
hacer nada bien.”
Triste
Abuso físico
de madre y
hermanos
“Estoy en peligro;
no puedo confiar en nadie.”
La suegra critica
como llevo
mi casa.
“Me odia, me quiere
matar.”
Miedo,
vergüenza
Abuso sexual
en la
infancia
“Soy débil.”
Voces imperativas
(“¡Tírate por las
escaleras!”)
“Tengo que rendirme
a ellos o me harán
más daño aún.”
Triste, miedo
nucleares disfuncionales generales. También ayudan
al cliente a reconocer que sus síntomas son respuestas
comprensibles frente a experiencias extraordinariamente adversas de la vida.
Ejemplo de caso: Enfoque del segundo método
con voces
Irene era una mujer de 49 años diagnosticada con esquizofrenia y trastorno depresivo a los 20 años. Sufrió
varios episodios psicóticos y estuvo hospitalizada, de
media, una vez al año. Irene recibió asistencia social
intensiva para su caso y vivía en un casa refugio. A
los 40 años, las cosas empezaron a mejorar para Irene.
Los episodios psicóticos ocurrían con menor frecuencia, consiguió su propio apartamento y se casó con
un hombre que había conocido durante una de sus
hospitalizaciones. El año pasado, las cosas se torcieron cuando el marido de Irene se suicidó mientras
ella estaba hospitalizada. Ella había apagado su teléfono móvil porque no él no dejaba de llamarla repetidamente. Esa noche se suicidó. Esto dio lugar a
una larga hospitalización durante la cual Irene intentó
suicidarse más de una vez. Fue dada de alta 10 meses
más tarde. A continuación fue derivada a psicoterapia.
Irene oía voces que la insultaban y acusaban de hacer
daño a otras personas. Estaba deprimida y tenía muchas ideas suicidas. Irene tenía creencias nucleares negativas muy arraigadas sobre sí misma, los demás y el
mundo. Su creencia nuclear más disfuncional era “soy
una mala persona”. Muchas experiencias traumáticas
diferentes contribuían a esta creencia central y el terapeuta introdujo el enfoque del segundo método para
determinar qué recuerdos reprocesar. Se le preguntó
a Irene qué experiencias de vida todavía sentía como
evidencia de su creencia nuclear. Esta prueba era
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EMDR y psicosis: Pautas de conceptualización y tratamiento
parte de su formulación del caso (véase la figura 4):
Cuando Irene tenía 7 años, un hermano la obligó a
tener relaciones sexuales varias veces. Irene se acostumbró a ello y sentía cada vez más indiferencia al
respecto. El mismo hermano murió en un accidente
de coche cuando Irene tenía 12 años. El día después de
su muerte, Irene empezó a escuchar voces. Unos años
más tarde, Irene se quedó congelada y fue incapaz de
hablar en el funeral de su padre. Su madre etiquetó
este momento como el peor momento del día y el
punto de partida de su depresión que duró 4 años. Por
último, estaba el hecho de que Irene había apagado su
teléfono móvil la noche en que su marido se suicidó.
La terapia EMDR se centró en los siguientes blancos: No contestar al teléfono cuando el marido estaba
entrando en pánico (CN: “soy una mala persona”);
tener relaciones sexuales con el hermano (CN: “soy
una puta estúpida”); y escuchar los comentarios de la
madre en su discurso fúnebre (CN: “no valgo”). Uno
a uno, los blancos fueron procesados y se instalaron
las CPs. En conjunto, las CPs ayudaron a disminuir
la intensidad y la credibilidad de la creencia central negativa, “soy una mala persona”. Las voces se
intensificaron durante las primeras semanas de tratamiento, pero el terapeuta normalizó esta respuesta.
Irene y su terapeuta hablaron sobre qué hacer en esta
situación y estuvieron de acuerdo en continuar con la
terapia EMDR.
A medida que avanzaba el tratamiento EMDR,
Irene comenzó a cuestionar y enfrentarse a las voces.
