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DIRECTORES SECTOR EXPORTADOR Minería, Petróleo y Derivados Agustín de Aliaga Fernandini Guillermo Ferreyros Cannock Oscar González Rocha Eduardo Hochschild Beeck Julia Torreblanca Marmanillo Juan Igor Salazar Zanelli Diego Ortega Meneses Marilú Wiese Moreyra Manufacturas Enrique Gubbins Bovet Raúl Musso Vento Janine Belmont Pesquero Fernando Romero Belismelis Alex Fort Brescia Agropecuario Alfonso Bustamante Canny Augusto Baertl Montori José Luis Noriega Cooper Miguel Nicolini de la Puente DIRECTORES SECTOR IMPORTADOR Bienes de Consumo Juan Fernando Correa Malachowski Thiago Coelho Juan Carlos Vallejo Blanco Bienes Intermedios Andreas von Wedemeyer Knigge Maquinarias y Equipos Luis Felipe Carrillo Campodónico Carlos Chiappori Samengo Mariela García de Fabbri DIRECTORES SECTOR SERVICIOS Servicios Financieros Fernando Zavala Lombardi Servicios no Financieros Alfonso García Miro Peschiera Alonso Rey Bustamante Pedro Cortez Rojas Cayetana Aljovín Gazzani Gianmarco Tagliarino Rondinelli Ernesto Raffo Paine Jan Mulder Panas Juan Francisco Raffo Novelli Juan Stoessel Florez Manuel Van Oordt Fernandez Oscar Caipo Ricci Oscar Humberto Chávez López GERENTE GENERAL Jessica Luna Cárdenas COMEXPERU Bartolomé Herrera 254, Miraflores, Perú Telf: 625-7700 negocios@comexperu.org.pe www.comexperu.org.pe contenido PRESIDENTE Juan Fernando Correa Malachowski 1º VICEPRESIDENTE Oscar Caipo Ricci 2º VICEPRESIDENTE Alonso Rey Bustamante 04 EDITORIAL 06 20 SEGUNDOS algunas cifras de interés 08 COVID-19 Y ECONOMÍA DIGITAL Tributos y recaudación: ¿sabías que…? 10 colaboración público-privada para la transformación digital del país 14 LA NUEVA NORMALIDAD COMEXDIGITAL: digital pos-COVID-19 16 DONACIONES DE TECNOLOGÍA 18 de Transformación Digital 20 22 24 durante la crisis POLÍTICA NACIONAL MÁS CONECTIVIDAD para reducir la brecha digital en el Perú CLOUD FIRST POLICY: la puerta hacia la conectividad, la productividad y la competitividad a gran escala #CIBERSEGURIDAD | #Cibercrimen | #Ciberdefensa para un #PeruDigital 30 OLVIDANDO LO APRENDIDO: desnaturalizando las plataformas digitales 34 ¿CÓMO REALIZAR UN ONBOARDING EXITOSO 36 LOS NUEVOS RETOS PARA LA MOVILIDAD EN LIMA: a una plataforma de IA? la propuesta de Uber desde la tecnología 38 de movilidad frente a la pandemia 40 CABIFY EN CUARENTENA, 42 44 46 LA ESTRATEGIA DE LAS APPS innovación al servicio de los peruanos HACIA UN PERÚ CREATIVO Y DIGITAL TELECOMUNICACIONES: “El futuro nos llegó de golpe” Director Jessica Luna Cárdenas Co- editores Rafael Zacnich Nonalaya Jaime Dupuy Ortiz de Zevallos Equipo de análisis Jorge Zavala Delgado Katherine Gutiérrez Abanto Paulo Quequezana Barrientos Daniel Najarro Salazar Lety Gómez Díaz Mercedes Obregón Carrasco Shirley Ramos Velásquez Verónica Arroyo Panta Publicidad y Suscripciones Edda Arce de Chávez Colaboran en este número Abel Revoredo Armando Mejía Miguel Morachimo Pierino Stucchi Elaine Ford Paola Galvez Erick Iriarte Sandro Marcone Fernando Allasi José Delmar Cristhian Northcote Sebastián Cabrera Jorge Romero Gustavo Larrabure Alejandro Jimenez Nathalie Ninuma Eduardo García-Godos Guillermo Vidalón Luis Felipe Carrillo Fernando Calmell del Solar José Ignacio Beteta Marinés O´Donnell Oscar Vásquez Julio Guadalupe Diseño y Diagramación Eliana García Dolores Fotografía Jesús Ordoñez Churata Banco de imágenes Stock.XCHNG Flickr del Banco Mundial Banco de imágenes de PromPerú ANDINA Corrección Ángel García Tapia LA SUNAT contenido contenido 26 ¿PERÚ PAÍS DIGITAL? Y 50 PANDEMIA ECONOMÍA DIGITAL 52 PROMOVIENDO la participación de las mipyme en el comercio digital dentro de APEC COYUNTURALES 54 TEMAS IMPORTANTES en materia de comercio exterior EN 56 OPORTUNIDAD LA PANDEMIA 58 VIEJO, MI QUERIDO VIEJO. El compromiso con nuestros adultos mayores debe fortalecerse RELACIONES 60 CONSTRUIR LABORALES de confianza en tiempos de la COVID-19 62 LAS ZONAS ESPECIALES DE DESARROLLO como instrumento para la atracción de inversión extranjera directa 64 LA “NUEVA NORMALIDAD” también está en camino hacia un mundo virtual y el comercio exterior 48 DESAFÍOS 66 NOTAS & DATOS de los procedimientos administrativos electrónicos Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 15010397-1662 COMEXPERU no se solidariza necesariamente con las opiniones vertidas en los artículos de Negocios Internacionales. Prohibida la reproducción parcial o total del contenido de esta revista sin autorización escrita de la Dirección. COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES elEditorial 04 TRIBUTOS Y RECAUDACIÓN: ¿SABÍAS QUE…? Estamos ante una de las peores crisis económicas de nuestra historia moderna. Se han perdido 2.7 millones de puestos de trabajo solo en Lima entre enero y junio. La economía ha caído un 17% entre los meses de enero y mayo, y se estima que en el mes de junio la caída sea del 20%. La recuperación de los empleos es una prioridad y para ello se requiere impulsar la inversión y una reactivación económica responsable con el cuidado de la salud. Para lograrlo, el tema tributario es fundamental. Sobre la recaudación tributaria, ¿sabían que en lo que va de 2020 esta ha caído un 20%? Ello debido a la caída en la recaudación de los impuestos a la producción y el consumo (-22.1%), otros ingresos (-38.9%) e impuesto a la renta (-14.5%). Entre enero y junio, el mayor impacto en el impuesto a la renta (IR) se observó en los contribuyentes del régimen especial (-40.8% entre enero-junio de 2020), el de segunda categoría (-37.5%) y el régimen mype tributario (-34.6%). Si vemos por sectores, la recaudación en pesca cayó un -72.1%; minería e hidrocarburos, un -35.8%; construcción, un -32%; comercio, un -24.7%; y agropecuario, un -20.8%. Sobre el impacto de la carga tributaria en la competitividad del Perú, ¿sabían que, de acuerdo con el pilar Pago de Impuestos del reporte Doing Business del Banco Mundial, el Perú se ubica en la posición 121 de 190 países? ¿O que una empresa invierte 260 horas al año y realiza 8 pagos distintos que equivalen a un 36.8% de las ganancias de las empresas para preparar, presentar y pagar los principales impuestos y contribuciones? El Estado “accionista” de las empresas en casi el 40%. Sobre la errada mirada del Estado ante la situación tributaria en medio de la pandemia, ¿sabían que, según data oficial de la Sunat de 2018, si bien solo un 0.2% de las empresas peruanas eran principales contribuyentes, estas empresas medianas y grandes emplean casi la mitad (47.7%) de la fuerza laboral peruana? ¿Y que, además, estas empresas generan más del 77% de la recaudación tributaria en el país? A pesar de ello, las medidas de alivio tributario las han excluido. La crisis alcanza a todo tipo de empresas, de todo tamaño, y es errado creer que las medianas o grandes tienen capacidad infinita para hacerle frente. El resultado, pérdida de empleo formal, caída de la recaudación y cierre de empresas. Por tanto, hoy la crisis nos exige repensar cómo se maneja el sistema de tributación en el país, con miras a promover su digitalización, simplificación y facilitación. Ello para dar alivio a todas las empresas con miras a preservar su operación y empleo formal, impulsar la formalización, ampliar la base tributaria y mejorar el clima de negocios a fin de que nuestro país sea atractivo para las inversiones. Jessica Luna Gerente General de COMEXPERU 06 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES ECONOMÍA DIGITAL: 20 SEGUNDOS INTERNACIONAL... NACIONAL... 70% del nuevo valor comercial mundial en la próxima ECONOMÍA DIGITAL 20 segundo década será a través de plataformas habilitadas digitalmente, según el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés). 160% es el aumento esperado en el mundo para las compras de comercio electrónico de usuarios nuevos o de baja frecuencia, según Accenture. 40.1% de los hogares peruanos tuvo acceso a internet durante el primer trimestre de 2020, según el INEI. 65% de las transacciones e-commerce del Perú estuvieron concentradas en Lima y Callao durante 2019, según la Cámara Peruana de Comercio Electrónico (Capece). 149 millones de nuevos empleos serían creados en el mundo en 2025 debido a la aceleración de la digitalización, según el WEF. RANKING DE CALIDAD DE INTERNET EN AMÉRICA LATINA (MÁXIMO 100) PAÍSES 20% de las pequeñas y medianas empresas europeas están altamente digitalizadas, según la European Association of Craft, Small and MediumSized Enterprises (UEAPME). 72% de los consumidores estadounidenses utilizan dispositivos móviles para realizar sus compras, según el Estudio de Pagos Remotos 2020 de PYMNTS. US$ 4,000 millones fue el volumen de compras mediante e-commerce en 2019, según la Capece. 20% es el crecimiento anual esperado en telemedicina a nivel global entre 2020 y 2024, según el WEF. ÍNDICE 1 CHILE 2 TRINIDAD Y TOBAGO 39.3 3 PERÚ 37.5 4 GUATEMALA 36.2 5 BRASIL 35.8 6 MÉXICO 35.5 7 JAMAICA 35.2 8 ARGENTINA 34.4 9 NICARAGUA 33.6 10 PARAGUAY 32.6 Fuente: Economist Intelligence Unit (EIU). Elaboración: ComexPerú 43 08 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL COVID-19 y economía digital Por Abel Revoredo, Socio de Revoredo asociados. Sin lugar a duda, los últimos meses bajo confinamiento han puesto a prueba la manera como las personas interactuamos con el objeto de evitar la propagación de un virus que, al parecer, no desaparecerá en el corto plazo. La modificación de nuestras costumbres por causa de la COVID-19 impactó en nuestras interacciones familiares y en la forma en que trabajamos, pero sobre todo ha tenido un impacto sin precedentes en la denominada “economía digital”. Las conversaciones de los últimos años acerca de la poca adopción de tecnologías, de la lenta “transformación digital” de los negocios o de la digitalización de nuestras industrias quedaron en el olvido gracias a la COVID-19 y se transformaron en realidades que enfrentar para no morir. En un mes normal antes del confinamiento, un limeño promedio acudía al supermercado, iba al banco a pagar su tarjeta de crédito, compraba ropa en alguna tienda por departamento, salía a algún restaurante o bar durante el fin de semana y, posiblemente, asistía a un centro de salud para algún chequeo rutinario o consulta médica, la cual había reservado por teléfono. Sin embargo, desde marzo, todos empezamos a buscar mecanismos alternativos para acceder a los bienes y servicios a los que estábamos acostumbrados. Las empresas empezaron a buscar nuevos escenarios para vender, cobrar o distribuir sus productos, y los microempresarios empezaron a “pivotear” digitalizando sus emprendimientos o transformándolos totalmente para sobrevivir. De pronto, todos estábamos usando videoconferencias, marketplaces, delivery, cashless, D2C, medios de pago y otras tecnologías en las que antes no nos habíamos detenido a pensar. Durante el confinamiento obligatorio, fue impresionante ver cómo sectores tradicionalmente no digitales tomaron la iniciativa de transformarse o de utilizar alguna tecnología para potenciar o resucitar su negocio. La mayoría de las bodegas y pequeños emprendimientos improvisaron la toma de pedidos por WhatsApp y sus propios servicios de delivery, los retails ofrecieron despacho online de todos sus productos, Gamarra lanzó su propio marketplace, etc. Se podría decir que el Perú requirió de una pandemia para pasar de tener interacciones offline a interacciones online. La otra cara de la moneda significó darnos cuenta que la súbita “digitalización” vino acompañada por retrasos en la atención de pedidos, confusión en los despachos, fallas en las políticas de devolución y cobros indebidos que terminaron siendo los protagonistas de las quejas por redes sociales durante la cuarentena, pues, en el afán de reiniciar sus actividades, las empresas y los emprendedores excedieron su capacidad logística y generaron incumplimientos, mala comunicación e insatisfacción del cliente. No estábamos preparados. Sin embargo, en este artículo no solo queremos detenernos a resaltar el uso de tecnologías que hicieron posible que algunos pudiéramos sobrevivir a esta pandemia; sino también de las grandes brechas que aún separan a la mayoría de los peruanos y de cómo las leyes, la tecnología o la infraestructura no sirven de nada si no transformamos digitalmente nuestras mentes. En los sectores menos favorecidos, las compras continuaron haciéndose “en persona” en el mercado más cercano, según lo ganado el día anterior. El acceso a medios de pago digitales mantuvo excluida a la mayoría, por lo que las compras continuaron realizándose en el mundo físico y la atención pública de salud siguió siendo lenta y lejana. La pandemia desnudó nuestras carencias en aspectos tecnológicos cuando vimos, con mucha pena, que ni el Estado ni el sector privado tomaron en cuenta la realidad de la mayoría de los peruanos para su toma de decisiones. La poca conectividad, la escasa bancarización digital y la resquebrajada capacidad económica de la mayoría de los peruanos nos cobraron las deudas pendientes. Mientras el acceso a internet salvaba a muchos negocios grandes y pequeños, vimos que algunas autoridades se oponían a la construcción de infraestructura o apretaban económicamente a los operadores. Nos dimos cuenta de que pocos peruanos tenían acceso a un internet de calidad o a equipos que les permitan “sacarle el jugo” a las oportunidades que el nuevo mundo digital abrió. Vimos con estupor cómo el Estado obligaba a los más pobres a hacer colas (aún con riesgo de sus propias vidas) para acceder a bonos que pudieron distribuirse usando nuevas tecnologías. Fuimos testigos de que la digitalización de la atención hospitalaria y el control de contactos no eran parte de la estrategia. Nos dimos cuenta de que era imposible realizar la mayoría de los trámites ante el Estado, pues todos estaban diseñados para un mundo de papel. Así, aunque se trató de transformar sobre la marcha los negocios y el propio funcionamiento del Estado, con algunos buenos resultados, tuvimos que reconocer que la mayoría de nuestros compatriotas no podían acceder a internet, no podían comprar ni vender en plataformas digitales, tampoco podían acceder a los servicios básicos del Estado, y nos dimos cuenta de que, aunque quisieran, no podían usar las nuevas herramientas. 10 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL COMEXDIGITAL: COLABORACIÓN PÚBLICO-PRIVADA PARA LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL DEL PAÍS Por Jorge Zavala, Analista de Estudios Económicos de ComexPerú. El avance tecnológico y el uso de herramientas digitales ya es parte del día a día de muchos, gracias a los avances en las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) y su capacidad para agilizar diversos tipos de transacciones y procesar información a gran escala, lo que sirve para adoptar mejores decisiones empresariales y de políticas públicas. Desde el transporte de personas o mercancías, la intermediación de servicios, el manejo de datos abiertos y el comercio electrónico hasta la interacción entre el Gobierno y los ciudadanos, la transformación digital de las economías es una verdadera revolución que cuenta con el potencial de acercar a las personas servicios, bienes y oportunidades que alguna vez fueron costosos o inalcanzables. Más aún, en un contexto de pandemia, ha quedado demostrado cómo la tecnología es la principal herramienta, si no la única, para que bienes y servicios públicos y privados lleguen de manera eficiente a quienes los requieren. En este contexto, el pasado 9 de enero, el Poder Ejecutivo publicó el Decreto de Urgencia (DU) 006-2020, que crea el Sistema Nacional de Transformación Digital, y el DU 007-2020, que aprueba el marco de confianza digital y dispone medidas para su fortalecimiento (ver Semanario 1021). Esto, independientemente de evidenciar un gran espacio de mejora para una implementación efectiva de estos dispositivos, nos invita a pensar en los principales retos que enfrentamos como sociedad y a preguntarnos si realmente estamos preparados para un proceso de transformación digital. LISTOS O NO… VIENE LA TRANSFORMACIÓN DIGITAL De acuerdo con el último informe técnico acerca de las TIC en los hogares peruanos, elaborado por el Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), solo un 35.6% contaba con una computadora y un 40.1% con acceso a internet durante el primer trimestre de 2020. Sin embargo, detrás de esta cifra se esconde un alarmante 4.5% de hogares con computadora en el área rural y tan solo un 5.9% con acceso a internet. Asimismo, poco menos de la mitad de los colegios de educación básica del Perú accedieron a internet (49.7%), según cifras del Censo Escolar 2018. Por otro lado, la conectividad digital es un tema pendiente para muchos Gobiernos municipales. De acuerdo con el Registro Nacional de Municipalidades (Renamu), elaborado por el INEI, solo en seis departamentos del país (Ucayali, Tumbes, Tacna, Pasco, Moquegua y Madre de Dios) el 100% de municipalidades accede al servicio de internet, mientras que, por ejemplo, en los departamentos de Apurímac, Amazonas y Huancavelica más del 20% de sus municipalidades 12 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES no se encuentran conectadas. Esta situación las pone en desventaja, pues les resulta más difícil realizar procesos y trámites que involucren la coordinación con otras entidades estatales, o colocar de manera eficiente proyectos de inversión pública a través del sistema nacional (ver Semanario 1003). Finalmente, estas alarmantes deficiencias en el acceso a internet y conectividad en hogares, colegios y municipalidades responden a la brecha en infraestructura de telecomunicaciones que el Perú mantiene. De acuerdo con cifras del Plan Nacional de Infraestructura para la Competitividad, la inversión faltante para alcanzar estándares internacionales de acceso básico en red móvil y banda ancha1 en el largo plazo asciende a S/ 20,377 millones. Sin embargo, si el Perú busca estar a la par con el mundo desarrollado en temas de transformación digital y acceso a redes de última generación, la inversión requerida alcanza los S/ 106,124 millones. Esto indica que el país ha rezagado por años la inversión en conectividad digital y telecomunicaciones, las cuales son pilares fundamentales que condicionan la capacidad de una transformación digital para los sectores más vulnerables (ver Semanario 1016). COMEXDIGITAL Y UNA RUTA COMÚN Pensemos por un momento en la potencial capacidad del Gobierno si se adopta verdaderamente una mentalidad de transformación digital. Por ejemplo, la administración pública y los servicios al ciudadano podrían verse altamente impactados al contar con proveedores de calidad internacional en cloud computing para el manejo de datos personales o para la sistematización y digitalización de historiales médicos para entidades públicas y privadas. Asimismo, implicaría la materialización de la tan necesaria interoperabilidad entre todas las entidades del Gobierno, PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL la cual reduciría trabas burocráticas y agilizaría todo trámite que una persona natural o empresa deba realizar en el país. Por otro lado, la colaboración con empresas de economía digital serviría como apoyo a la labor de fiscalización contra la evasión tributaria y la informalidad, así como al incremento de la bancarización. En cuanto a los programas sociales, se podría hacer uso de estas herramientas para incrementar la efectividad en su focalización, a fin de que las personas con distintas necesidades básicas insatisfechas puedan acceder a servicios gubernamentales adecuados. Dentro de este marco, desde el Comité de Economía Digital de ComexPerú, ComexDigital, venimos trabajando para aportar evidencia y perspectivas desde el sector privado en las discusiones que se han venido dando en diversos espacios públicos (Congreso, ministerios u otros organismos públicos) en torno a diversos temas de la economía digital. ComexDigital busca ser un referente desde el sector privado para contribuir a las acciones públicas y propuestas regulatorias orientadas a la transformación digital del país, y se pone a disposición de las autoridades para participar en los procesos de política pública. Acompañando a estas expectativas, nuestro trabajo está guiado por una Hoja de Ruta del sector privado para la Transformación Digital del País, la cual se basa en cuatro principios o pilares de trabajo: 1) Transformación digital: Implementar el análisis impacto regulatorio en el diseño de normativas, creación de capacidades digitales en la población, promover el concepto economía colaborativa en el debate público, y contribuir en la creación de un sistema gobernanza digital en el Estado y normativa moderna para la tributación de servicios tecnológicos 2) Seguridad Digital: Promover un marco normativo con estándares internacionales para la protección de datos personales y de protección del consumidor digital. 