8. El arte gótico
A mediados del siglo XII surge en la Isla de Francia (L’ille de France) un nuevo estilo, el Gótico,
que rompe con la tradición del Románico. Esta ruptura se dará tanto en los aspectos constructivos y
simbólicos de la arquitectura como en el naturalismo perseguido por la escultura y la pintura. Así
como Cluny contribuyó a propagar el arte románico, la orden del Císter hará lo propio con el
nuevo estilo.
El gótico es la época de construcción de las grandes catedrales europeas, del resurgimiento de las
ciudades y del auge de la burguesía.
El gótico se extendió desde los alrededores de París al resto de reinos europeos. Su duración abarcó
desde mediados del siglo XII hasta principios del
siglo XVI, según las zonas.
1. La arquitectura
El término gótico fue acuñado en el siglo XVI para
referirse de forma despectiva al arte europeo que se
dio entre los siglos XII y XV.
El gótico era un estilo iniciado por los godos, es
decir, por los bárbaros, en contraposición al
Renacimiento que recuperó las formas de la
Antigüedad clásica.
En la actualidad, el término ha perdido toda
connotación negativa.
1.1. El nuevo sistema constructivo
El sistema constructivo empleado por la arquitectura
gótica diferenció las nuevas construcciones del
estilo románico. Frente a la pesadez y el predominio
del muro sobre el vano, característicos del
Románico, surgieron construcciones casi etéreas,
donde los vanos ganaron terreno gracias al sabio
empleo del equilibrio de empujes y fuerzas.
Los elementos fundamentales de la arquitectura
gótica son:
El empleo del arco apuntado. Se trata de un arco
formado por dos segmentos de circunferencia
que se apoyan y apuntalan mutuamente.
Mientras que el arco de medio punto utilizado en
la arquitectura románica resultaba muy pesado y
ejercía empujes de forma vertical, el arco
apuntado desplaza las fuerzas hacia los laterales,
de manera que el muro que queda bajo el arco
no recibe apenas peso.
El cruce de dos arcos apuntados forma una
bóveda de crucería. Los arcos quedan visibles
y reciben el nombre de nervios, que se cruzan
en el centro o clave. Además de estos nervios, la
bóveda se apoya sobre dos arcos formeros
(perpendiculares al eje longitudinal de la nave) y
sobre dos arcos fajones (paralelos al eje longitudinal). Los espacios entre los nervios que se
rellenan con material de construcción se llaman plementería.
Con el tiempo, las bóvedas de crucería aumentan el número de nervios y se van complicando,
originando bóvedas estrelladas. Asimismo se diversifican los tipos de arcos, siendo el carpanel,
el escarzano y el conopial los más utilizados junto al apuntado, que cada vez es más esbelto.
Los nervios de la bóveda se prolongan por el muro y los pilares, llevando los empujes verticales
hasta el nivel del suelo. Los nervios, convertidos en finísimas columnas sobre muros y pilares,
reciben el nombre e baquetones. Ahora, el pilar compuesto ya no tiene capiteles independientes
para cada columna adosada, como ocurría en el Románico, sino que una especie de friso corrido
o banda (capitel corrido) recorre el haz de baquetones uniéndolos.
Mientras que los empujes verticales son absorbidos por los baquetones, los laterales se llevan al
exterior a través de los arbotantes. Los arbotantes son arcos rampantes que nacen en la parte
superior de la nave central, a la altura del arranque de la bóveda, y, pasando sobre las naves
laterales, se apoyan en contrafuertes. Al mismo tiempo, para evitar que los contrafuertes se
desplacen lateralmente debido a los empujes recibidos por los arbotantes, se asientan y
estabilizan verticalmente mediante pináculos, especie de pilar piramidal que se sitúa sobre el
contrafuerte. En algunos casos, si la enorme altura de la nave central lo requiere, se refuerza con
doble hilera de arbotantes.
Para desaguar los tejados, los arbotantes están acanalados en la parte superior y expulsan el agua
a través de gárgolas.
Al no recibir prácticamente descargas, los muros pueden ser delgados e incluso horadarse por
completo con grandes ventanales que se cierran con vidrieras de colores. El grueso muro
románico ahora se ha hecho transparente y se ha desmaterializado. Así, las iglesias góticas
reciben gran cantidad de luz teñida por las vidrieras, lo que, unido a la altura de las naves y a
la sensación de verticalidad, origina unos interiores de enorme espiritualidad y simbolismo.
Puesto que Dios es la luz del mundo, cuanta más luz reciban los objetos en la Tierra, más cerca
de Dios estarán y más esencia divina poseerán.
Arquitectura religiosa. La catedral
Los edificios religiosos
Con el resurgimiento de las ciudades a partir del siglo XIII, la catedral –sede del obispo— se
convertirá en el edificio emblemático de la nueva arquitectura gótica, aunque también se construirán
edificios civiles, como ayuntamientos, lonjas, palacios...
Las características comunes a los templos góticos son:
La planta sigue el modelo de cruz latina con tres o cinco naves, siendo la central mucho más
ancha y alta. El transepto ahora se sitúa hacia el centro y sus brazos no son tan largos como en
el Románico. A veces no sobresale en planta, pero queda remarcado por la mayor anchura o
porque también tiene tres naves. Al avanzar el transepto, casi la mitad del templo queda
ocupada por la cabecera, que puede tener hasta cuatro tramos.
El ábside tiene girola. Aunque es un elemento de las iglesias de peregrinación, fue adoptado por
las grandes catedrales góticas y en algunos casos es doble. Alrededor de la girola se abren
capillas radiales. El ábside de planta circular de las iglesias románicas ahora es poligonal,
debido al uso de las bóvedas de crucería.
En el interior del templo, el paramento de la nave está dividido en niveles. El primero
corresponde a las arcadas de separación de las naves. Sobre estas se sitúa el triforio, recuerdo
de las galerías o tribunas de las iglesias de peregrinación. Las galerías se han reducido a un simple pasillo superior o incluso han desaparecido, por lo que el triforio es un elemento decorativo.
En la parte superior aparece el claristorio, con grandes ventanales con vidrieras en las que se
despliegan amplios programas iconográficos. En la nave central, cerca del presbiterio, encontramos el coro”.
Tanto en los pies del templo como en los brazos del transepto encontramos grandes fachadas
monumentales con decoración escultórica. La fachada principal suele tener tres accesos que se
corresponden con las tres naves del interior. Las portadas tienen arcos apuntados y abocinados y
reciben decoración en las arquivoltas, tímpano, jambas y parteluz. Sobre la puerta central, de
mayores dimensiones, se dispone un rosetón. Sobre las puertas laterales se levantan dos torres
campanario rematadas por agujas, como en el cimborrio. Toda la superficie de la fachada recibe
decoración: gabletes* sobre las puertas, galerías de arcos ciegos y calados, estatuas y finas
tracerías*. Todo en la catedral gótica contribuye a crear efecto de verticalidad y dinamismo.
Aguja: Remate o cubierta piramidal muy estrecha y alta.
Gablete: Elemento triangular situado sobre las portadas de las catedrales.
Rosetón: Gran ventana de forma circular decorada con tracerías y vidrieras.
Traceria: Decóración en piedra de formas geométricas caladas.
Coro: En una iglesia o catedral, recinto cerrado reservado a los clérigos.
1.2. El Gótico francés
Como la arquitectura gótica nació en Francia, en sus obras encontramos tanto las
características principales del estilo como los cambios que van surgiendo a medida que
evoluciona el arte gótico. En esta evolución podemos distinguir tres períodos:
• El primer período es el Gótico inicial o protogótico. Comprende la segunda mitad del
siglo XII y coincide en el tiempo con el arte románico final. A esta etapa pertenecen los
monasterios cistercienses de Citeaux y Claraval y las catedrales de Laon, Noyon, Senlis
y París. Aunque ya se utilizan arcos apuntados, estas construcciones se caracterizan
todavía por su robustez y solidez.
