DIRECTORES SECTOR EXPORTADOR
Minería, Petróleo y Derivados
Agustín de Aliaga Fernandini
Guillermo Ferreyros Cannock
Oscar González Rocha
Eduardo Hochschild Beeck
Julia Torreblanca Marmanillo
Juan Igor Salazar Zanelli
Diego Ortega Meneses
Marilú Wiese Moreyra
Manufacturas
Enrique Gubbins Bovet
Raúl Musso Vento
Janine Belmont
Pesquero
Fernando Romero Belismelis
Alex Fort Brescia
Agropecuario
Alfonso Bustamante Canny
Augusto Baertl Montori
José Luis Noriega Cooper
Miguel Nicolini de la Puente
DIRECTORES SECTOR IMPORTADOR
Bienes de Consumo
Juan Fernando Correa Malachowski
Thiago Coelho
Juan Carlos Vallejo Blanco
Bienes Intermedios
Andreas von Wedemeyer Knigge
Maquinarias y Equipos
Luis Felipe Carrillo Campodónico
Carlos Chiappori Samengo
Mariela García de Fabbri
DIRECTORES SECTOR SERVICIOS
Servicios Financieros
Fernando Zavala Lombardi
Servicios no Financieros
Alfonso García Miro Peschiera
Alonso Rey Bustamante
Pedro Cortez Rojas
Cayetana Aljovín Gazzani
Gianmarco Tagliarino Rondinelli
Ernesto Raffo Paine
Jan Mulder Panas
Juan Francisco Raffo Novelli
Juan Stoessel Florez
Manuel Van Oordt Fernandez
Oscar Caipo Ricci
Oscar Humberto Chávez López
GERENTE GENERAL
Jessica Luna Cárdenas
COMEXPERU
Bartolomé Herrera 254, Miraflores, Perú
Telf: 625-7700
negocios@comexperu.org.pe
www.comexperu.org.pe
contenido
PRESIDENTE
Juan Fernando Correa Malachowski
1º VICEPRESIDENTE
Oscar Caipo Ricci
2º VICEPRESIDENTE
Alonso Rey Bustamante
04
EDITORIAL
06
20
SEGUNDOS
algunas cifras de interés
08
COVID-19 Y
ECONOMÍA DIGITAL
Tributos y recaudación:
¿sabías que…?
10
colaboración público-privada para
la transformación digital del país
14
LA NUEVA
NORMALIDAD
COMEXDIGITAL:
digital pos-COVID-19
16
DONACIONES DE
TECNOLOGÍA
18
de Transformación Digital
20
22
24
durante la crisis
POLÍTICA NACIONAL
MÁS CONECTIVIDAD
para reducir la brecha digital en el Perú
CLOUD FIRST POLICY:
la puerta hacia la conectividad, la
productividad y la competitividad a
gran escala
#CIBERSEGURIDAD
| #Cibercrimen | #Ciberdefensa
para un #PeruDigital
30
OLVIDANDO LO
APRENDIDO:
desnaturalizando las plataformas digitales
34
¿CÓMO REALIZAR UN
ONBOARDING EXITOSO
36
LOS NUEVOS RETOS PARA
LA MOVILIDAD EN LIMA:
a una plataforma de IA?
la propuesta de Uber desde la tecnología
38
de movilidad frente a la pandemia
40
CABIFY EN
CUARENTENA,
42
44
46
LA ESTRATEGIA DE LAS APPS
innovación al servicio de los peruanos
HACIA UN PERÚ
CREATIVO Y DIGITAL
TELECOMUNICACIONES:
“El futuro nos llegó de golpe”
Director
Jessica Luna Cárdenas
Co- editores
Rafael Zacnich Nonalaya
Jaime Dupuy Ortiz de Zevallos
Equipo de análisis
Jorge Zavala Delgado
Katherine Gutiérrez Abanto
Paulo Quequezana Barrientos
Daniel Najarro Salazar
Lety Gómez Díaz
Mercedes Obregón Carrasco
Shirley Ramos Velásquez
Verónica Arroyo Panta
Publicidad y Suscripciones
Edda Arce de Chávez
Colaboran en este número
Abel Revoredo
Armando Mejía
Miguel Morachimo
Pierino Stucchi
Elaine Ford
Paola Galvez
Erick Iriarte
Sandro Marcone
Fernando Allasi
José Delmar
Cristhian Northcote
Sebastián Cabrera
Jorge Romero
Gustavo Larrabure
Alejandro Jimenez
Nathalie Ninuma
Eduardo García-Godos
Guillermo Vidalón
Luis Felipe Carrillo
Fernando Calmell del Solar
José Ignacio Beteta
Marinés O´Donnell
Oscar Vásquez
Julio Guadalupe
Diseño y Diagramación
Eliana García Dolores
Fotografía
Jesús Ordoñez Churata
Banco de imágenes Stock.XCHNG
Flickr del Banco Mundial
Banco de imágenes de PromPerú
ANDINA
Corrección
Ángel García Tapia
LA SUNAT
contenido
contenido
26 ¿PERÚ PAÍS DIGITAL?
Y
50 PANDEMIA
ECONOMÍA DIGITAL
52 PROMOVIENDO
la participación de las mipyme en el
comercio digital dentro de APEC
COYUNTURALES
54 TEMAS
IMPORTANTES
en materia de comercio exterior
EN
56 OPORTUNIDAD
LA PANDEMIA
58
VIEJO, MI QUERIDO VIEJO.
El compromiso con nuestros adultos
mayores debe fortalecerse
RELACIONES
60 CONSTRUIR
LABORALES
de confianza en tiempos de la COVID-19
62
LAS ZONAS ESPECIALES
DE DESARROLLO
como instrumento para la atracción de
inversión extranjera directa
64 LA “NUEVA NORMALIDAD”
también está en camino hacia
un mundo virtual
y el comercio exterior
48 DESAFÍOS
66 NOTAS & DATOS
de los procedimientos
administrativos electrónicos
Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 15010397-1662
COMEXPERU no se solidariza necesariamente con las opiniones vertidas en
los artículos de Negocios Internacionales. Prohibida la reproducción parcial
o total del contenido de esta revista sin autorización escrita de la Dirección.
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
elEditorial
04
TRIBUTOS Y RECAUDACIÓN:
¿SABÍAS QUE…?
Estamos ante una de las peores crisis
económicas de nuestra historia moderna. Se
han perdido 2.7 millones de puestos de trabajo
solo en Lima entre enero y junio. La economía ha
caído un 17% entre los meses de enero y mayo,
y se estima que en el mes de junio la caída sea
del 20%.
La recuperación de los empleos es una prioridad
y para ello se requiere impulsar la inversión y una
reactivación económica responsable con el cuidado
de la salud. Para lograrlo, el tema tributario es
fundamental.
Sobre la recaudación tributaria, ¿sabían que en lo
que va de 2020 esta ha caído un 20%? Ello debido
a la caída en la recaudación de los impuestos a la
producción y el consumo (-22.1%), otros ingresos
(-38.9%) e impuesto a la renta (-14.5%). Entre
enero y junio, el mayor impacto en el impuesto
a la renta (IR) se observó en los contribuyentes
del régimen especial (-40.8% entre enero-junio
de 2020), el de segunda categoría (-37.5%) y el
régimen mype tributario (-34.6%). Si vemos por
sectores, la recaudación en pesca cayó un -72.1%;
minería e hidrocarburos, un -35.8%; construcción,
un -32%; comercio, un -24.7%; y agropecuario, un
-20.8%.
Sobre el impacto de la carga tributaria en la
competitividad del Perú, ¿sabían que, de acuerdo
con el pilar Pago de Impuestos del reporte Doing
Business del Banco Mundial, el Perú se ubica en la
posición 121 de 190 países? ¿O que una empresa
invierte 260 horas al año y realiza 8 pagos distintos
que equivalen a un 36.8% de las ganancias de
las empresas para preparar, presentar y pagar los
principales impuestos y contribuciones? El Estado
“accionista” de las empresas en casi el 40%.
Sobre la errada mirada del Estado ante la situación
tributaria en medio de la pandemia, ¿sabían que,
según data oficial de la Sunat de 2018, si bien solo
un 0.2% de las empresas peruanas eran principales
contribuyentes, estas empresas medianas y
grandes emplean casi la mitad (47.7%) de la fuerza
laboral peruana? ¿Y que, además, estas empresas
generan más del 77% de la recaudación tributaria
en el país? A pesar de ello, las medidas de alivio
tributario las han excluido. La crisis alcanza a todo
tipo de empresas, de todo tamaño, y es errado
creer que las medianas o grandes tienen capacidad
infinita para hacerle frente. El resultado, pérdida de
empleo formal, caída de la recaudación y cierre de
empresas.
Por tanto, hoy la crisis nos exige repensar cómo
se maneja el sistema de tributación en el país, con
miras a promover su digitalización, simplificación y
facilitación. Ello para dar alivio a todas las empresas
con miras a preservar su operación y empleo formal,
impulsar la formalización, ampliar la base tributaria
y mejorar el clima de negocios a fin de que nuestro
país sea atractivo para las inversiones.
Jessica Luna
Gerente General de COMEXPERU
06
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
ECONOMÍA DIGITAL: 20 SEGUNDOS
INTERNACIONAL...
NACIONAL...
70% del nuevo valor comercial mundial en la próxima
ECONOMÍA DIGITAL
20 segundo
década será a través de plataformas habilitadas digitalmente, según
el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés).
160% es el aumento esperado en el
mundo para las compras de comercio
electrónico de usuarios nuevos o de baja
frecuencia, según Accenture.
40.1% de los hogares peruanos tuvo acceso a internet durante el primer
trimestre de 2020, según el INEI.
65% de las transacciones e-commerce del
Perú estuvieron concentradas en Lima y Callao
durante 2019, según la Cámara Peruana de
Comercio Electrónico (Capece).
149 millones de nuevos
empleos serían creados en
el mundo en 2025 debido
a la aceleración de la
digitalización, según el WEF.
RANKING DE CALIDAD DE INTERNET EN
AMÉRICA LATINA (MÁXIMO 100)
PAÍSES
20% de las pequeñas y medianas
empresas europeas están altamente
digitalizadas, según la European
Association of Craft, Small and MediumSized Enterprises (UEAPME).
72% de los consumidores
estadounidenses utilizan
dispositivos móviles para realizar
sus compras, según el Estudio de
Pagos Remotos 2020 de PYMNTS.
US$ 4,000 millones fue
el volumen de compras
mediante e-commerce en
2019, según la Capece.
20% es el crecimiento
anual esperado en
telemedicina a nivel
global entre 2020 y
2024, según el WEF.
ÍNDICE
1
CHILE
2
TRINIDAD Y TOBAGO
39.3
3
PERÚ
37.5
4
GUATEMALA
36.2
5
BRASIL
35.8
6
MÉXICO
35.5
7
JAMAICA
35.2
8
ARGENTINA
34.4
9
NICARAGUA
33.6
10
PARAGUAY
32.6
Fuente: Economist Intelligence Unit (EIU). Elaboración: ComexPerú
43
08
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL
COVID-19 y
economía digital
Por Abel Revoredo, Socio de Revoredo asociados.
Sin lugar a duda, los últimos meses bajo confinamiento han puesto a prueba la
manera como las personas interactuamos con el objeto de evitar la propagación
de un virus que, al parecer, no desaparecerá en el corto plazo. La modificación
de nuestras costumbres por causa de la COVID-19 impactó en nuestras
interacciones familiares y en la forma en que trabajamos, pero sobre todo ha
tenido un impacto sin precedentes en la denominada “economía digital”.
Las conversaciones de los últimos
años acerca de la poca adopción de
tecnologías, de la lenta “transformación
digital” de los negocios o de la
digitalización de nuestras industrias
quedaron en el olvido gracias a la
COVID-19 y se transformaron en
realidades que enfrentar para no morir.
En un mes normal antes del
confinamiento, un limeño promedio
acudía al supermercado, iba al banco
a pagar su tarjeta de crédito, compraba
ropa en alguna tienda por departamento,
salía a algún restaurante o bar durante
el fin de semana y, posiblemente,
asistía a un centro de salud para algún
chequeo rutinario o consulta médica, la
cual había reservado por teléfono.
Sin embargo, desde marzo, todos
empezamos a buscar mecanismos
alternativos para acceder a los bienes
y servicios a los que estábamos
acostumbrados.
Las
empresas
empezaron a buscar nuevos escenarios
para vender, cobrar o distribuir sus
productos, y los microempresarios
empezaron a “pivotear” digitalizando sus
emprendimientos o transformándolos
totalmente
para
sobrevivir.
De
pronto, todos estábamos usando
videoconferencias,
marketplaces,
delivery, cashless, D2C, medios de pago
y otras tecnologías en las que antes no
nos habíamos detenido a pensar.
Durante el confinamiento obligatorio,
fue impresionante ver cómo sectores
tradicionalmente no digitales tomaron la
iniciativa de transformarse o de utilizar
alguna tecnología para potenciar o
resucitar su negocio. La mayoría de las
bodegas y pequeños emprendimientos
improvisaron la toma de pedidos por
WhatsApp y sus propios servicios de
delivery, los retails ofrecieron despacho
online de todos sus productos, Gamarra
lanzó su propio marketplace, etc.
Se podría decir que el Perú requirió
de una pandemia para pasar de tener
interacciones offline a interacciones
online.
La otra cara de la moneda significó
darnos cuenta que la súbita
“digitalización” vino acompañada por
retrasos en la atención de pedidos,
confusión en los despachos, fallas en
las políticas de devolución y cobros
indebidos que terminaron siendo los
protagonistas de las quejas por redes
sociales durante la cuarentena, pues,
en el afán de reiniciar sus actividades,
las empresas y los emprendedores
excedieron su capacidad logística
y generaron incumplimientos, mala
comunicación e insatisfacción del
cliente. No estábamos preparados.
Sin embargo, en este artículo no solo
queremos detenernos a resaltar el uso
de tecnologías que hicieron posible
que algunos pudiéramos sobrevivir a
esta pandemia; sino también de las
grandes brechas que aún separan a la
mayoría de los peruanos y de cómo las
leyes, la tecnología o la infraestructura
no sirven de nada si no transformamos
digitalmente nuestras mentes.
En los sectores menos favorecidos, las
compras continuaron haciéndose “en
persona” en el mercado más cercano,
según lo ganado el día anterior. El
acceso a medios de pago digitales
mantuvo excluida a la mayoría, por
lo que las compras continuaron
realizándose en el mundo físico y la
atención pública de salud siguió siendo
lenta y lejana.
La pandemia desnudó nuestras
carencias en aspectos tecnológicos
cuando vimos, con mucha pena, que ni
el Estado ni el sector privado tomaron en
cuenta la realidad de la mayoría de los
peruanos para su toma de decisiones.
La poca conectividad, la escasa
bancarización digital y la resquebrajada
capacidad económica de la mayoría de
los peruanos nos cobraron las deudas
pendientes.
Mientras el acceso a internet salvaba a
muchos negocios grandes y pequeños,
vimos que algunas autoridades
se oponían a la construcción
de
infraestructura
o
apretaban
económicamente a los operadores. Nos
dimos cuenta de que pocos peruanos
tenían acceso a un internet de calidad
o a equipos que les permitan “sacarle el
jugo” a las oportunidades que el nuevo
mundo digital abrió. Vimos con estupor
cómo el Estado obligaba a los más
pobres a hacer colas (aún con riesgo
de sus propias vidas) para acceder a
bonos que pudieron distribuirse usando
nuevas tecnologías. Fuimos testigos
de que la digitalización de la atención
hospitalaria y el control de contactos no
eran parte de la estrategia. Nos dimos
cuenta de que era imposible realizar la
mayoría de los trámites ante el Estado,
pues todos estaban diseñados para un
mundo de papel.
Así, aunque se trató de transformar
sobre la marcha los negocios y el propio
funcionamiento del Estado, con algunos
buenos resultados, tuvimos que
reconocer que la mayoría de nuestros
compatriotas no podían acceder a
internet, no podían comprar ni vender
en plataformas digitales, tampoco
podían acceder a los servicios básicos
del Estado, y nos dimos cuenta de que,
aunque quisieran, no podían usar las
nuevas herramientas.
10
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL
COMEXDIGITAL:
COLABORACIÓN PÚBLICO-PRIVADA
PARA LA TRANSFORMACIÓN
DIGITAL DEL PAÍS
Por Jorge Zavala, Analista de Estudios Económicos de ComexPerú.
El avance tecnológico y el uso de herramientas digitales ya es parte del día a día de
muchos, gracias a los avances en las tecnologías de la información y la comunicación
(TIC) y su capacidad para agilizar diversos tipos de transacciones y procesar
información a gran escala, lo que sirve para adoptar mejores decisiones empresariales
y de políticas públicas. Desde el transporte de personas o mercancías, la intermediación
de servicios, el manejo de datos abiertos y el comercio electrónico hasta la interacción
entre el Gobierno y los ciudadanos, la transformación digital de las economías es una
verdadera revolución que cuenta con el potencial de acercar a las personas servicios,
bienes y oportunidades que alguna vez fueron costosos o inalcanzables. Más aún, en
un contexto de pandemia, ha quedado demostrado cómo la tecnología es la principal
herramienta, si no la única, para que bienes y servicios públicos y privados lleguen de
manera eficiente a quienes los requieren.
En este contexto, el pasado 9 de enero,
el Poder Ejecutivo publicó el Decreto
de Urgencia (DU) 006-2020, que crea
el Sistema Nacional de Transformación
Digital, y el DU 007-2020, que aprueba
el marco de confianza digital y dispone
medidas para su fortalecimiento
(ver
Semanario
1021).
Esto,
independientemente de evidenciar
un gran espacio de mejora para una
implementación efectiva de estos
dispositivos, nos invita a pensar en
los principales retos que enfrentamos
como sociedad y a preguntarnos si
realmente estamos preparados para un
proceso de transformación digital.
LISTOS O NO… VIENE LA
TRANSFORMACIÓN DIGITAL
De acuerdo con el último informe técnico
acerca de las TIC en los hogares
peruanos, elaborado por el Instituto
Nacional de Estadística e Informática
(INEI), solo un 35.6% contaba con una
computadora y un 40.1% con acceso
a internet durante el primer trimestre
de 2020. Sin embargo, detrás de esta
cifra se esconde un alarmante 4.5%
de hogares con computadora en
el área rural y tan solo un 5.9% con
acceso a internet. Asimismo, poco
menos de la mitad de los colegios de
educación básica del Perú accedieron
a internet (49.7%), según cifras del
Censo Escolar 2018.
Por otro lado, la conectividad
digital es un tema pendiente para
muchos Gobiernos municipales. De
acuerdo con el Registro Nacional de
Municipalidades (Renamu), elaborado
por el INEI, solo en seis departamentos
del país (Ucayali, Tumbes, Tacna,
Pasco, Moquegua y Madre de Dios)
el 100% de municipalidades accede
al servicio de internet, mientras que,
por ejemplo, en los departamentos de
Apurímac, Amazonas y Huancavelica
más del 20% de sus municipalidades
12
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
no se encuentran conectadas. Esta
situación las pone en desventaja, pues
les resulta más difícil realizar procesos y
trámites que involucren la coordinación
con otras entidades estatales, o colocar
de manera eficiente proyectos de
inversión pública a través del sistema
nacional (ver Semanario 1003).
Finalmente, estas alarmantes deficiencias
en el acceso a internet y conectividad
en hogares, colegios y municipalidades
responden a la brecha en infraestructura
de telecomunicaciones que el Perú
mantiene. De acuerdo con cifras del
Plan Nacional de Infraestructura para la
Competitividad, la inversión faltante para
alcanzar estándares internacionales
de acceso básico en red móvil y banda
ancha1 en el largo plazo asciende a
S/ 20,377 millones. Sin embargo, si el
Perú busca estar a la par con el mundo
desarrollado en temas de transformación
digital y acceso a redes de última
generación, la inversión requerida
alcanza los S/ 106,124 millones. Esto
indica que el país ha rezagado por
años la inversión en conectividad digital
y telecomunicaciones, las cuales son
pilares fundamentales que condicionan la
capacidad de una transformación digital
para los sectores más vulnerables (ver
Semanario 1016).
