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Mujeres periodistas: empoderamiento restringido

2006, Revista Mexicana De Ciencias Politicas Y Sociales

Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales ISSN: 0185-1918 articulo_revmcpys@mail.politicas.unam.mx Universidad Nacional Autónoma de México México Valles Ruiz, Rosa María Mujeres periodistas: empoderamiento restringido Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales, vol. XLVIII, núm. 197, mayo-agosto, 2006, pp. 137147 Universidad Nacional Autónoma de México Distrito Federal, México Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=42119711 Cómo citar el artículo Número completo Más información del artículo Página de la revista en redalyc.org Sistema de Información Científica Red de Revistas Científicas de América Latina, el Caribe, España y Portugal Proyecto académico sin fines de lucro, desarrollado bajo la iniciativa de acceso abierto Mujeres periodistas: Empoderamiento restringido Rosa María Valles Ruiz* Resumen: Abstract: El objetivo de este trabajo es presentar The goal of this work is to present a un esbozo general sobre la presencia de las general perspective about the presence periodistas mexicanas en las áreas de of the female journalist in the general información general, desde la segunda information areas, from the second half mitad del siglo XX hasta la actualidad. of the XX century till today. Focusing in Se hace hincapié en el papel de avanzada que desempeñó el periódico El Día the important job of El Día since its foundation (1964) and their significant desde su fundación (1964) en la valoración work in the inclusion of women in the del trabajo de las mujeres en la prensa y press, we can also affirm that the work se precisa, asimismo, que en el ámbito of the woman journalist in the director Palabras clave: mujeres periodistas, espacio público, opinión periodística, de la opinión y los puestos directivos el papel de la mujer periodista es aún limi- and opinion levels, it’s still limited. empoderamiento tado. * Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Abasolo No. 600 Col. Centro, Pachuca, Hgo., México, C.P. 42000. _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ __ _ _ __ _ _ _ Sociedad y Política 137 Introducción En el umbral del siglo XXI en México, para la mujer periodista, el acceso a los niveles de poder, a la toma de decisiones, es aún limitado. Resulta aventurado considerar que el presente es “el siglo de las mujeres”. Lo aceptable de la época no sólo para las periodistas sino para la mujer en general es –todavía- vivir una vida fundamentalmente privada, aunque esto signifique “estar privada de la realidad que proviene de ser vista y oída por los demás, estar privada de una relación con los otros… estar privada de realizar algo más permanente que la propia vida”1 Y ese modo de pensarse a sí mismas se ha manifestado en la opinión que ya desde el siglo XIX sólo algunas audaces de entonces lograban expresar en la prensa escrita. En sus escritos se referían al hogar, a la familia, “al virtuosismo 2 por el virtuosismo”. Para Josefina Hernández Téllez, el hecho de que las mujeres hablaran de cuestiones familiares se explica porque eran esos temas “los que sabían y dominaban: la esfera privada, doméstica”.3 Ciertamente ellas logran el acceso al espacio público, aunque no en 1 el sentido amplio del concepto. Porque espacio público supone dominio público, uso social colectivo y multifuncionalidad. “La calidad del espacio público se podrá evaluar sobre todo por la intensidad y la calidad de las relaciones sociales que facilita… y por su capacidad de estimular la identificación simbólica, la expresión y la integración culturales”.4 El espacio público también tiene una dimensión sociocultural. Es un lugar de relación y de identificación, de contacto entre las gentes… a veces de expresión comunitaria. Es en este último sentido que se incluyen los medios de comunicación, para los cuales el espacio público constituye el lugar donde se registran los hechos con significado social, el acontecer