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¿QUE IDENTIDAD? EN UNA ZONA DIVERSIFICADA POR EL AMBIENTE NATURAL, LO CONSTRUIDO, Y LO HUMANO. Felipe Aguilar M. La Región de Los Lagos en una división política-administrativa de Chile que desde su nacimiento en 1970, a través de la CORFO y la ODEPLAN, que se ha creado con el fin de focalizar la ayudas sociales y aglutinar poblaciones en torno a factores comunes, y así romperá con las dinámicas centralistas que poseía Chile en lo político, económico y social. No obstante, el tránsito de esta nueva organización, ha traído consigo, desde la percepción de los habitantes, ciertos inconvenientes tanto para sus habitantes como para los gobiernos, lo que se evidencia en un sentimiento de exclusión y abandono. En esta región, que no es ajena a los cambios propios del dinamismo de cualquier emplazamiento urbano, convergen una diversidad de flora y fauna, y a la vez, una diversidad de personas provenientes no solo de causas endógenas sino que también de procesos de colonización e inmigración, sin mencionar que los momentos de ocupación no fue igual para todo lo que hoy concebimos como región. Pareciese ser a nuestros ojos, que nuestra región es homogénea e inalterable al tiempo, sin embargo esto no es así, ya que es innegable que las tradiciones que presentan los colonos alemanes, los franceses, los mal llamados “turcos” que verdaderamente son árabes, los chilenos y mapuches son diversas entre sí, y autóctonas. Desde Osorno hasta Palena, pasando por Chiloé, la decima región presenta tres focos que dan cuenta a simple vista de formas distintas de emplazamientos urbanos (arquitectura, actividades económicas, etc.) y modos de vida (cosmovisión, relación con el medio, división social y económica del trabajo), ellos son Osorno, la cuenca del Lago Llanquihue y Chiloé. Además, también, se presenta una diversidad en desde el punto de vista geográfico, tanto es su morfología y clima, como en los recursos que ofrece; los que condicionaron y condicionan en buena parte la vida cotidiana. En relación a lo anterior, y entendiendo que las dinámicas políticas-económicas globalizadoras son transversales a la sociedad mundial del siglo XXI y que las culturas pareciesen volver a ser clasificadas en lo moderno y lo retrasado, es válido preguntarse entonces ¿Cómo es la identidad actual de la decima región de los Lagos? ¿Existe una que sea el reflejo de todos los habitantes de y que transite hacia la modernidad?. Como ya se ha mencionado la presente región se caracteriza por diversidad del medio natural, ya sea en la flora, fauna, hidrografía, etc.; e incluso en las dinámicas de la población. Continuación se presenta una pequeña caracterización de la región, que tiene por objetivo comprender el medio que da soporte a esta o estas identidades de la región. En particular la Región de Los Lagos se extiende entre los paralelos 40°13’ y el 44°3’ de latitud Sur y entre las coordenadas 74°49’ a 71°34’ de Longitud W, abarcando desde el Océano Pacífico hasta la Cordillera de los Andes. Comprende 48.584,5 Km2 de superficie, que administrativamente se distribuyen en cuatro Provincias: Osorno (19% superficie), Llanquihue (30,6%), Chiloé (18,9%) y Palena con el 31,5%. PROVINCIAS Osorno Llanquihue Chiloé Palena Los Lagos tiene 716.739 habitantes, los cuales corresponden a un 4,7% de la población nacional, distribuidos en sus cuatro Provincias en los siguientes porcentajes: Llanquihue con un 44,9%, Chiloé con un 21,6%, Osorno con un 30,9% y Palena un 2,6%. Gobierno de los Lagos2013 [en línea] [fecha de consulta: 19 julio 2013] Disponible en: http://www.goreloslagos.cl/region_lagos/antecedentes_region.html En su relieve, es posible distinguir dos grandes sectores, separados por el Canal de Chacao. El sector norte, que corresponde a las provincias de Osorno y Llanquihue, se caracteriza por el predominio de la depresión intermedia, ubicada entre la Cordillera de la Costa y Cordillera de los Andes. Mientras que el sector sur, dicha depresión se encuentra sumergida en el mar, dando origen a gran cantidad de islas y canales que dan forma al denominado Archipiélago de Chiloé (lomas suaves y geografía accidentada). A su vez, Palena, la más austral de las Provincias de la Región, está conformada básicamente por la Cordillera de los Andes. El