Papers de Formació Municipal
numero 79, maig 2001
ESTUDIO
SOBRE
DIRECTIVAS
Nuria Chincilla
Pilar García
SERVEI DE FORMACIO LOCAL
Diputació de Barcelona
COMPETENCIAS
Els canvis de la Societat del Coneixement, la
globalització dels mercats juntament amb la pròpia
localització d’algunes activitats econòmiques i les
transformacions en la cultura organitzativa i del treball
que comporten aquests processos, està produint una
vertadera modificació dels paràmetres estructurals
tradicionals de les empreses. Un dels resultats més
evidents és el canvi en el perfil directiu que recluten
aquestes empreses.
Actualment estan en marxa diversos estudis sobre
quines han de ser les competències desitjables en els
directius del segle XXI. L’anàlisi de competències ha
anat incorporant-se progressivament com instrument útil
per entendre els perfils professionals de les funcions
directives. La utilitat de l’anàlisi de les competències és
que permet establir uns comportaments observables,
sempre associats a bons resultats, els quals poden
incorporar-se en els processos d’aprenentatge i de
formació continuada.
En aquest Papers de Formació resumim el treball fet per
Nuria Chinchilla, professora d’IESE, i Pilar García, gerent
de Cecad, sobre les competències directives. Es tracta
d’un treball d’anàlisi orientat a aportar informació pels
processos formatius dels directius, així com per crear
una metodologia que permeti anar estudiant l’evolució d’
aquestes competències.
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 2
RESUMEN1
Las competencias son aquellos comportamientos observables y habituales que
permiten alcanzar el éxito en la tarea que se realice. Así pues, las
competencias directivas serán el subgrupo de comportamientos que permitan
alcanzar el éxito en el desarrollo de las funciones directivas. La función
directiva se refiere a tres dimensiones.
Capacidades estratégicas
Por una parte, las capacidades estratégicas, que permiten establecer los
medios para lograr beneficios económicos, sin los cuales, la empresa tendría
pocas posibilidades de sobrevivir. Las competencias directivas que impulsan el
logro de este tipo de resultados las llamamos competencias estratégicas.
Además, y ésta sería la segunda dimensión, el directivo ha de ser capaz de
comunicar bien el propósito empresarial y los objetivos, así como desarrollar a
las personas que trabajan en su entorno laboral, fortaleciendo al mismo tiempo
los vínculos de pertenencia con la empresa, la confianza y la unidad. El éxito
en este otro tipo de objetivos se ve impulsado por las competencias que
llamamos intratégicas, y que tanto tienen que ver con los talentos ejecutivos y
de liderazgo personal.
Junto a las competencias estratégicas e intratégicas, incluimos en nuestro
modelo un tercer grupo de competencias: las de eficacia personal. Son
competencias que favorecen la adaptación de la persona a su entorno, en
diferentes niveles, y que potencian los dos primeros grupos de competencias.
En este tercer grupo incluimos la iniciativa, el optimismo, la capacidad para
gestionar el tiempo y el estrés, la integridad o el aprendizaje personal.
Como se ve, en ningún momento nos planteamos averiguar las competencias
de tipo técnico o de conocimiento que requería cada empresa, sino únicamente
las competencias referidas a la dirección, comunes a todas ellas. Los
resultados de este estudio —con respuestas de 150 empresas— nos permiten
establecer algunas conclusiones generales interesantes. En primer lugar, la
competencia directiva que ha ocupado el primer puesto en el ranking de las
competencias más valoradas es la orientación al cliente: en un entorno tan
competitivo como el actual, parece lógica esta preocupación por servir a las
necesidades e intereses del cliente. A continuación aparecen otras
competencias cuya valoración podría no resultar tan evidente: liderazgo,
honestidad, iniciativa, comunicación, trabajo en equipo.
Aprendizaje
Según estos resultados, el perfil necesario del directivo del siglo XXI sería el de
una persona que, además de formación, ha de preocuparse de su equipo,
desarrollar su capacidad para dirigir a otros, impulsando el aprendizaje de la
organización y de sus partícipes. También ha de ser honesto e inspirar
1
Aquest resum és un extret d’un article a Expansión & Empleo 24 i 25 març 2001
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 3
credibilidad, tanto a sus empleados como a sus clientes. En definitiva, se trata
de un perfil que podríamos considerar con relieve, frente al perfil plano que
refleja cualquier CV que tome como punto de referencia exclusivamente la
formación técnica adquirida.
El perfil del directivo requerido por las empresas no se limita a una sólida
formación técnica. Las empresas necesitan personas con iniciativa, capacidad
de liderazgo, personas honestas e íntegras, capaces de seguir aprendiendo y
de desarrollar a los miembros de sus respectivos equipos.
