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Vol. 39, No. 1, enero-marzo de 2016 / RPNS 0099 ISSN 0864-0394 (Versión impresa) / ISSN 2078-8452 (Versión en línea) ReVista tRimestRal. ÓRgaNo ofIcIal del MINISteRIo de educacIÓN SuPeRIoR PaRa el áRea de loS PaStoS y foRRajeS | 1978 Misión: difundir resultados de investigación, desarrollo de tecnologías e innovación, relacionados con el sector agropecuario. Política editorial: publicación diseñada para investigadores, profesores de universidades e institutos de formación técnica, empresarios agropecuarios, organizaciones que fomentan el desarrollo rural, decisores vinculados al sector agropecuario, campesinos y productores agropecuarios nacionales y extranjeros. La revista publica artículos científicos (de investigación, de revisión, comunicaciones cortas, notas técnicas, estudios de caso, opiniones y reflexiones) que contribuyen al conocimiento de las ciencias agropecuarias y el desarrollo rural territorial. La publicación de las contribuciones dependerá de la aprobación del Consejo Editorial, el cual se apoyará en los dictámenes del Comité Científico. La revisión de los artículos consta de una evaluación editorial previa, donde se revisan los siguientes aspectos: 1) cumplimiento de las normas de la revista; 2) novedad, 3) calidad del título, resumen, palabras claves y de las referencias; así como de una evaluación académica que se realiza de acuerdo con el sistema de revisión por pares y a doble ciego, para garantizar la imparcialidad del proceso. Como pauta general, no deben aparecer más de seis autores. Se considerarán como autores los que participaron en grado suficiente para asumir la responsabilidad pública del contenido del artículo, los cuales cedieron la contribución para su reproducción editorial. Los resultados, criterios y opiniones que aparezcan en los mismos son de su responsabilidad. Toda contribución se podrá copiar, usar, difundir, transmitir y exponer públicamente, siempre que se cite la autoría y la fuente original de su publicación (revista, editorial) y no se usen para fines comerciales. teMÁticas • Introducción, evaluación y difusión de recursos fitogenéticos afines a la rama agropecuaria.. • Manejo agroecológico de sistemas de producción. • Producción pecuaria sostenible. • Conservación de forrajes y subproductos agroindustriales para la alimentación animal. • Agroforestería para la producción animal y agrícola. • Sistemas de producción integrados de alimentos y energía en el medio rural. • Utilización de la medicina alternativa en los sistemas agropecuarios tropicales. • Adaptación y mitigación al cambio climático en ecosistemas agropecuarios. • Aspectos económicos, gerenciales y sociales de la producción agropecuaria. • Extensionismo, innovación agraria y transferencia de tecnologías. • Desarrollo rural y local. estación eXPeriMental de Pastos Y ForraJes indio HatUeY CONSEJO EDITORIAL Editor Jefe | Dr.C. Jesús M. Iglesias Gómez Editora Asistente | Dra.C. Tania Sánchez Santana Editora-Ciencias Agrarias | Dra.C. Marta Hernández Chávez Editor-Ciencias Veterinarias | Dr.C. Javier Arece García Editor-Ciencias Sociales | Dr.C. Antonio Suset Pérez COMITÉ EDITORIAL Dr.C. Jesús Suárez Hernández Dra.C. Marlen Navarro Boulandier Dra.C. Maykelis Díaz Solares Dr.C. Marcos Esperance Matamoros Dr.C. Anesio R. Mesa Sardiñas Dr.C. Luis Lamela López Dr.C. Giraldo J. Martín Martín Dra.C. Mildrey Soca Pérez Dr.C. Félix Ojeda García | Dra.C. Maybe Campos Gómez | Dra.C. Hilda Machado Martínez | Dr.C. Osmel Alonso Amaro | Dr.C. Saray Sánchez Cárdenas | Dr.C. Luis Hernández Olivera | Dra.C. Odalys C. Toral Pérez | M.Sc. Onel López Vigoa | M.Sc. Milagros Milera Rodríguez | M.Sc. Yolanda González Rosado COMITÉ CIENTÍFICO Dra.C. Sonia Jardines González | UNIVERSIDAD DE MATANzAS, CUBA Dra.C. Angela Borroto Pérez | CENTRO DE INVESTIGACIONES EN BIOALIMENTOS, CUBA Dr.C. Aníbal E. Fernández Mayer | INSTITUTO NACIONAL DE TECNOLOGíA AGROPECUARIA, ARGENTINA Dr.C. Argemiro Sanavria | UNIVERSIDAD FEDERAL RURAL DE RIO DE JANEIRO, BRASIL Dr.C. Tyrone J. Clavero Cepeda | UNIVERSIDAD DE zULIA, VENEzUELA Dr.C. José M. Palma García | UNIVERSIDAD DE COLIMA, MéxICO Dr.C. Oscar Romero Cruz | UNIVERSIDAD DE GRANMA, CUBA Dr.C. Carlos J. Bécquer Granados | ESTACIóN ExPERIMENTAL DE PASTOS Y FORRAJES DE SANCTI SPíRITUS, CUBA Dr.C. Rodobaldo Ortíz Pérez | INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS AGRíCOLAS, CUBA Dr.C. Pedro C. Martín Méndez | INSTITUTO DE CIENCIA ANIMAL, CUBA Dr.C. Pedro P. del Pozo Rodríguez | UNIVERSIDAD AGRARIA DE LA HABANA, CUBA Dr.C. Redimio Pedraza Olivera | UNIVERSIDAD DE CAMAGüEY, CUBA Dr.C. Rafael S. Herrera García | INSTITUTO DE CIENCIA ANIMAL, CUBA Dr.C. Pedro José González Cañizares | INSTITUTO NACIONAL DE CIENCIAS AGRíCOLAS, CUBA Dr.C. Ángel Arturo Santana Pérez | UNIVERSIDAD DE GRANMA, CUBA COMITÉ DE APOYO Edición y corrección: M.Sc. Alicia Ojeda González Diagramación y edición: Ing. Dailys Rubido González Traducción: Lic. Nidia Amador Domínguez Lic. Geidis Pérez Agara Correctora de estilo bibliográico: Lic. Nayda Armengol López Diseño de cubierta: Lic. Israel de Jesús zaldívar Pedroso Vol. 39, No. 1, enero-marzo / January-March / 2016 REVISTA TRIMESTRAL. ÓRGANO OFICIAL DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN SUPERIOR PARA EL ÁREA DE LOS PASTOS Y FORRAJES QUARTERLY JOURNAL. OFFICIAL ORGAN OF THE MINISTRY OF HIGHER EDUCATION FOR PASTURES AND FORAGES estación eXPeriMental de Pastos Y ForraJes indio HatUeY INDIZADA | INDEXED SciELO SciELO Citation Index Web of Science Electronic Journals Index (SJSU) REDALYC CAB Abstracts AGRIS (FAO) PERIODICA (México) BIBLAT (México) Open Science Directory REGISTRADA | REGISTERED DOAJ Fuente académica de EBSCO LATINDEx Cubaciencia Actualidad Iberoamericana (Chile) PERI (Brasil) TROPAG (Holanda) ORTON (Costa Rica) BAC (Colombia) AGROSI (México) EMBRAPA (Brasil) Forrajes Tropicales (CIAT) Ulrich’s International Periodicals Directory Catálogo de Publicaciones Seriadas Cubanas Catálogo colectivo COPAC (Reino Unido) Catálogo colectivo SUDOC (Francia) Catálogo colectivo zDB (Alemania) Artículos a consider ación del comité editorial, dirigirse a: Papers to be considered by the editorial committe, please contact: Dr.C. Jesús M. Iglesias Gómez / iglesias@ihatuey.cu © 2016. Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey Central España Republicana, CP 44280, Matanzas, Cuba  (53) (45) 571225 / 571235 http://www.ihatuey.cu/ En línea / Online http: //payfo.ihatuey.cu http://scielo.sld.cu/ CONTENIDO | ARTÍCULO DE REVISIÓN / REvIEw PAPER | Metodologías para la evaluación de sistemas agropecuarios. Parte I. Generalidades. Análisis del ciclo de vida (ACV) y de las redes ecológicas (ENA) Methodologies for evaluating farming systems. Part I. Generalities. Life cycle analysis (LCA) and ecological network analysis (ENA) Fabien Stark, Charles-Henri Moulin, Chloé Cangiano, Mathieu Vigne, Jonathan Vayssières y Eliel González-García........................................ 3 | COMUNICACIÓN CORTA / SHORT COMMUNICATION | Uso de estimuladores en la supervivencia y desarrollo foliar de propágulos de Morus alba Use of stimulators in the survival and leaf development of Morus alba propagules Giraldo Martín-Martín, Yolai Noda-Leyva, Yuseika Olivera-Castro y Gertrudis Pentón-Fernández ................................................................ 14 | ARTÍCULO CIENTÍFICO / SCIENTIFIC PAPER | Efecto de la inoculación con Bradyrhizobium sp. y Trichoderma harzianum en triticale (x. Triticosecale Wittmack), en condiciones de estrés por sequía Effect of the inoculation with Bradyrhizobium sp. and Trichoderma harzianum in Triticale (x. Triticosecale Wittmack), under drought stress conditions Carlos J. Bécquer-Granados, Adelaida B. Puentes-Pérez, Urbano Ávila-Cordové, Maribel Quintana-Sanz, Yaldreisy Galdo-Rodríguez, Fernando Medinilla-Nápoles y Analeydi Mirabales-Valdés................................ 19 | ARTÍCULO CIENTÍFICO / SCIENTIFIC PAPER | Inluencia de la aplicación de Azospirillum lipoferum en Megathyrsus maximus vc. guinea tobiatá en un suelo Pardo Grisáceo The inluence of application of Azospirillum lipoferum in Megathyrsus maximus vc. guinea tobiatá in Pardo Grisáceo soil Lázaro J. Ojeda-Quintana, Layda Toledo-Vazquez, Consuelo HernándezRodríguez, Yoandy Machado-Díaz y Eduardo Furrazola-Gómez ............ 27 | ARTÍCULO CIENTÍFICO / SCIENTIFIC PAPER | Intercalamiento de Canavalia ensiformis (L.) inoculada con hongos micorrízicos arbusculares para la producción de forraje de Morus alba (L.) Intercropping of Canavalia ensiformis (L.) inoculated with arbuscular mycorrhizal fungi for the production of Morus alba (L.) forage Gertrudis Pentón-Fernández, Ramón Rivera-Espinosa, Giraldo J. Martín-Martín, Katerine Oropesa-Casanova, Francisco Soto-Carreño y Juan Adriano Cabrera-Rodríguez ......................................................... 33 | ARTÍCULO CIENTÍFICO / SCIENTIFIC PAPER | Variación de los componentes de la mesofauna edáica en una inca con manejo agroecológico Variation of the components of the edaphic mesofauna in a farm with agroecological management Ana Socarrás-Rivero e Irma Izquierdo-Brito ................................................. 41 | ARTÍCULO CIENTÍFICO / SCIENTIFIC PAPER | Desempeño y balance económico-inanciero de la producción de alimentos en una inca diversiicada Economic-inancial balance and food production performance in a diversiied farm Francisco Reyes-Ocampo, Edel Pérez- Pérez, Jesús Suárez- Hernández y Juan Francisco González- Nodarse ................................................... 49 | ARTÍCULO CIENTÍFICO / SCIENTIFIC PAPER | Cadenas de valor de productos agropecuarios en seis municipios de Cuba. I. Metodología para su diseño Value chains of farming products in six municipalities of Cuba. I. Methodology for their design Miguel Suárez-Castellá, Gilberto Hernández-Pérez, Carlos Roche-Hernández, Marisol Freire-Seijo, Osmel Alonso-Amaro y Maybe Campos-Gómez .... 56 | ARTÍCULO CIENTÍFICO / SCIENTIFIC PAPER | Caracterización de los sistemas de producción caprina en la provincia Ciego de Ávila Characterization of goat production systems in the Ciego de Ávila province Randolph. Delgado-Fernández ........................................................................64 | COMUNICACIÓN CORTA / SHORT COMMUNICATION | Caracterización de la torta obtenida del prensado del fruto de Jatropha curcas Characterization of the cake obtained from pressing the Jatropha curcas fruit Rosa M. Rodríguez-Calle, J. Suárez-Hernández y Yanet Támbara-Hernández ......72 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 3-13, 2016 / Metodologías para la evaluación de sistemas agropecuarios 3 Artículo Reseña Metodologías para la evaluación de sistemas agropecuarios. Parte I. Generalidades. Análisis del ciclo de vida (ACV) y de las redes ecológicas (ENA) Methodologies for evaluating farming systems. Part I. Generalities. Life cycle analysis (LCA) and ecological network analysis (ENA) Fabien Stark1,2,3*, Charles-Henri Moulin4,5, Chloé Cangiano6, Mathieu Vigne8, Jonathan Vayssières7 y Eliel González-García4 1 Centre International de Recherche Agronomique pour le Développement (CIRAD), Unité Mixte de Recherche Systèmes d’Elevage Méditerranéens et Tropicaux (UMR 868, SELMET), 2 place Pierre Viala, 34060 Montpellier, France 2 AgroParisTech, Centre de Montpellier, France 3 Institut National de la Recherche Agronomique (INRA), Unité de Recherches Zootechniques (UR0143, URZ), Guadeloupe, France 4 Institut National de la Recherche Agronomique (INRA), Unité Mixte de Recherche Systèmes d’Elevage Méditerranéens et Tropicaux (UMR 868, SELMET), France 5 Montpellier Supagro, Unité Mixte de Recherche Systèmes d’Elevage Méditerranéens et Tropicaux (UMR 868, SELMET), France 6 Agrosup Dijon, France 7 Centre International de Recherche Agronomique pour le Développement (CIRAD), Dakar, Sénégal 8 Centre International de Recherche Agronomique pour le Développement (CIRAD), La Réunion, France *Autor para correspondencia: fabien.stark@iavff-agreenium.fr RESUMEN: El objetivo de esta revisión es ofrecer las bases generales de una selección de metodologías actualmente disponibles a escala internacional para la evaluación dinámica de sistemas de producción. Después de un análisis de conceptos esenciales relacionados con el enfoque de sistemas, se presentan (en dos trabajos sucesivos) las metodologías análisis del ciclo de vida (ACV), análisis de redes ecológicas (Ecological Network Analysis –ENA–), eiciencia energética integral (EMERGY), y trayectoria de sistemas; así como un ejemplo de la aplicación de algunos de sus principios en la construcción de un modelo de evaluación integral de sistemas agropecuarios (denominado GAMEDE). Para cada una de las metodologías, se describen los principios y bases generales de su aplicación, los objetivos y el tipo de análisis que se puede abordar, así como las claves para la correcta utilización e interpretación de los resultados. Se utilizaron referencias que remiten a ejemplos concretos, en los que se emplean las metodologías que fueron descritas sucintamente. En cada una de las secciones del artículo se trata de contextualizar los principales elementos a tener en cuenta en la elección de la metodología más adecuada para llevar a cabo un determinado estudio, su dependencia en función de la naturaleza de los objetivos planteados, así como las eventuales posibilidades de combinación de una o más metodologías en el mismo marco de análisis. Palabras clave: análisis de redes ecológicas, emergía, trayectoria de sistemas, visión de sistema. AbSTRACT: The objective of this paper is to provide the general bases for a group of internationally available methodologies, used for the dynamic evaluation of production systems. After an analysis of key concepts related to the system approach, the methodologies are presented (in two successive works): life cycle analysis (LCA), ecological network analysis (ENA), integral energy eficiency (EMERGY) and system trajectory; as well as an example of the application of some of their principles in the construction of an integral evaluation model of farming systems (called GAMEDE). For each of the methodologies, the overall principles and bases for their successful application are described, as well as the objectives, the kind of analyses possible to be carried out, and the keys for the correct utilization and interpretation of the results. References were used that provided concrete examples, illustrating the use of the methodologies that were succinctly described. Each of the sections of the paper attempts to contextualize the main elements to be taken into consideration in the selection of the most adequate methodology to carry out a certain study, its dependence on the nature of the stated objectives, as well as the eventual possibilities of combining one or more methodologies in the same analysis framework. Key words: ecological network analysis, Emergy, system trajectory, system approach. 4 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 3-13, 2016 / Fabien Stark INTRODUCCIóN El desarrollo de sistemas sostenibles para la producción agrícola y ganadera requiere de herramientas metodológicas que permitan una evaluación rigurosa de los procesos implícitos y de sus dinámicas. Estas herramientas permitirían avanzar en el estado del arte acerca del funcionamiento de una diversidad de sistemas complejos (por ejemplo, sistemas integrados agricultura-ganadería u otras variantes de sistemas agroecológicos). Además, facilitarían el diálogo entre los investigadores, los extensionistas, los productores y otros actores decisivos de la cadena de producción de alimentos (Van Mil et al., 2014), para acompañar los procesos de transferencia tecnológica, de extensión y de políticas decisionales (decision making). En la literatura internacional existe un amplio espectro de metodologías para la evaluación de sistemas (Bockstaller et al., 2006; 2008; 2009); sin embargo, una gran parte de ellas se concibieron para las condiciones especíicas en que se hizo el estudio. Es por ello que, al seleccionar la(s) metodología(s) más idónea(s) que se deben aplicar en un contexto determinado, se recomienda efectuar un análisis previo de sus ventajas, desventajas, posibilidades de aplicación y modiicaciones en el contexto de interés. El enfoque de sistema. Conceptos y relexiones Los sistemas se pueden deinir como un conjunto de elementos o componentes que comparten la estructura de un todo y que están relacionados entre sí, con complementariedad y coherencia entre sus diversas funciones, y grados variables de interdependencia en el tiempo y el espacio. Existen una serie de conceptos clave alrededor de la noción de sistemas (Packham et al., 2007); entre los que se encuentran: A) la identidad (cómo reconocer y caliicar el sistema); B) el propósito u objetivo principal, o sea, la prioridad del sistema; C) la identiicación de: a) el ambiente (¿cuáles son los principales factores medioambientales que afectan el sistema?, sobre todo aquellos que este es incapaz de controlar), b) las fronteras dentro de las que el sistema posee algún control, c) los subsistemas –que son sistemas en sí mismos y poseen una jerarquía entre ellos–; D) la emergencia: en cada nivel de la jerarquía, se presentan propiedades emergentes que no pueden ser identiicadas en el estudio «por partes» (pues constituyen «sorpresas») y que requieren de monitoreo, evaluación y ajuste continuo. El feedback o retroalimentación constituye también una noción importante para comprender el potencial de adaptación del sistema. Este es negativo cuando la respuesta del sistema a una perturbación o cambio de práctica de manejo se opone al efecto de tales acciones, lo cual conduce al mantenimiento del balance y al equilibrio dinámico. En cambio, el feedback positivo es aquel en el que la respuesta del sistema sigue en el mismo sentido de la perturbación, lo que provoca cambios deseables o indeseables. Un sistema posee un estado de equilibrio inestable cuando las respuestas a los cambios son siempre positivas. Por otra parte, la noción de comunicación y control se reiere a los mecanismos en los que el sistema se basa para sus operaciones principales; con la comprensión de tales mecanismos se podrá inluenciar el sistema hacia vías deseables (Packham et al., 2007). Además, existe la noción de sistemas abiertos o cerrados, la que depende del número o abundancia de entradas (inputs) y salidas (outputs) que ocurren a través de las fronteras del sistema y de la relación con su entorno. Así, un sistema será más abierto cuanto más inputs y outputs ocurran a través de sus fronteras. A partir de lo expuesto anteriormente, se puede asumir que para lograr el equilibrio de los sistemas y sus componentes, es decir, para lograr que estos sean sostenibles, se requiere tener en cuenta los siguientes aspectos: 1. La necesidad de conocer bien el sistema y su funcionamiento, en relación con: • La diversidad de sus componentes biofísicos. • El papel de cada componente dentro del todo (sistema). • La interdependencia entre los componentes y sus variaciones en tiempo y espacio (noción dinámica). • La naturaleza y los límites de los mecanismos especíicos y genéricos, que garantizan la supervivencia del sistema (sostenibilidad) en situaciones de choque o perturbación (capacidad adaptativa). 2. Una vez conocido el sistema, este se podría modular, acompañar, regular y manejar para extraer los resultados deseados a corto, mediano y largo plazos. Sin embargo, con relativa frecuencia no se obtienen los objetivos de sostenibilidad o de equilibrio del sistema, lo que se relaciona íntimamente con el desconocimiento de su funcionamiento. Entre las causas más frecuentes se encuentran: a) ignorar la diversidad y concentrarse en los componentes –o Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 3-13, 2016 / Metodologías para la evaluación de sistemas agropecuarios subcomponentes– aislados, unitarios (rasgo característico de la ciencia reduccionista); b) concentrarse en funciones y/o mecanismos a escalas demasiado reducidas, sin considerar los efectos acompañantes, colaterales y secundarios, y las interdependencias (efecto dominó o zoom); c) concentrarse en el «ahora» (noción estática vs. dinámica); d) desconocer los límites (positivos y negativos) de los mecanismos y funciones que componen el sistema. Como consecuencia, frecuentemente se es incapaz de modular, acompañar, regular y manejar de forma correcta el sistema, con un enfoque holístico que lo haga sostenible. En este sentido, desde el punto de vista conceptual, la idea central del system-thinking (visión de sistema) pretende sentar las bases para evitar dicha visión unilateral del «todo» (Van Mil et al., 2014). En síntesis, el concepto o visión de sistema aborda tres puntos fundamentales: • El todo es diferente a la suma de las partes (contraste con la visión de la ciencia reduccionista). • La interacción entre las partes le proporciona al sistema la propiedad del todo. • El establecimiento del todo en el que estamos interesados constituye un dilema y uno de los retos principales que se deben resolver cuando se comienza un estudio profundo de sistema. En este sentido, se recomienda evitar «resolver todos los problemas del universo» al mismo tiempo, cuando se analiza una problemática especíica. Para ello, en primer lugar, se sugiere identiicar un conjunto de interacciones, que no sea tan ambicioso pero que esté lo más relacionado posible con el objetivo global prioritario. Una vez identiicado, inmediatamente se deben establecer sus fronteras. Las metodologías para la evaluación de los sistemas como herramientas acompañantes esenciales La literatura internacional dispone de una gran diversidad de metodologías a partir de las preocupaciones relativamente recientes en torno a temas sensibles como la seguridad alimentaria, la sostenibilidad, el crecimiento demográico, la crisis energética y/o el cambio climático (Verstegen et al., 1995; Van der Werf y Petit, 2002; Singh et al., 2012; Cinelli et al., 2014). Dichas herramientas son de naturaleza variable (cualitativas, cuantitativas), con niveles de riqueza, complejidad/profundidad y lexibilidad luctuantes y con aplicaciones de carácter más o menos cientíico o de soporte a políticas 5 decisionales (Figueira et al., 2005; Gasparatos et al., 2008; Gasparatos y Scolobib, 2012). Estas se pueden clasiicar como metodologías inalizadas (closed) o en construcción o evolución (open), es decir, que admiten mejoras continuas en su estructura y funcionamiento. En la fase de aplicación de estas herramientas, la modelización desempeña un papel crucial en los procesos de diagnóstico, simulación de escenarios, predicción de resultados y estimación de impactos. Para la correcta ejecución de dichas metodologías resulta esencial, ante todo, poseer una visión y enfoque integrado y holístico del sistema. Por tanto, se fomenta entonces una visión de convivencia y compromiso entre especialidad y multidisciplinariedad, en la dinámica de trabajo en equipo. Desafortunadamente, algunas de las metodologías disponibles presentan un exceso de tecnicismo, de complejidad de algoritmos, y un papel exagerado de la matemática y la estadística, a pesar de que son imprescindibles para garantizar el adecuado rigor en el análisis e interpretación de los resultados. En ocasiones, esto restringe el acceso de un tipo de usuario, lo que limita el aprovechamiento de las potencialidades y utilidades que se pudieran extraer de estas herramientas. Por otra parte, los avances en la concepción y construcción de estos métodos se han obtenido, principalmente, en centros y países desarrollados, con signiicativos recursos inancieros y cientíicos. Sin embargo, existen grandes oportunidades para la generación, aplicación y validación de metodologías novedosas en las condiciones de países con menos recursos, en los que se están poniendo en práctica sistemas de producción innovadores, creativos y complejos, que han surgido –curiosamente– como respuesta a la escasez de recursos materiales y inancieros. Por ello, en el artículo se ofrecen las bases generales de cuatro metodologías utilizadas para la evaluación de sistemas agropecuarios: 1) análisis del ciclo de vida (ACV), 2) análisis de redes ecológicas (ENA), 3) eiciencia energética integral (EMERGY), y 4) trayectoria de sistemas. La selección se basó en que se dispone de experiencia en su utilización, y en que estas cuentan con un gran potencial de aplicación y adaptación a un rango lexible y diverso de condiciones biotécnicas y socioeconómicas. 1) Análisis del ciclo de vida (ACv) El análisis del ciclo de vida de un producto es una metodología relativamente reciente y en proceso 6 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 3-13, 2016 / Fabien Stark de evolución, que cobró auge a partir de la década de 1970, a propósito de los fenómenos relacionados con el cambio climático global y sus efectos colaterales sobre la mayoría de los sectores productivos y socioeconómicos. Actualmente, es una de las más extendidas y empleadas a nivel internacional, con una amplia literatura disponible en diversas esferas (Pennington et al., 2004; Rebitzer et al., 2004; EPA, 2006; Hellweg y Milà i Canals, 2014). Esta metodología es utilizada por investigadores, especialistas y productores de todas las ramas para calcular los impactos potenciales relacionados con el ciclo de vida de un producto, e identiicar las posibles formas de reducir el consumo de recursos y evitar efectos negativos sobre el medioambiente. Como su nombre lo indica, mediante esta se analiza el ciclo de vida completo de un producto –con sus procesos implícitos–, desde el inicio hasta el inal. En la igura 1 se muestran las posibles fases de un ACV, con las típicas entradas y salidas, desde la creación, producción o colecta del conjunto de materias primas involucradas, hasta la generación, la distribución y el consumo del producto por los «clientes potenciales» y las emisiones relacionadas durante todos los procesos. Tipos de ACv En general, existen dos tipos de ACV: el ACV atributivo o descriptivo y el ACV consecuencial u orientado al cambio (Rebitzer et al., 2004). En el primer caso, se describe la serie de lujos que ocurren en el sistema y que están «asociados a» o son «atribuibles a» la liberación/producción de una cantidad especíica de la unidad funcional (UF). La UF es la base que posibilita la comparación de los procesos en estudio, implicados en la producción de bienes y/o servicios (por ejemplo: kilogramos equivalentes de CO2 para comparar el potencial contaminante de una práctica o tecnología). Los resultados a todos los niveles son lineales, al igual que la modelación del sistema, por lo que la magnitud de los lujos resulta de poca importancia. Por su parte, el ACV consecuencial hace énfasis en el estimado del conjunto de cambios que pudieran ocurrir en el sistema, en relación con su potencial de contaminación y emisiones y con el lujo de recursos, como respuesta a los cambios provocados en el nivel de la UF. Por tanto, el sentido y efecto de los lujos puede depender signiicativamente de la magnitud del cambio provocado. Estructura y componentes de un ACv En la serie 14000 de la International Standard Organization (ISO) se estableció la estructura del ACV (ig. 2). La ISO 14040 (International Standard Organization, 1997) se relaciona con los principios y la estructura; la ISO 14041 (International Standard Organization, 1998), con la deinición de los objetivos, el marco y el análisis del inventario; la ISO 14042 (International Standard Organization, Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 3-13, 2016 / Metodologías para la evaluación de sistemas agropecuarios 2000a), con la estimación del impacto del ciclo de vida; y la ISO 14043 (International Standard Organization, 2000b), con la interpretación del ciclo de vida. El ciclo de vida completo, junto con los lujos de materiales y de energía asociados, es comúnmente conocido como «sistema-producto». En este sentido, se reconocen cuatro componentes metodológicos, fases o etapas en los ACV (Rebitzer et al., 2004; Hellweg y Milà i Canals, 2014): Etapa 1. Deinición de los objetivos y marco de intervención, fronteras del sistema (goal and scope) Con esta etapa se garantiza la descripción detallada del sistema en términos de fronteras y de la UF. Etapa 2. Inventario del ciclo de vida (ICV) Con esta fase de trabajo, que consta de tres partes (1: compilación, 2: tabulación, y 3: análisis preliminar de todos los intercambios con el medioambiente –emisiones, consumo de recursos, etc.