clima es templado lluvioso, las temperaturas varían en rangos moderados, suavizadas por la presencia de grandes masas de agua; los índices de pluviometría aumentan de mar a cordillera, con valores que oscilan, según la zona, entre los 1.600 mm./año a 2.500 mm./año, con precipitaciones durante casi todo el año. Ibid Por otra parte, la Región se destaca por contar con una gran variedad de atractivos naturales, todos ellos cercanos a importantes áreas urbanas. La que se establecen como núcleos o centros de servicios que no sólo facilitan, el acceso de la población, sino que demuestran propiciar a futuro un oportunidad de desarrollo turístico, que además, demustra ser diversificado en la oferta en lo geográfico y productivo. “Aunque el producto turístico regional posee grandes y desarrollados competidores, éste goza de una gran ventaja: se dispone de vastas extensiones de territorios aún vírgenes donde el mar, el bosque, el lago y la montaña se encuentran en una relación de proximidad tal, que es factible unirlos en pocas horas, a través de circuitos turísticos integrados con el atractivo adicional de contar con una interesante base de desarrollo histórico-cultural.” Ibid En el aspecto de población, si abordamos esto desde el género “en la Región de Los Lagos, presenta una leve mayoría de hombres con 50,3%. A nivel provincial (Gráfico N°15), esta tendencia se marca principalmente en la Provincia de Palena la cual reúne al 54,1% de ellos, seguida de las Provincias de Llanquihue y Chiloé con 50,6% y 50,3%, respectivamente. Situación contraria ocurre en la Provincia de Osorno donde las mujeres representan el 50,3%.” División Política Censal de los Lagos 2007 [en línea] [fecha de consulta: 20 julio 2013] Disponible en: http://www.ineloslagos.cl/archivos%5Cfiles%5Cpdf%5CDivisionPoliticoAdministrativa%5Closlagos.pdf Hasta aquí, podemos asumir que nuestra región, es una donde, se presenta una gran diversidad en el plano de la distribución de la población y las condiciones naturales que sirven para construcción de la vida cotidiana y los diferentes modos de vidas (características propias) que se traducirán en dos conceptos centrales para toda sociedad, uno de ellos la cultura, y de allí mismo, la identidad. Pues se debe entender por cultura aquellas comprensiones que los individuos, ya sean de forma indidual y/o grupal, poseen sobre sus realidades y sus formas de vida, lo que le permite entender su realidad y compararla con los demás, para así establecer y replicar ciertos patrones de comportamiento para ellos mismos, de hecho así en gran medida lo expone Roberto Santa en sus trabajos orientados a identificación de la cultura en la decima región. “La cultura en cuanto conjuntos de significados subjetivos sustentados por los individuos acerca de ellos mismo y del mundo que les rodea está constituida por una red de símbolos que permiten la conducta y el otorgar sentido en los diferentes contextos locales e históricos. Estos símbolos socio-culturales permiten reducir la complejidad del entorno. Los sistema culturales son un conjunto de reglas o especificaciones para la acción como un contexto y para la validación de las acciones.” SANTANA, Roberto. Crecimiento económico y construcción de una región en el sur de chile: La región de los lagos, LIDER, Chile, 1997. Pág 67 Además, la cultura implica un universo de significados, o sea, la cultura trae consigo un universo de conocimiento, que se logra traspasar como información, como valores y creencias, las cuales permiten dar sentido a las acciones que se emprenden (inclusive como proyecto político), y que por cierto, nos permiten recurrir cuando debemos entender el mundo, ya que con ella nos identificamos y nos da identificación, en nuestra representación de las acciones cotidianas. “… tres dimensiones analíticas … tal como los hemos definido: la cultura como comunicación (es decir, como conjunto de sistemas de símbolos, signos, emblemas y señales, entre los que se incluyen no sólo la lengua, sino también el hábitat, la alimentación, el vestido, etc.; la cultura como stock de conocimiento como las creencias y el conocimiento práctico del sentido común); y la cultura como visión del mundo (incluye las religiones, las filosofías, las ideologías y, en general, toda reflexión sobre “totalidades” que implican un sistema de valores y, por lo mismo, dan sentido a la acción y permiten interpretar el mundo.” GIMENEZ, Gilberto. La sociología hoy debates contemporáneos sobre cultura, individualidad y representaciones sociales. UCSH. Santiago de Chile. 