Location via proxy:   [ UP ]  
[Report a bug]   [Manage cookies]                

Descubre millones de libros electrónicos, audiolibros y mucho más con una prueba gratuita

Desde $11.99 al mes después de la prueba. Puedes cancelar en cualquier momento.

Educar la mirada: Arquitectura de una mente solidaria
Educar la mirada: Arquitectura de una mente solidaria
Educar la mirada: Arquitectura de una mente solidaria
Libro electrónico195 páginas1 hora

Educar la mirada: Arquitectura de una mente solidaria

Calificación: 0 de 5 estrellas

()

Leer vista previa

Información de este libro electrónico

No vemos las cosas como son, sino como somos. Por esta razón 'educar la mirada' es ayudar a la persona a situarse conscientemente en la realidad, dotándola de herramientas cognitivas para sortear los obstáculos y distorsiones perceptivas, ya sean las propias de la naturaleza humana o las heredadas socialmente a través de ciertos estereotipos y esquemas de pensamiento único. El libro, claro, didáctico, pero con rigor científico, constituye una herramienta básica y novedosa, que incluye numerosas actividades, para educadores preocupados por cambiar y mejorar nuestro mundo mediante un capital humano y cultural mucho más poderoso y sostenible que el capital económico.
IdiomaEspañol
Fecha de lanzamiento22 may 2023
ISBN9788427730380
Educar la mirada: Arquitectura de una mente solidaria

Relacionado con Educar la mirada

Títulos en esta serie (22)

Ver más

Libros electrónicos relacionados

Métodos y materiales de enseñanza para usted

Ver más

Artículos relacionados

Comentarios para Educar la mirada

Calificación: 0 de 5 estrellas
0 calificaciones

0 clasificaciones0 comentarios

¿Qué te pareció?

Toca para calificar

Los comentarios deben tener al menos 10 palabras

    Vista previa del libro

    Educar la mirada - César García-Rincón de Castro

    I

    PERCEPCIÓN INTERPERSONAL: GAFAS PARA VER

    1/ LA PERCEPCIÓN INTERPERSONAL EN EL MARCO DE LAS ACTITUDES PROSOCIALES

    LO QUE VA DEL VER AL ACTUAR

    Es difícil comprender cualquier concepto de orden psico-social si lo sacamos fuera de su contexto habitual y lo analizamos y definimos asépticamente. Lo mismo que sería muy difícil comprender al ser humano si no es en relación con otros seres humanos, en contextos grupales, familiares y sociales. El ejercicio de acercamiento a una sola unidad de la realidad social, como haría la lente de una cámara fotográfica o el foco que se centra en un actor con el teatro a oscuras en un momento determinado, es necesario, pero una vez que hemos tomado conciencia de esa persona (forma), necesitamos enmarcar dicha percepción en el fondo (circunstancias, historia vital, grupo de pertenencia) que rodea a dicha persona. Siguiendo con el ejemplo teatral, si el actor, al comienzo de la obra, aparece a oscuras iluminado sólo por un foco (forma) y a continuación iluminan todo el escenario (fondo) y al resto de los personajes, experimentamos cómo nuestra percepción del mismo, no sólo puede cambiar, sino que es más completa y tiene más sentido al enmarcar a dicha persona en un escenario particular de interacción social.

    Hechas estas consideraciones iniciales, me veo en la obligación de situar la percepción interpersonal en el marco de las actitudes, es decir, una serie de patrones lógicos y estables sobre lo que pensamos, sentimos y hacemos respecto de un objeto sociocultural. Lo que convierte a una actitud en prosocial es precisamente su objeto característico: el otro en situación de necesidad (García-Rincón, 2003-a), del cual pensamos, sentimos y hacemos algo, pensamientos, sentimientos y conductas que son reflejo de una forma de percibirle.

    De esta manera, la percepción del otro constituye la ventana a través de la cual se nos hace presente por medio de nuestros sentidos: la vista, el oído, el tacto y también el olfato. Cuantos más sentidos haya implicados en el conocimiento del otro, más estaremos en condiciones de acertar en nuestras impresiones y valoraciones. De ahí la importancia de la «experiencia directa» en el sentido de tocar la realidad social (relación interpersonal de ayuda), necesaria en todo proyecto de educación en la solidaridad bien planteado y definido.

