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Aspectos generales de la conquista de México

2007, Cuatro visiones del Descubrimiento y la conquista de América

C u a tr o v is io n e s deldescub~ento y c o n q u is ta Mipe1 L a q . e d e A m é r i c a zyxwvutsrqponmlkjihgfedcba T U a r ia F n a c :is c :o L a is J im é a a A b o lla d o jo I é S ú a c la e z J im é a e z UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE HIDALGO CUATRO V IS IO N E S D E L D E S C U B R IM IE N T O Y C O N Q U IS T A D E A M É R I C A zyxwvutsrqponmlkjihgfedcb Gabriel Márquez RamírezgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCB coordinador Miguel Luque Talaván Francisco LuisJiménez Abollado José Sánchez Jiménez UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE HIDALGO Sociedad y P ensam iento UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL ESTADO DE HIDALGOZYXWVUTSRQPON L u i s G i l B o r j a gfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA R ector M a r c o A n to n io A lfa r o M o r a le s Secretario G eneral E v a r is to L u v iá n T o r r e s Secretario G eneral A dm inistrativo J u a n M a r c ia l G uerrero R osad o C oordinador de la D ivisión de E xtensión A d o lfo P o n tig o L o y o la D irector del Instituto de C iencias Sociales y H um anidades D a v id L agunas A r ia s ]rft del Á rea A cadém ica de H istoria y A ntropología E n r iq u e R iv a s P a n ia g u a D i;-ector de E diciones y P ublicaciones A bel L . R oque L ópez Subduector de E diciones y P ublicaciones E ste libro fue financiado con recursos P IF I3.1 1a edición: 2007 © Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo Abasolo 600, Pachuca, Hidalgo, México, CP 42000 Correo electrónico: editor@uaeh.reduaeh.mx Prohibida la reproducción parcial o total de esta obra sin el consentimiento escrito de la UAEH. ISBN: 970-769-115-8 Í N D I C E zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPONML Prólogo............................................................................................................ 5gfedcbaZYXWVUTSR M a n u el A lb erto M o ra les D a m iá n Introducción. 9 M arco A n to n io A lfaro M o ra les Presentación: Significado del descubrimiento y conquista de América... ...... 11 G abriel M á rq u e ; R a m ire ; La España de los Reyes Católicos................................................................... 15 M ig u el L u q u e T a la vá n El ciclo colombino: 1492-1506.... 65 G abriel M a rq u e ; R e m ite ; Aspectos generales de la conquista de México 115 F ra n cisco L u is Jim én ez A b o lla d o Sí mismo como otro La mirada de los colonizadores en los relatos del siglo XVI.. .13 1 Jo sé Sáncher Jim én ez Bibliografía general.. 143 A sP E C T O S G E N E R A L E S D E L A C O N Q U IS T A D E M É X I C O zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQ Dr. Francisco LuisJIMÉNEZABOLLADOgfedcbaZYXWV U n iversid a d A u tó n o m a d el E sta d o d e H id a lg o A rea A ca d ém ica d e H isto ria y A n tro p o lo g ía LA CONQUISTA de México ha sido, es y seguirá siendo tema de debate en buena parte de las escuelas historio gráficas americanistas. Su desarrollo, sus repercusiones y consecuencias siguen siendo analizados y considerados como un choque entre dos civilizaciones, dos fuerzas antagónicas, un enfrentamiento entre "buenos"DCBA y "malos". Por ello, este capítulo de la historia mexicana suele ser juzgado como espinoso cuando se dispone a ser examinado. 125 E scu d o d e a rm a s d e E sp a ñ a q u e tra ía C o rtés. (lien zo d e T la xca la ). 125 Sobre la conquista de México, véanse las obras de PADDEN, R.e., C o n q u est a n d S o vereig n ity in th e V a lll!)' o J M exico , GIMÉNEZ FERNÁNDEZ, Manuel, 1 5 0 3 -1 5 4 1 , T h e H u m m in g b ird a n d th e H a w k. Nueva York, Harper & Row, 1970, H ern á n C o rtés y su revo lu ció n co m u n era en la N u eva E sp a ñ a , Escuela de Estudios Hispano Americanos, 1948. 