2010. Pág 141 Ahora bien, si la cultura da una identificación, ya que, uno se identifica con lo que hace, es necesario precisar que, “la “identificación” alude al proyecto futuro en la definición de la identidad cultural, la cual, como se señalará, no solo se refiere a elementos culturales del pasado – la tradición- sino que también a las imágenes del futuro colectivamente elaboradas, con las siguientes implicancias de cambio” SANTANA, Roberto. Crecimiento económico y construcción de una región en el sur de chile: La región de los lagos, LIDER, Chile, 1997. Pág 68. Por tanto la identidad, es la relación y pertinencia que siente el individuo, utilizando estos símbolos (de manera conciente e inconciente), para identificarse frente al otro, con sus pares y con su medio natural. Es un proceso de selección en el que se toman ciertos significados, pero se excluyen otros y se manifiesta de una forma más sedimentada –o visible– que el concepto de cultura en general. Es la búsqueda de la un arraigo con proyecciones futuras o de presente en cuanto asegurara un progresivo desarrollo individual/grupal, retomando elementos cotidianos y/o característicos, que de alguna manera le dan razón de ser. Una de las demisiones más importantes para comprender la identidad de la Región de Los Lagos tiene relación, con el proceso de mestizaje que se da forma progresiva en la región, la que podemos en marcar, a mi parecer, en tres centros, lo cuales además nos servirán para caracterizar esta diversidad de identidades, algo hasta aquí ya innegable. La primera es la zona de Osorno y los pueblos periféricos, la segunda la cuenca del Lago Llanquihue y la tercera la isla de Chiloé. Hablar de la identidad chilena nos remite a toda nuestra historia pasada, la que se fue construyendo, a partir del presente y hacia el futuro. En un inicio las tierras fueron habitadas por los pueblos indígenas, ellos eran: huilliche y chonos. Los huilliche (gente del sur) se asentaron principalmente en las zonas de Osorno y Llanquihue, mientras que los chonos estaban presentes en Chiloé y en algunas islas al sur de esta provincia. A partir del siglo XVI, comienza a desarrollarse el proceso de colonización en la región mediante la fundación de ciudades para la corona española, lo que no resultó fácil en el marco de la guerra de Arauco, que significaba constantes desmantelamientos de las ciudades conquistadas, ejemplo de ello Osorno. En el siglo XIX, se comienza a desarrollar un nuevo escenario para la configuración de la identidad chilena, ello es, el proceso colonización a partir de inmigrantes. En una primera instancia por medio de los alemanes, a los que el Estado Chileno otorgo tierras, ganado, herramientas y alimentos, mediante la promulgación de la ley de Colonización, debido a que estos pasan hacer nuevos ciudadanos. A raíz de lo anterior, particularmente la zona norte de la Región de Los Lagos es un territorio caracterizado por el proceso de hibridación y mestizaje que se evidencia mediante la arquitectura (como las casas Pauly, Angulo, Alemana, Maldonado, Opitz y Yunge, por mencionar algunas) y la cultura (visibilizada a través de la gastronomía, la artesanía, la música y el arte en general) y que da cuenta de la convergencia de costumbres mapuche, españolas y alemanas, que hasta el día de hoy conviven en la zona. Política cultural regional 2011-2016 los Lagos [en línea] [fecha de consulta: 21 julio 2013] Disponible en: http://www.cultura.gob.cl/wp-content/uploads/2012/05/LOS-LAGOS-Politica-Cultural-Regional-2011-2016.pdf Además de ello, y para ir caracterizando la identidad de esto sector de la población, se puede decir que la identidad alemana no sólo se evidencia por medio de lo arquitecto, sino que además por las actividades económicas que se emprenden y las relaciones de poder que se edifican. Para lo primero, las actividades económicas, se puede decir que el alemán se identifica con el concepto de “desarrollo”. Culturalmente en la región, se avisto a este personaje como aquel que trae la tecnológica para aumentar los niveles de producción, ya sea con