social, aquellos hechos cuyo significado interesa a la sociedad, donde se informa, donde se opina. Las mujeres comenzaron a opinar aunque siempre sobre su casa y su familia, aunque el ejercicio de esta aún limitada acción social, este, “ser vistas y oídas”5 imprimió otra dimensión a sus vidas. Así, el logro del siglo XIX no fue menor. Con el advenimiento de la industrialización de la prensa hubo, para las periodistas otras oportunidades. De aquellas pioneras de la opinión sobre cuestiones familiares, se pasó a las que conquistaron las tareas de diaristas, aunque en un terreno que no le fue disputado por los hombres. Las fuentes políticas y económicas eran coto masculino y las periodistas tuvieron que aceptar ser confinadas a las páginas de sociales. Las reglas del juego de la sociedad de inicios del siglo XX así lo exigían. El cuidado de la familia, la educación de los hijos eran las actividades generales asignadas a las mujeres en el México posrevolucionario. “Algunas de ellas, quizá solteras, trabajaban a veces fuera de sus hogares como secretarias, enfermeras o maestras de escuelas”.6 En la década de los veinte sólo algunas transgresoras se destacaron por su presencia en la escena social. Es el caso de Esperanza Velásquez Bringas, quien no sólo se desempeñó exitosamente en las salas de redacción sino que incluso llegó a ser funcionaria pública. Elvira Hernández Carballido7 comenta que Velásquez fue una Hannah Arendt, De la historia a la acción, Buenos Aires, Paidós,1995, pp. 31-32 2 Josefina Hernández Téllez, “Investigar, informar y formar opinión en el periodismo… cuestión de género” en Lourdes Romero (coordinadora), Espejismos de papel: La realidad periodística, México: Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, 2006, p. 147. 3 Ibídem. 4 Jordi Borja, “Ciudadanía y espacio público”, www.razonypalabra.com.mx 5 Hannah Arendt, op. cit., p. 32. 6 Lucía Ramírez citada por Elvira Hernández Carballido, Las primeras reporteras mexicanas: Magdalena Mondragón, Elvira Vargas y Esperanza Velásquez Bringas, México, UNAM, 1997, (Tesis de maestría en Ciencias de la Comunicación), p. 34. 7 Elvira Hernández Carballido, op. cit., pp. 41-45. _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ __ _ _ __ _ _ _ 138 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales mujer de muchas facetas; una de ellas fue desarrollar el género de la entrevista de manera destacada. En El Universal quedan los testimonios de los encuentros de Velásquez con personajes de diversa índole: desde cirqueros y actores, hasta políticos, escritores e intelectuales. Empero, el mundo de la información general estaba prácticamente cerrado a las mujeres. El caso de la Velásquez es excepcional al igual que el de Elvira Vargas, periodista hecha a sí misma con una tenacidad y esfuerzo que le valió el reconocimiento de sus compañeros periodistas hombres. En los treinta, lo normal, lo aceptado, era que las periodistas se desempeñaran en el mundo de los encajes y los olanes, las crónicas de quinceañeras y las reseñas sobre bodas relevantes. Elena Poniatowska8 pinta espléndidamente la situación. Cuenta que cuando Rosario Sansores escribía la columna de sociales “Rutas de emoción” en Novedades (en los cincuenta), su éxito era tan apabullante que las novias no se sentían “bien casadas” si la crónica de la boda no era hecha por la Sansores quien, a tono con su actividad profesional, se adornaba con vistosos encajes además de poseer una impresionante colección de sombreros envidiada por la Poniatowska. La “seria” —recuerda Poniatowska— era Elvira Vargas, mujer audaz que entrevistaba a políticos y luchaba al igual que los hombres por ganar “las ocho columnas”. La exitosa, la buscada, la admirada y envidiada era la Sansores, invitada especial a todos los eventos de la “gran sociedad”. Elvira Vargas logró titularse de abogada gracias a una tenacidad excepcional. De extracción humilde, nunca negó sus orígenes y su personalidad fue diferente a la de las mujeres de su época. Se movía en las grandes ligas del periodismo. Ella “cubrió” la campaña