COMEXDIGITAL Y UNA RUTA
COMÚN
Pensemos por un momento en la
potencial capacidad del Gobierno si se
adopta verdaderamente una mentalidad
de transformación digital. Por ejemplo,
la administración pública y los servicios
al ciudadano podrían verse altamente
impactados al contar con proveedores
de calidad internacional en cloud
computing para el manejo de datos
personales o para la sistematización
y digitalización de historiales médicos
para entidades públicas y privadas.
Asimismo, implicaría la materialización
de la tan necesaria interoperabilidad
entre todas las entidades del Gobierno,
PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL
la cual reduciría trabas burocráticas y
agilizaría todo trámite que una persona
natural o empresa deba realizar en el
país. Por otro lado, la colaboración
con empresas de economía digital
serviría como apoyo a la labor
de fiscalización contra la evasión
tributaria y la informalidad, así como
al incremento de la bancarización. En
cuanto a los programas sociales, se
podría hacer uso de estas herramientas
para incrementar la efectividad en su
focalización, a fin de que las personas
con distintas necesidades básicas
insatisfechas puedan acceder a
servicios gubernamentales adecuados.
Dentro de este marco, desde el Comité
de Economía Digital de ComexPerú,
ComexDigital, venimos trabajando para
aportar evidencia y perspectivas desde
el sector privado en las discusiones
que se han venido dando en diversos
espacios públicos (Congreso, ministerios
u otros organismos públicos) en torno a
diversos temas de la economía digital.
ComexDigital busca ser un referente
desde el sector privado para contribuir
a las acciones públicas y propuestas
regulatorias orientadas a la transformación
digital del país, y se pone a disposición
de las autoridades para participar en los
procesos de política pública.
Acompañando a estas expectativas,
nuestro trabajo está guiado por una
Hoja de Ruta del sector privado para la
Transformación Digital del País, la cual
se basa en cuatro principios o pilares de
trabajo:
1) Transformación digital: Implementar el
análisis impacto regulatorio en el diseño
de normativas, creación de capacidades
digitales en la población, promover el
concepto economía colaborativa en el
debate público, y contribuir en la creación
de un sistema gobernanza digital en el
Estado y normativa moderna para la
tributación de servicios tecnológicos
2) Seguridad Digital: Promover un marco
normativo con estándares internacionales
para la protección de datos personales y
de protección del consumidor digital.
3) Conectividad: Enfatizar el cierre
de la brecha en conectividad digital,
inversiones en infraestructura y sistemas
integrados, y contribuir en una legislación
de telecomunicaciones razonable,
actualizada y que genere estabilidad
jurídica y elimine barreras.
4) Regulación del Internet: Garantizar el
principio de neutralidad de la red, expandir
el comercio electrónico (e-commerce)
a más empresas, erradicar la piratería
digital, promover un manejo adecuado
de contenidos e información y delimitar
la responsabilidad de proveedores de
servicio de Internet.
ComexDigital seguirá trabajando para
posicionar en el debate público la
economía y la transformación digitales del
país, con la mirada puesta en el desarrollo
de correctos marcos normativos que nos
permitan aprovechar las oportunidades
disruptivas de la era digital para el
crecimiento del país y la región.
La brecha de infraestructura de acceso básico en
telecomunicaciones comprende el acceso a una red móvil
y la cobertura (suscripciones) de banca ancha fija a internet
mínima de 3G.
1
14
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL
LA NUEVA
NORMALIDAD DIGITAL
POS-COVID-19
Por Armando Mejía, Fundador y secretario del Instituto Transformación Digital para el Desarrollo.
La Universidad ESAN y el Instituto Transformación Digital para el Desarrollo
(TDD) han formado una alianza para conducir un ciclo de conferencias
destinadas a crear conciencia y plantear soluciones que nos permitan afrontar
adecuadamente el impacto que tendrá en nuestra sociedad la crisis actual,
considerando a las tecnologías digitales como parte integral de este proceso.
La primera conferencia abordó la
transformación digital y el impacto de
la crisis, con base en lo que llamamos
la nueva normalidad digital pos-COVID.
Inauguró la conferencia el rector de
la Universidad Nacional de Ingeniería
(UNI), Dr. Jorge Alva, quien hizo las
siguientes observaciones:
• El mundo pos-COVID presentará
enormes desafíos para el Perú y el
mundo.
• La distancia entre los países
tecnológicamente avanzados y
los tecnológicamente atrasados
aumentará considerablemente.
• Se agudizará el conflicto entre
potencias.
• Será muy difícil que economías
pequeñas como la nuestra sean
capaces de decidir por sí mismas su
destino.
• La guerra comercial será mayor.
• No queda otro camino que
los jóvenes se preparen mucho
para el reto de adaptar al país
las tecnologías internacionales y
desarrollar las propias.
• El Perú del bicentenario debe
ser un país cohesionado; solo si
logramos avanzar en tecnologías
digitales podremos mejorar.
• La UNI se considera especialmente
obligada a contribuir con el desarrollo
de tecnología y generación de
conocimiento, así como en su
momento el Centro de Cómputo de
esta universidad fue un núcleo para
apoyar tecnológicamente al sector
público y privado del país.
A continuación, el Dr. Josep Piqué se
centró en estudiar el fenómeno de la
COVID-19 como fuente de aprendizaje
profundo y en cómo afrontar el desafío
de vivir tras la pandemia sin temor al
contagio. En La Salle Technova, han
podido identificar 5 leyes digitales del
pos-COVID:
1. Lo que pueda hacer un bit, que no
lo haga un átomo. En el pos-COVID,
todo será digital en la medida de lo
posible. Si un elemento físico no
puede ponerse en la nube, hay que
pensarlo.
2. Las relaciones van a ser digitales.
La relación digital no anula la
relación personal, sino que la
potencia. La interacción será más
elevada y puede haber muchas más
relaciones digitales.
3. Ningún átomo sin bit. Todo aquello
que no exista en la nube no existirá
en nuestro móvil y, por lo tanto, en
nuestras vidas. El reto es cómo
conectar a la nube los elementos no
digitalizables.
4. De la nube a la tierra. Todo va a
estar en la nube y va a bajar a la tierra
cuando lo necesitemos. La realidad
y la nube se van a complementar.
5. Ningún virus sin bit. Esfuerzos por
evitar nuevas pandemias. Se abrirán
debates éticos entre los derechos
personales y los de la sociedad.
Complementariamente, el Dr. Piqué
animó a desarrollar nuevas propuestas
de valor para la nueva normalidad que
será claramente mejorada. No podemos
volver al pre-COVID, debemos crear el
pos-COVID.
A su vez, el panelista Dr. Víctor Yockteng,
del TDD, hizo algunas advertencias:
• Tenemos que reinventarnos, no
solo introducir tecnología en nuestras
instituciones, sino redefinirlas en alta
tecnología digital.
• Debemos ser conscientes de la alta
resistencia al cambio que existe en
nuestros medios. La transformación
digital debió empezar hace 60 años
en nuestro país, pero en lugar de ello
se han malgastado recursos.
• El nuevo ciudadano debe empezar
a formarse desde el nivel básico.
• La COVID-19 ha sido negativa
desde el punto de vista económico,
pero debe ser positiva desde el
punto de vista del desarrollo.
• El Gobierno y el país tienen que
redefinir sus políticas.
Finalmente, el panelista Eddy Morris,
de ESAN, efectuó los siguientes
comentarios:
• En el pre-COVID, el Gobierno dictó
medidas para que las empresas
se modernicen, pero solo se
aprovecharon parcialmente.
• Las empresas que habían creído en
la tecnología estuvieron preparadas
cuando llegó la COVID.
• En la educación, se ha evidenciado la
división entre “inforricos” e “infopobres”
(los que no tienen acceso a internet).
Se ha notado una gran brecha digital
en todos los sectores.
• La tecnología digital ya no es una
utopía, tiene que ser una realidad para
nuestras empresas.
• Se debe priorizar el desarrollo de la
conectividad en el país. Para ello, hay
que tener un plan de conectividad muy
agresivo.
Clausuraron la conferencia el rector de
ESAN, Dr. Jorge Talavera, así como el
presidente del TDD, Ing. Julio Porcel,
quienes manifestaron su compromiso
con el desarrollo de nuestra sociedad.
Además, el Ing. Porcel recalcó la
necesidad de contar en el Estado con
un ente rector que tenga suficiente
capacidad de decisión para establecer
políticas de transformación digital
y ejecutarlas. Igualmente, que es
necesario propiciar un cambio cultural
a nivel de toda la sociedad, desde
sus autoridades y ejecutivos hasta el
ciudadano común.
16
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL
Donaciones de tecnología
durante la crisis
Por Miguel Morachimo, Director Ejecutivo de Hiperderecho.
La COVID-19 es una auténtica experiencia colectiva para la sociedad y nos está
impactando a todos a diversos niveles. En este contexto de emergencia, muchas
empresas e instituciones privadas han asumido el compromiso de contribuir, desde
su lugar, a mitigar las consecuencias. Según su vinculación con el beneficiario, estas
donaciones pueden clasificarse como directas o indirectas. Muchas veces, se han
materializado directamente a través de beneficios o condiciones especiales a quienes
se han visto más afectados. En otras ocasiones, han sido contribuciones indirectas
monetarias o en especies para hospitales, centros de apoyo social y organizaciones
benéficas. Sin embargo, existe otro tipo de contribución indirecta que ha cobrado
popularidad esta temporada: la donación de tecnología.
Constituyen donaciones de tecnología
las contribuciones realizadas por
empresas privadas al Estado a través
de trabajo por horas, consultorías,
recursos en la nube, propiedad o
licencias para uso de software sin una
contraprestación económica. Alrededor
del mundo, durante la crisis, muchas
empresas han puesto a disposición
de las autoridades a sus mejores
programadores, algoritmos propietarios
o recursos computacionales. En
nuestro país, de igual manera, desde
grandes empresas de alimentos hasta
jóvenes emprendimientos tecnológicos
han colaborado con el Estado.
Sin embargo, para varias de esas
empresas la situación no ha estado a la
altura de sus expectativas por diversos
problemas. Desde esa experiencia, hay
tres lecciones claras.
LAS FORMAS IMPORTAN
Es común quejarse de que el sector
público está lleno de burocracia. Sin
embargo, muchos de esos documentos
y permisos tienen sentido en estos
casos. Nuestro país cuenta con una
legislación moderna sobre asociaciones
público-privadas que garantiza las
expectativas e intereses del Estado y
los privados. Incluso si se opta solo por
una donación, es trascendental firmar
un convenio o acuerdo para asegurar
compromisos, licencias o transferencias
de propiedad, entregables concretos
y responsabilidades. La existencia
de estos documentos y su publicidad
conforme a las reglas de transparencia
estatal también aseguran que la relación
entre empresa y Estado no se preste a
suspicacias o acusaciones infundadas.
DATOS PERSONALES
Es trascendental establecer reglas
claras sobre quién administra la base
de datos personales derivada del
uso de la tecnología. Son muchos
los casos en los que empresas
inescrupulosas han buscado explotar
datos personales de ciudadanos bajo
la apariencia de su generosidad al
donar una tecnología. No es imposible
que una empresa privada se beneficie
de los datos derivados del uso de una
tecnología desplegada por el Estado.
Pero esta relación se parece menos a
una donación y más a un intercambio
comercial que deberá de sujetarse a
las reglas de contrataciones públicas.
Quien asuma la responsabilidad de
conservar y tratar los datos personales
de los usuarios también tendrá que
cumplir con las obligaciones nacionales
sobre la materia, según el tipo de
datos que almacene y su forma de
procesamiento. Para la ley peruana,
importa tanto quién usa los datos como
quién es el propietario de la base donde
se almacenan. Es decir, no basta con
almacenar el proyecto en el servidor
de una empresa y darle los accesos
al Estado. Por el solo hecho de estar
en el servidor de propiedad de una
persona jurídica, esa empresa ya
asume responsabilidades individuales.
El tratamiento de datos personales
en contra de lo señalado por la norma
es una infracción sancionable, puede
acarrear serias responsabilidades
funcionales para los servidores
públicos y una crisis reputacional para
la empresa.
SOPORTE Y CONTINUIDAD DE
PROYECTO
Como cualquier producto, la tecnología
no funciona sola, sino que es necesario
que el personal que la implemente
esté capacitado y que se continúe
supervisando errores y mejoras. El
ciclo de vida de un software requiere
soporte permanente. Por eso, es
importante asegurarse que el contrato
señale a quién corresponden estas
responsabilidades. De la misma
manera, que la tecnología objeto
de la donación esté debidamente
documentada para que pueda ser
mantenida por terceros distintos de sus
creadores originales.
PROPIEDAD INTELECTUAL
De la misma manera, deberá
establecerse en el contrato quién
conserva la propiedad intelectual del
software, algoritmo u obra resultado
de la consultoría. El Estado tiene
reglas de publicidad y transparencia
muy claras, incluso de licenciamiento
abierto, que podrían no estar
alineadas con las expectativas de las
empresas. Igualmente, podría optarse
simplemente por otorgar una licencia no
exclusiva para ciertos usos al Estado si
la empresa quiere retener su propiedad.
No se trata de “ponérsela difícil” a la
empresa privada para que colabore con
el país. Estas reglas y recomendaciones
buscan proteger en igual medida los
intereses de las empresas y del Estado.
Pero, por sobre todas las cosas,
buscan resguardar los derechos de los
ciudadanos y los pesos y contrapesos
de un sistema democrático.
18
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL
Política Nacional de
Transformación Digital:
educación, ciudadanía y
economía digital
Por Pierino Stucchi, Presidente de la Sociedad de Derecho y Empresas Digitales (Sodital).
La transformación digital no es la digitalización de procesos que se
mantienen con enfoque analógico. La transformación digital en un país
implica la integración de la tecnología digital en todas las áreas de actividad:
ciudadanía, empresa y Gobierno; en todo espacio donde ello sea posible y
genere mayor eficiencia en los procesos, mayor valor en los resultados y
mayor bienestar para las personas y sus familias.
La transformación digital significa
un cambio en la forma de entender
y diseñar las actividades. Implica el
diseño de nuevos procesos para lo que
ha sido (o debe ser) transformado por
el componente digital. Por ello, genera
nuevos productos y resultados, así como
nuevas estrategias para la ciudadanía y
la economía.
marcha una plataforma digital (que reciba
millones de visitas de ciudadanos). Se
trata de responder satisfactoriamente,
al menos, las siguientes preguntas: ¿los
ciudadanos lograron la información que
necesitaban? ¿Cumplieron el propósito
de su visita digital? ¿Solucionaron un
problema eficazmente o la vista los
retornó al mundo offline?
En este contexto, el pasado 28 de julio,
el presidente de la república anunció
que, en 60 días, se aprobará la Política
Nacional de Transformación Digital, con
el fin de garantizar un sólido gobierno de
datos y la ciudadanía digital. Al respecto,
contribuimos con presentar algunas
orientaciones que debería considerar
esta política con el fin de generar el mayor
bienestar posible para las personas:
La política debe asegurar la existencia de
un sistema de interacción entre el Estado
y los ciudadanos de todo el país, que les
permita cumplir sus obligaciones (pagar
impuestos, formular declaraciones,
participar
en
procedimientos
administrativos, etc.) y ejercer sus
derechos (sufragar en elecciones,
obtener y utilizar la información de
acceso público que requieren, crear una
empresa, formular peticiones, participar
activamente en la formulación de políticas
públicas y en procesos normativos, etc.).
i) Educación digital. Así como,
por ejemplo, desde la perspectiva
económica, un ciudadano requiere
formación y capacidades para elaborar
un presupuesto y vincularlo a un plan
personal o empresarial, para negociar
y para operar aspectos financieros
esenciales (valor del dinero en el tiempo,
cálculos de tasas de interés, etc.), con
el propósito de que tenga herramientas
para lograr sus objetivos económicos;
del mismo modo, un ciudadano requiere
formación básica digital, educación
mínima sobre esta tecnología y su
funcionamiento, así como práctica
efectiva en su utilización y en los
cuidados para afianzar la ciberseguridad.
La política debe asegurar que esta
educación digital básica sea impartida
desde la etapa escolar, como
complemento de las capacidades
que puedan desarrollarse en el hogar.
La educación digital permite a los
ciudadanos formar ciudadanía digital y
una base de cultura digital compartida,
integrada y eficiente.
ii) Ciudadanía y Estado digital.
No se trata solamente de poner en
iii) Ciudadanía y empresa digital.
La ciudadanía también se expresa
en la realización de transacciones y
prestaciones económicas, comerciales
y de consumo, así como en la propia
realización de la actividad empresarial
que decidan realizar los ciudadanos
desde la tecnología digital.
La política debe promover los negocios
digitales y la difusión de sus beneficios
para todos los ciudadanos, a fin de
asegurar un ecosistema adecuado
para el desarrollo de las empresas
digitales y evitar regulaciones excesivas
que pudieran afectar su desarrollo. Es
necesario que promueva el trabajo y la
actividad económica vinculados con los
negocios digitales1.
¿Necesitamos
un
Ministerio
de
Tecnologías
de
Información
y
Comunicaciones? Sí, urgentemente.
Sus funciones deberían incluir la
promoción de la infraestructura para el
desarrollo de actividades digitales, así
como la regulación (o la desregulación)
racional sobre las empresas digitales, y el
aseguramiento del uso de la información
y los datos personales contenidos o
destinados a ser contenidos en fuentes
accesibles para el público, sin limitaciones
sobre las empresas. Es preciso asegurar
la legalidad y la razonabilidad. Este
ministerio tendría que hacerse cargo de
la coordinación interministerial y general
(a nivel Estado) en estas materias de
impacto digital.
iv) Confianza digital. La política
necesariamente tiene que determinar
las bases para estrategias integradas
que aseguren la mayor confianza digital
posible, que está definida como “cuán
veraces, predecibles, éticas, proactivas,
transparentes,
seguras,
inclusivas
y confiables son las interacciones
digitales que se generan entre personas,
empresas, entidades públicas o
cosas en el entorno digital, con el
propósito de impulsar el desarrollo de
la economía y la transformación digital”.
La confianza digital “es un componente
de la transformación digital y tiene
como ámbitos la protección de datos
personales, la ética, la transparencia,
la seguridad digital y la protección del
consumidor en el entorno digital”2. La
confianza digital es una premisa de la
transformación digital. Su fortalecimiento
es un trabajo permanente y que exige
mejora continua en sus resultados, con
esfuerzo público y privado.
Todos desde la sociedad civil y la
actividad
empresarial
agremiada
estamos dispuestos y comprometidos
con la generación de una Política
Nacional de Transformación Digital y su
adecuado cumplimiento. Ello contribuirá
al desarrollo de la economía digital y,
fundamentalmente, al bienestar de los
ciudadanos.
1
Cfr. https://sodital.org.pe
2
Citas del literal a) artículo 3° del Decreto de Urgencia 007-2020.
20
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL
Es un cambio que nos agarró
desprevenidos y para el que no
estábamos preparados. Y digo
“desprevenidos” porque pienso en
la conectividad en nuestro país. De
acuerdo con cifras oficiales del Instituto
Nacional de Estadística e Informática
(INEI), solo el 39.3% de los hogares
en el Perú tienen conexión a internet.
Esta cifra se desagrega de la siguiente
manera: el 59.6% corresponde a
hogares de Lima Metropolitana; el
40.9%, al resto urbano, y solo el 5.7%
al área rural. Cabe mencionar que
el 50% de la población usa internet
exclusivamente mediante dispositivos
móviles y este medio es el que ha
permitido que millones de personas no
estén excluidas y sigan con sus tareas
durante los tiempos de cuarentena.
MÁS CONECTIVIDAD PARA
REDUCIR LA BRECHA DIGITAL
EN EL PERÚ
Por Elaine Ford, Directora fundadora de D&D Internacional - Democracia Digital.
La COVID-19 ha cambiado la manera como tradicionalmente las sociedades
han funcionado. Nos ha obligado a trasladarnos al mundo digital. Nuestra
vida offline ha pasado al ámbito online de la noche a la mañana y sin mayor
consulta. De pronto, estudiamos, trabajamos, compramos, socializamos, nos
informamos, hacemos trámites en línea. Todo se reduce a la Web 2.0, las
redes y el uso de internet.
