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entrevista 117 Sensibilidades feministas e inquietudes antropológicas Por Entrevista com Verena Stolcke Silvana Nascimento Universidade de São Paulo São Paulo, SP, Brasil silnasc@usp.br Mónica Franch* Universidade Federal da Paraíba | João Pessoa, PB, Brasil monicafranchg@ gmail.com Fotos Verena Stolcke, Fazenda Rio das Pedras, Campinas,1976. DOI http://dx.doi.org/10.11606/ 2179-0892.ra.2017.132070 La antropóloga Verena Stolcke fue la primera mujer profesora del Instituto de Filosofía y Ciencias Humanas (IFCH) de la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp), en 1971. En plena dictadura militar en Brasil, junto a Antonio Augusto Arantes y Peter Fry, fue responsable por fundar el área de antropología de la Unicamp. Durante los ocho años que vivió en el país, tuvo bajo su dirección antropólogas y antropólogos de renombre, como Mariza Correa, que infelizmente murió a inales de 2016, y Luiz Mott, uno de los fundadores del Grupo Gay de Bahía (GGB), en Salvador. Nacida en 1938 en Alemania, emigró con su familia a Buenos Aires en 1948, tras la Segunda Guerra Mundial. Vivió su infancia y juventud en tierras argentinas. En entrevista a Montserrat Ventura (2011), Verena cuenta que su obsesión por el tema del racismo y de las biotecnologías Rev. antropol. (São Paulo, Online) | v.60 n.1: 117-139 | USP, 2017 entrevista | Sensibilidades feministas e inquietudes antropológicas | Entrevista com Verena Stolcke 118 empezó mucho antes de tener contacto con la antropología, debido a su experiencia de infancia con el nazismo y, posteriormente, con las discriminaciones contra la comunidad alemana en Argentina. Por cuestiones políticas y ideológicas, siendo hija de una familia tradicional alemana, empezó tardíamente la enseñanza superior. Trabajó como secretaria multilingüe en Múnich y tuvo su primer contacto con la antropología en Stanford, cuando siguió un curso nocturno en un college. Sin embargo, su formación sólo se irmaría en la tradicional Oxford, para donde se mudó con su marido en los años sesenta. Mucho antes de que el debate sobre interseccionalidad llegara a Brasil, en los años de 1960 y 1970, Verena Stolcke empezó a asociar en sus reflexiones antropológicas las cuestiones de raza, género y sexualidad. Lo hizo inicialmente en su tesis de doctorado sobre la Cuba colonial1, dirigida por Peter Rivière, en la Universidad de Oxford, y posteriormente en su investigación sobre trabajadoras rurales jornaleras (volantes) en las plantaciones de café situadas en los arrabaldes del barrio Barão Geraldo, en los terrenos conocidos como Hacienda Rio das Pedras, donde hoy se encuentra uno de los campus de la Universidad de Campinas2. En su tesis de doctorado, siguió un camino de investigación que, en su momento, no era muy reconocido en la antropología británica. En contraste * Entrevista realizada en la vigencia de la beca post-doctoral concedida por Capes, realizada en la Universitat Rovira i Virgili (Tarragona, España). Rev. antropol. (São Paulo, Online) | v.60 n.1: 117-139 | USP, 2017 1 STOLCKE, Verena. 1974. Marriage, Class, and Colour in Nineteenth Century Cuba, Cambridge, Cambridge University Press. 2 STOLCKE, Verena. 1986. Cafeicultura – homens, mulheres e capital (1850-1980). São Paulo, Editora Brasiliense. entrevista | Sensibilidades feministas e inquietudes antropológicas | Entrevista com Verena Stolcke con una tradición que celebraba el trabajo de campo prolongado en sociedades no occidentales, Verena Stolcke emprendió una antropología histórica, analizando las prohibiciones de matrimonios interraciales en la Cuba colonial3. Tras presentar la tesis, y por indicación de su director Peter Rivière, viajó a Brasil, donde inició su oicio de profesora de antropología en Unicamp. Durante su estancia brasileña, dio clases de teoría antropológica, familia y parentesco. Como no había tenido la oportunidad de hacer trabajo de campo en su doctorado, Verena entró en contacto con un grupo de más de cuarenta jornaleras en Campinas, a las que acompañó sistemáticamente durante seis años, conociendo sus rutinas, sus relaciones familiares, sus condiciones de trabajo y sus perspectivas políticas. Fue en esa época, también, cuando irmó su posición feminista. Hasta hoy se la reconoce como una de las principales antropólogas y feministas contemporáneas, especialmente en los países iberoamericanos. En el tiempo que pasó en Campinas, formó parte del grupo que organizó la I Semana de la Mujer de Unicamp, en 1978, junto a Mariza Correa, a quien dirigió los estudios de máster en antropología4. En el área de los estudios rurales de esa universidad, la perspectiva predominante era económica marxista, fundamentada en investigaciones cuantitativas que no se aproximaban, concretamente, de la gente para hacer sus análisis. De este modo, Verena Stolcke llevó a cabo una investigación diferenciada en el área de las humanidades, acompañando el cotidiano de jornaleras de varias generaciones, y observando de forma muy próxima cómo se daban las situaciones de explotación, las desigualdades sociales y de género. “Pouco a pouco fui me inteirando e fui trabalhando com elas também na colheita do café e anotava numa caderneta o que as mulheres me explicavam... Elas diziam que minha Rev. antropol. (São Paulo, Online) | v.60 n.1: 117-139 | USP, 2017 119 3 Hacemos mención al hecho de que el libro de Verena sobre Cuba inspiró directamente la investigación de Laura Moutinho, profesora de antropología de la Universidad de São Paulo, con su tesis Razão, “cor” e desejo (2004, São Paulo, Editora da Unesp). 