3) Conectividad: Enfatizar el cierre de la brecha en conectividad digital, inversiones en infraestructura y sistemas integrados, y contribuir en una legislación de telecomunicaciones razonable, actualizada y que genere estabilidad jurídica y elimine barreras. 4) Regulación del Internet: Garantizar el principio de neutralidad de la red, expandir el comercio electrónico (e-commerce) a más empresas, erradicar la piratería digital, promover un manejo adecuado de contenidos e información y delimitar la responsabilidad de proveedores de servicio de Internet. ComexDigital seguirá trabajando para posicionar en el debate público la economía y la transformación digitales del país, con la mirada puesta en el desarrollo de correctos marcos normativos que nos permitan aprovechar las oportunidades disruptivas de la era digital para el crecimiento del país y la región. La brecha de infraestructura de acceso básico en telecomunicaciones comprende el acceso a una red móvil y la cobertura (suscripciones) de banca ancha fija a internet mínima de 3G. 1 14 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL LA NUEVA NORMALIDAD DIGITAL POS-COVID-19 Por Armando Mejía, Fundador y secretario del Instituto Transformación Digital para el Desarrollo. La Universidad ESAN y el Instituto Transformación Digital para el Desarrollo (TDD) han formado una alianza para conducir un ciclo de conferencias destinadas a crear conciencia y plantear soluciones que nos permitan afrontar adecuadamente el impacto que tendrá en nuestra sociedad la crisis actual, considerando a las tecnologías digitales como parte integral de este proceso. La primera conferencia abordó la transformación digital y el impacto de la crisis, con base en lo que llamamos la nueva normalidad digital pos-COVID. Inauguró la conferencia el rector de la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI), Dr. Jorge Alva, quien hizo las siguientes observaciones: • El mundo pos-COVID presentará enormes desafíos para el Perú y el mundo. • La distancia entre los países tecnológicamente avanzados y los tecnológicamente atrasados aumentará considerablemente. • Se agudizará el conflicto entre potencias. • Será muy difícil que economías pequeñas como la nuestra sean capaces de decidir por sí mismas su destino. • La guerra comercial será mayor. • No queda otro camino que los jóvenes se preparen mucho para el reto de adaptar al país las tecnologías internacionales y desarrollar las propias. • El Perú del bicentenario debe ser un país cohesionado; solo si logramos avanzar en tecnologías digitales podremos mejorar. • La UNI se considera especialmente obligada a contribuir con el desarrollo de tecnología y generación de conocimiento, así como en su momento el Centro de Cómputo de esta universidad fue un núcleo para apoyar tecnológicamente al sector público y privado del país. A continuación, el Dr. Josep Piqué se centró en estudiar el fenómeno de la COVID-19 como fuente de aprendizaje profundo y en cómo afrontar el desafío de vivir tras la pandemia sin temor al contagio. En La Salle Technova, han podido identificar 5 leyes digitales del pos-COVID: 1. Lo que pueda hacer un bit, que no lo haga un átomo. En el pos-COVID, todo será digital en la medida de lo posible. Si un elemento físico no puede ponerse en la nube, hay que pensarlo. 2. Las relaciones van a ser digitales. La relación digital no anula la relación personal, sino que la potencia. La interacción será más elevada y puede haber muchas más relaciones digitales. 3. Ningún átomo sin bit. Todo aquello que no exista en la nube no existirá en nuestro móvil y, por lo tanto, en nuestras vidas. El reto es cómo conectar a la nube los elementos no digitalizables. 4. De la nube a la tierra. Todo va a estar en la nube y va a bajar a la tierra cuando lo necesitemos. La realidad y la nube se van a complementar. 5. Ningún virus sin bit. Esfuerzos por evitar nuevas pandemias. Se abrirán debates éticos entre los derechos personales y los de la sociedad. Complementariamente, el Dr. Piqué animó a desarrollar nuevas propuestas de valor para la nueva normalidad que será claramente mejorada. No podemos volver al pre-COVID, debemos crear el pos-COVID. A su vez, el panelista Dr. Víctor Yockteng, del TDD, hizo algunas advertencias: • Tenemos que reinventarnos, no solo introducir tecnología en nuestras instituciones, sino redefinirlas en alta tecnología digital. • Debemos ser conscientes de la alta resistencia al cambio que existe en nuestros medios. La transformación digital debió empezar hace 60 años en nuestro país, pero en lugar de ello se han malgastado recursos. • El nuevo ciudadano debe empezar a formarse desde el nivel básico. • La COVID-19 ha sido negativa desde el punto de vista económico, pero debe ser positiva desde el punto de vista del desarrollo. • El Gobierno y el país tienen que redefinir sus políticas. Finalmente, el panelista Eddy Morris, de ESAN, efectuó los siguientes comentarios: • En el pre-COVID, el Gobierno dictó medidas para que las empresas se modernicen, pero solo se aprovecharon parcialmente. • Las empresas que habían creído en la tecnología estuvieron preparadas cuando llegó la COVID. • En la educación, se ha evidenciado la división entre “inforricos” e “infopobres” (los que no tienen acceso a internet). Se ha notado una gran brecha digital en todos los sectores. • La tecnología digital ya no es una utopía, tiene que ser una realidad para nuestras empresas. • Se debe priorizar el desarrollo de la conectividad en el país. Para ello, hay que tener un plan de conectividad muy agresivo. Clausuraron la conferencia el rector de ESAN, Dr. Jorge Talavera, así como el presidente del TDD, Ing. Julio Porcel, quienes manifestaron su compromiso con el desarrollo de nuestra sociedad. Además, el Ing. Porcel recalcó la necesidad de contar en el Estado con un ente rector que tenga suficiente capacidad de decisión para establecer políticas de transformación digital y ejecutarlas. Igualmente, que es necesario propiciar un cambio cultural a nivel de toda la sociedad, desde sus autoridades y ejecutivos hasta el ciudadano común. 16 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL Donaciones de tecnología durante la crisis Por Miguel Morachimo, Director Ejecutivo de Hiperderecho. La COVID-19 es una auténtica experiencia colectiva para la sociedad y nos está impactando a todos a diversos niveles. En este contexto de emergencia, muchas empresas e instituciones privadas han asumido el compromiso de contribuir, desde su lugar, a mitigar las consecuencias. Según su vinculación con el beneficiario, estas donaciones pueden clasificarse como directas o indirectas. Muchas veces, se han materializado directamente a través de beneficios o condiciones especiales a quienes se han visto más afectados. En otras ocasiones, han sido contribuciones indirectas monetarias o en especies para hospitales, centros de apoyo social y organizaciones benéficas. Sin embargo, existe otro tipo de contribución indirecta que ha cobrado popularidad esta temporada: la donación de tecnología. Constituyen donaciones de tecnología las contribuciones realizadas por empresas privadas al Estado a través de trabajo por horas, consultorías, recursos en la nube, propiedad o licencias para uso de software sin una contraprestación económica. Alrededor del mundo, durante la crisis, muchas empresas han puesto a disposición de las autoridades a sus mejores programadores, algoritmos propietarios o recursos computacionales. En nuestro país, de igual manera, desde grandes empresas de alimentos hasta jóvenes emprendimientos tecnológicos han colaborado con el Estado. Sin embargo, para varias de esas empresas la situación no ha estado a la altura de sus expectativas por diversos problemas. Desde esa experiencia, hay tres lecciones claras. LAS FORMAS IMPORTAN Es común quejarse de que el sector público está lleno de burocracia. Sin embargo, muchos de esos documentos y permisos tienen sentido en estos casos. Nuestro país cuenta con una legislación moderna sobre asociaciones público-privadas que garantiza las expectativas e intereses del Estado y los privados. Incluso si se opta solo por una donación, es trascendental firmar un convenio o acuerdo para asegurar compromisos, licencias o transferencias de propiedad, entregables concretos y responsabilidades. La existencia de estos documentos y su publicidad conforme a las reglas de transparencia estatal también aseguran que la relación entre empresa y Estado no se preste a suspicacias o acusaciones infundadas. DATOS PERSONALES Es trascendental establecer reglas claras sobre quién administra la base de datos personales derivada del uso de la tecnología. Son muchos los casos en los que empresas inescrupulosas han buscado explotar datos personales de ciudadanos bajo la apariencia de su generosidad al donar una tecnología. No es imposible que una empresa privada se beneficie de los datos derivados del uso de una tecnología desplegada por el Estado. Pero esta relación se parece menos a una donación y más a un intercambio comercial que deberá de sujetarse a las reglas de contrataciones públicas. Quien asuma la responsabilidad de conservar y tratar los datos personales de los usuarios también tendrá que cumplir con las obligaciones nacionales sobre la materia, según el tipo de datos que almacene y su forma de procesamiento. Para la ley peruana, importa tanto quién usa los datos como quién es el propietario de la base donde se almacenan. Es decir, no basta con almacenar el proyecto en el servidor de una empresa y darle los accesos al Estado. Por el solo hecho de estar en el servidor de propiedad de una persona jurídica, esa empresa ya asume responsabilidades individuales. El tratamiento de datos personales en contra de lo señalado por la norma es una infracción sancionable, puede acarrear serias responsabilidades funcionales para los servidores públicos y una crisis reputacional para la empresa. SOPORTE Y CONTINUIDAD DE PROYECTO Como cualquier producto, la tecnología no funciona sola, sino que es necesario que el personal que la implemente esté capacitado y que se continúe supervisando errores y mejoras. El ciclo de vida de un software requiere soporte permanente. Por eso, es importante asegurarse que el contrato señale a quién corresponden estas responsabilidades. De la misma manera, que la tecnología objeto de la donación esté debidamente documentada para que pueda ser mantenida por terceros distintos de sus creadores originales. PROPIEDAD INTELECTUAL De la misma manera, deberá establecerse en el contrato quién conserva la propiedad intelectual del software, algoritmo u obra resultado de la consultoría. El Estado tiene reglas de publicidad y transparencia muy claras, incluso de licenciamiento abierto, que podrían no estar alineadas con las expectativas de las empresas. Igualmente, podría optarse simplemente por otorgar una licencia no exclusiva para ciertos usos al Estado si la empresa quiere retener su propiedad. No se trata de “ponérsela difícil” a la empresa privada para que colabore con el país. Estas reglas y recomendaciones buscan proteger en igual medida los intereses de las empresas y del Estado. Pero, por sobre todas las cosas, buscan resguardar los derechos de los ciudadanos y los pesos y contrapesos de un sistema democrático. 18 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL Política Nacional de Transformación Digital: educación, ciudadanía y economía digital Por Pierino Stucchi, Presidente de la Sociedad de Derecho y Empresas Digitales (Sodital). La transformación digital no es la digitalización de procesos que se mantienen con enfoque analógico. La transformación digital en un país implica la integración de la tecnología digital en todas las áreas de actividad: ciudadanía, empresa y Gobierno; en todo espacio donde ello sea posible y genere mayor eficiencia en los procesos, mayor valor en los resultados y mayor bienestar para las personas y sus familias. La transformación digital significa un cambio en la forma de entender y diseñar las actividades. Implica el diseño de nuevos procesos para lo que ha sido (o debe ser) transformado por el componente digital. Por ello, genera nuevos productos y resultados, así como nuevas estrategias para la ciudadanía y la economía. marcha una plataforma digital (que reciba millones de visitas de ciudadanos). Se trata de responder satisfactoriamente, al menos, las siguientes preguntas: ¿los ciudadanos lograron la información que necesitaban? ¿Cumplieron el propósito de su visita digital? ¿Solucionaron un problema eficazmente o la vista los retornó al mundo offline? En este contexto, el pasado 28 de julio, el presidente de la república anunció que, en 60 días, se aprobará la Política Nacional de Transformación Digital, con el fin de garantizar un sólido gobierno de datos y la ciudadanía digital. Al respecto, contribuimos con presentar algunas orientaciones que debería considerar esta política con el fin de generar el mayor bienestar posible para las personas: La política debe asegurar la existencia de un sistema de interacción entre el Estado y los ciudadanos de todo el país, que les permita cumplir sus obligaciones (pagar impuestos, formular declaraciones, participar en procedimientos administrativos, etc.) y ejercer sus derechos (sufragar en elecciones, obtener y utilizar la información de acceso público que requieren, crear una empresa, formular peticiones, participar activamente en la formulación de políticas públicas y en procesos normativos, etc.). i) Educación digital. Así como, por ejemplo, desde la perspectiva económica, un ciudadano requiere formación y capacidades para elaborar un presupuesto y vincularlo a un plan personal o empresarial, para negociar y para operar aspectos financieros esenciales (valor del dinero en el tiempo, cálculos de tasas de interés, etc.), con el propósito de que tenga herramientas para lograr sus objetivos económicos; del mismo modo, un ciudadano requiere formación básica digital, educación mínima sobre esta tecnología y su funcionamiento, así como práctica efectiva en su utilización y en los cuidados para afianzar la ciberseguridad. La política debe asegurar que esta educación digital básica sea impartida desde la etapa escolar, como complemento de las capacidades que puedan desarrollarse en el hogar. La educación digital permite a los ciudadanos formar ciudadanía digital y una base de cultura digital compartida, integrada y eficiente. ii) Ciudadanía y Estado digital. No se trata solamente de poner en iii) Ciudadanía y empresa digital. La ciudadanía también se expresa en la realización de transacciones y prestaciones económicas, comerciales y de consumo, así como en la propia realización de la actividad empresarial que decidan realizar los ciudadanos desde la tecnología digital. La política debe promover los negocios digitales y la difusión de sus beneficios para todos los ciudadanos, a fin de asegurar un ecosistema adecuado para el desarrollo de las empresas digitales y evitar regulaciones excesivas que pudieran afectar su desarrollo. Es necesario que promueva el trabajo y la actividad económica vinculados con los negocios digitales1. ¿Necesitamos un Ministerio de Tecnologías de Información y Comunicaciones? Sí, urgentemente. Sus funciones deberían incluir la promoción de la infraestructura para el desarrollo de actividades digitales, así como la regulación (o la desregulación) racional sobre las empresas digitales, y el aseguramiento del uso de la información y los datos personales contenidos o destinados a ser contenidos en fuentes accesibles para el público, sin limitaciones sobre las empresas. Es preciso asegurar la legalidad y la razonabilidad. Este ministerio tendría que hacerse cargo de la coordinación interministerial y general (a nivel Estado) en estas materias de impacto digital. iv) Confianza digital. La política necesariamente tiene que determinar las bases para estrategias integradas que aseguren la mayor confianza digital posible, que está definida como “cuán veraces, predecibles, éticas, proactivas, transparentes, seguras, inclusivas y confiables son las interacciones digitales que se generan entre personas, empresas, entidades públicas o cosas en el entorno digital, con el propósito de impulsar el desarrollo de la economía y la transformación digital”. La confianza digital “es un componente de la transformación digital y tiene como ámbitos la protección de datos personales, la ética, la transparencia, la seguridad digital y la protección del consumidor en el entorno digital”2. La confianza digital es una premisa de la transformación digital. Su fortalecimiento es un trabajo permanente y que exige mejora continua en sus resultados, con esfuerzo público y privado. Todos desde la sociedad civil y la actividad empresarial agremiada estamos dispuestos y comprometidos con la generación de una Política Nacional de Transformación Digital y su adecuado cumplimiento. Ello contribuirá al desarrollo de la economía digital y, fundamentalmente, al bienestar de los ciudadanos. 1 Cfr. https://sodital.org.pe 2 Citas del literal a) artículo 3° del Decreto de Urgencia 007-2020. 