• Durante los siglos XIII y XIV se desarrolla el Gótico clásico. Las formas son más esbeltas,
los templos más altos y las vidrieras ocupan casi todo el muro. Destacan las catedrales de
Chartres, Amiens, Reims, Bourges y la Santa Capilla de París.
• El último período se denomina gótico flamígero y se despliega durante el siglo XV. Se
caracteriza por la abundancia de decoración y por la aparición de arcos más complejos,
como el conopial. Destaca la catedral de Tours.
catedral de Amiens
catedral de Reims
CATEDRAL DE CHARTRES
AUTOR: Maestro de Chartres.
CRONOLOGÍA: La primitiva catedral románica fue
destruida por un incendio a finales del siglo Xii.
Rápidamente se reconstruyó en estilo gótico, ya que en
1220 las bóvedas ya estaban terminadas.
LOCALIZACIÓN: Chartres, Francia.
DESCRIPCIÓN: Sigue la planta típica de las catedrales
góticas, con una cabecera muy desarrollada. Tiene tres
naves en la zona de los pies y en el crucero, que aumentan
a cinco en la parte de la cabecera. El transepto está
situado justo en el centro del eje longitudinal. Tiene doble
girola con capillas radiales adosadas.
El interior se cubre con bóvedas de crucería. Al ser la
nave central más ancha, en ella las bóvedas son
rectangulares.
Los nervios de las bóvedas, convertidos en baquetones,
bajan adosados al muro hasta llegar a los pilares
compuestos. Estas líneas que recorren los muros ayudan a
aumentar la sensación de verticalidad del templo,
favorecida por la gran altura de la nave central.
Las naves se separan mediante arcos apuntados. Sobre
ellos aparece el triforio, formado por tramos de cuatro
arcos, y en el nivel superior, las ventanas.
Las ventanas tienen unas magníficas vidrieras que
recogen temas bíblicos. La estructura de estas ventanas
sigue el esquema típico del gótico: dos arcos apuntados muy esbeltos y
encima un círculo o una flor, todo inscrito dentro de un arco más amplio.
En el exterior, los empujes de las bóvedas son recogidos por arbotantes
que apoyan sobre contrafuertes.
En la fachada principal, con triple acceso, hay un gran rosetón y dos
torres con agujas. Estas torres son de diferentes períodos, la de la derecha
está terminada en estilo románico, mientras que la de la izquierda
pertenece al estilo gótico flamígero y fue construida en el siglo XVI.
En la portada, conocida como Pórtico Real, es donde se aprecian más
reminiscencias románicas, ya que esta se salvó del incendio. Las
fachadas del transepto también son monumentales.
COMENTARIO: Chartres es uno de los mejores ejemplos del Gótico
clásico francés, ya que al construirse en muy poco tiempo conserva una
unidad estilística poco común en las catedrales.
SANTA CAPILLA O SAINTE CHAPELLE
AUTOR: Fue mandada edificar por Luis IX (San Luis) para
albergar una reliquia de la corona de espinas traída desde
Constantinopla. Probablemente su arquitecto fue Pierre de
Montreuil.
CRONOLOGÍA: 1240-1248.
LOCALIZACIÓN: París.
DESCRIPCIÓN:
Consta de dos niveles formados por dos capillas superpuestas.
La capilla inferior es un espacio de poca altura a modo de cripta
y que en cierta manera hace la función de cimiento para la
iglesia alta. Consta de tres naves completamente policromadas.
En la parte superior, la iglesia alcanza una altura extraordinaria
(más de 15 metros), teniendo en cuenta que la arquitectura
queda reducida a las bóvedas de crucería y a las finas columnas
que la sostienen. Entre estas columnas, los muros han sido
sustituidos por vidrieras con temas religiosos. La audacia
constructiva se manifiesta también en el exterior, ya que no
tiene arbotantes, sino solamente delgados contrafuertes.
En su origen, la parte inferior estaba destinada al pueblo,
mientras que la superior era de uso exclusivo del monarca y su corte.
COMENTARIO: La Santa Capilla constituye el paradigma de la arquitectura gótica, ya que la mayor
parte de los muros son translúcidos y la piedra ha sido sustituida por vidrieras de colores.
El resultado en su conjunto es un tempo esbelto y etéreo
1.3. Inglaterra y Alemania Otros enclaves con arquitectura gótica
En Inglaterra se continuaron construyendo edificios monumentales al igual que ocurrió
durante el Románico. A diferencia de las esbeltas catedrales del norte de Francia, en
Inglaterra predominaban las fachadas horizontales. Uno de los elementos más característicos
del gótico inglés son las bóvedas de abanico, en forma de cono invertido con molduras concéntricas, como las de la capilla del King College, en Cambridge.
Alemania recibió gran influencia del Gótico francés. Las fachadas destacan por sus torres
rematadas por altas agujas caladas. En los interiores se busca la unidad del espacio a través
del modelo de planta de salón, en el que las tres naves tienen la misma altura.
En Italia la influencia de la Antigüedad clásica fue tan fuerte que el Gótico francés no
arraigó tan fácilmente como en otros países europeos. De hecho, muy pronto, en el siglo XV,
el arte italiano se encaminó hacia el Renacimiento. Una de las peculiaridades de la
arquitectura italiana es la utilización de mármoles de colores, como podemos ver en la
catedral de Siena.
CATEDRAL DE SIENA
La organización de la fachada principal difiere de las del norte de Francia: los arcos no son apuntados, sino de medio punto, y el remate de
la fachada se efectúa con destacados frontones triangulares. Además, las torres laterales no siguen tampoco la estructura ni la forma de las
fuertes torres de base cuadrada rematadas por agujas. La torre campanario se sitúa en un lateral detrás de la fachada.
En el interior, la separación de las naves se efectúa mediante arcos de medio punto, aunque se cubren con bóvedas de crucería. Los vanos
del claristorio no son demasiado amplios.
Franjas de mármol blanco y oscuro se alternan en el interior, lo que atenúa la verticalidad en favor de la horizontalidad. También en los
muros exteriores y en el campanario las bandas remarcan los volúmenes y el sentido horizontal del edificio.
1.4. El gótico mediterráneo La arquitectura gótica en España
1.5. La arquitectura gótica en España
La arquitectura de la zona del en el Mediterráneo se caracterizó por la tendencia a la horizontalidad, la sobriedad decorativa influenciada por la orden del Císter y por la escasez
de vanos en los muros.
En España hay que diferenciar claramente la Corona de Castilla y la Corona de Aragón.
Mientras que en la primera las formas del Gótico francés se absorben rápidamente, en los
reinos de la Corona de Aragón se desarrolla una arquitectura más cercana a las formas del
Gótico mediterráneo.
Císter: Orden religiosa que tuvo su sede principal en la abadía de Citeaux. Sus monjes reformaron la Regla de San Benito para volver a la
primitiva humildad y pobreza. Su principal impulsor fue San Bernardo de Claraval.
Corona de Castilla
Durante el siglo XIII es en Castilla donde encontramos mayor número de catedrales. En 1221
se inician las obras de la catedral de Burgos, unos años más tarde las de la catedral de
Toledo y a mediados de siglo las de la catedral de León. Todas siguen las pautas del gótico
clásico francés, de hecho intervienen maestros franceses en su construcción.
En el siglo XV, tras una etapa de crisis constructiva, el Gótico flamígero aporta obras como
la catedral de Sevilla o la catedral de Oviedo o el monasterio de San
Juan de los Reyes, en Toledo.
7. Monasterio de san Juan de los Reyes, Toledo.
La iglesia del monasterio, proyectada por Juan Guas a finales del siglo XV, fue encargada por Isabel la
Católica para conmemorar el triunfo de la batalla de Toro (1476) y servir de panteón real.
