Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                
13 El adjetivo y el grupo adjetival 13.1 Definición y características generales 13.2 Clases fundamentales de adjetivos 13.3 Propiedades morfológicas del adjetivo y sus repercusiones sintácticas 13.4 El adjetivo y otras clases de palabras 13.5 Los adjetivos de relación 13.6 Posición del adjetivo en el grupo nominal 13.7 El grupo adjetival. Su estructura. Modificadores y complementos del adjetivo 13.8 Locuciones adjetivas 13.1 Definición y características generales 13.1.1 Concepto de adjetivo. Su dependencia del sustantivo 13.1.1a El adjetivo es una clase de palabras que modifica al sustantivo o se predica de él aportándole muy variados significados. En un gran número de casos, el adjetivo denota propiedades o cualidades, como en los ejemplos siguientes: las calles estrechas, las personas discretas, flores rojas, una dura experiencia, un hambre atroz, y Estaba malhumorado; Huyó despavorida; Eres desconcertante. Con frecuencia, sin embargo, los conceptos de ‘propiedad’ y ‘cualidad’ se entienden en un sentido más amplio, como puede observarse en determinados productos, su actual novia, una mera coincidencia, en mi propia casa, la segunda oportunidad, numerosos accidentes, dos visitas semanales, el presunto autor del plagio, trucos de ingeniería financiera, la política pesquera comunitaria, la ingeniera industrial. En estos ejemplos, los adjetivos subrayados aluden a la manera particular en que son mencionadas las entidades, al número que forma el conjunto de estas, a la actitud del hablante hacia ellas o a su relación con cierto ámbito, entre otras nociones. Este sentido amplio es el que se adoptará en el presente capítulo. 13.1.1b La tradición gramatical grecolatina fundaba la definición de las clases de palabras en categorías semánticas de base ontológica. Así, los sustantivos denotaban ‘sustancias’, mientras que los adjetivos aportaban los ‘accidentes’ que precisaban o modificaban esas sustancias. Esta caracterización se traducía gramaticalmente en la capacidad del sustantivo de “subsistir” sin el adjetivo, así como en el carácter dependiente de este último, que se refleja en su etimología: adiectīvum significaba en latín 13.1.2a El adjetivo y el grupo adjetival 236 ‘adjunto, vecino, arrimado’. En la tradición gramatical hispánica se consideró el adjetivo como un tipo de nombre, de forma que el nombre adjetivo (hoy adjetivo) se oponía al nombre sustantivo. 13.1.2 Caracterización del adjetivo en sentido laxo y en sentido restrictivo 13.1.2a El término adjetivo se suele usar en un sentido laxo y en otro restrictivo. El primer sentido, más frecuente en los estudios tradicionales, privilegia los dos criterios formales que caracterizan a esta clase de palabras: la concordancia con el sustantivo y su función como modificador de este. Tal sentido abarcador del adjetivo da cabida a todos los elementos subrayados en la relación siguiente: esa calle estrecha, algunos árboles frondosos, sus mismos tres presuntos cómplices italianos, muchos músicos entusiastas, mis antiguos compañeros, nuevo triple empate, demasiadas falsas promesas, ciertas personas discretas, cuya segunda intención. Entre las voces subrayadas se distinguen tradicionalmente dos clases: la de los adje­ tivos calificativos, que designan cualidades (estrecha, frondosos, entusiastas, discretas) y la de los adjetivos determinativos, que introducen el grupo nominal (§ 1.4.2b y 12.7) y delimitan su denotación especificando a cuántas y cuáles de las entidades designadas por el nombre hace referencia el hablante (esa, sus, mis, cuya, algunos, muchos, demasiadas, ciertas). El sentido restrictivo del término adjetivo excluye los determinativos, que pasan a formar las clases de los determinantes y de los cuantificadores. 