Aparecerán sugerencias al escribir el texto de búsqueda. Utiliza las flechas hacia arriba y hacia abajo para consultarlas. Pulsa Intro para seleccionar. Si la selección es una frase, esa frase se introducirá en el buscador. Si la sugerencia es un enlace, el navegador accederá a esa página.
¡Reservar una experiencia en Airbnb es muy fácil! Puedes especificar una ciudad y unas fechas concretas o consultar todas las experiencias. Recuerda que siempre es el anfitrión quien establece la disponibilidad y decide cuándo quiere ofrecer cada sesión.
Si reservas una experiencia, puedes enviar a todos los participantes un enlace para que soliciten una plaza. Cuando lo hagan, se los añadirá a la reserva.
Utiliza los filtros para seleccionar las prestaciones que necesitas para participar en una experiencia. Como siempre, si tienes alguna pregunta, puedes ponerte en contacto directamente con el anfitrión.
Cuando te inviten a participar en una experiencia online privada, recibirás un enlace de la persona que ha hecho la reserva para que puedas solicitar una plaza.
Ponte en contacto con el anfitrión para solicitar una reserva en una fecha o a una hora que no aparezca en su calendario. Revisará tu solicitud y la aceptará o rechazará.
Es posible que los anfitriones cuenten con un equipo que los ayude a gestionar la experiencia. Sus funciones se comunicarán a los viajeros en el mensaje de grupo.
Cuando participes en una experiencia, deberás respetar la legislación y las normativas vigentes en la ciudad donde tenga lugar. Algunas actividades requieren habilidades diferentes o una licencia específica.
Los participantes pueden añadir personas a su reserva o pedirles que hagan la suya propia. Si el día de la experiencia se presentan personas que no estaban apuntadas, el anfitrión decidirá si pueden quedarse o no.
¿Quieres compartir una experiencia en Airbnb con tus amigos? Puedes reservar y pagar por un máximo de 10 participantes, pero debes ser una de las personas que asista a la actividad.
A menudo, los anfitriones logran encontrar la forma de adaptarse a las diferentes restricciones alimentarias para que todos los viajeros puedan disfrutar de la experiencia al máximo. Por eso, es buena idea que hables con la persona que ofrece la actividad que te interesa y le comentes tu situación.