Consta de una única nave con capillas entre contrafuertes a las que se accede a través de arcos apuntados.
La tribuna de la iglesia está realzada por un arco carpanel y la galería superior del claustro presenta arcos
mixtilíneos. Todo está profusamente decorado, como corresponde a la etapa final del estilo. Se caracteriza
por la combinación de la arquitectura flamígera con elementos mudéjares, originando el llamado gótico
hispanoflamenco o isabelino.
CATEDRAL DE BURGOS
AUTOR: Intervino, entre otros, el Maestro Enrique,
arquitecto francés que también trabajó en la catedral de León.
CRONOLOGIA: Las obras de la catedral de Burgos, capital
de Castilla en aquel tiempo, se inician alrededor de 1221 con
el apoyo del rey Fernando III el Santo.
LOCALIZACIÓN: Burgos.
DESCRIPCIÓN: Su planta y alzado están inspirados en la
catedral de Bourges (Francia), como aquélla, carece de
tribuna, pero sí tiene triforio, si bien no tiene la
luminosidad de la catedral francesa.
La planta aquí está simplificada ya que solo tiene tres naves y
un deambulatorio.
Tiene capillas radiales en la cabecera y crucero de una sola
nave. El alzado de la nave central está dividido en tres
secciones: arquerías para la separación de las naves, triforio y
ventanas con vidrieras.
Destaca la espectacular fachada occidental, es decir, la
principal, situada a los pies del templo. Tiene hasta cuatro
cuerpos superpuestos que se rematan por esbeltas agujas
caladas construidas en el siglo XV.
Consta de triple acceso, aunque las portadas originales
desaparecieron en el siglo XVIII. Un gran rosetón preside el segundo cuerpo. Sobre este aparecen en
el tercer nivel dos arcos apuntados con tracerías.
Las fachadas guardan cierta relación con las de Reims, las del crucero reciben el nombre de Sarmental
y Coronería.
Esta catedral es un buen ejemplo de lo que son las catedrales góticas en España: un conglomerado de
elementos de diversas épocas que le confieren una carencia total de unidad a la obra.
Otra característica que ya se da en Burgos es la situación de un coro ocupando una gran parte de la
nave mayor a los pies, abandonando el reducido espacio de la capilla mayor.
CATEDRAL DE LEÓN
AUTOR: Dirigió las obras el famoso Maestro Enrique, arquitecto francés. Otros arquitectos que intervinieron en su construcción fueron el Maestro Simón y Juan Pérez.
CRONOLOGÍA: Fue construida durante la segunda mitad del siglo XIII bajo el reinado de Alfonso
X.
LOCALIZACIÓN: León.
DESCRIPCIÓN: La fachada principal se inspira
en la catedral de Chartres: triple entrada con arcos
apuntados, torres cuadradas rematadas por pináculos y gran rosetón.
En el interior, la planta basilical de cruz latina es
muy parecida a la de Reims, con la única diferencia
de que en León se reducen los tramos en los pies
del templo.
Consta de tres naves; transepto situado hacia el
centro, también de tres naves y alineado con la
cabecera; y ábside con girola poligonal y capillas
radiales.
Se cubre con bóvedas de crucería que expulsan las
fuerzas laterales al exterior a través de arbotantes
que apoyan en contrafuertes.
Los empujes verticales del interior son recogidos
por los pilares compuestos a través de los baquetones que descienden por el muro.
El muro de la nave central está dividido en tres
niveles, como las grandes catedrales francesas. La
nave central es mucho más alta que las laterales, de manera que el
espacio destinado al triforio y, sobre todo, al claristorio es extenso.
Tiene grandes ventanales, cuyas vidrieras ocupan una superficie de
más de 1.700 m2. Por ello, él interior destaca por su gran luminosidad,
y por la sensación de espiritualidad y simbolismo que se siente en él,
una característica propia del Gótico.
COMENTARIO: Aunque la edificación de la catedral de León
data del año 1255, bajo el impulso del obispo Martín Fernández,
parece que las obras se iniciaron antes, en 1234, con el obispo
Nuño Álvarez y parece comprobada la intervención del
Maestro Enrique, al mismo tiempo que en Burgos.
Ha sido considerada como la catedral más francesa de todas las erigidas en Castilla debido a la
manifiesta influencia en ella del gótico francés, sobre todo de las catedrales de Reims y Amiens,
siendo de proporciones más reducidas, resultando un templo de amplísimo crucero de tres naves para
tres portadas, dos tramos en la girola y cinco capillas poligonales.
Por la pureza de sus líneas es conocida como la pulcra leonina, sin embargo por la calidad de su
piedra ha necesitado continuas restauraciones, siendo la última de éstas la realizada por José
Menéndez Pidal en el siglo XX.
Destacan su esbeltez y el conjunto de vidrieras, que se encuentran entre las mejores del mundo.
CATEDRAL DE TOLEDO
La catedral de Toledo se comenzó a construir hacia el año 1226. Tiene planta con cinco naves de
desigual altura. El crucero en cambio solo tiene una nave y no sobresale. En la cabecera el templo
tiene doble girola.
CATEDRAL DE SEVILLA
Esta catedral se comenzó a edificar en 1401 sobre el solar que ocupaba la antigua mezquita mayor de
Sevilla. De esta se conservaron el Patio de los Naranjos y el antiguo alminar, la Giralda.
Su planta forma un gran rectángulo con cinco naves, más dos para albergar las capillas laterales. La
nave central es más alta que las laterales y acaba en una cabecera plana.
Corona de Aragón
Ya hemos visto que la Corona de Aragón siguió unas pautas diferentes a las de Castilla. La
arquitectura de su zona de influencia se caracterizó por:
• La ausencia de elementos decorativos en los muros.
• La poca superficie ocupada por los ventanales.
• La construcción de capillas entre contrafuertes.
• La escasa diferencia de altura entre las naves para conseguir crear un espacio unitario.
En el siglo XIV la Corona de Aragón tomó el relevo en la construcción de catedrales.
Después de la catedral de Lleida, edificada en el siglo XIII, se construyeron, ya en el siglo
XIV, la iglesia de Santa María del Mar y la catedral de Barcelona, la catedral de Girona, la
catedral de Palma de Mallorca y la de Zaragoza. Ya en el siglo XV destacan edificios
civiles como la lonja de Valencia y la lonja de Palma.
CATEDRAL DE LLEIDA
La antigua catedral de Lleida se comenzó a edificar en el siglo XIII sobre una elevación del terreno desde la que se domina
la ciudad. Se empezó a construir siguiendo las características del estilo románico, aunque pronto adoptó los elementos
constructivos del Gótico. Las obras concluyeron en el siglo XV.
La planta es basilical de tres naves con tres tramos, transepto y cabecera plana con cinco capillas. Encontramos la
particularidad, por excepcional, de tener un claustro del siglo XIV con elegantes tracerías adosado a los pies del templo.
La iglesia se cubre con bóvedas de cruceña que apoyan sobre pilares compuestos en el interior y sobre contrafuertes en el
exterior.
Un cimborrio octogonal se levanta sobre el crucero y una torre campanario, también octogonal, se sitúa frente al claustro.
En comparación con las catedrales del norte de Francia o de Castilla, donde las formas son ligeras y dinámicas, aquí los
muros exteriores carecen de decoración y prima la horizontalidad.
14. Catedral de Barcelona
Se inició en 1298 y concluyó a mediados del siglo XV con la intervención de varios arquitectos, entre ellos Jaume Fabre,
Bertran Riquer o Andreu Escuder. La construcción de la fachada, sin embargo, no finalizó hasta el siglo XX, aunque se
siguieron las formas góticas. Es representativa del modelo arquitectónico del gótico mediterráneo. Consta de tres naves
de prácticamente la misma altura (planta de salón) con capillas dobles entre contrafuertes, girola también con capillas y un
triforio poco destacado. Las torres-campanario se sitúan en los extremos del crucero y el cimborrio casi a los pies. La
catedral de Barcelona sirvió de modelo para la de Girona.