13.1.2b Constituyen los adjetivos determinativos elementos gramaticales que forman clases cerradas, mientras que los adjetivos calificativos son elementos léxicos (en el sentido de que poseen contenidos que corresponde dilucidar a los diccionarios, más que a las gramáticas) y forman clases abiertas. También son unidades léxicas otros adjetivos que no son calificativos —aunque tampoco determinativos—, como constitucional y químico, que pertenecen a la clase de los llamados relacionales (§ 13.2.1c), o como presunto y supuesto, que poseen características modales y no se integran en una serie abierta. 13.1.2c La clase tradicional de los adjetivos determinativos abarca los demostrativos (este, esas, aquellos), los posesivos (mi, tus, nuestros), los indefinidos (algunos, ciertas, ninguno) y los numerales (uno, cuatro, setecientas), así como algunas palabras exclamativas (como qué en ¡Qué calor!), interrogativas (¿Qué color?) y relativas (cuyo). Se suele hablar de usos adjetivos de estas expresiones (Ya llegó ese amigo tuyo; No vino ninguna paciente; Solo quiero algunos discos) para distinguirlos de sus usos pronominales o sustantivos (Ya llegó ese; No vino ninguna; Solo quiero algunos, no todos). Aunque los llamados adjetivos determinativos se estudian en otras partes de esta obra, en el § 13.4.3 se analizarán los adjetivos varios, cierto, otro, mismo y propio, entre otros que presentan a la vez propiedades características de los determinantes, los cuantificadores y los pronombres. 237 13.1.3 Definición y características generales 13.1.3c La predicación mediante el adjetivo y sus manifestaciones sintácticas Entre el sustantivo y el adjetivo se establece una relación de predicación. Esta se manifiesta sintácticamente como modificación (la actriz rubia) o como atribu­ ción (La actriz era rubia). 13.1.3a Los adjetivos son modificadores de los sustantivos comunes (guayabas maduras, el pobre caballero, piadosas visiones alegóricas, un simple empleado), de los infinitivos sustantivados (su andar cansino: § 26.2.1a) y de algunos pronombres, como los indefinidos: Nada bueno sacarás de ello; No hay mucho interesante que contar o en Al mirarse en el espejo, sorprendió algo nuevo en su mirada, algo débil, inseguro (Torrente Ballester, Gozos). Son rechazados por los pronombres personales (*nosotros altos, *tú guapo, *ella profesional) y por los nombres propios, que se asimilan a ellos, aunque estos últimos aceptan los llamados epítetos (§ 13.2.1b). Tampoco son admitidos por los pronombres interrogativos, con la excepción de algunos adjetivos comparativos (¿Quién mejor para este trabajo?). Sin embargo, en algunas variedades del español andino es posible ¿Qué interesante dijo? además de ¿Qué dijo de interesante?, que es la forma preferida en las restantes áreas. 13.1.3b El adjetivo modificador no es requerido, en principio, por el núcleo nominal sobre el que incide. Por esta razón puede ser omitido generalmente sin alterar la gramaticalidad de la construcción. Sin embargo, no siempre puede suprimirse. No es posible hacerlo, por ejemplo, en los grupos nominales en los que un artículo indefinido introduce un sustantivo no contable: Tenía una sed insaciable; Se despertó con un hambre atroz, salvo si la entonación es suspensiva (Tenía una sed…). Tampoco se omite en los que contienen sustantivos de significado muy general, como los subrayados a continuación: Apareció en el momento menos oportuno; Lo dijo de manera contundente; Un tropiezo lo puso en una situación poco brillante; Hay la cantidad suficiente. No se omiten tampoco los adjetivos —tanto modificadores como predicativos— en las construcciones que expresan posesión inalienable, como en un hombre de pelo rubio, mujeres de ojos grandes, quedarse con las manos vacías, o en Tiene los ojos azules; Conservaba el cutis lozano, estas dos últimas con complemento predicativo obligatorio. 