¿Qué es lo destacable de este adolescente?Domingo Savio llegó
al oratorio preparado previamente, de una familia que lo acunó
y educó notablemente; lo mismo sucedió con otros jóvenes
modelo del Oratorio. Miguel Magone, por el contrario, es un
“producto” puro y exclusivo de la pedagogía de Don Bosco en
tan solo 14 meses.
Tipos de acompañamiento
Pero en concreto, ¿cómo acompañar a los gurises, a los Magones de nuestras casas?
Existen muchos elementos para el acompañamiento que los tenemos incorporados
aunque sin darnos cuenta. Vamos a establecer algunas formas generales de acompañar y
más adelante veremos algunas herramientas bien concretas. ¡Sería genial que pudieran
elaborarlas también Uds. con su experiencia y conocimientos!
En Miguel Magone vemos ,pues:
L Carencia de formación en la familia: huérfano de padre; no
Acompañamiento Personal
cuidado de la madre; vida en la calle; peligro de cárcel.
Busca entre otros aspectos favoreces la apertura de sí mismo, superar temores e
inhibiciones que limitan la expresión de sí mismo, reforzar la identidad personal y la
autopercepción personal, favorece la autonomía y responsabilidad, aprender a enfrentar y
manejar conflictos y dificultades, aprender a vivir con conciencia
realista y orientados con valores permanentes en la elaboración
de un proyecto de vida.
J Influencia del ambiente educativo del Oratorio: alegría y ocio bien ocupado,
cumplimiento del deber, frecuencia de sacramentos, cercanía del
educador/sacerdote.
La conclusión es muy clara: Si un corazón y un espíritu son tratados según su modo
de ser; guiados por la bondad; favorecidos y cultivados en un ambiente apropiado,
brotarán y crecerán todas las potencialidades escondidas bajo la ceniza superficial.
Dice Don Bosco en la vida que escribió de Miguel Magone:
“Hacía tiempo que para Miguel divertirse era un peso insoportable. La sonrisa no
aparecía en sus labios. Mientras los compañeros se dedicaban en cuerpo y alma al recreo,
él se retiraba a veces a un rincón a pensar, a reflexionar y a veces a llorar. Por eso un día
mandé llamarle y le hablé así:
- Necesitaría que por un momento me dejases ser dueño de tu corazón y que me
manifestases la razón de la melancolía que te atormenta desde hace algún tiempo. [...]
- Tengo la conciencia embrollada, respondió.
- Esto me basta; he comprendido todo. Necesitaba que tú pronunciases esta palabra
para que yo pudiera decirte el resto”.
El relato continúa con la preparación y la confesión de Miguel, acto que devolvió la alegría y
vitalidad al joven.
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SEGURAMENTE HAYAS TENIDO LA EXPERIENCIA DE VER “FIEROS LOBOS”
CONVERTIDOS EN CORDEROS Y PASTORES. ¿QUÉ RECORDÁS COMO IMPACTANTE
PARA FAVORECER LA TRANSFORMACIÓN?
Para Don Bosco era amar a cada uno. La mejor cualidad de Don
Bosco educador era encontrar el tiempo, la ocasión y la
manera de escuchar y tratar a cada joven como un ser
único, amado por Dios, que tiene su vocación personal y a
quien hay que ayudar en el descubrimiento de sí mismo y
del proyecto de Dios para él.
Acompañamiento Comunitario
Busca descubrir la dimensión social de la propia vida,
descubrir el sentido de pertenencia a un grupo y el
servicio a los demás. Espera favorecer el valor
fecundo del encuentro, del diálogo y del apoyo mutuo para crecer, de la convivencia
fraterna, de la transformación de objetivos individuales en objetivos grupales, de la
participación responsable.
Se trata, en el fondo, de asegurar que la comunidad sea un espacio donde los jóvenes
puedan realizar los procesos de crecimiento y maduración que los lleve a discernir y realizar
su proyecto de vida.
Para Don Bosco, el grupo le permite al joven consolidar y madurar su identidad personal, es
la oportunidad de relaciones interpersonales.
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Acompañar a través del ambiente
El ambiente educativo era para Don Bosco indispensable en el crecimiento y
acompañamiento de los jóvenes. Se dio cuenta que un ambiente en el que se “respira”
bondad, honestidad, amor a Dios y al prójimo es capaz, junto con las intervenciones
personales, de formar buenos cristianos y honrados ciudadanos.