115 Sevilla, l . L a c o n q u is ta e n e l ir n .a g in a r io e s p a ñ o l: p r e c e d e n t e s zyxwvutsrqpon Cuando la monarquía española a partir de 1492 pone sus ojos allende el Atlántico, n o n p lu s u ltra , están una vez que éste deja de ser considerado el mar tenebroso, elgfedcbaZYXWVUTSRQPONML finalizando en el territorio ibérico ocho siglos de enfrentamientos entre las denominadas "España cristiana" y la "España musulmana". Ocho siglosdonde los diferentes reinos cristianos, al final los ganadores en estas contiendas, fueron alcanzando y definiendo sus territorios hasta integrarse en los marcos propios y definidos de los países del Occidente europeo. Sin embargo, el año de 1492 no sólo señala un fin, el de la reconquista española, sino también marca el inicio de un nuevo proceso descubridor, conquistador, y también colonizador, ya no dirigido a "recuperar" la tierras ocupadas por el infiel musulmán, sino incorporar a la Corona los territorios habitados por los desconocidos naturales de un nuevo continente. Como señala Serge Gruzinski, la conquista del Nuevo Mundo, en principio, no fue producto de un programa minuciosamente delineado y proyectado para ser aplicado por los españoles en las tierras recién descubiertas.DCBA 1 2 6 Sin embargo, existieron precedentes que hay que tener presente para entender el posterior proceso conquistador y colonizador español en América. La experiencia militar que significó para los cristianos españoles la lucha durante ocho siglos contra el enemigo musulmán, siendo la conquista del reino nazarí de Granada su último exponente, valió para plantear el objetivo de asimilar una población no cristiana al nuevo sta tu s q u a . Por otra parte, la conquista de las islas Canarias, a un costado de la costa noroeste africana, en el Océano Atlántico, ha sido considerada como otro antecedente que pudo ser empleado como modelo de conquista y colonización aplicado con posterioridad a América. Sobre estas conexiones, refiere Gruzinski que fue "un ensayo general, en el que los castellanos enfrentaron la mayoría de las cuestiones asociadas con una empresa colonizadora: ya sean las relaciones con los indígenas y el medio ambiente, la reproducción de vida de tipo europea o la evangelización de poblaciones que no eran ni musulmanes ni judías". 126 GRUZI:'-JSKI, B¡':RN,\:'-JD, Scrgc, "Las repercusiones Carmen 127 de la conquista: la experiencia novohispana", en (comp.), D escu b rim ien to , co n q u ista y co lo n iza ció n d e iJm érica a q u in ien to s a ñ o s, México, Fondo dc Cultura Económica / Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 1994, p. 161. 127 Ib íd em , p. 161. 116 La conquista española de América, así como la posterior integración de sus territorios a la Corona, constituyeron, por tanto, un ambicioso plan en el que la administración castellana va a planear la reproducción de sus estructuras políticas, económicas, sociales, culturales y religiosas en el Nuevo Mundo." Gruzinski lo resume en las siguientes palabras: "detrás de estos intentos y estas voluntades se perfila un movimiento de occidentalización del medio americano y de los seres que la habitan".DCBA 129 Pero también intentaron adherirse a este proceso desde los primeros decenios del siglo XVI ingleses, franceses, holandeses y suecos. Sin embargo, a diferencia de los castellanos, estos contactos fueron fugaces e informales. No existió proyecto conquistador, evangelizador e integrador de los territorios a los que arribaron, así como de los naturales que los habitaban. Ni se crearon ciudades, ni puertos o establecimientos duraderos, ni universidades, ni audiencias, ni parroquias. Hay que aguardar hasta bien avanzado el siglo XVII, precisamente cuando la Corona española deja de implicarse en su empresa indiana, para advertir el inicio de un poder real de los rivales europeos de España en América.ZYXWVUTSRQPONMLKJIHG 2 . E ta p a s d e la c o n q u is ta e s p a ñ o la La conquista española de México-Tenochtitlan hay que analizada como una misión político-militar que hunde sus antecedentes en la denominada "etapa antillana". Asimismo, es considerada la conquista del altiplano mexicano como la antesala de lo que algunos historiadores han llamado "conquistas interiores" o tardías. Es por ello, que a la hora de analizar el proceso conquistador español en las denominadas Indias occidentales tengamos que distinguir tres etapas bien definidas y diferenciadas. La primera fase, la antillana, inicia en 1502, a punto de consumados los viajes colombinos, y finaliza en 1519.1 3 0 Se puede considerar al Caribe como el pri128 Sobre aspectos generales de la conquista del Nuevo Mundo véansc, ~VIORALESP,\DRÓ:'l, Madrid, Francisco,gfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA H isto ria d e l d e sc u b rim ie n to y c o n q u ista d e A m b ic a , MAHNLOT, Mariannc, Oikos-Tau, U n a a p ro x im a c ió n 1977; y CHAUNU, Picrrc, h isté ric a Editorial a la c o n q u ista d e la A m b ic a C o n q u ista y e x p lo ta c ió n d e lo s n u e v o s Gredos, 1988; e sp a ñ o la , Barcelona, m undos (sig lo X V I), Barcelona, Labor, 1973 (Nueva Clío, 26 bis) 129GRUZINSKI,Serge, ob. cit., p. 162 130Sobre esta fase, véanse