unidades fabriles como lo fue en Osorno y especialmente Valdiviana (Industria cervecera), o con las actividades agropecuarias, específicamente en la cuenca del Lago Llanquihue. O sea, los discursos que se han edificado sobre la identidad de los colonos alemanes, es que se caracterizan por ser gente muy trabajadora, y que trajeron consigo adelantos tecnológicos y desarrollo, pensamiento hasta el día de hoy se mantiene, ya no sólo con lo anterior, sino que sumado a aéreas como la educación y Salud. Podemos afirmar hasta aquí una parte de la identidad del decima región de los lagos obedece una exaltación de un grupo humano gracias a una identidad cultual basadas en la construcción de dinámicas capitalistas, aumento de producción y eficiencia de la utilización de medios de producción, la tierra, lo cual, confronta la visión del mundo indígena; los huilliches por su parte, ven a la tierra bajo un prisma religioso-natural y no como un medio de desarrollo basado en un sentido imperialista y capitalista. Es necesario reconocer que los adelantos en materia de producción si son verdaderos, no obstante, no obedecen sólo a las características alemana, sino que también a las características geografías, que brindaron las materias primas y las condiciones de trabajo. Pero por sobre ello podemos mencionar la irrupción de los chilotes en la construcción de las ciudades y de ciertos oficios que fueron indispensables para la expansión de los centros urbanos a orillas del Llanquihue, y que ayudaron en cierta medida en la interacción económica que ese realizaba en dicho lago del mismo nombre, así lo expone Marta Werner en “Colonos del Lago Llanquihue”: “En la actualidad los carpinteros y mueblistas tienen mucho trabajo; tampoco escasea de los albañiles, herreros, y sastres, por el momento hacen falta, zapateros, curtidores y tejedores…También están llegando numerosos chilenos desde Chiloé y las otras islas: madereros, jornaleros y comerciantes.” WERNER, Marta. La nueva patria: Colonos del Lago Llanquihue. Editorial Bral.Chile.2009. pág 65. Esto último resulta interesante debido a que desde aquí comenzamos a entender que, si bien la diversidad es marcada en toda la región el hecho de que haya existido interacción entre alemanes y chilenos (chilotes) evidencia, en cierta medida, una posible transculturación que nos daría como resultado quizás una identidad de la decima región homogénea. Entendiendo que la cuenca del Llanquihue es una zona poblada mayoritariamente en un comienzo por los alemanes, así lo presenta la siguiente imagen; debido a que presenta menos accidentes geográficos, lo que facilita la agricultura, es necesario ver como se da el fenómeno identitario en otro punto de foco, me refiero el caso de Osorno. Fuente: La nueva patria: Colonos del Lago Llanquihue 2009 Primero que todo se debe precisar que la búsqueda de un único patrón para entender la identidad de Osorno es imposible, ya que esta zona se caracteriza por ser multicultural y con ello diverso en identidades, así lo expone el siguiente autor: “…definir cómo está compuesta la identidad cultural de Osorno es todo un reto, ya que ésta se muestra como un verdadero híbrido donde conviven diferentes culturas, esto porque la sociedad osornina, además, tiene la ventaja de presentarse como extrañamente multicultural en un país extremadamente unitario: es aquí, en este sitio insólito del sur del mundo, donde se unen las tradiciones mapuches, chilenas y alemanas, un valor cultural y turístico irrepetible, al que se suman las inmigraciones posteriores sobre todo de ciudadanos de origen árabe.” Norambuena, Paola. La identidad cultural como fuente de aprendizaje significativo [en línea] [fecha de consulta: 21 julio 2013] Disponible en: http://www.saber.ula.ve/bitstream/123456789/21014/2/articulo7.pdf Abordar la temática de identidad (a raíz de lo cultural) Osornina resulta ser un verdadero desafío, ya que nadie desconoce lo complejo de la estructura social de la ciudad que se caracteriza por sus múltiples factores que la componen, que se manifiesta incluso en la diversidad arquitectónica que convive en la ciudad. En lo especifico, si consideramos los diversos grupos sociales que se han sumado al autóctono (huilliche), hay españoles (siglo XVI), alemanes (mediados del siglo (XIX), sirios árabes (desde 1908) y