Escuchamos múltiples comentarios
acerca de que esta pandemia está
“acelerando la transformación digital
en el país”. Sin duda, pero hay que
tener en cuenta que la está acelerando
entre quienes ya están conectados.
Por tanto, ¿qué pasa con quienes aún
no pueden acceder a internet, que
no pueden tener una clase online, no
saben cómo prender una computadora
ni están en la capacidad de acceder
a un servicio o hacer una compra en
línea? Aquellos que todavía no gozan
de las oportunidades ni beneficios
que ofrece internet para emprender y
desarrollarse. Esas personas están
rezagadas y la brecha digital que se
está generando en el Perú es inmensa.
En el mundo, de acuerdo con Internet
Society (ISOC), casi la mitad de la
población no está conectada, lo que
implica un gran reto en adelante.
Y lo es también en términos de
accesibilidad. Es decir, en cuanto a
personas con discapacidad, que solo
dominan lenguas originarias, personas
vulnerables o minorías étnicas que
se ven postergadas. Esa es la gran
preocupación de los líderes mundiales
y motivo de discusión en los foros
internacionales: cómo conectar a
los no conectados e insertarlos en el
mundo digital.
participación ciudadana; la libertad de
asociación, y el acceso a la información
pública, que en el ámbito online se
fortalecen. Consecuentemente, su
acceso es de enorme importancia
para el desarrollo de toda sociedad
democrática.
Por esa razón, se habla en términos
de inclusión digital. Existen muchos
esfuerzos globales que apuntan a este
propósito. Internet Universality es uno
de ellos. Unesco asume el liderazgo
de este tema globalmente y reconoce
que internet es más que infraestructura
y aplicaciones; es una red de trabajo
para las interacciones de tipo social y
económico, que tiene un gran potencial
para habilitar derechos, empoderar
individuos y comunidades, y facilitar el
desarrollo sostenible. Lo es también el
Panel de Alto Nivel sobre Cooperación
Digital, que impulsa el Secretario
General de las Naciones Unidas.
Al respecto, el congresista Alberto
de Belaunde ha presentado un
proyecto de ley1 que “propone la
modificación de la Constitución, a fin
de incluir expresamente la garantía
constitucional de acceder a internet
sin restricciones; así como el deber
del Estado de promover el acceso
y la formación en tecnologías de
la información”. La discusión debe
activarse y en ella tienen que intervenir
los distintos stakeholders nacionales,
pero además es necesario actuar con
rapidez y eficiencia a fin de evitar que
la brecha digital se exacerbe.
En el Perú, se deben acelerar las
políticas públicas orientadas a lograr
una mayor conectividad. Se hizo
un gran esfuerzo con la Red Dorsal
de Fibra Óptica, pero ha quedado
congelado por temas burocráticos,
entre otras razones. El sector público,
en alianza con el sector privado, debe
reactivar este proyecto, así como
fomentar la infraestructura y la inversión
privada que garanticen la conectividad
a todos los peruanos. Esta debe ser
una gran prioridad.
La pandemia nos ha forzado a lidiar
con una realidad que tal vez antes
mirábamos, pero no veíamos en
profundidad, y ha hecho evidentes las
reales carencias en nuestro país. Es
necesario definir prioridades y actuar
responsablemente considerando que
todos los sectores tienen algo que
aportar. El acceso a internet representa
un desafío latente para todas las
generaciones, pero especialmente para
la construcción de un país competitivo,
innovador e inclusivo.
Y, por supuesto, también a nivel político
y multidisciplinario se debiera empezar
a discutir con especial relevancia si el
acceso a internet constituye en estos
tiempos un derecho humano que debe
ser atendido por el Estado con la misma
urgencia que otros asuntos. Sabemos
que internet es la herramienta que
habilita el ejercicio de diversos
derechos tales como las libertades de
opinión, expresión e información; la
“Proyecto de Ley 3607/2018-CR de Reforma
Constitucional que garantiza el Derecho de Acceso a un
Internet Libre y Abierto.
1
22
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL
despliegue de servicios más sofisticados
como data analytics, machine learning y
desarrollos de inteligencia artificial, que
poseen características de elasticidad,
mínima inversión, autoservicio y
flexibilidad, bajo un modelo de pago
por uso y seguridad certificada por
estándares internacionales.
Cloud first policy:
la puerta hacia la conectividad,
la productividad y la
competitividad a gran escala
En esa línea, los países que han sido
reconocidos por la Organización de las
Naciones Unidas (ONU) en su último
ranking sobre gobierno digital tienen un
elemento común: han establecido una
política de nube primero o cloud first
policy, lo que significa que las agencias
gubernamentales han sido instruidas para
utilizar la computación en la nube como
tecnología preferente en la implementación
de cualquier proyecto digital.
Esta decisión les ha permitido sacar
la información de silos y compartirla a
través de toda la administración, utilizar
la capacidad tecnológica en su nivel más
óptimo, aprovechar las economías de
escala e impulsar la innovación.
El confinamiento tomó por sorpresa a algunos Gobiernos cuya economía se detuvo,
mientras que los digitalmente más maduros estuvieron en mejor capacidad de aprovechar
la tecnología para reaccionar con prontitud y asegurar la continuidad en la prestación de
los servicios públicos. Por ejemplo, el Reino Unido, que, gracias a su plataforma GOV.UK
Service Toolkit, pudo lanzar 100 nuevos servicios a través de internet.
Top 20
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Ranking
La pandemia de la COVID-19 es una
oportunidad para evaluar el nivel de
preparación de los Gobiernos en materia
digital. Tras 107 días de aislamiento
social obligatorio en el Perú, ¿somos
conscientes de la necesidad de acelerar
la digitalización del Gobierno? ¿Hemos
encontrado, finalmente, los incentivos
para su transformación digital?
En medio de la incertidumbre a la que se
enfrenta el Gobierno por la nueva fase en la
gestión de la crisis del coronavirus, tenemos
certeza de algo: las herramientas digitales
son un elemento clave para reforzar el
acercamiento del Estado a los ciudadanos.
En ese sentido, la primera acción hacia
una recuperación equitativa con resultados
sostenibles exige comprender el tipo de
herramientas digitales que necesitamos.
Sin duda, la computación en la nube es
una de ellas.
Esta
tecnología
permite
el
almacenamiento de información a gran
escala en plataformas como Aprendo
en Casa o los sitios web de consulta de
bonos. Asimismo, la nube posibilita el
En enero de 2018, la Secretaría de
Gobierno Digital de la Presidencia
del Consejo de Ministros emitió los
Lineamientos para el Uso de Servicios
en la Nube, en donde se establecen
recomendaciones a las entidades
públicas para la contratación de
estos servicios; sin embargo, no se
establecieron disposiciones relativas a
la prioridad del uso de la nube.
Grafico No. 1 Ranking de la ONU sobre Gobierno Digital 2018
Ranking País
Por Paola Gálvez, Consultora en Niubox Legal | Digital.
Ahora bien, no solo los primeros 20
lugares del ranking tienen políticas
de nube primero. En América Latina
tenemos avances en este terreno.
Argentina, por ejemplo, emitió en
2018 el Decálogo Tecnológico,
donde estableció la preferencia de
soluciones en la nube, y en 2019
se convirtió en un Gobierno libre de
papel. En Chile, el presidente Piñera
emitió un instructivo presidencial en
el mismo sentido y se comprometió
a combatir la burocracia chilena a
través de la iniciativa “cero papel”.
Colombia, Uruguay, México y Brasil
siguieron el mismo camino.
34
42
43
44
56
61
64
77
84
85
EGDI Ranking
Dinamarca
0,9150
11
Australia
0,9053
12
República de Corea
0,9010
13
Reino Unido
0,8999
14
Suecia
0,8882
15
Finlandia
0,8815
16
Singapur
0,8812
17
Nueva Zelanda
0,8806
18
Francia
0,8790
19
Japón
0,8783
20
América Latina y el Caribe
País
Uruguay
Chile
Argentina
Brasil
Costa Rica
Colombia
México
Perú
Ecuador
Panamá
EGDI
Ranking
0,7858
0,7350
0,7335
0,7327
0,7004
0,6871
0,6818
0,6461
0,6129
0,6092
95
100
103
106
108
113
116
123
124
129
País
Estados Unidos
Alemania
Países Bajos
Noruega
Suiza
Estonia
España
Luxemburgo
Islandia
Austria
País
R.Dominicana
El Salvador
Bolivia
Venezuela
Paraguay
Guatemala
Surinam
Honduras
Guyana
Nicaragua
EGDI
0,8769
0,8765
0,8757
0,8557
0,8520
0,8486
0,8415
0,8334
0,8316
0,8301
EGDI
0,5726
0,5469
0,5307
0,5287
0,5255
0,4974
0,4773
0,4474
0,4316
0,4233
Mientras esto no se realice, el Gobierno
peruano se verá privado de soluciones
que generan eficiencia y eficacia en los
servicios dirigidos a los ciudadanos. El
temor al cambio y el desconocimiento
de las tecnologías disruptivas por parte
de algunos funcionarios públicos es uno
de los motivos principales que evitan la
adopción de la nube en el Gobierno.
Por otro lado, la Oficina Nacional de
Tecnologías de la Información de
Argentina informó, en una nota sobre la
adopción de nube en el Gobierno, que
para poder capitalizar las ventajas que
ofrece la nube necesitaban realizar la
contratación de servicios en la nube de
una manera práctica y ágil, optando por
la implementación de un Acuerdo Marco.
Esta modalidad de adquisición de
servicios es una práctica extendida
de
los
Gobiernos
líderes
en
transformación digital. De acuerdo con
el reciente informe emitido por el Banco
Interamericano de Desarrollo (BID),
denominado Contratación pública de
servicios en la nube. Mejores prácticas
para su implementación en América
Latina y el Caribe, el 70% de los países
de la Organización para la Cooperación
y el Desarrollo Económicos (OCDE),
incluidos nuestros vecinos Chile y
Colombia, ha optado por esta modalidad
de contratación agregada.
El Perú está listo para contar con un
catálogo electrónico de servicios en la
nube. El marco normativo lo permite
y solo se requiere la ejecución de
Perú Compras. Recordemos que la
transformación digital de un país es una
política de Estado, no un proyecto del
Gobierno de turno. Cualquier decisión
que el Gobierno tome hoy tendrá un
impacto importante en las estrategias
a largo plazo; por eso, resulta valioso
mantener una visión estratégica
para el futuro. Una política de nube
primero representa la puerta hacia
la conectividad, la productividad y la
competitividad a gran escala.
24
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL
#Ciberseguridad |
#Cibercrimen | #Ciberdefensa
para un #PeruDigital
Por Erick Iriarte, Socio principal de Iriarte & Asociados.
La presencia de entornos e instrumentos digitales ha transformado
radicalmente la forma como creamos, compartimos, resguardamos y
accedemos a la información, más aún en estos tiempos de la COVID-19.
Pero, como todo proceso de cambios,
no solo aparecen oportunidades
para aprovecharlas en beneficio
de la población y el crecimiento
económico, sino también quienes
utilizan dichos instrumentos para
afectar la información que se crea,
comparte y almacena; afectar los
derechos y bienes de las personas;
afectar los servicios que prestan
las entidades públicas y privadas; y
afectar los activos críticos nacionales
y la soberanía de los países.
El año pasado fue clave para la lucha
contra el cibercrimen. El Congreso
de la República aprobó la adhesión
del Perú al Convenio de Budapest,
también denominado Convenio de
Cibercrimen, y que entró en vigor el 1
de diciembre de 2019.
Este
instrumento,
establecido
en 2001, nos brindará acceso a
cooperación internacional en materia
de persecución del cibercrimen,
acompañado de la necesidad de
revisar la normativa penal informática
existente alineándola con la legislación
internacional.
Complementariamente, se desarrollaron dos leyes hermanas, que en realidad son una sola, pero que a pedido del
Ejecutivo se dividieron para facilitar su
promulgación.
La adhesión al Convenio de
Budapest y el trabajo para las leyes
de ciberdefensa y ciberseguridad
permitieron avanzar mucho para
actualizar nuestra legislación y
esto se realizó mediante el diálogo
en
espacios
multiestamentarios
(sociedad civil, academia, sector
gubernamental y sector privado).
El resultado de dicho diálogo fue
la Ley de Ciberdefensa que da el
marco operativo para que las Fuerzas
Armadas puedan actuar frente a
amenazas capaces de afectar la
soberanía nacional, así como ser
la última línea de defensa ante
afectaciones a los activos críticos
digitales producidos por ataques en
y mediante instrumentos digitales
(por ejemplo, atacar un gaseoducto,
un puerto, una central hidroeléctrica
o la banca mediante instrumentos
digitales, y así dejar al país afectado).
Esta ley fue promulgada el 16 de
septiembre de 2019, con el número
30999.
La Ley de Ciberseguridad es un
marco general para la protección de
información pública y privada, a través
de mecanismos de coordinación e
intercambio de información, basado
en la creación de capacidades y
el trabajo colaborativo, así como
la creación de una cultura de
ciberseguridad. Además, establece
a nivel de ley una definición como
marco operativo y añade también
obligaciones de protección irrestricta
de los derechos humanos y de
cooperación ante la existencia de
brechas de seguridad. Es lamentable
que el Ejecutivo, que participó
activamente de la construcción de la
norma, la haya observado. Lo cierto
es que la Presidencia del Consejo de
Ministros ha perdido la oportunidad de
lograr una norma para el futuro, quizás
mal oyendo a funcionarios que no
terminan de entender que el fenómeno
digital quita cuotas de poder y funciona
solo con base en la cooperación y la
confianza. Entendemos que el Poder
Legislativo irá por la insistencia para
esta norma.
En tiempos en los que vemos noticias
sobre el aumento de incidentes y
ataques informáticos debido a la
pandemia (por ejemplo, el caso
denunciado de brecha de seguridad
en el instrumento de bono universal),
es necesario contar con la normativa
adecuada para enfrentar estos
fenómenos. También es cierto que
el DU 007-2020 busca avanzar en la
denominada confianza digital, pero no
es suficiente.
Se ha logrado mucho en el marco de
ciberseguridad, ciberdefensa y lucha
contra el cibercrimen, pero siguen
siendo elementos aislados, carentes
de una decisión política del Gobierno,
porque el problema no es contar con
una política pública, que ya existe (la
Política 35 #PeruDigital del Acuerdo
Nacional), sino la falta de una visión
clara en materia digital.
Queda claro que aún falta la
decisión política del Ejecutivo para
establecer la Agencia de Sociedad
de la Información como parte de la
institucionalidad necesaria para tener
un Perú digital.
26
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL
¿PERÚ PAÍS DIGITAL?
Por Sandro Marcone, CulturaDigital.pe.
Estamos ya a casi 30 años del primer correo electrónico que se envió desde un
servidor de la Red Científica Peruana hacia el mundo por medio del protocolo
TCP-IP. Según las cifras del INEI, basadas en el último censo, para 2018, el
52.5% de la población mayor de 6 años accede a internet. ¿Esto es mucho
o poco? ¿Qué es lo que nos convertirá en un país digital? ¿Por qué nos está
tomando tanto tiempo lograr el acceso universal?
Este texto tiene su origen en la tercera
edición del webinar País Digital¹,
organizado por RPP en el marco del
bicentenario y al que tuve el privilegio
de ser invitado. No pretendo hacer
un resumen de ese día, sino agregar
algunas ideas que se quedaron sin decir.
¿Tenemos o no tenemos la infraestructura
suficiente para garantizar el acceso a
internet del otro 47.5% del país? ¿Es
el acceso universal a internet un factor
suficiente para ser un país digital?
Según la data reportada a la Unión
Internacional de las Telecomunicaciones
(ITU), el acceso a las tecnologías de la
información y la comunicación (TIC) en
hogares peruanos es el siguiente:
La pandemia ha puesto en evidencia
lo fundamental que es el acceso a
internet en el hogar y lo complicado
que es llevar a cabo el teletrabajo y la
teleeducación por medio del móvil, no
solo por el consumo de los paquetes de
datos, sino por las características del
dispositivo mismo. En este contexto,
es casi inútil fijarse en la penetración
por individuo sin tener información del
contexto (por ejemplo, tenencia de
computadora) residencial².
En el siguiente cuadro, comparo
los datos de acceso en los hogares
peruanos respecto de otros 10 países
de la región, usando la misma fuente
y año.
Incluso, salvo en el acceso a la radio,
estamos por debajo del promedio de
los países seleccionados en cuanto a
móvil, TV, computadora e internet.
El mundo empieza a darle énfasis
al acceso a la banda ancha tanto
para empresas como para hogares.
Para muchos, hablar de acceso a
internet sin estipular una velocidad/
capacidad de transmisión de data se
convierte en un indicador errático que
puede llevar a la confusión. Como
ya hemos mencionado, la pandemia
y la cuarentena asociada nos han
dejado claras las serias limitaciones
que el acceso móvil y el fijo asimétrico
(ADSL) a internet tienen para la
2018
PERÚ
Porcentaje de hogares con:
2018
Móvil
90.9
TV
80.2
Radio
71.9
Computadora
32.4
Internet
29.8
Fuente: ITU
Para nadie debería ser una sorpresa
que la telefonía móvil es la tecnología
de mayor penetración en los hogares
peruanos. Sí llama la atención que la
TV le gane a la radio, pues mucha gente
piensa que es al revés. Este 29.8% de
hogares con acceso a internet puede
generar alguna confusión respecto de
la cifra que había mencionado antes,
el 52.5% de la población. Mas allá de
lo obvio (una cifra habla de individuos
y otra de hogares), es importante saber
que, en 2018, menos del 9% de los
peruanos que usaban internet lo hacían
desde el hogar y el 41%, desde el móvil
o celular.
Porcentaje de hogares con:
Móvil
TV
Radio
Computadora
Internet
Chile
n.d.
n.d.
n.d.
60.2
87.5
Argen�na
n.d.
n.d.
n.d.
64.3
75.9
Costa Rica
94
95.7
62.1
50.4
73.1
Brasil
92.8
95.6
62.4
41.8
66.7
Uruguay
94.8
96.6
79.5
69.1
66.2
México
89.7
92.9
56.2
44.9
52.9
Colombia
95.2
90.7
69.7
41.6
52.7
Ecuador
90.7
71.8
25.9
40.7
37.2
Perú
90.9
80.2
71.9
32.4
29.8
Paraguay
96.7
91.0
76.4
25.4
24.4
Bolivia
n. d.
81.2
43.9
24.9
16.2
Promedio Países
93.1
88.4
60.9
45.1
53.0
Elaboración propia.
Fuente: h�ps://www.itu.int/en/ITU-D/Sta�s�cs/Pages/stat/default.aspx
Se nos ha dejado pensar que, en el
Perú, la penetración de telefonía móvil
es muy alta; de hecho, el 18 de junio,
en el evento de RPP, una de las cosas
de las que se habló fue justamente del
notable crecimiento de ese mercado.
Sin embargo, de la observación del
cuadro anterior queda claro que, en
comparación con otros países, no
estamos tan avanzados en realidad.
educación, el trabajo y la salud
remotos.
En esa línea, de todos los cuadros
mostrados por Virginia Nakagawa,
viceministra de Comunicaciones,
destaca el que daba cuenta del
despliegue de fibra óptica a nivel
nacional y que pueden ver a
continuación.
28
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL
IRTP; Serpost; la Dirección General de
Protección de Datos Personales del
Ministerio de Justicia; la Dirección General
de Innovación, Tecnología, Digitalización
y Formalización del Ministerio de la
Producción, y la infraestructura de
conectividad para colegios que tiene el
Ministerio de Educación.
Desde 2012, año de promulgación de
la Ley de Banda Ancha y Red Dorsal
(29904), el Estado peruano le apostó al
desarrollo de la infraestructura de fibra
óptica. Esto tuvo, obviamente, su impacto
en los propios planes de crecimiento de los
operadores privados, de tal manera que
ahora podríamos decir que el Perú tiene
una red de fibra óptica de casi 110,000
kilómetros. La Red Dorsal Nacional de
Fibra Óptica (RDNFO) fue terminada y
entregada en junio de 2016 y significó una
inversión estatal de US$ 330 millones.
Sin embargo, son muy pocas las
instituciones que han llegado a
beneficiarse de ese megaproyecto.
