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Solamente Yo: Spanish Version of "Just Me"
Solamente Yo: Spanish Version of "Just Me"
Solamente Yo: Spanish Version of "Just Me"
Libro electrónico275 páginas5 horas

Solamente Yo: Spanish Version of "Just Me"

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Información de este libro electrónico

Esta historia es una auto biografa de mi infancia. Cual estuvo llena de muchas lecciones fuertes por las cuales tuve que enfrentar mientras creca. Lecciones que me dejaban cicatrices y otras que me preparaban para enfrentar la vida que me tocaba vivir. Tuve muchos momentos inolvidables los cuales me hicieron la mujer fuerte y luchadora que soy. En este libro yo quiero que la gente entienda las seales y las huellas que deja el abuso en una persona. Me inspir por muchas personas en mi vida, quienes me ensearon a ser fuerte y humilde. En la vida de hoy el abuso no es hablado pero hay que superarlo y romper las cadenas. De la vida aprend muchas cosas pero la ms importante es que nunca me dejar vencer. Todos tenemos lecciones que aprender durante las clases de la vida que nos ensean y nos ayudan a ser quienes somos. Refrn una verdadera luchadora no es la que siempre gana, sino la que a pesar de sus derrotas nunca se rinde.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento6 jun 2017
ISBN9781490781921
Solamente Yo: Spanish Version of "Just Me"
Autor

Nadeen Luv

Edna Rivera is a very spiritual, loving, and caring person who loves to write and share her stories. She is also very hardworking, a woman who believes that anything is possible. She loves to laugh and be the joker of the crowd since she carries a unique sense of humor. She works with children, and she is a mother of three children herself.

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    Solamente Yo - Nadeen Luv

    Copyright 2017 Nadeen Luv.

    All rights reserved. No part of this publication may be reproduced, stored in a retrieval system, or transmitted, in any form or by any means, electronic, mechanical, photocopying, recording, or otherwise, without the written prior permission of the author.

    ISBN: 978-1-4907-8193-8 (SC)

    ISBN: 978-1-4907-8192-1 (E)

    Because of the dynamic nature of the Internet, any web addresses or links contained in this book may have changed since publication and may no longer be valid. The views expressed in this work are solely those of the author and do not necessarily reflect the views of the publisher, and the publisher hereby disclaims any responsibility for them.

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    and such images are being used for illustrative purposes only.

    Certain stock imagery © Thinkstock.

    Trafford rev. 04/26/2017

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    North America & international

    toll-free: 1 888 232 4444 (USA & Canada)

    fax: 812 355 4082

    Sólamente Yo:

    Esto es una historia que se llevó a cabo en un pequeño pueblo llamado Coamo, en Puerto Rico. Esta historia viene de mis notas que escribí mientras crecía desde los cuatro a cinco años hasta que me convertí en una adolescente. Recuerdo estas cosas como recuerdos recurrentes o también memorias, de lo que fue mi vida desde los cinco años. Estas notas están en Español porque es el único idioma que yo sabía.

    Esta es una historia de una niña de 4 años, que documentó sus experiencias. Sus experiencias sobre su vida son muy duras y ásperas y a pesar de eso, resultó ser un ángel enviada del cielo, llena de pasión por la vida. Ella es energética, cariñosa, alegre, feliz, amorosa y llena de belleza interior aunque su vida no era fácil, como todo el mundo pensaría.