CÉSPEDESDELCASTILLO,Guillcrmo, "Las Indias en tiempos dc los Reyes 117 mer centro europeo del nuevo mundo. Es una etapa donde las misiones de los españoles se encaminan a la expansión territorial y a la exploración. Se termina de controlar La Española, que se convierte en el primer eje medular desde donde partirán las expediciones conquistadoras futuras. Así, por ejemplo, de aquí saldrán en 1508Juan Ponce de León, que conquista la isla de Puerto Rico, donde encuentra población abundante y oro, y Juan de Esquivel, conquistador de la isla de Jamaica, que no poseía riqueza aurífera alguna, pero sí indios, "y que con su producción de ganado y de pan cazabe aprovisionaría a navegantes y exploradores". 131 Asimismo, en 1509 parten de La Española Alonso de Ojeda y Diego de Nicuesa con rumbo al continente americano, al territorio que denominaron Tierra Firme o Castilla del Oro. Fue en este enclave donde se fundó la primera ciudad estable en el continente, Santa María la Antigua del Darién, base para la ulterior conquista de Panamá en 1519.1 3 2 Por último, en esta fase, entre 1511 y 1514, Diego Velázquez conquista Cuba tras unas campañas despiadadas contra los naturales tainos. La importancia de la ocupación de Cuba radicaba en que este territorio se iba a convertir en la base de partida del segundo período conquistador español, la fase continental, con México y Perú como protagonistas. En este período antillano, van a surgir dos grandes líderes. El primero, Vasco Núñez de Balboa, quien desde la primera ciudad en tierra continental, Santa María del Darién, gracias a una hábil labor en la que mezcló diplomacia con acción guerrera, atravesó el istmo de Panamá descubriendo el Mar del Sur u Océano Pacífico. Es importante destacar este hecho debido a que instaló una sociedad de conquista en este territorio y se obtuvo noticias de la presencia de importantes y ricos reinos en el interior de la actual Colombia. El segundo personaje que empieza a destacar en este período, y que va a extender su honra, fama y prestigio al posterior, es Hernán Cortés. Desde su llegada al Caríbe en 1504, puso en juego sus cartas, que serían aplicadas con toda ventaja en el proceso conquistaCatólicos", en VICENS VIVES, J ., (dir.),gfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA H isto ria so cia l y eco n ó m ica d e E sp a ñ a y A m érica , Barcelona, Vicens-Vives, vol. 1530, 131 11, 1972; Y GÓNGORA, Mario, L o s g ru p o s d e co n q u ista d o res en T ierra F irm e, 1 5 0 9 - Santiago de Chile, Ed. Universitaria, CÉSPEDES DEL CASTILLO, Guillermo, 1962. A m érica h isp á n ica (1492-1898), en TUÑóN DE LARA, Manuel (dir.), H isto ria d e E sp a ñ a (Tomo VI), Barcelona, Edit. Labor, 1983, p.69. 132 LWI,\N,\ CUETOS, María Luisa, L a A m érica esp a ñ o la , 1492-1898. D e la s In d ia s a n u estra A m érica , (Colección Historia de España, 14), Historia 16-Temas de Hoy, 1996, Madrid, p. 23-24. 1 1 8 zyxwvutsrqponmlkjihgfedcbaZYXWVUTSRQPON dor mexicano y que resume con claridad Céspedes del Castillo: simpatía, don de gente, político nato, excelente diplomático, verdadero estadista y un organizador capaz. 133gfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA In d io s ca rg a n m a teria l d e g u erra p a ra C o rtés d esd e la féra C ru r. La segunda fase de la conquista americana, conocida como etapa continental, en un período que se extiende entre 1519 y 1542, es la más complicada e intensa, y donde se producen dos acontecimientos significativos que la enmarcan: las conquistas de los altiplanos mexicano y andino. En el primero, el gran protagonista fue el ya referido Hernán Cortés, que reunió para su empresa a la gente más preparada y capaz de Cuba. Mientras, el mérito de la conquista andina correspondió a Francisco Pizarro, un veterano hombre de frontera, que desde Panamá llegaría al corazón del imperio inca, el Cuzco, en 1533.134 En palabras de Serge Gruzinski, "con la conquista de México en la década de 1520 y la de Perú en la década siguiente, la colonización del Nuevo Mundo dejó de ser una réplica más o menos lograda de las empresas portuguesas en África o de la ocupación de las islas Canarias que tuvo lugar en el sigloDCBA x v [ ... ], antes que apropiación de tierras fue una empresa de dominación de los pueblos". 135 Este período no terminó con la conquista de las emblemáticas plazas de Tenochtitlan y Cuzco, sino que éstas fueron con posterioridad el centro operativo, además de núcleo colonizador, del territorio mesoamericano y andino en sus irradiaciones a otros territorios. Así, desde México- Tenochtitlan se extendió el 133 CÉSPEDES DEL CASTILLO, ob. cit., p. 77-79. 