Es importante que te sientas a salvo en el alojamiento que decidas reservar. Por eso, te recomendamos que leas estos consejos antes de tu estancia.
Recomendamos a los anfitriones que instalen detectores de humo y de monóxido de carbono (CO) en sus alojamientos, pero también es importante que tú, como huésped, sigas ciertos consejos de seguridad cuando viajes.
Comprueba si un alojamiento tiene detectores de humo y de monóxido de carbono tanto antes de reservar como al llegar. Encontrarás esta información en la lista de servicios, en el apartado Seguridad en el hogar.
Los detectores de monóxido de carbono no son habituales en muchos lugares del mundo, por lo que te recomendamos que lleves uno cuando te vayas de viaje. Sobre todo si, según la información del anuncio, no hay uno instalado en el alojamiento que has reservado.
El monóxido de carbono (CO) es un gas invisible, inodoro e incoloro que se produce cuando ciertos combustibles (como la gasolina, la madera, el carbón, el gas natural, el propano, el petróleo y el metano) se queman de forma incompleta. Se puede producir en aparatos de combustión domésticos, como hornillos, fogones, calentadores de agua y calefactores. Los niveles de monóxido de carbono elevados pueden ser mortales.
Si suena un detector de monóxido de carbono:
Encontrarás más información en www.redcross.org/homefires.
* Para facilitar la comunicación con los usuarios de todo el mundo, solemos utilizar los términos detector y alarma indistintamente.
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