¿Pueden aprenderse las competencias directivas? La respuesta es
necesariamente afirmativa. Es evidente que una persona tendrá más facilidad
que otra, por ejemplo, para la delegación o el trabajo en equipo, pero todas las
competencias directivas pueden desarrollarse hasta alcanzar un grado
aceptable. De hecho, éste es uno de los objetivos del Centro de Excelencia en
Competencias de Alta Dirección del IESE: facilitar la distribución y tabulación
informática del CCD (Cuestionario de Competencias Directivas), posibilitando
un primer feed-back anónimo de 360º a los directivos que lo deseen, con la
posibilidad de repetirlo a los 6 ó 12 meses e ir viendo la evolución y desarrollo
de las distintas competencias.
Básicamente, el desarrollo de las competencias requiere tres fases:
1. La información: el directivo ha de ser consciente de su realidad actual —
de dónde parte— mediante la evaluación de sus competencias.
2. La formación: el directivo ha de ser consciente de la necesidad de
mejorar ciertas competencias para mejorar su función directiva.
3. El entrenamiento: el directivo ha de experimentar situaciones en las
cuales pueda ir desarrollando in situ la competencia directiva que haya
elegido.
Para cada fase del proceso de mejora se deberán poner los medios más
adecuados. En la segunda fase se acudirá a cursos o seminarios
especializados, y en la tercera, la labor de un coach o mentor será la forma
más adecuada. Lo ideal es que quien realice esta función sea el superior
jerárquico.
Cuando el perfil de competencias directivas deseado se utiliza desde la
selección de nuevos candidatos hasta la evaluación del desempeño y posterior
promoción, la dirección por competencias se transforma una potente
herramienta para el cambio hacia una nueva cultura empresarial.
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 4
ESTUDIO SOBRE COMPETENCIAS DIRECTIVAS
Mª Nuria Chinchilla, profesora del IESE
Pilar García, gerente del Cecad
DATOS DEL ESTUDIO
Tamaño de la muestra: 148 empresas
Empresas españolas: 103
Empresas de otros países: 29 (Europa y América)
Sectores
Nº empresas
Advertising
3
Automotive
7
Consulting
25
Consumer Products
9
Chemical and Pharmaceutical
16
Diversified Services
4
Energy & Utilities
12
Financial Services
19
Food, bev. & Tobacco
10
Health Products and Services
3
Leisure
4
Manufacturing
6
Materials & Construction
7
Media
3
Metals & Mining
1
Real Estate
4
Retail
4
Telocommunications
5
Transportation
4
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 5
INTRODUCCION
El concepto de competencia ha cobrado una especial relevancia en los últimos
años, en el contexto de la gestión empresarial. Se habla de evaluación por
competencias, gestión de competencias, desarrollo de competencias... No es
fácil encontrar una definición unívoca de tal concepto, aunque abundan en la
literatura especializada diferentes listados, más o menos completos, de
competencias. Lo que sí resulta evidente es que está emergiendo una nueva
sensibilidad hacia la evaluación de ciertos componentes de la excelencia
directiva que van más allá de las habilidades técnicas objetivas.
Son muchas las empresas que evalúan a sus empleados en términos de logro
de resultados, es decir, que se concentran en el qué. La evaluación por
resultados ofrece la ventaja clara de la objetividad: si los objetivos han sido
predefinidos en términos cuantitativos y medibles, resulta bastante sencillo
proceder a una evaluación del empleado en función del grado en que se han
logrado dichos objetivos. Típicamente, la evaluación por resultados va
acompañada de sistemas de incentivos económicos, que premian el logro de
los objetivos. La evaluación suele ser realizada por el superior jerárquico. Este
tipo de evaluación presenta, sin embargo, la desventaja de que tiene una
escasa proyección de futuro: los datos fundamentales para llevarla a cabo
proceden del pasado. Además, los objetivos son algo externo al individuo, por
lo que su logro no tiene por qué representar necesariamente un desarrollo
personal de las capacidades.
Por estas y otras razones, cada vez son más las empresas que empiezan a
evaluar no sólo los resultados (qué) sino también la forma en que cada
empleado los alcanza, es decir, el cómo. Si se tienen en cuenta únicamente los
resultados, es posible llegar –en casos extremos- a una situación en la que se
estén fomentando comportamientos inconsistentes con las competencias que
la empresa pretende desarrollar en sus empleados. En resumen, se estaría
cumpliendo plenamente el dicho de que el fin justifica los medios, con todos los
peligros que ello entraña.