Catedral de Palma de Mallorca
Autor· Las obras las comenzó Pon<;: des coll, a quien siguió Jaime Fabre,
también autor de la catedral de Barcelona.
cronología: Las obras empezaron en 1229, co,n el reinado de Jaime 11 de
Mallorca, Y el templo se consagro en 1346.
Localización: Palma, Mallorca.
La arquitectura civil
Con el florecimiento de las ciudades y el auge de la burguesía comercial, surge la
necesidad de erigir nuevos edificios que sirvan a los intereses de la creciente
actividad urbana. A las catedrales e iglesias se suman otro tipo de construcciones
como ayuntamientos, casas gremiales, universidades, lonjas, palacios, etc.
Durante el siglo XV se levantarán muchos de ellos. Algunos edificios destacables
son el Ayuntamiento de Bruselas, el palacio comunal de Siena o el palacio del
Infantado en Guadalajara, construido por Juan Guas hacia 1480.
Entre los palacios, el más característico es el palacio ducal de Venecia, residencia
del dux de la república, que se empezó en el siglo XIV. En su fachada principal, de
estilo flamígero, se abren grandes galerías y arquerías, decoradas con abundancia
de tracerías.
También son ejemplos destacados las universidades de París, Oxford, Bolonia o
Salamanca. Y las lonjas, espacios donde se realizan las transacciones comerciales,
que experimentan un gran empuje constructivo en el siglo XV, entre las que
sobresalen las de Palma y Valencia
2. La escultura
El naturalismo es el rasgo más característico de la escultura gótica y el que más la diferencia
de la románica. Al contrario que en la escultura románica, de carácter simbólico, ahora se
intenta crear sensación de realidad tanto en las formas como en los sentimientos de los
personajes, que se relacionan entre ellos y abandonan el hieratismo.
La escultura gótica sigue supeditada a la arquitectura, aunque con el tiempo aparece
separada e independiente del muro, llegando a ser exenta.
Las portadas monumentales de las catedrales concentran la mayoría de obras. Las figuras
que aparecen en las arquivoltas cambian de dirección: durante el Románico se disponían en
sentido radial, ahora se colocan siguiendo la misma dirección del arco.
Además de las fachadas empiezan a esculpirse las sillerías de los coros, retablos y
sepulcros, totalmente liberados del marco arquitectónico.
A los temas de tradición románica, como el Pantocrátor o el Juicio Final, se unen otros
relacionados con la humanización de la divinidad. Mientras en la anterior época se trataba
de infundir temor a través de un Dios terrible e implacable en su justicia, ahora se intenta
atraer al fiel mediante un Dios amable que sufre como los seres humanos. Para conseguirlo
toman gran protagonismo escenas que narran la vida de la Virgen y los santos, que aparecen
como intercesores ante Dios. Las representaciones de la Virgen con el Niño adquieren vida y
alegría. Las figuras se comunican entre sí, se sonríen e incluso se tocan, dejando atrás el tema
de la Virgen como mero trono de Dios.
Asimismo, cambia la apariencia de los crucificados. Se representa a Jesús sufriendo en su
cruz. El cuerpo no aparece rígido, sino que cae en forma pesada. Se acorta el vestido que lo
cubre, convirtiéndose en un faldellín. La corona de rey se sustituye por la de espinas.
2.1. La escultura gótica europea
La escultura también presenta diferencias entre el norte y el sur de Europa. Mientras el
modelo francés se extiende prácticamente por toda Europa, en Italia prevalece una fuerte
influencia clásica. Ejemplo de ello es el púlpito del baptisterio de Pisa , creación de Nicola
Pisano. Se trata de una obra realizada en mármol con relieves de fuerte influencia
tardorromana.
En Europa se diferencian a grandes rasgos tres etapas.
En el siglo XIII se mantiene todavía cierta severidad, a la vez que se busca la
idealización de las imágenes. Ejemplo de esta etapa es la portada de la catedral de
Reims.
La segunda etapa se desarrolla durante el siglo XIV y recibe el nombre de Gótico
internacional. Se caracteriza por el amaneramiento de las figuras: estas se alargan y
en ellas predominan los trazados curvilíneos. Esto se nota especialmente en los
ropajes, en los que aparecen plegados sinuosos. También existe un interés por resaltar
lo anecdótico y por imprimir sentimientos a las obras. A esta etapa pertenece el Ángel
sonriente de Reims.
En el período final, durante el siglo XV, el sentimiento de los personajes deriva hacia
el .patetismo y las imágenes son más voluminosas. El interés por captar de forma
naturalista las expresiones de los rostros da pie a la aparición del retrato. De este
período datan el Pozo de Moisés y la tumba de Felipe el Atrevido.
PORTADA DE LA CATEDRAL DE REIMS
AUTOR:
Distintos
escultores.
CRONOLOGÍA:
Segunda mitad del siglo
XIII.
LOCALIZACIÓN:
Reims (Francia).
DESCRIPCIÓN:
La
decoración escultórica se
extiende por las jambas,
las
arquivoltas,
los
gabletes y el parteluz. Los
tímpanos han sido sustituidos
por
vidrieras.
Encontramos
temas
relacionados con la vida
de Cristo y de la Virgen.
De hecho, la portada
central está presidida por
la Coronación de la Virgen
en el gablete, aunque es
copia de la original.
Las esculturas más valiosas se encuentran en las jambas. No
están esculpidas sobre la piedra del muro, sino que se
adosan a las columnas, apareciendo de forma exenta. Las
figuras no son hieráticas y frontales, sino que forman
verdaderas escenas en las que se narra una historia.
La característica principal es el naturalismo, que intenta dar
a los personajes aspecto real a través de la representación de
sentimientos.
En las jambas destacan el grupo de la Anunciación y el de
la Visitación. En el primero, la Virgen mantiene rasgos
típicos del Gótico inicial: se muestra algo solemne y sin expresión en el rostro. Además, los pliegues de la túnica y de
la capa son escasos y caen de forma vertical. El arcángel
que la acompaña, en cambio, manifiesta todas las características de la escultura gótica plena. Aparece en
contraposto, lo que proporciona un movimiento sinuoso al
cuerpo, ladea la cabeza sonriendo y repliega el manto provocando multitud de pliegues.
En el grupo de la Visitación trabajó un maestro influenciado
por las esculturas romanas que hay en la zona, como se
manifiesta en el tipo de plegados y en la monumentalidad
de las figuras.
COMENTARIO
La portada occidental de la catedral Reims es uno de los
conjuntos góticos más importantes.
Algunos historiadores del arte consideran al grupo de la
visitación como el mejor ejemplo de la estatuaria del gótico clásico.
A la izquierda, la Anunciación; a la
derecha, la Visitación,
portada de la catedral de Reims.
PÚLPITO DEL BAPTISTERIO DE PISA
El púlpito fue realizado en 1260. Con él se establece un nuevo modelo de púlpito, en lugar de tener planta rectangular tiene planta
hexagonal. La obra se sostiene sobre seis columnas laterales, tres de las cuales descansan sobre leones, y una central. Los arcos que
aparecen entre las columnas son trilobulados.
En los relieves de la parte superior se recogen escenas de la vida de Cristo.
Pozo DE MOISÉS
El autor de esta obra, Claus Sluter, trabajó para la corte de los duques de Borgoña, en Dijon, durante los siglos XIV y XV. Sus obras más
importantes son el Pozo de Moisés y el sepulcro de Felipe el Atrevido.
El Pozo de Moisés fue esculpido entre 1395 y 1405. Sobre un basamento hexagonal se situaba un crucifijo acompa ñado de Maña y San
Juan. En cada lado se representa un profeta: Zacarías, Jeremías, David, Isaías, Daniel y Moisés.