en menor medida vascos-franceses (instalados desde fines del siglo pasado), ya hablamos de una gran diversidad, que ya podría tomarse como un rasgo identitario. Ya que todos estos grupos Humanos-sociales se han incorporado a la vida de la ciudad y la provincia aportando, algunos más que otros, sus particularidades culturales, generando en la ciudad un gran espectro de diversidad cultural. El caso de los alemanes establecidos en el sector de Osorno, se caracteriza por poseer una mixtura de roles, desarrollan actividades fabriles y agropecuarias, ahora bien estos al igual que los vascos-franceses, al momento de analizar las transformaciones introducidas por ellos podemos decir, que no fueron significativas, ello porque el total de la población osornina del periodo estaba compuesta por la población mestiza e indígena, y los colonos alemanes siempre se mantuvieron como una minoría étnica, círculo social que se ha mantenido muy hermético, de hecho si se comparase el aporte de estos (alemanes y vascos-franceses) con la irrupción de los españoles en el siglo XVI, estos últimos en términos de transculturación (aporte de uno al otro) generan un mayor aporte en cuanto a modos de vida (tradiciones). “… se puede decir que no se ha producido en ningún momento de la historia de la ciudad un proceso de transculturación (como el sucedido con la llegada de los españoles en el siglo XVI), posiblemente ésta es una de las razones del por qué hoy en día la colonia alemana residente en Osorno, continúa practicando con la misma fuerza costumbres que practicaban los primeros colonos al llegar a la ciudad; por ejemplo, misas celebradas en alemán, lo que demuestra la conservación del idioma a través de las generaciones. Si bien, no hay que desconocer que efectivamente ha acaecido un proceso de mezcla racial, es indudable que esta situación ha sido a pequeña escala.” Ibid Hablar de identidad cultural Osornina es un verdadero reto, ya que nadie desconoce más de ella que los mismos osorninos, esto no por simple apatía, sino por lo complejo de la estructura social de la ciudad que se caracteriza por sus múltiples factores que la componen. Considerando los diversos grupos sociales que se han sumado al autóctono (huilliche), hay españoles (siglo XVI), alemanes (mediados del siglo (XIX), sirios árabes (desde 1908) y en menor medida vascos-franceses (instalados desde fines del siglo pasado). Todos estos grupos sociales se han integrado a la vida de la ciudad aportando, algunos más que otros, sus particularidades culturales, generando en la ciudad un gran espectro de diversidad cultural. Donde si bien la llegada de los colonos no es definitoria en las características de la identidad cultural de Osorno, es parte componente de la conformación estructural de ésta. A diferencia de la cuenca del lago Llanquihue, el sector de Osorno presenta un porcentaje mayor de comunidades indígenas, que son parte importante de la identidad de Osorno, y que ha sido desde los tiempos de la colonización y en gran parte de la colonia, a un lugar más relegado en donde incluso se llegan establecer conflictos territoriales marcados por actos de violencia por parte del Estado y sujetos civiles, así como actos de violencia por parte de estos indígenas que se enmarcan en actos de resistencia. A raíz de lo anterior, y para efectos del propósito de este ensayo, es bueno destacar que la provincia Osorno, que como ya se menciono es rica en términos de influencias humanas, a relegado y hasta ignorado los aportes de la población indígena huilliche, los ha inbisibilizado, marginándolos y hasta relegándolos a sectores mas periféricos, despreocupándose de ellos y negando incluso la integración eficaz y concreta con los modelos de modernismo por los cuales transita la sociedad, logrado así invisibilizar su identidad. “la población indígena hulliche es uno de los componentes insoslayables de la diversidad cultural en la X región. El tema esta presentes en los documentos-diagnostico oficiales, en los estudios universitarios y también en el imaginario citadino. Sin embargo para el observador exterior, el “agarre” de esa realidad no es un proceso fácil por cuanto el sujeto del que se habla parece provisto de la doble virtud de estar “presente y ausente” a la vez. Me explico: Los hulliches son cuantificables en tanto