4 Mariza Correa concluyó su máster en 1975, con su disertación titulada Os atos e os “autos”: representações jurídicas de papeis sexuais que, posteriormente, fue publicada con el título Morte em família: representações Jurídicas de papeis sexuais, (1983) Rio de Janeiro, editora Graal. entrevista | Sensibilidades feministas e inquietudes antropológicas | Entrevista com Verena Stolcke 120 caneta era minha enxada...”5 (Stolcke, 2013: 416). Gracias a su experiencia con estas trabajadoras, profundizó su reflexión sobre la intersección entre género y clase, y demostró que el trabajo remunerado, para ellas, no se traducía en la autonomía que el incipiente movimiento feminista brasileño, liderado por mujeres de clase media, revindicaba. El trabajo en el campo se superponía al trabajo en casa y, para estas mujeres, no suponía la tan deseada libertad femenina (Stolcke, 1975). “Con un pie en la agricultura, otro en el feminismo”, como le contó en entrevista a Mariza Correa (2013), durante su estancia en Campinas Verena juntó estudiantes en torno de las cuestiones de género, estudios feministas y sexualidad, siempre en compañía de Peter Fry. La antropología en Unicamp fue pionera al organizar diferentes investigaciones relacionadas con esos temas6. Mariza Correa relata que “nosso grupo se chamou, primeiro, mais seriamente “Coletivo Feminista” — nome inventado às pressas por Verena Stolcke e por mim, às vésperas de um debate já não lembro mais para que órgão da imprensa que, na época, estava muito interessada nas atividades feministas e, depois, de brincadeira, “Grupo Oito e meio” — porque éramos oito mulheres e um homem, que pesquisava a literatura feminina no século 19”7 (Correa, 2001: 20, nota de rodapé 16). Dividida entre dos continentes tan distintos, en 1979 se traslada a España e ingresa en el Departamento de Antropología Social y Cultural de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), desde donde pasa a preocuparse sobre el problema de la inmigración en Europa y, particularmente, en España. También escribe sobre nacionalismos, relacionándolos al racismo y a la xenofobia. En 1984, pasa 5 “Poco a poco me fui enterando y fui trabajando también con ellas también en la cosecha del café, y escribía en una libreta lo que ellas me explicaban. Decían que mi bolígrafo era mi azada” (traducción de Stolcke, 2013: 416). Rev. antropol. (São Paulo, Online) | v.60 n.1: 117-139 | USP, 2017 6 “Nuestro grupo primero se llamó, de forma más seria, Colectivo Feminista – un nombre que Verena Stolcke y yo nos inventamos a toda prisa, en la víspera de un debate con no recuerdo qué órgano de la prensa que, en aquella época, estaba muy interesada en las actividades feministas, y después, en broma, “Grupo Ocho y medio” – porque éramos ocho mujeres y un hombre, que investigaba la literatura femenina en el siglo 19”. 7 “Em 1976 fui [Mariza Correa] trabalhar na Universidade Estadual de Campinas, então recém fundada e com um corpo docente predominantemente jovem e de esquerda — de fato, vários docentes lá contratados tinham tido um passado político de envolvimento com partidos então ilegais ou com movimentos estudantis na década anterior, e não poucos foram presos uma vez ou outra. E muitos deles voltavam de uma estadia no exterior — ou forçada ou para escapar aos maus ventos que sopravam no país. O contexto era assim favorável à discussão dos movimentos sociais que estavam presentes na sociedade mais abrangente e à discussão de ideias democráticas dentro das salas de aula. Foi nesse contexto que um grupo de alunas e professoras da área de Ciências Sociais criou um grupo de reflexão feminista, organizou três Semanas da Mulher, em 1978, 1979 e 1980, e partiu para a pesquisa com mulheres.” (Correa, 2001: 20). entrevista | Sensibilidades feministas e inquietudes antropológicas | Entrevista com Verena Stolcke a ser profesora titular de esa universidad, y en 2000 le dan el título de profesora catedrática. Tras su jubilación, después de haber completando más de 30 años de carrera docente, en 2008, la UAB le hizo un homenaje en el que le concedió el título de profesora emérita. A ines de los años 1980, empieza a elaborar textos sobre nuevas tecnologías reproductivas y problematiza la relación dualista entre naturaleza y cultura, tema de interés especial para el pensamiento antropológico occidental. Uno de sus artículos que más se ha leído en Brasil, “¿Es el género para el sexo lo que la raza para la etnicidad?”, publicado por primera vez en 1990, permite hacer un análisis interseccional entre sexo, género, raza y etnicidad, que demuestra cómo el pensamiento liberal produce una naturalización de las desigualdades y, como resultado, una normalización de la subordinación de las mujeres. Acompañando las perspectivas del feminismo negro, como bell hooks y Kimberlé Crenshaw, se sitúa en la vanguardia del pensamiento antropológico sobre los marcadores sociales de la diferencia. En un contexto político mundial conturbado y retrógrado, Verena Stolcke nos recibió en su casa en Barcelona donde nos gentilmente nos dio esta entrevista, compartiendo con nosotras sus inquietudes antropológicas actuales, y sus memorias sobre su experiencia en Brasil. La conversación tuvo lugar el día 12 de septiembre, exactamente un día después de la famosa Diada, el Día Nacional de Cataluña (11 de septiembre), celebración que actualmente traduce un fuerte movimiento independentista que ha creado tensiones y controversias entre las(os) antropólogas(os) y en la comunidad académica como un todo. Autora de una prolíica y provocativa obra, Verena tiene artículos y libros escritos en portugués, castellano, catalán, inglés y alemán, la mayoría disponibles en la web8. Al inal de la entrevista, hacemos un listado de sus principales obras publicadas en portugués. Esperamos que las(os) lectoras(es) nos acompañen en este agradable diálogo que, entre varios temas, propone romper con los muros que encierran la investigación académica en diferentes grupos o guetos y separan nuestra vasta antropología por temas cada vez más especíicos. Siempre entre la teoría y la práctica, Verena consigue cruzar sus intereses antropológicos con su vida personal y política, y así seguir tocando su propia música, inspirada en Emma Goldman: “Si no puedo bailar, ésta no es mi revolución”. Rev. antropol. (São Paulo, Online) | v.60 n.1: 117-139 | USP, 2017 121 8 En la siguiente dirección se encuentra disponible un listado completo de las obras de Verena Stolcke: https://issuu.com/ centredoumentacio.etnologia/ docs/verena_stolcke._biblioteca_ mve entrevista | Sensibilidades feministas e inquietudes antropológicas | Entrevista com Verena Stolcke Silvana Nascimento – Verena, sabemos que ya has dado muchísimas entrevistas sobre tu trayectoria intelectual, pero como esta entrevista se publicará en la Revista de Antropología de la USP, queremos empezar hablando sobre la investigación que hiciste en tu temporada en Campinas, en la década de 1970. De ella resultó un libro, titulado Cafeicultura: homens, mulheres e capitais (1850-1980), que es muy difícil encontrar. VERENA STOLCKE – Lo que le pasó a ese libro fue algo muy parecido a lo que le pasó a mi libro sobre Cuba. Marriage, Class, and Colour in Nineteenth Century Cuba fue publicado originalmente en 1974 pero pasaron más de diez años para que alguien se diera cuenta de que esa investigación existía. Poco a poco el libro se fue conociendo y un tiempo después la