Aprendió a verlas como “fantasmas de su pasado” y se
volvió menos sensible a ellas. Aunque disminuyeron
los sentimientos de culpa, el miedo a sentirse abrumada de nuevo por las voces seguía siendo intenso. Para
solucionar esto, el terapeuta e Irene construyeron
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Evento activador
Voces acusatorias
Sexo con su hermano
Muerte del hermano
y oir voces
Funeral del padre
Madre deprimida
“Soy una mala persona”
“No valgo”
“Los otros son exigentes
e impredecibles”
“El mundo es
impredecible”
interpretación disfuncional
Pensamientos “!Tienen razón!”
“!Es culpa mía!”
“!No sirvo para nada!”
Emoción
Asustada y triste
Conducta
Aislarme
Evitar a los demás
Pensar en el suicidio
Suicidio del marido y
teléfono móvil apagado
FIGURA 4.
Formulación del caso con el enfoque del segundo método: Irene.
una imagen futura imaginaria que usaron como diana para el reprocesamiento EMDR (ver la sección de
“Imágenes en la psicosis”). La imagen era de Irene,
sentada en su habitación, rodeada de voces que
provenían de su madre, su hermano, su padre, las
almohadas, los cables y las mesas. La CN era “estoy
indefensa”. El SUD bajó a 0 en dos sesiones. La CP
(“puedo lidiar con esto”) fue instalada con dos tandas de movimientos oculares. Una serie de plantillas
de futuro estaba dirigida a situaciones específicas para ayudar a Irene a participar en actividades diarias
normales, como no evitar a los hombres y volver a
encontrarse con su hermana. Al final del tratamiento,
Irene seguía escuchando voces, pero les prestaba menos atención y estaba menos preocupada por el miedo
a sentirse abrumada. Su autoestima mejoró significativamente y se sentía menos deprimida.
Ejemplo de caso: Enfoque del segundo método
con delirios paranoides
Albert era un hombre de 36 años. Hace diez años, a Albert se le diagnosticó esquizofrenia paranoide cuando
empezó a oír voces que le insultaban. Sospechaba
que su vecino estaba detrás de esto. Se enfrentó a su
vecino, quien le dijo a Albert que se callase y dejase
sus “acusaciones locas”. Los dos hombres terminaron peleando a puñetazos y Albert recibió una paliza.
Albert fue derivado a la custodia de los servicios de
salud mental. La medicación hizo que las voces desapareciesen. Sus pensamientos paranoicos, sin embargo, se mantuvieron. Albert estaba aún convencido
de que su vecino y sus amigos le estaban observando
E38
y esperando para matarlo en venganza por sus acusaciones. Albert se quedaba en casa lo más posible y
sólo salía en bicicleta para poder huir rápidamente si
fuera necesario.
En TCC, Albert aprendió a cuestionar y dudar de
sus creencias delirantes. Albert reveló importantes
experiencias vitales. Sus padres eran alcohólicos y le
descuidaban. Albert fue testigo en varias ocasiones
de los golpes que su padre propinaba a su madre. Sus
compañeros de la escuela primaria le intimidaban.
En el instituto, logró desarrollar una amistad con un
compañero de clase, pero al año siguiente, cuando sus
compañeros le golpearon de nuevo y le arrojaron a un
contenedor de basura, su “mejor amigo” se rió. Todo
esto hizo que apareciesen sus creencias nucleares: (a)
“No se puede confiar en los demás”, “soy débil” y (b)
“los demás son malévolos y no se puede confiar en
ellos.” Ver la figura 5 para la formulación del caso.
Albert expresó al terapeuta su convicción de que
muchas de sus experiencias en la vida demostraban
que sus creencias eran verdaderas. Se tomó la decisión de aplicar EMDR a través del enfoque del
segundo método. Albert y su terapeuta enumeraron
las experiencias traumáticas específicas que habían
alimentado la creencia central “soy débil” de Albert:
mi padre golpea a mi madre, me congelo (CN: “estoy indefenso”); una experiencia de acoso escolar en
la escuela primaria (CN: “soy débil”); ser golpeado y
arrojado al basurero, mi mejor amigo se ríe (CN: “soy
tonto”); y ser golpeado por el vecino (CN: “estoy en
peligro”). Cada una de estos recuerdos fue reprocesado con el protocolo estándar de EMDR. Durante
el procesamiento EMDR, Albert espontáneamente
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Van der Berg et al.