electoral del general Lázaro Cárdenas. “No sólo siguió al candidato, también entrevistó a la gente, describió la situación social y económica de los poblados que visitó, hizo certeros comentarios y críticas fundamentadas”.9 Entre sus trabajos, publicados en El Nacional y El momento, destaca una serie de seis reportajes sobre el tema El petróleo en México, en el cual demostró “el manejo diestro que realizó de diversas fuentes de información, característica básica del reportaje”10. A finales de los cuarenta, Magdalena Mondragón se convirtió en la primera mujer que cubrió la fuente policiaca en La Prensa y justo en el umbral de los cincuenta, cuando contaba con 27 años y terminaba la carrera de Letras en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Mondragón dirigió el diario capitalino, La Prensa Gráfica.11 Magdalena Mondragón puede ubicarse como pionera en el columnismo político aun cuando sus columnas tuvieron corta duración. En 1939 escribió “La política en solfa”, que se publicó sólo en cuatro ocasiones; en 1940, “Más allá de las fronteras”, también de efímera existencia, que fue sustituida en 1940 por “Los políticos en broma”,12 columna que se publica durante todo ese año hasta 1941. En 1952, cuando el Partido Revolucionario Institucional (PRI) funda el periódico Sólo Para Ellas, Magdalena es llamada para que lo dirija “y con ello contribuye a la conquista de la ciudadanía femenina en México”.13 Desempeña el cargo durante seis años. El arribo de Mondragón a la dirección de un diario a la mitad del siglo XX marcó un hecho que coincidiría también con lo que inicialmente se conoció como empowerment, por su nombre en inglés, y como empoderamiento en español. El inicio del proceso de empoderamiento puede ubicarse a finales de los cincuenta e inicio de los sesenta del siglo XX en Estados Unidos de Norteamérica, 8 Elena Poniatowska, “Rosario Sansores, la aceptación social” en Periódico La Jornada, 13 de noviembre de 1984, página 17. 9 Ibídem, p. 75. 10 Idem. 11 Erika Cervantes, “Comunicación e Información sobre la Mujeres” (CIMAC), en www.cimacnoticias.com.mx 12 Elvira Hernández Carballido. op. cit. página 145. 13 Ibídem. _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ __ _ _ __ _ _ _ Sociedad y Política 139 coincidiendo con los movimientos feministas de aquella época y con la lucha por los derechos civiles. Magdalena León14 afirma que el término empoderamiento fue tomado del inglés por las ciencias sociales y el feminismo, a falta de una palabra exacta o más cercana en castellano a empowerment que tal vez serían apoderar o potenciar. Según León, se quedó empoderamiento porque el término en inglés hace referencia a un proceso, un camino no acabado, una acción de hacerse poderoso (a). Margaret Schuler15, por su parte, identifica el empoderamiento como un proceso por medio del cual las mujeres incrementan su capacidad para configurar sus propias vidas y su entorno, una evolución en la concientización de las mujeres sobre sí mismas, en su estatus y en su eficacia en las interacciones sociales. Otros investigadores señalan que el proceso de empoderamiento tiene diversas dimensiones que bien pueden relacionarse con distintos terrenos: el económico, el social y el político. En el quehacer periodístico, se entiende el proceso de empoderamiento en primera instancia como el ingreso al propio medio y en una perspectiva mediata, como el ejercicio de los géneros de opinión y de la toma de decisiones. Ese empoderamiento es un camino que contempla la participación a nivel directivo de las mujeres periodistas en México y que, hasta ahora, sólo se ha registrado en un porcentaje bajo. Es evidente, por otra parte, que el empoderamiento de las periodistas en México está vinculado al desarrollo de las condiciones sociales del país. Las voces extremadamente optimistas sobre las conquistas de las mujeres periodistas echan las campanas a vuelo sin contar con hechos de envergadura que las avalen. El logro de Mondragón marcó el inicio de un camino que aún es sumamente modesto. Es un hecho que las mujeres