    Vamos a ver, ¿Dónde puedo comenzar? Volvamos al día que nací cual fue Mayo 1, 1968. Hija de una madre que me tuvo a los 42 años en la etapa de su menopausia y de un padre de 55 años de edad. Hija de una madre trabajadora con un gran corazón, y decidida a dar su vida por sus hijos. Mi padre quedó viudo de su matrimonio anterior. Ambos padres trajeron hijos de sus matrimonios anteriores a este matrimonio. Mis padres trabajaron muy duro para cuidar de la familia proporcionando comida, techo y muchas otras cosas más para ser exactos. Mi madre luchó con lo que la vida le ofreció. Aprendió a vivir con poca o ninguna educación formal. Su educación fue su experiencia laboral. Su sudor y trabajo arduo incluso de niña era verdadero trabajo porque algunas personas piensan que el trabajo doméstico no es trabajo real. Déjame decirte que el trabajo doméstico es más que un trabajo de tiempo completo en una linda oficina mecanografiando de 9 a 5, como dicen. Si tomas a una mamá que trabaja en la casa, y agregas las mismas horas de trabajo, te apuesto que la mamá ganaría, porque ella nunca coge 20 minutos de descanso o almuerzo. No hay tiempo de descanso, ni siquiera tiempo para estirarse o simplemente relajarse un ratico como el empleado de oficina tiene. Ahora, haz las matemáticas, o mejor dicho, dime ¿Qué piensas ahora? ¡Exacto! El trabajo de la mujer nunca termina. Si me preguntas, debería ser un trabajo a tiempo completo pagado. Ella nunca tuvo la oportunidad de aprender a leer y escribir. Nunca fue su elección o decisión pero ella se las arregló para conocer más sobre el mundo y el trabajo que si hubiera aprendido en la escuela. Ella sabía más sobre la vida que si hubiera ido a muchas escuelas. Tuvo tantos logros en su vida, pero ninguno de ellos tenía un sueldo o reconocimiento conectado. Ella tuvo un matrimonio anterior que la había dejado con muchas lecciones y estoy segura que con muchas cicatrices que solo ella sabe, pero por su forma de actuar yo sabía que ella había sobrevivido el matrimonio luchando por lo que era suyo. No olvidemos que ella también estaba manteniendo a los hijos del primer matrimonio. Estos hijos crecieron y se mudaron para los Estados Unidos. Ya ellos eran adultos cuando yo nací y continuaron haciendo sus vidas. Me impresionó ver a esta mujer que tenía hijos adultos pero que tenía que cuidar a esta nueva niña que había entrado a su vida, después de haber criado a todos sus hijos. Ahora dime, aquí tienes a una mujer que puede hacer cualquier cosa sin tener una educación. Sólo sus habilidades para trabajar duro y aun así ella se las arregló para amar a todos sus hijos. Estoy segura que así fue como aprendió a sobrevivir parándose por sí misma y aprendiendo cualquier cosa y todo lo que estaba en su camino. Sola por su cuenta, tuvo que aprender a sobrevivir trabajando duro en un campo de tomate caminando arriba y abajo en una línea recta recogiendo tomates de la planta. Un trabajo que hacía desde las 5:00 de la mañana hasta el mediodía, entonces trabajaba en una factoría haciendo cigarros desde el mediodía hasta el amanecer o hasta que cumplía la orden del día. Me imagino levantarme a las 5:00 de la mañana y trabajar todo el día para que paguen el salario mínimo o muchas veces lo que le querían pagar. Te apuesto que ningún trabajo de 9 a 5 puede superar o acercarse al tipo de trabajo que mi madre hizo. Ella tenía una casa propia en un lugar llamado Korea, que es una sección en una ciudad llamada Coamo en Puerto Rico. Su marido anterior se la dio. Bueno, en realidad fue dejada para los hijos del matrimonio anterior. La casa era para sus hijos, pero ya que tenían sus propias vidas en los Estados Unidos, ellos no la necesitaban y ella se quedó a cargo de la propiedad. Yo pienso que ella quería una vida nueva o tal vez se enamoró de mi papá. Después de estar sola por un tiempo, quedo embarazada conmigo, entonces comenzó una vida con mi padre que para mí ahora no tiene sentido, pero quien soy yo para juzgar. Tenía derecho a tomar sus propias decisiones. Cuando comenzó la relación con mi padre, dejó de vivir en su casa en Korea, y se trasladó a la casa donde mi padre residía. La dirección era Segundo Benier y estaba en la misma ciudad de Coamo, a pocos minutos de su otra casa. La casa de mi padre estaba situada al otro lado de la calle del cementerio.

    Mi padre era estricto a diferencia de mi madre. Tenía dos trabajos. Uno como bombero, y el otro como farmaceutico. Tal parece que tenía educación para esas posiciones especiales, pero su conocimiento no se puede comparar al de mi madre. Creo que ella le habría ganado por mucho. Recuerdo aquellos tiempos como los buenos tiempos, tiempos de familia. Mi madre siempre me llevaba al trabajo con ella. Nunca me dejó sola o con nadie, así que me ataba a su pierna con un cinto que siempre llevaba con ella. Este cinto o lazo nunca se sintió apretado a mi pierna, tenía un montón de espacio para moverme siempre y cuando no estaba lejos de ella. Mi madre nunca me lastimó. No podía. Amaba a sus hijos incluyéndome a mí. Ella vivió para nosotros, y pienso que era la manera de mantenerme a su lado o para que yo no me perdiera, tal vez era la única manera que conocía para mantenerme a salvo. Me protegió de las cosas que pensaba serían peligrosas. Yo sabía que tenía que trabajar y que no había nada más que pudiera hacer porque tenía que mantener a sus hijos. Además, yo era una niña pequeña, de cuatro años pasando a cinco, ¿qué más podía hacer? Ella no confiaba en nadie, ni siquiera su familia para cuidarme, ¿qué más podía hacer? ¡Nada! Mientras trabajaba a tiempo completo para poner comida en la mesa y vestirnos, ella hizo lo mejor que pudo. Ella fue la mejor madre para nosotros.