134 Ib íd em , p.79-83. 135 GRUZINSKI, Serge, ob. cit., p. 148. 119 esfuerzo conquistador hacia el norte con la ocupación de la Nueva Galicia por Nuño de Guzrnán entre 1529 y 1536, Y hacia el sur, con la conquista de Guatemala por Pedro de Alvarado en 1524. El caso peruano es semejante, cuando el Cuzco se convierte en base operativa de nuevas conquistas y exploraciones: hacia el norte, Sebastián de Benalcázar conquista Quito en 1534, mientras que hacia el sur, Pedro de Valdivia incorpora Chile en 1540. Además, en esta fase se abren otros núcleos de conquista, que podríamos llamar secundarios, ajenos a los dos grandes procesos conquistadores, como la incorporación a la Corona espa- ñola de los territorios de Colombia en 1538 y el Río de la Plata en 1534 por jiménez de Quesada y Pedro de Mendoza respectivamente. 136 Por último, la tercera etapa conquistadora, que para algunos historiadores como Laviana Cuetos queda fuera de la denominada "era de la conquista", tiene su razón de ser debido al entusiasmo y fervor explorador que siguió persistiendo en muchos españoles ávidos de fama y notoriedad reconocidas. "Etapa de conquistas tardías" fue denominado este período que se extiende desde la segunda mitad del siglo XVI cuando se conquistan Nueva Vizcaya, Nuevo México, la Florida y Costa Rica, y se funda Buenos Aires en 1580. Ya en el siglo XVII la expansión prosigue por el norte de México y se extiende por los cauces del Orinoco y el Amazonas. Por último, en pleno siglo XVIII el espíritu conquistador continúa con la incorporación de los territorios de California, Texas y Tamaulipas que duplicará el hasta entonces virreinato novohispano.P?ZYXWVUTSRQP 3 . L a c o n q u is ta d e M é x ic o : " d iz q u e lo s in d io s h ic ie r o n la c o n q u is t a d e M é x ic o ... " A la hora de analizar la conquista del imperio azteca por la hueste cortesiana, dos hechos, interrelacionados entre sí, siguen llamando la atención. Uno: cómo fue posible que Hernán Cortés al mando de unos centenares de hombres pudiera lograr apoderarse del imperio de Motecuhzoma II, que tenía a sus órdenes miles de guerreros. Dos: cómo el conquistador extremeño y su hueste se enfrentan y vencen militarmente a un enemigo radicalmente distinto, más fuerte en todos los aspectos, del hasta entonces conocido de las islas del Caribe y tierra firme de 136 LAVIANA CUETOS, ob. cit., p. 24-25. gfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA DCBA 137 Ib íd em . 120 Centroamérica. De estas dos aseveraciones, aparentemente análogas, se pueden colegir varias deducciones sobre el desarrollo del proceso conquistador mexicanoDCBA y que a continuación vamos a analizar. Con anterioridad hacíamos mención a las cualidades singulares del conquistador extremeño Hernán Cortés - simpatía, don de gente, político nato, excelente diplomático, verdadero estadista y un organizador capaz -, las cuales empeza- ron a perfilarse durante su estancia en Cuba. El historiador Tzventan Todorov señala la diferencia entre el conquistador extremeño y el resto de conquistadores españoles, anteriores y posteriores a él: "fue el primero que tuvo una conciencia política, e incluso histórica, de sus actos". 138 Estas habilidades, realmente fueron puestas en práctica por Cortés cuando llega a las costas mesoamericanas y percibe, primero en Centla, Tabasco, y sema- nas más tarde al desembarcar en SanJuan de Ulúa, en las cercanías de la actual Veracruz, que se encontraba delante de una organización compleja, bien estructurada estamental, política y económicamente, como era el estado gobernado por elgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA tla lo a n i mexica Motecuhzoma II. Es por ello que su interés no es arrebatar ni conseguir riquezas de cualquier modo, inmediatas y tangibles, sino lo que ver- daderamente importa es someter e incorporar territorios. A él le debemos, según Todorov, "el haber inventado la guerra de conquista y, por la otra, el haber ideado una política de colonización en tiempos de paz".139 El estado azteca era, dentro del complejo conglomerado de estructuras administrativas en Mesoamérica, el señorío prehispánico dominante. Comunes en buena parte de estas entidades políticas mesoamericanas eran las diferencias bien marcadas entre gobernantes y gobernados, las obligaciones de éstos a obedecer y, en su caso, a pagar tributo, lo que expresaba el desarrollo de jurisdicciones políticas independientes. Estos rasgos propios de una sociedad estratificada, según Pedro Carrasco, facilitaron la guerra de conquista y, por ende, la victoria final de unos pocos castellanos sobre un estado constituido sobre firmes bases y con miles de soldados a sus órdenes. 