Evento activador
Ver a un extraño en la calle
Familia disfunctonal:
agresión y negligencia
Gravemente acosado
por compañeros
Mejor amigo se rió
cuando me acosaban
interpretación disfuncional
“Soy débil”
Pensamientos “Es uno de ellos”
“Me va a matar”
“No puedo hacer nada”
“Los demás son
malévolos”
“No se puede confiar en
los demás”
El vecino me pegó
FIGURA 5.
Emoción
Miedo
Conducta
Huir de la situación
Evitar salir
Tomar precauciones
(bicicleta).
Formulación del caso con el enfoque del segundo método: Albert.
volvió a escribir el guión de algunos de los blancos,
imaginando que protegía a su madre de su padre abusivo y que luchaba contra su vecino agresivo.
Su creencia nuclear de que “la gente es malvada”
fue abordada de la misma manera: haciendo una lista
de sus experiencias pasadas que servían como evidencia de esta creencia central negativa, aplicando el
procedimiento EMDR e instalando las cogniciones
positivas. Después de todo esto, Albert pudo sentir
que sus creencias negativas eran menos convincentes.
Esto aumentó su motivación para poner a prueba sus
predicciones paranoides en una serie de experimentos
conductuales que fueron apoyados con EMDR, reprocesando las imágenes negativas de estas predicciones.
Al final del tratamiento, Albert fue capaz de salir de
casa para pasear o ir de compras. Su preocupación paranoide había disminuido considerablemente.
Imágenes en la psicosis: EMDR dirigido
a las expectativas atemorizantes y poco
realistas o a las imágenes negativas
relacionadas con la psicosis
El “tercer método” de EMDR está dirigido a dos de
los tipos de imágenes que se han visto que son más
dominantes en la psicosis (Morrison et al., 2002): (a)
las imágenes de las catástrofes temidas (es decir, el
flashforward) y (b) las visualizaciones del origen, la
apariencia, o el contenido percibido de un síntoma (es
decir, el evento activador).
Reprocesar “el peor de los casos” (a menudo
supuestos intermedios, “si hago ..., entonces va a suceder...”) con EMDR puede reducir la ansiedad y las
conductas evitativas asociadas. En este procedimiento
Journal of EMDR Practice and Research, Volume 9, Number 1, 2015
EMDR y psicosis: Pautas de conceptualización y tratamiento
EMDR, al cliente se le pide que describa lo que sería el peor de los casos. En algunos clientes, se trata
de imágenes intrusivas con las que están muy familiarizados (es decir, flashforwards intrusivos), en otros
esta imagen del blanco se crea dentro de la sesión. A
continuación, el cliente y el terapeuta identifican la
imagen más desagradable de esta situación, es decir,
la forma habitual de selección de blancos, pero en este
caso no sobre un recuerdo sino sobre una imagen fantasiosa de algún desastre. La CN está, por definición,
en el dominio de pérdida de control (es decir, no tener poder sobre la imagen intrusiva), la CP es “puedo
manejar esto” y el SUD normalmente es lo suficientemente alto como para impulsar el procesamiento del
flashforward del cliente. Se utiliza el protocolo habitual
para desensibilizar.
El segundo tipo de imágenes relacionadas con
la psicosis sobre las que se puede hacer blanco con
EMDR son las imágenes mentales que el cliente tiene
de la causa, la apariencia o el contenido percibidos de
un síntoma psicótico. En el contexto de las voces o
la paranoia, un cliente puede, por ejemplo, formarse
una imagen mental de sus “agresores”. Reprocesar
esta imagen puede reducir la implicación emocional
y la preocupación. Una imagen diana podría ser, por
ejemplo, que el cliente se vea a sí mismo sentado en la
cama con un hombre al lado que le está gritando cosas
desagradables a través de un altavoz. Se aplica EMDR
de la manera regular. Con este tipo de imágenes, la
CN y la CP pueden estar en cualquier dominio.