20 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL Es un cambio que nos agarró desprevenidos y para el que no estábamos preparados. Y digo “desprevenidos” porque pienso en la conectividad en nuestro país. De acuerdo con cifras oficiales del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), solo el 39.3% de los hogares en el Perú tienen conexión a internet. Esta cifra se desagrega de la siguiente manera: el 59.6% corresponde a hogares de Lima Metropolitana; el 40.9%, al resto urbano, y solo el 5.7% al área rural. Cabe mencionar que el 50% de la población usa internet exclusivamente mediante dispositivos móviles y este medio es el que ha permitido que millones de personas no estén excluidas y sigan con sus tareas durante los tiempos de cuarentena. MÁS CONECTIVIDAD PARA REDUCIR LA BRECHA DIGITAL EN EL PERÚ Por Elaine Ford, Directora fundadora de D&D Internacional - Democracia Digital. La COVID-19 ha cambiado la manera como tradicionalmente las sociedades han funcionado. Nos ha obligado a trasladarnos al mundo digital. Nuestra vida offline ha pasado al ámbito online de la noche a la mañana y sin mayor consulta. De pronto, estudiamos, trabajamos, compramos, socializamos, nos informamos, hacemos trámites en línea. Todo se reduce a la Web 2.0, las redes y el uso de internet. Escuchamos múltiples comentarios acerca de que esta pandemia está “acelerando la transformación digital en el país”. Sin duda, pero hay que tener en cuenta que la está acelerando entre quienes ya están conectados. Por tanto, ¿qué pasa con quienes aún no pueden acceder a internet, que no pueden tener una clase online, no saben cómo prender una computadora ni están en la capacidad de acceder a un servicio o hacer una compra en línea? Aquellos que todavía no gozan de las oportunidades ni beneficios que ofrece internet para emprender y desarrollarse. Esas personas están rezagadas y la brecha digital que se está generando en el Perú es inmensa. En el mundo, de acuerdo con Internet Society (ISOC), casi la mitad de la población no está conectada, lo que implica un gran reto en adelante. Y lo es también en términos de accesibilidad. Es decir, en cuanto a personas con discapacidad, que solo dominan lenguas originarias, personas vulnerables o minorías étnicas que se ven postergadas. Esa es la gran preocupación de los líderes mundiales y motivo de discusión en los foros internacionales: cómo conectar a los no conectados e insertarlos en el mundo digital. participación ciudadana; la libertad de asociación, y el acceso a la información pública, que en el ámbito online se fortalecen. Consecuentemente, su acceso es de enorme importancia para el desarrollo de toda sociedad democrática. Por esa razón, se habla en términos de inclusión digital. Existen muchos esfuerzos globales que apuntan a este propósito. Internet Universality es uno de ellos. Unesco asume el liderazgo de este tema globalmente y reconoce que internet es más que infraestructura y aplicaciones; es una red de trabajo para las interacciones de tipo social y económico, que tiene un gran potencial para habilitar derechos, empoderar individuos y comunidades, y facilitar el desarrollo sostenible. Lo es también el Panel de Alto Nivel sobre Cooperación Digital, que impulsa el Secretario General de las Naciones Unidas. Al respecto, el congresista Alberto de Belaunde ha presentado un proyecto de ley1 que “propone la modificación de la Constitución, a fin de incluir expresamente la garantía constitucional de acceder a internet sin restricciones; así como el deber del Estado de promover el acceso y la formación en tecnologías de la información”. La discusión debe activarse y en ella tienen que intervenir los distintos stakeholders nacionales, pero además es necesario actuar con rapidez y eficiencia a fin de evitar que la brecha digital se exacerbe. En el Perú, se deben acelerar las políticas públicas orientadas a lograr una mayor conectividad. Se hizo un gran esfuerzo con la Red Dorsal de Fibra Óptica, pero ha quedado congelado por temas burocráticos, entre otras razones. El sector público, en alianza con el sector privado, debe reactivar este proyecto, así como fomentar la infraestructura y la inversión privada que garanticen la conectividad a todos los peruanos. Esta debe ser una gran prioridad. La pandemia nos ha forzado a lidiar con una realidad que tal vez antes mirábamos, pero no veíamos en profundidad, y ha hecho evidentes las reales carencias en nuestro país. Es necesario definir prioridades y actuar responsablemente considerando que todos los sectores tienen algo que aportar. El acceso a internet representa un desafío latente para todas las generaciones, pero especialmente para la construcción de un país competitivo, innovador e inclusivo. Y, por supuesto, también a nivel político y multidisciplinario se debiera empezar a discutir con especial relevancia si el acceso a internet constituye en estos tiempos un derecho humano que debe ser atendido por el Estado con la misma urgencia que otros asuntos. Sabemos que internet es la herramienta que habilita el ejercicio de diversos derechos tales como las libertades de opinión, expresión e información; la “Proyecto de Ley 3607/2018-CR de Reforma Constitucional que garantiza el Derecho de Acceso a un Internet Libre y Abierto. 1 22 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL despliegue de servicios más sofisticados como data analytics, machine learning y desarrollos de inteligencia artificial, que poseen características de elasticidad, mínima inversión, autoservicio y flexibilidad, bajo un modelo de pago por uso y seguridad certificada por estándares internacionales. Cloud first policy: la puerta hacia la conectividad, la productividad y la competitividad a gran escala En esa línea, los países que han sido reconocidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en su último ranking sobre gobierno digital tienen un elemento común: han establecido una política de nube primero o cloud first policy, lo que significa que las agencias gubernamentales han sido instruidas para utilizar la computación en la nube como tecnología preferente en la implementación de cualquier proyecto digital. Esta decisión les ha permitido sacar la información de silos y compartirla a través de toda la administración, utilizar la capacidad tecnológica en su nivel más óptimo, aprovechar las economías de escala e impulsar la innovación. El confinamiento tomó por sorpresa a algunos Gobiernos cuya economía se detuvo, mientras que los digitalmente más maduros estuvieron en mejor capacidad de aprovechar la tecnología para reaccionar con prontitud y asegurar la continuidad en la prestación de los servicios públicos. Por ejemplo, el Reino Unido, que, gracias a su plataforma GOV.UK Service Toolkit, pudo lanzar 100 nuevos servicios a través de internet. Top 20 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Ranking La pandemia de la COVID-19 es una oportunidad para evaluar el nivel de preparación de los Gobiernos en materia digital. Tras 107 días de aislamiento social obligatorio en el Perú, ¿somos conscientes de la necesidad de acelerar la digitalización del Gobierno? ¿Hemos encontrado, finalmente, los incentivos para su transformación digital? En medio de la incertidumbre a la que se enfrenta el Gobierno por la nueva fase en la gestión de la crisis del coronavirus, tenemos certeza de algo: las herramientas digitales son un elemento clave para reforzar el acercamiento del Estado a los ciudadanos. En ese sentido, la primera acción hacia una recuperación equitativa con resultados sostenibles exige comprender el tipo de herramientas digitales que necesitamos. Sin duda, la computación en la nube es una de ellas. Esta tecnología permite el almacenamiento de información a gran escala en plataformas como Aprendo en Casa o los sitios web de consulta de bonos. Asimismo, la nube posibilita el En enero de 2018, la Secretaría de Gobierno Digital de la Presidencia del Consejo de Ministros emitió los Lineamientos para el Uso de Servicios en la Nube, en donde se establecen recomendaciones a las entidades públicas para la contratación de estos servicios; sin embargo, no se establecieron disposiciones relativas a la prioridad del uso de la nube. Grafico No. 1 Ranking de la ONU sobre Gobierno Digital 2018 Ranking País Por Paola Gálvez, Consultora en Niubox Legal | Digital. Ahora bien, no solo los primeros 20 lugares del ranking tienen políticas de nube primero. En América Latina tenemos avances en este terreno. Argentina, por ejemplo, emitió en 2018 el Decálogo Tecnológico, donde estableció la preferencia de soluciones en la nube, y en 2019 se convirtió en un Gobierno libre de papel. En Chile, el presidente Piñera emitió un instructivo presidencial en el mismo sentido y se comprometió a combatir la burocracia chilena a través de la iniciativa “cero papel”. Colombia, Uruguay, México y Brasil siguieron el mismo camino. 34 42 43 44 56 61 64 77 84 85 EGDI Ranking Dinamarca 0,9150 11 Australia 0,9053 12 República de Corea 0,9010 13 Reino Unido 0,8999 14 Suecia 0,8882 15 Finlandia 0,8815 16 Singapur 0,8812 17 Nueva Zelanda 0,8806 18 Francia 0,8790 19 Japón 0,8783 20 América Latina y el Caribe País Uruguay Chile Argentina Brasil Costa Rica Colombia México Perú Ecuador Panamá EGDI Ranking 0,7858 0,7350 0,7335 0,7327 0,7004 0,6871 0,6818 0,6461 0,6129 0,6092 95 100 103 106 108 113 116 123 124 129 País Estados Unidos Alemania Países Bajos Noruega Suiza Estonia España Luxemburgo Islandia Austria País R.Dominicana El Salvador Bolivia Venezuela Paraguay Guatemala Surinam Honduras Guyana Nicaragua EGDI 0,8769 0,8765 0,8757 0,8557 0,8520 0,8486 0,8415 0,8334 0,8316 0,8301 EGDI 0,5726 0,5469 0,5307 0,5287 0,5255 0,4974 0,4773 0,4474 0,4316 0,4233 Mientras esto no se realice, el Gobierno peruano se verá privado de soluciones que generan eficiencia y eficacia en los servicios dirigidos a los ciudadanos. El temor al cambio y el desconocimiento de las tecnologías disruptivas por parte de algunos funcionarios públicos es uno de los motivos principales que evitan la adopción de la nube en el Gobierno. Por otro lado, la Oficina Nacional de Tecnologías de la Información de Argentina informó, en una nota sobre la adopción de nube en el Gobierno, que para poder capitalizar las ventajas que ofrece la nube necesitaban realizar la contratación de servicios en la nube de una manera práctica y ágil, optando por la implementación de un Acuerdo Marco. Esta modalidad de adquisición de servicios es una práctica extendida de los Gobiernos líderes en transformación digital. De acuerdo con el reciente informe emitido por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), denominado Contratación pública de servicios en la nube. Mejores prácticas para su implementación en América Latina y el Caribe, el 70% de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), incluidos nuestros vecinos Chile y Colombia, ha optado por esta modalidad de contratación agregada. El Perú está listo para contar con un catálogo electrónico de servicios en la nube. El marco normativo lo permite y solo se requiere la ejecución de Perú Compras. Recordemos que la transformación digital de un país es una política de Estado, no un proyecto del Gobierno de turno. Cualquier decisión que el Gobierno tome hoy tendrá un impacto importante en las estrategias a largo plazo; por eso, resulta valioso mantener una visión estratégica para el futuro. Una política de nube primero representa la puerta hacia la conectividad, la productividad y la competitividad a gran escala. 24 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL #Ciberseguridad | #Cibercrimen | #Ciberdefensa para un #PeruDigital Por Erick Iriarte, Socio principal de Iriarte & Asociados. La presencia de entornos e instrumentos digitales ha transformado radicalmente la forma como creamos, compartimos, resguardamos y accedemos a la información, más aún en estos tiempos de la COVID-19. Pero, como todo proceso de cambios, no solo aparecen oportunidades para aprovecharlas en beneficio de la población y el crecimiento económico, sino también quienes utilizan dichos instrumentos para afectar la información que se crea, comparte y almacena; afectar los derechos y bienes de las personas; afectar los servicios que prestan las entidades públicas y privadas; y afectar los activos críticos nacionales y la soberanía de los países. El año pasado fue clave para la lucha contra el cibercrimen. El Congreso de la República aprobó la adhesión del Perú al Convenio de Budapest, también denominado Convenio de Cibercrimen, y que entró en vigor el 1 de diciembre de 2019. Este instrumento, establecido en 2001, nos brindará acceso a cooperación internacional en materia de persecución del cibercrimen, acompañado de la necesidad de revisar la normativa penal informática existente alineándola con la legislación internacional. Complementariamente, se desarrollaron dos leyes hermanas, que en realidad son una sola, pero que a pedido del Ejecutivo se dividieron para facilitar su promulgación. La adhesión al Convenio de Budapest y el trabajo para las leyes de ciberdefensa y ciberseguridad permitieron avanzar mucho para actualizar nuestra legislación y esto se realizó mediante el diálogo en espacios multiestamentarios (sociedad civil, academia, sector gubernamental y sector privado). El resultado de dicho diálogo fue la Ley de Ciberdefensa que da el marco operativo para que las Fuerzas Armadas puedan actuar frente a amenazas capaces de afectar la soberanía nacional, así como ser la última línea de defensa ante afectaciones a los activos críticos digitales producidos por ataques en y mediante instrumentos digitales (por ejemplo, atacar un gaseoducto, un puerto, una central hidroeléctrica o la banca mediante instrumentos digitales, y así dejar al país afectado). Esta ley fue promulgada el 16 de septiembre de 2019, con el número 30999. La Ley de Ciberseguridad es un marco general para la protección de información pública y privada, a través de mecanismos de coordinación e intercambio de información, basado en la creación de capacidades y el trabajo colaborativo, así como la creación de una cultura de ciberseguridad. Además, establece a nivel de ley una definición como marco operativo y añade también obligaciones de protección irrestricta de los derechos humanos y de cooperación ante la existencia de brechas de seguridad. Es lamentable que el Ejecutivo, que participó activamente de la construcción de la norma, la haya observado. Lo cierto es que la Presidencia del Consejo de Ministros ha perdido la oportunidad de lograr una norma para el futuro, quizás mal oyendo a funcionarios que no terminan de entender que el fenómeno digital quita cuotas de poder y funciona solo con base en la cooperación y la confianza. Entendemos que el Poder Legislativo irá por la insistencia para esta norma. En tiempos en los que vemos noticias sobre el aumento de incidentes y ataques informáticos debido a la pandemia (por ejemplo, el caso denunciado de brecha de seguridad en el instrumento de bono universal), es necesario contar con la normativa adecuada para enfrentar estos fenómenos. También es cierto que el DU 007-2020 busca avanzar en la denominada confianza digital, pero no es suficiente. Se ha logrado mucho en el marco de ciberseguridad, ciberdefensa y lucha contra el cibercrimen, pero siguen siendo elementos aislados, carentes de una decisión política del Gobierno, porque el problema no es contar con una política pública, que ya existe (la Política 35 #PeruDigital del Acuerdo Nacional), sino la falta de una visión clara en materia digital. Queda claro que aún falta la decisión política del Ejecutivo para establecer la Agencia de Sociedad de la Información como parte de la institucionalidad necesaria para tener un Perú digital. 26 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL ¿PERÚ PAÍS DIGITAL? Por Sandro Marcone, CulturaDigital.pe. Estamos ya a casi 30 años del primer correo electrónico que se envió desde un servidor de la Red Científica Peruana hacia el mundo por medio del protocolo TCP-IP. Según las cifras del INEI, basadas en el último censo, para 2018, el 52.5% de la población mayor de 6 años accede a internet. ¿Esto es mucho o poco? ¿Qué es lo que nos convertirá en un país digital? ¿Por qué nos está tomando tanto tiempo lograr el acceso universal? Este texto tiene su origen en la tercera edición del webinar País Digital¹, organizado por RPP en el marco del bicentenario y al que tuve el privilegio de ser invitado. No pretendo hacer un resumen de ese día, sino agregar algunas ideas que se quedaron sin decir. ¿Tenemos o no tenemos la infraestructura suficiente para garantizar el acceso a internet del otro 47.5% del país? ¿Es el acceso universal a internet un factor suficiente para ser un país digital? Según la data reportada a la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (ITU), el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en hogares peruanos es el siguiente: La pandemia ha puesto en evidencia lo fundamental que es el acceso a internet en el hogar y lo complicado que es llevar a cabo el teletrabajo y la teleeducación por medio del móvil, no solo por el consumo de los paquetes de datos, sino por las características del dispositivo mismo. En este contexto, es casi inútil fijarse en la penetración por individuo sin tener información del contexto (por ejemplo, tenencia de computadora) residencial². En el siguiente cuadro, comparo los datos de acceso en los hogares peruanos respecto de otros 10 países de la región, usando la misma fuente y año. Incluso, salvo en el acceso a la radio, estamos por debajo del promedio de los países seleccionados en cuanto a móvil, TV, computadora e internet. El mundo empieza a darle énfasis al acceso a la banda ancha tanto para empresas como para hogares. Para muchos, hablar de acceso a internet sin estipular una velocidad/ capacidad de transmisión de data se convierte en un indicador errático que puede llevar a la confusión. Como ya hemos mencionado, la pandemia y la cuarentena asociada nos han dejado claras las serias limitaciones que el acceso móvil y el fijo asimétrico (ADSL) a internet tienen para la 2018 PERÚ Porcentaje de hogares con: 2018 Móvil 90.9 TV 80.2 Radio 71.9 Computadora 32.4 Internet 29.8 Fuente: ITU Para nadie debería ser una sorpresa que la telefonía móvil es la tecnología de mayor penetración en los hogares peruanos. Sí llama la atención que la TV le gane a la radio, pues mucha gente piensa que es al revés. Este 29.8% de hogares con acceso a internet puede generar alguna confusión respecto de la cifra que había mencionado antes, el 52.5% de la población. Mas allá de lo obvio (una cifra habla de individuos y otra de hogares), es importante saber que, en 2018, menos del 9% de los peruanos que usaban internet lo hacían desde el hogar y el 41%, desde el móvil o celular. Porcentaje de hogares con: Móvil TV Radio Computadora Internet Chile n.d. n.d. n.d. 60.2 87.5 Argen�na n.d. n.d. n.d. 64.3 75.9 Costa Rica 94 95.7 62.1 50.4 73.1 Brasil 92.8 95.6 62.4 41.8 66.7 Uruguay 94.8 96.6 79.5 69.1 66.2 México 89.7 92.9 56.2 44.9 52.9 Colombia 95.2 90.7 69.7 41.6 52.7 Ecuador 90.7 71.8 25.9 40.7 37.2 Perú 90.9 80.2 71.9 32.4 29.8 Paraguay 96.7 91.0 76.4 25.4 24.4 Bolivia n. d. 81.2 43.9 24.9 16.2 Promedio Países 93.1 88.4 60.9 45.1 53.0 Elaboración propia. Fuente: h�ps://www.itu.int/en/ITU-D/Sta�s�cs/Pages/stat/default.aspx Se nos ha dejado pensar que, en el Perú, la penetración de telefonía móvil es muy alta; de hecho, el 18 de junio, en el evento de RPP, una de las cosas de las que se habló fue justamente del notable crecimiento de ese mercado. Sin embargo, de la observación del cuadro anterior queda claro que, en comparación con otros países, no estamos tan avanzados en realidad. educación, el trabajo y la salud remotos. En esa línea, de todos los cuadros mostrados por Virginia Nakagawa, viceministra de Comunicaciones, destaca el que daba cuenta del despliegue de fibra óptica a nivel nacional y que pueden ver a continuación. 28 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL IRTP; Serpost; la Dirección General de Protección de Datos Personales del Ministerio de Justicia; la Dirección General de Innovación, Tecnología, Digitalización y Formalización del Ministerio de la Producción, y la infraestructura de conectividad para colegios que tiene el Ministerio de Educación. Desde 2012, año de promulgación de la Ley de Banda Ancha y Red Dorsal (29904), el Estado peruano le apostó al desarrollo de la infraestructura de fibra óptica. Esto tuvo, obviamente, su impacto en los propios planes de crecimiento de los operadores privados, de tal manera que ahora podríamos decir que el Perú tiene una red de fibra óptica de casi 110,000 kilómetros. La Red Dorsal Nacional de Fibra Óptica (RDNFO) fue terminada y entregada en junio de 2016 y significó una inversión estatal de US$ 330 millones. Sin embargo, son muy pocas las instituciones que han llegado a beneficiarse de ese megaproyecto. La idea era que fueran 21 proyectos regionales de banda ancha los que permitieran complementar la RDNFO y desarrollar la conectividad en 1,530 capitales de distrito, con una inversión total de US$ 1,555 millones. Al día de hoy, solo tenemos 5 proyectos operativos (Lambayeque, Apurímac, Huancavelica, Ayacucho y Cusco) cuyos contratos se firmaron en 2015, 3 en litigio (Tumbes, Piura y Cajamarca), 7 que firmaron contrato en 2018 (Ica, Amazonas, Región Lima, Junín, Puno, Tacna y Moquegua) y 6 en 2019 (Áncash, Arequipa, La Libertad, San Martín, Pasco y Huánuco). En conclusión, no tenemos la infraestructura necesaria ni algo parecido a un Plan de cómo tenerla. Esto es grave, pero ¿está todo dicho? Hay instalado un sentido común que “piensa” en el potencial transformador del internet (o de las TIC) como un resultado automático del aumento de la cobertura de usuarios. Eso es como creer que, para que una empresa se transforme digitalmente, solo se necesita instalar una conexión a internet, obviando lo vital que resulta para el éxito de tal emprendimiento (la transformación digital) el trabajo en los procesos y el desarrollo de las capacidades de las personas, incluso en la cultura organizacional. En un país, en una sociedad sucede lo mismo. Por lo tanto, aunque la brecha de infraestructura sea muy grande, existe una agenda también pendiente para sacarle el mayor provecho a lo que ya existe, es decir, trabajar la demanda y no solo la oferta³. Esta agenda pendiente tiene, como bien nos recuerda Erick Iriarte cada cierto tiempo, un marco superior de consenso político y este es el acuerdo 35 del Acuerdo Nacional, el de la Sociedad de la Información y el Conocimiento. A continuación, propongo cuatro puntos para avanzar con esa agenda pendiente: 1. Desarrollar infraestructura digital no pasa únicamente por el tema de las telecomunicaciones y no se trata solo de acceso (también hay que trabajar uso, apropiación y sostenibilidad). Es necesario pensar en la creación del Ministerio de las Tecnologías de la Información y Comunicación. En él se deberían integrar el Viceministerio de Comunicaciones (incluido Pronatel); la Secretaría de Gobierno Digital; el 2. El primer y más importante encargo a ese ministerio debería ser desarrollar una gran asociación pública privada (APP) para la interconexión y el equipamiento de los más de 70,000 locales públicos a nivel nacional (incluyendo postas, comisarías, colegios, etc.). Esta APP absorbería la RDNFO y tendría como prioridad, luego de interconectar a todo el Estado peruano, resolver las brechas de aprovechamiento y de equidad (género, discapacidad, urbano/rural, lingüística). 