La verdadera escuela es la vida. Tomo 1

La

verdadera escuela

es la vida

Tomo 1

Horas de enseñanza de Gabriele,

la profeta y enviada de Dios

en nuestro tiempo

El Espíritu universal

es la enseñanza del amor a Dios y al prójimo,

a los seres humanos, a la naturaleza y a los animales

La Palabra Eterna,

el Dios Único, el Espíritu Libre,

habla a través de Gabriele,

al igual que a través de todos

los profetas de Dios:

Abrahán, Job, Moisés, Elías, Isaías,

Jesús de Nazaret,

el Cristo de Dios

E-Book : Februar 2024

correspondiente a la 1ª edición impresa en español: 2023

Spanisch

1ª edición, octubre de 2023

© Gabriele-Verlag Das Wort GmbH

Max-Braun-Str. 2, 97828 Marktheidenfeld, Alemania

www.gabriele-verlag.com

www.editorialgabriele.com

Traducción autorizada por

la Editorial Gabriele-Verlag Das Wort GmbH

Título del original en alemán:

»Die wahre Schule ist das Leben – Band 01«

En todas las cuestiones relativas al sentido,

la edición original en alemán tiene validez última

Todos los derechos reservados

Nro. de pedido: B552es

ISBN 978-3-96446-436-1 (edición impresa)

ISBN 978-3-96446-543-6 (epub)

Prólogo

El que lo pueda captar, que lo capte:

Dios, el Eterno, nos habla hoy a los seres humanos a través de Su profeta instructora y enviada Gabriele, y lo viene haciendo desde hace casi 50 años. Él se manifiesta como lo ha hecho en todos los tiempos: Su Palabra Eterna del amor a Dios y al prójimo a través de Sus profetas –desde Abrahán hasta Gabriele.

Desde el Reino de Dios, Dios Padre, el Creador Universal, habló y habla a través de ellos, el Cristo de Dios, el Corregente del Reino de Dios, habló y habla a través de ellos, y el querubín de la Sabiduría divina habló y habla a través de ellos.

El Espíritu Libre se manifiesta sobre todos los temas de la vida: Él nos da a conocer nuestra morada eterna, el Reino de Dios, y la estructura de nuestra alma; nos explica el sentido y la finalidad de nuestra vida terrenal. Enseña la verdad sobre la vida y la enseñanza original de Jesús de Nazaret y nos regala a los seres humanos el Camino Interno, el camino para liberar a nuestra alma de todo lo que nos separa de Dios.

Escuchar o leer una manifestación del Reino de Dios a través de la profeta de Dios, Gabriele, es una experiencia clave para muchas personas, y a menudo el comienzo del camino de vuelta al hogar para el alma, al Hogar eterno del que una vez salimos.

Lo que quizás no tanta gente ha experimentado es a Gabriele como enviada de Dios, como hermana que nos da ejemplo de las leyes divinas y nos las trae desde su consciencia desarrollada con sus palabras –el amor a Dios y al prójimo vivido, a los seres humanos, la naturaleza y los animales.

En cientos de horas de enseñanza, seminarios y actos públicos Gabriele ha impartido enseñanzas sobre todos los temas y todos los ámbitos de la vida. Ella nos acerca las enseñanzas del Cristo de Dios a los seres humanos, con consejos prácticos sobre cómo podemos aplicarlas paso a paso en nuestra vida cotidiana.

En estos seminarios y horas de formación espiritual, los participantes podían traer sus preguntas y experiencias, y de ahí surgían también conversaciones con Gabriele, en las que ella daba ayuda tras ayuda, no solo para los participantes, sino para todos los seres humanos en un amplio espectro, siempre cercano a la vida y con una profundidad que toca el alma en lo más profundo.

Las palabras de Gabriele son indicadores de camino para la vida verdadera, dadas desde la Sabiduría divina y desde su amor a Dios y al prójimo, con todo su corazón y mucha, mucha comprensión y paciencia. De las muchas lecciones divino-espirituales y conversaciones con la profeta de Dios, Gabriele, ha surgido esta serie de libros para todos los que quieran aprender para su vida –y para el Nuevo Tiempo que ya ha comenzado.