Se recomienda no utilizar flashforwards e imágenes
hasta que el cliente haya desarrollado al menos cierto conocimiento de la posible naturaleza alucinatoria
de sus percepciones. Para que el reprocesamiento de
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las imágenes sea efectivo, el cliente tiene que tener
por lo menos algo de conciencia del hecho de que las
expectativas temidas pudieran no ser realistas, o de
que las experiencias intrusivas realmente no deberían
recibir tanta atención. Durante el procesamiento, la
perspectiva adulta, sana y matizada de la realidad ha
de volverse dominante. Cuando disminuye la emotividad, se genera el espacio para la distancia y el matiz.
De modo similar a un cliente con trastorno de estrés
postraumático, el cliente con síntomas psicóticos empieza a darse cuenta de que no existe una amenaza
presente, de que ahora está a salvo. Por lo tanto, lo
mejor es empezar con trabajo cognitivo y luego usar
EMDR con las imágenes cuando el cliente tenga al
menos alguna duda sobre sus apreciaciones psicóticas.
Esto puede entonces, si es necesario, continuarse con
intervenciones cognitivo-conductuales, tales como
experimentos conductuales o tareas de exposición.
Ejemplo de caso: Voces e imágenes
Marjorie tenía 21 años, un diagnóstico de esquizofrenia paranoide y se encontraba agobiada por sus
alucinaciones auditivas verbales. Los síntomas comenzaron hace 4 años cuando murió su abuelo. Se
sentía muy perdida y sola, y fue incapaz de expresar
sus emociones. Se sentía responsable del sufrimiento
de su familia. Por encima de todo, se preocupaba por
su hermana menor. La primera vez que oyó la voz de
una mujer, se encontraba en el baño. La voz le dijo
que se suicidase y la amenazó con hacerle daño a su
hermana si no lo hacía. Marjorie comenzó a pensar
que esa voz era un espíritu poderoso que en realidad podía matar a su hermana. Para evitar que esto
sucediese, Marjorie realizó tres intentos de suicidio
muy graves. Estaba ansiosa, desgarrada por la culpa,
sufría de disociación y se auto-mutilaba. El principal
desencadenante de estos síntomas no era la voz en sí,
sino una imagen intrusiva de su hermana muerta en
la cama.
El EMDR se centró en la intrusión de su hermana
muerta, porque se formuló la hipótesis de que esto
reduciría los síntomas. La imagen se volvió menos
intensa y los síntomas comenzaron a disminuir. La
motivación de Marjorie para investigar sus creencias sobre la voz aumentó con técnicas de TCC.
Se atrevió a probar qué pasaría si no obedecía las
instrucciones de la voz. Descubrió que una menor
sumisión en realidad no daba lugar a que sus seres
queridos fuesen dañados (especialmente su hermana). Por lo tanto, se le hizo más fácil ignorar la voz y
se redujeron tanto la frecuencia como la intensidad
de las alucinaciones.
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Ejemplo de caso: Delirios e imágenes
Faye tenía 45 años y había sido diagnosticada con trastorno esquizoafectivo unos 20 años atrás. Hace un año,
comenzó a acumular deudas. Para pagar estas deudas y
ahorrar algo de dinero, alquiló su ático a un estudiante.
Tuvo una recaída de psicosis y comenzó a desarrollar
delirios sobre el inquilino y, especialmente, sobre un
amigo suyo que era rastafari. Se obsesionó con la magia
negra y tenía miedo de que estuvieran haciéndole
vudú. Faye fue internada en un hospital psiquiátrico.
Durante el ingreso, Faye recibió medicación antipsicótica y TCC, lo que le ayudó a recuperarse.