periodistas han conquistado ya el ámbito de la información general al lograr la cobertura de todo tipo de “fuentes” como las políticas, las económicas, agrarias, educativas, etc. pero los sitiales de mayor influencia como el artículo de fondo, la columna política o los puestos directivos aún no son para ellas. Siguen reservados para los periodistas hombres. El ingreso de las mujeres periodistas a la información general y a la cobertura de fuentes políticas, las consideradas de la mayor importancia, se registró en la década de los sesenta, en el periódico El Día. En otros periódicos de la época como El Universal, Excélsior o El Nacional, eran pocas las mujeres que tenían a su cargo “fuentes” de información política, aunque ya habían logrado 14 pasar de las secciones de sociales a las culturales. En este ámbito pueden considerarse pioneras a Ana Cecilia Treviño Bambi, Guadalupe Appendini, Noemí Atamoros, Concepción Solana, Gloria Salas de Calderón, Blanca Haro, Isabel de la Mora, Alaide Foppa, Olga Harmony, Lorenza Martínez Sotomayor, Luz María T. de Hernández, Perla Schwartz, Norma Pastrana, Helen Krauze, Anilú Elías, Raquel Tibol16, entre otras. En la década de los setenta destaca el trabajo periodístico, sobre todo en el género de la entrevista, de Margarita García Flores, quien desde su sitio en la UNAM —en el área de Difusión Cultural— obtiene el Premio Nacional de Periodismo. La marcada diferencia en El Día era que las mujeres tenían a su cargo las fuentes políticas y las económicas, además de algunos puestos de dirección. En este diario trabajaron María Luisa Mendoza, La China; Sara Lovera en sus primeros años de reportera y Sara Moirón quien, tras desempeñarse como reportera y autora de entrevistas y reportajes, desempeñó, a finales de la década de los sesenta, la jefatura de información. Entre sus logros periodísticos destaca una entrevista con el general Lázaro Cárdenas, cuando éste era expresidente. El general le decía: muchachita y la trataba con deferencia.17 Moirón fue autora de Magdalena León (compiladora), Poder y empoderamiento de las mujeres, Bogotá, Coedición de Tercer Mundo Editores y Fondo de Documentación Mujer y Género de la Universidad Nacional de Colombia, 1997, p. 2. 15 Margaret Schuler en Magdalena León, op. cit., página 3. 16 México 75. Año Internacional de la Mujer. Números 1-12, Hemeroteca Nacional. 17 Sara Moirón, entrevista con la autora de este artículo, ciudad de México, 15 de enero de 1999. _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ __ _ _ __ _ _ _ 140 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales innumerables notas informativas, entrevistas y crónicas. Publicó el libro Personajes de la ciudad, texto en el que integró sus encuentros con diversos personajes de la década de los sesenta.18 Hay que subrayar que la plantilla de El Día estuvo conformada en su mayoría por mujeres tanto en la sección nacional como en la internacional. Esto no hubiera podido lograrse sin la voluntad política del director de aquel rotativo, Enrique Ramírez y Ramírez, de ideología izquierdista, quien comentaba jocoso: “Me encanta estar rodeado de mujeres pero no sólo porque admiro su belleza, sino sobre todo porque reconozco y valoro su inteligencia”.19 El Día fue creado en 1964 en las postrimerías del sexenio encabezado por Adolfo López Mateos; las “fuentes” de mayor importancia eran cubiertas por mujeres. En la década de los setenta, Paz Muñoz era la responsable de la fuente de la Presidencia de la República, Estela Vaylón cubría económicas, Eva Leonor Méndez, asistenciales, Teresa Gurza realizaba reportajes especiales y Rosa María Valles Ruiz cubría la fuente del Senado de la República en tanto que Isabel Morales era la responsable de la Cámara de Diputados. Morales fue autora de la columna “Tiempos políticos” en esa década. Una periodista destacada que llegó incluso a dirigir el diario fue Socorro Díaz. Pocas mujeres periodistas han logrado escribir columna política. En el medio se considera a un columna, sobre todo si es de índole política, como el “peldaño superior”20 