–), se pretende estimar el consumo de recursos y las magnitudes de lujos, residuos, desechos y/o emisiones, por UF, que son provocados en el sistema y causados por, o atribuibles a, el ciclo de vida de un producto. Etapa 3. Estimación del impacto del ciclo de vida (EICV) En esta etapa se seleccionan los indicadores pertinentes para el análisis de las contribuciones potenciales a la extracción y utilización de recursos, y las emisiones/desechos, sobre la base del inventario previo (etapa 2) relacionado con una serie de impactos potenciales. Etapa 4. Interpretación y propuesta de mejora del ciclo de vida (mejora EICV) En esta fase se interpreta el ciclo de vida en cada etapa del ACV, lo que conlleva realizar comparaciones 7 transversales entre categorías de impacto, particularmente cuando hay compromisos (trade-offs) entre productos alternativos, o si es deseable priorizar áreas de interés en el interior de un ciclo en análisis; además, se establecen los límites en magnitud y profundidad de los análisis e interpretaciones, los cuales serán el resultado de decisiones colectivas entre los actores incluidos/interesados en el análisis. Asimismo, la multidisciplinariedad del equipo que aplica el ACV desempeña un papel decisivo, ya que resulta imprescindible para realizar las interpretaciones transversales, en las que se combinan, por ejemplo, las ciencias naturales, las económicas y las sociales. Aplicaciones del ACv La metodología ACV se puede aplicar a cualquier tipo de producto o tipo de decisión en el que los impactos ambientales de los ciclos o una de sus partes resulten de interés para un colectivo determinado, como es el caso de la agricultura (Brentrup et al., 2001; Brentrup et al., 2004; Basset-Mens y Van der Werf, 2005; Renouf et al., 2008; Bessou et al., 2013) o la ganadería (Beauchemin et al., 2011; Dick et al., 2015). Dicho colectivo puede representar a uno o a diferentes actores presentes en la cadena del ciclo (por ejemplo: organizaciones gubernamentales o no gubernamentales, la industria y una amplia variedad de sectores, de manera autónoma o con la ayuda de centros de investigación o consultores). Aunque se reconoce la importancia creciente de los ACV en el diseño de políticas públicas, hasta la actualidad las actividades en el sector industrial, junto con los cambios en el comportamiento de los consumidores, son inalmente los factores cruciales en el 8 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 3-13, 2016 / Fabien Stark aumento o la reducción de los impactos medioambientales asociados a los productos. Por su parte, Rebitzer et al. (2004) describieron cómo los ACV podían inluir en el funcionamiento de diferentes actores, desde pequeñas y medianas empresas o emprendedores hasta multinacionales y organizaciones internacionales (por ejemplo: Unión Europea, PNUMA), en el apoyo a la toma de decisiones y la planiicación de políticas públicas efectivas. Uno de los elementos más importantes durante el proceso de aplicación de los ACV, y que depende de la naturaleza de los actores que lo ejecutan, es la «simpliicación» del ejercicio, la que es determinada, fundamentalmente, por una correcta deinición del marco de acción que se debe cubrir (ig. 3). Uno de los principales objetivos de un ACV, común a todos los niveles de aplicación, es la identiicación de puntos ambientales «sensibles» (hotspots), que contribuyan a la toma de decisiones pertinentes para la mejora del producto y la sostenibilidad corporativa de la cadena a todos los niveles (Hellweg y Milà i Canals, 2014). Beauchemin et al. (2011) aplicaron los ACV para contribuir con la evaluación de los impactos potenciales sobre el medioambiente de los sistemas típicos de producción de carne bovina en el oeste de Canadá. Los efectos de una serie de estrategias de atenuación de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) a nivel del sistema productivo se evaluaron a través de ciclos productivos sucesivos; para ello se utilizaron diferentes estrategias y se modiicó el sistema de alimentación y de manejo del rebaño. Los ACV se aplicaron con el empleo de la plataforma HOLOS –www.agr.gc.ca/holos-ghg– (Little et al., 2008), la cual considera las emisiones signiicativas de CH4, N2O y CO2 a nivel de la granja, para establecer el potencial de emisiones totales en función de los escenarios. Las estrategias implementadas en el sistema de cría incluyeron cambios en los niveles de inclusión de forraje en la dieta, la suplementación con lípidos poliinsaturados, el uso de residuos de granos de maíz seco de destilería, el incremento de la longevidad del ganado de cría o la mejora de los indicadores reproductivos. El estudio Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 3-13, 2016 / Metodologías para la evaluación de sistemas agropecuarios se basó en la simulación de una granja con un rebaño de 120 vacas, cuatro toros y su descendencia, la cual completaba el ciclo productivo en un sistema de ceba en estabulación ( feedlot). El sistema incluía un área de pastoreo con pasto natural y parcelas de producción de forraje. El ACV cubrió una estimación de ocho años sucesivos de producción. En el escenario línea de base (baseline; sin aplicar las estrategias de atenuación) se estimaron emisiones de GEI de 22 kg equivalentes de CO2/kg de canal producida; el 80 % provino del sistema de cría (vaca-ternero) y el otro 20 % del sistema de ceba en estabulación. Las emisiones entéricas representaron el 63 % de las emisiones estimadas en este escenario base. La aplicación de las estrategias antes citadas logró reducir las emisiones de GEI hasta el 8 %, para cada una de ellas de manera aislada, y hasta el 17 % cuando se combinaron. Sin embargo, las estrategias aplicadas al ganado de ceba ( feedlot) tuvieron un impacto mínimo sobre las emisiones, con una reducción de menos de 2 % en el caso de las aplicadas individualmente y entre 3˗4 % al combinarlas. Dick et al. (2015) realizaron un estudio similar en las condiciones de la crianza de ganado bovino de carne en pastoreo, en Brasil. Las estrategias incluyeron el incremento de la producción de forraje y su calidad, la introducción de leguminosas para reemplazar la utilización de fertilizantes nitrogenados, la mejora de los indicadores reproductivos y el incremento de la eiciencia de utilización del forraje. También se consideró la estabilización del carbono almacenado en el suelo a largo plazo. Los resultados mostraron que inducir cambios en la producción y la calidad de forraje representó entre 7,8 y 20,7 % de los GEI producidos en el escenario baseline, y mejoras en la reproducción entre 0,5 y 1,2 % de las emisiones. El uso de la tierra se redujo entre 9,4 y 30,6 %, y la introducción de leguminosas disminuyó el agotamiento de los recursos fósiles. El análisis de sensibilidad indicó, inalmente, la posibilidad de aplicar estas estrategias con mejoras a corto plazo, incluyendo el potencial de secuestro de carbono. Se demostró que es factible aplicar mejoras en la productividad ganadera y en la protección ambiental simultáneamente, sobre la base de los pastos y forrajes, en sistemas ganaderos tropicales. 2) Análisis de redes ecológicas (ENA). Aspectos prácticos para su aplicación en el estudio de los agroecosistemas El contexto agrícola mundial exige reconsiderar los objetivos agrícolas, que se relacionan con alcanzar 9 mejores producciones con la utilización de menos recursos, para una población en aumento, en un ambiente cada vez más vulnerable (Darnhofer, 2010; De Schutter, 2011; Dumont et al., 2013). Para ello, en la actualidad existe un consenso sobre la necesidad de desarrollar sistemas agrícolas basados en los principios de la agroecología (Seré y Steinfeld, 1996; Herrero et al., 2010; Altieri et al., 2012), los cuales aportan un nuevo enfoque que permite la aplicación de metodologías que provienen de la ecología, para analizar el desarrollo de los agroecosistemas. De las metodologías que existen, el análisis de redes ecológicas (Ecological Network Analysis, ENA) constituye una de las opciones más interesantes para el análisis sistémico de los agroecosistemas. Este método es utilizado por los ecologistas para estudiar las relaciones que se establecen entre las especies en un ecosistema determinado, con el in de analizar las propiedades holísticas y sistémicas a nivel del sistema. En este sentido, existen experiencias que utilizan la metodología ENA en agronomía (Ruino et al., 2009a; Ruino et al., 2009b). breve reseña de la metodología ENA La metodología ENA surgió a partir de la necesidad de los ecologistas de representar y analizar los procesos a nivel de ecosistema (Ulanowicz, 2004), a diferencia de enfoques más reduccionistas que se centraban en un elemento especíico de las interacciones, sin tener en cuenta los efectos indirectos y complejos que ocurren a distintos niveles del ecosistema (Fath et al., 2007). Se utilizan técnicas de álgebra lineal, lo que parece ser más relevante para analizar las propiedades estructurales y funcionales de los ecosistemas complejos, de una manera sistemática (Ulanowicz, 2004). Dicha metodología es una adaptación del análisis input/output aplicado inicialmente en economía, el cual se basa en técnicas cuantitativas que permiten analizar las interdependencias entre diferentes sectores en una economía dada, como, por ejemplo, sistemas de bienes y servicios relacionados entre sí (Leontief, 1951). Los modelos de análisis input/output producen índices que permiten medir los efectos de los cambios que provoca un sector sobre otros, conectados indirectamente a la escala de todo el sistema. Hannon (1973) introdujo esta teoría en la ecología para estudiar las relaciones entre las especies en un ecosistema a través de los lujos de energía. Los modelos ENA permiten representar los compartimentos ecológicos y las interacciones 10 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 3-13, 2016 / Fabien Stark entre ellos, así como el análisis de redes, para determinar las relaciones globales y la importancia de cada uno de los componentes del sistema en particular (Fath et al., 2007). Otras contribuciones provienen también de las teorías de la información, y se aplican al analizar la diversidad y la organización de la red de lujos dentro del sistema (Rutlegde et al., 1976; Ulanowicz, 1997; Latham, 2006). Existe abundante literatura sobre estudios de ecosistemas, en la que se analiza el papel de los efectos indirectos en comparación con los efectos directos entre compartimentos (Szymer y Ulanowicz, 1987; Baird y Ulanowicz, 1989); así como consideraciones sobre el análisis de las relaciones a nivel tróico (Higashi y Burns, 1991), y la cuantiicación del grado de reciclaje en una red determinada del ecosistema (Finn, 1980; Allesina y Ulanowicz, 2004). Sin embargo, la metodología ENA se ha utilizado más para el estudio de los sistemas urbanos (Liu et al., 2011; zhang et al., 2012), y en el caso de los agroecosistemas, se ha empleado de manera marginal (Dalsgaard et al., 1995; Ruino et al., 2009a; Ruino et al., 2009b; Álvarez et al., 2014). Aplicación de la metodología ENA en el estudio de los agroecosistemas La aplicación de la metodología ENA para analizar agroecosistemas se puede sintetizar mediante la ejecución de tres pasos: 1) la conceptualización, 2) la modelización, y 3) la aplicación de los algoritmos para calcular los indicadores (ig. 4). En cuanto a conceptualización del sistema –de manera similar al ACV–, este consiste en identiicar y deinir sus elementos e interacciones, los cuales se deben representar en forma de diagrama de lujo (Fath et al., 2007). En esta etapa es necesario delimitar las fronteras del sistema, a partir del conocimiento del entorno y los objetivos del trabajo. Sobre esta base, los diversos compartimentos que componen el sistema deben ser deinidos, al igual que su nivel de agregación (Baird et al., 2009). A continuación se identiican los lujos existentes entre los compartimentos, desde y hacia el entorno del sistema, en función de su origen, el destino y la naturaleza (por ejemplo: fertilización, alimentación, ventas, etc.). Estos elementos se utilizan para construir el diagrama de lujo. Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 3-13, 2016 / Metodologías para la evaluación de sistemas agropecuarios Por otra parte, en la fase de modelización, que se basa en el diagrama, se miden los lujos identiicados y se representan en forma de matriz (Fath et al., 2007). Es importante seleccionar una unidad común (como la UF del ACV) para analizar de forma homogénea los lujos del sistema, en función de los objetivos del estudio (por ejemplo: nitrógeno, carbono, energía, biomasa, etc.). El siguiente paso consiste en cuantiicar cada lujo, a partir de mediciones directas, encuestas y estimaciones, o sobre la base de la literatura existente. Por tanto, la cuantiicación de cada lujo permite alimentar la matriz; en el eje de las abscisas se representan los compartimentos de origen, y en el de las ordenadas, los compartimentos de destino. Finalmente, la aplicación de la metodología ENA consiste en calcular una serie de indicadores con algoritmos lineales, a partir de cálculos matriciales (Ulanowicz, 2004; Latham, 2006). En el caso de los agroecosistemas, esta metodología permite evaluar su estructura mediante un análisis «de ruta» (Path Analysis) o de indicadores de organización (AMI, Hr). AMI (Average Mutual Information o información mutua promedio) cuantiica la organización de los lujos en la red, mientras que Hr (Uncertainty Statistical o estadística de incertidumbre) corresponde a la frontera superior del AMI (Ulanowicz, 2004; Ruino et al., 2009a). El funcionamiento de los agroecosistemas se puede analizar con el empleo de indicadores de intensidad de los lujos, como el Total System Throughlow (TST o rendimiento total del sistema), que calcula la cantidad total de lujo que se desplaza a través de la red de compartimentos; o de indicadores de reciclaje, como el Finn’s Cycling Index (FCI; índice de Finn o de reciclaje), que calcula el porcentaje de los lujos que son generados por ciclo (Finn, 1980). Asimismo, esta metodología posibilita analizar el estado de desarrollo del sistema (development capacity o capacidad de desarrollo, ascendency o ascendencia y overhead o gastos generales o dependencia del exterior), (Latham, 2006). La ascendencia (A) representa el grado de desarrollo real del sistema, y Development Capacity (D), su potencial máximo de desarrollo; mientras que Overhead se reiere a la diferencia entre A y D, lo que ofrece una idea de la capacidad de reserva de desarrollo del sistema o de las posibilidades de mejora, por ejemplo, en la optimización de los lujos. Además, con la matriz de lujo también se pueden calcular otros indicadores más tradicionales, como los de 11 productividad (outputs), autosuiciencia (inputs) y eiciencia (relación inputs/outputs). Por tanto, la aplicación de la metodología ENA para el estudio de los agroecosistemas ofrece muchas oportunidades de análisis, desde las perspectivas de un posible espectro de modalidades de funcionamiento y de desarrollo. El paralelismo que se establece entre ecosistema y agroecosistema debe ser examinado con precaución, ya que el propósito de un agroecosistema es producir alimentos; mientras que el de un sistema ecológico es la conservación de los recursos y procesos, que mantienen su equilibrio. No obstante, en el contexto de la agroecología, dicho paralelismo se considera relevante en términos de funcionamiento; por lo que el uso de metodologías que provienen de la ecología parece ser una alternativa pertinente e interesante para analizarlos. REFERENCIAS bIbLIOGRáFICAS Allesina, S. & Ulanowicz, R. E. Cycling in ecological networks: Finn’s index revisited. Comput. Biol. Chem. 28 (3):227-233, 2004. Altieri, M. A.; Funes-Monzote, F. R. & Petersen, P. Agroecologically eficient agricultural systems for smallholder farmers: contributions to food sovereignty. Agron. Sustain. Dev. 32 (1):1-13, 2012. Alvarez, S.; Ruino, M. C.; Vayssières, J.; Salgado, P.; Tittonell, P.; Tillard, E. et al. 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Martín-Martín, Yolai Noda-Leyva, Yuseika Olivera-Castro y Gertrudis Pentón-Fernández Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey, Universidad de Matanzas, Ministerio de Educación Superior. Central España Republicana. CP 44280, Matanzas, Cuba. Correo electrónico: giraldo@ihatuey.cu. RESUMEN: Se realizó un estudio con el objetivo de determinar el efecto del ácido naftilacético (ANA) y el agua sobre la supervivencia y el desarrollo foliar de propágulos de Morus alba, y para ello se empleó un diseño de bloques completamente aleatorizados con arreglo factorial. Los tratamientos consistieron en tres variedades: tigreada, yu-62 y universidad mejorada, y dos sustancias estimuladoras del enraizamiento de los propágulos: ANA y agua, además del testigo (sin productos). Se midió la cantidad de plantas que sobrevivieron y el peso verde del área foliar. Los propágulos de la var. tigreada mostraron entre 91 y 100 % de sobrevivencia; en el caso de las var. yu-62 y universidad mejorada, este indicador fue favorecido por el uso del ANA y el agua. El menor peso del área foliar lo presentó la var. universidad mejorada (14,55 g), al no ser inoculada. Este estudio permite concluir que la variedad tigreada sobresalió en términos de supervivencia, por lo que se considera una de las de mayor potencialidad en cuanto a establecimiento y eiciencia en la reproducción asexual. Con el uso del agua como vehículo enraizador se puede lograr la propagación de las variedades nuevas (universidad mejorada y yu- 62); además, el agua y el ANA permitieron que las plantas expresaran un desarrollo adecuado de su área foliar desde edades tempranas. Palabras clave: ácido naftilacético, agua, enraizamiento. AbSTRACT: A study was conducted in order to determine the effect of naphtaleneacetic acid (NAA) and water on the survival and leaf development of Morus alba propagules, and for such purpose a completely randomized block design with factorial arrangement was used. The treatments consisted in three varieties: tigreada, yu-62 and universidad mejorada, and two rooting-stimulating substances of the propagules: NAA and water, in addition to the control (without products). The quantity of plants that survived and the green weight of the leaf area were measured. The propagules of the var. tigreada showed between 91 and 100 % of survival; in the case of the var. yu-62 and universidad mejorada, this indicator was favored by the use of NAA and water. The lowest weight of the leaf area was shown by the var. universidad mejorada (14,55 g), when it was not inoculated. This study allows to conclude that the tigreada variety stood out in terms of survival, for which it is considered one of those with higher potential regarding establishment and eficiency in asexual reproduction. With the use of water as rooting vehicle the propagation of the new varieties (universidad mejorada and yu-62) can be achieved; in addition, water and NAA allowed the plants to express an adequate development of their leaf area since early ages. Keywords: naphtaleneacetic acid, water, rooting. INTRODUCCIóN El uso de los árboles en los sistemas de producción ganadera en el trópico, y en particular en Cuba, es una práctica que data de hace muchos años. En el desarrollo histórico de la ganadería vacuna, los árboles siempre constituyeron un componente en los potreros, como sombra, cercas vivas y fuente de madera. Las primeras investigaciones realizadas en Cuba en este tema estuvieron centradas en el uso de Leucaena leucocephala (Cáceres y Santana, 1990); posteriormente se efectuaron estudios con Albizia lebbeck (Soca y Simón, 1995), Gliricidia sepium (Francisco y Hernández, 1998) y Morus alba (Martín, 2004). En la década de los noventa, se introdujeron en el país las primeras variedades de M. alba con el objetivo de validar, en las condiciones cubanas, los resultados que se habían alcanzado en el trópico húmedo de Costa Rica. Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 14-18, 2016 / Uso de estimuladores en propágulos de Morus alba Posteriormente, en el año 2000, el Instituto de zootecnia de Brasil facilitó la obtención de dos selecciones (Iz-40, Iz-64) y tres híbridos (Iz-15/7, Iz-13/6, Iz-56/4), y en 2005 se introdujeron las variedades ichinose, super morera, cheongol y ppong, de Corea del Sur, todas pertenecientes taxonómicamente a la especie M. alba. Más adelante, en el año 2011, la Estación Experimental de Pastos y Forrajes (EEPFIH) Indio Hatuey amplió su germoplasma con seis variedades: universidad, universidad nueva, universidad mejorada, yu-12 y yu-62, introducidas de China, y la var. murcia de España, de las cuales se desconoce su comportamiento agronómico y productivo en las condiciones edafoclimáticas del país. En el caso de las primeras variedades introducidas, la vía fundamental de propagación utilizada es la asexual, con material vegetativo que cumpla con los siguientes estándares: estacas de 25 a 30 cm de largo y al menos tres yemas en buen estado, de 1,0 a 1,5 cm de grosor, extraídas de ramas maduras con más de 120 días de edad (Boschini y Rodríguez, 2002); y se recomienda esta vía por ser una forma fácil y rápida de conservar las características de la planta madre. Sin embargo, en investigaciones preliminares con las variedades recientemente introducidas se ha constatado que estas presentan un buen porcentaje germinativo si se siembran por semilla, pero no ocurre así cuando se utilizan propágulos como método de reproducción. Es conocido que los reguladores del crecimiento vegetal modiican las características normales del crecimiento de las plantas (Ackerman y Hamemik, 1996) y producen diversas respuestas isiológicas (Salisbury y Ross, 2000). Las auxinas regulan la proliferación de las raíces y su elongación, así como la dominancia apical (Mok y Mok, 2001). El ácido naftilácetico (ANA) es una auxina sintética cuya aplicación, tanto en vivero como en campo, ha mostrado su capacidad de inducir el proceso de enraizamiento en diferentes cultivos: forestales, frutales y ornamentales (Hartman y Kester, 2001; Weaver, 2002). El uso del agua también resulta un elemento esencial para estimular el desarrollo radicular de los propágulos, pues esta constituye un factor esencial en el transporte de nutrientes, y regula la turgencia de las células y todos los procesos isiológicos en general (Olivera y Noda, 2011). En relación con el efecto que pueda inducir el empleo de las itohormonas o del agua como vehículos que garanticen la eiciencia del enraizamiento de esquejes de morera existe muy poca 15 bibliografía, y los estudios se han realizado fundamentalmente con las variedades de Costa Rica; de estas se plantea que no presentan problemas en la propagación por esquejes y los resultados han sido satisfactorios (Boschini y Rodríguez, 2002; Noda et al., 2004). Es por ello que el objetivo de esta investigación fue determinar el efecto del ANA y el agua sobre la supervivencia y el desarrollo foliar de propágulos de M. alba. MATERIALES Y MÉTODOS Las investigaciones se realizaron en la EEPFIH, ubicada en la zona central de la provincia de Matanzas (Cuba), municipio de Perico; en el punto geográico determinado por los 22°, 48’ y 7’’ latitud norte y los 81° y 2’ de longitud oeste, a 19,01 msnm (Academia de Ciencias de Cuba, 1989). El experimento tuvo una duración de 60 días, comprendidos entre el 15 de octubre y el 15 de diciembre de 2013. Las precipitaciones en este periodo fueron de 93,3 mm, y se consideran aceptables respecto al corto tiempo de evaluación. La temperatura fue de 23,5°C y la humedad, de 81,8 % (valor que se puede considerar alto). El suelo donde se llevó a cabo la fase experimental está clasiicado como Ferralítico Rojo lixiviado (Hernández et al., 1999), de topografía plana, y el horizonte supericial se caracteriza por el predominio de minerales arcillosos del tipo 1:1, aunque puede presentar mineral del tipo 2:1 en el 10 % del contenido total de la fracción arcillosa. Los propágulos procedían de variedades de morera introducidas en Cuba en el año 2011 (yu-62 y universidad mejorada), las cuales presentan una excelente reproducción por semilla; sin embargo, su reproducción por vía agámica no ha resultado satisfactoria en las condiciones del país. Se utilizó como testigo la var. tigreada, incluida en el germoplasma desde 1996 y de excelente reproducción por propágulos. Estos se obtuvieron mediante el corte de ramas jóvenes (de 30-40 cm de largo y con más de tres yemas en buen estado); y se inocularon, según el tratamiento, con una mezcla (preparada previamente) de ANA a una concentración de 4 000 ppm disuelta en etanol al 70 %, o en agua, sumergiendo la parte basal de la estaca (2-3 cm) en el producto, durante 30 minutos. Para la plantación se construyeron canteros de 1 m de ancho y 22 m de largo, los cuales fueron fertilizados con cachaza a razón de 10 kg/m². Los propágulos se plantaron de forma vertical, directamente en el suelo, con un marco de 20 cm entre hileras y 10 cm entre propágulos, y a una profundidad de 8-10 cm. Se regó 16 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 14-18, 2016 / Giraldo J. Martín-Martín durante todo el periodo de observación (60 días), momento en que fue interrumpido el crecimiento con el in de realizar el estudio. Se utilizó un diseño de bloques completamente aleatorizados, con arreglo factorial 3 x 3. Los tratamientos consistieron en tres variedades: tigreada, yu-62 y universidad mejorada, y dos sustancias estimuladoras del enraizamiento: ANA y agua, además del testigo (sin productos), para un total de nueve tratamientos que se describen a continuación: • Tratamiento 1: var. tigreada sin enraizador (testigo) • Tratamiento 2: var. tigreada inoculada con ANA • Tratamiento 3: var. tigreada embebida en agua • Tratamiento 4: var. yu-62 sin enraizador (testigo) • Tratamiento 5: var. yu-62 inoculada con ANA • Tratamiento 6: var. yu-62 embebida en agua • Tratamiento 7: var. universidad mejorada sin enraizador (testigo) • Tratamiento 8: var. universidad mejorada inoculada con ANA • Tratamiento 9: var. universidad mejorada embebida en agua Cada tratamiento se replicó cuatro veces, para un total de 36 parcelas. Cada parcela tenía 25 plantas, es decir, cada tratamiento quedó conformado por 100 plantas. variables. Las evaluaciones se realizaron en todas las plantas, desde los siete días posteriores a la plantación hasta que alcanzaron 60 días de edad, y en ese momento se consideraron los siguientes indicadores: • Cantidad de plantas que sobrevivieron. • Peso verde del área foliar. Modelo matemático. Se empleó el siguiente modelo matemático: Yij = μ + Vi + SEj + ViSEj + βk + εijkl Donde: Yij es el resultado del tratamiento i-ésimo, al bloque j-ésimo μ corresponde a la media general Vi es el efecto i-ésimo de la variedad (i = 1, 2,..., n) SEj es el efecto j-ésimo de la sustancia estimuladora de enraizamiento (j = 1, 2,..., n) βk es el efecto del k-ésimo bloque (k = 1, 2, 3, 4) εijkl es el error aleatorio asociado a la observación Análisis estadístico. Se utilizó la estadística descriptiva en el análisis de los resultados de la variable cantidad de plantas que sobrevivieron; mientras que en el caso del peso verde del área foliar se realizó un análisis de varianza (ANOVA), después de veriicar que los supuestos cumplían con el ajuste de homogeneidad de varianza y distribución normal, con el empleo del paquete estadístico Infostat versión 1.1 (Di Rienzo et al., 2002). Las medias se compararon a través de la prueba de rangos múltiples de Duncan, para un nivel de signiicación a p < 0,05 (Duncan, 1955). RESULTADOS Y DISCUSIóN En la variedad tigreada, la mayoría de los propágulos sobrevivieron al transcurrir el período de evaluación (60 días), independientemente del producto enraizador utilizado; de 100 propágulos, sobrevivieron entre el 91 y 100 % (ig.1). Estos resultados concuerdan con los obtenidos por Noda et al. (2004) al caracterizar el comportamiento agronómico de esta variedad en la fase de establecimiento, donde se halló un 100 % de supervivencia de los propágulos a los 42 días después de la plantación. Está ampliamente demostrado que las variedades introducidas en Cuba desde Costa Rica, tales como la indonesia, la criolla, la acorazonada y la tigreada, se reproducen exitosamente por estacas; y sin tratamiento con estimuladores de crecimiento, se alcanza más del 90 % de supervivencia en cada caso. Según Boschini y Rodríguez (2002), el periodo en que se logra obtener una nueva planta formada es de unos 90 a 120 días; sin embargo, en este estudio después de transcurridos 60 días se encontraron plantas de la var. tigreada potencialmente formadas. Para las variedades yu-62 y universidad mejorada, la supervivencia de los propágulos se favoreció con el uso del ANA y del agua. Las medias de estos tratamientos resultaron superiores al compararlas con las del testigo; sin embargo, ningún valor superó el 90 % (ig. 1). Martín et al. (2014) evaluaron el poder de reproducción de estas variedades en condiciones naturales de vivero, sin el uso de sustancias enraizadoras, y constataron que la supervivencia inicialmente mostró un comportamiento similar al encontrado en el presente estudio; sin embargo, después de transcurridos 80 días disminuyó la cantidad de plantas vivas. Se conoce que muchas especies de plantas que son recalcitrantes a la propagación responden eicientemente cuando se utilizan sustancias o itohormonas que determinan no solo en la tasa de enraizamiento, sino también en la calidad del sistema radical que se forma, lo que garantiza la supervivencia y desarrollo de la planta (Ruíz y Mesén, 2010). El ANA que se empleó en este estudio es una auxina, cuya función es estimular la expansión y división celular y fomentar el desarrollo de callos, de los que se desprenden crecimientos similares a las raíces (Weaver, 2002). Esta hormona, por difusión, llega a los diferentes órganos mediante los tejidos vasculares (xilema y loema), y además puede ser transportada por células no vasculares como las del cambium y las parcialmente diferenciadas, asociadas al loema (Acosta Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 14-18, 2016 / Uso de estimuladores en propágulos de Morus alba et al., 2000). El transporte normal de esta auxina comienza en las hojas jóvenes y sigue hacia abajo, a lo largo de los haces vasculares (Salisbury y Ross, 2000). A través de tal función se explica el resultado que se obtuvo de este estudio, ya que con la formación de nuevas hojas se favoreció la posterior emisión de raíces, lo que proporcionó un mayor número de propágulos sobrevivientes. Por otra parte, las estacas embebidas en agua respondieron eicientemente a la supervivencia de las plantas. Según señalan Burgos et al. (2009), embeber las estacas en agua unas horas antes de la plantación asegura la ruptura por turgencia de las células que se encuentran en diferentes tejidos externos e internos, y propicia un estímulo en la emisión de raíces, las cuales son muy importantes en la absorción de nutrientes que determinan la supervivencia del cultivo. Estos métodos son alentadores para las variedades de morera recalcitrantes a la propagación por estacas, lo cual resulta importante desde el punto de vista agrícola, por constituir una forma fácil y rápida de conservar las características de la planta madre (Boschini y Rodríguez, 2002). En la tabla 1 se muestra el efecto de la interacción entre la variedad y la sustancia estimuladora sobre el peso del área foliar. La mayoría de los tratamientos no diirieron entre sí; solo la var. universidad mejorada, al no ser inoculada, diirió del resto de los tratamientos y presentó el valor más bajo en el peso del área foliar (14,55 g). A pesar de ello, la var. universidad mejorada y la yu-62 desarrollaron eicientemente su área foliar. Se debe tener en cuenta que en estas variedades la supervivencia no alcanzó el 100 % (ig.1), y, sin embargo, el peso foliar de los propágulos que sobrevivieron no diirió del de la tigreada, que se usó como testigo y tuvo además un 100 % de supervivencia y buen desarrollo de los propágulos. Tabla 1. Efecto de la interacción en el peso del área foliar. Variedad Sustancia estimuladora Peso del área foliar (g) tigreada testigo 29,90ab tigreada ANA 31,94a tigreada agua 30,23ab yu-62 testigo 28,67ab yu-62 ANA 31,29a yu-62 agua 28,92ab univ. mejorada testigo 14,55c univ. mejorada ANA 29,98ab univ. mejorada agua 32,16a ES (±) 17 6,52* a, b, c, d: letras distintas en cada ila indican diferencias signiicativas (p < 0,05) *p < 0,05 18 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 14-18, 2016 / Giraldo J. Martín-Martín El peso del área foliar constituye un indicador importante, por su correlación con la materia seca (Garcés y Forcelini, 2011). En el presente estudio se corroboró lo planteado por Martín (2004) acerca de la excelente producción de esta planta por unidad de área, de la cual, según el autor, una alta proporción está compuesta por hojas y tallos tiernos que son totalmente comestibles por diferentes especies de animales. Esta planta, desde edades muy tempranas en su ciclo de vida, es capaz de expresar su potencial de rendimiento; las variedades recientemente introducidas en Cuba y evaluadas en este estudio manifestaron aceptables valores en el peso de sus hojas, si se tiene en cuenta que estos se obtuvieron a la edad de 60 días de plantadas las estacas. El uso del agua y del ANA favoreció, en sentido general, la supervivencia y el desarrollo de los propágulos de estas variedades recalcitrantes a la reproducción agámica. Martín et al. (2014) recomendaron el empleo de sustancias estimuladoras en las estacas de las mismas variedades, ya que en su estudio no alcanzaron resultados satisfactorios, a pesar de emplear un sustrato con buen contenido de materia orgánica y riego. Se concluye que la variedad tigreada sobresalió en términos de supervivencia, por lo que puede ser considerada una de las de mayor potencialidad en cuanto a establecimiento y eiciencia en la reproducción asexual. Asimismo, el uso del agua como vehículo enraizador resultó eiciente, por lo que puede ser una alternativa para lograr la propagación de las variedades nuevas (universidad mejorada y yu-62). El uso del agua y del ANA permitió que las plantas expresaran un desarrollo adecuado de su área foliar desde edades tempranas. REFERENCIAS bIbLIOGRáFICAS Academia de Ciencias de Cuba. Nuevo Atlas Nacional de Cuba. La Habana: Instituto Cubano de Geodesia y Cartografía, 1989. Ackerman, R. & Hamemik, H. U. Use of growth regulators in production. International Plant Propagators’ Society (IPPS). Combined Proceedings International Propagators’ Society. 