Sluter consiguió infundir a sus personajes un fuerte naturalismo y una gran monumentalidad, destacando en este aspecto la imagen de
Moisés.
SEPULCRO DE FELIPE EL ATREVIDO
La imagen del yacente está rodeada en la parte inferior por figuras de la procesión del duelo. Estas aparecen encapuchadas dejando
invisibles sus rostros. Sin apenas gestos, se logra transmitir el patetismo que caracterizará la escultura del siglo XV.
2.2. La escultura gótica española
La escultura en España sigue las mismas pautas que en el
resto de Europa. La característica principal es la búsqueda
del naturalismo, tanto en la humanización de los personajes
como en el detallismo y lo anecdótico de las representaciones.
En Castilla la influencia francesa es más fuerte, mientras que
en la Corona de Aragón se deja notar la italiana.
La cronología es la misma que la europea, coincidiendo cada
etapa con una centuria aproximadamente.
Siglo XIII
En este siglo trabajaron maestros franceses en las catedrales
de Burgos y de León. En Burgos, destacan la portada del
Sarmental y la puerta de la Coronería. Mientras que en León
realizaron la puerta del Juicio y la Virgen Blanca de la
fachada principal.
Siglo XIV
En este período destacan dos esculturas exentas: la Virgen
Blanca de Toledo y el San Carlomagno de Girona.
En el primer caso, además de la típica curva marcada por el
cuerpo, vemos la relación afectuosa entre la Virgen y el Niño.
Virgen Blanca
San Carlomagno es obra de Jaume Cascalls, escultor del rey
(siglo XIV), catedral de Toledo.
Pedro el Ceremonioso. Destaca por la fina labor en la que se
muestran detalles como las venas de las manos, los zapatos de malla o los adornos de las
vestiduras. El amaneramiento y la elegancia de las formas resaltan frente al esquematismo y
la rigidez anteriores.
Siglo XV
La influencia franco-borgoñona y la flamenca se dejan notar en los escultores que trabajaron
en la península Ibérica durante este siglo Guillem Sagrera en la Corona de Aragón y Gil de
Siloé en Castilla son ejemplo de esta tendencia.
Guillem Sagrera (1380-1454) realizó hacia 1420 el San Pedro de la portada del
Mirador de la catedral de Palma de Mallorca, obra de gran monumentalidad. En el
ángel de la portada de la Lonja de la misma ciudad los pliegues se quiebran, ya no
son tan sinuosos, los cabellos rizados aumentan en volumen y las alas totalmente
desplegadas muestran su exuberancia. Sus últimas obras las realizó en Nápoles, como
escultor del rey Alfonso el Magnánimo.
Gil de Siloé (documentado entre 1486 y 1503) trabajó en Castilla durante las dos
últimas décadas del siglo. Destaca por su excelente dominio de la técnica, lo que le
permitió tallar tanto madera como piedra o alabastro.
Sus obras más sobresalientes las encontramos en la Cartuja de Miraflores, Burgos,
para la que realizó un retablo de llamativa estructura, con un gran círculo central en el
que se representa la Crucifixión, rodeada de escenas de la Pasión de Cristo también
circulares. El retablo presenta profusión decorativa con relieves y esculturas de bulto
doradas y policromadas.
En la misma Cartuja encontramos los sepulcros de Juan II e Isabel de Portugal, y el
del infante Alfonso, cuya calidad en la talla sobre alabastro habla de la gran pericia de
Gil de Siloé.
PORTADA DEL SARMENTAL
AUTOR: Dirigió las
obras un escultor francés,
tal vez el Maestro
Enrique.
CRONOLOGÍA:
Mediados del siglo XIII
(1240).
LOCALIZACIÓN:
Fachada sur de la catedral
de Burgos.
DESCRIPCIÓN: El tema
representado en el tímpano sigue la tradición
románica del Pantocrátor
rodeado por los Evangelistas. En este caso aparecen sentados en pupitres, como si fuesen
escribientes que recogen los Evangelios dictados por Cristo. Los Apóstoles se representan en el
dintel.
COMENTARIO: Puede que se trate de la primera portada gótica de España, por ello todavía
encontramos cierta severidad unida a un naturalismo idealizado. El tema es aún románico, pero las
figuras se humanizan, se relacionan entre sí y son prácticamente exentas; estas características nos
introducen en el Gótico.
Nos encontramos ante una portada de un templo en el que se desarrolla un programa iconográfico
concreto.
El marco o soporte para dicho programa queda delimitado por tres arquivoltas apuntadas que albergan
en su interior un tímpano, igualmente apuntado. Será en este tímpano donde se ubique el motivo
principal d este conjunto escultórico.
El tímpano queda dividido en tres franjas horizontales, situándose en la del centro, un Cristo en
Majestad, en actitud de bendecir con su mano derecha, mientras que en la izquierda porta el Libro de la
Ley, que apoya sobre su rodilla. Cristo está flanqueado por el Tetramorjos, o símbolos de los cuatro
evangelistas. Dos de ellos, San Marcos al lado del león y San Lucas al lado del toro, están sentados en
amplias banquetas inclinados sobre unos pupitres, escribiendo al dictado del Redentor el Nuevo
Testamento. Los otros dos van están colocados en un nivel superior. Encima de su súnbolo -el águilaSan Juan y encima del ángel, San Mateo, los dos también en sendos pupitres. Estos últimos se ubican en
un nivel superior separados por un elemento ondulado -ola marina- que simboliza la bóveda celeste que
cobija al Supremo Legislador.
Podemos observar que el tamaño de los evangelistas es menor que el de Cristo, de acuerdo con el
concepto de perspectiva jerárquica.
En un nivel inferior se sitúa el apostolado, cubierto por un doselete de arquillos trilobulados que
simbolizan las murallas de la Ciudad de Dios o Jerusalén Celeste. Los doce apóstoles aparecen
sentados, unos conversando con otros.
El tímpano va delimitado dentro del muro por una moldura con decoración vegetal y las tres
arquivoltas antes señaladas. La primera decorada con una hilera de ángeles y serafines que, portando
cirios, adoran al Creador. En las dos restantes, encontramos a los padres del Apocalipsis, así como
reyes bíblicos y santos. Todos sentados sobre peanas que al mismo tiempo sirven de doseletes de la
figura siguiente.
Las jambas de la portada se componen de un zócalo y dos galerías superpuestas de arcos ciegos: la
inferior sin decoración escultórica, lleva dobles columnas adosadas, mientras que en la superior son
simples y albergan figuras de Moisés, Aarón, San Pedro, San Pablo y otros dos personajes no
identificados.
En el parteluz o mainel, aparece la figura de un obispo con mitra y una placa a modo de pectoral, que
representa al obispo Mauricio, bajo cuyo pontificado se iniciaron las obras de la catedral, cubierto con
un dosel sobre el que se ubica el Cordero Místico, tema muy en consonancia con la exaltación de la
Palabra de Dios.
2.- Identificación y comentario.
Con los elementos antes descritos sabemos que nos encontramos ante una portada de estilo gótico,
concretamente es la portada del Sarrmental, de la catedral de Burgos. Esta portada está situada en el
acceso sur de la catedral, ubicada en uno de los brazos del transepto. Las tres restantes entradas son la
principal o de Santa María (muy modificada en el siglo XVIII), la de la Coronería, situada en el acceso
norte, al otro lado del transepto, y la de la Pellqería, abierta en el muro este del brazo norte del
transepto, de estilo protorrenacentista.
Es muy probable que en la imaginería de la portada, hayan trabajado escultores procedentes de Francia
o muy relacionados con el gótico francés de la Isla de Francia, porque el tema representado es muy
frecuente en algunas catedrales francesas y en minia- turas de códices de dicho país, si bien Pijoán
advierte de las muchas diferencias existentes entre Amien o Reims y Burgos, a pesar de las evidentes
similitudes. Pijoán denota más humanismo y naturalidad en Burgos que en las catedrales francesas,
como en un intento por humanizar lo sagrado y de acercar lo celestial al hombre.