Don Bosco quiso crear una propuesta alternativa gracias a un ambiente hospitalario
para los jóvenes, donde se sentían a gusto, hacían experiencia de vida en familia, se
encontraban en su casa. Este ambiente de privilegio de las relaciones personales entre
jóvenes y adultos, crea una fuerte identificación con los valores que se proponen.
¿Quién no recuerda, acaso, las experiencias más ricas de su historia asociadas a un “lindo
ambiente” o a un “buen grupo”? ¿O no decimos que mucho de lo que aprendemos y
somos es gracias al ambiente (familia, escuela, amigos, iglesia, grupos...)?
DOS CARACTERÍSTICAS DEL AMBIENTE
ESPÍRITU DE FAMILIA:
Sin familiaridad no se puede demostrar el afecto y sin esta demostración no puede
haber confianza.
En un clima de mutua confianza se siente la necesidad y la alegría de compartirlo todo y
las relaciones se regulan no tanto por la ley, sino por el
movimiento del corazón y la fe.
Elementos que contribuyen a formar el espíritu de familia:
presencia del educador, presencia del Director, las buenas
noches (tardes, días), la palabrita al oído, los grupos
juveniles.
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ALEGRÍA:
La necesidad más profunda del joven es la alegría.
“Nosotros hacemos consistir la santidad en estar siempre
alegres”.
El cristianismo es la más segura y duradera fuente de felicidad (“buena noticia”).
La alegría no es buen humor, sino el estado de ánimo de quien coloca la propia vida y las
preocupaciones en manos de Dios.
El estilo de vida sereno y gozoso de la comunidad de educadores y alumnos es, por sí
mismo, un factor de educación.
Movimiento Juvenil Salesiano
Uruguay
AMBIENTE EDUCATIVO ACOMPAÑAMIENTO
El acompañamiento en el estilo educativo de Don Bosco
Encuentro con Don Calosso - Don Bosco niño.
Es un sacerdote anciano, pero Don Bosco nos lo presenta como el primer animador
modelo: "era un sacerdote muy bueno, anciano. Caminaba todo encorvado, y sin embargo
recorría todo aquel camino para escuchar con nosotros la misión" . "Me animó a frecuentar
la confesión y la Comunión. Me enseñó a hacer todos los días una pequeña lectura
espiritual. Todo mí tiempo libre, lo pasaba con él". (Puede leerse en las Memorias del Oratorio, nº 9)
En contraste con el animador modelo Don Calosso, Don Bosco presenta un modelo
negativo de animadores: Los sacerdotes de Castelnuevo: "Me sucedía con frecuencia
encontrar por el camino al párroco y al vicario. Los saludaba desde lejos, me acercaba con
cortesía, pero ellos solamente respondían a mi saludo y continuaban su camino.
Entristecido decía: "Sí yo fuera sacerdote, no me portaría así. Trataría de acercarme a los
muchachos, les daría buenos consejos, les diría buenas palabras”.
Notemos bien los valores que él destaca en el buen animador y los que quisiera encontrar
en los animadores inhábiles: participación, aun sacrificada, en lo que hacen los jóvenes,
poner el propio tiempo a disposición para ayudar y animar a la lectura espiritual; acercarse a
los muchachos, decirles palabras agradables y buenos consejos.
Encuentro con Miguel Magone - Don Bosco sacerdote
Sería facilísimo documentar cómo Don Bosco hizo todo esto en muchas circunstancias. Por
ejemplo, en la estación de Caramagnola cuando escuchó por primera vez la voz de Miguel
Magone: se acercó a los muchachos, trató de participar en sus juegos con el riesgo de
perder el tren, dijo buenas palabras, dio consejos, y terminó por enganchar un joven para su
Oratorio de Turín, donde si hubiese vivido Miguel Magone habría tenido todas las
posibilidades de llegar a ser un excelente educador salesiano.
Vamos a detenernos en este personaje. Miguel nació en 1845 y entró al Oratorio en 1857.
Estuvo ahí solo 14 meses, porque murió a principios de 1859, con 13 años.
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1. LA EDUCACIÓN PERSONAL, UNO A UNO.
2. CONFIANZA EN EL EDUCADOR
La asistencia es el punto de partida de la práctica del animador y tiene valor
sobre todo en función de la presencia educativa estimulante (es una característica del
sistema preventivo que no debe olvidarse y que de hecho se olvida demasiado) que
tiene en cuenta a cada chico en particular. Si nos quedamos en una visión superficial
de la asistencia creeremos que es solo una forma de “mantener todo en orden y
tranquilo”, pero sin estimular un clima positivo. Esta sería una de las más sutiles
formas de traicionar el pensamiento de Don Bosco.