46:574-575, 1996. Acosta, M.; Sánchez, J. & Bañón, M. Auxinas. J. Azcón-Bieto y M. Talón, eds. Fundamentos de isiología vegetal. España: McGraw-Hill Interamericana, S. A., Ediciones Universitat de Barcelona. p. 305-323, 2000. Boschini, C. & Rodríguez, Ana M. Inducción del crecimiento en estacas de morera (Morus alba), con ácido indol butírico (AIB). 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Recibido el 9 de abril de 2015 Aceptado el 26 de noviembre de 2015 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 19-26, 2016 / Inoculación con Bradyrhizobium sp. y Trichoderma harzianum en triticale 19 Artículo Científico Efecto de la inoculación con Bradyrhizobium sp. y Trichoderma harzianum en triticale (x. Triticosecale Wittmack), en condiciones de estrés por sequía Effect of the inoculation with Bradyrhizobium sp. and Trichoderma harzianum in Triticale (X. Triticosecale Wittmack), under drought stress conditions Carlos J. Bécquer-Granados1, Adelaida B. Puentes-Pérez2, Urbano Ávila-Cordoví1, Maribel QuintanaSanz1, Yaldreisy Galdo-Rodríguez1, Fernando Medinilla-Nápoles3 y Analeydi Mirabales-Valdés1 1 Instituto de Investigaciones de Pastos y Forrajes, Estación Experimental Sancti Spíritus, Apdo. 2255, ZP 1, CP 62200, Sancti Spíritus, Cuba 2 Universidad de Sancti Spíritus, Cuba 3 Centro Meteorológico Provincial, Sancti Spíritus, Cuba Correo electrónico: pastossp@enet.cu RESUMEN: En la Estación Experimental de Pastos y Forrajes Sancti Spíritus, se llevó a cabo un experimento de campo en condiciones de estrés por sequía, para evaluar el efecto de la inoculación con una cepa de Bradyrhizobium sp. y con el hongo Trichoderma harzianum, en triticale (X. Triticosecale Wittmack). El diseño experimental fue completamente al azar, con cuatro réplicas y siete tratamientos. Se utilizó un testigo fertilizado con NH4NO3 (150 kg N/ha), así como un control absoluto y cinco tratamientos inoculados. Se evaluaron las variables peso seco aéreo, peso seco de la raíz, longitud del tallo, rendimiento de grano, peso de mil semillas y número de granos por espiga. La aplicación simple de Bradyrhizobium o en combinación con Trichoderma, de forma general, ejerció un efecto positivo en las plantas, y resultó superior a la aplicación de fertilizante químico. Se observó, además, que el desarrollo de la parte aérea y el rendimiento de grano no estuvieron vinculados con la aplicación de nitrógeno mineral, sino con la inoculación. Se recomienda realizar experimentos similares en diferentes tipos de suelo en la provincia Sancti Spíritus, en condiciones de estrés por sequía. Palabras clave: microorganismos, rendimiento, Rhizobium. AbSTRACT: At the Pastures and Forages Research Station Sancti Spíritus, a ield trial was conducted under drought stress conditions, to evaluate the effect of the inoculation with a strain of Bradyrhizobium sp. and the fungus Trichoderma harzianum, in triticale (X. Triticosecale Wittmack). The experimental design was completely randomized, with four replications and seven treatments. A control fertilized with NH4NO3 (150 kg N/ha) was used, as a well as an absolute control and ive inoculated treatments. The variables aerial dry weight, root dry weight, stem length, grain yield, weight of a thousand seeds and number of grains per ear were evaluated. The simple application of Bradyrhizobium or in combination with Trichoderma, in general, exerted a positive effect on the plants, and was higher than the application of chemical fertilizer. It was also observed, that the development of the aerial part and the grain yield were not related to the application of mineral nitrogen, but to the inoculation. It is recommended to conduct similar experiments on different soil types in the Sancti Spíritus province, under drought stress conditions. Key words: microorganisms, yield, Rhizobium. INTRODUCCIóN Los microorganismos del suelo contribuyen con un amplio rango de servicios esenciales a la sostenibilidad de todos los ecosistemas. Ellos ac- túan como los principales agentes impulsores del ciclo de nutrientes; regulan la dinámica de la materia orgánica del suelo, el secuestro de carbono y la emisión de gases de invernadero; modiican la 20 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 19-26, 2016 / Carlos J. Bécquer-Granados estructura física del suelo y el régimen de agua; y mejoran la eiciencia en la toma de nutrientes por las plantas (Singh et al., 2011). Es conocido que la inoculación de cereales con microorganismos promotores del crecimiento vegetal conlleva el crecimiento de la planta y de su rendimiento (Andrews et al., 2003). Existen antecedentes del efecto positivo de los rizobios y otras rizobacterias en cereales pertenecientes al género Triticum (Bécquer et al., 2012a; Bécquer et al., 2012b; Bécquer et al., 2012c). Por otra parte, se conoce que el estrés hídrico limita el crecimiento y la productividad de los cultivos, especialmente en áreas áridas y semiáridas (Farooq et al., 2009; Yang et al., 2009). La sequía es considerada como uno de los mayores desastres naturales del mundo, el más frecuente y persistente, el de mayor efecto negativo para la producción agrícola, y también como la causante de impactos adversos reales sobre el medioambiente (World Meteorological Organization, 1994). Existen diversas formas de combatir la sequía, y entre las más novedosas se encuentra la utilización de inoculantes microbianos (Tikhonovich y Provorov, 2011). Se conoce que el efecto positivo de los microorganismos del suelo no radica solo en su inluencia en el crecimiento, ya que estos también constituyen un factor relevante en la tolerancia de las plantas al estrés abiótico, como el causado por la sequía. Entre esas rizobacterias, los rizobios ocupan un lugar importante (Uchiumi et al., 2004; Stiens et al., 2006). Otro microorganismo que inluye positivamente en el desarrollo de las plantas es el hongo ilamentoso Trichoderma spp. Los mecanismos directos relacionados con su efecto protector incluyen la competencia, la antibiosis y el micoparasitismo (Howell, 1998). Estudios más recientes indican la inducción de mecanismos de defensa en las plantas por Trichoderma, así como su actividad promotora del crecimiento vegetal (Saber et al., 2009; Shaban y El-Bramawy, 2011). Existen antecedentes del efecto positivo de Trichoderma harzianum en trigo, al combinarse con rizobios (Bécquer et al., 2015). Por ello, el objetivo de este estudio fue evaluar el efecto de la inoculación de Bradyrhizobium y Trichoderma en triticale (X. Triticosecale Wittmack) variedad INCA TT-77, en diferentes momentos, y en condiciones de estrés por sequía agrícola. MATERIALES Y MÉTODOS Localización. El experimento se realizó desde enero de 2014 hasta abril del propio año, en una parcela experimental perteneciente a la Estación Experimental de Pastos y Forrajes Sancti Spíritus, situada a 21o 53ꞌ 00ꞌꞌ de latitud norte y los 79o 21ꞌ 25 ꞌꞌ de longitud oeste, y a una altura de 40 msnm. Procedencia de las cepas y su identiicación Cepa de rizobio. Se empleó la cepa JJ6, perteneciente al género Bradyrhizobium sp. (Bécquer et al., 2002), la cual es un microsimbionte de Centrosema virginianum (leguminosa naturalizada de Sancti Spíritus, Cuba). Cepa de Trichoderma. Se utilizó el producto TRICHOSAVE 34 (de LABIOFAM S. A.), compuesto por un sustrato de cáscara y cabecilla de arroz inoculado con micelios esporulados de T. harzianum A-34. Material vegetal. Se evaluó el cereal triticale, procedente del INCA –Mayabeque, Cuba–. Este cereal tiene antecedentes de altos rendimientos en la provincia de Sancti Spíritus al inocularse con rizobios (Bécquer et al., 2012b), y constituye una alternativa para la alimentación animal en Cuba. Preparación de los inóculos Bradyrhizobium. Las cepas crecieron en medio sólido levadura-manitol (Vincent, 1970), y se resuspendieron en medio líquido levadura-manitol hasta lograr una concentración celular de 106-108 UFC/mL. Para la inoculación de las plantas, se procedió a diluir el inóculo en proporción 1:10 en solución salina al 0,9 %. Trichoderma. Al producto antes mencionado, por recomendación técnica del fabricante, se le añadió agua corriente a razón de 35 g/L, y se iltró con gasa antes de inocular las plantas. Inoculación de las plantas Con Bradyrhizobium. La inoculación se realizó al germinar la semilla (a los 6 días); para ello se usó una bureta graduada, cuyo contenido se vertió sobre las plantas recién germinadas, y, al regular el surtidor, cada planta recibió aproximadamente 8-10 mL del inóculo líquido. La reinoculación se efectuó a los 15 días de la siembra, de igual forma, con un inóculo bacteriano del mismo título. Con Trichoderma. Se realizó la inoculación al germinar la semilla (a los 6 días), con una dosis equivalente a 250 L/ha de solución, mediante igual procedimiento al usado para el Bradyrhizobium. La reinoculación de los tratamientos se efectuó a los 15 días de la siembra, con un inóculo del mismo título. Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 19-26, 2016 / Inoculación con Bradyrhizobium sp. y Trichoderma harzianum en triticale Inoculación fraccionada. A los 15 días de aplicado el inóculo inicial del microorganismo, de acuerdo al tratamiento, se realizó la inoculación fraccionada. Preparación del suelo, siembra, riego. Se hicieron labores convencionales de cultivo: roturación, grada, cruce, recruce, grada y surcado. La siembra del experimento se realizó en la segunda decena de enero, a chorrillo espaciado y con una dosis de 60 kg/ha. El marco de siembra fue de 50 cm entre surcos. La semilla se cosechó de forma manual a los 105 días, en la tercera decena de abril. Cada parcela medía 2 m x 4 m. Se aplicaron tres riegos, por aspersión: inmediatamente después de la siembra, al comienzo del macollamiento y cuando la hoja bandera era visible. Aunque la norma establecida por el INIFAT (2003) es de 350 m3/ha, en este experimento se aplicó el 30 % de esta, con el objetivo de favorecer solamente la supervivencia de los microorganismos rizosféricos. variables climáticas en el área. Los datos de temperatura, precipitación y humedad relativa fueron proporcionados por la Estación Meteorológica Sancti Spíritus, perteneciente al Centro Meteorológico Provincial. Precipitación. La precipitación tuvo un comportamiento irregular. En noviembre de 2013 fue similar al valor histórico (54,9 mm), mientras que en diciembre (7,0 mm), enero (64,3 mm) y marzo (45,9 mm) resultó inferior. En estos dos últimos meses acontecieron importantes etapas fenológicas del cultivo experimental (desde la germinación hasta el llenado de los granos), que coincidieron con la menor ocurrencia de lluvias en ese período. Solamente se superaron los promedios históricos en febrero (67,7 mm) y abril (102,6 mm). Temperatura y humedad relativa. El periodo se caracterizó por el predominio de altas temperatura y humedad relativa (tabla 1). Determinación del estado de sequía agrícola. El estado de sequía agrícola se determinó a través del índice de Aridez o índice de Sequía Agrícola (IE), con la fórmula propuesta por Solano y Vázquez (1999), para comprobar si el experimento se efectuaba en condiciones de estrés hídrico: IE = ETR / ETP Donde: ETR (o E): evapotranspiración real estimada, dependiente del estado de humedad del suelo. ETP (o Eo): evapotranspiración potencial estimada, dependiente de las condiciones atmosféricas. Si ETR = ETP, el aprovisionamiento de agua al suelo es adecuado. Cuando ETR < ETP, hay insuiciencia de agua (en este caso, IE puede ser insuiciente, crítico o muy crítico). El mes de enero en el área de estudio culminó con un IE de crítico a insuiciente, índice que varió en los meses de febrero y marzo hasta regular (Centro Meteorológico Provincial Sancti Spíritus, 2014). Composición agroquímica básica del suelo experimental. El suelo del área experimental corresponde al tipo Pardo con diferenciación de carbonatos, arcilla de color pardo a pardo ligeramente oscuro, con reacción ligera al HCl; presenta algunas gravas en el horizonte A1, drenaje supericial e interno bueno, y es medianamente erosionable (Hernández et al., 1999). Se caracteriza, además, por un contenido de macronutrientes bajo en fósforo y potasio (2,63 mg/100 g de P2O5; 6,0 mg/100 g de K2O), así como 1,51 % de materia orgánica y pH de 5,9. Debido al pobre contenido de nutrientes en el suelo, se realizó una fertilización de fondo (N: 9, P: 13, K: 17) a los 21 días en todos los tratamientos, con dosis de 80 kg de N/ha. Diseño experimental y análisis estadístico. Se empleó un diseño experimental de bloques al azar, con siete tratamientos y tres réplicas: Trichoderma + Bradyrhizobium sp. a los 15 días (Trich. + JJ6 15d.), Bradyrhizobium sp. + Trichoderma a los 15 días (JJ6 + Trich.15d.), Bradyrhizobium sp. + Trichoderma en el momento de la siembra (JJ6 + Trich.), Trichoderma Tabla 1. Datos de temperatura y humedad en el área experimental. Año 2014. Mes 21 Temperatura media (oC) Humedad relativa promedio (%) Enero 22,2 76,2 Febrero 23,9 77,6 Marzo 24,1 71,0 Abril 25,3 71,7 22 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 19-26, 2016 / Carlos J. Bécquer-Granados en el momento de la siembra (Trich.), Bradyrhizobium sp. en el momento de la siembra (JJ6), control absoluto (CA) y testigo fertilizado (TF), el cual consistió en una aplicación de nitrógeno de 300 kg/ha (NH4NO3). Los datos se procesaron estadísticamente, según el análisis de varianza (ANOVA) (StatGraphics Plus, v. 5.1, 1994-2001, Statistical Graphics Corporation). Las diferencias entre medias se determinaron por la prueba LSD (Least Signiicant Difference) de Fisher (p < 0,05). variables que se midieron: • Peso seco aéreo (PSA, g/m2). • Peso seco de la raíz (PSR, g). • Longitud del tallo (LT, cm). • Rendimiento de grano (RG, kg/ha, extrapolado). • Número de granos por espiga (No. G/esp.). • Peso de mil semillas (P 1 000 sem., g). Los datos de la variable con conteo de dígitos (número de granos por espiga) se transformaron por √x (Lerch, 1977). RESULTADOS Y DISCUSIóN Se demostró el efecto positivo de la inoculación combinada de microorganismos benéicos en triticale, en condiciones de sequía agrícola, en una época del año con características complejas que perjudicaron el buen desarrollo de las plantas. Con respecto a la variable peso seco aéreo, se observó que el tratamiento en que se combinaron la cepa de Bradyrhizobium y Trichoderma en el momento de la siembra (tabla 2) presentó valores estadísticamente superiores al resto de los tratamientos (613,67 g/m2), e incluso al testigo fertilizado, lo cual indica que ambos microorganismos actuaron de forma sinérgica sobre este indicador productivo. Los demás tratamientos, excepto Trichoderma (412,67 g/m2) y el testigo fertilizado (440,67 g/m2), tuvieron superíndices comunes con el control absoluto. Dado el estrés por sequía al cual se sometió el cultivo, se deduce que Bradyrhizobium, al pertenecer al grupo de rizobacterias con propiedades de inducción de tolerancia sistémica al estrés ambiental, produjo citoquininas que contrarrestaron el efecto negativo del ácido abscísico en las hojas, respuesta propia de la planta ante este tipo de estrés (Yang et al., 2009). También Ahmad et al. (2008) encontraron que el 80 % de las bacterias ijadoras de dinitrógeno producen ácido indolacético. Esta sustancia del crecimiento conlleva el aumento de los fenoles totales, del contenido de calcio y de la actividad de la enzima polifenol oxidasa, que protege a la planta contra los patógenos y mejora su crecimiento mediante la eliminación de las especies reactivas al oxígeno, que se forman en la planta a partir de un estrés hídrico (Chowdhury, 2003; Yang et al., 2009). En este sentido, Vanderlinde et al. (2010) plantearon que es probable que los rizobios produzcan antioxidantes (catalasa), exopolisacáridos y otras sustancias para poder sobrevivir en ambientes extremos, sobre todo en sequía. Al respecto, se conoce que cepas de Rhizobium sullae, aisladas en la región semiárida de Túnez y moderadamente tolerantes a la sequía, incrementaron de forma signiicativa la biomasa aérea seca de plantas inoculadas en este tipo de estrés ambiental (Fitouri et al., 2012). La cepa JJ6 que se utilizó en el presente experimento fue seleccionada anteriormente por su efecto positivo en triticale (Bécquer et al., 2006) y en Zea mays (Bécquer et al., 2008). También la aplicación simple de Trichoderma ejerció un efecto positivo en el peso seco aéreo, a pesar de que los valores de este tratamiento fueron Tabla 2. Comportamiento de triticale con las diferentes combinaciones de microorganismos Variable Tratamiento PSA (g/m 2) PSR (g) LT (cm) Trich. + JJ6 15d. 287,33c 8,60b 49,42b JJ6 + Trich. 15d. 222,63c 9,07b 48,75b JJ6 + Trich. 613,67 Trich. 412,67b 7,47c 41,50c c ab 59,00a 5,07c 39,37c a JJ6 284,60 CA 250,43c TF ES ± 440,67 22,13 b 11,0 a 10,2 55,16ab ab 9,07 53,77ab 1,06 2,50 a, b, c: valores con superíndices no comunes diieren a p < 0,05. Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 19-26, 2016 / Inoculación con Bradyrhizobium sp. y Trichoderma harzianum en triticale 23 Tabla 3. Comportamiento de triticale con las diferentes combinaciones de microorganismos Variable Tratamiento Trich + JJ6 15d. JJ6 + Trich. 15d. No. G/esp. RG, kg/ha (dato extrapolado) Peso de mil semillas (g) Dato transformado √x Dato original 380,0c 21,50d 5,83b 34 c cd b 35 a 404,0 23,33 5,88 JJ6 + Trich. 815,3 31,33 7,07 50 Trich. 427,0c 25,67c 6,72a 45 a b a a ab JJ6 815,3 30,33 6,91 48 CA 376,3c 24,50cd 4,81c 23 b a ab 42 TF ES± 558,0 3,38843 34,00 1,03126 6,5 0,28566 a, b, c, d: valores con superíndices no comunes diieren a p < 0,05. inferiores al que se alcanzó con la combinación del hongo con Bradyrhizobium. Harman et al. (2004) plantearon que la producción de ácidos orgánicos por parte de Trichoderma favorece la solubilización de los fosfatos, los micronutrientes y los cationes minerales, como el hierro, el manganeso y el magnesio. En cuanto al peso seco de la raíz (tabla 2), los tratamientos JJ6 + Trich. (11,0 g) y JJ6 (10,2 g) igualaron estadísticamente al testigo fertilizado, mientras que JJ6 + Trich. superó al control absoluto, a Trichoderma, a JJ6 + Trich. 15d. y a Trich + JJ6 15d. La aplicación simple de Trichoderma produjo el menor valor (7,47 g), con superíndices iguales al control absoluto. Es evidente que la combinación de la cepa de Bradyrhizobium con la de Trichoderma no generó antagonismo entre estos dos microorganismos, ya que el tratamiento donde se combinaron, así como la aplicación simple de Bradyrhizobium sp., ejercieron un efecto positivo en el desarrollo radical. Es posible que Trichoderma, al utilizar sus mecanismos de degradación celulolítica en las raíces del hospedero (Haram et al., 1996), haya permitido la entrada a las bacterias que se inocularon conjuntamente. En relación con este tema, Yanni et al. (2001), Perrine et al. (2004) y Saritha Kumari et al. (2009) sostienen que las moléculas promotoras del crecimiento, como el ácido indolacético, las giberelinas y las citoquininas producidas por los rizobios presentes, ya sea en la rizosfera o en los tejidos de las plantas, estimulan el mayor desarrollo radical e incrementan la capacidad de absorción de nutrientes en beneicio de la planta. En la longitud del tallo (tabla 2) se halló superioridad estadística de JJ6 (59,00 cm) con respecto al control absoluto, a Trich + JJ6 15d., a JJ6 + Trich. 15d. y a Trichoderma; aunque el primero no diirió de JJ6 + Trich. (55,16 cm) ni del testigo fertilizado. En esta variable, al igual que en la anterior, la inoculación simple de Bradyrhizobium, así como la inoculación combinada de la bacteria con Trichoderma en el momento de la siembra, tuvo un efecto superior al del control absoluto, al de otros tratamientos fraccionados que se aplicaron, y al de la inoculación simple de Trichoderma. En sentido general, se demostró que las tres variables estudiadas aumentaron sus valores al someterse a los tratamientos de aplicación simple de Bradyrhizobium y su combinación con Trichoderma, por lo que la producción de itohormonas por parte del rizobio incidió en el sistema radical, y también a través de este pudo inluir positivamente en las variables de desarrollo de la parte aérea, como el peso seco y la longitud del tallo. Yanni et al. (2001) y Rosenblueth y Martínez-Romero (2006) consideraron que los rizobios y otros microorganismos pueden penetrar las raíces de las especies no leguminosas a través de las grietas, o por los puntos de aparición lateral de la raíz, y establecerse en el xilema y en los espacios intercelulares de las plantas; por lo que el radio de acción de los metabolitos emitidos por las bacterias puede llegar lejos del sistema radical. De todas las variables que se evaluaron en este experimento, el rendimiento de grano, el peso de mil semillas y el número de granos por espiga mostraron el resultado inal de todos los procesos que ocurren en la planta, y en general, en el sistema suelo-microorganismo-planta. 24 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 19-26, 2016 / Carlos J. Bécquer-Granados En cuanto al rendimiento de grano (tabla 3), los tratamientos JJ6 + Trich. (815,3 kg/ha) y JJ6 (815,3 kg/ha) fueron estadísticamente superiores al resto, e incluso al testigo fertilizado. Saleem et al. (2007) y Van Loon (2007) informaron que muchas rizobacterias contienen la enzima 1-aminociclopropano-1-ácido carboxílico (ACC) diaminasa, la cual escinde al precursor del ACC, el etileno, en α-cetobutirato y amonio, y reduce los niveles de etileno en las plantas sometidas a estrés. Esto permite que el sistema radical pueda desarrollarse sin la inhibición propia de dicho compuesto, lo cual propicia una mayor absorción de nutrientes por la planta y una mayor producción de granos. La inoculación del cultivo no propició un alto rendimiento de grano (entre 380,0 y 815,0 kg/ha), pero resultó interesante que el tratamiento con aplicación de 300 kg de N/ha no superara a JJ6 + Trich. ni a JJ6. Ello indica que estos ejercieron un efecto positivo en la planta a pesar del estrés por sequía, y que constituyen una mejor opción que la aplicación de fertilizante químico en estas condiciones. Por otra parte, el rendimiento del testigo fertilizado fue inferior al obtenido por Baset Mia y Shamsuddin (2010) y Bécquer et al. (2012b) en condiciones climáticas más favorables. En el peso de mil semillas (tabla 3), JJ6 + Trich. (31,33 g) presentó superíndices comunes con el testigo fertilizado y fue superior al resto de los tratamientos, con excepción de JJ6. En esta variable, el tratamiento simple con Bradyrhizobium resultó signiicativamente menor al testigo fertilizado, pero superior al control absoluto y a uno de los tratamientos de inoculación fraccionada. Ello mostró que la calidad del grano también fue inluida por la acción de estas variantes de biofertilización, a través de los mecanismos de absorción de nutrientes y la acción estimuladora sobre la raíz, por parte de las rizobacterias promotoras del crecimiento vegetal (Saritha Kumari et al., 2009); así como a través de la presencia de bacterias rizosféricas en diferentes partes de la planta, con su consiguiente efecto positivo en esta (Yanni et al., 2001; Rosenblueth y Martínez-Romero, 2006). En el número de granos por espiga (tabla 3) hubo tres tratamientos que no diirieron del testigo fertilizado: JJ6 + Trich. (7,07 g), Trichoderma (6,72 g) y JJ6 (6,91 g), y que resultaron ser estadísticamente superiores al control absoluto, a Trich + JJ6 15d. y a JJ6 + Trich. 15d. Al igual que en el peso seco aéreo, se observó el efecto positivo de Trichoderma en esta variable. Avis et al. (2008) y Shoresh et al. (2010) reportaron las propiedades biofertilizantes de Trichoderma, basado en el incremento de la absorción de minerales y su solubilización, así como en la producción de sustancias estimuladoras del crecimiento vegetal. Estos últimos autores aseguran que la referida capacidad de Trichoderma y de otros microorganismos biocontroladores es una consecuencia de sus habilidades de reprogramar la expresión genética de las plantas, probablemente a través de la activación de un limitado número de vías metabólicas. Mogle y Mane (2010) aseguraron que en semillas de tomate tratadas con una mezcla de Trichoderma y Rhizobium se redujo la incidencia de hongos patógenos y se incrementó la germinación. La cepa de Trichoderma que se inoculó en este experimento fue utilizada previamente en Vigna luteola, y su combinación con una cepa de Bradyrhizobium sp. también mostró un efecto positivo (Bécquer et al., 2004). El hecho de que la aplicación simple de Trichoderma haya tenido un efecto positivo en el peso seco aéreo y el número de granos por espiga conirma en cierto grado las propiedades estimuladoras del crecimiento vegetal de este hongo, las que pudieran utilizarse en la práctica agrícola, previa comprobación en futuros experimentos con otros cultivos y en diferentes ambientes edafoclimáticos. Se concluye que la aplicación de Bradyrhizobium de forma simple, o en combinación con Trichoderma, ejerció mejor efecto en las plantas que la aplicación de fertilizante químico. Se observó, además, que el desarrollo de la parte aérea y el rendimiento de grano no estuvieron vinculados con la aplicación de nitrógeno mineral, sino con la inoculación. Se recomienda realizar experimentos similares en diferentes tipos de suelo en condiciones de estrés por sequía, en la provincia Sancti Spíritus. REFERENCIAS bIbLIOGRáFICAS Ahmad, F.; Ahmad, I. & Khan, M. S. Screening of free-living rhizospheric bacteria for their multiple plant growth promoting activities. Microbiol. Res. 163 (2):173-181, 2008. Andrews, M.; James, E. K.; Cummings, S. P.; zavalin, A. A.; Vinogradova, L. V. & McKenzie, B. A. Use of nitrogen ixing bacteria inoculants as a substitute for nitrogen fertilizer for dry land graminaceous crops: progress made mechanisms of action and future potential. Symbiosis. 35 (1):209-229, 2003. Avis, T. J.; Gravel, Valérie; Antoun, Hani & Tweddell, R. J. Multifaceted beneicial effects of rhizos- Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 19-26, 2016 / Inoculación con Bradyrhizobium sp. y Trichoderma harzianum en triticale phere microorganisms on plant health and productivity. Soil Biol. Biochem. 40 (7):1733-1740, 2008. Baset Mia, M. 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Recibido el 21 de enero de 2015 Aceptado el 20 de octubre de 2015 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 27-32, 2016 / Azospirillum lipoferum en Megathyrsus maximus 27 Artículo Científico Inluencia de la aplicación de Azospirillum lipoferum en Megathyrsus maximus vc. guinea tobiatá en un suelo Pardo Grisáceo The inluence of application of Azospirillum lipoferum in Megathyrsus maximus vc. guinea tobiatá in Pardo Grisáceo soil Lázaro J. Ojeda-Quintana1, Layda Toledo-Vázquez2, Consuelo Hernández-Rodríguez2, Yoandy Machado-Díaz2 y Eduardo Furrazola-Gómez3 1 CUM Cumanayagua, Universidad de Cienfuegos, Calle Los Filtros No. 18, Cumanayagua, Cienfuegos, Cuba 2 Estación Experimental de Suelos y Fertilizantes Escambray, Barajagua, Cumanayagua, Cienfuegos, Cuba 3 Instituto de Ecología y Sistemática. CITMA, La Habana, Cuba Correo electrónico: ljojeda@ucf.edu.cu RESUMEN: Durante dos años se realizó un estudio en la Estación Experimental de Suelos y Fertilizantes Escambray (ubicada en la provincia de Cienfuegos, Cuba), con el in de evaluar el efecto de la aplicación de diferentes dosis de Azospirillum lipoferum en Megathyrsus maximus vc. guinea tobiatá. Para ello se empleó un diseño de bloques al azar, con siete tratamientos y tres réplicas. Los tratamientos fueron: dosis de aplicación del biofertilizante (L ha-1): 25, 50, 75, 100 y 125; un testigo con NPK en la siembra (45 kg ha-1 de nitrógeno en cortes alternos); y un control absoluto. Las parcelas medían 16 m 2, con un área evaluable de 9 m 2. La cepa de A. lipoferum utilizada fue INICA-8, con una concentración promedio de 108 ufc g-1 de semilla. Se realizaron cuatro cortes por año, con una frecuencia de 90 días, a una altura sobre el suelo de 25 cm, y en cada corte se evaluó el rendimiento de materia seca. La aplicación de A. lipoferum tuvo una inluencia favorable en el establecimiento del pasto; el rendimiento acumulado fue de 27,91; 28.34; 30,17; 30,23 y 31,92 t de MS ha-1 para 25, 50, 75, l00 y 125 L ha-1, respectivamente, con diferencia signiicativa del control. El mayor rendimiento de MS se encontró en el testigo fertilizado (54,45 t de MS ha-1), que diirió signiicativamente del resto de los tratamientos. Se concluye que este biopreparado puede ser una alternativa a la fertilización mineral. Palabras clave: abonos orgánicos, bacteria ijadora del nitrógeno, rendimiento. AbSTRACT: A study was conducted during two years at the Soils and Fertilizers Research Station Escambray (located in the Cienfuegos province, Cuba), in order to evaluate the effect of the application of different doses of Azospirillum lipoferum in Megathyrsus maximus cv. guinea tobiatá. For such purpose a randomized block design was used, with seven treatments and three replications. The treatments were: doses of application of the biofertilizer (L ha-1): 25, 50, 75, 100 and 125; a control with NPK at planting (45 kg ha-1 of nitrogen in alternate cuttings); and an absolute control. The plots measured 16 m2, with an evaluable area of 9 m2. The A. lipoferum strain used was INICA-8, with an average concentration of 108 cfu g-1 of seed. Four cuttings per year were made, with a frequency of 90 days, at a height above the soil of 25 cm, and in each cutting the dry matter yield was evaluated. The application of A. lipoferum had a favorable inluence on the pasture establishment; the accumulated yield was 27,91; 28.34; 30,17; 30,23 and 31,92 t DM ha-1 for 25, 50, 75, l00 and 125 L ha-1, respectively, with signiicant difference from the control. The highest DM yield was found in the fertilized control (54,45 t DM ha-1), which differed signiicantly from the other treatments. It is concluded that this biopreparation can be an alternative to mineral fertilization. Keywords: organic fertilizers, nitrogen ixing bacteria, yield. 