Universidad de Michigan adquirió los derechos y publicó dos ediciones. En 1992, paradójicamente en el quinto centenario de la conquista de América, Alianza Editorial publicó la versión en castellano, que se llamó Racismo y Sexualidad en la Cuba Colonial. O sea, se demoró. Tengo la sensación de que el libro que escribí sobre el café también se descubrirá más tarde. A día de hoy, ese libro es un documento histórico. Hay una antropóloga brasileira que me escribe sistemáticamente porque busca un artículo mimeograiado sobre las huelgas de colonos en los años 1820, que no se encuentra por ningún sitio. Es decir, que hay interés. Además, fue escrito a mediados de los setenta y es un tipo de análisis, yo pienso, que no es teóricamente dogmática marxista. El giro postmoderno empieza a no estar tan de moda. Hasta ahora, el tema han sido las identidades, los unos y los otros, con esas ideas absolutamente no analíticas, en vez de observar las clases sociales y la desigualdad social. Sin embargo, desde hace dos a tres años la desigualdad ha reaparecido en Europa, está en la prensa, en todas partes. Mónica Franch – La pobreza también. VS – ¡Sí, es increíble! Se sienten las desigualdades en la Unión Europea, y aquí en el Estado Español todavía más. Pero hasta ahora esta interminable insistencia sobre las identidades y las diferencias ha sido dominante. Un tipo de análisis como el del libro sobre caicultura, y además con esta perspectiva histórica, no está de moda. Ya lo debéis saber mejor vosotras que yo, cuáles son las claves de la investigación antropológica en Brasil. sn – En Brasil, está un poco de moda la interseccionalidad, y por eso se lee mucho su artículo “¿Es el género para el sexo lo que la raza para la etnicidad?”. Los estudiantes lo leen ahora, pero usted ya trabajaba con eso desde… VS – Desde mi libro sobre Cuba, que es el mejor ejemplo empírico. Ahí sí que está absolutamente claro. Rev. antropol. (São Paulo, Online) | v.60 n.1: 117-139 | USP, 2017 122 entrevista | Sensibilidades feministas e inquietudes antropológicas | Entrevista com Verena Stolcke 123 sn – Y, ¿cómo era hacer algo así en aquel momento, en los años setenta? Académicamente, ¿cómo se entendía esa articulación? VS – No se hacía. No había ninguna idea de articulación de criterios de identiicación y clasiicación social, sociopolítica. Se hacían análisis en función de un único criterio. En los años setenta, en Brasil, la cuestión fundamental era el gobierno militar, la enorme desigualdad social, las persecuciones políticas. Cuando nosotros llegamos, eran justamente los peores años de la represión, 1971, 1972. En la presentación que hizo de mi conferencia en el encuentro de la AIBR, Enrique Santamaría mencionó que muchas veces yo empiezo mis artículos con una pregunta. Nunca había pensado en ello. Pues la pregunta de ese artículo, ¿qué tiene que ver el sexo con el género, la raza, etc.?, no se había plateado todavía. mf – y cómo fue la recepción? VS – Es un artículo que ha circulado muchísimo. Fue publicado primero en un volumen del primer congreso de la EASA, que es la European Association of Social Anthropologist, en Coimbra, en 1990. Quien representaba al Estado Español en la EASA en esos primeros tiempos era Teresa del Valle. Ella organizó una mesa redonda sobre género y fue ahí donde lo presenté inicialmente. Después Teresa publicó un volumen en inglés recogiendo todos los artículos que se presentaron en aquella ocasión, entre ellos el mío9. Después se publicó en castellano y ciertamente circuló mucho. sn – Volviendo a la investigación sobre las mujeres en las plantaciones de café, ¿cómo llegaste a ella? ¿Qué te motivó? VS – La motivación era personal y también profesional. Personal porque yo hice mi tesis en Cuba, donde vivimos el año de 1967-68, mi marido, mi hija mayor, que entonces tenía un año de edad, y yo. En aquel entonces, mi intención era hacer un estudio sobre los cambios en la familia después de la revolución cubana, algo totalmente ingenuo. Fuimos con el jefe del Escuela de Geografía de la Universidad de La Habana a Oriente y pasamos un mes o seis semanas en la Sierra Maestra, instalados en el barracón de la Asociación de Campesinos. Era una estructura de residencias dispersas y yo iba a visitar a las familias a sus casas. Era ridículo aquello, con mi hija chiquita además. ¡Incluso a caballo! Éramos muy aventurados y aventureros en aquella época. Pero nos llamaron de vuelta a La Habana. Políticamente éramos totalmente inofensivos pero no querían que anduviésemos por ahí. Así que aterrizamos otra vez en La Habana y yo me pregunté: y ahora, ¿qué hago con mi proyecto de investigación de doctorado? Y fue de nuevo a través de este profesor de geografía, Pérez de la Riva, una persona encantadora, que contactaron el Archivo Nacional en La Habana Rev. antropol. (São Paulo, Online) | v.60 n.1: 117-139 | USP, 2017 9 DEL VALLE, Teresa (ed.). 1993. Gendered Anthropology. Londres, Routledge. entrevista | Sensibilidades feministas e inquietudes antropológicas | Entrevista com Verena Stolcke 124 y empecé a trabajar allí. Encontré esa documentación increíble, fantástica, fascinante sobre el siglo XIX. La prohibición de matrimonios interraciales, y todo lo que trabajé después en mi tesis. Pero, claro, yo llegué a Brasil sin haber hecho trabajo de campo, y en aquel viejo tiempo en Oxford y no sólo en Oxford como en otros programas y departamentos de antropología, era obvio que había que hacer trabajo de campo como rito de pasaje para realmente convertirse en antropóloga. Y entonces yo llegue a Brasil con el complejo, lo que era muy tonto, de que no había madurado del todo como antropóloga. Al principio de mi carrera, habíamos estado, mi marido y yo, en Andalucía, él haciendo su estudio de doctorado sobre la estabilidad del latifundio y yo también haciendo investigación allí. El proyecto de reforma agraria en España fue uno de los motivos principales para el golpe militar. Eso fue en el 57, en un ambiente político dramático. Al llegar a Brasil, nos hablaron de esa plantación de café en Barão Geraldo, cerca de la Universidad de Campinas, y fuimos juntos, para ver qué era, ya que mi experiencia de campo anterior había sido en los latifundios, los cortijos en Córdoba. Fue así como comencé la investigación en Brasil, tratando de adquirir una experiencia de trabajo de campo. Empecé a visitar al grupo de mujeres, setenta por ciento de las personas que encontré eran mujeres. Fue realmente de lo más curioso. Al principio, yo hablaba un portugués muy