    A continuación paso a describir el esquema lógico de toda actitud prosocial, tomando como punto de partida la percepción interpersonal (García-Rincón, 2003-a). El primer paso de este sistema comienza en el momento de percibir al otro, un inicio que vamos a denominar como «VER» en un sentido amplio (a través de todos los sentidos). Cuando nos llega información sobre otra persona, lo primero que hace nuestro organismo es procesarla intelectual y sentimentalmente, según se expresa en el cuadro siguiente:

    Nuestros sentimientos hacia el otro o, mejor dicho, hacia la información que emana del otro, se mueven en las polaridades agradable & desagradable, simpatía & antipatía, tranquilidad & ansiedad, etc. Estos sentimientos van a funcionar como corriente afectiva por todo el sistema de la interacción social y van a afectar todos los mecanismos psíquicos presentes en la misma.

    El siguiente paso, una vez que nuestras razones y sentimientos se han hecho cargo de la situación, es el de hacer una proposición valorativa de esa situación de cara a predecir y programar posibles acciones o tomar decisiones. Es aquí donde los valores entran en escena en la interacción social como verdaderos criterios de discernimiento acerca de cuál es la mejor opción a realizar, porque no siempre hay una opción clara y unívoca, sino que se nos pueden presentar y, de hecho así sucede, múltiples elecciones a modo de dilemas sociales que hay que resolver. Los valores, por tanto, nos ayudan en los procesos psíquicos (personales y grupales) de la toma de decisiones:

    Desde nuestra valoración de las situaciones tomamos decisiones en el sentido de tendencias a actuar en una determinada dirección. Ahora bien, como han puesto de manifiesto diversos estudios y autores, entre lo que se pretende hacer y lo que realmente se hace existen una serie de circunstancias inherentes al propio actor social (el voluntario en este caso) o bien presentes en la situación que influyen en el sentido de facilitar, bloquear o incluso cambiar la dirección de la conducta deseada por su contraria. En este caso, hacer algo contrario a lo que realmente queremos y deseamos hacer, nos pone en una situación de incomodidad y disonancia cognoscitiva que tendremos que resolver más adelante, bien actuando en circunstancias más favorables, bien cambiando dichas circunstancias o bien modificando nuestros pensamientos y valoraciones.

    Finalmente, y como última fase de este circuito interactivo-social, desde lo que hacemos, vivimos socialmente con los demás y nos percibimos a nosotros mismos en una especie de espejo personal permanente. Cuando nos percibimos coherentemente haciendo lo que realmente valoramos y deseamos hacer, nuestro sistema social se realimenta positivamente, es decir, nuestras actitudes son más fuertes y estables. Sin embargo, cuando nos percibimos como poco coherentes entre lo que pensamos, sentimos, valoramos y hacemos, nuestras actitudes se debilitan y solemos echar mano de nuestros mecanismos de defensa para intentar restablecer el equilibrio de nuestro sistema, o bien desaprendemos falsas creencias y aprendemos nuevas formas de ver y hacer las cosas, ya que nadie puede vivir en permanente disonancia.

    Precisamente, en la base del aprendizaje de la solidaridad y los valores humanos en general hay en realidad un intencionado desajuste pedagógico, un descentramiento de nuestros sistemas actitudinales aportando nuevas informaciones, experiencias y formas de ver la vida, para que volvamos a reequilibrar de forma diferente dichos sistemas y se conviertan en actitudes fuertes.

    Hechas estas consideraciones previas y una vez contextualizada la percepción interpersonal en el marco lógico-social de las actitudes prosociales, estamos en condiciones de aproximarnos a su definición. La percepción es una experiencia o proceso cognoscitivo inmediato de todo tipo de estímulos sensoriales. Aquí estudiaremos la percepción en tanto en cuanto experiencia del otro en situación de necesidad (pobre, marginado, excluido). En adelante hablaré de OSN (otro en situación de

    ¿Disfrutas la vista previa?
    Página 1 de 1