La idea era que fueran 21 proyectos
regionales de banda ancha los que
permitieran complementar la RDNFO
y desarrollar la conectividad en 1,530
capitales de distrito, con una inversión
total de US$ 1,555 millones. Al día de
hoy, solo tenemos 5 proyectos operativos
(Lambayeque, Apurímac, Huancavelica,
Ayacucho y Cusco) cuyos contratos se
firmaron en 2015, 3 en litigio (Tumbes,
Piura y Cajamarca), 7 que firmaron
contrato en 2018 (Ica, Amazonas, Región
Lima, Junín, Puno, Tacna y Moquegua) y
6 en 2019 (Áncash, Arequipa, La Libertad,
San Martín, Pasco y Huánuco).
En conclusión, no tenemos la
infraestructura necesaria ni algo parecido
a un Plan de cómo tenerla. Esto es grave,
pero ¿está todo dicho? Hay instalado
un sentido común que “piensa” en el
potencial transformador del internet (o de
las TIC) como un resultado automático
del aumento de la cobertura de usuarios.
Eso es como creer que, para que una
empresa se transforme digitalmente,
solo se necesita instalar una conexión
a internet, obviando lo vital que resulta
para el éxito de tal emprendimiento
(la transformación digital) el trabajo
en los procesos y el desarrollo de las
capacidades de las personas, incluso en
la cultura organizacional. En un país, en
una sociedad sucede lo mismo.
Por lo tanto, aunque la brecha de
infraestructura sea muy grande, existe
una agenda también pendiente para
sacarle el mayor provecho a lo que ya
existe, es decir, trabajar la demanda y no
solo la oferta³. Esta agenda pendiente
tiene, como bien nos recuerda Erick Iriarte
cada cierto tiempo, un marco superior de
consenso político y este es el acuerdo 35
del Acuerdo Nacional, el de la Sociedad
de la Información y el Conocimiento.
A continuación, propongo cuatro puntos
para avanzar con esa agenda pendiente:
1. Desarrollar infraestructura digital no
pasa únicamente por el tema de las
telecomunicaciones y no se trata solo
de acceso (también hay que trabajar
uso, apropiación y sostenibilidad). Es
necesario pensar en la creación del
Ministerio de las Tecnologías de la
Información y Comunicación. En él se
deberían integrar el Viceministerio de
Comunicaciones (incluido Pronatel);
la Secretaría de Gobierno Digital; el
2. El primer y más importante encargo a
ese ministerio debería ser desarrollar una
gran asociación pública privada (APP)
para la interconexión y el equipamiento de
los más de 70,000 locales públicos a nivel
nacional (incluyendo postas, comisarías,
colegios, etc.). Esta APP absorbería la
RDNFO y tendría como prioridad, luego
de interconectar a todo el Estado peruano,
resolver las brechas de aprovechamiento
y de equidad (género, discapacidad,
urbano/rural, lingüística).
3. El segundo encargo seria declarar la
transparencia como “obsesión nacional”,
la urna de cristal como estándar en todas
las adquisiciones del Estado y convocar a
una comisión temporal ad honorem que
diseñe y monitoree su implementación en
todos los niveles de gobierno.
4. Finalmente, para que todo esto se
cumpla, crear una instancia del más
alto nivel, con verdadera autonomía del
Gobierno de turno (por lo tanto, fuera del
alcance de la Presidencia del Consejo
de Ministros): una Agencia Nacional
para la Sociedad de la Información y
el Conocimiento, formado por todos
los sectores (sociedad civil, academia,
empresa, etc.), pero con capacidad de
acción real para no repetir los errores de la
Comisión Multisectorial de la Sociedad de
la Información (Codesi), de la que muchos
formamos parte, pero cuyo aporte fue en
realidad muy poco.
1
18 de junio de 2020, webinar País Digital, como parte de la
Tercera Edición de Integración hacia el Bicentenario. RPP.
Para ver el evento: https://youtu.be/3ZLsV19LuO4
2
Para tener una idea de las magnitudes, somos poco más
de 32 millones de habitantes y conformamos poco más de
9 millones de hogares, hacia 2018.
3
Más sobre el tema de la brecha de demanda en este link.
30
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL
Olvidando lo aprendido:
desnaturalizando las
plataformas digitales
Por Por Fernando Allasi, Asociado senior en Osterling Abogados.
La pandemia de la COVID-19 y la declaratoria de emergencia, junto con la orden
de inmovilización obligatoria decretada por el Gobierno, han generado una serie
de impactos en lo relacionado con la economía digital. En algunos casos, se ha
dinamizado su aceptación y se ha logrado un mejor entendimiento por parte de
las autoridades; sin embargo, en otros, el impacto podría ser negativo y, quizás, las
consecuencias de lo que se va emitiendo y ocurriendo vendrán después y podríamos
lamentar haber callado.
A saber, antes del inicio del estado de
emergencia, la discusión regulatoria y
de operación vinculada con la economía
digital llevaba algunos años siendo
analizada, de forma independiente y
sin ninguna hoja de ruta aparente, por
diversos actores como el Ministerio
de Transportes, el Ministerio de
Trabajo, el Instituto Nacional de
Defensa de la Competencia y de la
Protección de la Propiedad Intelectual
(Indecopi), Gobiernos locales como
municipalidades y también por el
Congreso de la República, sin ningún
ente rector que articule esfuerzos,
opiniones y demás.
Las revisiones, diálogos, procesos
y otros proyectos y normas
emitidas adquirieron impulso con la
creciente introducción de modelos
de negocio basados en economía
digital desde los años 2012 y 2013.
En aquellos años, las plataformas
digitales adaptadas a dispositivos
móviles o smartphones adquirieron
notoriedad, y fueron quizás algunos
de los primeros ejemplos masivos y
de alcance nacional para modelos
de economía digital en crecimiento
en nuestro país, precedidos por las
plataformas digitales de venta en
línea y marketplace existentes, como
Mercado Libre y otras; las aplicaciones
de solicitud de transporte o AST, como
Easy (hoy fuera del mercado), Beat,
Cabify o Uber; y que luego dieron
lugar a muchas otras similares con
diversos servicios subyacentes.
Desde entonces, se empezaron a
revisar las condiciones de lo que serían
las plataformas digitales, su distinción
como negocios independientes al
servicio subyacente que se ofrece
por terceros o usuarios a través
de dichas plataformas; asuntos de
responsabilidad civil y administrativa;
seguridad social y pretendidos
derechos laborales; exigencias y
requisitos, entre otros.
Hasta el momento, se cuenta con
resoluciones
de
procedimientos
sancionadores iniciados a través del
Indecopi sobre competencia desleal
(Res.
099-2015/CD1-INDECOPI)
que separan adecuadamente lo que
es una plataforma digital del servicio
subyacente prestado por los usuarios
de servicio. Por otro lado, contamos
también con resoluciones en materia
de protección al consumidor que
vinculan ambos servicios como si
se tratase de uno solo o de un único
prestador o responsable (Res. 7302019/INDECOPI-PIU). De la misma
forma, contamos con ordenanzas de
Gobiernos locales que vinculan la
actividad de la plataforma digital con
la subyacente o prestada por sus
usuarios, equiparándola y eliminando
cualquier tipo de distinción entre ellas.
Asimismo, se ha presentado proyectos
de ley que pretenden atribuir derechos
laborales a los usuarios de dichas
plataformas, con lo que confunden la
calidad de consumidor/usuario con la
de trabajador.
Sin embargo, durante el estado de
emergencia nacional, se emitió una
serie de disposiciones de carácter
sectorial, sin mayor revisión sobre
la naturaleza de los prestadores o
usuarios de plataformas digitales.
Por
ejemplo,
la
Resolución
163-2020-PRODUCE que aprobó el
protocolo para el reinicio del servicio
de entrega a domicilio por terceros
(delivery) para restaurantes y comercio
electrónico de bienes para el hogar y
afines. El objetivo de dicha norma fue
contar con disposiciones y directivas
generales para cautelar la salud
de los repartidores independientes
y que tendrían que observar las
diversas plataformas digitales o
aplicativos delivery, y otras empresas
relacionadas.
La intención de esta Resolución
podría resultar noble y necesaria
a efecto de salvaguardar la salud
de los repartidores independientes
en
un
escenario
crítico
de
pandemia; sin embargo, el protocolo
aprobado contiene una serie de
disposiciones que, si bien se
entienden
como
lineamientos
y directivas, desnaturalizan las
plataformas digitales, en este caso,
de los intermediarios o de aquellas
plataformas mediante las cuales se
ofrecen servicios de reparto por parte
de usuarios independientes respecto
de la distinción de los prestadores
reales del servicio, su responsabilidad,
alcances y requisitos para operar.
Si bien el protocolo contenido en
la mencionada resolución incluye
algunas distinciones importantes en la
discusión sobre plataformas digitales
al separar, o pretender separar, el
servicio prestado por terceros del
servicio de entrega brindado de forma
directa (reparto propio), no termina de
distinguir (fuera de las definiciones)
a quién corresponde cada obligación
o a quién le correspondería la
responsabilidad de cumplimiento en
cada caso. Por ejemplo, se distingue
a los “repartidores independientes” de
los “trabajadores” de la plataforma o
empresa; sin embargo, en el desarrollo
del protocolo, estas distinciones
parecen difuminarse.
Entre algunos ejemplos, podemos ver
que se establece para la entrega de
pedidos al consumidor una serie de
pasos como “dejar el producto sobre
la superficie y alejarse al menos dos
32
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL
(2) metros; solicitar al cliente que
recoja el producto de la superficie
y proceder con la desinfección de
manos y elementos usados en el
reparto”. Suena razonable y quizás
hasta resulte eficaz, pero ¿quién es
el responsable de que se cumplan
estos pasos? ¿A quién va dirigida
dicha disposición y en quién recae
la fiscalización de su cumplimiento?
¿Al repartidor o a la plataforma?
En el protocolo parece difuminarse
la separación entre los obligados a
cumplir o velar por el cumplimiento de
dichos pasos.
Esta distinción puede parecer
innecesaria a primera vista; sin
embargo, podría resultar en una
situación crítica para determinar
la naturaleza de los servicios y la
identificación del prestador real del
servicio. Es decir, es fundamental
determinar si será la plataforma digital
la obligada al cumplimiento de dichos
pasos, a través de la incorporación
de dicha obligación para los usuarios
en los términos y condiciones u
otros mecanismos, o si, por el
contrario, dicha obligación le compete
únicamente a los repartidores
independientes y su incumplimiento
será de su exclusiva responsabilidad.
Otro aspecto que nos lleva a la
desnaturalización de la plataforma
digital en tanto se la obliga a contar
con un “centro de control” o “centro
de operaciones” para la verificación
diaria del cumplimiento de las
medidas dirigidas a los repartidores
independientes.
Asimismo,
se
establece que, ante un incumplimiento,
se debe retirar o impedir que el
repartidor independiente utilice la
plataforma y preste sus servicios, con
lo que la plataforma actúa como un
ente fiscalizador de cumplimiento de
obligaciones.
De igual manera, se obliga a la
plataforma a proporcionar el “kit de
protección” (guantes, mascarillas,
alcohol, entre otros) a los repartidores
independientes
(usuarios
y
consumidores de la plataforma), lo
cual puede constituir un acto noble,
pero elimina la separación entre
el servicio de intermediación y de
tecnología, propio de la sociedad de la
información, y lo convierte, sin mayor
reparo y mediante una norma legal, en
un servicio convencional de empresa
de entregas.
Son
precisamente
aquellas
obligaciones que no corresponden
a una plataforma digital las que nos
acercan peligrosamente al ámbito
de una subordinación (laboral)
entre el repartidor independiente y
la plataforma, pues si esta última
incorporará obligaciones y fiscalizará
el cumplimiento de sus “usuarios”,
entonces dejamos el “safe harbour”,
por lo cual la plataforma deja la
intermediación de un servicio y, por
el contrario, adquiere una “influencia
decisiva” en la prestación de dicho
servicio (2017. TJUE, Asunto C
434/15), máxime si será la plataforma
quien no solo obligue a seguir ciertos
pasos y el uso de determinados
elementos de seguridad, sino que
además serán elementos que
entregará la propia plataforma.
Si a lo anterior le sumamos la
obligación (que no quedó clara a cargo
de quién queda) de contar con un
seguro médico y de vida, así como un
fondo económico de ayuda, sin duda
nos hemos alejado de la naturaleza
propia de una plataforma digital
de intermediación entre usuarios
que prestan servicios de forma
independiente y usuarios solicitantes,
y la hemos convertido en una empresa
de servicio de reparto.
Este es solo un ejemplo de uno de los
servicios que pueden ser prestados
o adquiridos a través de una
plataforma digital, es decir, el servicio
subyacente al de la plataforma digital.
Su desnaturalización podría tener un
impacto severo en otras plataformas
(transporte, servicios profesionales,
servicios médicos, oficios múltiples,
entre otros), pues estas se convertirán
en las prestadoras reales del servicio
subyacente y, así, en una empresa
más que actúa en el mercado con
otros competidores en cada rubro.
34
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL
¿CÓMO REALIZAR UN
ONBOARDING EXITOSO A
UNA PLATAFORMA DE IA?
Por Jose Delmar, CEO de Anda Technologies.
En decenas de países, cientos de empresas están procurando integrar plataformas de
automatización basadas en inteligencia artificial a sus procesos operativos. En estos días,
hablar de automatización e IA es casi un “must” y la crisis de la COVID-19 no ha hecho
más que contribuir a que esta carrera por automatizar y alcanzar mayores eficiencias sea
una en la que debemos participar cuanto antes ante el riesgo de quedar fuera del mercado.
A raíz de esto, empezamos a notar
que empiezan a ofrecerse asesorías
para diseñar y ejecutar procesos de
onboarding a plataformas de IA con el
fin de automatizar múltiples procesos
en diversas industrias. Estas asesorías,
sin embargo, suelen caracterizarse por
requerir el involucramiento de un equipo
importante y costoso de asesores,
consultores de IT, programadores y
expertos en capacitación para permitir
que el talento humano de la empresa
asesorada adquiera nuevos skills o
mejore los que ya posee para adaptarse
a este nuevo mundo donde sistemas y
humanos deben convivir.
Naturalmente, este fenómeno se
ha producido con más celeridad en
industrias y países con mayor avance
tecnológico y apenas se vislumbra
en países menos desarrollados
tecnológicamente o en actividades más
tradicionales (por ejemplo, el Perú y el
derecho). Esto, sin embargo, quizá no
sea del todo negativo.
En efecto, es posible que el avance
algo más lento de la automatización
en nuestro país juegue a nuestro favor
si logramos aprovechar esta ventana
para reflexionar sobre lo que ha
ocurrido en otras realidades y extraer
aprendizajes valiosos; sobre todo, si las
empresas dedican el tiempo necesario
para entender en detalle sus diferentes
procesos operativos, evaluar aquellos
puntos en los que automatizar puede
generar valor inmediato y adoptar
la tecnología correcta para que la
transición sea lo más eficiente posible.
Y al hablar aquí de eficiencia no solo
me refiero a un ahorro de costos, sino
al menor impacto en el talento humano
y la calidad del ambiente de trabajo al
interior de las empresas.
permitir que los estudiantes egresen
de las universidades preparados para
interactuar con sistemas de IA cada
vez más sofisticados.
Hace unos meses empecé a
investigar sobre las tecnologías
de
automatización
actualmente
existentes y sus procesos de
integración en las empresas. He
notado, durante este período, cómo
decenas de empresas utilizan
palabras y conceptos sofisticados
para vender tecnología que no
necesariamente cumple con las
expectativas que generan. He visto,
además, cómo la carrera hacia la
automatización
genera
debates
sobre la necesidad y la urgencia
de reformar la educación a fin de
Sinceramente, no estoy de acuerdo
con esas voces ni con ese enfoque.
De hecho, no creo que esa visión sea
correcta y tampoco que ese sea el
futuro de los profesionales del derecho
o, para el mismo fin, de los profesionales
en general (con la excepción, por
supuesto, de aquellos cuya labor se
encuentra relacionada o puede requerir
un conocimiento profundo del código
y las matemáticas utilizadas en la
construcción de dichos sistemas de IA).
En el ámbito del derecho, para referirme
a una realidad que me es cercana, hay
voces que insisten en que los abogados
estudien programación o se vuelvan
expertos en análisis de datos. La visión
del abogado del futuro, para estos
expertos, es la de un profesional híbrido:
un experto en leyes con importantes
conocimientos sobre programación e
ingeniería informática.
Nótese que no cuestiono el hecho
evidente de un uso cada vez creciente
y definitivamente positivo derivado de la
integración de plataformas de IA en las
empresas; solo creo que la conclusión
sobre el impacto que esta tendrá en las
operaciones de las empresas y en el
ejercicio de la actividad profesional es
equivocado, y me inclino a pensar que
dichas conclusiones son equivocadas
porque, lamentablemente, parten de
una premisa errada.
Y es que resulta lógico concluir que una
plataforma de automatización basada
en un avanzado nivel de inteligencia
artificial debería permitir un onboarding
sencillo, equivalente —por poner un
ejemplo que resulte familiar— a la
instalación de un programa de edición
de texto que permita al usuario obtener
beneficios inmediatos con un mínimo
de capacitación.
Esta premisa es que los sistemas de
IA que debemos integrar a nuestros
procesos y deben ser empleados
por las empresas son tan complejos
y el onboarding y posterior uso
tan sofisticados que los humanos
tendremos prácticamente que luchar
incansablemente para mantenernos
funcionalmente valiosos al lado de
estas herramientas, o incluso solo para
poder utilizarlas u obtener de ellas los
beneficios prometidos.
Uno de los problemas que se
empieza a evidenciar en el mercado
es que mucha de la tecnología que
actualmente se ofrece utiliza palabras
como inteligencia artificial o machine
learning de una manera libre y poco
responsable. Utilizar algoritmos no
es suficiente para calificar a una
plataforma como avanzada si la misma
no es realmente flexible, no permite
adaptarse con facilidad al cambio (tan
natural en la vida de las empresas) y si
la experiencia de usuario requiere tener
sentado a tu costado a un consultor en
IT las 24 horas del día.
Como dije, creo que esta visión parte
de un error, no menor, sobre lo que
realmente es o debe ser un proceso
de automatización y, ciertamente, un
desconocimiento acerca de cómo debe
funcionar una plataforma de IA.
Hace unos días tuve la oportunidad
de conversar con un experto en
automatización,
Noah
Ornstein,
quien lidera un fondo de private
equity en NY, el cual controla una
empresa que ha desarrollado una de
las plataformas de automatización
basadas en IA más sofisticadas que
se ofrecen actualmente en el mercado.
En dicha conversación, llegamos
a una conclusión elegantemente
simple: cualquier plataforma de
IA que exija a las empresas un
onboarding complejo y costoso es, en
definitiva, una plataforma inadecuada,
probablemente no lo suficientemente
avanzada tecnológicamente y que,
peligrosamente,
puede
terminar
generando con el tiempo más
problemas que soluciones.
La carrera acelerada hacia la
automatización y la carrera derivada de
esta sensación de urgencia por entrar
a la misma mediante una reforma
educativa basada en lo que se cree
que es la IA puede ser muy peligrosa
si no se entiende adecuadamente lo
que realmente es IA y lo que podemos
y debemos esperar de la tecnología en
el corto y mediano plazo.
Como comentábamos con Noah en la
conversación referida, las plataformas
de IA avanzadas deben caracterizarse
por permitir un onboarding sencillo que
permita al talento humano concentrarse
en lo que realmente aporta valor. Esto
no quiere decir que es absolutamente
cierto que las tareas más sencillas
serán, en un futuro cercano, realizadas
por estos sistemas y que, por lo
tanto, los humanos tendremos que
capacitarnos para realizar otro tipo de
actividades. Pero tampoco significa
que no tendremos que aprender cómo
utilizar estas herramientas de modo
adecuado, como operadores y usuarios
eficientes.
Imaginar un futuro en el cual las
plataformas de IA realmente potentes
requieran que los humanos tengan
que programar para poder interactuar
con ellas, o que requieran aprender de
ingeniería informática o convertirse en
científicos de datos es tan equivocado
como creer que para manejar un
automóvil uno debe ser un ingeniero
mecánico.