Faye fue dada de alta del hospital 3 meses después y
continuó con TCC. Realizó varios experimentos conductuales y concluyó que el inquilino no tenía malas
intenciones hacia ella. Dado que sabía que era difícil
para ella enfrentarse a su amigo, dejó de verle en la casa. Varias veces, Faye intentó decirle al inquilino que
podía invitar a su amigo otra vez. Pero cuando trataba
de hacerlo, le venía una imagen intrusiva de un muñeco de vudú al que le sangraban los ojos. Aunque ya no
estaba convencida del vudú, las imágenes la asustaban
y le impedían llevar a cabo su plan.
El terapeuta propuso utilizar EMDR para esta
imagen. La CN formulado era “estoy en peligro”. El
SUD bajó y la imagen diana cambiaba rápidamente.
La primera vez que regresaron al blanco, la imagen
había cambiado: había costras de sangre en los ojos.
La segunda vez, Faye se echó a reír. Las costras habían
sido reemplazadas por margaritas y el SUD era 0. La
plantilla de futuro era de Faye abriendo la puerta para
recibir la visita de su inquilino y su amigo.
Unos días más tarde, Faye envió un e-mail a su
terapeuta:
Esta tarde mi inquilino y su amigo pasaron a hacerme una visita. Fue muy agradable. No sé si fue el
EMDR que funcionó o que yo recordé por adelantado
deliberadamente la imagen de la margarita, pero fue
muy bien. Muchas gracias, Faye.
Obstáculos y estrategias de tratamiento
relacionadas
Se presentan varios obstáculos que pueden ser específicos de uso de EMDR en clientes con psicosis, acompañados de posibles estrategias de tratamiento que
pueden ser útiles (véase también la tabla 3).
Traumatización continuada debido a
experiencias psicóticas
Cuando un cliente atribuye alucinaciones auditivas, como por ejemplo voces, al agresor real de una
Journal of EMDR Practice and Research, Volume 9, Number 1, 2015
Van der Berg et al.
TABLA 3.
Estrategias adaptativas para EMDR en clientes con psicosis
Obstáculo
Estrategias
Concentración limitada
Repetir las instrucciones cuando haga falta durante la sesión.
Poca energía y poca atención continuada
Trabajar despacio, posiblemente con sesiones más cortas.
Poca memoria de trabajo
Prevenir la inundación completa de la memoria de trabajo,
bien por flashbacks traumáticos o un estímulo distractor.
La distracción debería parecerse a la intrusión de la imagen
diana. Variar el estímulo distractor en consonancia.
Disminución de la expresión afectiva
Hablar abiertamente de cómo puntuaría el cliente su angustia
y nivel de ansiedad.
Traumatización continuada debido a las atribuciones
externas de las experiencias psicóticas
Terapia cognitivo-conductual, entretejidos cognitivos o desarrollo e instalación de recursos.
La medicación bloqueante del sistema colinérgico
interrumpe los efectos del aprendizaje del EMDR
SI es posible y seguro: no tomar la medicación en día de la
sesión de EMDR.
experiencia traumática del pasado, este cliente puede
continuar sintiéndose amenazado e inseguro. Del
mismo modo, los delirios paranoides pueden generar una traumatización continuada. Por ejemplo, un
cliente puede sentir que unos delincuentes, mucho
después de que le hubieran asaltado con un arma, aún
le siguen observando y van a por él. Estos clientes pueden ser incapaces de sentirse seguros en la situación actual, incluso en la consulta del terapeuta porque están
convencidos de que la gente está intentando lastimarles o matarles.
Aunque no siempre es el caso, la atribución externa de las experiencias psicóticas puede evitar que el
cliente desarrolle cierta distancia entre el pasado y el
presente. Durante las sesiones de EMDR, los niveles
de SUD será altos, independientemente de la selección de blancos, y no bajarán. La atribución externa
puede funcionar como una creencia bloqueante en
EMDR, impidiendo que las experiencias traumáticas
sean reprocesadas. En este caso, la TCC puede ser
necesaria para corregir atribuciones disfuncionales.