13.1.3c Los adjetivos ejercen la función de atributo (capítulos 37 y 38) cuando la relación predicativa que caracteriza su modo de significar se establece a través de un verbo copulativo (La maestra estaba cansada; Eso me parece obvio; Es incómodo esperar; Es lamentable que se haya enojado por eso) o no copulativo: El gato dormía tranquilo sobre sus piernas; Las vi cansadas; Consideramos imprescindible revisar el dictamen. En el segundo caso, el atributo suele denominarse complemento predi­ cativo. También contienen atributos algunas oraciones no copulativas, como las absolutas: Una vez sola en su habitación, abrió la carta, y las atributivas bimembres sin verbo, como Bienaventurados los limpios de corazón. Estas construcciones se analizan en el § 38.6. 13.2.1a El adjetivo y el grupo adjetival 13.2 Clases fundamentales de adjetivos 13.2.1 Adjetivos restrictivos y adjetivos no restrictivos 238 13.2.1a Los modificadores adjetivos pueden restringir la extensión del sustantivo, como en gatos negros, día claro, pero también pueden destacar, ponderar o evaluar un rasgo de su significado, como en misteriosos gatos, claro día, lo que da lugar a los llamados epítetos, que se analizan en el apartado siguiente. El grupo nominal gatos negros tiene una extensión más reducida que la del sustantivo: denota, en efecto, un subconjunto de la extensión de gatos, puesto que quedan excluidos de esta los gatos que no son negros. El papel de negros en este ejemplo es, por tanto, el de un adjetivo restrictivo. En cambio, en los misteriosos gatos, el adjetivo misteriosos es un modificador no restrictivo que se aplica a todas las entidades designadas por el sustantivo gatos destacando o ponderando la propiedad de ‘ser misteriosos’ como rasgo inherente de la clase de los gatos o bien, en virtud del artículo, de algún grupo caracterizado en el discurso precedente. 13.2.1b La distinción entre adjetivos restrictivos (llamados también especifi­ cativos) y no restrictivos está estrechamente relacionada con la posición que ocupa el adjetivo en el grupo nominal: el adjetivo restrictivo suele aparecer en posición posnominal y el no restrictivo, en la prenominal, aunque existen excepciones. Ciertos adjetivos son inherentemente restrictivos (es decir, restrictivos en función de sus propiedades léxicas), como portátil en lámpara portátil, civil en guerra civil o focal en distancia focal. Otros adjetivos son restrictivos en unos contextos (los campos verdes), pero no en otros (los verdes campos). Entre los adjetivos calificativos no restrictivos, los epítetos destacan una propiedad inherente, prototípica o al menos característica, según el hablante, del sustantivo modificado. Aparecen generalmente antepuestos: blancos dientes, claro día, mansas ovejas, misteriosos gatos, suntuosos palacios, verde hierba, pero se registran también casos de posposición: manjares exquisitos, rosas fragantes. Se extiende a veces la noción de ‘epíteto’ a ciertos lugares comunes de naturaleza léxica, llamados colocaciones o solidaridades léxicas, como acalorado debate, aplastante mayoría, duro revés, fe inquebrantable, ostensible avance. Tampoco son restrictivos, sino explicativos (§ 12.6.1c), los adjetivos que aparecen en las construcciones parentéticas como la subrayada en Miss Amy, insegura sobre cómo atacar a la nueva empleada, imaginó por un momento que podía rebajarse a una indignidad (Fuentes, Frontera). 13.2.1c Algunos modificadores restrictivos son adjetivos calificativos: calle estrecha, café caliente, profesores entusiastas, pero muchos son relacionales o de relación. Los primeros denotan cualidades; los segundos manifiestan cierta relación particular entre las propiedades del sustantivo modificado y las correspondientes a la base nominal de la que el adjetivo se deriva (como económico < economía) o con la que se asocia léxicamente (agrario – campo). Vinculan asimismo estos adjetivos las dos nociones nominales que ponen en contacto, como la de ‘cargo’ y la de ‘municipio’ en la expresión cargo municipal. También son restrictivos los adjetivos llamados descriptivos, como los subrayados en puente colgante, rasgo distintivo, línea recta (frente al uso calificativo de recto en proceder recto), piedras preciosas (frente a flores preciosas) o vino blanco (frente a pared blanca). A diferencia de los 239 Clases fundamentales de adjetivos 13.2.2c calificativos, grupo al que corresponden en muchos análisis tradicionales, no indican exactamente cualidades de los sustantivos (la preciosidad en las piedras, la blancura en el vino, etc.), sino que asignan sus referentes a clases más o menos objetivas en función de ciertas propiedades que los distinguen de otros. La información clasificativa que aportan es semejante a la de los adjetivos relacionales, pero se distinguen de ellos en que no suelen derivar de sustantivos. 