Se podría afirmar que el método de Don Bosco se confunde, se identifica, con
la persona del educador. El escrito que hizo Don Bosco sobre el Sistema Preventivo
concluye con un acto de fe en sus recursos interiores, en su potencia espiritual: “éstos
son los artículos preliminares de nuestro Reglamento. Pero a todos resulta
indispensable la paciencia, la diligencia y la frecuente oración sin lo que resultarla
inútil cualquier Reglamento”.
La figura del educador se ubica en el centro de la metodología educativa de
Don Bosco. No con una finalidad represiva, sino al servicio del educando, consagrado
a él totalmente.
La constante presencia física es importante. Sin esta presencia ininterrumpida
en medio de los muchachos, la obra de Don Bosco podría parecer un simpático “club
de amigos” perdiendo su característica de constituir una “familia”.
No se trata de una mera cuestión disciplinar. Sino de una presencia amorosa, la
de una persona que ha aceptado, como gozo y misión de su vida, el estar siempre
entre los jóvenes, incluso cuando llega el
cansancio o momentáneamente se puede
perder la confianza en ellos.
Presencia de una persona que ama,
que convence a los jóvenes de que siempre su
alegría mayor consiste en conversar y jugar
con ellos sin olvidar que el deseo de gozar de
un poco de tranquilidad, descanso o soledad, se hace sentir por dentro...
La presencia: éste es el mayor, el mejor, de todos los métodos, de todos los
recursos didácticos y de animación. Estos pueden faltar ocasionalmente, pero es un
mal incomparablemente menor que la ausencia del educador. ¿CÓMO EVALUARÍAS
TU PRESENCIA (Y LA DE TUS COMPAÑEROS) EN CUANTO A “CANTIDAD” Y CALIDAD?
Pero es que incluso estando en posesión de los mejores métodos, es la
persona del educador la que les infunde alma y gracia. El “estilo” educativo de Don
Bosco está auxiliado más del espíritu interior que de contribuciones externas. La
religión, la razón y la “amorevolezza” no son cosas, no son instrumentos. Depende
del educador solamente su sentido y su valor en el campo educativo con la impronta
particular que Don Bosco quiso y que imprimió a su vida.
Esta “personificación” del método se ha dado sobre todo y en grado eminente
en el artista que la ha creado. El método está por dentro del educador que concreta y
fervorosamente sabe encarnar, intuir, revivir, los sentimientos, las intenciones, las
ideas, la santidad, de Don Bosco.
Por cierto, Don Bosco no redujo la influencia educativa a la creación en general
de ambientes edificantes. Se preocupó seriamente de la relación personal con cada
uno. Hay una escala en estas relaciones: para algunos será necesaria la
dirección espiritual; para otros, la inmensa mayoría, el encuentro del patio, del
estudio, de la clase, de los grupos...
Impresiona considerar lo que Don Bosco cuidó estos encuentros personales
imponiéndose increíbles sacrificios incluso mientras fue Fundador y Superior Mayor
de la Congregación Salesiana y le absorbían agobiantes problemas de índole general,
lejos de Valdocco. ¿CUÁNTO ESPACIO LE DEDICAMOS A ACERCARNOS Y CONVERSAR
CON CADA UNO DE LOS MUCHACHOS, NO SÓLO LOS MÁS “INTERESANTES”?
Es también impresionante la forma con la que Don Bosco llevó a la práctica
esta asistencia, que es una presencia que afecta a todos y a cada uno:
“buenas noches”, palabras al oído, avisos, cartas colectivas,
cartas dirigidas a grupos concretos desde lejanas distancias,
permanencia en el patio durante los recreos, coloquios,
entrevistas. Todo esto cobraba para Don Bosco un peso y
una categoría propios de las grandes empresas. Ningún
éxito económico u organizativo hubiese compensado un
solo fallo en el campo educativo.
Y es que Don Bosco quería sobre todo y en todo
tiempo ser educador.
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¿ES LA NUESTRA UNA VERDADERA PRESENCIA
EDUCATIVA, QUE DESARROLLA POTENCIALIDADES (FE,
RELACIÓN, CULTURA, ETC?
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3. EL “CLIMA” EDUCATIVO
El Sistema Preventivo no se agota en la creación de relaciones personales entre
educador y educando, en la solicitud individual por el muchacho. También busca la
forma de crear un “clima”, un “ambiente” ya de por si formativo para la masa o para
muchos jóvenes. Es una condición indispensable para el desarrollo de la educación
personal. Todo ambiente característico se construye con la convergente dosificación
equilibrada de múltiples y diversos elementos, todos necesarios para la funcionalidad e
integridad del todo.