Otras opciones son entretejidos cognitivos (EC) o desarrollo e instalación de recursos (DIR).
Discapacidades cognitivas
La falta de concentración puede ser un obstáculo.
A menudo está presente como deterioro cognitivo
en los trastornos psicóticos (Bora, Yucel y Pantelis,
2009). Durante el EMDR, los clientes pueden tener
dificultad para seguir instrucciones y concentrarse en
la imagen diana. Algunos clientes no son capaces de
seguir los dedos del terapeuta (u otro estímulo distractor) con los ojos durante un tiempo relativamente
largo y necesitan instrucciones repetidas para seguir
Journal of EMDR Practice and Research, Volume 9, Number 1, 2015
EMDR y psicosis: Pautas de conceptualización y tratamiento
haciéndolo. Las voces que les están hablando durante
la sesión también distraen a algunos clientes. Preferiblemente, sin embargo, el terapeuta continuará de
manera habitual. En caso de deficiencias graves, las
sesiones pueden ser acortadas. Sin embargo, sólo se
aconseja hacerlo cuando sea absolutamente necesario.
Algunos clientes con psicosis tienen mala memoria de trabajo (Bora et al., 2009). Se supone que
la memoria de trabajo desempeña un papel central
en la fase de desensibilización de EMDR (Andrade,
Kavanagh y Baddeley, 1997; Gunter y Bodner, 2008).
Se ha encontrado que la viveza y la emocionalidad de
las imágenes traumáticas disminuyen después de hacer que la memoria de trabajo se esfuerce (Van den
Hout et al., 2010). Muy poca distracción no funciona porque el cliente puede perderse en sus propios
flashbacks, pero demasiada distracción puede evitar
completamente que el cliente piense en los recuerdos. Un esfuerzo óptimo de la memoria de trabajo
parece ser la mejor opción (Gunter y Bodner, 2008).
Algunos clientes con psicosis pueden beneficiarse de
una tarea exigente de la memoria de trabajo que no
suponga demasiado esfuerzo; es decir, que no agote
excesivamente su memoria de trabajo. Por otro lado,
las imágenes traumáticas muy intrusivas requieren
una fuerte distracción para que el cliente que no se
sienta abrumado. Por lo tanto, va a ser necesaria una
puesta a punto individualizada.
Dificultad con los movimientos oculares
Algunas personas con esquizofrenia tienen problemas
con los movimientos oculares sacádicos (Krebs et al.,
2010). Éstos son movimientos direccionales sobre
un ángulo amplio, a menudo con los ojos siguiendo
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un estímulo. Para las personas con psicosis, los movimientos oculares sacádicos pueden ser más lentos
o, a veces, pueden estar alterados por movimientos
involuntarios. Los movimientos oculares sacádicos
deteriorados pueden reflejar deficiencias generales en
los procesos sensorio-motores en la corteza frontal
(Lee y Williams, 2000; Reilly, Lencer, Bishop, Keedy
y Sweeney, 2008). En concreto, los movimientos sacádicos deteriorados pueden estar conectados con deficiencias pre-frontales en la inhibición motora (Krebs
et al., 2010).
Se desconoce si estas alteraciones son un obstáculo
para el EMDR. Obviamente, pueden causar algunas
dificultades con el seguimiento de los ojos de un estímulo distractor. Pero estudios recientes sugieren
que el mecanismo de trabajo del EMDR está basado principalmente en el esfuerzo de la memoria de
trabajo mientras se piensa en imágenes traumáticas
(Van den Hout et al., 2010), y esto probablemente no
quede obstruido por las deficiencias sacádicas. Si es
necesario, pueden ser útiles otras tareas de memoria
de trabajo en lugar de los movimientos oculares, por
ejemplo, tonos auditivos bilaterales, cálculos mentales, dibujar algo, juegos, dar un paseo y objetos para
hacer tapping.