malo, macarrónico. Además era una joven rubia con el pelo largo medio hippie, en aquella época, en medio de Dona Cida, Dona Antonia, Dona Cidinha, todas esas mujeres con esa vestimenta clásica. Tengo unas fotos maravillosas. Mucho después se hizo una exposición con esas fotos. sn – Uno de los primeros artículos que leí cuando estaba haciendo el doctorado trata de esa experiencia. Yo hice el doctorado en la USP, sobre mujeres de la región rural de Goiás. Eran familias de pequeños propietarios pecuarios, productores de leche. En ese tiempo, nadie trabajaba con género en la USP, y por eso fui a Campinas, donde estudié con Mariza Corrêa, con Adriana Piscitelli y donde hice varios cursos sobre género. Al iniciar mi investigación bibliográfica sobre género y zona rural, encontré poquísimas cosas. No tuve acceso a tu investigación en aquella época pero leí tu artículo “As mulheres do caminhão de turma”10. VS – Fue lo primero que publiqué. Rev. antropol. (São Paulo, Online) | v.60 n.1: 117-139 | USP, 2017 10 De autoría de Verena Martínez Alier y Armando Boito Junir. Fue publicado en la Revista Debate e Crítica (5), en 1975. entrevista | Sensibilidades feministas e inquietudes antropológicas | Entrevista com Verena Stolcke mf – ¿La categoría que se usaba en ese momento era mujer? VS – Sí. Creo que más o menos por aquella época se había empezado a introducir el término género en el ámbito anglosajón, es decir, en Inglaterra y Estados Unidos, pero la categoría era mujer. Entonces, mi investigación quiso abarcar una dimensión que todavía no es percibida, no lo digo porque sea mi investigación, sino porque es una cuestión epistemológica muy importante. Lo que yo he dicho tanto en el caso de Cuba como en el de Brasil camina en la misma dirección. En Cuba, estaba tratando de entender la prohibición de los matrimonios llamados de interraciales en un tipo especíico de sociedad, lo que estaba directamente relacionado con un análisis de estructura socio-política, económica, ideológica, etc. En el caso de mi investigación sobre el café, también fue así. Todo empieza con la contratación de los trabajadores suizos para el verguero, uno de los pioneros del reclutamiento de la mano de obra en Europa. Ni se me ocurrió estudiar a las mujeres. No era esa la cuestión, sino de estudiar la razón y desarrollo del sistema de organización y explotación de mano de obra familiar en las plantaciones de café como mano de obra alternativa a la esclavitud que estaba desapareciendo, que se acababa. La abolición demoró hasta los años noventa del siglo XIX, pero estaba claro que ya no se podía trabajar como antes, ya no se podía contar con africanos transportados como fuente de mano de obra. Comenzaron a llegar los italianos, que fueron casi un millón hasta la Primera Guerra Mundial. Entonces, yo creo que esa es una dimensión teórica que es muy importante, aún hoy en día es muy necesario insistir en ello. Ahora se llama de interseccionalidad, ese análisis que insiste en el carácter relacional, político, de las identidades así llamadas de género, y a su vez en la articulación de las estructuras de género en un tipo de sociedad especíica, porque sino, no hay manera de explicar nada. No es que lo hubiera tenido teóricamente muy claro en aquella época, pero tenía la experiencia de la investigación en Cuba, que era relevante, aunque la problemática no fuera, aparentemente, tan parecida. mf – Entonces la cuestión racial fue fundamental? VS – Sí porque yo descubrí que había esta ley que fue promulgada en la metrópolis y hay todavía una polémica del porqué de esa ley, pero se hizo extensiva a las colonias que quedaban y sobretodo a Cuba, “la perla del Caribe”, y se fue aplicando y cambiando según la coyuntura: la coyuntura de esclavitud, la independencia, la primera guerra de independencia etc. Esta todo ahí en el libro... mf – Y ya en el caso de Brasil... VS – No. Yo creo que continúa sin estudiarse, salvo mi vieja amiga Olivia Cunha, Rev. antropol. (São Paulo, Online) | v.60 n.1: 117-139 | USP, 2017 125 entrevista | Sensibilidades feministas e inquietudes antropológicas | Entrevista com Verena Stolcke del Museo Nacional, que ha trabajado también en Cuba, que ha hecho su tesis allí y ha escrito sobre el principio del siglo XX y la doctrina higienista. Creo que nosotras dos somos las únicas que hemos estado haciendo investigación, que no llega a ser comparativa, tanto en Cuba como en Brasil. En el caso de la investigación en Brasil, yo no me planteé la cuestión racial. Lo que me interesaba realmente era la organización de la forma de explotar la mano de obra de las familias, de los colonos. Pero el contexto era muy divertido. Ahí estaba el pionero del departamento de economía, y todos mis colegas eran marxistas. El debate sobre la cuestión agraria se hacía en clave marxista, totalmente separada de la realidad en el terreno, de la realidad vivida por la gente, por los trabajadores. Muy pronto me di cuenta de que esos colegas economistas jamás habían mirado ni hablado de cerca con algún volante, con algún trabajador, y menos todavía con trabajadoras rurales. En aquella época, a principio de los 70, por todas partes veías estos camiones de turma. Todos los días transportando esta mano de obra volante, debido al cambio, a una transformación signiicativa del derecho laboral que se hizo extensiva a los trabajadores del campo. No habían hablado nunca con esas personas, no habían mirado a nadie a los ojos. Y bueno, ¡hay que hablar con la gente! Recoger información sobre toda la trayectoria, cómo fue que se convirtieron en volantes habiendo sido miembros de familias de colonos, residentes en las plantaciones. Fue así como comencé a polemizar con ellos. Teníamos un seminario, con un sociólogo, que fue después el director de FAO, José Graziano da Silva, era un grupo de discusión donde yo era la voz discordante en comparación con este personal tan marxista y tan teórico. sn– Y en antropología estaban Peter Fry, Antonio Augusto Arantes, y ¿quién más? VS – Sí. Creo que la primera profesora fue Manuela Carneiro da Cunha, que fue doctoranda de Peter. sn– Y, ¿cómo era la antropología que se hacía en Unicamp? ¿Y en São Paulo? ¿Cómo era esa circulación de conocimiento en esa época? VS – No había mucha antropología ni circulación de conocimiento. Los economistas nos menospreciaban llamándonos empiricistas. Éramos muy pocos. Peter y yo acabábamos de llegar de fuera y no conocíamos nada, pero éramos muy despiertos e interesados en todo. Peter vivía en Campinas también. Antonio