140La existencia de numerosas unidades políticas con137 TODOROV,Tzventan, ob. cit., p. 107. 139 Ibídem , 140 p. 107. CARRASCO,Pedro. Ú1 sociedad m exicana antes de la conquista. p.286. 121 México, El Colegio de México. 1988. solidadas y las diferentes formas de reconocer el dominio de otras entidades, puede confirmarnos que entre los señoríos prehispánicos era común la guerra de conquista, los saqueos, las obligaciones de rendir pleitesía a los nuevos señores. Por tanto, los conquistadores españoles, con Cortés a la cabeza, en el primer contacto con los mesoamericanos entendieron que se iban a enfrentar a estados preparados para realizar operaciones militares bien planeadas y ejecutadas, pero también estaban al corriente de las diferencias existentes entre ellos y aprovecharon esta situación para sacar ventaja. Gracias a un sistema de información perfectamente instalado, y puesto a su disposición, Hernán Cortés llega a enterarse rápidamente, y con detalles, de la existencia de desacuerdos entre los mexicas, y ello tuvo su efecto sobre la victoria final. 141 Las divergencias políticas le permitieron a Cortés encontrar aliados indígenas para apoderarse del estado mexica.142 Por tanto, podemos subrayar que las alianzas hispano-indígenas fueron decisivas para conquistar MéxicoTenochtitlan, y desde ahí iniciar la expansión hacia regiones más primitivas desde el punto de vista de su organización social, política y cultural. Señala Tzvetan Todorov que tiene gran éxito esta vía de las alianzas con los enemigos de los mexicas, hasta tal punto que durante la fase final de la conquista de Tenochtitlan el ejército de tlaxcaltecas y el de indios aliados, en números eran similares con el de los mexicas. Por tanto, "los españoles ya sólo representan, en cierta forma, el apoyo logístico, o la fuerza de mando: sus unidades parecen estar compuestas a menudo de diez jinetes españoles y diez mil combatientes indios de a pie".143 Volvamos atrás en el tiempo y consideremos las diferencias entre los diversos reinos del centro del Anahuac. Por lo pronto, advirtamos que durante el reinado de Motecuhzoma II las relaciones entre los aztecas y los diferentes señoríos tlaxcaltecas diseminados en el valle Puebla- Tlaxcala, pasaron por un periodo de ines- H isto ria d e T la xca la que ya tabilidad latente. Señala Diego Muñoz Camargo en sugfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFE antes de la llegada al poder del citado tla to a n i, la Triple Alianza ya dominabaDCBA 141 TODOROV, Tzventan, ob. cit., p. 112. 142 CARRASCO,Pedro, ob.cit., p. 287. 143 TODOROV,Tzvetan, L a conquista de A m érica. E l problem a del otro, México, Siglo XXI Editores, 2001, p.63. 122 buena parte de los territorios adyacentes a Tlaxcala, y que por entonces los tlaxcaltecas "determinaron de ponerse en arma y cuidado de las cosas que les pudiesen suceder ..., determinaron de guardar y conservar sus tierras y tener con esto paz con todos como siempre la habían tenido". 144 Sin embargo, fue con Motecuhzoma II cuando los mexicas decidieron acabar con Tlaxcala. En 1504, quince años antes de la llegada de la hueste cortesiana, empezó la gran guerra que duró hasta la conquista española. 145Davies apunta que las guerras entre el penúltimogfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA tlatoani mexica y los señoríos tlaxcaltecas dejaron atrás la conocida etapa denominadas como "guerras floridas", con el fin de conseguir prisioneros para sacrificios humanos, y se convirtieron en verdaderas hostilidades. 146 Sin embargo, como señalan todas la fuentes, y Davies se apoya en ellas, no se explica cómo un gran imperio, como lo era el mexica, no pudo conquistar a un pequeño estado al cual tenía cercado desde sesenta años antes. Quizás la poca importancia económica que representaban los señoríos tlaxcalteca, cuando los aztecas buscaban en sus conquistas sacar rendimientos tributarios, así como la disminución de la capacidad militar azteca en el reinado de Motecuhzoma II, más atento a guardar las fronteras del gran imperio que heredó y a las constantes revueltas dificiles de controlar, pueden explicar esta falta de atención para anexionar definitivamente Tlaxcala.147 Lo que sí es cierto es que el conflicto reñido durante generaciones entre aztecas y tlaxcaltecas duraron hasta la conquista española, y lo que Cortés y su hueste hallaron en Tlaxcala fueron verdadero enemigos del imperio, privados económicamente por la guerra, y no unos simples adversarios preparados meramente para el juego ritual de las "guerras floridas".148 Por tanto, fueron los señoríos tlaxcaltecas campo abonado para integrarse dentro del plan cortesiano: la conquista de Tenochtitlan. 