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    Lobo Disfrazado: Una Vez Mordido
    Lobo Disfrazado: Una Vez Mordido
    Lobo Disfrazado: Una Vez Mordido
    Libro electrónico72 páginas1 hora

    Lobo Disfrazado: Una Vez Mordido

    Por Jodie Sloan

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    Información de este libro electrónico

    Sal está por cumplir 30 años y comienza a pensar en sentar cabeza con alguien, a pesar de que ha tenido varias parejas sexuales que la han dejado insatisfecha. Según su experiencia, un pene grande equivale a un ego grande, pero ese no era el caso de Josh. En el momento en que sus pensamientos comenzaron a recordar esa cita y noche de hacer el amor apasionadamente, él la llama inesperadamente. Arreglaron otra cita y todo iba bien, hasta que salió a la luz un secreto muy oscuro sobre él.

    IdiomaEspañol
    EditorialBadPress
    Fecha de lanzamiento24 mar 2016
    ISBN9781507133989
    Lobo Disfrazado: Una Vez Mordido
    Autor

    Jodie Sloan

    Jodie Sloan is an aspiring writer and loves to write anything in relation to the romance genre. Check out news of her new book releases here!

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      Lobo Disfrazado - Jodie Sloan

      Índice

      Capítulo 1

      Capítulo 2

      Capítulo 3

      Capítulo 4

      Capítulo 5

      Capítulo 6

      Capítulo 7

      Capítulo 8

      Capítulo 9

      Capítulo 10

      Capítulo 11

      Acerca del Autor

      ***

      Capítulo 1

      —Realmente deberías ser más cuidadosa ya que parece que la cabeza muy ocupada en estos días. ¿Puede tener algo que ver con que vayas a cumplir 30 años dentro de tres días? No sé por qué todos se preocupan por la edad, dado que a la larga no significa nada. Todos sabemos que envejecemos y que comenzamos a evaluar nuestra vida y preguntarnos si hemos tomado las decisiones correctas o no. Yo no creo en nada de eso y vivo cada día fuese el último. —Anne es la mejor amiga de Sal y se conocen desde hace más de 10 años.

      Sal mira a su amiga y sabe que la mayoría de la gente jamás comprendería su relación. No es que fueran un calco de la otra y con sólo mirar a Anne, se daba cuenta de qué tipo de diferencias había entre ellas. Ambas tenían un gran apetito sexual y la exploración de la piel, pero Anne era más directa y no le importaba acercarse a un chico y apoyar la mano en su pene para llamar su atención.

      —Anne, sabes que he estado buscando al indicado por un tiempo y que sólo ha habido una persona que se le acerque y las dos sabemos quién es. —Josh fue el que se escapó... ese que hizo que su corazón se agitara y su cuerpo se estremeciera de emoción cada vez que él estaba cerca. No era que Sal tuviese de qué preocuparse, ya que su cabello rubio y sus deslumbrantes ojos azules eran más que suficiente para atraer muchachos. Ése era justamente el problema ya que la mayoría de los que había conocido todavía eran niños tratando de ser un hombre, mientras que Josh había sido exactamente todo lo contrario.

      —Sabes, acabas de salar esas galletas y no creo que le vayan a gustar a los niños —Sal estaba frustrada, tomó la mezcla y el bol y tiró ambos a la basura. Sus manos temblaban y su mente repasaba los hechos del verano pasado una y otra vez. —No te salgas de tus casillas, podemos hacer otra tanda y no nos va a tomar más que unos minutos hornearlas. Vine porque sonabas agitada por teléfono y pensé que te podría ayudar. No entiendo por qué no sólo lo llamas, o ¿tiene algo que ver con el orgullo y el hecho de que no te llamó desde el momento en que se fue el verano pasado?

      —Simplemente no lo entiendo, porque la pasamos bien y lo digo en general, ya que lo que hicimos en la habitación sólo se puede describir como eufórico. Me hizo cosas que no sabía que fueran posibles, me llevó al éxtasis una y otra vez, hasta que no podía mover mis piernas. Su resistencia era más de la que podía esperar y él sólo sonreía y continuaba haciéndomelo. Creo que mis gritos se podían escuchar en todo el complejo de departamentos y algunos de los inquilinos me dieron sonrisas burlonas que me hicieron sonrojar en dos tonos de rojo.

      Su ropa estaba llena de polvo de hornear y azúcar glasé, pero Anne hacía su mejor esfuerzo por sacar a cierta persona de la mente de su amiga. Hablaron de él que en ciertas ocasiones Anne sintió celos de su amiga y la conexión que hizo con Josh. Sólo lo había visto una vez, pero había algo bestial y puro en su comportamiento que la hacía sentir desnuda y vulnerable en su presencia. Nunca antes había expresado estas emociones, ya que, francamente, él no era su tipo, para empezar.

      —Los hombres son acertijos envueltos en una paradoja y creen que nosotras somos difíciles de interpretar. Siempre creí que los hombres piensan sólo en una cosa, pero ha habido momentos en los que los he visto mucho más profundos que eso. —Anne se refería a un hombre que conoció en internet y se han correspondido durante un tiempo.

      —Sé que lo has visto, Anne, y que él debería ser el significado de alto, moreno y guapo en el diccionario. Fue él quien me invitó a salir y yo vacilé, pero su perseverancia dio frutos y acabamos teniendo una noche que vivirá en la infamia. Aún no logro superar la cantidad de veces que sacó a la mujer que hay en mí, haciéndome arquear la espalda y sentir sus dedos entrando en mi piel mientras hacía chocar la cabecera contra la pared reiteradamente. Acabé tantas veces que pensé que me iba a desmayar de pura alegría con mi corazón latiendo tan rápido que creí que se me iba a salir del pecho. —Josh era el tipo de hombre que ella jamás podría olvidar y ni siquiera estaba segura de si quería hacerlo.

      —Sal, la vida está llena de pequeñas desilusiones y sé cómo te afectó este hombre. No merece ese tipo de lealtad, ya que ambas sabemos que te dejó sin decir ni una

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