Tema 6
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1. Los avances
En los últimos treinta años 1.000 millones de mujeres se incorporaron al trabajo remunerado y son el
48,7% de la fuerza laboral mundial. El desequilibrio en Educación Primaria entre niños y niñas ha
desaparecido en la mayoría del os países y se ha recortado mucho en Secundaria, sobre todo en América
Latina y Asia Oriental. Hoy las mujeres son más de la mitad de los estudiantes universitarios. Desde 1980
su esperanza de vida es mayor que la de los hombres en todas las regiones y la mortalidad ligada al parto
ha caído. Son logros que en los países ricos tardaron en materializarse cien años y ahora se han
conquistado en menos de cuatro décadas en países de desarrollo medio y bajo.
La rapidez de los avances se relaciona con el sostenido crecimiento económico de los países y la
veloz caída del número de hijos por mujer, pasando de 5 a 2,5. Tener menos hijos permite a la mujer más
tiempo para formación o su economía, lo que da más posibilidades de educar mejor a sus hijas, que
estarán más preparadas para vivir más, tener menos hijos y hacerse oír, alimentando el ciclo del cambio.
Estos avances coinciden con el impulso de políticas gubernamentales sobre salud reproductiva, educación
femenina, igualdad de derechos, cuotas de representación política…
La apuesta gubernamental sería menos decidida sin el reconocimiento global de los derechos de las
mujeres. En 1975 se da la I Conferencia Mundial convocada por la ONU sobre la mujer. En 1979 se da la
Convención para la Eliminación de toda forma de Discriminación contra la Mujer y en la IV Cumbre de
la ONU sobre la Mujer de Pekín 1995 los derechos de las mujeres se elevan a la categoría de derechos
humanos, ratificada por 189 Gobiernos y colocando la igualdad de género en la agenda internacional. Los
Objetivos del Milenio 2010 recogen la igualdad de género como fundamental y es uno de los 17
Objetivos de Desarrollo Sostenible del Milenio.
A pesar de los avances queda mucho por hacer. El índice de desigualdad de género mide en cada
país la pérdida de logros de sus mujeres en varias dimensiones del desarrollo humano por su desigual
situación con los hombres. Para ello se cuentan datos de mortalidad maternal, fecundidad adolescente,
escaños, educación secundaria, mercado de trabajo…
La palabra género remite a los atributos y normas asociadas a ser hombre o mujer, siendo unos por
factores biológicos y otros por comportamientos sociales aprendidos. No hay acuerdo en el asunto ni en el
concepto de equidad. Para los más liberales clásicos, debería trabajarse la igualdad de oportunidades
eliminando barreras y educando, debiendo ser la propia mujer la que elija el resto. Pero buena parte de los
feministas identifican equidad con igualdad de resultados: no basta con eliminar obstáculos porque las
actitudes son aprendidas, por lo que se debe romper el círculo vicioso de aspiraciones femeninas menos
ambiciosas con sistemas de cuotas y medidas positivas.
Pero todos coinciden en eliminar las grandes desigualdades de género. Las más perjudicadas son las
mujeres de menores ingresos de regiones pobres y mal comunicadas, con mínima escolarización y
atención sanitaria sobre todo de castas inferiores, minorías étnicas, discapacidades o zonas rurales. …