144 MUÑoz CAMARGO,Diego, H istoria de T laxcala, México, Publicaciones del Ateneo de Ciencias y Artes de México, 1947, p. 119, recogido en DAVIES,Claude Nigel Byam, L os señorios independientes del im perio azteca, 145 /bídem , 146 México, Instituto Nacional de Antropología p. 124-125. DAVIES,Claudc Nigel Byam, ob. cit., p. 140-144. 147 /bídem , p. 145-146. 148/bídem , p. 147. 123 e Historia, 1968, p. 119. 4 . L o s p r e s a g io s y v a tic in io s e n la c o n q u is ta d e M é x i c o zyxwvutsrqponm Junto al juego de alianzas hispano-indígenas que sin duda alguna sirvió para derrotar a los mexicas, tenemos que tener presente otras justificaciones que nos ayuden a entender la derrota del estado administrado por Motecuhzoma Il. Nos estamos refiriendo al comportamiento y proceder del gobernante mexica antes y durante el contacto con los españoles. Un comportamiento que historiadores como Tzvetan Todorov y Miguel Pastrana Flores señalan como ambiguo y vacilante, que casi no ofrece resistencia a Cortés, su hueste y sus aliados indigenas.l''" Si por una parte Motecuhzoma recibe a los españoles con dádivas y hospitalidad, por otra intenta alejar, por todo los medios, a los españoles de la capital mexica. Así describe este hecho a mediados del sigloDCBA X L '\. el gran historiador estadounidense William Prescott: "Pero Montezuma, dejándose aconsejar por unos temores poco definidos, prefirió un camino intermedio, que, como sucede siempre, era el menos político. Decidió enviar a los españoles con un regalo tan magnífico como para impresionarles con su grandeza y sus recursos, mientras que al mismo tiempo prohibiría su acercamiento a la capital. Esto revelaría al mismo tiempo su riqueza y su debilidad." 150 La actitud vacilante delgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA tlatoani mexica se muestra en su comportamiento personal: el miedo que despiertan en él los españoles, la sumisión cuando es apresado, y la entrega de la soberanía a favor del rey de Castilla, y en su nombre a Hernán Cortés. Esta actitud de temor en Motecuhzoma ha sido analizada exhaustivamente por Miguel Pastrana, que realiza un examen en profundidad de obras de tradición nahuatl, tanto de autores que recogen información de miembros de la Triple Alianza como de sus adversarios indígenas tlaxcaltecas.P! 149 TODOROV,Tzvetan, ob. cit. p. 61; PASTRAN,\FLORES,Miguel, H isto ria s d e la co n q u ista . A sp ecto s d e la h isto rio g ra fia d e tra d ició n in d íg en a , 150 México, UNAM-IIH, 2004, p. 120. PRESCOTT, William H., H isto ria d e la co n q u ista d e M éxico , Madrid / México, Antonio Machado Libros / Océano, 2004, p. 164-165. 151 Las obras que reúnen esta información son las siguientes: SAHAGÚN,Bernardino de, L ib ro D o ce. en SAHAGÚN,Bernardino, H isto ria g en era l E n él se d ice có m o se h izo la g u erra en esta ciu d a d d e M éxico , d e la s co sa s d e N u eva E sp a ñ a , México, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, 2000; ALVARADOTEZOZÓ~IOC,Fernando, C ró n ica m exica n a , edición de Manuel Orozco y Berra, 124 Una de las peculiaridades de la visión indígena de la conquista es la imagen que nos proporciona sobre ciertos aspectos de carácter mágico, relacionados con presagios y vaticinios, que rodearon la llegada y presencia española. Ésta fue anunciada pocos años antes de que las naves de Castilla fondeasen en las costas mesoamericanas. Según estas fuentes, que recoge fray Bernardino de Sahagún en sugfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA H isto ria g en era l d e la s co sa s d e la N u eva España, una de las profecías informaba que "diez años antes que viniesen los españoles desta tierra pareció en el cielo una cosa maravillosa y espantosa, y es que pareció una llama de fuego muy grande y 152 muy resplandeciento".DCBA M a rch a d e C o rtés, O ero g lífico s d e D u rá n ). Pero también se mostraron otras señales, como el templo que ardió por sí mismo, el agua que hirvió en medio del lago, las voces de una mujer que gritaba por la noche, las visiones de hombres que venían atropellándose montados en una especie de venados, que parecían presagiar la llegada inevitable de los extranjeros.1 5 3 Quizás, el séptimo de los presagios, "el pájaro en un espejo", es México, Porrúa, 