Augusto Arantes había hecho su tesis en Cambridge, pero era de ahí. Organizar la sección de ciencias sociales en el instituto signiicaba un montón de reuniones donde íbamos aprendiendo. En algún momento, no sé si fue en el 73, nos pidieron que organizáramos un máster en antropología. Entonces me acuerdo que fuimos a buscar un instituto, un modelo. Te imaginas lo que es Rev. antropol. (São Paulo, Online) | v.60 n.1: 117-139 | USP, 2017 126 entrevista | Sensibilidades feministas e inquietudes antropológicas | Entrevista com Verena Stolcke no conocer el sistema universitario brasileño, y sobretodo su historia reciente en ciencias sociales, y hacer este diseño. Lo hicimos, pero fueron interminables reuniones y teníamos poco contacto con los centros de antropología, que eran básicamente, por la proximidad, la USP y el Museo Nacional. En la USP me acuerdo que organizaron un seminario, unas jornadas de antropología donde nos invitaron. Y Peter hizo una presentación sobre el tipo de trabajo que venía haciendo en Inglaterra y yo hablé sobre Cuba. Estaban todos allí: Maria Sylvia de Carvalho Franco, Maria Isaura Pereira de Queiroz, Fernando Novaes, que fue el único que apreció mi presentación sobre la cuestión racial. sn– ¿Eunice Durham ya estaba? VS – Eunice estaba, pero no estuvo en esas jornadas. Eso fue en el 73, muy pronto. mf – ¿Y por qué no apreciaron su presentación? VS – Ahí está, justo lo que yo pensé. Cuando a una le pasa algo como esto, lo normal es pensar que has hecho algo mal, atribuirte individualmente la culpa o el defecto que explicaría esta falta de interés. Peter entusiasmó, entonces imagínense: Peter sí, y yo no. Y el único que apreció mi presentación que tenía que ver con la prohibición matrimonial en Cuba, con cuestiones de raza, fue Fernando Novaes, que era el único entre los presentes que no era blanco. Años después, como tengo un montón de materiales sobre la democracia racial en Brasil, Gilberto Freyre, Arthur Ramos, hice una investigación extensísima. Fue entonces cuando me di cuenta de que mi presentación, aunque fuera sobre la Cuba del siglo XIX, trataba sobre la cuestión racial, el racismo, la discriminación, la organización o la prohibición matrimonial y el pensamiento sobre democracia racial no permite que estas cuestiones se discutan. mf – No había apertura para escuchar eso. VS – Yo creo que esa fue la razón. En esa época la cuestión racial en Brasil no era una cuestión. Esto sólo va a llegar mucho más tarde, en los años noventa, con el movimiento negro. mf – USP es una de las únicas universidades en Brasil que no tiene política de cuotas, no hay acciones afirmativas. USP, Unicamp en el estado de São Paulo son las más racistas. Imagino cómo era en aquel momento… VS – Era una cuestión ontológica, este término que se usa tanto ahora, era una visión de la sociedad, del mundo. ¿Quién esta joven, además, alemana, que viene aquí a hablarnos de racismo? Rev. antropol. (São Paulo, Online) | v.60 n.1: 117-139 | USP, 2017 127 entrevista | Sensibilidades feministas e inquietudes antropológicas | Entrevista com Verena Stolcke sn – Tú hiciste parte del grupo que organizó la primera Semana de la Mujer en la Unicamp. Háblanos un poco de esa experiencia, ¿Cómo fue? ¿Fue un congreso académico? VS – No, era muy político. Fue en el Paneton. Había montones de gente, sobretodo estudiantes. Estaba Ana Fonseca, Mariza Corrêa, Heloísa Pontes, estaba Bia. Y fue muy agitado. Yo me acuerdo bien de un estudiante que pidió la palabra y nos preguntó: ¿y nosotros qué hacemos, qué vamos a hacer? Los varones. Y yo les dije: ¡organícense! Me acuerdo tan claramente, era tan agitado todo eso, muy bonito. Era la época del inicio de la sensibilidades feministas en Brasil, como aquí también, por influencia de la I Conferencia de la Mujer de la ONU en México, que ocurrió en 1975. sn – ¿Te pensabas como feminista en esa época? VS – Sí. A ver, mi libro sobre Cuba era tan obviamente feminista. Mi investigación en Cuba, y después la escritura del doctorado y el libro, en parte son previos a mi concientización como feminista. Yo descubrí el desastre de ser una mujer que quiere estudiar y que no puede, por cuestiones ideológicas y económicas. Mis hermanos estudiaron ingenierías en Alemania y yo trabajé de secretaria durante cinco años. Me mandaron de Argentina a Alemania, a Múnich, donde mi hermano estudiaba, y allí trabajé de secretaria multilingüe. Era muy buena secretaria, pero no podía estudiar. Me costó mucho. Hasta que después, por una serie de acontecimientos, me casé, mi marido consiguió una beca en Oxford y fue así que empecé a estudiar allá antropología, que era lo que hacía sentido para mí. mf – Y, ¿de dónde vino esta motivación por la antropología? VS – Esto fue curioso. Yo estuve de research assistant en Stanford del 62 al 64. Fue una época increíble. Era Martin Luther King con “tuve un sueño”, el movimiento estudiantil, el movimiento por los derechos civiles de los negros, la crisis de los misiles en Cuba, ¡todo junto! Era una época extraordinariamente agitada. Ahí conocí a mi marido. Era complicado porque yo trabajaba durante el día así que por la noche hice un curso de antropología en un college cercano. De cierta manera, ahí empezó mi trayectoria académica. Después, por estos accidentes de la vida, aterricé en Oxford y nos casamos allá. Al padre de mis hijas le interesaba la antropología, pero claro, es economista, un ecologista muy conocido, tenía que ser un poco discreto. Él terminó aprendiendo antropología de segunda mano, conmigo. Tanto en Oxford como en Cambridge aceptan estudiantes sin licenciatura, si tienes otras cualiicaciones, y yo me presenté. Tenía mi carácter internacional, era una alemana que se crió en la Argentina, que estuvo dos años en Stanford, así que me aceptaron. ¡En mi vida trabajé tanto! Me saqué el diploma con Peter Rivière como orientador, Rev. antropol. (São Paulo, Online) | v.60 n.1: 117-139 | USP, 2017 128 entrevista | Sensibilidades feministas e inquietudes antropológicas | Entrevista com Verena Stolcke que fue una persona muy solidaria, entendía mi situación. Aprendí muchísimo con él. Y fue así como llegué a la antropología. Me gusta decir que en toda teoría hay algo de biografía, y la mía me llevó a cambiar muchas veces de sitio y a vivir en diferentes lugares. sn – Volviendo al tiempo en que estuviste en Brasil, ¿cómo era vivir bajo una dictadura? ¿Había mucha censura? VS – Recuerdo muy bien que no. Brasil era, y está volviendo a ser, una sociedad de clases profundamente