Para las empresas y los profesionales,
la mejor recomendación para realizar un
onboarding exitoso a una plataforma de
IA es partir por entender adecuadamente
nuestros procesos actuales y definir
cómo estas plataformas pueden ser
de utilidad para efectuar en segundos
lo que antes podía tardarnos horas o
días. Es entender que las plataformas
de IA avanzadas no deben requerir la
inversión adicional de enormes recursos
y tiempo para integrarse e interactuar
con el equipo humano y ofrecer
resultados inmediatos. Es aceptar
que ciertos trabajos o posiciones
no serán necesarios y prepararse
para aprovechar las eficiencias que
estas plataformas pueden ofrecer en
beneficio de la actividad individual,
la performance de las empresas y el
resultado final para los clientes.
A partir de lo dicho, la recomendación
para adaptar una plataforma de IA
de manera tal que esta interactúe
adecuadamente con el talento humano
no es exigir que dicho talento se
transforme o adquiera conocimientos
profundos de IA, sino velar porque dicho
talento la utilice para aprovechar mejor
su conocimiento (y su tiempo) y ofrezca
un valor agregado superior a sus clientes
y a la sociedad en su conjunto.
36
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL
“Nuestros equipos han trabajado
contra el reloj para lanzar nuevos
productos como parte del retorno a la
nueva normalidad”
Entrevista a Cristhian Northcote
Los nuevos retos para
la movilidad en Lima:
Dara Khosrowshahi, CEO de Uber.
“En Uber asumimos nuestro rol
como empresa de tecnología y, en
tiempos desafiantes como los que
vivimos, mantenemos el compromiso
de servir a través de la innovación.
Por eso, en los próximos meses,
anunciaremos
nuevas
opciones
que exploren soluciones accesibles
en las que la tecnología ayude a
mejorar servicios que ya existen
en el Perú y que sean alternativas
adicionales para generar ganancias”.
la propuesta de Uber
desde la tecnología
Gerente de Asuntos Públicos para Uber en Perú.
“Estrategia de retorno se presenta como una solución a los
problemas actuales de movilidad en ciudades como Lima.”
¿CÓMO AFRONTÓ UBER LA
CUARENTENA?
Durante la cuarentena nacional
obligatoria, declarada por el Gobierno
peruano, se prohibió la circulación de
vehículos particulares. Durante esos
meses, la aplicación de Uber lanzó
su servicio UberSOS, destinado a
movilizar a trabajadores esenciales
designados por el Gobierno para
afrontar el estado de emergencia,
a través de socios conductores que
cumplían los requisitos de circulación.
Finalizado este aislamiento, Uber
afinó su estrategia para el retorno a
las calles en medio de la pandemia
de la COVID-19, mediante el uso
de herramientas para asegurar las
medidas sanitarias durante los viajes.
¿QUÉ ACCIONES HA
ADOPTADO UBER FRENTE
AL LEVANTAMIENTO DE LA
CUARENTENA?
En tiempo récord, hemos vuelto a
las calles peruanas con nuestros
servicios UberX y Uber Comfort, pero
añadimos un nuevo servicio acorde
con las necesidades actuales: Uber
Flash.
Así, a partir de julio, las opciones
UberX y Uber Comfort volvieron
a estar disponibles para que los
usuarios registrados en la aplicación
de Uber soliciten viajes a través de la
aplicación en Lima. Sin embargo, este
retorno a la nueva normalidad significó
para la compañía el reforzamiento de
sus medidas de seguridad.
¿QUÉ NUEVAS MEDIDAS DE
SALUD Y SEGURIDAD SE HAN
IMPLEMENTADO?
La aplicación cuenta ahora con nuevos
pasos dentro de la experiencia de viaje,
como la confirmación, a través de una
lista de verificación, de que los socios
conductores han tomado las medidas
de desinfección necesarias en su
vehículo, así como el lavado frecuente
de manos y el distanciamiento social.
Spencer Friedman, Gerente
General de Uber para Perú.
Posteriormente, la tecnología de Uber
verificará con una selfie que el socio
conductor esté usando una mascarilla,
lo cual será notificado al usuario
previo al viaje. Incluso, se permitirá
que tanto socios conductores como
usuarios puedan cancelar el viaje
si la otra parte no está usando una
mascarilla. Dichas medidas se suman
a la retroalimentación que permite la
aplicación, clave de su éxito, en la
que ambos podrán incluir información
sobre su percepción de la seguridad e
higiene durante el viaje.
Estas innovaciones se suman a las
lanzadas por Uber a inicios de año,
como la verificación de viaje a través
de un código PIN y la tecnología
RideCheck para la detección de
paradas anómalas durante un viaje.
¿Y LA “NUEVA NORMALIDAD”
TAMBIÉN HA GENERADO
NUEVOS TIPOS DE
SERVICIOS?
Junto con las medidas de seguridad
adoptadas, decidimos lanzar también el
servicio Uber Flash, una nueva opción
que permite que los usuarios de Lima
soliciten el envío de artículos con solo
presionar un botón en la aplicación y
así no tengan que salir de casa. Este
producto, que nació en Latinoamérica
y luego se lanzó en países como EE.
UU. y Australia gracias a su buena
acogida, se presenta como una
oportunidad adicional de ganancias
durante esta coyuntura. Este servicio es
una alternativa para solicitar el envío de
artículos que facilitará un intercambio
más seguro entre usuarios, pequeños
comercios o quienes hacen ventas
a través de internet. Los usuarios
también tendrán la oportunidad única
de solicitar múltiples entregas y elegir
varias paradas al momento de hacer la
solicitud.
¿QUÉ ROL CUMPLIRÍA
UBER PARA CONTRIBUIR
A LA REACTIVACIÓN DE LA
ECONOMÍA PERUANA?
Sin duda, las medidas adoptadas por
Uber para adaptarse a la coyuntura
demuestran que la aplicación es una
“La responsabilidad es un camino
de dos vías y, por eso, hoy más
que nunca debemos actuar como
comunidad de usuarios de la
aplicación. Para esto, Uber impulsa
medidas de cuidado tanto para los
socios conductores como para los
usuarios que usan la app de Uber. En
caso de incumplimientos reiterados,
ambos están sujetos a perder acceso
a la aplicación”. Manuela Bedoya,
Gerente de Comunicaciones de
Seguridad de Uber para la región
Andina, Centroamérica y el Caribe.
interesante solución de movilidad a
medida que la ciudad de Lima comienza
a reactivarse y que el distanciamiento
social hace que la espera por el transporte
público sea elevada y los medios de
transporte colapsen. Adaptarse a las
nuevas necesidades de la población
con productos innovadores y medidas
de seguridad reforzadas es la estrategia
de Uber para ayudar a la movilidad de
las personas y, a la vez, contribuir con
la reactivación de la economía del país.
38
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL
La estrategia de las apps de
movilidad frente a la pandemia
Por Sebastián Cabrera, Gerente de marketing en Beat Perú.
El estado de emergencia decretado en marzo, debido a la COVID-19, ha significado
un gran reto para las empresas peruanas, las cuales han tenido que reinventarse y
adaptarse a la “nueva normalidad”, a fin de evitar una crisis en sus negocios. Uno
de estos casos ha sido el de las aplicaciones de movilidad que, para contrarrestar
el golpe, le han dado un giro rápidamente al contexto y visto una oportunidad de
generar nuevas ideas de negocio en línea con una visión de innovación.
En la mayoría de los casos, estas ideas
toman como base el nuevo perfil del
consumidor peruano, aquel que surge
del aislamiento social y que obliga a
cambiar muchos comportamientos en
los hábitos de compra y en el uso de
servicios para cumplir con las nuevas
reglas de convivencia. Sabemos que
estos comportamientos irán variando,
pero se mantendrán vigentes un buen
tiempo, debido a la incertidumbre
de la pandemia y las medidas
gubernamentales que se tomen para
evitar la propagación de la enfermedad.
Si bien adaptarse era necesario para
evitar una crisis en cualquier tipo de
empresa, el sector se puso como
objetivo hacerlo ofreciendo soluciones
prácticas que cumplieran con este
consumidor que, poco a poco, se
iba acomodando a las regulaciones
de distanciamiento social, el uso de
mascarilla, entre otras medidas. Las
reglas en el transporte público también
fueron determinantes para el diseño de
estos servicios.
En el caso del aplicativo Beat, los
servicios regulares fueron desactivados
durante la cuarentena para darle paso
a Misión y Envío, ambos creados
específicamente para cumplir con las
regulaciones y las nuevas necesidades.
El primero tenía como fin movilizar
únicamente a las personas que
formaban parte de la primera línea de
batalla contra la COVID-19, así como
a aquellas que requerían acceder a
servicios y bienes esenciales.
El segundo partió de la necesidad de
enviar y recibir paquetes sin salir de
casa, un hecho que se incrementó
no solo en el Perú sino en otros
países de la región, de modo que se
entregaron más de 600,000 paquetes
en 20 ciudades de Latinoamérica. Este
servicio buscaba no solo cumplir con
el traslado de objetos, sino también
de darle a los usuarios conductores,
autorizados para transitar, una forma
diferente de seguir obteniendo ingresos
y reducir el contacto con otras personas
al mínimo.
Además, permitió que más de 30,000
conductores generen ingresos por
más de US$ 1.7 millones. Envío ha
demostrado ser una herramienta útil
aun después de la cuarentena, dado
que muchas personas todavía prefieren
quedarse en casa.
Opciones como estas fueron de suma
importancia para sostener la fuerte
caída de la industria, que en los últimos
años había registrado un crecimiento
constante, pero sobre todo buscaron
satisfacer la necesidad de la población
que, pese al aislamiento, debía
continuar abasteciéndose, y a aquellas
personas cuyas actividades esenciales
no les permitían parar. Este nuevo
consumidor plantea nuevos retos con
parámetros y expectativas nunca vistas.
Los servicios fueron también claves
en la generación de ingresos para los
conductores que hacen uso de estos
aplicativos, muchos de los cuales
tienen en estos su única o principal
fuente de ingresos. Solo la opción Beat
Misión permitió a los conductores de los
países donde opera obtener ingresos
por más de US$ 5.1 millones durante
la cuarentena.
En este momento, las empresas,
conscientes de que la estabilidad
del sector depende de que el país
supere la crisis sanitaria y económica,
han iniciado acciones ligadas al
compromiso con la comunidad. En el
caso de Beat, se puso a disposición de
EsSalud un bus para transportar a los
trabajadores médicos que luchan contra
la pandemia. Este aporte permitió que
se movilizaran más de 1,400 personas
a lo largo de más de 1,200 kilómetros.
Los puntos principales fueron la Villa
Panamericana y diferentes hospitales
de la red EsSalud.
Así, las aplicaciones móviles han
demostrado que la innovación y la
rapidez para llevar a cabo cambios
en los servicios son sumamente
importantes para la continuidad y el
crecimiento de los negocios. Utilizar
la data en tiempo real para diseñar
un producto o servicio acorde con lo
que busca el mercado ha sido una
herramienta poderosa para determinar
su éxito.
La vigencia en el comportamiento de
los consumidores ha hecho que, tras
el fin del confinamiento, Envío pase
a convertirse en un servicio regular,
ahora acompañado de los servicios
Beat y Lite, una opción más económica
para los usuarios pasajeros y de menor
comisión para los conductores, quienes
tomaron el lugar ocupado por Misión
durante la cuarentena.
Este concepto se hace aún más fuerte
en contextos de incertidumbre como
el generado por la COVID-19, que
requiere reinventarse y efectuar ajustes
constantemente para sobrellevar la
crisis y, por el contrario, tener negocios
prósperos, que ayuden a la economía
de los peruanos y del país.
40
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL
- Héroes. En coordinación con la ATU, se decidió que los
aplicativos atenderían solo con autos autorizados y con
placa amarilla (Setame). Así, la primera semana del estado
de emergencia lanzamos la categoría Cabify Héroes, con la
comisión más reducida del mercado (llegó a un dígito).
Entrevista a Jorge Romero
Cabify en
cuarentena,
innovación al
servicio de los
peruanos
Country manager de Cabify Perú
La adaptabilidad e inmediatez que propone la economía digital fueron cuestionadas
por la pandemia, pero obtuvo resultados óptimos para la movilidad en Lima. En
Cabify, lanzamos dos categorías nuevas en menos de 30 días e instalamos cabinas
bioseguras en autos al día 45. Además, rediseñamos el aplicativo (app) de usuarios
para responder a la nueva demanda de seguridad sanitaria en el día 80.
¿CÓMO AFECTÓ LA PANDEMIA DE LA COVID-19 A
CABIFY?
Antes de la pandemia, los aplicativos de movilidad se habían
instalado en el corazón de los celulares y preferencias de
nuestros usuarios. El servicio con calidez humana y seguridad
eran los atributos más valorados en los conductores,
sumados a la digitalización de los pagos del sector, idónea
para el segmento corporativo.
Sin embargo, la cuarentena cuestionó en una primera etapa la
propia operación local de los 11 países donde estamos, por lo
que tuvimos que dar una respuesta global. Formamos un comité
específico para garantizar el seguimiento de la COVID-19 y
activar los protocolos internos recomendados.
¿QUÉ ACCIONES SE TOMARON PARA
ENFRENTAR LA CUARENTENA?
La principal prioridad era respetar las restricciones
gubernamentales para evitar la propagación del virus.
En el Perú, la cuarentena comenzó temprano respecto
de otros países, pero su alargamiento fue determinante
para la estrategia que empleamos. Las restricciones de
movilidad o toque de queda, el distanciamiento social, la
seguridad sanitaria, todo ello fue exigido por la Autoridad
de Transporte Urbano (ATU) y cumplido desde el primer
momento.
Así, las iniciativas que tomamos ante la emergencia sanitaria
fueron las siguientes:
Se trataba de hacer más eficiente el transporte al movilizar
a personas que laboraban en actividades esenciales,
como centros de salud, bancos, farmacias, grifos, medios
de comunicación y centrales telefónicas; o por alguna
emergencia de salud.
- Calificación. Finalmente, la cuarentena se alargó en el Perú y
previmos que iba a exigir de nosotros una respuesta diferente.
La importancia de la seguridad sanitaria fue trasladada a la
manera de calificar el servicio, por eso incluimos los factores
de aplicación de protocolos sanitarios dentro del sistema
de evaluación. Nuestro equipo de calidad está atento a los
comentarios para poder dar un feedback oportuno a nuestros
socios e implementar mejoras.
- Envíos. En una segunda etapa, analizamos el vacío que
habían dejado los aplicativos de delivery (que todavía no
operaban) tras dos extensiones oficiales de cuarentena por
15 días cada una. En la segunda quincena de abril, lanzamos
la categoría Envíos, la cual tuvo una enorme respuesta.
Consistía en el transporte solo de paquetería, con el fin de
facilitar que los ciudadanos no tengan que salir de casa al
proporcionarles una solución de movilidad que los ayudara a
enviar o recibir aquello que necesitaran.
Las condiciones para utilizarlo son las de una entrega sin
contacto del socio conductor para carga y descarga, con pago
100% digital. No se trataba de un “delivery tradicional”, no
había un e-commerce de por medio, solamente el producto
debía caber en el maletero de los vehículos (un volumen no
superior a 240 litros) y el peso máximo ser de 20 kg.
- Cabinas. El concepto de “nueva normalidad” ya se había
instalado y las diversas industrias se preparaban para volver.
Por ello, Cabify realizó entregas de equipos de protección
personal (EPP) a más de 6,000 socios conductores e instaló
más de 1,200 cabinas aisladas. La inversión global alcanzó
el millón de dólares.
¿Y QUÉ ACCIONES VIENEN ADOPTANDO ANTE
LA REACTIVACIÓN DE LAS ACTIVIDADES EN EL
PAÍS?
Las acciones las podemos agrupar en tres frentes:
- Nuevos perfiles. Los efectos de la pandemia podrían
impactar aún por uno o dos años en el comportamiento de
los usuarios. Según encuestas anónimas entre los clientes,
hallamos que se habían generado tres nuevos perfiles:
el temeroso (39%), el concienciado (48%) y el resignado
(13%). En el Perú, observamos que el 61% era un usuario
concienciado. Ante la crisis, Cabify impulsó la seguridad
sanitaria y, a través de la tecnología y la aplicación correcta
de protocolos, logró convertirse en el aplicativo de movilidad
mejor preparado para devolverle la ciudad a las personas.
- Nivel interno. A nivel interno, Cabify ha reforzado la
comunicación con socios, colaboradores y usuarios,
difundiendo proactivamente las recomendaciones del
Ministerio de la Salud y la Organización Mundial de la Salud.
El teletrabajo permanente también fue aplicado hasta nueva
orden.
En línea con nuestro compromiso de seguridad con las
comunidades donde opera, hemos activado un protocolo
mediante el cual los conductores que informan sobre posibles
síntomas, o que se han visto afectados por la COVID-19, son
desconectados de la aplicación inmediatamente de manera
preventiva y temporal hasta que se justifique su alta médica
y su estado de salud no corra ni suponga ningún peligro.
Si un usuario informa que se ha visto afectado, también se
desactiva su cuenta temporalmente.
¿QUÉ ROL CONSIDERAN QUE CUMPLEN EN
ESTA “NUEVA NORMALIDAD”?
Hoy, en el camino hacia la nueva normalidad, la movilidad
será clave para que las ciudades vuelvan a ser lugares
seguros para todos. La adaptación del negocio y la escucha
activa de las necesidades de las personas serán claves para
todos los que estamos volviendo a salir adelante.
42
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL
Hacia un Perú
creativo y digital
Por Gustavo Larrabure, Gerente de Asuntos Externos y Regulatorios de DIRECTV.
En febrero de 2020, AT&T Latin America celebró en Lima su reunión de inicio de
año. Como conferencista destacado, tuvimos el placer de contar con el afamado
chef Gastón Acurio. Al preguntarle qué relación encontraba él entre la tecnología
y la cocina, con la visión que le caracteriza, fue optimista. Así, si bien la tecnología
estaba impulsando las compras en línea y el reparto a domicilio, lo que reduce
el número de clientes en los restaurantes, sostuvo que la industria gastronómica
debía usar mucho más la tecnología. Y ambas potenciarse mutuamente, al ofrecer
experiencias sensoriales únicas en los restaurantes y permitir la identificación del
origen y las tradiciones de los productos que allí se consumen.
Esta idea ilustra el enorme potencial de
Perú y Latinoamérica en el desarrollo de
la economía creativa, particularmente
en su interacción con las nuevas
tecnologías.
La coyuntura de la pandemia refuerza
la necesidad de aprovechar todas
las oportunidades para el desarrollo
económico y social de Perú, que
por alguna razón permanecían
postergadas. Así, durante la primera
mitad de 2020, muchas empresas y
emprendedores han acelerado sus
procesos de transformación digital
de cara a mantener o mejorar sus
flujos de atención para la prestación o
comercialización de bienes y servicios.
Ahora es el momento de impulsar
la economía creativa o naranja,
definida por el Banco Interamericano
de Desarrollo como el “conjunto
de actividades productivas que de
modo encadenado permiten que
las ideas se transformen en bienes
y servicios culturales, y cuyo valor
está determinado por su contenido
de propiedad intelectual”. De esta
manera, se estimularía la economía y
se ampliaría el espectro de actividades
entre el Estado, el empresariado y los
diferentes actores que impulsan el arte
y la cultura del país.
Para dimensionar la oportunidad,
basta con observar su impacto
macroeconómico en otros países de
Latinoamérica. De acuerdo con el
Departamento Nacional de Estadísticas
de Colombia, la economía creativa
contribuyó, entre 2014 y 2018, con casi
el 2% del PBI colombiano. Además,
contribuyó a crear trabajos de calidad,
ya que solo en 2018 los empleos
en estas iniciativas se elevaron a
casi 300,000 puestos de trabajo.
Nótese además que, según el libro La
Economía Naranja: una oportunidad
infinita, Colombia apenas se encuentra
en el cuarto lugar de la región con una
economía creativa que ha alcanzado
los US$ 11,000 millones. Brasil, México
y Argentina ocupan los tres primeros
lugares con aproximadamente US$
66,000 US$ 55,000 y US$ 17,000
millones, respectivamente. En el
Perú, si bien no existe un consenso
actualizado en relación con los valores
que representa la economía creativa,
el Centro Nacional de Planeamiento
Estratégico estimó que las industrias
culturales alcanzan aproximadamente
US$ 5,000 millones. ¿Por qué no
aspirar a estar cerca de los números de
nuestros países vecinos?