13.2.2 Adjetivos graduables y no graduables Una forma de cuantificación es la gradación (§ 19.1.1c). Así, la expresión muy interesante expresa un grado elevado de la propiedad ‘interesante’. En virtud de esta característica, los adjetivos se dividen en graduables y no graduables. 13.2.2a Admiten los adjetivos graduables adverbios de grado (muy, poco, bastante, harto, qué, etc.) y pueden formar parte de construcciones comparativas o de superlativo. La gradación se obtiene también con recursos morfológicos, como la afijación afectiva (pequeñito, calentico, grandecito, ingenuote, pobretón, buenazo, bonachón, delicaducha: § 9.1.1), y sintácticos, como la reduplicación léxica, a menudo reforzada por la entonación enfática: ¡Eso sí, me voy a mercar uno con la trompeta grande, grande! (Asturias, Papa). En opinión de algunos gramáticos, pero no de otros, la gradación en los adjetivos de forma y color expresa la mayor o menor aproximación del adjetivo a cierto prototipo de la propiedad clasificada, como en bastante redondo (‘bastante aproximado a la forma típica del círculo o de la esfera’). 13.2.2b Los adjetivos de tipo clasificativo (descriptivos y de relación: § 13.2.1c) rechazan los adverbios cuantificativos (*puente bastante colgante, *análisis muy clínicos). No obstante, aceptan comparativos cuando expresan adecuación o idonei­ dad, en el sentido de la justeza con la que se aplica a algo determinada característica. La construcción comparativa más… que… admite, por esta razón, paráfrasis con más propiamente… que…, como en ¿Hay algo de verdad en eso de que el desarrollo y la escalada económica es un hecho mundial, más biológico que político ni administrativo? (Pemán, Almuerzos) o en […] buscando hacer un negocio más político que financiero (Nacional 1/4/1997). Los grupos adjetivales más biológico y más político significan aquí ‘más propiamente biológico’ y ‘más propiamente político’, respectivamente. Lo que se compara, por tanto, no son las propiedades en sí, sino la medida en que cada una de ellas se adapta a cierto prototipo. Sobre el uso de político como adjetivo calificativo (por tanto, no como adjetivo de relación) en la expresión muy político, véase el § 13.5.3d. 13.2.2c Los adverbios completamente, enteramente, totalmente, absolutamente y similares, usados en combinaciones como totalmente constitucional o absolutamente legal, no son gradativos en sentido estricto, sino que, al igual que los descritos en el párrafo anterior, expresan también a veces la adecuación o la justeza con la que se aplica una propiedad (como en totalmente constitucional ‘totalmente acorde con la Constitución’). Pueden introducir, además, formas de cuantificación relativas a la extensión de alguno de los participantes. En efecto, la oración El edificio de 13.2.2d El adjetivo y el grupo adjetival 240 apartamentos está absolutamente vendido no informa de que cada apartamento está vendido ‘en un grado máximo’, lo que sería absurdo, sino que significa aproxi­ madamente ‘Todo el edificio de apartamentos está vendido’. Tales adverbios están implícitos en el significado de algunos adjetivos graduables (llamados a veces abso­ lutos). Así, seco se interpreta, fuera de contexto, como ‘completamente seco’; puro se entiende como ‘enteramente puro’, y limpio sugiere ‘limpio del todo’. Tal interpretación es característica, aunque no exclusiva, de muchos de los adjetivos denominados perfectivos o resultativos, como borracho, despierto, maduro, vacío, que denotan estados que se alcanzan o en los que se desemboca como consecuencia de algún proceso (§ 13.2.5). 