a que se puede aspirar. ¿Por qué? porque ser columnista es tener presencia política, opinión influyente e incluso poder y el poder, al igual que la gloria, constituye “la aspiración más alta y la recompensa más grande a que puede aspirar un ser humano en su paso por la tierra”21. Este tipo de poder puede relacionarse con el empoderamiento señalado anteriormente. En el caso de las mujeres ha sido limitado. Un caso excepcional lo fue, también en El Día, Adelina Zendejas, quien casi desde el inicio del periódico escribió la columna “Ellas y la vida” con el seudónimo Yolia. Josefina Hernández Téllez22, investigadora que ha abordado como objeto de estudio la vida de Zendejas, comenta que la periodista usó por lo menos diez seudónimos femeninos hecho del cual Adelina se enorgullecía ya que llegó incluso a afirmar que nunca usó un seudónimo masculino. Sin embargo, el Diccionario de Seudó- nimos, Anagramas, Iniciales y otros Alias, reporta que Adelina usó también el seudónimo de “Gerardo” en El Universal Gráfico (1926-1929). Zendejas recibió el Premio Nacional de Periodismo en 1988 por su trayectoria. En esa ocasión afirmó que el oficio periodístico no sólo es informar, instruir, comentar o criticar sino sobre todo “forjar la conciencia ciudadana y la opinión pública...”23 El caso del periódico El Día es paradigmático si de empoderamiento de mujeres periodistas se habla. En 1980, a la muerte de Enrique Ramírez y Ramírez, director fundador del diario, es Socorro Díaz quien asume la dirección del rotativo. Egresada de la escuela de periodismo “Carlos Septién García”, Díaz fue reportera, directora del suplemento “El Gallo Ilustrado”, subdirectora y directora del diario por más de una década, 1984–1996. Fue distinguida con el Premio Nacional de Periodismo en el área de divulgación cultural. Además, Socorro Díaz tiene una trayectoria en el medio político. Fue diputada federal y senadora por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), presidenta de la Comisión Permanente de la Cámara de Diputados y directora del ISSSTE. Contendió en dos ocasiones por la candidatura 18 Ibídem. Ernestina Hernández, entrevista con la autora de este artículo, ciudad de México, 10 de agosto de 2005. 20 Rosa María Valles Ruiz, La columna política en México. Una propuesta de análisis ante las elecciones presidenciales del 2 de julio del 2000, México, IEDF, 2004, p. 22. 21 Herbert Rosinski, El poder y el destino humano. Buenos Aires, Paidós, 1967, p. 21. 22 Josefina Hernández Téllez. Adelina Zendejas, precursora del periodismo y de la escritura femeninos, México, UNAM, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, (Tesis de Maestría en Ciencias de la Comunicación), 2001, p. 73. 23 Adelina Zendejas. Palabras en la ceremonia de la Entrega de Premios Nacionales de Periodismo 1987-1988. tomado de Josefina Hernández Téllez. op. cit. p. 75. 19 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ __ _ _ __ _ _ _ Sociedad y Política 141 del PRI a la gubernatura de su estado natal, Colima. Al ser derrotada, abandonó el PRI y se integró al Partido de la Revolución Democrática (PRD) partido por el cual logró una diputación federal por la vía plurinominal (2003-2006). El Día marcó la pauta. En otros periódicos, la situación era diferente, aunque en Excélsior se registra un caso paradigmático: Isabel Zamorano cubre Presidencia de la República en el sexenio de Luis Echeverría Álvarez (1970-1976) y continua dos sexenios más (José López Portillo, 1976-1982, Miguel de la Madrid, 1982-1988) y unos años más del de Carlos Salinas de Gortari, 1988-1990). Esta periodista se distinguió por marcar con claridad las diferencias entre el poder político y el periodístico. El caso de Zamorano en los setenta fue excepcional. La mayoría de las mujeres periodistas estaban relegadas. Algunas llegaron incluso a realizar acciones que ahora parecerían cómicas pero que entonces tuvieran una razón de ser. La convicción de que el trabajo periodístico “serio” sólo lo hacían los hombres llevó a Irma Fuentes, reportera de Novedades, a adoptar actitudes