“Una cura milagrosa”
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Aliento / Doctrinal.
Invitarte a buscar a Cristo, si quieres una cura milagrosa.
Cura milagrosa.
¡Sólo Cristo puede darte una cura milagrosa!
Salmo 147.1-20 (inicio) / Isaías 38.1-22 (todos) / Varios (mensaje)
INTRODUCCIÓN
A lo largo de la historia, la humanidad siempre ha buscado una cura milagrosa para diversas
enfermedades, sólo recordemos al “snake oil salesman” (vendedor de aceite de serpiente, falso), y
su elixir que supuestamente curaba todo; aunque el aceite extraído de serpientes de agua chinas, si
es útil, pues es rico en ácidos omega-3, y se utilizó por los chinos que llegaron a Estados Unidos
para tender las vías del ferrocarril, no bebiéndolo, sino frotándolo en las articulaciones, pues reduce
la inflamación, trata la artritis y la bursitis.
Curanderos y charlatanes ha habido, y seguirá habiendo, a lo largo de la Historia, pues quien
padece una enfermedad, para la que la Ciencia no ha encontrado una cura, o la que hay es cara o
escasa, estará dispuesto a experimentar casi todo lo que le ofrezcan, y más, si el costo es accesible
a su bolsillo.
Algunas de estas curas milagro, funcionan en el corto plazo, lo cual se conoce como “efecto
placebo”, el cual está asociado con aspectos psicológicos, neurológicos y genéticos, pero también
puede existir un componente físico real, ya que éste podría activar algunas vías bioquímicas al
igual que los medicamentos, dependiendo de la persona y sus expectativas.
Si el placebo produce efectos beneficiosos para mejorar los síntomas de la enfermedad, se habla
del efecto placebo, pero si provoca efectos adversos, entonces hablaríamos de un efecto nocebo.
Hoy en día, debido a la pandemia de COVID19, se ha promovido a través de las redes el uso del
Dióxido de Cloro, que al igual que el SMM (Solución Mineral Milagrosa), se promueve como una
cura para muchas enfermedades, como el resfriado común, el acné, la diabetes, el autismo, la
malaria, el cáncer, los virus de la hepatitis, de la gripe, H1N1, VIH, y el COVID-19. Sin embargo,
no se han realizado ensayos clínicos para probar estas afirmaciones, que provienen sólo de pruebas
anecdóticas y del libro, autopublicado en 2006, de Jim Humble: “The Miracle Mineral Solution of
the 21st Century”.
En México el ClO2 (Dióxido de Cloro), está siendo promovido por la Coalición Mundial Salud
y Vida (COMUSAV) que se identifica como “una organización mundial sin ánimo de lucro
formada por personas de espíritu y mente abiertas cuyo único deseo es el de aprender, investigar,
y conocer más de cerca las distintas especialidades de salud integrativas. Nuestra organización
agrupa a médicos, profesionales de la salud en todas las especialidades, y también, reúne a personas
comunes interesadas y decididas a tomar control de su propia salud. Nuestra Misión es despertar
la conciencia de todas las personas, no solo de los profesionales de la salud, promoviendo el estudio
y poniendo en práctica de múltiples mecanismos, métodos y técnicas para lograr el bienestar
Físico, Emocional, Mental y Espiritual del ser humano. Ayúdenos a que más y más personas tengan
la oportunidad de conocer las nuevas terapias y métodos alternativos de salud para obtener así una
mejor calidad de vida.”
Algo que me llamó la atención, es que la medicina integrativa (que pretende combinar la medicina
científica con terapias alternativas), descarta el uso de métodos que califica como “invasivos”,
tanto en diagnóstico como en tratamiento, sustituyéndolos por técnicas alternativas, que no es lo
que ellos describen (sin sustento de Química), hace el ClO2.
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La Biblia habla de curas milagrosas, veamos algunas para ver la diferencia con los productos
milagro, que, de vez en vez, se ponen de moda.
DESARROLLO
1) Esterilidad.