    A veces, podía observar el sudor en su cara, como el sol con su calor golpeaba su cuerpo. Tan caliente cuando se trabaja en un campo, imposible encontrar sombra en un campo de tomate, por lo que se ponía este sombrero y debajo tenía una toalla para recoger el sudor, pero yo no creo que estaba trabajando porque el sudor corría por su cara sobre una camisa de mangas largas que llevaba para evitar quemaduras de sol. Ella era la que trabajaba más duro en el campo, pero siento que el sol le daba fuerza. ¿Piensas que en cualquier momento de su vida tuvo remordimientos por lo que tuvo que hacer, o como vivía su vida? No, nunca se arrepintió de ninguna de sus decisiones, si eran las mejores o las peores decisiones jamás hechas.

    Por la mañana, los encargados, o los dueños del campo de tomate, no podría decir quién era, pero todo lo que sé es que le traían dos huevos, pan, jugo y café. Era un desayuno decente para una trabajadora. Pero la verdad era que ella me daba toda su comida. Ella no comía nada, sólo tomaba el café. Hacía lo mismo para el almuerzo. Los jefes le daban almuerzo y ella me lo daba a mí. Ella vivía del café. Ella esperaba llegar a la casa y cocinar, entonces comía. ¡Que mujer tan increíble! Se trata de una mujer que no comía nada todo el día porque tenía que trabajar, y su instinto maternal era alimentar a su hija y no pensar en lo hambrienta que estaba. Ella lograba esperar hasta el final del día para su propio alimento. ¡Vaya, que mujer tan increíble! Hoy en día otras mujeres sólo harían la mitad de las cosas que mi madre hizo. A veces me pregunto por qué ella no me dejó con alguien mientras ella trabajaba. Tal vez porque yo estaba muy pequeña o tal vez era para protegerme, o tal vez no confiaba en nadie. Si ella me hubiera dejado con alguien durante el día, ella hubiera podido comer la comida que le daban. Entiendo lo que estaba haciendo, estaba siendo una madre poniendo a su hija primero y ella de última. Me imagino su niñez, ella debe haber tenido una vida muy dura sin confiar en nadie, ni siquiera los miembros de su familia. Ella siempre fue la proveedora para sus hijos de su matrimonio anterior, ya que a menudo tenía que ayudarles con cualquier cosa que necesitaban y con sus problemas de la vida, por lo que tuvo que trabajar más duro porque era analfabeta y sin educación, así que ella tenía más que demostrar no sólo a ella misma, sino al mundo entero. Si nos fijamos en su cara, ella tiene tanta historia en su vida que se podría realmente escribir toneladas de libros. Mientras que ella contaba una historia sabías que había vivido una vida dura. Tenía tantas historias, las personas se entretenían durante horas mientras trabajaban. Pienso que mi madre era su periódico, revista o incluso un libro. Tenía muchas historias que contar y las decía con tanta emoción porque ella las había experimentado. Recuerdo que decía todas estas historias diferentes cada día y sabes cómo sé que no eran las mismas, debido a que nunca empezaban o terminaban igual. Al final de sus historias, escuchaba a la gente decir, oh mi Dios, ¿Dónde ocurrió eso? ¿Cómo se fueron? o yo no pudiera vivir así, y ahí supe que era su vida que ella les estaba diciendo. Contando historias de su vida, era como una terapia para ella y una historia de aprendizaje para las otras personas. Todos la amaban a ella y a sus historias. Les encantaba ver a mi madre tan pronto entraba por la puerta. Era como si mi madre les hacia el día mejor y también el día terminaba más rápido y a la misma vez ellos aprendían algo, estoy segura que cada día aprendían algo que podían llevar a sus propias situaciones de la vida, o tal vez enseñarles si la situación surgía. Recuerdo que el principio de mi niñez fue normal a una temprana edad rodeada de gente que trabajó con mi madre. Mis padres, mis medios hermanos y medias hermanas del primer matrimonio de mi padre siempre estaban conmigo. El primer esposo de mi madre la dejó por otra mujer y mi padre quedó viudo, por lo que ambos llegaron a esta relación con muchos asuntos sin resolver. Viniendo de diferentes estilos de vida, ambos tenían muchos asuntos que resolver. A veces pensaba que mi padre se sentía intimidado por mi madre porque ella era una mujer tan fuerte.