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 6
Por tanto, parece necesario ahondar en el ámbito de las competencias: qué
son, cómo se desarrollan, cómo se evalúan,... El concepto de competencia
empezó a utilizarse en el contexto de la empresa a partir de McClelland (1973),
quien lo utiliza para mostrar que el éxito profesional no puede predecirse
únicamente a partir de los tests de inteligencia. Desde esta fecha hasta
nuestros días, el concepto de competencia se ha ido delimitando hasta llegar a
designar aquellos comportamientos observables que contribuyen al éxito de
una tarea o de la misión de un puesto (Woodrufe, 1993).
A efectos del estudio que se presenta, se tienen en cuenta un conjunto
concreto
de
estas
competencias,
las
directivas,
que
son
aquellos
comportamientos observables y habituales que posibilitan el éxito de una
persona en su función directiva. Siguiendo el modelo antropológico de empresa
propuesto por Juan Antonio Pérez López (1998), la función directiva consiste
en diseñar estrategias que produzcan valor económico, desarrollando las
capacidades de sus empleados y uniéndolos con la misión de la empresa. Si el
valor económico se logra destruyendo o empobreciendo las competencias de
los empleados se debilita la capacidad futura de la empresa para lograr ese
valor económico, por lo que dicha estrategia no resulta válida. La función
directiva incluye, además de la dimensión estratégica, otra dimensión que se
refiere al desarrollo de los empleados y al aumento del grado de compromiso
de éstos con la empresa. A esta otra dimensión Chinchilla y Cardona (1998) la
denominan dimensión intratégica. La estrategia se mide por la eficacia,
mientras que la intrategia se mide por la unidad, es decir, por el grado de
compromiso y confianza de los empleados con la empresa.
De este paradigma de empresa se deduce la existencia de dos grupos de
competencias: las competencias estratégicas –las necesarias para el logro de
resultados económicos- y las competencias intratégicas –las necesarias para el
logro de la unidad -.
A estos dos grupos de competencias se une un tercero: las competencias de
eficacia personal, que son aquellos hábitos que facilitan una relación eficaz de
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 7
la persona con su entorno (Covey, 1993). Estas competencias miden la
capacidad de autodirección, capacidad imprescindible para dirigir a otras
personas.
El siguiente cuadro recoge las competencias que integran cada uno de estos
grandes grupos:
COMPETENCIAS ESTRATÉGICAS
COMPETENCIAS INTRATÉGICAS
Visión de negocio
Orientación interfuncional
Gestión de recursos
Orientación al cliente
Red de relaciones efectivas
Negociación
Comunicación
Dirección de personas
Delegación
Coaching
Trabajo en equipo
Liderazgo
COMPETENCIAS DE EFICACIA PERSONAL
Proactividad
Iniciativa
Creatividad
Optimismo
Resolución de problemas
Intuición
Capacidad de análisis
Toma de decisiones
Gestión personal
Gestión del tiempo
Gestión del estrés
Gestión de la incertidumbre
Integridad
Credibilidad
Honestidad
Equidad
Autogobierno
Disciplina
Tenacidad
Autocontrol
Desarrollo personal
Autocrítica
Autoconocimiento
Aprendizaje personal
Las capacidades estratégicas, intratégicas y de dirección personal son, por
tanto, capacidades directivas, es decir, comportamientos habituales y
observables que posibilitan el éxito en el desempeño de la función directiva.
Ahora bien, ¿hasta qué punto estos comportamientos, que en el plano teórico
resultan claramente deseables, son valorados en el terreno de la práctica
empresarial? La valoración de tales comportamientos en una empresa concreta
puede aportar información relevante acerca de su cultura organizativa y,
posiblemente, de cómo será su futuro, al menos en términos de compromiso y
unidad de los empleados con la organización. El estudio que se presenta a
continuación pretende investigar, precisamente, cómo valoran las empresas
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 8
estas competencias a la hora de reclutar personal directivo. Esta valoración
corresponderá en gran medida a la cultura de la empresa: una organización en
la que domine la dimensión estratégica, por ejemplo, tenderá a valorar las
competencias estratégicas a la hora del reclutamiento.
Como se verá a lo largo del análisis, aparecen algunos datos reveladores. En
primer lugar, existen ciertas diferencias entre los ránkings de las empresas
españolas y las de otros países. Además, y ésta es una de las conclusiones
más importantes del estudio, existen notables diferencias entre los diferentes
sectores que componen la muestra. Considerando las diez competencias más
valoradas, es posible llegar a la definición de lo que podríamos denominar un
perfil sectorial de competencias. En cualquier caso, los resultados de este
análisis, aún siendo limitados, pueden resultar de gran utilidad no sólo como
material descriptivo sino también, y sobre todo, como material de trabajo para
corregir posibles tendencias no deseadas o poco consistentes.