desigual. Supongo que ahora la tasa de analfabetismo debe haber bajado, gracias a la Bolsa Familia y a las posibilidades a la educación básica, pero en aquella época era altísima. Las mujeres del camión de turma no escribían, aunque eran de una lucidez política y vivencial extraordinaria. En ese tiempo, había organizaciones políticas, básicamente el Partido Comunista y el PSDB. Yo estuve en contacto con un grupo político en São Paulo. Tuvimos una reunión, y de repente alguien vino y dijo “¡que viene la policía!” y desaparecimos. Pero la universidad era un reducto de clase. Nosotros teníamos nuestras clases en la planta baja del instituto. Mientras se hablaba de la explotación de la mano de obra en las plantaciones, por la ventana veíamos a mujeres cortando el césped. Lo que podíamos hacer en la universidad, a menos que fuese en marcos organizados políticos, no tenía ninguna incidencia. Yo pienso que ahí se combinan dos cosas. Por una parte, los gobiernos militares inancian tan generosamente las universidades, las nuevas y las viejas. Es impresionante el crecimiento de las universidades en los años setenta, y uno piensa: “Los militares, ¿de qué van?” Para formar cuadros. Y de otro lado, también se inanciaban las ciencias sociales, la antropología por ejemplo. Supongo que los militares no debían tener mucha conciencia de las implicaciones que este estímulo de la antropología podría tener para la cuestión indígena. Pero yo creo que no estábamos controlados, ¡qué va! mf – ¿Y en relación al hecho de ser una profesora feminista? VS – Yo creo que el feminismo, en aquella época, no era considerado como una amenaza. El incipiente movimiento feminista de los años setenta era un movimiento de clase media. Les cuento una anécdota. Durante los primeros cinco años que viví en Brasil, mi marido estaba haciendo una investigación en Perú, y pasaba mucho tiempo fuera. Era obvio que él no estaba en casa y yo tenía una empregada doméstica, Isabel, con su filhinho que nació cuando estaba con nosotros. En un momento dado, se planteó en círculos feministas la cuestión de las empregadas domésticas. Se decía: “yo estoy tratando de liberarme de mi explotación y estoy explotando a otra mujer”. Entonces yo les Rev. antropol. (São Paulo, Online) | v.60 n.1: 117-139 | USP, 2017 129 entrevista | Sensibilidades feministas e inquietudes antropológicas | Entrevista com Verena Stolcke dije a las feministas, fue una reacción muy intuitiva: “yo no exploto a nadie, quien explota a estas mujeres es el marido, que no da ni golpe, que son de una inutilidad doméstica todavía peor, de clase.” Llegué a escribir sobre esto. Hubo una primera mesa redonda del CNPq en Belo Horizonte, con la compañeras y amigas del Carlos Chagas, que publican esta maravillosa revista sobre educación. A mí siempre me costó escribir, y no sabía lo que presentaría en esa mesa. Finalmente escribí un pequeño texto que viene a decir que cada clase tiene a la mujer que se merece11, que es fantástico, es una provocación total. Yo estaba pensando: a ver, nosotras, clase media, profesionales luchando por nuestra emancipación. Y, por otro lado, yo ahí en la fazenda haciendo mi investigación con la turma de mujeres. ¡Ése es el problema! Ésas son las mujeres que tienen verdaderamente una necesidad, una inquietud considerable por liberarse de los hombres. Si leéis la segunda parte del libro sobre caicultura, veréis que es impresionante: ¿para qué se tiene un marido, si no hace nada? Ese artículo está muy bien. mf – Yo creo que este discurso continúa actual. Yo también he escuchado algunas veces que las mujeres de clase media consiguen vivir de forma emancipada porque explotan a otras mujeres. VS – En el fondo es lo que plantea Betty Friedan, la analista femenina, sólo que ella no llega a la última conclusión. Son las mujeres negras, del Combahee River Collective, las que realmente plantean y denuncian lo que se llama después de interseccionalidad, en el 1976. Yo escribí un articulo sobre las interseccionalidades que se llama “¿Que tiene que ver el parentesco con el género?”12, donde sistematizo esta discusión ¡Era una época tan agitada! sn – Cuando yo estudié antropología en los años 90, no podías decir que eras militante, el activismo no se veía con buenos ojos. Si eras académica, no podías ser militante. Hoy, sin embargo, hay todo un movimiento que reivindica una antropología feminista. ¿cómo era la relación del movimiento feminista con la universidad? ¿Tú crees que hay diferencias en relación a hoy en día? VS – En los años setenta eran grupos, no era un movimiento. Aquí, en Cataluña, fue un poco diferente. En el 76 tuvieron lugar las Primeres Jornades Catalanes de la Dona, influenciadas por la I Conferencia de la Mujer de la ONU en México, en el 1975. Las mujeres comenzaron a organizarse durante el franquismo y en el postfranquismo. Había organizaciones políticas, sobretodo las vocalías de vecinas, que eran organizaciones de barrio. En los setenta, las mujeres ya estaban organizadas y eran muy políticas aquí, pero en Brasil esto no había llegado. Eran grupos de discusión, de amigas, colegas. Rev. antropol. (São Paulo, Online) | v.60 n.1: 117-139 | USP, 2017 130 11 STOLCKE, Verena. 1975. “Qual é a mulher que merecemos?”, Fundação Carlos Chagas. 12 STOLCKE, Verena. 2010. “¿Qué tiene que ver el género con el parentesco?”. In FONS, V., PIELLA, A. y VALDÉS, M. (orgs.). Procreación, crianza y género. Aproximaciones antropológicas a la parentalidad. Barcelona, Promociones y Publicaciones Universitaria. entrevista | Sensibilidades feministas e inquietudes antropológicas | Entrevista com Verena Stolcke 131 sn – ¿De clase media? VS – De clase media, pero no había una organización importante. Estaban personas muy importantes, como Eva Altman, que estaban por ahí, y que jugó un papel muy importante. Había unas iguras que destacaban, pero en los años setenta aún eran muy pocas. sn – ¿Entre las mujeres del camión de turma había movilización? VS – ¡Qué va! Eran altamente políticas y con una conciencia como mujeres muy clara, que expresaban en comentarios como “Hoy en día no vale la pena casarse” y otros de este tipo, no muy ácidos. Pero con una idea de movimiento especíico y feministas, ¡qué va! Hablar y decir que se es feminista tampoco. Cuando comencé a dar clases aquí, que fue al in del 79, 80, 81, también costaba decirlo. Yo daba teoría antropológica y en una asignatura sobre género costaba decir que se era feminista. mf – Leí un artículo tuyo sobre la cuestión de cómo incorporar un abordaje feminista en la educación13. Tú siempre te posicionaste como feminista en la universidad. ¿Cómo entiendes la antropología feminista hoy en día? VS – En el debate sobre antropología feminista en América Latina durante el Congreso de la ABIR, yo planteé de nuevo la vieja discusión sobre si debemos o no reivindicar una antropología feminista. Porque lo que yo deseo – una ilusión que puede tardar bastante tiempo en realizarse – es que exista una antropología que no requiera una antropología feminista. Mi objetivo ha sido siempre subvertir los campos de conocimiento en general. Y la llamo vieja discusión porque de cierto modo reproduce las críticas que se hicieron al estudio de las mujeres, los women’s studies, porque creaban un gueto entre personas, sobreRev. antropol. (São Paulo, Online) | v.60 n.1: 117-139 | USP, 2017 Acima Verena Stolcke na Fazenda Rio das Pedras 13 STOLCKE, Verena. 