drásticas. Irma Fuentes24 recuerda que cuando ella comenzó a conseguir entrevistas importantes (era el final de los sesenta y el inicio del se- xenio del presidente Echeverría) no faltó quien le dijera que eso lo podía hacer porque era mujer. --------•-------- Yo le dije a mi amiga Bertha Fernández: si tú no exiges que te traten como un varón te van a relegar. Te van a tratar como una dama Y yo no quiero que me traten como a una dama. Quiero que me traten como un periodista.25 --------•-------- Irma decidió a partir de entonces vestirse como hombre y demandar que la trataran “como a un periodista”. El jefe de redacción de Novedades de aquel entonces, Daniel Ramos Nava, se comenzó a dirigir a ella exclamando: ¡Reportero Fuentes, venga para acá! Lo ocurrido a Irma Fuentes suscita diversas reflexiones. Pasa por la construcción de las subjetividades y la expresión de éstas en el trabajo profesional. “No quiero que me traten como a una dama, quiero que me traten como a un periodista”. Esta frase indicaba el peso del contexto social de aquella época, las reglas del juego aceptadas, la aceptación de la propia Fuentes de que “una dama” no podía actuar como un periodista. Incide también en lo que Michel Foucault denomina “diferentes modos de subjetivación del ser humano a través de los órdenes de saber y poder”.26 Irma vistió de hom- 24 bre varios años por lo menos hasta que adquirió la conciencia de que tenía el poder y la seguridad necesaria para desenvolverse como periodista, aunque fuera mujer*. Con el tiempo Irma Fuentes se convertiría en una columnista política de gran influencia. De transgresora del espacio público pasó a actor legítimo en el ámbito periodístico e incluso se le puede considerar como pionera en el inicio del empoderamiento de las mujeres periodistas. Otra mujer que ha alcanzado puestos directivos y que también ha escrito columna política (“Los noventa”), aunque por un breve lapso, es Carmen Lira, actual directora de La Jornada. Carmen fue reportera del diario Unomásuno de 1977 a 1984. Formó parte del grupo de periodistas que abandonó Unomásuno y fundó La Jornada. Fue subdirectora de este último diario y finalmente directora. En 2004 fue reelecta para un segundo y último periodo de cuatro años. Es autora de excelentes reportajes entre ellos una serie sobre la invasión de Estados Unidos a Panamá y el bombardeo a un barrio panameño conocido como “El Chorrito”. Entre sus trabajos más sobresalientes se encuentra la entrevista hecha al subcomandante “Marcos” en 1995, un año después del levantamiento armado Irma Fuentes, entrevista con la autora de este artículo, ciudad de México, miércoles 23 de mayo del 2001. Ibídem. 26 Michel Foucault citado por María Inés García Canal, Seminario sobre Foucault y el poder, México-UAM-Xochimilco, mayo-junio de 2002. * Cuando ingresé como reportera al periódico El Día en 1974, una de las primeras compañeras de otros diarios que conocí fue a Irma Fuentes. Me llamó enormemente la atención su forma de vestir. La moda de entonces era la minifalda y una reportera que siempre usaba pantalón y sacos “de hombre” era francamente inusual. 25 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ __ _ _ __ _ _ _ 142 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).27 En 2001, la periodista especializada en asuntos internacionales, Ernestina Hernández, fue designada subdirectora del Unomásuno, cargo que desempeñó hasta noviembre de 2002, cuando se unió a la huelga que declaró a los dueños de la empresa el sindicato de trabajadores del periódico, quienes expresaron así su inconformidad por la línea editorial de los compradores del rotativo. Hernández se transformó en la lideresa del movimiento huelguístico. El Sol de México es dirigido por Isabel Zamorano desde 2004. Zamorano es una periodista de larga trayectoria en el medio. Como ya se mencionó es la única mujer periodista que ha cubierto la fuente de Presidencia de la República por más de tres sexenios. Hay casos de direcciones fugaces como la de Margarita Michelena, quien en la década de los ochenta fundó y dirigió