3. La pintura
Las principales características de la pintura gótica coinciden con las de la escultura: la búsqueda
del naturalismo, la humanización de la divinidad, la estilización de las figuras...
Además, la pintura gótica aporta novedades respecto a la románica:
Se desarrolla la pintura sobre tabla frente a la mural. Puesto que los muros ahora son
translúcidos, ya no pueden albergar pinturas. Entonces el arte pictórico se traslada a la tabla
ele madera, soporte totalmente exento. Asimismo, la desaparición de los muros en los
edificios da lugar al desarrollo de la técnica de la vidriera, a excepción de Italia.
La profusión de la pintura sobre tabla se relaciona con el desarrollo de los retablos. Según el
número de piezas que los componen reciben distintos nombres: dípticos, trípticos,
polípticos...
La perspectiva apenas interesa a los pintores, por ello los cuadros suelen tener un fondo
plano, normalmente de color dorado. Aun así, se intenta crear sensación de espacio y
profundidad, que se consigue intercalando en el plano los objetos representados. Se
trata, por tanto de una perspectiva intuitiva, no matemática.
La estructura del retablo sigue un modelo establecido: se divide en calles, que son las tablas
dispuestas de forma vertical. El número de calles es impar y la central es más ancha y alta que
las laterales. La tabla superior que remata la calle central se denomina ático o espina.
Los elementos que separan las calles reciben el nombre de entrecalles. En la parte inferior
del retablo aparece un conjunto de tablas más pequeñas llamado predela o banco. Todo está
rodeado por el guardapolvo, conjunto de tablas dispuestas en ángulo para protegerlo e
impedir que se ensucie. Los cuerpos son las divisiones en sentido horizontal.
Una técnica que se desarrolla es la grisalla, que se colorea.
Grisalla: Pintura en tonos grisáceos que ¡mita esculturas de piedra o arquitecturas.
Según zonas geográficas podemos distinguir diferentes corrientes.
3.1. La pintura gótica italiana
En Italia, debido a la tipología de sus edificios, se mantuvo la pintura mural, aunque también se
pintó sobre tabla. Se distinguen claramente dos escuelas durante los siglos XIII y XIV: la escuela
de Florencia y la de Siena. Ambas constituyen lo que se denomina la pintura del Trecento.
La escuela de Florencia: Giotto di Bondone
• La escuela de Florencia se define por el intento de crear sensación de
tridimensionalidad, a través de la perspectiva y el volumen.
• Su mayor representante es Giotto di Bondone (1270-1337), considerado como el
iniciador de la pintura moderna.
• En la pintura de Giotto ya no vamos a encontrar representaciones simbólicas como en el
Románico, o arquetipos como en la pintura bizantina, sino una aproximación a la
realidad basada en la observación del natural.
• Por una parte, intenta transmitir ilusión óptica de profundidad espacial
• y, por otra, dota de sentimientos a sus personajes mediante la gesticulación.
• A finales del siglo XIII realizó los frescos de la basílica superior de San Francisco, en
Asís, donde se narra la vida del santo.
• Hacia 1306 pintó al fresco la capilla de los Scrovegni, en Padua (capilla de la Arena),
con escenas de la vida de María, de Cristo y el Juicio Final.
• Las diferentes escenas evangélicas, que cubren la totalidad de los muros, se
distribuyen en marcos rectangulares que imitan mármoles.
• En la escena del Lamento sobre Cristo muerto encontramos todas las
características de su pintura.
• También despuntó en la técnica del temple sobre tabla, como en la Maestá de la Galería
de los Uffizi en Florencia y el retablo Stefaneschi del Vaticano.
•
La escuela de Siena: Simone Martini
La escuela de Siena se caracteriza por la fusión de la in- fluencia francesa con la
bizantina. La Anunciación de Simone Martini (1284-1344) es uno de los máximos
exponentes.
LA ANUNCIACIÓN (1333), Galería de los Ufizzi, Florencia.
Pintura realizada en la escuela de Siena en 1333.
En esta obra de Simone Martini, destacan las líneas ondulantes y el preciosismo y la delicadeza con la
que trata la escena.
Sobre un fondo neutro dorado de tradición bizantina se sitúan los personajes en un mismo plano.
Sus actitudes muestran cierto amaneramiento.
La huida a Egipto
Autor: Giotto di Bondone.
cronología: Hacia 1306.
Localización: Capilla Scrovegni
o de la Arena, Padua.
Técnica: Pintura al fresco.
2. DESCRIPCIÓN
Es una de las escenas que
cubren la totalidad de los muros
de la capilla distribuidas en
marcos rectangulares que imitan
mármoles.
La Virgen María con el Niño
Jesús y san José, acompañados
de otros personajes,
van
camino de Egipto huyendo de
Herodes. Relata un pasaje de
los Evangelios. Se inscribe en
un paisaje natural con montañas
y árboles.
Una
de
las
principales
características de la pintura de
Giotto es la creación de
profundidad espacial. Para
conseguirlo ha situado los tres
grupos de personajes en
diferentes planos, teniendo como referencia a María sobre el animal.
Para obtener mayor sensación de perspectiva rompe el suelo del primer término y pinta una de
las montañas del fondo en forma de línea ascendente diagonal. El ángel situado en el cielo
refuerza la tridimensionalidad de la obra. Por otra parte, destaca el volumen conferido a los
objetos representados mediante la luz, con gradación del color y del sombreado, como puede
verse en los pliegues de los ropajes y en los rostros.
El carácter narrativo de la escena, los personajes expresivos que se dirigen la mirada entre
ellos y la sensación de movimiento confieren naturalismo a la escena y la alejan del simbolismo
de períodos anteriores.
3. COMENTARIO
Los frescos de la capilla Scrovegni son una de las obras más representativas de Giotto, donde
encontramos plenamente desarrollada su pintura, caracterizada por la búsqueda del naturalismo.
Este es uno de los motivos por los que el pintor está considerado como el introductor de la pintura
moderna.
3.2. La pintura gótica flamenca
•
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En el siglo XV se desarrolló en Flandes un tipo de pintura relacionada directamente
con el auge de la burguesía comerciante.
Los burgueses se convirtieron en nuevos clientes que demandaban obras cuya temática
principal era el retrato.
Se alcanzó un extraordinario realismo al representar hasta los más mínimos detalles.
Y, para lograrlo, incluso se usaban pinceles de un solo pelo, lo que obligaba a trabajar
con lupas.
Esta minuciosidad fue posible gracias al uso de la pintura al óleo.
Es muy característico de los pintores flamencos realizar trípticos con puertas pintadas
por las dos caras. En las caras exteriores se representaban figuras en grisalla, a modo
de esculturas, que son visibles cuando las puertas están cerradas.
Destacan pintores como los hermanos Hubert y Jan van Eyck, Dierick Bouts, Petrus
Christus, Hans Memling, Gerad David, Hugo van der Goes o Roger van der
Weyden.
El descendimiento de
la cruz, hacia 1436,
Museo
del
Prado,
Madrid.
Se trata de un cuadro de
gran formato en el que
los personajes son casi de
tamaño natural y tienen
un
fuerte
carácter
dramático.
Destacan los plegados
prácticamente
geométricos
de
los
ropajes y las expresiones
de los rostros. Sobre un
fondo neutro, a modo de
escenario,
Van
der
Weyden distribuye a los
personajes que se apiñan
en el último plano.
Los cuerpos de la Virgen y de Cristo se disponen siguiendo la misma línea diagonal. En los
extremos, san Juan y María Magdalena cierran la composición, creando una línea curva
formada por sus propios cuerpos.