Muchas personas ya sienten que un cambio está teniendo lugar, de hecho debe tener lugar, porque aunque lo negativo siga desbocándose como en este momento, este mundo tal como es con todos los excesos del ego en el Estado, la economía, la religión y la sociedad está sujeto a la ley de Causa y efecto y por lo tanto está desapareciendo.

Muy gradualmente, el Nuevo Tiempo está amaneciendo, la Era mesiánica, sofiánica de paz, con personas que hacen de la ley del amor a Dios y al prójimo su base de vida, sin religiones ni administradores religiosos. Son personas del Espíritu Libre: Dios en nosotros y nosotros en Dios.

Editorial Gabriele - La Palabra

Por tanto, del Amor

ha venido la Sabiduría,

y habita entre los seres humanos,

para que estos reciban

lo que Dios, el Amor y la Sabiduría,

quiere decirles actualmente,

en el gran tiempo

de la liberación de las estirpes

de una vida

de limitaciones y aflicción».

(De la manifestación de Cristo

«Esta es Mi Palabra. Alfa y Omega»)

Se puede encontrar a Dios

De una hora de enseñanza de Gabriele

el 9 de marzo de 1997

Más de una persona dice: «Yo busco a Dios, ¿dónde está Dios?».

Buscar a Dios significa buscar a Dios en el propio interior, porque cada persona es el templo de Dios y Dios vive en nosotros. También está escrito: «Buscad y encontraréis». A quienes buscan de verdad a Dios, también Dios les busca. Es decir, quien busca de verdad a Dios, se esforzará poco a poco en entender lo que Dios quiere.

¿Qué quiere Dios de Sus hijos? Él quiere que Sus hijos cumplan paso a paso Sus Mandamientos. A quien reconozca un pequeño Mandamiento de Dios e intente dar los pasos, es decir, cumplir ese Mandamiento, Dios se le acercará varios pasos.

Los seres humanos tenemos la costumbre de buscar a Dios en algún lugar, pero Él está siempre con nosotros. Él está siempre en nosotros.

Quien busca de verdad a Dios, Le encontrará. Si buscamos a Dios, deberíamos recogernos en nuestro interior haciéndonos conscientes de que Dios está en nosotros y que Dios se deja encontrar en cada paso que damos hacia Dios en nosotros, en tanto cumplimos el Mandamiento más pequeño, por ejemplo haciendo y manteniendo la paz con nuestro prójimo. Entonces sentimos Su cercanía, porque nos volvemos más pacíficos, más prudentes, comprensivos y tranquilos. Esta es la cercanía de Dios; con ello Él nos ha salido algunos pasos al encuentro.

«El Reino de Dios está dentro de nosotros», y cada uno de nosotros tiene la llave para el Reino Interno, es Cristo –es la fuerza redentora en nosotros y al fin y al cabo también la enseñanza del Sermón de la Montaña. Si cumplimos trocitos, lo digo conscientemente, «trocitos» del Sermón de la Montaña», ganaremos la llave, Cristo en nosotros. Con esta llave abriremos poco a poco el Reino Interno, el Reino de Dios, y encontraremos la entrada. Nos daremos cuenta de que Dios es amor. Nos daremos cuenta de que Dios nos ama, a cada uno, es más, también al pecador más grande. Él nos ama. Entonces también sentiremos que Dios es silencio –pues nos volveremos más tranquilos, porque hacemos las paces con nuestro prójimo, y somos comprensivos.

Quien busca a Dios experimenta a Dios de este modo. Nunca va a conocer totalmente a Dios, porque Dios es omniabarcante y poderoso: Él está en todas las fuerzas del SER, la Existencia eterna, en los reinos de la naturaleza, en el átomo, Dios está en todas partes, pero Le podemos sentir en los pequeños pasos que damos hacia Dios en nosotros.