1º Samuel 1:8–20 Entonces Elcana su marido le dijo: Ana, ¿por qué lloras y no comes? ¿Por qué
está triste tu corazón? ¿No soy yo para ti mejor que diez hijos? Pero Ana se levantó después de
haber comido y bebido en Silo, y mientras el sacerdote Elí estaba sentado en la silla junto al poste
de la puerta del templo del SEÑOR, ella, muy angustiada, oraba al SEÑOR y lloraba
amargamente. E hizo voto y dijo: Oh SEÑOR de los ejércitos, si tú te dignas aflicción de tu sierva,
te acuerdas de mí y no te olvidas de tu sierva, sino que das un hijo a tu sierva, yo lo dedicaré al
SEÑOR por todos los días de su vida y nunca pasará navaja sobre su cabeza. Y mientras ella
continuaba en oración delante del SEÑOR, Elí le estaba observando la boca. Pero Ana hablaba
en su corazón, sólo sus labios se movían y su voz no se oía. Elí, pues, pensó que estaba ebria.
Entonces Elí le dijo: ¿Hasta cuándo estarás embriagada? Echa de ti tu vino. Pero Ana respondió
y dijo: No, señor mío, soy una mujer angustiada en espíritu; no he bebido vino ni licor, sino que
he derramado mi alma delante del SEÑOR. No tengas a tu sierva por mujer indigna; porque hasta
ahora he orado a causa de mi gran congoja y aflicción. Respondió Elí y dijo: Ve en paz; y que el
Dios de Israel te conceda la petición que le has hecho. Y ella dijo: Halle tu sierva gracia ante tus
ojos. Y la mujer se puso en camino, comió y ya no estaba triste su semblante. Y se levantaron de
mañana, adoraron delante del SEÑOR y regresaron de nuevo a su casa en Ramá. Y Elcana se
llegó a Ana su mujer, y el SEÑOR se acordó de ella. Y a su debido tiempo, después de haber
concebido, Ana dio a luz un hijo, y le puso por nombre Samuel, diciendo: Porque se lo he pedido
al SEÑOR.
La esterilidad, aun en esta época postmoderna, puede todavía causar infelicidad psicológica, pero
en la época del Antiguo Testamento era mucho peor; recordemos que para esa cultura y tiempo,
se consideraba una vergüenza el que una mujer casada no tuviera hijos, pues la esterilidad de la
mujer era considerada un castigo de Dios y un motivo de deshonra para la que no podía ser madre
(Génesis 16.2; Lucas 1.25). Por el contexto, podemos ver, que a pesar del amor que Elcana (אֶ לְ קָ נָה
- Dios ha poseído o creado) profesaba a su mujer Ana ( – חַ נָהGracia, belleza, favor, aprecio), su
otra esposa Penina ( – פְ נִ נָהJoya, Coral, Rubí), quien sí tenía hijos, se encargaba de mortificarla y
hacerle intolerable su esterilidad (Deuteronomio 21.15-17).
( מָ ַרת נָפֶ ׁשmarat nefesh). Amargura de alma.
( פָ לַלpalal). Intervenir, interponer, orar.
( ו ִַּתדֹּ ר נֶדֶ רVaTidor Neder). Hacer voto, hacer una promesa vinculante hecha a la deidad, a menudo
con condiciones y resultados particulares en ambas partes, lo que implica que si no se mantiene
dará lugar a desaprobación.
( עֳנִּ יoniy). Aflicción, pobreza, miseria.
( זָכַ רzakar). Recordar, tener en cuenta, mencionar. Recordar información o eventos, con un enfoque
en responder de una manera apropiada.
( ׁשָ כַחShakaj). Olvidar, ignorar.
( נָתַ ןnathan). Dar, entregar, permitir, poner, instituir.
( ְשמּואֵ לShamuel).Samuel, en hebreo, quiere decir Su nombre es Dios ( אֵ ל- El), pero aquí se lo
asocia con un verbo hebreo que significa oír, escuchar, atender, hacer caso, y que suena parecido
( ׁשָ מַ ע- shama).