el periódico Cuestión, un diario cuyo slogan era: un periódico hecho sólo por mujeres. La aventura duró poco. O el caso de Isabel Arvide, quien al inicio del sexenio encabezado por Ernesto Zedillo, estuvo al frente del periódico Ovaciones. Su gestión duró sólo unos días. No hubo explicaciones aunque en el medio se afirmó que un titular del periódico incomodó al entonces presidente Zedillo**. Otro caso de dirección breve fue el de la periodista de origen español, Pilar Ferreira, quien dirigió, durante 2002, El Sol de México que se edita en la ciudad de México. Excélsior fue dirigido en 2003 por Patricia Guevara aunque sólo por unos cuantos meses. Las columnistas políticas, escasas En el terreno del columnismo político son escasas las mujeres autoras de este tipo de textos. En la década de los sesenta se registra el trabajo de Adelina Zendejas de quien ya se habló. Otra columnista cuyo nombre es poco conocido fue Susana Schendel, quien a finales de esa década publicaba, en la página 7, regularmente la columna “Y para hoy...” en el diario El Nacional..28 Una periodista que también ha incursionado en la columna no propiamente de temas políticos sino de temas variados es María Luisa Mendoza “La China”. Ella inicia su trabajo en el periódico El Día a finales de los sesenta. Su columna se titula “La O” por lo redondo y desde sus comienzos pone énfasis en el manejo del lenguaje y el uso de términos coloquiales, como la votadera o la llevadera de gente para referirse a un mítin o reunión. Irma Fuentes con Luis Cantón Zetina, escribió en el diario Novedades la columna “Piñata dominical”. Irma había pasado por prácticamente todas las “fuentes” incluyendo las políticas antes de llegar a ser columnista. “Piñata Dominical” duró ocho meses. Después Fuentes hizo Rinconera Política y posteriormente una 27 Carmen Lira, “Marcos: la crisis: puerta al fascismo: Marcos”,en La Jornada, el rostro de un país, 1984-2004, México, Desarrollo de Medios, 2004, pp. 232-235. ** Sin haberse confirmado nunca, se decía en los pasillos que la salida de Isabel Arvide se debió a la “cabeza” que sobre el gabinete de Zedillo se publicó como nota principal. El encabezado decía: “Decepcionó” (refiriéndose al gabinete). 28 Periódico El Nacional, primero de julio de 1963, Hemeroteca Nacional, Consulta realizada el 13 de septiembre del 2001, Revisión de las columnas de Susana Schendel, 1, 8, 15, 22, 29 de julio de 1963. _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ __ _ _ __ _ _ _ Sociedad y Política 143 columna que refleja la forma como el contexto socio-histórico determina también el papel de la prensa. La columna en cuestión se llamaba “De marcianos” y fue publicada por Fuentes en el sexenio de José López Portillo. El título se le ocurrió a ella, se publicaba tres veces a la semana, lunes, miércoles y viernes. Irma Fuentes29 comenta: “Yo escribía de un país imaginario, de funcionarios y empresarios imaginarios y entonces sí, ya no había limitación, yo le podía dar a quien quisiera”. ¿Qué quería decir Irma con estas últimas palabras? Ella considera que un columnista “no escribe para el público en general”. “Tú escribes como columnista para tus amigos y para la gente del gobierno”. Se escribe, subraya, para la gente que posee el poder o que influye sobre éste, pero “sobre todo para gente que entiende lo que tú dices”. Con su columna “De Marcianos” ella podía mencionar prácticamente todas las situaciones porque cambiaba los nombres de los supuestos funcionarios y se trataba de un país que no era México. Cuando se acabó el sexenio de López Portillo y ascendió a la presidencia de la República Miguel de la Madrid, Irma salió del periódico para irse a la Universidad Iberoamericana a estudiar sociología. Posteriormente se integró a El Gráfico de El Universal, donde 29 30 escribió la columna “Escritorio político”, columna publicada hasta finales de 1999. De sus veinte años como columnista, Irma Fuentes recuerda que la impresionó el impacto de una de sus columnas sobre un fraude en una dependencia. --------•-------- “Cesaron a los dos días