3. El segundo encargo seria declarar la transparencia como “obsesión nacional”, la urna de cristal como estándar en todas las adquisiciones del Estado y convocar a una comisión temporal ad honorem que diseñe y monitoree su implementación en todos los niveles de gobierno. 4. Finalmente, para que todo esto se cumpla, crear una instancia del más alto nivel, con verdadera autonomía del Gobierno de turno (por lo tanto, fuera del alcance de la Presidencia del Consejo de Ministros): una Agencia Nacional para la Sociedad de la Información y el Conocimiento, formado por todos los sectores (sociedad civil, academia, empresa, etc.), pero con capacidad de acción real para no repetir los errores de la Comisión Multisectorial de la Sociedad de la Información (Codesi), de la que muchos formamos parte, pero cuyo aporte fue en realidad muy poco. 1 18 de junio de 2020, webinar País Digital, como parte de la Tercera Edición de Integración hacia el Bicentenario. RPP. Para ver el evento: https://youtu.be/3ZLsV19LuO4 2 Para tener una idea de las magnitudes, somos poco más de 32 millones de habitantes y conformamos poco más de 9 millones de hogares, hacia 2018. 3 Más sobre el tema de la brecha de demanda en este link. 30 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL Olvidando lo aprendido: desnaturalizando las plataformas digitales Por Por Fernando Allasi, Asociado senior en Osterling Abogados. La pandemia de la COVID-19 y la declaratoria de emergencia, junto con la orden de inmovilización obligatoria decretada por el Gobierno, han generado una serie de impactos en lo relacionado con la economía digital. En algunos casos, se ha dinamizado su aceptación y se ha logrado un mejor entendimiento por parte de las autoridades; sin embargo, en otros, el impacto podría ser negativo y, quizás, las consecuencias de lo que se va emitiendo y ocurriendo vendrán después y podríamos lamentar haber callado. A saber, antes del inicio del estado de emergencia, la discusión regulatoria y de operación vinculada con la economía digital llevaba algunos años siendo analizada, de forma independiente y sin ninguna hoja de ruta aparente, por diversos actores como el Ministerio de Transportes, el Ministerio de Trabajo, el Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi), Gobiernos locales como municipalidades y también por el Congreso de la República, sin ningún ente rector que articule esfuerzos, opiniones y demás. Las revisiones, diálogos, procesos y otros proyectos y normas emitidas adquirieron impulso con la creciente introducción de modelos de negocio basados en economía digital desde los años 2012 y 2013. En aquellos años, las plataformas digitales adaptadas a dispositivos móviles o smartphones adquirieron notoriedad, y fueron quizás algunos de los primeros ejemplos masivos y de alcance nacional para modelos de economía digital en crecimiento en nuestro país, precedidos por las plataformas digitales de venta en línea y marketplace existentes, como Mercado Libre y otras; las aplicaciones de solicitud de transporte o AST, como Easy (hoy fuera del mercado), Beat, Cabify o Uber; y que luego dieron lugar a muchas otras similares con diversos servicios subyacentes. Desde entonces, se empezaron a revisar las condiciones de lo que serían las plataformas digitales, su distinción como negocios independientes al servicio subyacente que se ofrece por terceros o usuarios a través de dichas plataformas; asuntos de responsabilidad civil y administrativa; seguridad social y pretendidos derechos laborales; exigencias y requisitos, entre otros. Hasta el momento, se cuenta con resoluciones de procedimientos sancionadores iniciados a través del Indecopi sobre competencia desleal (Res. 099-2015/CD1-INDECOPI) que separan adecuadamente lo que es una plataforma digital del servicio subyacente prestado por los usuarios de servicio. Por otro lado, contamos también con resoluciones en materia de protección al consumidor que vinculan ambos servicios como si se tratase de uno solo o de un único prestador o responsable (Res. 7302019/INDECOPI-PIU). De la misma forma, contamos con ordenanzas de Gobiernos locales que vinculan la actividad de la plataforma digital con la subyacente o prestada por sus usuarios, equiparándola y eliminando cualquier tipo de distinción entre ellas. Asimismo, se ha presentado proyectos de ley que pretenden atribuir derechos laborales a los usuarios de dichas plataformas, con lo que confunden la calidad de consumidor/usuario con la de trabajador. Sin embargo, durante el estado de emergencia nacional, se emitió una serie de disposiciones de carácter sectorial, sin mayor revisión sobre la naturaleza de los prestadores o usuarios de plataformas digitales. Por ejemplo, la Resolución 163-2020-PRODUCE que aprobó el protocolo para el reinicio del servicio de entrega a domicilio por terceros (delivery) para restaurantes y comercio electrónico de bienes para el hogar y afines. El objetivo de dicha norma fue contar con disposiciones y directivas generales para cautelar la salud de los repartidores independientes y que tendrían que observar las diversas plataformas digitales o aplicativos delivery, y otras empresas relacionadas. La intención de esta Resolución podría resultar noble y necesaria a efecto de salvaguardar la salud de los repartidores independientes en un escenario crítico de pandemia; sin embargo, el protocolo aprobado contiene una serie de disposiciones que, si bien se entienden como lineamientos y directivas, desnaturalizan las plataformas digitales, en este caso, de los intermediarios o de aquellas plataformas mediante las cuales se ofrecen servicios de reparto por parte de usuarios independientes respecto de la distinción de los prestadores reales del servicio, su responsabilidad, alcances y requisitos para operar. Si bien el protocolo contenido en la mencionada resolución incluye algunas distinciones importantes en la discusión sobre plataformas digitales al separar, o pretender separar, el servicio prestado por terceros del servicio de entrega brindado de forma directa (reparto propio), no termina de distinguir (fuera de las definiciones) a quién corresponde cada obligación o a quién le correspondería la responsabilidad de cumplimiento en cada caso. Por ejemplo, se distingue a los “repartidores independientes” de los “trabajadores” de la plataforma o empresa; sin embargo, en el desarrollo del protocolo, estas distinciones parecen difuminarse. Entre algunos ejemplos, podemos ver que se establece para la entrega de pedidos al consumidor una serie de pasos como “dejar el producto sobre la superficie y alejarse al menos dos 32 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL (2) metros; solicitar al cliente que recoja el producto de la superficie y proceder con la desinfección de manos y elementos usados en el reparto”. Suena razonable y quizás hasta resulte eficaz, pero ¿quién es el responsable de que se cumplan estos pasos? ¿A quién va dirigida dicha disposición y en quién recae la fiscalización de su cumplimiento? ¿Al repartidor o a la plataforma? En el protocolo parece difuminarse la separación entre los obligados a cumplir o velar por el cumplimiento de dichos pasos. Esta distinción puede parecer innecesaria a primera vista; sin embargo, podría resultar en una situación crítica para determinar la naturaleza de los servicios y la identificación del prestador real del servicio. Es decir, es fundamental determinar si será la plataforma digital la obligada al cumplimiento de dichos pasos, a través de la incorporación de dicha obligación para los usuarios en los términos y condiciones u otros mecanismos, o si, por el contrario, dicha obligación le compete únicamente a los repartidores independientes y su incumplimiento será de su exclusiva responsabilidad. Otro aspecto que nos lleva a la desnaturalización de la plataforma digital en tanto se la obliga a contar con un “centro de control” o “centro de operaciones” para la verificación diaria del cumplimiento de las medidas dirigidas a los repartidores independientes. Asimismo, se establece que, ante un incumplimiento, se debe retirar o impedir que el repartidor independiente utilice la plataforma y preste sus servicios, con lo que la plataforma actúa como un ente fiscalizador de cumplimiento de obligaciones. De igual manera, se obliga a la plataforma a proporcionar el “kit de protección” (guantes, mascarillas, alcohol, entre otros) a los repartidores independientes (usuarios y consumidores de la plataforma), lo cual puede constituir un acto noble, pero elimina la separación entre el servicio de intermediación y de tecnología, propio de la sociedad de la información, y lo convierte, sin mayor reparo y mediante una norma legal, en un servicio convencional de empresa de entregas. Son precisamente aquellas obligaciones que no corresponden a una plataforma digital las que nos acercan peligrosamente al ámbito de una subordinación (laboral) entre el repartidor independiente y la plataforma, pues si esta última incorporará obligaciones y fiscalizará el cumplimiento de sus “usuarios”, entonces dejamos el “safe harbour”, por lo cual la plataforma deja la intermediación de un servicio y, por el contrario, adquiere una “influencia decisiva” en la prestación de dicho servicio (2017. TJUE, Asunto C 434/15), máxime si será la plataforma quien no solo obligue a seguir ciertos pasos y el uso de determinados elementos de seguridad, sino que además serán elementos que entregará la propia plataforma. Si a lo anterior le sumamos la obligación (que no quedó clara a cargo de quién queda) de contar con un seguro médico y de vida, así como un fondo económico de ayuda, sin duda nos hemos alejado de la naturaleza propia de una plataforma digital de intermediación entre usuarios que prestan servicios de forma independiente y usuarios solicitantes, y la hemos convertido en una empresa de servicio de reparto. Este es solo un ejemplo de uno de los servicios que pueden ser prestados o adquiridos a través de una plataforma digital, es decir, el servicio subyacente al de la plataforma digital. Su desnaturalización podría tener un impacto severo en otras plataformas (transporte, servicios profesionales, servicios médicos, oficios múltiples, entre otros), pues estas se convertirán en las prestadoras reales del servicio subyacente y, así, en una empresa más que actúa en el mercado con otros competidores en cada rubro. 34 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL ¿CÓMO REALIZAR UN ONBOARDING EXITOSO A UNA PLATAFORMA DE IA? Por Jose Delmar, CEO de Anda Technologies. En decenas de países, cientos de empresas están procurando integrar plataformas de automatización basadas en inteligencia artificial a sus procesos operativos. En estos días, hablar de automatización e IA es casi un “must” y la crisis de la COVID-19 no ha hecho más que contribuir a que esta carrera por automatizar y alcanzar mayores eficiencias sea una en la que debemos participar cuanto antes ante el riesgo de quedar fuera del mercado. A raíz de esto, empezamos a notar que empiezan a ofrecerse asesorías para diseñar y ejecutar procesos de onboarding a plataformas de IA con el fin de automatizar múltiples procesos en diversas industrias. Estas asesorías, sin embargo, suelen caracterizarse por requerir el involucramiento de un equipo importante y costoso de asesores, consultores de IT, programadores y expertos en capacitación para permitir que el talento humano de la empresa asesorada adquiera nuevos skills o mejore los que ya posee para adaptarse a este nuevo mundo donde sistemas y humanos deben convivir. Naturalmente, este fenómeno se ha producido con más celeridad en industrias y países con mayor avance tecnológico y apenas se vislumbra en países menos desarrollados tecnológicamente o en actividades más tradicionales (por ejemplo, el Perú y el derecho). Esto, sin embargo, quizá no sea del todo negativo. En efecto, es posible que el avance algo más lento de la automatización en nuestro país juegue a nuestro favor si logramos aprovechar esta ventana para reflexionar sobre lo que ha ocurrido en otras realidades y extraer aprendizajes valiosos; sobre todo, si las empresas dedican el tiempo necesario para entender en detalle sus diferentes procesos operativos, evaluar aquellos puntos en los que automatizar puede generar valor inmediato y adoptar la tecnología correcta para que la transición sea lo más eficiente posible. Y al hablar aquí de eficiencia no solo me refiero a un ahorro de costos, sino al menor impacto en el talento humano y la calidad del ambiente de trabajo al interior de las empresas. permitir que los estudiantes egresen de las universidades preparados para interactuar con sistemas de IA cada vez más sofisticados. Hace unos meses empecé a investigar sobre las tecnologías de automatización actualmente existentes y sus procesos de integración en las empresas. He notado, durante este período, cómo decenas de empresas utilizan palabras y conceptos sofisticados para vender tecnología que no necesariamente cumple con las expectativas que generan. He visto, además, cómo la carrera hacia la automatización genera debates sobre la necesidad y la urgencia de reformar la educación a fin de Sinceramente, no estoy de acuerdo con esas voces ni con ese enfoque. De hecho, no creo que esa visión sea correcta y tampoco que ese sea el futuro de los profesionales del derecho o, para el mismo fin, de los profesionales en general (con la excepción, por supuesto, de aquellos cuya labor se encuentra relacionada o puede requerir un conocimiento profundo del código y las matemáticas utilizadas en la construcción de dichos sistemas de IA). En el ámbito del derecho, para referirme a una realidad que me es cercana, hay voces que insisten en que los abogados estudien programación o se vuelvan expertos en análisis de datos. La visión del abogado del futuro, para estos expertos, es la de un profesional híbrido: un experto en leyes con importantes conocimientos sobre programación e ingeniería informática. Nótese que no cuestiono el hecho evidente de un uso cada vez creciente y definitivamente positivo derivado de la integración de plataformas de IA en las empresas; solo creo que la conclusión sobre el impacto que esta tendrá en las operaciones de las empresas y en el ejercicio de la actividad profesional es equivocado, y me inclino a pensar que dichas conclusiones son equivocadas porque, lamentablemente, parten de una premisa errada. Y es que resulta lógico concluir que una plataforma de automatización basada en un avanzado nivel de inteligencia artificial debería permitir un onboarding sencillo, equivalente —por poner un ejemplo que resulte familiar— a la instalación de un programa de edición de texto que permita al usuario obtener beneficios inmediatos con un mínimo de capacitación. Esta premisa es que los sistemas de IA que debemos integrar a nuestros procesos y deben ser empleados por las empresas son tan complejos y el onboarding y posterior uso tan sofisticados que los humanos tendremos prácticamente que luchar incansablemente para mantenernos funcionalmente valiosos al lado de estas herramientas, o incluso solo para poder utilizarlas u obtener de ellas los beneficios prometidos. Uno de los problemas que se empieza a evidenciar en el mercado es que mucha de la tecnología que actualmente se ofrece utiliza palabras como inteligencia artificial o machine learning de una manera libre y poco responsable. Utilizar algoritmos no es suficiente para calificar a una plataforma como avanzada si la misma no es realmente flexible, no permite adaptarse con facilidad al cambio (tan natural en la vida de las empresas) y si la experiencia de usuario requiere tener sentado a tu costado a un consultor en IT las 24 horas del día. Como dije, creo que esta visión parte de un error, no menor, sobre lo que realmente es o debe ser un proceso de automatización y, ciertamente, un desconocimiento acerca de cómo debe funcionar una plataforma de IA. Hace unos días tuve la oportunidad de conversar con un experto en automatización, Noah Ornstein, quien lidera un fondo de private equity en NY, el cual controla una empresa que ha desarrollado una de las plataformas de automatización basadas en IA más sofisticadas que se ofrecen actualmente en el mercado. En dicha conversación, llegamos a una conclusión elegantemente simple: cualquier plataforma de IA que exija a las empresas un onboarding complejo y costoso es, en definitiva, una plataforma inadecuada, probablemente no lo suficientemente avanzada tecnológicamente y que, peligrosamente, puede terminar generando con el tiempo más problemas que soluciones. La carrera acelerada hacia la automatización y la carrera derivada de esta sensación de urgencia por entrar a la misma mediante una reforma educativa basada en lo que se cree que es la IA puede ser muy peligrosa si no se entiende adecuadamente lo que realmente es IA y lo que podemos y debemos esperar de la tecnología en el corto y mediano plazo. Como comentábamos con Noah en la conversación referida, las plataformas de IA avanzadas deben caracterizarse por permitir un onboarding sencillo que permita al talento humano concentrarse en lo que realmente aporta valor. Esto no quiere decir que es absolutamente cierto que las tareas más sencillas serán, en un futuro cercano, realizadas por estos sistemas y que, por lo tanto, los humanos tendremos que capacitarnos para realizar otro tipo de actividades. Pero tampoco significa que no tendremos que aprender cómo utilizar estas herramientas de modo adecuado, como operadores y usuarios eficientes. Imaginar un futuro en el cual las plataformas de IA realmente potentes requieran que los humanos tengan que programar para poder interactuar con ellas, o que requieran aprender de ingeniería informática o convertirse en científicos de datos es tan equivocado como creer que para manejar un automóvil uno debe ser un ingeniero mecánico. Para las empresas y los profesionales, la mejor recomendación para realizar un onboarding exitoso a una plataforma de IA es partir por entender adecuadamente nuestros procesos actuales y definir cómo estas plataformas pueden ser de utilidad para efectuar en segundos lo que antes podía tardarnos horas o días. Es entender que las plataformas de IA avanzadas no deben requerir la inversión adicional de enormes recursos y tiempo para integrarse e interactuar con el equipo humano y ofrecer resultados inmediatos. Es aceptar que ciertos trabajos o posiciones no serán necesarios y prepararse para aprovechar las eficiencias que estas plataformas pueden ofrecer en beneficio de la actividad individual, la performance de las empresas y el resultado final para los clientes. A partir de lo dicho, la recomendación para adaptar una plataforma de IA de manera tal que esta interactúe adecuadamente con el talento humano no es exigir que dicho talento se transforme o adquiera conocimientos profundos de IA, sino velar porque dicho talento la utilice para aprovechar mejor su conocimiento (y su tiempo) y ofrezca un valor agregado superior a sus clientes y a la sociedad en su conjunto. 