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Hoy tenemos lo que se conoce como reproducción asistida o fecundación artificial, a partir de dos
técnicas principales: la fecundación in vitro con un porcentaje de éxito del 40-60%, y la
inseminación artificial, con una tasa de éxito de aproximadamente del 15%-20% por ciclo, y tras
4 intentos, se puede conseguir una tasa acumulada del 45-50%. Ninguna de estas técnicas puede
asegurar el 100% de conseguir el objetivo de tener un hijo.
Penina había logrado que Ana tuviese amargura, pero ella no se lo ocultó a Dios, sino que
abiertamente se lo presentó, y allí obtuvo una sanidad de la que quizás ni se percató, e hizo la
promesa, de entregar a Dios, aquello que ella tanto anhelaba, un hijo varón; el nombre de Dios que
ella utilizó ( יְ הוָה ְצבָ אֹותYHVH Tsebaoth); Señor de los ejércitos, es un nombre que enfatiza el
hecho de que Dios está luchando por su pueblo, ella quería que el Todopoderoso luchara por ella,
algo que Pablo, once y medio siglos después, aprendió en carne propia (2ª Corintios 12.9-10).
Salomón dijo que es mejor no prometer, que prometer y no cumplir (Eclesiastés 5.4-7).
Aquello por lo que estás pidiendo, por lo que derramas tu alma delante de Dios, ¿estás dispuesto a
entregárselo?, no te apresures a decir que sí, primero responde: ¿estás diezmando fielmente?,
porque el Eterno es de quien proviene todo lo que eres, y todo lo que tienes.
¡Cristo es el único que puede sanar tu esterilidad!
2) Parálisis.
Mateo 9:1–8 Y entrando en una barca, pasó a la otra orilla y fue a su propia ciudad. Y he aquí le
trajeron un paralítico, echado en un catre, y viendo Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: Ten
ánimo, hijo, tus pecados te son perdonados. Pero algunos de los escribas decían dentro de sí:
Éste blasfema. Y viendo Jesús sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros
corazones? Porque, ¿qué es más fácil, decir: Tus pecados son perdonados, o decir: Levántate y
anda? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene en la tierra autoridad de perdonar
pecados (dice entonces al paralítico): ¡Levántate, toma tu catre y vete a tu casa! Y él, siendo
levantado, se fue a su casa. Al ver esto, las multitudes tuvieron temor y glorificaron a Dios, porque
había dado tal autoridad a los hombres.
παραλυτικός (paralyticós). Paralítico, tullido; alguien que no puede caminar. Enfermo de carácter
neurológico de diverso origen que adolece de falta de sensibilidad o de movimiento en su cuerpo.
θαρσέω (tharséo). Tener confianza, tener ánimo.
ἁμαρτία (amartía). Pecado, hacer mal; siendo malo, un estado de pecado. Culpabilidad; la
consecuencia moral del pecado.
ἀφίημι (afíimi). Despedir, despachar, exhalar; dejar, perdonar, remitir.
οἶδα (ída). Saber, conocer, comprender, entender; ver con el ojo de la mente, significa una
percepción clara y puramente mental.
ἐξουσία (ecsusía). El derecho a controlar o gobernar sobre; autoridad para gobernar, derecho a
controlar.
φοβέομαι (fobéome). Tener tanto asombro o respeto por una persona como para involucrar una
medida de miedo; mostrar gran reverencia, mostrar un gran respeto.
δοξάζω (docsázo). Glorificar, honrar, alabar.
El texto dice la fe de ellos, también lo señala en los textos paralelos de Marcos (2.1–12), y Lucas
(5.17–26), pero, ¿quiénes son ellos?; si son el paralítico y sus amigos, ellos tenían fe en que Jesús
lo podía sanar, si eran los escribas y fariseos, ellos no lo creían, porque no querían reconocer que
Jesús era el Hijo de Dios, si se refiere al resto de los allí presentes, ellos no sabían que creer.