28 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 27-32, 2016 / Lázaro J. Ojeda-Quintana INTRODUCCIóN La agricultura, a nivel mundial, constituye una actividad fundamental para la subsistencia de la población humana. Diversos factores han conducido a un proceso de deterioro de sus escasos recursos y a una creciente diicultad para renovarlos. El suelo como base de los recursos y de la producción se encuentra enmarcado en un ambiente complejo, heterogéneo y frágil, que evidencia una alta susceptibilidad a la erosión y una baja fertilidad natural, con efectos sobre la producción de los cultivos, la productividad del trabajo y la factibilidad del establecimiento de sistemas productivos sustentables. La recuperación y mantenimiento de la fertilidad de los suelos sobre una base sostenible constituye un factor de gran importancia en el desarrollo de la producción agropecuaria mundial (Rueda-Puente et al., 2015). El objetivo de las estrategias de manejo de los nutrientes es lograr en los cultivos la producción requerida, de una manera eiciente, económica y sustentable. A nivel mundial existe consenso acerca de que la agricultura basada en la dependencia exclusiva de insumos químicos no es sustentable a largo plazo, y que solo involucrando la combinación de fertilizantes orgánicos, abonos verdes y biofertilizantes será posible lograr una producción sostenible de alimentos, mantener la biodiversidad del suelo y evitar la contaminación del ambiente (Aguirre-Medina et al., 2010). Los biofertilizantes se consideran una alternativa para sustituir parcial o totalmente los fertilizantes minerales, y el empleo de bacterias que interaccionan con las plantas resulta una opción viable en muchos países. En la actualidad se busca el desarrollo de biofertilizantes con el uso de bacterias promotoras del crecimiento vegetal, en particular del género Azospirillum, el cual ija nitrógeno y produce itohormonas (Ferlini, 2008). La primera especie del género Azospirillum fue aislada por Beijerinck en 1925, en Holanda, a partir de suelos pobres en nitrógeno, y se llamó originalmente Spirillum lipoferum. Desde entonces, se han aislado cepas de este género a partir de numerosas especies de pastos silvestres y cultivados, de cereales y de leguminosas en climas tropicales y subtropicales, según informaron Rueda-Puente et al. (2015). Esta bacteria ha progresado en los campos, dando lugar a una aplicación cada vez mayor y exitosa en varias regiones del mundo, especialmente en América del Sur y Centroamérica (Hartmann y Bashan, 2009). En este estudio se evaluó la aplicación de diferentes dosis de Azospirillum lipoferum en Megathyrsus maximus vc. guinea tobiatá, en condiciones de campo, como una opción para mejorar el rendimiento de materia seca de esta especie de pasto. MATERIALES Y MÉTODOS La investigación se realizó durante dos años, en un suelo Pardo Grisáceo (Hernández et al., 1999), en parcelas de 16 m2 sembradas con M. maximus vc. guinea tobiatá. Los principales indicadores de la fertilidad del suelo mostraron los siguientes valores: pH (KCl): 5,4 por el método potenciométrico (Oicina Nacional de Normalización, 1999c); P2O5: 4,71 mg/100 g de suelo por el método colorimétrico de Oniani (Oicina Nacional de Normalización, 1999b); K2O: 13,1 mg/100 g de suelo, por fotometría de llama según el método colorimétrico de Oniani (Oicina Nacional de Normalización, 1999b); materia orgánica: 1,24 % según el método Walkley-Black (Oicina Nacional de Normalización, 1999)a; y nitrógeno total: 0,185 %. Se empleó un diseño de bloques al azar con siete tratamientos y tres réplicas. Los tratamientos evaluados fueron: dosis de aplicación del biofertilizante (L ha-1): 25, 50, 75, 100 y 125; un testigo con NPK en la siembra (45 kg ha-1 de nitrógeno en cortes alternos); y un control absoluto. La cepa de A. lipoferum utilizada fue la INICA-8, con una población de 107 ufc g-1 de semilla. En la siembra se empleó semilla botánica, con 96 % de germinación. El biofertilizante se aplicó sobre la semilla en el momento de la siembra, después del corte de establecimiento (corte cero), y posteriormente en cortes alternos. Se hicieron cuatro cortes por año, con una frecuencia de 90 días, a una altura de 25 cm sobre el suelo. Se aplicó NPK después de la siembra, a razón de 45 kg de N ha-1, 40 kg de P2O5 ha-1 y 120 kg de K 2O ha-1; posteriormente se aplicó N en similar dosis, en cortes alternos. Los portadores químicos empleados fueron nitrato de amonio, superfosfato simple y cloruro de potasio. Se midió, en cada corte, el rendimiento de masa seca (t ha-1). Los resultados se analizaron mediante un ANOVA, y cuando F resultó signiicativamente diferente las medias se compararon según la prueba de rango múltiple de Duncan (1955). RESULTADOS Y DISCUSIóN La inluencia de la aplicación de Azospirillum en el establecimiento del pasto se muestra en la igura 1. El rendimiento de materia seca en relación con el control absoluto resultó estadísticamente superior Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 27-32, 2016 / Azospirillum lipoferum en Megathyrsus maximus en los tratamientos inoculados con el biopreparado, con incrementos crecientes de acuerdo con el aumento de las dosis empleadas (13,7; 21,8; 35,7; 35,2 y 44,0 %, respectivamente). El mayor contenido de materia seca se obtuvo con la aplicación inicial de NPK, que diirió de todos los tratamientos. Esta respuesta en el establecimiento no necesariamente se le puede atribuir al biopreparado, sino al proceso de adaptación del Azospirillum en el suelo, por lo que debe tenerse en cuenta el efecto sinérgico de las relaciones isiológicas que se maniiestan en el propio pasto, el organismo inoculado y la fenología de la planta. Hubo evidencias de una germinación más precoz en todos los tratamientos inoculados en relación con el testigo. La capacidad de Azospirillum para colonizar la rizosfera puede depender de algunas propiedades de la bacteria, como la quimiotaxis hacia los exudados de la raíz, un metabolismo versátil que incluye la ijación de nitrógeno, el antagonismo y la competencia con los microorganismos. En tal sentido, resulta importante su habilidad para unir las raíces de las plantas y las partículas del suelo, lo que sugiere que la unión de Azospirillum a las raíces involucra dos fases distintas: adsorción y anclaje (De-Bashan et al., 2010). Las especies A. lipoferum y Azospirillum brasilense se caracterizan por su motilidad y respuesta a factores quimiotáxicos, y por permanecer durante un largo período en la rizosfera de los cultivos. Estas características les conieren facilidad para competir con la microlora nativa; por ello se pueden encontrar en un gran número de suelos tropicales, incluso en tundras y sitios semidesérticos (Díaz-Franco y Ortegón-Morales, 2006; García-Olivares et al., 2012). Estos criterios deben ser 29 tomados en cuenta para considerar la estabilidad del microorganismo en el suelo y su inluencia en el establecimiento de M. maximus vc. guinea tobiatá. La mayoría de las investigaciones dirigidas a mejorar la respuesta vegetal se han basado en el uso de bacterias nativas ijadoras de nitrógeno en cereales y forrajes, y recientemente se han incluido otras plantas, así como el empleo de productos biológicos comerciales. En ciertas circunstancias, la cantidad de nitrógeno ijado por estos microorganismos puede ser signiicativa, pero no explica por sí misma el incremento del crecimiento de las plantas. En numerosos ensayos se ha comprobado que Azospirillum produce un incremento radicular altamente signiicativo en la etapa inicial de las plantas en cultivo (Ramírez-Elias et al., 2014), y ello puede inluir en una mejor respuesta en la fase de establecimiento del pasto, como lo corroboran los resultados expuestos con anterioridad. Varios autores se reieren a la importancia del período posterior a la inoculación para la sobrevivencia de los microorganismos en el suelo, donde un gran número de poblaciones microbianas interactúan con los diversos sustratos y raíces de las plantas. Reportes de investigaciones indican que solamente aquellos organismos capaces de trasladarse de las semillas a las raíces e incrementar su biomasa en la rizosfera pueden ser considerados colonizadores competitivos de las raíces (DeBashan et al., 2007). Con el objetivo de encontrar esta bacteria «ideal», se consideró importante estudiar diferentes asociaciones entre bacterias beneiciosas y tipos de plantas. Azospirillum mostró los mejores resultados y, por ello, puede servir como modelo para todas las bacterias asociativas y otros grupos bacterianos, 30 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 27-32, 2016 / Lázaro J. Ojeda-Quintana tales como cianobacterias, bacterias solubilizadoras de fosfato y bacterias sulfoxidantes (Trejo et al., 2012). Los consorcios de microorganismos aparentemente funcionan mejor cuando se incluyen bacterias solubilizadoras de fosfatos, Azotobacter, rizobios, bacilos y hongos micorrízico-arbusculares (MA). Esto se explica por los efectos sinérgicos de cada uno de ellos en el aumento de la disponibilidad de nutrientes y la inactivación de compuestos inhibitorios, actividades que coadyuvan a un mejor crecimiento de las plantas. El rendimiento de MS acumulada se presenta en la tabla 1. Fue evidente la respuesta del biofertilizante en relación con el testigo absoluto en los períodos evaluados y en el acumulado; en este último, el incremento del rendimiento de materia seca fue de 42,4; 44,6; 54,0; 54,3 y 62,9 % para 25, 50, 75, l00 y 125 L ha-1, respectivamente, sin diferencias estadísticas entre las dosis. Una valoración económica preliminar presupone la factibilidad de emplear A. lipoferum como alternativa de biofertilización ante la carencia de fertilizantes minerales que sufren los pastos. Teniendo en cuenta el aumento signiicativo del rendimiento de materia seca respecto al control absoluto y el costo creciente de los fertilizantes minerales sintéticos, se puede evaluar la coinoculación de Azospirillum con otros biofertilizantes, como las micorrizas y los microorganismos eicientes, y también la aplicación de dosis bajas de fertilizantes minerales para tratar de aumentar el contenido de materia seca. Los resultados coinciden con lo hallado por Cuesta-Muñoz et al. (2005) en la región del Caribe seco colombiano, en un suelo con pH cercano a la neutralidad y bajo contenido de materia orgánica, donde M. maximus alcanzó una alta productividad de materia seca (alrededor de 12 a 18 t ha-1) debido a la ijación biológica del nitrógeno y al efecto de las itohormonas, cuando se inocularon cepas de Azospirillum para suplir las fuentes de nitrógeno de origen sintético. En otros cultivos, como el trigo, el sorgo y el maíz (Díaz-zorita y Fernández-Canigia, 2009), la inoculación de semillas con Azospirillum mostró un efecto positivo en la longitud de la espiga (7-30 %) y en la producción de espiguillas fértiles (12-25 %). Huerta et al. (2008) señalaron que dentro de los biofertilizantes se agrupan aquellos que tienen como base microorganismos que viven normalmente en el suelo en poblaciones bajas, y que, al aumentarse por medio de la inoculación artiicial, son capaces de poner a disposición de las plantas una cantidad importante de elementos nutritivos mediante su actividad biológica; por ello, el determinar la presencia de Azospirillum en el tipo de suelo donde se realizó la investigación podría corroborar lo planteado por estos autores. La respuesta favorable de M. maximus vc. guinea tobiatá a la inoculación se alcanzó en un suelo con pH de 5,4 (medianamente ácido), lo que no se corresponde con lo informado por Sánchez (citado por (Rivera-Botía, 2008), quien planteó que el género Azospirillum presenta un crecimiento óptimo en rango de pH de 6,5-7,0, y señaló además que para A. brasilense dicho rango es de 6,0-7,8; A. lipoferum, 5,7-6,8; Azospirillum amazonense, 5,7-6,5; Azospirillum halopraeferens, 6,0-8,0; y Azospirillum doebereinerae, 6,0-7,0, lo que signiica que a pesar de estar fuera del rango recomendado, Azospirillum Tabla 1. Efecto de la aplicación del Azospirillum en el rendimiento de materia seca. Tratamiento Período poco lluvioso MS (t ha-1) 25 L ha -1 50 L ha-1 6,32 c 7,21bc Incremento (%) Período lluvioso MS (t ha-1) Incremento (%) 40,1 bc 21,59 59,8 21,13bc Acumulado MS (t ha-1) Incremento (%) 43,1 b 27,91 42,4 40,1 28.34b 44,6 75 L ha-1 7,18bc 59,2 22,99bc 52,4 30,17b 54,0 100 L ha-1 7,31bc 62,0 22,92bc 52,8 30,23b 54,3 125 L ha-1 7,51bc 66,5 24,41b 61,8 31,92b 62,9 Control absoluto Testigo fertilizado (NPK) ES ± d - 15,08 c 4,51 - 19,59 c - 11,63ª - 42,82ª - 54,45ª - 0,3817** - 1,9118** - 1,9901** - Valores con superíndices no comunes diieren a p < 0,05 (Duncan, 1955) ** p < 0,01 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 27-32, 2016 / Azospirillum lipoferum en Megathyrsus maximus encontró condiciones para su establecimiento que le permitieron inluir favorablemente en el pasto inoculado. Los estudios de más de veinte años indican que las bacterias del género Azospirillum tienen una especial ainidad por las raíces de las gramíneas (Brasil et al., 2005), como es el caso de los pastos, que responden con incrementos en su crecimiento y en el rendimiento cuando son inoculados con Azospirillum spp. La secreción de sustancias promotoras del crecimiento de las plantas (tales como auxinas, giberelinas y citoquininas) por Azospirillum parece estar involucrada parcialmente en este efecto (Reis Junior et al.; Radwan et al.; Kuss et al., citados por Cárdenas et al. (2010). En la región del Caribe seco colombiano, Cárdenas (2007) aisló cepas de Azospirillum con el in de evaluar su efecto en semillas de M. maximus cv. Tanzania, en inoculación simple y en coinoculación con una cepa fosfatosolubilizadora de Enterobacter agglomerans (UV1), aislada de suelos algodoneros del Cesar. Esta inoculación aumentó hasta 20 % la proteína cruda y 45 % la materia seca, respecto a plantas fertilizadas con fuentes nutricionales químicas en condiciones de invernadero. En la presente investigación el rendimiento de materia seca superó el 40 %, lo que avala la respuesta favorable de M. maximus a la inoculación con Azospirillum. Otros autores informan que la inoculación con A. brasilense es altamente beneiciosa en gramíneas como el maíz, la caña de azúcar, los pastos y el sorgo, debido a que aporta de 30 a 50 % de nitrógeno a dichos cultivos. Además de ijar nitrógeno, esta bacteria es capaz de producir hormonas de crecimiento vegetal como ácido indolacético (AIA), que genera un crecimiento importante del sistema radicular, con una mayor absorción, incluso, de los propios fertilizantes minerales aplicados (Aguilar-Piedras et al., 2008). Los inoculantes microbianos representan una nueva tecnología que contribuye a mejorar la productividad del sistema agropecuario a largo plazo. Esta puede ser considerada como una tecnología limpia, alineada con los principios de la agricultura sustentable y opuesta al aumento abusivo de la utilización de pesticidas y fertilizantes en estos últimos tiempos. Varios microorganismos se emplean en la práctica agrícola habitual, y otros tienen potencialidad para ser utilizados en el futuro (Naiman et al., 2009). Ello indica la necesidad de continuar profundizando en los mecanismos de inoculación y en las ventajas que representan estos microorganismos en 31 la obtención de producciones más limpias y con un costo económico menor. Se concluye que la aplicación de A. lipoferum inluyó favorablemente en el establecimiento de M. maximus vc. guinea tobiatá, así como en el incremento del rendimiento acumulado de materia seca. Asimismo, el mayor rendimiento de MS se encontró en el testigo fertilizado, que diirió signiicativamente del resto de los tratamientos. La respuesta del rendimiento de masa seca a la inoculación respecto al control indica la posibilidad de emplear este biopreparado como alternativa a la fertilización mineral, y se recomienda probar dosis mayores en estudios posteriores. REFERENCIAS bIbLIOGRáFICAS Aguilar-Piedras, J. J.; xiqui-Vásquez. Ma. Luisa; García-García, Silvia & Baca, Beatriz E. Producción del ácido indol 3- acético en Azospirillum brasilense. Revista Latinoamericana de Microbiología. 50 (1-2):29-37, 2008. Aguirre-Medina, J. F.; Irizar-Garza, Martha B. G.; Durán-Prado, A.; Grageda-Cabrera, O. A.; Peñadel-Río, Ma de los A.; Loredo-Osti, Catarina et al. Los biofertilizantes microbianos: alternativa para la agricultura en México. Chiapas, México: INIFAP. Folleto Técnico No. 5, 2010. Brasil, Marivaine da S.; Baldani, J. I. & Baldani, Vera L. D. Ocorrência e diversidade de bactérias diazotróicas associadas a gramíneas forrageiras do Pantanal Sul Matogrossense. Rev. Bras. Ciênc. Solo. 29 (2):179-190, 2005. 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[10/03/2013]. 32 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 27-32, 2016 / Lázaro J. Ojeda-Quintana De-Bashan, Luz E.; Hernández, J. P.; Bashan, Y. & Maier, Raina M. Bacillus pumilus ES4: Candidate plant growth-promoting bacterium to enhance establishment of plants in mine tailings. Environ. Exp. Bot. 69 (3):343-352, 2010. De-Bashan, Luz E.; Holguin, G.; Glick, B. R. & Bashan, Y. Bacterias promotoras de crecimiento en plantas para propósitos agrícolas y ambientales. En: R. Ferrera-Cerrato y A. Alarcón, eds. Microbiología agrícola. Hongos, bacterias, micro y macrofauna, control biológico, planta-microorganismo. México: Editorial Trillas. p. 170-224, 2007. Díaz-Franco, A. & Ortegón-Morales, M. A. Efecto de la inoculación con Azospirillum brasilense y fertilización química en el crecimiento y rendimiento de canola (Brassica napus). Rev. Fitotec. Mex. 29 (1):63-67, 2006. Díaz-zorita, M. & Fernández-Canigia, María V. 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Martín-Martín1, Katerine Oropesa-Casanova1, Francisco Soto-Carreño2 y Juan Adriano Cabrera-Rodríguez2 1 Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey, Universidad de Matanzas, Ministerio de Educación Superior Central España Republicana, CP 44280, Matanzas, Cuba 2 Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas, Mayabeque, Cuba Correo electrónico: gertrudis@ihatuey.cu; tulypenton@gmail.com RESUMEN: En un suelo Ferralítico Rojo lixiviado, en condiciones de secano, se determinó el efecto del intercalamiento de Canavalia ensiformis (L.) inoculada con HMA, complementada con fertilizante mineral, en la producción de forraje de morera y en el estado nutricional de las plantas. Los tratamientos se formaron por la combinación del intercalamiento de C. ensiformis (canavalia) inoculada con HMA (con CeHMA) o no (sin CeHMA) y las dosis de fertilizante mineral (F0: sin fertilizante; F1: 100-50-50 kg ha-1 de N, P2O5 y K 2O en cada época; F2: 200-100-100 kg ha-1 de N, P2O5 y K 2O en cada época). Se empleó un diseño de bloques al azar con arreglo factorial. Los mayores rendimientos se alcanzaron con CeHMA, complementada con F1 (12,15 y 16,65 t ha-1 para los años 1 y 2 respectivamente), sin diferencias de F2 sin canavalia en tres de las cuatro épocas evaluadas. En la época de lluvia se produjo el 76 % del rendimiento total del año. Existió una relación alta y signiicativa entre el rendimiento estacional y el acumulado de lluvia caída, con coeiciente de determinación de 0,97. La morera con CeHMA, complementada con fertilizante, logró mantener rendimientos estables entre los cortes en cada época evaluada. El rendimiento en la época lluviosa varió en función de la concentración de N en las hojas, que alcanzó 32,6 g kg-1 de MS. Se concluye que el intercalamiento de canavalia inoculada con HMA, complementada con el tratamiento F1, produjo un mayor rendimiento de biomasa comestible de morera y un mejor estado nutricional de las plantas en términos de concentración de N en las hojas. Palabras clave: biomasa, estado nutricional, rendimiento. AbSTRACT: On a lixiviated, non-irrigated Ferralitic Red soil, the effect of intercropping Canavalia ensiformis (L.), inoculated with AMF, complemented with mineral fertilizer, on the production of mulberry forage and the nutritional status of the plants was determined. The treatments were formed by the combination of intercropping C. ensiformis (common jack bean) inoculated with AMF (with CeAMF) or not (without CeAMF), and the doses of mineral fertilizer (F0: without fertilizer; F1: 100-50-50 kg ha-1 of N, P2O5 and K2O in each season; F2: 200-100-100 kg ha-1 of N, P2O5 and K2O in each season). A randomized block design with factorial arrangement was used. The highest yields were reached with CeAMF, complemented with F1 (12,15 and 16,65 t ha-1 for years 1 and 2, respectively), without differences from F2 without C. ensiformis in three of the four evaluated seasons. In the rainy season 76 % of the total yield of the year was produced. There was a high and signiicant relation between the seasonal yield and the accumulated amount of rainfall with determination coeficient of 0,97. The mulberry with CeAMF, complemented with fertilizer, could maintain stable yields between cuttings in each evaluated season. The yield in the rainy season varied depending on the concentration of N in the leaves, which reached 32,6 g kg-1 DM. It is concluded that the intercropping of jack bean inoculated with AMF, complemented with treatment F1, produced a higher yield of edible biomass of mulberry and a better nutritional status of the plants in terms of N concentration in the leaves. Keywords: biomass, nutritional status, yield. 34 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 33-40, 2016 / Gertrudis Pentón-Fernández INTRODUCCIóN La morera (Morus alba, L.) es una especie que se destaca por sus elevados rendimientos de forraje destinado a la alimentación de rumiantes y monogástricos, y por su alta aceptabilidad, digestibilidad, valor nutricional y perennidad frente al corte; también puede ser empleada como forraje verde y conservada en forma de ensilaje o harina (Martín et al., 2007). Según la literatura procedente de América Latina, el rendimiento de masa seca comestible de esta planta puede llegar a 30-40 t ha-1 por año cuando ocurren altas precipitaciones con distribución uniforme, en suelos de elevada fertilidad o con un manejo adecuado de la nutrición vegetal (Almeida y Fonseca, 2002; Dingle et al., 2005; Sanginés et al., 2006). En Cuba este cultivo se encuentra en fase de extensión y se obtienen rendimientos en secano que varían entre 8 y 12 t ha-1 año-1 de biomasa seca comestible (Martín et al., 2007). El cultivar Tigreada se destaca por su adaptación a las condiciones de escasas precipitaciones. La morera se caracteriza por sus elevados requerimientos de nutrientes, fundamentalmente de N, y su concentración en las hojas puede alcanzar 40 g kg-1 de MS (Liu et al., 2002; Martín, 2004). Con el in de obtener mayores rendimientos de forraje con concentraciones adecuadas de nitrógeno se utilizan, por lo general, altas cantidades de fertilizante nitrogenado, que en dependencia de las condiciones edafoclimáticas varían entre 260 kg ha-1 y 400 kg ha-1 de N por año (Rodríguez et al., 1994; Cifuentes y Kee Wook, 1998; Benavides, 1999). Las altas dosis de fertilizantes implican elevados costos de producción (Elizondo, 2007), por lo que, en función de reducir dichos insumos, resulta importante evaluar prácticas de manejo de la nutrición que hayan resultado efectivas en otros cultivos, tales como el uso de abonos verdes (CIDICCO, 2004) y de inoculantes micorrízicos (González, 2014). Los abonos verdes, particularmente los del grupo de las leguminosas, presentan beneicios asociados no solo al aporte de N vía ijación biológica, sino también al reciclaje de nutrientes, el incremento de la actividad biológica del suelo, la cobertura del suelo, el mantenimiento de la humedad y el control de arvenses (Ramos et al., 2001; Elfstrand et al., 2007), los cuales constituyen aspectos favorables para el cultivo de la morera. Por otra parte, en los últimos años se han incrementado los resultados acerca del efecto positivo de los inoculantes micorrízicos arbusculares al ser aplicados a los cultivos, ya que se establece una simbiosis micorrízica efectiva que hace que aumente la toma de nutrientes, garantiza altos rendimientos y produce disminución en las necesidades de fertilizantes (Rivera et al., 2007; González, 2014). Si bien la morera es un cultivo micótrofo, son escasos los estudios acerca de la importancia de su inoculación con HMA y, en lo fundamental, estos se localizan en la India (Ram Rao et al., 2007). En Cuba y en la región de Centroamérica son insuicientes las experiencias con morera manejada con inoculantes micorrízicos y canavalia intercalada; por lo que el objetivo de la investigación fue determinar el efecto de esta práctica de manejo, complementada con fertilización mineral, en la producción de forraje de morera en función de la época del año, y su relación con la concentración de N en las hojas. MATERIALES Y MÉTODOS Ubicación geográica. El experimento se realizó en áreas de la Estación Experimental Indio Hatuey, ubicada entre los 22°, 48ꞌ y 7ꞌꞌ de latitud norte, y los 81° y 2ꞌ de longitud oeste, a 19,01 msnm; en el municipio de Perico, provincia de Matanzas, Cuba. Características edafoclimáticas. El suelo se corresponde con el tipo genético Ferralítico Rojo lixiviado, según Hernández et al. (2015), y con el tipo Nitisol Ferralítico Ródico, Líxico, Eutrico, según FAO (2014). La topografía es llana, con pendiente de 0,5 a 1,0 %, y la profundidad hasta la roca caliza es de 1,50 m. Los valores de pH y las concentraciones de Ca y Mg intercambiables (tabla 1) fueron típicos de estos suelos, que presentaron además valores bajos de K intercambiable. La concentración de P disponible fue baja y la de materia orgánica (MO) puede considerarse alta para el agrupamiento de los suelos Ferralíticos, e indica que es un suelo poco degradado (Hernández et al., 2014).´ La duración del estudio fue de dos años, y este se realizó en una plantación de morera cv. Tigreada con cuatro años de establecida. El área experimental se caracterizó por un régimen de precipitación que varió más entre años y épocas, comparado con la temperatura media del aire (tabla 2). 35 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 33-40, 2016 / Canavalia ensiformis inoculada con HMA Tabla 1. Indicadores químicos del suelo. pH (H2O) MO (%) (mg kg ) Valor medio 6,14 4,17 7,90 0,09 ±z1 ES x 0,20 1,13 5,04 0,01 Valor Indicador P K -1 Na Ca Mg 0,14 11,10 3,90 0,02 0,20 0,57 -1 (cmol kg ) ±z1 ES x: límite de conianza para α = 0,05 Para los análisis se emplearon los siguientes métodos: pH en H 2O: potenciometría, relación suelo-agua: 1:2,5; MO: Walkley y Black; cationes intercambiables: extracción con NH4Ac 1 mol L -1 a pH 7 y determinación por complejometría (Ca y Mg) y fotometría de llama (Na y K); P: Oniani (extracción con H 2SO4 0,1 N, y determinación por espectrometría UV-visible). Tabla 2. Comportamiento de algunas variables climatológicas. 1er. año época 2do. año Precipitación (mm) Temperatura (°C) Precipitación (mm) Temperatura (°C) época lluviosa (mayo-octubre) 932,8 26,1 1 129,2 26,3 época poco lluviosa (noviembre-abril) 156,3 21,2 322,7 20,5 1 089,1 23,6 1 451,9 23,4 Año Descripción de los experimentos El tamaño del área fue de 1 000 m 2; el marco de plantación consistió en surcos dobles (0,50 m x 0,50 m x 1 m) y se correspondió con una densidad de 26 666 plantas ha-1. Las parcelas experimentales tenían una supericie de 13,5 m2 y estaban conformadas por 36 plantas, de las cuales se consideraron 12 en el área de cálculo, con una edad homogénea. El corte se efectuó cada 90 días, a una altura de 30 cm. Diseño y tratamientos. Se empleó un diseño de bloques al azar con arreglo factorial y cuatro réplicas. Los tratamientos fueron: • Factor 1: intercalamiento (A): sin canavalia intercalada e inoculada con HMA (sin CeHMA); canavalia intercalada e inoculada con HMA (con CeHMA). • Factor 2: dosis de fertilización mineral (B): F0: dosis 0 de fertilización mineral; F1: 100, 50, 50 kg ha-1 de N, P2O5 y K 2O por época; F2: 200, 100, 100 kg ha-1 de N, P2O5 y K 2O por época. Procedimiento. La canavalia se sembró de forma manual, en los meses de mayo y noviembre de cada año, con un marco de siembra de 0,75 x 0,54 m y una localización con respecto al surco de morera de 0,25 m. Las semillas fueron inoculadas previamente con una cepa de Glomus cubense, mediante el método establecido por Rivera et al. (2006), con 0,15 g de inoculante por semilla en cada época del año. El inoculante micorrízico consistió en esporas y otros propágulos, y fue preparado por la tecnología del EcoMic® (Fernández et al., 2000) en el departamento de biofertilizantes y nutrición de plantas del Instituto Nacional de Ciencias Agrícolas (INCA) –Mayabeque, Cuba–, con un título de 25 esporas por cada gramo de inoculante como mínimo; 60 días después de la siembra la canavalia se cortó para forraje verde, la biomasa aérea se fraccionó en partes iguales y se colocó en forma de arrope alrededor de la morera, en una proporción de 1,25 plantas de canavalia por cada planta de morera. Los fertilizantes se aplicaron en forma manual, sobre la supericie del suelo y en la base del tallo, a los siete días en los meses de mayo y noviembre. Se mantuvieron las labores de limpieza manual de las plantas arvenses durante todo el período experimental; y se asumió el criterio de no aplicar riego, en correspondencia con la realidad de la mayoría de las explotaciones agropecuarias. Mediciones Rendimiento de masa seca de biomasa comestible (t ha-1 en cada época). Se determinó mediante la suma del rendimiento de la masa seca de las hojas y de los tallos tiernos, y se expresó como masa seca acumulada en cada época del año (rendimiento estacional). Rendimiento de masa seca comestible por corte. Se determinó mediante la suma de la masa seca de las hojas y de los tallos tiernos en cada corte. 36 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 33-40, 2016 / Gertrudis Pentón-Fernández Concentración de N en las hojas de morera (g kg-1 MS). En cada época se determinó la concentración de N como porcentaje de la masa seca de las hojas, según el método analítico descrito por Paneque et al. (2010) a partir de la digestión húmeda con H2SO4 + Se. Análisis estadístico. Se veriicó la normalidad de la distribución de los datos en todas las variables a través de la prueba modiicada de Shapiro Wilk, y la homogeneidad de la varianza utilizando la prueba de Levene. En cada corte y época del año se efectuaron análisis de varianza y comparación de medias mediante la prueba de Duncan (1955). Asimismo, se realizó análisis de muestras pareadas (Steel y Torrie, 1992) y posterior prueba de t. Se establecieron relaciones, a través de análisis de regresión, entre el rendimiento de biomasa comestible y las precipitaciones acumuladas en cada época del año, y entre el rendimiento relativo de biomasa comestible (con respecto al tratamiento CeHMAF1) y la concentración de N en las hojas. Para estos análisis se consideraron los criterios de Guerra (1986). El paquete estadístico empleado fue Infostat 2008 (Di Rienzo et al., 2008). RESULTADOS Y DISCUSIóN En términos de rendimiento estacional de biomasa comestible de morera, fue signiicativa la interacción entre los factores en estudio (tabla 3). Se encontraron altos rendimientos en la época lluviosa en los tratamientos con CeHMA en presencia de las dosis de fertilizantes F1, sin diferencias con F2 con y sin canavalia intercalada; ello demostró los beneicios del intercalamiento cuando el forraje recibe el 50 % de las dosis de fertilizantes minerales necesarios para alcanzar sus altos rendimientos. De acuerdo con los estudios de Shankar et al. (1999) y Martín (2004), los aportes de nutrientes vía fertilizantes en dosis inferiores a 300 kg de N ha-1 por año no suplen los requerimientos del cultivo de morera. No obstante, en las condiciones de este estudio el tratamiento F1 resultó efectivo en cada época, al ser utilizado como complemento de la CeHMA. Ello se explica, entre otras razones, por un posible funcionamiento eiciente de los HMA. Según señalan Siqueira et al. (2010), en presencia de un suministro de nutrientes por debajo del óptimo se estimula el crecimiento de las estructuras micorrízicas y aumenta la eiciencia de absorción y la extracción de nutrientes minerales; esto último fue demostrado por Solaiman et al. (2014). En relación con el rendimiento de biomasa en la época poco lluviosa, en el primer año se obtuvo una respuesta signiicativa a la mayor dosis de fertilizante mineral sin CeHMA, y en el segundo año el mayor valor se halló en los tratamientos con fertilización mineral. La respuesta productiva de la morera a las dosis de fertilizantes corroboró los resultados de Shankar Tabla 3. Efecto del intercalamiento de canavalia en el rendimiento estacional (t ha-1) de biomasa seca comestible de morera. Dosis de fertilización (B) CeHMA (A) época lluviosa 1er. año F0 F1 b Sin CeHMA 5,77 Con CeHMA 5,69b F2 F0 b a 6,74 9,02 9,56a 9,17a 1,82 F1 d 2,39c F2 b F2 b F0 a 2,65b 8,44b 13,20a 12,65a 2,97bc 3,45ab 3,45ab 0,30*** 0,16* 2,50 10,43 3,51 3,90a 2,59bc 7,66 2,48 F2 a 8,46 Medias época 12,61 F1 c 7,25 0,07*** t F1 c 2,89 0,37** t F0 a época poco lluviosa 2do. año 2,64 ES (A x B) ± Medias año época lluviosa 2do. año época poco lluviosa 1er. año 3,29 8,12** 7,57** 5,08 6,86 5,04* Letras distintas indican diferencias signiicativas p ≤ 0,05 según Duncan (1955). ES (A x B) ± indica el error estándar de la interacción entre los factores: A (intercalamiento) y B (dosis de fertilización). *p < 0,05 **p < 0,01 ***p < 0,001. La comparación entre épocas y años se realizó mediante prueba de muestras pareadas (valores de cada tratamiento en ambas épocas) y prueba de t correspondiente (Steel y Torrie, 1992). Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 33-40, 2016 / Canavalia ensiformis inoculada con HMA et al. (1999) en un ensayo en el que se evaluaron dosis de N (300 y 400 kg ha-1 por año) y de K (120, 160 y 200 kg de K 2O), y los mayores incrementos en el rendimiento y la composición química de las hojas se alcanzaron con las dosis más altas. Se apreció efecto de las precipitaciones acumuladas por época del año en el rendimiento de masa seca comestible en los tratamientos más productivos (CeHMA complementada con F1, y F2), con un coeiciente de determinación alto y signiicativo (ig. 1). Los resultados demostraron la importancia de la lluvia para el crecimiento de la morera en condiciones de secano, y los altos coeicientes de determinación sugieren que esta es la variable fundamental que deine que una época sea más productiva que otra, e incluso explican la variación en el rendimiento entre los años en condiciones en las que el suministro de nutrientes no es limitante. El rendimiento de biomasa comestible en cada corte en los tratamientos más productivos (ig. 2) indicó que canavalia intercalada e inoculada con HMA, complementada con las dosis intermedias de fertilizantes, logró mantener rendimientos similares entre los cortes de la época lluviosa. Todo parece indicar que la fertilización garantizó suicientes nutrientes al cultivo a corto plazo, lo que se manifestó en el primer corte, y además debió estimular la inoculación y funcionamiento efectivo de HMA en la morera, con el consiguiente beneicio del rendimiento en el segundo corte. 37 La mayor concentración de N estuvo relacionada con la fertilización mineral (tabla 4), y en tres de las cuatro épocas evaluadas hubo también inf luencia significativa de CeHMA; ello se explica, entre otras razones, porque las plantas inoculadas con HMA absorben más N del suelo (Gryndler et al., 2009). Solo existió interacción entre los factores en estudio en la época lluviosa del primer año. Además, la concentración de N en las hojas se ubicó en el rango óptimo reconocido para la especie (Benavides, 1996; Noda, 2005). El efecto de la época resultó signiicativo, y fue mayor la concentración de N en la época poco lluviosa en todos los tratamientos; ello estuvo relacionado con la mayor acumulación de N en presencia de un menor crecimiento. La relación entre el rendimiento de biomasa comestible y la concentración de N en las hojas, en la época lluviosa, se presenta en la igura 3. Las variaciones del rendimiento en función de la concentración de N fueron signiicativas, lo que indica una suiciencia de los nutrientes en los tratamientos más productivos, asociados a CeHMA complementada con fertilización mineral. En la época poco lluviosa las variaciones del rendimiento en función de la concentración de N no fueron signiicativas, y los coeicientes de determinación presentaron valores de 0,38 y 0,58. Se concluye que en las condiciones de este estudio se corroboró el alto grado de dependencia de 38 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 33-40, 2016 / Gertrudis Pentón-Fernández Tabla 4. Efecto del intercalamiento de canavalia en la concentración de N en las hojas de morera (g kg-1 MS). Dosis de fertilización (B) CeHMA (A) época lluviosa 1er. año época poco lluviosa 1er. año época lluviosa 2do. año época poco lluviosa 2do. año F1 F2 F0 F1 F2 Factor A F0 F1 F2 Factor A F0 F1 F2 Factor A Sin 26,3c CeHMA 29,0b 29,1b 28,8 31,7 31,8 30,8b 26,3 28,8 29,1 28,1 28,7 31,5 32,0 30,7b Con 27,4c CeHMA 31,9a 32,6a 30,0 35,7 34,6 33,4a 27,0 29,6 29,8 28,8 30,0 33,9 33,4 32,4a 29,4b 33,2a 32,7a 26,6b 29,2a 29,5a 29,4c 32,7a 32,7a F0 Factor B ES ± (A x B) 0,4* (A) 0,4***; (B) 0,5*** (A) 0,3 ns; (B) 0,4*** (A) 0,3**; (B) 0,3*** Medias época 29,4 32,1 28,4 31,6 t 11,25** 5,47** Medias año 30,74 29,77 t 2,34* Letras distintas indican diferencias signiicativas a p ≤ 0,05, según Duncan (1955). ES (A x B) ± indica el error estándar de la interacción entre los factores: A (intercalamiento), B (dosis de fertilización). *p < 0,05 **p < 0,01 ***p < 0,001 ns: no signiicativo. La comparación entre épocas y años se realizó mediante prueba de muestras pareadas (valores de cada tratamiento en ambas épocas) y prueba de t correspondiente (Steel y Torrie, 1992). Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 33-40, 2016 / Canavalia ensiformis inoculada con HMA la producción intensiva de la morera respecto al suministro de nutrientes y a las precipitaciones, en condiciones de secano. El intercalamiento de canavalia inoculada con HMA, complementada con la dosis intermedia de fertilizantes minerales, produjo en la biomasa comestible de la morera mayor rendimiento y mejor estado nutricional de las plantas, en términos de concentración de N en las hojas. REFERENCIAS bIbLIOGRáFICAS Almeida, J. E. de & Fonseca, Tamara. Mulberry germplasm and cultivation in Brazil. 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Recibido el 2 de noviembre de 2014 Aceptado el 18 de diciembre de 2015 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 41-48, 2016 / Mesofauna edáica en una inca agroecológica 41 Artículo Científico Variación de los componentes de la mesofauna edáica en una inca con manejo agroecológico Variation of the components of the edaphic mesofauna in a farm with agroecological management Ana Socarrás Rivero e Irma Izquierdo Brito Instituto de Ecología y Sistemática, Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente Carretera de Varona km 3½, Capdevila, Boyeros, AP 8029, C P 10800, La Habana, Cuba Email: anameri@ecologia.cu RESUMEN: Con el objetivo de evaluar la variación de los grupos de la mesofauna edáica a partir de la aplicación de métodos agroecológicos, se realizó un estudio en una inca con más de 20 años de establecida en la provincia Artemisa (Cuba). Anteriormente la inca no recibió enmiendas orgánicas y se utilizaba como área de pastoreo para el ganado Cebú con una carga baja. Se transformó el área de pastizal en tres sistemas productivos: 25 % de forraje, 25 % de policultivo y 50 % de pastizal tradicional, que fue designado como área control. El área de forraje se estableció en forma de mosaico, con pequeñas parcelas de cultivos perennes, y contó con un suministro periódico de abonos orgánicos; mientras que el área de policultivo integró un sistema de rotación de cultivos de ciclo corto, fundamentalmente, y se le aplicó compost. Los muestreos se realizaron en las épocas poco lluviosa y lluviosa, a los seis y ocho años de la transformación. Se recolectó un total de 1 915 microinvertebrados edáicos pertenecientes al phylum Arthropoda, representado por dos sub-phylum, tres clases, dos subclases, seis órdenes y dos familias. Las curvas de dominancia-diversidad mostraron que en el pastizal y en el área de forraje las comunidades faunísticas fueron más abundantes y diversas, y se distinguieron por una alta dominancia de los microartrópodos detritívoros. En el área de policultivo no se presentaron taxones dominantes. Se concluye que el comportamiento de la mesofauna edáica fue altamente dependiente del tipo de manejo del suelo y de la estacionalidad. Palabras clave: biodiversidad, manejo del suelo, sistema de explotación. AbSTRACT: In order to evaluate the variation of the groups of the edaphic mesofauna from the application of agroecological methods, a study was conducted in a farm with more than 20 years of establishment in the Artemisa province (Cuba). Previously the farm did not receive organic amendments and it was used as a grazing area for zebu cattle with a low stocking rate. The area was transformed into three productive systems: 25 % of forage, 25 % of polycropping and 50 % of traditional pastureland, which was designated as control area. The forage area was established in mosaic form, with small plots of perennial crops, and had a periodical supply of organic fertilizers; while the polycropping area integrated a short-cycle crop rotation system, mainly, and compost was applied. The samplings were carried out in the dry and rainy seasons, six and eight years after the transformation. A total of 1 915 edaphic microinvertebrates was collected, belonging to the phylum Arthropoda, represented by two sub-phyla, three classes, two subclasses, six orders and two families. The dominance-diversity curves showed that in the pastureland and in the forage area the fauna communities were more abundant and diverse, and were distinguished by a high dominance of detritivore microarthropods. In the polycropping area no dominant taxa were present. It is concluded that the performance of the edaphic mesofauna was highly dependent on the type of soil management and the seasonality. Keywords: biodiversity, soil management, exploitation system. INTRODUCCION La sostenibilidad se ha desarrollado tradicionalmente por el hombre, y las culturas rurales han creado paisajes heterogéneos para el uso y la explotación de los recursos naturales. Cuando el hombre crea parches de distintos hábitats, ofrece más recursos para las especies que él mismo desea incrementar, ya que cada componente tiene una tasa diferente de renovación de la biomasa (Morais y Franklin, 2008). 42 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 41-48, 2016 / Ana Socarrás Rivero Los estudios realizados por Funes-Monzote y Monzote (2000) mostraron que los sistemas integrados ganadería-agricultura, con un manejo agroecológico basado en los recursos naturales disponibles, presentan capacidad y potencial suiciente para sostener producciones intensivas. La aplicación de los métodos agroecológicos en áreas donde se combinan las actividades ganaderas y agrícolas incluye la introducción de materiales orgánicos mediante el empleo de compost, desechos vegetales y excreta animal; el uso de plantas de cobertura y la rotación de cultivos; lo que contribuye al mejoramiento de las propiedades físicas y químicas del suelo y a una mayor diversidad biológica (Robaina, 2010). Por su parte, la diversidad biológica contempla a las comunidades de organismos del suelo que están divididas en tres grandes gremios: bacterias, hongos y diferentes grupos de la fauna, en los que se encuentra la mesofauna. Esta categoría del edafón interviene de manera directa en los procesos de fragmentación y redistribución de los residuos orgánicos, lo que facilita la descomposición de la materia orgánica y la disponibilidad de nutrientes en la zona radicular, así como la aceleración del reciclaje de nutrientes y la mineralización del fósforo y el nitrógeno (Morais et al., 2010); ello garantiza el mantenimiento de la productividad del suelo. La mesofauna, por otra parte, es muy sensible a los cambios climáticos y a las perturbaciones antrópicas del medio edáico, que le ocasionan variaciones en su densidad y diversidad. El objetivo de este estudio fue evaluar la variación de los grupos de la mesofauna del suelo en diferentes sistemas productivos (forraje y policulivo) con la aplicación de métodos agroecológicos, comparados con un pastizal tradicional. MATERIALES Y MÉTODOS El estudio se realizó en una inca agroecológica de una hectárea, ubicada en la localidad de Cangrejeras (provincia Artemisa, Cuba), donde se integró la actividad ganadera (75 %) y la agrícola (25 %). El suelo está clasiicado como Ferralítico Rojo típico (Hernández et al., 1999). En la tabla 1 se muestran las características físico-químicas de este para cada una de las áreas, las cuales se describen a continuación. Área de pastizal (P) con más de 20 años de establecida, sin enmiendas orgánicas (área control), en la cual pastaba ganado Cebú en una carga baja. La comunidad vegetal predominante estaba integrada por Megathyrsus maximus, Cynodon nlemfuensis y Teramnus uncinatus. Área de forraje (F) originada del área de pasto, sometida a régimen de manejo de corte, en la que se aplicaba fertilización con compost de desechos vegetales y estiércol. Los forrajes predominantes eran caña de azúcar (Saccharum oficinarum), king grass (Cenchrus purpureus). y leucaena (Leucaena leucocephala). Área de policultivo (C), procedente igualmente del área de pasto, en la que, además del tratamiento orgánico mencionado en F, se practicaron rotaciones de cultivos de ciclo corto, fundamentalmente yuca (Manihot esculenta), maíz (Zea mays), plátano (Musa spp.), frijol (Phaseolus vulgaris), calabaza (Cucurbita melopepo), boniato (Ipomea batatas), tomate (Lycopersicon esculentum) y espinaca (Spinacia oleracea). En esta área se utilizó abono orgánico en forma de compost y humus de lombriz, a razón de 4-6 t/ha-1 según la disponibilidad de estos; y se incorporaron los residuos de cosecha. Las áreas F y C, en el momento del estudio, contaban con ocho años de establecidas. En cada área se tomaron cinco muestras de suelo a una profundidad de 0-10 cm, con un cilindro de 5 cm de diámetro por 10 cm de profundidad, siguiendo un diseño de muestreo completamente aleatorizado. Las recolectas se efectuaron a los seis y ocho años de la transformación de las áreas (forraje y policultivo), tres en el periodo lluvioso (mayo, julio y octubre) y tres en el periodo poco lluvioso (diciembre, febrero y marzo). Se utilizaron embudos Tullgren durante siete días para la extracción de la fauna edáica, sin nin- Tabla 1. Características físico-químicas de los primeros 10 cm del suelo (Izquierdo et al., 2003). pH (H2O) MO (%) DA (g cm-3) CRA (%) Pasto (P) 6,0 3,65 1,34 50,0 Forraje (F) 6,5 5,14 1,06 60,0 Cultivo (C) 6,4 4,14 1,16 54,0 Área MO: materia orgánica; DA: densidad aparente; CRA: capacidad de retención de agua. 43 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 41-48, 2016 / Mesofauna edáica en una inca agroecológica guna fuente artiicial de luz y calor. Se contaron y separaron los individuos mediante el microscopio estereoscópico, se conservaron en alcohol al 70 %, y después se identiicaron, según la clasiicación de Brusca y Brusca (2003) para los insectos y la de Krantz y Walter (2009) para los ácaros. Con estos datos se obtuvo la densidad (ind.m-2) de cada taxón en cada período. Para caracterizar la estructura, es decir, el ordenamiento numérico de los órdenes que conformaron las comunidades de la mesofauna en cada una de las áreas, se construyeron las curvas de dominancia-diversidad a partir de los logaritmos decimales de la abundancia (Magurran, 1989). Se aplicaron métodos estadísticos no paramétricos (Hammer et al., 2012) y se utilizó el paquete PAST, versión 2.16. RESULTADOS Y DISCUSIóN Composición taxonómica de la mesofauna del suelo Se recolectaron un total de 1 915 individuos del phylum Arthropoda, representado por dos subphylum, tres clases, dos subclases, seis órdenes y dos familias. En particular, la subclase Arachnida estuvo representada por cuatro órdenes: Oribatida, Astigmada, Mesostigmada y Prostigmada; por su parte, el orden Mesostigmada comprendió a las familias Gamasidae y Uropodidae (tabla 2). Análisis de la dominancia-diversidad de la mesofauna del suelo Las curvas de rango-abundancia a los seis años de haberse iniciado la transformación y en ambas épocas del año no mostraron una pendiente acentuada, lo que indica que no hubo dominancia acentuada de grupos de la pedofauna edáica (ig. 1). En sentido general, en la época poco lluviosa se apreció una ligera dominancia de los grupos Oribatida y Gamasidae en las tres áreas de estu- dio. En el caso de los oribátidos, está reportado en la literatura como el grupo de ácaros más abundantes en el medio edáico por su gran plasticidad ecológica (Chocobar, 2010). Gamasidae ocupó el segundo lugar, por su abundancia; este taxón es depredador de estados inmaduros de oribátidos y colémbolos, por lo que su abundancia depende del número de sus presas (Salmane y Brumelis, 2010). En estas mismas áreas se encontraron grupos con abundancia intermedia, como Astigmada, Collembola y Psocoptera; mientras que Uropodidae y Prostigmada mostraron abundancia rara. Uropodidae es una familia de ácaros estrictamente dependiente de la estabilidad del medio edáico, por lo que constituye un criterio preciso del estado ecológico de los suelos. En la época lluviosa el comportamiento de los taxones siguió una tendencia semejante a la de la época poco lluviosa (ig. 1). Es importante destacar el incremento en los valores de Uropodidae en el área de forraje, al estar favorecidos por el mejoramiento de las condiciones edáicas (humedad, cobertura del suelo y aporte de materia orgánica) y la aparición de Psocoptera y Prostigmata como grupos raros. Estos últimos taxones son más abundantes en situaciones de déicit hídrico, por lo que en esta época del año no resultan favorecidos. En el policultivo Astigmada incrementó su abundancia, lo cual indica que había perturbación en el medio edáico. Mientras, en la época poco lluviosa, a los ocho años de producirse las modiicaciones, las curvas fueron más abruptas y se mantuvo la dominancia de los taxones Oribatida y Gamasidae (ig. 2). Según Magurran (1989), los grupos con mayor número de individuos ocupan una gran proporción del nicho, y hacen una mayor utilización de los recursos disponibles. Uropodidae continuó manifestándose como taxón raro en las tres áreas de estudio; y se debe señalar que la época poco lluviosa no favorece el establecimiento de este grupo zoológico. Tabla 2. Composición taxonómica y funcional de la mesofauna edáica. Sub-phylum Clase Subclase Orden Hexapoda Entognatha - Collembola Insecta Pterygota Psocoptera Detritívoro Cheliceriforme Chelicerata Arachnida Oribatida Detritívoro Mesostigmada Familia Grupo tróico Phylum Arthropoda Detritívoro Gamasidae Uropodidae Depredador Detritívoro Astigmada Fungívoro Prostigmada Depredador 44 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 41-48, 2016 / Ana Socarrás Rivero Se observó en el policultivo un ligero incremento de los valores de Psocoptera, beneiciado por la época del año y las perturbaciones ocasionadas por las prácticas agrícolas aplicadas en esta área. En la época lluviosa, en las áreas de forraje y pastizal prevalecieron fundamentalmente Oribatida y Gamasidae (ig. 2). Se debe destacar la mayor presencia de Uropodidae en estos usos, lo que indica que ocurrió un cambio favorable en las condiciones edáicas. En el pastizal, el taxón con menor número de individuos fue Prostigmada; este orden es abundante en áreas oligotróicas y con déicit hídrico, lo que explica su presencia como grupo raro. En el forraje los grupos accidentales fueron Astigmada, Psocoptera y Prostigmada, que constituyen indicadores de perturbación y de déicit hídrico en el suelo; tales condiciones no debieron manifestarse en esta área en la época de mayor pluviosidad (ig. 2). En el área de policultivo hubo baja abundancia de los taxones presentes y poca diferencia entre ellos. Predominaron grupos con abundancia intermedia, como Oribatida, Astigmada, Psocoptera, Collembola y Gamasidae, con escasa dominancia numérica. Los de menor presencia fueron Uropodidae y Prostigmada. El comportamiento de Astigmada sugiere perturbación en el sistema debido a las prácticas agrícolas y a la pobre cobertura del suelo. Serrano (2010) y Cabrera et al. (2011) señalaron que, en ecosistemas con una mayor intervención humana, la abundancia y la distribución más equilibrada de los diferentes grupos de la fauna del suelo están condicionadas por la escasa acumulación de recursos, lo que trae consigo una disminución de los grupos más sensibles y la proliferación de organismos invasores o indicadores de perturbación del edafón. Según la expresión de las curvas de rangos de abundancia se podría plantear que el pastizal y el forraje son comunidades faunísticas más abundantes y diversas, respecto al cultivo. Los artrópodos del sue- Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 41-48, 2016 / Mesofauna edáica en una i nca agroecológica lo tienden a preferir hábitats caracterizados por una estructura heterogénea de la vegetación, e incluso están relacionados con el aumento de la variedad del recurso a descomponer (Wardle et al., 2006). Composición tróica de los grupos de la mesofauna del suelo Las comunidades de microartrópodos del suelo estuvieron compuestas por cuatro categorías tróicas en todos los sistemas estudiados: detritívoros, depredadores, fungívoros y xilófagos (tabla 2). Estas categorías desempeñan un importante papel en la estabilidad ecológica del suelo. En ambas estaciones y años de muestreo existió un incremento en el número de individuos detritívoros con respecto al resto de los grupos tróicos en las tres áreas estudiadas, con un pico en la estación lluviosa y en el área de forraje (ig. 3). Este último sistema estaba conformado por caña de azúcar y king grass, especies que garantizan una cobertura constante por el aporte de hojarasca al suelo, y también por leucaena, leguminosa arbórea que mejora las condiciones de fertilidad. En esta área se aplica- 45 ron otros manejos agroecológicos, como el arrope e incorporación de materia orgánica (heces y orina). La aplicación de tales prácticas sostenibles en el tiempo favorece el establecimiento de este grupo tróico (Gelvez-Pardo, 2009). Los depredadores se destacaron por su abundancia en todas las áreas, épocas y años de muestreo. La representatividad de este grupo en las áreas se debe a una relación directa con sus presas. En el estudio, los grupos que conformaron esta categoría tróica fueron depredadores de estados inmaduros de oribátidos y colémbolos (detritívoros), los cuales se encuentran muy abundantes. Decaëns (2010) planteó que los artrópodos detritívoros y los depredadores son los más dominantes en términos de densidad. En el pastizal, en el periodo menos lluvioso y a los seis años se observó un incremento signiicativo de los detritívoros, y no signiicativo de los depredadores y fungívoros. En el área de forraje, en esta misma estación del año se registró el aumento de los fungívoros y xilófagos de forma no signiicativa (ig. 3). Los fungívoros estaban representados por 46 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 41-48, 2016 / Ana Socarrás Rivero Astigmada, grupo de ácaros indicador de perturbación del suelo. Los xilófagos, representados por el orden Psocoptera, preieren esta época del año para expresar su máxima abundancia, lo que se manifestó en los resultados. Con el transcurso de los años (ocho) la presencia de depredadores en el pastizal se igualó en ambas épocas, y la temporada más seca favoreció a los fungívoros; mientras que en el periodo lluvioso solo se incrementaron las poblaciones de detritívoros y xilófagos (ig. 3). Esta área, a pesar de llevar más de 20 años de establecida, estuvo sometida a un sistema de pastoreo con carga baja, lo que no aportó grandes volúmenes de materia orgánica al sistema; además tenía poca cobertura del suelo y baja riqueza vegetal, y no contaba con adición externa de materia orgánica. Todos estos elementos inluyen en el desarrollo uniforme de las comunidades de la mesofauna edáica. En el área de forraje, en la época de lluvia y a los ocho años de establecida el área, solo aumentaron signiicativamente los detritívoros. Esta área poseía suicientes fuentes de material orgánico para ser descompuesto por dichos organismos. Los restantes grupos tróicos decrecieron en esta estación del año (ig. 3). Los depredadores y fungívoros están constituidos por microartrópodos que son indicadores de inestabilidad e infertilidad del suelo, condiciones que no se expresaron en esta época y sistema. Un comportamiento similar de los grupos detritívoros, depredadores y fungívoros fue informado por Socarrás y Robaina (2011) en el mismo tipo de suelo, época del año y en diferentes usos de la tierra en las provincias Mayabeque y Artemisa. En el área de cultivo se observó un ligero decrecimiento (no signiicativo) de los detritívoros al aumentar el tiempo de establecimiento de esta área, en ambas estaciones del año, aunque el número de Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 41-48, 2016 / Mesofauna edáica en una inca agroecológica individuos de este grupo tróico estuvo por debajo de lo reportado para los sistemas restantes (ig. 3). En estas mismas condiciones se observó un incremento de depredadores, xilófagos y fungívoros en la época poco lluviosa con respecto a la lluviosa, lo que denota perturbación y estrés hídrico por defecto. La proporción de los diferentes grupos tróicos en esta área indica que los métodos aplicados no garantizaron las condiciones edáicas que propiciarían una actividad faunística potencial del sistema. Robaina (2010) obtuvo resultados similares en un área de caña de azúcar, al ser este sistema el más perturbado por las prácticas agrícolas aplicadas. De manera general, la composición de los grupos tróicos de la mesofauna edáica expresa capacidades diferentes en la regulación de los procesos edáicos. En este estudio, el área de forraje y la de pasto se distinguieron por una alta dominancia de los microartrópodos encargados de la descomposición de la materia orgánica (indicadores de fertilidad y estabilidad) y una caída brusca de la abundancia del resto de los grupos tróicos (indicadores de perturbación e infertilidad) del medio edáico. Según Zerbino et al. (2008), la riqueza de especies vegetales, los cambios en las propiedades del suelo y el manejo inluyen en la amplia disponibilidad de recursos y en el equilibrio de los diferentes grupos tróicos. En el caso del área de cultivo, la proporción de los diferentes grupos tróicos no se manifestó de la misma manera; se apreció una disminución notable de la abundancia de detritívoros con respecto a las otras áreas. Por otro lado, las diferencias en cuanto a la abundancia entre los grupos tróicos presentes en este uso disminuyeron, y no aparecieron taxones dominantes. En este sistema la cobertura vegetal era muy pobre; además, el efecto del laboreo y la exposición incrementan la evaporación y producen mayor desecación del suelo y, como consecuencia, alteraciones en la abundancia y diversidad de los grupos detritívoros de la mesofauna edáica (Siddiky et al., 2012). Se concluye que las áreas de forraje y de pasto se distinguieron por una alta dominancia de los microartrópodos encargados de la descomposición de la materia orgánica y por una disminución de la abundancia del resto de los grupos tróicos del medio edáico. El comportamiento de la mesofauna edáica en las áreas fue altamente dependiente del tipo de manejo del suelo y de la estacionalidad. Asimismo, en el área de forraje se observó un salto cualitativo y una tendencia a la recuperación 47 de la fertilidad y del equilibrio de la biota del suelo. REFERENCIAS bIbLIOGRAFICAS Brusca, R. C. & Brusca, G. J. Invertebrates. 2 ed. Sunderland, MA, USA: Sinauer Associates, 2003. Cabrera, Grisel; Robaina, Nayla & Ponce de León, D. Composición funcional de la macrofauna edáica en cuatro usos de la tierra en las provincias de Artemisa y Mayabeque. Pastos y Forrajes. 34 (3):331-346, 2011. Chocobar, Eneyda A. Edafofauna como indicador de la calidad en un suelo Cumulic Phaozem sometido a diferentes sistemas de manejos en un experimento de larga duración. Tesis en opción al grado cientíico de Maestra en Ciencias. Montecillo, México: Colegio de Postgraduados, 2010. Decaëns, T. Macroecological patterns in soil communities. Global Ecol. Biogeogr. 19 (3):287-302, 2010. Funes-Monzote, F. R. & Monzote, Marta. 