13.2.2d Los adjetivos que admiten potestativamente el adverbio completamente y otras expresiones afines se caracterizan, pues, por asociarse con cierto límite. El contraste que se percibe en pares como Es completamente {inculto ~ *culto} muestra, por otra parte, que existe relación entre las nociones de ‘límite’ y de ‘valor absoluto’. En efecto, muchos adjetivos con prefijo negativo, como desconocido, imposible, inapropiado, incapaz, ineficaz, inhumano, injusto, inútil, involuntario, etc., admiten con naturalidad estos adverbios, pero no suelen hacerlo sus variantes sin prefijo. Se obtienen asimismo los significados que aportan los adverbios totalmente, absolutamente, por completo, etc., con una serie de adjetivos que, aunque no contienen prefijos negativos, denotan estados carenciales, como bobo, ciego, idiota, tonto, etc. Parece, pues, que las carencias o las ausencias se interpretan por defecto como propiedades absolutas, lo que se observa en contrastes como su total {incultura ~ *cultura} o El asunto {carece por completo de solución ~ *tiene por completo solución}. 13.2.2e Con los adverbios casi o prácticamente no se gradúan propiedades, sino que se denota la proximidad entre propiedades cercanas. Contrastan, pues, marcadamente casi infinito o casi ilegal con *muy infinito y *muy ilegal. La gramaticalidad de las primeras y la anomalía de las segundas ponen de manifiesto que tiene sentido concebir propiedades próximas a la infinitud y la ilegalidad en alguna jerarquía de propiedades, aunque no estén sujetas a grados. 13.2.3 Los adjetivos de grado extremo La mayor parte de los adjetivos calificativos son graduables, a menos que expresen el grado extremo de alguna propiedad. Estos adjetivos de grado extremo se suelen denominar elativos. En la gramática tradicional se han llamado también su­ perlativos absolutos. 13.2.3a Los prefijos de grado extremo (re-, requete-, super-, hiper-, mega- o ultra-: § 10.7.2) y los sufijos que expresan esa misma noción (-ísimo o -érrimo) forman los llamados elativos morfológicos. Por oposición a los elativos morfológicos, se llama comúnmente elativos léxicos a los adjetivos de grado extremo que no manifiestan esta propiedad en su estructura morfológica, es decir, a los que denotan tales significados en función de su propia naturaleza léxica. A este grupo pertenecen los adjetivos siguientes: 241 Clases fundamentales de adjetivos 13.2.4a abominable, atroz, brutal, colosal, delicioso, enorme, espantoso, espléndido, excelente, excelso, eximio, exquisito, extraordinario, fabuloso, fundamental, gélido, helado, horroroso, increíble, ínfimo, inmaculado, inmenso, insignificante, magnífico, maravilloso, máximo, mínimo, minúsculo, monstruoso, perverso, precioso, sensacional, supremo, terrible, tórrido, tremendo. También expresan el grado máximo de alguna propiedad ciertos adjetivos restrin­ gidos léxicamente, que podrían agruparse con las colocaciones o solidaridades léxicas de que se habló en el § 13.2.1b: calor sofocante, condiciones leoninas, craso error, cuestión capital, deseo ferviente, diferencia abismal, error garrafal, fe ciega, frío polar, hambre canina, ignorancia supina, miedo cerval, momento crucial, negativa rotunda, odio visceral, pingües beneficios, precio astronómico. Algunos de ellos proceden de adjetivos relacionales, como hambre canina (‘propia de perro’), miedo cerval (‘propio de un ciervo’), odio visceral (‘que se siente en las vísceras’), etc. 13.2.3b En general, los adjetivos elativos tienden a rechazar los adverbios de grado, lo que se explica porque esa combinación daría lugar a expresiones redundantes o contradictorias: si excelente equivale, aproximadamente, a ‘muy bueno’, la combinación *muy excelente es redundante y *poco excelente, contradictoria. Sin embargo, los adjetivos de grado extremo muestran cierta tendencia a perder su valor elativo para denotar cualidades evaluables en grados diversos, por lo que pueden hacerse compatibles con los adverbios comparativos, como en tan colosal como…, menos delicioso que…, o admitir construcciones superlativas: el más terrible pronóstico, el más abominable ogro, el más mínimo esfuerzo. 