población, sus comunidades son localizables, sus actividades económicas son descritas, pero al mismo tiempo son como inexistentes en las estrategias institucionales y en el espacio público. A las organizaciones representativas, si ellas existen, no se les ve públicamente: de manifestaciones culturales específicas no se tiene información, o se realizan tan raramente y sin publicidad que es como algo que no interesa a nadie. Todo esto plantea un problema: el tema del “sujeto” o, más ampliamente, el tema del carácter que asume en este caso específico la diversidad cultural y la problemática particular que ella sugiere para toda política pública y para toda actividad de planificación.” SANTANA, Roberto. Crecimiento económico y construcción de una región en el sur de chile: La región de los lagos, LIDER, Chile, 1997. Pág 99 Chiloé por su parte, manifiesta elementos distintos a los dos casos anteriores, de hecho una de las manifestaciones más importantes de la identidad chilota dice relación con la religiosidad popular, algo que no es tan marcado en los otros sectores de la región. Expresión de lo anterior son las grandes festividades religiosas anuales, tal como la fiesta del Nazareno de Caguach o de la Virgen de la Candelaria en Carelmapu. También la imaginería de santos vestidos; la singular arquitectura de sus iglesias (madera nativa y ensamblada por tarugos), consideradas desde el año 2000 como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, así como la propia organización de la comunidad religiosa, herencia de la evangelización jesuita de los siglos XVII y XVIII.  Este carácter identitario no posee su origen de azaroso, sino que más bien, responde a una construcción entre en proceso de colonización llevado a cabo por los españoles y la irrupción de los jesuitas, la que no fue de forma paulatina y acordada tracistamente, por el contrario obedece en muchas ocasiones a irrupciones violentas que buscaban transformar al ideen y los núcleos sociales que esta tenia. “La identidad de Chiloé emerge, en consecuencia, de un acto de violencia de los recién llegados que terminó dirigido contra la naturaleza, de manera que la codicia “plantó aquí […] su estandarte” (7). Se inaugura, así, una larga justa que en las islas lleva hasta ahora casi 450 años” Mansilla. Sergio. Hay un dios que todo lo compra: Identidad y memoria de Chiloé en el siglo XXI [en línea] [fecha de consulta: 23 julio 2013] Disponible en: http://mingaonline.uach.cl/pdf/racs/n12/art08.pdf En el Chiloé colonial se construye, entonces, una identidad cultural cuya mayor peculiaridad tal vez sea su radical lealtad a la corona y a la iglesia católica a la vez que, en materia de economía, es un territorio que se caracteriza por un profundo distanciamiento de los clásicos modos de producción coloniales basados en la minería o en la hacienda, más bien su forma de relación laboral y comercial está dado por formas cooperativistas y de intercambio de acuerdo a necesidades o valores que la propios isleños le podían entregar. “La identidad cultural de Chiloé se construyó básicamente a partir de la práctica del intercambio de bienes y servicios en el marco de un modo de producción orientado, casi siempre, a la satisfacción de necesidades endógenas de sobrevivencia, entorno en el que el dinero, como se comprenderá, jugaba un rol secundario” Mansilla. Sergio. Hay un dios que todo lo compra: Identidad y memoria de Chiloé en el siglo XXI [en línea] [fecha de consulta: 23 julio 2013] Disponible en: http://mingaonline.uach.cl/pdf/racs/n12/art08.pdf “Chiloé, desde el siglo XVI hasta ahora, ha sido botín de conquistadores, de misioneros, de piratas y corsarios de toda clase, del Estado chileno, de transnacionales; cada uno, a su manera, ha hecho del chilote un sujeto periférico y subalterno, emigrante muchas veces, cuya identidad, en última instancia, radica en la memoria de un pasado efectivamente vivido y afectivamente recordado para compensar y corregir un presente hostil.” . Ibid Esta forma de entender las relaciones sociales y de producción nace a raíz del separamiento constante que vive la isla y alrededores, de las dinámicas globales que vivía chile, sin embargo esta forma de entender a la sociedad isleña es un tanto idílica, porque si bien al interior de la isla se podía dar estas formas, el