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 9
RESULTADOS GENERALES: LAS COMPETENCIAS MÁS RELEVANTES
En el siguiente cuadro aparece el puesto obtenido por cada una de las treinta
competencias recogidas en el cuestionario. La competencia más valorada es la
orientación al cliente, una de las competencias estratégicas, que ha sido
definida en el cuestionario como responder con prontitud y eficacia a las
sugerencias y necesidades del cliente. Se trata claramente de una competencia
imprescindible para obtener resultados económicos y que implica una cultura
de empresa con clara vocación de servicio.
ESTRATÉGICAS
Visión de negocio
Orientación interfuncional
Gestión de recursos
Orientación al cliente
Red de relaciones efectivas
Negociación
7
12
16
1
26
23
INTRATÉGICAS
Comunicación
Dirección de personas
Delegación
“Coaching”
Trabajo en equipo
Liderazgo
6
17
20
22
5
2
DESARROLLO PERSONAL
Resolución de problemas
Intuición
Capacidad de análisis
Toma de decisiones
15
11
10
Proactividad
Iniciativa
Creatividad
Optimismo
4
14
28
Autogobierno
Concentración
Autocontrol
Tenacidad
30
24
18
Gestión personal
Gestión del tiempo
Gestión del estrés
Gestión de la incertidumbre
13
21
19
Integridad
Credibilidad
Equidad
Honestidad
9
25
3
Desarrollo personal
Autocrítica
Autoconocimiento
Aprendizaje personal
29
27
8
Las siguientes cinco capacidades, sin embargo, se reparten entre las
intratégicas y las de desarrollo personal. Así, el liderazgo, la honestidad, la
iniciativa, el trabajo en equipo y la comunicación, ocupan los siguientes puestos
en el ranking de las diez competencias más valoradas. Esto significa, en
primera instancia, que las empresas entrevistadas valoran positivamente
aquellas competencias que conducen al logro del compromiso de los
empleados y la unidad de la organización. También es reflejo de un claro
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 10
interés por el desarrollo personal y los valores de las personas que forman
parte de la organización.
En cierta forma, podemos considerar que, tras haber asegurado unos mínimos
en lo que se refiere a obtención de beneficios para asegurar la supervivencia,
las empresas entrevistadas buscan personas capaces de aprender, íntegras y
capaces de liderar y comunicarse con un equipo.
Por último, la visión de negocio, el aprendizaje personal y la credibilidad
ocupan las tres últimas posiciones dentro de esta clasificación de las diez
competencias
más
valoradas.
Nuevamente
podemos
hablar
de
una
preocupación por los resultados económicos (visión de negocio) y por
competencias de desarrollo personal. No aparecen, sin embargo, competencias
referidas al autogobierno o a la gestión personal. A falta de más datos,
podemos suponer que estas cuestiones se consideran más propias del carácter
de cada persona y que su influencia sobre la cultura organizativa y sobre el
éxito en el desempeño de las funciones directivas se valora como menos
relevante.
En definitiva, esta primera aproximación a los datos del estudio permiten
concluir que en las empresas predomina un tipo de cultura que valora, en
primer lugar, aquellos comportamientos que pueden conducir al éxito en
términos de beneficios económicos. Pero claramente tienen mayor peso –
aunque sólo sea por número- las competencias intratégicas y de desarrollo
personal, es decir, aquellas que posibilitan el compromiso con la organización y
la mejora de uno mismo. Como veremos a continuación, estos datos variarán al
introducir algunas variables nuevas: la distribución por países y la distribución
sectorial.
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 11
COMPARACIÓN ENTRE LAS EMPRESAS ESPAÑOLAS Y
LAS DE OTROS PAÍSES
Para enfocar adecuadamente esta parte del análisis es preciso hacer alguna
consideración previa. En la muestra abundan las empresas españolas frente a
las de otros países. En concreto, la distribución de las empresas que han
respondido a los cuestionarios aparece en el cuadro 1. Como puede verse, no
es adecuado generalizar estas conclusiones, puesto que la muestra es
realmente desproporcionada. Pero sí puede resultar interesante presentar los
datos comparativos: posteriores estudios en esta línea mostrarán si,
efectivamente, la variable “nacionalidad” es una variable significativa a la hora
de establecer diferencias en las culturas organizativas.
Alemania
7
Argentina
Austria
1
Chile
Bélgica
2
Estados Unidos
Dinamarca
1
México
España
103 Perú
Francia
4
Italia
1
Luxemburgo
1
Noruega
1
Polonia
2
Reino Unido
5
Rep. Checa
2
Rusia
2
Cuadro 1: número de empresas de cada país
4
5
3
3
1
El primer dato a observar es que hay algunas competencias que aparecen
entre las diez más valoradas por las empresas españolas, pero no en el
ranking de las empresas de otros países. Es el caso de la visión de negocio, la
toma de decisiones en la resolución de problemas y la orientación
interfuncional. De estas tres competencias, el caso de la toma de decisiones no
es muy significativo: la diferencia en la valoración es realmente pequeña. En el
caso de las otras dos competencias, en cambio, la diferencia sí parece más
significativa.