Medicación antipsicótica
Algunos investigadores han llegado a la conclusión
de que el EMDR puede que funcione porque activa
el sistema colinérgico en el cerebro (Elofsson, von
Scheele, Theorell y Söndergaard, 2008). Este sistema
está asociado con el aprendizaje, la memoria y la
atención. Sin embargo, la medicación antipsicótica a
veces bloquea los receptores colinérgicos, con efectos
secundarios tales como sequedad de boca, estreñimiento, aumento de la frecuencia cardiaca, dilatación
de la pupila e inquietud. Algunos clientes toman un
agente anticolinérgico específico recetado como remedio para los efectos secundarios motores de los
antipsicóticos (por ejemplo, benztropina o trihexifenidilo). Mientras toman este tipo de medicamentos,
puede que el EMDR sea menos eficaz, al ser incapaz
de activar el sistema colinérgico. Sin embargo, esto todavía no se sabe con certeza; pero puede ser útil tener
en cuenta dichas interacciones cuando el EMDR no
funcione y el cliente esté muy medicado. Reducir la
dosis de anticolinérgicos puede ser útil.
Baja expresión afectiva
La apatía, la anhedonia y el aplanamiento afectivo
son algunos de los síntomas negativos en los trastornos psicóticos. Las investigaciones indican que el
E42
aplanamiento afectivo consiste principalmente en una
expresión emocional disminuida, no una ausencia
de experiencia emocional subjetiva (Foussias y Remington, 2010; Myin-Germeys, Delespaul y De Vries,
2000). Esto, sin embargo, puede hacer que sea difícil
saber cómo se siente el cliente durante el EMDR. A
veces, un cliente indica un SUD alto, mientras que al
mismo tiempo, su expresión facial no muestra signo
alguno de malestar. Esto hace que sea más difícil ayudar a que el cliente se mantenga dentro de la “zona óptima de activación” o “ventana de tolerancia” (Ogden
y Pain, 2006). Se aconseja hablar de esto de antemano:
¿qué tipo de puntuaciones SUD indican qué tipo de experiencia para el cliente? El terapeuta puede no verlo
en el exterior, pero el cliente puede experimentar por
dentro emociones muy intensas. Por lo general, no
suele haber problema para hablar de esto.
Efectos secundarios inusuales y
desestabilización
A veces se producen reacciones inusuales. Los autores
se han encontrado con clientes que siguen escuchando
los pitidos de los estímulos distractores bilaterales auditivos durante algunos días después de una sesión de
EMDR. Estos efectos hasta ahora siempre han vuelto
a desaparecer en un par de días.
Los síntomas psicóticos pueden aumentar temporalmente durante el EMDR (por ejemplo, la frecuencia
o intensidad de las voces puede aumentar unos días).
Aconsejamos mencionar esta posibilidad con antelación para que el cliente se sienta menos alarmado
cuando esto suceda. En todos los años que los autores
de este artículo han estado utilizando EMDR en psicosis (en pacientes ambulatorios y hospitalizados), no se
han producido crisis psicóticas completas. Sin embargo, no se puede excluir esta posibilidad en el futuro.
Sería importante contar con un buen plan para señalar
un incremento de la psicosis y mantener contacto estrecho con colegas y la red social del cliente.
Pueden ocurrir síntomas de disociación durante el
EMDR. Los autores consideran la disociación como
un mecanismo disfuncional de afrontamiento para
altos niveles de estrés. En el caso de reacciones disociativas, es importante que el terapeuta se mantenga
calmado y presente. La mayoría de los clientes son
capaces de escuchar al terapeuta. Podemos decir algo
como “aparentemente el estrés ha subido demasiado.
Simplemente esperaremos hasta que el estrés sea manejable de nuevo”. Puede ser útil hacer que el cliente
se enfoque en detalles del entorno. También puede
ser útil comentar estrategias de antemano, como un
toque en el hombro o nombrar 10 cosas azules en la
Journal of EMDR Practice and Research, Volume 9, Number 1, 2015
Van der Berg et al.
habitación. Los propios clientes a menudo saben qué
estrategia es eficaz para ellos. La disociación en sí es inofensiva y nuestra experiencia es que siempre se pasa.