36 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL “Nuestros equipos han trabajado contra el reloj para lanzar nuevos productos como parte del retorno a la nueva normalidad” Entrevista a Cristhian Northcote Los nuevos retos para la movilidad en Lima: Dara Khosrowshahi, CEO de Uber. “En Uber asumimos nuestro rol como empresa de tecnología y, en tiempos desafiantes como los que vivimos, mantenemos el compromiso de servir a través de la innovación. Por eso, en los próximos meses, anunciaremos nuevas opciones que exploren soluciones accesibles en las que la tecnología ayude a mejorar servicios que ya existen en el Perú y que sean alternativas adicionales para generar ganancias”. la propuesta de Uber desde la tecnología Gerente de Asuntos Públicos para Uber en Perú. “Estrategia de retorno se presenta como una solución a los problemas actuales de movilidad en ciudades como Lima.” ¿CÓMO AFRONTÓ UBER LA CUARENTENA? Durante la cuarentena nacional obligatoria, declarada por el Gobierno peruano, se prohibió la circulación de vehículos particulares. Durante esos meses, la aplicación de Uber lanzó su servicio UberSOS, destinado a movilizar a trabajadores esenciales designados por el Gobierno para afrontar el estado de emergencia, a través de socios conductores que cumplían los requisitos de circulación. Finalizado este aislamiento, Uber afinó su estrategia para el retorno a las calles en medio de la pandemia de la COVID-19, mediante el uso de herramientas para asegurar las medidas sanitarias durante los viajes. ¿QUÉ ACCIONES HA ADOPTADO UBER FRENTE AL LEVANTAMIENTO DE LA CUARENTENA? En tiempo récord, hemos vuelto a las calles peruanas con nuestros servicios UberX y Uber Comfort, pero añadimos un nuevo servicio acorde con las necesidades actuales: Uber Flash. Así, a partir de julio, las opciones UberX y Uber Comfort volvieron a estar disponibles para que los usuarios registrados en la aplicación de Uber soliciten viajes a través de la aplicación en Lima. Sin embargo, este retorno a la nueva normalidad significó para la compañía el reforzamiento de sus medidas de seguridad. ¿QUÉ NUEVAS MEDIDAS DE SALUD Y SEGURIDAD SE HAN IMPLEMENTADO? La aplicación cuenta ahora con nuevos pasos dentro de la experiencia de viaje, como la confirmación, a través de una lista de verificación, de que los socios conductores han tomado las medidas de desinfección necesarias en su vehículo, así como el lavado frecuente de manos y el distanciamiento social. Spencer Friedman, Gerente General de Uber para Perú. Posteriormente, la tecnología de Uber verificará con una selfie que el socio conductor esté usando una mascarilla, lo cual será notificado al usuario previo al viaje. Incluso, se permitirá que tanto socios conductores como usuarios puedan cancelar el viaje si la otra parte no está usando una mascarilla. Dichas medidas se suman a la retroalimentación que permite la aplicación, clave de su éxito, en la que ambos podrán incluir información sobre su percepción de la seguridad e higiene durante el viaje. Estas innovaciones se suman a las lanzadas por Uber a inicios de año, como la verificación de viaje a través de un código PIN y la tecnología RideCheck para la detección de paradas anómalas durante un viaje. ¿Y LA “NUEVA NORMALIDAD” TAMBIÉN HA GENERADO NUEVOS TIPOS DE SERVICIOS? Junto con las medidas de seguridad adoptadas, decidimos lanzar también el servicio Uber Flash, una nueva opción que permite que los usuarios de Lima soliciten el envío de artículos con solo presionar un botón en la aplicación y así no tengan que salir de casa. Este producto, que nació en Latinoamérica y luego se lanzó en países como EE. UU. y Australia gracias a su buena acogida, se presenta como una oportunidad adicional de ganancias durante esta coyuntura. Este servicio es una alternativa para solicitar el envío de artículos que facilitará un intercambio más seguro entre usuarios, pequeños comercios o quienes hacen ventas a través de internet. Los usuarios también tendrán la oportunidad única de solicitar múltiples entregas y elegir varias paradas al momento de hacer la solicitud. ¿QUÉ ROL CUMPLIRÍA UBER PARA CONTRIBUIR A LA REACTIVACIÓN DE LA ECONOMÍA PERUANA? Sin duda, las medidas adoptadas por Uber para adaptarse a la coyuntura demuestran que la aplicación es una “La responsabilidad es un camino de dos vías y, por eso, hoy más que nunca debemos actuar como comunidad de usuarios de la aplicación. Para esto, Uber impulsa medidas de cuidado tanto para los socios conductores como para los usuarios que usan la app de Uber. En caso de incumplimientos reiterados, ambos están sujetos a perder acceso a la aplicación”. Manuela Bedoya, Gerente de Comunicaciones de Seguridad de Uber para la región Andina, Centroamérica y el Caribe. interesante solución de movilidad a medida que la ciudad de Lima comienza a reactivarse y que el distanciamiento social hace que la espera por el transporte público sea elevada y los medios de transporte colapsen. Adaptarse a las nuevas necesidades de la población con productos innovadores y medidas de seguridad reforzadas es la estrategia de Uber para ayudar a la movilidad de las personas y, a la vez, contribuir con la reactivación de la economía del país. 38 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL La estrategia de las apps de movilidad frente a la pandemia Por Sebastián Cabrera, Gerente de marketing en Beat Perú. El estado de emergencia decretado en marzo, debido a la COVID-19, ha significado un gran reto para las empresas peruanas, las cuales han tenido que reinventarse y adaptarse a la “nueva normalidad”, a fin de evitar una crisis en sus negocios. Uno de estos casos ha sido el de las aplicaciones de movilidad que, para contrarrestar el golpe, le han dado un giro rápidamente al contexto y visto una oportunidad de generar nuevas ideas de negocio en línea con una visión de innovación. En la mayoría de los casos, estas ideas toman como base el nuevo perfil del consumidor peruano, aquel que surge del aislamiento social y que obliga a cambiar muchos comportamientos en los hábitos de compra y en el uso de servicios para cumplir con las nuevas reglas de convivencia. Sabemos que estos comportamientos irán variando, pero se mantendrán vigentes un buen tiempo, debido a la incertidumbre de la pandemia y las medidas gubernamentales que se tomen para evitar la propagación de la enfermedad. Si bien adaptarse era necesario para evitar una crisis en cualquier tipo de empresa, el sector se puso como objetivo hacerlo ofreciendo soluciones prácticas que cumplieran con este consumidor que, poco a poco, se iba acomodando a las regulaciones de distanciamiento social, el uso de mascarilla, entre otras medidas. Las reglas en el transporte público también fueron determinantes para el diseño de estos servicios. En el caso del aplicativo Beat, los servicios regulares fueron desactivados durante la cuarentena para darle paso a Misión y Envío, ambos creados específicamente para cumplir con las regulaciones y las nuevas necesidades. El primero tenía como fin movilizar únicamente a las personas que formaban parte de la primera línea de batalla contra la COVID-19, así como a aquellas que requerían acceder a servicios y bienes esenciales. El segundo partió de la necesidad de enviar y recibir paquetes sin salir de casa, un hecho que se incrementó no solo en el Perú sino en otros países de la región, de modo que se entregaron más de 600,000 paquetes en 20 ciudades de Latinoamérica. Este servicio buscaba no solo cumplir con el traslado de objetos, sino también de darle a los usuarios conductores, autorizados para transitar, una forma diferente de seguir obteniendo ingresos y reducir el contacto con otras personas al mínimo. Además, permitió que más de 30,000 conductores generen ingresos por más de US$ 1.7 millones. Envío ha demostrado ser una herramienta útil aun después de la cuarentena, dado que muchas personas todavía prefieren quedarse en casa. Opciones como estas fueron de suma importancia para sostener la fuerte caída de la industria, que en los últimos años había registrado un crecimiento constante, pero sobre todo buscaron satisfacer la necesidad de la población que, pese al aislamiento, debía continuar abasteciéndose, y a aquellas personas cuyas actividades esenciales no les permitían parar. Este nuevo consumidor plantea nuevos retos con parámetros y expectativas nunca vistas. Los servicios fueron también claves en la generación de ingresos para los conductores que hacen uso de estos aplicativos, muchos de los cuales tienen en estos su única o principal fuente de ingresos. Solo la opción Beat Misión permitió a los conductores de los países donde opera obtener ingresos por más de US$ 5.1 millones durante la cuarentena. En este momento, las empresas, conscientes de que la estabilidad del sector depende de que el país supere la crisis sanitaria y económica, han iniciado acciones ligadas al compromiso con la comunidad. En el caso de Beat, se puso a disposición de EsSalud un bus para transportar a los trabajadores médicos que luchan contra la pandemia. Este aporte permitió que se movilizaran más de 1,400 personas a lo largo de más de 1,200 kilómetros. Los puntos principales fueron la Villa Panamericana y diferentes hospitales de la red EsSalud. Así, las aplicaciones móviles han demostrado que la innovación y la rapidez para llevar a cabo cambios en los servicios son sumamente importantes para la continuidad y el crecimiento de los negocios. Utilizar la data en tiempo real para diseñar un producto o servicio acorde con lo que busca el mercado ha sido una herramienta poderosa para determinar su éxito. La vigencia en el comportamiento de los consumidores ha hecho que, tras el fin del confinamiento, Envío pase a convertirse en un servicio regular, ahora acompañado de los servicios Beat y Lite, una opción más económica para los usuarios pasajeros y de menor comisión para los conductores, quienes tomaron el lugar ocupado por Misión durante la cuarentena. Este concepto se hace aún más fuerte en contextos de incertidumbre como el generado por la COVID-19, que requiere reinventarse y efectuar ajustes constantemente para sobrellevar la crisis y, por el contrario, tener negocios prósperos, que ayuden a la economía de los peruanos y del país. 40 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL - Héroes. En coordinación con la ATU, se decidió que los aplicativos atenderían solo con autos autorizados y con placa amarilla (Setame). Así, la primera semana del estado de emergencia lanzamos la categoría Cabify Héroes, con la comisión más reducida del mercado (llegó a un dígito). Entrevista a Jorge Romero Cabify en cuarentena, innovación al servicio de los peruanos Country manager de Cabify Perú La adaptabilidad e inmediatez que propone la economía digital fueron cuestionadas por la pandemia, pero obtuvo resultados óptimos para la movilidad en Lima. En Cabify, lanzamos dos categorías nuevas en menos de 30 días e instalamos cabinas bioseguras en autos al día 45. Además, rediseñamos el aplicativo (app) de usuarios para responder a la nueva demanda de seguridad sanitaria en el día 80. ¿CÓMO AFECTÓ LA PANDEMIA DE LA COVID-19 A CABIFY? Antes de la pandemia, los aplicativos de movilidad se habían instalado en el corazón de los celulares y preferencias de nuestros usuarios. El servicio con calidez humana y seguridad eran los atributos más valorados en los conductores, sumados a la digitalización de los pagos del sector, idónea para el segmento corporativo. Sin embargo, la cuarentena cuestionó en una primera etapa la propia operación local de los 11 países donde estamos, por lo que tuvimos que dar una respuesta global. Formamos un comité específico para garantizar el seguimiento de la COVID-19 y activar los protocolos internos recomendados. ¿QUÉ ACCIONES SE TOMARON PARA ENFRENTAR LA CUARENTENA? La principal prioridad era respetar las restricciones gubernamentales para evitar la propagación del virus. En el Perú, la cuarentena comenzó temprano respecto de otros países, pero su alargamiento fue determinante para la estrategia que empleamos. Las restricciones de movilidad o toque de queda, el distanciamiento social, la seguridad sanitaria, todo ello fue exigido por la Autoridad de Transporte Urbano (ATU) y cumplido desde el primer momento. Así, las iniciativas que tomamos ante la emergencia sanitaria fueron las siguientes: Se trataba de hacer más eficiente el transporte al movilizar a personas que laboraban en actividades esenciales, como centros de salud, bancos, farmacias, grifos, medios de comunicación y centrales telefónicas; o por alguna emergencia de salud. - Calificación. Finalmente, la cuarentena se alargó en el Perú y previmos que iba a exigir de nosotros una respuesta diferente. La importancia de la seguridad sanitaria fue trasladada a la manera de calificar el servicio, por eso incluimos los factores de aplicación de protocolos sanitarios dentro del sistema de evaluación. Nuestro equipo de calidad está atento a los comentarios para poder dar un feedback oportuno a nuestros socios e implementar mejoras. - Envíos. En una segunda etapa, analizamos el vacío que habían dejado los aplicativos de delivery (que todavía no operaban) tras dos extensiones oficiales de cuarentena por 15 días cada una. En la segunda quincena de abril, lanzamos la categoría Envíos, la cual tuvo una enorme respuesta. Consistía en el transporte solo de paquetería, con el fin de facilitar que los ciudadanos no tengan que salir de casa al proporcionarles una solución de movilidad que los ayudara a enviar o recibir aquello que necesitaran. Las condiciones para utilizarlo son las de una entrega sin contacto del socio conductor para carga y descarga, con pago 100% digital. No se trataba de un “delivery tradicional”, no había un e-commerce de por medio, solamente el producto debía caber en el maletero de los vehículos (un volumen no superior a 240 litros) y el peso máximo ser de 20 kg. - Cabinas. El concepto de “nueva normalidad” ya se había instalado y las diversas industrias se preparaban para volver. Por ello, Cabify realizó entregas de equipos de protección personal (EPP) a más de 6,000 socios conductores e instaló más de 1,200 cabinas aisladas. La inversión global alcanzó el millón de dólares. ¿Y QUÉ ACCIONES VIENEN ADOPTANDO ANTE LA REACTIVACIÓN DE LAS ACTIVIDADES EN EL PAÍS? Las acciones las podemos agrupar en tres frentes: - Nuevos perfiles. Los efectos de la pandemia podrían impactar aún por uno o dos años en el comportamiento de los usuarios. Según encuestas anónimas entre los clientes, hallamos que se habían generado tres nuevos perfiles: el temeroso (39%), el concienciado (48%) y el resignado (13%). En el Perú, observamos que el 61% era un usuario concienciado. Ante la crisis, Cabify impulsó la seguridad sanitaria y, a través de la tecnología y la aplicación correcta de protocolos, logró convertirse en el aplicativo de movilidad mejor preparado para devolverle la ciudad a las personas. - Nivel interno. A nivel interno, Cabify ha reforzado la comunicación con socios, colaboradores y usuarios, difundiendo proactivamente las recomendaciones del Ministerio de la Salud y la Organización Mundial de la Salud. El teletrabajo permanente también fue aplicado hasta nueva orden. En línea con nuestro compromiso de seguridad con las comunidades donde opera, hemos activado un protocolo mediante el cual los conductores que informan sobre posibles síntomas, o que se han visto afectados por la COVID-19, son desconectados de la aplicación inmediatamente de manera preventiva y temporal hasta que se justifique su alta médica y su estado de salud no corra ni suponga ningún peligro. Si un usuario informa que se ha visto afectado, también se desactiva su cuenta temporalmente. ¿QUÉ ROL CONSIDERAN QUE CUMPLEN EN ESTA “NUEVA NORMALIDAD”? Hoy, en el camino hacia la nueva normalidad, la movilidad será clave para que las ciudades vuelvan a ser lugares seguros para todos. La adaptación del negocio y la escucha activa de las necesidades de las personas serán claves para todos los que estamos volviendo a salir adelante. 42 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL Hacia un Perú creativo y digital Por Gustavo Larrabure, Gerente de Asuntos Externos y Regulatorios de DIRECTV. En febrero de 2020, AT&T Latin America celebró en Lima su reunión de inicio de año. Como conferencista destacado, tuvimos el placer de contar con el afamado chef Gastón Acurio. Al preguntarle qué relación encontraba él entre la tecnología y la cocina, con la visión que le caracteriza, fue optimista. Así, si bien la tecnología estaba impulsando las compras en línea y el reparto a domicilio, lo que reduce el número de clientes en los restaurantes, sostuvo que la industria gastronómica debía usar mucho más la tecnología. Y ambas potenciarse mutuamente, al ofrecer experiencias sensoriales únicas en los restaurantes y permitir la identificación del origen y las tradiciones de los productos que allí se consumen. Esta idea ilustra el enorme potencial de Perú y Latinoamérica en el desarrollo de la economía creativa, particularmente en su interacción con las nuevas tecnologías. La coyuntura de la pandemia refuerza la necesidad de aprovechar todas las oportunidades para el desarrollo económico y social de Perú, que por alguna razón permanecían postergadas. Así, durante la primera mitad de 2020, muchas empresas y emprendedores han acelerado sus procesos de transformación digital de cara a mantener o mejorar sus flujos de atención para la prestación o comercialización de bienes y servicios. Ahora es el momento de impulsar la economía creativa o naranja, definida por el Banco Interamericano de Desarrollo como el “conjunto de actividades productivas que de modo encadenado permiten que las ideas se transformen en bienes y servicios culturales, y cuyo valor está determinado por su contenido de propiedad intelectual”. De esta manera, se estimularía la economía y se ampliaría el espectro de actividades entre el Estado, el empresariado y los diferentes actores que impulsan el arte y la cultura del país. Para dimensionar la oportunidad, basta con observar su impacto macroeconómico en otros países de Latinoamérica. De acuerdo con el Departamento Nacional de Estadísticas de Colombia, la economía creativa contribuyó, entre 2014 y 2018, con casi el 2% del PBI colombiano. Además, contribuyó a crear trabajos de calidad, ya que solo en 2018 los empleos en estas iniciativas se elevaron a casi 300,000 puestos de trabajo. Nótese además que, según el libro La Economía Naranja: una oportunidad infinita, Colombia apenas se encuentra en el cuarto lugar de la región con una economía creativa que ha alcanzado los US$ 11,000 millones. Brasil, México y Argentina ocupan los tres primeros lugares con aproximadamente US$ 66,000 US$ 55,000 y US$ 17,000 millones, respectivamente. En el Perú, si bien no existe un consenso actualizado en relación con los valores que representa la economía creativa, el Centro Nacional de Planeamiento Estratégico estimó que las industrias culturales alcanzan aproximadamente US$ 5,000 millones. ¿Por qué no aspirar a estar cerca de los números de nuestros países vecinos? Este avance exige afrontar algunos retos económicos y sociales, por ejemplo, reducir la informalidad laboral y combatir la extensión de la piratería en las industrias del entretenimiento. Específicamente, en el caso de la televisión paga, de acuerdo con cifras obtenidas por la consultora Business Bureau y la asociación Alianza, solo la piratería offline alcanza un nivel de penetración del 28% de los hogares peruanos, más de 800,000 familias, lo que no solo reduce los ingresos en el sector, sino también los empleos formales en la economía y los recursos para el sector público. Por lo expuesto, para impulsar la economía creativa en el país se requiere un plan de trabajo que genere alternativas ágiles, formales y competitivas con el objeto de proteger la propiedad intelectual e incentivar la formalización de una gran parte de la población económicamente activa. Para ello, sería útil contar con un Consejo Asesor de Economía Creativa, encargado de articular eficientemente el desarrollo de todos estos elementos hacia un objetivo común en el que participen las empresas peruanas e internacionales líderes del sector. Además, para la generación y protección de talentos se debería contar con una legislación de economía creativa que sea dinámica, eficaz, rápida, directa y horizontal entre los distintos actores que compondrán esta alianza, con medidas tales como incentivos tributarios, vencimiento de obstáculos institucionales y una concientización de la necesidad de su implementación como herramienta generadora de desarrollo económico. Desde AT&T/DIRECTV ponemos a disposición nuestra experiencia internacional de mejores prácticas en la lucha contra la piratería y la creación de valor audiovisual, con la finalidad de generar el valor agregado requerido para todos los agentes involucrados. La coyuntura que hoy vivimos constituye una oportunidad para apostar por la formalización y gozar de los beneficios que esta puede generar a los que opten por la migración. De regreso a la reunión de AT&T Latin America en Lima, cabe reconocer que ninguno de los que participamos pensábamos que sería quizá nuestro único encuentro internacional del año. Pero hoy, después de cuatro meses de aislamiento social, podemos confirmar que el convencimiento que tenía Gastón Acurio, y muchos de nosotros, sobre el potencial de la tecnología, aliada con la cultura (incluida la gastronomía) en el Perú y en la región, era acertado. Avancemos hacia un Perú creativo y digital. 