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Recibido el 4 de marzo de 2015 Aceptado el 4 de enero de 2016 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 49-55, 2016 / Francisco Reyes-Ocampo 49 Artículo Científico Desempeño y balance económico-inanciero de la producción de alimentos en una inca diversiicada Economic-inancial balance and food production performance in a diversiied farm Francisco Reyes-Ocampo1, Edel Pérez- Pérez2, Jesús Suárez-Hernández1 y Juan Francisco González-Nodarse1 1 Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey, Universidad de Matanzas, Ministerio de Educación Superior Central España Republicana, CP 44280, Matanzas, Cuba 2 Dirección de Economía, Perico, Matanzas, Cuba. Correo electrónico: frankr@ihatuey.cu RESUMEN: Se realizó, durante tres años, una evaluación del desempeño y del balance económico-inanciero de la producción de alimentos en la inca diversiicada Guamá, ubicada en la Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey, para determinar en qué medida la diversiicación de la producción agrícola podría contribuir al incremento de la productividad. Para ello se introdujeron cuatro modalidades de comercialización: autoconsumo, mayorista, minorista y venta al turismo. La eiciencia económica en el tercer año de evaluación alcanzó un favorable costo por peso ingresado ($ 0,83) y una rentabilidad de $ 0,17 por cada peso gastado. Asimismo, la correlación salario medio-productividad permitió pagar los salarios y obtener un resultado inanciero positivo en los períodos analizados. Se concluye que el fortalecimiento del manejo agrícola, a partir de un efectivo diseño espacial y temporal de estrategias agroecológicas diversiicadas, podría ofrecer oportunidades para un mejor aprovechamiento de la tierra. Asimismo, el incremento de los ingresos de la inca por la venta mayorista y minorista de productos agrícolas podría ser una estrategia conveniente para lograr la rentabilidad. Estos resultados pueden servir como referente para considerar a las incas diversiicadas como un camino hacia el desarrollo sostenible. Palabras clave: diversiicación, explotaciones agrarias, rentabilidad. AbSTRACT: An evaluation of the performance and economic-inancial balance of food production in the diversiied farm Guamá, located at the Pastures and Forages Research Station Indio Hatuey, was carried out during three years, in order to determine to what extent the diversiication of the agricultural production could contribute to the increase of productivity. For such purpose four commercialization modalities were introduced: self-supply, wholesale, retail and sale to the tourism industry. The economic eficiency in the third year of evaluation reached a favorable cost per peso ($ 0,83) and a proitability of $ 0,17 for each peso spent. Likewise, the mean salary-productivity correlation allowed to pay the salaries and obtain a positive inancial result in the analyzed periods. It is concluded that the enhancement of agricultural management, from an effective spatial and temporary design of diversiied agroecological strategies, could offer opportunities for a better land utilization. Likewise, the increase of the farm’s incomes due to the wholesale and retail sale of agricultural products could be a convenient strategy to achieve proitability. These results can serve as referent to consider diversiied farms as a path towards sustainable development. Keywords: diversiication, agricultural exploitations, proitability INTRODUCCIóN La agricultura sostenible se ha convertido en una vía para garantizar una alimentación sana y estable, sin afectar el medio ambiente (De Shutter, 2010). Al respecto, en estudios realizados por Altieri (1997) y Rosselló-Oltra et al. (2012) se demostró que con el empleo de técnicas agrícolas sostenibles se producen alimentos más sanos y frescos, con una concentración mayor de minerales; las cosechas son iguales o mayores que con los métodos convencionales, con bajo costo de producción y ambiental; asimismo, se produce menos erosión de los suelos, así como una mayor rentabilidad a largo plazo. Los sistemas agrícolas con base agroecológica se han convertido en una necesidad incuestionable, debido a la situación actual de la agricultura cubana, 50 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 49-55, 2016 / Balance económico-i nanciero en una i nca diversiicada por lo que se retoman las experiencias campesinas olvidadas por la agricultura convencional; las cuales, junto a los resultados cientíico-técnicos, son decisivas para el desarrollo sostenible de la agricultura (Guzmán y Morales, 2012). En Cuba, desde los años noventa del pasado siglo, se ha producido una transición hacia la agricultura sostenible, caracterizada por sustituir insumos químicos (importados) por biológicos (disponibles localmente), con fuerte énfasis en la protección ambiental y la agrodiversidad. Las pequeñas y medianas incas, altamente diversiicadas, heterogéneas y complejas, han demostrado que pueden alcanzar niveles más elevados de eiciencia productiva y contar con más recursos que los sistemas especializados de agricultura y ganadería a mayor escala (Funes-Monzote et al., 2011). Al respecto, Funes-Monzote (2009) considera que si se logra una mayor biodiversidad en las incas, más cerca se está de obtener una producción agroecológica basada en la conservación de la naturaleza y el respeto al medio ambiente. Sobre la base de la experiencia existente, en Cuba se encaminan los esfuerzos hacia la búsqueda de soluciones viables que contribuyan a la conversión de los sistemas productivos en agroecológicos. Una estrategia fundamental para lograr la diversiicación agroecológica es la implementación del enfoque de sistema, y, por ende, el considerar la inca como un todo, con el in de incrementar sus producciones y reducir los costos, así como realizar un uso más eiciente de los recursos disponibles y un manejo consciente de las interacciones entre sus componentes, a través de la práctica de una agricultura con enfoque agroecológico y principios de sostenibilidad. Tomando en consideración lo antes expuesto, el objetivo del presente estudio fue evaluar integralmente el desempeño y la eiciencia económica-inanciera de la producción de alimentos en la inca diversiicada Guamá, y así determinar en qué medida la diversiicación de la producción agrícola contribuye al incremento de la productividad. METODOLOGÍA El estudio se realizó durante tres años, en la inca Guamá, que se encuentra ubicada en la Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey –municipio de Perico, provincia de Matanzas, Cuba–, sobre un suelo Ferralítico Rojo. La precipitación anual promedio es de 1 200 mm, de los cuales aproximadamente el 70 % cae entre mayo y octubre. La temperatura promedio es de 26,9 °C; mientras que la humedad relativa varía entre 82 y 85 %, y alcanza los valores más altos durante la época de mayor precipitación. La inca dispone de un área de 8,2 ha y su distribución se muestra en la igura 1. Previamente a esta evaluación, en la inca Guamá se emplearon durante dos años altos insumos Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 49-55, 2016 / Francisco Reyes-Ocampo externos (fertilizantes, insecticidas y herbicidas) y se alcanzaron bajos niveles de productividad (2,2 t/ha año -1)1. Con el objetivo de convertir esta inca en agroecológica, durante el segundo año de estudio del sistema se fortaleció la asociación de cultivos (policultivos), con énfasis en las áreas donde estaban plantados los frutales y la jatropha (Jatropha curcas, una arbórea apropiada para la producción de biodiesel), para hacer productiva el área total de la inca. Además se desarrollaron otras prácticas agroecológicas de bajo costo para mejorar la productividad, como la diversiicación (producción de cuatro nuevos cultivos en el tercer año: piña, arroz, aguacate y papa), la rotación de cultivos, el reciclado de nutrientes, y la utilización de bioproductos (IHplus®, Biobras-16®, EcoMic®, Rizhobium) y abonos orgánicos (humus de lombriz y cachaza descompuesta). Se aplicó el concepto de sistema, que es la unión de componentes físicos relacionados entre sí de forma tal que actúen como un todo, con un objetivo determinado, y que reaccionen como tal ante estímulos externos (Funes-Monzote et al., 2009; Gliessman y Rosemeyer, 2010); se diseñó el modelo conceptual del sistema a evaluar2, con la descripción de las entradas, las salidas, y sus componentes (ig. 2). Las entradas del sistema estuvieron representadas por los insumos, entre ellos los nuevos resultados de la ciencia y la tecnología, las semillas de las variedades mejoradas y los bioproductos; mientras que en las salidas se tuvieron en cuenta las producciones agrícolas (tales como frutas, granos y viandas), las materias primas para la producción de biodiesel y bioabonos y los servicios ambientales, en correspondencia con la literatura consultada (Alonso y Guzmán, 2010; Di Falco et al., 2010), para garantizar de forma práctica la sustentabilidad ecológica de la inca. La metodología utilizada se basó en el análisis de sistemas (Checkland y Holwell, 1998), y se cuantiicó la eiciencia económica de la inca. Se evaluaron datos de tres años, así como el rendimiento y la evolución del sistema. Además, se introdujeron cuatro modalidades de comercialización: autoconsumo mayorista, minorista y venta al turismo, como alternativa para identiicar la eiciencia económica. 51 Para realizar el balance económico se confeccionó una planilla (periodo de tres años) donde se registraron los elementos necesarios para hacer los cálculos. Asimismo, se revisaron los datos relacionados con la inca, que estaban archivados en las áreas de economía, estadística y recursos humanos, tales como: área, tipo y cantidad de alimento utilizado, productos obtenidos, producciones insumidas en el proceso, y costos. En la realización del balance inanciero se utilizó el sistema contable desarrollado por AGROMIN (2005), y se compararon los resultados de cada año. Los ítems utilizados fueron los siguientes: 1. Ingresos agrícolas. 2. Ingresos forestales. 3. Otros ingresos. 4. Gastos agrícolas. 5. Gastos forestales. 6. Otros gastos. Resultado ($) (1 + 2 + 3) – (4 + 5 + 6) Relación costo/beneicio = total de gastos / total de ingresos RESULTADOS Y DISCUSIóN Los cambios en el diseño productivo de la inca permitieron una mayor diversiicación y una mejor utilización de las prácticas agroecológicas. Los resultados de la diversiicación (ig. 3) se correspondieron con los productos agrícolas de mayor demanda, favorecidos con la producción de cuatro nuevos cultivos, lo que propició ampliar la oferta de alimentos en la localidad con producciones que se consideran satisfactorias. Estos beneicios brindados por la inca se pueden atribuir al manejo integrado, que propició el aprovechamiento adecuado del espacio, y a la aplicación de tecnologías sencillas y de bajo costo, que permitieron hacer más eicientes las labores (Alonso et al., 2009) y demostrar que existen alternativas que contribuyen a una mayor eiciencia y eicacia de los sistemas de producción. Al analizar los volúmenes alcanzados en los tres años de evaluación, se apreció una tendencia al crecimiento después de la implantación del sistema (ig. 4), con la mayor producción (27 960 kg) en el tercer año. Resultados similares se obtuvieron en dos En incas agroecológicas cubanas se considera entre 7 y 10 t/ha/año como una productividad favorable (Vera, 2011). En el modelo y su aplicación se utiliza el concepto de inca agroenergética, concebida como «la explotación productiva donde se desarrollan, mejoran y evalúan tecnologías e innovaciones para producir, de forma integrada, alimentos y energía, la cual se emplea como insumo para producir más alimentos en la propia inca, con el propósito de mejorar la calidad de vida rural y proteger el ambiente» (Suárez et al., 2011). 1 2 52 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 49-55, 2016 / Balance económico-i nanciero en una i nca diversiicada Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 49-55, 2016 / Francisco Reyes-Ocampo incas del poblado de San Antonio de los Baños –en Artemisa, Cuba– (Funes-Monzote, 2009), donde se evaluaron los indicadores de sostenibilidad entre 2000 y 2004. En la inca objeto de estudio, este mayor rendimiento pudo estar asociado al aumento de la diversidad de cultivos, el reciclaje de nutrientes (con la mejora de la fertilidad del suelo) y la utilización de técnicas ecológicas. Los sistemas diversiicados que combinan cultivos, frutales y plantas asociadas ofrecen considerables oportunidades para la sostenibilidad de los ecosistemas y la eiciencia en el uso de los recursos internos y externos. En correspondencia con el aumento de la biodiversidad agrícola se incrementó la autosuiciencia alimentaria, lo que se manifestó en una mayor producción en la inca. Estos resultados conirman el potencial que tienen las incas diversiicadas para enfrentar las limitaciones productivas de las regiones tropicales (Funes-Monzote et al., 2011) y las limitaciones ambientales, económicas y sociales del desarrollo agrícola sostenible, ya que aumentan la agrodiversidad y proporcionan importantes servicios ambientales, con un incremento de la productividad de los sistemas (Tilman et al., 2001). Además de estos beneicios, se hace necesario disponer de un análisis económico-inanciero para incidir en una mayor eiciencia económica. Análisis económico-inanciero de la inca Guamá Las incas diversiicadas constituyen una estructura que puede ser viable en las condiciones actuales como práctica de una agricultura a pequeña escala, cuyas producciones logran ser importantes sin demandar costos elevados (Pimentel et al., 2005). Al analizar los indicadores inancieros (ig. 5) se pudo apreciar una correlación salario medio- 53 productividad en dos de las cuatro variables (autoconsumo y turismo), que se deterioró considerablemente y se agudizó en el autoconsumo, ya que no se realizaron ventas o estas fueron mínimas, y no hubo ventas al sector turístico en el segundo año. En las dos restantes se observó un equilibrio entre la productividad y el salario medio, ya que en el segundo año se logró un valor de $ 0,40 en dicha correlación, lo que permitió pagar el salario y obtener un resultado inanciero positivo en los periodos analizados. Asimismo, se apreció un crecimiento desmedido del fondo de salario en el segundo año, el cual disminuyó en el tercero. Ello se debió a que una parte de las producciones se empleó para el ahorro de costos (autoconsumo), pues de lo contrario la entidad a la que pertenece la inca debía desembolsar 176,4 MP. El costo constituye uno de los indicadores más importantes de la inca: mientras más bajo sea para darle cumplimiento al plan de producción en cantidad y calidad, mayor será la efectividad. En los costos se maniiesta el nivel de gestión económica, y el grado de utilización de los recursos y de la tierra (Páez, 2008). En la igura 6 se puede apreciar que las modalidades mayorista y minorista aportaron mayores resultados, con 10,2 MP como promedio de los tres años en la mayorista y 13,2 MP en la minorista, y mejores indicadores de eiciencia económica. Se demostró que la venta mayorista (a Frutas Selectas y Acopio) fue la mejor variante para contribuir a la rentabilidad de la inca, ya que en esta no interviene el proceso comercial de atención al cliente, ni el impuesto sobre las ventas; tampoco se incumple con la función de la inca, que es la producción de alimentos. 54 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 49-55, 2016 / Balance económico-i nanciero en una i nca diversiicada El costo por peso fue de $ 0,83 en el periodo analizado, lo que satisizo las expectativas iniciales de la inca, ya que permitió obtener una rentabilidad de $ 0,17 por cada peso invertido; máxime si se considera que en los primeros tres años, aunque se incrementan las producciones, también lo hacen los costos debido a las inversiones. Cualquier estrategia para que la inca sea sostenible debe ser capaz de producir alimentos con el mínimo daño ambiental y a bajo costo en insumos Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 49-55, 2016 / Francisco Reyes-Ocampo externos (Gorinkiel, 2006), por lo que no debe desestimarse la importancia del impacto inanciero al adoptar sistemas diversiicados para promover cambios en el uso de la tierra. Ello hace más relevante estos resultados, que se convierten en referentes que señalan a las incas integradas de alimentos y energía como un camino hacia el desarrollo sostenible. CONCLUSIONES El fortalecimiento del manejo agrícola a partir de un efectivo diseño espacial y temporal de estrategias diversiicadas agroecológicas ofrece oportunidades para alcanzar una mayor productividad de la tierra. Asimismo, el incremento de los ingresos de la inca con las ventas mayoristas y minoristas de productos agrícolas podría ser una estrategia conveniente para lograr la rentabilidad y la correlación salario medio-productividad, así como permitiría pagar los salarios y obtener un resultado inanciero positivo. Se recomienda incluir, dentro del objeto social del Módulo de Alimentos y Energía de la EEPF Indio Hatuey, que las incas tengan la posibilidad de realizar ventas a las entidades mayoristas o en fronteras, para contribuir a la implementación de los Lineamientos aprobados en el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba. AGRADECIMIENTOS A las Maestras en Ciencias Elvira Ortiz y Vivian Sánchez por su colaboración en el procesamiento de la información económica. REFERENCIAS bIbLIOGRáFICAS AGROMIN. Sistema contable SEAMI. La Habana: Unión de Empresas Agropecuarias MININT, 2005. Alonso, A. M. & Guzmán, Gloria J. 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Methodology for their design2 Miguel Suárez-Castellá1, Gilberto Hernández-Pérez1, Carlos Roche-Hernández1, Marisol Freire-Seijo2, Osmel Alonso-Amaro3 y Maybe Campos-Gómez3 1 Facultad de Ingeniería Industrial y Turismo, Dpto. de Ingeniería Industrial, Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, Ministerio de Educación Superior Carretera a Camajuaní km 5 ½, Santa Clara, Villa Clara, Cuba 2 Instituto de Biotecnología de las Plantas, Universidad Central Marta Abreu de Las Villas, Villa Clara, Cuba 3 Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey, Universidad de Matanzas, Matanzas, Cuba Correo electrónico: miguelsc@uclv.edu.cu RESUMEN: En Cuba las cadenas de valor constituyen una nueva ilosofía de trabajo en el ámbito agropecuario, pues con estas se pretende lograr una integración horizontal entre entidades que se asocian con un mismo in. El objetivo de esta investigación fue describir el procedimiento metodológico para el diseño de cadenas de valor de productos agropecuarios a escala local, obtenidos en 30 incas seleccionadas de Matanzas y Villa Clara, que están insertadas en el proyecto internacional Coinnovación. Se aplicó la técnica de expertos y la de grupos multidisciplinarios, se efectuó el análisis del desempeño y de los factores críticos, y se utilizaron los mapas de procesos. También se diseñaron cuestionarios para la realización de entrevistas a los diferentes actores; y para la conformación de mapas de cadenas de valor especíico por producto agropecuario y para cada productor, se aplicaron técnicas de dinámicas de grupo. El principal resultado fue la descripción de las fases y pasos para el diseño de las cadenas de valor. Se concluye que el procedimiento metodológico que se propone para el diseño de cadenas de valor de productos agropecuarios a escala local se distingue por la deinición de un modelo general de cadena de valor, el cual posibilita deinir los mapas genéricos de cadenas de valor por producto y de ellas las especíicas para el contexto de cada inca, teniendo en cuenta la presencia de actores con múltiples funciones, modelos de gestión y propiedad. Todo ello lo diferencia de las experiencias existentes en el país y constituye un referente a tener en cuenta. Palabras clave: agricultura, desarrollo rural, innovación. AbSTRACT: In Cuba value chains constitute a new work philosophy in the farming sector, because with them a horizontal integration among entities that are associated with the same purpose is intended to be achieved. The objective of this research was to describe the methodological procedure for the design of value chains of farming products at local scale, obtained in 30 selected farms in Matanzas and Villa Clara, which are inserted in the international project Co-innovation. The techniques of experts and multidisciplinary groups were applied, the analysis of performance and of the critical factors was carried out, and the process maps were used. Questionnaires were also designed interviewing the different actors; and for the conformation of maps of speciic value chains per farming product and for each farmer, and group dynamics techniques were applied. The main result was the description of the stages and steps for the design of value chains. It is concluded that the methodological procedure proposed for the design of value chains of farming products at local scale is distinguished by deinition of a general model of value chain, which allows to deine the generic maps of value chains per product and from them the speciic ones for the context of each farm, taking into consideration the presence of actors with multiple functions, management models and ownership. All these differentiate it from the existing experiences in the country and constitute a referent to be taken into consideration. Keywords: agriculture, rural development, innovation. Artículo generado del proyecto internacional «Coinnovación en procesos agrarios para fortalecer la soberanía alimentaria en Cuba»; inanciado por la Unión Europea (OIKOS- Cooperação e Desenvolvimento, de Portugal). 2 Paper generated from the international Project «Co-innovation in agricultural processes to enhance food sovereignty in Cuba»; funded by the European Union (OIKOS- Cooperação e Desenvolvimento, from Portugal) 1 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 56-63, 2016 / Cadena de valor de productos agropecuarios INTRODUCCIóN En la actualidad existen razones suicientes para que la producción de alimentos sea concebida como una estrategia de desarrollo endógeno en todos los países a nivel mundial, y más aún en los considerados en vías de desarrollo o subdesarrollados. En ese sentido, Piñones y Kobrich (2006) señaló como una prioridad fehaciente el empleo de cadenas agroalimentarias, las que deine como «las sucesivas y diversas transformaciones de que son objeto los alimentos desde el momento en que el agricultor siembra la semilla hasta la última etapa en que se vende al consumidor inal». Otros autores, como IMD (2015), también coinciden en que las cadenas de valor constituyen una opción de integración entre las entidades y los actores que participan desde la generación de los productos primarios hasta el consumidor para satisfacer las demandas de los clientes. En ello radica su aporte principal, aunque una mayor competitividad y la aplicación de innovaciones de todo tipo también son elementos que las distinguen. Las cadenas de valor para productos agropecuarios en Cuba se han tratado en la literatura especializada, y entre las experiencias prácticas se citan la del aceite comestible y la de la leche vacuna (Pardillo-Baez et al., 2012; Hernández et al., 2015), que constituyen productos que cubren la demanda de alcance nacional, asociados a empresas comercializadoras conocidas y a empresas multinacionales. Se hace énfasis en la integración de los actores de la cadena a partir de procedimientos similares para el diseño y diagnóstico de esta, pero condicionados por las particularidades del entorno en que se desarrollan, como lo describen varios autores (Schwab, 2010). Respecto a las metodologías existentes en el país para el diseño de cadenas de valor de productos agropecuarios con alcance local, el eje central debería ser la innovación derivada de los resultados cientíicos, ya que es un elemento novedoso, y más aún si estos resultados se ajustan a las condiciones de la economía. En esa dirección se desarrolló el presente estudio, que tuvo como base la transferencia de las tecnologías propuestas por varios centros de investigación. De ahí que el objetivo fuera describir el procedimiento metodológico para el diseño de cadenas de valor de productos agropecuarios a escala local, obtenidos en incas seleccionadas de las provincias de Matanzas y Villa Clara (Cuba), las cuales se encuentran insertadas en el proyecto internacional Coinnovación –presentado en el año 2010 a la Comisión de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea. 57 METODOLOGÍA Aspectos generales del proyecto Coinnovación y resultado estimado del sistema de gestión integrada de la cadena de valor de productos agropecuarios Esta investigación se enmarcó en los resultados previstos en el proyecto «Coinnovación en procesos agrarios para fortalecer la soberanía alimentaria en Cuba», enfocado a demostrar el impacto, en la seguridad alimentaria, de una correcta articulación entre el sector productivo y el de servicios, y de estos con las instituciones cientíicas. El objetivo general del proyecto fue contribuir a la seguridad alimentaria de la población en zonas urbanas y suburbanas de las provincias de Matanzas y Villa Clara; mientras que uno de los objetivos especíicos se basó en incrementar la producción y fortalecer la cadena de valor de productos agropecuarios a través de una experiencia piloto de integración investigación-producción en seis municipios de las mencionadas provincias. Entre los resultados a alcanzar, se incluyó la implementación y validación de un sistema de gestión integrada de la cadena de valor (SGICV), que disminuyera al menos el 40 % de las pérdidas poscosecha, contribuyera a satisfacer la demanda de alimentos de la población en los municipios seleccionados, y, además, facilitara el acceso de las entidades productivas a nuevos servicios técnicos. Los socios del proyecto fueron: OIKOS de Portugal y CARE-France como instituciones extranjeras; y por la parte cubana: la Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey de la Universidad de Matanzas, el Instituto de Biotecnología de las Plantas y el Centro de Investigaciones Agropecuarias, ambos de la Universidad Central de Las Villas. El proyecto se desarrolló en 30 entidades productivas (incas), pertenecientes a 23 formas productivas correspondientes a diferentes cooperativas de créditos y servicios (CCS), cooperativas de producción agropecuaria (CPA), unidades básicas de producción cooperativa (UBPC) y unidades empresariales de base (UEB), en los municipios Martí, Perico y Colón, de la provincia de Matanzas, y en los de Camajuaní, Placetas y Manicaragua, de la provincia de Villa Clara. Entre los participantes en las cadenas de valor de productos agropecuarios a nivel local se citan las formas productivas anteriormente mencionadas; entidades provinciales y municipales del Ministerio de la Agricultura –MINAG– (empresas agropecuarias, las direcciones de sanidad vegetal y de suelo, 58 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 56-63, 2016 / Miguel Suárez-Castellá LABIOFAM, empresa de Acopio, empresa comercializadora Frutas Selectas, mercados agropecuarios); tiendas mayoristas y minoristas de comercio; los centros de investigación asociados al proyecto; bancos de créditos y Empresa Nacional de Seguros; así como las distintas formas de trabajo por cuenta propia asociadas a productos agropecuarios y alimentos. La ilosofía de trabajo del proyecto referente al SGICV se apoyó en un sistema horizontal de transferencia de tecnologías (40 en total, de ellas 14 relacionadas con la producción de cultivos como alimento humano, 15 para la producción animal y 11 de uso general) en el contexto local que abarcó todo el encadenamiento de actores, desde la producción hasta la comercialización de los alimentos a la población, lo cual se presenta en la igura 1. Principales metodologías para el diseño de cadenas de valor de productos agropecuarios, y su adecuación a las condiciones en Cuba Las cadenas de valor que se formaron presentaron el enfoque del modelo general, según Briz et al. (2009), quienes establecieron que la agregación de valor se puede desarrollar en todos o en algunos de los eslabones de la cadena (ig. 2); además, este se tiene en cuenta en los productos inales (del producto agropecuario primario al transformado) de las cadenas (Riisgaard et al., 2010; Companioni, 2011). Mancero (2007), Díaz y Torres (2011) y Gomes (2012) propusieron procedimientos y técnicas para el diagnóstico y diseño de las cadenas de valor en la producción agropecuaria. Según Piñones y Kobrich (2006), se dispone de un inventario internacional de metodologías y herramientas de trabajo para el desarrollo y/o promoción de agrocadenas, las cuales se tuvieron en cuenta y se mencionan a continuación: a) desarrollo de la cadena de valor; b) creación y consolidación de alianzas: elementos metodológicos; c) enfoque participativo de la cadena de mercado; d) identiicación de las oportunidades de mercado y mercadeo en cadenas de valor: una guía para facilitadores del desarrollo empresarial rural; e) desarrollo territorial de agroempresas rurales; f) formación de grupos de trabajo para procesos de desarrollo empresarial rural: manual de campo; g) diseño de estrategias para aumentar la competitividad de cadenas productivas con productores de pequeña escala: manual de campo; h) alianza de aprendizaje para el desarrollo agroempresarial; i) enfoque de las vinculaciones de mercado; j) alianzas productivas en agrocadenas; k) CADIAC: enfoque de cadenas y diálogo para la acción; l) guía Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 56-63, 2016 / Cadena de valor de productos agropecuarios para la formación de alianzas público-privadas para la innovación agrícola y la agroindustria; m) análisis participativo de la cadena de valor (APCV); n) enfoque de desarrollo económico local; o) guía metodológica para el análisis de cadenas productivas; p) INFO-Cadena (Instrumento FOster Cadenas). En términos generales, estos procedimientos para el diseño y diagnóstico de cadenas de valor de productos agropecuarios se utilizan a escala de un país o asociados a grandes empresas comercializadoras de esos productos; aunque, según Hernández (2012), contemplan un grupo de aspectos comunes 59 que se cumplen también en el ámbito local, los cuales se muestran en la igura 3. Para el diseño del procedimiento, se adecuaron a las condiciones propias de la producción agropecuaria cubana diferentes aspectos de las citadas metodologías, con énfasis en las especiicaciones más importantes señaladas por Díaz y Torres (2011), entre las que se enuncian: la presencia de múltiples formas de gestión de la producción, tanto estatales como no estatales; entidades que operan bajo un sistema presupuestado y que realizan simultáneamente funciones gubernamentales y empresariales; múltiples variantes para la comercialización de las 60 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 56-63, 2016 / Miguel Suárez-Castellá producciones agropecuarias, y la concentración de los insumos tecnológicos fundamentales en manos del Estado. Por otra parte, se realizó la recolección y análisis de la información, se aplicaron las técnicas de expertos y de grupos multidisciplinarios, se efectuó el análisis del desempeño y de los factores críticos, y se utilizaron los mapas de procesos. Se diseñaron entrevistas semiestructuradas para los diferentes actores; y para la conformación de mapas de cadenas de valor especíico por producto agropecuario y para cada productor se aplicaron técnicas de dinámicas de grupo entre los productores, los representantes de los servicios técnicos y inancieros y los comercializadores, con el in de precisar las similitudes existentes. RESULTADOS Y DISCUSIóN El procedimiento general para el diseño de cadenas de valor de productos agropecuarios en las condiciones cubanas, y especíicamente en las incas y municipios seleccionados, se muestra en la igura 4. En Cuba existen algunas experiencias de diseño de cadenas de valor para determinados productos, como es el caso del aceite comestible, pero con un alcance nacional; en las cuales no se tienen en cuenta las entidades presentes a nivel local. No obstante, se consideraron como referente para el presente estudio. La aplicación del procedimiento que se propuso se sustentó en dos aspectos básicos: la capacitación de los actores de las cadenas y su participación en todas sus fases y pasos. El procedimiento propuesto se inició (fase I) con las transferencias tecnológicas identiicadas y aceptadas por cada productor y los resultados del diagnóstico técnico-productivo realizado en cada inca, mediante la valoración in situ de las condiciones que deben garantizarse para que los procesos de asimilación de las tecnologías sean exitosos. Ello permitió deinir los productos comercializables que se generaban en cada caso, la agregación de valor a realizar, los componentes de las cadenas y sus interrelaciones; se tuvo en cuenta las particularidades de la producción agropecuaria cubana, según Díaz y Torres (2011) y Gomes (2012), así como la elaboración de un modelo general de las cadenas de valor para productos agropecuarios a nivel local. Es importante destacar que este modelo se basó en los cambios que están sucediendo en Cuba como parte de la implementación de los Lineamientos de la política económica y social del Partido y la Revolución; entre los que se encuentran: la concepción del desarrollo desde los municipios; la descentralización de la economía a nivel municipal y la generación de ingresos para su utilización a ese nivel; los programas anuales de autoabastecimiento alimentario local (como herramienta para la planiicación, organización y control de las tareas); los programas integrales de desarrollo municipal (como herramientas de proyección estratégica a mediano y largo plazos); el otorgamiento de las tierras ociosas a productores y cooperativas que cambian la matriz productiva agropecuaria del país; la ampliación del trabajo por cuenta propia; la presencia de nuevas iguras y formas de comercialización de los productos; así como la política de beneicios de precios para la compra de productos agropecuarios; todos con la inalidad de priorizar la alimentación de la población. En el paso 1 se propone la identiicación de los valores a agregar por cada componente de la cadena, a partir de la evaluación de las respuestas del cuestionario aplicado a quienes generan las tecnologías transferidas a los productores y a los propios productores, y se consideran los insumos y servicios técnicos que se requieren en cada caso, desde el proceso productivo hasta la comercialización