Lo que Jesús hizo, nos muestra cuál era su prioridad, que debiese ser también la de todo aquel que
tiene una relación personal, cercana e íntima de amor con Dios, cada vez que intercede por alguien
que está enfermo; la necesidad espiritual de tener un encuentro personal con Cristo, y reconocerlo
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como su único y suficiente Salvador personal, para que sus pecados sean perdonados (2ª Corintios
5.19-21), pero muchos pasan por alto, que la necesidad espiritual es de mucha mayor importancia
que la física, pues a quien muere sin haber tomado una decisión por Cristo, le espera una eternidad
separado de Dios, y si alguien llega a morir habiéndola tomado, por doloroso que sea para sus
familiares y allegados, en realidad es ganancia, porque habrá partido a la Presencia del Padre
Eterno, como hijo, y no una criatura sin filiación con ÉL (Filipenses 1.21).
A pesar de los avances que la Ciencia ha tenido, un paralítico aun no puede ser sanado, quizás
algún día pueda usar alguna ayuda mecánica, conectada a su cuerpo, pero eso no significará que
haya sido sanado; de igual manera, si alguien por quien se ha intercedido, sana de su enfermedad
o dolencias físicas y/o emocionales, pero no nace de nuevo, sigue en un estado de parálisis
espiritual, incapacitado para llegar al Padre Eterno, y no puedes soslayar, que si tú, dices tener no
una religión, sino una relación personal, cercana, íntima y de amor con Dios, es tu responsabilidad
compartir tu fe en Jesucristo, compartir las Buenas Nuevas de Salvación con los paralíticos
espirituales que están en este Mundo, porque es una orden que nos ha sido dada, a todos los que
hemos nacido de nuevo (Hechos 1.7-8; Mateo 28.18-20), cuando obedeces, Dios es glorificado.
¡Cristo es el único que puede curar tu parálisis!
3) Muerte.
Mateo 9:18-19, 23-26 Mientras ÉL les decía estas cosas, vino un hombre principal y se postró
ante ÉL, diciendo: Mi hija acaba de morir; mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá. Y se levantó
Jesús, y le siguió con sus discípulos. Al entrar Jesús en la casa del principal, viendo a los que
tocaban flautas, y la gente que hacía alboroto, les dijo: Apartaos, porque la niña no está muerta,
sino duerme. Y se burlaban de ÉL. Pero cuando la gente había sido echada fuera, entró, y tomó
de la mano a la niña, y ella se levantó. Y se difundió la fama de esto por toda aquella tierra.
Lucas (8.40-42), dice que el nombre de este dirigente de la sinagoga era Jairo, y agrega que Jairo
primero le pidió a Jesús que sanara a su hija, que estaba gravemente enferma, aunque después,
conforme al mismo Lucas (8.49-56) y Marcos (5.35-43), recibió la noticia de que la niña había
muerto; es en ese punto, en el que Mateo sigue con la narración. Jairo se postró delante de Jesús y
con valor le pidió que la resucitara, Jesús había realizado muchos otros milagros, pero hasta ese
momento no había resucitado a nadie, no obstante, Jairo creyó que Jesús podía hacer también ese
milagro, y no fue defraudado.
Casi todos hemos oído hablar de la críopreservación, es decir, el almacenamiento de un cuerpo a
bajísima temperatura, con la esperanza de revivirlo en un futuro mejor; actualmente, se estima que
alrededor de 350 personas han sido criogenizadas en todo el mundo (el costo ronda los 30 mil
dólares, aunque depende del “servicio” que se quiera contratar). Hasta hoy, los pocos sitios que
ofrecen este tipo de servicios, lo único que hacen es vender la esperanza de una segunda
oportunidad, una cura y una vida mejor; incluyendo a la más antigua y prestigiosa “Cryonics
Institute”, creada por el “padre de la criogenia”, Robert Ettinger, quien fue el primero en publicar
sobre el tema, así como uno de los mayores impulsores de esa tecnología.
Sin embargo, no queda del todo claro qué ocurriría si alguien volviera a la vida, ¿en qué estado lo
haría? Nadie lo sabe, porque ninguno de los “criogenados” ha sido resucitado, y aunque, a nivel
técnico se lograran superar muchísimos aspectos que ahora mismo son pura especulación, la
verdad es que, a la criogenización sólo le sigue el silencio.