Jan van Eyck (1 390-1441)
Es el máximo representante de la pintura flamenca. Fue pintor de Felipe el Bueno, duque de
Borgoña, para quien realizó misiones diplomáticas en España y Portugal, entrando en contacto
con pintores de estas zonas. A él se debe el perfeccionamiento de la pintura al óleo, que con el
tiempo desbancará al temple, puesto que el resultado final es más brillante y sobre todo permite
ejecutar transparencias, veladuras y desarrollar el paisaje.
Van Eyck intenta reflejar la realidad tal y como la percibe el ojo humano, por esto da tanta
importancia a los detalles y al espacio tridimensional. En este último aspecto hay que señalar
que su perspectiva no se basa en fórmulas matemáticas o geométricas como harán los italianos,
sino en aspectos lumínicos y atmosféricos tratados de manera intuitiva.
Entre sus obras más destacadas se encuentran el Matrimonio Arnolfini y el políptico de la
Adoración del Cordero Místico
MATRIMONIO ARNOLFINI (hacia 1434), National Gallery, Londres.
Jan Van Eyck (1390-1441). Óleo sobre tabla, 84 x 57
cm.
La tabla del Matrimonio Arnolfini es un retrato
encargado por el esposo, rico comerciante
burgués.
Los personajes, dispuestos de pie, aparecen en el
interior de una habitación, una pequeña estancia
ricamente decorada. La perspectiva espacial está
marcada por las líneas del suelo, de las vigas, de
la ventana y del dosel de la cama que confluyen
hacia el interior.
En primer término aparece el perro y las vestiduras recogidas en el suelo. A continuación se
sitúan los protagonistas: un hombre y una mujer
en actitud solemne, cogidos de la mano. Él,
descalzo, con tocado y ropajes oscuros ribeteados
de piel de visón, eleva su mano derecha; ella,
ataviada con un vestido de abultados pliegues y
cubierta la cabeza con una toca blanca de
encajes, deja descansar su mano izquierda sobre
su abultado vientre, mientras que un pequeño
perro situado entre ambos personajes, mira
directamente hacia el espectador.
Detrás de estos hay un espacio marcado por la
luz que entra por la ventana y, al fondo, la pared
de la habitación cierra la representación.
Sobre ellos aparece una lámpara de bronce de seis brazos con una sola vela encendida
con un valor simbólico, como veremos más adelante, porque está claro que la iluminación
de la estancia se consigue con un amplio ventanal abierto situado en la pared de la estancia
situada a nuestra izquierda. En el alféizar de la ventana y sobre el arcón cercano hay unas
piezas de frutas en un aparente desorden. En el extremo opuesto a la ventana, hay una
cama con dosel, vestida de rojo intenso y en un último plano, un sillón adosado a la pared,
del que sobresalen unos zapatos de su parte inferior. En el respaldo de este sillón, una
imagen tallada enmadera de Santa Margaritas, de la que cuelga una escoba o sayón.
Sin embargo, el espacio no acaba aquí, sino que se prolonga a través del espejo colgado
en la pared, en el que se reflejan los dos personajes principales, la estancia en la que se
desarrolla la escena, así como dos personajes más: el autor, vestido de azul y otra persona
vestida de rojo, situados ambos en el umbral de la puerta de entrada a esta habitación. El
marco que rodea al espejo contiene diez pequeños medallones circulares en los que el
artista ha plasmado con detallada maestría, escenas de la Pasión, Muerte y Resurrección de
Cristo.
A la izquierda del citado espejo hay un rosario de cuentas de cristal y sobre ambos objetos la
inscripción ''johannes de Eyckfuit hic, 1434", como prueba inequívoca de la fecha y del autor
del cuadro. El propio Van Eyck firmó y dató la obra en la pared del fondo, sobre el
espejo, a modo de testimonio.
Mediante este espejo, el espectador tiene dos visiones distintas de un mismo espacio y
tiempo.
El dominio y virtuosismo técnico se hacen patentes al observar pequeños detalles, como
las escenas de la Pasión de Cristo del marco del espejo o el pelaje del perrito, pintado
pelo a pelo.
A pesar de la imitación de la realidad, el retrato está cargado de simbolismos como la
vela encendida en la lámpara, los zapatos, el perro, etc., todos relacionados con el
contrato matrimonial.
La composición es equilibrada, situando a los dos protagonistas en el centro de la estancia y
dejando entre ambos un pequeño espacio por el que podemos apreciar con lograda
perspectiva el fondo de la habitación, perspectiva que se acentúa con la disposición del
pavimento del suelo, que nos obliga a desplazar nuestra mirada hacia el fondo de esta
estancia.
El empleo de la técnica del óleo permite al autor dotar a la obra de todo lujo de detalles
como podemos apreciar en las texturas de las telas (terciopelos), el bronce de la lámpara, los
medallones del espejo, los dibujos de la alfombra oriental, etc.
2.- Identificación y comentario.
Estamos ante uno de los retratos más famosos de la Historia de la Pintura y ante una obra
cargada de símbolos que iremos desentrañando poco a poco.
En 1421 Giovanni Amolfi.ni, un banquero italiano afincado en Brujas, encargó a Jan Van Eyck
un retrato matrimonial junto a su esposa, Giovanna Cenami, ambos miembros de sendas
familias acaudaladas de Lucca (Italia).
El matrimonio Amolflni se dan la mano en señal del enlace que se está celebrando, teniendo
en cuenta que en el siglo XV, los protestantes luteranos no tenían
que acudir a un templo para que un sacerdote los casase, sino que bastaba con
realizar el rito en el propio domicilio en presencia de algún testigo, que en este
caso pudo ser el propio pintor, Jan Van Eyck.
La ceremonia se desarrolla en el interior de la estancia descrita
anteriormen te,
decorada según el alto poder económico de sus propietarios, como se plasma en
la al- fombra de Anatolia, o las naranjas del alféizar de la ventana, que al
proceder de latitu- des sureñas, serían en el norte de Europa, un artículo de lujo,
o el uso de la piel de vi- són en el manto de él.
El cuadro está salpicado de una variedad de objetos y símbolos que
represen- tan otras tantas ideas. En primer lugar, la idea de la fertilidad viene
simbolizada por el color verde (símbolo de la fertilidad) del vestido de ella que se
lo recoge sobre el vien- tre. Esta idea es acentuada con la imagen de Santa
Margarita, patrona de los alumbra- mientos, que entonces tenían lugar en la
cama de los esposos.
La única vela encendida de la lámpara simboliza la omnipresencia de Dios
que todo lo ve, en el enlace matrimonial. Los personajes aparecen descalzos,
como prueba de sumisión a la voluntad de Dios.
La fidelidad, calidad básica en el matrimonio, viene simbolizada por el
perro de aguas (caniche?) situado ente los esposos.
Hay otros elementos que simbolizan la pureza del amor conyugal, como el
rosario de cuentas de cristal que aparece colgado junto al espejo del fondo, o éste
mismo decorado con diez medallones de esmalte ( ?) que representan la Pasión,
Muerte y Re- surrección de Jesucristo.
A finales del siglo XVI el cuadro comenzó a circular por diferentes
coleccio- nes particulares de distintos países europeos, llegando a formar parte
de la colección Real de España, según consta en los inventarios de la época,
donde se mantuvo hasta la invasión napoleónica, tras la cual fue sacado de
España por un general francés, hasta llegar finalmente a su emplazamiento
actual, la National Gallery de Londres.
Puede ser que el propio Velázquez admirara esta obra y se inspirara en el
recurso del espejo que él mismo plasmaría en algunas de sus obras más
importantes, como las Meninas o la Venus del espifo.
POLÍPTICO DE LA ADORACIÓN DEL CORDERO MÍSTICO (hacia 1432), iglesia
de San Bayón, Gante.
Se trata de la tabla central de un políptico.