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 12
ESPAÑA OTROS
Orientación al cliente
1
3
Liderazgo
2
2
Proactividad: Iniciativa
3
4
Visión de negocio
4
14
Trabajo en equipo
5
7
Integridad: Honestidad
6
1
Comunicación
7
6
Desarrollo personal: Aprendizaje personal
8
9
Resolución de problemas: Toma de decisiones
9
11
Orientación interfuncional
10
21
Por otra parte, también ocurre que entre las diez competencias más valoradas
por las empresas extranjeras aparecen algunas que no aparecen en el ranking
de las españolas. Son las siguientes:
ESPAÑA
OTROS
Integridad: Credibilidad
11
5
Resolución de problemas: Capacidad de análisis
13
8
Gestión personal: Gestión del tiempo
16
10
Una primera conclusión que se extrae de estos datos es que las empresas
españolas valoran como más relevantes las competencias estratégicas, por
encima de las intratégicas y las de desarrollo personal. No obstante, para
analizar estas divergencias resulta conveniente reproducir el listado completo
de las veinte competencias consideradas en el estudio, de forma que puedan
entenderse en su contexto.
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 13
ESTRATÉGICAS
España
Otros
Visión de negocio
4
14
Orientación interfuncional
10
21
Gestión de recursos
12
22
Orientación al cliente
1
3
Red de relaciones efectivas
27
17
Negociación
20
25
Comunicación
7
6
Dirección de personas
15
18
Delegación
21
23
“Coaching”
18
27
Trabajo en equipo
5
7
Liderazgo
2
2
Resolución de problemas: Intuición
14
15
Resolución de problemas: Capacidad de análisis
13
8
Resolución de problemas: Toma de decisiones
9
11
Proactividad: Iniciativa
3
4
Proactividad: Creatividad
17
12
Proactividad: Optimismo
28
29
Autogobierno: Concentración
30
30
Autogobierno: Autocontrol
23
26
Autogobierno: Tenacidad
19
16
Gestión personal: Gestión del tiempo
16
10
Gestión personal: Gestión del estrés
22
20
Gestión personal: Gestión de la incertidumbre
24
13
Integridad: Credibilidad
11
5
Integridad: Equidad
25
19
Integridad: Honestidad
6
1
Desarrollo personal: Autocrítica
29
28
Desarrollo personal: Auto conocimiento
26
24
Desarrollo personal: Aprendizaje personal
8
9
INTRATÉGICAS
DE DESARROLLO PERSONAL
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 14
Si observamos el grupo de competencias correspondientes a la integridad
(credibilidad, equidad y honestidad), observamos que las diferencias son
importantes: en el caso de las empresas españolas, las competencias de este
grupo están mucho menos valoradas que en el caso de las empresas de otros
países. Si hacemos una valoración media –considerando la honestidad como
competencia única- ocuparía la posición 8 en la escala de las empresas
extranjeras y la posición 14 en la de las españolas. Respecto a la gestión
personal, podríamos hacer el mismo tipo de análisis: en conjunto, ocuparía el
puesto 11 en la jerarquía de las empresas extranjeras y el 20 en la de las
españolas.
Estos datos, y teniendo en cuenta las limitaciones respecto a posibles
generalizaciones, parecen mostrar que las empresas españolas están
dominadas por un tipo de cultura organizacional que busca y valora la
dimensión estratégica por encima de la intratégica y del desarrollo personal. Es
decir, son empresas que, en cierta medida, están valorando la unidad y el
compromiso de sus empleados menos que las empresas europeas y
americanas.
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 15
ANÁLISIS INTERSECTORIAL DE LAS COMPETENCIAS DIRECTIVAS
A continuación se analizarán las valoraciones de cada una de las competencias
en los diferentes sectores. Para esta comparación se han considerado todas
las
competencias
excepto
aquellas
que
están
realmente
muy
poco
representadas, y que son: red de relaciones efectivas, negociación, delegación
y coaching. Por otra parte, sólo se analizarán los sectores con mayor
representación,
que
son:
consultoría,
servicios
financieros,
energía,
alimentación y tabaco y químico y farmacéutico.
Las competencias que aparecen en negrita en el siguiente análisis
corresponden a las diez competencias más valoradas en el ranking general.
COMPETENCIAS ESTRATEGICAS
Orientación al cliente
•
Aparece en todos los sectores, y con una valoración bastante alta,
escepto en el caso del sector de alimentación y tabaco, en el que
aparece en el puesto 10.
Visión de negocio: aparece en todos los sectores excepto en Consultoría. La
valoración es media.
Orientación interfuncional
•
Sólo aparece en el sector químico y con valoración de 6.