13.2.3c Muchos adjetivos elativos, entre ellos los que rechazan los adverbios de grado muy, poco o bastante, admiten, sin embargo, el adverbio exclamativo qué, como en estos ejemplos: Desde que comenzara a trabajar en el mar venía oyendo hablar —¡qué magnífica fonética!— del “azote del mundo” (Novás, Negrero); ¡Qué espléndido verso en el que reconocemos nuestra propensión al lugar común, felizmente subvertida! (Celorio, Contra-conquista); Qué maravillosa ocupación entrar en un café y pedir azúcar, otra vez azúcar (Cortázar, Cronopios). Así pues, la expresión qué maravilloso resulta natural para todos los hispanohablantes, mientras que la mayoría percibe como redundante muy maravilloso. El significado de ¡Qué magnífico comediante! es análogo al de ¡Qué comediante tan magnífico! La variante ¡Qué comediante magnífico!, ampliamente documentada en la literatura, solo resulta hoy natural para algunos hablantes. 13.2.4 Adjetivos intersectivos y no intersectivos 13.2.4a El significado de grupos nominales como un abogado alto, un vecino simpático, dos mesas cuadradas o las manzanas rojas se obtiene por intersección entre 13.2.4b El adjetivo y el grupo adjetival 242 los conjuntos designados: al decir de alguien que es un abogado alto, se manifiesta que es abogado y que es, además, una persona alta. Estos adjetivos se llaman intersec­ tivos. No se obtiene, en cambio, tal intersección en Es un abogado excelente, ya que esta oración no informa de que cierto individuo es abogado y que además es una persona excelente, sino más bien de que es ‘excelente como abogado’. Con el adjetivo se manifiesta, pues, en qué medida se acerca el referente al prototipo de la clase a la que pertenece (la de los abogados en el ejemplo propuesto). Los adjetivos de este grupo se denominan no intersectivos, intensionales o subsectivos. 13.2.4b Muchos adjetivos subsectivos suelen expresar formas de evaluación relativas a cierta actividad o función, como en un espléndido director de orquesta (que se asocia a dirigir espléndidamente), un árbitro mediocre, un buen cuchillo. Otros adjetivos de este grupo hacen referencia a alguna dimensión física que supone una norma implícita, establecida con criterios extralingüísticos: una galaxia pequeña, un río ancho, un edificio alto. Un proceso semántico relativamente similar requieren los complementos introducidos por la preposición para en oraciones como Maneja muy bien para no tener experiencia, que se analizan en el § 47.7.2g. 13.2.4c Un subgrupo de los adjetivos subsectivos, llamados a veces sincatego­ remáticos, se interpretan en función de algún verbo no expreso proporcionado por el contexto y por ciertos rasgos léxicos del sustantivo. Están entre ellos los adjetivos que expresan facilidad y dificultad. Así, un libro difícil se entiende ‘de leer’, ‘de escribir’, ‘de vender’, ‘de distribuir’, pero una decisión difícil será ‘de tomar’, y un problema difícil, ‘de resolver’. Forman otro subgrupo de adjetivos subsectivos los que tienen sentido adverbial, sean temporales (actual, futuro, presente) o modales (probable, seguro, supuesto, presunto). Así, en el actual ministro de Economía el adjetivo actual no presenta una cualidad de cierto ministro (frente a, por ejemplo, La noticia es actual), sino que ubica temporalmente su condición de tal (por tanto, ‘que lo es actualmente’, en lugar de ‘que es actual’). Los grupos nominales el presunto culpable y la probable ganadora dan lugar a paráfrasis similares: ‘el que presuntamente es o fue culpable’, ‘la que probablemente fue, es o será ganadora’. 