La pasajera del TREN

La pasajera del TREN

Pablo Morales

Derechos de autor © 2021 Pablo Morales

Todos los derechos reservados

Primera Edición

PAGE PUBLISHING, INC.

Conneaut Lake, PA

Primera publicación original de Page Publishing 2021

ISBN 978-1-66248-986-0 (Versión Impresa)

ISBN 978-1-66248-987-7 (Versión Electrónica)

Libro impreso en Los Estados Unidos de América

Tabla de contenido

José es llevado al hospital

La mentira infame

Viaje de Roslyn y Mery

Roslyn vence la depresión

Noticias de José

Retorno de José a New York

Al fin juntos

Celebración de la boda

La vecindad

Primeros celos

Nuevo trabajador

Noticias de sus hijos

Les cambió la vida

Nacimiento de Victoria Isabella

Encuentro con sus hijos

Lo dedico de todo corazón, a mi nieta, Melissa Nicole Torres Portilla, (Melito) que ha significado y sigue siendo una linda hija y mujercita ejemplar.

Por su carácter dulce y lleno de sonrisas, porque hizo mucho en mi vida, porque hizo que mi vida sea también feliz.

Tantas cosas y anécdotas que podría contar de esta hija, que desde muy pequeñita abusaba de mi paciencia y amor paterno.

Prólogo

¿Qué es la amistad?

La amistad está en nosotros, el tiempo y la distancia, no son factores que podrían terminar con una amistad, lo que destruye es la duda y nuestros temores. Cuando se termina una amistad, o se la pierde, una parte de nosotros se va con ella, como también se queda con nosotros.

Las inquietudes, las aspiraciones, los proyectos, las alegrías, tristezas, que compartimos con esa amistad y hasta los gestos se van con ella, cuando se termina.

Tenemos que ser sinceros, no debe primar el interés individual, es apoyarse y confiar en momentos de crisis y bienestar.

Pueden ser amistades de diferente medio, situación social, económica, pero que se comprenden, que se apoyan, estas situaciones de estatus, pasan a un segundo plano.

A veces los familiares y amigos quieren influir para cortar una amistad, no se debe acceder, porque debe primar la amistad sincera y verdadera.

José está esperando y mirando por un túnel oscuro, que asome con su luz potente el tren número seis, que le llevará a la parada más cercana de su lugar de trabajo. Es un restaurante italiano, en Manhattan, donde hace las funciones de lavador de platos y entrega de las pizzas en bicicleta.

Esta mañana se ha levantado con muchas preocupaciones; está muy triste y nervioso por noticias recibidas de su familia que está en su país.

Su esposa le ha llamado porque tiene que hacer varios pagos adicionales en los colegios de los hijos; tiene pocos días para pagar, caso contrario, los chicos no podrán asistir a rendir las pruebas, con las consecuencias negativas para ellos.

Pero lo que más le preocupa a José, es que se trate de una excusa; cree que su esposa está enferma, porque justamente se despertó soñando que ella está muy mal y sus hermanos están tratando de ayudarla en un hospital.

Esta situación le preocupa, porque no puede conseguir dinero en su trabajo, ya que ellos tienen la política de no anticipar a empleados que no tienen la residencia legal, no tiene amistades a quien recurrir. Está pensando decirle a su jefe que le ayude, así la política de la compañía sea negativa.

Pero su nerviosismo se concentra en que su esposa o hijos estén enfermos. Está triste y muy preocupado.

El tren ha llegado y sube como un autómata sin tomar en cuenta si se han abierto las puertas automáticas. Así mismo se sienta y rosa la pierna de otra pasajera, se da cuenta y le pide disculpas.

Al hacerlo, se queda asombrado de su belleza. Es realmente hermosa, tiene ojos cafés. Por su tez europea deberían ser azules, el cabello es café y ondulado, que hacen de su rostro una mujer de película, maquillada con profesionalismo, sin llegar a la exageración. Qué decir de unas hermosas y bien formadas piernas. Su manera de vestir es elegante, lo único que corta esta elegancia, son sus zapatos blancos deportivos, pero seguramente lleva en una funda los zapatos de tacón alto.

A ella también le llama la atención este señor que se sentó con algo de brusquedad o descuido. Ella también lo analiza y observa su presentación, lleva puesto una camiseta celeste, que se le ciñe muy bien al cuerpo sin ajustar, el pantalón jean y zapatos negros bien brillantes, observa que es una persona de buen porte, es de tez morena, como si se hubiera bronceado en la playa, tiene muy buena presencia, que fácilmente es resaltada y admirada por las mujeres, su cabello es negro y ligeramente ondulado.

Se podría pensar que él podría ser un actor de cine latino, como que está desperdiciado haciendo otros trabajos simples. A ella le llama la atención por la nitidez y limpieza de su ropa, incluido sus zapatos que están brillando. Su ropa está limpia y bien planchada. La pasajera analiza su buena presencia y aparente personalidad de ser un buen tipo.

El viaje del tren dura 40 minutos, ellos lo saben para llegar puntualmente a sus trabajos respectivos.

Ha llegado la hora de salir del tren, nuestro amigo se levanta primero, luego ella, salen, toman las escaleras eléctricas, ella va delante de él, José ve con admiración esas piernas y cuerpo hermoso de una mujer más joven de lo que representa su edad.