chilote que salía a trabajar a la cuenca del lago Llanquihue se veía enfrentado a otra forma de entender el trabajo y la adquisición de recursos, por tanto al momento de regresar este llegaba con otra carga de información y valores que permeaba a sus circulo cercano, por ello puedo decir, que la diferencia que tiene Chiloé es la de tener sus propios ritmos de “modernidad”, mas que se un enclave en donde podemos encontrar una sociedad que apunte a un espíritu colectivista. Generalmente se piensa en Chiloé con una identidad muy marcada bajo los elementos anteriores, lo que es verdad, pero como toda sociedad no es estática, hoy en día su identidad se ve encarnada más bien en la memoria de lo que fuimos y que nos brindo felicidad “La memoria, entonces, se manifiesta como una búsqueda no del tiempo en que fuimos felices sino del tiempo en que se nos fue dada la posibilidad (frustrada al fin) de construir un futuro (o sea, el hoy) esplendoroso, como se promete en el himno nacional de Chile1. La identidad, fundada en la memoria, es el reverso de la identidad del Chiloé capitalista de hoy, sin memoria, como el cara y cruz de una moneda.” Mansilla. Sergio. Hay un dios que todo lo compra: Identidad y memoria de Chiloé en el siglo XXI [en línea] [fecha de consulta: 23 julio 2013] Disponible en: Al parecer la región de los lagos no es tan homogénea como se creía, es más bien un territorio que los une características geográficas mas que humanas aunque no se niega los grado de interacción que se desarrolla en mayor en menor medida de un centro humano a otro. A mi parecer, la región de los Lagos constituye una división administrativa pluridentitaria, donde confluyen complejas relaciones culturales (información, valores, creencias, etc.) que otorgan una identidad característica al territorio, en cuanto a lo diverso y lo visible que se hacen ciertos elementos de cada de estas particularidades . Esta identidad se ve reflejada, en gran medida, en lo material e inmaterial que ha legado el pueblo mapuche por medio de su lengua y sus tradiciones. Por su parte, la herencia de la colonización española y alemana se expande más bien por los centros urbanos, y es visible principalmente en la arquitectura y el entorno físico, y lo chilote en cuanto a su abundancia de tradiciones y leyendas. Aquí convergen en ella, habitantes de diferentes etnias que dotan de diversidad al territorio. Sin embargo para que exista una identidad como región se debe entender, que la construcción de esta depende no necesariamente de sí mismo, sino que necesariamente supone la existencia de “otros” en un doble sentido. Los otros son aquellos cuyas opiniones acerca de nosotros internalizamos. Pero también son aquellos con respecto a los cuales el sí mismo se diferencia y adquiere su carácter distintivo y específico. Larrain, Jorge. Identidad Chilena.LOM. Chile. 2001. pág 39 Por tanto, los procesos de exaltación individual de ciertas zonas no responde a lo anterior, sino que se enmarca en la búsqueda, mas bien de ganancias económicas y sustentabilidad de las ciudad, más que una oportunidad para generar lasos, que por cierto pueden ser económicos, pero que mas allá de aquello, beneficie las tradiciones, valores, y la información que cada sector posee y replica en su identidad. El desarrollo regional, que se encamina cada vez más hacia a lo moderno, debe entenderse que este no se determina, ni es identificado solamente por una combinación de factores económicos, voluntad empresarial y gestión política. Las regiones del sur de Chile, territorios aún periféricos, diversos, debe proyectar una Identidad Regional basada en elementos visibles y tangibles por medio del quehacer cotidiano del pueblo que habita un territorio especificado. La población de la región debe tener esta dialogo intercultural en donde se descubran los elementos de unión y de distanciamiento para así permitir la creación de elementos que los aglutine y a las vez, les dé razón de las acciones que realizan en el cotidiano de la vida diaria, ya que de lo contrario seguiremos encontrado esta pluridentidad, muchas veces alejada una de la otra, que busca exaltarse por las demás, y no así promover un trabajo que proyecte unión sustentable hacia futuro. rograma de Magister Ciencias Humanas con mención en Historia Universidad de los Lagos 2013