13.2.5 Adjetivos de nivel individual y adjetivos episódicos Entre los adjetivos de nivel individual, llamados también inherentes, carac­ terizadores o imperfectivos en varios sistemas terminológicos, están astuto, capaz, cortés, lavable, misterioso, posible, potable, quiteño o rectangular. Estos adjetivos atribuyen a las entidades designadas por el sustantivo ciertos rasgos inherentes, estables o consustanciales a ellas. Por el contrario, los adjetivos llamados episódicos, de estadio o perfectivos (como contento, desnudo, enfermo, limpio, seco) se refieren a estados accidentales, por lo general resultantes de algún cambio. 13.2.5a La oposición entre ambos tipos de adjetivos se manifiesta en español fundamentalmente a través de la cópula: los caracterizadores se construyen con ser y los episódicos con estar. No obstante, numerosos adjetivos se combinan con uno u otro verbo (§ 37.5.7f). Así, en Es {nervioso ~ tranquilo ~ alegre} se habla del carácter 243 Propiedades morfológicas y sus repercusiones sintácticas 13.3.1b o el temperamento de alguien y en Está {nervioso ~ tranquilo ~ alegre} se describe algún estado circunstancial en el que alguien se halla. 13.2.5b Los adjetivos episódicos ocupan normalmente la posición posnominal (casa limpia, copas llenas, fruta madura, gente contenta), y son los que habitualmente funcionan como complementos predicativos no obligatorios, como en Llegaron {maltrechos ~ sucios ~ desnudos}. Algunos coinciden con participios (abierto, cansado, encantado, enojado) y otros, con formas que antiguamente estuvieron vinculadas con verbos (despierto, enfermo, fijo, junto, maduro, seco). Coinciden asimismo con los participios pasivos en que pueden ser predicados de las construcciones absolutas: {Vacía ~ Vaciada} la cisterna, se procedió a su reparación (§ 38.6.1), y en que pueden ser negados con «sin + infinitivo»: ropa {secada ~ seca ~ sin secar}. Como expresan procesos que ocurren o se desarrollan en el tiempo, suelen admitir adjuntos aspec­ tuales: una vez lleno, ya maduro, al fin solos. También pueden ser modificados por los adverbios totalmente o completamente (§ 13.2.2c), que denotan límite o expresan el resultado último de algún proceso. 13.3 Propiedades morfológicas del adjetivo y sus repercusiones sintácticas 13.3.1 Rasgos flexivos del adjetivo Concuerda el adjetivo en género y número con el sustantivo sobre el que incide o del que se predica, independientemente de su función sintáctica: Sus ojos melancólicos y profundos se entrecerraban; Añoraba las tranquilas tardes soleadas sanjuaninas; La tarde estaba soleada; Comieron callados; Se sabía agraciada. Como no existe flexión propia del género neutro en español, la concordancia en neutro es indistinguible de la concordancia en masculino (§ 2.1.2b): {Esto ~ Este} es necesario; Es preciso emplear protección solar; Era obvio que su ambición le servía de impulso (Mujica Lainez, Escarabajo). 13.3.1a La flexión del adjetivo se limita a reproducir los rasgos de género y número del sustantivo. Así, el plural del adjetivo altas en paredes altas constituye una marca de concordancia, mientras que el de altas y altos en altas médicas o altos en el camino tiene contenido semántico, puesto que se trata de sustantivos. En estos últimos casos el plural es, por tanto, informativo. Aun así, el plural condiciona en el primer caso la interpretación de ciertos adjetivos de acuerdo con el tipo de sustantivo (contable o no contable) del que se predican. Se oponen de esta manera abundante pelo (‘nutrido, copioso’) y abundantes lágrimas (‘muchas, numerosas’); un constante temor (‘un estado persistente’) y sus constantes rezongos (‘eventos reiterados’). 13.3.1b Los adjetivos calificativos coordinados concuerdan necesariamente con el sustantivo: se dice dos novelas largas o dos novelas cortas, pero no *dos novelas larga y corta. No obstante, dos adjetivos de relación o dos ordinales en singular coor­ dinados pueden aportar conjuntamente rasgos de plural, con los que el sustantivo concuerda, como en las políticas agraria y pesquera del gobierno, mis abuelas paterna y materna, los capítulos primero y segundo (§ 31.3.3e).