44 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL Telecomunicaciones: “El futuro nos llegó de golpe” Por Alejandro Jiménez, Gerente general de All Business Solutions. El riesgo de un contagio desmedido de la COVID-19 ocasionó que el Gobierno, al igual que otros países, dispusiera el confinamiento de la población. Esta medida cambió todas nuestras prácticas diarias para relacionarnos y llevó a la población a comunicarse de manera remota a través de las redes de telecomunicaciones de las empresas operadoras. Este cambio llegó para quedarse. Se nos adelantó el futuro y nos impuso como primer reto pospandemia masificar la conectividad para que la brecha digital se elimine y exista igualdad de oportunidades a todos los peruanos. El mayor déficit de acceso se da en el área rural y debe ser uno de los primeros objetivos a atender con infraestructura, sin dejar de lado la necesaria migración de las redes legacy (2G/ADSL) a redes de banda ultraancha, como la fibra al hogar o el 4G. privado, la asistencia a centros de salud, la programación de servicios de justicia remotos, la capacitación a distancia, los servicios virtuales de atención al cliente, mayor seguridad en las transacciones bancarias al ser remotas y sin uso de dinero en efectivo, etc. Los servicios de telecomunicaciones, como el internet, permiten acceder en tiempo real a información emitida por el Gobierno, interactuar con las diferentes entidades públicas, atender a los damnificados de desastres naturales, acceder a información relevante para la salud a través de telemedicina, estudiar a distancia, teletrabajar, realizar transacciones bancarias y comerciales, entre otras actividades. Por eso, es vital ampliar o universalizar la cobertura de telecomunicaciones para beneficio de todos los peruanos. Identificados los dos grandes retos la conectividad y la digitalización, así como la imperiosa necesidad de acelerar al máximo este cambio, surge la interrogante de cómo asumirlos y solucionarlos. Para ello, es necesario considerar lo siguiente: De otro lado, la comunicación permanente entre los distintos agentes, tanto dentro como fuera del país, resulta fundamental para llevar a cabo coordinaciones en un contexto global y es aún más necesario cuando las fronteras entre los países se cierran, como es el caso de la actual pandemia. La emergencia transformó todas las actividades que tradicionalmente venían siendo realizadas de manera presencial, entre otras, la educación, el trabajo, los servicios de salud, las transacciones comerciales y las comunicaciones con las diferentes entidades públicas. Todas ellas vieron transformado su modelo hacia uno virtual o a distancia. En este contexto, los servicios de telecomunicaciones mantuvieron la conexión entre el Estado y la población, soportando a su vez la continuidad de muchas de las actividades de las personas y las empresas, lo que permitió que las instituciones públicas y la economía sigan funcionando con las limitaciones de acceso existentes, ya que, según el INEI, el 61.2% de hogares carece de internet fijo o móvil. En ese sentido, mantenerse conectado de forma permanente se volvió una necesidad primordial, a la cual se sumó una intensificación en el uso de los servicios de telecomunicaciones en forma remota, práctica que tiende a convertirse en la nueva forma de comunicarnos. El segundo gran reto es la digitalización de diferentes actividades, cuya característica era presencial y ahora tiende a ser remota o virtual, como consecuencia del distanciamiento social. Esto generará muchos beneficios para la sociedad en términos de reducción de costos, tiempo, mayor efectividad y menor exposición. Tal es el caso de las gestiones ante entidades públicas o el sector privado, que permiten una reducción de combustible por el menor uso de transporte público y Esta nueva forma de relacionarse de la sociedad traerá importantes ahorros en tiempo y recursos, pero significa un gran reto para los diferentes actores involucrados. - Un liderazgo claro del Estado a través de su Viceministerio de Telecomunicaciones, que debiera convertirse en Ministerio de Tecnología de la Información por la dimensión y el limitado tiempo para realizar la tarea, y su adecuación una vez alcanzados los cambios tecnológicos por venir. - La toma de conciencia de que este esfuerzo requiere una fuerte inversión que proviene del sector privado, la cual debe ser promovida mediante la estabilidad jurídica de los contratos y el mantenimiento de las reglas de juego en la renovación de concesiones, el cambio en los paradigmas regulatorios mediante la simplificación y eliminación de medidas regulatorias desarrolladas para modelos obsoletos de acceso y tecnologías. - La asignación del espectro —recurso escaso— de forma competitiva y con igualdad de oportunidades para maximizar su uso en beneficio de los usuarios. Debe priorizarse la conectividad en vez del afán recaudatorio. - Facilitar el despliegue de la infraestructura necesaria para masificar la cobertura y la calidad de las telecomunicaciones eliminando las barreras municipales a través de un único protocolo. También debe promoverse la compartición de la infraestructura en beneficio de los usuarios en términos de reciprocidad. - Las entidades públicas deben digitalizar los servicios a los ciudadanos. - Las empresas privadas tienen que adecuar sus servicios en forma digital, especialmente los servicios de posventa y reclamos. Ahí el rol de los reguladores y el Indecopi es fundamental para brindar el marco regulatorio que promueva el uso de medios digitales. - El currículo escolar debe incorporar cursos de tecnología, innovación y uso de computadoras, en especial en al área rural y amazónica. - Promover el financiamiento de APP móviles por parte del Estado y la empresa privada. Para desarrollar las actividades anteriores se propone establecer una agenda público-privada, con la participación de todos los actores (Viceministerio de Telecomunicaciones, Osiptel, empresas operadoras, asociaciones de usuarios, universidades y expertos) teniendo en cuenta que resulta fundamental la confianza y la velocidad porque el futuro se nos adelantó. 46 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES La Sunat también está en camino hacia un mundo virtual Por Nathalie Ninuma, Gerente Senior de Tax Services en EY. A raíz de la coyuntura de la COVID-19, así como de las medidas de aislamiento social obligatorio y cuidado de la salud, las empresas se han visto en la necesidad de ir adaptándose a un mundo virtual (home office, reuniones virtuales, etc.). Sin embargo, no solo el sector privado se ha visto en esta necesidad a fin de garantizar la continuidad de los negocios, sino que también está siendo un reto para el sector público adaptarse a esta “nueva normalidad” para dar cumplimiento a los fines que tiene cada entidad gubernamental. La administración tributaria peruana (Sunat) no es la excepción y, si bien esta entidad ya estaba virando hacia el mundo virtual desde hace algunos años, este camino sin duda se ha visto acelerado por la coyuntura actual. En efecto, dicha entidad ya se encontraba incorporando herramientas virtuales que —si bien pueden representar facilidades para los contribuyentes—, principalmente, permiten agilizar sus labores de revisión de información y, por tanto, recaudación, tales como las siguientes: • La creación de Sunat Operaciones en Línea, que permite a los contribuyentes realizar diversos trámites a través de la página web de dicha institución, sin la necesidad de realizar trámites presenciales, como la presentación de declaraciones de impuestos, modificaciones de información en el Registro Único de Contribuyentes (RUC), ciertas solicitudes, entre otros. • Obligación progresiva de la emisión de comprobantes de pago, guías de remisión y libros y registros contables/tributarios electrónicos, para reemplazar la emisión y custodia física de dichos documentos. • Establecimiento de procedimientos de fiscalizaciones, cruces de información y cobranzas coactivas electrónicas a través de la implementación del expediente virtual, para reemplazar el envío y la revisión de documentación de forma física. Ahora bien, en la coyuntura actual, la Sunat ha debido solucionar también con prontitud el problema del impedimento de operar físicamente y, por ende, ver paralizados los trámites que corresponde realizar a los contribuyentes. Por esta razón, dicha entidad ha creado recientemente la Mesa de Partes Virtual, que está permitiendo a los contribuyentes realizar trámites que con anterioridad únicamente se podían llevar a cabo de forma física (salvo algunas excepciones, como aquellos procedimientos en los que existe la obligatoriedad de presentar documentos en versión original). Y esto es importante porque, por ejemplo, estaba frenada la posibilidad de presentar la mayor parte de solicitudes de devolución de pagos indebidos o en exceso por parte de los contribuyentes, o de solicitar la compensación de deudas tributarias, lo que genera “caja” o evita salida de “caja” para las empresas. Es probable, además, que esta medida de la Mesa de Partes Virtual se vuelva permanente y su implementación vaya afinándose (actualmente, existe una limitación de cantidad y peso de los archivos) y ampliándose para su aplicación de manera general. De igual forma, pese al levantamiento paulatino del aislamiento social obligatorio, en la práctica, los funcionarios de la Sunat están retomando sus labores de fiscalización, pero requiriendo el envío de la documentación (aun cuando ya se haya puesto a disposición de forma física en las oficinas del contribuyente) a través de la Mesa de Partes Virtual. De la mano con estas medidas, las empresas también deberán irse acostumbrando al uso de estos medios virtuales en su interacción con la Sunat y, para garantizar que se siga cumpliendo con las obligaciones tributarias, implementar medidas como contar con programas informáticos idóneos, generar y conservar su información de manera digital, asegurar el correcto y oportuno envío de la información, revisar constantemente la notificación electrónica de actos de la Sunat, entre otros. Un punto importante también es la necesidad de implementar la firma digital, lo cual va a resultar de obligatorio cumplimiento a partir de este año para la atención de los procedimientos de fiscalización tributaria virtual. Un incumplimiento implicará sanciones pecuniarias y el riesgo que la Sunat no tome como presentada la documentación que no cuente con la mencionada firma. Estamos en un camino —que se ha visto acelerado— hacia la digitalización de los procesos y tanto el sector privado como el público estamos en él. Es importante que el sector público garantice el buen funcionamiento de sus plataformas para no afectar a los contribuyentes. Y es importante que las empresas, además de adaptarse a ello, consideren que la Sunat va a tener más facilidades, a través de los programas informáticos, para detectar inconsistencias en la información electrónica que se le proporcione, por lo que resulta relevante el anticiparse haciendo uso también de herramientas informáticas que permitan dichas detecciones. 48 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES Desafíos de los procedimientos administrativos electrónicos Por Eduardo García-Godos, Presidente del Instituto de Facilitación del Comercio. En ese sentido, el marco legal pre-COVID permitía la progresiva adecuación de los procedimientos administrativos a un entorno digital, mediante la regulación del expediente y el domicilio electrónico, y los medios de autenticación, así como la interoperabilidad que constituye uno de los desarrollos de mayor valor porque aprovecha la información alojada en los distintos repositorios públicos y valida los datos. No obstante, quedaba aún por afinar la regulación sobre la firma electrónica. La actual coyuntura hizo notoria la importancia de la digitalización de procedimientos para evitar los riesgos contra la vida y la salud que se elevan con la gestión presencial de estos procedimientos, pero también se convirtió en un recurso crítico para la agilización de la tramitación de permisos, comercio y movimiento de bienes y servicios esenciales como alimentos, productos farmacéuticos, sanitarios y dispositivos médicos. Sin embargo, la crisis sanitaria también ha puesto en relieve la brecha que aún persiste en las entidades que gestionan procedimientos administrativos. En el 2018, se emitió la Ley del Gobierno Digital (Decreto Legislativo 1412) como un hito para la migración de los procedimientos y servicios del Estado hacia un entorno de este tipo. La norma tiene como finalidad la mejora de la prestación y el acceso a servicios digitales en condiciones idóneas que faciliten la transparencia y promuevan la colaboración entre las entidades de la administración pública. Otras normas han terminado de consolidar el marco para la mejora de los servicios públicos a través del uso de recursos tecnológicos. Una de las virtudes de un entorno digital es la facilitación de la transparencia mediante la rápida disponibilidad y actualización de información. Este medio permitió hacer ajustes normativos urgentes derivados de un ambiente inestable, pero también trajo desorden dado que generó la proliferación de fuentes y se indujo a cambios sin mucha reflexión. Asimismo, dejó evidencia del inventario de procedimientos administrativos que aún son soportados en el papel y, desde luego, subsisten procesos sin optimizar y desarticulados de otros trámites vinculados (que conforman una cadena de procedimientos). Pero sobre todo fue notoria la precariedad de la gestión documentaria interna de las entidades, que se agravó incluso, paradójicamente, con el trabajo remoto de los funcionarios públicos. El Gobierno puso en la mira estas necesidades para acelerar el proceso en marcha, y adoptó a la vez medidas precisas a fin de mitigar los peligros contra la salud pública. Una de las normas más relevantes es el Decreto Legislativo 1497, publicado el 10 de mayo, que establece medidas para promover y facilitar las condiciones que contribuyan a reducir el impacto en la economía peruana por la emergencia sanitaria. Uno de los aspectos más saltantes es el que trae la Octava Disposición Complementaria Final, que le otorga plazo hasta al 31 de diciembre de 2020 a las entidades del Poder Ejecutivo para que dispongan la conversión de los procedimientos administrativos —a iniciativa de parte y servicios prestados en exclusividad— a modos de atención no presenciales. Este mandato se sustenta en la necesidad impostergable de simplificar los procedimientos y alcanzar una mayor eficiencia. La exposición de motivos del decreto legislativo resalta el rol instrumental del procedimiento administrativo electrónico como un medio para agilizarlos. Disponer la conversión de los procedimientos a un entorno digital para este año no implica necesariamente que a esa fecha la totalidad se encuentren finalmente digitalizados, sino, más bien, que se debe iniciar este proceso mediante una implementación progresiva, que a nuestro entender debe iniciarse antes de fin de año. Ahora viene el reto de que las entidades públicas lleven a cabo las actividades conducentes a dicho fin, lo cual genera una oportunidad de revisión de los procedimientos para optimizarlos y simplificarlos, incluso si ya han pasado por un análisis de calidad regulatoria. El último párrafo de dicha disposición establece que la Presidencia del Consejo de Ministros aprobará en un plazo (ya vencido) no mayor a 10 días hábiles a partir del día siguiente de la publicación del decreto legislativo, los lineamientos para la conversión de procedimientos administrativos para su atención mediante plataformas o servicios digitales. Estimamos que estos deben proveer las pautas que materialicen la estrategia general en los distintos frentes que convergen en los procedimientos administrativos digitales y, de ser el caso, proponer los cambios en la Ley del Procedimiento Administrativo General. Asimismo, que se aproveche el momento para racionalizar los trámites y optimizarlos, bajo una óptica de gestión por procesos, pero que además estandarice los procedimientos en modelos y secuencias más sencillos, sin debilitar el interés público que protejan. Finalmente, el alcance tecnológico debe atender la interoperabilidad y precisar que es factible contar con distintas modalidades de firma electrónica, más allá de la digital, lo que facilitará su adopción en forma masiva, y aprovechar las bases de datos generadas y disponibles para que las entidades de control apliquen la gestión de riesgos. 