Los personajes se distribuyen en un amplio paisaje muy del gusto flamenco. El tamaño de los
personajes está en función de la distancia respecto al primer plano para dar sensación de
profundidad, y no según su protagonismo en la escena. Además, se intenta mantener una
proporción entre ellos que coincida con la realidad.
A lo lejos, al fondo, aparecen arquitecturas cuyo tamaño es mucho menor al situarse en la
línea del horizonte. Conforme los objetos representados se alejan del espectador, su tamaño
disminuye.
3.3.
La pintura gótica en España
La pintura gótica en los reinos hispánicos se nutrió de las diferentes corrientes que dominaban Europa
en cada momento. En líneas generales podemos distinguir distintos períodos:
• El Gótico lineal. Se desarrolla durante el siglo XIII y la primera mitad del XIV. La pintura se
caracteriza todavía por un marcado dibujo de línea gruesa que se rellena con color. Los personajes
van adquiriendo una mayor sensación de movimiento.
• A finales del siglo XIV se establece una nueva corriente denominada Gótico internacional debido
a que presenta unas características comunes en toda Europa: predominio de la línea curva,
movimientos sinuosos, personajes estilizados y elegantes de aspecto cortesano y atención a lo
anecdótico y los pequeños detalles.
Gerardo di Jacopo «Starnina», pintor florentino, está considerado como uno de los introductores
del estilo internacional en la Península. Trabajó a finales del siglo XIV y principios del siglo xv en
Valencia. Dejó varias obras, entre las que destaca el retablo de Fray Bonifacio Ferrer realizado
para la cartuja de Porta Coeli.
• En el siglo XV, con el denominado estilo hispanoflamenco, la pintura gótica en España alcanzó un
importante desarrollo, llegando a proporcionar verdaderas obras maestras.
Las influencias de la pintura flamenca llegaron a la Península gracias al intenso comercio que
mantenían España y Flandes. Estas relaciones dieron lugar a la importación de pinturas realizadas por
los artistas flamencos. Además, algunos pintores hispanos viajaron a Flandes para aprender de
primera mano las nuevas técnicas. De esta manera, la pintura hispanoflamenca asume todas las
características y originalidades desarrolladas por los flamencos, imprimiéndole rasgos propios,
dependiendo de donde se desarrolle.
• Lluís Dalmau
El valenciano Lluís Dalmau fue el encargado de introducir el estilo flamenco en la Península. Como
pintor del rey Alfonso el Magnánimo viajó a Flandes, donde aprendió el arte directamente de Van
Eyck. A su vuelta realizó la Virgen de los Consejeros (Verge deis Consellers) (29 •) para el
Ayuntamiento de Barcelona.
VIRGEN DE LOS CONSEJEROS
AUTOR: Lluís
Dalmau.
CRONOLOGÍA: 1445.
LOCALIZACIÓN: Museo
Nacional de Arte de Cataluña.
DESCRIPCIÓN: En una estancia con arquitectura gótica y ventanas abiertas al exterior aparece la Virgen
en el centro rodeada por los donantes arrodillados a sus pies. Detrás asoma un coro de ángeles rubios
con diademas en el pelo, muy parecidos a los que aparecen en la Adoración del Cordero Místico de
Van Eyck.
Influencias de este pintor flamenco son también los ricos ropajes tratados de forma ampulosa, con
multitud de plegados quebrados, y el intento de representar fielmente los retratos de los donantes.
COMENTARIO: En
esta tabla queda patente la fidelidad a los modelos dcl pintor flamenco Jan van Eyck.
Sin embargo, no llega a representar los mismos niveles de detallismo que las obras flamencas.
Bartolomé Bermejo
De origen cordobés, desarrolló su obra en varias ciudades de la Corona de Aragón y de Castilla. Este
hecho contribuyó a expandir la moda hispanoflamenca, a la vez que él mismo se nutría de la obra de
otros pintores coetáneos. Fue un pintor de gran calidad que cuenta con un numeroso conjunto de obras
conservadas: la Virgen de Montserrat, San Miguel de Tous, la Piedad Desplcá, Santo Domingo de
Silos, etc.
Bermejo emplea en sus obras la perspectiva, tanto en paisajes a cielo abierto como en interiores.
También se interesa por representar fielmente el rostro de los personajes y los más mínimos detalles
de los ropajes y los ajuares.
• Jacomart y Joan Reixach
Valencia fue uno de los centros en los que la pintura bispanoflamenca recibió un fuerte impulso, ya
que durante el siglo Xv vivió su período de mayor esplendor cultural y económico. En el panorama
pictórico predominan Jacomart y Joan Reixach.
• Jacomart, pintor de cámara del rey Alfonso V el Magnánimo, pasó la mayor parte del tiempo en
la corte de Nápoles. Este pintor fue el encargado de difundir la técnica del óleo en Valencia.
• Reixach pintó numerosos retablos. Suyos son el retaNo de Santa Ana (31 m) que el papa Calixto
lii encargó para su capilla de la colegiata de Xátiva y la tabla de San Sebastián del mismo templo.
Se trata de obras de gran calidad, en las que queda patente la asimilación de la pintura de Flandes.
SANTO DOMINGO DE SILOS (1474), Museo del Prado, Madrid.
Es la obra más antigua que se conoce de este autor. En ella se representa a Santo Domingo de Silos, el
fundador del monasterio homónimo, sentado en su silla de abad. Era la tabla central del retablo de la
iglesia de Santo Domingo de Daroca.
La figura del santo ocupa casi en su totalidad la escena. Destaca el rostro, que está tratado con gran
realismo.
El santo ocupa casi todo el espacio y mira fijamente al espectador. La capa, la mirra y el báculo nos
informan de su condición y poder, pues era abad.
Las representaciones de las siete virtudes rodean al santo: fe, esperanza, caridad, justicia, fortaleza,
prudencia y templanza.
En sus magníficos ropajes, en los que predomina el dorado, se representan escenas que son recogidas
con gran detalle. También es muy minuciosa la decoración del trono y la orfebrería que aparece en la
mitra del abad.
RETABLO DE SANTA ANA (1452).
En la tabla central aparece Santa Ana sobre un fondo dorado, de manera que la perspectiva está
marcada únicamente por los azulejos del suelo. Por el contrario, las escenas de las tablas menores se
representan en interiores de detalladas arquitecturas góticas.
Los personajes suelen vestir a la moda uniendo así la elegancia de la corte y lo religioso. Los ropajes
de ricos tejidos producen pliegues quebrados y angulosos.
Las tablas son las originales pintadas por Reixach, pero la estructura del retablo en el que se insertan
corresponde al año 1924 cuando se recompuso.
3.4. Las vidrieras góticas
Con la llegada del Gótico, el arte de realizar vidrieras alcanzó un gran desarrollo. Su época de mayor
esplendor se produce entre la primera mitad del siglo XIII hasta finales del siglo XV.
Durante el Románico se utilizaron vidrieras, pero estas eran de pequeño tamaño, ya que el predominio
del muro sobre el vano impedía su desarrollo. Sin embargo, con la llegada del sistema constructivo
gótico, los muros pudieron ser sustituidos por enormes vidrieras que permitían la iluminación del
edificio, al mismo tiempo que decoraban el interior, asumiendo la función que hasta entonces había
tenido la pintura mural.
Los artistas encargados de realizar las vidrieras, los maestros vidrieros, eran tenidos en muy alta
estima, llegándose incluso a conservar el nombre de alguno de ellos. Para trabajar se agrupaban en
gremios. Normalmente, el gremio de San Lucas, el mismo que reunía a los pintores, era el encargado
de regular la situación laboral de los vidrieros.
Las vidrieras se creaban usando vidrios de distintos colores que se unían mediante una rejilla hecha de
plomo. Se representaban motivos geométricos, como en los rosetones que se situaban en las portadas
de los templos, pero también se realizaban escenas religiosas.
Entre las vidrieras más importantes destaca el conjunto de la catedral de Chartres; y en España el de la
catedral de León