    Crecí en un hogar normal con las necesidades básicas que una familia debía tener. Tenía mi propio cuarto con una cama, había un televisor en la sala pero no en los cuartos, porque mi padre decía que los cuartos eran para dormir. La mesa donde comíamos juntos, el baño, el patio tenía plantas a un lado, y a la parte de atrás una pequeña casa donde mi madre cocinaba algunas veces. Eran condiciones de vida muy bonitas donde un niño debe sentirse seguro y amado. Mi madre tenía una sonrisa que valía más que mil palabras. Su corazón era tan grande que todos a su alrededor la respetaban y admiraban como si fuera uno de los ángeles de Dios en esta tierra. Recuerdo mirándola como me cantó después de que ella terminó de recoger los tomates. Ella tenía que volver y sentarse y poner los tomates buenos en una cesta y los malos en otra cesta para usarlos para semillas. Como continuaba cantándome yo me dormía abrazándome alrededor de sus piernas, entonces me tapaba con su suéter ya que nos sentábamos por la cerca bajo el sol caliente, si no había sombra ella me cubría, así no sería quemada por el sol mientras ella trabajaba y yo le mostraba a mi madre cuánto la amaba a los cuatro años. Dondequiera que ella iba, yo iba también, no había ninguna separación. Me sentía segura alrededor de mi mamá, yo dormía por sus piernas, me despertaba y jugaba por sus piernas, nunca me alejé de ella y hasta este día pienso que ese tiempo fue el mejor y más seguro en mi vida. Mi padre por otra parte era estricto que no permitía hacer nada sin su consentimiento. De su matrimonio anterior, tuvo 3 hijos y 2 hijas. Ellos me amaban pero odiaban a mi madre o es como ellos lo hicieron parecer. Por lo menos una de sus hijas odiaba a mi mamá, la otra aceptaba todo lo que mi madre hacía por él. Pero esa hija, odiaba a mi madre, tal vez porque mi madre y yo nos convertimos en su centro de atención, y para ella no era justo. Mi madre también tuvo una hija y seis hijos que tenían sus propias vidas. Durante mis cuatro años de edad me encantaba estar alrededor de mi familia y amigos sintiéndome amada y feliz disfrutando cada minuto, pensando que yo era lo más importante en sus vidas. Mi orgulloso papá cuando lo veía era emocionante para mí, como él mismo decía a la gente mientras caminábamos esta es mi hija, con la cabeza bien alta sobre sus hombros y los ojos llenos de alegría y admiración cuando la gente decía hola, él daba la vuelta y decía esta es mi hija como si ellos no lo oyeron. Me imagino que estaba tan orgulloso o solamente deseaba atención o tal vez quería hacer alarde de su poder sobre la gente, era diferente de mi madre.

    Mi madre nos inspiraba con su amor, gozo, alegría, admiración y cosas que hacía a la gente sentirse bien pero mi padre era poderoso con su educación y reglas de obediencia. Eran opuestos. Él asustaba a la gente porque él pensaba que era importante. Sin embargo, esto era el modo que lograron estar juntos y ser familia, venciendo cualquier obstáculo en el camino. Mis padres eran totalmente opuestos, cómo dicen las personas opuestas se atraen, bueno así eran ellos, no tenían nada en común pero se las arreglaban para que el matrimonio funcionara. Los Sábados paseábamos alrededor de la isla o pasábamos tiempo juntos como familia, sólo nosotros tres disfrutando de la vida. Pensé que todo estaba bien excepto cuando mi padre nos hacía recoger latas y ponerlas en bolsas grandes para vender. Él tenía esta bolsa grande donde ponía todas las latas y los domingos por la mañana se las vendía a un hombre con un camión grande. Yo sabía que este hombre compraba muchas latas de otras personas porque el camión estaba lleno de bolsas y parecía que se caerían del camión pero nunca lo hicieron. Yo sabía que mi padre le vendía las latas porque él le entregaba la bolsa y el hombre ponía dinero en la mano de mi padre. Aunque yo era pequeña, era muy inteligente y prestaba atención a las cosas a mí alrededor, así aprendí muchas cosas. No sabía los días de la semana, excepto cuando mi padre decía hoy es Sábado o hoy es Domingo. La única cosa que no me gustaba era recoger las latas, me sentía avergonzada de recoger latas y ponerlas en bolsas. De la bolsa entera yo recogía tal vez diez latas, no muchas, pensaba que era degradante para mi madre y yo, pero aún así nos divertíamos mientras las poníamos en la bolsa. Entonces, mientras conducíamos, no sé por qué mi madre se sentaba atrás. Tal vez tenían ese acuerdo, o era la manera de mi padre controlar la situación, o vengarse de ella, o tal vez ella quería sentarse conmigo. Yo no sabía de qué se trataba o que debía decir. Mi madre actuaba como que no le importaba sin prestarle atención ni le escuchaba, tal vez esta era su manera de controlarla.