Si suprimiéramos de una casa salesiana la música, la animación, el canto, los
sketchs, pensando que no se trata de elementos educativos esenciales no puede
asegurarse que esa educación goce del estilo del sistema preventivo de Don Bosco.
Paralelamente nadie sostendrá la tesis de que el juego y el patio, etc., sean condiciones
imprescindibles de cualquier educación cristiana. Pero una institución educativa sin
estos elementos, aunque se consigan robustas personalidades cristianas, no puede
considerarse que está organizada con el sello y el método de Don Bosco.
Los ejemplos podrían multiplicarse. Pero la conclusión no es discutible. El
“sistema” de Don Bosco está esencialmente construido también por un “clima” para el
que se necesita la contribución de varios y bien determinados elementos espirituales y
también materiales . ¿CUÁLES SON EN EL CASO DE USTEDES?
Una obra de arte (y el sistema de Don Bosco es una obra de arte educativa) no
solamente se preocupa de respetar las reglas fundamentales de la técnica, de la
gramática, de la sintaxis... Admite elementos extracientíficos que constituyen más
especialmente un estilo, como esos detalles al parecer insignificantes: un claroscuro,
una disonancia, un adorno fantástico.
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El ambiente educativo querido y creado por él es el menos burocrático y artificial
que se pueda imaginar: la familia. La relación entre educador y educando no puede ser
más sencilla e inmediata: la “amorevolezza”, el amor espontáneo y sobrenatural
amasado todo él de buen sentido cristiano y de viva cordialidad humana, de simpatía, de
amistad. Uno de los momentos “metodológicos” cruciales de la acción educativa es el
que tiene lugar en el encuentro cordial, casual, que no ha sido preparado de antemano,
que no tiene protocolos, durante el juego, en el patio, en la conversación. Nada de
puesta en escena, de procedimientos extraños o costosos. Convivir en medio de los
jóvenes ininterrumpidamente, dentro de un clima espontáneo y familiar, es la suprema
formula para conocerlos, para captar su temperamento, sus eventuales anormalidades
y debilidades. ¿QuÉ LOGROS TENEMOS EN EL AMBIENTE DE NUESTRA CASA? ¿QUÉ ES
LO MÁS URGENTE A MEJORAR?
Movimiento Juvenil Salesiano
Uruguay
AMBIENTE EDUCATIVO ACOMPAÑAMIENTO
Para este año el MJS del Uruguay se ha propuesto como línea de acción
PROMOVER EXPERIENCIAS PARA QUE CADA JOVEN Y CADA ANIMADOR
ENCUENTREN ELEMENTOS PARA CONSTRUIR SU PROYECTO DE VIDA
APOYADO EN UN AMBIENTE EDUCATIVO FAVORABLE Y UN
ACOMPAÑAMIENTO QUE TIENE LUGAR A NIVEL PERSONAL Y GRUPAL.
Esto sin olvidarnos del encuentro personal con Jesús, y en una dinámica de servicio al
hermano. Pero el énfasis estará en rescatar y promover el ambiente educativo de
nuestros grupos, y hacer continua y sistemática la dinámica del acompañamiento.
El acompañamiento educativo salesiano tiene cuatro vertientes: el ambiente o clima
educativo y pastoral de la presencia salesiana en la obra, la maduración vivida por cada
persona en las experiencias asociativas, el acompañamiento espiritual personalizado
y el desarrollo del Proyecto Educativo Pastoral de una obra.
Con este sencillo material (y otros que irán llegando) podemos
ayudarnos a la reflexión sobre estos temas y alentar prácticas
concretas en nuestra tarea educativa.
Y como siempre debemos ir a los orígenes, a nuestro fundador, a
aquellas cosas que son constantes y no negociables en el Sistema
Preventivo. Por eso haremos unos comentarios sobre lo vivido por
Don Bosco para trasladarlo a nuestros grupos y jóvenes
particulares.
Sería bueno que al ir leyendo y comentando estas líneas
pudiéramos soñar e imaginarnos modos de estimular un lindo
ambiente educativo en nuestra obra. Lo mismo con las formas de
acompañar al grupo y a cada uno. Esto nos puede ayudar a planificar con cierto orden y
realismo los pasos e intervenciones que haremos este año para desarrollar la línea de
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