1984; MUÑoz C ¡ \~ IA R G O , Diego, D escripción de la ciudad y provincia de T laxcala de la N ueva E spaña e Indias de la M ar O céano para el buen gobierno y ennoblecim iento dellas, m andada hacer por la S. C R .M . del R ey D on F elipe, N uestro Señ01; México, 1981; ALvA Ixn.n.xócnrrt., Ixtlilxóchitl, O bras históricas, México, Universidad Investigaciones 152 SAHAGÚN, 153 LEÓN Nacional Autónoma de México, Nacional Autónoma de México, Instituto de Miguel, E l teoerso de la conquista, México, EditorialJoaquín Mortiz, 2001, p. 19-20. Históricas, 1985. Bernardino, P O R T IL L A , Universidad Fernando, C om pendio histórico del reino de T excoco, en Fernando Alva ob. cit., p. 1161. 125 donde aparece con más claridad esos vaticinios que preconizaban la llegada de los españoles: La séptima señalo pronóstico es que los cazadores de las aves del agua y luego le fueron a moscazaron una ave parda del tamaño de una grulla,DCBA trar a Motecuzoma [... ] Tenía esta ave en medio de la cabeza un espejo redondo donde se parecía el cielo y las estrellas [... ] Como vio esto Motecuzoma espantóse, y la segunda vez que miró en el espejo que tenía el ave, de ahí a un poco vio muchedumbre de gente junta que venían todos armados encima de caballos. Y luego Motecuzoma mandó llamar a los agureros y adivinos, y preguntólos: "¿No sabéis qués esto que he visto? Que viene mucha gente junta." Y antes que respondiesen los adivinos, desapareció el ave, y no respondieron nada.l '" Original en este terreno es la aportación que ofrece Henrico Martínez. Alemán de origen, pero residente en España desde niño, este cosmógrafo e ingeniero, cuando se traslada a la Nueva España, fungió como diseñador del sistema de desagüe de la cuenca de México. Pero también escribió en 1606 una interesante obra,gfedcbaZYXW R ep erto rio d e lo s tiem p o s e h isto ria n a tu ra l d e esta N u eva E sp a ñ a , donde ofrece curiosos comentarios y juicios sobre los presagios y vaticinios que tenían los pueblos mesoamericanos ante la llegada de cambios extraordinarios a sus territorios. 155 C a m p a ñ a s m ilita res d e C o rtés a lred ed o r d e M éxico . a ero g líjico d e D u rá n ) 154 SAHAGÚN,Bernardino, 155 MARTÍNEZ, Henrico, ob.cit., p. 1161. R e p e rto rio d e lo s tie m p o s e h isto ria n a tu ra l d e e sta N u e v a E sp a ñ a , Conaculta (Colección Cien de México), 1991, p. 224-229. 126 México, Así, relata cómo en la Mixteca, en las cercanías del pueblo de Cuextlahuac, en una peña de dificil acceso y alta, "están pintados los españoles a caballo al traje antiguo, con sus monteras, y junto a ellos gallinas de Castilla". Todo pudiera indicar que estas pinturas pudieron realizarse en plena colonia. Sin embargo, Henrico Martínez acude a la historia oral para insinuar que dichas pinturas las hizo el demonio "diez y siete años antes que viniesen españoles a esta tierra, que según nuestra cuenta fue el año de 1501".156 Juan Suárez de Peralta, criollo e hijo de uno de los primeros pobladores de la T ra ta d o d el d escu Nueva España Guan Xuarez, cuñado de Hernán Cortés), en sugfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIH escrito en 1589,157recoge diversos pronósticos sobre la lle- b rim ien to d e la s In d ia s, gada de los españoles. Relata el caso de una mujer, vecina de Tenochtitlan, que después de haber estado enterrada en un patio, y colocadas losas encima de su sepultura, "con mucho espanto de los que la vieron, la india muerta salió resucitada, y fue a Moctezuma y le dijo, que la causa porque había sido resucitada era para decide cómo en él se había de acabar el señorío de México, que ya venían otras gentes a tomárselo".158 Otra de las visiones que Suárez de Peralta reúne, narra lo que vieron los indios de México y Texcoco: [...] que hacia el oriente, en muchos días, dos horas antes que amaneciese, vieron levantarse una claridad de sobre la mar, por donde vinieron los cristianos, y aquel resplandor subía un buen rato en alto, y desaparecíy no era la del alba; y también hacia esta parte del ase aquella claridad,DCBA oriente vieron unas como llamas de fuego. Otro vieron un gran humo, que subía de la mar al cielo, y de tanta cantidad y calidad, que les ponía admiración y espanto. 159 Por su parte, el oidor Alonso de Zorita, en su R ela ció n d e la N u eva E sp a ñ a , 160 una obra que tuvo como propósito original informar a la monarquía española 156 Ib íd em , p. 225. 157 SUÁREZ DE PERALTA,juan, Cien 1990, de México), 158 Ib íd em , p. p. T ra ta d o d el d escu b rim ien to d e la s In d ia s, México, Conaculta (Colección 101-107. 