    Los domingos pasábamos el día entero en casa de mi media hermana. Ella era enfermera y realmente ella me gustaba mucho. Ella nunca trató a mi madre o a mí como si fuéramos extrañas. Disfrutaba jugar con los animales que ella tenía. Me sentía feliz poder ser yo. Tenía gallinas de diferentes colores, patos, un caballo, vacas, perros y gatos. Ella tenía su pequeña finca y fue así cómo comencé a encontrar gusanos y ponerlos en tazas. No le tenía miedo a nada. Estando alrededor de los animales me hizo no tenerles miedo, ni hasta los lagartos. Me subía al árbol y los cogía entonces los ponía al sol y veía cómo saltaban cuando se calentaban. Yo corría en el campo subiendo los árboles, por lo menos intentando subir. Nunca podía subir muy lejos, pero no me detenía. Intentaba una y otra vez. Llegaba al medio y estaba bien con eso. Pero nos divertíamos más cuando mi familia venía de los Estados Unidos. Me encantaba cuando venían especialmente por los regalos y por el tiempo con ellos. Fue entonces que se podía sentir la separación entre las familias. Cuando la familia de mi padre venía a la casa eran tiempos alegres y felices. Mi padre hablaba, se reía y tomaba café, estaba simplemente feliz. Su familia también vivía en Coamo, Puerto Rico. Mi padre sólo tenía un hijo que vivía en Boston. Ahora, cuando la familia de mi madre visitaba la casa era terrible, se sentía la tensión. Mi padre ponía esta cara, una cara seria, enfadada. Si alguien hacía algo que a él no le gustaba, o no estaba de acuerdo él tosía alto o golpeaba el bastón en el suelo. Si mi madre no le prestaba atención, entonces se paraba y golpeaba el carril de la valla de madera en el barcón, dando una señal a mi madre que él no estaba de acuerdo. Mi madre lo miraba sin saber que decir o hacer. Esa era su forma de dejarle saber que él no estaba de acuerdo, pero a mi madre no le importaba, y ella actuaba como que él no estaba allí, y seguía hablando con su familia. La familia de mi madre también vivía en Coamo. Ella solo tenía un hijo en Puerto Rico y los demás vivían en los Estados Unidos. La mayoría de su familia vivía en Coamo. Su hermana, tío y tía, su hijo y su esposa también la visitaban, le encantaba pasar tiempo con ellos. Yo miraba la cara de todos y te puedo decir que se sentían mal o incómodos. Si alguien te da las caras y las acciones que mi papá hacía, también me sentiría incómodo, y básicamente creo que así se sentían ellos. No querían decirle a mi madre o tal vez lo hicieron. Con la parte de la familia de mi madre siempre era como una explosión y cuando venían de los Estados Unidos, me traían cosas, me llevaban a la playa y tomaban fotos de mi madre y yo. A veces mi madre tomaba las fotos, pero había momentos cuando no le gustaba. No le gustaba tomar fotos. Ella se alejaba y se ocultaba y a veces se reía nerviosamente y decía no quiero la cámara. Estoy segura que mi madre era una mujer fuerte pero muy tímida, lo creas o no.