Este avance exige afrontar algunos
retos económicos y sociales, por
ejemplo, reducir la informalidad laboral
y combatir la extensión de la piratería
en las industrias del entretenimiento.
Específicamente, en el caso de la
televisión paga, de acuerdo con cifras
obtenidas por la consultora Business
Bureau y la asociación Alianza, solo
la piratería offline alcanza un nivel de
penetración del 28% de los hogares
peruanos, más de 800,000 familias,
lo que no solo reduce los ingresos en
el sector, sino también los empleos
formales en la economía y los recursos
para el sector público.
Por lo expuesto, para impulsar la
economía creativa en el país se
requiere un plan de trabajo que
genere alternativas ágiles, formales y
competitivas con el objeto de proteger
la propiedad intelectual e incentivar
la formalización de una gran parte
de la población económicamente
activa. Para ello, sería útil contar con
un Consejo Asesor de Economía
Creativa, encargado de articular
eficientemente el desarrollo de todos
estos elementos hacia un objetivo
común en el que participen las
empresas peruanas e internacionales
líderes del sector. Además, para la
generación y protección de talentos se
debería contar con una legislación de
economía creativa que sea dinámica,
eficaz, rápida, directa y horizontal entre
los distintos actores que compondrán
esta alianza, con medidas tales como
incentivos tributarios, vencimiento
de obstáculos institucionales y una
concientización de la necesidad de
su implementación como herramienta
generadora de desarrollo económico.
Desde AT&T/DIRECTV ponemos
a disposición nuestra experiencia
internacional de mejores prácticas en
la lucha contra la piratería y la creación
de valor audiovisual, con la finalidad de
generar el valor agregado requerido
para todos los agentes involucrados. La
coyuntura que hoy vivimos constituye
una oportunidad para apostar por la
formalización y gozar de los beneficios
que esta puede generar a los que opten
por la migración.
De regreso a la reunión de AT&T Latin
America en Lima, cabe reconocer
que ninguno de los que participamos
pensábamos que sería quizá nuestro
único encuentro internacional del año.
Pero hoy, después de cuatro meses de
aislamiento social, podemos confirmar
que el convencimiento que tenía Gastón
Acurio, y muchos de nosotros, sobre el
potencial de la tecnología, aliada con
la cultura (incluida la gastronomía) en
el Perú y en la región, era acertado.
Avancemos hacia un Perú creativo y
digital.
44
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL
Telecomunicaciones:
“El futuro nos llegó de golpe”
Por Alejandro Jiménez, Gerente general de All Business Solutions.
El riesgo de un contagio desmedido de la COVID-19 ocasionó que el Gobierno,
al igual que otros países, dispusiera el confinamiento de la población. Esta
medida cambió todas nuestras prácticas diarias para relacionarnos y llevó
a la población a comunicarse de manera remota a través de las redes de
telecomunicaciones de las empresas operadoras.
Este cambio llegó para quedarse. Se nos
adelantó el futuro y nos impuso como
primer reto pospandemia masificar
la conectividad para que la brecha
digital se elimine y exista igualdad de
oportunidades a todos los peruanos.
El mayor déficit de acceso se da en el
área rural y debe ser uno de los primeros
objetivos a atender con infraestructura,
sin dejar de lado la necesaria migración
de las redes legacy (2G/ADSL) a redes
de banda ultraancha, como la fibra al
hogar o el 4G.
privado, la asistencia a centros de salud,
la programación de servicios de justicia
remotos, la capacitación a distancia, los
servicios virtuales de atención al cliente,
mayor seguridad en las transacciones
bancarias al ser remotas y sin uso de
dinero en efectivo, etc.
Los servicios de telecomunicaciones,
como el internet, permiten acceder en
tiempo real a información emitida por el
Gobierno, interactuar con las diferentes
entidades públicas, atender a los
damnificados de desastres naturales,
acceder a información relevante para la
salud a través de telemedicina, estudiar
a distancia, teletrabajar, realizar
transacciones bancarias y comerciales,
entre otras actividades. Por eso, es vital
ampliar o universalizar la cobertura de
telecomunicaciones para beneficio de
todos los peruanos.
Identificados los dos grandes retos
la conectividad y la digitalización,
así como la imperiosa necesidad de
acelerar al máximo este cambio, surge
la interrogante de cómo asumirlos y
solucionarlos. Para ello, es necesario
considerar lo siguiente:
De otro lado, la comunicación
permanente entre los distintos agentes,
tanto dentro como fuera del país,
resulta fundamental para llevar a cabo
coordinaciones en un contexto global
y es aún más necesario cuando las
fronteras entre los países se cierran,
como es el caso de la actual pandemia.
La emergencia transformó todas las
actividades
que
tradicionalmente
venían siendo realizadas de manera
presencial, entre otras, la educación,
el trabajo, los servicios de salud,
las transacciones comerciales y las
comunicaciones con las diferentes
entidades públicas. Todas ellas vieron
transformado su modelo hacia uno
virtual o a distancia.
En este contexto, los servicios de
telecomunicaciones
mantuvieron
la conexión entre el Estado y la
población, soportando a su vez
la continuidad de muchas de las
actividades de las personas y las
empresas, lo que permitió que las
instituciones públicas y la economía
sigan funcionando con las limitaciones
de acceso existentes, ya que, según
el INEI, el 61.2% de hogares carece
de internet fijo o móvil.
En ese sentido, mantenerse conectado
de forma permanente se volvió una
necesidad primordial, a la cual se sumó
una intensificación en el uso de los
servicios de telecomunicaciones en forma
remota, práctica que tiende a convertirse
en la nueva forma de comunicarnos.
El segundo gran reto es la digitalización
de diferentes actividades, cuya
característica era presencial y ahora
tiende a ser remota o virtual, como
consecuencia del distanciamiento
social.
Esto
generará
muchos
beneficios para la sociedad en términos
de reducción de costos, tiempo, mayor
efectividad y menor exposición. Tal es
el caso de las gestiones ante entidades
públicas o el sector privado, que
permiten una reducción de combustible
por el menor uso de transporte público y
Esta nueva forma de relacionarse de
la sociedad traerá importantes ahorros
en tiempo y recursos, pero significa un
gran reto para los diferentes actores
involucrados.
- Un liderazgo claro del Estado
a través de su Viceministerio de
Telecomunicaciones, que debiera
convertirse en Ministerio de Tecnología
de la Información por la dimensión y el
limitado tiempo para realizar la tarea, y
su adecuación una vez alcanzados los
cambios tecnológicos por venir.
- La toma de conciencia de que este
esfuerzo requiere una fuerte inversión
que proviene del sector privado, la
cual debe ser promovida mediante la
estabilidad jurídica de los contratos y el
mantenimiento de las reglas de juego
en la renovación de concesiones, el
cambio en los paradigmas regulatorios
mediante la simplificación y eliminación
de medidas regulatorias desarrolladas
para modelos obsoletos de acceso y
tecnologías.
- La asignación del espectro —recurso
escaso— de forma competitiva
y con igualdad de oportunidades
para maximizar su uso en beneficio
de los usuarios. Debe priorizarse
la conectividad en vez del afán
recaudatorio.
- Facilitar el despliegue de la
infraestructura
necesaria
para
masificar la cobertura y la calidad de
las telecomunicaciones eliminando
las barreras municipales a través de
un único protocolo. También debe
promoverse la compartición de la
infraestructura en beneficio de los
usuarios en términos de reciprocidad.
- Las entidades públicas deben
digitalizar los servicios a los
ciudadanos.
- Las empresas privadas tienen
que adecuar sus servicios en forma
digital, especialmente los servicios
de posventa y reclamos. Ahí el rol
de los reguladores y el Indecopi es
fundamental para brindar el marco
regulatorio que promueva el uso de
medios digitales.
- El currículo escolar debe incorporar
cursos de tecnología, innovación y uso
de computadoras, en especial en al
área rural y amazónica.
- Promover el financiamiento de APP
móviles por parte del Estado y la
empresa privada.
Para desarrollar las actividades
anteriores se propone establecer
una agenda público-privada, con la
participación de todos los actores
(Viceministerio de Telecomunicaciones,
Osiptel,
empresas
operadoras,
asociaciones
de
usuarios,
universidades y expertos) teniendo
en cuenta que resulta fundamental
la confianza y la velocidad porque el
futuro se nos adelantó.
46
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
La Sunat también está
en camino hacia un
mundo virtual
Por Nathalie Ninuma, Gerente Senior de Tax Services en EY.
A raíz de la coyuntura de la COVID-19, así como de las medidas de
aislamiento social obligatorio y cuidado de la salud, las empresas se han
visto en la necesidad de ir adaptándose a un mundo virtual (home office,
reuniones virtuales, etc.).
Sin embargo, no solo el sector privado
se ha visto en esta necesidad a fin
de garantizar la continuidad de los
negocios, sino que también está siendo
un reto para el sector público adaptarse
a esta “nueva normalidad” para dar
cumplimiento a los fines que tiene cada
entidad gubernamental.
La administración tributaria peruana
(Sunat) no es la excepción y, si bien
esta entidad ya estaba virando hacia
el mundo virtual desde hace algunos
años, este camino sin duda se ha visto
acelerado por la coyuntura actual.
En efecto, dicha entidad ya se encontraba
incorporando herramientas virtuales que
—si bien pueden representar facilidades
para los contribuyentes—, principalmente,
permiten agilizar sus labores de revisión
de información y, por tanto, recaudación,
tales como las siguientes:
• La creación de Sunat Operaciones en
Línea, que permite a los contribuyentes
realizar diversos trámites a través de
la página web de dicha institución,
sin la necesidad de realizar trámites
presenciales, como la presentación
de declaraciones de impuestos,
modificaciones de información en el
Registro Único de Contribuyentes
(RUC), ciertas solicitudes, entre otros.
• Obligación progresiva de la emisión
de comprobantes de pago, guías
de remisión y libros y registros
contables/tributarios electrónicos, para
reemplazar la emisión y custodia física
de dichos documentos.
• Establecimiento de procedimientos de
fiscalizaciones, cruces de información
y cobranzas coactivas electrónicas
a través de la implementación del
expediente virtual, para reemplazar el
envío y la revisión de documentación
de forma física.
Ahora bien, en la coyuntura actual,
la Sunat ha debido solucionar
también con prontitud el problema del
impedimento de operar físicamente
y, por ende, ver paralizados los
trámites que corresponde realizar a los
contribuyentes.
Por esta razón, dicha entidad ha
creado recientemente la Mesa de
Partes Virtual, que está permitiendo
a los contribuyentes realizar trámites
que con anterioridad únicamente se
podían llevar a cabo de forma física
(salvo algunas excepciones, como
aquellos procedimientos en los que
existe la obligatoriedad de presentar
documentos en versión original).
Y esto es importante porque, por
ejemplo, estaba frenada la posibilidad
de presentar la mayor parte de
solicitudes de devolución de pagos
indebidos o en exceso por parte de
los contribuyentes, o de solicitar la
compensación de deudas tributarias,
lo que genera “caja” o evita salida de
“caja” para las empresas.
Es probable, además, que esta medida
de la Mesa de Partes Virtual se vuelva
permanente y su implementación
vaya afinándose (actualmente, existe
una limitación de cantidad y peso de
los archivos) y ampliándose para su
aplicación de manera general.
De igual forma, pese al levantamiento
paulatino del aislamiento social
obligatorio, en la práctica, los
funcionarios de la Sunat están
retomando sus labores de fiscalización,
pero requiriendo el envío de la
documentación (aun cuando ya se haya
puesto a disposición de forma física en
las oficinas del contribuyente) a través
de la Mesa de Partes Virtual.
De la mano con estas medidas, las
empresas también deberán irse
acostumbrando al uso de estos
medios virtuales en su interacción
con la Sunat y, para garantizar que se
siga cumpliendo con las obligaciones
tributarias, implementar medidas como
contar con programas informáticos
idóneos, generar y conservar su
información de manera digital, asegurar
el correcto y oportuno envío de la
información, revisar constantemente la
notificación electrónica de actos de la
Sunat, entre otros.
Un punto importante también es la
necesidad de implementar la firma
digital, lo cual va a resultar de obligatorio
cumplimiento a partir de este año para
la atención de los procedimientos
de fiscalización tributaria virtual. Un
incumplimiento implicará sanciones
pecuniarias y el riesgo que la
Sunat no tome como presentada la
documentación que no cuente con la
mencionada firma.
Estamos en un camino —que se ha
visto acelerado— hacia la digitalización
de los procesos y tanto el sector
privado como el público estamos en
él. Es importante que el sector público
garantice el buen funcionamiento de
sus plataformas para no afectar a los
contribuyentes. Y es importante que
las empresas, además de adaptarse
a ello, consideren que la Sunat va a
tener más facilidades, a través de los
programas informáticos, para detectar
inconsistencias en la información
electrónica que se le proporcione, por
lo que resulta relevante el anticiparse
haciendo uso también de herramientas
informáticas que permitan dichas
detecciones.
48
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
Desafíos de los procedimientos
administrativos electrónicos
Por Eduardo García-Godos, Presidente del Instituto de Facilitación del Comercio.
En ese sentido, el marco legal
pre-COVID permitía la progresiva
adecuación de los procedimientos
administrativos a un entorno digital,
mediante la regulación del expediente
y el domicilio electrónico, y los
medios de autenticación, así como la
interoperabilidad que constituye uno de
los desarrollos de mayor valor porque
aprovecha la información alojada en los
distintos repositorios públicos y valida
los datos. No obstante, quedaba aún
por afinar la regulación sobre la firma
electrónica.
La actual coyuntura hizo notoria la
importancia de la digitalización de
procedimientos para evitar los riesgos
contra la vida y la salud que se elevan
con la gestión presencial de estos
procedimientos, pero también se
convirtió en un recurso crítico para
la agilización de la tramitación de
permisos, comercio y movimiento de
bienes y servicios esenciales como
alimentos, productos farmacéuticos,
sanitarios y dispositivos médicos. Sin
embargo, la crisis sanitaria también ha
puesto en relieve la brecha que aún
persiste en las entidades que gestionan
procedimientos administrativos.
En el 2018, se emitió la Ley del Gobierno Digital (Decreto Legislativo
1412) como un hito para la migración de los procedimientos y servicios
del Estado hacia un entorno de este tipo. La norma tiene como finalidad
la mejora de la prestación y el acceso a servicios digitales en condiciones
idóneas que faciliten la transparencia y promuevan la colaboración entre
las entidades de la administración pública. Otras normas han terminado
de consolidar el marco para la mejora de los servicios públicos a través del
uso de recursos tecnológicos.
Una de las virtudes de un entorno digital
es la facilitación de la transparencia
mediante la rápida disponibilidad
y actualización de información.
Este medio permitió hacer ajustes
normativos urgentes derivados de
un ambiente inestable, pero también
trajo desorden dado que generó la
proliferación de fuentes y se indujo
a cambios sin mucha reflexión.
Asimismo, dejó evidencia del inventario
de procedimientos administrativos
que aún son soportados en el papel
y, desde luego, subsisten procesos
sin optimizar y desarticulados de otros
trámites vinculados (que conforman
una cadena de procedimientos). Pero
sobre todo fue notoria la precariedad
de la gestión documentaria interna de
las entidades, que se agravó incluso,
paradójicamente, con el trabajo remoto
de los funcionarios públicos.
El Gobierno puso en la mira estas
necesidades para acelerar el proceso
en marcha, y adoptó a la vez medidas
precisas a fin de mitigar los peligros
contra la salud pública. Una de las
normas más relevantes es el Decreto
Legislativo 1497, publicado el 10 de
mayo, que establece medidas para
promover y facilitar las condiciones que
contribuyan a reducir el impacto en la
economía peruana por la emergencia
sanitaria. Uno de los aspectos más
saltantes es el que trae la Octava
Disposición Complementaria Final,
que le otorga plazo hasta al 31 de
diciembre de 2020 a las entidades del
Poder Ejecutivo para que dispongan
la conversión de los procedimientos
administrativos —a iniciativa de parte y
servicios prestados en exclusividad— a
modos de atención no presenciales.
Este mandato se sustenta en la
necesidad impostergable de simplificar
los procedimientos y alcanzar una
mayor eficiencia. La exposición de
motivos del decreto legislativo resalta
el rol instrumental del procedimiento
administrativo electrónico como un
medio para agilizarlos.
Disponer la conversión de los
procedimientos a un entorno digital para
este año no implica necesariamente
que a esa fecha la totalidad se
encuentren finalmente digitalizados,
sino, más bien, que se debe iniciar este
proceso mediante una implementación
progresiva, que a nuestro entender
debe iniciarse antes de fin de año.
Ahora viene el reto de que las entidades
públicas lleven a cabo las actividades
conducentes a dicho fin, lo cual genera
una oportunidad de revisión de los
procedimientos para optimizarlos y
simplificarlos, incluso si ya han pasado
por un análisis de calidad regulatoria.
El último párrafo de dicha disposición
establece que la Presidencia del
Consejo de Ministros aprobará en un
plazo (ya vencido) no mayor a 10 días
hábiles a partir del día siguiente de la
publicación del decreto legislativo, los
lineamientos para la conversión de
procedimientos administrativos para
su atención mediante plataformas o
servicios digitales. Estimamos que
estos deben proveer las pautas que
materialicen la estrategia general en
los distintos frentes que convergen
en los procedimientos administrativos
digitales y, de ser el caso, proponer los
cambios en la Ley del Procedimiento
Administrativo General. Asimismo,
que se aproveche el momento para
racionalizar los trámites y optimizarlos,
bajo una óptica de gestión por procesos,
pero
que
además
estandarice
los procedimientos en modelos y
secuencias más sencillos, sin debilitar
el interés público que protejan.
Finalmente, el alcance tecnológico
debe atender la interoperabilidad
y precisar que es factible contar
con distintas modalidades de firma
electrónica, más allá de la digital, lo que
facilitará su adopción en forma masiva,
y aprovechar las bases de datos
generadas y disponibles para que las
entidades de control apliquen la gestión
de riesgos.
50
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
PANDEMIA Y ECONOMÍA
DIGITAL
Por Guillermo Vidalón, Comunicador social.
La COVID-19 está generando una revolución en
los sistemas de salud, así como en los grupos de
investigación conformados para lograr la vacuna
que inmunice a la humanidad. El intercambio de
información entre los miembros de la comunidad
científica internacional también está incorporando
otras formas de actuar de la mano con internet.
Mientras que antes existía solo una
tibia aproximación a las tecnologías
de la información, hoy resultan
imprescindibles. No hay ni habrá
marcha atrás, pues el pasado es
diametralmente opuesto a lo que
se está construyendo en medio
de la pandemia. Las relaciones
interpersonales,
las
expresiones
de afecto, las formas de trabajar
para generar ingresos destinados
a la subsistencia y calidad de vida
también se han transformado. Esta
nueva forma de hacer lo cotidiano
está imprimiendo un ritmo distinto a la
economía; por ejemplo, los sistemas
de salud exigen incorporar protocolos
sanitarios y mecanismos de seguridad
que van dejando de lado algo tan
característico de la economía como el
pago con efectivo.
la capacidad de decisión que tiene
para autorizar, denegar o sancionar
el inicio u operatividad de alguna
actividad económica. Por tanto, la
gobernanza electrónica se hace más
relevante tanto para el cumplimiento
de la función de supervisión como
para complementar y facilitar las
interrelaciones que establezcan los
ciudadanos.
Las
recomendaciones
sanitarias
señalan que el dinero puede
constituir un vehículo de transmisión
del coronavirus. En consecuencia,
los agentes económicos están
incentivando a los usuarios para
que migren hacia medios de pago
sustitutos. De esta forma, mediante el
uso de medios digitales, la economía
está alcanzando una mayor velocidad,
genera
ahorros
sustantivos
y
disminuye el riesgo de la criminalidad
(aunque esta también se está
sofisticando).
Pese a las ventajas de la economía
digital, esta aún debe afrontar
diversos
desafíos,
como
la
resistencia de algunos sectores de
la sociedad, debido principalmente
a la complejidad que los medios
electrónicos representan para grupos
etarios mayores, los cuales disponen
generalmente de mayores ingresos
económicos.