10 1. 159 SUÁREZ DE PERALTA, ob. cit., p. 101-107. 160 ZORITA, Alonso de, R ela ció n d e la N u eva E sp a ñ a , México, 1999, p. 556-559. 127 Conaculta (Colección Cien de México), sobre la situación histórica y política de la Nueva España mediado el siglo XVI, recopila esta original premonición sobre la llegada de los soldados españoles al mando de Hernán Cortés:gfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA C onstrucción de los bergantines. O eroglifico de D urán). Poco años antes que los españoles entrasen en aquella tierra dice que viniendo Moctenzuma de una batalla con victoria muy ufano dijo al señor de Coyouacam que era uno de los principales señores de su tierra pues que ahora habemos sujetado la provincia de Xoconuchco y vencido otras provincias y pueblos y los señores de ellas los habemos puesto debajo de la obediencia de México bien puedo decir que ya tiene cimientos y cercas de hierro como quien dice que ya no bastaba poderío ni fortaleza para le ofender ni para se defender de México y que le respondió aquel señor y le dijo señor mío un hierro con otro se quebranta y vence y esta respuesta más pareció profecía que respuesta de indio vasallo de Moctenzuma porque todos le tenían mucha reverencia y gran temor y que bien mirado bien veía aquel que por todas aquellas tierras y comarcas no había poder que bastase a ofender a México, [... ] y que así se cumplió porque dende a poco llegaron los españoles con el fuerte hierro de las armas que es acero vencie161 ron a México [...]DCBA 161 Ib íd em , p. 106. 128 Cuando finalmente se produjo la presencia de individuos armados en las cos- tas del Golfo de México, provocó entre los mexicas ciertas dudas sobre sus procedencias. Los mensajeros se trataba del regreso que llevaron la noticia a Motecuhzoma de Quetzalcoatl, pensaron que "que volvía, al cual están esperando, tla to a n i mexica ante estos sucesos, mossegún parece en la historia deste dios." ElgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA tró de nuevo incertidumbre sen en secreto Motecuhzoma y temor ordenando estos encuentros.J'f Para nació la angustia, enviando a sus lugartenientes León Portilla, que guarda- en el corazón de nuevo a sus mensajeros de para que les dijeran a los visitantes que llegaban de oriente, por donde decían que debía volver Quetzalcoatl, que se marcharan a su lugar de origen.163 D erro ta d e T en o ch titla n . P risió n d e C u a u h tém o c y su p resen ta ció n a C o rtés. O ero g lifico d e D u rá n ). Esta angustia y esta duda acerca de cuál era el origen de estos hombres que se aparecieron en barcas, por el oriente, que desembarcaron ban al corazón del imperio mexica, Tenochtitlan, hasta que siendo huéspedes del tla to a n i consumaron 162 S,\HAGÚN, 163 LEÓN Bcrnardino, DCBA P O R T IL L A , ob. cit., p. 1163-1164. Miguel, ob. cit., p. 20. 129 y que se aproxima- permaneció prácticamente la matanza del templo mayor. Esta angustiaDCBA y esta duda acerca de cuál era el origen de estos hombres que se aparecieron en barcas, por el oriente, que desembarcaron y que se aproximaban al corazón del imperio mexica, Tenochtitlan, permaneció prácticamente tlatoani consumaron la matanza del templo mayor. hasta que siendo huéspedes delgfedcbaZYXWVUTSRQPONMLKJIHGFEDCBA A partir de entonces, la realidad era otra: de empezar siendo dioses terminaron en bárbaros, que venían a destruir su ciudad y la antigua forma de vida. 1 6 4 Refiere Sahagún: "Rendiéronse los mexicanos, y departióse la guerra en la cuenta de los años que se dice "tres casas", y en la cuenta de los días, en el signo que se llama ce coatl."165 En el calendario castellano era el 13 de agosto de 1521, día de San Hipólito. La derrota final fue transmitida por los mexicas en textos posteriores a la conquista, muchos de ellos narrados de forma dramática y trágica, y León Portilla la recoge de la "Relación Anónima de Tlatelolco" (1528): En los caminos yacen dardos rotos; los cabellos están esparcidos. Destechadas están las casas, enrojecidos tienen sus muros. Gusanos pululan por calles y plazas, y están las paredes manchadas de sesos. Rojas están las aguas, cual si las hubieran teñido, y si la bebíamos, eran agua de salitre. Golpeábamos los muros de adobe en nuestra ansiedad y nos quedaba por herencia una red de agujeros. En los escudos estuvo nuestro resguardo, pero los escudos no detienen la desolación [...] 166 164 lb íd em . 165 SAHAGÚN, 166 Bernardino, ob.cit., p. 1234. "Canto triste o icn o a cu ica tl", recogido por LEÓN-PORTILL\, 130 Miguel, ob. cit., p. 20-21.