del producto; criterios que coinciden con los adoptados por Melgar (2006). En el paso 2 se indica deinir los productos comerciables y sus detalles, los impactos que estos generan en la satisfacción de la demanda de alimentos en el municipio, los niveles actuales de producción y las afectaciones por concepto de pérdidas de producción a causa de la falta de encadenamiento. En el paso 3 se proyecta la identiicación de las entidades que forman parte de las cadenas de valor con un enfoque de proceso, y se incluyen aquellas que brindan productos y/o servicios para que se realice la producción concebida. Los componentes de las cadenas de valor se clasiicaron como: proveedores, servicios técnicos y inancieros, acopio y beneicio, procesamiento, distribución y comercialización, y entidades reguladoras. En el paso 4, con el resultado de las entrevistas a los directivos de las entidades y los productores, se orienta la caracterización general de cada entidad clasiicada y se precisan las interacciones entre estos; así como las brechas existentes en esas relaciones. Por último, en el paso 5 se proyecta la formación de un modelo general de cadena de valor para productos agropecuarios, el cual se diseña gráicamente para visualizar las relaciones entre los distintos componentes desde la demanda del producto, así como el proceso inicial de producción del alimento hasta que está disponible para su consumo por la población. También se pudo constatar que el amplio proceso de transferencias tecnológicas generó un abundante Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 56-63, 2016 / Cadena de valor de productos agropecuarios surtido de productos que requerían encadenamientos especíicos, pero con ciertas similitudes. Este resultado permite reairmar por qué es necesario disponer de un modelo general que sirva de base 61 para el diseño de las cadenas de valor de productos agropecuarios a nivel local, ya que se pueden determinar las relaciones similares entre los componentes de las cadenas para los diferentes productos, y a esto 62 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 56-63, 2016 / Miguel Suárez-Castellá se le adiciona que se tuvieron en cuenta las particularidades propias de la economía cubana a esa instancia. De ahí que este modelo general no solo es aplicable a escala nacional, sino también a la entidad de comercialización minorista de productos agropecuarios, acorde con las experiencias de De Ferran y Grunert (2007), Coursaris et al. (2008) y Di Giacomo y Patrizi (2010); aunque las metodologías que emplean estos autores enfatizan en la identiicación, el diagnóstico y la integración de los actores, y están determinadas por las condiciones especíicas del entorno, por lo que esas especiicidades pueden limitar su utilización. En la fase II, el primer paso para realizar el diagnóstico técnico y organizativo de los componentes de las cadenas de valor en cada uno de los municipios seleccionados en el proyecto parte de la preparación de las entrevistas semiestructuradas a cada actor (ofertante, cliente, reguladores). El segundo paso consiste en aplicar las entrevistas concebidas, procesar y resumir la información resultante del diagnóstico, y inalmente, mediante talleres participativos, validar los resultados de este. Mientras, en el paso 3 se precisan las brechas de cada entidad participante en la cadena de valor, de acuerdo con una clasiicación referida a la ocurrencia, tanto de las causas internas de las organizaciones como de la inluencia de los factores externos (por ejemplo, a nivel de provincia y/o país, ya sea por organismos decisores sectoriales y/o por entidades regulatorias). En correspondencia con lo anterior, se deine el nivel de inluencia de cada problema detectado en cada servicio técnico y inanciero en las cadenas de valor y se evalúa su inluencia (alta, media y baja) mediante técnicas de expertos, que incluyen, entre otros, a los representantes de los productores, de los ofertantes de servicios y de los gobiernos locales. Esta valoración permite diseñar y ordenar estratégicamente las medidas de solución correspondientes. En la fase III se procura la conformación de las cadenas de valor correspondientes por producto agropecuario, las que incluyen los mapas de estos y un manual de proceso para los productores. El diseño de las cadenas de valor de cada producto agropecuario y para cada productor se obtiene de la adecuación del modelo general de cadena de valor a los modelos genéricos de cadenas de valor por producto. En el paso 1 se precisan, para cada producto, los componentes de cada cadena de valor y sus interrelaciones. En el paso 2 se procede a la confección de los mapas genéricos de las cadenas de valor por producto agropecuario, donde aparecen todas las entidades que deben participar y todas las opciones comerciales de los productos de la cadena para su consumo por la población, en correspondencia con las particularidades propias de este proceso en la actualidad cubana. Estos mapas constituyen una herramienta novedosa dada la alta participación de diversos actores de las cadenas de valor a nivel local, lo que facilita el diagnóstico. Ello diiere de lo informado por Bolwig et al. (2010), Di Giacomo y Patrizi (2010) y Köbrich (2012), quienes no utilizan esta herramienta, sino que se enfocan más a los mapas especíicos de las cadenas. En el paso 3 se propone la elaboración de los mapas de cadenas de valor especíico por producto agropecuario y para cada productor, los cuales se adecuan a las condiciones particulares en cada caso, aunque siempre expresarán lo que se debe hacer y no lo que realmente se realiza en esos momentos. Por otra parte, se precisan las similitudes entre las cadenas de valor especíico por producto y para cada productor. En el paso 4 se indica la elaboración de los manuales de procesos de cada cadena de valor por producto y por productor, en los que se hace una descripción detallada de sus procesos fundamentales: de contratación de la producción, de producción (incluye la contratación de insumos y servicios) y de distribución y comercialización de los productos. El contenido de estos manuales incluye: los mapas de cadenas de valor y un resumen descriptivo de estos, la descripción de cada proceso mencionado bajo un formato de «paso a paso», la relación de las entradas a cada proceso con las actividades propias que lo componen, y sus salidas. En la fase IV, paso 1, se precisan los puntos críticos que persisten en Cuba y en especial a nivel municipal para la implementación de las cadenas de valor, las cuales fueron creadas y validadas durante toda la aplicación del procedimiento en los distintos trabajos de grupo realizados con los actores de estas cadenas. En el paso 2 se deinen las estrategias de implementación de las cadenas de valor para los productos agropecuarios a nivel local en dos etapas: una primera, en la cual se logra la integración de las correspondientes demandas en la planiicación anual de cada actor de la cadena (implica elaborar un plan coherente entre los actores de la cadena para lograr una integración superior al 50 % y, por ende, una disminución sensible de pérdidas en la producción y la poscosecha, un incremento en los rendimientos y los ingresos de los productores (y con ello una mayor satisfacción de la demanda de alimento por la población); y una segunda etapa destinada a la optimización de estas relaciones mediante una logística integrada. Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 56-63, 2016 / Cadena de valor de productos agropecuarios CONCLUSIONES El procedimiento metodológico que se propone para el diseño de cadenas de valor de productos agropecuarios a escala local se distingue por la deinición de un modelo general de cadena de valor, el cual posibilita deinir los mapas genéricos de cadenas de valor por producto y de ellas las especíicas para el contexto de cada inca, teniendo en cuenta la presencia de actores con múltiples funciones y modelos de gestión y propiedad. Así, se diferencia de las experiencias existentes anteriormente en el país, y constituye un referente a tener en cuenta. Además, se reairma que este proceder debe sustentarse en el fomento de los procesos de innovación, participación y capacitación permanente; lo cual contribuirá a enfrentar lo compleja y particular que resulta la realización de una gestión con enfoque de cadena a nivel municipal en el contexto de la agricultura cubana, dentro de la actualización del modelo económico del país. REFERENCIAS bIbLIOGRáFICAS Bolwig, S.; Ponte, S.; Toit, A. du; Riisgaard, L. & Halberg, N. Integrating poverty and environmental concerns into value-chain analysis: a conceptual framework. Dev. Policy Rev. 28 (2):173-194, 2010. Briz, J.; De Felipe, I. & Briz, T. Changing old methodologies to face new challenges in the food chain, Four decades of agricultural and food economics 19682009. Ghent, Belgium: Academia Press, 2009. Companioni, H. Relación estrategia-estructura en TECNOAZUCAR, única comercializadora del MINAZ. La Habana: CETED, 2011. Coursaris, C.; Hassanein, K. & Head, Milena. 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Recibido el 4 de marzo de 2015 Aceptado el 4 de enero de 2016 64 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 64-71, 2016 / Randolph Delgado Fernández Artículo Científico Caracterización de los sistemas de producción caprina en la provincia Ciego de Ávila Characterization of goat production systems in the Ciego de Ávila province Randolph Delgado-Fernández Centro de Investigaciones de Bioalimentos, Carretera a Patria km 1½, Morón, Ciego de Ávila Correo electrónico: especialistazootecnia1@cibacav.cu RESUMEN: Durante el período enero-mayo de 2015, se caracterizaron los sistemas de producción caprina en todos los municipios de la provincia Ciego de Ávila. Fueron visitados 215 productores caprinos, tanto privados como estatales, y se les aplicaron encuestas semiestructuradas, a nivel de inca y en sus respectivas bases productivas. El total de animales de los productores encuestados fue de 25 735, lo que equivale al 86 % de la masa de la provincia. El municipio Baraguá sobresalió como el de mayor cantidad de cabezas (8 206), seguido por el municipio Majagua (5 233 animales), los que poseen el 44,9 % del total de la masa de la provincia. La edad promedio de los criadores resultó inferior a 60 años en más del 90 % de los encuestados, y predominó el nivel de instrucción secundario o técnico, el cual es adecuado para asimilar un proceso de capacitación sobre la especie caprina. La raza o fenotipo predominante fue la mestiza o criolla, aunque en Baraguá predominó la raza Nubia y en otros municipios, la mestiza Alpina, introducida en años anteriores. El peso al sacriicio fue óptimo en Baraguá, Florencia, Majagua y Venezuela (22-25 kg para machos caprinos de seis meses de edad), y la peor situación la presentó Morón con un peso muy inferior. La caracterización realizada permitió identiicar una insuiciente atención hacia los campesinos vinculados a la crianza caprina, sistemas con pastoreo extensivo sobre coberturas naturales y bajo uso de otras fuentes de alimentación alternativas, deiciencias técnico-constructivas de las instalaciones, deiciente control de parásitos, escaso tratamiento de los residuales antes de usarse y una limitada orientación y formación técnica brindada por la Empresa de Ganado Menor, la Asociación Cubana de Producción Animal y otros centros del territorio. Palabras clave: cabra, diagnóstico, producción animal. AbSTRACT: During the period of January-May, 2015, the goat production systems were characterized in all the municipalities of the Ciego de Ávila province. Two hundred and ifteen goat raisers, private as well as state ones, were visited and semi-structured surveys were applied, at farm level and in their respective productive bases. The total animals of the surveyed raisers was 25 735, which is equivalent to 86 % of the stock in the province. The Baraguá municipality stood out as the one with the highest quantity of heads (8 206), followed by the Majagua municipality (5 233 animals), which have 44,9 % of the total stock of the province. The average age of the raisers was lower than 60 years in more than 90 % of the respondents, and the high school or technical level prevailed, which is adequate if the training process about the goat species should be assimilated. In general, the crossbred or creole genotypes prevailed, although the Nubia breed prevailed in Baraguá and the Alpine crossbreed, introduced in previous years, predominated in the Primero de Enero and Majagua municipalities. The weight at slaughter was optimum in Baraguá, Florencia, Majagua and Venezuela (22-25 kg for six-month-old bucks), and the worst situation was observed in Morón with a much lower weight. The characterization made allowed to identify the insuficient attention received by the farmers linked to goat raising, extensive grazing systems on natural covers and little use of other alternative feeding sources, the technical-constructive deiciencies of the facilities, the parasite control, the scarce treatment of wastes before being used, and the limited technical orientation and training provided by the responsible entities of the territory. Keywords: goat, diagnosis, animal production Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 64-71, 2016 / Sistemas de producción caprina INTRODUCCIóN Hace alrededor de 8 000 años, los caprinos se contaban entre las primeras especies de animales domesticadas por el ser humano. Desde entonces, esta especie ha sido muy utilizada por el hombre, debido a su carne, leche y piel, y a otras ventajas entre las que se destaca el uso de sus excretas como abono orgánico y al control que hacen estos animales de los matorrales (ACPA, 2005). En muchos países subdesarrollados, las cabras continúan siendo los principales animales que cubren las necesidades del hombre (Blanchard, 2004). El manejo del ganado caprino impone nuevos retos en los años venideros del siglo xxi para atenuar los efectos negativos que el hombre ocasiona al ecosistema. En este sentido, Flores y Ramírez (2013) informaron que existen diferentes alternativas que permiten revertir este proceso, tal como la crianza sostenible, basada en el uso de insumos disponibles en la inca y que considera de forma integral los aspectos socioculturales y económicos, lo que posibilita evaluar la realidad que se vive en las zonas rurales. A nivel internacional, China e India se ubican en los dos primeros lugares en cuanto a la cantidad de cabras que poseen, pero en el caso de China, sus indicadores productivos se ubican entre los más bajos, debido a aspectos como el clima, los sistemas de manejo, la alimentación, la capacitación a los productores y los sistemas de comercialización. En cambio, India ocupa el primer lugar como país productor de leche (Aréchiga et al., 2008). En Cuba, la crianza del ganado caprino está muy vinculada al entorno rural, y se orienta hacia la producción de carne y leche en los diferentes sistemas de alimentación, donde la variabilidad estacional de los recursos forrajeros disponibles condiciona, de manera importante, el estado nutricional de los animales a lo largo del año, según reiere Bidot (2013). Ello exige decisiones oportunas que permitan el mejoramiento de su productividad mediante el empleo de sistemas tecnológicos sostenibles y el fortalecimiento de la infraestructura, sustentados sobre la base de un sistema de gestión tecnológica y de la innovación, para incrementar la producción de carne y leche en la ganadería caprina (Rabasa et al., 2012; Pesántez et al., 2014). La actual estrategia de recuperación agropecuaria de Cuba está orientada a la gestión de una política de desarrollo rural sostenible que posibilite articular el crecimiento económico con la preservación de los 65 recursos naturales y el medio ambiente. Se trata en el mejor sentido, lejos de contradecirse, de una combinación armónica de la cultura de trabajo agrícola tradicional con los nuevos enfoques empresariales de la organización del trabajo y la gestión en la agricultura, para situar sobre bases sostenibles el desarrollo agropecuario del país. Los sistemas de producción caprina en Cuba se encuentran generalmente en manos de pequeños productores que manejan de forma tradicional los rebaños (Oicina Nacional de Estadística e Información, 2014), lo cual se ve relejado inalmente en la productividad y la competitividad del sector caprino. La caracterización de los sistemas de producción caprina en la provincia de Ciego de Ávila permitiría conocer los puntos críticos sobre los cuales accionar con vista a mejorar los indicadores productivos y de sostenibilidad, base fundamental para el desarrollo de la industria caprina, y de ello dependerán en gran medida el rendimiento, la productividad y la aceptación por parte del consumidor. Por lo antes expuesto, el objetivo de este estudio fue caracterizar los sistemas de producción caprina de la provincia de Ciego de Ávila. MATERIALES Y MÉTODOS El estudio se realizó en el período comprendido entre enero y mayo del 2015, y abarcó todos los municipios de la provincia Ciego de Ávila. Durante este período fueron visitados 215 productores caprinos, tanto privados como estatales, a los cuales se les aplicaron encuestas semiestructuradas a nivel de inca y en sus respectivas bases productivas (tabla 1). Como criterio de selección de los productores se tuvo en cuenta que dispusieran de, al menos, 20 reproductoras, de acuerdo con la información disponible en la Empresa de Ganado Menor (EGAME) y el censo actualizado del Centro Nacional de Control Pecuario (CENCOP) de Ciego de Ávila. En este sentido, la masa caprina total de la provincia se estima en 29 925 cabezas de ganado, según censo actualizado del CENCOP en enero de 2015 (tabla 2). Las encuestas se elaboraron según la guía-diagnóstico propuesta por Landini et al. (2013), con la inclusión de indicadores tecnológicos, económicos, ambientales y sociales para las incas, sugeridos por Leeuwis y Aarts (2011). En la investigación se aplicó un enfoque de sistema, de acuerdo con lo propuesto por Landini (2012). 66 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 64-71, 2016 / Randolph Delgado Fernández Tabla 1. Encuestas aplicadas a caprinocultores de la provincia de Ciego de Ávila. Cantidad de encuestas aplicadas Sector privado Sector estatal Baraguá Municipio 55 55 - Primero de Enero 15 14 1 Florencia 20 19 1 Venezuela 15 13 2 Ciego de Ávila 20 18 2 Majagua 30 27 3 Ciro Redondo 20 19 1 Chambas 15 14 1 Bolivia 15 14 1 Morón 10 10 - Total 215 203 12 Tabla 2. Rebaño caprino por categoría (enero de 2015), provincia Ciego de Ávila. Machos caprinos Municipio Crías Desarrollo Ceba Hembras caprinas Sementales Total Cría Desarrollo Reproductoras Total Total general Chambas 96 51 0 55 202 177 163 539 879 1 081 Morón 300 87 0 93 480 348 260 1 382 1 990 2 470 Bolivia 378 280 380 179 1 217 379 502 461 1 342 2 559 1ero de Enero 378 210 6 84 678 363 446 1109 1 918 2 596 Ciro Redondo 233 137 69 113 552 252 241 709 1 202 1 754 Florencia 274 166 68 110 618 295 231 798 1 324 1 942 Majagua 751 636 0 326 1 713 727 788 2 005 3 520 5 233 Ciego de Ávila 250 156 76 133 615 384 349 1 023 1 756 2 371 Venezuela 328 172 47 153 700 231 319 463 1 013 1 713 Baraguá 1 067 857 21 449 2 394 1 003 1 818 2 991 5 812 8 206 Total 4 055 2 752 667 1 695 9 169 4 154 5 117 11 480 20 756 29 925 Fuente: CENCOP (2015). En la caracterización de la inca o del criador se consideraron los aspectos socioeconómicos, la infraestructura, las capacidades tecnológicas y el potencial humano respecto a la producción caprina. Ello facilitó identiicar las principales diicultades que limitaban la crianza de la especie y la posible solución de estas mediante la formulación de programas de capacitación. RESULTADOS Y DISCUSIóN El total de animales de los productores encuestados alcanzó una cifra de 25 735 cabezas, lo que signiica que se logró encuestar a los poseedores del 86 % de la masa de la provincia. Ello fue el resultado directo de centrar la atención en campesinos con rebaños de 20 reproductoras o más, y ofrece información más completa sobre la tipiicación de la crianza caprina. Igualmente resultó signiicativo que, de las 215 encuestas, 203 fueron aplicadas en el sector privado y solo 12 en el sector estatal, lo cual coincide con lo planteado por Bidot (2013) y Oicina Nacional de Estadística e Información (2014), quienes indicaron que la crianza caprina de Cuba se encuentra, en lo fundamental, en manos de los productores privados. Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 64-71, 2016 / Sistemas de producción caprina El municipio Baraguá sobresalió como el de mayor cantidad de cabezas (8 206), seguido por el municipio Majagua (5 233), lo que representó el 44,9 % del total de la masa de la provincia. El municipio de Chambas resultó el de menor cantidad de cabezas (1 081). Al hacer el desglose por cada una de las categorías de animales (ig. 1) sobresalió igualmente, por su gran número de reproductoras, Baraguá (2 991), seguido por Majagua (2 005). Se evidenció una mayor tradición en la crianza caprina en el municipio Baraguá, con 20 años de experiencia, seguido por Majagua con 17 años; mientras que en Ciego de Ávila se hallaron los productores de menos experiencia, con apenas cinco años desde que se incorporaran a la actividad, y el resto ocupaba una posición intermedia entre ambos. En todos los municipios el dueño de la inca era del sexo masculino, predominantemente. Cuando se analizaron las causas de la cría de esta especie, en Baraguá y Majagua (mayores productores) se constató la inluencia de la tradición; sin embargo, en Ciego de Ávila (municipio capitalino) predominó la crianza caprina fundamentalmente como alternativa económica, y en otros municipios como Morón y Venezuela se combinó tanto la necesidad económica como la alternativa familiar. La edad promedio de los criadores en la generalidad de los municipios resultó inferior a 60 años en más del 90 % de los encuestados. Predominó el noveno grado (secundario o técnico), lo que indicó que existía un nivel de instrucción adecuado para asimilar un proceso de capacitación sobre la especie caprina. Se conoció que todos los productores asociaban la crianza caprina con otras, y cada municipio tenía 67 sus particularidades. En Baraguá predominó la asociación con ganado ovino, seguido de Ciego de Ávila con ganado vacuno de carne-leche. El municipio Majagua manifestó esta misma preferencia, pero en menor medida y más dirigida a la producción de leche; mientras en Morón se prefería la asociación con aves. En la tabla 3 se presentan las principales características de los rebaños caprinos en los municipios estudiados. El número de reproductoras en los rebaños osciló entre 40 y 60 para Baraguá y Majagua, y fue inferior o igual a 20 ejemplares en Chambas y Ciego de Ávila. Es necesario resaltar que en todos los municipios, en la generalidad de los casos, la edad de los rebaños oscilaba entre dos y tres años. La proporción semental: reproductora se consideró apropiada en la mayor parte de los municipios, y se ubicó en el rango de 1:15-25; no sucedió así en Primero de Enero, Ciro Redondo y Venezuela, donde este aspecto se manejó más deicientemente. Este rango coincide con el señalado por zamora-Piñango (2009), quien indicó que en los rebaños caprinos se usa como sistema reproductivo la monta natural o libre y los animales son manejados en rebaños únicos, con una reproducción estacional que impide utilizar más eicientemente al semental. En todas las incas encuestadas se emplearon sementales con dos a tres años de edad (machos medianos), lo que según Bidot (2013) resulta adecuado, y se deben rotar cada 1,4-1,7 años con el propósito de evitar la consanguinidad. Por otra parte, la raza o fenotipo predominante en los municipios fue la mestiza o criolla, reconocida por su precocidad, proliicidad, rusticidad, resistencia a las enfermedades y a condiciones difíciles de alimentación, aunque en los rebaños de Baraguá 68 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 64-71, 2016 / Randolph Delgado Fernández Tabla 3. Principales indicadores de los rebaños caprinos por municipio. Municipio Indicador Reproductoras en el rebaño: • ≤ 20 • 21-39 • ≥ 40 Edad promedio del rebaño (años) Proporción semental/ reproductora • 1/15-25 • ˃ 1/25 Raza predominante Objetivo de la crianza caprina: • Carne • Leche Ch.: Chambas Mor.: Morón Ch. Mor. Bol. P. E. C. R. Fl. Maj. C. Á. Ven. Bar. (x) () () () (x) () () (x) () () (x) () () (x) () () (x) () () () (x) (x) (x) () () (x) () () () (x) 2,8 4 2,4 4 4 3,6 3 2 2,6 2 (x) () (x) () (x) () () (x) () (x) (x) () (x) () (x) () () (x) (x) () Mestiza Mestiza Mestiza (x) () (x) () Bol.: Bolivia P. E.: Primero de Enero (x) () Mestiza Mestiza Mestiza Nubia Nubia Nubia Mestiza Alpina Alpina (x) () (x) () C. R.: Ciro Redondo Fl.: Florencia había preponderancia de la raza Nubia y en otros municipios, como Primero de Enero y Majagua, predominó la mestiza Alpina, introducida en años anteriores. En todos los municipios, con excepción de Baraguá, la crianza de caprinos se realizó con el propósito de obtener carne, no de comercializar la leche. En Majagua predominó el objetivo de entregar animales como pie de cría. El aspecto externo de la madre fue el criterio predominante para su posible selección, aunque también se consideró el tamaño de la cría y el tipo de parto, indistintamente. Sin embargo, no se tuvo en cuenta el ancho de las caderas, las ubres bien implantadas, la verticalidad de la vulva respecto al cuerpo, el buen desarrollo o condición corporal (2,5-3,5 en una escala de 5) y la ausencia de defectos (en los aplomos y con más de dos pezones) como criterio para su eliminación (venta o sacriicio) del rebaño, como sugieren Silanikove et al. (2010). El sistema de alimentación usado mayoritariamente en los municipios fue el extensivo, sustentado básicamente en el pastoreo continuo de especies naturales de baja calidad, en suelos de fertilidad natural, con bajo contenido de materia orgánica y deiciente drenaje interno (Sánchez et al., 2011). La base (x) () (x) () Maj.: Majagua C. Á.: Ciego de Ávila (x) () (x) () () (x ) Ven.: Venezuela Bar.: Baraguá alimentaria que se empleó en los rebaños caprinos de estos municipios dependió de los recursos disponibles en cada localidad. En Ciego de Ávila y Morón, con ambiente urbano predominante, el pastoreo incluyó las guardarrayas, cañadas y cunetas, debido a que los poseedores de caprinos no contaban siempre con tierras destinadas para pastorear. Solo en Baraguá, Majagua y Ciro Redondo se contaba con equipos que permitían procesar los alimentos voluminosos potencialmente disponibles; esa suplementación se incluía limitadamente junto con otros recursos del territorio y/o la inca en el período seco, por lo que los animales no cubrieron sus requerimientos; en ello inluyó el déicit de alimentos en los potreros y los altos gastos energéticos por el pastoreo. No obstante, existe un potencial de subproductos y desechos de cosechas (caña de azúcar, cítricos, viandas y granos) que, a partir del diseño de estrategias integrales a nivel de inca y acorde con las demandas de la especie, pudieran cambiar el panorama actual de esa base alimentaria. A partir de lo anterior, se impone trabajar en un mayor aprovechamiento de los subproductos que pueden ayudar en la suplementación a esta especie, sobre todo en la época de menor abundancia de pastos. Según 69 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 64-71, 2016 / Sistemas de producción caprina Benavides (2010), la sostenibilidad de la agricultura y de los recursos naturales se reiere al uso de los recursos biofísicos, económicos y sociales, según su capacidad, en un espacio geográico que permite satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras. En el anterior contexto, Altieri y Toledo (2011) señalaron como necesaria la identiicación de las potencialidades rurales, a partir de sus especiicidades, y la posibilidad de solución de sus problemas con la participación activa de los actores sociales, con menor dependencia externa. En los municipios Baraguá y Majagua predominaron los productores con más de 20 hectáreas de tierra, lo que permitiría, a partir de un reordenamiento de sus producciones, poder contar con áreas destinadas al desarrollo de los caprinos. Morón, Venezuela y Ciego de Ávila, con muy pocas tierras o sin estas, se encuentran más limitados para organizar de forma sostenible su base alimentaria (tabla 4). La infraestructura mínima que permitía proteger al rebaño de las lluvias y las radiaciones solares directas se caracterizó por su grado de rusticidad, como en Venezuela, y este fue menor en Baraguá. Por su parte, la orientación de las naves no constituía un elemento de importancia para los criadores de caprinos, pues aunque la posición N-S es la recomendada en el hemisferio Norte (Borroto et al., 2011), con el in de recibir los efectos beneiciosos de la incidencia solar y mantener la higiene del piso, esto no se tomó en consideración por la mayoría de los productores y acrecentó el riesgo de afectación a la salud en el rebaño. La situación higiénica de las incas caprinas en los municipios era aceptable, a pesar de no tener una disponibilidad real de productos como el carbonato de calcio (cal) o el formaldehído (formol), de probada efectividad para esos ines. Ello pudiera poner en riesgo la higiene y la salud de la masa caprina, y explica la alta incidencia parasitaria (60-75 %) declarada por los productores, con énfasis en los endoparásitos. Se apreció que más del 50 % de los productores practicó alguna limpieza de sus naves, aunque el barrido y recogida diarios se realizó solo por el 20 % de los encuestados. Esos residuos frescos se usaban como fuente de materia orgánica directamente en el suelo en el 70 % de las incas, sin tratamiento previo; solo en Baraguá, Majagua y Venezuela recibieron algún procesamiento, lo cual evidenció una limitada cultura en este sentido, ya que la eiciencia de su uso resulta baja en las áreas donde se aplica de esa forma. Antes del tratamiento antiparasitario, en ningún caso se realizó envío de muestras de heces fecales al laboratorio provincial de diagnóstico veterinario para determinar el tipo de parasitismo presente, y se constató preferencia por el uso del Labiozol® (Albendazol sulfóxido, LABIOFAM, Cuba) en el Tabla 4. Características principales de las instalaciones dedicadas a los caprinos. Municipio Indicador Ch. Mor. Bol. P. E. C. R. Fl. Maj. C. Á. Ven. Bar. 4 11 2 8 2 13 4 11 5 15 3 17 8 22 2 18 2 13 26 29 • Guano 10 5 13 14 19 19 20 5 15 30 • Fibrocemento 1 1 1 1 1 5 13 10 • zinc 1 1 1 2 2 12 • Otro 3 3 15 10 15 2 13 4 16 20 19 11 11 9 1 14 35 20 12 3 7 3 9 6 10 5 13 7 12 8 20 10 15 5 15 5 50 Orientación de la nave: • N-S • Otra Tipo de techo: Tipo de piso: • De rocoso • De tierra Tipo de nave: • Muy rústica • Poco rústica Ch.: Chambas Mor.: Morón Bol.: Bolivia P. E.: Primero de Enero 1 3 C. R.: Ciro Redondo Fl.: Florencia Maj.: Majagua C. Á.: Ciego de Ávila 3 Ven.: Venezuela Bar.: Baraguá 70 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 64-71, 2016 / Randolph Delgado Fernández 70 % de los encuestados, sin rotar el antihelmíntico empleado o usar la carta Famacha©. Lo anterior, sin duda, predispone a la aparición del fenómeno de resistencia a los antiparasitarios en la masa caprina (Nari et al., 2013). Unido a lo anterior, solo el 60 % de los caprinos recibieron anualmente tratamiento antiparasitario, debido a la inestabilidad en el abastecimiento de este producto y al uso limitado de la medicina alternativa. Los municipios Baraguá y Majagua, donde existe amplia tradición en la crianza caprina, se destacaron por el uso de la medicina verde, con variantes tales como lavados con hojas de ceiba (Ceiba pentandra (L.) Gaertn.) y yagruma (Cecropia peltata) después del parto para evitar infecciones. Además se apreció el uso de la infusión de hojas de guayaba (Psidium guajava L.) contra las diarreas, y las semillas de calabaza (Cucurbita pepo L.) en dosis de 100 a 150 g como anticestódico. Las incas de caprinos en Baraguá, con mayores rebaños, sacriicaron anualmente el doble de cabezas en comparación con los otros municipios, y además se utilizó la contratación con la EGAME en el 80 % de aquellas que vendían sus caprinos para ser sacriicados. Sin embargo, aunque en el municipio de Majagua el 70 % de sus incas tenía contratos, ello aportó menor cantidad de animales para el sacriicio; algo similar ocurrió en Morón, donde ninguna de las incas realizó la contratación como práctica para la venta de caprinos que se sacriicaban anualmente para carne. Entre las ventajas de esta crianza los productores señalaron: a) su comportamiento alimentario, el ramoneo y el consumo de una gran variedad de plantas la hacen lexible en la selección de dietas para satisfacer sus necesidades nutricionales; la cabra puede consumir mayor cantidad de alimentos por unidad de peso y produce, a su vez, más leche por unidad de peso vivo; b) la poca inversión que exige la especie y la posibilidad de utilizar sus producciones para el autoconsumo familiar. Lo anterior coincide con los estudios de Ortega-Cerdà y Rivera-Ferre (2010), que le atribuyen importancia a esta crianza en la seguridad alimentaria de pequeños y medianos productores. Los precios de venta tuvieron una notable variación, pero la mayoría osciló entre 12,50 y 13,00 CUP/kg, que es el establecido para compra de machos jóvenes de 14,00-19,99 y 20 kg, respectivamente, y está acorde a lo estipulado en la Resolución 6 del Ministerio de la Agricultura (2015). El peso al sacriicio se comportó de forma idónea en los municipios Baraguá, Florencia, Majagua y Venezuela, y fue de 22-25 kg para machos caprinos de seis meses de edad; la peor situación la presentó Morón con un peso muy inferior al señalado, lo cual limita el rendimiento potencial de la canal en esa especie (Hernández, 2004). En el diagnóstico realizado a las incas de productores de caprinos solo se reconoció por el 60 % de los encuestados a la Asociación Cubana de Producción Animal (ACPA) como un factor importante para su nivel de información. También se planteó que en los municipios no se han efectuado talleres de intercambio de experiencias; solo el 20 % de los productores han recibido alguna instrucción sobre la especie, aunque más del 95 % de los encuestados mostró interés en participar en programas de capacitación. La mayoría de los productores (78 %) reconocieron la aplicación de nuevas variantes tecnológicas como una alternativa para mejorar la productividad y la eiciencia en las incas. La asistencia técnica a través de la EGAME, de las sedes universitarias municipales y del centro de creación de capacidades del CITMA (Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente) en cada municipio solo se valoró como positiva por el 40 % de los encuestados. CONCLUSIONES A partir de la caracterización realizada se concluye que: • La alimentación de la masa se basa fundamentalmente en el pastoreo extensivo sobre coberturas naturales, sin hacer un uso óptimo de otras fuentes alternativas de alimentación. • Las instalaciones presentan deiciencias técnico-constructivas y notable grado de rusticidad. • Exiten deiciencias en el control de parásitos, con uso preferente de un mismo antiparasitario. • Se les realiza escaso tratamiento a los residuales antes de usarse. • La orientación y formación técnica por la EGAME, ACPA y otros centros del territorio es aún limitada; existe un interés generalizado de los productores por recibir capacitación. REFERENCIAS bIbLIOGRáFICAS ACPA. Manual del caprinocultor. 