1988. “¿Qué revolución feminista en la enseñanza: “estudios de la mujer” o “integración curricular”?”. Papers: Revista de Sociologia, vol. 30: 33-42. entrevista | Sensibilidades feministas e inquietudes antropológicas | Entrevista com Verena Stolcke 132 todo mujeres, ya previamente convencidas de este punto de vista. Yo creo que, de alguna manera, la antropología feminista reencarna ese problema. sn – Sí, porque como antropóloga feminista, ¿cómo vas a usar, por ejemplo, una burka? La prostitución va a ser siempre explotación sexual. Es complicado… VS – Lo que yo pienso, y fue lo que hice tanto en mi trabajo en Cuba como en Brasil, es que para entender una experiencia especíica de mujeres hay que situarla en el contexto socio-político, económico, en general. Desde esa perspectiva, la antropología debería ser feminista por deinición. Yo intenté convencer a mis colegas con poco éxito. sn – Los hombres no se interesan mucho. VS – Es muy difícil hacerles ver que, mientras no se hagan aquella pregunta decisiva que Alex Schubert colocó en los años 60 y 70 – qué tiene que ver la pequeña diferencia con la gran diferencia – todo lo que están haciendo, en antropología económica, antropología política y todas estas divisiones, les llevará a resultados deicientes. Ahora, ¡dile tú a un colega que lo que está haciendo es deiciente! Es muy difícil. Lo que prevalece, y esto tiene que ver con la estructura general de conocimiento en occidente, son las subdivisiones disciplinarias, y por lo tanto la antropología feminista se entiende como una subdivisión. Si quieres tener en cuenta esa pregunta sobre lo que hace esa pequeña diferencia, tienes que estudiar un campo nuevo, lo cual es una falacia. La realidad humana es una dinámica histórica y las divisiones del siglo XIX, las especializaciones disciplinares, están ahí con toda su fuerza. sn – En Brasil, así como aquí, todo está muy dividido: etnología indígena, antropología urbana, antropología feminista, antropología de la religión, antropología de la salud, cada uno en un cajón. No dialogamos. VS – Aquí también, y además con muy buena conciencia, que se basa en el hecho o en la suposición de que tú sabes de tu antropología, que es la feminista, por ejemplo, y el resto es irrelevante. Es un problema enorme. mf – Estaba pensando en una cuestión que también trataste en uno de tus textos, en el que presentas un Seminario Internacional sobre culturas que organizaste aquí, en Barcelona. VS – Sí, te reieres al artículo “¿Naturaleza o cultura? Un debate necesario”, que se publicó en la revista Quaderns, del ICA (Institut Català d’Antropologia) 14. mf – Exacto. En ese artículo, sitúas un poco esta discusión que está ahora tan en boga de naturaleza y cultura, a partir de Descola y otros autores, la virada ontológica. Rev. antropol. (São Paulo, Online) | v.60 n.1: 117-139 | USP, 2017 14 STOLCKE, Verena. 2011. “¿Naturaleza o cultura? Un debate necesario”. Quaderns, n. 27: 5-10. entrevista | Sensibilidades feministas e inquietudes antropológicas | Entrevista com Verena Stolcke 133 Pero al final del texto escribes algo que me pareció muy interesante. Vienes a decir que todo este debate en verdad ya había ocurrido en antropología, de la mano de las autoras feministas. VS – En los setenta, para ser más exactos. En mi libro sobre Cuba, ahora creo que lo van a reeditar aquí por Cátedra en castellano, ya estaba la demostración del reduccionismo existencialista con signiicado político. mf – Y, ¿por qué se ignora a todas estas autoras? VS – Yo creo ahí hay dos problemas. Primero porque somos muy modestas sn – Nosotras, las mujeres… VS – El movimiento feminista, con excepción de las institucionales (que de modesto no tienen nada…), pero el movimiento como tal. No ponemos fechas en los carteles. Cuando tratas de reconstruir el contexto de carteles signiicativos te das cuenta que no hay fecha. Y escribimos relativamente poco. En los congresos, hay los grandes nombres que se divulgan. Pero en las reuniones más pequeñas tampoco aparecemos tanto, en comparación con el mundo masculino. Nosotras continuamos siendo tímidas. Y eso si tiene que ver con que contribuciones que son decisivas pasen todavía desapercibidas. mf – En esta cuestión específica de naturaleza y cultura, a mí me parece que se nos hace mucha injusticia. VS – Total. sn – Por ejemplo, el libro compilado por Louise Lamphere y Michele Rosaldo, de los anos setenta15, que es un estudio clásico… VS – Que no se conoce y no es muy difícil de conseguir, debería circular más. Y también la obra de Gayle Rubin, que fue recientemente reactualizada por ella propia, en su libro Deviations16. Habría que divulgar el trabajo de estas autoras porque este debate todavía es muy actual, y muy político. Pienso que el mejor ejemplo de la potencia de esta teoría feminista es mostrar qué efectos tiene el reduccionismo ideológico de las relaciones políticas entre hombres y mujeres con la biologización. No hace falta ir al quinto pino a estudiar los swa para ver que hay una gran contribución ahí, para mostrar el carácter ideológico de la ontología occidental moderna. El trabajo de Philippe Descola tiene la gran virtud de tener una base empírica. Después de Bruno Latour, que también tiene una experiencia en los laboratorios, pero que es más etéreo, Philippe Descola es muy importante. Pero ahí entra otra vez la subdivisión disciplinar del conocimiento, y ahí tienes los etnógrafos o los etnólogos, los indigenistas que hacen lo suyo. Y nosotros, que trabajamos sobre dimensiones y momentos de la historia Rev. antropol. (São Paulo, Online) | v.60 n.1: 117-139 | USP, 2017 15 LAMPHERE, Louise y ROSALDO, Michele. 