•
Siendo así, podemos preguntarnos por qué aparece entre las diez
primeras en el ranking general (puesto 10). La respuesta paraece ser
que se trata de una competencia que aparece en los diecinueve
sectores que conforman el estudio, aunque con una valoración no
demasiado elevada.
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 16
COMPETENCIAS INTRATEGICAS
Liderazgo: en todos los sectores y con valoraciones muy altas.
Trabajo en equipo: aparece en todos los sectores y con valoraciones altas.
Comunicación:
•
Aparece en todos los sectores.
•
Respecto a la valoración, es alta en todos excepto en Financiero y
Alimentación (puesto 8 en ambos casos)
COMPETENCIAS DE DESARROLLO PERSONAL
Grupo I:
Resolución de problemas: intuición, capacidad de análisis y toma de
decisiones
•
En los cinco sectores considerados aparecen referencias a este grupo.
•
La valoración más alta corresponde al sector de consulta: aparecen las
tres dimensiones.
•
La valoración más baja corresponde al sector financiero: sólo aparece la
toma de decisiones y con una valoración baja (8)
•
Las que aparecen con mayor frecuencia son la capacidad de análisis y
la toma de decisiones. La intuición aparece en el sector de consulta y en
el de energía.
Grupo II:
Proactividad: iniciativa, creatividad y optimismo
•
La iniciativa y la creatividad aparecen en los cinco sectores y, además,
en este orden de valoración.
•
Ambas tienen una valoración especialmente alta en el sector financiero y
en el de alimentación y tabaco.
•
El optimismo no aparece en ninguno de los sectores.
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 17
Grupo III:
Autogobierno: Concentración, autocontrol y tenacidad
•
Sólo aparecen en el sector financiero (autocontrol y tenacidad) y en
el de alimentación y tabaco (las tres), y con valoraciones bajas.
Grupo IV:
Gestión personal: gestión del tiempo, del estrés y de la incertidumbre
•
Este grupo es poco importante: sólo aparece en los sectores de
consulta, financiero y de alimentación y tabaco, y con valoraciones
bajas (por debajo de 6)
Grupo V:
Integridad: credibilidad, equidad y honestidad
•
La credibilidad y la honestidad aparecen en los cinco sectores (excepto
en el de alimentación, en el que en lugar de honestidad aparece
equidad).
•
En general, aparece la honestidad por encima de la credibilidad.
•
Especialmente interesante parece el caso de los sectores consultoria y
finanzas: las valoraciones de ambas dimensiones de la integridad están
muy próximas, lo que sin duda parece un síntoma de coherencia.
•
La valoración de la honestidad y la credibilidad es especialmente alta en
el sector financiero (1 y 3 respectivamente)
Grupo VI:
Desarrollo personal: autocrítica, autoconocimiento y aprendizaje personal
•
No aparece ninguna referencia a este grupo de competencias en el
sector financiero.
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 18
•
No aparece ninguna referencia en ninguno de los cinco sectores a la
autocrítica.
•
Las valoraciones del autoconocimiento y el aprendizaje personal son
medias o medias-bajas (por debajo de 5)
Conclusiones del análisis intersectorial
Algunas de las diferencias que aparecen respecto a la valoración de las
diferentes competencias se deben a las características propias de cada sector.
Así, el hecho, por ejemplo, de que la oruientación al cliente -muy valorada en
todos los sectores- aparezca en el puesto número 10 en el caso del sector de
alimentación y tabaco, puede deberse aque estas empresas no tratan
directamente con el cliente final, por lo que la vocación de servicio no está tan
clara. Del mismo modo, la visión de negocio - entendida como conocimiento y
aprovechamiento de las oportunidades y los peligros que repercuten en la
competitividad y la efectividad del negocio - aparece en puestos más bajos en
la consultoría, donde esta competencia no es realmente clave.
El análisis intersectorial de las competencias permite, además, observar
algunos hechos curiosos, que en el análisis general quedaban encubiertos. Por
ejemplo, La orientación interfuncional aparece en un puesto relativamente alto
de la clasificación general (el doce) y, sin embargo, en el análisis intersectorial
observamos que sólo aparece en el sector químico, y con una valoración de 6.
Esto significa que se trata de una competencia que, si bien se tiene en cuenta,
su valoración es bastante baja, lo que explica que aparezca en el ranking
general. En otras palabras, ha sido valorada por muchas empresas, pero como
poco relevante.