    Luego, mientras pasaba el tiempo, los argumentos y los gritos comenzaban, los empujones y las palabras verbales, pero sin embargo nunca vi llorar a mi madre. ¿Por qué se quedaba alrededor de este abuso? No es como que no tenía donde ir. Tal vez no quería pelear y más bien quería arreglar las cosas, pero pude ver que las cosas no mejoraban. Era tan fuerte que tomó control sobre ella haciéndola más sabia, dependiente de la situación aunque mi padre era un viejo rencoroso. Ella tenía fe que podía tener esta supuesta vida familiar. ¿A quién estaba engañando? Yo sólo tenía cuatro años y sabía que mi padre no cambiaría. Ella podría haber tenido fe, pero la suerte no estaba de su lado. Estaba peleando esta batalla sola. La familia no estaba de acuerdo. La hermana de mi madre siempre le dijo que ella se merecía algo mejor. Incluso la hija de mi padre no aprobaba la relación. Ambos estaban en el mismo barco, la única diferencia era que en medio de todo este drama estaba yo.

    A veces, echaba a mi madre fuera de la casa, aunque realmente la casa era de mi padre, él decía no a mi hija agarrando mi mano con fuerza hacia él. Entonces mi madre agarraba mi otra mano hacia ella, era como un tirón de lado a lado, parecía que en algún momento iban a quebrarme en mitad, hasta que ella me agarraba. Tal vez, él veía mi cara mientras lloraba y agarraba a mi madre que decidía soltarme. Mi madre nunca me dejó. Yo era algo por quien ella siempre luchaba, era como si ella se convertía en este héroe fuerte, como la gallina cuando le quitan los pollitos, que te persigue. Así es como mi mamá era conmigo. Era como si yo fuera lo único que ella tenía. Mis hermanos todos vivían en los Estados Unidos y sólo tenía un hijo en Coamo y básicamente su vida estaba con su esposa, tan sólo tenía que cuidar de mí, era como si yo era lo único que tenía que le recordaba que ella era una madre. Todos sus hijos y aún yo éramos un gran pedazo de ella y no importaba que no estuvieran con ella porque estaban en su corazón. Nunca tomó lados cuando se trataba de sus hijos. Todos eran iguales para ella y los defendía con su vida. Si alguna vez que era a menudo ella tomaba decisiones para sus hijos que yo estaba segura que mi madre no quedaba contenta, pero mientras era por su bien esas decisiones eran tomadas. Ella nunca pensaba en ella misma, no importa cuán triste o herida estaba ella no lo mostraba. Sus hijos siempre vinieron primero. Ella quería lo mejor para ellos y a menudo buscaba su protección. Ella quiso que fueran alguien, que estudiaran, que crecieran, se casaran y tuvieran hijos, y que nunca tuvieran que trabajar tan duro como ella lo hizo.

    Ella lloraba en silencio, pero eso no iba a impedirle querer lo mejor para sus hijos, sin importar si eso significaba no estar con ellos. Recuerdo que una vez se cambiaba de ropa y se quitó el sostén y justo en su pecho había una foto de sus hijos cuando eran pequeños. La foto se cayó al suelo y ella se agachó y la recogió. Ella miró la foto y la besó y yo sabía que extrañaba mucho a sus hijos pero no iba a mostrarlo. Después de tomar un baño, noté que ella colocó la foto en su sostén. Si eso no es amor entonces no sé lo que es. Mientras se vestía, ya había colocado la foto en su sostén, tal vez era como llevar a sus hijos con ella por tener la foto cerca de su corazón. Fue entonces cuando miré sus ojos y estaban llenos de tristeza como que le faltaba una parte especial de su vida, pero al mismo tiempo, estaba orgullosa de ser su hija. Ella llevaba esa foto siempre, como si teniéndola ahí, los tenía cerca de su corazón y la hacía sentir feliz. Ahora, si esto no pone una lágrima en tu ojo, nada lo hará. Aquí hay una mujer que trabaja más duro que un hombre y sin embargo tuvo que tomar decisiones difíciles para sus hijos, e intentando lo mejor para hacer que esta supuesta familia funcione con un hombre que no tiene respeto por ella. Sin embargo, encontraba tiempo para cuidar de sus hijos y no de ella misma. ¡Asombroso! Pero como dije, era su manera de tratar con la situación. Nunca le diría a sus hijos que volvieran y ella nunca se retractaría sobre sus decisiones. Ella nunca demostraba dolor o debilidad. No. Ella levantaba su cabeza y caminaba con una sonrisa y continuaba con la vida como si nada. Pero como dije, cuando mi padre actuaba enojado, ella me sacaba de la casa. Él la echaba de la casa pero me tenía con ella de la mano. Entonces íbamos a sentarnos frente al cementerio al cruzar la calle. Supongo que esperaba que él se calmara o tal vez hacerle reconsiderar lo que había hecho. No podía entender, pero creo que en su corazón sabía que era un

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