1979. A mulher, a cultura e a sociedade. Rio de Janeiro, Paz e Terra. 16 RUBIN, Gayle. 2011. Deviations. A Gayle Rubin reader. Durham e Londres, Duke University Press. entrevista | Sensibilidades feministas e inquietudes antropológicas | Entrevista com Verena Stolcke 134 occidental moderna, no nos enteramos. No nos damos por aludidos… Entonces, el propio desarrollo de la antropología tiene sus problemas y esta fragmentación del conocimiento hace con que unos no se enteren de lo que hacen los otros. mf – Una última pregunta que tenemos es sobre antropología y literatura. Nosotras tenemos una pasión en común, que es la novela negra. VS – ¡No! mf – ¡Sí! Este año fui a verte a la mesa sobre Antropología y Novela Negra en la Trobada de Novela Negra de Barcelona, BCNegra 2016. Estabais tú, Dolores Juliano y una escritora, María Oruña. Hablasteis sobre su libro Puerto Escondido. VS – Paco Camarasa me dijo: “tú revelaste el in de la historia de María Oruña”. Que no era verdad, lo que quería justamente era mostrar todo el tejido. Puerto Escondido es un libro muy interesante, que transcurre en dos momentos históricos. La vinculación entre uno y otro es lo que yo quería resaltar. mf – Estuvo muy bien la mesa. Yo fui iniciada en la novela policíaca por la directora de mi tesis, Rosilene Alvim, de UFRJ. Había leído bastante cuando era jovencita pero luego lo dejé. Y, entonces, en los primeros meses de mi doctorado, Rosilene me regaló el libro Agencia Número 1 de Mujeres Detectives, de Alexander McCall Smith, que transcurre en Botswana. Es un libro fantástico, es muy etnográfico porque son casos de la vida cotidiana los que la detective tiene que resolver. Me vicié. Desde entonces les digo a mis alumnos que este tipo de literatura es muy útil para pensar como construir una etnografía. Algunos me hacen caso, la mayoría no. VS – ¿Y Henning Mankell? mf – Sí, está pasando una serie en televisión de sus libros, Wallander. VS – Es muy fuerte. Anoche Paco Camarasa me mandó un mensaje diciéndome que Wallander estaba en la televisión. Funcionó como contrapartida o como compensación después de la Diada17. Un alivio. Henning Mankell es una maravilla. Es una historia fascinante. mf – ¿La historia de Mankell? VS – Fue director de teatro en Maputo, Mozambique, durante años. No sé cómo hizo el contacto con Mozambique pero lo cierto es que estuvo mucho tiempo allá. Su obra se divide en dos: tiene su vida ensayística y su vida negra, criminal. Entre los ensayos, hay uno que se llama “La comedia infantil”, que es la historia de un niño que viene de la región del Zambeze a Maputo y Bilo siguen niños de la calle. Es es un libro extraordinario, y está muy bien traducido al castellano. Rev. antropol. (São Paulo, Online) | v.60 n.1: 117-139 | USP, 2017 17 El día nacional de Cataluña, que se celebra el 11 de septiembre. En los últimos años, manifestaciones multitudinarias tomaron las calles de las principales ciudades catalanas pidiendo la independencia de Cataluña en esta fecha. Entre otros temas, Verena Stolcke también discute los nacionalismos, sobre los que tiene una visión muy crítica. La entrevista fue realizada el día 12 de septiembre, un día después, por lo tanto, de la Diada de 2016. entrevista | Sensibilidades feministas e inquietudes antropológicas | Entrevista com Verena Stolcke Después tiene una pequeña trilogía sobre una mujer mozambiqueña llamada Sofía, que perdió ambas piernas en la guerra y que también es bellísima. Los dos tienen que ver con la guerra civil. Nosotros participamos en un club de lecturas, con Paco Camarasa, que funcionaba en una librería que tubo que cerrar por razones económicas. Lo apasionante de la literatura negra y criminal es que tiene un contexto, un trasfondo histórico. En los últimos años, se han estado publicando novelas en Alemania que están vinculadas con la guerra, la inmediata posguerra. Son súper interesantes, y muchas veces son periodistas e incluso historiadores que se ponen a escribir esas novelas. A mí me fascina. Además, es muy saludable y descansado leer una buena novela de esas. referências bibliográficas CORREA, Mariza 2013 Traficantes do simbólico & outros ensaios sobre a história da antropologia. Campinas, Editora da Unicamp. 2001 “Do feminismo aos estudos de gênero no Brasil: um exemplo pessoal”, Cadernos Pagu (16). STOLCKE, Verena 2975 “As mulheres no caminhão de turma”. Revista Debate e Crítica, n. 5, São Paulo, Fundação Carlos Chagas. Rev. antropol. (São Paulo, Online) | v.60 n.1: 117-139 | USP, 2017 135 entrevista | Sensibilidades feministas e inquietudes antropológicas | Entrevista com Verena Stolcke 2013 “Entrevista com Verena Stolcke”. In CORREA, Mariza. Traficantes do simbólico & outros ensaios sobre a história da antropologia. Campinas, Editora da Unicamp. libros de la autora (en orden cronológico) STOLCKE, Verena y MARTÍNEZ, Alier 1972 Cuba, economía y sociedad. Paris, Ruedo Ibérico. STOLCKE, Verena 1974 Marriage, Class, and Colour in Nineteenth Century Cuba. Cambridge, Cambridge University Press. (Reedición University of Michigan Press en 1989 y 2003 y por Alianza Editorial, Madrid en 1992). STOLCKE, Verena y GRAZIANO DA SILVA, J. (orgs.) 1981 A questão agraria. São Paulo: [s.n.]. STOLCKE, Verena 1986 Cafeicultura – homens, mulheres e capital (18501980). São Paulo, Editora Brasiliense. STOLCKE, Verena y VARGAS, V. 1988 Mujeres latinoamericanas: diez ensayos y una historia colectiva. 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(São Paulo, Online) | v.60 n.1: 117-139 | USP, 2017 137 entrevista | Sensibilidades feministas e inquietudes antropológicas | Entrevista com Verena Stolcke STOLCKE, Verena 2001 “Gloria o maldición del individualismo moderno según Louis Dumont”. Revista de Antropologia, vol. 44, n.2, São Paulo, USP. STOLCKE, Verena 2002 “Pluralizar o universal: guerra e paz na obra de Hannah Arendt”. Revista Mana, 8 (1), Rio de Janeiro. STOLCKE, Verena 2002 “Posfácio: O negócio das diferenças”. In BUARQUE DE ALMEIDA, Heloisa (org.). Gênero em Matizes. Bragança Paulista. STOLCKE, Verena 2002 “A natureza da nacionalidade. In MAGGIE, Y. y BARCELLOS REZENDE, C. (orgs.). Raça como retórica e construção da diferença. Rio de Janeiro, Civilização Brasileira. STOLCKE, Verena 2006 “O enigma das interseções: classe, sexo, sexualidade. A formação dos transatlânticos do século XVI ao XIX”. Revista Estudos Feministas, 14(1), Florianópolis. entrevistas (en orden cronológico) “Entrevista pública a la Dra. 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