Los pequeños pasos son, como ya se ha dicho, trocitos de las legitimidades. Si las cumplimos, no solo proponiéndonos hacer lo que Dios quiere, sino cumpliendo día a día esos trocitos, esas pequeñas legitimidades, entonces creceremos y maduraremos en nuestro interior y con la ayuda de nuestro Redentor Cristo abriremos el Reino Interno. Entonces sentiremos que de pronto podemos dar pasos más grandes. Cumpliremos cada vez más Sus Mandamientos y nos sentiremos acogidos por un amor infinito que podremos sentir, pero que nunca podremos conocer totalmente mientras seamos seres humanos. Podremos conocerlo y sentirlo y esto nos debería ayudar e indicarnos el camino.

Quien cree que Dios existe, se compromete en cierto modo a recorrer el Camino hacia el Interior. Una persona así no complica más su vida con muchas teorías y frases sobre cómo ha encontrado a Dios, qué posibilidades ha agotado, cómo ha cumplido las legitimidades de Dios –sino que lo hará porque siente la cercanía de Dios, la ayuda del Cristo de Dios. Y sabe que el paso más pequeño lleva a dar pasos más grandes hacia Dios. Y sentirá que al dar un pequeño paso, Dios se le acerca varios pasos.

No veamos a Dios como algo que está lejos de nosotros, que nos castiga, que nos reprende. Nosotros seres humanos nos castigamos y reprendemos con nuestros pecados, que son causas y que vuelven a nosotros como efectos. Pero Dios nos ama. Él ama al pecador más grande.

Escuchemos algo más a nuestra conciencia cuando queramos pecar y sentiremos cómo el amor, DIOS, llama al portal interno, es nuestra conciencia que nos dice: «¡Cambia de forma de pensar, no pienses así contra tu prójimo! ¡No hables así contra tu prójimo! Cambia de forma de pensar: en tu prójimo está Dios, así como Él también está en ti. Cambia de forma de pensar y comienza a comprender a tu prójimo. Cambia de forma de pensar y perdónale lo que te haya hecho, y pide también perdón a tu prójimo. ¡Hazlo!». Esta es la voz fina y suave de la conciencia. Son los impulsos que vienen de lo más interno, del Reino de Dios. Es lo divino en nosotros, que siempre nos advierte, pero que nunca nos obliga a hacer algo, ni nos coacciona a nada. Nos habla, y si cambiamos y hacemos las paces con nuestro prójimo, nos damos cuenta de que nuestra consciencia se amplía y Dios se acerca a nosotros. «Buscad y encontraréis». Dios se deja encontrar, no en lo externo, no aquí o allá, no en iglesias ostentosas, sino que sencillamente en nosotros mismos.

Y si alguna vez estamos intranquilos, nos sentimos acuciados, la naturaleza nos muestra la tranquilidad, en ella hay crecimiento. De nuevo es Dios. Ella nos quiere ayudar, para que también nosotros florezcamos en Dios, para que maduremos gracias a Dios, para regresar al Hogar, al Reino de Dios cuando llegue el último día de esta existencia terrenal. ¡Que nuestro último día de nuestra existencia terrenal sea el primer día en el Reino de Dios!

Este es el gran amor de Dios y Su gran humildad, que Él se ocupa de todos Sus hijos. Aunque el hijo dé el paso más pequeño, Él se ocupa de Su hijo, porque lo ama y quiere volver a tenerlo totalmente con Él.

Sabemos que nuestra vida es un camino de tempestades y oleajes, un subir y bajar, pero si no permitimos todo lo que es tan humano inferior, lo pecaminoso, y nos dirigimos a Dios pidiéndole apoyo y ayuda, nos tranquilizaremos. Esta tempestad, este oleaje de la vida se irá desvaneciendo poco a poco y experimentaremos lo que significa la tranquilidad.

Tranquilidad significa que podemos reflexionar sobre algo, sobre lo que nos preocupa, para descubrir por qué esto o lo otro