50 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES PANDEMIA Y ECONOMÍA DIGITAL Por Guillermo Vidalón, Comunicador social. La COVID-19 está generando una revolución en los sistemas de salud, así como en los grupos de investigación conformados para lograr la vacuna que inmunice a la humanidad. El intercambio de información entre los miembros de la comunidad científica internacional también está incorporando otras formas de actuar de la mano con internet. Mientras que antes existía solo una tibia aproximación a las tecnologías de la información, hoy resultan imprescindibles. No hay ni habrá marcha atrás, pues el pasado es diametralmente opuesto a lo que se está construyendo en medio de la pandemia. Las relaciones interpersonales, las expresiones de afecto, las formas de trabajar para generar ingresos destinados a la subsistencia y calidad de vida también se han transformado. Esta nueva forma de hacer lo cotidiano está imprimiendo un ritmo distinto a la economía; por ejemplo, los sistemas de salud exigen incorporar protocolos sanitarios y mecanismos de seguridad que van dejando de lado algo tan característico de la economía como el pago con efectivo. la capacidad de decisión que tiene para autorizar, denegar o sancionar el inicio u operatividad de alguna actividad económica. Por tanto, la gobernanza electrónica se hace más relevante tanto para el cumplimiento de la función de supervisión como para complementar y facilitar las interrelaciones que establezcan los ciudadanos. Las recomendaciones sanitarias señalan que el dinero puede constituir un vehículo de transmisión del coronavirus. En consecuencia, los agentes económicos están incentivando a los usuarios para que migren hacia medios de pago sustitutos. De esta forma, mediante el uso de medios digitales, la economía está alcanzando una mayor velocidad, genera ahorros sustantivos y disminuye el riesgo de la criminalidad (aunque esta también se está sofisticando). Pese a las ventajas de la economía digital, esta aún debe afrontar diversos desafíos, como la resistencia de algunos sectores de la sociedad, debido principalmente a la complejidad que los medios electrónicos representan para grupos etarios mayores, los cuales disponen generalmente de mayores ingresos económicos. El primer paso lo dio “la moneda plástica”, las tarjetas que contienen información electrónica sobre las capacidades de pago de quienes la portan, pero, más adelante, el internet llevó al sistema bancario a las pantallas de los ordenadores personales y luego a los celulares. Estos dispositivos permiten acceder a información financiera casi en tiempo real. Por otro lado, las instituciones públicas iniciaron un progresivo camino en el mismo sentido. El uso del papel empezó a sustituirse y los dispositivos electrónicos sirven como contenedores de información relevante a la cual se accede mediante un pulsador, también electrónico. La importancia del sector público en la dinámica económica deviene de Para países como el Perú, con poblaciones con características socioculturales y económicas muy disímiles, asentadas en espacios distantes de las grandes urbes, no es posible que se pretenda aplicar la gobernanza digital, pues situaciones como la descrita generan complejidades que dificultan la natural expansión de una economía que, de manera creciente, incorpora la digitalización en todos sus procesos. Un caso que concita la atención es la decisión gubernamental de declinar el uso de sistemas virtuales para llevar a cabo las consultas previas en la industria minera y de hidrocarburos. Por un lado, existen representantes de comunidades indígenas que se oponen a la aplicación de esta consulta como un medio de participación ciudadana, pues señala que la brecha digital dificulta que la información proporcionada en estos procesos esté al alcance de un mayor número de personas. Sin embargo, hay quienes argumentan que, al ser la salud un bien superior, es mejor aplicar la virtualidad para evitar riesgos de contagio masivo de COVID-19 en eventos presenciales, tal como se encuentra previsto en la normatividad aún vigente, concebida durante y para la “antigua normalidad”. Cómo establecer un equilibrio adecuado entre los estándares internacionales y las condiciones de seguridad sanitaria para llevar a cabo la denominada consulta previa, es algo cuya inaplicabilidad resulta ser una manera de eludir el desafío antes que una manera certera de encarar una situación que más temprano que tarde demandará el uso de la virtualidad. Particularmente porque la economía nacional se sustenta, en gran medida, en la industria extractiva. Desde una perspectiva más urbanocontemporánea, los industriales han solicitado la creación de un fondo para adquirir máquinas textiles digitalizadas con la finalidad de financiar la incorporación de sistemas electrónicos en la actividad productiva vinculada a la exportación. En conclusión, el Perú se orienta hacia la digitalización de su economía, pero a diferentes ritmos, según el escenario en el que se encuentre. 52 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL Promoviendo la participación de las mipyme en el comercio digital dentro de APEC Por Sebastián Elías, Analista de Asuntos Corporativos de ComexPerú. Las tecnologías digitales se han ido extendiendo por todo el mundo a un ritmo más veloz que las anteriores olas de innovación tecnológica, lo que ha generado una nueva transformación digital que está reestructurando los diversos sectores económicos y haciéndolos más eficientes. En esta transformación se incluye el surgimiento de la economía digital, la cual representó entre un 4.5% y un 15.5% del PBI global en 2019, según la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés). La aparición del factor digital dentro de la economía ha permitido alentar el cambio de flujo de los bienes físicos a bienes intangibles como datos e información, y ha logrado una mejor interconexión entre diversas economías. En la región AsiaPacífico se encuentran algunas de las economías con mayor dinamismo y crecimiento en comercio digital; sin embargo, hay algunas que presentan grandes brechas digitales en infraestructura, lo cual podría ocasionar que queden al margen de este gran crecimiento. Las deficiencias de la infraestructura relacionado con lo digital ponen en peligro a muchas economías en desarrollo, debido a que estas no logran alcanzar el ritmo de este cambio, que promueve el crecimiento y la innovación. Uno de los beneficios que brinda el crecimiento de la economía digital es el ofrecer mayores oportunidades para la participación de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), sector que representa más del 97% de las empresas en la región y más del 70% de todos los empleos. No obstante, para brindar estas oportunidades a las mipymes, es fundamental tener conocimientos sobre las regulaciones e incentivos que presenta el comercio digital. Con estos puntos como base, el Foro Económico de Cooperación de Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés), a través del Digital Economy Steering Group (DESG) — antes llamado Electronic Commerce Steering Group (ECSG)—, publicó un reporte en marzo de este año sobre las regulaciones, políticas e iniciativas en comercio electrónico y economía digital para la participación de las mipymes. El DESG busca promover el desarrollo y uso del comercio electrónico y las TIC (tecnologías de la información y comunicación) en la región APEC. El objetivo del reporte es proporcionar información sobre las políticas, iniciativas y mejores prácticas para alentar a las mipymes a participar en el mercado regional a través del comercio electrónico. Esta información fue recopilada luego de una amplia investigación y entrevistas con funcionarios públicos de economías desarrolladas. El reporte representa una oportunidad para que las economías en desarrollo puedan observar cuáles han sido las medidas de apoyo más efectivas para las mipymes en temas de economía digital. En el caso del Perú, la economía digital ha dado un gran salto durante la pandemia, lo cual ha demostrado que el uso de herramientas digitales resulta indispensable para mantener el flujo de bienes y servicios en la economía. Esta mejora se puede observar en la publicación del Decreto de Urgencia 006-2020, el cual dispuso la creación del Sistema Nacional de Transformación Digital, y el Decreto de Urgencia 007-2020, el cual aprueba un marco de confianza digital y dispone medidas para su fortalecimiento. Estas normas tienen como objetivo generar confianza en los ciudadanos al interactuar con los servicios digitales de entidades públicas y el sector privado. En este sentido, el reporte generado por el DESG brinda información útil para el fortalecimiento de la economía digital, el dinamismo de la actividad económica y nuevas oportunidades para el desarrollo de las mipymes en el mercado. La economía digital se ha convertido en un factor determinante para el crecimiento y el desarrollo de los países. A partir de esto se deben seguir realizando esfuerzos que generen un ambiente adecuado para el desarrollo y la implementación de herramientas digitales, y de esta forma seguir trazando un camino hacia la transformación digital. 54 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES forma sostenible. Pusimos a su disposición herramientas, charlas y seminarios sobre manejo de estrés, comida saludable, importancia de las pausas activas y desarrollo de la actividad física, entre otros temas. Entrevista a Luis Felipe Carrillo ¿CUÁL ES EL ROL DE LA TECNOLOGÍA PARA ADPARTARSE A LA “NUEVA NORMALIDAD”? Ante todos estos nuevos escenarios, una cosa quedó clara. La importancia de la tecnología para facilitar y habilitar el funcionamiento de nuestras operaciones en la región ante la situación que se presentaba. Ya sea para los cursos online, la posibilidad de comunicarnos con todos nuestros colaboradores en la región de forma simultánea, la no interrupción de nuestras operaciones, todo esto fue posible gracias a la tecnología. Pero esto no es todo. GE ha invertido durante años en la digitalización de la industria, en la aplicación de más y más tecnología a fin de hacer el equipamiento más confiable y optimizar las operaciones de nuestros clientes. Después de 120 días: desafíos y oportunidades que nos dejó la pandemia Presidente & CEO Central Area of Latin America (CALA) en General Electric (GE) ¿CÓMO IMPACTÓ LA COVID-19 A UNA MULTINACIONAL COMO GE? A lo largo de nuestra, carrera nos toca asumir retos personales y profesionales. Con la llegada de la COVID-19, no ha sido distinto. Esta situación nos ha puesto a todos frente a una realidad que no habíamos vivido nunca, ni en lo personal ni en lo profesional. Hemos tenido que aprender a adaptarnos rápidamente a un nuevo estilo de vida y modificar drásticamente nuestras rutinas para proteger a nuestros seres queridos y a nosotros mismos. En el ámbito laboral, el cambio fue muy rápido y drástico. En el contexto en el que nos encontrábamos en GE, con una acción revalorizada luego de un año de transformación y reestructuración profunda, esta situación nos obligó a repensar nuestra estrategia, nuestro modelo de negocio y la definición de qué es ganar en cada una de las regiones del mundo. Este fue el primer gran desafío. Las industrias en las que operamos fueron definidas como esenciales a lo largo de toda la región. Fuera de los equipos que mantuvimos en campo —con las medidas de prevención y seguridad necesarias— para dar servicio a nuestros equipos médicos, a las plantas de generación de energía, etc., el resto pasó a trabajar bajo una modalidad 100% virtual. Este cambio no fue particularmente traumático para GE porque ya contábamos con procesos, equipos e infraestructura para hacerlo, pero el trabajo remoto no requiere únicamente de equipamiento técnico. Este fue el segundo gran desafío que debimos enfrentar. A medida que esta situación se extendía, otras variables fueron entrando en juego. El balance vida-trabajo, al estar ahora todos en casa, se vio seriamente alterado. Las capacidades y habilidades para el trabajo en equipo se vieron drásticamente modificadas. Por más que antes un equipo de trabajo no estuviera todo el tiempo junto en un mismo espacio físico, siempre se mantenían reuniones presenciales, cierto relacionamiento uno a uno. La contención de nuestros equipos pasó del día a la noche a requerir otras habilidades que debíamos potenciar en nuestros líderes. La identificación y el desarrollo de dichas habilidades fue una prioridad para transitar por esta situación. Inmediatamente, el equipo de GE desarrolló una serie de cursos online para apoyar a nuestros colaboradores en el desarrollo y la adopción de nuevas formas de trabajar de Nos preparamos para un nuevo cambio, un regreso paulatino y escalonado, priorizando siempre la seguridad de nuestros colaboradores y preparándonos para capitalizar y poner en práctica lo que aprendimos En este contexto, la inversión jugó un rol fundamental. Gracias a estas soluciones de monitoreo automatización y digitalización a distancia hemos podido continuar dando soporte y servicios a clientes a pesar de las restricciones de movilidad. Hemos logrado continuar operando exitosamente. ¿ALGUNA REFLEXIÓN FINAL? A medida que la “nueva normalidad” se vaya instalando y que un porcentaje de nuestros trabajadores regresen a las oficinas, el desafío es continuar desarrollando soluciones, estrategias y modelos de negocio rentables. Nos preparamos para un nuevo cambio, un regreso paulatino y escalonado, priorizando siempre la seguridad de nuestros colaboradores y preparándonos para capitalizar y poner en práctica lo que aprendimos En esta nueva normalidad, nos sentimos seguros y acompañados, sensaciones incomparables y fundamentales para enfrentar cualquier contingencia. 56 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES Oportunidad en la pandemia Por Fernando Calmell del Solar, Presidente de Asociación de Emprendedores del Perú (ASEP). En el Perú existen alrededor de 32 millones de habitantes, de los cuales aproximadamente 17 millones conforman la población económicamente activa (PEA) y, como sabemos todos, somos un país con una alta tasa de informalidad empresarial y laboral (alrededor del 75% pre-COVID). Éramos, y lo pongo en pasado por que la pandemia ha cambiado todo, un país donde existían más de 9 millones de unidades productivas, y solo dentro del espectro formal, antes de la pandemia, este 25% de empresas formales estaba compuesto por un 99.5% de micro y pequeñas empresas, de las cuales, en realidad, el 94.3% eran microempresas. Sabíamos también que alrededor del 40% de la PEA eran autoempleados que generaban 5 millones de puestos de trabajo. Si evaluamos la situación hoy en día, en la que se estima que por lo menos 2 millones de peruanos han perdido su empleo formal, y una cifra similar su empleo informal, y en la que además vemos que muchos autoempleados no pueden trabajar, han quebrado y están buscando desesperadamente otra alternativa para poder llevar el pan a sus familias, nos encontramos con que la situación del país es realmente critica. Nos queda claro a todos que todas estas personas no se van a quedar sentadas en sus casas esperando empleo; por lo contrario, saldrán a la calle a “buscársela” y lo harán de la manera más precaria. Con ello, las unidades productivas unipersonales de subsistencia se multiplicarán y así la informalidad crecerá. El problema está en que durante muchos años se ha intentado aplicar distintos programas en favor de la formalización, pero ninguna medida ha dado realmente resultados, principalmente porque se basan en teorías o en el comportamiento de las grandes empresas (para bien o mal), sin tomar en consideración la realidad de las mypes. Si seguimos haciendo lo mismo, como Estado y como empresas, revertir este duro golpe para la economía será casi imposible. Queda claro que los empresarios, de todos los tamaños, tenemos hoy un importante rol que cumplir. Frenar esta crisis de consumo y la creciente informalidad recaerá en las capacidades que tengamos de mirar hacia adentro y de integrar a las empresas existentes y las nuevas en una cadena de valor que permita que el país, en lo posible y sin caer en proteccionismos, se pueda autoabastecer. Y por ello, aunque no lo crean, se está generando una excelente oportunidad para el país, si podemos aprovecharla en conjunto. La crisis ha generado una migración de las ciudades principales a ciudades más chicas, se calcula hasta el momento que son más de 1.5 millones de personas (aún no hay cifras oficiales). Es esta migración la gran oportunidad de revertir en cierta manera el daño ocasionado por la reforma agraria y el terrorismo, pero lo más importante es que lleva consigo algo muy importante: conocimientos y educación. Es ahora cuando debemos generar los ecosistemas de desarrollo empresarial adecuados para que todo este capital humano prospere y se quede haciendo empresa en estos nuevos lugares, integrándose a las pirámides productivas y a los mercados nacionales e internacionales. El gran problema de la mypes ha sido siempre su muy baja productividad, profesionalismo y eficiencia. Esto es porque siempre se la ha visto por igual, sin reconocer que, en cada sector productivo, e inclusive en cada subsector, la realidad de las unidades productivas varía mucho en cuanto a su organización empresarial, capacidades operativas, estructura interna, tipo de productos, temporalidad de operaciones, periodicidad laboral y rentabilidad. Pero mientras el Estado ve la manera de cumplir su rol, mientras esa visión cambia, y después de verlo decide actuar, pueden pasar muchos años y no tenemos ese tiempo como país. Empecemos nosotros desde nuestras empresas a ver cómo podemos integrarlos a una pirámide productiva de valor que nos beneficie a todos, ya que si invertimos en que los proveedores mejoren se reducirán los costos de producción, serán más eficientes y generaran mejores productos, más puestos de trabajo y, por ende, mayor consumo. Si queremos que las mypes tengan la capacidad de mejorar y alcanzar estándares nacionales e internacionales, tenemos que dejar de verlas como números, como una cantera interminable de proveedores que, cuando uno quiebra, aparece otro de inmediato, y empezar a colaborar con ellos en la transferencia de tecnologías e información, incentivar su asociatividad e invertir en su futuro, en nuestro futuro como país. Al integrar esta información y educación que va de la ciudad al campo con oportunidades de mercado, con los incentivos correctos y la transmisión de conocimientos, permitiéndoles endeudarse a tasas que les permitan reinvertir en tecnología y generar innovación, lograremos que esta pandemia se convierta en algo muy productivo para todos los peruanos y será el inicio del tan esperado despegue que permita al país (y no solo a Lima) salir adelante y seguir creciendo en el mundo. 58 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES Viejo, mi querido viejo. El compromiso con nuestros adultos mayores debe fortalecerse Por José Ignacio Beteta, Director ejecutivo de la Asociación de Contribuyentes. a enfermedades crónicas, pero los primeros 100 días del estado de emergencia fueron muy duros para nuestra población de mayor edad. Además, casi la mitad de ellos no tiene ningún tipo de pensión. Según datos del Midis y la Enaho, el 38.6% recibe una pensión del sistema público o privado, y el 14.6% accede al programa Pensión 65. Por lo tanto, nuestros viejos no tienen cómo cubrir sus necesidades básicas y, por tanto, deben salir a trabajar y buscarse la vida, o dependen de otros, lo cual eleva sus probabilidades de contagio. Finalmente, y este es el dato más duro, el 50% de nuestros sabios y sabias vive solo. Y si las estadísticas se cruzaran, probablemente muchos dentro de ese porcentaje no cuentan con una refrigeradora y de todas formas deben salir a comprar o recoger su comida. Hace algunas semanas, el grupo de trabajo de protección social promovido por IPAE elaboró una hoja de ruta titulada “Estrategia para proteger al adulto mayor en época de COVID-19”. El documento, claro, conciso y validado por expertos, arranca con un dato estremecedor: 7 de cada 10 personas que fallecen por este nuevo coronavirus son mayores de 60 años. La alta tasa de mortalidad en esta población se debe a diversas razones, algunas obvias, otras no. En el Perú, 3 de cada 4 adultos mayores padece alguna enfermedad crónica y, por lo tanto, es más vulnerable al impacto de la COVID-19, o requiere de una atención especializada que el sistema estatal de salud hoy no puede brindar adecuadamente. Recién se vienen normalizando algunas atenciones En una sociedad cada vez más consumista, desconectada de la realidad, algo frívola por momentos, no solo la muerte se ha convertido en un tema tabú. La vejez también. Algunos estudios demostraban que hace poco, en Inglaterra, por ejemplo, 8 de cada 10 ancianos no hablaba con ningún otro ser humano durante meses… Los estamos olvidando. Pero hoy, cuando su situación se vuelve muchísimo más vulnerable, eso no puede ocurrir. ¿Qué hacer? Según la hoja de ruta promovida por IPAE, la tecnología tiene mucho que aportar directa e indirectamente para atender mejor a esta población. Lo primero que se deber hacer es mejorar el padrón de adultos mayores, lo que podría realizarse Población con algún problema de salud crónico enero-marzo 2018, según sexo y área de residencia (%) 82.6 Nacional 69.9 84.9 Lima Metropolitana 67.3 82.1 Resto Urbano 72.9 80.2 Área Rural 67.2 0 20 40 Mujer 60 80 100 Hombre Resto Urbano: No incluye Lima Metropolitana. Fuente: INEI. en una plataforma integrada para los ministerios que tienen alguna competencia en el tema. Esta mejora en el registro permitiría mejorar los canales de entrega de sus pensiones y evaluar la creación de un bono excepcional en este tiempo para aquellos que no tienen pensión ni ingresos. Por otro lado, para María Alejandra Campos, quien lideró el análisis, es vital ampliar el monitoreo telefónico del Midis para acompañarlos, atenderlos e identificar casos de COVID-19 en el momento oportuno, lo cual les dará más oportunidades de salvarse. Finalmente, las redes sociales, Whatsapp y la creación de aplicativos ad hoc podría servir para generar un movimiento de voluntarios jóvenes que se dediquen a comprar y entregar alimentos a aquellos adultos mayores que viven solos, perdieron su familia o no tienen a quién acudir sin poner en riesgo su salud. Promover estas redes comunitarias es algo que reflejaría el espíritu solidario, generoso y desprendido que los peruanos tenemos, aunque a veces un poco escondido. Finalmente, ante las noticias esperanzadoras de vacunas que avanzan en sus diversas fases de prueba, el Estado debe planificar con anticipación —ya mismo— el proceso de vacunación de adultos mayores dándoles prioridad a aquellos que son más vulnerables. Tenemos el tiempo y los recursos; esta vez no podemos fallar. Recordemos que uno de cada cuatro hogares peruanos aún tiene a un adulto mayor como jefe de familia. A nuestros adultos mayores hay que ponerlos en el centro del debate nuevamente. Tenemos que visibilizar su situación difícil, muchas veces solitaria o de abandono. Debemos devolverles lo que nos dieron: esfuerzo, solidaridad, compromiso, tiempo. Sin ellos, no seríamos lo que somos. 