Por otra parte, aparecen competencias cuya valoración es muy similar en todos
los sectores: liderazgo, trabajo en equipo, iniciativa, creatividad, honestidad y
credibilidad. Es posible considerar que tales competencias perfilan lo que
podríamos denominar el perfil básico del directivo, perfil que podría adecuarse
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 19
a casi cualquier cultura organizativa de cualquier sector. En cierto modo resulta
lógico que en este perfil básico sólo aparezcan competencias intratégicas y de
desarrollo personal: las competencias estratégicas resultan más específicas de
cada sector y de cada empresa en concreto. A este perfil básico se añadirían,
entonces, las competencias específicas y concretas de cada sector: tendríamos
así el perfil sectorial. A esta cuestión dedicaremos las siguientes páginas.
ANALISIS INTRASECTORIAL
Para realizar este análisis se tendrán en cuenta los cinco sectores con mayor
representación en la muestra: consulta, farmacéutico, energía, servicios
financieros y alimentación y tabaco. De lo que se trata es de analizar cuáles
son las diez competencias más valoradas en cada uno de ellos, lo que
permitirá establecer el perfil de directivo que se busca y, por tanto, los rasgos
generales de cultura organizativa que dominan en cada uno2. Los datos
obtenidos son los siguientes:
SECTOR DE CONSULTORIA (25 empresas)
1 Orientación al cliente
2 Comunicación
3 Liderazgo
3 Resolución de problemas: capacidad de
análisis
4 Trabajo en equipo
5 Desarrollo personal: aprendizaje personal
6 Integridad: credibilidad
7 Integridad: honestidad
7 Gestión personal: gestión del tiempo
7 Proactividad: iniciativa
7 Resolución de problemas: toma de
decisiones
8 Proactividad: creatividad
9 Resolución de problemas: intuición
10 Dirección de personas
Se han señalado en negrita las competencias intratégicas y en cursiva las de
desarrollo personal. Como puede verse, en el sector de consultoría parecen
valorarse mucho estas competencias que posibilitan e impulsan el compromiso
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 20
de los empleados y la unidad de la organización. El hecho de que la única
competencia estratégica que aparezca sea la orientación al cliente muestra una
tendencia clara a mejorar el servicio y a lograr la fidelidad de los directivos: en
este sector, tales valores son especialmente críticos, dado que el tipo de
funciones desempeñadas favorecen el individualismo y la rotación.
El perfil del directivo dedicado a consultoría debería ser, por tanto, el de una
persona con vocación de servicio al cliente, capaz de dirigir personas y de
organizar y gestionar su propia vida personal y, además, ha de tener dos
cualidades personales fundamentales: honestidad y credibilidad.
SECTOR FARMACEUTICO Y QUIMICO (16 empresas)
1
2
3
4
5
6
6
7
8
8
8
8
8
9
10
10
Liderazgo
Orientación al cliente
Trabajo en equipo
Visión de negocio
Integridad: honestidad
Coaching
Orientación interfuncional
Proactividad: iniciativa
Comunicación
Dirección de personas
Resolución de problemas: toma de decisiones
Proactividad: creatividad
Desarroillo personal: aprendizaje personal
Integridad: credibilidad
Gestión de recursos
Resolución de problemas: capacidad de
análisis
En el caso del sector farmacéutico y químico, las competencias estratégicas
tienen más importancia: aparecen prácticamente todas (excepto negociación y
red de relaciones efectivas) como relevantes. También aparecen casi todas las
competencias intratégicas (excepto la delegación). En comparación con el
sector de la consultoría, aquí aparecen más competencias con la misma
puntuación, por lo que se explica en parte que ambos grupos de competencias
estén más representados.
2
Muchas competencias tienenla misma puntuación, es decir, ocupan el mismo puesto en el ranking. Aunque tal vez
sería más correcto, asignar a cada una número correlativos y prescindir del resto, hemos preferido incluirlas todas,
hasta el número diez, para no perder demasiada información.
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 21
Aún así, el perfil sectorial aparece mucho más orientado a los resultados
económicos, aunque no por ello han de perderse de vista las competencias
intratégicas. Es posible que esta disociación se deba, en parte, a que existen
dos tipos de empresas muy diferenciadas en este sector: las que buscan más
los beneficios económicos y las que han introducido ya en su cultura la
preocupación por la dimensión estratégica y personal de la dirección.
SECTOR DE LA ENERGÍA (12 empresas)
1 Orientación al cliente
2 Integridad: honestidad
3 Liderazgo
4 Comunicación
5 Proactividad: iniciativa
6 Trabajo en equipo
7 Resolución de problemas: capacidad
análisis
8 Visión de negocio
8 Proactividad: creatividad
8 Integridad: credibilidad
9 Red de relaciones efetivas
10 Resolución de problemas: intuición
10 Desarrollo personal: autoconocimiento
de
En el caso del sector de la energía aparece un perfil sumamente equilibrado: se
valoran competencias estratégicas, intratégicas y de desarrollo personal que
dibujan una cultura de empresa orientada al cliente y al negocio pero valorando
notablemente tanto las competencias que favorecen el compromiso con la
empresa como aquellas que denotan una personalidad activa, creativa y con
valores personales. En un primer momento, puede sorprender este perfil en un
sector como el de la energía, tradicionalmente ligado al monopolio, y que hace
pensar en empresas sumamente técnicas y con estructuras jerarquizadas y, en
cierta medida, tradicionales. Los datos obtenidos en este estudio pueden
mostrar los primeros síntomas de uncambio que está produciéndose en el
sector ante las privatizaciones y las nuevas demanadas de los clientes.