Nuestro amigo siente que la preocupación por su familia se ha disipado, después de admirar a una hermosa mujer.

Está impresionado porque vio en su rostro serenidad y bondad. Él se dice a sí mismo: Como quisiera ser su amigo para mitigar mi soledad permanente.

Ella también ha quedado impresionada del compañero ocasional de viaje; siente que le agradaría tener una conversación con aquel pasajero. En estos momentos de crisis emocional que ella está pasando en su hogar.

Si le diera ocasión para conversar, tal vez, él pensaría que es una mujer coqueta, o fácil, no podía darle esa oportunidad de hablar.

José prepara un plan de cómo volver a ver a aquella mujer y determina una estrategia.

Primera conclusión:

Determina que, si es pasajera de ese tren, que lo coge todos los días, porque llevaba en la funda los zapatos de tacón formales para ponerse en la oficina. Las mujeres por comodidad llevan puestos zapatos tenis, para caminar, subir y bajar gradas y cuando llegan al trabajo se cambian los zapatos. Tiene por seguro que ella si coge este tren todos los días.

La hora; no sabe si es la que ella siempre va, no sabe si está atrasada, o adelantada, de todas maneras, le da un 30% de probabilidad que esa si es la hora de coger el tren. Tiene un 70% de fracaso, que no la volverá a ver.

¿Por cuál entrada ella va a coger el tren?: por el lado norte, entonces tiene un 50% de posibilidades de volverle a ver por el lado sur, que fue por donde él se subió al tren y se quedó impresionado.

Cuando salieron a la calle, ella se dirigió a un edificio que está ocupado por empresas internacionales; él conoce ese edificio de 30 pisos, porque ha ido varias veces para las entregas de la comida.

Le da un 50% de probabilidad de volverle a ver, con una ligera ventaja, de que es amigo de los empleados de seguridad del edificio y si ellos lo permiten se va a ganar la confianza primero y después va a preguntar por aquella señora hermosa e interesante.

Ella también quiere volver a ver a aquel individuo de aparente personalidad interesante. Quisiera ser amiga, para compartir sus inquietudes e intercambiar opiniones. Define como plan, siempre coger siempre la misma ruta, tomar el tren por las gradas del lado sur; donde se conocieron.

Ha transcurrido un mes y José no ha tenido éxito, tampoco ella. No han funcionado los planes que se trazaron, con porcentajes mínimos de éxito.

José perdió la fe de volver a verla, no pudo recabar información de los guardias de seguridad del edificio, son muy agrios de carácter, no le dan la mínima chance de poder conversar, peor hacer preguntas, parece que se cuidan de las cámaras instaladas en el edificio.

José no tiene dinero para comprar revistas o periódicos del día, pero es amigo del vendedor de periódicos que está justamente a la salida del tren y le presta las revistas, para que las devuelva al otro día, él se las lleva a su casa; lee en el tren y por la noche se las devora; él en cambio le regala su ración del almuerzo, que consiste en las pizzas que le dan en el restaurante; no come las pizzas para no subir de peso.

Al siguiente día por la mañana tiene que devolver la revista que le prestó su amigo, conversa unos pocos minutos y se va para su trabajo.

En una de esas mañanas que está conversando con el vendedor de periódicos ha llegado inesperadamente la pasajera del tren, José se queda estático con la boca abierta, está delante de ella, no reacciona, solo se queda mirando, a esta mujer impresionante, que le ha quitado el sueño. Se volvió mudo.

Ella compra una de las revistas, paga y le entrega una tarjeta de presentación al vendedor de periódicos.

José solo se queda viéndola y después mira cómo se aleja, no pudo reaccionar para por lo menos saludarle; ve que se aleja con un caminar elegante, como siempre bella, todo lo que lleva puesto es de excelente y refinado gusto. Se le arregló el día a nuestro amigo.

José le pide a su amigo el vendedor de revistas, que le preste la tarjeta de su cliente y lee su nombre: Roslyn Williams, secretaria ejecutiva de una corporación internacional.

José quisiera llamarla, pero teme, alguna reacción de rechazo. Lo deja pendiente para otra ocasión y prefiere preguntar a su amigo el vendedor de periódicos y le pide un consejo, para llamar a aquella señora guapa para ofrecerle las pizzas del restaurante, el amigo le dice, que la llame que es una muy buena persona, porque la conoce hace varios años.

José se decide y llama al celular, le ofrece atenderle con el almuerzo, pero primero se pone a las órdenes como empleado del restaurante italiano, haciéndole referencia también, que él es el pasajero del tren, que en una ocasión por descuidado se sentó junto a ella de manera atropellada y abordan por igual en la misma parada.

Ella muy amablemente agradece su ofrecimiento, le dice que solamente come los viernes en restaurantes, los primeros cuatro días, ella consume lo que trae de su casa, que generalmente son ensaladas, pero le pide que le haga conocer el menú, para tener preparada la orden para el día viernes. José emocionado acepta e inmediatamente está en la oficina de ella con la carta del restaurante.

Roslyn reconoce a José y lo recibe muy amable, lee la carta del restaurante, guarda en un cajón de su escritorio y agradece a José.