Discusión
En este artículo, hemos ofrecido unas pautas para la
conceptualización y el uso de EMDR. Los ejemplos
ilustrativos de casos muestran que los trastornos psicóticos son generalmente complejos. Lo componen
factores biológicos, psicológicos y sociales, y casi
siempre hay comorbilidad (Buckley et al., 2009). Por
tanto, los autores abogan por la integración de EMDR
dentro de un tratamiento psicológico más amplio. En
la práctica clínica, combinamos EMDR con TCC. Para
una descripción más detallada de la TCC con psicosis, los autores hacen referencia a uno de los muchos
protocolos (por ejemplo, Morrison, Renton, Dunn,
Williams y Bentall, 2004). La práctica clínica muestra
que el EMDR y la TCC pueden combinarse muy bien.
Muy a menudo, se hace necesario un desafío cognitivo para crear un contexto en el que el EMDR tenga
una buena oportunidad de funcionar con éxito. Y con
muchos clientes necesitaremos hacer tareas de exposición o experimentos conductuales después del EMDR
para que se den cuenta de las mejoras. Es importante
señalar que en la TCC para la psicosis, los efectos
del tratamiento son mayores cuando se cumplen al
completo los programas de tratamiento (Dunn et al.,
2012). Los autores creen que ofrecer una combinación
de EMDR y TCC tiene un efecto sinérgico. Es necesario realizar investigaciones en este campo.
Cuando se trabaja con EMDR en la psicosis, es fundamental estar familiarizado con el fenómeno de la
psicosis y las estrategias de tratamiento pertinentes. Las
psicosis son a menudo complejas y por lo general están acompañadas de trastornos comórbidos. Por otro
lado, los terapeutas que tienen experiencia en trabajar
con psicosis saben que no tienen que ser excesivamente cuidadosos y que los clientes pueden manejar
mucho más de lo que generalmente suponen los terapeutas que no están familiarizados con dicho trastorno.
Hacemos hincapié en que no hay evidencia científica
de que la psicoterapia para la psicosis sea perjudicial.
En nuestra experiencia, la mayoría de las dificultades al
trabajar con EMDR en la psicosis se producen en presencia de trastornos de la personalidad comórbidos en
los que la inestabilidad emocional es un síntoma clave.
Esto puede, por ejemplo, aumentar las posibilidades de
disociación. Los autores por lo general no utilizan ninguna técnica de estabilización, sin embargo, y adoptan
los procedimientos estándar de EMDR. Hay que tener
en cuenta que los clientes que generalmente tratamos
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EMDR y psicosis: Pautas de conceptualización y tratamiento
con EMDR están diagnosticados principalmente con
esquizofrenia o trastorno esquizoafectivo y que estos
clientes generalmente reciben amplia asistencia social
y medicación antipsicótica. En otras palabras, a menudo ya se han implemento bastantes intervenciones de
estabilización. Desafortunadamente, no existen datos
que muestren indicaciones y condiciones claras para
el EMDR. En este momento, cada terapeuta ha de juzgar lo que se puede y no se puede hacer en base a su
experiencia clínica. Por supuesto, los clínicos deben
estar atentos a los factores que influyen en la capacidad de los clientes para someterse a EMDR. Cuando
existan contraindicaciones claras, debe posponerse el
tratamiento o adoptar una estrategia de tratamiento
diferente. Sin embargo, los autores señalan que estos factores no son diferentes en clientes con psicosis
que en cualquier otro tipo de clientes. Por otra parte,
se insiste en que uno de los principales problemas en
la atención a las personas con psicosis es el hecho de
que no se realizan intervenciones psicoterapéuticas
efectivas.
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Agradecimientos. Los autores agradecen la orientación editorial de Daeho Kim en la preparación de este artículo.
La correspondencia relacionada con este artículo debe dirigirse a David P.G. Van den Berg, Parnassia Psychiatric Institute, Zoutkeetsingel 40, 2512 HN, Den Haag, Holanda.
E-mail: d.vandenberg@parnassia.nl
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