Quienes han optado, o decidan optar por ser críopreservados, han depositado su fe en el ser
humano, y no en Dios (Jeremías 17.5); la Biblia dice que la muerte es la paga del pecado (Romanos
6.23), y que quienes no han nacido de nuevo se hallan muertos (Efesios 2:1-9), también dice que
la destrucción de la muerte es algo seguro (1ª Corintios 15.26, 54-57; Apocalipsis 21.4).
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Jesús le dijo a Martha, la hermana de Lázaro: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí,
aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto? (Juan 11.2526); y cabría preguntarte, si puedes responder lo mismo que ella respondió: Sí, Señor, yo he creído
que Tú eres el Ungido, el Hijo de Dios, el cual había de venir al mundo (Juan 11.27); porque: Esta
es la palabra de fe que predicamos: Si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu
corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo, porque con el corazón se cree para
justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. La Escritura dice: “Todo aquel que en ÉL
cree, no será defraudado”, porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es
Señor de todos, es rico para con todos los que lo invocan; ya que todo aquel que invoque el nombre
del Señor, será salvo (Romanos 10.8b-13).
Para mí, quienes optaron, u opten por la críogenacion, no creen lo anterior, y tú, ¿lo crees o no lo
crees? (Juan 10.24-30).
¡Cristo es el único que puede darte vida eterna!
CONCLUSIÓN
Enfermedad.
Santiago 5:13–16 ¿Está afligido alguno entre vosotros? Ore. ¿Está alguno alegre? Cante
alabanzas. ¿Está alguno enfermo entre vosotros? Haga llamar a los ancianos de la iglesia, y oren
por él, ungiéndolo con aceite en el nombre del Señor. Y la oración de fe sanará al enfermo, y el
Señor lo levantará; y si hubiera cometido pecados, le serán perdonados. Confesaos pues los
pecados unos a otros, y orad unos por otros para que seáis sanados. La petición eficaz del justo
puede mucho.
Mientras esperamos la segunda venida de Jesús, debemos recordar que el otro Consolador mora
en todos aquellos que hemos nacido de nuevo (Juan 14.15-17); está aquí con nosotros, siempre, en
especial cuando lo necesitamos, y cuando no sabemos que pedir, el intercede por nosotros
(Romanos 8.26-27). La oración honra a Dios, porque muestra que confiamos que Su Voluntad es
buena, agradable y perfecta (Romanos 12.2), así que respetamos Su poder y Su sabiduría,
confiando en su amor sin límite; pero sólo quienes tenemos una relación personal, cercana, íntima
y de amor con ÉL mediante Cristo, podemos acercarnos con confianza al Trono de la Gracia
(Hebreos 4.16); la oración expresa verbalmente nuestra confianza en la promesa que hace el Señor
de cuidar a sus hijos, y de intervenir en su vida cuando lo soliciten, para hacer que les sucedan
buenas cosas (Romanos 8.28-30).
“La oración ferviente de una persona justa tiene mucho poder y da resultados maravillosos”, dice
Santiago, y la única forma de ser justo, es porque se ha reconocido a Jesús como único y suficiente
Salvador personal, y que Su sacrificio vicario en la cruz, es suficiente (Romanos 3.10; Gálatas
2.16; Efesios 2.8-9; 2ª Corintios 5 17-21); así que, si sólo tienes una religión, no pienses que por
seguir a pie juntillas una serie de ritos, o fórmulas, tendrás el mismo trato que un hijo (Juan 1.1113), te es necesario nacer de nuevo (Juan 3.3).
Santiago agrega que la gente enferma debería invitar a los ancianos de la iglesia a ir y orar por
ellos, la referencia al aceite se debe a que el de oliva se usaba mucho como un balsámico para el
dolor, para las heridas o las lesiones; el punto, entonces, sería usar la oración junto con el
procedimiento médico regular cuando se enferma un miembro de la comunidad; a menos de que
Dios obre, no hay curas milagrosas para la esterilidad, la parálisis, la muerte o cualquier
enfermedad, incluido el COVID19; y recuerda, para quien tiene una relación personal, cercana,
íntima y de amor con Dios, no hay mayor sanidad, que la de ser levantado a Su Presencia.
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¡Sólo Cristo puede darte una cura milagrosa!
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