60 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES Construir relaciones laborales de confianza en tiempos de la COVID-19 Por María Inés O’Donnell, Socia de Remezzano Capital Partners. Son un mal conocido las catástrofes que ha desatado la llegada de la COVID-19 a nuestras vidas. Repentinamente, todos nos encontrabamos en inestabilidad laboral e incertidumbre financiera como nuestras principales preocupaciones. Sin embargo, psicólogos vocacionales han confirmado que los trabajos son mucho más que un salario a fin de mes y que nuestra salud mental está ligada al sentido de pertenencia y conexión a un equipo. De esta manera, aún las personas afortunadas que han logrado seguir sobre la rueda y continuar sus trabajos en remoto han experimentado en muchas ocasiones un deterioramiento de las relaciones con su equipo de trabajo a cualquier nivel. Acostumbrados a los after office de vez en vez, a las charlas extralaborales durante los almuerzos diarios y a esa convivencia que permitía generar lazos de confianza con nuestro entorno, nos hemos visto reducidos a una pantalla digital. De la noche a la mañana, sin mayor aviso, comenzó la era “zoomconomics”, donde desde un directorio hasta un matrimonio o baby shower podía ser celebrado. Pero ¿qué ganamos y qué perdemos con esta practicidad para llevar las reuniones? Ha quedado claro que para muchos trabajos ya no es necesario ir a la oficina. ¿Por qué pagar US$ 20 de alquiler por metro cuadrado en una oficina si es una actividad que se puede realizar desde cualquier lugar? Ganamos en eficiencia, pues muy probablemente la nueva normalidad significará una reducción en el negocio de alquiler de oficina de al menos el 20%. Sin embargo, ¿es lo mismo haber celebrado mi cumpleaños vía Zoom? ¿Es lo mismo no ver a mi equipo de trabajo desde hace 5 meses? ¿Es lo mismo conseguir un nuevo cliente por vía digital 100%? Estamos debilitando esas relaciones de confianza y perdiendo los beneficios de una comunicación en vivo. Esta permite interpretar mejor el lenguaje gestual, nos da el espacio para hablar más con el corazón que con la mente y nos permite disfrutar la espontaneidad de nuestros compañeros. Además, nos brinda espacios para relajarnos, establecer una conversación amena y construir puentes de confianza desde cero. ¿Cómo recuperar lo que hemos perdido? Las agendas hoy se llenan de llamadas cortas y efectivas, pero no hay un espacio destinado a preguntar a nuestros colegas de trabajo sobre lo cotidiano o profundizar un poco acerca de las emociones. Esta realidad nos lleva a la siguiente pregunta: ¿hemos perdido el interés genuino en las personas con las que nos relacionamos? ¿Era un simple interés que surgía al estar en contacto físico con ellas? Personalmente, creo que es fundamental el contacto humano con cierta periodicidad. Conversar con un taxista sobre el partido de Alianza Lima del fin de semana o tener espacios de coaching con mis colegas de trabajo es enriquecedor. Si bien esta nueva modalidad nos pone nuevas barreras, está en cada uno encontrar las maneras para seguir construyendo relaciones. Al iniciar la pandemia, tuve que pasar por algunas llamadas telefónicas para cambiar pasajes que no tengo certeza cuándo podré usar, y me topé con Dominik, un joven húngaro que trabajaba en el call center de una aerolínea árabe. El joven estudiaba español y hablaba inglés perfectamente, por lo que me pudo contar la situación de su país y practicar con mucho entusiasmo su español, además de hacer un eficiente trabajo con mi solicitud. Sin darme cuenta, naturalmente, la necesidad de comunicarme más allá de lo mínimo indispensable salía a flote. Por ello, es fundamental dedicar espacios de nuestra apretada agenda a conversar sin apuros con nuestro equipo. La nueva normalidad nos exige restringir el contacto, pero eso no quiere decir que solo hablemos en remoto lo justo y necesario. Podemos hablar sin apuro, con el corazón, y empatizar con la gente. No olvidemos que las relaciones de confianza sólidas generan abundancia para la comunidad. 62 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES En las ZED se ofrecen incentivos a las empresas que se localizan dentro de ellas, los cuales, generalmente, se refieren a temas tributarios, como exoneración de impuestos, procedimientos aduaneros simplificados, entre otros. Las ZED se pueden encontrar bajo distintos nombres en el mundo: zonas francas, zonas económicas especiales, zonas de procesamiento de exportaciones, zonas francas uniempresariales, puertos libres, entre otros. Las zonas especiales de desarrollo como instrumento para la atracción de inversión extranjera directa Por Óscar Vásquez, Abogado y consultor en comercio exterior y aduanas. Las zonas especiales de desarrollo (ZED) son áreas geográficas delimitadas donde se establecen reglas de negocio diferentes, con facilidades y beneficios distintos a los que prevalecen en el resto del territorio nacional. La importancia de estas zonas radica en la atracción de inversión extranjera directa (IED), relacionada con cuatro variables de inversión: demanda, recursos humanos, tributación y acceso a infraestructura logística. Asimismo, tienen como un elemento fundamental la conectividad logística y los encadenamientos productivos que se pueden generar dentro o fuera de ellas, a fin de ofrecer a los inversionistas un entorno favorable para el desarrollo de sus negocios, en particular para la exportación, por lo que priorizan las estructuras portuarias y los servicios a la carga. En el Perú, las primeras zonas francas se crearon en 1989, con el nombre de Centros de Exportación, Transformación, Industria, Comercialización y Servicios (Ceticos), en Ilo, Matarani, Paita y Tacna. Tiempo después, se aprobó la ley de creación del Ceticos Tumbes y, posteriormente, la del Ceticos Loreto, aunque no se han dispuesto todavía las normas necesarias para su ejecución. Luego, a través de la Ley 27688, se declaró de interés nacional el desarrollo de la Zofratacna, y en 2006, el Gobierno creó la Zona Económica Especial de Puno (Zeedepuno). Finalmente, mediante la reciente Ley 30446, se ha declarado que los Ceticos pasan a denominarse ZED, y se declara de interés nacional su funcionamiento, con el objeto de promover la estabilidad de las inversiones, fomentar el empleo, contribuir al desarrollo socioeconómico sostenible y promover la competitividad y la innovación en las regiones donde se ubican. ahuyenta mayores inversiones y se evidencia en la nula participación de fábricas transnacionales importantes. Con el tiempo, los regímenes de las ZED se han vuelto similares desde una perspectiva legal y administrativa, puesto que todas tienen como objetivo mejorar el desarrollo socioeconómico de las regiones donde se encuentran, pero a la fecha tienen un escaso impacto en la producción nacional o la diversificación productiva. Asimismo, las zonas francas peruanas se manejan con una lista cerrada de actividades. En ellas se pueden desarrollar actividades industriales de maquila, logística, reparación y mantenimiento de mercancías, telecomunicaciones, tecnologías de la información, investigación y desarrollo científico y tecnológico, por ejemplo. Y, aunque por decreto supremo refrendado por los ministerios de Economía y Finanzas, Comercio Exterior y Turismo, y de la Producción, se pueden incluir otras actividades, consideramos más conveniente crear un listado negativo de actividades, debido al riesgo de dejar de lado actividades accesorias que sean necesarias para las actividades principales. Un problema en su desarrollo es que se han diseñado como un instrumento de desarrollo zonal sin enfocarse en su importancia como un instrumento de atracción de IED para el país. En consecuencia, se encuentran localizadas en los polos del país donde no hay demanda, recursos humanos suficientes ni acceso a infraestructura logística. Tampoco hay un estudio sobre el desarrollo de las zonas francas en el Perú que incluya un análisis de la potencial demanda de expresas extranjeras. No obstante, consideramos, a priori, que la deslocalización sería lo más eficiente, para lo cual debe cambiar el requisito de ubicación por el de montos de inversión mínimos, a fin de otorgarles mayor flexibilidad y atractivo. Por otro lado, si bien el desarrollo de las actividades autorizadas en las ZED está expresamente exonerado del impuesto a la renta, el IGV, el ISC y el IPM, así como de cualquier otro tributo, tanto del Gobierno central como de los Gobiernos regionales y locales (excepto las aportaciones a EsSalud y las tasas), tenemos que la Sunat controla excesivamente los beneficios tributarios para los usuarios. Por ello, también es necesario establecer protección política frente a la Sunat que, ante las deficiencias formales, carga contra el inversionista, lo que Finalmente, también se requiere la creación de una autoridad para la promoción de IED, encargada de buscar inversionistas y de negociar y firmar acuerdos para su desarrollo y localización, con el fin de ayudar al diseño y la explotación de nuestras ZED, incluyendo la formación de APP para el desarrollo de infraestructura logística. 64 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES suponen un importante componente de automatización. Esto es, generar procesos que prescindan del todo, o casi del todo, del factor humano, y dejen a cargo de máquinas y algoritmos el análisis de la data disponible de acuerdo con factores de riesgo previamente establecidos. Bajo estos parámetros, la participación del factor humano debería limitarse al estrictamente indispensable para que el mecanismo funcione. La “nueva normalidad” y el comercio exterior Por Julio Guadalupe, Socio de Rodrigo, Elías & Medrano. La falta de contacto físico entre seres humanos que impone la COVID-19 ha originado la transformación de comportamientos que impactan todos los ámbitos de los negocios incluyendo, por cierto, las operaciones de comercio exterior. Teletrabajo y digitalización son conceptos a los que ya nos venimos acostumbrando y lo tendremos que seguir haciendo. Estamos, sin duda, ante cambios estructurales que llegaron para quedarse y que distan mucho de ser solo temas pasajeros o de coyuntura. Estos cambios, y la necesidad sanitaria subyacente, han agilizado algunos procesos que ya se venían experimentando y materializando en el Perú, quizás en algunos ámbitos más que en otros. En materia de digitalización de las operaciones de comercio exterior, por ejemplo, las iniciativas que se venían gestando encontraban cabida en un marco legal que ya había sido establecido sobre Gobierno digital, pero que requería ser aterrizado de manera transversal en las entidades sectoriales con competencia en el control y supervisión de estas operaciones, por lo que resultan importantes los avances en el caso de la VUCE y los procedimientos aduaneros. DIGITALIZACIÓN Y AUTOMATIZACIÓN Las necesidades de digitalización de las operaciones de comercio exterior y los procedimientos aduaneros Normativa reciente, como el Decreto Legislativo 1492, impulsa de manera importante la digitalización de los procesos relacionados con las operaciones de comercio exterior tanto a nivel del sector público (generación o potenciación de plataformas electrónicas, así como de mecanismos de seguridad y validación de data e información) como a nivel del sector privado (generación o potenciación de mecanismos electrónicos en los diferentes niveles de la cadena logística internacional e interconectividad de sus eslabones). relacionamiento entre las entidades sectoriales competentes, o entre dichas entidades y los actores de las operaciones de comercio exterior, como entre estos actores entre sí. De esta manera, será necesario desarrollar nuevos estudios en el marco de la competitividad del comercio exterior que consideren esta nueva realidad, la cual se aleja bastante de aquella considerada para el informe del Banco Mundial del 2016 (cuyos resultados aún se muestran como vigentes) respecto de costos evitables por contenedor exportado en un margen aproximado de US$ 300. Esto habría originado que en 2019 se generaran costos evitables (sobrecostos) en las operaciones de exportación por un total de US$ 650 millones. Esto, bajo la supervisión del Mincetur como entidad competente para vigilar el cumplimiento de las disposiciones, las cuales buscan, como mencionamos, acelerar los procesos de automatización, interoperatividad, estandarización de procesos y trámites, así como el empleo de documentos digitales o digitalizados. Por tanto, genera preocupación la brecha digital aún presente en el Perú. De acuerdo con un informe de la Defensoría del Pueblo, de abril del presente año, aproximadamente el 52% de la población no cuenta con acceso a internet, problema no menor y que produce dudas y preocupación sobre el futuro del necesario proceso de digitalización. A esto cabe añadir los niveles todavía bastante bajos de velocidad de internet que, a la fecha, son reportados y que pasan por un nivel garantizado de solo el 40% de la velocidad. COMPETITIVIDAD Y NUEVOS SOBRECOSTOS Se comenta que uno de los grandes retos de la migración hacia la digitalización estará relacionado no solo con detectar y evitar “sobrecostos tradicionales”, sino aquellos “nuevos sobrecostos” que surjan, o puedan surgir, de la implementación o potenciación de una “cadena logística digital”, tanto a nivel del CAMBIO EN LA MATRIZ DE RIESGO Se esperarían también cambios en la matriz de riesgo de las operaciones de comercio exterior con impactos en los despachos aduaneros (asignación de canales de control) de ingreso y salida del país, impulsados fuertemente por el componente sanitario y materializados por el uso de mecanismos alternativos al reconocimiento físico tradicional, lo que implicaría emplear sistemas de control remotos e, incluso, de inteligencia artificial. Se prevé también que el componente sanitario forme parte importante de los programas OEA, tanto a nivel de la seguridad como del cumplimiento normativo, con el impacto que se estima tenga esto en lo que se refiere a la suscripción o actualización de los acuerdos de reconocimiento mutuo, uno de los beneficios más atractivos para los exportadores OEA. DESGLOBALIZACIÓN Un tema también interesante estriba en el proceso de “desglobalización” que venía experimentando el mundo y que se ha intensificado debido a la COVID-19, que pasa por hacer frente a un contexto mundial en el cual las cadenas de suministro han sido quebradas de modo abrupto por el cierre de las fronteras nacionales y en el que las medidas restrictivas al comercio que han venido siendo implementadas podrían despertar en los Gobiernos ciertos afanes proteccionistas. Todo esto, en un nuevo panorama internacional en el que se prevé una posible transición hacia la generación de cadenas regionales de valor, la reformulación y la diversificación de fuentes de suministro en un entorno de “cadena digital”, y el replanteamiento de reglas de origen a fin de considerar un entorno inédito que ningún tratado de libre comercio pudo anticipar. 66 COMEXPERU NEGOCIOS INTERNACIONALES NOTAS & DATOS NOTAS & DATOS COMEXPERÚ Y COCA-COLA CONTRA LA COVID-19 En el marco de la pandemia, queda claro que es necesario unir fuerzas para poder mitigar los efectos producidos por la COVID-19. Por ello, desde el sector privado, la Sociedad de Comercio Exterior (ComexPerú) y Coca-Cola Perú se aliaron con el fin de reforzar el equipamiento del Hospital de Emergencias de Villa El Salvador. Como resultado, se pudo dotar a dicho hospital con 10 camas UCI y 8 monitores de seis parámetros. Así, con la colaboración de ComexPerú y CocaCola se ha logrado ampliar la capacidad hospitalaria en este establecimiento público de salud. Esta acción es, sin duda, una muestra de la importancia de la iniciativa empresarial para fortalecer diversos sectores. CENCOSUD CONTRIBUYE A LA LUCHA CONTRA EL HAMBRE La cadena minorista Cencosud presenta la campaña “Puntos sobre la mesa”, junto a Bonus y el Banco de Alimentos del Perú, organización con la que colaboran desde hace cuatro años. Mediante esta campaña, 32 puntos bonus significarán un día completo de alimentación para un niño. Esta será realizada durante todo el mes de agosto y busca otorgar más de 650,000 raciones de comida a los niños de escasos recursos del país, quienes se ven más expuestos al hambre y la malnutrición durante la crisis. INRETAIL PHARMA ENTREGA DOS PLANTAS DE OXÍGENO AL HOSPITAL CAYETANO HEREDIA La cadena de farmacias más grande del país donó al Hospital Cayetano Heredia, que alberga a los pacientes con los diagnósticos más graves de COVID-19 de Lima Norte, equipos de protección y dos plantas generadoras de oxígeno para proveer a 40 camas UCI. Cada una de las plantas producirá lo equivalente a entregar 57 cilindros diarios de oxígeno de 10 m³, lo cual permitirá salvar la vida de cientos de pacientes y un ahorro de más de un millón de soles al año en la compra de oxígeno. SCOTIABANK DONA EQUIPOS DE PROTECCIÓN A CENTROS DE SALUD Debido a la escasez de equipos de protección en Piura, la empresa realizó una importante donación de equipos de protección personal destinados a la Dirección Regional de Salud (Diresa) de dicha region. Para ello, estableció una alianza con la ONG Plan Internacional, la cual se encargó de gestionar la entrega. De esta manera, se otorgaron 2,028 máscaras y 390 mamelucos, los cuales beneficiaron a 23 instituciones prestadoras de servicios de salud (IPRESS) y a la estrategia de Salud Sexual y Reproductiva de las direcciones subregionales de salud de Sechura, Huancabamba y Luciano Castillo Colonna. ALICORP ENTREGA “PAN SOLIDARIO” Como parte de su programa #AyudaAlQueAyuda, la empresa Alicorp entregó 15 toneladas de pan al Minsa para que sea repartido entre su personal. El llamado “pan solidario” es un pan rectangular de 80 gramos del que se han producido 200,000 raciones. La hazaña requirió que Alicorp adaptara su planta de producción de panes precocidos y destinara un turno en la línea de producción. La acción es otra muestra del compromiso de Alicorp por apoyar al personal que se encuentra en la primera línea de atención en el contexto de emergencia nacional. CLÍNICA INTERNACIONAL PROTEGE A ALBERGADOS DE LA CASA DE TODOS En busca de prevenir enfermedades respiratorias y reducir los casos de neumonía debido a las bajas temperaturas, la Clínica Internacional realizó una campaña de vacunación contra la influenza y realizó pruebas rápidas de COVID-19 a las personas acogidas en el albergue temporal, con lo que se logró proteger la salud de los albergados y el personal médico asistencial. La actividad se llevó a cabo gracias a la donación de 150 vacunas contra la influenza y 150 pruebas rápidas, las cuales quedan a disposición del albergue para que sean usadas cuando sea necesario. ADP DARÁ BUENA PRO PARA EJECUCIÓN DE OBRAS EN PIURA Aeropuertos del Perú S. A., en su calidad de concesionario, será la encargada de dar la buena pro para el inicio de las obras en el aeropuerto Capitán FAP Guillermo Concha Iberico, de Piura. Las obras incluyen la rehabilitación de los pavimentos del sistema de pistas y del sistema de drenaje integral. Asimismo, se rehabilitará las luces de balizaje, área importante para el despegue y el aterrizaje. El MTC dio a conocer, por medio de un comunicado que el proyecto requerirá de una inversión de más de S/ 152 millones. - Servicios de contabilidad e impuestos - Servicio de procesamiento de nómina