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 22
SECTOR FINANCIERO (19 empresas)
1 Integridad: honestidad
2 Proactividad: iniciatica
3 Integridad: credibilidad
4 Orientación al cliente
4 Proactividad: creatividad
5 Visión de negocio
6 Gestión de recursos
6 Liderazgo
7 Autogobierno: autocontrol
8 Trabajo en euquipo
8 Resolución de problemas: toma de decisiones
8 Gestión personal: gestión de la incertidumbre
9 Negocioación
9 Comunicación
9 Autogobierno: tenacidad
10 Gestión personal: gestión del estrés
Nuevamente podemos hablar de una cierta sorpresa en el perfil que dibujan los
datos obtenidos del estudio. La importancia de las competencias de desarrollo
personal llama poderosamente la atención: los puestos 1 y 3 del ranking están
ocupados por la honestidad y la credibilidad. Pero, además, los cuatro primeros
puestos están ocupados por competencias de desarrollo personal. También
puede resultar llamativo que la iniciativa y la creatividad ocupen lugares tan
altos, en un sector que parecía más ligado a los valores y culturas
tradicionales. Nuevamente podemos señalar los cambios en el sector como
una de las causas de esta cultura que valora extraordinariamente los valores
personales de honestidad y credibilidad, la creatividad y el autogobierno, junto
con las competencias estratégicas e intratégicas necesarias para sobrevivir
como organización.
La elevada valoración de la honestidad y la credibilidad puede responder, en
parte a un deseo por cambiar la imagen del sector bancario. En los años 80 en
españa, dicha imagen se deterioró notablemente, con la aparición de
numerosos escándalos financieros. La aparición de personajes públicos que
llegaron a encarnar (apropiada o inapropiadamente) la cultura de este sector
parece haber desembocado en la búsqueda de perfiles directivos diferentes:
valores personales, capacidad para liderar y trabajar en equipos, autogobierno
e iniciativa parecen ser los nuevos valores en alza en el sector financiero.
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 23
SECTOR DE ALIMENTACION Y TABACO( 10 empresas)
1
2
3
4
5
5
6
6
6
6
6
6
7
7
7
8
8
8
8
9
9
10
Liderazgo
Proactividad: iniciativa
Trabajo en equipo
Comunicación
Gestión de recursos
Intecridad: credibilidad
Coaching
Resolución de problemas: capacidad de
análisis
Resolución de problemas: toma de decisiones
Gestión personal: gestión del tiempo
Desarrollo personal: autocrítica
Desarrollo personal: aprendizaje personal
Visión de negocio
Dirección de personas
Proactividad: creatividad
Proactividad: optimismo
Autogobierno: Concentración
Autogobierno: autocontrol
Integridad: equidad
Autogobierno: tenacidad
Gestión personal: gestión de la incertidumbre
Orientación al cliente
El sector de la alimentación y tabaco guarda ciertas similitudes con el
farmacéutico: aparecen muchas competencias, porque se repiten las
puntuaciones. En este caso, es de destacar el peso de las competencias de
desarrollo personal de las competencias intratégicas. Asimismo, no deja de ser
curioso que la orientación al cliente aparezca en el décimo puesto. El perfil que
aparece es el de directivo que de mucha importancia al desarrollo del
compromiso con la empresa y de la unidad, al tiempo que desarrolle sus
propias capacidades de aprendizaje, trabajo en equipo…
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 24
Bibliografía
McClelland, D.C. (1973): “Testing for competence rather than for intelligence”,
American Psychologist, 28, págs. 1-14.
Woodrufe, C. (1993): “Assessment centres: identifying and developing
competences”, Institut of Personnel Management, London.
Perez Lopez, Juan Antonio (1998): Liderazgo y Etica e la Dirección de
Empresas, Deusto, Bilbao.
Cardona, P. Y Chinchilla, N. (1998): “Intrategia. En busca del alto rendimiento y
de la supervivencia a largo plazo”, Harvard Deusto Business Review, julioagosto, págs. 36-41.
Covey, S. R. (1993): Los 7 hábitos de la gente eficaz, Paidós Empresa,
Barcelona.
PAPERS DE FORMACIO MUNICIPAL – núm 79 – Maig 2001
p àg 25