El primer paso lo dio “la moneda
plástica”, las tarjetas que contienen
información electrónica sobre las
capacidades de pago de quienes
la portan, pero, más adelante, el
internet llevó al sistema bancario
a las pantallas de los ordenadores
personales y luego a los celulares.
Estos dispositivos permiten acceder a
información financiera casi en tiempo
real.
Por otro lado, las instituciones
públicas iniciaron un progresivo
camino en el mismo sentido. El uso
del papel empezó a sustituirse y
los dispositivos electrónicos sirven
como contenedores de información
relevante a la cual se accede mediante
un pulsador, también electrónico.
La importancia del sector público en
la dinámica económica deviene de
Para países como el Perú, con
poblaciones
con
características
socioculturales y económicas muy
disímiles, asentadas en espacios
distantes de las grandes urbes,
no es posible que se pretenda
aplicar la gobernanza digital, pues
situaciones como la descrita generan
complejidades que dificultan la natural
expansión de una economía que,
de manera creciente, incorpora la
digitalización en todos sus procesos.
Un caso que concita la atención es la
decisión gubernamental de declinar el
uso de sistemas virtuales para llevar
a cabo las consultas previas en la
industria minera y de hidrocarburos.
Por un lado, existen representantes
de comunidades indígenas que
se oponen a la aplicación de
esta consulta como un medio de
participación ciudadana, pues señala
que la brecha digital dificulta que la
información proporcionada en estos
procesos esté al alcance de un mayor
número de personas. Sin embargo,
hay quienes argumentan que, al ser
la salud un bien superior, es mejor
aplicar la virtualidad para evitar riesgos
de contagio masivo de COVID-19 en
eventos presenciales, tal como se
encuentra previsto en la normatividad
aún vigente, concebida durante y para
la “antigua normalidad”.
Cómo establecer un equilibrio
adecuado entre los estándares
internacionales y las condiciones de
seguridad sanitaria para llevar a cabo
la denominada consulta previa, es algo
cuya inaplicabilidad resulta ser una
manera de eludir el desafío antes que
una manera certera de encarar una
situación que más temprano que tarde
demandará el uso de la virtualidad.
Particularmente porque la economía
nacional se sustenta, en gran medida,
en la industria extractiva.
Desde una perspectiva más urbanocontemporánea, los industriales han
solicitado la creación de un fondo
para adquirir máquinas textiles
digitalizadas con la finalidad de
financiar la incorporación de sistemas
electrónicos en la actividad productiva
vinculada a la exportación.
En conclusión, el Perú se orienta hacia
la digitalización de su economía, pero
a diferentes ritmos, según el escenario
en el que se encuentre.
52
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
PORTADA: ECONOMÍA DIGITAL
Promoviendo la participación
de las mipyme en el comercio
digital dentro de APEC
Por Sebastián Elías, Analista de Asuntos Corporativos de ComexPerú.
Las tecnologías digitales se han ido extendiendo por todo el mundo a un ritmo
más veloz que las anteriores olas de innovación tecnológica, lo que ha generado
una nueva transformación digital que está reestructurando los diversos
sectores económicos y haciéndolos más eficientes. En esta transformación
se incluye el surgimiento de la economía digital, la cual representó entre un
4.5% y un 15.5% del PBI global en 2019, según la Conferencia de las Naciones
Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés).
La aparición del factor digital dentro
de la economía ha permitido alentar
el cambio de flujo de los bienes
físicos a bienes intangibles como
datos e información, y ha logrado una
mejor interconexión entre diversas
economías. En la región AsiaPacífico se encuentran algunas de
las economías con mayor dinamismo
y crecimiento en comercio digital;
sin embargo, hay algunas que
presentan grandes brechas digitales
en infraestructura, lo cual podría
ocasionar que queden al margen de
este gran crecimiento.
Las deficiencias de la infraestructura
relacionado con lo digital ponen
en peligro a muchas economías
en desarrollo, debido a que estas
no logran alcanzar el ritmo de
este cambio, que promueve el
crecimiento y la innovación. Uno
de los beneficios que brinda el
crecimiento de la economía digital
es el ofrecer mayores oportunidades
para la participación de las micro,
pequeñas y medianas empresas
(mipymes), sector que representa
más del 97% de las empresas en la
región y más del 70% de todos los
empleos. No obstante, para brindar
estas oportunidades a las mipymes,
es fundamental tener conocimientos
sobre las regulaciones e incentivos
que presenta el comercio digital.
Con estos puntos como base, el
Foro Económico de Cooperación
de Asia-Pacífico (APEC, por sus
siglas en inglés), a través del Digital
Economy Steering Group (DESG) —
antes llamado Electronic Commerce
Steering Group (ECSG)—, publicó un
reporte en marzo de este año sobre
las regulaciones, políticas e iniciativas
en comercio electrónico y economía
digital para la participación de las
mipymes. El DESG busca promover
el desarrollo y uso del comercio
electrónico y las TIC (tecnologías de
la información y comunicación) en la
región APEC.
El
objetivo
del
reporte
es
proporcionar
información
sobre
las políticas, iniciativas y mejores
prácticas para alentar a las mipymes
a participar en el mercado regional
a través del comercio electrónico.
Esta información fue recopilada
luego de una amplia investigación y
entrevistas con funcionarios públicos
de economías desarrolladas. El
reporte representa una oportunidad
para que las economías en desarrollo
puedan observar cuáles han sido las
medidas de apoyo más efectivas para
las mipymes en temas de economía
digital.
En el caso del Perú, la economía
digital ha dado un gran salto durante
la pandemia, lo cual ha demostrado
que el uso de herramientas digitales
resulta indispensable para mantener
el flujo de bienes y servicios en la
economía. Esta mejora se puede
observar en la publicación del
Decreto de Urgencia 006-2020, el
cual dispuso la creación del Sistema
Nacional de Transformación Digital, y
el Decreto de Urgencia 007-2020, el
cual aprueba un marco de confianza
digital y dispone medidas para su
fortalecimiento. Estas normas tienen
como objetivo generar confianza en
los ciudadanos al interactuar con
los servicios digitales de entidades
públicas y el sector privado. En este
sentido, el reporte generado por el
DESG brinda información útil para
el fortalecimiento de la economía
digital, el dinamismo de la actividad
económica y nuevas oportunidades
para el desarrollo de las mipymes en
el mercado.
La economía digital se ha convertido
en un factor determinante para el
crecimiento y el desarrollo de los
países. A partir de esto se deben
seguir realizando esfuerzos que
generen un ambiente adecuado para
el desarrollo y la implementación de
herramientas digitales, y de esta
forma seguir trazando un camino
hacia la transformación digital.
54
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
forma sostenible. Pusimos a su disposición herramientas,
charlas y seminarios sobre manejo de estrés, comida
saludable, importancia de las pausas activas y desarrollo
de la actividad física, entre otros temas.
Entrevista a Luis Felipe Carrillo
¿CUÁL ES EL ROL DE LA TECNOLOGÍA PARA
ADPARTARSE A LA “NUEVA NORMALIDAD”?
Ante todos estos nuevos escenarios, una cosa quedó
clara. La importancia de la tecnología para facilitar y
habilitar el funcionamiento de nuestras operaciones en
la región ante la situación que se presentaba. Ya sea
para los cursos online, la posibilidad de comunicarnos
con todos nuestros colaboradores en la región de forma
simultánea, la no interrupción de nuestras operaciones,
todo esto fue posible gracias a la tecnología. Pero esto no
es todo. GE ha invertido durante años en la digitalización
de la industria, en la aplicación de más y más tecnología a
fin de hacer el equipamiento más confiable y optimizar las
operaciones de nuestros clientes.
Después de 120 días:
desafíos y oportunidades
que nos dejó la pandemia
Presidente & CEO Central Area of Latin America
(CALA) en General Electric (GE)
¿CÓMO IMPACTÓ LA COVID-19 A UNA
MULTINACIONAL COMO GE?
A lo largo de nuestra, carrera nos toca asumir retos
personales y profesionales. Con la llegada de la COVID-19,
no ha sido distinto. Esta situación nos ha puesto a todos
frente a una realidad que no habíamos vivido nunca, ni
en lo personal ni en lo profesional. Hemos tenido que
aprender a adaptarnos rápidamente a un nuevo estilo
de vida y modificar drásticamente nuestras rutinas para
proteger a nuestros seres queridos y a nosotros mismos.
En el ámbito laboral, el cambio fue muy rápido y drástico.
En el contexto en el que nos encontrábamos en GE, con
una acción revalorizada luego de un año de transformación
y reestructuración profunda, esta situación nos obligó a
repensar nuestra estrategia, nuestro modelo de negocio y
la definición de qué es ganar en cada una de las regiones
del mundo. Este fue el primer gran desafío.
Las industrias en las que operamos fueron definidas
como esenciales a lo largo de toda la región. Fuera de los
equipos que mantuvimos en campo —con las medidas de
prevención y seguridad necesarias— para dar servicio a
nuestros equipos médicos, a las plantas de generación de
energía, etc., el resto pasó a trabajar bajo una modalidad
100% virtual. Este cambio no fue particularmente
traumático para GE porque ya contábamos con procesos,
equipos e infraestructura para hacerlo, pero el trabajo
remoto no requiere únicamente de equipamiento técnico.
Este fue el segundo gran desafío que debimos enfrentar.
A medida que esta situación se extendía, otras variables
fueron entrando en juego. El balance vida-trabajo, al estar
ahora todos en casa, se vio seriamente alterado. Las
capacidades y habilidades para el trabajo en equipo se
vieron drásticamente modificadas. Por más que antes un
equipo de trabajo no estuviera todo el tiempo junto en un
mismo espacio físico, siempre se mantenían reuniones
presenciales, cierto relacionamiento uno a uno. La
contención de nuestros equipos pasó del día a la noche
a requerir otras habilidades que debíamos potenciar en
nuestros líderes. La identificación y el desarrollo de dichas
habilidades fue una prioridad para transitar por esta
situación.
Inmediatamente, el equipo de GE desarrolló una serie de
cursos online para apoyar a nuestros colaboradores en el
desarrollo y la adopción de nuevas formas de trabajar de
Nos preparamos para un nuevo cambio, un
regreso paulatino y escalonado, priorizando
siempre la seguridad de nuestros colaboradores
y preparándonos para capitalizar y poner en
práctica lo que aprendimos
En este contexto, la inversión jugó un rol fundamental.
Gracias a estas soluciones de monitoreo automatización
y digitalización a distancia hemos podido continuar dando
soporte y servicios a clientes a pesar de las restricciones
de movilidad. Hemos logrado continuar operando
exitosamente.
¿ALGUNA REFLEXIÓN FINAL?
A medida que la “nueva normalidad” se vaya instalando y
que un porcentaje de nuestros trabajadores regresen a las
oficinas, el desafío es continuar desarrollando soluciones,
estrategias y modelos de negocio rentables. Nos
preparamos para un nuevo cambio, un regreso paulatino y
escalonado, priorizando siempre la seguridad de nuestros
colaboradores y preparándonos para capitalizar y poner
en práctica lo que aprendimos
En esta nueva normalidad, nos sentimos seguros
y acompañados, sensaciones incomparables y
fundamentales para enfrentar cualquier contingencia.
56
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
Oportunidad en la
pandemia
Por Fernando Calmell del Solar, Presidente de Asociación de Emprendedores del Perú (ASEP).
En el Perú existen alrededor de 32 millones de habitantes, de los cuales
aproximadamente 17 millones conforman la población económicamente
activa (PEA) y, como sabemos todos, somos un país con una alta tasa de
informalidad empresarial y laboral (alrededor del 75% pre-COVID).
Éramos, y lo pongo en pasado por que
la pandemia ha cambiado todo, un país
donde existían más de 9 millones de
unidades productivas, y solo dentro del
espectro formal, antes de la pandemia,
este 25% de empresas formales estaba
compuesto por un 99.5% de micro y
pequeñas empresas, de las cuales, en
realidad, el 94.3% eran microempresas.
Sabíamos también que alrededor del
40% de la PEA eran autoempleados
que generaban 5 millones de puestos
de trabajo.
Si evaluamos la situación hoy en día,
en la que se estima que por lo menos
2 millones de peruanos han perdido su
empleo formal, y una cifra similar su
empleo informal, y en la que además
vemos que muchos autoempleados no
pueden trabajar, han quebrado y están
buscando desesperadamente otra
alternativa para poder llevar el pan a
sus familias, nos encontramos con que
la situación del país es realmente critica.
Nos queda claro a todos que todas
estas personas no se van a quedar
sentadas en sus casas esperando
empleo; por lo contrario, saldrán a la
calle a “buscársela” y lo harán de la
manera más precaria. Con ello, las
unidades productivas unipersonales de
subsistencia se multiplicarán y así la
informalidad crecerá.
El problema está en que durante
muchos años se ha intentado aplicar
distintos programas en favor de la
formalización, pero ninguna medida
ha
dado
realmente
resultados,
principalmente porque se basan en
teorías o en el comportamiento de las
grandes empresas (para bien o mal), sin
tomar en consideración la realidad de las
mypes. Si seguimos haciendo lo mismo,
como Estado y como empresas, revertir
este duro golpe para la economía será
casi imposible.
Queda claro que los empresarios,
de todos los tamaños, tenemos hoy
un importante rol que cumplir. Frenar
esta crisis de consumo y la creciente
informalidad recaerá en las capacidades
que tengamos de mirar hacia adentro y
de integrar a las empresas existentes
y las nuevas en una cadena de valor
que permita que el país, en lo posible y
sin caer en proteccionismos, se pueda
autoabastecer.
Y por ello, aunque no lo crean, se está
generando una excelente oportunidad
para el país, si podemos aprovecharla
en conjunto.
La crisis ha generado una migración de
las ciudades principales a ciudades más
chicas, se calcula hasta el momento que
son más de 1.5 millones de personas
(aún no hay cifras oficiales). Es esta
migración la gran oportunidad de revertir
en cierta manera el daño ocasionado por
la reforma agraria y el terrorismo, pero
lo más importante es que lleva consigo
algo muy importante: conocimientos y
educación.
Es ahora cuando debemos generar los
ecosistemas de desarrollo empresarial
adecuados para que todo este
capital humano prospere y se quede
haciendo empresa en estos nuevos
lugares, integrándose a las pirámides
productivas y a los mercados nacionales
e internacionales.
El gran problema de la mypes ha sido
siempre su muy baja productividad,
profesionalismo y eficiencia. Esto es
porque siempre se la ha visto por
igual, sin reconocer que, en cada
sector productivo, e inclusive en
cada subsector, la realidad de las
unidades productivas varía mucho en
cuanto a su organización empresarial,
capacidades operativas, estructura
interna, tipo de productos, temporalidad
de operaciones, periodicidad laboral y
rentabilidad.
Pero mientras el Estado ve la manera
de cumplir su rol, mientras esa visión
cambia, y después de verlo decide
actuar, pueden pasar muchos años
y no tenemos ese tiempo como país.
Empecemos nosotros desde nuestras
empresas a ver cómo podemos
integrarlos a una pirámide productiva de
valor que nos beneficie a todos, ya que
si invertimos en que los proveedores
mejoren se reducirán los costos de
producción, serán más eficientes y
generaran mejores productos, más
puestos de trabajo y, por ende, mayor
consumo.
Si queremos que las mypes
tengan la capacidad de mejorar y
alcanzar estándares nacionales e
internacionales, tenemos que dejar
de verlas como números, como una
cantera interminable de proveedores
que, cuando uno quiebra, aparece otro
de inmediato, y empezar a colaborar
con ellos en la transferencia de
tecnologías e información, incentivar su
asociatividad e invertir en su futuro, en
nuestro futuro como país.
Al integrar esta información y educación
que va de la ciudad al campo con
oportunidades de mercado, con los
incentivos correctos y la transmisión
de
conocimientos,
permitiéndoles
endeudarse a tasas que les permitan
reinvertir en tecnología y generar
innovación, lograremos que esta
pandemia se convierta en algo muy
productivo para todos los peruanos y
será el inicio del tan esperado despegue
que permita al país (y no solo a Lima)
salir adelante y seguir creciendo en el
mundo.
58
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
Viejo, mi querido viejo. El
compromiso con nuestros
adultos mayores debe
fortalecerse
Por José Ignacio Beteta, Director ejecutivo de la Asociación de Contribuyentes.
a enfermedades crónicas, pero los
primeros 100 días del estado de
emergencia fueron muy duros para
nuestra población de mayor edad.
Además, casi la mitad de ellos no
tiene ningún tipo de pensión. Según
datos del Midis y la Enaho, el 38.6%
recibe una pensión del sistema
público o privado, y el 14.6% accede
al programa Pensión 65. Por lo tanto,
nuestros viejos no tienen cómo cubrir
sus necesidades básicas y, por tanto,
deben salir a trabajar y buscarse la
vida, o dependen de otros, lo cual
eleva sus probabilidades de contagio.
Finalmente, y este es el dato más
duro, el 50% de nuestros sabios y
sabias vive solo. Y si las estadísticas
se cruzaran, probablemente muchos
dentro de ese porcentaje no cuentan
con una refrigeradora y de todas
formas deben salir a comprar o
recoger su comida.
Hace algunas semanas, el grupo de trabajo de
protección social promovido por IPAE elaboró una
hoja de ruta titulada “Estrategia para proteger al adulto
mayor en época de COVID-19”. El documento, claro,
conciso y validado por expertos, arranca con un dato
estremecedor: 7 de cada 10 personas que fallecen por
este nuevo coronavirus son mayores de 60 años.
La alta tasa de mortalidad en esta
población se debe a diversas razones,
algunas obvias, otras no. En el Perú,
3 de cada 4 adultos mayores padece
alguna enfermedad crónica y, por lo
tanto, es más vulnerable al impacto
de la COVID-19, o requiere de una
atención especializada que el sistema
estatal de salud hoy no puede brindar
adecuadamente. Recién se vienen
normalizando algunas atenciones
En una sociedad cada vez más
consumista, desconectada de la
realidad, algo frívola por momentos, no
solo la muerte se ha convertido en un
tema tabú. La vejez también. Algunos
estudios demostraban que hace poco,
en Inglaterra, por ejemplo, 8 de cada
10 ancianos no hablaba con ningún
otro ser humano durante meses… Los
estamos olvidando. Pero hoy, cuando
su situación se vuelve muchísimo más
vulnerable, eso no puede ocurrir.
¿Qué hacer? Según la hoja de ruta
promovida por IPAE, la tecnología
tiene mucho que aportar directa e
indirectamente para atender mejor a
esta población.
Lo primero que se deber hacer
es mejorar el padrón de adultos
mayores, lo que podría realizarse
Población con algún problema de salud crónico enero-marzo 2018,
según sexo y área de residencia (%)
82.6
Nacional
69.9
84.9
Lima Metropolitana
67.3
82.1
Resto Urbano
72.9
80.2
Área Rural
67.2
0
20
40
Mujer
60
80
100
Hombre
Resto Urbano: No incluye Lima Metropolitana.
Fuente: INEI.
en una plataforma integrada para
los ministerios que tienen alguna
competencia en el tema. Esta mejora
en el registro permitiría mejorar los
canales de entrega de sus pensiones
y evaluar la creación de un bono
excepcional en este tiempo para
aquellos que no tienen pensión ni
ingresos.
Por otro lado, para María Alejandra
Campos, quien lideró el análisis, es
vital ampliar el monitoreo telefónico del
Midis para acompañarlos, atenderlos
e identificar casos de COVID-19 en
el momento oportuno, lo cual les dará
más oportunidades de salvarse.
Finalmente, las redes sociales,
Whatsapp y la creación de aplicativos
ad hoc podría servir para generar un
movimiento de voluntarios jóvenes
que se dediquen a comprar y entregar
alimentos a aquellos adultos mayores
que viven solos, perdieron su familia o
no tienen a quién acudir sin poner en
riesgo su salud. Promover estas redes
comunitarias es algo que reflejaría
el espíritu solidario, generoso y
desprendido que los peruanos
tenemos, aunque a veces un poco
escondido.