al funcionario aludido y yo me sentí muy mal pues no me constaba la información. No tenía pruebas documentadas...” Eso me llenó de mucha angustia, porque me dí cuenta de que mi verdad influye en las cosas… En otra ocasión, publiqué —ahora sí con documentos concretos— una acusación contra Rosa Luz Alegría (secretaria de Turismo) a quien López Portillo (entonces presidente de la República) le había dado dinero para darle un aguinaldo alto a sus subdirectores, directores y subsecretarios, lo que no cumplió en todos los casos. Rosa Luz Alegría me anduvo buscando, me mandó recados con Bertha Fernández de que me iba a amolar y todo, Pero yo sí tenía en que apoyarme… --------•-------- Isabel Arvide es conocida sobre todo por la demanda que interpuso en su contra la exactriz y viuda del expresidente José López Portillo, Sasha Montenegro. Sin embargo, es una de las pocas columnistas políticas en México. Sin gafete ha sido publicada en diversos diarios, con altibajos, debido a los problemas de diversa índole que ha enfrentado la periodista. Olga Moreno fue una columnista que nunca firmó con su nombre. Ibídem. J. H. Tellez, op. cit., _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ __ _ _ __ _ _ _ 144 Revista Mexicana de Ciencias Políticas y Sociales “Café Político” se publicó por varias décadas en El Heraldo de México. A finales de 1999 y hasta finales de 2001, descolló en el ámbito de la columna política Lourdes Galaz, autora de “Página 9” en La Jornada. La columna de Galaz se posicionó en poco tiempo. Publicaba su columna dos veces a la semana, miércoles y sábado, compartiendo espacio con dos columnistas del mismo diario que en 2006 mantienen su columna: Miguel Ángel Rivera (“Clase política”) y Julio Hernández López (“Astillero”). Otras mujeres periodistas como Nidia Marín, en Excélsior, Aurora Berdejo, en El Sol de México, y Nadia Piemonte, en El Financiero, publican columnas. Nidia Marín aborda temas de la ciudad, concretamente del Distrito Federal, Nadia Piemonte, de diversos temas en tanto que Aurora Berdejo se centra en temas políticos. El caso de Berdejo es singular. Por más de 15 años estuvo al frente de la columna política más importante del diario Excélsior: “Frentes Políticos”. Al salir de este diario, se incorporó a El Sol de México. Por otra parte, un análisis realizado por Josefina Hernández Téllez30 en tres diarios de la ciudad de México, Reforma, El Universal y La Jornada, sobre la presencia de firmas femeninas en el ámbito de la opinión, puso de manifiesto que en temas tan importantes como la reforma fiscal, de 106 textos ubicados en los diarios mencionados, sólo 6 correspondieron a mujeres y 100 a hombres. Hernández Téllez ubicó el asunto del aborto por considerar que éste era un tema en el que supuestamente las mujeres podrían participar en menor medida. De 87 textos ubicados, 14 eran de mujeres y 73 de hombres. En resumen, puede afirmarse que la conquista de la información general por la mujer periodista es un hecho en el inicio del siglo XXI. Sin embargo, la expresión de las mujeres en el periodismo de opinión es limitada al igual que los puestos directivos, situación de la que se infiere un empoderamiento restringido. Recibido el 23 de noviembre del 2005 Aceptado el 2 de enero del 2006 _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __ _ _ __ _ _ __ _ _ _ Sociedad y Política 145 Referencias bibliográficas Arendt, Hannah, De la historia a la acción, Buenos Aires, Paidós,1995. Galaz, Lourdes et al, La Jornada, el rostro de un país 1984-2004,México, Desarrollo de Medios, 2004. Hernández Carballido, Elvira. Las primeras reporteras mexicanas: Magdalena Mondragón, Elvira Vargas y Esperanza Velásquez Bringas, México, Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, 1997, (Tesis de maestría en ciencias de la comunicación). Hernández Téllez, Josefina, Adelina Zendejas, precursora del periodismo y de la escritura femeninos, Universidad Nacional Autónoma de México, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, 2001. 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