2 ed. La Habana: Asociación Cubana de Producción Animal, 2005. Altieri, M. A. & Toledo, V. M. The agroecological revolution in Latin America: rescuing nature, ensuring food sovereignty and empowering peasants. 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Ministerio de Educación Superior Central España Republicana CP 44280, Matanzas, Cuba 2 Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología, La Lisa, La Habana, Cuba Correo electrónico: rosa.maria@ihatuey.cu RESUMEN: Jatropha curcas posee un potencial considerable, que radica en su alto contenido de aceite para la producción de biodiesel. Se realizó un estudio con el objetivo de determinar algunos indicadores químicos de la torta obtenida del prensado del fruto de esta oleaginosa. Se obtuvieron los siguientes valores: humedad: 3,80 %; ceniza: 7,02 %; contenido de extractos en agua: 10,7 %; contenido de extractos en etanol: 6,3 %, lo que indicó que la cantidad de compuestos solubles en solventes polares fue alta. El valor promedio de la lignina de Klason fue de 6,32 %. La torta estaba compuesta por 51,9 % de carbohidratos (los glucanos representaron el 31,7 %) y 32,2 % de proteína cruda. Se concluye que la torta de J. curcas, previamente detoxiicada, se convierte en una alternativa para su empleo en la alimentación animal. Palabras clave: alimentación de los animales, biodiesel, carbohidratos, proteínas. AbSTRACT: Jatropha curcas has a remarkable potential, which lies on its high oil content for biodiesel production. A study was conducted in order to determine some chemical indicators of the cake obtained from pressing the fruit of this oil plant. The following values were obtained: moisture: 3,80 %; ash: 7,02 %; content of water extracts: 10,7 %; content of ethanol extracts: 6,3 %, which indicated that the quantity of soluble compounds in polar solvents was high. The average value of Klason lignin was 6,32 %. The cake was composed by 51,9 % of carbohydrates (glucans represented 31,7 %) and 32,2 % of crude protein. It is concluded that the J. curcas cake, previously detoxiied, becomes an alternative for its use in animal feeding. Keywords: animal feeding, biodiesel, carbohydrates, proteins. INTRODUCCIóN El agotamiento de los combustibles fósiles ha conllevado el desarrollo de estudios para obtener fuentes alternativas de energía, en correspondencia con las condiciones de cada país. Se han estudiado diferentes variedades de plantas con rendimientos satisfactorios, como la higuerilla (Ricinus communis L.), el girasol (Helianthus annuus L.), la palma africana (Elaeis guineensis Jacq.), la soya (Glycine max), la colza (Brassica napus L.), el maíz (Zea mays), el algodón (Gossypium herbaceum) y la jatropha (Jatropha curcas), según lo señalado por Singh et al. (2008). J. curcas es una arbórea nativa de México y América Central, pero se encuentra en otros países de América Latina, Asia y África (Liu et al., 2007). En Cuba está presente en casi todas las provincias. La explotación de esta planta cada día se extiende con mayor fuerza en la India, China, Brasil, Guatemala y en algunos países africanos, los cuales están trabajando para perfeccionar las técnicas de cultivo y el procesamiento industrial de su biomasa y/o residuo. Es una especie multipropósito, con innumerables atributos y un potencial considerable. Esta planta puede ser una excelente alternativa para los agricultores en la reforestación de zonas erosionadas que se encuentran en regiones donde sus cultivos han perdido el valor comercial, e incluso puede emplearse como una especie alternativa. El aceite de sus semillas tiene usos nutricionales y culinarios, y se ha incorporado también en la producción de cosméticos y jabón. Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 72-75, 2016 / Caracterización de la torta del fruto de J. curcas La torta que resulta del prensado del fruto de J. curcas es un subproducto obtenido de la semilla una vez que se le extrae el aceite, el cual tiene poco valor comercial debido principalmente a la presencia de compuestos tóxicos (ésteres de fórbol y curcina) y antinutricionales (inhibidores de tripsina, ácido fítico y curcina). Esta se ha evaluado como sustrato para la producción de biogás (Ali et al., 2010; Raheman y Mondal, 2012) y bioetanol celulósico (Ncube et al., 2012), y como biofertilizante (Raheman y Mondal, 2012) y fungicida (Saetae y Suntornsuk, 2011). La torta derivada de la extracción de aceite tiene un alto potencial para complementar y sustituir a la harina de soya (Belewu y Sam, 2010). Una vez detoxiicada, puede ser utilizada como alimento animal, por su alto contenido y calidad de la proteína (Makkar et al., 1998; AbouArab y Abu-Salem, 2010; Aguirre, 2011; Saetae y Suntornsuk, 2011). El objetivo de este estudio fue realizar una caracterización química de la torta obtenida del prensado del fruto de J. curcas. MATERIALES Y MÉTODOS El estudio se realizó en la Estación Experimental de Pastos y Forrajes Indio Hatuey (EEPF IH), situada en una zona aledaña a la comunidad España Republicana, municipio Perico, provincia de Matanzas; en el punto geográico determinado por los 22° 48’ y 7’’ de latitud norte y los 81° y 2’ de longitud oeste, a 19,01 msnm (Academia de Ciencias de Cuba, 1989). Obtención y caracterización de la materia prima La torta provenía de un proceso previo de extracción de aceite, realizado de forma mecánica a temperatura de 60oC, para lo cual se empleó una prensa hidráulica con adaptación de un sistema de vacío. Se analizaron 5 muestras de torta, de 1 kg de peso cada una; estas se molieron y se pasaron a través de un tamiz cuyo diámetro era de 2 μm, con el objetivo de lograr un tamaño de partícula más uniforme. Posteriormente, se conservó en bolsas de nailon a una temperatura de -20 oC hasta su posterior uso. Se determinaron los siguientes indicadores: el contenido de humedad y de ceniza, los extractos en agua y en etanol, la lignina de Klason (como el residuo de la hidrólisis ácida analítica de la biomasa) y los carbohidratos (cromatografía líquida de alta resolución), según las técnicas 73 descritas por la AOAC International (2000). Además se determinó el contenido de proteína cruda por el método Kjeldahl (Gaviria y Bernal, 1995). RESULTADOS Y DISCUSIóN La torta residual tuvo 3,8 % de humedad, lo que representa el contenido de agua de la muestra. Ello se debió a la acumulación de materia seca (mayormente aceite y proteína) en la semilla durante su maduración. En estudios realizados a semillas de J. curcas procedentes de Paraguay y Argentina se encontraron contenidos de humedad signiicativamente diferentes (6,50 ± 0,10 y 7,20 ± 0,10, respectivamente), según señalan Montes et al. (2011). El valor promedio de ceniza de la torta residual fue de 7,02 %, el cual brinda una aproximación de su contenido de minerales. Este resultado coincide con los de Saetae y Suntornsuk (2010), Saetae y Suntornsuk (2011) y Saetae et al. (2011), quienes obtuvieron alrededor de 8 % de ceniza en la torta de J. curcas resultante de la extracción de aceite. Por su parte, Makkar et al. (1998 ) y Martínez-Herrera et al. (2006) hallaron un rango de 4,4-4,8 % de ceniza. Por su parte, el contenido de extractos en agua y en etanol fue de 10,65 % y 6,32 %, respectivamente, lo cual indica que la cantidad de compuestos solubles (proteínas, carbohidratos y minerales) en solventes polares fue alta. Todos estos compuestos resultan de gran importancia desde el punto de vista nutricional, ya que son considerados la fracción energética de la muestra, que aporta la energía necesaria para que ocurran los procesos metabólicos (Damodaran et al., 2010). En cuanto a la determinación de lignina de Klason, considerada la mayor barrera química para la digestión de los forrajes (Deschamps, 1999), se obtuvo un valor de 6,32 %, comparable al 6,1 % de la paja de arroz, un residuo de cosecha muy utilizado en la ganadería (Gellerstedt y Henriksson, 2008). En el presente estudio se obtuvo un valor alto de carbohidratos (51,9 %), superior a lo informado por Makkar et al. (1998) y Peralta-Flores et al. (2012) en estudios con J. curcas, donde obtuvieron 35,0 % y 15,1 % de carbohidratos, respectivamente. Estos valores se consideran aceptables, principalmente los de glucanos, que representaron el 31,7 % (tabla 1), los cuales son necesarios para el desarrollo y crecimiento animal debido a que intervienen directamente en el metabolismo. Resulta importante el contenido encontrado en las muestras, pues de ello depende, en gran parte, la calidad de la nutrición 74 Pastos y Forrajes, Vol. 39, No. 1, enero-marzo, 72-75, 2016 / Rosa M. Rodríguez-Calle Tabla 1. Contenido de carbohidratos en la torta de J. curcas Carbohidrato Porcentaje Glucanos 31,7 xilanos 14,3 Galactanos 2,9 Arabinanos 3,0 animal, ya que estos son convertidos rápidamente en ácidos grasos volátiles y constituyen una fuente inmediata de energía para la multiplicación de la lora ruminal (Robles, 2008). El contenido proteico fue de 32,2 %, mucho menor que el referido por Makkar et al. (1998) para la torta residual a partir de J. curcas de Cabo Verde (56,4 % de PC) o la de Nicaragua (61,2 % de PC); pero superior a los informados por Rakshit et al. (2008), Mahanta et al. (2008), Martínez et al. (2010), Saetae y Suntornsuk (2011) y Saetae et al. (2011), los que oscilaron entre 23 y 28 %. También es mayor al hallado por Flores y Cruz (2010) en las accesiones Cabo Verde e India Salvadoreña (contenidos inferiores a 20,20 % y 21,38 %, respectivamente) y a los obtenidos en Africa (25 %) por Nzikou et al. (2009). Otros autores, como Saetae et al. (2011), reportaron que cuando esta materia prima se desgrasa totalmente, después del proceso previo de extracción de aceite, se obtiene entre 53 y 58 % de proteína. En este caso, la semilla no fue separada de los núcleos y a la torta obtenida no se le retiró el aceite supericial; ello pudo ser la causa de la diferencia entre el valor obtenido y lo reportado en la literatura. El contenido de proteína obtenido en este estudio resulta elevado al compararlo con el de otras fuentes de proteína vegetal que actualmente son utilizadas en la industria alimentaria. Ello sienta las bases para la caracterización y la determinación de las características funcionales de las fracciones mayoritarias de las proteínas en la torta de prensado obtenida del fruto de esta especie. Además, según Phengnuam y Suntornsuk (2013), resulta necesario conocer la digestibilidad de los aminoácidos, que son utilizados como fuente de proteína, para realizar la formulación de las dietas acorde a los requerimientos de cada especie. Se concluye que la torta obtenida del prensado del fruto de J. curcas posee un alto contenido del carbohidrato glucano, biomolécula de vital importancia para el desarrollo y crecimiento de los animales, y un aceptable contenido proteico; por lo que, previamente detoxiicada, podría convertirse en una alternativa para su empleo en la alimentación animal. AGRADECIMIENTOS Los autores de este trabajo agradecen la colaboración de la ingeniera química Evelyn Cabeza Sánchez por los aportes realizados en la realización de los ensayos y el análisis de los resultados REFERENCIAS bIbLIOGRáFICAS Abou-Arab, A. A. & Abu-Salem, F. M. Nutritional quality of Jatropha curcas seeds and effect of some physical and chemical treatments on their antinutritional factors. Afr. J. Food Sci. 4 (3):93-103, 2010. Academia de Ciencias de Cuba. Nuevo Atlas Nacional de Cuba. Instituto Cubano de Geografía y Cartografía. La Habana, 1989. Aguirre, R. J. Reutilización de la pasta residual del piñón (Jatropha curcas), resultante de la extracción del aceite, destinado para la mejora de alimentación en pollos broilers de 0-21 días en la empresa Pronaca S.A. Cantón-Quito. Trabajo de titulación presentado en conformidad a los requisitos establecidos para optar por el título de Ingeniero Agroindustrial y de Alimentos. 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Se publicarán reportes preliminares relevantes sobre resultados de investigación o aplicación de resultados. Deben contener una introducción muy breve sobre el tema, donde se indica la urgencia o el interés de la información y los resultados más importantes del trabajo. Se debe agregar suficiente información con el fin de que quien lo desee pueda replicar la metodología. Los manuscritos de comunicaciones cortas no deben tener una extensión mayor a 10 páginas (en Word). • Notas técnicas: Se refieren a la publicación del desarrollo de técnicas o metodologías innovadoras, o su adaptación, modificación, promoción y divulgación de carácter científico. Incluye métodos de mejoramiento, análisis estadísticos, aparatos o instrumentos de campo, invernadero o laboratorio. La sección de Discusión puede tomar un tono más expositivo (cualitativo) que crítico. Tendrán una extensión máxima de cinco páginas. • Análisis y comentario. Se presentará el análisis de una situación específica, realizado por un especialista con reconocida trayectoria en la temática. Puede contener datos, puntos de vista u opiniones, así como observaciones personales; y debe incluir una revisión de la literatura apropiada para la naturaleza y extensión de esta modalidad de publicación, que no excederá las 10 páginas. Además, debe contener una introducción, el desarrollo temático y las conclusiones, con sus recomendaciones. envío de ManUscritos. Los artículos deben ser enviados a través de correo electrónico, acompañados de una carta en la que el autor y los coautores declaren que se trata de un artículo inédito y que no ha sido enviado de forma simultánea para su publicación en otra revista. La firma del autor para correspondencia debe estar incluida en la carta. Proceso de edición. Los artículos recibidos se analizarán inicialmente por parte del comité editorial, y, si cumplen con los requisitos establecidos, serán sometidos a una revisión por pares de expertos y a ciegas. Estos especialistas se seleccionan con base en su experiencia sobre el tema del artículo y en su formación académica. Los resultados de la revisión deberán emitirse en un plazo no mayor de un mes y se enviarán al autor de inmediato, para que este adecue su artículo a las sugerencias de los revisores. El autor resaltará en otro color de letra los cambios realizados, y lo enviará de nuevo al comité. Se aceptarán las respuestas del autor en cuanto a correcciones o adiciones al trabajo; asimismo, se tendrán en cuenta las consideraciones de los árbitros; y el comité editorial decidirá, finalmente, la aceptación o el rechazo de la contribución. Se le concederá al autor un periodo de un mes para el envío de sus cambios. La comunicación entre el editor jefe y el autor se mantendrá hasta que se dé el visto bueno para que el artículo pase al proceso de edición o sea rechazado, lo que se le informará de forma oficial. Si luego del periodo concedido para el envío de los cambios no hubiera respuesta, se procederá en primera instancia a dejar el artículo fuera del flujo de trabajo; y, posteriormente, pasados los 60 días hábiles, a rechazarlo bajo el criterio de no acatamiento de las políticas de la revista. Si el proceso de arbitraje se atrasa, por causas imputables al comité editorial, se le preguntará al autor si está de acuerdo en esperar más tiempo, o podrá retirar su trabajo. Cuando finalice la diagramación, incluidos los cambios propuestos por el autor y con el visto bueno del comité editorial, se le enviará la versión del artículo en pdf al autor para que efectúe la revisión final e indique al editor, vía correo electrónico, si está de acuerdo con esta versión o si propone modificaciones de forma. El autor dispondrá de un máximo de cinco días hábiles para dar su respuesta, después de los cuales el comité editorial asumirá que ha estado de acuerdo con los cambios. ForMa de Presentación de los artícUlos. Los artículos deben estar mecanografiados en procesador de texto Microsoft Word®, con tipografía Arial, tamaño 11, interlineado de 1,5 cm y márgenes de 2 cm. No se le aplicarán efectos al texto (tales como: negrita, subrayado, espacio por encima o por debajo del párrafo, sangría, formato de tabla, entre otros), con el fin de facilitar la posterior diagramación aplicando los estilos predefinidos. Los artículos deben comprender las partes siguientes: títUlo. El título debe ser conciso y no exceder las 15 palabras; se sugiere evitar las siguientes frases: “Estudios de …”, “Investigaciones en …”, “Observaciones acerca de …”, y otras similares. No incluirá palabras que no le aporten significado. noMbre coMPleto de los aUtores Y sU Filiación. Como pauta general, no deben aparecer más de seis autores. Se considerarán como autores los que participaron en grado suficiente para asumir la responsabilidad pública del contenido del artículo, ya que intervinieron en la concepción y el diseño del estudio, en la obtención de los datos o en su análisis e interpretación; así como en la redacción o la revisión crítica intelectual. Deben aparecer los dos apellidos de los autores (separados por un guión) y de forma completa las direcciones postales de las instituciones de los autores involucrados y la dirección electrónica del autor para correspondencia. La participación en la obtención de datos, en la facilitación de procesos de investigación o en la coordinación del trabajo y/o supervisión general del grupo de investigación no justifica la autoría. En estos casos, los involucrados pueden aparecer al final del artículo, en la sección de agradecimientos. resUMen. El resumen no excederá las 250 palabras y se redactará en un solo párrafo. Debe incluir el objetivo de la investigación, los principales aspectos metodológicos, el diseño experimental, los resultados más importantes y las conclusiones. Palabras clave. Se debe incluir un mínimo de tres palabras clave y un máximo de cinco, las cuales pueden ser compuestas y no deben aparecer en el título. Como referencia se puede consultar el AGROVOC Thesaurus, de la FAO (http://www.fao.org/aims/ag_intro. htm?searchtext=), y el Tesauro Agrícola, de la National Agricultural Library –del Departamento de Agricultura de Estados Unidos– (http://agclass.nal.usda.gov/ agt_Espanol/download_es.shtml). introdUcción. La introducción debe incluir brevemente la importancia del problema dentro del marco del estudio, las limitaciones de la investigación, los antecedentes más relevantes y el objetivo concreto del trabajo. Toda información debe estar respaldada con citas bibliográficas actualizadas, que sean de fácil acceso en centros de información, bibliotecas o a través de Internet. En este acápite, toda mención de especies vegetales o animales debe incluir su nombre científico completo, seguido de su clasificador. Toda indicación posterior de ese nombre científico se hará solo con la letra inicial del género seguido de la especie, o con el uso de nombres comunes que hayan sido previamente señalados. El nombre de la especie se debe escribir en letra cursiva, no así el clasificador. Los nombres de las variedades se deben poner con minúscula (por ejemplo: Panicum maximum Jacq. var. trichoglume) y los de los cultivares, con mayúscula (por ejemplo: Choris gayana Kunth cv. Callide). Los nombres comunes se escribirán en minúscula (por ejemplo: pangola, hierba elefante, pasto estrella, rizobio, entre otros). Materiales Y Métodos. Se sugiere el uso de subtítulos para separar los distintos aspectos de la sección de materiales y métodos. Esta incluirá el lugar donde se efectuó la investigación, el periodo y las condiciones climáticas –si procede–, la descripción detallada de los materiales utilizados (suelos, semillas, especies de plantas y animales, entre otros) y el procedimiento experimental. Los métodos deben indicar claramente NORMAS PARA LA PUBLICACIÓN DE LOS ARTÍCULOS las variables que se pretende medir y su precisión, por lo que se debe incluir el diseño experimental, los tratamientos, la unidad experimental, los métodos de muestreo y el tipo de análisis estadístico. resUltados Y discUsión. Los resultados deben presentarse en forma concisa, con la ayuda de tablas y/o figuras (se incluirán en un archivo adicional los datos que las originaron, para adecuar su diseño a los estilos definidos en la plantilla de la revista), y se debe evitar la duplicación de información entre ellas y el texto. Asimismo, se describirá la información obtenida del análisis de varianza. En la discusión deben estar reflejados los criterios del autor y las referencias a otros trabajos que tengan relación directa con este. En esta sección, al final, deberán aparecer las conclusiones y las recomendaciones. tablas, FigUras, Fotos, dibUJos Y MaPas. Deben tener un título que se explique por sí solo, independiente del texto; y deben aparecer inmediatamente después de que sean mencionados, no como anexos. Se considerarán como figuras los gráficos, las fotografías, los dibujos y los mapas. En estos el título se colocará al pie; mientras que el de las tablas se ubicará encima de ellas. La información de las tablas debe estar estructurada lógicamente, en cuanto al cabezal y a las diferentes columnas y filas. Las fotografías deben enviarse en archivo separado, con una resolución mínima de 300 dpi y en formato .jpg, .eps o .tiff. Las abreviaturas que se incluyan en las tablas y en las figuras, con excepción de las de uso universal, deberán ser aclaradas en una leyenda, al pie. Las figuras y fotos se pueden incluir en colores en la versión electrónica de la revista, pero en la versión impresa se diseñarán en blanco y negro, por lo que el autor debe presentarlas en estas tonalidades o en escala de grises. citas Y reFerencias biblio­ grÁFicas. Deben contribuir al conocimiento sobre el tema y ser lo más actualizadas posible. Las citas que aparecen en el texto del artículo deben indicar el apellido del autor y el año de publicación. En el caso de los trabajos citados que tengan más de dos autores se utilizará el apellido del primero, seguido de et al. Toda cita que se incluya en el texto deberá aparecer en la sección de “Referencias bibliográficas”, al final del artículo, en orden alfabético por el apellido del primer autor. Estas incluirán los apellidos de los autores, las iniciales de los nombres (en las bibliografías que tengan más de seis autores se mencionarán los seis primeros seguidos de et al.), el título completo del trabajo e información del documento en que se publicó (artículo, capítulo de libro, tesis, etc.) y el año de publicación. En el caso de las publicaciones periódicas (revistas, periódicos) se debe indicar su título, el volumen, el número y el rango de páginas; las publicaciones no periódicas (libros, folletos, memorias de eventos, tesis) incluirán, además, la institución o casa editora, la ciudad, el país –si esta es poco conocida– y el total de páginas (o el rango de páginas si se trata de un capítulo). Los nombres de los autores van con minúscula, primero los apellidos y luego las iniciales del nombre (s). Las comunicaciones personales no son parte de la literatura citada, por lo que se incluyen solo dentro del texto. Las citas obtenidas de Internet deben ser preferentemente de publicaciones periódicas, revistas electrónicas o libros. Ejemplos: Contran, Nicla; Chessa, Laura; Lubinoa, M.; Bellavitea, D.; Roggero, P. P. & Enne, G. State of the art of the Jatropha curcas productive chain: from sowing to biodiesel and by-products (Review). Ind. Crops Prod. 42:202215, 2013. Koohafkan, P. & Altieri, M. A. Sistemas ingeniosos del patrimonio agrícola mundial: un legado para el futuro. Roma: FAO, 2011. Araya, J.; Benavides, J. E.; Arias, R. & Ruiz, A. Identificación y caracterización de árboles y arbustos con potencial forrajero en Puriscal. En: J. E. Benavides, comp. Árboles y arbustos forrajeros de América Central. Turrialba, Costa Rica: CATIE, vol. 1, p. 31-63, 1994. Campos, Maybe. Modelo de Gestión Estratégica. Experiencias en la UBPC El Zapato, municipio Martí, provincia de Matanzas. Tesis presentada en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Agrícolas. Mayabeque, Cuba: Universidad Agraria de La Habana, 2013. Vitta, J. Competencia entre cultivos malezas. Sitio argentino de producción animal. http://www.produccion-animal.com.ar. [13/5/2013], 2013. asPectos estadísticos 1. Se debe incluir en “Materiales y métodos” una explicación de los modelos y métodos utilizados en el análisis estadístico. 2. Si se aplican diseños clásicos (completamente aleatorizado, bloque al azar, cuadrado latino, etc.) no será necesario incluir información sobre el modelo matemático utilizado, sino solamente el nombre del diseño y el número de réplicas. 3. Si se aplican diseños no clásicos, se deberá informar el modelo matemático utilizado (con la explicación correspondiente) o citar al autor. 4. Se debe nombrar la dócima de comparación múltiple (Duncan, Scheffé, Tukey, Newman-Keuls, etc.). 5. Se incluirán tablas de análisis de varianza solo cuando ofrezcan información adicional importante. 6. Las tablas de medias (con sus errores estándar –EE–) deben resumir la in- formación. No se incluirán datos originales, excepto en los casos requeridos. 7. Cuando se representen las dócimas de comparación múltiple pueden incluirse superíndices a las medias, que simplifiquen su interpretación. 8. Cuando se utilicen transformaciones con el objetivo de validar el análisis estadístico, existen variantes para la presentación de las medias: a) Informar las medias transformadas, con sus correspondientes EE, y las medias retransformadas. b) Incluir las medias y los EE de los datos retransformados, y ofrecer, además, las medias originales. 9. En las ecuaciones de regresión se incluirán los EE. 10. En las curvas que representen ecuaciones de regresión, se señalará la dispersión de los datos a su alrededor. 11. En las figuras deben aparecer las unidades de medida y todos los elementos imprescindibles. otros asPectos de interés • Los autores de las contribuciones enviadas tienen derecho a presentar sus escritos en eventos públicos, preparar trabajos derivados de estas, reproducirlos y distribuirlos. • La fecha de recibido del trabajo se establecerá a partir de cumplida la primera revisión por parte del comité editorial de la revista. • Los diferentes números de la revista se divulgarán en los formatos impreso y electrónico, y en Internet, con base en la normativa de divulgación y cesión de derechos por parte de los autores. • Solo se distribuirá la versión impresa de la revista a los centros de documentación, instituciones y empresas afines a la rama agropecuaria, así como a universidades y bibliotecas. También se enviará a aquellas instituciones extranjeras con las que se realiza canje. Asimismo, al autor principal se le hará llegar por vía electrónica una separata de su trabajo en pdf, tanto en español como en su versión en inglés; así como el correspondiente índice anual: de contenido, de autores y de temáticas –el cual se publica en el número 4 de cada año. abreviatUras, síMbolos Y si­ glas. La revista Pastos y Forrajes solo aceptará los símbolos del Sistema Internacional de Unidades y la normativa oficial del sistema internacional de pesos y medidas; y con respecto a las abreviaturas, lo indicado para tal efecto por la Real Academia de la Lengua Española. Todas las siglas, salvo las muy socializadas por todo tipo de público (por ejemplo: UNESCO), deben aparecer por primera vez entre paréntesis, antecedidas por el nombre completo del concepto o de la entidad a que hacen referencia.