Finalmente,
ante
las
noticias
esperanzadoras de vacunas que
avanzan en sus diversas fases de
prueba, el Estado debe planificar con
anticipación —ya mismo— el proceso
de vacunación de adultos mayores
dándoles prioridad a aquellos que son
más vulnerables. Tenemos el tiempo
y los recursos; esta vez no podemos
fallar. Recordemos que uno de cada
cuatro hogares peruanos aún tiene a
un adulto mayor como jefe de familia.
A nuestros adultos mayores hay que
ponerlos en el centro del debate
nuevamente. Tenemos que visibilizar
su situación difícil, muchas veces
solitaria o de abandono. Debemos
devolverles lo que nos dieron:
esfuerzo, solidaridad, compromiso,
tiempo. Sin ellos, no seríamos lo que
somos.
60
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
Construir relaciones
laborales de confianza en
tiempos de la COVID-19
Por María Inés O’Donnell, Socia de Remezzano Capital Partners.
Son un mal conocido las catástrofes
que ha desatado la llegada de
la COVID-19 a nuestras vidas.
Repentinamente,
todos
nos
encontrabamos
en
inestabilidad
laboral e incertidumbre financiera como
nuestras principales preocupaciones.
Sin embargo, psicólogos vocacionales
han confirmado que los trabajos
son mucho más que un salario a fin
de mes y que nuestra salud mental
está ligada al sentido de pertenencia
y conexión a un equipo. De esta
manera, aún las personas afortunadas
que han logrado seguir sobre la rueda
y continuar sus trabajos en remoto
han experimentado en muchas
ocasiones un deterioramiento de las
relaciones con su equipo de trabajo a
cualquier nivel. Acostumbrados a los
after office de vez en vez, a las charlas
extralaborales durante los almuerzos
diarios y a esa convivencia que
permitía generar lazos de confianza
con nuestro entorno, nos hemos visto
reducidos a una pantalla digital. De la
noche a la mañana, sin mayor aviso,
comenzó la era “zoomconomics”,
donde desde un directorio hasta un
matrimonio o baby shower podía ser
celebrado.
Pero ¿qué ganamos y qué perdemos
con esta practicidad para llevar las
reuniones? Ha quedado claro que para
muchos trabajos ya no es necesario ir
a la oficina. ¿Por qué pagar US$ 20
de alquiler por metro cuadrado en
una oficina si es una actividad que se
puede realizar desde cualquier lugar?
Ganamos en eficiencia, pues muy
probablemente la nueva normalidad
significará una reducción en el negocio
de alquiler de oficina de al menos el
20%.
Sin embargo, ¿es lo mismo haber
celebrado mi cumpleaños vía Zoom?
¿Es lo mismo no ver a mi equipo de
trabajo desde hace 5 meses? ¿Es lo
mismo conseguir un nuevo cliente por
vía digital 100%?
Estamos debilitando esas relaciones
de confianza y perdiendo los beneficios
de una comunicación en vivo. Esta
permite interpretar mejor el lenguaje
gestual, nos da el espacio para hablar
más con el corazón que con la mente y
nos permite disfrutar la espontaneidad
de nuestros compañeros. Además,
nos brinda espacios para relajarnos,
establecer una conversación amena y
construir puentes de confianza desde
cero.
¿Cómo recuperar lo que hemos
perdido? Las agendas hoy se llenan
de llamadas cortas y efectivas, pero no
hay un espacio destinado a preguntar
a nuestros colegas de trabajo sobre lo
cotidiano o profundizar un poco acerca
de las emociones.
Esta realidad nos lleva a la siguiente
pregunta: ¿hemos perdido el interés
genuino en las personas con las que
nos relacionamos? ¿Era un simple
interés que surgía al estar en contacto
físico con ellas? Personalmente, creo
que es fundamental el contacto humano
con cierta periodicidad. Conversar
con un taxista sobre el partido de
Alianza Lima del fin de semana o
tener espacios de coaching con mis
colegas de trabajo es enriquecedor. Si
bien esta nueva modalidad nos pone
nuevas barreras, está en cada uno
encontrar las maneras para seguir
construyendo relaciones. Al iniciar la
pandemia, tuve que pasar por algunas
llamadas telefónicas para cambiar
pasajes que no tengo certeza cuándo
podré usar, y me topé con Dominik,
un joven húngaro que trabajaba en
el call center de una aerolínea árabe.
El joven estudiaba español y hablaba
inglés perfectamente, por lo que me
pudo contar la situación de su país y
practicar con mucho entusiasmo su
español, además de hacer un eficiente
trabajo con mi solicitud. Sin darme
cuenta, naturalmente, la necesidad de
comunicarme más allá de lo mínimo
indispensable salía a flote.
Por ello, es fundamental dedicar
espacios de nuestra apretada agenda
a conversar sin apuros con nuestro
equipo. La nueva normalidad nos
exige restringir el contacto, pero eso
no quiere decir que solo hablemos en
remoto lo justo y necesario. Podemos
hablar sin apuro, con el corazón, y
empatizar con la gente. No olvidemos
que las relaciones de confianza
sólidas generan abundancia para la
comunidad.
62
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
En las ZED se ofrecen incentivos
a las empresas que se localizan
dentro
de
ellas,
los
cuales,
generalmente, se refieren a temas
tributarios, como exoneración de
impuestos, procedimientos aduaneros
simplificados, entre otros.
Las ZED se pueden encontrar bajo
distintos nombres en el mundo:
zonas francas, zonas económicas
especiales, zonas de procesamiento
de exportaciones, zonas francas
uniempresariales, puertos libres, entre
otros.
Las zonas especiales de
desarrollo como instrumento
para la atracción de inversión
extranjera directa
Por Óscar Vásquez, Abogado y consultor en comercio exterior y aduanas.
Las zonas especiales de desarrollo (ZED) son áreas geográficas delimitadas
donde se establecen reglas de negocio diferentes, con facilidades y beneficios
distintos a los que prevalecen en el resto del territorio nacional. La importancia
de estas zonas radica en la atracción de inversión extranjera directa (IED),
relacionada con cuatro variables de inversión: demanda, recursos humanos,
tributación y acceso a infraestructura logística.
Asimismo, tienen como un elemento
fundamental la conectividad logística y
los encadenamientos productivos que
se pueden generar dentro o fuera de
ellas, a fin de ofrecer a los inversionistas
un entorno favorable para el desarrollo
de sus negocios, en particular para la
exportación, por lo que priorizan las
estructuras portuarias y los servicios a
la carga.
En el Perú, las primeras zonas
francas se crearon en 1989, con el
nombre de Centros de Exportación,
Transformación,
Industria,
Comercialización y Servicios (Ceticos),
en Ilo, Matarani, Paita y Tacna. Tiempo
después, se aprobó la ley de creación
del Ceticos Tumbes y, posteriormente,
la del Ceticos Loreto, aunque no se
han dispuesto todavía las normas
necesarias para su ejecución. Luego,
a través de la Ley 27688, se declaró
de interés nacional el desarrollo de la
Zofratacna, y en 2006, el Gobierno creó
la Zona Económica Especial de Puno
(Zeedepuno).
Finalmente, mediante la reciente Ley
30446, se ha declarado que los Ceticos
pasan a denominarse ZED, y se declara
de interés nacional su funcionamiento,
con el objeto de promover la estabilidad
de las inversiones, fomentar el empleo,
contribuir al desarrollo socioeconómico
sostenible y promover la competitividad
y la innovación en las regiones donde
se ubican.
ahuyenta mayores inversiones y se
evidencia en la nula participación de
fábricas transnacionales importantes.
Con el tiempo, los regímenes de las
ZED se han vuelto similares desde
una perspectiva legal y administrativa,
puesto que todas tienen como objetivo
mejorar el desarrollo socioeconómico
de las regiones donde se encuentran,
pero a la fecha tienen un escaso
impacto en la producción nacional o la
diversificación productiva.
Asimismo, las zonas francas peruanas
se manejan con una lista cerrada
de actividades. En ellas se pueden
desarrollar actividades industriales
de maquila, logística, reparación
y mantenimiento de mercancías,
telecomunicaciones, tecnologías de la
información, investigación y desarrollo
científico y tecnológico, por ejemplo. Y,
aunque por decreto supremo refrendado
por los ministerios de Economía y
Finanzas, Comercio Exterior y Turismo,
y de la Producción, se pueden incluir
otras actividades, consideramos más
conveniente crear un listado negativo
de actividades, debido al riesgo de dejar
de lado actividades accesorias que
sean necesarias para las actividades
principales.
Un problema en su desarrollo es que
se han diseñado como un instrumento
de desarrollo zonal sin enfocarse en
su importancia como un instrumento
de atracción de IED para el país.
En consecuencia, se encuentran
localizadas en los polos del país donde
no hay demanda, recursos humanos
suficientes ni acceso a infraestructura
logística.
Tampoco hay un estudio sobre el
desarrollo de las zonas francas en el Perú
que incluya un análisis de la potencial
demanda de expresas extranjeras. No
obstante, consideramos, a priori, que la
deslocalización sería lo más eficiente,
para lo cual debe cambiar el requisito
de ubicación por el de montos de
inversión mínimos, a fin de otorgarles
mayor flexibilidad y atractivo.
Por otro lado, si bien el desarrollo de
las actividades autorizadas en las
ZED está expresamente exonerado
del impuesto a la renta, el IGV, el ISC
y el IPM, así como de cualquier otro
tributo, tanto del Gobierno central como
de los Gobiernos regionales y locales
(excepto las aportaciones a EsSalud
y las tasas), tenemos que la Sunat
controla excesivamente los beneficios
tributarios para los usuarios. Por ello,
también es necesario establecer
protección política frente a la Sunat
que, ante las deficiencias formales,
carga contra el inversionista, lo que
Finalmente, también se requiere la
creación de una autoridad para la
promoción de IED, encargada de
buscar inversionistas y de negociar
y firmar acuerdos para su desarrollo
y localización, con el fin de ayudar al
diseño y la explotación de nuestras
ZED, incluyendo la formación de APP
para el desarrollo de infraestructura
logística.
64
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
suponen un importante componente
de automatización. Esto es, generar
procesos que prescindan del todo,
o casi del todo, del factor humano,
y dejen a cargo de máquinas y
algoritmos el análisis de la data
disponible de acuerdo con factores de
riesgo previamente establecidos. Bajo
estos parámetros, la participación del
factor humano debería limitarse al
estrictamente indispensable para que
el mecanismo funcione.
La “nueva normalidad” y
el comercio exterior
Por Julio Guadalupe, Socio de Rodrigo, Elías & Medrano.
La falta de contacto físico entre seres humanos que impone la COVID-19 ha
originado la transformación de comportamientos que impactan todos los
ámbitos de los negocios incluyendo, por cierto, las operaciones de comercio
exterior. Teletrabajo y digitalización son conceptos a los que ya nos venimos
acostumbrando y lo tendremos que seguir haciendo. Estamos, sin duda, ante
cambios estructurales que llegaron para quedarse y que distan mucho de ser
solo temas pasajeros o de coyuntura.
Estos cambios, y la necesidad
sanitaria subyacente, han agilizado
algunos procesos que ya se venían
experimentando y materializando en
el Perú, quizás en algunos ámbitos
más que en otros.
En materia de digitalización de las
operaciones de comercio exterior,
por ejemplo, las iniciativas que se
venían gestando encontraban cabida
en un marco legal que ya había sido
establecido sobre Gobierno digital,
pero que requería ser aterrizado de
manera transversal en las entidades
sectoriales con competencia en
el control y supervisión de estas
operaciones, por lo que resultan
importantes los avances en el caso
de la VUCE y los procedimientos
aduaneros.
DIGITALIZACIÓN Y
AUTOMATIZACIÓN
Las necesidades de digitalización de
las operaciones de comercio exterior
y los procedimientos aduaneros
Normativa reciente, como el Decreto
Legislativo 1492, impulsa de manera
importante la digitalización de los
procesos relacionados con las
operaciones de comercio exterior
tanto a nivel del sector público
(generación o potenciación de
plataformas electrónicas, así como de
mecanismos de seguridad y validación
de data e información) como a
nivel del sector privado (generación
o potenciación de mecanismos
electrónicos en los diferentes niveles
de la cadena logística internacional e
interconectividad de sus eslabones).
relacionamiento entre las entidades
sectoriales competentes, o entre
dichas entidades y los actores de las
operaciones de comercio exterior,
como entre estos actores entre sí.
De esta manera, será necesario
desarrollar nuevos estudios en
el marco de la competitividad del
comercio exterior que consideren
esta nueva realidad, la cual se aleja
bastante de aquella considerada para
el informe del Banco Mundial del 2016
(cuyos resultados aún se muestran
como vigentes) respecto de costos
evitables por contenedor exportado
en un margen aproximado de US$
300. Esto habría originado que en
2019 se generaran costos evitables
(sobrecostos) en las operaciones de
exportación por un total de US$ 650
millones.
Esto, bajo la supervisión del Mincetur
como entidad competente para vigilar
el cumplimiento de las disposiciones,
las
cuales
buscan,
como
mencionamos, acelerar los procesos
de automatización, interoperatividad,
estandarización de procesos y
trámites, así como el empleo de
documentos digitales o digitalizados.
Por tanto, genera preocupación la
brecha digital aún presente en el
Perú. De acuerdo con un informe de
la Defensoría del Pueblo, de abril del
presente año, aproximadamente el
52% de la población no cuenta con
acceso a internet, problema no menor
y que produce dudas y preocupación
sobre el futuro del necesario proceso
de digitalización. A esto cabe añadir
los niveles todavía bastante bajos de
velocidad de internet que, a la fecha,
son reportados y que pasan por un
nivel garantizado de solo el 40% de la
velocidad.
COMPETITIVIDAD Y NUEVOS
SOBRECOSTOS
Se comenta que uno de los grandes
retos de la migración hacia la
digitalización estará relacionado no
solo con detectar y evitar “sobrecostos
tradicionales”, sino aquellos “nuevos
sobrecostos” que surjan, o puedan
surgir, de la implementación o
potenciación
de
una
“cadena
logística digital”, tanto a nivel del
CAMBIO EN LA MATRIZ DE
RIESGO
Se esperarían también cambios en la
matriz de riesgo de las operaciones de
comercio exterior con impactos en los
despachos aduaneros (asignación de
canales de control) de ingreso y salida
del país, impulsados fuertemente por el
componente sanitario y materializados
por el uso de mecanismos alternativos
al reconocimiento físico tradicional,
lo que implicaría emplear sistemas
de control remotos e, incluso, de
inteligencia artificial.
Se prevé también que el componente
sanitario forme parte importante de
los programas OEA, tanto a nivel de
la seguridad como del cumplimiento
normativo, con el impacto que se
estima tenga esto en lo que se refiere
a la suscripción o actualización de los
acuerdos de reconocimiento mutuo,
uno de los beneficios más atractivos
para los exportadores OEA.
DESGLOBALIZACIÓN
Un tema también interesante estriba
en el proceso de “desglobalización”
que venía experimentando el mundo
y que se ha intensificado debido a
la COVID-19, que pasa por hacer
frente a un contexto mundial en el
cual las cadenas de suministro han
sido quebradas de modo abrupto por
el cierre de las fronteras nacionales
y en el que las medidas restrictivas
al comercio que han venido siendo
implementadas podrían despertar
en los Gobiernos ciertos afanes
proteccionistas.
Todo esto, en un nuevo panorama
internacional en el que se prevé una
posible transición hacia la generación
de cadenas regionales de valor, la
reformulación y la diversificación de
fuentes de suministro en un entorno de
“cadena digital”, y el replanteamiento
de reglas de origen a fin de considerar
un entorno inédito que ningún tratado
de libre comercio pudo anticipar.
66
COMEXPERU
NEGOCIOS
INTERNACIONALES
NOTAS & DATOS
NOTAS & DATOS
COMEXPERÚ Y COCA-COLA CONTRA LA COVID-19
En el marco de la pandemia, queda claro que es necesario
unir fuerzas para poder mitigar los efectos producidos por
la COVID-19. Por ello, desde el sector privado, la Sociedad
de Comercio Exterior (ComexPerú) y Coca-Cola Perú se
aliaron con el fin de reforzar el equipamiento del Hospital de
Emergencias de Villa El Salvador. Como resultado, se pudo
dotar a dicho hospital con 10 camas UCI y 8 monitores de seis
parámetros. Así, con la colaboración de ComexPerú y CocaCola se ha logrado ampliar la capacidad hospitalaria en este
establecimiento público de salud. Esta acción es, sin duda,
una muestra de la importancia de la iniciativa empresarial
para fortalecer diversos sectores.
CENCOSUD CONTRIBUYE A LA LUCHA CONTRA EL HAMBRE
La cadena minorista Cencosud presenta la campaña “Puntos sobre la
mesa”, junto a Bonus y el Banco de Alimentos del Perú, organización
con la que colaboran desde hace cuatro años. Mediante esta campaña,
32 puntos bonus significarán un día completo de alimentación para un
niño. Esta será realizada durante todo el mes de agosto y busca otorgar
más de 650,000 raciones de comida a los niños de escasos recursos
del país, quienes se ven más expuestos al hambre y la malnutrición
durante la crisis.
INRETAIL PHARMA ENTREGA DOS
PLANTAS DE OXÍGENO AL HOSPITAL
CAYETANO HEREDIA
La cadena de farmacias más grande del país donó al Hospital
Cayetano Heredia, que alberga a los pacientes con los diagnósticos
más graves de COVID-19 de Lima Norte, equipos de protección
y dos plantas generadoras de oxígeno para proveer a 40 camas
UCI. Cada una de las plantas producirá lo equivalente a entregar 57
cilindros diarios de oxígeno de 10 m³, lo cual permitirá salvar la vida
de cientos de pacientes y un ahorro de más de un millón de soles al
año en la compra de oxígeno.
SCOTIABANK DONA EQUIPOS DE
PROTECCIÓN A CENTROS DE SALUD
Debido a la escasez de equipos de protección en Piura, la
empresa realizó una importante donación de equipos de
protección personal destinados a la Dirección Regional de
Salud (Diresa) de dicha region. Para ello, estableció una
alianza con la ONG Plan Internacional, la cual se encargó
de gestionar la entrega. De esta manera, se otorgaron
2,028 máscaras y 390 mamelucos, los cuales beneficiaron
a 23 instituciones prestadoras de servicios de salud
(IPRESS) y a la estrategia de Salud Sexual y Reproductiva
de las direcciones subregionales de salud de Sechura,
Huancabamba y Luciano Castillo Colonna.
ALICORP ENTREGA “PAN SOLIDARIO”
Como parte de su programa #AyudaAlQueAyuda, la
empresa Alicorp entregó 15 toneladas de pan al Minsa
para que sea repartido entre su personal. El llamado “pan
solidario” es un pan rectangular de 80 gramos del que
se han producido 200,000 raciones. La hazaña requirió
que Alicorp adaptara su planta de producción de panes
precocidos y destinara un turno en la línea de producción.
La acción es otra muestra del compromiso de Alicorp por
apoyar al personal que se encuentra en la primera línea de
atención en el contexto de emergencia nacional.
CLÍNICA INTERNACIONAL
PROTEGE A ALBERGADOS
DE LA CASA DE TODOS
En busca de prevenir enfermedades
respiratorias y reducir los casos de neumonía
debido a las bajas temperaturas, la Clínica
Internacional realizó una campaña de
vacunación contra la influenza y realizó
pruebas rápidas de COVID-19 a las personas
acogidas en el albergue temporal, con lo que
se logró proteger la salud de los albergados
y el personal médico asistencial. La actividad
se llevó a cabo gracias a la donación de 150
vacunas contra la influenza y 150 pruebas
rápidas, las cuales quedan a disposición del
albergue para que sean usadas cuando sea
necesario.
ADP DARÁ BUENA PRO PARA EJECUCIÓN
DE OBRAS EN PIURA
Aeropuertos del Perú S. A., en su calidad de concesionario, será
la encargada de dar la buena pro para el inicio de las obras en el
aeropuerto Capitán FAP Guillermo Concha Iberico, de Piura. Las
obras incluyen la rehabilitación de los pavimentos del sistema de
pistas y del sistema de drenaje integral. Asimismo, se rehabilitará las
luces de balizaje, área importante para el despegue y el aterrizaje.
El MTC dio a conocer, por medio de un comunicado que el proyecto
requerirá de una inversión de más de S/ 152 millones.
- Servicios de contabilidad e impuestos
- Servicio de procesamiento de nómina